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Número 75-76

Serie VIII

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¿Es usted marxista?

¿ES USTED MARXISTA?
POR
J. GIL MORENO DE MORA.
Escribí lo que sigue hace cuatro años, y así quedó
sin pub!;;_car... Hay resulta qu,e L'Osservatore Ro­
mano denuncia 1'/a traición de los clérigos" (28-11-
1968), que en Ecdesia se descubren "los pequeños
grupos y el movimiento profético!' (11-I-1969) y
el influjo en ellos de marxismos varios y polifacé­
ticos. Resulta, en fin, qUJe nadie se hi,ro la pregUJnta
a tiempo y que muchos se hallan ('comprometidos",
"engagés", "e111c(TJ/'nadas" y t¡UJe n10 ven p:osibüidades
de escapar a su compromiso. Por eso me decido a
entreg'ar a VERBO este artlculo, en el que adem terpolo otras preguntas sobre tema religioso.
¿ Lo sabe V d. realmente? Se lo pregunto porque da la ca­
sualidad de que los más
no saben

que lo son, siendo
por paradoja
poquísimos los que lo son y lo saben, mientras que bastantes de
los que se llaman marxistas sólo lo son en parte.
Veamos: ¿ Suele V d. afirmar o negar? ¿ Suele V d. creer que
las cosas son algo?
¿ Da V d. valor a la esencia? ¿ Intenta a menudo
o a veces que sus actos tengan una finalidad fuera del mismo
acto? ¿ Cree V d. en algo permanente? ¿ Es V d. sensible a la
desgracia ajena?
¿ Ve Vd. alguna posibilidad de que el hombre
escriba su historia?
¿ Dice V d. de algo que es falso o verdadero?
¿ Espera V d. algo de la metafísica y de la verdadera ciencia? ¿ Le
gusta a Vd. la estabilidad, la seguridad, la paz? ... Si tiene Vd.
que constestar "Sí" a alguna de estas preguntas
sepa desde
ahora que no es V d. un buen marxista, porque el marxista que
sabe lo
que se hace
y lo que :piensa contestará rotundamente "No".
Por otra parte: ¿ Despierta su preferencia el "hombre de
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acción" ? ¿ Le fastidian a V d. los razonamientos y prefiere ac­
tuar? ¿ Le parece a V d. inútil la vida
contemplativa? ¿ Es para
V d. muy importante la revolución? ¿ Le parece a V d. un buen
medio de conseguir algo? ¿ Le parece a V d. que ya nada es ver­
dad ni es mentira? ¿
Le parece a V d. el movimiento lo más
importante de la vida?
¿ Es V d. ferviente de la moda? ¿ Le
atrae mucho fa fuerza, las ideas dinámicas? ¿ Es V d. un tanto
fatalista en historia? ¿ Desea mucho ser un hombre dinámico?
¿ Cree V d. que el catolicismo, por ejemplo, está pasando de
moda? ... Si tiene Vd. que contestar "Sí" a alguua de estas
preguntas es V d. mucho más marxista de lo que se figura,
porque todas ellas tocan al centro del marxismo. Por fin: ¿ Sabe V d. lo que es dialéctica, el principio de
contradicción, el sentido de la historia, la toma de conciencia,
las ideas-fuerzas, la revolución permanente, las alienaciones, el
movimiento absoluto y el proletariado? ¿ Ha dejado ya de afir­
mar o negar? ¿Sabe Vd. ignorar "lo que no interesa" para
entrar en acción?
¿ Dejó V d. de ;p~ir explicaciones contentán­
dose con
~ber que la contradicción es lo único que interesa?
¿ Será Vd. ferviente revolucionario hasta la muerte? ¿ Puede
prescindir de todo dogma, ley o doctrina? ¿Carecen· de sentido
para V d. las
pabbras ideal,
verdad, bondad, belleza? ¿ Posee
V d. la voluntad sistemática de hallar en todo la contradicción?
¿ Está V d. convencido de que fa historia hace al hombre y no
al revés? ¿ Sabe V d. que el marxismo no es una doctrina sino
una guía para la acción? ¿ Está V d. convencido de no ser más que
la acción material que Vd._ ejerce? ¿ La acción se justifica en sí
misma sin calidad en la finalidad? ¿ Sabe V d. ¡,rescindir de toda meta fuera de su acción?
¿ Combate V d. realmete todo lo que
estabiliza al hombre, o en términos marxistas, destruye V d. toda
"alienación"? ¿ Admite V d. todo genocidio, guerra o enfrentamien­
to con tal de que produzca la contradicción, el movimiento y la
acción apetecidas?... Si puede ·Vd. contestar cabalmente "Sí" a
todas estas últimas preguntas le comunico que, cosa rara, es
V d. un marxista integral.
Y a no le :pregunté si creía en Dios porque por supuesto no
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es marxista integral por poco que tal crea. Muchos son los que
descartan a Dios
y no son marxistas. Muchos comunistas por
ejemplo.

Si V d. se empeña le daré una definición exacta del
marxismo, mas si no está
V d. iniciado se va a quedar tan fresco:
El
Marxismo es

la transposición materialista del idealismo
ab­
soluto

de Hegel.
Le diré que no pienso explicarle aquí lo que
es ese "idealismo absoluto de Hegel". En cambio, sí quiero decirle
una cosa : le hice tres grupos de preguntas; en el primero para
saber si tenía Vd. alguna idea opuesta al marxismo; en el se­
gundo, si tenía alguna idea que le .pertenezca;
y en el ·tercero
si poseía V d. las ideas-base precisas para ser un marxista de
tomo y lomo.
Lo más frecuente, lo corriente, será que tenga V d. unas
cuantas ideas opuestas al marxismo, como
la de aspirar a una
felicidad estable, pero que a la vez sufra un buen contagio
en ciertas otras, como con la sobrevaloración de la acción, y
que sin embargo carezca de las precisas para ser un dirigen­
te marxista, como la de combatir toda "alienación" (los lazos
familiares son "alienaciones"). Esto le privará de la felicidad de ser dirigente, pero hará de V d. un excelente "compañero
de ruta", un buen '1tonto útil", un cooperador manejable-y en
todo caso
ya no será V d. obstáculo, aunque V d. lo ignore to­
talmente.
Y "la Historia", que es lo más próximo a Dios
en la ideología marxista, le reservará una hojita de laurel anó­
nima
en premio a las convulsiones que V d. habrá ayudado
eficazmente a producir. Enhorabnena. Pero
aúh puedo

añadir otras preguntas para el español
del
miontón como yo.
¿ Cree V d. que la moral es cosa cambiante según la situación de
la infraestructura?
¿ Y que toda la Iglesia ¡,reconciliar fracasó?
¿ Y que hay que reinventarlo y cambiarlo todo?, ¿ que hay que
revisar los dogmas?
¿ Que hay que sumergirse en la Materia
divinizando las potencias de la tierra? ( como proclama el célebre
discípulo de Niccle). Pero
¿ desacralizando a Dios y a la Virgen?
¿ Deja Vd. la doctrina, la meditación, la oración porque son
zarandajas que no producen acción
y movimiento? ¿ Cree V d.
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que la sumisión al magisterio pontificio es una alienación? Por­
que si puede contestar que sí a estas preguntas y a otras que
hoy no le hago para no alargar) si su respuesta es afirmativa,
entonces le
cértifico que
es
Vd. parte
de la anti-Iglesia en la
Iglesia, que en
V d. se cumple

lo denunciado por
Ecclesia y por
L' Osservatore RomM1,o, que está V d. empapado hasta los tuétanos
de las drogas intelectuales sintetizadas por los mejores discí­
pulos de Marx.
No hay cosa más difícil de entender,
pero también
no la hay
más terrible una vez entendida, que el marxismo. Difícil, porque
nada tiene
qúe ver con el sentido común y, por lo tanto, con el
mecanismo de
pensamiento habitual

del hombre. Terrible, porque
el marxismo es lo inverso a toda creencia, de toda espiritualidad
y de toda religión. El marxismo frente a la religión es algo así
corno la anti-materia frente a la materia. Es la desaparición de
toda fe, esperanza
y caridad. Es la nada auténtica, es la ani­
quilación del ser, o mejor dicho, pretende serlo. Las filosofías materialistas que exc1uían a
Dios, a

lo eterno
y a lo espiritual, limitadas a lo sensible cerrado en el tiemipo
terrenal,
forzosamente habían de tropezar con el fenómeno sen­
sible del movimiento que produce cambio o mutación continua
y
que es experiencia sensible. Este cambio continuo, obligado por la
existencia del
tiem¡po, tenía
que hacer dudar al hombre de la
esencia de su
propio ser ¿ Qué soy si no paro de cambiar? Quie­
nes descartan la Eternidad sólo encuentran la perpetuidad del
movimiento. El· marxismo llegó a este
movimientü" perpetuo en

su
ateísmo
y, por ello, lo instituyó centro del pensamiento. La mu­
tación no concordaba con la esencia, el ser, cualidad que no cambia. Se prescindió de este concepto con desdén
y todo fue
volcado a la
·experiencia material

sensible.
Nada "es"

ni "no es".
Sólo hay cambio. Por lo tanto, desaparecen automáticamente
verdad, bondad
y belleza, y sus antítesis son palabras sin sen­
tido, como afirmar o negar. Desaparece la calidad de la fina­
lidad
y la finalidad misma. El movimiento y las fuerzas que lo
producen son lo único que resulta cierto e interesante, pero tan sólo en tanto resultan efectivos. Como en la física, lo material
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obedece al princ1p10 de acción y reacción, lo cual es contradic­
ción, se instituye el principio de contradicción como sola vía
para producir movimiento.
El ejercicio y estudio de las contradicciones es la dialéctica.
Su realización es la revolución permanente. Y para
el hombre,
al ·ser la

acción el medio de incorporarse al movimiento,
la acción
reina. Por eso explicaba Marx que el marxismo es tan sólo una
guía para la acción. Esta acción se inscribe en la historia, cuya
trayectoria es definida por
el juego de las fuerzas en acción y,
por ello, ya no la escribe el hombre, sino que ella hace al hombre,
que es sólo fruto de esas fuerzas en acción, y que, al incorporarse
por la

acción a ese movimiento perpetuo, "toma consciencia"
del "sentido de la Historia" en un fatalismo que justifica genocidios
y hecatombes. Corno quiera que sólo interesa lo que es fuerza capaz e producir acción, se deduce que
todo lo

que estabiliza
al-hombre se opone al movimiento, es "alienación", ha de ser
aniquilado para que haya movimiento,
y el hombre despojado
ele toda "alienación" es el "proletario",
y, por ello, considerado
corno un estado ideal
para posibilitar la

acción; el pro)etariado es
la desvinculación total de lo que no sea movimiento, ha de ser
impuesto a todo. Tradiciones, costumbres, moral, religión, lazos familiares o de amor, paz, estabilidad, son unas de las tantas
"alienaciones" que han de
desaparecer para

que el hombre se
proletarice,
y sólo así se logrará que la humanidad sea pura ac­
ción, puro movimiento. Hermoso cuadro.
No pretendo darle aquí un -eurso de marxismo, ni rebatir
estos absurdos, que Vd. mismo,
si posee

lo que se llama sentido
común
y un ratito para meditar (algo muy anti-marxista), lo
puede rebatir con facilidad y con la ayuda de Dios. Si V d. lo
desea, puede leer un libro que explica exactamente lo que callan los marxistas:
Mar.zisn:ro-Leninismio, de Jean Ousset. Pero re­
flexione V d. un poquitín sobre esta filosof_ía del absurdo
y sus
consecuencias. Yo quisiera que tratara Vd. de averiguar si es
un poquito marxista, porque si lo es no
puede evitar

ser tam:­
bién colaborador
diciente de

esa monstruosidad. Medite.
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