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Empresa y sociedad. (Mito, «praxis» y poder)

EMPRESA Y SO<;:IEDAD
(Mito,
"Praxis"
y Poder)
POR
JosÉ MARÍA CARBALLO FERNÁNDEZ,
Docwr en Economía por la Universúl«d de Roma.
SUMARIO:
I. Avatares de la concepción económica de la Empresa.
I) El mito de los objetivos,
2) Nuevas e inéditas comp,licaciones.
II. De la Praxis al Poder.
I) El fermento Machiavellico,
2) Poder, dimensión
y soberanía.
Fundaci\363n Speiro

VERBO, núm. 85-86, en la sección Ilustraciones con recortes de periódicos,
ha publicado varios extractos del traba¡o L'economie a l'envers del Profesor
Marce/ de Corte
(1), en los cuales éste muestra cómo la economia moderna,
en lugar de desarrollarse a compás de las necesidades reales del consumidor,
está orientada
al logro de la máxima producción, que es preciso acrecentar
riempre
cada vez más para
que el
sistema no se hunda, a cuyo fin se ha
«fabricado» la sociedad de

consumo, concepto -este de consumo- abstrac­
to, que viene a
funcionar como un recipiente sin

fondo
destinado a
absolver
los excesos de
produccinó¡' y se ha recurrido a las intervenciones del Estado
'1 a los planes para impul.sar el mayor desarrollo de la producción de ese
tipo de

economía. Con ello, el Estado ha deiado de rer el árbitro que con­
cuerda las relaciones privadas

entre si, que es en lo que consiste el bien co­
mún, para

convertirse en
porta¡/or de un interés
colectivo, por el
que llega,
a
fin de cuentas, «a erigir la productividad en criterio único, de la salud de la
sociedad moderna y de la solidez de la economia», y a convertirse, cada vez
más, en «una inmensa máquina
industrial», destinada «únicamente a per­
petuar
el monopolio de

aquellos
que, de

un modo cualquiera, se hubieran
apoderado de

ella»,
según expresivas

frases del propio Profesor de la Uni­
versidad de
I.Je;a.
'Sociólogos, filósófos y ;uristas prudentes

han
advertido hace
tiempo, como lo
advirtieron las encíclicas
sociales desde

la
Rerum Novarum a la Mater et
Magistra, el peligro de erigir el máximo de la producción y del beneficio como
criterio moral y como
·base fundamental

de planes
y programas, ya sea de las
empresas
o

del Estado. Sin
embargo, por

doquier, se
sacnjica todo a la
reali­
zación de

planes de desarrollo y expansión, se procura el máximo de
bene­
ficio
económico

de empresas, o Estados, sin reparar mayormente en otras
consecuencias,-se

impulsa
a la

concentración de las empresas, favoreciendo
que vayan a
parar a

manos del
gran capitalismo

o absorviéndolas el
Estado
total

o
parcialmente, con lo cual el poder

se va concentrando cada vez más
en menos manos, las
mismas que trazan los planes

de la
producción futura
que

imposibilita todo desenvolvimiento espontáneo, y que es dirigida por
el
«Stafh tecnocrático» introducido en las empresas, por la llamada «revo­
lución de

los
managers», y en el Estado planificador.
Hoy, a estas
voces, empiezan
a
sumarse alarmadas las de muchos eco­
nomistas que advierten de los riesgós: de la teoria abstracta de la firma y de
su detentación por los
managers interpuestos entre empresa y empresario; de
la
praxeologia dominante, es decir, de la aplicación de técnicas y métodos
analiticos orientados

a asegurar la eficacia
y el logro de lo que se pretende,
erigidas en

criterio decisivo; de la concentración
y de los conglomerados de
empresas,
incluso por

el despilfarro
-de bienes

y
capacidades, Pero más

gra­
ves aún

en el aspecto sociológico;
y de unos planes proyectados con olvido
de
que todas

las previsiones «están perturbadas por desviaciones de natu­
raleza aleatoria, impregnadas de incertidumbre, en datos y parámetros». Por eso hemos creido de gran interés la publicación de este estudio de
José Maria
Ca,-ballo Fernández,

que recoge esas preocupaciones de muchos
economistas actuales enfocadas al análisis de la
sociedad tecnocrática

capi­
talista, pero que no pueden
ser resueltas, sino agravadas

con la mayor inge­
rencia en estas materias del
Estado tecnocrático si

éste, en lugar de actuar
como árbitro, interviene como gestor a través de su
burocracia más o

menos
tecnocratizada.
(1) Publicado en lTINEB.AIRES 141, marzo 1970, que D. m. proyectamos re·
producir en VERBO núm. 91-92. Véase también en VERBO 87-88 la comunicación del mismo De Corte al Congreso
de Lausanne 1970, "El Estado y el dinamismo de la Economfa".
Fundaci\363n Speiro

EMPRESA Y SOCIEDAD
(Mito, Praxis y Poder)
l. AVATARES DE LA CONCEPCIÓN ECONÓMICA DE LA EMPRESA.
Cada uno interpreta a su modo la música
de los cielos.
(Prov. chino).
1) El mito de los objetivos.
Ha sido general
con«iderar a
la
empresa, desde
los lejanos
tiempos de

Cournot
y Bowley, a través de los diferentes plan­
teamientos
de su
aatuación en
el
mercado {perfecto o impetifecto),
como

un
".si,stema cerrado", centro de decisiones económicais
orientaiclas ail específico --;y único-.fin de hacer 1máxima su ci­
Lra absoluta de beneficios.
El! análisis de la empresa paritía, para hacer posible un des­
arrollo de
aparente rigor, de

los
supuestos de perfecta informa­
ción

de los modos de
reacción del mercado, en

su
conjunto; del
conocimienito de fas exipresiones analíticas de sus
costes;

de
una
completa libettad competitiva
y

de
la identidOJd de empresa y em­
presario.
Diversos métodos de cálcu,lo y programación permitían deter­
minar
[os va,lores de las variables tomadas cütlllo "subohj etivos ",
a fin de alcanzar

el valor
maximuim maximorwm de ila varia­
ble
principal, r'1Preaenta No

hace
.fa1,ta advertiir, a

nuestro
juicio, que para pretender
prever las reacciones del mercaido .se impuso ace¡ptar, .como hi;pó­
tesis .subentendida, la racioruJJl.idad del cómpor.tarnienito económi­
co, sin otras
in!fluencia,s y tensiones que las exclusirvas -del domi­
nio de la economía.
Pues hien, el conjunto de postulados ,de partida, en esta forma
de :pla11rtear 1la iteoría y 1a acción económicas de fa em¡presa, va
pareciendo, cada vez, en mayo,r medida, como un ingenuo e in­
aceptable "Modelo" de ,la realidad.
Afain Touraine, por ejemplo,

en un conocido
,libro sobre
la
Empresa y ia Economía del siglo xx, dirigido por Bloch-Lainé y
Perroux, en un agudo análisis, puso los valores Lr1racionaJ.es, Jiga.dos a la empresa en forma inevita-
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Fundaci\363n Speiro

fOSE MARJA CAR,BALLO FERNANDEZ
ble, ejercen oobre su manera de actuar, incluso su¡perando ria de
los
procesos racionales.
Scitovsky advirtió

que,
para que la maximación del beneficio
neto
constituyera un

objetivo
program~ble, sería obligado admi­
tir

que
1as ex,presiones anaJiticas de los coSJl:es ,tienen propieda­
des de permanencia, [o cual, a ,su juicio, ,es insostenihle.
Hemos de añadir, a las obse~iones autores, que la forma de plantear el pro'lJlema de hacer máxima
la
cifra absoluta

de
beneficio neto

deja
de tomar en cuenta las
acotaciones y

,limitaciones
impuestas .por
muchos
de Jos
medios
operativos, internos y
exitemos.
También · coo;viene adrver,t>r Ja grarveda.cl de las hip5rtesis que
s'lllPonen la posibillidad de "imformadón ¡penfoota", cuando es, sin
duda,
inevital1:ile dejar ignora
número
de variables
de
im¡pontancia, 1tanto por el hecho de desconocer

su existencia o ·es­
timabilidad, en el momento del análisis, como ¡por juzgarlas,
enróneamente,
irrelevantes.
De
una información inrompleta sólo

puede derivarse una ca­
rícartura de racionalidad o,

en el mejor
de Jos casos, una "racio­
na!lidad acotada", por
usar

una
expresión de Sirnon, más pro­
piamente
cercana a

una
".i.rracionalidad de compor,tamiento".
Nada más peligroso
que SlliJ)O!ler que el contorno üene un
único sistema
de .res¡puestas cuando,

en esa gran
maestra de expe­
riencias competi.Hvas que es la

guerra,
han sido 1os

cambios de
doctrina
estratégica los elementos máximos de desconcietto e,n
la acción del contra,rio.
Los pronósticos de parltirla suelen hacer un uso abusivo de fa
e:x;ttraipo1adón
y aceptar como incontroivertiible la permanencia es­
truoturaJ
de los Modelos Económicos, Pero

rla
re:rlidad es que las
previsiones -están rperiturbadas por desviaciones de naturaleza ailea­
toria, imrpregna dhos de azar
no siern,pre sometibles a

una
prob,ubiliza Los óptimos,

determinados en
función de dafos y modelos im­
precisos, ¡partiendo de· hLpótes~s de

aoción
interna, o externa, mal
contrastadas,

no pueden
llamairse, en

rigor,
ó¡pt:imos.
Estas consideraciones, que
sin duda hemos esquematizado al
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Fundaci\363n Speiro

EMPRESA Y SOCIEDAD
e:xotremo, por ra,;ones olwias, ,ha,, llevado a concluir que el plan­
teamiento

de
'la pdlitica económica de Ja em¡presa, desde el punto de v¡sta "unidimensional" de persecución del máximo de bene­
ficio, es ¡poco adecuada al mundo reaJ, debiendo, además, tener
en
.cuenta que, por otra par1te, 1a-s ~esas se encuerntran con Jim¡taciones a su Jlbenta,d de acción o decisión ¡procedentes de factores politicos o

de
tensiones derivadas de

los
grupos de pre­sión, ca¡paces de

modificar
1os elemeilll:os principales de

juicio, en
forma intencionail y, muahas veces, i~oc.ffifble.
Ali objetivo de máximo beneficio absoluto, se han propuesto
diiversas a,lternativas sustitutivas
(o

complementarias):
Chamber­lain rnbló del logro de una poskión satisfactoria en

el mercado ;
Baumol
se refirió

a la
maximación de 1a,s ventas; Penrose des­tacó

la
persecución del ,crecimiento del capi,ta,!; Manis de '1a má­xima ,tasa de crecimieruto, ·etc ....
Rero hoy en día predominan fas concepciones que contemplan
un

conjunto
complejo de ohjemvos simultáneos,
que no
siempre son

entre
eí cxiherentes y

que han
irn¡puesto Ja necesi y

ordenación de
preferencias.
Ha ido así sur¡girendo un -conlfuso ron junto, di~rno, de con­c~pciones y planteamientos, no siempre exento de c001rkadic­
ciones.
Koontz, refiriéndose a
ilas .teorías del Management, habló de
una jungla
tfr0111dosa, .Jlegaindo a idenrt:ifu:ar, entre ellas, hasta eeis
diferentes. El impacto mQs importante, ,sin duda, procede de

dos
de
ellas: la Behavioura,1 y

la Organizativa.
Frente a la coocepción de fa .empresa como "sistema cerradd',
han ido creándose ,modelos que 1la ,consideran como un "sistema
abierto", capaz TIOA,

idea
ms<>da por Bouldiing y Knauit.
Y acaso pueda apliicarse a i!a em¡presa el esquema de Monod para rlos or:ganismos, que concibe a ésrtos como un fruto de1 azar y de fa necesidad, residiendo .e] azar en .Ja estructura y ila nece­
sidad
en :la selección.
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Fundaci\363n Speiro

JOSE MARIA CARBALW FERNANDEZ
En esta línea de ideas, Aoohiano ,puso el énfusis principal en
la
lucha de
i!a empresa para ,sobrevir y ser aceptada por su con­
torno
vita,I (ltesis dicha de "1a viwbhlidad").
Y tamb,ién hay tesis que pretenden coordmr fas concepciones
de los "sistema,s abiertos" y fi.as de los "si&temas cerrados", ha­
ciendo compatlbles la racionalidad y la irraciomi,lidad, la incer­
teza con '1a certidumbre. Entre e,lla,s figura la concepción de
Thompson. Las rtesis sociales contemplan a la ,empresa solamente
en su aspecto "organizacional'', mientras fas llamadas ecológicas
sólo se preocupan por las ao:iones de reciprocidad entre empresa
y contorno, a;l nivel institucional.
2) Nne.-as e inéditas complioaciones.
Esta Dü,Jonia ton doxor,, esta plurailidad de concepciones,
transforma en aventura rtoda pretensión 1de estab1ecer una .teoría
económica de fa e!IllP'"esa y su política. Y todavía sería mayor 1a
confusión "babélica" ,si ihubiéram:Os de ,trascender de Ios [ímites
irite11Prerativos del edifido con de
Occidente, al
que aludió, con
la denominación ,de OCCIDO­
OEN'I'RISMO, Abdel-MaJik, en

su reciente
inte=ición en
la
Reunión
internacionail de Sociología, de

Varna, en
septiembre
último
(1970).
Pero la preteooión de crear una teoría abstriaicta de 11a empre­
sa en sí, a la que los anglosajones denominan TEORIA DE LA
FlRMA, presenta ,todavía más importantes y gra,ves dificultades.
Desde la llama,da Revolución de los Managers, se ha inter­
puesto entre em1presa y -empresario, ,lo mismo que erutre :la empre­
sa y ,los ,!actores ~nos de ella, incluso entre fa empresa y la
sociedad, el
Staf/ tecnocrático, en cuyas manos se centran las
riendas de •los agentes eco.nómicos y únicos capaces de usar de los
medios
y fas organ~·zaciones, en forma a de las técnicas científiras.
Saxer,
Monsen
y
Su,termeislter anaJiza,ron, en un helio

artícu­
lo publicado en
1a revisita ,italiana M ercwrio, bs consecuencia•
que podrían
d:erivarse ¡,ara ,la economía en generall y para le em­
presa
en panticular de 1a posibilidad de que ,los managers im-
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Fundaci\363n Speiro

EMPRESA Y SOCIEDAD
pongan, en el ámbito de su capacidad de acción, objetivos y fina­
lidades estrictamente ¡personales, desvinculados de Jas cornvenien­
cias

de 1a
colectividad y, algunas veces, acaso, <:ontrarias a

ellos.
Podría
Il~arse de esta manera a ila insólita consecuencia de
una
-sociedad entregada a ~os -nuevos "magos de J,a micro-econo­
mía", capaces de h~er reveritir a Ja ,colectividad las consecuen­
cias de st.15 'Draoo,sos, mientras disfrutan ind1viduailiza-dam.ente "sus
éxiitos".
No es -fácil sostener ila tesis de coincidencia entre 1os objetivos
coleotivos
y
:las ambiciones personailes die [os tecnócraitas, única
que

podría abrir
per;;peativas ace¡pta,bles ¡para la sociedad. Tesis
semejante exigiría una problemártica tr3Jllsfo.rmación, moral y men­
tal,
del hombre contemporáneo, ya que 1a oposición ,entre el! bien
y

el
ma!l sólo tiene llugar al nivel del es¡pía-itu.
Na S. S. Pío XI en Quadragessimo Ann,o: "Salta a Ja vista que, en
nuestros tiempos,

no se
aornnufan ,so1amenit:e I'liquezas, ,sino que
se

crean
enormes poderes y .una ¡pr~encia económica despótica,
en manos de muy pocos. Muchas veces no son éstos siquiera
dueños,

,sino sólo
d(Wosi:tarios y administradores, que rigen el
capita-1 a su voluntad y arbitrio".
Simon,

en su
Approaching the Theory of M cmagement, ad­
vemía de la necesidad de replantear ,la teoría de Ua empresa en
cada ,caso, en forma par,ticulrur y espec:ílf.ica, sin ¡partir de pos­
tufa.dos ,preconcebidos
ni concepciones unívocas. Pero resulta,
a-hora, que, en re31J1dad, la teoría de fa empresa se ha it-orna­
do irn¡procisa y opaca, haciendo imposi'bil.e la ica¡ptación de 1su,s
esencias.
Y, ,por si esto no .futera ha.stante rpara ,dificultar las cosas, han
ido desarrollándose técnicas ajenas a la economía (:piénsese en
las poslbilidades de sugestión hipnopédica, en los descubrimien­
tos de [a ,sofrología, en fas investigaciones neu.ro-.fisiológ.icas y en
los -métodos de ¡pro¡paganda subliminar, por ejemrplo) que rune­
nazan con invertir 1los términos de fas prqposiciones económicas,
poniendo el énfasis fundamental no en fa adaptación de medios
afines,
en
la adecuación de la

acción al
mer<~ado, sino en 1a cons-
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]OSE MARIA CARJJALLO FERNANDEZ
truoción artificiaJ y arb~tra:ria de los mercados que se desean paira
los fines, hecho que

,sometió a
agudo análisis André Piettre en
Powr cmnprendre la vie economique.
La ,economía puede seguir con,te.rr;plando los problemas desde
el punto de perspectiva que :le permiten sus específicos medios y
métodos de acción.

Pero
a.a:i;so estemos a-sistiendo, enitre ,tanto,

a
un prooeso de "vaciado'' de muchas de .las técnicas que fueron
creándose, a fo largo de la historia, para atender y servir aJ. "dra­
ma
vital humano", ante Ja ipos~biil1idad de una acción directa so­
hre el hombre mismo, capaz de sometetlo a cualquier rtipo de ar­
bitrario condicionamiento.
Qui.en ve el delo en el agua~ dice un antiguo refrán, ve fos
peces

sobre
'1os á.r1boles.
II. DE LA PRAXIS AL PODER.
Grave amenaza para el ciudadano es ser
gobernado por poderes ocultos.
&to acontece
cuando

el que manda no es el que firma.
(CoNDE DÉ ROM.ANONES, Breviariv de Políti­
ca Experimental.)
1) El fermento l\!Iachiavellico,
Las tesls de Alohiano, a las que ya antes hemos aludido,
equivalen a ii.ntrodrucir, en ila teoría de Ja acción empresarial, al
fijar 1como norma fundamentail. na "imitación de fos modelos de
comportamiento" de Jas empresas victoúosas, un factor analógi­
co semejante a la vía preconizada por Machiavelli para '1a polí­
tica en general, itrahaijando ieon criteriio rea.E-sta en el laboratorio
de la Historia.
A.
J ay, en u:oo conocida obra, afirmó que hay mucho más
qn,e
aprender de
Jos hechos históricos, pa•ra quien se toma el
trabajo de aua-lizatilos adecuadamente, que de los casos de cátedra
y

Jos
pocos estudiados

con profundidad,
sobre el M anagement.
J ay ponía ·el énfusis fundamental en el método del llamado "hecho
crítico", a ,través de penetración lógka, no .simplemente em¡piri­
c:ista.
Bn Ja concepción machia"ellica, la forma de actuar en poHtlca
976
Fundaci\363n Speiro

EMPRESA Y SOCIEDAD
es análoga a la der'l capitán de Wia inave, cuya mL1ca m1!Slon es
conducirila al punto qne se haya señalado como destino, sin plan,.
tearse otros problema,s ni tomar en cuenta cmdquier ortro tipo de
considera.dones.
Muchos son los autores que han pretendido buscar los ante­
cedentes

de
las teorías
del
M anagement en Macliiavelli: Qies­
ter,

B
urger, Irving Gaffunan, E u

gene
J enni.ugs, Stecheu Mi­
les, .etc. La :raJZÓn, con toda evidencia, obedece al lb.echo de ir ad­
quiúendo, pruu,laitinamente, na economía, el carácter de una Jógica
del hombre de acción (del HOMO AGENS), que deja indeter­
mina,da
,la

tarea a
acO!tl1eter y busca métodos independientes de
cuallquier 1consideración irelaitiva a la naturaleza de Jos !fines u ob­
jetivos específicos.
Fueron

creándose, a
lo largo
del tiempo, un
conjunto agru­
pado

de
,técniras y
métodos
anailiticos, orientados
a
asegurar 'la
efica,cia y el logro de aquello que se pvetenda, sea lo que sea, es­
pecie de
trata,do de
la
ikígica de la acción práiotica, a:1 que se ha
dado la denomina,ción de PRAXBOLOGIA, término que, al
parecer, debe atribuirse a Kotarbin.sky,
Se ha dicho que el "espíritu praxedlógico" constitlll!Ye un a
priori humano, análogo al de la -intuición es.paoial y de ordenación
numeraJI de esülo kantiano.
La doctrina de fa empresa ha adqui,ri pecto

praxeológico,
tratando de e&tab1ocer métodos de validez y
aplirabilidad generales, a pesar de las limitaciones puestas de re­
lieve por el historicismo, el
polilogismo y las tesis antirracionales.
Olaro
que una

de
Jas dificu:ltades fondamentales de ila praxeolo­
gía

empresarial reside en la
. imposihvlidad de. adecua.das verifica­
ciones, ipor car:ecerse -de ex¡perie:ocia-s reailizadas en condiciones
suficientes ,de homogeneidad, capaces de permitir el estaJbleci­
miento de tendencias con la precisión y :el ,rigor impr:escindiibles.
La praxeología ,se ve en ila necesidad de partir de ·sistemas de
estructura funcional! más o menos imag,iriaria, que se ilimitan a
excluir del análisis aquellas hipótesis que ·se presentan como per­
turbadoras, encerrándose en una epistemología modelística que
implica
el postulado de "plena radoTI.a'1idad económica", a:l que
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/OSE MARIA CARJJALLO FERNANDEZ
Gide y Lange consideraban s¡mp\e producto histórko del capita­
lismo.
Pero lo más curioso. es que ~a ipraxedlogía, originada en el
dominio del "Arte Bélico", está impregnando de bedicismo lo
económico. Y

a
Pierre Massé, comentando ­
mana para
la aotividad productiva {mejor

utilización de medios
limitados
para alcanzar

los
objetivos deseados}, había hecho ob­
servar

que
también podía tomarse ,como concepto del Ar.te de

la
Guerra.
Claro que la adaptación de [os modelos al mundo reail es in­
completa y que de ellos
puede dec
se lo

mismo que Einstein de
la Geometría, pero no pueden dejar de
COOOltlCir al

hombre a una
actitud de competencia y combate
frente a ,sus semejantes,

a
un
sentido omnibelicista de

la vida.
La sensadón subjetiva de .su¡perar, en las regularidades de co­
lectivo, fas imprecisiones, <1as incel11!idumbres y aleart:ociedades de
lo singullar, conduce
ail sentimiento de disponer de una especie de
marti-ngaJa que nos asegura .núestra ¡prQPia victoria, aun cuando
ésta se logre a través del abuso, del dolor, de ·1a violencia moral.
Nada mfes sor,prendente {e irritante) que v,er reproducir, me­
cánicamente, la amorosa, pero desoída,

prédica de AMAD A
VUESTROS ENEMIGOS, en un
mundo en

el que
el odio
se
encuentra plena y refina-damente institucionalizado. Y [o más ex­
traño de esta observación es que haya sido ex,presada por Mar­
cuse.
, Pues bien, i1a concepción del prójimo como un competidor
contra

el
,cual hemoo de luchar y al que d:enemos que vencer a
toda costa, es
,lógico que conduzca a la idea del prójimo como
obsmcullo, como enemigo. Y el paso de una a otra de ilas formas
de considerar a

los otros es
el mismo que lleva del amor al odio,
de
[a com>ivencia posil:lle a la agresividad inevitable.
2) Poder, dimensión y soberanía.
La cuantificación de los medios implica [as preocupaciones de
productividad y "economiicidad" en la empresa, que en todo caso
a:luden a un evidente problema de dimensionaliood.
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EMPRESA Y SOCIEDAD
Ahora bien, la dimensión, aun -consit1tuyendo una ,i precisa, se considera rígida en el corto plazo, mientras consti­
tuye un ellemento plástico a largo término.
Cualquier problema
de
romru: en consideración,
en el aspecto de Jos necesados medios financieros, su período de
rec11¡,eración (Payback perlad). Pero fo que viene a complicar
el problema es fa necesidad inevitaJb1e de hacer estimaciones de
variables -económicas presuntas, a .través de prospecciones rela­
tivas a
momentos de tiempo bastante alejados, e5,tiimadones vir­
tualmente imerviMes por estar viciadas por ;incertidumbres 1110
medibles, ni ,tota,1meme determinables.
Resulta, en oonsecuencia, ,que fa ¡pretensión de definir una "di­
mensión empresarial ó¡ptima" constituye una utopía y e] propio
concepto se

enouentra actualmente controvertido (piénsese en ,]as
importantes modificaciones -que pueden producirse,
al correr del
tiempo,

en los órdenes
prderenciai1es socio-económicos, en las
inérutas
mutaciones tecnollógieas que

nos
reserva el porvenir,

en
las
nuevas Pero aun definiendo un índice de dimensíonalidad { qne en
todo
caso habría

de
carooer de

rigor),
cua:lquiera que sea Ja va­
r,iable

utilizada
{volumen de

ventas,
ca,pacidad productiva,

núme­
ro ide productores, volumen de cap1taJ.es, ·etc .... ), nada diría si no
liuese referido a Ja dimensión del mercado o de los mercados en
que actúa fa empresa, que a veces se des,¡Jliegan a través del
mundo.
La potencia de Ja empresa es, en última instancia, su im­
portancia relativa, pero ésta depende del contorno, circunstancia
recordada por Adelman,

aludiendo
al ejemplo d·e Alicia en, el
País
de las
Marooillas.
Por otra parte, aun cuando se •haya .conv.eritido en un 1:ugar
común considerar en :correlación
positiva la economicidad y ila
dimensión, Berardi, en un artícu1o publicado .en Ja revista Mando
Economico, advintió que '1a creeocia en que el desa.rrollo toonodó­
gico implica una dimens,ión ,creciente, que aumenta fa eficiencia
económica
y lleva a

un mayor
activismo te-enológico, de la que
haibría que deducirse

que
las mayores empresas de cada sector
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Fundaci\363n Speiro

/OSE MARIA CARBALLO FERNANDEZ
deberían ser las más eficientes técnicamente, las de mejor coefi­
oiente de productividad, c0:s.t.es .más bajos, beneficios más elevados
y más numerosas patentes e innovaciones1 no parece comprobad.a
por los datos de Ja ex¡peáencia. ,
Más bien parece que el mejoramiento de rendimiento inten­
sivo sea una característica de ,las ,em¡presas medias.
Por otra parte, 'Si consideramos como eficiencia fa máxima
prod:ucción, -con el mínimo de ,recur;sos, a·l movernos en un cam­
po simplemente micro-económico, para nada tenemos en cuenta
los ,conceptos de pmdooción y coste desde el ¡punto de perspec­
tiva

de
la sociedad
en
,su conjunto.
Y

es
natural, e indudable, que
estamos asi&tiendo a
muchos
de!lj)ilfarms
de ,bienes y capacidades {a los que se da hoy el pin­
toresco nombre de ,deseconomías), a ila producción de auténticos
bienes .negatirvos., a pdligrosos y graves contrastes entre el bien
colectivo y dl_ bien de fos filtlgwlares agentes de fa economía, pro­
ducto, sin du.da, del hecho de haher aceptado un -tlpo de empresa
que il:rata de maximar sus beneficios sin tener en cuenta otros
costes que Jos suyos ¡pro¡pios, con evidente desprecio de los pro­
blemas coleotiivos, 1cuando no de 110s éticos.
Baumol, en uno de los capítulos de la obra ,sobre Ua empre­
sa

y
fa economía en ,el siglo xx, a Ua que ya nos hemos referido
varias veces, analizó con mano maestra la contradicción entre los
qptimos sociales y los qptimos .privados.
Sin embargo, se está asistiendo a un proceso de acelerada
concentración de em¡presa,s, a esoafa nacional e internacional, que
ha sido objeto de gran númer-0 de estudios y de temas de Con­
gresos internacionailes, como el recienrtemente celebrado en Mon­
tremc, en otoiio del corriente afio (1970).
A
adventir de
este proceso de OVERIALL
CONOENTRA­
TION se han dedicado estudios,

como el excelente de Pierre
Latte, recientemente .traducido al e,¡pañal, en Jos que se puede
advertir el serio problema de ir reduciéndose el número de cen­
tros de decisión de la economía (por millares), sin que haya ra­
zones tecnológicas, la mayor ¡parte de 1las veces, ca.paces de ex­
plicar el hecho.
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Fundaci\363n Speiro

EMPRESA Y SOCIEDAD
Se ,es,tá prodru-ciendo, ante nosotros, un complejo fenómeno
cuyas Tazones y causas hay que ,buscar más allá de '1a economía,
máxime cuando no puede halllarse con rige,- de cuáJl debe ser la
EMPRESA
DE DIMENSION OPTEMA y tampoco las con­
eentraciones se operan sólo por una razón uniforme de escalla,
sino de difusión y diversificación de poder.
La desaparición de fas empresa.IS :[>(XJ_uefu:.t:s y medias, umcas
en Jas que se da el clima adecuado para fa gestación y el cuO,tivo
de 'los valores

humanos, está destruyendo
el suelo sociatl de la
economía, cardinal .escuela de vir,tµdes de convi,vencia, humanidad
y disciplina moral. Es muy difícil que cl gigantismo actnrul pueda
CDm!J.>ensar
una pérdida semejante.
Al
masificar al

hombre, al
desarraiganlo de ,SÍ mismo como
per,sona, los Big Business ·están contribuyendo a crear u.n nuevo
,tipo humano, ieuya-s características son, por ahora, difíci.les de
prever. Pero sí es,
.en cambio, conveniente adventir que lo que
haya de acontecerle aI hombre en el futuro, dentro y fuera de sí
mismo, será, siguiendo una idea de Lenormand, no .lo que merezca;
sino
Jo que se lle ¡parezca. Y

a
iun ihomlbre indiferenciado,

masi­
ficado, ·sólo .puede am,-recér:sele una informe aglomeración sin sin­
gularidades, sin pál,p os individuales ,de mente o de a1ma.
Mucho

más
extraño y

de mayor
im[J.>Drt:a.ncia para el futuro
del mundo de Occidente es, -sin ernibargo, el fenómeno Nortearne­
rkauo de [os CONGLOMERADOS, cuya fina:lidad nada tiene
aparentemente que ver con .la ·eficiencia empresarial ni diroota­
mente puede ser interpretado en exclusivos .términos económicos.
Entre fas divwsas exi¡,licaciones que han Íl1itentado darse del
crecimiento de 1os conglomerados, destacan las que se a¡poyan en
la necesidad de distribuir [a acción en ¡gran número de sectores
económicos divers,os, como nuevo m:edio de distribuir y amino­
rar
ilos iriesgos inherentes a la :dinámica tecnológica del presente,
así
como fa de usar Jas ventajas que pueden derivarse -del des­
pliegue geo-económico.
Es evidente, a pesar de estas justificaciones, ,que no siempre
se encuentran, detrás de Jos conglomerados, razones suficientes
981
Fundaci\363n Speiro

/OSE MARIA CAR.BALLO FERNANDEZ
que perm,tan comprendemos desde el estdclo pUllll:o de vista de
la eficiencia y !a
seguridad ooonómica,s.
En el N ew York H er
octubre de 1968, en
el que describía, en términos humorísticos,
la forma en que dos socios imaginarios (Dalinsky y Fischett), que
romprometen en princi[>io sdlamell[e 30

y
3,5 dólares, res,pectiva­
mente,

llegan al
cabo de
,tres años a controlar negocios
por un
total de 3,.000 millones

de
dólares, en un amu;,lio complejo de so­
ciedades
de las actividades má.s diversas. El

complejo, en su con­
junto, no 1tenía:, sin embargo, otro apoyo r~ que ilos coniO'atos
de arrendamiento de 1los locales en que es,taban installados >los ne­
gocios originales { únicos de

los que
entendían los
dos
socios del
cuento}

de especiería y
¡pre¡paración de carnes. El fallo de

estos
contratos de

arrendamiento,
en la exposición de Buchwa,ld, podía
implicar
el desplome de todo el conglom&ado.
Es ciento que fas ley.es no son otra cosa que instrumentos de
Gobierno y no la fuente de su pureza o impureza. Esto [o había
ya advertido
Siun Tseu tres siglos antes

de nuestra Era. Pero
es curioso que ,cuando una ·sociedad que vende manzanas se une
a otra dedic,.da al mismo tipo de ~ividad pueda invocarse una
transgr.esión de :las ·leyes ant~trust, mientras que a,1 unirse a otra
dedicada a la navegación o a fas ,fabricaciones espacia.J.-es se cree
un conglomerado que escapa a Jas normas de dichas ,leyes.
Las disposiciones orientadas a prevenir acciones monapolís­
ticas y de control del meocado sólo prohíben, aunque parezca
extraño, :las concentraciones verticales que agrupan intermedia­
rios

en
ila ,fabriieación de un mismo producto y las horizontales
para el caso de homogeneidad de productos.
Nada

se ha
¡previsto, y esto es g,acve, pa
de uniones
heteróclitas.
Un funcionario americano llegó a afirmar que, -si se permane­
ce indiferente y qruieto ante este fenómeno, pronto habrá m.enos
de

60 centros de decisión en
toda fa economía americana.
Este es el tema objeto del Qibro de Pierre Lattes que anterior­
mente hemos .mencionado.
1Al saltar las fronteras, los conglomerados perm1ten ,desbor-
982
Fundaci\363n Speiro

EMPRESA Y SOCIEDAD
dar la soberanía de los Estados y ,superar todas las barreras, to­
dos 1os controles y todas las conveniencias polltkas, usando del
e,ctraordinario mosaico

de heterogéneos ordenamientos
jurldicos
y ra jugar con
todas fas lbams de

triunfo en sus manos
y perseguir objetivos
muchas veces contrarios a Jos itlltereses de sus pro:Pios pueblos.
Se ha citado el caso, ,por ejemiplo, de un Conglomerado que
pudo
servir material estratégico a un
pals al que fa legislación
de su
nacionalmd consideraba

como prohibido,
usando de ,la
facilidad de no e,c\stir impedimento análogo en el país de una de
las
filiares del con,g.Iomerado.
Va naciendo, así, un robustecimiento de potencia que puede
llevar hasta -el albuso y Ja inJusrticia, en manos de macro-organi­
zaciones con un grado de poder excesivo, capaz de superar al de
los Estados mismos.
Es dento que el e,cceso de IPO base de fa insegur.idad y que la injusticia snele gestar la ruina
de

,los poderosos, pero nada puede atenuar Ja peligrosidad de
una estructura como 'la que acabamos de exponer, aun en tér­
minos tan escuetos, por el hecho de verse el rrnmdo de Occidente
comprometido, a nuestro parecer, en una. extremada interpre­
tación economizante de la vida.
Una potencia cenúralizada centralirza,_ -también, la infil:uencia
en •los aspectos cietllt:íficos, ,socia,es y ¡pdlírticos, otorgando un peso
desmedido a 1os businessm.ern., cuya intervención ma en Ja inV'.estigación universita.ria, capaz de meimar 1a a~bre inicia­
tiva y ila tradicional ind'1!"'ndencia del pensamiento y de la en­
·señanza,
ha sido magistralmente puesta de

relieve
por Rosenhead
en nn artículo publicado en .la mevista N ew ScienJtist, en septiem­
bre de 1969.
Bl poder

de Jos
Big Bwsiness podría llegar a derogar todas
4as .leyes del mercado y las normas de comporfamiento, some­
tiendo,
a ,través de !los
sutiJes medios de Ja técnica actual, al hom­
bre contem¡poráneo, a la más drá:stka de las dictaduras morales.
Mudhos autores :han reclamado ya una intervención limita­
tiva de la libettad de acción de las empresas y los conglomera-
983
Fundaci\363n Speiro

JOSE MARIA CARBALLO FERNANDEZ
dos, por el peli,gro de que im¡pongan Ja ,lógica de = propios in­
ter:eses en contra del bien colectivo.
Por el contrario, hay también qui.en su¡pone posible que todos
los
sistemas industriales avanza.idos converjan,

en -un marco uni­
forme
de lógica científica, y se produzca la identificación de los
fines de las tecnoestrootura,; con los fines supremos de la so­
ciedad.
Es, sin duda, al futuro a quien corresponde dar Ja qportuna
respuesta. Pero -sería conveniente no olvidar :la adv,ertencia sobre
la imposfüllidad ,de servir a dos señores.
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