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¿Qué pensar de las acusaciones dirigidas contra el Brasil?

¿ QUE PENSAR DE LAS ACUSACIONES DIRIGIDAS CONTRA EL BRASIL?
Los avances de la técnica permiten en la actualidad conocer
al momento, y hasta presenciar "en directd', acontecimientos que
tienen lugar en cualquier punto de nuestro planeta. Sin embargo,
el hombre de nuestro tiempo se. siente mal informado. Al analizar
el Profesor Marce! de Corte esta circunstancia (1),
señala que en la sociedad de masas el individuo se encuentra ante
los acontecimientos como el ciego ante los colores. Estos aconte­
cimientos son recogidos en el mundo entero ¡x>r un p~queño nú­
mero
de agencias de prensa, noticiarios cinematográficos o esta­
ciones de televisión. El informador recurre a menudo a presentar
'~sensacionalmente" la noticia que le interesa, lo que desnatura­
liza el hecho informado. La información está sujeta en gran parte
a

las necesidades comerciales, a la publicidad, a la propaganda,
posponiendo su valor objetivo.
Se reelabora la noticia, deformán­
dola, para que influya sobre
·el lector o el oyente.
Surgen estas reflexiones a consecuencia de la campaña de pren­
sa desarrollada últimamente contra el Gobierno brasileño, basada
principalmente en las siguientes acusaciones : genocidio contra los
indios, torturas y persecución religiosa. ¿ Son ciertas estas noti­
cias, o son producto de una hábil manipulación por personas o
grupos interesados en desacreditar a este Gobierno? Para que el lector pueda juzgar serenamente sobre la sitna­
ción en Brasil publicamos los documentos qne signen
(2).
l. La matanza de lo, indios.
En el artículo "Campáñas contra el Brasil", la revista Amé­
rique L<1tine (~) cita el te5timonio que a continuación transcribi­
mos, dado por los prelados del Amazonas "para la onceava asam-
(1) La información deformonte, por Marcel de Corte, Profesor de
la
Universidad de Lieja.
VERBO, nútIL 41,

págs. 9 a
27.
(Z) Traducción de Permanen.ces, núm. 76, págs. 67 a 74.
(3) N'(l.m. 34, agosto-septiembre_ 1970, pág. 25, So(}Ciétés d'Etudes L~
tino-Américaines,
199, bel. Saint Germain, París ~.
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¿QUE PENSAR DE LAS ACUSACIONES
blea general de la Conferencia nacional de Obispos brasileños ce-­
lebrada en Brasilia del 16 al 27 de mayo de 1970".
"La prensa ha divulgado e insistido mucho sobre el supuesto
plau

de exterminio de los indígenas en América del Sur. El etnó­
logo sueco
Lars Person

ha afirmado asimismo que el Brasil había
comprado un cierto tipo de avión para
lanzar bombas

de
MJpalm
sobre las villas de los aborígenes; otros han pretendido que había
tenido lugar, en una ocasión, una matanza de 8.000 indios, afir­
mación ridícula cuando se eonocen los casos dispersos, aquí y allá,
que afectan a 300 personas corno máximo. La revista alemana
Der Spiegel, en tres largos reportajes ilustrados, ha pretendido
demostrar que el Gobierno brasileño puede ser acusado
& favo­
recer el genocidio, y que los misioneros explotan
el trabajo de los
indígenas amenazándoles con castigos eternos.
"Después Jlegó el turno a libros sensacionalistas, tal como La
massacre des indiens dans l' Aniazonie, de Luden Bodard, y a
proclamas que dieron al problema una importancia internacio­
nal como la del Ministro de Asuntos Exteriores de Dinamarca,
M. Paul Harthing, al declarar que El Consejo económico y social
de las Naciones Unidas debía responsabilizarse de la salvaguardia
de los
indio,; sudamericanos.
"Esta. misma organización mundial ha sido invitada por el
Gobierno brasileño a visitar los territorios indígenas y no se ha
podido probar nada que confirme estas sospechas. Aunque el prin­
cipal responsable de todo este tumulto en el extranjero, Lars Per­
son, acusa a
la prensa sensacionalista (y en particular a la revista
Der Spi.egel) de haber redactado de forma incorrecta sus artículos
sobre los Indios brasileños
(Jornal do Brasil del 12-V-70). En la
actualidad hay una Comisión de la Cruz Roja Internacional en
plena selva para estudiar
la situación (4).
"No han faltado
las protestas de nuestros obispos y de nues­
tros misioneros, procedentes sobre todo de los lugares mismos de
la acusación, pero estas protestas han sido deformadas intencio­
nadamente, hasta tal punto que se ha acusado a la Iglesia de estar
en connivencia con estos crímenes. Es ·por lo que nos incumbe a
riosotros, prelados
y misioneros de todo el Amazonas brasileño,
muchos naturales de países europeos, dar un testimonio sincero
y no sospechoso, según nuestra conciencia. "Ejercemos nuestro apostolado en la. región amazónica, que
· se extiende sobre más de cuatro millones de kilómetros cuadra­
dos. Vivimos los
problemas de los aborígenes
y
conocemos muy
(4) Acaba de decidir, desmintiendo las campaiias en curso.
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DIRJGIDAS CONTRA EL BRASIL?
bien el natural pacífico del pueblo brasileño, que ha realizado su
historia
casi siempre ·sin efusión
de sangre ( ... ).
"Sin resistencia orgánica a los bacilos de las enfermedades
extranjeras (los iudios) son duramente
diezmados, y

habrían des­
aparecido ya completamente sin la ayuda de los organismos ofi­
ciales y de las misiones religiosas ( ... ).
"Atestiguamos que, en alguoos parajes distantes y casi
inac­
cesibles,

allí donde es difícil hacer la justicia de los hombres, hay
aventureros ambiciosos que luchan por penetrar y explorar las
selvas -propietarios o explotadores de enormes terrenos- o
también simples funcionarios, que han practicado a vec-es actos
injustos o criminales, sin alcanzar, no obstante, el grado o la cruel­
dad que les imputan los periódicos, ni poder calificarlos de geno­
cidio o etnocidio. Podemos asegurar que el número de víctimas
de estos ataques o represalias no ha rebasado nuoca la cifra de
personas
asesinadas en

ocho días en las capitales de los países
supercivilizados.
"A la

luz de la vasta docmnentación consultada, no hay nadie
que pueda confirmar este terrible veredicto de que existe uo ge­
nocidio" ... Tal es el inequívoco testtimonio de Danton Jobim, Pre­
sidente de la Asociación brasileña de la prensa, y miembro fuo­
dador del Consejo de defensa de los derechos del Hombre, en un
informe presentado a este Consejo y que se aprobó por uoani­
midad en la sesión del 12-XlI-69 ( ... ).
2. Las torturas practicadas por la policía.
"Dado el clima de guerra subversiva mantenido por los co­
ma_ndos terroristas de extrema izquierda, un hecho es muy pro­
bable. En todos los países del mundo hay policías brutales que
infligen malos tratos a sus prisioneros, sobre todo cuando el te­
rrorismo produce víctimas entre la policía. Francia ha conocido
bien este problema con la guerra de Argelia, y muchos otros paí­
ses en circunstancias análogas. Dado que los grupos subversivos
emplean la violencia, se puede creer que en algunos casos particu­
lares se hayan cometido brutalidades por policías, y sería acon­ sejable que
el Gobierno brasHeño ponga sancioues ejemplares
cuando se pnedan probar casos de este
lipo. ·
"Pero una cosa es cierta: estosl¡echos deplórables (si algunos
casos pueden haberse
producido) rió pueden constituir más que
· hechos

aislados. Por otra
parte; ··no pueden

ser
la consecuencia
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¿QUE PENSAR DE LAS ACUSACIONES
de una política sistemática del Gobierno, como se asegura gene­
ralmente, y aún menos de instrucciones dadas.
"Se puede confirmar por las liberaciones de prisioneros pedi­
dos a continuación de los raptos de personalidades diplomáticas.
A cambio del embajador americano Burke Elbrik, en septiembre
de 1969, los revolucionarios habían facilitado una lista de 15 de
los suyos cuya liberación exigían.
La radio de La Habana declaró
entonoes que el Gobierno brasileño sería incapaz de entregarlos
vivos. · Pero, como se sabe, todos fueron liberados y enviados a
Méjico. En su conferencia de prensa dada en la capital mejicana
no hablaron de malos tratos.
"Después, todos los prisioneros exigidos han sido entregados
en bnen estado, Los cuarenta que fueron liberados y conducidos
a Argelia a continuación del rapto del embajador alemán Von
Helleben, estaban todos presentes, sin sefiales de malos tratos
y con buena salud. ·
"Cuando
se imagina la espectacular operación publicitaria que
se hubiera desencadenado si uno de estos liberados hubiera podido
a¡x>rtar pruebas· de malos tratos sistemáticos, se debe concluir que
la campaña contra las "torturas" se ha montado artificialmente
e hinchado sobre la base, sin duda, de hechos deplorables, pero
aislados y esporádicos, que el Gobierno brasileño debe combatir
enérgicament~.
"En esta campaña se han aportado pruebas bajo la forma que
parece la más irrefutable: fotografías. Algunas de ellas, publi­
cadas por periódicos extranjeros, muestran a los ajusticiados:
uno atado a una cruz de madera, otro encerrado en una jaula, etc.
· "Pero el J m-nal do Brasil del 23 de agosto último nos revela
que estas fotos se han tomado de un
reportaje que
este mismo
periódico había publicado el año pasado en Brasil sobre el entre­
namiento de los paracaidistas, para mostrar los sacrificios que se
hacía soportar a este cuerpo escogido con objeto de prepararlo
para todas las eventualidades
y todas las crueldades de una guerra
de guerrillas ( ... )."
3. "TorturadOS"'' y fusilados.
"Estos diversos elementos muestran que la campaña actual
contra las torturas en Brasil
"°sponde de
seguro a una voluntad
de propaganda por parte de una oposición resuelta a desacreditar
a su país y que encuentra fácilmente una audiencia complaciente
en razón del carácter odioso de la tortura, que indigna espontá-
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DIRIGIDAS CONTR.A EL BR.ASIL?
neamente a cualquiera. La inclinación al sensacionalismo hace el
resto. Es bastante significativo, en efecto, que durante la cam­
paña lanzada en Francia por Mr. Helder Camara contra la tor­
tura en Brasil se atrajo la atención muy ampliamente sobre estos
malos tratos, mientras que en la misma época fueron fusilados en
Cienfuegos Z7 cubanos sin despertar el menor eco. Con esta com­
paración se mide la importancia de las campañas bien dirigidas."
4. ¿ Quién es Helder Camara?
"Uno de los artífices más activos de la campaña contra las tor­
turas es Mgr. Helder Camara, Arzobispo de Olinda y Recife.
Sus invenciones encuentran generalmente -gran audiencia en ra­
zón de su función eclesiást_ica, porque en el extranjero se ignora- a
menudo -lo que es bien conocido en Brasil, donde no se le toma
en serio- que Mgr. Helder Camara se consagra más a la vida
política que a sus deberes religiosos. "Mgr. Helder Camara ha sido militante político ya de muy
joven, y siempre ha optado por causas extremistas, de derecha o
de izquierda. A los treinta años, cuando no era más que un sim­
ple sacerdote, pertenecía al Comité director del partido fascista
brasileño: el Partido integralista, dirigido por Plinion Salgado,
el Hitler brasileño.
"Por sus actividades para tomar el poder por vías antidemo­
cráticas, este partido fue prohibido en Brasil por Getulio Vargas.
Y como ese papel jugado por Helder Camara era esencialmente
político y unido al Partido integralista, perdió su influencia du­
rante algún tiempo. Pero en seguida consiguió un puesto político
en el Ministerio de Educación. Más tarde, intrigó para obtener
el cargo de prefecto de la villa de Río, lo que le fue denegado bajo
la presidencia de Kubitchek. "Habiendo abandonado las ideas fascistas y dejado de ser mi­
litante de la extrema derecha, pasó radicahnente a la extrema iz­ quierda, y actualmente desarrolla una intensa
activida& en

las cam­
pañas contra
el hambre y contra las torturas. Estos son los prin­
cipales caballos de batalla
para la obtención del Premio Martín
Lutero King que acaba de serle concedido, y sobre todo del
pre­
mio Nobel. que codicia ardientemente.
"Al perseguir estas distinciones honoríficas. olvida evidente­
mente sus funciones
pastorales más elementales.

En este año 1970,
que ha hecho estragos en el Nordeste brasilefío una sequía excep­
cional, las autoridades brasileñas han puesto en marcha inmedia-
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¿QUE PENSAR. DE LAS ACUSACIONES
tamente "frentes de trabajo" para aliviar Ja miseria de ·los cien­
tos de miles de ciudadanos afectados por el cataclismo. Ante esta
catástrofe nacional, el presidente de la República, varios ministros
y, naturalmente, todos los gobernadores de los estados alcanzados
por la sequía, se desplazaron a los lugares afectados
y tomaron las
disposiciones necesarias para hac~r frente a -esta situación alar­
mante. Mientras tanto, Mgr. Helder Camara, a pesar de ser ar­
zobis).X) en la zona siniestrada, marchaba a escenarios extranjeros
para pronunciar allí
sus discursos.
"Tampoco estuvo preSente en la importante Conferencia epis­
copal del verano, ni en el Congreso eucarístico nacional de Bra­
silia".
"Monsefior Helder Ounara no representa al episcopado bra­
sileño.

Sólo él
debe asumir
la responsabilidad de sus opiniones",
ha precisado el Cardenal Agnelo Rossi."
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