Crónica del X Congreso del «Office International»: Pluralismo y unidad

DECIMO CONGRESO DEL "OFFICE INTERNATIONAL"
PLURALISMO Y UNIDAD
Lausanne: Palais de Beaulreu, 13, 14 y 15 de abril dé 1974.
De Viernes Santo a Lunes de·· Resurrección unas tres mil qui­
nientas personas confluyeron de países diversos a Lausana para ce­
lebrar el Congreso anual del "Office Internacional". La probada efi­ cacia del "Office" se demosrró de nuevo con la fluida organización
de este Décimo Congreso Internacional. Stands, encuentros y forums
completaban

con su enfoque activo
las enseñanzas teóricas de las
conferencias.
El tema que desarrollaron las diversas ponencias se titulaba "Plu~
ralismo y Unidad", conceptos muy abstractos que permitieron una
aplicación a temas concretos de la mayor actualidad.
Los problemas · inmediatos que se venteaban en el ambiente pro­
cedían de los últimos acontecimientos franceses, cosa muy natural
dado el carácter marcadamente francés de un congreso donde la gran
mayoría
tenía esta

nacionalidad. La derrota -en gran parte por obra
del "Office"
-de la ley del aborto y las inminentes elecciones, donde
un candidato
amigo, el alcalde M. Jean Royer, hace su primer
intento de ascender al poder, dieron abundante materia de conver­
sación a los congresistas.
Las conferencias de Louis Daujarques y Jean Beaucoudray estu­
vieron respectivamente dedicadas a disertar sobre el título mismo del
Congreso
y al balance crítico de la actuación del "Office" durante
el año. Tras ellos merecen especial atención
la ponencia de Atnaud
de Lassus en
la tarde del sábado rrece.
El tema desarrollado por
.el Sr.
Lassus, "Pluralismo
y unidad del
fenómeno revolucionario", viene a resolver con claridad la multitud
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de interpretaci~es que el términri "revolución" ha tenido. No basta
ver en la revolución una corrupción de costumbres como tratan de
convencerse los medios oficiales para combatir sólo algun sector de
-ella. Ni tampoco es admisible de forma exclusiva la unidad que la
diáspora judía ha dado a tales manifestaciones.
Lassus hizo un detallado análisis de la unidad que puede encon­
trarse en la revolución ( en la ideología, positiva y negativamente
considerada, y en los métodos) para luego buscar su explicación. Si
bien el judío tiene un espíritu revolucionario, también es verdad que
se necesita una potencia organizadora mucho más fuerte que las so­
ciedades humanas para explicar tan admirable coherencia de
la revo­
lución; y esta fuerza rectora sólo puede hallarse en el imperativo que
se deduce del "non serviam" de Satanás.
En honor de Sto. Tomás,
la Misa del domingo fue celebrada en
el rito que usaba el Aquinatense, análogo al que fue sistematizado por
S.
Pío V. La impresionante unción y el fervor en que se desarrolla­
ron los actos religiosos fue quizás el aspecto más emocionante del
Congreso para quienes por primera vez tomaban parte en
él.
Poco después pronunció unas palabras para pre~entar a Marcel
Clement D. Luis Arnaut de Pombeiro, diputado
pornrgués· que
expuso
la verdadera situación ·de su patria frente al injusto trato de que ha
sido objeto por
parte de

otras naciones. Hoy, ·cuando la mayoría de
la prensa española acoge
y aun aplaude el golpe de Estado portugués
nos aparece más claramente la tragedia de ese pueblo que supo
luchar
en la soledad

por la verdadera causa del Occidente cristiano.
Las palabras de Marce! Clement se centraron en torno al lema
"Omnia instaurare in Christo";
él desarrollo
de esta máxima se divi­
dió en tres puntos: omnis, instaurare, e in Christo. Esta meditación,
más que conferencia, según él mismo reconoció, trató primero de
la
universalidad de nuestros objetivos frente a los "ismos" característi­
cos de las ideologías parciales. En segundo lugar, la manera de
"ins­
taurar,

de actuar, que debe caracterizarnos, por oposición al activismo
revolucionario, ha de ser analógica a
la "manera de obrar divina",
el "agere" frente al "facere".
Finalmf!nte_ recalcó
que, sea cual fuere
la actividad que nos ocupe, nuestra eficacia depende de Cristo, la
Verdadera Eficacia; que debemos "instaurare omnia in Christo".
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Admitido como punto fundamental que en el mundo no puede
darse
la unidad perfecta, que sólo pertenece a Dios, Gustave Thibon
disertó en su ponencia sobre la sana postura media entre el pluralis­
mo caótico y la unidad absorbente de los totalitarismos políticos y purismos morales. Hay que favorecer
la diversidad sin romper la
unidad: colocar cada cosa en su lugar, sin caer en una intolerancia
fanática, ni en la permisividad
.y tolerancia liberalista. De esta ma­
nera
estaremos frente al comunismo por la convivencia, frente al libe­
ralismo por la libertad, frente al erotismo pot el amor, etc .... Final­
mente, bajo la frase de S. Pablo: "probad todo y quedaos con lo que
es bueno", hizo hincapié en que el católico no necesita mutilar la ver­
dad: puede estar en su tiempo, usar el lenguaje
acrual, sin

prestar
apoyo a nuestro único enemigo: el mal, la nada. Nuestra postura ha
de orientar todas las cosas hacia la unidad de
DiOs; en

este sentido
ha de interpretarse la frase de Chesterron: "Quitad lo sobrenatural
y sólo queda lo que no es natural", es decir, la naturaleza parcial y
cortada.
El lunes finalizaron los actos del Congreso· con las conferencias
de Yvonne Flour ("Regionalismo y unidad nacional") y Michel de
Penfentenyo, que sustiruyó a Jean Ousset. Las hermosas aclamacio­
nes carolingias sirvieron de clausura
al Congreso que, sin duda, vista
la gran afluencia de jóvenes, dio a todos la esperanza cierta de un
nuevo renacer de la
fe y de las instiruciones políticas ctistianas.
JOSÉ MIGUEL GAMBRA.
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