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Número 124-125

Serie XIII

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Función educativa de las formas y de los espacios

FUNCION EDUCATIVA DE LAS FORMAS
Y
LOS F.8PACIOS
POR
Josf LUIS EzQUBRRA DB J.A CoLINA
Arquitecto en México D. F.
l. Educación y Bellas Artes.
Aunque
las formas y los espacios existen de hecho en la natura­
leza, el hombre, entre una de sus más importantes manifestaciones ha
querido competir con el mundo visual de
la misma, creando sus pro­
pias formas y espacios diferentes y contrastantes con los de aquélla ...
¡ Su propio obra!, de formas y espacios, hecha por satisfacción propia
y por deseo natural de otorgar mensajes a otros, en su época o épo­
cas posteriores, imprimiendo con autenticidad en estos mensajes es­
pacio:formales rodo aquello que para él ha tenido, o tiene un valor
primordial.
· Hablemos

con un ejemplo:
Si tomamos el común
denominador de

las artes plásticas egip­
cias (me refiero a las del antiguo imperio), el
supremo valor de la
época

está en el concepto centrista del MA'AT, conjunción de
rodos
los

valores menores, depositados en la divina persona del faraón, éste,
que en su terrenal corporeidad es glorificado por
rodos los

hombres
de este mundo que le sirven para el supremo tránsito de su muerte.
Es, pues, arte funerario, el que :responde con verdad al supremo
valor de la época, el faraón-muerte.
Si no
han perdurado los palacios temporales de aquellos faraones
no es porque no los tuviesen
y de ellos disfrutasen, sino porque lo te­
rrenal, lo humano, no fueron valores primordiales en la vida de
aque­
llos egipcios.
El esquema de formas y espacios mortuorios está en clarísima y
directa relación del valor supremo: "El ideal-centrista"; por tanto, esas artes tienen "su verdad". La "Verdad egipcia del bajo
y antiguo im­
perio Memphita.", y es por esto que a través de los mileo,ios ha tras­
cendido; lo trascendente en cuanto a la verdad de su valor.
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/OSE LUIS EZQUERRA DE LA COLINA
Por ella, los hombres de su época. ofrendaron sus almas, sus vid.as,
sus esfuerzos y grandes trabajos.
(En otros ejemplos de· Sociedades, chinas, indúes, persas,· etc., de
modos diferentes, encontraríamos la· expresión de una gama de va­
lores preferenciales, que
1:11-anifiestan la

concepción de la vida que
estos pueblos
ni.vieron.)
Ahora

bien, ¿cuáles son los valores preferentes?
La educación, la labor educativa trata de encontrar la referencia
al entendimiento de los valores más importantes, estableciéndose el
orden entre lo más valioso y lo menos valioso, así como· a la orien­
tación y regulación de la vida de los hombres, a fin ·de que sea co­
herente con esta concepción de los valores. Por otro lado, como hemos
dicho, estas manifestaciones preferenciales de lo más valioso
y menos
valioso
se dan de un modo clarísimo en el arte.
11. Educ_ación en la cristiandad con sus formas y espacios.
A la edificación de las formas y los espacios hecha con el objeto
de dar cabida
y solución a las actividades del hombre, desde· las
más religiosas a las más profanas, ha sido llamada "Arquitectura".
Y por siempre la arquitectura ha sido la representación de la sín­
tesis cultural de una época, pues ella es el fundamento
y compendio
de las -demás artes, ·a exceJ)ción hecha, claro está, de cuando la ac­
ción revolucionaria las disgregó, en el movimiento independentista
más trágico de toda la historia del arte, a principios del siglo.
Por tal razón,
y por la evidente falta de tiempo, me referiré so­
lamente a la arquitectura a la que le confiero verdadero carácter fun­
damental entre las Bellas Artes.
Antes del triunfo cristiano en la ciudad de los hombres y de su
hegemonía temporal entre las naciones,
y, por tanto, de ideales de
valor que no fueran los cristianos, las formas y espacios
arquitectó­
nicos
correspondían

armoniosamente en sus muy diversas concep­
ciones de orden pagano a arquitectu.ras
hechas para

los dioses inferna­
les, para hombres divinizados, para los dioses-hombres, para el amor,
para el vino, para los placeres, para la guerra, etc.
Después; el hombre balbucean te, gracias a la Redención de Je-
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FUNCION EDUCATIVA DE FORMAS Y ESPACIOS
sucristo, encontró su salvación en los valores morales y religioso~ de
la
cristiandad.
·
Así

se instituyó el ideal cristiano, del que la
arquitectura sería
un
fiel
y auténtico exponente en las manifestaciones románicas y gó­
ticas.
En el ideal cristiano, la razón de ser de todas las cosas en el
universo,
dado que
han sido creadas por Dios, y en el cual vive el
hombre, es que todas las cosas puedan servirle, disponiendo
de . ellas,
para obtener su propio
y supremo lin, ¡ Dios! De ahí que Dios,, siendo
principio
y fin de las cosas, éstas tengan mayor o menor valor en
cuanto ayuden o dificulten a los hombres a la obtención de su fin
último y definitivo.
El valor es la cualidad
abstracta que

se da en las cosas, por la
cual éstas se conducen a la realización de su
fin propio. Hay, pues,
una
relación estrecha entre
el valor y la finalidad específica de los
seres.
El valor es objetivo: Se da en las cosas; no en la apreciación sub­
jetiva. Los sujetos, por
tanto, son tan sólo testigos ql..le, al válorar, re­
conocen
la presencia de los valores en las cosas; o prefiriéndolas,
adoptan una posición personal frente a ellas. Mas no son ni origen
ni causa de los valores. El fin de todas las cosas del universo creado por Dios es ayudar
al hombre a alcanzar los fines propios de este último: fines cohe­
rentes
y armónicamente concatenados, que . se ordenan jerárquica­
mente a su fin supremo: Dios
mismo.
De

aquí que todos
los valores, objetivos

en sí
,m_ismos, estén-for­
zosa y naruralmente orientados según una doble relación: inmediata,
con respecto al hombre,
y mediata con respecto a· Dios.
Contrariaraente, la tesis que postula la subjetividad de los valo­
res es una actitud revolucionaria,
y entroniza a-tantos y diferentes va­
lores, como descargas glandulares y modas colectivas se produzcan,
y
es opuesta al ideal ~istiano del supremo valor al que todas las
cosas sirven o son servidas para su mayor gloria. ¡ Objetivismo tea­
céntrico o subjetivismo antropocéntrico! En el orden cristiano, .las formas
y los espacios son "tratados" humana y divinamente: en· torno
al hombre concebido como un
ser que

viene de -Dios, que va a Dios
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JOSE LUIS EZQUERRA DE LA COLINA
y que, durante su tránsito por la existencia terrenal, vive pendiente
de Dios. El valor estético estará,
pues, en_ armónica y natural supe­
ditación a los valores religiosos, cima del universo axiológico en la
mentalidad teacénttica de la Cristiandad Medieval.
As~ pues, durante los períodos históricos en que el ideal de
valor.
en la vidá:es de
orden religioso, todas las cosas se subordinan
en este orden netamente cristiano por tenerse como ideales la san­
tidad en los hombres, varones o mujeres, provocándose en los mismos
un alto grado de respeto y dignidad.
Era natural que la Arquitectura diese el sorprendente resultado
de las artes románicas y góticas, donde hasta la última piedra cnmplía
milagrosamente su función. En ellas.
la diversidad de elementos se
conjugaba armoniosamente en la unidad de un todo. Siendo el drcn­
lo de principio
y fin, formador, educador y realizador de Orden Cris­
tiano, en la
gran evangelización de los llamados púeblos bárbaros de
Europa. El odio
y rebeldía de la revuelta anticristiana volvió a tentar a
los hombres, reiterándoles en ,,; soberbia el
non serviam, desga­
rrante grito del ser-ángel que quiso ser Dios, y, por supuesto, no
servirlo para servirse a sí, y a sus pasiones;
La primera y gran pre-revolución de la arquitectura asestada al
orden cristiano "El Renacimiento", el renacer de lo pagano, de lo
greco-romano, el re-volver a los tiempos sin Cristo, tiempos de re­
vuelta, rebeldía y cisma . . . la Reforma, a la que una Contrarreforma,
católica, ó una contrarrevolución católica, presentó la más fuerte,
brava e ioteligente batalla a la revolución. Su triunfo, para las ar­
mas cristianas en las artes de
la arquitectura, duraron más que "Le­
panro" , .. y aunque después vencida, no aniquilada, los clamores de
enérgica verdad aún resuenan en nuestras almas, pues si aquella ar­
quitectura, "la barroca", había nacido para reconquistar el arte del
Renacimiento, y

rescatar el santuario del que se
había desalojado
al
Dios-Dios para meter, supliéndolo, al frígido
y divinizado torso del
hombre orgulloso de su desnudez, ¿cómo habría de morir el último
ejército organizado de la cristiandad? El barroco volvió a elevar el ideal religioso entre los hombres ...
creando un arte nuevo, vigoroso
y pujante, místico y lleno de caba-
su
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llerosidad, paladín del evangelio en los pueblos indios de América,
pues
la evangelización es la rarea suprema en la educación de los
hombres.
Jamás la arquitecrora había creado tantas formas, como nuevos
espacios . . .
La imaginación del hombre por servir a Dios no tuvo
límites

... enorme y profundísimo y fecnndo manantial creativo que
el barroco proporcionó a la humanidad, cnyo fin era servir a Dios
en contraste del descarado y "mal copiado" arre de la antigüedad
clásica, como fue el mencionado "Renacimiento". Es preciso añadir
en defensa de la Arquitecrora Renacentista, que el haber sido un
arte "mal copiado"", resultó virtud, pues el
espíritu del
orden de
los valores cristianos no fue del todo estirpado,
d~ndose magníficos
ejemplos

de una arquitecrora muy cercana a los ideales de la cris­
tiandad. Mas, al importante triunfo del barroco se le fueron preparando
en labor de zapa los gérmenes de su éxterminio y de su humillación.
Idólatras del conocimiento y de las ciencias terrenales destruye­
ron, bajo la influencia de secretas órdenes, las formas y los espacios
del último
paladín que hoy espera aún ser despertado para comen,ar
la

reconquista
de las artes a la causa de Dios.
En
España, los monarcas Barbones, como Carlos· III y Carlos IV,
expidieron reales órdenes para que fuesen puestas en
la piqueta los
airares y magníficos retablos del Barroco en Hispanoamérica.
In­
numerables y hermosísimas obras fueron destruidas por el furor re­
volucionario y secrarista de prominentes ministros y consejeros; sólo
las defensas y protestas airadas de los pueblos mestizos de América
pudieron de algún modo salvar lo que aún perdura.
¡ Mucho me atrevería a decir que la desaprensión de monarcas
corrompidos y la antinaruralidad de las órdenes de desarraigo del
Barroco Americano,
.enraizado hasta

lo más profundo de los senti­
mientos religiosos populares, provocó descontento tal, que, sumado a
otros muchos, de muy diverso signo, desembocó en los gritos de la
Independencia!
El odio y terror revolucionarios contraatacaron con más ímpetu
y salvajismo, como así "lo demostraron los hechos de la Bastilla, y pro­
minentes figuras, cnyas cabezas después rodaron en la guillotina,
"
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colaboraron en Francia y en España a la subversión de la Arquitec­
tura cristiana.
111. · Des-educación revolucionaria con sus formas y espacios.
j Una mutilación y defor~ción del hombre comenzaba con el
primer gran triunfo revolucionario! ¡ Todo comenzaría por el hom­
bre ... y acabaría, más tarde, con el hombre mismo!
Un antropocentrismo rabioso y snobista se enseñoreaba de los
ámbitos intelectuales, monárquicos y clericales . . .
¡ "Los derechos del
hombre"!, como el grito más potente, una vez más, más alto, más
insolente del non serviam, proclamando en Leyts, los derechos del
hombre por lo alto de los de Dios".
La Arquitectura, como todo, comenzó a sufrir las consecuencias,
se la iba a mutilar, deformar y adulterar, expuesta, a los caprichos y
devaneos de los valores antropocénrticos y subjetivistas, de los más
osados revolucionarios. Subiendo y bajando valores, con
la misma despreocupación con
que se mueven los títeres en el guiñol, hundiendo así a las artes en
un pantano de copias y recopia's decepcionantes.
Acudamos a la en ocasiones muy acertada obra de Hans Sedlmayr,
El arte descentrado, el cual, de un modo harto significativo, comien­
za así en su -introducción:
"En
los decenios que precedieron a 1789 se produjo en Europa
una revolución espiritual de alcance inconcebible; los acontecimientos
a los que damos el nombre de
"Revolución Francesa"
no son más
que un proceso parcial, particularmente aparatoso, de aquella
extra­
ordinaria catástrofe; no se ha conseguido todavía .ver con claridad la
situación resultante".
Hoy, a quince años de haberse publicado esta obra, creemos no
poder coincidir estrictamente con el párrafo transcrito, sobre todo
eri su última parte, pues· nos es dado ver perfectamente claro el catastró­
fico resultado de aquel "proceso aparatoso llamado Revolución Fran­
cesa".
Veamos cómo surgieron a principios del pasado siglo las con­
cepciones igualitaristas de la revolución
en la arquitectura y en las
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FUNCION EDUCATIVA DE FORMAS Y ESPACIOS,
Bellas Artes. Dos corrientes fundamentales, las de Oaude Nicolás
Ledoux, que en 1800 decía: "pour la
premiere fois
on verra sur la
m&ne echelle

la magnificence du palais et de la guinguette".
Tratando cualquier tema con un igualitarismo "magnífico", un
igualitarismo "por lo airo" que tiene su análogo espiritual en el
"Saint-Simonismo", una de las formas de socialismo utópico, repre­
sentado por el Conde de Saint-Simón (1760-1825).
Dice Sedlmayr: " ... lo convierte todo en un Dios, precisamente
para que no haya Dios, del mismo modo como todos son Reyes pre­
cisamente cuando no hay Rey; convierte todo comercio, toda activi­
dad del hombre en un culto ... ".
Los valores han sido igualados, socializados, ya no hay escala
jerárquica de los mismos, y esto se observa con roda claridad en las
utopías arquitectónicas de esta época revolucionaria. "Para evitar el culto verdadero
y real, se inventa una conciencia religiosa que se
distingue escasamente de la ausencia de religión".
La aplicación de este "estilo" no deja de producir engendros ar­
tificiales absurdos y ridírulos, los edificios de consumo en hJ.S puer­
tas de París parecen templos, mausoleos o prisiones, las cabañas de
los carboneros, tumbas faraónicas, las casas de los guardas campes­
tres toman la forma del cuerpo más perfecto, la esfera. Un siglo después, el igualitarismo "magnífico" de Ledoux tenía
notables herederos. El stalinismo construye los corredores y salas
del merro de Moscú, a modo de magníficos y costosísimos palacios
para el pueblo, que asemejan mausoleos, y la otra, la de la Austria
Josefínica, región católica Bávara-austríaca de los Habsburgo, donde
la revolución necesariamente tenía que revolver el espíritu cristia­
no (1789-1790), se construyeron iglesias, teatros, graneros, apenas identificables desde el exterior "ya que todos parecen cajas". Este
otro tipo de Arquitectura más avanzada e igualitarista, "por lo bajo",
tiene su análogo contemporáneo en las corrientes raciomilistas del
"Bauhaus" alemán,

en innumerables y aburridas ·muestras que por
todas nuestras ciudades vemos
emerge!'.
¡ La "Cité radieuse" de le Corbusier, tuvo por grand-mere a la
"Ville idéale" de Ledoux! Acudamos al proyecto de la "Ville Idéale",
en la Saline de Chaux, diseñado para obtener la ciudad idílica y per-
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]OSE LUIS EZQUERRA DE LA COUNA
fecta de los hombres, y que gracias al apoyo y protección que le
otorgó la Comtesse
Du Barry y la benevolencia c:le Luis XV, pudo
ser parcialmente construido.
Los dioses de Ledoux proceden de la antigüedad pagana greco­
romana: Vitruve, Palladio, Jean Baptiste, Piranese, etc.; por lo tanto
copias de templos con prolíleos, aunados a las utopías, manifestán­
dose nuevamente la infecundidad de las corrientes revolucionarias.
Ciudad radial y cabalística, jerarquiza emplazamientos preveyendo
al centro del plan circular, la residencia del Director, al Oeste y al
Este, la iglesia y el palacio de justicia, y al Norte y Sur el
Ayuntamiento
y

el cuartel de la ciudad.
Como puede verse, la iglesia pr~senta la misma importancia geo­
métrica que las otras dependencias,
y menos claro está que la resi -
dencia del Director.
Ledoux no olvidó de proyectar un templo dedicado al "Amor",
como heredero de los de
Venus y Astarté, además de otros dedicados
al "culto de los valores morales" y la "Gloire des femmes"'.
Hay, pues, también una entronización de los valores eróticos con­
sagrados en las "Casas del placer".
Este período revolucionario toma el Neohelenismo como base
falsa y
extraña, para

la arquitectura de una nación de la cual había
nacido el auténtico cristiano y muy populár estilo gótico.
Por tal razón, las formas y los espacios neohelénicos resultan su­
perficiales
y antinaturales al pueblo francés, al que se le impone
"apliques" falsos
y desarraigados, e incluso es introducido en la pro­
pia iglesia cristiana, cOmo son el "Erecreion" de Londres o la Ma­
deleine en
París, aunque
por dentro, en ésta, se haya tenido que re­
currir a otras formas.
La pérdida total del rumbo de los valores durante el siglo XIX
ocasiona grotescas representaciones y mascaradas, consideradas como
"salvadoras" del caos reinante, pues muy pronto ante
la vorágine de
las copias Neohelenistas, Neogoticistas, Neobizantinas, Neo-Roma­
nicistas, _ etc., surgirá una más avanzada revolución.
Un nuevo igualitarisimo en los programas arquitectónicos, pero
no al nivel alto de Ledoux, sino en el más bajo, el de la finalidad ma-
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FUNCION EDUCATIVA DE FORMAS Y ESPACIOS
terial, práctica y utilitaria, eruparentado con el golpe revolucionario
asestado en Austria y Baviera.
Un nivel más por debajo aún de la esfera Antropocéntrica del
hombre, se desciende al terreno de la máquina y de los cubos. Para esta época, del acero y del hormigón, resulta completamen­
te inadaptable la
arquitecrura de

la iglesia, en la que, ni siquiera
se piensa.
Dice Jaspers: "Como la éf>Oca no prevé todavía su estilo, ni está
segura de lo que desea, los edificios están gobernados por su fin
práctico y las iglesias en la técnica moderna, resultan incómodas,
porque no se les halla ninguna razón de ser". Una nueva dictadura agobiante de lo útil contra lo trascendente
venció con increíble violencia.
Hoy día, grandes ·multitudes, de un modo incOnsciente, sin saber
por qué, simplemente por hastío, cansando
y· soledad de las artes, se
revelan ante esta dictadura, socialista-industrial, que
destruyó las for­
mas y los espacios trascendentes, que antes existían para la adora­
ción a Dios.
Para concluir, veamos por qué existe en nuestra época una gran
esperanza de una segunda contrarreforma de la Arquitectura y de
las Bellas Artes.
El proceso revolucionario, mutilador del hombre, rueda vertigi­
nosamente en el plano de su propia destrucción. Una sociedad como
la nuestra donde los suicidas han encontrado su nuevo ideal (Dios
Cambio) acelerando la transitoriedad, ¿hacia qué ... hacia la Nada,
hacia la muerte de la
Arquitecrura ...

, Hacia la muerte del Arte ... ,
Hacia la muerte de Dios ... , y de esto ... muchos hombres en el mun-
do, dirigen angustiados, desolados, sus ojos
y sus brazos hacia algo
que aún pueda salvarlos ... !
Alvin Toffler ha escrito un libro, El Shock del Futuro, en el cual
no creo por su profetismo fatalista ... , pero que sí me alarma, porque
en él aparecen cosas que son realidades; y que de no hacer algo por
frenarlas, su profetismo podría ser verdad, en gran medida. En el capítulo
"TRANSITORIEDAD", !eeruos:
"Las aulas movibles no son un fenómeno exclusivamente ame­
ricano en Inglaterra; el arquitecto Codric Price proyectó lo que deno-
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/OSE LUIS EZQUERRA DE LA COLINA
mina un «cinturón de pensamiento», una universidad completamente
móvil destinada a servir a 20.000 estudiantes, dispondrá, dice: de cons­
trucciones temporales más que permanentes, utilizará, en gran ma­
nera, «recintos físicos, variables y móviles», por ejemplo clases ins­
taladas en autocares,
de modo. que puedan desplazarse a lo largo de
un Campus de Cuatro millas".
Y veamos el futuro de las casas y habitaciones: dice, "Incluso
muchos edificios
presuntamente "permanentes", se collstruyen hoy,
sobre un plano modular, de manera que las paredes y tabiques inte­
riores puedan cambiarse a· voluntad, obteniéndose una nueva confi­
guración del interior:
Ciertamente el tabique móvil puede servir de símbolo de la so­
ciedad transitoria,
y continúa: "En Suecia, el modularismo ha al­
canzado recientemente . un nuevo triunfo, en una casa modelo de
apartamentos de Upsala, todas las paredes y tabiques son movibles.
Asimismo podernos comentar sobre el proyecto del "Palacio de
la Risa", pieza de equipo urbano que durará diez años, diseñada para
que el público se divierta por sí solo, moviendo paredes y rampas
con dispositivos electrónicos. Todo es móvil y cambiante. "Cuando
esto
ocurra, dice

Toffler, será como la indeterminación elevada a
una nueva potencia".
"Ningún espacio interior monumental, ninguna silueta heroica,
recortándose contra el cielo, sobrevivirán para la posteridad, pues
los únicos elementos permanentemente visibles del «Palacio de
la
Risa.» serán las estructuras de apoyo a la que se aferrará la arquitec­
tura transitoria".
Parques públicos movibles, ciudades efímeras. también movibles
sustentadas en gigantescas
bolsas alimentadas con energía atómica
son otras tantas visiones futuristas de la efemerizadón y transitorie­
dad, y tanto si estas visiones llegan a convertirse en realidad como
si no, lo cierto es que la sociedad se mueve en esa dirección (efecti­
vamente,
la sociedad revolucionaria se mueve en esa maléfica direc­
ción). La extensión de la cultura de "Tírese después de usado", la
creación de más y más estrucnu:as temporales, la difusión del mo­
dularisrno, progresan regularmente
y todas ellas tienden al mismo
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FUNCION EDUCATWA DE FORMAS Y ESPACIOS
fin psicológico: "La efemerizacióo de los lazos del hombre con las
cosas que lo rodean". Y quizás el fin de
la náusea sea la concepción de Arquitecturas
y Bellas Artes humilladas a tales extremos, de tener formas y espa­
cios representativos del erotismo, como gigantescos órganos sexuales
en los cuales vivan los hombres hacinados como bestias, protegidos
por aquel que hace ya mucho tiempo grito ensoberbecido en el uni­
verso: "Non Serviam".
¡ Pues la suicida mentalidad del cambio revolucionario no lleva­
ría más que a ese demoníaco fin!
IV. Una visión de la historia desde fa perspectiva de las for­
mas y los espacios.
l.° Desde los principios de
los tiempos hasta la lle­
gada de Cristo, y lama­
terialización de
la Ar­
quitectura Cristiana.
Edicto de Constantino. Ideal del Valor:
2.º De la época de Cons­
tantino a la materiali­
zación de la Universa-
Teocéntrico-Negativo-Paganismo.
DIOS-Hombre di- -Artes de:
vinizado . . . . . Mesopotamia
Demonio divi­
nizado .....
Egipto
Grecia, Roma,
etc.
lidad cristiana. Ideal del Valor:
Teocéntrico-positivo: Cristianismo.
DIOS-Dios: - Baja, Edad Me­
dia.
'Paganisi;no­
Cristianizado.
Arte de Bizan­
cio y el Romá­
nico.
519
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JOSB LUIS BZQUBRRA DE LA.COUNA
3.0 De la · materialización
de la unidad cristiana,
a la Escolástica filosófi-
ca
y matemática. Ideal del Valor:
4.0 De la Escolástica al Re­
nacimiento Greco -Ro­
mano.
Período prerrevolucio­
nario, anterior a la re-
T eocéntrico
DIOS-DIOS
Ideal del Valor: - Cristianismo.
-Edad Media y
Aira.
Arte: Gótico.
Antropocéntrico - Humanismo.
forma protestante. Trasbordo -El hombre se va
convirtiendo en
su propio Dios.
Pre-Revolución:
Arte - Renacentista.
5 ." Del Renacimiento a la
Contrarreforma católica. Ideal. del Valor:
6.0 De la Contrarreforma a
la ilustración de la re-
Teocéntrico - Cristianismo.
DIOS es -Dios.
l.' Gran Contrarrevolución.
Arte
-Del
Barroco.
volución Francesa.
Ideal del

Valor:
7.0 De la Revolución Fran­
cesa al 1_.ar Imperio.
520
Antropocéntrico - Igualitarismo.
Hombre-Dios -Pagano Alto.
2. ª Gran Revolución Anticristiana.
Arte del -Neohelenismo.
Ideal del Valor:
Naturalismo-
Antropocéntrico.
-Pluralismo.
Hombre-Dios
-Ignalitarista.
Retroceso Revolucionario.
Arte -

Neogoticismo,
Neo bizantinis­
mo, Neohele­
nismo, etc.
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8.º Del l." Imperio al 2.º
Imperio
y su revolu-
ción industrial. Ideal del Valor:
·Antropocéntrico
Hombre-Dios.
Arte del
9.º

De la Revolución in­
dustrial a la
revolución
técnica.
Desintegración de las
artes.
Principio de la Guerra
del "14". Ideal del Valor:
-Igualitarismo.
-Liberalista.
-Neo-Oasicismo.
Romanticismo.
Dios-Técnica -Igualitarismo
10.º
De la revolución Téc­
nica a la Revolución
Tecnocrática.
11.º De la Revolución Tec­
nocrática-1960 a la re­
volución
del cambio, Populista.
3.ª Gran Revolución
Anticristiana.
Ideal del Valor:
Dios Masa
y Dios Dinero.
Socialismo
Marxismo.
Artes
-Super-Capitalis­
mo.,
-Bloques-Funcio­
nalistas.
1970. Ideal del Valor:
12.º De la Revolución del Cambio a la Revolución
DiosCEfímero
Transitoriedad
Arte
sexual. Ideal del Valor:
Dios
Arte -
Transitoriedad.
-
Anarqq.ismo.
Neo-Marxismo.
-Estructuralismo­
Móvil.
-Placer
Bestialización­
erotismo.
....., Erótica.
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13.º ¿Epoca futura?
14.º "Opción Católica".
Proclamación de la
j 2.'
y

definitiva Contrarre- Ideal del Valor:
Teocénttico
-Negativo.
¿Dios-Demonio?
....-Suicidio. ·
¿Triunfo rotal de la Revolución?
volución! Ideal del Valor:
Gran oportunidad que
debe ser sustentada des­
de la base educacional
de los hombres.
Desde las formas y los
espacios.
Teocéntrico
Dios-Dios.
-Positivo.
La
Búsqueda de las artes actuales ha­
cia Dios.
Los hombres por cansancio de la infecundidad revolucionaria y
por el instinto de conservación, se aferrarán a la única, eterna e in­
alterable opci6n Cat6lica.
52.'?
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