Índice de contenidos
Número 143-144
Serie XV
- Textos Pontificios
- Noticias
- Actas
- Estudios
- Monográficos
- Información bibliográfica
- Ilustraciones con recortes de periódicos
Autores
1976
Lecciones de Portugal ¿Es invencible el comunismo?
LECCIONES DE PORTUGAL.
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
POR
MICHEL DE PENF;BNTENYO.
«La tercera guerra. mundial se ha iniciado inmediata
mente
después de la .segunda, ha sido su relevo
desde
que
acahó, y nació en Y alta, en 1945, gracias a la debitidml de las plumas de Roouvelt y de Churchill. ( .... ) «Precisamente para evilar a cualquier precio la terce
ra guerra mtmdial, Occidente ha dejado que Je introdujera en el mundo, y ha permitido devastara y so
metiese dos docenas de países y modifkara completamente la faz de la #erra, Y a no es el momento de preguntarse c6mo evitar la tercera guer,a mundial. Pero hay que tener el valor y la lucidez de detener la cuarta. ¡Detenerla y no caer de rodillas!».
A. Soljenitsyne.
Le Monde, 31 de mayo de 19TS.
"Nosotros actuamos paso a pttro y prudentemente, le decía Al
varo
Cunhal, jefe del P. C. portugués, a K. S. Karol (ex combatiente
del Ejérciro soviético);
si nuestra experiencia trú,nfa, mañana ser
vwá
de modelo ... " (1).
Un modelo siempre merece ser_ estudiado atentamente.
Hemos. publicado
eo el número precedente de
PERMANENCES (2)
las
observaciones que hemos
hecho en
Portugal
acerca del desarro
llo
del proceso revolucionario. En él
hem?s señalado:
1)
Que el comunismo consiguió controlar la vida política
y
social porrnguesa en cinco etapas, de abril de 1974 a marzo de 1975.
(1) Intención referida por P. de Will-emarest en Monde et Vie del 21
de marzo de 1975.
(2) Permanences, núm. 121, junio-julio, «El p«!ceso r~volucionario en Portugal».
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MICHEL DE PENPENTJJNYO
2) Que la causa de la aplastante superioridad de los comunis
tas se
ha enconttado, una vez más, en la práctica de la dialéctica y
en el papel de los soviets, motores de la dialéctica.
Publicamos aquí una continuación con la conclusión de nues~
ttas observaciones. Las hemos clasificado en dos apartados:
I. Las victorias comunistas en Porrugal se han beneficiado del
efect0 de sorpresa en uo país que no esraba prepatado para las
pruebas de la guerra revolucionaria; pero la maquinaria comuoisra
y la praxis que la mueve no son, en sí mismas, menos vulnerables
y frágiles. Hay que hallar cu.:les son sus debilidades. Hay que des
cubrir sus puotos débiles si querernos
evirat la
desmoralización que
no dejan
de provocar los primerns éxitos aterradores de los araques
revolucionarios.
II. De esto se desprenden algunas consideraciones acerca de
las condiciones de una acción eficaz que
hay que
emprender
antes
de
que se insrale la "dictadura del proletariado" y acerca de
las dis
pos,iciones de un combate que todavía es posible en los comienzos
difíciles de una democracia popular .
.. . .
l. LA MÁQUINA DE GUERRA COMUNISTA NO ES INVENCIBLE-
No se ha desracado suficientemente este punto débil que hay
en la misma esencia de la guerra revolucionaria, a saber: ésra no
puede desenvolverse sin un cierto grado de desmoralización
y de
abdicación de los cuadros sociales. Todo el arte de la guerra
co
munista consiste en crear las condiciones psicológicas para esta ab
dicación. Con frecuencia los jefes comunistas han confesado su
extrañe
za por no haber encontrado frente a ellos más resistencia. He aquí
la extrañeza de Lenin:
"Si hubiera habido mil hombres decididos enfrente nuestro en
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¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
San Petesburgo, en octubre de 1917, no hubiéramos podMo hacer
nada."
Los comunistas portugueses han hecho idénticas confesiones.
Creemos de una
manera absoluta
que el
poderío ensordecedor
de
los comunistas en Portugal es el resultado de
un formidable
pá
nico de los dirigentes, producido por lo que Tchakhotine ha
lla
mado el envenenamiento psíquico:
"Y
a
es hora de
comprender que ,on po!ibles situacione, er, lar
que /a, grandes ma,a, ( ... ) pueden sucumbir a un verdadero enve
nrmamiento
psíquico en el más real ,entido" (3).
• • •
Realmente~ no nos damos cuenta de hasta qué punto los esta·
dos mayores revolucionarios tienen consciencia de su vulnerabilidad
y cuánto temen, en todo momento, que las jerarquías naturales se
sobresalten durante lo que
llaman el periodo transitorio. Conocen
mucho mejor que
nosotros la
debilidad de
su. PODER
REAL du
rante
esos largos meses de
desorden
y de demagogia que les resulta
necesaria
para hacer soportar al pueblo una vida social desorga
nizada.
Hay que comprender lo que significa, en el len.guaje comunista,
la expresión "período transitorio": es el período, muy frágil, du
rante el cual se
destruye la "sociedad antigua"
sin que todavía fun
cionen convenientemente las nuevas estructuras burocráticas y po·
licíacas.
No
olvidemos que la Revolución en Portugal es una Revolución
comunista aislada geográficamente, lejos del
gran Partido bolchevi
que y de la "protección" de sus tanques
y de sus policías. Así la
hubo ayer en Chile,
y fue un fracaso.
Hay que comprender que todo el arre de la guerra comunista
durante esos largos meses se dedica a mantener una cortina de
humo que forje la ilusión de un poder que no existe.
(3) Tchakhotine, «Le viol de les pules par la propagande politique»,
N. R. F., 1952, pág. 296.
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Es dramático que los mandos de una nación ignoren estas cosas
cuando
el enemigo tiene tal conciencia de ellas que no cesa de de
cirlas
y escribirlas en sus· manuales.
En
"Su mord :Y lt1 nuestra" (pág. 71), Trotsky escribía:
.. La lucha a muerte na se concibe sin una astucia de guer,-a; en
otros términos, sin mentira 1U engaño."
Mentira y engaño, porque la Revolución, en sus comienzos, no
puede
ganar más que gracias a un "envenenamiento psíquico" de
las poblaciones. Regert (4) lo
ha comprendido
bien:
"El vencedor es aquel que puede y quiere combatir aún, mien
tras
el adversario ya no lo quiere o no puede."
Por su parte, Van der Goltz señalaba:
"En un combate no se trata ttlnto de anular a los combatientes
enemigos como de anular JU ánimo.'·'
Así, pues, el punto de partida del envenenamiento psfquico per
seguido sistemáticamente por los comunistas (5) es la desmordiza
ci6n
de las poblaciones . . . empezando por la desmoralización de
los cuadros
naturales de
la nación .
• • •
Hay una profunda analogía entre el proceso revolucionario en
ese
estadio inicial y lo que que San Ignacio escribió acerca del com
bate espiritual En ambos casos vemos en el adversario las mismas
ilusiones, las mismas
corrinas de humo, y los mismos engaños. La
misma
debilidad ridícula en
el enemigo cuando se le resiste desde el
(4) Regert, Les force.r morales, ed. Ch. Lavauzelle, París, 1937, pág. 129.
( 5) ¿C6mo es posible que el Occidente
haya adoptado hasta ese punto
la costumbre de ceder .... ? Cedió ante Hitler en 1936, a la URSS desde hace
treinta
años .... Contestación de· Soljenitsyne: es por «la crisis de pánico por
parte
de
los dirigentes»
y su insuficiencia moral .... (léase a este respecto las
páginas
de· Soljenitsyne
aparecidas en
Le Fígaro de los días 15 y 16 de
julio
de 1975: «L'appel
angoissé de: Soljenitsyne a l'Ocddent:
l. Treinte ans
d'aveuglement. 2. La
détente n'existe pas»).
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principw. La misma ferocidad cuando se cede ante él y se deja uno
embargar por el miedo. San Ignacio escribe (6):
"Es
propio de los demonios causar en las ahnas tristeza, tormen
tos de conciencia, levantar obstáculos ame ellas, y perturbarlas con
razonamientos
falsos con el fin de detener sus pro gres os."
¿Qué es, en realidad, esta "arma absoluta" de la agitación y de
la
propaganda revolucionaria
sino
el conjunto de los medios para
obtener la desmorafu:ación, el silencio, la neutralización y la elimi
nación política de
las élites sociales?
-
La
intoxicación de los valores por los cuales los dirigentes
del país deberían luchar
y exponer incluso su vida.
- La lucha morbosa sobre. el fundamento de esos valores.
-La culpabilidad ...
"Hay que llega, -dice Ellul-a que el enemigo pierda con
fianza en la justicia de su propia cau,a, d, su patria, de su ejército,
de su grupo ( ... ). Co,..,encer al hombre de que, si no él mismo, al
menos los de su bando cometen actos inmorales e injustos, y llevar
el grupo a que pertenece a la desintegración (7).
-La impresión de la soledad moral y social ... , la impresión
de que la sociedad que le rodea le reprueba (8), sin contar los
otros
subproductos
de la
desmoralización, analizados
por R. Mucchielli
(9):
(6) San Ignacio de Loyola: Discernimiento de las mentes, segunda
regla.
(7) Jacques Ellul: Propagandes, Armand Colin, 1962.
( 8) El ejemplo alemán de julio de , 1932 muestra, por su parte, que el
triunfo de las revoluciones comienza por
la derrota espiritual de los que de
bían custodiar las poblaciones. Hitler quedó sorprendido por la falta de re
sistencia a sus golpes de bluff. Tchakhotine ha explicado· así el fenómeno:
«La depresión azotaba a las organizaciones obreras. Todo el mundo parecla
paralizado
(
... ).
La depresión se manifestaba de forma tan intensa que se
observaban
sus ·efectos psicológicos inmediatamente (
... ). El caos
y el pánico
reinaban
en
todas las organizaciones centrales (
... ).
Ya no
se
hablaba de
proyectos de acción, se
limitaban
al intercambio Je notkias, de opiniones y
de hipótesis» (op. cit., pág. 411).
(9)
R. Mucchielli en su notable folleto de análisis técnico: La subver
sión,
Bordas, 1972, 100 págs .. (actualmente agota.do). Véanse recogidos en las
Ilustraciones con recortes de periódicos de VERBO, núm. 133-134, págs. 582
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el ridículo, la irrisión, la falta de lógica, la impresióo de que la lucha
es inútil, la persuasióo de que el enemigo .es invencible, de que está
seguro de
su victoria, decidido a todo.
Baschwitz ha creado la
expresión de "pánico
mudo'' para
de
finir la forma de miedo colectivo que se apodera de
las poblacio
nes cuando se sienteo
abandon.das por sus jefes naturales.
"En esta .situación se puede ver cómo asambleas y comisiones
toman decisiones asombrosas o innobles a poco que les sean suge
ridas por cualquier personaje aliado de los terroristas."
Una reflexión seria sobre este aspecto fáctico de la Revolución
nos parece indispensable. Se hará un
gran progreso el día en que
todo titolar de autoridad privada o pública se
·haya enterado
de
que al fin y al cabo hace
falta poca cosa para impedir que ope
re la máquina de guerra comunista.
Esa poca cosa es de esencia
moral y espiritual: esa poca cosa es el valor de desgarrar la cortina
de mentkas y de engaños sin los cuales el comunismo ya nada puede.
Hay que conocer, además, los puntos débiles de las revoluciones
comunistas
para saber
por
dóilde son vulnerables.
Durante decenios, el Occidente liberal
y sibarita ha sido me
cido por las propagandas tranquilizantes; se ha dicho y repetido
que el comuoismo no existía más que en la irnaginacióo enfermi
za de los "conservadores retrasados". No se creía que en él exis
tiera
un
"Archipiélago Goulag".
De repente, el Occidente se ha
despertado a
la realidad.
Se dibuja el peligro inverso: pasar súbitamente de la inconscien
cia tranquila al
alocarniento.
Auoque permanezca vigente el deber
de dar a conocer
el in
fierno comunista
y sus métodos de conquista, es quizá todavía más
imperioso dar a conocer sus debilidades
y defectos.
Si no se
perfeccio=,e más
que el arte de dar a conocer el ho
rror comunista, se acabará por facilitar SU estrategia consistente en
inhibir, aterrorizar y neutralizar.
a 600, algunos de los textos más salientes de este estudio ( adición del tra
ductor).
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Convendría que los numerosos especialistaS en subversión die
ran
ejemplo,
y que, de aquí en adelante, la literatura antisubversiva
se
dediq,.ra a examinar los
fallos y debilidades del comunismo;
fallos
y debilidades que, una vez conocidos, permitirán elaborar una es
trategia y unas técnicas de combate espiritual y cultural, social y
político ...
• • •
Hemos clasificado en cuatro categorías las dificultades princi
pales que hallan los
comunistaS en
Portugal. Como vamos a ver, esas
dificultades convergen sencillamente en la resistencia de lo
real,
desde el momento en que la ideología contra natura de los comu
nistas se mide con él.
l. La alergia de las poblaciones respecto del oomuniemo,
El primer fallo, verdadero defecto en la pesada coraza comunis
ta, es, sin ninguna duda, la incompatibilidad de humor que separa
las poblaciones del comunismo. Decimos bien, las
poblaciones y no
las masas; las poblaciones, consideradas en su contexro natural y en
sus reales comunidades de vida.
Hemos sefialado en otro lugar (W) la
resistencia pasiva de las
poblaciones de los pueblos, de
las fábricas y de los barrios al es
fuerzo de educación democrática que les piden los soviets. He ahí
una primera línea de resistencia sobre la cual la acci6n ideológica
de los comunistas fracasa. Este hecho es capital. Revela hasta qué punro
rodo se
juega en
una
cuestión de
mandos sociales. Esta resistencia pasiva ya había
planteado un problema
terrible a
los soviets rusos. Recordemos la
dramática soluci6n impuesta
por Stalin y la liquidación de los Koulaks
como clase social,. Esta resistencia está en trance de plantear a los
comunistaS portugueses un problema análogo (con la diferencia de
que Portugal es
más rico en clases medias de lo que lo era Rusia).
(10) Cf. Permanences, núm. 121.
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Por eso, la "dictadura del proletariado" se encuentra ya en Por
tugal en los limites del dilema que han conocido Lenin y Stalin:
¿hay que proseguir el ensayo de instauraci6n de la "democracia
po
pular" en la anarquía y la demagogia ... , es decir, en la descompo
sición del
país .•. ?, ¿o hay que-dar a la Revolución ese carácter te
rrorista que organiza
la "purificación socialista" por medio de la li
quidación física
de sus oponentes
y la apertura de campos de con
centración
para los sospechosos?
Es un
problema difícil para un Partido que dispone de un nú
mero restringido
de mandos
calificados.
¿Cómo, pues, los mandos naturales del país no ven sus posibi
lidades y sus oportunidades? Si
la "resistencia pasiva" del rebaño,
incluso carente de encuadramiento, pone a los lobos en tales dificul
tades, ¿qué no harían si los pastores dieran
la cara?
"Vosotros en üsboa -decía un campesino del norte-, habéis
encadenado
a los pe,ros 'Y habéis soltado a los lobos". Este campe
sino ha
resumido en pocas palabras la exacta verdad: este drama re
volucionario es
una cuestión
de valor de los pastores frente a los
lobos.
2. La desintegración del ejército.
Este es el segundo fallo de la coraza. Explica la ansiedad de los
comunistas durante
"el período
de
transición".
Ofrece
un vasto campo de posibilidades de acción,
en el país
real,
a los hombres que no se hao dejado intoxicar y que han sabido
guardar de
algún modo los poderes locales.
Porque ya no hay más ejército en
Portugal; se
reconocen en él
los mismos des6rdenes que conoció Rusia en
1917.
Los comités de soldados y los soviets en la jerarquía militar han
sido
considerados como una etapa para transformar
el "ejército
burgués" en "ejército del pueblo". Y esto se hizo ...
tan bien hecho que la explosión de la autori
dad en todos los nive1es se
ha propagado en cadena, y que en se
gnida no hubo ni siquiera un "ejército del pueblo" para asegurar
la seguridad del "orden popular".
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Y a se sabe c:ómo Lenin resolvió el problema: creando un ejér
cito nuevo, el Ejército Rojo. Este, obra de Trotsky, estaba llamado,
junto con la policía bolchevique, a resultar el instrumento del terror
sangriento que, durante
largos años, permitió a los soviets poseer las
"democracias populares" y cincuenta años más tarde, aplastar con sus
catros y cañones las veleidades populares de liberación.
¿Cómo va a resolver Portugal el problema que le plantea, también
allí, la desintegración de su ejército? Es demasiado pronto para de
cirlo. Pero es seguro que el
actual ejército portugués es incapaz de
asegurar al
nuevo régimen esa protección. Si mañana se produjera
un enfrentamiento armado entre "socialistas" o "izquierdistas"
y
"moscovitas" (las milicias obreras están armadas y "a la izquierda"
todo el mundo tieoe armas), parece poco probable que el ejército
portugués estuviera en condiciones de
"restablecer el. orden".
En este punto son unfuiimes los testimonios de todos los oficia
les, de
todas las teodencias, grados y armas de Portugal. Todos com
prueban que
la unidad, la disciplina
y la jerarquía en los ejércitos
están muy
cerca del cero absoluto.
Incluso el general
Otelo Carvalho, sieodo jefe del COPCON
( que recogió concieozudameote las unidades escogidas cuidadosa
mente
para asegurar la cobertura del régimeo), había confesado a
Jean Pouget (de
Le Pigaro):
"En algutlds de eJttJS unidade, la
deJidia es tal que evito tener
que '""""
a ella.r para intervenw en la calle" (11).
En Lisboa se dice con frecuencia: tal regimiento es maoista, tal
otro del PCP, ral otro trotskista, o anarquista ...
El
general O.
Carvalho le
dijo,
ademiis, a
Jean Pouget:
"Lo, partidos políticos han abusddo de la libertdd infiltrándo,e
en
el ejército, partJSitando las unidades, com1mpiéndole en la ba,e
con reivindicaciones demag6gica, y dividiéndonos".
La desintegración del ejército portugués es, pues, completa.
Esto también forma parte de lo real ... Una realidad ante la
cual
los comunistas no tienen otra salida que la que antaño obligó a Lenin a crear el Ejército Rojo ...
La fantasmagoría de las "mentiras
(11) Le Figaro, 15-16 de marzo de 1975.
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MICHEL DE -PENFENTENYO
y de los engalios" no bastará indefinidamente para asegurar la se
guridad del
régimen contra la
agresión .. . de los izquierdistas,
por
ejemplo.
Hemos aludido a un eventual
enfrentamiento entre
los comunistas
y los izquierdistas. Hay que detenerse un instante a considerarlo por
que la contestación llevada a la
retaguardia del
aparato P.
C. P. -
M. F. A. constiruye una tercera categoría de puntos débiles comu
nistas.
3. La amenaza de anarquía y las rivalidades izquierdistas.
La rivalidad de los izquierdistas y los moscuteros no es una ba
gatela en la historia -bolchevique. Es inherente a la fragilidad inter
na de la unidad central del Partido. Lenin, desde 1920, forjó la pa
labra
izquierdiJmo para hablar de la enfermedad del comunismo.
El Partido moscovita ha estado constantemente amenazado por
· los riesgos
de estallido de esa
· unidad
central,
y molestado por las
rivalidades pujantes de
los izquierdistas. Sólo ha podido sslir de esa
situación por un
refuerzo, cada vez
más feroz, de la burocracia y de
sus medios de espionaje y de coerción. Las luchas internacionales para .eliminar a los
"falsos revolucio
narios": anarquistas, izquierdistas, aventureros, ... llenan· la historia
del bolchevismo de episodios saogrientos. La eliminación de Trotsky
fue el más característico del •·realismo"· moscovita.
Trotsky escribió:
"Así se explica la detrotá de la insurrección búlgara y la reti
rada sin gloria
de los obreros alemanes en 1923; el fracaso de una
tenttdwa de sublevación en Estonia en
1924; la pérfida líquidaci6n
de la huelga general en Inglaterra
y la conducta indigna de los co
munistas polacos después del golpe de fuerza de Pi/sud.ski en 1926;
la espantosa derrota de la revolución china en 1927; las derrotas aún
más graves que siguieron en Alemania y en Austria. Estas son las
catástrofes históricas que han
arruinado la confianza de las masas
en la revolución mundial
y permitido a la burocracia soviética ele-
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v<11se cada vez más '11,ta como un fMo imücatwo del cammo de
sál,vación"
(12).
¿Acaso la Revolución en Portugal vendrá a ser una excepción en
esta terrible "ley
histórica" del
desarrollo comunista?
Mientras tenían que
luchar juntos
contra
el orden antiguo, y
se necesitaban mútuamente para eliminar a los aliados de ayer, los
moscuteros y los izquierdistas estaban relativamente a
partir un piñón.
Ahora tienen que
eliminar a
los
socialistas. Así es que dutante
algún
tiempo no será probable que su
alianza plantee
problemas
graves.
Pero, ¿mañana?
No hay que olvidar que en el origen de la Revolución del 25
de abril hubo mucho más de fenómeno
anarco-izquierdista que
de
"golpe"
preparado deliberadamente.
No olvidemos que
el "detona
dor"
de los acontecimientos
fue un d=eto modificando las condi
ciones de promoción de los oficiales. Cerca del 80 % de los oficia
les subalternos en situación de actividad eran oficiales de comple
mento (los milicianos). Esos jóvenes universitarios-oficiales, salidos
de las universidades con un espíritu izquierdoso (o poco menos) for
maban dentro
del ejército el
encuadramiento directo
de la
tropa, y
se encontraban mucho más próximos, psicológicamente, al espíritu.
antimilitarista del contingente que del espíritu tradicional de los oficiales de carrera. A la
primera embestida
contestataria este
encua
dramiento
subalterno se interpuso entre la tropa
y el mando, aisló
a éste e hizo causa común con el contingente.
Por ello, las organizaciones izquierdistas conservan profundas
raíces en el Ejército.
Desde este punto de vista,
el análisis que hace el periódico iz
quierdista
Liberadon (21 de febrero de 1975) nos parece bastante
exacto:
"El movimiento de estos oficiál,es, en rebeldía contra la auto
ridad militar y pol#ica y desconfiando de los estados mayores, es un
movimiento de
la base cuyas estructuras se parecen más a las del
{12) La revolution trahi3 págs. 108-109,
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movimiento del 22 de marzo y de sus comités de acción de mayo
del 68, que a la organización de un estado 'ITUl'JOr golpista".
Todos estos hechos contribuyen, sin duda, a formar un clima
terrorista y mantienen una cierta psicosis de naufragio universal
irreversible (13). Sin
embargo, si
se miran las cosas más de cerca,
es muy cierto que semejantes siruaciones anarquizantes, cada vez
más odiosas a los ojos de la población, poddan contribuir a recons
tituir la unidad nacional, si unos notables del
país, que impu
sieran su prestigio
pot los indiscutibles servicios prestados, hicieran
oír a tiempo su voz y constituyeran la autoridad directora, sin la
cual los más vivos impulsos del patriotismo caen pronto en las con
tradicciones
y en el agotamiento.
4. La desintegración de la economía.
Si concretáramos mejor hasta qué punto resiste lo real, compren
deríamos mejor la
extrema perplejidad
de los jefes comunistas.
La colectivización sistemática inmediata
y general había condu
cido
al caos a la Rusia soviética.
El
Gobierno, sorprendido por la amplitud de la desorganización
económica, fue incapaz de "conducir la evolución". Las autoridades
locales no sabían
qué era
lo que
se les
exigía. Faltaban aprovisiona
mientos en las ciudades. Para evitar lo peor, hubo que confiscar el ganado en
gran escala. La burocracia saqueaba los campos, escribió
después
Trotsky ...
Y
Andreev, miembro del Comité Central en el Congreso de
Moscú en 1930, escribía:
( 13) Por otra parte, la anarquía no · cesa de agravarse sobre todo el
territorio portugués. Los izquierdosos toman posiciones en todas partes donde
pueden
y como pasa siempre en las primeras fases revolucionarias, que pre
ceden a la reacción «termidoriana», las bandas incontrolables no toman un
respiro de descanso, porque están cubiertas por
el intocable engaño de la
«espontaneidad popular»:
ocupación de locales vacíos o insuficientemente
ocupados, instalación de hospitales
y maternidades de campaña, bajo el im
pulso de la L. U. A.
R. (Liga de Acción Revolucionaria), conversión de las
empresas pequeñas o medianas
al .régimen de autogestión, etc.
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"La colectwización completa ha sumergido la economía en una
miseria
como hacía tiempo no se había visto; fue como si ,ma guerra
de tres años hubiera pasado por allf'.
Trotsky añadiría:
"Hasta entonces jamás el hálito de la muerte había flotado tan a
ras sabre
el territorio de la Revolución de Octubre como durante los
años
de la colectivización completa.
El
descontento, la inseguridad y
la represión desgarraban el país ...
"Las PÉRDIDAS DE HOMBRES -por hmnbre, frlo y a consecuer,
cia de epidemias y de la represión-
no han sido, desgraciadamen
te, registradas con tanta exactitud como las pérdidas de ganado, pero
se cifran también en MILLONES ••• (14).
"La lucha a muerte con· los innrnnerables robos de las cajas de
los
kolkhoses
y el disimulo de esos robos, LA MOVILIZACIÓN PURA
MENTE MILITAR para combatir el sabotqe de los kouleks ... (15) y
al mismo tiempo
el retorno al sistema de las cartillas de raciona
miento,
de las raciones de hmnbre y, finalmente, el establecimiento
de los sa/.voconductos ... ", etc.
Este cuadro de la desorganización económica rusa explica el
cuidado que ponen los comunistas en Portugal para que la colecti
vización sea
prudente
y progresiva. Han hecho todo lo posible para
tranquilizar incluso
a
. las sociedades anónimas y a los inversores.
Pero no pueden
"hacer la revolución" sin instalar el "poder popu
lar", es decir, sin los
soviets .. Es por ahl por donde la desintegración
económica sigue en Portugal
el· ejemplo
ruso.
Lo sigue más despa
cio, pero realmente
(lo sigue más lentamente gracias, especialmen
te, a las importantes
reservas de divisas dejadas
por
el antiguo ré
gimen).
Los estudios que se han hecho sobre la desorganización de
la
economía portuguesa
se parecen mucho, incluso en las palabras,
a las
descripciones de '.trotsky.
Un observador escribe (16):
(14) Subrayado por nosotros.
(1') El subrayado es nuestro.
(16) Documento del U. N. l. (Unión Nacional Inter-Universitaria, 2,
rue Fr. Salieres, 44000 Nantes).
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"La destrucl;Í6n de la econamla es sistemática, y todo descansa
en la amenaza y la intimidación
(
... );
se deja ocupt1r tal empresa o
tal explotación 'Y se acusa a sus responsables de no wver#r. Esto se
considera como un sabotaje (
... ). Los
trabajadores de tal localidad
atacan a tal agricultor porque enüerra unas "hierba,'º
que según
ellos deberlan dedicM'se a pienso ...
,
sabotaje. $in eembargo, este agri
cultor no hacia
más que enterrar un pienso verde ( ... ). Tal empresa,
que tiene que exportar un concentrado
de tomate, no puede hacerlo
más que a un precio inferior al del ejercicio anterior porque la de
manda ha bajado. Esto
se considera como una subfacturadón, lo que
equwale a una exportación de capitale:r
.
. .
Crimen"".
"Un agricultor, a fin de diciembre de 1974, tenla su ganado mal
alimentado ... ; sabotaje. El sindicato fue a confiscarle la totalidad de
su ganado para transportarlo a una propiedad ya ocupada ( ..• ) ".
Se podrían multiplicar hasta el infinito los ejemplos similares.
Hay sectores
enteros de
la
economla que están arruinados. Cincuenta
mil mandos intermedios de empresa han huido a,l extranjero, y unos
diez
mil más están en la cárcel. Se calcula que doce mil empresarios
han sido "saneados'" (depurados), El paro sobrepasa la cifra de tres
cientos mil obreros.
El resultado es· sencillo: en Portugal ya no se trabaja. El déficit
de la
balanza comercial es de 50,25 billones de escudos para el ejer
cicio de
1974, y este déficit se agrava cada día.
Después de haber roto
la economía y vaciado las cajas, el Par
tido Comunista Portugués no
tendrá ya salida. ¿Qué sucederá en
tonces?,
-¿las "democracias liberales" van a pagar la factura y a sacar
a flote a Portugal?,
-¿las "democracias populares" salvarán la Revoluci6n. portu
guesa?
En todo caso,
los plaros se cumplen. Los plazos de la realidad.
De una realidad que nunca se somete a las locuras de la utopía co
munista.
372
Fundaci\363n Speiro
---- --------------------
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
ll. CONDICIONl!S DE UNA ACCIÓN EFICAZ EN TIEMPOS
DE
REVOLUCIÓN.
Resistir firmemente en la J11cfu contra el mal.
No admitir jamás compromisos.
Preferir perderlo todo, vida, saJirio, condiciones
de
exis
tencia, antes q11e sacrificar la propia concienciá.
A.
Soljenitsyne.
No se trata de facilitar aquí un estudio completo y preciso en
todos sus
puntos de
las condiciones de una resistencia eficaz y de
una reconquista social de la lucha contra la Revolución.
Existen estudios generales a los que hay que volver; la resisten
cia y la reconquista presuponen unas minorías selectas formadas so
brenaturalmente:
hay, pues, que volver a estudiar el "'Pour Qu'il
Regne'"
de
Jean Ousser. Esas minorías presuponen una doctrina de
,u:ción política: hay que volver a estudiar el manual ., Action·· de
Jean Ousset.
Oaro que
después
hay que ejercitarse en discernir los focos de
desintegración. Pero
es mucho
más importante aprender a discernir
los elementos de vida y de progreso según los cuales se puede actuar.
El
gran error de los métodos empleados generalmente en los com
bates
"'anti-comunistas" ha radicado en que se ha recurrido a toda
clase de procedimientos, más o menos admisibles, pero casi siem
pre
extrttfi()s a las energías naturales de los municipios oficiosos, em
presas, escuelas, agrupaciones de campesinos, obreros, artesanos, etc.
Sin embru:go, en estas comunidades es donde se hallan los re
medios específicos
y la energía vital para la resistencia al comunis
mo. En ellos hallarnos las jerarquías sociales elementales, qne emer
gen frente a la
masificación. Se
encuentran también
las solida
ridades
orgánicas que
se forman frente al mito de
la solidari
dad proletaria.
También se encuentra en ellas una relativa estabili
dad social, que se
opone al desarraigo socialista. En ellas se halla
uno más cerca de las personas reales, de las que tienen que defen
der, como decía Peguy,
su hogar, y los pobres homwes de ltn casas
$0/ariegas.
En una palabra, allí se encuentran las últimas reservas de
• 373
Fundaci\363n Speiro
MICHBL DE PBNFBNTBNYO
amor de los seres y de las rosas sin los cuales los individuos nau
fragan en seguida en la apatía
y el gregarismo de los desheredados.
Ahí está el problema central de la lucha real contra el comunis
mo: se
trata, no
tanto de suscitar uoas fuerzas artificiales contra los
artificios del
enemigo, como de
reforzar o
reconstruir una comu
nión social resistente a la
práctica de
la dialéctica.
Como la comunión
social comienza en las comunidades restrin
gidas, de ello se deduce que la vetdadera acción de salvación pública
debe
organizarse en
primer lugar en las comunidades restringidas,
ha de
arraigar en ellas, alimentarse en ellas y tomar de ellas el prin
cipio permanente de su energía.
·
Lo que produce la dislocación de las comunidades humanas es
el
absentismo de los dirigentes
y de sus jefes. Los patronos que han
dejado ya de compartir las penas de sus hombres y el destino de sus
obreros se
hacen indiferentes
y naufragan en el desprecio de sus
gentes.
En las comunidades militares pasa Jo mismo: generalmente,
los
motines no se
producen en
momentos de peligro bajo el fuego
enemigo, sino en la monotonía de la vida de guarnición cuando
los
oficiales dejan de vivir con sus hombres. Por todo eso se puede adivinar lo que podría ser una lucha anti
subversiva realmente curativa: debe de
estar basada
en un refuerzo
de la comunidad social, y no en la cirugía, o en todo caso, en la me
nor cantidad posible de cirugía.
Este principio
director constituye una
. clave
para enjuiciar cier
tas reacciones-tipo que
aparecen periódicamente
en el enloqueci
miento de los combates
antirrevolucioaarios. Se les vuelve a encon
trar en Portugal como ya se les ha conocido desde hace cincuenta
años en varios puntos del mundo;
todas se derivan de la negativa
común a empezar
por las comunidades de destino.
Las hemos clasificado en cuatro tesis típi=:
-
la
tesis de la emigración
y del "ejército de liberación",
-la
tesis del
contraterrorismo,
-
la
tesis de la adaptación al nuevo
régimen,
-la tesis del repliegue a lo puramente sobrenatural (tesis ve-
cina de la no-resistencia, o de la no-violencia).
374
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
1) Tesis de la emigración con intención de formar en un país
vecino un "ejército de liberación".
Esta concepción _no es absurda ni en sí misma ni por principio.
Estriba en el principio, excelente, de que las naciones son in
terdependient.es en su paz. El triunfo de la Revolución en un país
destruye un equilibrio y una armonía generales. En función de esta
verdad, Pío XI envió un nuncio a Burgos desde el comienzo de
la
guerra, cuando aún no estaba definida la suerte de las armas ... (16 bis).
Igualmente, Pío XII ha recordado al mundo que la violencia sovié
tica contra los húngaros en 1956 hubiera justificado, en otros tiem
pos, una cruzada
militar de las naciones libres.
No es, pues, a nivel de los principios generales donde una idea
de una emigración con vistas a una reconquista levanta serias di
ficultades.
Es a nivel del realismo específico en tiempos de Revolución. Y
esto por tres razones principales:
P,-imera.-Es vana la esperanza de poder formar un "ejército de
reconquista" sin un mínimo de consenso internacional. Pero es que
el consenso internacional no es hoy en día particularmente favo
rable
a este tipo de operaciones. (Basta recordar la cantidad de
ge
nocidios
perpetrados desde hace cincuenta años sin que la "con
ciencia universal" haya encontrado contra ellos nada que aposti
llar.) ••. Hay que contar con la virulencia del consenso revoluciona
rio que no dejaría de desencadernarse, incluso en la prensa "liberal",
contra el infame agresor "fascista criminal" que se atreviera a so-
correr a un pueblo víctima del comunismo. ·
Este
hecho es
tan real que España no ha creído oportuno "mo
ver un dedo" por Portugal a
pesar de un tratado particular suscri
to hace unos treinta afios (tratado que autoriza a una de las nado-
(16 bis) El Nuncio presentó sus credenciales el 19-X-37, es decir, dos
días antes del finai de la Campaña del Norte y 456 dfas después del co
mienzo de las hostilidades (N. del T.).
375
Fundaci\363n Speiro
MlCHEL DE PENFENTENYO
nes a penetrar en la otra para restablecer el orden en caso en que
esta
última sea víctima de una "B'""Sión revolucionaria) (16 ter).
Segunda razón.-El carácter propio de las revoluciones mo
dernas.
La revolución empi= con la ruptura entre los dirigentes de
la nación y las poblaciones.
La emigración de los dirigentes no puede sino agravar esta dia
lectización: los
emigrados, cualquiera que
sea
el motivo principal
de su éxodo, resultan siempre sospechosos a los ojos de las poblacio
nes. Se piensa que
si se han marchado es porque algo tendrán que
esconder o porque sus principales intereses económicos están en el
extranjero. Y
cuando la crisis económica empiece -porque su ad
venimiento es inevitable en los regímenes revolucionarios-, no
costará
ningón trabajo
hacer responsables de la misma a los diri
gentes que se han marchado ... Por otra
parte, la
emigración acarrea rápidamente la deformación
de los juicios del
emigrado. Privado
de toda comunicación con sus
compatriotas, lejos de los peligros que son
el hacer diario de los que
se han quedado en
el país, el emigrado cae fácilmente en los erro
res del desarraigado, amenazado alternativamente por la périda de
la esperanza o
por el
"golpe de
fuerza", huérfuno de
ese sentido ma
tizado de lo posible que sólo se revela en quienes peremanecen
arraigados en su patria.
Trecera razón para rechazar la tentación de emigración.-Pavo
rece la desintegración social, y entrega a las poblaciones al terroris
mo totalitario. Contribuye a
transformar un
pueblo
todavfa organi
zado en
una
masa ciega.
Por otra
parte, ésta es la razón por la cual
los comunistas de Portugal más bien han facilitado
las salidas de los
dirigentes del país, como en 1792 en Francia, los Jacobinos favore
cieron
la salida de los emigrados (17).
(16 ter) España no fue requerida por Caetano. En cambio, Salazar la
requirió cuando Galvao se apoderó del buque Santa María, y Espafi.a envió
el crucero Canarias (N. del T.).
( 17) Cfr. Joseph de Puisaye: Memoires de J. de Pufraye, libro V, pá·
gina 9.
376
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
Joseph de Puisaye, último general de los ején:itos católicos del
Oeste, ha escrito en sus memorias unas observaciones severas respec
to del "Ejército" de emigrantes. Se aplican tan bien (ajustando las
cantidades) a la actualidad portuguesa, que vamos a transcribir los
principales
párrafos:
"Ciertamente,
si
este
magnífico ejército
de
emigrantes que ha
sido tan miserablemente dispersado
( era de más de treinta mü hom
bres) hubiera permanecido en
el interior del reino -porque de
ninguna manera comparto la opini6n de quienes a-een que entran
do él s6lo hubiera obtenido éxitos decisivos-; si,
como digo,
cado
gentühombre hubiera permanecido, bien
en su puesto en el ejér
cito, bien en sus fincas, y ahl hubiera contado con un cierto mime
ro de soldados o de habitantes, que se hubieran fácümente decidido
a segui,/e,
no
se puede
dudar de que los Prlncipes franceses hubie
ran
tenido en muy poco tiempo a su disposición un ejército pode
roso,
cuya cuantla no exagero si la eval,úo en un mül6n de solda
dos.
En
lugar de esto, esas gentes, carentes de jefes, de consejo y de
gulas, han sido arrastrados, atados de pies y manos a los ejércitos
del comité de
salvaci6n pública; y pronto situados entre el temor de
las venganzas -de quienes hasta ese momento hablan sido sus guías
natural.es, y
la violencia de quienes les hablan sustituido, forzados a
combatir contra sus sentimientos 'Y contra sus opiniones, no han mos
trado en ello sino más coraje, porque estaban espoleados por la des
esperaci6n.
"Si al.gunos gentilhombres aislados en el Poitou, en Bretaña y
en Anjou consiguieron su-cesWamente poner en pie tJ más de qui
nientos mil hombres, ¡qué no hubieran hecho todos los miembros
de
la nobleza francesa, repartidos en todas las provincias y dirigidos
por
los mismos consejeros!
"Se ha replicado que aislados y dispersos, expuestos
a
las trai
cioneI y persecuciones, hubieran sido asesinados inútümente, ellos,
sus mujeres y sus hijos ( ... ). Pero la posterioridad ha probado que,
si se hubiesen entendido p,,,-a combatir en el interior, ni la mitad
de los que cayeron hubieran perecido en las hombles carnicerías en
que fueron degollados
sin poder defenderse. Porque como la fero
cidad
no es más que una modificación de la cobardla, se ha notado
377
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE PENPENTENYO
que en los p,nses sublevados mientras esttwieron bajo las armas, los
momtmos que se ¡ugaban las vidt,s de sus propias famJlias, siem
pre comm,aron algunas atenciones para
las familias y los bienes de
los jefes de quienes tenian que temer justas represalias" (18).
Esta página admirable es muy actual. Soljenitsyne no ha dicho
otra
cosa.
Los mandos y los dirigentes de un país que han disfrutado du
rante generaciones de los privilegios de
la fortuna y de su rango
social, ¿acaso no deben, en correspondencia, estar prontos. para de
fender a las poblaciones, aun a riesgo
de sus
vidas, cuando la patria
ha sido entregada a los furores de la subversión? El deber específico de los mandos sociales
en tiempos
de
revo'
lución
consiste en
hacerse como
"peces en el agua" en
medio de
su
comunidad natural, en correr los mismos riesgos que ella, en
compartir
las mismas penas, en asumir fas funciones de protección,
ariimaci6n y direcciólL
¡La Revolución tiene una-gran n~sidad de que los jefes apa
rezcan como
ventajistas,
acaparadores, egoístas
y libertinos, encasti
llados en sus privilegios y en su
fortuna!
Por
el contrario, no hay mejor manera de desmontar
la mentira
revolucionaria y de destruir
-sus
propagandas que
probar con
hechos
evidentes que hay
élites sociales
que colocan el
interés y la seguri
dad de las poblaciones
que les han sido ronfiadas por encima de sus
-ventajas
y de sus privilegios personales.
Porque hay que contar
con: las disposiciones secretas de la in
mensa mayoría del pueblo. Incapaz, cuando
esrá aislado, de resistir
al desencadenamiento de
la demagogia, el hombre de filas hace cau
sa común con el
poderoso de
cada día, con
la esperanza de salvar su
tranquilidad. ¿Cómo reprocharle esto cuando sus jefes le han dado
ejemplo de abandono, cuando la única diferencia entre la cobardía
plebeya y la de los jefes estriba en los
medios de fortuna que han
permitido a los segundos salvar sus preciosas personas y sus bienes
lejos de
la tormenta, mientras que los primeros están físicamente
prisioneros de los agentes revolucionarios?
( 18) J. de Puisaye: Op. cit., pág. ,4.
378
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO;
A esto se replica que el foodo de honestidad, de valor y de res
peto
a los valores sagrados está tan herido por ttes generaciones de
laicismo que
las "disposiciones ocultas" de la mayoría de las pobla
ciones
se ioclinan más
bien a la izquierda.
No
lo creemos. Son demasiadas las mentiras, los artificios y el
terror movilizados pata hacer creer al pueblo que "está a la iz
quierda", de
ta!l manera que, por el oonrtatio, prueban que las dis
posiciones ocultas son mejores de lo que hacen creer las
urnas elec
torales.
Dos factores pueden salvar a ese pueblo:
La ferocidad de la Revolución cuando se revela tal cual es: por
que los ataques abiertamente dirigidos
contra el derecho de
gen
tes, el orden moral
y la religión, oonttibuyen cada día en el Portu
gal de 1975, tanto romo en Francia del Oeste en 1792, a abrir los
ojos de
la. mayoría.
El
instinto natural, que lleva a las poblaciones hacia los hom
bres que se distinguen por sus servicios personales, su
desinteerés y
su
autoridad social y moral (19). Cuando la Revolución arrasa
las solidaridades sociales, cuaodo
la autoridad enmudece, cuaodo se rompen los lazos civiles, políti
oos y religiosos, cuaodo
cada ciudadano ya no encuentra apoyo más
(19) Aquí, nuevamente, el testimonio de J. de Puisaye es muy valioso:
«Las disposiciones del pueblo de las provincias en la época en que la asam
blea &on1tituyente terminó SIIS sesiones eran tales, que si no hubiera tenido
Jugar la emigación, no solamente los municipios, las administraciones de los
distritos y de los departamentos, sino aun también las asambleas electorales,
hubieran reunido una mayor/a
numerosa Je nobles y de eclesiásticos. Y nadie
ignora que incluso, en
la forma
que estahan las cosas, en casi todas partes
se ofrecieron los puestos o
se destinaron preferentemente
a los miembros de
las dos órdene.r
y a personas respetables de la tercera, que, engañadas por
ese
pernicioso sistema
de
inacción que se
les
presentaba como un deber y
un mlrito, contribuyeron,
con SIi ausencia o por su negativa a tomar parte
en
las deliberaciones públicas, a
la
formación de
esa
Asamblea Legislativa
que pronunció
la aholición de
la
monarqula, que provocó las matanzas en
las cárceles, que familiarizó
al populacho con la sangre y que entregó a
Lllis XVI a los verdugos que
le
reemplazaron ( ... ); el pueblo no puede ser
abandonado
largo tiem[io a si mismo, 1lecesita gulas» (Memorias, libro V,
pág. 62).
379
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE PENFENTENYO
que en sí mismo, entonces ha llegado la hora de que un pequeño
número de jefes
naturales se
atrevan a ser los primeros en
dar
ejemplo.
2) La tentación del contraterrorismo.
Hitler escribió en Mein Kampf:
"El terror en el taller, en la fábrica, siempre tendrá pleno éxito,
hasta que otro terror igual
le
salga
al paso".
Aunque este argumento de Hitler puede parecer simplista, sin
embargo,
no deja de
repetirse hoy
en día en muchos ambientes
que
serían
los primeros en sorprenderse de que su concepción
hubiera
sido
compartida por un predecesor tan ilnstre.
El contraterrorismo se define como una contrarrevolución que
consiste en combatir la Revoliici6n con sns mismas atinas (20); sus
acciones están calcadas en el mismo esquema de las acciones terro
ristas: tratan de que reine la inseguridad, para "hacer saltar el dis
positivo
de la legalidad que juega a favor
de los terroristas, porque
no es adecuado"; tratan de
cog"!' rehenes,
de organizar represalias
y
de golpear duramente al enemigo para sembrar el terror en sus filas ..
Este contraterrorismo se dirige generalmente a las poblaciones ino
centes
en función de su sumisión al control enemigo y de su
inclina
ción
a colaborar con él; por su misma lógica,
el contraterrorismo se
ve así arrastra.do a dañar, más o menos arbitrariamente, sin posibi
lidad de medir la objetividad moral de sns acciones.
Esta concepción
ha aparecido frecuentemente en la historia, ett
el
momento en que la
población se ha sentido abandonada de sus
jefes naturales y
entregada a la acción
del terrorismo revolucio
nario.
Hay que distinguir el contraterrorismo de las acciones de "jus
ticia supletoria" que
ha conocido la historia, por ejemplo, con
loo
(20) No abordamos aquí el problema de fondo de la violencia legítima~
Remitimos a «La Guerre, J'armee, Ja nation» ¡,ar Andre Roche et Jacques:
Regnier.
380
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
caballeros de la Seinte Vehme (21). Esta justicia supletoria, para ser
legítima debe de ser verdaderamente una justicia (22), ha de res
ponder a criterios objetivos, ser
practicada por
hombres de valor
moral probado, obedientes a un orden jerárquico, subordinado al
bien fundamental de la nación, y que no pretenden más. que restable
cer el funcionamiento normal de las instituciones legitimas. Semejantes acciooes pueden ser
motalmente admisibles y social
mente saludables, si resulta comprobado que las instituciones lega
les de la policía
y de la magistratura están corrompidas, conquista
das por el terrorismo o claudican hasta el punto de que se puede
considerar que las poblaciooes están prácticamente desarmadas fren
te
al terrorismo.
Deberán dedicarse estudios especiales a
las condiciones de fun
cionamiento de semejantes instituciones de protección del
país real.
Contentémonos coo observar aquí que una ausencia
total de ins
tituciones para el restablecimiento del orden no puede desembocar
más que en la proliferación de las acciones ciegas del contraterro
rismo...
y que éstas no pueden dejar de favorecer a la Revolución
dándole una apariencia de potencia de orden. No hay peor desorden social y político que la legalización de la subversión
y su instala
ción en
las cumbres de la soberanía política.
Las
instituciooes
extralegales
de justicia supletoria se distinguen,
por tanto, del contraterrorismo desde dos puntos de vista:
- ratione materiae, por una determinación rigurosa de las mi
siones
de protección, de los criterios de apreciación, y de las normas
de funcionamiento de
la institución dicha.
-ratione personas, por una determinación no menos riguro
sa de los notables, verdaderos praeclari cwes, bajo cuya jurisdicción
mota! únicamente
una institución así
podría funcionar sin riesgo
(21) Sainte-Vehme: Organización de origen germano análoga a los tri
bunales de los francs-iuges (siglos XII-XVI).
(22) Claro está que aquí no tratamos de las acciones de legítima de
fensa personal ni Siquiera de las acciones -de autodefensa de grupos restrin
gidos: barrios, empresas, pueblos ... , acciones que no
Plantean problemas par
ticulares. Son la respuesta contra un agresor y no comprometen a un plan de
alcance nacional.
381
Fundaci\363n Speiro
MJCHEL DE PF.NPENTENYO
de desvi.w:se. Cuando el Estado desaparece o se pasa al enemigo,
corresponde inmediatamente detrás de él
a· los
notables naturales de
primer rango, a los que
han asumido funciones públicas y tienen
títulos
particulares para ser respetados y agradecidos por el país, la
asunción de la responsabilidad de
hacer funcionar las instituciones
supletorias sin las cuales la ley de la jungla sustituye a la ley de los
pueblos civilizados. A
falta de
tales instituciones, extralegales, moralmente controla
das y regidas, el contraterrorismo tiende a proliferar en las situacio
nes que
conducen a
las poblaciones a la
desesperación.
¿Será necesatio recordar
la nocividad del contraterrorismo?
-En primer lugar, es esencialmente un recurso al terror. Un
terror que se vuelve contra los terroristas ... y sus aliados (reales o
supuestos).
Da la salida a todos los fanatismos, a la acción ciega, a
la práctica de
represalias. Por eso mismo es imposible de dominar.
"En. cuestión
de
crímenes, lo· único que
cuesta es el primer
paso".
-Una vez admitido el principio del contraterrorismo, ¿quién
dominará la
,arabanda infernal
de los
atentados con bomba, de
los
incendios, de los secuestros, de los asesinatos, de
la tortura ... ?
-R. Mucchielli (23) define así la segunda objeción:
"Aunque por definición
tengan la
simpatía de
la población (los
comandos antiterrorisras)
no deben esperar un apoyo positivo in
condicional de la población porque se siente insegura. Además,
y
esro es lo principal, la represión por parte del Estado y de sus fuer
Z"-' disponibles será mucho má, salva¡e y perseverante contr~ los
contrMerroristd.l (
... ).
"Los contraterroristas son considerados como revoltosos mien
tras que los militantes de la subversión son tratados como delincuen
tes
cuando no
como
meros oponentes
políticos".
Así, pues, hay que proscribir absolutamente el contraterrorismo
tal como lo hemos definido, tanto por rarones morales como por
rarones de
eficacia. En semejantes
períodos de
ruptura social en los
que cada uno siente la tentación de licenciar la moral bajo el pre
texta de
una oposición entre la moral
y la eficacia, es más esencial
(23) Cf. R. Muchielli: La subversi6n, Bordas, 1972 (agotado-).
382
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
que nunca comprender que jamás existe una eficacia real y dura
dera contra
la moral: la moral es
la regla superior y trascendente
de la
verdadera eficacia.
¿Cómo
podría haber una eficacia de las
acciones humanas contra las leyes del orden divino?
(24).
3) La tentación de la adaptación.
No hablamos de la adaptación vergonzosa a la
legalidad revo
ludont>ria, que no es sino una capitulación. Cada período tutbulento
ve
sali< de todos los escalones sociales una especie sórdida de co
bardes
dispuestos a todo para
granjearse las
complacencias de los
nuevos amos.
Hay también la ad"f>tación "de buena fe". Hemos conocido en
Portugal a industriales
y mandos de empresa radicalmente antico
munistas,
que creían
ser más fuertes que los soviets y que su dia,
Iéctica, por la cual:
-Creyeron que la controlarían, y, para ello, han jugado al jue
go
de la "participación".
-Han "participado" en las asambleas populares
y en los co
mités revolucionarios.
(24) 'I'rotsky había comprendido muy bien la debilidad intrínseca del
«contraterrorismo»
y, por ello, el provecho que se podía sacar del proceso
revolucionario. Mostraba (en Europa y América, págs. 14-15) cómo el 'contra
terrorismo producía el «Kerenskismo», definido como «el régimen en que e/·
aparato de represión se escapa en la práctka de las manos de la burg11esía»,
Según Trotsky, cuando la sociedad burguesa empieza a experimentar que
«está evolucionando brusca y radicalmente hacia la revolur:i6n», y que «está
desamparada»,
entonces ya. no confía más que en la virtud interna de su
poder; esta sociedad
recurre al fascismo que es esencialmente «la agrupación
r:ombativa
de
las
fuerzas que la sor:iedad burguesa amenazada har:e surgir para
empujar al proletariado a
la
guerra r:ivil ... », a la v~ que «se enreda en
sus propias r:ontradir:r:iones internas, r:uando la legalidad burguesa es una
traba
para la propia burguesía».
Aunque todo esto es, evidentemente, la horrible jerga marxista, sin em
bargo, se discierne debajo de ella que a una sociedad que ya no tiene
en sí
misma los
elementos trascendentales que fundan su derecho
y producen su
energía, no
le restan otras salidas que la lucha ciega
y, por tanto, desespe.
rada,
o la. «negociación» vergonzosa.
383
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE PENPl!.NTl!.NYO
En wdos los casos coru>cidos, esos hombres se han encontrado
transformados
en marionetas, y
algunos
han llegado hasta a denun
ciar a sus colegas al
Partido, y a hacer declaraciones a la prensa co
munista sobre los "cursillos fascitas" imaginarios que los Consejos
de
Administración habrían
organizado y sobre el "lavado de
cere
bro"
que en ellos se padeda.
Conclusión: si los mandos sociales deben tratar de ser como
"pe
ces en el agna" para mantener el contacro con las poblaciones, esto
no quiere decir que hayan
de hacerse peces de agua sucia. No hay
que confundir
el agua clara de las responsabilidades y de las com
petencias
reales con el juego tramposo de los "diálogos" controlados
por
el Partido.
4) La tentación de la evasión hacia lo sobrenatural.
No hablamos aquí del hermoso reflejo sobrenatural de aquellos
que comprenden que
en tiempos excepcionales en los
que
el Infier
no se hace patente en este mundo, es necesario un incremento de
la vida sobrenatural.
Hemos tenido
ocasión de admirar en
Portugal una cierta
reno
vación
sobrenatural; vigilias de oración, rosados, adoraciones noctur
nas . . . Parece ser que también se
reza mucho
en
las cárceles.
El sobrenaruralismo no es esto. Radica en la actirud
perezosa y
desolada que invoca lo sobrenatural para justificar el absentismo tem
poral y la dimisión cívica. A
pesar de las apariencias, el sobrenaruralismo no es tan sobre
natural como pudiera creerse.
Se descubre con un signo que no en
gaña nunca y que es la ruina de la
esperanza. Ruina
de la esperan
za que no puede dejar de conllevar la repugnancia por las obras, la
recitada al absentismo y el refugio perezoso en
el equívoco de que
S6lo Dios puede salvarnos. Ciertaroente que se invoca a la fe. Pero
a una fe inerte ... La fe sin obras, ¿es una fe. sincera?
Un religioso portugués nos decía:
"En Portugal hemos pecado de "fathnismo"; no quiero decir que
se pueda tener demasiada devoci6n a la Santísima Virgen, sino por-
384
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
que nos hemos tranquilizado con nuestras peregrinaciones a Fálhn,,
y hemos abdicado de nuestros deberes d• estado tempMales".
La revista británica Approaches (l. Waverley Place Saltcoats KA
21, 5 AX
&ot:land G. B.) ha publicado una traducci6u del artícu
lo de
Perman.nces, número 112, sobre Portugal; a continuación de
este
texto he
puesto una excelente reflexión acerca
de las fu1sas for
mas de
espiritualidad que
han contribuido a desarmar las élites ca
tólicas en Portugal, mientras que
un puñado de ag.ntes subverswos
masónicos
y marxistas alcanzaba los puesros con influencia sobre el
pafs. "La verdadera espiritualidad católica siempre ha afirmado el
deber de cada miembro del Cuerpo Místico de Cristo, de cumplir
los deberes del propio estado". "... La verdadera devoción matiana no puede ir sino paralela
con el cumplimiento de la doctrina social de la Iglesia". Por
otta
parte,
Nuestra Señora de Fátima ha afirmado explícitamente a Lu
cia que la penitencia
específica exigida
por su Divino Hijo
para la
salvación del mundo era
«la perfección
en los deberes del propio
estado» ...
" ¿No es ésta una manera de recordar la importancia de
la doctrina social enseñada
por los Soberanos Pontífices?
A GUISA DE CONCLUSIÓN: ALGUNAS NOTAS PARA LA ACCIÓN,
Los peces en el agua.
Los mandos sociales no pueden asumir sus funciones sociales más
que en cuanto estén como "peces en el agua" en medio de su
ro
munidad. Tienen . que volcarse por mantener en tomo suyo una re
serva suficiente de "agua clara" para atraer a ella a los mejores y
salvarles de las "aguas turbias".
El agua clara.
Es la vida social -al menos en algunas partes que han queda
do sanas-, en la que reinan la verdad
y la justicia. Estar dispues-
., 385
Fundaci\363n Speiro
MICHBL DE PBNFBNTBNYO
tos a todos los sacrificios para resistir a la menor "adaptación", a la
menor pe,lución con la corriente de las mentiras revolucionarias. El
secreto de este mantenimiento es la verdad en los actos, más aún
que en los discursos. Los que costean y sufren por la verdad sirven
de
indicadores: consiguen que se manifiesten los hombres de buena
voluntad.
EZ agua turbia.
Se mantiene así por el continuo envenenamiento de las asam
bleas de barrio, de fábrica, de pueblo, por los comités revoluciona
rios, por las manifestaciones; por los medios de comunicación so
cial, por el "envenenamiento psíquico", el miedo y la desmoraliza
ción.
Hay que hacer todo lo posible para arrancar a aquellos que se
tiene a cargo (hijos, subordinados ... ) de
la atracción de esas aguas
turbias
y para ello no ptWticiptW uno mismo en las asambleas, co
mités, manifestaciones, etc.
Los "emigrados del interior"
Además de los emigrados del exterior que son como peces que
se salen de
sí mismos y de su ambiente natural, están los "emigra
dos del interior". Son los que se han dejado progresivamente ence
rrar en
su universo social, o psicológico.
Quizá hayan
guardado
la
tecta razón en el ámbito de las ideas. Pero, ¿basta esto para salvar
al
país? No
es cerrándose en un
ghetto, aunque sea ortodoxo, como
los dirigentes de una
nación pueden
cumplir sus deberes de estado.
La acción ideal y la acoión real.
Una cierta "emigración del interior" amenaza a los que se com
placen en el universo abstracto de los sisteruas puramente ideológi
cos; también ellos se eliminan por sí solos de sus funciones sociales.
La Revolución no les pide otra cosa.
386
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
La acción real requiere que se sepa escuchar, comprender a los
seres
extraños a nuestro ambiente
...
y discernir los hombres de bue
na voluntad,
mi\s o
menos víctimas de los envenenamientos revolu
cionarios, pero que no son unos envenenamientos patentados. Con
siste en aprender a pasar del universo lógico de las ideas donde se
mueve la razón pura, al universo complejo y mezclado de los hom
bres de la realidad.
Una pro#l,axis contra la in.toxwación.
Como el arma principal del enemigo es la mtox, es necesaria una
profilaxis contra ese demonio, principal
organizador del "e,wene
namiento psíquico".
-Hay una defensa pasiva contra la "intox".-Es la voluntad de
no abusar de la radio
y de la televisión ... , de abstenerse de largas
reuniones en las que los mejores se intoxican entre sí; considerar
como "probablemente bobadasº' el 95 % de las informaciones que
da
la prensa y los panfletos ...
-Hay una defensa actwa contra la "intox".--Que es la difusión
de verdades ciertas, en forma de hojas sueltas, no periódicas pero
frecuentes.
En estos tiempos de mentiras nada es tan buscado como la in
formación
segura: esas hojas se difunden con una rapidez increíble
y se reproducen por cientos de miles de ejemplares con medios de
fortuna.
Entender
por
verdades ciertos las informaciones materiales ve
rificada,;
la prueba de las mentiras del enemigo; las demostraciones
rigurosas de la mecánica de la subversión, para aprender a librarse
de ella,
Una higüme física, psíqui.ca y espiritual..
Trotsky ha dicho (25):
"La rsvoluci6n es una gran devoradora de energlas individuales
(25) La Revolution trahie, pág. 107.
387
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE PENFENTENYO
y colectwas. Los nervios no aguantan, las conciencias se doblan, los
caracte,es se desgastan, los su&esos v"" demasiado aprisd'.
Hay que decir que esta gran "devoradora" destruye tanto a sus
propios militantes --entre los que se cuentan gran número de de
presiones
nerviosas-
como a
sus enemigos.
Hay, pues,
que
"aguanmt". Hay,
pues, que mantener
las fuerzas
de quienes tienen que actUar a contraearriente.
De lo cual se deduce la importancia de:
-Una higiene flsica: especialmente, hay que dormir bien.
-Una higiene psiquica: cuidar "la moral" es evimt todo lo que
supone un gasto inútil de energía
(cf. la defensa contra la "intox"),
y
también aprender
a
ceñirse a las mteas de las cuales es uno real
mente responsable.
-Una higiene espirilual: papel de la oración, papel del silencio
interior; por encima de todo,
la conse,vación del estado de gracia ...
y, para ello, hay que recurrir a los sacramentos.
No contentarse con
decir a los jóvenes:
"No participéis
en
las
manifestaciones", no vayáis a las asambleas". Sino pedirles que par
ticipen en las mteas que se imponen.
En consecuencia, organizar las misiones, los talleres, las acciones:
redacción, reproducción y difusión
de documentos; misiones de in
formación (cuidar siempre de que se hagan recortes y de que se si
gan los asuntos), misiones de -enlace, etc.
"No se expulsa más que lo que se sustituye".
H,reer hablar a las autoridades del país.
Otro
de los .principales aliados de la Revolución es el
si/encw
de
los mandos de la nación.
Ese silencio hace creer al pueblo que
está abandonado;
que las
élites pactan, o en cualquier caso que las
cosas se pueden arreglar si no se provoca la hostilidad de los nue
vos amos.
388
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
Pero los notables se callan porque están aislados. Y .porque in
cluso ellos mismos están privados de informaciones segurm.
Hay que organizat un sistema de encuentros, de citas, de deci
siones que sirva
· de
mutuo
sostén, de
información y de
decisi6n
para los vetdaderos mandos de la nación.
Es necesario que los obispos hablen. Es necesario que los alcal
des y
otras auroridades
hablen;
· igualmente, los
ex-combatientes,
los
hombres de ciencia, los magisttados, los universitarios, los jefes de
la industria y del
campesinado ...
Es preciso ayudar a descubrir qué hombres tienen categoría na
cional, con mériros nacionales suficientemente evidentes para jus
tificar que se les pida que asuman las funciones de direccióo geoe
ral y que tomen ciertas decisiones.
Hacen falta, además,
redes de
sostén, de protección
y de infor
mación.
"La paz es hija de la fumza".
Es evidente que no se encuentra la paz más que e.0: el surco de
la fuerza.
La fuerza está, en primer lugar, en las almas, los corazones y
los caracteres.
La fuerza duerme en un gran
número. de
hombres de
valía que
sólo esperan
el ejemplo de unos
pocos para manifestarse.
Búsqueda sistemática de la comun.ión social.
La Revolución es un cáncer; hace estallar las células sociales. Dis
loca
y organiza las enemistades en las familias, en los oficios y en
los pueblos.
Sus categorías de accióo son la "derecha" y la "'izquier
da"; los "ricos"
y los "pobres"; lo "'airo" y Jo "'bajo" ... Siembra
la suspicacia, la delación, la lucha.
• 389
Fundaci\363n Speiro
MICHBL DE PBNPBNTENYO
El antídoto de la Revolución es, pues, cierrameote, la caridad, con
sus aplicaciones políticas.
Es imposible vencer ese cáncer social sin una élite emrtmada,
probada y hábil eo la práctica de la caridad polltka (Pío XI).
Es una virtud específicamente cristiana, que puede salvar a las
poblaciones arrastradas contra su voluntad a las redes de la sub·
versión.
"Si hablare las lenguas de los hombres y de los ángeles, mas no
tuviere caridad, no so'Y sino un bronce resonante o un címba/,o e.s
truendóso. Y si poseyera Id p,ofecfa ... ( ... ), y si tU11iere to
eteérera" (cf. 1 Cor., XIII, 1, 4).
El catolicismo es el único remedio específico y el antídoto del
mal revolucionario,
porque únicamente
el catolicismo habla ese len
guaje. El
único lenguaje
que apacigua, fortifica
y vuelve a traet · la
amistad
social.
Cuando la comunión
social estalla, cuando las conciencias y los
nervios crujen y por todas partes cunde la desespetanz.a, no queda
otra alternativa: o tratar a la geore a la baqueta (como hacen los
totalitarios y los "contratotalitarios") o guiar a los hombres por
medio de la única voz que
supera las
mentiras
y el terror, que nun
ca tieoe palabras de división·
para los anmgonismos de casta, de
clase, de partido:
la voz del Buen Pastor.
390
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
POR
MICHEL DE PENF;BNTENYO.
«La tercera guerra. mundial se ha iniciado inmediata
mente
después de la .segunda, ha sido su relevo
desde
que
acahó, y nació en Y alta, en 1945, gracias a la debitidml de las plumas de Roouvelt y de Churchill. ( .... ) «Precisamente para evilar a cualquier precio la terce
ra guerra mtmdial, Occidente ha dejado que Je introdujera en el mundo, y ha permitido devastara y so
metiese dos docenas de países y modifkara completamente la faz de la #erra, Y a no es el momento de preguntarse c6mo evitar la tercera guer,a mundial. Pero hay que tener el valor y la lucidez de detener la cuarta. ¡Detenerla y no caer de rodillas!».
A. Soljenitsyne.
Le Monde, 31 de mayo de 19TS.
"Nosotros actuamos paso a pttro y prudentemente, le decía Al
varo
Cunhal, jefe del P. C. portugués, a K. S. Karol (ex combatiente
del Ejérciro soviético);
si nuestra experiencia trú,nfa, mañana ser
vwá
de modelo ... " (1).
Un modelo siempre merece ser_ estudiado atentamente.
Hemos. publicado
eo el número precedente de
PERMANENCES (2)
las
observaciones que hemos
hecho en
Portugal
acerca del desarro
llo
del proceso revolucionario. En él
hem?s señalado:
1)
Que el comunismo consiguió controlar la vida política
y
social porrnguesa en cinco etapas, de abril de 1974 a marzo de 1975.
(1) Intención referida por P. de Will-emarest en Monde et Vie del 21
de marzo de 1975.
(2) Permanences, núm. 121, junio-julio, «El p«!ceso r~volucionario en Portugal».
359
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE PENPENTJJNYO
2) Que la causa de la aplastante superioridad de los comunis
tas se
ha enconttado, una vez más, en la práctica de la dialéctica y
en el papel de los soviets, motores de la dialéctica.
Publicamos aquí una continuación con la conclusión de nues~
ttas observaciones. Las hemos clasificado en dos apartados:
I. Las victorias comunistas en Porrugal se han beneficiado del
efect0 de sorpresa en uo país que no esraba prepatado para las
pruebas de la guerra revolucionaria; pero la maquinaria comuoisra
y la praxis que la mueve no son, en sí mismas, menos vulnerables
y frágiles. Hay que hallar cu.:les son sus debilidades. Hay que des
cubrir sus puotos débiles si querernos
evirat la
desmoralización que
no dejan
de provocar los primerns éxitos aterradores de los araques
revolucionarios.
II. De esto se desprenden algunas consideraciones acerca de
las condiciones de una acción eficaz que
hay que
emprender
antes
de
que se insrale la "dictadura del proletariado" y acerca de
las dis
pos,iciones de un combate que todavía es posible en los comienzos
difíciles de una democracia popular .
.. . .
l. LA MÁQUINA DE GUERRA COMUNISTA NO ES INVENCIBLE-
No se ha desracado suficientemente este punto débil que hay
en la misma esencia de la guerra revolucionaria, a saber: ésra no
puede desenvolverse sin un cierto grado de desmoralización
y de
abdicación de los cuadros sociales. Todo el arte de la guerra
co
munista consiste en crear las condiciones psicológicas para esta ab
dicación. Con frecuencia los jefes comunistas han confesado su
extrañe
za por no haber encontrado frente a ellos más resistencia. He aquí
la extrañeza de Lenin:
"Si hubiera habido mil hombres decididos enfrente nuestro en
360
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
San Petesburgo, en octubre de 1917, no hubiéramos podMo hacer
nada."
Los comunistas portugueses han hecho idénticas confesiones.
Creemos de una
manera absoluta
que el
poderío ensordecedor
de
los comunistas en Portugal es el resultado de
un formidable
pá
nico de los dirigentes, producido por lo que Tchakhotine ha
lla
mado el envenenamiento psíquico:
"Y
a
es hora de
comprender que ,on po!ibles situacione, er, lar
que /a, grandes ma,a, ( ... ) pueden sucumbir a un verdadero enve
nrmamiento
psíquico en el más real ,entido" (3).
• • •
Realmente~ no nos damos cuenta de hasta qué punto los esta·
dos mayores revolucionarios tienen consciencia de su vulnerabilidad
y cuánto temen, en todo momento, que las jerarquías naturales se
sobresalten durante lo que
llaman el periodo transitorio. Conocen
mucho mejor que
nosotros la
debilidad de
su. PODER
REAL du
rante
esos largos meses de
desorden
y de demagogia que les resulta
necesaria
para hacer soportar al pueblo una vida social desorga
nizada.
Hay que comprender lo que significa, en el len.guaje comunista,
la expresión "período transitorio": es el período, muy frágil, du
rante el cual se
destruye la "sociedad antigua"
sin que todavía fun
cionen convenientemente las nuevas estructuras burocráticas y po·
licíacas.
No
olvidemos que la Revolución en Portugal es una Revolución
comunista aislada geográficamente, lejos del
gran Partido bolchevi
que y de la "protección" de sus tanques
y de sus policías. Así la
hubo ayer en Chile,
y fue un fracaso.
Hay que comprender que todo el arre de la guerra comunista
durante esos largos meses se dedica a mantener una cortina de
humo que forje la ilusión de un poder que no existe.
(3) Tchakhotine, «Le viol de les pules par la propagande politique»,
N. R. F., 1952, pág. 296.
361
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE PENFENTENYO
Es dramático que los mandos de una nación ignoren estas cosas
cuando
el enemigo tiene tal conciencia de ellas que no cesa de de
cirlas
y escribirlas en sus· manuales.
En
"Su mord :Y lt1 nuestra" (pág. 71), Trotsky escribía:
.. La lucha a muerte na se concibe sin una astucia de guer,-a; en
otros términos, sin mentira 1U engaño."
Mentira y engaño, porque la Revolución, en sus comienzos, no
puede
ganar más que gracias a un "envenenamiento psíquico" de
las poblaciones. Regert (4) lo
ha comprendido
bien:
"El vencedor es aquel que puede y quiere combatir aún, mien
tras
el adversario ya no lo quiere o no puede."
Por su parte, Van der Goltz señalaba:
"En un combate no se trata ttlnto de anular a los combatientes
enemigos como de anular JU ánimo.'·'
Así, pues, el punto de partida del envenenamiento psfquico per
seguido sistemáticamente por los comunistas (5) es la desmordiza
ci6n
de las poblaciones . . . empezando por la desmoralización de
los cuadros
naturales de
la nación .
• • •
Hay una profunda analogía entre el proceso revolucionario en
ese
estadio inicial y lo que que San Ignacio escribió acerca del com
bate espiritual En ambos casos vemos en el adversario las mismas
ilusiones, las mismas
corrinas de humo, y los mismos engaños. La
misma
debilidad ridícula en
el enemigo cuando se le resiste desde el
(4) Regert, Les force.r morales, ed. Ch. Lavauzelle, París, 1937, pág. 129.
( 5) ¿C6mo es posible que el Occidente
haya adoptado hasta ese punto
la costumbre de ceder .... ? Cedió ante Hitler en 1936, a la URSS desde hace
treinta
años .... Contestación de· Soljenitsyne: es por «la crisis de pánico por
parte
de
los dirigentes»
y su insuficiencia moral .... (léase a este respecto las
páginas
de· Soljenitsyne
aparecidas en
Le Fígaro de los días 15 y 16 de
julio
de 1975: «L'appel
angoissé de: Soljenitsyne a l'Ocddent:
l. Treinte ans
d'aveuglement. 2. La
détente n'existe pas»).
362
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
principw. La misma ferocidad cuando se cede ante él y se deja uno
embargar por el miedo. San Ignacio escribe (6):
"Es
propio de los demonios causar en las ahnas tristeza, tormen
tos de conciencia, levantar obstáculos ame ellas, y perturbarlas con
razonamientos
falsos con el fin de detener sus pro gres os."
¿Qué es, en realidad, esta "arma absoluta" de la agitación y de
la
propaganda revolucionaria
sino
el conjunto de los medios para
obtener la desmorafu:ación, el silencio, la neutralización y la elimi
nación política de
las élites sociales?
-
La
intoxicación de los valores por los cuales los dirigentes
del país deberían luchar
y exponer incluso su vida.
- La lucha morbosa sobre. el fundamento de esos valores.
-La culpabilidad ...
"Hay que llega, -dice Ellul-a que el enemigo pierda con
fianza en la justicia de su propia cau,a, d, su patria, de su ejército,
de su grupo ( ... ). Co,..,encer al hombre de que, si no él mismo, al
menos los de su bando cometen actos inmorales e injustos, y llevar
el grupo a que pertenece a la desintegración (7).
-La impresión de la soledad moral y social ... , la impresión
de que la sociedad que le rodea le reprueba (8), sin contar los
otros
subproductos
de la
desmoralización, analizados
por R. Mucchielli
(9):
(6) San Ignacio de Loyola: Discernimiento de las mentes, segunda
regla.
(7) Jacques Ellul: Propagandes, Armand Colin, 1962.
( 8) El ejemplo alemán de julio de , 1932 muestra, por su parte, que el
triunfo de las revoluciones comienza por
la derrota espiritual de los que de
bían custodiar las poblaciones. Hitler quedó sorprendido por la falta de re
sistencia a sus golpes de bluff. Tchakhotine ha explicado· así el fenómeno:
«La depresión azotaba a las organizaciones obreras. Todo el mundo parecla
paralizado
(
... ).
La depresión se manifestaba de forma tan intensa que se
observaban
sus ·efectos psicológicos inmediatamente (
... ). El caos
y el pánico
reinaban
en
todas las organizaciones centrales (
... ).
Ya no
se
hablaba de
proyectos de acción, se
limitaban
al intercambio Je notkias, de opiniones y
de hipótesis» (op. cit., pág. 411).
(9)
R. Mucchielli en su notable folleto de análisis técnico: La subver
sión,
Bordas, 1972, 100 págs .. (actualmente agota.do). Véanse recogidos en las
Ilustraciones con recortes de periódicos de VERBO, núm. 133-134, págs. 582
363
Fundaci\363n Speiro
MJCHEL DE PENFENTENYO
el ridículo, la irrisión, la falta de lógica, la impresióo de que la lucha
es inútil, la persuasióo de que el enemigo .es invencible, de que está
seguro de
su victoria, decidido a todo.
Baschwitz ha creado la
expresión de "pánico
mudo'' para
de
finir la forma de miedo colectivo que se apodera de
las poblacio
nes cuando se sienteo
abandon.das por sus jefes naturales.
"En esta .situación se puede ver cómo asambleas y comisiones
toman decisiones asombrosas o innobles a poco que les sean suge
ridas por cualquier personaje aliado de los terroristas."
Una reflexión seria sobre este aspecto fáctico de la Revolución
nos parece indispensable. Se hará un
gran progreso el día en que
todo titolar de autoridad privada o pública se
·haya enterado
de
que al fin y al cabo hace
falta poca cosa para impedir que ope
re la máquina de guerra comunista.
Esa poca cosa es de esencia
moral y espiritual: esa poca cosa es el valor de desgarrar la cortina
de mentkas y de engaños sin los cuales el comunismo ya nada puede.
Hay que conocer, además, los puntos débiles de las revoluciones
comunistas
para saber
por
dóilde son vulnerables.
Durante decenios, el Occidente liberal
y sibarita ha sido me
cido por las propagandas tranquilizantes; se ha dicho y repetido
que el comuoismo no existía más que en la irnaginacióo enfermi
za de los "conservadores retrasados". No se creía que en él exis
tiera
un
"Archipiélago Goulag".
De repente, el Occidente se ha
despertado a
la realidad.
Se dibuja el peligro inverso: pasar súbitamente de la inconscien
cia tranquila al
alocarniento.
Auoque permanezca vigente el deber
de dar a conocer
el in
fierno comunista
y sus métodos de conquista, es quizá todavía más
imperioso dar a conocer sus debilidades
y defectos.
Si no se
perfeccio=,e más
que el arte de dar a conocer el ho
rror comunista, se acabará por facilitar SU estrategia consistente en
inhibir, aterrorizar y neutralizar.
a 600, algunos de los textos más salientes de este estudio ( adición del tra
ductor).
364
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
Convendría que los numerosos especialistaS en subversión die
ran
ejemplo,
y que, de aquí en adelante, la literatura antisubversiva
se
dediq,.ra a examinar los
fallos y debilidades del comunismo;
fallos
y debilidades que, una vez conocidos, permitirán elaborar una es
trategia y unas técnicas de combate espiritual y cultural, social y
político ...
• • •
Hemos clasificado en cuatro categorías las dificultades princi
pales que hallan los
comunistaS en
Portugal. Como vamos a ver, esas
dificultades convergen sencillamente en la resistencia de lo
real,
desde el momento en que la ideología contra natura de los comu
nistas se mide con él.
l. La alergia de las poblaciones respecto del oomuniemo,
El primer fallo, verdadero defecto en la pesada coraza comunis
ta, es, sin ninguna duda, la incompatibilidad de humor que separa
las poblaciones del comunismo. Decimos bien, las
poblaciones y no
las masas; las poblaciones, consideradas en su contexro natural y en
sus reales comunidades de vida.
Hemos sefialado en otro lugar (W) la
resistencia pasiva de las
poblaciones de los pueblos, de
las fábricas y de los barrios al es
fuerzo de educación democrática que les piden los soviets. He ahí
una primera línea de resistencia sobre la cual la acci6n ideológica
de los comunistas fracasa. Este hecho es capital. Revela hasta qué punro
rodo se
juega en
una
cuestión de
mandos sociales. Esta resistencia pasiva ya había
planteado un problema
terrible a
los soviets rusos. Recordemos la
dramática soluci6n impuesta
por Stalin y la liquidación de los Koulaks
como clase social,. Esta resistencia está en trance de plantear a los
comunistaS portugueses un problema análogo (con la diferencia de
que Portugal es
más rico en clases medias de lo que lo era Rusia).
(10) Cf. Permanences, núm. 121.
365
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE PENFENTENYO
Por eso, la "dictadura del proletariado" se encuentra ya en Por
tugal en los limites del dilema que han conocido Lenin y Stalin:
¿hay que proseguir el ensayo de instauraci6n de la "democracia
po
pular" en la anarquía y la demagogia ... , es decir, en la descompo
sición del
país .•. ?, ¿o hay que-dar a la Revolución ese carácter te
rrorista que organiza
la "purificación socialista" por medio de la li
quidación física
de sus oponentes
y la apertura de campos de con
centración
para los sospechosos?
Es un
problema difícil para un Partido que dispone de un nú
mero restringido
de mandos
calificados.
¿Cómo, pues, los mandos naturales del país no ven sus posibi
lidades y sus oportunidades? Si
la "resistencia pasiva" del rebaño,
incluso carente de encuadramiento, pone a los lobos en tales dificul
tades, ¿qué no harían si los pastores dieran
la cara?
"Vosotros en üsboa -decía un campesino del norte-, habéis
encadenado
a los pe,ros 'Y habéis soltado a los lobos". Este campe
sino ha
resumido en pocas palabras la exacta verdad: este drama re
volucionario es
una cuestión
de valor de los pastores frente a los
lobos.
2. La desintegración del ejército.
Este es el segundo fallo de la coraza. Explica la ansiedad de los
comunistas durante
"el período
de
transición".
Ofrece
un vasto campo de posibilidades de acción,
en el país
real,
a los hombres que no se hao dejado intoxicar y que han sabido
guardar de
algún modo los poderes locales.
Porque ya no hay más ejército en
Portugal; se
reconocen en él
los mismos des6rdenes que conoció Rusia en
1917.
Los comités de soldados y los soviets en la jerarquía militar han
sido
considerados como una etapa para transformar
el "ejército
burgués" en "ejército del pueblo". Y esto se hizo ...
tan bien hecho que la explosión de la autori
dad en todos los nive1es se
ha propagado en cadena, y que en se
gnida no hubo ni siquiera un "ejército del pueblo" para asegurar
la seguridad del "orden popular".
366
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
Y a se sabe c:ómo Lenin resolvió el problema: creando un ejér
cito nuevo, el Ejército Rojo. Este, obra de Trotsky, estaba llamado,
junto con la policía bolchevique, a resultar el instrumento del terror
sangriento que, durante
largos años, permitió a los soviets poseer las
"democracias populares" y cincuenta años más tarde, aplastar con sus
catros y cañones las veleidades populares de liberación.
¿Cómo va a resolver Portugal el problema que le plantea, también
allí, la desintegración de su ejército? Es demasiado pronto para de
cirlo. Pero es seguro que el
actual ejército portugués es incapaz de
asegurar al
nuevo régimen esa protección. Si mañana se produjera
un enfrentamiento armado entre "socialistas" o "izquierdistas"
y
"moscovitas" (las milicias obreras están armadas y "a la izquierda"
todo el mundo tieoe armas), parece poco probable que el ejército
portugués estuviera en condiciones de
"restablecer el. orden".
En este punto son unfuiimes los testimonios de todos los oficia
les, de
todas las teodencias, grados y armas de Portugal. Todos com
prueban que
la unidad, la disciplina
y la jerarquía en los ejércitos
están muy
cerca del cero absoluto.
Incluso el general
Otelo Carvalho, sieodo jefe del COPCON
( que recogió concieozudameote las unidades escogidas cuidadosa
mente
para asegurar la cobertura del régimeo), había confesado a
Jean Pouget (de
Le Pigaro):
"En algutlds de eJttJS unidade, la
deJidia es tal que evito tener
que '""""
a ella.r para intervenw en la calle" (11).
En Lisboa se dice con frecuencia: tal regimiento es maoista, tal
otro del PCP, ral otro trotskista, o anarquista ...
El
general O.
Carvalho le
dijo,
ademiis, a
Jean Pouget:
"Lo, partidos políticos han abusddo de la libertdd infiltrándo,e
en
el ejército, partJSitando las unidades, com1mpiéndole en la ba,e
con reivindicaciones demag6gica, y dividiéndonos".
La desintegración del ejército portugués es, pues, completa.
Esto también forma parte de lo real ... Una realidad ante la
cual
los comunistas no tienen otra salida que la que antaño obligó a Lenin a crear el Ejército Rojo ...
La fantasmagoría de las "mentiras
(11) Le Figaro, 15-16 de marzo de 1975.
367
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE -PENFENTENYO
y de los engalios" no bastará indefinidamente para asegurar la se
guridad del
régimen contra la
agresión .. . de los izquierdistas,
por
ejemplo.
Hemos aludido a un eventual
enfrentamiento entre
los comunistas
y los izquierdistas. Hay que detenerse un instante a considerarlo por
que la contestación llevada a la
retaguardia del
aparato P.
C. P. -
M. F. A. constiruye una tercera categoría de puntos débiles comu
nistas.
3. La amenaza de anarquía y las rivalidades izquierdistas.
La rivalidad de los izquierdistas y los moscuteros no es una ba
gatela en la historia -bolchevique. Es inherente a la fragilidad inter
na de la unidad central del Partido. Lenin, desde 1920, forjó la pa
labra
izquierdiJmo para hablar de la enfermedad del comunismo.
El Partido moscovita ha estado constantemente amenazado por
· los riesgos
de estallido de esa
· unidad
central,
y molestado por las
rivalidades pujantes de
los izquierdistas. Sólo ha podido sslir de esa
situación por un
refuerzo, cada vez
más feroz, de la burocracia y de
sus medios de espionaje y de coerción. Las luchas internacionales para .eliminar a los
"falsos revolucio
narios": anarquistas, izquierdistas, aventureros, ... llenan· la historia
del bolchevismo de episodios saogrientos. La eliminación de Trotsky
fue el más característico del •·realismo"· moscovita.
Trotsky escribió:
"Así se explica la detrotá de la insurrección búlgara y la reti
rada sin gloria
de los obreros alemanes en 1923; el fracaso de una
tenttdwa de sublevación en Estonia en
1924; la pérfida líquidaci6n
de la huelga general en Inglaterra
y la conducta indigna de los co
munistas polacos después del golpe de fuerza de Pi/sud.ski en 1926;
la espantosa derrota de la revolución china en 1927; las derrotas aún
más graves que siguieron en Alemania y en Austria. Estas son las
catástrofes históricas que han
arruinado la confianza de las masas
en la revolución mundial
y permitido a la burocracia soviética ele-
368
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
v<11se cada vez más '11,ta como un fMo imücatwo del cammo de
sál,vación"
(12).
¿Acaso la Revolución en Portugal vendrá a ser una excepción en
esta terrible "ley
histórica" del
desarrollo comunista?
Mientras tenían que
luchar juntos
contra
el orden antiguo, y
se necesitaban mútuamente para eliminar a los aliados de ayer, los
moscuteros y los izquierdistas estaban relativamente a
partir un piñón.
Ahora tienen que
eliminar a
los
socialistas. Así es que dutante
algún
tiempo no será probable que su
alianza plantee
problemas
graves.
Pero, ¿mañana?
No hay que olvidar que en el origen de la Revolución del 25
de abril hubo mucho más de fenómeno
anarco-izquierdista que
de
"golpe"
preparado deliberadamente.
No olvidemos que
el "detona
dor"
de los acontecimientos
fue un d=eto modificando las condi
ciones de promoción de los oficiales. Cerca del 80 % de los oficia
les subalternos en situación de actividad eran oficiales de comple
mento (los milicianos). Esos jóvenes universitarios-oficiales, salidos
de las universidades con un espíritu izquierdoso (o poco menos) for
maban dentro
del ejército el
encuadramiento directo
de la
tropa, y
se encontraban mucho más próximos, psicológicamente, al espíritu.
antimilitarista del contingente que del espíritu tradicional de los oficiales de carrera. A la
primera embestida
contestataria este
encua
dramiento
subalterno se interpuso entre la tropa
y el mando, aisló
a éste e hizo causa común con el contingente.
Por ello, las organizaciones izquierdistas conservan profundas
raíces en el Ejército.
Desde este punto de vista,
el análisis que hace el periódico iz
quierdista
Liberadon (21 de febrero de 1975) nos parece bastante
exacto:
"El movimiento de estos oficiál,es, en rebeldía contra la auto
ridad militar y pol#ica y desconfiando de los estados mayores, es un
movimiento de
la base cuyas estructuras se parecen más a las del
{12) La revolution trahi3 págs. 108-109,
Fundaci\363n Speiro
MJCHEL DE PENFENTENYO
movimiento del 22 de marzo y de sus comités de acción de mayo
del 68, que a la organización de un estado 'ITUl'JOr golpista".
Todos estos hechos contribuyen, sin duda, a formar un clima
terrorista y mantienen una cierta psicosis de naufragio universal
irreversible (13). Sin
embargo, si
se miran las cosas más de cerca,
es muy cierto que semejantes siruaciones anarquizantes, cada vez
más odiosas a los ojos de la población, poddan contribuir a recons
tituir la unidad nacional, si unos notables del
país, que impu
sieran su prestigio
pot los indiscutibles servicios prestados, hicieran
oír a tiempo su voz y constituyeran la autoridad directora, sin la
cual los más vivos impulsos del patriotismo caen pronto en las con
tradicciones
y en el agotamiento.
4. La desintegración de la economía.
Si concretáramos mejor hasta qué punto resiste lo real, compren
deríamos mejor la
extrema perplejidad
de los jefes comunistas.
La colectivización sistemática inmediata
y general había condu
cido
al caos a la Rusia soviética.
El
Gobierno, sorprendido por la amplitud de la desorganización
económica, fue incapaz de "conducir la evolución". Las autoridades
locales no sabían
qué era
lo que
se les
exigía. Faltaban aprovisiona
mientos en las ciudades. Para evitar lo peor, hubo que confiscar el ganado en
gran escala. La burocracia saqueaba los campos, escribió
después
Trotsky ...
Y
Andreev, miembro del Comité Central en el Congreso de
Moscú en 1930, escribía:
( 13) Por otra parte, la anarquía no · cesa de agravarse sobre todo el
territorio portugués. Los izquierdosos toman posiciones en todas partes donde
pueden
y como pasa siempre en las primeras fases revolucionarias, que pre
ceden a la reacción «termidoriana», las bandas incontrolables no toman un
respiro de descanso, porque están cubiertas por
el intocable engaño de la
«espontaneidad popular»:
ocupación de locales vacíos o insuficientemente
ocupados, instalación de hospitales
y maternidades de campaña, bajo el im
pulso de la L. U. A.
R. (Liga de Acción Revolucionaria), conversión de las
empresas pequeñas o medianas
al .régimen de autogestión, etc.
370
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
"La colectwización completa ha sumergido la economía en una
miseria
como hacía tiempo no se había visto; fue como si ,ma guerra
de tres años hubiera pasado por allf'.
Trotsky añadiría:
"Hasta entonces jamás el hálito de la muerte había flotado tan a
ras sabre
el territorio de la Revolución de Octubre como durante los
años
de la colectivización completa.
El
descontento, la inseguridad y
la represión desgarraban el país ...
"Las PÉRDIDAS DE HOMBRES -por hmnbre, frlo y a consecuer,
cia de epidemias y de la represión-
no han sido, desgraciadamen
te, registradas con tanta exactitud como las pérdidas de ganado, pero
se cifran también en MILLONES ••• (14).
"La lucha a muerte con· los innrnnerables robos de las cajas de
los
kolkhoses
y el disimulo de esos robos, LA MOVILIZACIÓN PURA
MENTE MILITAR para combatir el sabotqe de los kouleks ... (15) y
al mismo tiempo
el retorno al sistema de las cartillas de raciona
miento,
de las raciones de hmnbre y, finalmente, el establecimiento
de los sa/.voconductos ... ", etc.
Este cuadro de la desorganización económica rusa explica el
cuidado que ponen los comunistas en Portugal para que la colecti
vización sea
prudente
y progresiva. Han hecho todo lo posible para
tranquilizar incluso
a
. las sociedades anónimas y a los inversores.
Pero no pueden
"hacer la revolución" sin instalar el "poder popu
lar", es decir, sin los
soviets .. Es por ahl por donde la desintegración
económica sigue en Portugal
el· ejemplo
ruso.
Lo sigue más despa
cio, pero realmente
(lo sigue más lentamente gracias, especialmen
te, a las importantes
reservas de divisas dejadas
por
el antiguo ré
gimen).
Los estudios que se han hecho sobre la desorganización de
la
economía portuguesa
se parecen mucho, incluso en las palabras,
a las
descripciones de '.trotsky.
Un observador escribe (16):
(14) Subrayado por nosotros.
(1') El subrayado es nuestro.
(16) Documento del U. N. l. (Unión Nacional Inter-Universitaria, 2,
rue Fr. Salieres, 44000 Nantes).
371
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE PENFENTENYO
"La destrucl;Í6n de la econamla es sistemática, y todo descansa
en la amenaza y la intimidación
(
... );
se deja ocupt1r tal empresa o
tal explotación 'Y se acusa a sus responsables de no wver#r. Esto se
considera como un sabotaje (
... ). Los
trabajadores de tal localidad
atacan a tal agricultor porque enüerra unas "hierba,'º
que según
ellos deberlan dedicM'se a pienso ...
,
sabotaje. $in eembargo, este agri
cultor no hacia
más que enterrar un pienso verde ( ... ). Tal empresa,
que tiene que exportar un concentrado
de tomate, no puede hacerlo
más que a un precio inferior al del ejercicio anterior porque la de
manda ha bajado. Esto
se considera como una subfacturadón, lo que
equwale a una exportación de capitale:r
.
. .
Crimen"".
"Un agricultor, a fin de diciembre de 1974, tenla su ganado mal
alimentado ... ; sabotaje. El sindicato fue a confiscarle la totalidad de
su ganado para transportarlo a una propiedad ya ocupada ( ..• ) ".
Se podrían multiplicar hasta el infinito los ejemplos similares.
Hay sectores
enteros de
la
economla que están arruinados. Cincuenta
mil mandos intermedios de empresa han huido a,l extranjero, y unos
diez
mil más están en la cárcel. Se calcula que doce mil empresarios
han sido "saneados'" (depurados), El paro sobrepasa la cifra de tres
cientos mil obreros.
El resultado es· sencillo: en Portugal ya no se trabaja. El déficit
de la
balanza comercial es de 50,25 billones de escudos para el ejer
cicio de
1974, y este déficit se agrava cada día.
Después de haber roto
la economía y vaciado las cajas, el Par
tido Comunista Portugués no
tendrá ya salida. ¿Qué sucederá en
tonces?,
-¿las "democracias liberales" van a pagar la factura y a sacar
a flote a Portugal?,
-¿las "democracias populares" salvarán la Revoluci6n. portu
guesa?
En todo caso,
los plaros se cumplen. Los plazos de la realidad.
De una realidad que nunca se somete a las locuras de la utopía co
munista.
372
Fundaci\363n Speiro
---- --------------------
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
ll. CONDICIONl!S DE UNA ACCIÓN EFICAZ EN TIEMPOS
DE
REVOLUCIÓN.
Resistir firmemente en la J11cfu contra el mal.
No admitir jamás compromisos.
Preferir perderlo todo, vida, saJirio, condiciones
de
exis
tencia, antes q11e sacrificar la propia concienciá.
A.
Soljenitsyne.
No se trata de facilitar aquí un estudio completo y preciso en
todos sus
puntos de
las condiciones de una resistencia eficaz y de
una reconquista social de la lucha contra la Revolución.
Existen estudios generales a los que hay que volver; la resisten
cia y la reconquista presuponen unas minorías selectas formadas so
brenaturalmente:
hay, pues, que volver a estudiar el "'Pour Qu'il
Regne'"
de
Jean Ousser. Esas minorías presuponen una doctrina de
,u:ción política: hay que volver a estudiar el manual ., Action·· de
Jean Ousset.
Oaro que
después
hay que ejercitarse en discernir los focos de
desintegración. Pero
es mucho
más importante aprender a discernir
los elementos de vida y de progreso según los cuales se puede actuar.
El
gran error de los métodos empleados generalmente en los com
bates
"'anti-comunistas" ha radicado en que se ha recurrido a toda
clase de procedimientos, más o menos admisibles, pero casi siem
pre
extrttfi()s a las energías naturales de los municipios oficiosos, em
presas, escuelas, agrupaciones de campesinos, obreros, artesanos, etc.
Sin embru:go, en estas comunidades es donde se hallan los re
medios específicos
y la energía vital para la resistencia al comunis
mo. En ellos hallarnos las jerarquías sociales elementales, qne emer
gen frente a la
masificación. Se
encuentran también
las solida
ridades
orgánicas que
se forman frente al mito de
la solidari
dad proletaria.
También se encuentra en ellas una relativa estabili
dad social, que se
opone al desarraigo socialista. En ellas se halla
uno más cerca de las personas reales, de las que tienen que defen
der, como decía Peguy,
su hogar, y los pobres homwes de ltn casas
$0/ariegas.
En una palabra, allí se encuentran las últimas reservas de
• 373
Fundaci\363n Speiro
MICHBL DE PBNFBNTBNYO
amor de los seres y de las rosas sin los cuales los individuos nau
fragan en seguida en la apatía
y el gregarismo de los desheredados.
Ahí está el problema central de la lucha real contra el comunis
mo: se
trata, no
tanto de suscitar uoas fuerzas artificiales contra los
artificios del
enemigo, como de
reforzar o
reconstruir una comu
nión social resistente a la
práctica de
la dialéctica.
Como la comunión
social comienza en las comunidades restrin
gidas, de ello se deduce que la vetdadera acción de salvación pública
debe
organizarse en
primer lugar en las comunidades restringidas,
ha de
arraigar en ellas, alimentarse en ellas y tomar de ellas el prin
cipio permanente de su energía.
·
Lo que produce la dislocación de las comunidades humanas es
el
absentismo de los dirigentes
y de sus jefes. Los patronos que han
dejado ya de compartir las penas de sus hombres y el destino de sus
obreros se
hacen indiferentes
y naufragan en el desprecio de sus
gentes.
En las comunidades militares pasa Jo mismo: generalmente,
los
motines no se
producen en
momentos de peligro bajo el fuego
enemigo, sino en la monotonía de la vida de guarnición cuando
los
oficiales dejan de vivir con sus hombres. Por todo eso se puede adivinar lo que podría ser una lucha anti
subversiva realmente curativa: debe de
estar basada
en un refuerzo
de la comunidad social, y no en la cirugía, o en todo caso, en la me
nor cantidad posible de cirugía.
Este principio
director constituye una
. clave
para enjuiciar cier
tas reacciones-tipo que
aparecen periódicamente
en el enloqueci
miento de los combates
antirrevolucioaarios. Se les vuelve a encon
trar en Portugal como ya se les ha conocido desde hace cincuenta
años en varios puntos del mundo;
todas se derivan de la negativa
común a empezar
por las comunidades de destino.
Las hemos clasificado en cuatro tesis típi=:
-
la
tesis de la emigración
y del "ejército de liberación",
-la
tesis del
contraterrorismo,
-
la
tesis de la adaptación al nuevo
régimen,
-la tesis del repliegue a lo puramente sobrenatural (tesis ve-
cina de la no-resistencia, o de la no-violencia).
374
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
1) Tesis de la emigración con intención de formar en un país
vecino un "ejército de liberación".
Esta concepción _no es absurda ni en sí misma ni por principio.
Estriba en el principio, excelente, de que las naciones son in
terdependient.es en su paz. El triunfo de la Revolución en un país
destruye un equilibrio y una armonía generales. En función de esta
verdad, Pío XI envió un nuncio a Burgos desde el comienzo de
la
guerra, cuando aún no estaba definida la suerte de las armas ... (16 bis).
Igualmente, Pío XII ha recordado al mundo que la violencia sovié
tica contra los húngaros en 1956 hubiera justificado, en otros tiem
pos, una cruzada
militar de las naciones libres.
No es, pues, a nivel de los principios generales donde una idea
de una emigración con vistas a una reconquista levanta serias di
ficultades.
Es a nivel del realismo específico en tiempos de Revolución. Y
esto por tres razones principales:
P,-imera.-Es vana la esperanza de poder formar un "ejército de
reconquista" sin un mínimo de consenso internacional. Pero es que
el consenso internacional no es hoy en día particularmente favo
rable
a este tipo de operaciones. (Basta recordar la cantidad de
ge
nocidios
perpetrados desde hace cincuenta años sin que la "con
ciencia universal" haya encontrado contra ellos nada que aposti
llar.) ••. Hay que contar con la virulencia del consenso revoluciona
rio que no dejaría de desencadernarse, incluso en la prensa "liberal",
contra el infame agresor "fascista criminal" que se atreviera a so-
correr a un pueblo víctima del comunismo. ·
Este
hecho es
tan real que España no ha creído oportuno "mo
ver un dedo" por Portugal a
pesar de un tratado particular suscri
to hace unos treinta afios (tratado que autoriza a una de las nado-
(16 bis) El Nuncio presentó sus credenciales el 19-X-37, es decir, dos
días antes del finai de la Campaña del Norte y 456 dfas después del co
mienzo de las hostilidades (N. del T.).
375
Fundaci\363n Speiro
MlCHEL DE PENFENTENYO
nes a penetrar en la otra para restablecer el orden en caso en que
esta
última sea víctima de una "B'""Sión revolucionaria) (16 ter).
Segunda razón.-El carácter propio de las revoluciones mo
dernas.
La revolución empi= con la ruptura entre los dirigentes de
la nación y las poblaciones.
La emigración de los dirigentes no puede sino agravar esta dia
lectización: los
emigrados, cualquiera que
sea
el motivo principal
de su éxodo, resultan siempre sospechosos a los ojos de las poblacio
nes. Se piensa que
si se han marchado es porque algo tendrán que
esconder o porque sus principales intereses económicos están en el
extranjero. Y
cuando la crisis económica empiece -porque su ad
venimiento es inevitable en los regímenes revolucionarios-, no
costará
ningón trabajo
hacer responsables de la misma a los diri
gentes que se han marchado ... Por otra
parte, la
emigración acarrea rápidamente la deformación
de los juicios del
emigrado. Privado
de toda comunicación con sus
compatriotas, lejos de los peligros que son
el hacer diario de los que
se han quedado en
el país, el emigrado cae fácilmente en los erro
res del desarraigado, amenazado alternativamente por la périda de
la esperanza o
por el
"golpe de
fuerza", huérfuno de
ese sentido ma
tizado de lo posible que sólo se revela en quienes peremanecen
arraigados en su patria.
Trecera razón para rechazar la tentación de emigración.-Pavo
rece la desintegración social, y entrega a las poblaciones al terroris
mo totalitario. Contribuye a
transformar un
pueblo
todavfa organi
zado en
una
masa ciega.
Por otra
parte, ésta es la razón por la cual
los comunistas de Portugal más bien han facilitado
las salidas de los
dirigentes del país, como en 1792 en Francia, los Jacobinos favore
cieron
la salida de los emigrados (17).
(16 ter) España no fue requerida por Caetano. En cambio, Salazar la
requirió cuando Galvao se apoderó del buque Santa María, y Espafi.a envió
el crucero Canarias (N. del T.).
( 17) Cfr. Joseph de Puisaye: Memoires de J. de Pufraye, libro V, pá·
gina 9.
376
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
Joseph de Puisaye, último general de los ején:itos católicos del
Oeste, ha escrito en sus memorias unas observaciones severas respec
to del "Ejército" de emigrantes. Se aplican tan bien (ajustando las
cantidades) a la actualidad portuguesa, que vamos a transcribir los
principales
párrafos:
"Ciertamente,
si
este
magnífico ejército
de
emigrantes que ha
sido tan miserablemente dispersado
( era de más de treinta mü hom
bres) hubiera permanecido en
el interior del reino -porque de
ninguna manera comparto la opini6n de quienes a-een que entran
do él s6lo hubiera obtenido éxitos decisivos-; si,
como digo,
cado
gentühombre hubiera permanecido, bien
en su puesto en el ejér
cito, bien en sus fincas, y ahl hubiera contado con un cierto mime
ro de soldados o de habitantes, que se hubieran fácümente decidido
a segui,/e,
no
se puede
dudar de que los Prlncipes franceses hubie
ran
tenido en muy poco tiempo a su disposición un ejército pode
roso,
cuya cuantla no exagero si la eval,úo en un mül6n de solda
dos.
En
lugar de esto, esas gentes, carentes de jefes, de consejo y de
gulas, han sido arrastrados, atados de pies y manos a los ejércitos
del comité de
salvaci6n pública; y pronto situados entre el temor de
las venganzas -de quienes hasta ese momento hablan sido sus guías
natural.es, y
la violencia de quienes les hablan sustituido, forzados a
combatir contra sus sentimientos 'Y contra sus opiniones, no han mos
trado en ello sino más coraje, porque estaban espoleados por la des
esperaci6n.
"Si al.gunos gentilhombres aislados en el Poitou, en Bretaña y
en Anjou consiguieron su-cesWamente poner en pie tJ más de qui
nientos mil hombres, ¡qué no hubieran hecho todos los miembros
de
la nobleza francesa, repartidos en todas las provincias y dirigidos
por
los mismos consejeros!
"Se ha replicado que aislados y dispersos, expuestos
a
las trai
cioneI y persecuciones, hubieran sido asesinados inútümente, ellos,
sus mujeres y sus hijos ( ... ). Pero la posterioridad ha probado que,
si se hubiesen entendido p,,,-a combatir en el interior, ni la mitad
de los que cayeron hubieran perecido en las hombles carnicerías en
que fueron degollados
sin poder defenderse. Porque como la fero
cidad
no es más que una modificación de la cobardla, se ha notado
377
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE PENPENTENYO
que en los p,nses sublevados mientras esttwieron bajo las armas, los
momtmos que se ¡ugaban las vidt,s de sus propias famJlias, siem
pre comm,aron algunas atenciones para
las familias y los bienes de
los jefes de quienes tenian que temer justas represalias" (18).
Esta página admirable es muy actual. Soljenitsyne no ha dicho
otra
cosa.
Los mandos y los dirigentes de un país que han disfrutado du
rante generaciones de los privilegios de
la fortuna y de su rango
social, ¿acaso no deben, en correspondencia, estar prontos. para de
fender a las poblaciones, aun a riesgo
de sus
vidas, cuando la patria
ha sido entregada a los furores de la subversión? El deber específico de los mandos sociales
en tiempos
de
revo'
lución
consiste en
hacerse como
"peces en el agua" en
medio de
su
comunidad natural, en correr los mismos riesgos que ella, en
compartir
las mismas penas, en asumir fas funciones de protección,
ariimaci6n y direcciólL
¡La Revolución tiene una-gran n~sidad de que los jefes apa
rezcan como
ventajistas,
acaparadores, egoístas
y libertinos, encasti
llados en sus privilegios y en su
fortuna!
Por
el contrario, no hay mejor manera de desmontar
la mentira
revolucionaria y de destruir
-sus
propagandas que
probar con
hechos
evidentes que hay
élites sociales
que colocan el
interés y la seguri
dad de las poblaciones
que les han sido ronfiadas por encima de sus
-ventajas
y de sus privilegios personales.
Porque hay que contar
con: las disposiciones secretas de la in
mensa mayoría del pueblo. Incapaz, cuando
esrá aislado, de resistir
al desencadenamiento de
la demagogia, el hombre de filas hace cau
sa común con el
poderoso de
cada día, con
la esperanza de salvar su
tranquilidad. ¿Cómo reprocharle esto cuando sus jefes le han dado
ejemplo de abandono, cuando la única diferencia entre la cobardía
plebeya y la de los jefes estriba en los
medios de fortuna que han
permitido a los segundos salvar sus preciosas personas y sus bienes
lejos de
la tormenta, mientras que los primeros están físicamente
prisioneros de los agentes revolucionarios?
( 18) J. de Puisaye: Op. cit., pág. ,4.
378
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO;
A esto se replica que el foodo de honestidad, de valor y de res
peto
a los valores sagrados está tan herido por ttes generaciones de
laicismo que
las "disposiciones ocultas" de la mayoría de las pobla
ciones
se ioclinan más
bien a la izquierda.
No
lo creemos. Son demasiadas las mentiras, los artificios y el
terror movilizados pata hacer creer al pueblo que "está a la iz
quierda", de
ta!l manera que, por el oonrtatio, prueban que las dis
posiciones ocultas son mejores de lo que hacen creer las
urnas elec
torales.
Dos factores pueden salvar a ese pueblo:
La ferocidad de la Revolución cuando se revela tal cual es: por
que los ataques abiertamente dirigidos
contra el derecho de
gen
tes, el orden moral
y la religión, oonttibuyen cada día en el Portu
gal de 1975, tanto romo en Francia del Oeste en 1792, a abrir los
ojos de
la. mayoría.
El
instinto natural, que lleva a las poblaciones hacia los hom
bres que se distinguen por sus servicios personales, su
desinteerés y
su
autoridad social y moral (19). Cuando la Revolución arrasa
las solidaridades sociales, cuaodo
la autoridad enmudece, cuaodo se rompen los lazos civiles, políti
oos y religiosos, cuaodo
cada ciudadano ya no encuentra apoyo más
(19) Aquí, nuevamente, el testimonio de J. de Puisaye es muy valioso:
«Las disposiciones del pueblo de las provincias en la época en que la asam
blea &on1tituyente terminó SIIS sesiones eran tales, que si no hubiera tenido
Jugar la emigación, no solamente los municipios, las administraciones de los
distritos y de los departamentos, sino aun también las asambleas electorales,
hubieran reunido una mayor/a
numerosa Je nobles y de eclesiásticos. Y nadie
ignora que incluso, en
la forma
que estahan las cosas, en casi todas partes
se ofrecieron los puestos o
se destinaron preferentemente
a los miembros de
las dos órdene.r
y a personas respetables de la tercera, que, engañadas por
ese
pernicioso sistema
de
inacción que se
les
presentaba como un deber y
un mlrito, contribuyeron,
con SIi ausencia o por su negativa a tomar parte
en
las deliberaciones públicas, a
la
formación de
esa
Asamblea Legislativa
que pronunció
la aholición de
la
monarqula, que provocó las matanzas en
las cárceles, que familiarizó
al populacho con la sangre y que entregó a
Lllis XVI a los verdugos que
le
reemplazaron ( ... ); el pueblo no puede ser
abandonado
largo tiem[io a si mismo, 1lecesita gulas» (Memorias, libro V,
pág. 62).
379
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE PENFENTENYO
que en sí mismo, entonces ha llegado la hora de que un pequeño
número de jefes
naturales se
atrevan a ser los primeros en
dar
ejemplo.
2) La tentación del contraterrorismo.
Hitler escribió en Mein Kampf:
"El terror en el taller, en la fábrica, siempre tendrá pleno éxito,
hasta que otro terror igual
le
salga
al paso".
Aunque este argumento de Hitler puede parecer simplista, sin
embargo,
no deja de
repetirse hoy
en día en muchos ambientes
que
serían
los primeros en sorprenderse de que su concepción
hubiera
sido
compartida por un predecesor tan ilnstre.
El contraterrorismo se define como una contrarrevolución que
consiste en combatir la Revoliici6n con sns mismas atinas (20); sus
acciones están calcadas en el mismo esquema de las acciones terro
ristas: tratan de que reine la inseguridad, para "hacer saltar el dis
positivo
de la legalidad que juega a favor
de los terroristas, porque
no es adecuado"; tratan de
cog"!' rehenes,
de organizar represalias
y
de golpear duramente al enemigo para sembrar el terror en sus filas ..
Este contraterrorismo se dirige generalmente a las poblaciones ino
centes
en función de su sumisión al control enemigo y de su
inclina
ción
a colaborar con él; por su misma lógica,
el contraterrorismo se
ve así arrastra.do a dañar, más o menos arbitrariamente, sin posibi
lidad de medir la objetividad moral de sns acciones.
Esta concepción
ha aparecido frecuentemente en la historia, ett
el
momento en que la
población se ha sentido abandonada de sus
jefes naturales y
entregada a la acción
del terrorismo revolucio
nario.
Hay que distinguir el contraterrorismo de las acciones de "jus
ticia supletoria" que
ha conocido la historia, por ejemplo, con
loo
(20) No abordamos aquí el problema de fondo de la violencia legítima~
Remitimos a «La Guerre, J'armee, Ja nation» ¡,ar Andre Roche et Jacques:
Regnier.
380
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
caballeros de la Seinte Vehme (21). Esta justicia supletoria, para ser
legítima debe de ser verdaderamente una justicia (22), ha de res
ponder a criterios objetivos, ser
practicada por
hombres de valor
moral probado, obedientes a un orden jerárquico, subordinado al
bien fundamental de la nación, y que no pretenden más. que restable
cer el funcionamiento normal de las instituciones legitimas. Semejantes acciooes pueden ser
motalmente admisibles y social
mente saludables, si resulta comprobado que las instituciones lega
les de la policía
y de la magistratura están corrompidas, conquista
das por el terrorismo o claudican hasta el punto de que se puede
considerar que las poblaciooes están prácticamente desarmadas fren
te
al terrorismo.
Deberán dedicarse estudios especiales a
las condiciones de fun
cionamiento de semejantes instituciones de protección del
país real.
Contentémonos coo observar aquí que una ausencia
total de ins
tituciones para el restablecimiento del orden no puede desembocar
más que en la proliferación de las acciones ciegas del contraterro
rismo...
y que éstas no pueden dejar de favorecer a la Revolución
dándole una apariencia de potencia de orden. No hay peor desorden social y político que la legalización de la subversión
y su instala
ción en
las cumbres de la soberanía política.
Las
instituciooes
extralegales
de justicia supletoria se distinguen,
por tanto, del contraterrorismo desde dos puntos de vista:
- ratione materiae, por una determinación rigurosa de las mi
siones
de protección, de los criterios de apreciación, y de las normas
de funcionamiento de
la institución dicha.
-ratione personas, por una determinación no menos riguro
sa de los notables, verdaderos praeclari cwes, bajo cuya jurisdicción
mota! únicamente
una institución así
podría funcionar sin riesgo
(21) Sainte-Vehme: Organización de origen germano análoga a los tri
bunales de los francs-iuges (siglos XII-XVI).
(22) Claro está que aquí no tratamos de las acciones de legítima de
fensa personal ni Siquiera de las acciones -de autodefensa de grupos restrin
gidos: barrios, empresas, pueblos ... , acciones que no
Plantean problemas par
ticulares. Son la respuesta contra un agresor y no comprometen a un plan de
alcance nacional.
381
Fundaci\363n Speiro
MJCHEL DE PF.NPENTENYO
de desvi.w:se. Cuando el Estado desaparece o se pasa al enemigo,
corresponde inmediatamente detrás de él
a· los
notables naturales de
primer rango, a los que
han asumido funciones públicas y tienen
títulos
particulares para ser respetados y agradecidos por el país, la
asunción de la responsabilidad de
hacer funcionar las instituciones
supletorias sin las cuales la ley de la jungla sustituye a la ley de los
pueblos civilizados. A
falta de
tales instituciones, extralegales, moralmente controla
das y regidas, el contraterrorismo tiende a proliferar en las situacio
nes que
conducen a
las poblaciones a la
desesperación.
¿Será necesatio recordar
la nocividad del contraterrorismo?
-En primer lugar, es esencialmente un recurso al terror. Un
terror que se vuelve contra los terroristas ... y sus aliados (reales o
supuestos).
Da la salida a todos los fanatismos, a la acción ciega, a
la práctica de
represalias. Por eso mismo es imposible de dominar.
"En. cuestión
de
crímenes, lo· único que
cuesta es el primer
paso".
-Una vez admitido el principio del contraterrorismo, ¿quién
dominará la
,arabanda infernal
de los
atentados con bomba, de
los
incendios, de los secuestros, de los asesinatos, de
la tortura ... ?
-R. Mucchielli (23) define así la segunda objeción:
"Aunque por definición
tengan la
simpatía de
la población (los
comandos antiterrorisras)
no deben esperar un apoyo positivo in
condicional de la población porque se siente insegura. Además,
y
esro es lo principal, la represión por parte del Estado y de sus fuer
Z"-' disponibles será mucho má, salva¡e y perseverante contr~ los
contrMerroristd.l (
... ).
"Los contraterroristas son considerados como revoltosos mien
tras que los militantes de la subversión son tratados como delincuen
tes
cuando no
como
meros oponentes
políticos".
Así, pues, hay que proscribir absolutamente el contraterrorismo
tal como lo hemos definido, tanto por rarones morales como por
rarones de
eficacia. En semejantes
períodos de
ruptura social en los
que cada uno siente la tentación de licenciar la moral bajo el pre
texta de
una oposición entre la moral
y la eficacia, es más esencial
(23) Cf. R. Muchielli: La subversi6n, Bordas, 1972 (agotado-).
382
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
que nunca comprender que jamás existe una eficacia real y dura
dera contra
la moral: la moral es
la regla superior y trascendente
de la
verdadera eficacia.
¿Cómo
podría haber una eficacia de las
acciones humanas contra las leyes del orden divino?
(24).
3) La tentación de la adaptación.
No hablamos de la adaptación vergonzosa a la
legalidad revo
ludont>ria, que no es sino una capitulación. Cada período tutbulento
ve
sali< de todos los escalones sociales una especie sórdida de co
bardes
dispuestos a todo para
granjearse las
complacencias de los
nuevos amos.
Hay también la ad"f>tación "de buena fe". Hemos conocido en
Portugal a industriales
y mandos de empresa radicalmente antico
munistas,
que creían
ser más fuertes que los soviets y que su dia,
Iéctica, por la cual:
-Creyeron que la controlarían, y, para ello, han jugado al jue
go
de la "participación".
-Han "participado" en las asambleas populares
y en los co
mités revolucionarios.
(24) 'I'rotsky había comprendido muy bien la debilidad intrínseca del
«contraterrorismo»
y, por ello, el provecho que se podía sacar del proceso
revolucionario. Mostraba (en Europa y América, págs. 14-15) cómo el 'contra
terrorismo producía el «Kerenskismo», definido como «el régimen en que e/·
aparato de represión se escapa en la práctka de las manos de la burg11esía»,
Según Trotsky, cuando la sociedad burguesa empieza a experimentar que
«está evolucionando brusca y radicalmente hacia la revolur:i6n», y que «está
desamparada»,
entonces ya. no confía más que en la virtud interna de su
poder; esta sociedad
recurre al fascismo que es esencialmente «la agrupación
r:ombativa
de
las
fuerzas que la sor:iedad burguesa amenazada har:e surgir para
empujar al proletariado a
la
guerra r:ivil ... », a la v~ que «se enreda en
sus propias r:ontradir:r:iones internas, r:uando la legalidad burguesa es una
traba
para la propia burguesía».
Aunque todo esto es, evidentemente, la horrible jerga marxista, sin em
bargo, se discierne debajo de ella que a una sociedad que ya no tiene
en sí
misma los
elementos trascendentales que fundan su derecho
y producen su
energía, no
le restan otras salidas que la lucha ciega
y, por tanto, desespe.
rada,
o la. «negociación» vergonzosa.
383
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE PENPl!.NTl!.NYO
En wdos los casos coru>cidos, esos hombres se han encontrado
transformados
en marionetas, y
algunos
han llegado hasta a denun
ciar a sus colegas al
Partido, y a hacer declaraciones a la prensa co
munista sobre los "cursillos fascitas" imaginarios que los Consejos
de
Administración habrían
organizado y sobre el "lavado de
cere
bro"
que en ellos se padeda.
Conclusión: si los mandos sociales deben tratar de ser como
"pe
ces en el agna" para mantener el contacro con las poblaciones, esto
no quiere decir que hayan
de hacerse peces de agua sucia. No hay
que confundir
el agua clara de las responsabilidades y de las com
petencias
reales con el juego tramposo de los "diálogos" controlados
por
el Partido.
4) La tentación de la evasión hacia lo sobrenatural.
No hablamos aquí del hermoso reflejo sobrenatural de aquellos
que comprenden que
en tiempos excepcionales en los
que
el Infier
no se hace patente en este mundo, es necesario un incremento de
la vida sobrenatural.
Hemos tenido
ocasión de admirar en
Portugal una cierta
reno
vación
sobrenatural; vigilias de oración, rosados, adoraciones noctur
nas . . . Parece ser que también se
reza mucho
en
las cárceles.
El sobrenaruralismo no es esto. Radica en la actirud
perezosa y
desolada que invoca lo sobrenatural para justificar el absentismo tem
poral y la dimisión cívica. A
pesar de las apariencias, el sobrenaruralismo no es tan sobre
natural como pudiera creerse.
Se descubre con un signo que no en
gaña nunca y que es la ruina de la
esperanza. Ruina
de la esperan
za que no puede dejar de conllevar la repugnancia por las obras, la
recitada al absentismo y el refugio perezoso en
el equívoco de que
S6lo Dios puede salvarnos. Ciertaroente que se invoca a la fe. Pero
a una fe inerte ... La fe sin obras, ¿es una fe. sincera?
Un religioso portugués nos decía:
"En Portugal hemos pecado de "fathnismo"; no quiero decir que
se pueda tener demasiada devoci6n a la Santísima Virgen, sino por-
384
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
que nos hemos tranquilizado con nuestras peregrinaciones a Fálhn,,
y hemos abdicado de nuestros deberes d• estado tempMales".
La revista británica Approaches (l. Waverley Place Saltcoats KA
21, 5 AX
&ot:land G. B.) ha publicado una traducci6u del artícu
lo de
Perman.nces, número 112, sobre Portugal; a continuación de
este
texto he
puesto una excelente reflexión acerca
de las fu1sas for
mas de
espiritualidad que
han contribuido a desarmar las élites ca
tólicas en Portugal, mientras que
un puñado de ag.ntes subverswos
masónicos
y marxistas alcanzaba los puesros con influencia sobre el
pafs. "La verdadera espiritualidad católica siempre ha afirmado el
deber de cada miembro del Cuerpo Místico de Cristo, de cumplir
los deberes del propio estado". "... La verdadera devoción matiana no puede ir sino paralela
con el cumplimiento de la doctrina social de la Iglesia". Por
otta
parte,
Nuestra Señora de Fátima ha afirmado explícitamente a Lu
cia que la penitencia
específica exigida
por su Divino Hijo
para la
salvación del mundo era
«la perfección
en los deberes del propio
estado» ...
" ¿No es ésta una manera de recordar la importancia de
la doctrina social enseñada
por los Soberanos Pontífices?
A GUISA DE CONCLUSIÓN: ALGUNAS NOTAS PARA LA ACCIÓN,
Los peces en el agua.
Los mandos sociales no pueden asumir sus funciones sociales más
que en cuanto estén como "peces en el agua" en medio de su
ro
munidad. Tienen . que volcarse por mantener en tomo suyo una re
serva suficiente de "agua clara" para atraer a ella a los mejores y
salvarles de las "aguas turbias".
El agua clara.
Es la vida social -al menos en algunas partes que han queda
do sanas-, en la que reinan la verdad
y la justicia. Estar dispues-
., 385
Fundaci\363n Speiro
MICHBL DE PBNFBNTBNYO
tos a todos los sacrificios para resistir a la menor "adaptación", a la
menor pe,lución con la corriente de las mentiras revolucionarias. El
secreto de este mantenimiento es la verdad en los actos, más aún
que en los discursos. Los que costean y sufren por la verdad sirven
de
indicadores: consiguen que se manifiesten los hombres de buena
voluntad.
EZ agua turbia.
Se mantiene así por el continuo envenenamiento de las asam
bleas de barrio, de fábrica, de pueblo, por los comités revoluciona
rios, por las manifestaciones; por los medios de comunicación so
cial, por el "envenenamiento psíquico", el miedo y la desmoraliza
ción.
Hay que hacer todo lo posible para arrancar a aquellos que se
tiene a cargo (hijos, subordinados ... ) de
la atracción de esas aguas
turbias
y para ello no ptWticiptW uno mismo en las asambleas, co
mités, manifestaciones, etc.
Los "emigrados del interior"
Además de los emigrados del exterior que son como peces que
se salen de
sí mismos y de su ambiente natural, están los "emigra
dos del interior". Son los que se han dejado progresivamente ence
rrar en
su universo social, o psicológico.
Quizá hayan
guardado
la
tecta razón en el ámbito de las ideas. Pero, ¿basta esto para salvar
al
país? No
es cerrándose en un
ghetto, aunque sea ortodoxo, como
los dirigentes de una
nación pueden
cumplir sus deberes de estado.
La acción ideal y la acoión real.
Una cierta "emigración del interior" amenaza a los que se com
placen en el universo abstracto de los sisteruas puramente ideológi
cos; también ellos se eliminan por sí solos de sus funciones sociales.
La Revolución no les pide otra cosa.
386
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
La acción real requiere que se sepa escuchar, comprender a los
seres
extraños a nuestro ambiente
...
y discernir los hombres de bue
na voluntad,
mi\s o
menos víctimas de los envenenamientos revolu
cionarios, pero que no son unos envenenamientos patentados. Con
siste en aprender a pasar del universo lógico de las ideas donde se
mueve la razón pura, al universo complejo y mezclado de los hom
bres de la realidad.
Una pro#l,axis contra la in.toxwación.
Como el arma principal del enemigo es la mtox, es necesaria una
profilaxis contra ese demonio, principal
organizador del "e,wene
namiento psíquico".
-Hay una defensa pasiva contra la "intox".-Es la voluntad de
no abusar de la radio
y de la televisión ... , de abstenerse de largas
reuniones en las que los mejores se intoxican entre sí; considerar
como "probablemente bobadasº' el 95 % de las informaciones que
da
la prensa y los panfletos ...
-Hay una defensa actwa contra la "intox".--Que es la difusión
de verdades ciertas, en forma de hojas sueltas, no periódicas pero
frecuentes.
En estos tiempos de mentiras nada es tan buscado como la in
formación
segura: esas hojas se difunden con una rapidez increíble
y se reproducen por cientos de miles de ejemplares con medios de
fortuna.
Entender
por
verdades ciertos las informaciones materiales ve
rificada,;
la prueba de las mentiras del enemigo; las demostraciones
rigurosas de la mecánica de la subversión, para aprender a librarse
de ella,
Una higüme física, psíqui.ca y espiritual..
Trotsky ha dicho (25):
"La rsvoluci6n es una gran devoradora de energlas individuales
(25) La Revolution trahie, pág. 107.
387
Fundaci\363n Speiro
MICHEL DE PENFENTENYO
y colectwas. Los nervios no aguantan, las conciencias se doblan, los
caracte,es se desgastan, los su&esos v"" demasiado aprisd'.
Hay que decir que esta gran "devoradora" destruye tanto a sus
propios militantes --entre los que se cuentan gran número de de
presiones
nerviosas-
como a
sus enemigos.
Hay, pues,
que
"aguanmt". Hay,
pues, que mantener
las fuerzas
de quienes tienen que actUar a contraearriente.
De lo cual se deduce la importancia de:
-Una higiene flsica: especialmente, hay que dormir bien.
-Una higiene psiquica: cuidar "la moral" es evimt todo lo que
supone un gasto inútil de energía
(cf. la defensa contra la "intox"),
y
también aprender
a
ceñirse a las mteas de las cuales es uno real
mente responsable.
-Una higiene espirilual: papel de la oración, papel del silencio
interior; por encima de todo,
la conse,vación del estado de gracia ...
y, para ello, hay que recurrir a los sacramentos.
No contentarse con
decir a los jóvenes:
"No participéis
en
las
manifestaciones", no vayáis a las asambleas". Sino pedirles que par
ticipen en las mteas que se imponen.
En consecuencia, organizar las misiones, los talleres, las acciones:
redacción, reproducción y difusión
de documentos; misiones de in
formación (cuidar siempre de que se hagan recortes y de que se si
gan los asuntos), misiones de -enlace, etc.
"No se expulsa más que lo que se sustituye".
H,reer hablar a las autoridades del país.
Otro
de los .principales aliados de la Revolución es el
si/encw
de
los mandos de la nación.
Ese silencio hace creer al pueblo que
está abandonado;
que las
élites pactan, o en cualquier caso que las
cosas se pueden arreglar si no se provoca la hostilidad de los nue
vos amos.
388
Fundaci\363n Speiro
¿ES INVENCIBLE EL COMUNISMO?
Pero los notables se callan porque están aislados. Y .porque in
cluso ellos mismos están privados de informaciones segurm.
Hay que organizat un sistema de encuentros, de citas, de deci
siones que sirva
· de
mutuo
sostén, de
información y de
decisi6n
para los vetdaderos mandos de la nación.
Es necesario que los obispos hablen. Es necesario que los alcal
des y
otras auroridades
hablen;
· igualmente, los
ex-combatientes,
los
hombres de ciencia, los magisttados, los universitarios, los jefes de
la industria y del
campesinado ...
Es preciso ayudar a descubrir qué hombres tienen categoría na
cional, con mériros nacionales suficientemente evidentes para jus
tificar que se les pida que asuman las funciones de direccióo geoe
ral y que tomen ciertas decisiones.
Hacen falta, además,
redes de
sostén, de protección
y de infor
mación.
"La paz es hija de la fumza".
Es evidente que no se encuentra la paz más que e.0: el surco de
la fuerza.
La fuerza está, en primer lugar, en las almas, los corazones y
los caracteres.
La fuerza duerme en un gran
número. de
hombres de
valía que
sólo esperan
el ejemplo de unos
pocos para manifestarse.
Búsqueda sistemática de la comun.ión social.
La Revolución es un cáncer; hace estallar las células sociales. Dis
loca
y organiza las enemistades en las familias, en los oficios y en
los pueblos.
Sus categorías de accióo son la "derecha" y la "'izquier
da"; los "ricos"
y los "pobres"; lo "'airo" y Jo "'bajo" ... Siembra
la suspicacia, la delación, la lucha.
• 389
Fundaci\363n Speiro
MICHBL DE PBNPBNTENYO
El antídoto de la Revolución es, pues, cierrameote, la caridad, con
sus aplicaciones políticas.
Es imposible vencer ese cáncer social sin una élite emrtmada,
probada y hábil eo la práctica de la caridad polltka (Pío XI).
Es una virtud específicamente cristiana, que puede salvar a las
poblaciones arrastradas contra su voluntad a las redes de la sub·
versión.
"Si hablare las lenguas de los hombres y de los ángeles, mas no
tuviere caridad, no so'Y sino un bronce resonante o un címba/,o e.s
truendóso. Y si poseyera Id p,ofecfa ... ( ... ), y si tU11iere to
fe htJSta traskiEl catolicismo es el único remedio específico y el antídoto del
mal revolucionario,
porque únicamente
el catolicismo habla ese len
guaje. El
único lenguaje
que apacigua, fortifica
y vuelve a traet · la
amistad
social.
Cuando la comunión
social estalla, cuando las conciencias y los
nervios crujen y por todas partes cunde la desespetanz.a, no queda
otra alternativa: o tratar a la geore a la baqueta (como hacen los
totalitarios y los "contratotalitarios") o guiar a los hombres por
medio de la única voz que
supera las
mentiras
y el terror, que nun
ca tieoe palabras de división·
para los anmgonismos de casta, de
clase, de partido:
la voz del Buen Pastor.
390
Fundaci\363n Speiro