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  • Índice

Elogio y censura de los Testigos de Jehová

ELOGIO l' CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
I
PRINOPIOS FUNDAMENTALES
l. Actitad de N. S. Jesnm:isto y de fa ,primiti,va lgleaia ante
el problema de la d;visión.
Toda la obra de Jesús, y todo el evangelio, se sintetiza en el
ANuNao DEL REINO DE Dios o Iglesia, y en· el MISTERIO PASCUAL,
que abarca, Cena, Pasión, Muerte, Resurroo:ión y Ascensión del Señor.
Toda la predicación del Reino la
ha sintetizado el evangelista Mateo
en tres capítulos inmortales: el 5, 6 y 7, que los complementa el
evangelista Juan en apretado sumario, en el testamento de Jesús, en
los capítulos 16 y 17. De la lectura de estos dos maravillosos concen­
trados subrayamoo la preocupación del Señor por el tema de la
UNIDAD
y sus admoniciones ante la aparición inmediata de falsos
profetas:
Guardaos de los falso, profeta, ... , Mat. 7, 15 y de los falsos
pastores, ladrones y salteadores, Juan 10, 1; hasta que se consiga un
10/0 rebaño y un 1010 pa.rtor, Juan 10, 16. En la oración sacerdotal
incluida

en su testamento lo pide al Padre con
estas palabras: Que
todos sean 11no, como tú Padre e.stás en mí y yo en ti, para que tam­
bién
ellos estén en nosotros y el mundo crea que tú me has enviado.
Juan 17, 21.
La iglesia primitiva sigue los pasos de Jesús, vela· con angustia
por ila unida.el: «Sólo hay un Cuerpo y un Espíritu, como también
habéis sido llamados con una misma esperanza,· la de vuestra voca­
ción. Un
solo Señor,
una sola fe,
un solo bautismo.» Ef. 4, 4-5.
Y

en otro
lugar continúa S. Pablo con

este
tema y añade: «Porque
todos vosotros sois una sola cosa
en Cristo Jesús», Gál. 3, 27-28.
Y es
tan grave · 1a preocupación por la unidad, . que el apá,tol del
amor,
San Juan, anatematiza ron palabras, que en estos tiempos de
indiferencia
doctrinal! y plunulismo suenan a blasfemia: «Todo el
1187
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOLINA
que se extravía y no permanece en la doctrina de Cristo, no tiene a
Dios ... Si alguno viene a vosoo:os y no lleva esa doctrina, no le
recibáis en

casa
n:i le sMudéis, pues el que l:e saluda romunica en
sus
ma.las obras.» 11 Juan, v. v. 9-11.
No obstante las
preveru,il)lles de Jesús y de loo apóstoles, ya
desde
el inicio de la
Iglesia comenzaron a manifestarse, desgracia­
damente, las señales de

la división
y apostasía: «Me maravillo que
tan pronto, abondonando al que os llamó a la gracia de Cristo, os
hayáis pasado
a otro Evangelio. No es que haya otro; lo que hay es
que algunos
os turban y preteuden pervertir el Evangelio de Cristo».
Gál. 1, 6-7. Y añade S. Pablo, que no reparaba en
fruslerías: «Si
al­
guno os
predica otro

evangelio distinto del que
habéis recibido, sea
condenado»; Gál.

1, 9. En otro
luga, añade, cansado de banderías
y cismas : «Es inevitable el que entre vosotros haya cismas, a fin de
que se destaquen los
de proba.da virtud entre vosotros». I Cor. 11,
19. De nuevo S. Juan, el apóstol del amor, no se detiene ante loo
fautores
de
las
sectas y ,los marca con dureza a fuego y hierro, lla­
márulolos anticristos:

«Os digo, ahora, que muchos se han hecho
anticristos, por lo cual conocemos que
ésta es la época del fin. De
nosotros han salido, pero no eran de loo nuestros». I Juan 2, 18-19.
2. Actitnd de la Iglesia ante la división.
Desde loo comienzos de la. Iglesia, hasta nuestros días, su his­
toria se ve flanqueada
por las manifestaciones de la rotura de su
UNIDAD DOCTRINAL abarcando períodos gravísimoo, entre los que
destacan el

del
Arridnismo del siglo IV, el de la Reforma Protestdnte
en el siglo XVI, y . el que por el modernismo-progresismo, agravado por el envolvimiento ideo­
lógico
marxista, siendo

muy de
notar que en esos tres grandes ata­
ques a la unidad doctrinal de la fe ha reinado· gran confusión y que
gran parte de la
Jerarquía ha oofeccionado, como ocurrió con

casi
todo el
episcopado español cuando Arrio;

con casi todo el episcopado
inglés cuando el
anglicanismo, y, notoriamente, en la actualidad, con
parte

de los puestos jerárquicos, como
ya advertía el Papa Pablo VI,
1188
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE /EHOV A
en _carta a todos los obispos del mundq, en 5 / 1 /71, a los cuales pre­
venía con las palabras de San Pablo dixigidas a las jerarqu!as ecle­
siásticas
· de

su tiempo: «Aun en vuestras propias
jerarqu!as, como
en

tiempos de
San Pablo, habrá hombres que saldrán con una ter­
giversación de la verdad, en sus labi06, para inducir a sus disdpulos
a
seguirl06». San Pal,lo es más duro que Pablo VI: «Yo sé que
después de mi partida, vendrán a voootros lobos rapaces que no per­
donarán al rebaño, y que de eotre vosotros mismos se levantarán
hombres

que enseñeo
doctrioas perversas, para arrastrar a los discí­
Pill"" en ·su seguimiento». Hech. 20, 29-30.
En este tercer periodo de confusión mental, que se parece a la
coofusión bíblica
en Baal Fogor, deberíamos distinguir en el campo
no católico dos actitudes opuestas claramente:
la de las llaroadas
iglesias históricas prorestaores y la de las así llamadas sectas radicales.
Por regla general,
las denominaciones históricas, salidas del lutera­
nismo, calv!inismo, anglicanismo y sus principales derivados romo el
metodismo, han entrado por un camino de respeto mutuo y, en al­
gun"" casos,
de comprensión y hasta de deseo ecuménico con los
católicos.

Frente a ellos, las
llamadas sectas radicales, casi todas de
extrao:ión norteamericana, como loo Mormones, Pentecostales y, sobre
todo, los más audaces, los Testigos de Jehová, han tomado una ac­
titud beligerante
en contra

del
catdlicismo, por
lo cual es
preciso,
como advierte S.

Pablo a
Tito: «Taparles la boca»,

no
por prurito
de contienda, sino, como nos pide el apóstol S. Pedro: «siempre
prontos
para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la
pidiere;
pero ron mansedumbre y respeto y en buena conciencia,
para que en aquello mismo en que sois calumniados, queden con­
fundidos
los que niegan vuestra buena condnrta en Cristo». I Pedro
3, 15-16.
La actitud oficial que la Iglesia pide a los católicos frente a las
denominaciones no católicas está enmarcada en el documento del
Vaticano 11,

en el
Decreto sobre el Ecumenismo. Se podría sintetizar
esta
actitud en dos palabras:
Respeto y Comprensión: Respeto, fun­
dado en

lo que pide
San Pablo a los efesios: «Os animo a llevar ron
humildad
y bondad una vida digna de .Ja vocación que habéis reci­
bido,
sobrellevándoos mutuamente con CtJridt!d paciente y solícitos
1189
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
por conservar la unidad del Espirit11, por medio del vínculo de
la
paz». Ef. 4, 1,3. Comprensión, ante los hechos históricos que
inciden sobre los actuales adherentes a esas denominaciones no ca­
tólicas
y que el Decreto sobre Ec11menismo sintetiza en I, 3 con las
paJabras siguientes: «Sin embargo, quienes ahora nacen en esas co­
munidades y se nutren con la fe de Cristo no pueden ser acusados
de
pecado · de sepa,ación, y la Iglesia católica los abraza con fraterno
respeto
y amor. Porque éstos, que creen en Cristo y recibieron debi­
damente el
bautismo, gozan de una

cierta comunión con la
Iglesia
católica,

aunque no
perfecta. Es cierto que, por diversas discrepan­
cias
existentes

entre ellos
y la Iglesia católita, tanto en materia doc­
trinal
y a veces también disciplinar, como en lo referenre a la es­
. tructura de la Iglesia, se oponen no pocos obstárulos, a veces bastanre
graves,

a
la plena oomunión eclesiástica, los cuales intenta superar el
movimiento
ecuménico. Sin emba~go, justificados por la fe en el
bautismo, están
incorporados a

Cristo
y, por tanto, con todo derecho
se honran con el nombre de cristianos, y los hijos de la Iglesia ca­
tólica loo reconocen, con razón, como hermanos en el Señor.
Además de los elementos o bienes que conjuntamenre edifican y
dan vida a la propia Iglesia, pueden encontrarse algunos, más aún,
mlldhísimos y muy valiosos, fuera del recinto visible de la Iglesia ca­
tólica: la palabra de
Dioo escrita,
la vida de gracia, la fe, la
espe­
ranza y la caridad, y otros d0Df$ inreriores del Espíritu Santo y ele­
mentos visibles:
todas estas reaalidades, que

provienen de Cristo
y
a El conducen, pertenecen por derecho a la única Iglesia de Cristo.
Los hermanos separados de nosotros practican no pocas acciones
sagradas de

la religión cristiana, las cuales, de distintos modos,
se­
gún la diversa condición de cada iglesia o oomunidad, pueden, sin
duda, producir
la vida

de la gracia
y hay que considerarlas aptas
para abrir el acceso a lá comunión de salvación.
Por ello, las iglesias
y oomunidades separadas, aunque creemos
que padecen deficiencfas, de

ninguna manera
están desprovistas de
sentido
y valor en el misterio de la salvación. Porque el Espíritu de
Cristo

no rehusa
servirse de
ellas como medios
de salvación,
cuya
virtnd deriva
de la misma plenitud de gracia y de verdad que fue
confiada a la Iglesia católica.»
1190
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
Vamos, ¡,u,,s, a afrontar el tema sobre los Testigos de Jehová,
oomo lo pide
S. Pablo, «oon caridad paciente» y, romo lo pide el
Vaticano
II, oon «respeto y comprensión>>, ·aunque los Testigos de
Jehová,
a
lo largo de dililtada experiencia, no usan ni lo uno ni lo
otro en su trato con los católicos.
II
ORIGENES Y FUNDADORES
l. Carlos T. Ru.seell.
Los Testigos de Jehová son una obra clásica de las «ma.cle in
U.S.A.». Si hemos de recon.o= que la aportación norteamericana a
la tecnologla material ha sido admirable por muchos oonceptos, he­
mos de confesar que su apormción: al terreno religiOlSO ha sido una
calamidad,
a partir del último tercio del siglo pasado, pues dentro
del catolicismo
tenemos la apormción del Modernismo, llamado tam­
bién, al principio, Amerioaoismo, por ser sus más activos propaga­
dores norteamericanos el arzobispo Mons. Irelarul, y el fundador de
los
Paulistas P. Hecker, y dentro del terreno protestante, toda una
babel de sectas y subs,ectas, entre las que sobresale como· estrella, la
formada por los Testigos, fundada
por un hombre típicamente nor­
teamericano, excelente mercader, vendedor de GaSimires y de ideas,
que al principio solamente pensó en fundar una sociedad para la
impresión y propagación de libros, folletos y revist3S, la W ATCH
TOWER TRACT
SOCIETY, y que en vista del éxito fulgurante ai­
canzado expandió en una cadena interminable a través del mundo,
y al estilo de las grandes cadenas o sociedades transnacionales, como
la Remington o la Coca Cola, una organización religiosa que par­
ticipa de toda la técnica
espectacular alcanzada y ha sido uno de los
primero.< organismos en

usar
y aprovechar los medios psicológioos
de
los < dor
del
Jehovismo, Carlos T aze Rnssell. Al hablar de los orígenes
-
de
los Testigos, aigunos, sin fundamento, han querido emparentarlos
1191
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOLlNA
ron el primer testigq, Abe!, el hijo de Adán y Ew. Otros, más mer
· destos, los quieren hacer arrancar de

Arrio, el
negador de !a divinidad
de Cristo en
el siglo N. No faltan quienes los familiarizan con la
secta británica de los Lollardos del siglo XN. Sin embargo, los an­
tecesores verdaderos de

los Testigos son los milenaristas, y entre ellos
los
Adventistas del 7 ·º Día, entre los cuales, los Testigos se consi­
deran elegidos

por
Dios para perfeccionar la obra de aquéllos y ser
los
úiltimos enviados para anunciar el inmediato fin del mundo y el
reinado
mileoial de

Cristo en la tierra.
Cada fundador de grupo religioso disidente, aun sin buscarlo, ha­
aportado
a su

grupo no
sólo su
línea
de pensaruiento, sino

que
ha
imJl"ci'ldo en su grupo, como decimos ahora, las peculiaridades de su
propia personalidad. Así,

un exuberante Lutero nos regala con su
famosa «teoría de la consolación», mediante la cual y a causa de la
corrupción de la
naturaleza humana, · basta la fe

para
salvarse, con
lo

que abrió
la cadena de hiper o supermercados para la salvación.
Un lúgubre
e,hipocrondríaco Calvino, impregna en su obra el fatí­
dico «decreto de predestinación», que borra el uso de !a libertad hu­
mana. Nuestro

héroe Russell
ha sabido transmitir a su organización
el
impu:Isivo y

arrollador espíritu de
invasión mercantil, basado en
la técnica
de
la propaganda

por todos los medios al alcance, hasta
llegar a
la rendición mental de aquellos a quienes se pretende con­
quistar, basados,

más que en razones válidas, en la insistencia des­
lumbrante y
cegadora de la oferta religiosa.
Nuestro

Russell (1852-1916), como casi todos los reformadores
norteamericanos, mariposeó o vagabundeó por diversos grupos reli­
giosos: Presbiterianos,
Congregacionistas, y

la
asociación Y.M.C.A.,
hasta

que se topó con una capilla Adventista, donde lo iniciaron eo
el Milenarismo, doctrina escatológica ( sobre las
cosas últimas), según
la
cual antes del reinado final de Dios con los suyos en el cielo,
Gristo reinará

triunfante sobre
la tierra durante mil años, tesis prin­
cipal de los Testigos, de arreglo a los siguientes etapas: l. Aparición
del Anticristo.-2. Llegada de Cristo a la tierra y
resurrección de
los
elegidos
(fecha inminente,

según
:[os Testigos).-3.

Victoria
sobre
el

Anticristo, que
quedará dominado

durante mil
años, en los cuales
Cristo reinará con los
fieles en

la
tierra.--4. Liberación del

Anticristo,
1192
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSUM DE WS TESTIGOS DE JEHOV A
batalla final, juicio universal y establecimiento de cielos nuevos y
tierra nueva.-5. Comienzo del reino eterno de Dios.
En esto los Testigos han entronmdo su creencia con los contem­
poráneos de
Jesús, que esperaban un reino

inmediato
y l!emporal, a
los

que Jesús tiene
continuamente que

corregir
y aclamr la espiritua­
lidad del reino:
«mi reino

no
es de

este mundo»;
«el reino
de
Dios
ha llegado, está en medio de vosotros». Luc. 17, 21. Juan 8, 36.
Russell se decidió y se sumergió por su cuenta en el estudio de
la Biblia, de acuerdo al principio lutemno, sobre la Biblia interpre­
tada
individualmente, y de su estudio llegó a formular un sistema
doctrinal al que llamó
«El Plan divino de tas EdttáeJ». En su ciudad,
Pittsburgh,
organizó una Escuela Bíbliai, cnyo estudio básico

era la
segunda venida de Cristo. Y comenzó
a publicar

folletos,
furuhmdo
en

1879 la revista que le hizo
famoso en

el mundo,
llamada The
W
atchtower (La Atalaya), que sería el germen de la prodigiosa di­
fusión literaria

de
los Testigos. Aquel hombre, sin formación alguna
teológica, se entusiasmó, vendió sus negocios de tejidos, en la as,.
tronómica cifra de 250.000 dólares en aquellos tiempos, y como nu
río incontenible, entre 1886
y 1904 editó y vendió quince millones
de
ejemplares de «Estudios de las Escrituras»; durante años, 1.500
periódicos
publicaban semanalmente artícu:los debidos
a su pluma;
y 2.000 congregaciones de varios países le nombraron su pastor; dio
la vuelta al mnudo, predicando; visitó Palestina; predijo el fin del
mundo para 1914,
y el comienzo del reinado de Cristo, lo cua,l era
la

cnlminación de todos sus estudios, sus profecías y su vida; pero
al comprobar que nada
de lo predicho por

él se cumplia, amargado,
abatido y derrotado, murió en Texas el 31 de octubre de 1916, mien­
tras viajaba en tren.
Russell, por el simple hecho de creer en el fin del mnudo inme­
diato, no
pensó en establecer nua
Iglesia al estilo de las otras simi-
1ares protestantes.

El fundó una sociedad para
la edición de libros
y folletos, para el estudio de la Biblia, y para el anuncio del fin de
todas
las cosas. El

nombre que él dio a sus seguidores fue simple­
mente el de
Estudiantes Internacionales de la Biblia, pero,

a la
vez,
supo insuflar en sus seguidores, a través ·de sus escritos, las caracte­
rísticas que seña:1an en todas partes la presencia de los Testigos: l.
1193
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
Teología pobrísima, sostenida por la interpretación literalista de la
Biblia; recuérdese para el caso la
interpretación. que
dan a los 144.000
que
acompañarán a Cristo en

su
regreso al
cielo.-2.
Puritanismo de
costumbres a
ultranza, común a casi todos los reformadores religiosos
norteame del siglo pasado, como los pentecostales, etc.-3.
Audacia religiosa en la negación de las grandes verdades cristianas,
como
la divinidad die Cristo, existencia del infie del
alma, etc.--4. Regreso al Antiguo Testamento en gran manera
arompañaclo de

prescripciones
y prohibiciones, como la famosa re­
sistencia

jehovista a las transfusiones de sangre.
Cuando su
antecesor norteamericano en

el
milenarismo, el
fun­
dador del Adventismo, William
Miller, terminó

en
ruidoso fracaso
al

ver frustradas sus predicciones sobre el fin del mundo, wpués
de tantos preparativos para
recibir al Esposo el 21 de marzo de 1843,
y de tanta tinta derramada en sus revistas l[AJ: señales de los tiempos
y El grito de media noche, la desbandada fue general, pero una mu­
jer llamada Ellen White,
recogió los
restos desmoralizados
y los
reagrupó en.el llamado «Adventismo
del 7.2 Día». De modo similar,
ante el fracaso
de las prediccion'eS y la muerte de Russell, los segui­
dores de éste se debieran,
por lógica, haber dispersado, pero no fue
así, otro hombre tomó
el timón del grupo desilusionado y en una
maniobra sutil y envolvente, se puso a1 frente de la dirección de la
obra de Russell, le
cambió el

nombre, le
dio nuevos impulsos y nue­
vas direcciones, hasta poderse afirmar de él que es el segundo fun­ dador de los
testigos; este

hombre se llamó:
2. José F. Rutheford.
J. F. Rutheford era uu modesto aboga.do de Missouri, quien
circunstancialmente

ejerció corno
jue"L, por
lo
cuail adoptó
el
t!tuio
de el fuez Rutheford. Frente a las am-as y graciosas zalemas de
men:ader de

Russell,
nuestro Rutheford era un
hombre de mente
jurídica, de carácter duro, implacable, intransigente,

totalitario, astuto.
(Véase el libro jehovista titulado
«Los T.

de
J. en el propósito di­
vino>>,
pág. 58.)

Este hombre tomó sobre sí una
dol,le tarea:
Con-
1194
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO l' CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
vocar a las huestes desengañadas del fundador, retrasando 1a fecha
del fin del
mundo y del regreso de Cristo, y apuntalar y sostener la
inmensa
maquinaria económica organizada por Russell, a través de
las
filiales de todo el mundo. Para ello

no tuvo otra alternativa que
convertirse en

un dictador
implacaHle, y 'lo que había sido una or­
ganización democrátita,

en la
cual los cargos se proveían por medio
del voto, pasó a ser la organización más vertical, teocrática y férrea
de la tierra,
siendo este aspecto, como

luego veremos, una de las
causas de su
enorme penetración y homogeneidad, que la inmunizan
de las
divisiones internas:
a) Para borrar en lo posible la memoria de su aotecesor cambió el
nombre a la organización llamada en tiempos de Russell «Estu­
diantes Internacionales de
la Biblia>> y los nomioó con el nuevo
apelativo de

«Testigos de
Jehová», nombre

inspirado por Dios,
según él.
b) Conocedor, como abogado, de la psicología humana, midió la
necesidad de un halo de martirio y heroísmo para su seguidores,
lo que 'le fue fácil desde una doble vertiente: l. Atacando a las
Iglesias cristiaoas
y gobiernos coostituidos.-2. Empujando a sus
seguidores a las
cá«eles, por rehusar el cumplimiento del ser­
vicio militar, negación a
saludar la

baodera, a
pagar impuestos
y tasas, etc. En su libro «Profecía», pág. 166, afirma que la
Iglesia Católica es
parte de la organización del diablo y tam­
bién la Iglesia protestaote. En «Enemis», págs. 286-87, dice
del catolicismo:
«El principal

enemigo visible de Dios,
y por
consiguiente
el enemigo público

número Uno, es la congregación
religiosa romaoa>>. Sus ataques a los
gobiernos constimidos

como
obra
satánica, los acompañó con

sus
excéntricas diatribas

contra
la guerra
y oposición a!l rumplimiento del servicio militar. Ru­
thefortl y otros seis testigos fueron condenados a vein:te años
de cárcel, que se redujeron a nueve meses, de lo que resultó
enorme popularidad,
pues consiguió reunir 700.000 firmas para
que los excarcelaran en marzo de 1919. Sólo en Norteamérica,
en dos décadas, han
sufrido más de 10.000 arrestos.
e) A partir de 1918, Rutheford fue retirando del mercado Jehov:ista
1195
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOLINA
los libros de su antecesor, mecliante el simple trámite de no
reimprimirlos
(hoy es
difícil
encontrar en el mercado un libro
original

de
Russell), y comenzó a lanzar sus prc,pios libros, entre
los que descuella el tirulado. Millones de los que aho,,. viven
no morirán, título que hizo furor entre los candorosos y encan­
dilados nortea.me,,icanos de su tiempo, tan imbuídos por el me­
sianismo inminente judío.
Rutheford escribió sin descanso y afirmó haber escrito
no­
venta y nueve libros y folletos, traducidos a setenta y ocho idio­
mas, con varios millones de ejemplares. En realidad no hlzo
más que un refrito o refundición de los libros de Russell, los
adaptó al momento
y los lanzó a la vorágine de las linotipias
y prensas de la Sociedad, en Broocklin, para ser difundidos por
los «proclamadores de la verdad», en las diferentes partes del
mundo.
d) Como antes lo hlciera Russell, marcando el fin del mundo para
1914, ahora
Rutheford, de acuerdo a sus cá:lculos, fechó para
1925 el comienzo
del nuevo orden de cosas. Al llegar
el tiem­
po previsto
y no ocurrir náda anormal, millares de los miembros
jehovistas,
desilusionados, dejaron la organización

... Pero Ru­
thefottl insistia

... ¡ Aquella idea
abrazada por gentes de fe gra­
nítiCSl no podía morir!

«No
puede fallar». «Tendrá verifiCSl­
ción
en

circunstancias desconocidas». «Cristo ha vuelto de in­
cógnito». Estas y otras eran las promesas

del jefe, pues aunque
se hlzo llamar «siervo», ya
que, segón él, era Dios quien dirigía
directamente la

organización, este hombre fue
el fautor
más
grande en
introducir el culto a la personalidad dentro de los
jehovistas.
A sus 72 años, después de dirigir 25 años a los Testigos de Je­
hová, el 8 de enero de 1942 se hlzo llevar a
la mansión
que había
preparado
= de San Diego, en Cafüornia, llamada Beth Sarim,
para el profeta Elías, quien, segón !a
tradición judía,
deberá regresar
a
la tierra para preparar la lleg,,aa del Mesías. Y allí murió nuestro
hombre
después de
ver
fracasadas todas
sus
prediu:iones sobre
el
1196
Fundaci\363n Speiro

EWGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
regreso de Cristo. Pero, eso sí, dejando firme y sólidamente estable­
cida esa organización mundial, a la que Russell hal,ía dado su es­
píritu mercantil y Rutheford su
organización vertical y dinámica.
3. Natán H. Knorr.
El siguiente jefe de los Testigos de Jehová, se llamó Natán Homer
Knorr,
elegido en la primavera de 1942, al que podíarno6 calificar
como

el
tecnócrata de la organización.
Todo el mérito de la cuiélada organización publicitaria jehovista
y su efectividad evidente, corresponde a la idea modema y a la téc­
nica de difusión, organizada por Knorr, tarea a la que se enkegó
desde

su ascensión al poder, a quien, por ironía, los Testigos
llaman
el Servidor. Nuestro tecnócrata llevó adelante y perfeccionó la or­
ganización
en una

doble
vertiente: Métodos

de
ptoduo:ión. Métodos
de

propagauda
y difusión.
A) Métodos

de
pruducción.-0.llndo uno
se
asoma a la sede de
«Watchtower
Bible and
Tract Society of New York, Inc.» en 117
Adams Street, Brooklin, N. Y. 11.201. U.S.A., pues esta es la direc­
ción
exacta de la central de los Testigos, queda impresionado por la
obra gigautesca y el taiento organizador de su teocer hombre Knorr.
Allí está la
imprenta más
grande
y moderna del mundo, con una
produo:ión que

en
el año 1974 colocaba en más de 200 países, coa
millones de vendedores gramitos a su servicio, libros y revistas.
De acuerdo al Anuario 1975, págs.· 31-32 de los jehovistas, du­
rante el año 1974 vendieron en libros, folletos
y revistas un total
de TRESCIENTOS QUINCE

MILLONES SEISCIENTOS DIECI­
SIETE MIL SESENTA Y UN ejemplares,
lo que globalmmte les
proporcionó
una
cantidad, más

o
menos, de DOS MIL CUATRO­
CIENTOS
NOVENTA Y

SEIS millones de
pesetas. Solamente la
revista «Despertad», publicada en

31
idiomas, tiene

una
tirada media
de DIEZ millones de ejemplares. La revista «Atalaya» se publica
en 79
idomas, con

otra
tirada media de

DIEZ millones
dé ejempla­
res,

según
datos tomados de «Despertarl», junio de

1975,
y «Atalaya»,
1197
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
junio 1975; ambas revistas son quincenales. Solamente con dos re­
vistas,
para ese año, entrarían en la Sociedad, la modesta suma de
MIL
SETECIENTOS OCHENTA MILLONES
y pico de pesetas.
¡ De casta le viene al galgo el llevar la cola larga!, dice el refrán.
Si al espíritu de
empresa mercantil de Russell le

añadimos la
tecno­
cracia
de la economía de mercado, implantada en el jehovismo por
Knorr, se explican muchas incógnitas. No sólo ha puesto su sello
Knorr
al imperio económico de Brooklin. El establecimiento, por
doquier, de los «Salones
del Reino» ( así se llama a los lugares je­
hovistas

de reunión), financiados con un
préstamo, por la sede
central
y pagados a plazos por sus fieles, pero que después de pa­
gados los abonos del crédito, pasan en propiedad a la sede central, constituyen
otro de los grandes negocios financieros de los Testigos.
Si a ello
añadimos la sede central de New York, con siete manzanas
de capital, de doce pisos
cada una, y añade usted las imprentas de
Canadá, Inglaterra, Alemania
y Africa del Sur, organizado bajo la
tecnócrata agudeza de

Knorr, no tendremos otro remedio que admi­
rarlo
y rendirle la pleitesía de su genio organizador.
B)
Métodos de ¡wo¡,aganda y dífusión.-Pero, además de la
parte material
y técnica, Knorr ha renovado casi todas las estructuras
anteriores para la presentación del mensaje jehovista. La tremenda
pobreza ideológica y de fondo doctrinal de sus Tesis ha sido suplida
largamente por la brillantez
y atracción de su presentación.
Con las ideas ocurre, a veces, como con las obras o mercancías,
en las que la calidad y buen gnsto del envoltorio de la funda, o de
una simple porta.da, son causa del éxito o fracaso, como orurre, con
frecuencia, en la compra de discos de música, con libros y revistas,
y hasta con los rulimentos.
Para ello Knorr trabajó en dos vertientes: 1) En la renovación
del materirul literario y en la preparación técnica de los vendedores,
a los que ellos llaman
enfemístlcamente «propagadores de

la verdad»,
o precursores.
1) Para lo primero, Knorr jugó a Rutheford la misma pasada
que
éste fe había jugado a su antecesor Russell, esto es, retirar poco
a poco los libros del predecesor y suplirlos con otros, que dicen lo
1198
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
mismo, pero que aparecen como una nueva producción literaria: Pon­
gamos Wl ejemplo: Todas las doctrinas jeho,;istas sobre la Trinidad,
Cristo, Cielo,
Infierno, Demonio,

Pecado,
etc., las expuso por vez
primera

Russell en siete
volúmenes llamados «Estudios de

las Escri­
turas». Vino Rutheford
y suprimió toda 1a literatura del auterior,
cambió nombres
y portadas y lanzó Millones de los que hoy ttiven,
no morirán,
y la síntesis doctrinal El Arpa de Dk>s, además de Wl
do de folletos en los que todo se repite y sólo cambiau títulos y
portadas. Aparece Koorr y cambia el título y presenta con su nombre
lo auterior
y lo titula: Sea Dios Veraz, pero ese mismo después de
vender (según su revista
«Despertad», 8-1-74) cerca de veinte mi­
llones

de ejemplares,
y, por tanto, agotada su novedad, lo lanza de
nuevo
a!l mercado bajo el título de Cosas en las que es imposible
que Dios

mienta,
del cual, según su Anuario 1968, lleva vendidos
diez millones. Retirado éste, se lanza otro que refiere los mismos
ternas, titulado
La verdad que lleva a la vida eterna, del cua,J, según
su revista
«Dcopertad», del

9-1,74,
llevau vendidos

la astronómica
cifra de setenta y cuatro millones.
Cinco libros

con
wi mismo con­
tenido, pero con
presentación y autores diferentes, en los que sólo
cambia la fecha, siempre retrasada, de la inminente vnelta del
Señor,
hau dado a los Testigos Wl imperio editorial bajo la técnica de
Knorr,
el cuail ha orgauizarlo de tal manera la Sección de Ventas
que según
sus propias fuentes

de información, sus
«Anuarios» del
año 1968
al del 1975, les

ha dado el balaute siguiente:
«Cosas
en 'las que

es imposible que Dios mienta»
«Estas buenas

nuevas del Reino» . . . . . . . . . . . . . ..
«La verdad, que lleva a la vida
eterna>> .

. . . . . . ..
«¿Llegó el

hombre por creación o por evolución?»
«¿Es
realmente la

Biblia
Pafabra de

Dios?»
«Escuchando aiI gran maestro» . . . . . . . . . . . . . ..
Total de e¡emplares ...
10.000.000
63.000.000
74.000.000 18.000.000
17.000.000
13.000.000
195 .000.000
Con sólo seis títulos diferentes, ciento noventa y cinco millones
1199
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
de ejemplares vendidos, por una red de más de un millón y medio
de vendedores
gratuitos, son

para
acreditar la capacidad y. el éxito
del fenómeno Knorr.
En la vertiente de la preparación técnica y psicológica de sus
agentes
vmdedores, Knorr

alcanzó un éxito parecido al anterior,
y
ffi06trÓ su capacidad renovadora en 106 puntos siguientes:
aj Fundó escuelas para capacitar a los misioneros internaciona­
les, que prácticamente han llegado a todos
'los rincones
del mundo.
b) Organizó las Asambleas Inreroacionales en diferentes partes
de la tierra,
las que no sólo l.e sirvieron para inmflar el fuego jehovista
en

los suyos, sino para la publicidad de la obra,
all atraer la atención
de los
medios de

comunicación, por lo general alérgicos a los temas
re!;giosos.
e) Renovó, modernizó y fijó para todo el mundo las técnicas
internas
de
106 Testigos, en lo tocante a fa presentación del mensaje
que tienen que estudiar y ensayar con minuciosidad para la mayor
eficacia de

su propaganda callejera de puerta en puerta. Fundó, en
fin, una
burocracia perfecta, sin dejar ningón resquJcio al azar, donde
en
cada reunión todo está programado, qué materias estudiar, qué
hablar,
qué ensayar.
Bl estudio
no es a
base de la Biblia, sino a base
de los
temas señalados por la revista quincenal !la Atalaya. En las
reuniones se
pasa revista a'1 NUMERO : Número de días y horas de
visitas
domiciliarias, de
libros, folletos y publicaciones vendidas, de
estudios en los hogares, de proclamadores o precursores regulares o
temporalles, de imprentas nuevas, de títulos
nuevos, de

Salones del
Reino nuevos, de Asambleas nuevas, de
suscripciones nuevas.

Y a
todo ello
el Testigo sólo puede pronunciar una palabra: Amén.
ReJumiendo ,-A1l espiritu típicamente norteamericano y mercantil
de Russell, se juntó el a:lma juridlcista de Rutheford, que enderezó
verticalmente la organización, para terminar en la burocracia tecnó­
crata de Knorr. Hoy los Testigos forman una de las mayores buro­
cracias del mundo.
1200
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
III
DESARROLLO
Al hablar de los Testigos de Jehová, debemos reconocer que su
organización se ha desarrollado de manera
vertigino6a. Existen
ra­
zones para ello
y en este tercer apartado quisiera ofrecer algunas
pistas firmes,
para comprender ese desarrollo, que a muchos admira
y arrastra, y que tiene una doble vertiente, formada por: l. Causas
extrínsecas a la organización.-2.
Ca'LJSas intrínsecas

a
1a misma.
l. Causas externas.
La CRISIS de FE entre los cristianos, de manera especial de los
católicos, durante este siglo,
agravada a partir del Vaticano II.
No ha faltado quien afirme que en España cada veinticuatro horas
se abre un nuevo

Salón del Reino.
Sin aceptar esta exageración, re­
conozcamos
que

su desarrollo
ha sido extraordinario en los últimos
años, sin corresponder la proporción a los esfuerzos
de los mismos.
¿Por qué? Porque una empresa material, intelectual o espiritual, sólo
puede triunfar cuando viene a llenar un vacío, que repugna siempre a la naturaleza de las
cosas, o
suple una necesidad.
Los Testigos han
venido
a llenar el vacío
producido en el campo católico de España,
por la
CRISIS de FE, causada por los estragos del Progresismo reli­
gioso, a
partir del Vaticano II, con la desorientación causada por la
mala
digestión del
mismo.
Ese Progresismo religioso se ha caracte­
rizado por
el Antropocentrismo,
Desacralismo, Horizontalismo,
Re­
lativiomo, Historiciomo,
Irenismo y Filomarxismo, que han rechazado
los Testigos.
a) Testigos contra el Antropocentrismo.-No el Vaticano 11, ni
a:Jguna de sus orientaciones, sino los más audaces y ruidosos voceros
de un neocatolicismo, nos
están presenitando una religión, en la que
el hombre pretende
suplantar a
Dios, origen
y fin de todo. A lo
1201
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
largo de la historia, todas las épocas de humanismo o exaltación de
la criatnra han llevado aparejadas grandes convulsiones religiosas.
Lo fue el
hwnanismo helenista en

tiempos de los Macabeos. Lo fue
en el siglo
XVI con la Reforma protestante inherente, que hizo cuar­
tear
el edifiáo de la Iglesia. Lo es ahora con el neo humanismo,
teñido de marxismo,
_que está

invadiendo grandes esferas eclesiales.
Este humanismo no cristiano, en el cual el hombre se evade poco a
poco de Dios
y se erige en centro del pensamiento y de toda actividad,
ha producido un vacío en ias almas y una desorientaáón tal que
hace que
mochos espíritus débiles, buscando
preservarse de los so­
fismas de moda, en
que sólo

se
ha!,la de
los
derechos del
hombre,
pensando que tales teorías emergen de la Iglesia, abandonan la
misma
y se entregan al que les hable de la primacía de Dios. Los Testigos,
visceraimente teocéntricos,

hasta
el extremo

de rechazar
la divinidad
de Cristo para no disminuir, según ellos, la excelsitud de Dios, fá­
álmente capturan estas
almas profundamente religiosas, provenien­
tes del catoliásmo y asustadas y escandalizadas por el giro que creen
está tomando la religión soáo-política que presenta el progresismo
religioso en nuestros días. Uno de
_los detalles más luminosos de
esta actitud religiosa de acatamiento supremo al Creador y de la
dependenáa
totrul de la creatura haáa el mismo, es la nomenclatura
elegida por los Testigos,
la palabra SIERVO, para designar a sus
diversos

dirigentes. El
jefe supremo
es el «siervo fiel» ; los demás
son todos siervos, ya sea de zona, de congregaci6n,
etc. El falso
neo
humanismo católico, está empujando
mu.chas almas hacia los
Testigos.
b) Testigos contra el Desacralismo.-En esta crisis de fe que
sacude al cristianismo, algunos han confundido lo que es aceptable,
o sea, el privar de carácter sagrado a objetos y hechos que no lo
son, o no lo tienen, con
la nefanda desacralización total a que esta­
mos enfrentados y que consiste en la supraión, disminución o des­
precio el.e todo lo que tiene categoría religiosa, en benefiáo de lo
laico, o simplemente natnral. Y esto lo vemos en personas, lugares,
culto, lecturas, ideal de santidad,
etc., como si lo sagrado constituyera
una alienaáón
para la creatura, en vez de consistir en la atadura que
1202
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
Jo vincula a Dios, de quien procede. Los Testigos han rodeado su
vivir y pensar de una atmósfera sagrada, que los
inmuniza contra el
desacralismo.

No ignoramos que, en parte, esta
actitud se debe a una
defensa natural, proveniente de que son un grupo minoritario reli­
gioso, a su neofitismo, a su recién
hallazgo de Jo santo, pero el caso
es que rehuyen el
desacralismo reinante

en
ciel'tas esferas
cristianas
vergonzantes, y

esa actitud reverencial hacia lo santo y lo sagrado
es otro medio
que influye y ayuda a su proselitismo.
c) Testigos contra el Relativismo.-Otro
de los males que co­
rroe a una parte del cristianismo pensante o pseudointelectual, es el
relativismo frente a la Palabra de Dios. Este relativismo consiste en
someter
la Fe y la Palabra de Dios escrita al juicio de los hombres,
para
adaptadas ,:J progreso de la humanidad, cambiando fórmulas de
fe para alterar el contenido
de sus doctrinas. Tiene el relativismo su
máxima expresión ail acercarse a la Biblia, a la cual se le concede
solamente un valor RELATIVO, como expresión humana, y negán­
dole
el valor

que tiene absoluto e inmutable, como Palabra de Dios.
Los Testigos han usado y abusado
de la lectura e interpretación de
la Biblia, como veremos luego. Pero los Testigos, fieles al < e1tá>>1 Mat. 4, 4, con que recha2'a. Jesús all tentador, mantienen.· nna
lucha tenaz contra c,I relativismo bíblico. Bien· es verdad que han
ido a
parar a la interpretación rabiosamente simbólica y literal. Pero
sú. actitud

fundarnentalista en cuanto al valor de la Palabra de Dios
ha sidó otro tanto a su favor, que les ha allegado muchas ,:lmas fieles,
escandalizadas por

las teorías progresistas, que minusvaloran la Pa­
labra escrita y
la relativizan, saliéndose por argumentos tales, como
si la Palabra de Dios
sólo fuera
un tratado de helenismos o
hebraís­
mos, sin significado a!lguno para el hombre actual.
d) Testigos contra el Historicismo.-J..os Testigos han sabido
re­
chazar la gran tentación del Historicismo, que está minando el campo
católico, como aliado de la penetración marxista y temporalista. Este
Historicismo consiste

en afirmar que todo lo que acontece, de
alguna
manera

Dios Jo tolera, lo quiere
y es aceptable a Dios, y nosotros lo
podemos
abrazar, ya

se trate del marxismo o de cualquier otra
co-
1203
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
rriente de opinión, a las que hay que aceptar y bautizat. Pero olvi­
daton,
como
afirma
San Pablo en II Tes.Jooicenses, el misterio de
la Iniquidad operante en
el mundo, y la lucha

entre Cristo y los an­
ticristos de

que nos previene la Escritura. En este campo es en donde
mayor gallatdia
moral han desplegado los Testigos, pues han puesto
so mayor
énfasis doctrinal
en denunciar la
1uoha eterna entre Dios
y Satanás, hasta la batalla final del Hatmagedón. Muchos cristianos
observadores de la presencia
del Maligno
en
el mundo, y de su lucha
contra las almas, admirados de las doctrinas progresistas, que desem­
bocan en la confusión mental y religiosa, de llegat a negat la exis­
tencia del diablo,
han visto un rayo de luz en la presentación del
misterio

de la iniquidad,
uno de
los fundatnentales, en la exposición
doctrinal
J ehovista, y se han ido con ellos.
e) Testigos

contra el
Irenismo.---Si miramos
a nuestro alrededor
comprobaremos que difícilmente encontratemos un solo Testigo
ire­
nista, que es la tendencia a disminuir las verdades religiosas, o a disi~
mulat las obligaciones provenientes de la fe, en aras de una falsa
armonia o
paz social, con aquellos que no compatten nuestras creen­
cias. Fruto
máximo ha sido el secularismo y el debilitamiento y hasta
la muerte de nuestras misiones
y desaparición de nuestro apostolado.
En
atas de

la fa:lsa
paz, del antitriunfalismn y del pluralismo religioso,
nuestros
actuales Progresistas están haciendo

olvidat la obligatoriedad
evangélica del anuncio de Cristo. Frente a esta corriente más dañina
a la vida espiritual que el
aborto a

la vida física, los Testigos han des­
plegado sus banderas en contra del viento del Irenismo, sin aver­ gonzarse de sus creencias, ni en privado ni en público, ni en sus
propias reuniones ni en la propaganda callejera. Orlando a
veces sus
actuaciones con

heroismn y martirio. Ciertamente que
muchas veces
se acompañan las anteriores manifataciones de un fanatismo grosero,
pero tienen la virtud de denunciar otras cobardías irenistas, en los
ca:tólicos, y exteriorizar ante el mundo su sinceddad religiosa, que
nadie puede negat al grueso de sus adherentes, y atrastrar, sobre
todo, a una juventud
atdorosa, a
la que los
d.irigentes progresistas
católicos se

habrían
encargado antes
de castrar espiritualmente, en
nombre de un
antitriunfalismo e

irenismo de
cobatclía. La lucha de
1204
Fundaci\363n Speiro

EWGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
los testigos contra el irenismo ha reportado muclios dividendos a
su causa.
f) Testigos contra el Filomarxismo.-Otra de las grandes ca­
racterísticas de los Progresistas, católicos
y protestantes, es su desver­
gonzado
filomarxismo, comenzado a raíz de la II

Guerra Mundial,
con los grupos de sacerdotes de
«Pax Christi>>,

colaboradores en todos
los países comunistas con sus Gobiernos,
hasta los actulllles «Cristia­
nos
por el
Socialismo», colaboradores

en los países
capitalistas con
el

partido comunista, con vistas a
la implantación del marxismo o de
un
cristianismo marxistizado.

Todo ello, en el campo católico
y en
el protestaote, iluminado por
la Teología de la Liberación, en la que
también han quedado atrapados, como en
tela de araña casi todos
los grupos protestaotes que trabajan en
América ...

menos Uno:
¡Los
Testigos de Jehová! no han caído en la trampa progresista y han
dado una batalla galante y heroica. El día que se pueda escribir el
martirologio sufrido por lus Testigos en Cuba a manus del terror de Fidel Castro, muchas frentes, ahora altivas, se humillarán. El
heroísmo,
hay que reconocerlo, venga de donde sea, y en Cuba, en
Rusia
y en las naciones tras el telón de acero, los Testigos ... eso ... ,
han dado testimonio de sangre. Bien es verdad que por motivos ad­
ministrativos también
han sufrido en otros países, como por
impues­
tos,

servicio militar,
etc., pero aqu! sólo deseo subrayar que los Tes'
tigos

no han caído, como grupo, en las redes del filomarxismo, como
han caído todo el sector
eclesiwl progresista

del catolicismo
y del
protestantismo,
y esto es un taoto más a su favor para atraerles mu­
chas almas, y que es y será uno de los grandes ganchos de atracción
espiritual,

cuando un país cae en las garras marxistas y la fe sólo se
puede
practicar en

la penumbra
y en la clandestinidad.
Sintetizando.-La. gran crisis de fe existente en el cristianismo,
causada

por el Progresismo religioso
y que ha producido tremendo
vado espiritual,

está siendo febrilmente rellenada por el grupo de
los Testigos, que a pesar de su frecuente fanatismo, no han caído en
la trampa espiritual tendida
y ha desplegado con éxito y airosamente
las banderas del teocentrismo, la sacralizadón, la distinción entre
1205
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
Cristo y Anticristo, el valor •bsoluto de la Palabra de Dios, la pro­
clamación
sin rubor de la fe, la denuncia de marxismo, siendo estas
las causas más seguras de su fulgurante expansión.
2. CaUB& internas.
Entre las causas. internas coadyuvantes a su rápida difusión, se
podrían señalar las siguientes : a) Organización burocrática, vertical
y totalmente férrea; b) Organizoción financiera perfecta.-c) En­
tusiasmo,
juventud y

fanatismo,
propio de
todos los grupos de neó­
fitos.-d)
Dinamismo espiritual del tema

del Regreso del Señor.­
•) Técnita psicológica en su
proselitismo.
A) Organiza.íón burocrática, vertical y féma.
Esto, que a alguno pudiera parecer una censura, no lo es, pues
la democracia en la religión no tiene nada que hacer, en ruan.to a
la organización. No es censura, sino la expresión de una de las causas
básicas de su éxito, que forma esta jerarquía descendente, de acuerdo
a los informes de
«Atalaya>> 1972-109.
l. La autoridad suprema e inapelable la constituye su Presidente
mundial, residente en Broolclin N. Y. A éste los testigos lo llamao
el < que el Señor ha puesto sobre
todos los suyos para darles provisiones
a su tiempo», Mat.
24, 45-46.
2. El Presidente es ayudado por los Siervos Regionales, en nú­
mero de
siete, en

que tienen dividida
la tierra, y que corresponden
a Norteamérica, Países del Atlántico, Sudamérica, Asia, Africa, Euro­
pa y Oceao!a. Estos forman el consejo supremo de los Testigos de
Jehová. 3. Siguen a continuación
Siervos de Sucursal, que son aproxi­
madamente unos den, al frente de cada nación o región, cargo ocu­
pado generalmente ¡,oo, norteamericanos. Al frente de la sucursal de
1206
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO l CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
España hasta no hace mucho estaba el norteamericano John Kurtz,
no

obstante aparentar en manos españolas. 4. Estos Siervos de Sucursal, controlan a sus inferiores en rango,
llamados los Siervos de Distrito, cuartos en línea descendente.
5. Cada Siervo de Distrito vigila a sus inferiores inmediatos en
jerarquía, que son los Siervos de Circuito, que vigilan a los superio­
res de los grupos locales.
6.
A los Siervos de Circuito siguen los Siervo, de Congregación,
que son los responsables locales, en número aproximado de treinta
mil, ya que es grande la movilidad numérica, y no es
fácil dar

nú­
meros exactos.
7. Estos Siervos de Congregación controlan férreamente, a su
vez, a los últimos miembros-divididos en: a) Siervos mini.rteriales,
si dedican, aJ menos, 100 horas mensuales y 1.200 horas al año a
la predicación, son remunerados por la Sociedad; b) son Publicad o­
re,
de

fa
Verdad, si dedican al callejeo de puerta en puerta domingos
y fines de semana y alguna
fecha especial,

sin remuneración. Según
fuentes jehovistas cuentan con más de millón
y medio de Publica­
dores. El

último eslabón,
el último y más desconocido Testigo, de cual­
quiera de nuestras aldeas, una vez atrapado, es difícil que consiga
zafarse de la organización. Siempre hay alguien vigilando y espiando
su conducta. A este innominado
y desconocido Testigo, llamado Pu­
blicador

de fa
Verdad, lo observa el Siervo de Congregación, a éste
lo vigila el Siervo de Circuito, a éste lo controla el Siervo de Distrito,
a éste le pide cuentas el Siervo de St1c11rsa/,, a éste lo regula el Siervo
Regional,
a éste lo fiscaliza y domina el Siervo Fiel, o Presidente.
El
alma de

los Testigos
es VIGILAR.

Su ocupación favorita, observar
las señales de los tiempos, espiar, controlar. Su revista lo declara con
su significado, la ATALAYA. Su morada, la TORRE del VIGIA.
Los Testigos son un producto propio del mercader Russell, del ju­
ridicista

Rutheford, del burócrata y tecnócrata Knorr, sus
métodos
tienen

bastantes puntos comunes a la C.I.A. y al F.B.I. y, aunque
parezca irónico, a la organización celular del partido comunista in­
ternacional. Y esto, que a algunos parecerá reprobable, como se trata
de una organización fundada por hombres, es el primer motivo del
1207
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
éxito humano y de su expansión y solidez. Los Testigos se han fun­
dado sobre
bases férreas y graníticas, y una vez establecidos es difícil
tumbarlos, como lo han experimentado Fidel Castro en Cuba y Rusia
contra los grupos de Testigos en la desembocadura
del Volga.
B)
Organizaci6n financiera perfecta.
El escritor J. Pike dice que los Testigos constituyen < más fantásticas corporaciones
comercia:les del
mundo». No
podía ser
de otro modo si tenemos presente la inspiración mercantil de Rus­
sell y la organización tecnocrática de Knorr.
Los Testigos, al principio, se mostraban reacios a manifestar su
estado financiero, salvo a
las autoridades, pero a partir de 1919, es
posible
seguir en

sus Anuarios el índice general de ganancias
de
todo orden. Al hablar antes del genio organizativo de Knorr, quedó
patente en pocas cifras la
primacía que logró dar, durante su estancia
al frente de los Testigos, a las finanzas. Ahora vamos a intentar, apo­
yados en sus datos, ofrecer una pequeña reseña para comprobar que otra de las causas de su
expansión ha

sido la buena administración,
bajo el señuelo que
«dinero llama

a dinero». Los principales
medios
de

enriquecimiento de los Testigos son:
l. Venta de literatura.-2.
Financiación de Salones del Reino.-3. Donaciones.
I. Venta Je Uteratura.-Los Testigos, para justificar ante sus
fieles esa diarrea de revistas, libros
y folletos que acompaña su ac­
tividad,
'han buscado algunos textos en la Biblia. Entre otros, Mat. 24,
45 : «Quién es

el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre
sus criados para darles el alimento a su debido tiempo». Y
afirman
que

su
presidente es
el siervo fiel,
y los libros que venden son el
alimento.
También citan

a Ap. 22, 1-2:
«Y me
mostró un río de
agua viva ...
y de este lado y del otro del río había árboles de vida que
producen doce cosechas de frutos, dando sus frutos cada mes. Y
las
hojas de los árboles eran para curación de las naciones». Las hojas
de los árboles son las hojas de los
libros. ¡ Y se quedan tan panchos!
No debe
extrañarnos este

aspecto
si recordarnos que según «Ata-
1208
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
laya>> 1955, pág. 460, el propósito primigenio de la sociedad fue el
negocio de libros. Reconocido por la
ley el 13/XIl/1884, en el ar­
tículo
2.Q se

dice:
«El prop6sito por

el cual se forma
la corporación
es la diseminación de
las verdades

bíblicas, en varios idiomas, por
medio de

la publicación de tratados, folletos,
P"P"les, y otr06 docu­
mentos».
Pues bien, el éxito en este
aspecto está

asegurado con
un
solo

botón de muestra, el año 1974. Copio estos datos del libro
< falS06 manejos de los Testigos de Jehová>>, de A. Carrera, pág. 99:
«Para que

se hagan una idea, pequeña idea, de las ganancias por
la venta de literatura, diremos
solamente lo

que supuso el año 1974
para la Sociedad. Como quiera que los libros tienen tres precios :
18, 35
y 75 pesetas, para nuestro cálrulo vamos a darles un valor
medio de 40 pesetas
por unidad. Los folletos, su valor real de tres
pesetas cada uno.
Las revistas «Despertad» y «Atalaya, el suyo, de
cuatro pesetas por número,
y las suscripciones, también la que real­
mente tienen, de 110 pesetas. De acuerdo con ello, tenemos:
Año 1974 (Anuario 1975, págs. 31 y 32).
Libros vendidos: 27.581.852, por 40 ptas., son 1.103.274.080 ptas.
Folletos vendidos: 12.409.287, por 3 ptas., son 37.227.861 ptas.
Revistas vendidas: 273.238.018, por 4 ptas., son 1.092.952.072
pe-
setas.
Suscripciones: 2.387.904, por 110 ptas., son 262.669.440 ptas.
Totales: ventas, 315.617.061 unidades;
pesetas, 2.496.123.453.
Mediten

un momento en estas cifras fabulosas.
En solamente un
año, 1974, vendieron 315.617.061
«pie,as» de

literatura, con una
recaudación aproximada de 2.496.123.453 ptas.»
2.
Donadones.-A lo largo de un siglo de existencia de los
Testigos de Jehová, imbuidos y convencidos los fieles Testigos del
fin inmediato del mundo,
retrasarlo por

cada uno de sus Presidentes,
miles de sus seguidores se han guardado lo indispensable para vivir
y esperar hasta el final
y han entregado generosamente sus ahorros
a
la Sociedad, para que lo emplease en el anuncio del regreso de
N. S.
J. A pesar de la modestia económica de casi todos sus adheren-
1209
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
tes, esas aportaciones han constituido un factor de prosperidad para
los Testigos.
3. Financiamiento de

los Salones del Reino.-A cualquier
ob­
servador sotprende la facilidad con que un grupo reducido y modesto
económicaruente de

personas, de la
noche a la mañana, es capaz de
levantar,
o adquirir, un edificio o un lugar
para las reuniones, al
que denominan
«Salón del

Reino».
La, explicación

es fácil:
La orga­
nización central

en Brooklin financia la operación, prestando el
di­
nero necesario con intereses. Pero lo escalofria111te es que la congrega­
ción local, después de pagar intereses y devolver el dinero a plazos,
no
lo puede vender, sino que la propiedad radical pertenece a Brook­
ling. Si sólo en los últimos años se han formado en España más de
300 Salones
del Reino, solamente en este renglón y en España, cifre
económicamente el enriquecimiento de
los Testigos.
C) Ent11siatmo, sinceriddd, fanatismo, ¡11vent11d.
Ciertamente

lo anterior ha influido en la difusión admirable de
los Testigos, pero
son las

causas enunciadas en este tercer apartado la
razón
más relevante de su expansión.
l. Entusiasmo,-El crítico historiador inglés Arnold Toynhee
afirma que «el futuro de las religiones estará en proporción directa
del entosiasmo de sus adherentes». De
acnerdo a

esta observación, si
el entusiasmo actual de los Testigos no decae, el futuro de los mismos
es promisorio.
Su entosiasmo tiene varias fuentes: en primer lugar, el produ­
cido por el
hallazgo de un ideal, en personas, en

gran parte, margi­
nadas de los grupos religiosos, y que de pronto creen se sienten es­
cogidos por

Jehová para anunciar los últimos tiempos. Su posibilidad
de
tomar parte directa y activa en las reuniones, cuando antes eran
elementos pasivos.
La simplicidad del dogma y moral presentado por
los mismos. Y, sobre todo, la
seguriddd que

se les infunde de que
muy pronto serán salvos, con la posibilidad de ser uno de los que
1210
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
sigan al Cordero, entre los 144.000, en su regreso al cielo; o la alter­
nativa ,de
queda.tse «inmortalmente»
en una tierra renovada y
feliz,
donde «no habrá hambre ni sed ni lágrimas», porque todo esto habrá
terminado, son ingredientes para sacudir al
alma más aipática.
2. Sinceridad.-Nadie discute

que la gran masa de los segui­
dores jehovistas, entre
la gente humilde, posee en grado elevado la
virtud de la sinceridad. ¿Quién puede dudar de ella, entre esa masa
de «publicadores de la
verdad», que
emplean los fines de semana,
domingos
y fiestas en aporrear las puertas de las casas, donde tienen
que proclamar sus creencias, siendo recibidos tantas veces con reserva~
éon ironías y hasta con algún porta20? Esa manifiesta sinceridad,
pues de su actuación no consiguen ningún beneficio material, es otra de las causas que
hacen simpático al jehovismo, para muchas almas
sencillas pero ignorantes,
y que al margen de la práctica de su fe,
les abren el corazón y las puertas.
3- Fanatismo.-Las huestes jehovistas, por lo general, son rabio­
samente fanáticas, no atienden
ra20nes, no

admiten verdadero diá­
logo, pues cuando se está argumentaodo a alguno de ellos, no atien­
den
ra2ones del

adversario, sino que en
vez de

atender preparan men­
talmente sus propias respuestas. Por lo general
las mismas palabras
tienen diferente significación entre un cristiano
y un jehovista. Se
alimenta de ideas fijas. Este fanatismo tiene una explicación: Perte­
nece
a una minoría

y participa de las condiciones de toda minoría.
Está siempre al ataque o a la defensiva, en el terreno de la fe. Nunca
sosegado ni en
pa2. Por lo regular se encuentra en que tiene que
autojustificarse, por
haber cambiado su fe. Se siente generalmente
recha2ado o

señalado por la mayoría de
la comunidad, donde vive
o trabaja. Todo ello teje a su alrededor un complejo de fanatismo
y cerra2ón mental, que impide todo verdadero diálogo. No olvide­
mos que para determinadas personas el fanatismo se identifica con
el heroísmo.
4.
/11vent11d.-Y al
decir juventud no me refiero al cómputo ma­
terial de los- años. Me refiero al talante
general de

los jehovistas
1211
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
como grupo y organización. La verdad es que, al contemplarlos ca­
llejear, cargados de libros, bien ensayados para presentarse en
pú­
blico y hasta cómo aguantar el chaparrón del rechazo, dao la impre­
sión de garbo, de
juventud, de
simpatía, de amistad, de arrastre.
Recnerdo que
quedé gratamente

impresionado por todo lo aoterior,
cuando pude contemplar a un grupo de jehovistas objetores de con­
ciencia, durante una
Semana Bíblica que prediqué en la Cárcel Mo­
delo de Valencia, en la primavera del 76. Y,
hoy por
hoy, la juven­
tud tiene la llave del porvenir, aunque muchos de estos jóvenes ar­ dientes aflojarán el
arco del

entusiasmo sin tardar mucho, como ya lo
están experimentaodo, a última hora,
amplios sectores

de jehovistas,
pasados los primeros hervores.
D) DinamiJmo espíritu/JI del tema del Regreso del Señor.
Aunque puesto hacia el fin, la máxima razón interior del verti­
ginoso desarrollo
jehm>ista, es,

dentro de su general
pobreza doctri­
naria,

la adopción del dogma de
fe cristiano más dinámico que existe,
como es el
Regreso del Señor, para «bandera de enganche» de sus
seguidores. En la Historia de 'la
Salvación, contenida en

la Escritura, este es
el último artículo de Fe, pero el que ha hecho vibrar a toda la cris­
tiaodad
desde los tiempos de

San Pablo. Al correr de la Iglesia, las
grandes conmociones y caminos de conversión
hao usado intensa­
mente este terna.
Hoy se

está revalorizando dentro de nosotros. El
milenarismo
está poniéndose de moda y de nuevo llamaodo a las
puertas, merced, tal
vez, a
los
esfuerzos de
la
propaganda de
los
Testigos.
E) Técnica psicológica en su .proselitismo.
La doctrina del sacerdocio universal, inatlcada a los Testigos, la
hao llevado

hasta sus últimas consecnencias.
Los «siervos» de Jehm>á,
todos

sus miembros son responsables de llevar la buena nueva a todos
1212
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSUM DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
los rincones de la tierra. Todos son escogidos por Jehová para anun­
ciar el fin inmediato y el Regreso del Señor. Para poder prepararlos
sin seminarios, de los cnales
wbominan, han
resuelto el problema dán­
dole nna doble vertiente:
l. La doctrinaJ.-2. La técnica.
l. Doctrinal.-La preparación doctrinal indispensable para ca­
llejear y cnmplir la tarea de colocar libros se reduce: a) Un esquema
del plan

de Jehová.
b) Unos cnantos pasajes de la Biblia, que con­
firmen sus creencias. e) Supresión de los _grandes misterios cristianos,
como Trinidad, Eucaristía, etc. d) Código moral religiooo sencillí­
simo: No asistencia dominical a la misá, no ra:epción de Sacramen­
tos, etc. e) Seguridad de la salvación para sus seguidores y, en el
peor de los casos, como no existe el infierno, eliminación para no
sufrir penas eternas.
2. La térnica.-De sus cuatro reuniones semanales, solamente
una de ellas está dedicada al servicio religioso. Dos al estudio de
temas, presentados, no en el estudio de la Biblia directamente, sino
en la revista «Atalaya>>. La reunión cuarta, al ensayo minucioso de
cómo· presentarse, hablar y convencer a esos· millones de hombres
ignorantes en religión, a quienes se les promete un
destiµo feliz
si
cumplen a la letra lo que se les recomienda en aquellos libritos que
se les

ofrecen. Se les lava el
cerebro en esas renniones.
Hablar,
hablar, hablar ... sin descanso y sin cansancio al primero con quien
se topa nno, sea el médico, el tendero, el cobrador, el vecino, en el
tren o el autobús o ei,_ la calle. Pero, además, hay que vender libros,
y
c•da Testigo debe mensuamenlte
informar, rellenando formularios
y especificando días, horas y resultado de las visitas domiciliarias
efectuadas. Cada

nno es
controlado sobre

el material vendido, ya sea
para animarle ya sea para reprimirle, ihasta lograr, como mínimo,
de los menos dotados, y por mes, diez horas de trabajo, venta de seis
revistas, repetición de seis visitas, y un estudio de «Atalaya» en
coniún con otros.
Otra de las causas de su expansión ha sido la insistencia en la
propaganda domiciliaria modesta y continuada, donde en el contacto
direclX> y personal con el visitado, han podido llegar donde no pue­
den
hacerlo

ni los grandes
auditoribs ni
los
discnrsoo impersonales.
1213
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
IV
CRITICA
l. Uso y ah,u,oo de la Biblia por loo fohoviot..,_
El lector habrá podido comprobar que en los antériores capítulos
hemos juzgado benévolamente
y subrayado todos los lados positivos
de

la organización jehovista, resaltando con admiración dos cosas:
la macavillosa organización empresarial, obra de los dirigentes,
y la
sinceridad del grueso o
infantería de

los Testigos, representado por
el último
escalafón de «siervos», llamados

«Proclamadores de la
verdad». Pero ha llegado
la hora de poner en Ja balanza de la crítica su
mercancía, y ella está averiada
y corrompida en partes. Su mensaje,
fundado en el más
dinámico artículo

de
fe cristiana, el Regreso del
Señor, está mezclado de _errores tan burdos que constituyen un ul­
traje
para todo el cristianismo, del cual los excluyen, católicos, pro­
testantes
y ortodoxos.
Para mayor claridad dividiremos el
capítulo en
tres apartados:
l. Actitud incorrecta de los Testigos ante la Biblia y presentación
amañada y falsa de
-su
versión
propia, llamada
del Nuevo Mundo.
2. Creencias anticristianas de los jehovistas.
3. Jungla

enmarañada
de
prescripciones y prohibiciones de los Testigos de Jehová, provenientes
de una corriente secreta de
regreso al judaísmo.
l. Subdividiremos el apartado primero en dos: -Actitud inco­
rrecta. Falsa
y amañada versión.
A)
ActittJd incorrecta.-Para el hombre de fe, la Biblia es un
libro diferente a los demás, es, en suma, la Palabra de Dios, a la
cual se debe acercar en actitud humilde de fe y de escucha. La tarea
básica del que ,e
acerca a

la Biblia,
repetida sin

cansancio a lo largo
de
sus págins.s, es de ESCUCHAR, sobre todo el Deutéronomio, 4,
1; 6, 4
y 12, 28, da la pauta. Aquel que abre la Biblia con la actitud
jehovista de

que respalden uo sistema preconcebido
1214
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
de ideas como el inventado por Russell, o busque en la Palabra de
Dios
armas y textos para destruir la fe de los no jehovistas, como
es el método desarrollado a través de
los estudios semaoales en los
Salones del Reino, tomados siempre de su revista quincenal
«La
Atalaya», en- busca acuciosa de textos como armas arrojadizas, para
confundir al adversario, como hacen los jehovistas en otra de sus
reuniones semanales de ensayo teatral,
para el callejeo de puerta en
puerta, adopta una actitud falsa e incorrecta, pues en
vez de escu­
char a Dios en su lectura, se escucha un.o ~ sí mismo, usa los textos
sagrados sacrilegamente, exactamente jgual que, de acuerdo a San
Mateo 4, lo hizo Satanás con una serie incongruente de citas arran­
odas de la Biblia, para intentar apartar a Jesús del cumplimiento de
la voluntad del Padre, o sea, de su objetivo, redención de la Huma­
rudad.
Pero •hay más:

no sólo es incorrecto su
acercamiento .a la

Biblia.
Su maoejo de
la Biblia es burdo y grosero, pues ignoran casi siempre
en sus explicaciones las
tres reglas de interpretación bíblica: a) La
revelación de Dfos a través de la Biblia es lenta y progresiva, por
ejemplo :
desde las

promesas hechas por
Dios a Abraham consistentes
en riquezas, descendencia
y éxito material, Gén. 12, hasta las hechas
por Jesús a sus seguidores, en las Bienaventuranzas, Mat.
5, va
un
largo
camino de

formación y educación del Pueblo de Dios, cosa
que los jehovistas ignoran, al
parecer. b) En la lectura de la Biblia
se debe atender al
contexto, o sea, lo que antecede y sigue al punto
tratado
y los lugares paralelos. Y los Testigos, en cambio, son indo­
mablemente aferrados a
los textos
solitarios, literalistas, así en el
tema de la guerra
y la paz, el amor y el odio, las imágenes o no imá­
genes,
la divirudad o no divinidad de Cristo, el infierno eterno o no
infierno,
h,biendo despreciado
dos
rrulenios de
explicación cristiana
por las opiniones
de un

admirable vendedor de casimires, el señor
Russell.
Tomemos un ejemplo: afirman que
la vida del hombre sobre la
tierra, comenzando por Adán y Eva, data de hace solamente 4.026
años
(vé
la Grande»,
pág. 271), ignorando los lla­
mados
Géneros literarios, además de negar prácticamente el triple
sentido bíblico, que
puede ser literal, típico y acomodaticio. c) Fi-
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
nalmenfe, .en la lectura de la Biblia se debe atender a la Armonía
de
la Fe. La fe, como la belleza, que es armonía de las formas, no
se puede reducir a una visión wiilateral que crea monstruos. El jeho­
vismo
es W1 monstruo religioso, pues han tomado el tema del Fin del
mundo como base de un sistema. para explicar toda la Historia de
la Salvación, y como los cálculos les han fallado, han deformado todo
el conjunto de verdades, y toda la Historia Salvífica. La Biblia con­
tiene

una Historia de Salvación, no
la interpretada por el Sr. Russell
en «El Plan divino de las Edades», sino la que ha tenido lugar en
el tiempo
y espacio: Creación-Llamamiento de Abra:ham-Alianza­
Promesa de un Reino mesiánico-Cumplimiento de las Profecías en
Cristo-Fundación del Reino-Misterio Pascual-Regreso del Señor y fín
del
mundo. Presentar e interpretar toda la Historia de la Salvación
desde el ángulo de una
fecha incierta

final
(véase cómo
continua­
mente la retardan) es una manera falsa de interpretar el con junto de
la Biblia, pues al
~poyarse como

palanca de Arquímedes sobre un
futuro incierto, se
derrumba todo

el
sisrema. El
fin del mundo es el
último artículo de Fe, ··no-es el primero en la Historia de la Salvación.
B) Amañada y falsa versión de la Biblia.-A lo largo de un
siglo de
vida, los Testigos han editado la Biblia de varias versiones,
comq la

del
Rey Jaime y la Revisada, que son de uso corriente en los
países protestantes. Esto no importaba, pues a Jo largo de su historia
los jehoyistas no han estudiado la Biblia directamente, sino los temas
quincenales debidamente
dosificados, expuestos en su revista < Atalaya». Pero los Testigos necesitaban un texto traducido directa­
mente por ellos, en apoyo de sus doctrinas, y sin rubor alguno lo
han hecho adulterando la Palabra de Dios. Para corroborar lo an­
terior el lector puede encontrar tres obr~ publicadas recientemente
en España: «Proceso a la Biblia de los Testigos de Jehová», de E.
Danyans. «La
Biblia: Nuevo
Mundo de los Testigos de Jehová», de
Vicente Amat,
y «Los falsos manejos de los Testigos de Jehová», de
Antonio Carrera, donde se trata extensamente la materia.
Pongamos un ejemplo: en un cotejo rápido de pasajes clave para
comprobar cómo falsifican la Palabra de Dios, cómo añaden
y quitan,
1216
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
sin importarles un adarme o un comino lo que la misma Escritura
afirma acerca de lo anterior, en el Apocalipsis 22, 18-19: «Yo ates­
tiguo a todo el que escucha mis Palabras
de la profecía de este libro,
que si

alguno añade a estas
cosas, Dios añadirá sobre él las plagas
escritas en este libro ...
y si alguno quita ... quitará Dic,s su p1lrte
del árbol de

la vida».
V et'Iión Católica
de Nácar Coluoga.
Lucas
22, 19
«Este es mi cuerpo, que
es entregado por vosotros ;
haced esto en memoria
mía.»
Juan 1, 1
«Al pr10ap10 era el
Verbo,
y el Verbo esta!,«
en

Dios,
y el Verbo era
Dios.»
Tito
2, 13
«Con la bienaventurada
esperanza en la venida
gloriosa del gran Dios y
Salvador nuestro, Cristo
Jesús.»
V er1ión Prote.stante
de Reina V al era.
Lucas
22, 19
«Esto es mi cuerpo, que
por vosotros
es dado; ha'
ced es.to en memoria de
mi.»
Juan 1, 1
«En el principio era el
Verbo y el Verbo era con
Dios,
y el Verbo era
Dios.»
Tito 2, 13
«Aguardando la espe­
ranza bienaventurada
y la
manifestación gloriosa

de
nuestro gran Dios
y Sal­
vador Jesucristo.»
Versión Jehovista
de Nuevo Mundo.
Lucas
22, 19
«Esto significa mi cuer­
po que ha de ser dado a
favor
de Udes. Sigan ha­
ciendo esto en memoria
de mí.»
Juan 1, 1
«En ( el) principio la
Palabra era,
y la Palabra
estaba con Dios, y la Pa·
labra era un Dios.»
Tito
2, 13
«Mientras aguardarnos
la feliz esperanza
y la glo­
riosa manifestación del
gran Dios, y del Salvador
nuestro Cristo Jesús.» (Con la conjunción
se­
para a Dios del Salvador
Cristo Jesús, para
negar su
divinidad.)
1217
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
Versión CtltáUca
de Nácar Colunga
Mateo 28, 17
«Y viéndole,

se
postra­
ron; algunos vacilaron.»
II Corintios 4, 4.
«Para que no brille en
ellos
la luz del Evangelio,
de la gloria de Cristo que
es la imagen de
Dios.»
Lucas

23, 43
«En verdad te
digo,
hoy estarás conmigo en el
paraíso.»
V er1ión Pf'otestante
de Reina Val.era
Mateo 28, 17
«Y
cuando le vieron le
adoraron; pero algunos
dudaban.»
II Corintios 4, 4.
«Para que no les res­
plandezca la luz del

Evan­
gelio de la gloria
de Cris­
to, el cual es la imagen
de Dios.»
Lucas 23, 43
«De cierto

te digo que
hoy estarás conmigo en el
paraíso.»
Versión J eh avista
de Nuevo Mundo.
Mateo 28, 17
«Y cuando

lo vieron le
rindieron homenaje, mas
algunos dudaron.»
(Se adora a Dios, se
rinde homenaje a un su­
perior, Cristo.)
II Corintios 4, 4.
«Para que

la ilumina­
ción de las
gloriosas bue­
nas nuevas acerca. de Cris­
to, que es la imagen de
Dios, no resplandezca a
través ( a ellos).» (La gloria se la quitan
a Cristo y la ponen en las
buenas nuevas.)
Lucas 23, 43
Y él le dijo:
«Verda,
deramente te digo hoy:
Estarás conmigo en el Pa­
raíso.»
Cualquier persona sincera, por seucilla y poca preparación lite­
raria que
posea, puede comprobar la corrupción de estos y tantos
textos de
la versión del Nuevo Mundo, traducida con el fin de pro­
bar los errores anticristianos del sistema religioso inventado por Rus­
sell y completado a través de sus respectivos libros por Rutheford y
Knorr, para, siguiendo la secreta inspiración judía, arrebatarle a
Cristo su divinidad, que es uno de los objetivos jehovistas.
1218
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE WS TESTIGOS DE JEHOV A
2. Creencias no cristianas de los Teotigos de J eh.ová.
A) Su visión de

la
Biblia.
V

amos, en este
apartado, a

presentar su visión global de la Biblia
y a enumerar algunos de los puntos principale• de Fe que separan
a

los Testigos de las otras sectas, y,
naturalmente, de
la Iglesia
Ca­
tólica. Como este trataclito tiene como objetivo, má> que el de simple
crítica, el de
ayuda pastoral

a los creyentes, pondré a continuación de
cada error

algunos de los textos príncipe, que se pueden encontrar
en la Biblia, para rechazar a los jehovistas, pues seria inútil acudir
a la Tradición y al Magisterio, que ellos no admiten.
Los Testigos no ven en la Biblia un libro que narra «la Historia
de la Salvación», sino

la
epopeya de la «Lucha de fehová contra las
fuerzas
del mal», en cuya lucha vence Jehová, naturalmente. Esta
diferente perspectiva entre cristianos
y jehovistas cambia toda la con­
cepción del contenido biblico.
Para exaltar la figura del héroe Dios,
tienen que rebajar
la persona de Cristo, al que colocan en el papel
americano de «The
Chief Executive»,
el jefe ejecutivo,
y la persona
del Espíritu Santo, al que identifican con el poder de Dios. Pero ya
anunciado el tema central, permítaseme trasladar la mejor síntesis
de la exposición global jehovista, debida a los escritores norteame­
ricanos M. Cole, J. Pike
y del e.pañol Prudencio Damboriena, ex­
tractadas de los escritos del segundo fundador, Rutheford, en sus
libros «Creation», «Riches», «sálvation»; y que yo transe.ribo de las
páginas 880-882 de la obra de Prudencio Damboriena, «Fe católica
e Iglesias
y Sectas de la Reforma».
«Jehová

creó a los primeros
padres, les
asigoó el paraíso como
su
propio hogar y les rnaodó que poblasen la tierra. Esta vendría a
convertirse para ellos de una manera estable en verdadero jardín de
Edén con un solo dueño, Dios. Pero Satán, envidioso de la gloria
divina, concibió el plan de destrooarlo para ponerse a sí mismo en
su

lugar.
Se transformó en serpiente, engañó a los primeros padres
con
la promesa de la inmortalidad ( exclusiva de Dios), les hizo
comer del fruto prohibido e
induciéndoles al

pecado, frustró el plao
1219
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
primitivo del Altisimo. Después de la cai
tierra. Dios le maldice
y le coumina con que, por caminos que
El conoce, deshará aquella mala partida que le ha jugado
y volverá
a poner al hombre en el puesto que le corresponde. Por métodos que
desconoceruos, el maligno logra también introducirse en alguna parte
del cielo, don.de permanecerá -sin abandonar -su reino de la tierra­
hasta
fechas muy

próximas a nosotros. Mientras tan.to, la batalla con­
tinúa. Entre todos los mortales, quedan algunos fieles a Jehová. Son
«la simiente» cristiana a la Virgen Maria),
que con el tiempo brotará Aquel
que
ha de aplastar la cabeza del demonio. Nace Jesús y, en su calidad
de puro hombre ( o a lo
más, de
una especie
lleva a
cabo la redención, que no tendrá nada de objetivo en sí, sino que
será una simple señal de que Jehová no aniquilará ya a la pobre
humanidad.

Siguen a aquella
fecha casi dos mil años, durante los
cuales el demonio, sirviéndose de tres grandes instrumentos: las reli­
giones organizadas, las potencias politicas y las grandes finanzas, con­
_tinuará engañando

a
106 hombres y alargando aquel conflicto entre
Di06 y sus criaturas.
»Esto
dura exactamente hasta 1914. Lo dicen sin lugar a dud.as
las profecías de Daniel y las visioues apocalípticas de
San Juan, cal­
culadas
«
inteligible y humana» por Russell, Rutheford y
sus seguidores. Cuatro años
más tarde (1918) Satán es arrojado del
cielo, Cristo ocupa alli su lugar y empiezan las preparaciones inme­
diatas para la
Segunda Venida.

Esta ha sido anunciada para diversas
fechas, pero, al no verificarse «debido a la imperfección de nuestros
cálculos», queda retrasada definitivamente para algún tiempo antes
de 1984». Es verdad que desde 1918 la segunda veuida de Cristo
entre nosotros
es una realidad, pero se trata de < espiritu», sólo
perceptible a
los jehovistas e ignorada desgraciadamen­
te por el resto

Cristiandad. Este lapso de tiempo, que mediará
entre 1918 y la venida visible del Señor, constituye esencialmente un
periodo de intensa preparación para aquel tremendo día. De
ahí que
Jehová

multiplique sus llamadas a los hombres y envie al mundo a
sus nuevos
~rofetas» (los

fundadores
cuya misión
es la de recordar a todos la
proximidad inminente

de aquella gran
1220
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO y' CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOVA
fedha. Esta es también la tarea de aquellos 144.000Testigos, elegidos
ya
por Jesús, pero aparecidos en
forma visible
en nuestros tiempos.
Fosman el meollo del nuevo Reino, · los verdaderos miembros de su
Cuerpo Místico
y los que, cuando aparezca el Señor en forma visible,
se
coo'lertirán en

lugartenientes
suyos para
el gobierno de los nuevos
cielos
y de la nueva tierra, Serán, por fin, los que le acompañarán en
el día del gran triunfo hasta el Reino eterno.
»Pero este último acontecimiento no tendrá lugar sino después
de haber pasado por las fauces de la lucha y del dolor. La venida
de Cristo inaugurará una terrible batalla
ton las huestes de
Satán,
pero terminará con la victoria del enviado de
Jeho'lá. Será

el
mo'
mento

en que, aherrojado el maligno y privado de su poder
sobre
los hombres, se iniciará en la tierra el reinado del milenio con Cristo
como Rer y con los jehovistas, los 144.000, como fieles servidores
suyos. Porque

a pesar de tratarse de un verdadero reino teocrático, sin
dolores ni
miserias de

ningún
género, al modo que
acontecía a los
primeros pad alguno un período de ocio ni
de inacción, Los Testigos estarán tam­
bién allí bien ocupados. Tendrá, por de pronto, Jugar la resurrección
de los muertos. Algunos de sus autores se han puesto hasta a medir
la tierra
y a calcular si habrá en ella sitio para todos,. En último
caso, responden, Dios podría alargar el espacio
de nuestro globo y
así acomodar sin dificultad a los llegados de ultratumba, que, después
de tanto tiempo, se vuelven a juntar con los vivos. Su presencia es
necesaria para que JehO'lá les .muestre por última vez su amor. Los
jehovistas volverán a predicarles «la verdadera doctrina de la salva­
ción>>, dándoles

oportunidad para convertirse. Puesto que la predi­
cación durará nada menos que mil años, hay esperanzas de que sean
muchos los que se decidan a volver al bien. Pero podrá ocurrir tam­
bién que algunos se muestren
empe
sea, vuelvan hacia
Satán, cuando
-,.J cumplirse los mil años de aquel reino- quede
éste desatado de nuevo para desafiar
por última vez a Jehová. En
este caso, éste los arrojará al fuego del infierno para que -junto
con Satán- sean aniquilados por él. Entooces tendrá
también lugar
la recompensa final : los 144.000 ascenderán al Cielo,
mientras que
el resto de los convertidos -incluso los de última hora- empezarán
12~1
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
a gozar para un tiempo indefinidamente largo (puesto que la eter­
nidad como
tal no existe), las delicias del paraíso que Dios les ha
reservado en
la tierra. De esa manera, el ciclo habrá sido perfecto:
Jehová
ha vindicado su honor; . Satán y los suyos han quedado ani­
quilados
y la inmensa ruayoda de la humanidad ha encontrado en el
jardín del
Edén la

felicidad
y la simplicidad para la que Jehová la
había creado.»
Hasta aquí la s!ntesis de las creencias de los Testigos, desperdi­
gadas
por los

escritos
de sus tres fundadores y por los comentarios
de
«La Atalaya»,

pues ellos niegan nuestro Credo Cristiano,
pero
por no alarmar dosifican sus creencias sin ofrecerlas en un Credo
o Símbolo.
B)
Principales ttfirmadones no cristiana.r.
Al llegar a este punto, triste es confesarlo, la mayoría de los ca­
tólicos, como ignoran su propia fe, no puede saber dar razón de
«-ru esperanza», como lo pide el apóstol Pedro en su I Carta, 3, 15 :
«listad siempre

prontos para dar
razón a

todo el que os la pidiere;
pero con mansedumbre
y respeto y en buena conciencia».
Cada católico debiera conocer la síntesis
de la fe que Pablo VI
aclara, defiende e ilumina, en el «Credo del
Pueblo de
Dios de
Pablo VI». Nuestros medios religiosos progresistas lo han cerrado bajo siete
llaves, para ofrecemos, en cambio, las ambigüedades del Catecismo
Holandés, o el fárrago sectario e indigesto de Hans Küng.
l. ILa Santísima Trinidad.-Los Testigos presentan la Trinidad
como el
más burdo Triteísmo debido al concepto antropomórfico que
tienen de Dios, y Rutheford afirma < impuesta por el demonio para apagar nuestra fe en Dios». Oigamos
la Escritura:
Mateo 28, 29:
1222
«Id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en
el nombre del
Padre, y del Hiio, y del Espíritu Santo.»
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
M.ateo 3, 16-17: «Bautizado
festis, salió luego del agua. Y he aquí que
vio abrírsele los cielos y al
Espíritu de Dios descender como
,paloma
y venir sobre él, mientras wia voz del cielo (la del
Padre) decía: este es mi Hijo muy amado, en quien tengo
mis complacencias.»
fuan I4, 16:
«Pero el Abogado, el
Espíritu Santo que el Padre os
enviará en mi nombre,· ese os lo enseñará tod.o y os traerá
a la memoria todo lo que yo os he dicho.
2.
Divinidad de Cristo.-La visión que los jehovistas se han for­
mado de
la Biblia los ha empujado a afirmar que Jesús «es uu dios
( con
minúscula., uno entre varios), pero no es Dios». Sin embargo,
la Escritura y Fe de dos mil años de cristianismo confiesan la divi­
nidad de Cristo,
como fuudamento de la fe.
fuan 1, I, 3 y 14.
«Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios,
y
el Verbo era Dios.»
«Todas las cosas fueron hechas por El, y sin El no ha
sido
!hecho nada

de cuanto ha sido hecho.»
«Y el Vei1bo se hizo carne y habitó entre noootros.»
Tito 2, 13:
«Con la bienaventurada esperanza en la venida glo­
riosa del gran Dios y Sa/,vador, nuestro Cristo Jesús, que
se entregó por nosotroo ... »
Apocalipsis 1, 7:
«Ved que viene en las nubes del cielo, y todo ojo le
verá,
y cuantoo le traspasaron; y se lamentarán todas las
tribus de la tierra. Sí, amén. Y o soy el alfa y la omega,
dice el Señor Dios, el que es, el que era, el que viene, el
Todopoderoso.»
3. Divinidad del Espíritu Santo.-Los Testigoo niegan al Espí­
ritu Santo su personalidad distinta y su divinidad. Para ellos se trata
1223
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
de la fuerza de Dios que obra sobre la creación y ha inspirado la
Biblia. Siempre se refieren a
él con

minúscula. Pero la Biblia le
atri­
buye
las

cualidades divinas de omnipotencia, eternidad, creatividad,
omnisciencia, a tal punto que quien peca contra-El, peca contra Dios.
Lo que insipira el Espíritu Santo lo inspira Dios.
Hechos 5, 3-4:
«¿Por qué se ha apoderado Satanás de tu corazón, mo­
viéndote

a engañar al Espíritu
Santo ... ?
»No has mentido a los hombres, sino a Dios.»
JI Corintio, 3, 17:
«El Señor e, Espíritu. Y donde está el Espíriru del
Señor,
está la

libertad.»
Mater, 12, 32:
<~Por esto os digo: Todo pecado y blasfemia les será
perdonado a los
hombres, pero

la blasfemia contra el
Es­
píritu

no les será perdonada.»
4.
Negación del lnfierno.-Entre las creencias que Russell se
trajo de los Adventistas está la negación del infierno, o sea, el lugar de castigo para los
ooprobos después

de la muerte. Utilizan algunos
textos fuera del contexto general. Sin embargo, las afirmaciones de la
Escritura son: contundentes a este respecto.
Mateo 13, 49-50:
«Así será a la consumación del mundo; saldrán los án­
geles y separarán a

los malos de los justos, y los arrojarán
al forno de ft1eí{O; allí habrá el llanto y crujir de dientes.»
Mateo 25, 41 y 46:
«Y dirá a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos,
al fuego eterno, preparado para el diablo y para sus án­
geles.»
«E

irán al
suplicio eterno y los justos a la vida eterna.»
A¡,ocalipsis 14, 11.
1224
«Y el humo de su tormento subirá ¡,or los siglos de los
siglos, y no tendrán reposo dia y noche ... >>
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE fEHOV A
5. Fijación de la fecha del fin del mundo.-Debido a su visión
unilateralista de la
Biblia, en la que al parecer sólo existe la palabra
Combate, viven presionados por la
psicosis del

fin del mundo,
y la
historia de los jehovisfas no tendría sabor Si no se pasasen la vida
tejiendo y destejiendo la fecha exacta de este final. El Evangelio nos
pide vigilancia, oración
y ans.ia del regreso de Cristo. Pero los Tes­
tigos, como antes
lo hablan hecho todas las sectas milenaxistas, al
correr
de la historia, han ido
marcando fechas con pelos y señales.
La Biblia es tajante a este respecto. Oigamos la
Escritura.
Mateo 24, 3-4, 14.
«Llegáronse a El aparte unos discipulos, diciendo: Di­
nos cuándo

será todo esto
y cuál lá · señal de tu venida y
de la consumación del mundo. Jesús les respondió: Cuidad
que nadie os en gañe, porque vendrán muchos en mi nom.
bre y dirán: Yo soy el Mesías. Será predicado este Evan­
gelio del reino en todo el mundo, testimonio
para todas
las naciones, y entonces: vendrá el fin.»
Mate «De aquel día y de aquella hora nadie lo sabe, ni los
ángeles del cielo,
ni el Hijo, sino sólo el Padre.»
«Velar, pues, porque no
sabéis cuándo llegará vuestro
Señor.»
II Tesalonicenses 2, 1 y sigs.:
«Por lo que hace a la venida de nuestro Señor Jesu­
cristo y a nuestra reunión con El, os rogamos, hermanos,
que no os turbéis de ligero, perdiendo el buen sentido y
no os alarméis· ni por espíritu, ni por discurso, ni por epís·
tola, como si fuera nuestra, que digan que el día del Señor
es inminente. Que nadie en modo al:guno os engañe ... »
6. Negación del servicio militar.-Debido a la creencia jeho­
vista de que el
Anticristo está

formado por
las religiones organizadas
y los gobiernos establecidos, a los que últimamente han añadido la
O.N.U., su oposición al
servicio militar
es irreductible,
pues coopes­
raxían a

la obra del Anticristo. Esto dicen ellos, pero Jesús
y la Es-
1225
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
critura dicen lo contrario. Al César pertenece, entre otras cosas, la
milicia, y los a.póstoles son bien claros en exigir colaboración con los
gobiernos, swnisión y hasta oraciones por ellos-, aun en el caso de
no creyentes: Y si del N. T. nos remontamos al A. T. ahí se puede
ver el ejemplo de
Nahamán II

Rey.
5, 1

sigs. De Nehemías, en Neh.
1
y 2. De Mardoqueo en Est. 8 y sigs. La objeción de conciencia
fue uno de los grandes ardides propagandísticos ideados por Ruthe­
f ord para la consecución de publicidad
y de aureola de martirio, ya
que únicamente
por esta causa, y no por motivos religiosos, han sido
proscritos, y aún lo siguen siendo en numerosos países. La objeción
de conciencia, si se funda en la Biblia, resulta lo más incongruente
que uno se pueda imaginar. De la importancia de este principio nos
dará idea de que lo repiten Mat. 22, 21; Marc. 12, 17; Luc. 20, 25.
Si la
Biblia pide oraciones para
todo gobierno, por el hecho de
serlo, pide
oraciones para

el Anticristo.
Mateo 22, 21:
«Pues, dad al César lo que es del César y a Dios lo
que es de Dios.»
Romanos 13, 1 y sigs.:
«Todos habéis de estar sometidos a las autoridades su­
periores, que no bar autoridad sino por Dios, y las que
hay, por Dios han sido ordenadas ... Es preciso someterse ...
Pagad a
todoo Jo

que debáis ; a quien tributo, tributo; a
quien aduana, ~ana; a quien temor, temor; a quien ho­
nor, honor.>>
1 Timoteo 2, 1-2:
«Ante todo te ruego que se hagan peticiones, oraciones,
súplicas
y acciones de gracia por todos los hombres, por
los
emperadores y por todos loo constituidos en dignidad ... »
7. Odio Jehovista "1. Signo de la Cruz.-Aunque algunas sectas
menores
han rechazado la cruz, todas las Iglesias Ortodoxas, Protes­
tantes
y la Católica, tienen la Cruz como el símbolo supremo del
Cristianismo. A este respecto el odio existente entre los jehovistas a
la Cruz de Cristo sólo tiene la explicación anterior, de que la secta
1226
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
constituye una extracción vergonzante de inspiración y raigambre
judías, centrada al correr de

los siglos, en el horror a la
Cruz de
Cristo. Así también ocurre en cuanto a la negativa a las transfusiones
de sangre y
otras prohibiciones

de procedencia
vétero testamentaria,
con lo que el jehovismo, en realidad:, es una regresión que nos coloca
en un tiempo y plano anteriores a la liberación de Cristo. Mucho
tienen que aprender los Testigos de
la carta de San Pablo a los Gá­
latas acerca de esto. Ciertamente los textos hacen referencia a la doc­
trina
de Cristo, luego la Cruz es el símbolo de Cristo, digno de
amor.
1 Co,intio.s 1, 18:
«Porque la doctrina de la Cruz de Cristo es necedad
para
los
que se pierden, peto es poder de Dios para los
que se salvan.»
Filipenses 3, 18.
«Porque son muchoo los que andan, de quienes fre­
cuentemente os dije, y ahora cun lágrimas oo lo digo, que
son enemigos de la
Cruz Je Cristo.»
Gáldlas 6,

14:
«En cuanto a mí, lejos de mí gloriarme sino en la
Cruz de nuestro Señor Jes11cristo, por quien el mundo está
crucificado
para mí y yo para el mundo.»
En cuanto a este último texto, los jehovistas «evitan, como el
diablo, la cruz» y traducen de la siguiente manera en su versión del
Nuevo Mundo. «Jamás suceda que yo me jacte, salvo en el madero de tormento de Nuestro Señor
Jesucristo, por

medio de quien el
mundo ha sido fijado en
un madero para mí y yo para el mundo.»
¡ Pobres jehovistas !
8. Prohibición de la transfusión de sangre.-La regresión de los
Testigos de Jehová al
Antiguo Testamento y la presión interior ju­
daica en su comportamiento externo, ha
llegado a
transportarlos a
la época de legislación de Moisés, con prohibiciones tales como no
1227
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
tomar sangre, pues entonces creían los israelitas que el alma tenía
su asiento material en la sangre, y dividían a los animales en limpios
o inmnndo.s. Levítico 17, 11 dice:- «Porque la vida de la carne es
la sangre y yo
os he
mandado ponerla sobre el altar para expiación
. de vuestras almas, y la sangre expia ,en lugar de la vida>>. En tiempos
de los Apóstoles, según
Hechos 15, 18,19, Santiago,

al tratar sobre
la incorporación de los gentiles a la fe, pide la «abstención de las
contaminaciones de los

ídolos, de lo ahogado
y de sangre», y luego
en el verso 29 repite: «Os
abstengáis de

carnes
irunoladas a

los ídolos,
de sangre
y de lo ahogado ... », terminando Santiago : «De lo cual
haréis bien en guardaros». En cuanto al primer mandato del Levítico,
sabemos que todas las prescripciones ceremoniales judías no atañen
ni obligan al cristiano, que vive bajo la
Ley de la Nueva Alianza.
Tampoco
. los Testigos lo

creen, pues
de lo

contrario obligarían a
practicar la circuncisión a sus seguidores, que es lo que los judai­ zantes del tiempo de San P•blo exigían a los conversos, al extremo
que San Pablo les dice en Gálatas
5, 12: «¿Luego se acabó el escán­
dalo de
la Cruz?

¡Ojalá se
castraran del

todo los que
os perturban!»
¿Viven,

o no viven los jehovistas
·bajo la
Nueva Alianza?
El texto relativo a .Santiago, en el libro de los Hechos, debemos
verlo a la luz del contato de la primitiva iglesia, jnnto a otros textos
relativos al tema del escándalo, que es lo qu,e busca evitar Santiago.
Los otros temas, como la división. de carnes en mundas e inmundas,
los mismos Hechos de los Apóstoles, en la visión de San Pedro, re­
lativa al centurión Comelio, en el capítulo diez, quedan totalmente
aclarados para siempre.
< cosa alguna manchada o impura. De nuevo dijo la voz: Lo que Dios
ha purificado, no lo llames tú impuro». Todas
las cosas creadas por
Dios son limpias
y aceptllbles, como confirma San Pablo a los Ro­
manos ·en un capítulo inmortal, que recomiendo a todos, pero espe­
cialmente a los jehovistas, relativo al terna, y que explica la práctica
de la Iglesia primitiva. Y conste que no se trata de un versículo,
sacado del

contexto, sino de un
capítulo entero
que
nos da
la
Regla
de Oro, para el comportamiento en las cosas prácticas y ordinarias
como
el comer y beber, entre los que no piensan como nosotros, o
1228
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO r· CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
los flacos en la fe, en los temas relacionados con los días de fiesta,
comidas, etc.
Romanos 14, 2-3:
«Hay quien cree poder comer de todo; otro flaco tiene
que
contentarse con verduras. El que come no desprecie al
que no come, y el que no come no juzgue al que come.»
Romanos 14, 14:
«Yo sé y confío en el Señor Jesús que nada hay de
s11yo impuro; mas para el que juzga que algo es impuro,
para ese lo es.»
Romanos 14, 17-18:
«Porque el reino de Dios· no consiste en C(Jmida o be~
bida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo. Porque
el que en esto sirve a Cristo es grato a Dios
y aplaudido
de
los hombres.»
Romanos 14, 20-21:
«No destruyas por amor de la comida la obra de Dios.
Todas las cosas son puras, pero es malo para el hombre
comer escandalizando.»
Y pregunto a los
Testigos: ¿Qué

es
una transfusión sino. una ali­
mentación del
cuerpo humano de manera no usual? ¡ Si Pablo sub­
rayó que de sí nada hay
impuro en los alimentos, y que todo es puro!
¡Cuánta falta hace a los Testigos la meditación de Romanos
14!
Una abstención de la transfusión puede constituir realmente un
suicidio o un asesinato, y eso sí son unas prácticas anticristianas.
V
JUNGLA DE INTERPRETACIONES, PRESCRIPCIONES Y PROHIBIOONES
La falta de homogeneidad doctrinal en
los Testigos,

debida a su
dependencia de tres
«profetas» consecutivos

: Russell, Rutheford
y
Knorr, los cuales han ido suprimiendo, aumentando o variando las
1229
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
propuestas de fe y moral, como se puede comprobar a lo largo de
lo que diríamos su
boletín oficial, «La Atalaya», ha terminado por
ser no un bosque, sino una enmarañada jungla de interpretaciones de
la Biblia, sobre todo del libro escrito en clave, el Apocalipsis, y
de toda una serie de prescripciones y prohibiciones, frecuentemente
contradichas en el número posterior de «La Atalaya». Queremos señalar dos puntos de referencia para intentar com­
prender a los
jdhovistas y no perdernos: La definici6n que dan de
sí mismos: «Los Testigos son una sociedad internacional de cristianos.
Su vinculo de uni6n es una misma adoración de Jehová, como el
Omnipotente Dios y de su hijo Jesucristo como su Rey». El otro
punto de referencia
es el clima espiritual en que vive el medio je­
hovista, fundado en el ataque sin cuartel
y continuado a todas las
religiones y gobiernos de las naciones, sobre todo al catolicismo, como instrumentos satánicos
y el terror fundado siempre en «las cir­
cunstancias presentes de caos», y su relación con el inminente juicio
final, expresión que aflora continuamente a sus labios. Toda su vida está
iluminarla por estos dos faros que, por un
lado, los encuadra en las llamadas sectas de santidad que observan
una
vida social morigerada y un comportamiento aceptable ante la
sociedad, y, por otro, los encierra en un dogmatiJmo combativo, que
impide el cuartea.miento de su fe.
A)
Moralismo rígido.-La vida de los Testigos, como ocurrió
al paso de
la historia con las sectas de cátaros, albigenses, etc., se
desliza
dentro de un moralismo rígido, en el cual se da parecida im­
portancia a los Diez Mandamientos, y a las Bienaventuranzas, que a
preceptos sin importancia que hacen recordar las nimiedades farisai­
cas y junto a recomendaciones o prescripciones sanas, como las reser­
vas a los programas de la T. V. y el escuchar la radio ( «Atalaya»,
1966/306),

la abstención del
t:3haco («Atalaya»,
1972/191),
y otras
recomendables, añaden extravagancias como No celebrar la Navidad
de Cristo («La verdad que lleva a la vida
eterna», pág.

149). No
cantar nada en honor de la Patria
y la Bandera («Despertad», 22/8/
1971).
No vestir las mujeres pantalones
(«Atal~a>>, 1-2/).
No usar
los hombres el pelo largo ( «Ministerio
del Reino»,

agosto 1969),
1230
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
No asistir a corridas de toros ( «Despertad», 22/10/1967). No apoyar
o

tomar parte en las
Olimpiadas ( «Despertad»,

22/10/1968). No
jugar al ajedrez (
«Despertad», 8/7/1973).

No llevar luto por los
muertos («Atalaya», 1958/735). No saludar la Bandera, ni competir en los deportes los niños en la
Escuela (Despertad»,

22/10/1963),
y otras que a una persona normal le
asfixian, pues

no hay en ellas
ninguna relaci6n directa con el pecado.
B)
Dogmatismo ciego.-Pero no es en el campo moral donde
presentan dificultades los Testigos, sino en el campo
de las creencias
religiosas, donde existe la maraña impenetrable, para atravesar la
cual
se precisan botas blindadas.
Comencemos por recordar que
las creencias
jehovistas son las de
tres hombres diferentes en temperamento, que han dado a sus elucu­
braciones una fuerza y valor equiparadas, según ellos, a la Palabra de Dios,
y expresadas a través de «La Atalaya». Para comprender el
por qué los jehovistas no estudian la Biblia sino «La Atalaya», ten­
gamos
presente que
el fundador Russell, según transcribe
«La .Ata­
laya»,

de 15 de septiembre de 1910, afirma lo siguiente para
sub­
rayar el valor de sus teorias: «Los seis tomos de Estudios de /dS
Escrituras no son meramente comentarios acerca de las Escrituras o
Biblia, sino que son prácticamente la Biblia misma ... El que se
dirige a la Biblia sola, dentro de dos años vuelve a las tinieblas. Al
contrario, si lee los Estudios de las Escrittlt'as, cop. sus citas, y no ha
leído ni una página de la Biblia como tal, estará en la luz al tér­
mino de dos años». Esta ha sido la clave para descifrar que el estudio
jehovista se

realice a base de las lecciones presentadas
y amañadas
por «La Atalaya», y son la clave del laberinto
y guirigay de sus
peregrinas interpretaciones, de
las cnales sólo me voy a detener en
un libro, el
Apocalipsis, pues es imposible seguir los cambios jeho­
vistas al

correr de cien años,
y a través de toda la Biblia.
C)
El libro del Apocalipsis.-Los jehovistas han entrado a sa­
queo en los dos únicos libros de la Biblia, escritos en código
secreto,
destinados el de Daniel, en el A. T., a consolar a los judíos durante
la persecución de Antíoco IV Epifanes,
y el Apocalipns, escrito du-
1231
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOUNA
rante la persecución de Domiciano, para consolar a los fieles de la
primitiva Iglesia, con la visión del triunfo de Cristo. El tema lo da
Ap. 1, 18: «No temas, yo
soy el

primero
y el último, el viviente,
el que fu.e muerto y ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo
las llaves de la muerte
y el infierno». Escrito para una ocasión de­
terminada, no
ha perdido nada de su valor doctrinal, siempre que
recomienzan las persecuciones a la Iglesia. El infantilismo religioso
corre a cargo de los Testigos
al señalar

e identificar figuras y
sím­
bolos

apocalípticos y marcar fechas a los diferentes acontecimientos
narrados. Todo el libro se desarrolla sobre un sistema de números, donde el 7 simboliza generalmente la
perfección. Se dirige

en el pre­
ludio a 7 iglesias de Asia. El cuerpo del libro se desarrolla en 7 epi­
sodios : El libro con los 7 sellos.
Los ángeles con las 7 trompetas.
Las 7 señales.
Las 7 copas. Seguido de los tres episodios: El juicio de
Babilonia. El último combate.
La Jerusalén celeste. El Epílogo se
cierra con una llamada al Señor, en su Parusía: Ven, Señor, Jesús.
Al 7, símbolo de perfección, se debe añadir el 6, símbolo de la im­
perfección y el mal, así la Bestia lleva el número 666. El 10 es el
símbolo de potencia mundana, así los cuernos de la Bestia son diez.
El 12 es el símbolo de lo incontable
y de la plenitud, así: 12 X 12
= 144 y elevado da los 144.000, símbolo de los redimidos inconta­
bles que acompañarán a Cristo. Pues bien. Este libro de consolación,
escrito para unas cirrunstancias concretas, aplicables desde luego a
la Historia de la Salvación, en su visión global, es el que casi todas
las sectas han tomado como bandera, para descifrarlo en apoyo de
sus teorías preconcebidas,
resolviéndolo como

lo han hecho los
jeho­
vistas,

en un juego de niños con los ojos vendados, cuya palabra
clave es ADIVINA, ADIVINANZA, mezclados de un literalismo
y simbolismo aberrantes.
Vamos a ofrecer algunos ejemplos de marras de
la inestabilidad
mental
y los vaivenes de la interpretación jehovista de la Biblia:
l. Apocalipsis 7, 9 .'
1232
«Después de esto miré y vi una muchedumbre grande,
que nadie podía contar, de toda naáón, tribu, pueblo y
Fundaci\363n Speiro

ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE /EHOV A
lengua, que estaban delante del trono y del cordero, ves­
tidos de túnicas blancas y con
palmas en sus manos.»
En el libro «Profecía», pág. 240, se afirma que la gran muche­
dttmbre,
la forman los bautizados católicos y protestantes. En «Ata­
laya», 1967, pág.
490, afirman

que la
gran muchedumbre la forman
solamente
los Testigos de Jehová. ¿En qué
quedamos: son
los cris­
tianos católicos y protestantes o son los Testigos de
Jehová?
2. Apocalipsis 9, 16:
«El número de los del ejército de la caballería, era
de dos
miríadas de miríadas; yo oí su número.»
La primera explicación que dan es que estos. 200 millones de
caballos representan a los espíritus celestiales invisibles, según «Ata­
laya», 196,
pág. 667. Aflora dicen que esos millones de caballos re­
presentan los libros, folletos
y revistas que ellos, «resto ungido»,
usan
para declarar la venganza de parte de Dios, según «Atalaya»,
1970, pág. 41. ¿En qué quedamos: son los espíritus celestiales o son
los libros
y folletos jehovistas?
3. Apocalipsis 11, 8:
«Su cuerpo yacerá en la plaza de la gran ciudad, que
espiritualmente es Sodoma
y Egipto, donde su Señor fue
crucificado.»
No

se ponen de acuerdo
para saber de qué Egipto se trata: «Ata­
laya», 1971,
pág. 159, dice: «En Egipto (símbolo del mundo y or­
ganización del diablo) fue en donde Cristo Jesús fue crucificado».
Es, pues, el mundo. Pero en el libro «Entonces queda terminado el
misterio de Dios», en la pág. 298, afirmase que significa la Jeru­
salén infiel, a saber, la
Cristiandad. ¿En qué quedamos: es el mundo
o es la cristiandad?
4. Apocalipsis 12, 3:
«Apareció en el cielo otra señal, y vi un gran dragón
de· color

de fuego, que tenía siete
cabezas y diez cuernos,
y sobre
las cabezas, siete coronas.»
1233
Fundaci\363n Speiro

MANUEL MOLINA
En la página 129 del libro «Profecía», dicen que el gran dragón
es la organización de Satanás, y esta organización satánica, según la
página 537 de «La Atalaya», 1963, representa a los gobiernos terre­
nales. Pero en la pág. 535 de «La Atalaya», 1963, dice que este
dragón bestial, es la serpiente original, el Diablo, Satanás.
¿ En qué
quedarnos: es el diablo o son los gobiernos de la tierra?
5.
Apocalipsis 13, 2:
«Era la bestia que yo ví semejante a una pantera ...
Dióle el dragón su poder, su trono y una autoridad muy
grande.»
Rutbeford afirmo: «Verdad revelada por Dios, que el tronco
o asiento de la bestia salvaje era la dudad de Londres», según cita la página 216 de «Atalaya»,
1967. Pero

en la misma página se
es­
cribe: <
que la ubicación del trono de la bestia salvaje
simbólica, nunca ha cambiado. Siempre se ha basado en la adoración
o sujeción que la bestia paga a Satanás».
¿En qué quedamos: es Lon­
dres o es una actitud de rendición al diablo?
6. Apoc,;lipsis 11, 3:
«Mandaré a mis dos testigos para que profeticen, du­
rante

mil doscientos sesenta dias, vestidos de saco.»
El libro «Hágase tu voluntad en la tierra», pág. 193, afirma que
este período comenzó en la primera quincena (6 noviembre) de 1914
y termina el 7 de mayo
de 1918. En el libro «Queda terminado el
misterio de Dios», pág. 287, afirma que este período comenzó del
4 al 5 de octubre de 1914
y terminó del 26 al 27 de marzo de 1918,
¿Cómo andan de números los Testigos, porque a
más de rebasar el
período de los 1.260 días, no coinciden las fechas?
7. Apocálipsis 13, 18:
«Aquí está la sabiduría. El que tenga inteligencia, que
calcule
el número de la bestia, porque es número de hom­
bre. Su número es seiscientos sesenta y seis.»
En «La Atalaya», de 1957, pág. 158, se afirma que el número
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ELOGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
de la bestia corresponde al trio formado por la Religión el Camercio
y la Política. Pero «Atalaya», de 1966, pág. 631, corrige y dice que
el
número representa solamente a
la organización política humana.
¿En qué quedamos: se trata del triple poder, o sólo del único poder
de la política humana?
8. Apocalipsú 16, 14-16:
«Para juntarlos a la batalla del dia grande del Dios
Todopoderoso. Y los juntó en el sitio que en hebreo se
llama
Harmagedón.»
En la pág. 101 de la II Serie de «Estudios de las Escrituras», el
fundador de los Testigos, Russell,
habla profetizado:
«En los capí­
tulos que siguen, presentamos evidencia, que el establecimiento del
Reino de Dios ya comenzó (en 1874), dicho dominio comenzará a
ser ejercido en 1878, y que la batalla del gran Dios Todopoderoso (Ap. 16, 14), que terminará en 1915, con el completo derrocamiento
de las potencias actuales de este mundo, ya
ha comenzado». ¡Pero
pasaron las fechas indicadas y del Harmagedón
¡nada! Cuando
uno
recuerda a Jesús, afirmando que de aquella
fecha sólo el Padre la
sabe, y ve la arrogancia y audacia de los jehovistas dar pelos y se­
ñales de aquella
fecha, no sabe si reír o llorar. ¿En qué quedamos:
tuvo lugar ya, o
debernos esperar
la batalla del Harmagedón?
9. Apocalipsis 17, 5:
«Sobre su frente llevaba escrito un nombre: Misterio :
Babilonia la grande, la madre de las rameras y de las abo­
minaciones de
la tierra.»
Aquí los Testigos se sirven con cuchara grande para vomitar su
odio al Catolicismo
y a todas las religiones. Rutheford, caracterizado
por su odio a Roma, señaló que el texto se refiere a la Cristiandad.
En la página 87 del libro «Gobierno», se puede corroborar. Pero
ahora se cambia y se incluyen todas las religiones, como puede verse
en el libro «Babilonia la Grande ha ca!do», pág.
58. ¿En qué que­
damos, inspirados comentadores de la Biblia: Babilonia
la Grande
se refiere al Cristianismo o se trata del conjunto de religiones?
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MANUEL MOUNA
¡ Y pensar que Russell asegura, como vimos en cita anterior en
este capítulo, que aquel que se
deja guiar por sus comentarios ...
«estará en la
luz al

término de dos años»! ¡La literatura jehovista
es
verdaderamente alucinante!
VI
EPILOGO
Al terminar este pequeño
tratado, por fuerza debemos hacer un
wtento de balance
y algún propósito práctico.
l. Para el balance debemos confesar que nos encontramos ante
una agrupación ardiente, celosa, sincera, con una organización ma­
terial perfecta.
2. Que esta organizaaon constituye el sistema religioso que
más rápidamente crece en el mundo, a causa de las condiciones per­
sonales de sus componentes y a causa del vacío producido en el cam­
po cristiano por la crisis del Progresismo Religioso.
3. Que

la literatura religiosa y bíblica que usan para su
penetra­
ción está falsificada y en realidad es una burda mixtificación del
Mensaje de la Biblia. 4. Que los remedios para ello están bien patentes para el ca­
tólico:
a) Una conversión sincera del alma a Dios, superando la crisis
de fe introducida por el Progresismo Religioso, que está
minando y destruyendo la Iglesia.
La fortuna del jehovismo,
en su cooducta personal religiosa,
ha sido el haberse negado
a enrolarse en el Modernismo-Progresismo.
b) Un redescubrimiento de la Biblia, ante todo desde la ver­
tiente de comunión con Dios, como lo
pedla Juan XXIII,
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EWGIO Y CENSURA DE LOS TESTIGOS DE JEHOV A
el 24 de septiembre de 1962: «Antes y por encima del afán
erudito, debe dominarnos el hambre y la sed de la divina
Palabra, porque ella es vida
del alma, luz de la mente, soplo
vivificador».
e) Ese reencnentro con la Biblia, cuyo primer fruto, dice Pa­
blo VI, es
«la seguridad
gozosa de
la fr», nos pondrá en
la correcta actitud ante los Testigos de Jehová, que consiste
en el
respeto a las personas, pero en el rechazo vigoroso del
error"
Serra (Valencia), Primavera 1977.
EL PROGRESISMO RELIGIOSO
(Orígenes, de.sarrollo y crítica)
POR EL
P. MANUEL MO'LINA
l. TESTIMONIO
II. NACIMIENTO Y DESARROLLO DEL
MODElRN!iS­MO-PROGRESISMO
III.
IV.
v.
VI.
VII.
VIII. NATURALEZA, CAUSA Y FRUTOS DEL
PROGRE­SISMO
RAICES

DEL PROGRESISMO
FRUTOS DEL PROGRESISMO:
ANTROPOCENTRIS­
MO, DESACRAUSMO, SECULARISMO
FRUTOS DEL PROGRESISMO: HORIZONTAUSMO,
RELATIVISMO, HISTORICISMO
fl:Hlx~fJla~J:~?i:mi~iofiff!JMO, FILO-
FRUTOS DEL PROGRESISMO: EL SEUDOPROFE­
TISMO
96 págs. 120 ptas.
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