Volver
  • Índice

Europa

ILUSTRACIONES CON RiECOJiTIES DE PERIODICOS
EUROPA
I
Oimos machilconamente a los políticos, ~ como un eco lo repiten
todos los medios de
difusi6n, que

España se está abriendo
a Euro[J(l.
Y se proclama con júbilo cuando no triunfalmente. Por eso, creo que
vale
la pena que tomemos serenamente el pul90 p Europa y anotemos
sus señas de identidad. ¿Qué

es·
Euro¡,a?· ¿Cómo
está
hoy Europa?
El

JOURNAL DE GENEVE
¡!el 5-6 de

enero de 1974, public6
un
artículo de Claude Mounier titulado "LA TROISIBME MORT DE L'EUROPB" ~
en el que, luego de aludir a los agonfas, de Puropa en la Gran Guerra
de 1914-18 y en la Guerra Mundial de los años cuarenta, expone:
Bruscamen~ Europa se dio· cuenta de que w pr08peridad, nue­
vameorte encontrada, su seguridad
restahlleclda,-carecían de baee:
La energía petrolífera en mail08 de ilos jeque& del Oriente! Próxi­
mo, las materias primas ubundando en todo ,el muo.~ rico o
pobre, '81 sdvo en su propio suelo, en esta vieja !tierra, esquiil.mada
por tanta historia y tanta civilización. No's viene a la memoria
la fónnula lacennto de P""1 Valery: "Noeo"'1ls, las civi&acio­
nee,, sabemos, ahora, que eomoe mortatf.-es".>
Algo más de un año después LE FIGARO del 13 de mayo de 1975
publicó un articulo del

Profesor
de la Sorbond de París Pierre Chaunu,
con el dramático titulo "L'EUROPB SB MEURT', afirmativo de que ya el
relevo de las generacionea no está asegurado:
ayer ID.OS era presentado, muy imprudentemente como un ideal.
La lección ha isido demasiado bien aprendida y estamos ya lejos
de la cuenta. Ningún país industrial asegora hoy este mínimo
restri-cto para el rel:ovo, de ilas gener'aciones.»
Francia, alrededor del 0,9; Alemania, en el 0,7, en 1974:
c:Esto antes de !la ~ económica, pues eon precisos nueve
meses para
hacer lDl niño. La 'Crisis ·demográfica no ha sido
1247
Fundaci\363n Speiro

la causa de ia crisis económica; más bien es la crisis económica
la ,que tiene causas demográficas.»
Y advertia que:
« ... los todopoderosos medios de informacióll de nues.tro
.tiempo han conseguido pro-gr8.Dl81" en los cerebros de la nueva
generación
tall :kagOI' de culpabilidad ¡por la vida¡, que hemos
reempl-a-zadO !61 daño flej!allo, más ,o menos imaginario oo el es­
pado y en[ ell. tiempo de la 1sa.perpoblación, .por un daño ilnmi­
nente !Y muy real. No es la ,exploeión demográfica· lo que hoy
amenaza
I~ porción más rica y más mteligente del mundo en
que vivimos, sino-la

implosión
demográfica.
»Con d. actwd ritmo~ .antes :de ,diez años Eur-opa será to:tal­
mente ingoJhernable; en veinte como máximo ya no podrá re­
(IUpel'H88 1• •• ,>
Por la misma fecha, el 18 de mayo de 1975, fHOMME NOUVEAU,
núm. 646, publicaba el artícu/0.' de Marcel ClCment: ''TOUR D'HORIZON
POLITIQUE",
al que corresponde el siguiente recorte:
«Las f(ilr.as, deVentorno ·de Thieu o los escuchas de Nixon ...
·han provocado bastante más emoción que el ~ocidio .º que los cientos de mili.es de muert06 ocasionados por la guerra
de conqu.iS11a de Giap, ,en Indoohina, en los úLtimos treinta años.
Nadie se :asombra.,_ .. La intoxicación es general.
»Podemos J)t'eguntar: gPor
qué? ¿Por :qué Occidente no quie-­
re, oomprender- ·"ila verdadera naturaleza del comunirsmo"? ¿PM
qué participa .ciegamente en todas IJ.as propagandas favorables: a
los .países totalJ.itarios o a su política? ¿Por qué los católicos-con·
tribuyen -a 1a 'vi-etoria de!l ateismo militante?
»Creo que
la causa se· halla en la superffoialidad de las -vidas
y de las inteligem::i'&S .... >
Paralelamente a estos fenómenos de decadencia, se observa un an­
tieuropeismo en

los z'ntelectuales.
André Resler en una seri'e de artículos
publicados en LE JOURNAL DE GENEVE, en octubre de .1976, titu­
lados "'Los INTELEOI1JALES y EUROPA. EL ANTI-EUROPEISMO, UN COMPO­
NENTE
DE NUESTRO PENSAMIBNl'O"' lo .ha hecho notar:
1248
«LOl6 inteleieto.ales desconfían d·e Europa. , Todo su.cede como
si la sospecha: que desvió-al escritor y ad artista ·de su tradición
estuviese en -e!l ttrance ·de -trocarse -en oonfianza en el porvenir.
Se ·deteriora su. único vínculo con UJlla civilización que.ha sabido
Fundaci\363n Speiro

hm,r un mdto del aunhio y de lo desconocido el punto de en­
tronque de una cwtnra individualista.»
c:Se puede preguntar si los adversarios europeo5 de Europa,
por haher adoptado vi.1scerahnen.te su partido en pro de toda
fuerza
que se ,oponga 181 Europa, no-toman a su earg-o, invirtién­
dolu, [as posiciones de un europeismo hoy privado de ·defen­
sores: el «europeoeentrismo»-, criatura de
la época viictoriana
eantado por Rudyard Klipping. S., !Pllede preguntar ei un Joan­
Pau1 Sm1:re, o un Glande 1Levi-Stria1nss, no están acaso en traooe
rde aswnir un pepel antitético al de los -apóstoles de la "misión
civilizadora" de Occidente.>
Una observación aguda ilustra este cambio de mentalidad, que se
acentúa en los intelectuales:
«Toda civilización ,tiene necesidad, aparentemente, de la ima­
gen de un destino alternativo, que freare .. a unas experiencias
vividas a· un nivel inferior pl'8111.tee las vidUalidades que ha ad­
vertido en su subconsciente y ,que al final de W1 largo proceso
de autopurificaci.~ ha roohazado o conjmado. Tiene necesidad,
pan. hacerse y SO&tenene, ,de ·UD espejo donde perciba, bajo la
forma de un rostro extrañ.o,, esos matices que red::aaza, suprime
o transciende.. FMta ets la razón por la crud la noción del bárbaro,
del anti"(]estino, debe ser creada a cualquier precio. &, el bár­
baro, auténtica figura mitiea:, qui.en encarn~ en la fase co-nstnro­
tlva de la eiv1lización, ,el rostro negativo frente ali. positivo, lo
vaciado frente a lo lleno.>
Mientra, que, inversamente, observa:
«"La enfermedad propia de las civiü.r.aciones demasiado oom­
~ es languidecer iante los enicanto& de la :inoeeneia". Así
1o afirmó Eugenio D'Ors, ,oo. un penetrante estudio sobre el ha~
n-000, en el que trazó el ·itinerario, -dell "Sallva~e"', de Robinson
Crusoe a Paul Gauguin.
»Símbolo de la -reno'V&ción poc el retorno a ilos orígenes de
la Creación (y de 1a purifi-flll!Ción de las costumbres poc evoca­
ción de la nataraleza) el "buen sallvaje" se convinió muy pronto
en 1a "vía real" de una aitiea radical de la sociedad. Lo que
clioea, en esr.e. eonjunto de nat:'l"'Bciones de vi-ajes, de noveilas,. de
tragedias, de fáburlaa ffiosófi:eas o de tn.tados de sociología, es
una volun1lad
-

que se
a1pliea a la refundición total de una -civili­
zación ,con la destrucción previa de lu instituciones que la fnn.
1249
Fundaci\363n Speiro

·dan. "No ·hay tradición que deje de ser critreada,. ·ni idea familiar
que
sea
admitida, ni auto-rida.d que se deje subsistente. Se des­
truyen las instituciones con toda ~egria" :&ta observación es
de •Paul Hazard- ren "La crieis de la iKJ,Cledaid europea". El cuadro
de una exístencla M"IIJOD~ en el seno de una naturaileza bien­
hechora, sirve de pretexto para e!l. sistemático examen del estado
-religioso, rpolítico
y social de Europa, para demostrall" que todas
las religiones son absurdas y ~ que todos los gobiernos
son arhÍllrarios
y audaces y que la sociedad ha de ser rehecha,
oosde 'llll cabeoa a loe pi...,
"EL BUEN SALVAJE IGNORA EL PORVENIR", enuncia uno de los epigra­
fes

del artículo, en el que observa:
«Llegar al serrtido de fo relativo, oponerse, dudar, invitar al
lector
a

que
a·ctue para crear un orden eocia'l nuevo, he aquí
el objdivo para el que el ''buen salvaje" sirve de in8lru.mento
inapreciable.>
y del BUEN SALVAJE se salta al HOMBRE NUEVO. Aquél ...
« ... al aproxi111anre las rev1ol1l:clones de 1848 y 1849, desapa­
reció 'de 1.a escena europea, para renacer, casi de· inmediato, con
una nueva vida.. Porque el "salvaje" es reconocible bajo 'la más­
cara. del "hombre nuev'O", este mito poderoso de la Europa in­
dll!Btria!l y socialista. Gracias a Marx, a Bakunin y a una larga
lista ·de ew."olpe08 rteóricoe del núdoo de la Revolución, el sa!lvaje
-es el enlace entre el pasado profundo y el porvenir.»
La e',rplicaci6n no es difícil:
1250
«El ser humano enteramente abstracto y teórico es más bien
el eequd:eto· fantasmail dd. francés ry dd inglés del siglo xvm,
despojado, de forma sistemáti,ca, de &11 educación, de sos deseos
y de sus valores. Resultado de una reducción del civilizado al
estado salvaje, privado 'de ,todo apoyo religioso, f:iilQSófieo
y

eul­
tunl, _que ti.ene como atributo la luz del insl:!ÍDto y la protección
de una
moral natural. "La Natur-00.eY, ha hecl:io al hombre feliz
y
bueno, la sooied® lo haoo depravado y miserable", afirmó
Rousseau. La figura de!I salvaje flustró la trayectoria que apenas
bahía conducido e:1 primitivo desde su vida en e!l seno de la
naturaleza al ·estado del civilizado, pero recorrida, esta vez, en
sentido

inverso.
Poca semejanza tiene-con el i,alvaje dt,, América,
o

del hemisferio austral;
es fomn.ano del

hombre
ideal que pue­
M.a la isla feliz de · la Utopía.»
Fundaci\363n Speiro

De ahi resultan:
«Dos mito'8i y dos mterpr'ellaciones contrarias de' la· historia,
que fundamentan, constituyen los po.los opuestos y largo tiempo
sostenidos en una¡ relación de reciproca ~ocia en la con­
ciencia europea desde el último tercio del siglo xv1u hasm
nuestros días. Son: el mito -del progreso, esa variante laica del
mito medieval de }a¡ tercera edad, y el mito dd. doolinar.; · sosre­
mdo por loo grandes ""'1ldi.oo históricos ..,bre el declinar del
imperio romano ()y de la fase helenística del arte greco-romano).»
Consecuentemente:
«El antieuropeo es un pemnista y en su ideología fonna parte
de !los que siguen el mito del· dt'dinar.»
antes se baga tablla raéa: de la civilización aotua~ Sin lo cual eerÍ'a
ilusoria !la obra de 1.a: renolfflCión.
»Históricamente, la duda nació en d. momento en que la
Europa científica y técniea proclamó la inevitahiidad del pro­
gn,so. De ahí "-el nacimiento 8i-muittáne:o· ·de la idea. \clel progreso
indefinido y el declinar de -Oeci-dentte" (Deriise de Rougemont).
Loe maestros deil. pensamiento-de la Europa m.odema se inscriben
en

uno o
en ortro de estos dos campo&, según la inclinación de
811 :eonetituci.ón mítica: Saint-Simo~ Comte y Marx, en el pri­
mero; Burckhardt, Nietzsclte y Spengler, en el segundo.»
Según Javier M. de Bedoya, en su articulo "SuBNAN LAS TRES CAM­
PANAS DB LA DECADENCIA", j,ubltcado en INFORMACIONES del 21 de
abril de 1977,
« ... la deea!dencia suele producirse en los pueblos a través
de tres sones · muy cl.arwn,ente rper~tibles: el de hli aicleJptación
de Ja utopía mediante Wl · racionalismo que se esfueria en ade­
euarla a la realidad; el de· una politiz~ión de la vida socml,
qde termina neionail pero excesiviamente planificllda, y d de
una
ideailiz:ación del funcionamiento · póhlico como prototjJpo del
hombre .que no suda, que no-inventa, no ··arriesga,. que se dedica
todo el dfa a organizar el tl'81bájo de los- demás.»
Y el 2 de enero de 1977, nuestro a,ni,go Jorge Uscatescu., en su VEN­
TANA ABIERTA, de ABC, que titula "¿UNA EUROPA DIFUNTA?", come"flta el
libro de Jean Marie Benoit: "PAVANE PóUR UNE INFANTE DBFUNTE":
1251
Fundaci\363n Speiro

«La cnsJ.S de la prosperidad econonuea europea o simple­
mente hs amenazas (l1lle arremeten. desde diferent'es poei.clones
rooJb'a ,esta p-osperidad que ha sido durante- doa dlécadas un
hecho ~ar, pl~ea una vez ·más en

su en
parte olvidada
radiea!lidad,
el prob].,.... de Europo. De su propia unidad polí­
-llica y coltural, de sus anhelos de llegar a ser una entidad con
perfñes reno:vados y efici.enl'e'8.»
Estamos ante ...
«... una Európa entregada durante una postguerra de dramá­
ticas ,tensiones a Ja némesb1 de la economía, bombardeada no
BOi.amente por el impteria!lismo politi-eo, sino también por una
especie
de nuevo impernd-imno eu:1.tural de América y Rusia. Mi.en­
tras el mundo :africano reacciona en nombre de una eu1mra de
núees Bimbóllicae contra !la presión de un pmgm:atilsmo cultural
policéntrico 811:t.ericano
iy de algún modo contra un dominio eui.­
turall soviético de. rtenden:cia totalitaria:, Europa parece haber re­
nunciado a sus prerroigati'WIIS intelecto.ales y se halla lejos de
recuperiar una tenmón po-lítiea dicaz y aspirando a una unidad
....:1.
>¿Qué Emopa ee la Europa que loe nuevos "teólogos" de la
unidad nos proponen?, se pregunta Jeen..Marie Benoi:i.t. Un texto
que
e'Olmmde la exiBteneia de Europa con su definición jurídica
y esramtaria, nos lo c1ice así: "Por Europa, yo entiendo la Co­
munidad de derecho público intomaoional creada por ell Tratado
de Rolll8 de 1957, ell Tratado de fusión de instituciones europeas
del 8 de abril de 1965 y el Trabldo del 22 de Olieto de 1972 com­
p!'el>diendo di.. Estados, 4os seis de origen, más lo. Gnm a .....
ttafia, lrhn~ Dinam,arca y ... Norue,ga". Ante la ficción de esbl
Europa que fie aee-exi,stmte po-rque figuran en los Tr&t81d08 que
persigue ila unildad eeonó-~ prO!cl.amada por unos escribas que
11!1. autor le recnel'dan los escribas e~ de la XXIlI Dinastía,
l'a rea.oo:ión llep
·a ser ésta: "¿Europa es, por tanto, real, porque
fflá cont-enida en los Tratados.".
>No, sin !duda no. esta Europa con.table no es im. Europa real.
N~ miientras cuente fuera de sos límites con algo que nosotros
mismos llamamos haee un cuano de siglo 1]a "Euroipa aU!Sellte" y
mienttas su lenguaje no· sea otro que el :tenguaje de la tecno­
craci:a,
sin all.canzar un renovado lenguaje propio de la politics
y la cu'ltora.>
Recientemente, Manuel Blanco Tobío, en la tercera plana de ABC,
del 19 de agosto de 1977, titulaba
LARGO Y LÁNomoo CREPÚSCULO esta
1252
Fundaci\363n Speiro

situación de Europa, e indicaba que sus actuales estructuras de depen­
dencia
política y económica ...
«... persistirían aunque la .Europa occidental deeembocase
en una federación
de Estados, en un Parlamento elegido por
sufragio universal y en un Gobierno federal. Los botones rojos
seguirían
en

la
Warroom del Pentágono y el petróleo en el
subsuelo árabe. Para mayor congoja, el proyecto de federación
:y todo 1o demás J.)affCe bastante lejano, y el últim,o informe
que sobre este tema he leído, el fmnado por ·Leo Tindemans
tl976), es pesimista: "¿Por qué la idea: de Europa ha perdido
mucha de su fuerza y de sn ímpetu 1fflicial ?", se pregunta el
señor Tinde~ y añade: "La Europa de hoy es la de lo coti­
diano y parece ha!her perdido· su aura de aventun" .>
Y conclufa:
«Hace unos día-a, durante un alnmerzo con un distinguido
amigo, me conló éste de una conversación que algún tiempo
atrás había mantenido con un personaje, francés acerca ~ por·
venir de Europa. El francés terminó muy en d -espíritu de so
país: "Europa no ti.ene futuro,. pM supuesto, _pero piense usted
ea. la belleza inevmrparable de los llargos y lánguidos crepúsculos
de las grandes civilizaciones ... ".>
¿Qué es lo que se ha perdido en Europa? ¿Qué tenía antaño y /al.ta
ogaño en este Continente?
11
Al contemplar [)QIWrámicamente los recortes que hemos releído, ob­
aervamos: una crisis económica, muy reciente e inesperada, una debili­
dad
política ante los

dos
grande~ colosos (aunque

posiblemente con pies
de barro), U.S.A. y U.RcS.S.; pero, además, precediéndolar, una honda
crisis sociol6gica, y que, a su vez, dimana de una profunda crisis inte­
lectual y espiritual.
En este momento es cuando m4s se habla, y más esperanzadamente,
de

la integraci6n de
España en la

Comunidad Europea, de
su ingreso
en
el

Mercado
Común-y en

la O.T.A.N.
Manuel de Santa Cruz ha oteado lúcidamente esta última· cuestión
en EL PENSAMIENTO NAVARRO, de 11 de abril de 1975, bajo el
tftulo "EsPAÑA Y LA O.T.A.N.". En ese artículo, en el epígrafe que lleva
por
subtítulo· "¿QuÉ PRBTBNDB LA O.T.A.N.?", explica cuál es el objetivo
de
esta organización y lo

comenta:
1253
Fundaci\363n Speiro

en
sus fronte1'18S aotwd~ ante la invia&ión de la infantería rusa
y de """ amidas 1 .. iníaoo,rias del Pacto de Varsovia. Defender
el ,territorio es import:án.te, pero ·no basta. Cuando se hace, es
en ·buena parte como medio al servicio de un fin superior, que
68 la 1defensa de 11a civilización que en ese· territorio halla su
soporre material.
¿Pretoode, 'la O'IIAN defender una civilización
o solamente un territorio; y si éste, en cuanto que es soporte
de un;a civilización; o es un amorti-gu:ado:r mecáni'co entre los dos
cOilOSOtt?
»Por Oll"a parte, UDJa civilización puede ser destnlida por
medios distintos de la ooupación militar de su teni.torio. Puede
ser destruida poc la éolT11pci.ón ideoilóp-ca, produci-da por u.na
propaganda e!ll'~ que a veces está apoyada por uui:d'ades
oomibatientes distintas
de 'ffis infanterías dálri.cas, como son los
-comandos terroristas, las guerrilla~ !las redes de espionaje ry las
de agit .. prop. Como' la OTAN no actúa -contra la propaganda co­
rruptora ni contra .sus apoy~ ila defensa que promete !fel'á so·
[smente
parcial, territorial, y deja un amplio sector de la civi­
lización expuesto y ·desguarnecido~
:>Por-SU.puesto que en Europa, hoy, asi'ellta mm civilización
(o · lo --que sea) que no es ui eriS1iana ni sinceramente antre&­
munista.>
Tras estos párrafos, surge el enunciado con este interrogante: 'º¿QUÉ
QUEDA DE LA OUmANDAD?".
«La cristiandad fu.e la mejor y mú densa impregnación al­
canzada hast:a la fecha de 1I:a,e estructuras sociales y políticas por
el mensaje bilhlico y el magisterio die la Iglesia. Está de moda
decir que puede haber otras formas de eivilizaci.ones cristianas
distintas de lai cristiandad: que el Evangelio puede fecundar
a sooiedades
y estados de variadas configuraciones, y, finalmente,
que no es cOTl"ect.o haM.ar de ,,_a" civilización cristiana, sino de
"una" civilización cristiana. Es posible que :así pueda suceder en
el cuno futuro de la historia. Pero hasta ahora, reservamos di
determinante "la" pant .J.a úni-ea civilización-que real y verdade­
ramente .existió con signo cristiano, la criSIÍ.aDda~ y no atende­
remos
a proyectos teóricos, que no sabemos si podrán realizarse
o

si no
pasarán de locas fantasías.»-
¿La· crisis de Europa es la ,de, la cristiandad como ·civilizaci6n? Pero
previamente
asoma otra pregunta: ¿HA EXISnDO EUROPA? Esta otra in-
1254
Fundaci\363n Speiro

terrogaci6n es el ·titulo de un artículo de Luis Creus Vidal publicado en
el número 517-518 de
nuestra revisto hermana CRISTIANDAD,
de Bar­
celona, de marz de 1974. Su respuesta es negativa.
«Mirándolo ahora con ojos completamente naturales -pre­
cisamente todo lo contrario de lo que 11:amam" "sub speciae
ademitatis" -, la Historia nos dice que no. No, ha existido jamás
una Unidad europea, ni menos europea como lo que podríamos
llamar

-siquiera
por lejana .analogía-, una personalidad.
>Repitamos
que es muy difícil empeñarnos en hablar de Eu­
ropa, en pretender reivi-ndwar Europa,, cuando, en rea:lidad, ésta
no ha existido nunca.
>La gran unidad ~ se ~día alrededor del gran lago
Moditemin-eo {Con la soila excepción de los ignorados pueblos
:del lejano Oriente, único mundo de entonces.
>Más tarde, este mundo, amenlando por d. Islam. ee limitó
a poco más que

una Italia, una
Amtrasia-N~tria. Borgoña y
la indefinida "'Alam.annia". Dei este primer núcleo fue de donde
bajo
el conjuro del Papado, surgió un& Cristiandad.»
¿Hasta cuándo duró ésta y por qué se desintegró?
«La R desmenuzaron el Continente, cuya hegemonía arrebataba Fr,aneia
y CUlYa división fomentaría lngláterra. Ambas, por largos siglos.
Un únfoo y generoso intento de unificación cristiana desinte­
resada, siemp're más un-iversail que continental, ,se había registrado,
pero había sido combatido por itodas tas fuerzas anticristianas
coaligadas: nos referimos al de España. Todo lo demás, si ex­
ceptnamos esporádicos y 'heroicos episodios, siempre raros, de
800.idaridad europea, hij-a de nn superio.r sentim'iento religioso,
cual
fue

el
de Polonia, salvadora: de tantas naciones· ingratas que
habían de devoilvede nm!l poir bien.
>La Revoltición y el Siglo· XIX "consagran" y anuncian Nue­
vas N:aciona!lidmles. Desde doscientos añ.os '8ie hablaba, vagamente,
de una -cosa cuyo nombre era Alemania, ,de olTa que se llamaba
Italia.
"tVanas expr"esiones geográficas!" las CS!lüicaba desde­
ñoso, Mettem.ich.
Se erraba, pues entrafíahan una innegable
unidad 'de historia, de raza y de lengua. Y la Historia lo· probó,
puesto que se apoyaban en tres factores tan decisivos.
»Pero EurOlpll., de la que ell. pecado y el orgullo human.os han
hecho siempre un mosaico, ésta si, jamás pasó -ni ha pasado de
esto: de ser una ~re!sión geográfica. Hasta 1914, ciudadela de
1'255
Fundaci\363n Speiro

los chreñoe, y resumen de la civilización humana, dividida esta
Humanidad en danes, en banderí~ en pl8rtidas, en .estoe mons­
truos
de-egoiamo que hemos llamado-nacionalidades, siendo
Europa su núcleo y razón, se hallaba conldenada inevitablemente
de auJtemiano a eeto: a estar dividida en los mismos elaneSt ban­
derías y naci.onalidadies. ¿ Qué significaba Europa sino otra coaa
que ol peqo,,lío Continente que domiciliaba la grao Torre de
Babel -eenllra1 del mundo, ,torre central de la otra mayor Torre
de Bahlel del Orbe mtero ?>
A favor de la unión europea es invocada la común amenaza exterior,
el
peligro de
las superpotencias extracontinentales EE. UU., U.R.S.S
.•
China. Pero el autor repite
una frase del P. Ramón M. Orlandis S. l.:
«¡"El miedo, como tal, jamás ha sido un lazo de wrión"!»
A juicio del mismo Luis Creus Vidal, el deseo de la unidad de Euro­
pa "ea legitimo".
1256
« ... es un lejano meño. ¡Qué más quisiéramos! Cuántas tie>
fflU!I benditas tiene Europa que debieran ser motivo de unión
entre todos. La Península Itálica, sede geo,gráfica de la Iglesia,
,c.on was caminoa recorridos por !Los Santos Benito y Francisco.
Nuestra Ee~ con su ruta jaeobea y SU& eonstelaei'ones de
santos del -siglo xv1. Francia·, arc:hivo del Cister, de Oluny, de
L«mrdes, de Lillieux. La vieja ln¡jla- eo otro tiempo timra
de santos. La Alemania de los Santos Bonilaeio y con la tradi­
ción de su Sacro Imperio. La Pol~ heroica y mártir . . . Pero
todo

esto no
:es compartido ni aun sentido, y quizá la Providen­
cia io penmra, para evitar que una nuevai Europa, sin sólida base
rcristiana, pudi'era convertirse, a su vez, en un nuevo y mons­
rtro.oso
Estado, "chauvmi.sta"", de -estos que,, en la Epoca moderna,
han antepuesto la Patria, ta Nación y el propio Estado, a Dios.
abri'endo ~ camino al caos y, por paradoja, al propio Comu­
nismo.
>Sea como sea,. elJta deeadencia de Europa nois reeuttda, por
aoalogía, aquolla Carta prinrer• . dd Apocalipsi., a l.a Iglesia de
Efeeo, que representaba la primera Iglesia,, la de Jerusdén. Se
la amenaza, si no hace penitencia, eon esto: ,,. .. ., removeré tu
candelle.ro-de su sitio" (Apoc., 2-5). Esto es, le sieria retirada
la primacía. Analló&ieamente eon Jernsalén, Europa, repleta de
·dones concedidos por la Providencia, parecía predestinada a ser
la sal del Mundo.

!Por
desgracia, ha sido todo lo contrario.»
Fundaci\363n Speiro

Esta situación actual habia sido -vislumbrada ya hace más de un
siglo por
Donoso Cortés, como nós recuerda el mismo ejemplar dé
CRJ.STIANDAD, que reproduce unos textos de este egregio pensador.
Uno es de su DISCURSO SOBRE EuROPA,
«Yo creo, señores, creo con 1a convie'ción más profun~ que
entramos en un período angustioso-; todos los síntomu que lo
ammcian se presenitan juntos a 1a vez: la ceguedad de loe cn­
tendimi'entos,, el encono de los ánimos, las discusiones sin ob­
jeto, las eontüm.daa 8in motivo; sobre todo, y más que todo esto,
y será lo que má:& extrañe al Congr-eso, -el furor que de todos
se apodera por las reformas económicas. Este furor qm:, a todos
apta por eata clase de cuestiones, no se presenta nunca -en pri­
mer término sin que sea anmrcio seguro de grandes catástrofes
y de grandes ruinas.
»Se ha dicho que traer aquí eetas cuestiones er'a el medio
de vencer al socialisn:;lo,. ¡Ah, señorea, el medio die vencer d
socialismo!
Pues ¿qué es el eooialismo sino_-una secta económica?
El socialismo es hijo de 'la economía política como el vihorezno
e¡¡ hijo de la víbora que,, nacido apenas, devora a su propia
ma!dre. Entrad en esas cuesti.001es económicas, ponedlas en pri~
mer ténnino,
y yo os anuncio que antes

de
dOS años tendréis
todas las cnesti.ones socialistas en di Parlamento y en las calles.>
En el otro preguntaba, ya, ¿POR QUÉ MUERE EUROPA?
«Se muere, porque-1a sociedad había sido liecha JM)r Dios
para alimentarae de la sustancia católiea, y médicos empinCOB
le han dado-· por alimento 1a sustancia racionalilSll:a. Se muere,
, porque a:sí como el hombre no vive sólo de ~ sino de toda
palabra
que sale de la :hoce. de Dio~ así también las sociedades
no, sólo-mueren por el hierro~ sino por toda palabra anti-católica
salida
de fa boca de los filósofos. Se muere, porque el etTOr
mata; y esa sociedad está fundada en errores. Sabed que todo
lo que tenéis por · inconcuso es "falso. La fuerza vital de la verdad
es tan grande, que si estuviera.is en pose8ión de una v.erdad, de
un.a sola, esa verdad po1dria salvaros. Pero vuestra caída es tan
hon~ vuestra deeaidencia tan radieal,. vu.mtra ceguedad tan com­
pleta, vuesltra desnudez tan abso'luta, vuestro infortunio tan sin
ejemplo~ que esa sola verdad no la tenéis.>
José Javier Echave-Sustaeta del Villar, en la misma Revista y número,
en su articulo EL FIN DEL MITO DE LA "EUROPA EUROPEA"' escribe:
1257
Fundaci\363n Speiro

«Europa solo-exi,stió, polítilca _y cultnralmen~ cuando se
comititnyó como
Crist.iand:ad, y 8610 tiene posibilidades de exis­
tir con personalidad p~ sin concretarse en un desesperado
afán de resistir su BUboonseioote sen!timiento d>e decadencia,. vol­
viendo a ~e como nueva Cristian1da1d. La seieular:iza,.
ción a:cabó con la Europa cristiana, y ahor~ por último, también
con iJ.a Europa anticristiana. La salvación de Europa sólo está
en una vueAlta al espíritu de la Cristiandad, paiabra que signi­
ficaba y simboliza -1a unión de todas las pa1ria& en una comu­
nidad!
que las abareaha sin ahsorbMlas, porque las un,ía un aifán
supremo, el de implantar ,en. la tierra europea el orden cdstian~
en el que los hombres, sintiéndose redimidos por Cristo, y por
ello hijos
de Dios,

se
sentían· hermanos y

se
amaban.»
DESCRISTlANIZACIÓN y EUROPEIZACIÓN, es el titulo del último artículo
que, acerca de esta temática, publica el mismo e;emplar de CRISTIAN­
DAD. Su
autor, nuestro
amigo
Francisco Canals Vidals, rek«:iona el
problema
de, Europa con la

fiebre de europeizar
a Espaíia:
1258
«... la eonsign·a europeizadora busca su fuerza en la lamen­
tación
y la protesta contra las deficiencias de "este país", al
que es itan düicil convencerle de que no debería ser como es
-ni corno ha sido en su intolerante historia, Hena de guerras
movidu por la pasión religiosa y rpolítim-, sino que debería
transformarse por [a emo,peización para pertenecer así, como es
su deber, a Eur°""
>.Mgún prol,llema profundo tiene que haber en la relación
entre
lo hispán-ico y lo europeo. De otro modo, el europeismo
español no habría tomado la& am:itudes sermoneadoras e insul­
tantes que han sido su rasgo propi& a. través de las sucesivas
-pas de tarea europeizad..-.: absolutieta, ilustrada, Hher"1. de­
moicriti'co-criatiana, tecnoerátieawlesarrollista.
»Con la europeización demoorártico-eristiana, y con 8W!I alian­
zas e implicaciones progresistas,
se reilaci.ona la que podríamos
llamar "pastoral" deseriatian:izadora mediante la evangelización
del plurafümo y la ,de....,alliZ1lclón.
>La ,c.onlesionalidad -de la sociedad politka española y su
umidad catl,li<,a bahíau sido -ícadas deopues de secular ~­
cia en d Concordato de 1851 y -en el Convenio do 1941, En am­
bos momentos, y después de ra-dtmles conmociones en la socie­
dad

por
el empeño revolucionario de sentido seeularizador y lai­
clzante, fue voluntad explícita de la Iglesia, expredda en la exi-
Fundaci\363n Speiro

gencia de la Santa Sede, la. que contri.huy~ con ta vObmtad na­
cional, a la restauración. de. la confesionalidad política.>
Y termina con una .advertencia:
«Actaálmente vemos que, mientras se insiste en que-iJ.a Iglesia
no se identifica con un:a cultura,. y que la -evangelización autén­
tica ha de rel!J)etar fos valores naturales y las tradiciones huma­
nas de los pueblos, en la medida en que sean, legítimas y capa­
ces ,,:de ser asumidas en 1a vida_ eristian~ se quiere exigir a nuestro
pueblo una radical transformación
de espíritu y mentalidad.
»Pero

ya no se
trata de un malentendiido. que pretenda hacer
valer la ,gracia contra la natunileza. Lo que se hace ahora es
ahusar
d'e las estructuras y preetigios jerárquicos contra la gracia
y contm-ila naturaleza.
> Y &i quienes de esta manera combaten la tradición católica
de su pueblo imponiendo, con . ah1180 &a'Crilego, sus colll&ignas de
piluralismo y de tJecularización, intentan así también "europei•
zarnos", hay que reeonoieer. que esto probaría que !lo que en­
tienden por
Europa los europeísta& es algo que, a España no con­
viene que pertenezca.
>Tal vez porque "Europa" es un ténnino expresivo de los
ideales quo oriQDtan !la d·ecadencia y el hundimiento de la bis­
tórfoa Cristiandad o'Ccidental.»
La actual crisis europea es fundamentalmente. una crisis de fe y luego
de
pensamiento. Ws
errores
filosóficos
han causado nuevas aberraciones al
pretender desalienar a los hombres -de todos lm vinculas naturales que
correspanden a

nuestra condición de animal
racional y
político
y de aque­
llos

otros que nuestra
razón .práctica, en lenta

elaboración
social, ha sido
creando

con la propia
civilización. Vallet de Goytisolo, en m colabora­
ci6n en la ThmUNA PÚBLICA de EL ALCA.ZAR, de 22 de abril de 1977,
"LIBERTAD Y LWERACIÓN'", éxplica que esos errores filosóficos actúan:
« .•• transfundidos después a la polí1ica y vulgarizados por los
mass media, que coartan la libertad del hombre moderno, como
drogas inteleetnalee, y que calientan y 'enturbien las cabezas,
como el aguardiente, sumiémlonos., a veces, ebrios en una orgía
pasional eo!lectiva.
>En ella danzan: eil liberal,imao decilarando autosuficiente
nuestro pensamieu:to, l:ilberándofo. de la sumisión a toda verdad
objetiva; una democracia que ha:ce

de
la: voluntad
del pueblo
el
fundamento de la ley, exduyendo todo Legislador por encima
Fundaci\363n Speiro

1260
de ella; 11.os sociali,smos, sociaJ,-de,n,ocadas y temocracias, que
pretenden construir ol regn.um. hominis, fabrieado pie-m. a pieza
por el propio hombre conforme a sus idea~ sueños y utopía,,
encarnado eu la volluntad de poder, pred.uyendo todo orden na­
tural que no sea puramente físico; los historicismos, en los que
Dios se disuelve en el mismo proceeo· deil devenir histórico Y la
-razón es entendida como el momento dialéctico de fa actividad
dol oapíritu.
>Como escribió Sciacca, después de una primera acmé, con
Hegel, iniciada en el Renacimiento, ,y sobre todo con la Reforma
protestante · con Descartes y Bacon, la decadencia del pensamien­
to occidental "avanza hacia su corrupción". A su juicio, "la de
hoy, en cierto sentido, no es· una. crisis de la civilización europea,
&ino de la sur9-da ~ 1a crisis de la crisis o en la eris~ la del
humanismo ateo,
del laicismo integral.". Cri.e:is que ha penetrado
en la misma Iglesia con el modernismo y el progre&ismo. En
esa
intoxreaci~ el "Dios de --en-adelante" teilhandiano re-­
pt"esen.ta un
papel algo muy parecido al de la Historia en Hegel
y a'l progreso en Marx, si bien -dilluidos en una ,n00$/era · teñida
de-beatería-pseudo religiosa; y el Punto Omega no es sino un
traeunto del triunfo ide íla idea hegd.r:iana o· de la sociedad bo­
mogénca marxista:, aunque disfrazado de "fantaciencia" y de
"11eología ficción".
»Hacia todo esto, que no es pensamiento europeo sino co­
rrupción del pensamiento europeo, pretendemos ehri,tnos poli­
-hoy. en España. ll!eopués de cerca de cUarenta añoos de
alimentamos, en parte, con otras ex.crecencias de esa misma co­
rrupción de1 pensamiento europeo: faeistoides, nacional-sociailis­
tas y tecnocrátieas, :sin réneontrar nuestra propia esencia a La
que la Cruzada aspiró, hoy -repitámoisl.o ol!l"a vez-pretendemos
de

nuevo abrimos, ,con
el alborozo de los mass media, para re­
cibir un •ritu agón-ieo si no \Ya un, cadáver pendienlle de en­
terrar, en arasi de un progreso que ya es decadencia y tras un
espejismo de libertad que nos lleva por un camino de servidum­
bre. Por
ello -y eonc!l:nimos también· con palabras de nuestro
Sciaeea-, "perdido
el concepto mismo de derecho, con la nep­
ción del derecho lli8.bl.ral y con el subjetivi:sino de ila ley, se ha
pasado
de la
autoridad ai autoritarismo arbitrario y, por tanto
tiranoide,
o

a
1~ negación de la autoridad en cuanto • y, por
ende, a la anarquía".»
Fundaci\363n Speiro