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¿Tienen los libaneses derecho a un Líbano suyo? I. Los palestinos en el Líbano

¿TIENEN LOS LIBANESES DE,RECHO
A UN LlBANO SUYO?
I
Los PALESTINOS EN EL LÍBA -EoouABD 8.ABLIER
El comunicado final del Consejo Europeo que acaba de celebrarse
en
Venecia proclama
que
"Los Nueve SOStendrán toda acción y toda
iniciativa susceptible de asegurar el retorno de la paz y la estabi­
lidad en el
Líbano".
Bien, pero digamos :las cosas como los Nueve no se han atrevido
a verlas: la paz, la
estabilidad, son
imposibles en
tanto que subsista
en el territorio libanés
la implantación de ios palestinos.
Es
cierto que existen además otros elementos extranjeros al Lí­
bano: el ejército sirio a través de io que se llama. la fuerza tervención árabe;_ el ejé.r?to israelí entre l~s combatieµtes cristianos
instalados
a lo
largo de
las fronteras del
listado judío.
Pero la presencia de estos. ~le.q:ienros toilUL como pretexto final
la presencia de los palestinos: los siti!)S afirman que quieren impedir
el enfreµtamiento entre_ libaneses _y_palesti_no~;_ los is~elíes aseguran
que s~lo quieren :proteger a :los cti~ianos contr_a ,os palestinos.
Dicho de otro modo, en tanto existan palestinos en
cuerpo. or­
ganizado en el Líbano, será inútil hablar de estabilid•d y de paz.
Cada vez más, todo ocurre como si, perdiendo la e9_Peranza de
volver a Palestina inmediatamente, las organizaciones palestinas están
decididas a instalarse, cada vez más sólidamente, en los rerrirorios
libaneses que ocupan.
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EDOUARD SABUER
Cada vez más constituyen un Estado dentro del Estado. Las
tropas palestinas, armadas hasta los
dienteS, parapetadas
en posicio­
nes_ fortificadas, atraviesan el país, detienen, juzgan, ejecutan, hacen
la ley. Haciendo ostentación de un desprecio completo hacia la so­
beranía libanesa, acogen en sus aeródromos sus propios invitados
extranjeros sin tener en cuenta para nada el visado libanés.
Para los palestinos, es esencial
la base territorial representada
por el Líbano ocupado. Sin ella, toda su organizaci6n perdería la
influencia que ejercen sobre la opinión internacional. Pero su pre­
sencia, por sí sola, l.mpide toda esperanza de sacar a flote el Líbano,
impide toda restauración de la autoridad central, desafía al ejército
nacional que se reconstruye penosamente y que simboliza, a los
ojos de los libaneses, su identidad y su soberanía
Pero hay más. Desde hace varios meses los palestinos compran
las tierras de los
can;tpesiµos, la
mayor parte musulmanes chiitas,
que prefieren abandonar la zona de combate. Por su lado, la O. L. P.
finaocia
en seqeto compras importantes de propiedades. En cierro
modo, los palestinos hacen
en el Líbano lo que hacían los sionistas
en Palestina
en tiempos del mandato británico.
Entonces, lo provisional dura. No se ve cómo terminará, y sí
terminará, esta ocupación palestina. Lo más grave es que nadie se
atreve a exigir a los palestinos que se vayan. A1 contrario, un acuer­
do tácito parece que se ha hecho para perpetuar el sPatu quo.
En realidad, sí, los derechos legítimos del pueblo palestino son
una aspiración honorable que merece ser sostenida. Pero sería justo
que, con la misma obstinación, los dirigentes europeos y americanos
sostuviesen también el derecho legítimo del verdadero pueblo libanés
a sobrevivir
en la tierra que ha amado,· defendido, fecundado, mucho
antes que los palestinos o los hebreos hubiesen descubierto el país
de
Canaam.
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