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¿Tienen los libaneses derecho a un Líbano suyo? II. Autodeterminación palestina - Autodeterminación libanesa

JI
ÁUTODETERMINACIÓN PALESTJNA • AUTODETERMINACIÓN LIBANESA
POR
PIERRE DE LASSUS SAINT GBNIES
Presidente del Comité de Ayuda a los Cristianos del Líbano
Durante su viaje al Próximo Oriente el presidente francés Giscard
d'Estaing ha empleado el
ténmino de
autodeterminación con res­
pecto a los palestinos. Pero, ¿no tienen. los libaneses también
y en
prioridad
derecho a

una autodeterminación
por la liberación de su
territorio ocupado?
Los
aspectos de estas dos autodeterminaciones se examinan a
continuación.
I. Amodetermintwión pal.estina
Recordemos que la autodeterminación, es decir "la determina­
ción del estatuto político de una
país por
sus habitantes" {dicciona­
ri0 Robert) es un procedimiento democrático para expresar la vo­
luntad de un pueblo; procedimiento que es acogido ordinariamente
de modo favorable por 1a opinión mundial. Presenta, sin embargo,
para lograrla

de un modo satisfactorio, dificultades de aplicación
que deben resolverse antes.
En el caso de los paiestinos, si no se tri.viese en cuenta esta
circunstancia, se correría el riesgo de ratifica.r el programa. reivin·
dicado por la agrupación más conocida: la O. L. P. Este programa
comprende, como es
sabida,, una

cláusula de eliminación del Estado
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de Israel, cuyo principio es inaceptable por la mayoría de las grandes naciones
y por la O. N. U.
· Modificar una cláusula como ésta, definir un programa aprobado
por las naciones di.rectamente interesadas
y admitido por el con·
junto

de los palestinos repartidos en Próximo Oriente (1), consti­
tuye una condición previa
necesaria y difícil, que. retrasa la reali­
z.ación de la autodeteminación y limita su alcance.
Las importantes resoluciones adoptadas por la "reunión de los
Nueve" en Venecia el 13 de junio parece que puc::den facilitar la
solución
del problema palestino que
tanto se hace esperar.
2. Autodeterminación del Líbano
La autodeterminación puede también ser comparada con un "re­
ferendum.

de orientación" que permite a las
minorías manifestar
su
voluntad de vivir juntos según sus convicciones
y ( como ha dicho
el Presidente de 'la Repóblica en su óltima conferencia de prensa)
en fronteras reconocidas y seguras después de la evacuación de los
ejércitos extranjeros.
Una nación que se halla en una situación de esta índole existe
en el Próximo Oriente. No tiene ninguna dificultad su identidad,
ninguna incertidumbre
la implantación, puesto que ocupa su terri­
torio bajo
el nombre

actual desde hace cerca
de dos mil años,
mucho antes del nacimiento del Islam. En medio de las tempes­
tades ha mantenido
siempre intactas,

a fuerza de valor
y de sacri­
ficios, su religión, sus tradiciones, sus libertades, su
identidJ.d.
Modelo

de
civrlizaci6n, de cnltura, de tolerancia y de armonía
entre las

·comunidades ·durante mucho tiempo, resulta banal recordar
su papel inapreciable para el intercambio
entre Oriente y Occidente.
Este es
él Líbano é.ristiario, mOrtaimeflte amenazado

hoy por la
ocupación de dos ejércitos extranjeros:
-El

primero proviene de los
500.000 palestinos que

han
ve­
nido

al Líbano.
Los campos terroristas que han establecido allí ,on
(1) Ei Líbano sólo tiene un 12 %.
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AUTODETERMINACION LIBANESA
la causa de la guerra horrible que ensangrienta el país desde hace
cinco años.
-El segundo se ha instalado en el Líbano con el pretexto de
la disuación.

Viene de Siria,
país vecino
apoyado por la
URSS.
Desde

hace mucho tiempo su ambición es anexionar
el Líbano para
crear

una "gran Siria",
después de la demucci6n del Líbano ms­
tiano.
Estos poderosos grupos armados, reforzados sin cesar, después
de haber asesinado impunemente a innumerables familias cristianas,
continúan persiguiendo a los cristianos hasta
el punto de mante­
nerlos en el temor constante de tener que escoger entre
el exilio o
la muerte (2), (3). ¿ Puede la opinión mundial mantenerse impasible frente a una
violación tal del derecho de los pueblos? ¿No podría, por lo menos,
provocar
la aukldeterminación libanesa? ¿Es admisible que los pa­
lestinos, acogidos fraternalmente cuando llegaron al Líbano, se vuel­
van contra sus anfitriones para expulsarlos del país e instalarse en
su lugar? Los palestinos serían entonces tan culpables de una injusticia
mayor todavía que aquella de la
cual se quejan, con razón, por la ex­
pulsión de los suyos en 1949 de una parte de Palestina. La autodeterminación del pueblo libanés para la liberación de
su territorio permitiría
seguramente que

una gran mayoría de ver­
daderos libaneses' cristianos, drusos, musulmanes chiitas
y sunni­
tas,
pudiéran exigir la marcha de las fuerzas de ocupación. Ante la
opinión
mundial, el Presidente Sarkis podría entonces apoyarse en
la expresión de la voluntad popular para:
l.º reclamar el desarme de los palestinos que esperarían en­
tonces
a salir del país cuando se llegara a la solución definitiva de
su problema;
2:º comunicar su licenciamiento a las tropas sirias de ocupa­
ción
que están,
no lo olvidemos, colocadas en principio bajo su au­
toridad.
(2) Le Liban en s11rsis, «Figaro», 23 de mayo de 1980.
(3)) Le Liban crucifré1 «Figaro», 6 de junio de 1980.
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Se trataría entonces de asegurar el orden, así como la defensa de
las fronteras en un
Líbano, al

fin liberado. Si el ejército libanés en
vías de reconstrucción no
está en

condiciones de asumir completa­
mente el relevo, ¿no
podría ser

reforzado por una
fuena de
disua­
sión
verdade,m,umte wnp,,roia/., mitad cristiana y mitad musulmana?
Esta constituiría
además una

importante fuerza de defensa de los
intereses islámico-cristianos. frente a la amenaza de destrucción de
los recursos petrolíferos con la que la URSS parece continuar ame­
nazando el Próximo Oriente.
La opinión mundial debe actuar antes de que sea demasiado
tarde. ¿Quién
tomará la
iniciativa de provocar
y facilitar la auto­
determinación de los libaneses? ¿Qué
hará el presidente

Carter,
presidente cristiano de
la mayor nación cristiana del mundo?
En cuanto al presiente Giscard d'Estaing
~jefe de
la nación
francesa que desde siempre tanto
ha ayudado a los cristianos liba­
neses que la llamaban "su madre"-, ¿no
reclamará para
los liba­
neses
la autodeterminación que ha pedido para los palestinos? Sería
la mejor manera de conjurar toda tentativa de creación de una
"nueva Palestina" en detrimento de los cristianos del Líbano.
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