Juan Antonio Cervera Bañuls: Cómo se envilece al hombre de hoy. Desfondamiento de la política

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Juan Antonio Cervera Bailuls: CÓMO SE
ENVILECE AL HOMBRE DE HOY.
DESFONDAMIENTO
DE LA POLÍTICA<'>
"Por qué son tan reiterativas las décadas de crisis, de postra­
ción, de confusión, tanto en intensidad como en extensión, de
mdole generalizada".
"La infraestructura sobre la que se cimentan las reflexiones
que se han ido empleando en la construcción de este libro, se ha
concebido con el encofrado de tres nobles componentes que han
mantenido la inmensa mole del pueblo, sociedad, civilización a
lo largo de los siglos: Religión, Cultura y Política".
En la presente obra "se recupera la tesis de experiencia his­
tórica, la triada: Cultura, Religión, Política, soportes naturales, ori­
ginarios con los que la sociedad ha de construir su propio dise­
ño de dignidad, laboriosidad y convivencia. Es suficiente que uno
de los soportes entre en crisis para que pierda estabilidad la
sociedad".
Se concluye el análisis de estos tres fundamentos sociales sugi­
riendo
"el esquema de actuación para abortar la previsible deca_den­
cia con el fin de salvar los factores que mantuvieron la civilización
occidental
en todo su esplendor. Se proponen tres fases".
PRIMERA FASE.
"Los políticos han de independizarse. Habrá que conocer
cuál es la dependencia de cada
uno de los políticos-gobernantes
(•) Valencia, 2000.
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a esa cumbre politica de poder internacional dirigida por la casta
muy minoritaria de las Finanzas
que marca la pauta de sus últi­
mas decisiones".
SEGUNDA FASE.
"Apoyo servicial y mutuo entre Política, Cultura y Religión. La
crisis de uno de los tres tentáculos repercute vigorosamente en la
postración de los otros dos. Por esta razón ha de considerarse
beneficiosa la critica que provenga de los soportes de
la triada
con el fin de detener los efectos negativos de la crisis". Y "se
ha
de reconocer que por su atávica costumbre de hegemonía es la
Política la que suele estar fuera de juego y la
que hace más visi­
bles y funestos sus fallos".
TERCERA FASE.
"Mantener en pie el Estado-Nación. Desde los primeros años
de siglo se han oído augurios y vaticinios acerca de
un nuevo
orden internacional sin patrias relevando
al orden establecido de
configuración cultural, socio-política y económica del Estado­
Nación.
El imperio fue en centurias pasadas algo así como un
anhelo ,contra natura•. El final del imperialismo que tomó tam­
bién el nombre de ,colonialismo-en las centurias XIX y xx dio
prosperidad a los estados colonialistas,
pero con relativa propor­
ción a los colonizados. Resulta inconcebible
que se instrumente
la aspiración a otro modo de imperialismo o colonización pero
en esta ocasión con aparente invitación al poder sin rostro de la
alta Finanza establecida
en los núcleos de negocios internaciona­
les que piensan, invierten y deciden por
la gran mayoria silen­
ciosa".
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Para dolor nuestro, la llamada ,crisis generalizada• es tan
antigua como el hombre. Adán y Eva ya supieron algo de esto; y
no digamos Caín y Abe!. Hasta soluciones se han ido arbitrando
para remedio de inquietantes aporías de toda índole.
Asi las
enfermedades motivaron muchas veces el progreso de la medici­
na; la falta de inspiración literaria promovió cierta estilistica o
una
más atendida métrica en los versos; y la guerra, donde se defien­
de todo propio interés y toda destrucción del enemigo,
ha sido
frecuentemente reconocida como intenso acicate de todo pro­
greso.
Las explicaciones propuestas y la terapia consiguiente son
numerosas en problemas tan complejos; fácilmente pueden ser
originales, no necesariamente excluyentes unas de otras en
buena parte al menos, e interesantes con frecuencia en lo que
aportan, al par que frustradas en lo que suelen dejar sin re­
solver.
La llamada «tríada• fundamental de toda civilización reclama
con acierto la atención del autor. Once modalidades principales
registra de la actitud religiosa del ser humano, desde los tiempos
prelústóricos hasta el cristianismo actual, con una sumaria pero
precisa referencia de los valores dogmáticos, morales y culturales
de cada
una de ellas. Cerca del centenar de filósofos e intelec­
tuales figuran
en el sucinto catálogo que se origina con el perío­
do mitico o el sofista presocrático, hasta nuestros contemporá­
neos Santiago Lacan y Carlos Raimundo Popper. Y las lamenta­
das crisis de la Religión,
la Cultura y la Politica abren paso a las
soluciones arriba propuestas.
Preside la obra su seria solvencia ideológica, sin cosa alguna
desorbitada o estridente.
Su claridad es perfecta. Su orden, sufi­
ciente.
El autor ha pensado al escribir; y hace pensar al leerlo.
Al leerlo se piensa, como es claro, fuera de la cocina en que
las leyes gastronómicas tuvieron sin duda la palabra; pero a la
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hora de comer y digerir se suscitan más y más cuestiones que
completarian todavía un tema tan amplio.
As! el mismo titulo que encabeza la obra no dejaría espe­
rar fácilmente su contenido. Y la famosa tríada que en ella se
expone ¿la forman acaso elementos suficientemente plurales,
independientes,
aun excluyentes de otros soportes sociales,
como el nivel de desarrollo
de la técnica, o la situación eco­
nómica? Por lejos del determinismo técnico-económico marxis­
ta
que nos coloquemos, tendrán siempre dichos factores que
ser considerados como notoriamente determinantes de la fiso­
nomía de una sociedad.
De la Economía s! se habla a otro propósito en este sen­
tido, no sin razón, por cuanto se considera mundialista la as­
piración a dominar del supranacional poder llamado "Alta
Finanza, Big Business, Establishment y Autarquía",
de la que el
autor dice
haber hablado en otra obra, demostrando "los docu­
mentos acreditativos de la estructura fuertemente jerarquizada"
de
ese poder. Difícilmente podrá entonces lograrse esa aquí
pregonada independencia de políticos y gobernantes "para
detener la serie
de estragos que se perpetúan a causa de los
amos
de la plutocracia sin ninguna credencial de autenticidad
y legitimidad".
Por lo demás repárese
en que el tripode adoptado como
fundamento
de la obra y, para el autor, de la sociedad, si es
una síntesis afortunada, en la práctica es un auténtico ciempiés.
Porque Cultura
es la filosoffa, la historia, las ciencias, las artes,
y demás.
La Religión asimismo despierta tantas crisis que, en
todo su número de variedades y creencias, sólo admite como
solución válida la única religión verdadera aceptada en su tota­
lidad. Y
de la Política bien habla también el autor sobre los que
llama problemas candentes, no pocos, urgentes, y harto dispa­
res
en su naturaleza y solución.
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También en la búsqueda del más radical principio de
toda crisis, y de la solución concreta que emprender, dio hace
tiempo este humilde comentarista con su propio trípode, más
fácil de enunciar aunque igualmente difícial de erigir: el Hombre,
el Hombre y el Hombre.
Él es a qui el último y el único protago­
nista, el condicionante de
la Religión, la Cultura y la Politica, y de
cualquier otro trípode estructural, del
que será él en último tér­
mino quien lo afirme o quien lo enerve.
De aqui
que pronto me surgieran docena y media de facto­
res a los que es imperioso meter mano, si queremos en serio dar
con la única solución de toda crisis, que será necesariamente
hacer
al hombre que nuestra sociedad necesita.
Desde una
fe y religiosidad instruidas, primero y fundamen­
tal de estos dieciocho epigrafes se discurre hasta el diecisiete
que
es la afectuosa y exigente formación de niños y jóvenes, sin omi­
tir entre ambos los sólo aparentemente triviales de eliminar pri­
sas, chapuceria o impuntualidad. Y el último de todos, la
impe­
riosa obsesión por formar a los formadores, lamenta implicita­
mente ese silencio cruel que el autor del libro
que comentamos
registra acerca del relevante tema del poder de la Gran Finanza.
Porque también aquí, por extraña inadvertencia, estos temas "no
salen a la palestra pública, ni en los medios de comunicación
social, ni en las instib..Iciones y administraciones oficiales", cuan­
do desde las cuñas televisivas, los criterios difundidos aqui y allá
en los libros de texto, las opiniones embutidas en una prensa y
radio conscientes, y
la predicación religiosa, podria ponerse de
moda cuanto contribuye a educar
en el hombre, a través del
protagonismo de si mismo, su protagonismo decisivo sobre la
sociedad.
Bienvenido sea todo esfuerzo que, como el de la presente
obra, aspira a "arreglar el mundo", cuyas doscientas veinte pági-
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nas agradecemos por las sugestivas enseñanzas y orientaciones
que encierran como hitos válidos
en la edificación de la Ciudad
Católica.
AGusT!N ARREooNOO, s. l.
Manuel A. de Paz Sánchez: INTELECTUALES,
POETAS E IDEÓLOGOS
EN LA FRANCMASONERÍA
CANARIA DEL SIGLO
XIX<'>
Otro libro -poco más que un opúsculo en esta ocasión­
sob're la masonería hispana, aunque, en el caso presente, con
algunas variaciones sobre lo habitual. No es una relación de .
logias, afiliados a las mismas, grados,
nombres simbólicos y
profesiones
que siguen pareciéndonos una absoluta pérdida
de tiempo porque nada aportan a la historia, salvo en lo que
pueda tocar a ese campo, cuasi estéril, de los ultralocalismos.
Quiero decir
que no tiene el menor interés, por poner un
ejemplo de mi ciudad natal, publicar un libro sobre las perso­
nas que habitaron a lo largo de los últimos años en el núme­
ro 25 de la calle de García Barbón. Y si ya lo precisamos al
tercero izquierda,
pues menos todavía, si es que cabe algún
menos.
El libro de Paz rompe los moldes habituales y se refiere a
algunos masones canarios
y a sus escritos, que, además, repro­
duce. Una vez más esos personajes
son de penúltima fila, salvo
(•) Ecotopía, Santa Cruz de Tenerife, 1983, 135 págs.
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