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Número 381-382

Serie XXXIX

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AA.VV.: La nation

INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
AA. VV.: LA NATION e,
Guy Augé (1938-1994), profesor de la Universidad de Paris II
(Panthéon-Assas), fue un notable jurista e historiador del derecho
y de la política. Discípulo
de Michel Villey, fue autor de renom­
brados trabajos entre los
que el último es Les Blancs d'Espagne
(1994), estudio de la división del realismo francés tras la muerte
del conde de Chambord
en 1883 y defensa de las reivindicacio­
nes de los llamados "blancos de España",
en alusión clara a la
. opción dinástica por ellos tomada y que les llevó a rechazar el
orleanismo y a considerar la sucesión legítima
en la rama de
Anjou,
es decir, la de los Borbones españoles, de manera que,
hasta
1936, se produce lo que el propio Augé ha denominado
-en su contribución póstuma a un volumen in memoriam del
profesor
Ellas de Tejada dedicado por la Universidad Com­
plutense de
Madrid-de "entremelement" de la sucesión carlista
y la legitimista francesa, para terminar ésta
en el duque de Cádiz
y sus descendientes. Pero Guy Augé, además
de un exquisito
historiador, filósofo y jurista, ejerció
un auténtico apostolado pro­
fesional mediante la promoción y dirección de toda suerte de
vocaciones intelectuales. Por eso, a su muerte,
un grupo de pro­
fesores y escritores, dieron vida a una asociación que agrupara a
sus amigos, y de ahi han brotado una serie de "Colloques Univer­
sitaires"
-en su querida Universidad de Paris II-que se editan
como "Cahiers" de la Asociación.
El primero se dedicó a la edi­
ción también póstuma y ya referida de
Les blancs d'Espagne. Y
ahora aparece el segundo, dedicado a
"La Nación", que reúne
-además de un inédito de Augé-las contribuciones al prime-
(*) Association des Amis de Guy Augé, Paris, 1997, 116 págs.
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ro de esos coloquios universitarios de los profesores Jean-Pierre
Brancourt,
Tilierry Bouron, Alain Néry, Claude Polin y Claude
Rousseau.
El texto de Brancourt, de corte histórico, ofrece una refle­
xión muy rica sobre la génesis del Estado moderno en la Francia
de los siglos
XVI y XVII, que abre una brecha en el orden medie­
val y anuncia
el fin del "anden régime". Augé, en una confe­
rencia
de 1993 ahora recuperada, distingue -en el interior del
nacionalismo originado por la Revolución francesa-, tres con­
cepciones distintas, más o menos revolucionarias:
la jacobina, la
alemana a lo Fichte y la que cristaliza en Maurras. Todas son
finamente caracterizadas y en todas encuentra algún germen
revolucionario,
aunque sólo la tercera le parece en alguna
medida salvable. Bouron, ante el conocido dilema
de las apro­
ximaciones francesa y alemana a la nación, en un recorrido por
todo el siglo XIX, lo encuentra, sin embargo, exagerado. Como
Néry, más allá
de los ángulos filosóficos y político, examina el
reflejo del problema
en sede literaria. Claude Polin, ante el inte­
rrogante de qué sea una nación, en un horizonte muy rico,
pone delante de nuestros ojos su realidad, que -aunque inte­
gra factores
naturales-no es sólo un hecho natural, pero que
tampoco es un artificio humano. Entidad sui generis, propia­
mente unidad
en la diversidad, termina presentando un balan­
ce en el que, sin duda, el activo supera el pasivo, pero en el
que no se nos hurta éste. Finalmente, Claude Rousseau, con el
clásico "vae victis!", aborda más el suicidio que la muerte de las
naciones. Por dos caminos: el contractualista de Mastrique y el
disolvente de la inmigración masiva.
No es frecuente encontrar
en la literatura hodierna un len­
guaje tan descarnado
en la descripción de la realidad. Como lo
es
aún menos que la tal claridad lingüística sea consecutiva de
otra conceptual.
Si se me permite, incluso, tampoco ha sido habi­
tual del pensamiento conservador francés
un tono como el que
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preside esta colectánea o como el que colorea el magnífico libro
del historiador
Jean de Viguerie, con el que encuentro alguna
coincidencia anticipatoria,
Les deux patries (1998). Por todo ello,
límpido, piadoso, sereno
y militante al tiempo, el libro que pre­
sentamos
es un libro digno de ser leido y meditado.
MIGUEL AYUSO
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