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Número 587-588

Serie LVIII

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Jerónimo Rilla, El Leviatán como prosopopeya. Hacia una nueva teoría del conflicto en Hobbes

Jerónimo Rilla, El Leviatán como prosopopeya. Hacia una nueva teoría del conflicto en Hobbes, Florida, ed. del autor, 2019 (epub).

Voluminoso texto nos ofrece el filósofo Jerónimo Rilla, docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires y ex becario del CONICET argentino. Pero sería injusto adjetivar el libro según su extensión. Es un trabajo inteligente, ambicioso y erudito, que se vale de fuentes hobbesianas de primera mano y conoce y recorre la literatura especializada sobre Hobbes y otros ilustrados.

También es original su investigación, pues sin recusar las que hasta ahora se han hecho tomando como base el individualismo extremo de Hobbes como explicación de la teoría del conflicto y del Leviatán, Rilla advierte que no se debe subestimar el papel de las personas ficticias, de las corporaciones en la comprensión del tal conflicto político. Desde esta perspectiva se puede decir que aporta una visión enriquecedora que complementa aquellas otras ya clásicas. Sabe Rilla que para Hobbes las corporaciones y/o asociaciones son un persona ficticia, pues en su sistema solamente existen personas físicas; que aquéllas hablan y actúan por éstas. Pero, subraya el autor, precisamente por eso, por ser ficcionales, las corporaciones se asemejan al Estado, la gran ficción del Leviatán. De modo que queda justificado el intento de entender el conflicto político como el que se traba entre el soberano representante del Leviatán y los representantes agentes responsables de las corporaciones. Y bien dice Rilla que, planteada así la cuestión, de lo que trata Hobbes es de regular el conflicto, de regularizarlo; diríamos nosotros de normalizarlo.

De esta manera, Rilla introduce la representación en el corazón del conflicto político hobbesiano. Para eso reconstruye el individualismo metodológico de Hobbes al hilo de los textos capitales (capítulo I), para pasar luego al individualismo político que tiene sus raíces en el nominalismo, el egoísmo y la autonomía individual (capítulo II). De aquí, penetra en el concepto de persona natural (capítulo III) que es, dentro del atomismo radical de Hobbes, un cuerpo en movimiento, pues el cuerpo, bien dice el autor, es el locus de imputabilidad.

Una vez dispuesta la estructura elemental de la mente de Hobbes, se puede dar el paso hacia las corporaciones y prosopopeyas, el proceso constitutivo de las personas ficticias que son una personificación de segundo grado u orden (capítulo IV), donde destaca el Commonwealth dicho luego Leviatán o Estado o Soberano, pero bajo el cual pululan enorme cantidad de grupos. Esto da lugar al conflicto, que Rilla estudia en el último capítulo titulado «Tumultos» y que entiende ya no como ocurriendo entre individuos sino como pugna entre grupos.

El libro de Jerónimo Rilla es bien interesante y constituye un elaborado aporte a la comprensión del pensamiento filosófico y político de Hobbes. Podemos suscribir la tesis del autor (que hemos expuesto al iniciar esta reseña), siempre y cuando sea lícito distinguir la filosofía de Hobbes de la observación hobbesiana del conflicto. Quiero decir: si la filosofía hobbesiana es radicalmente individualista por su nominalismo, esto no le impidió notar que en su tiempo (y en todo tiempo) los enfrentamientos políticos son actuados por sujetos colectivos, llámeseles como quiera. Así y todo, no inhibe la conclusión filosófico-política hobbesiana y típicamente moderna: la supremacía del Estado, la indispensable soberanía absoluta del poder temporal. Siendo así, el camino de Hobbes es uno, que se entrecruza con el de otros: el de Bodino, el de Spinoza, el de Locke, y muchos otros más.

Juan Fernando SEGOVIA