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El neodirigismo tecnocrático

EL NEODIRIGISMO TECNOCRATICO
-. Lotns D•u¡-s.
Desde hace casi .dos siglos,. el Estado no ha dejado de exten­
der su
campo de actividades e incrementar el número ~ sus tareas,
pasando
del dominio político al dominio económico y spcial. Tal
evolución es a .menudo cieacrita :con complacencia y su desarrollo
juzgado
como irreversible, hasta como ineludible: para muchos
sería vano y hasta
chocante oponerse al dirigismo creciente de
los tiempos modernos.
Esta opinión común rto deja de tener par­
tidarios, cuya cantidad y .calidad. a veces hacen
· .olvidar . l.as exi­
gencias de· la demostración
eJ<;lcta, quec. dc¡be. estar en fun.ción de
la investigación
. y de . la explicación coherente de los hechos.
Es cierto que este método tendría a los ojos de los dirigistas
un vicio fundamental:
la. conclusión está muy alejada del postulado
totalitario
:que !los presentan como axioma ..• · , ·
Las instituciones administrativas francesas han sufrido desde
el Antiguo Régimen transformaciones considerables, a pesar de
algunas semejanzas muy superficiales, puesto que
el Estado ha
sustituido progresivamente por
. sns reglamentos las libertades
creadoras de la Nación. Este movimiento, lejos de ser el resul­
tado de uria pasividad frente a datos que se· impusieran de forma
inevitable,
es por el contrario fruto de una ideología determinada.
el mismo Director del E. N. A., M. Fran,;ois Gazier, lo explica
en estos. términos :
"Se ha visto suc.eder así a las instituciones complejas del
Antiguo Régimen, un aparato administrativo
único, ante _el cual
han desaparecido las diversidades regi9nales ... Los cmtRI'OS Y
PODJ!R]!S lNTl!RMI!DIOS HAN SIDO SUPRIMIDOS CONFORME A I,A
IDFDLOGÍA REVOLUCIONARIA, y asi el Estado con su administración
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Fundaci\363n Speiro

LOUIS DAUJAJWUSS
se ha encontrado frente a los particulares, a los simples ciuda­
danos, SIN LOS INT:uMEl>IARIOS y SIN TODOS ESOS J!SCALONES que
antes existían" {l ).
La acción centralizadora de los Jacobinos ha sido seguida y
reordenada
por Bona¡,arte, y . después la continuidad de este
espíritu revolucíonario jamás ha sido desmentida : las numerosas
reformas no han tenido desde entonces por objeto más que la
adaptación
del cnadro consular del año vm a una realidad na­
cional
que, periódicamente, intentaba sustraerse a ella, especial­
mente
en el nivel local. Un Consejero de Estado, M. Jean Hour­
ticq, escribió sobre esto que "esta revolución silenciosa no es
más qne el término de una revolución" que tiende a hacer "del
exágono un ajedrez· en el cual el poder maniobra sus piezas a su
gusto. Y, por la fuerza de las cosas, este poder tiende a ser cada
vez más centralizado ... , pues solamente la centralización de los
medios permite ese traba
jo constante de uniformización que pos­
tula la igualdad" (2).
Destruidas las libertades particulares en beneficio
d.e una liber­
tad abstracta e imposible (por indefinida), esta libertad
es en se­
guida combatida
en. nombre de la ignaldad, generadora a su vez
de unifonniZ3.ción y centralización ... Cómo no -evocar en este
punto la clarividencia de Royer-Collard al declarar en enero de
1822 ante la Cámara de los Diputados:
"La Revolución no ha dejado de pie más que individuos,
y de esta sociedad en polvo ha salido la centralización, pues
donde.
no hay. más que individuos,. todos los asuntos que no son
los suyos son asuntos públicos, asuntos de Estado. Así es _como
hemos llegado a ser un pueblo de administrados ... "
Un fenóm"'!o paralelo, calificado de concentración de po­
deres,
se ha producido a nivel central : el crecimiento de las
atribuciones administrativas
y la confusión de los campos pú-
(1) "Les Institutioos Administratives Frao,;aises", por F. Gazier (L,, c ... r, d" Droit, 1966-67).·
(2) "Administration et Vie Locales", por. J. Hourticq (Curso dado en la l. E. P. en 1965-66).
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IIL NEODIRIGISMO TECNOCRATICO
blico y privado también son· consecuencia de un idé¡¡tico. estado
de espíritu que fue actualizado en sus posibilidades
por-el
programa de • la Resistencia. Más de la mitad de las Teformas
de estructuras decididas ffltre 1944 y 1946 lo• fueron por con­
sideraciones ·políticas, sir.vieron _las· ··razones: ·económicas, en de­
finitiva:, de .caución' técnica: Así, el sistema único de Seguridad
Social,
y las nacionalizaciones del crédito, de las Compañías de
Seguros,
de las de Carbón, y de Gnome et Rhóne. Por otra parte, fue organizado un con•
trol del sector privado. Sin embargo, a pesar administrativo,
.a · pesar· de la creación . de un cierto número de
sectores
colectivizados, el conjunto ·de la economía no se había
sometido al
Estado. Así, pues, es preciso señalar, como señala
Pierre de Calan, que :, · · ·
"Por primera vez, ··hoy las · cosas son de otra forma. Las
imposiciones ·del dirigismo administrativo se· han aflojado. Los
sectores nacionalizados no se han extendido abiertamente, sino
que,
en su lugar, se ha colocado EL-AP.l.RATO !)EL NEOPilUGISMO,
con el que corremos el riesgo de sustituir el · juego de las de-
.
cisiones individuales... por ""ª dir.ección ECONÓMICA CENTRA­
LIZADA al nivel del poder político, lo que es propio de un ré­
gimen colectivista"
(3). Entre los sector.es afectados, Pierre
de Calan cita:
-las dificultades de financiación de las )':MPRESAS PRIV APAS
que, pronto, no podrán desarrollarse ni siquiera mantenerse sin
la bendición del gnardián de algµn Instituto público o para­
público;
~ las S. A .. F. E. R. y las G. A. E. C. en la agricultu­
ra
(4);
(3) · Conferencia pronunciada ante estudiantes de Tolosa.
(4) Para más precisiones léase "Le Cóllectivisme .Agrajré", de Paul
Na~, y "Vie Paysann~ et,Progres dans le Monde Modeme", de A. Tho-­
ranchesa y .P. Bevillard. Djfusión <;. L, C. [de esta. última obra SPKIRO
ha' publicado su tradu~ción al casi.llano l S. A. F. J¡;. R.: "Société
d'Ani&íagement' Foncier et Rural" .. G. A. E:' C. "woupement Agrioole
d'Ex,p1otation' en--Ü>mmun". 1:!·;;::;,!
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--:V,..'.
LOUIS DAUJARQUBS
-, las tendencias a la municipalización de terrenos para cons-­
trucciótr;
-···ei Fondo Nacional de Empleo qne conlleva el ries­
go de "hacer desembocar en la estatización los sistemas com­
plementarios de garantía puestos en acción. voluntaria y pari­
tariamente por
el· .patronato y las organizaciones sindicales
libresu ;
-la extensión del campo de actividad de las empresas na­
cionalizadas;
-un Plan cada vez más vinculante.
No son, ciertamente, más qne virtualidades, pero "el apa­
rato está en marcha y depende de una sencilla decisión polí­
tica que !a colectivización efectiva sea . llevada a cabo" (3).
Francia aparece como el Estado no socialista, donde el poder
político dispone de medios
de intervención económica más vincu­
lantes, reglamentos, instituciones financieras, empresas nacio­
nales.
La. abundancia de textos, la base de la intervención del
Estado son tales qtie a
la simple policía administrativa le ha
secedido un Nl!ODIRIGISMO que actúa por via de Tribunales
económicos de excepción.
Las misiones clásicas del Estado en
adelarife han sido sobrepasadas por estas nuevas prerrogativas,
mientrlis que el conjunto de las actividades sociales .se ha in­
tegrado en una "orientación global del desarrollo". También
el
Estado ha tenido que tecnificarse : su jerarquía ya no es a base
de administradores, sino de técnicos, que toman una parte cada
vez mayor en las decisiones del poder político. Ha nacido una
nueva clase dirigente : la TltCNOCIIACIA,
Acabamos de examinar s11 genealogía : la pretendida irre­
versibilidad
de los hechos que conducirla a una concepción so­
cialista de la vida, en realidad ha salido de conceptos ideoló­
gicos que han engendrado
la supresión de franquicias locales y
la centralización, el crecimiento de las prerrogativas del Es­
tado y la concentración. Esta última, unida a la primacía de la
economía y al culto de la técnica, IÍa coliicado en los puestos
de ;,;,indo del.se~r públicq, y ,a yeces de las grande,¡ empresas
privadas,
a especialistas de la ciencia . ·econ6mica y .. financiera.
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EL NEQDIRIGISMO TECNOCRATiGO
En adelante, :la era de los directores se ha,.abiertQ, primer .ele·
mento fundamental del N,EODU!.1GISMO. _ · -
Se trata a la luz de s;s c;¡ract~rísticas,·, de denul)Ciar sus peli­
gros y _ de proponer los -remedios, coÍnenzando por definir los
principios de
la tecnocracia y sus relacione~ con -la planificación
y el medio
social.
TECNOCRACI_A, PI,ANIF!CACIÓN Y MEDIO_ SOCIAL.
Un camino idoológie<) ...
Fenóm~m;, no inevitable, fu tecn«:icracia no ,es, an~ todo, un
fenómeno_ origmal. Constituye más bien Ja ap¡icaé.ióii actual de
una concepción materialista a los
problemas económicos y so­
ciales.
Sus ca~~ más c_onocidas, ~ economtca_s . {econometría,
macr ciencias exactas) o humanas (civismo i1,1Suficiente), son secun·
darías
con relación a las explicaciones -filosóli~o--políticas : el
fracaso de doctrinas ·económicas· como el liberaüsmo y el _ mar­
xismo,,la subordinación al mito de uµa producció11.considerada
como el valor supremo y, finalmente, ,la r~ulsa a tomar en
consideración
valores_ objetivos y finalidades humanas en la re-­
solución de problemas económicos han hecho_ evidentemente de
la TÉCNICA el SIGNO CIVILIZADOR POR :,¡x:C]!LENCIA.
Así, "la repulsa a reconocei l;s verdades supremas del hom·
bre y la .sociedad" es nna elección intrínsecamente ·materialis­
ta, tanto más cnanto _ se deriva de ella "la r~ulsa a reconocer
nna-jerarquización wcial fundada en el orden de valores fija­
dos,por estas finalidades".
Recuerdo
_ que permite comprender, por qué el socialis!:a, Saint.
SÍ!no¡¡ preveía, en 1830, el: ascenso al l)Oder de las_ abejas in-:
dustriosas'' (técnicos), cuyo único eslogan sería "todo por la
industria .y todo para ella" ... Y por qué el ex-marxista _Durhham
anunciaba en 1941 "la Revolución de los Oirectores",.1110strando
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LOúIS DAUJARQUBS
que las crisis del liberalismo y la incapacidad del proletariado
conduciría a wi resultado . idéntico, la toma del poder etonó­
mico, y después del político, por los técnicos. Esta evolución es,
pues, ante todo,
la consecuencia de sistemas sociales· nocivos :
¿ NO SEll.fA LO NJ!CESARIO BUSCAR I!L BEIIEDIO EN I.A ORGANIZA­
CIÓN SOCIAL l l.• Definición. Je los principios .de la tecnocracia.
Las predicciones de Burnham estaban ya en germen en 1929
con los principios de
la planificación integral en Rusia y la
crisis
mwidial en los países liberales. Sociedades de pensamien­
to secretas, tales como
la Sinarquía del politécnico Coutrot, di­
fundían en el mundo entero una corriente ideológica que iba
en
el mismo sentido. Hoy, la revohtción técnica y su consecuen­
cia más espectacular, la tecnocracia, parecen realizarse. Estas
nociones, antes desconocidas, pertenecen·· al vocabulario coti­
diano ; sus· definiciones son numerosas y diversas.
La que pro­
pone M. Jasques Billy merece
;¡tención y discusión. Según él:
"La tecnocracia es el ejercicio en el domimo de la econom!a,
d.e la induswia y del comercio, en el escalón del Estado o de
la gran, empresa, del poder de orgamsación y de decisión más
general por "" pequeño grupo de hombres de formaciÓHI técwi­
ca que ace¡,tan la disciplina jerárquica y generalmente colocados
bajo
la autoridad de ""' jefe (5).
Esta definición, que cree ser completa, no da, sin embargo,
una idea bastante clara
· del probléma. Pues concierne tanto, si
no más, a los
TÉCNiCOS como ;¡ los Tl!CNÓCBATAS. Estos últimos,
en efecto, son "técnicos en el poder". Un Estado tecnocrático
es, pues,
wi Estado en el cual el poder se ejerce por los técni­
cos.
¿ Qué poder? Innegablémente, el poder supremo, bajo to­
dos
. sus aspectos, económicos y politicos, a escala del Estado.
(5) "Les Teclmiciens et le Pouvcili-", por Jacques Billy (P. t( F.,
París,-1963). · ·
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EL NEODIRIGISMO TECNOCRATICO
Lo que implica que "la autoridad del jefe" sea puramente for­
mal, o bien que este mismo jefe haya salido
del grupo tecno­
crático,
lo que no modifica apenas la naturaleza del poder de
los técnicos. Si hubiera autoridad real no tecnocrática no se
podría decir, en efecto, que los técnicos ejercen
el poder, sino
solamente que ayudan a su mejor ejercicio,
lo cual es, por otra
parte, la legítima
función del especialista ...
Así, pues, hay, en primer lugar, una cR1s1s DE AUT()RIDAD,
debida sin dnda a causas ideológicas,
pero sobre todo a una
pereza cívica lamentable, que la educación doctrinal de los
cuadros económicos y políticos investidos de los poderes natu­
rales
de mando debe paliar.
Crisis de autoridad, a causa de la cual ws TÉCNICOS EJERCllN
YA Dl Rl\CHO UN PODER QUE TODAVÍA NO TI>:NEN DJ DERECHO;
Este es el verdadero problema de la tecnocracia.
Existen sien1-
pre jefes legítimos por encima de los técnicos; pero no asu­
men más que las responsabilidades del poder y no su realidad.
Por
el contrario, EL TECNÓCRATA es EL QUE J\JEJl.CE JlN ru;;ALIDAD
EL PODSR SIN SOPORTAR sus RESPONSAIULIDADES. Saca provecho
a su competencia técnica para intervenir en las decisiones polí­
ticas y utiliza así una competencia legítima para adquirir una
competencia ilegítima. E! único fin del tecnócrata es, pues, la
e.xtensión mayor de sus prerrogativas, y éste es, a la vez, su
objetivo y la condición necesaria de su supervivencia.
Por el
hecho de su carácter ilegítimo, la tecnocracia no soporta
el
tener que compartir 1a autoridad y se encuentra en posición
inestable
en tanto no se confundan el poder económico y el po­
der político.
Hay, en segundo lugar, CO~FUSIÓS Dt LO ECONÓMICO y D~
Lo POÚTICO, lo cual equivale a una toma de posición colectivista,
cuyo remedio reside en la determinación de las esferas de com­
petencia del Estado, de los individuos y de los cuerpos inter­
medios.
Pero la tecnocracia, colocándose a sí misma como un valor
absoluto, no puede aceptar otra jerarquía sino
la de su cofra­
día: conexiones entre núcleos dirigentes
que se alían, jerar-
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LOUJS DAUJARQUES
quías paralelas que se constitttyen. Hasta tal pttnto, que J. Billy
escribe: "el grupo de los tecnócratas tiene tendencia a desarro­
llar -un espíritu de cuerpo que le asegure una autonomía cre­
ciente...
La -extensión de su poder va creciendo hasta el punto
que en -
ciertas circ_unstancias el poder político no suministra
más que 1a aureola ideológica de la acción concertada de los dos
poderes" (6). Pmeba esto que la tecnocracia es, en tercer lu­
gar, UN PRINCIPIO DE DISOLUCIÓN SOCIAL, lo cual hace nece­
saria una acción vivificadora
en el seno de los cuerpos socia­
les más aptos para combatir esta disolución.
·
Este anális-is permite da:r fa definiCión siguiente a la TECNO­
CRACIA: el ejercicio del poder, po/lt-ico y económico, Por "" pe­
qu.eño grttpO de· técnicos irresponsables_. que mantienen entre
ellos ligámenes funcfonales extrajerárquicos.
2.0 La tecnocracia y el Plan.
Pero esta definición no puede expresar por sí sola. Jas con­
secuencias sociales y cívicas del fenómeno. Presentarlo como
una necesidad profunda de una determinada edad industrial o
como un momento necesario de la evolución nos puede hacer
olvidar su importancia
y sustituir una explicación ideológica
po~· una justificación científica muy secundaria. Lo. cual no
s!gnifica que las condiciones técnicas no hayan influido nada
e11 la tecnocracia: por el contrario, la han transformado en una
TECNOCRACIA GLOBALMENTE PLANIFICADORA y constituye la "en­
vo1tura"
actual de una ideología más anfgua.
Relaciones del Plan y la Tecnocracia.
En adelante, todas las actividades de la nación se someten
al mismo cuadro programador: un patrón idéntico sirve así
(6) A propósito de la confusión de lo político y lo económíco1 léase
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.-
EL NEODIRJGISMO TECNOCRATICO
para medir valores de naturaleza muy diversa, eCQn6mica, so­
cial o cultural. El conjunto de las previsiones es confiado sola­
mente a los funcionarios. Es,
por eso, más exacto afirmar que
esta planificaci6n global es
de esencia tecnocrática, en la me­
dida en que aumenta
la potencia de las fuerzas an6nirnas y
· ocultas de las oficinas administrativas. Inscritas en
el programa
econ6mico
del C. N. R., inspirado por Jean Monnet, los Planes
de Modernizaci6n y de equipo han tenido en este punto una
influencia decisiva.
J. Billy hace notar que, en el Primer Plan
de 1947, "el empleo de los fondos públicos se había decidido
en sus líneas generales por
el Parl~ento, pero so1111:t LA BASE
ns LOS PROGRAMAS EI.ABORADOS POR EL GRUPO DS LOS DIREC­
TORES" (7). Las modalidades de representaci6n de intereses pro­
fesionales, en las comisiones traducen las mismas tendencias:
"la Comisión de coordinaci6n ( de l'Aquililwe), que juega un
papel
esencial ... , es dominada por los representantes de los
grandes · establecimientos públicos financieros.
Por otro lado,
los nuevos métodos de trabajo ... que requieren técnicas cien­
tíficas... tienden a reforzar la mentalidad tecnocrátiea" (8).
La mayor parte de los observadores lo reconocen, pero aña­
den que esto ha cambiado con la elaboración del quinto Plan.
Toman así las frases
del Ministro de Asuntos · Sociales,
M. J eanneney, según el eual "jamás los profesionales, . asala­
riados o patronos, en ningún
país han sido en tal grado aso­
ciados a la definición de una política económica y social como
lo han sido para
la preparaci6n del quinto Plan".
Declaración demagógica, puesto que
el papel determinante
ha sido ,jugado por
el grupo de trabajo Guillaumat, cuyos
trabajos reunidos
en "Refle:rions pour 1985" han servido de
fuente ideológica a
la ley del 22 de diciembre de 1964, que
lleva
,la aprobación de las Grandes Opciones del quinto Plan.
el folleto· de Louis Sall~on: ~Poder y. propiedad en la empr,,sa", en
Tlinlraire,, núm. 75 [ o en su traducción publicada en Vxuo, núm. 28-29
de la que hay separatas].
(7) Bílly,' op. dt:, nin>• nota S., ·
(8) Bilty, ibid.
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I.OUJS DAUIARQUES
"Rellexion& pour 1985" •
. Volvemos a tomar las · líneas principales de un análiais cri­
tico publicado en
Penna7>1mtes (9),
A la pretensión . de rehacer un· mundo nuevo fundado en los
imperativos de una evolución puramente materialista, de
la, cual
se trata de "buscar las tendencias", se añade la ausencia de
ioda referencia al orden moral. trascendente. Así sólo queda. im­
puesta la primacía de la técnica y de la economía, sintetizando
todos los
aspectos del hombre (pensamiento, amor, cultura, tra­
baío, placeres ... } en un u,;itarismo mecánic;o, cuya voluntad to­
talitaria excluye cualquier autonomía dé . los cuerpos intenne­
dios .•. ·
Constantes de la Revo)Ución, que han vuelto a replantearse
en forma de sofismas,. tales como: "La apertura de fronteras
requiere, además de esta
transformación de nuestras estructuras
industriales,
una transformación de nuestras mentalidades" (pá­
gina 13) o aún más: "Es .preciso convenir, sin embargo, que
los mismos valores cambian a medida de que la sociedad se
transforma. Así, es preciso resistir a la tentación de tomar por
valor· todo lo que parece permanente y seguro" (pág. 14).
Este materialismo histórico se encuentra en todas las apli­
caciones previstas
por el grupo Guillaumat.
LA FAMILIA:
(Págs. 27-34)
EL INDIVIDUO:
(Págs. Z4'35)
acercamiento, es decir, .identificación del
papel de los esposos ; debilitación de la
educación familiar y de la autoridad pa­
terna.
"pedirá
.asisi:encht ~ est_ruct\lras-·sociale_s
para satisfacér sus necesidades; anm~tando
así su dependencia, y la presión de la . 'dad" .... . ,soc1e :. : . ., ,,-, , : ':'~ .c··;'.r)
;:.' (9) P-,es núm. 22 (agosto,.septieml¡re. 1965), ,articulo de Mi-chel de Penfentenyo. \,,,,, .-,:··
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EL .NBODIRIGISMO TBCNOCRATICO
LA FORMACION': será concebida ''con una visión, podría de-
(Págs. 43-44) cirse, casi industrial de tas. cosas".·
LOS OCIOS: para lleriarlos también se citan las "acti•
(Págs. 79.SO) vida des espirituales, de las cuales . no
ha lugar · a pensar . que su deseo haya
desaparecido cu todo• los · hombres, y
cuyo desarrollo es ayudado por la pre­
ocuci11 . de algunos santuarios privile•
giados".
El humor involuntario de. estas líneas muestra la extensión
del mal, pero de un mal que finalmente se ,autoinquieta de su
novedad y le hace reflexionar y dar· razones para esperar. En
efecto, aunque esta civilización científica pµeda ser mirada como
inevitable por el .grupo Guillaumat, éste se da cuenta, sin em­
bargo,
de que "este impacto lleva consigo diversas amenazas:
.•. en primer lugar, a (.A .SUPERVIVJINCIA INTELECTUAL y CUL­
TURAL. m;; FRANCIA como individualidad original". No puede de­
cirse,
p11es, que el peligro no haya sido sentido y comprendido;
parece que, sin embargo, es aceptado deliberadamente como to­
das las evoÍuciones previstas en "Refle,r;iuns pow 1985", mal
título para una obra que confunde reflexión y sumisión... Este
estado de espíritu es ya conocido: es, por ejemplo, el de Btoch­
lainé: "no se .puede .a la vez· reconocer una evolución y dete-­
uerla" (10). Ausencia de. finalidad, evolucionismo, pensamien­
to marxista que
se ignora ...
¿ "Socialización" ?
Semejante. lústoricismo, aplicado a esta, sed de ·p1aniíicación
global, o ha.sta cierto punto prospectiva, desemboca prácticamente
en una "social~ción", que tal Vez se. pretenda abusivamente
asimilar a la evocada por
Juan XXIII en .Mater et Magistra
(n. 63)-Pero esto sería tantp como olvidar que el Soberano
Pontífice
escribió que "La. socialización no ha de considerarse
como un producto de fuerµs naturales que obran fatalmente, sino
(lOt, "Pour une réforme. de. l'entreprise". (Le. Seuit Paris, 1963).
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LOVIS DAUJARQUES
que... es creación de los hombres, seres conscientes, libres
e
inclinados naturalmente a obrar con responsabilidad. Al negar
que este
fenómeno debía transformar a los hombres en autómatas,
Juan X~Ill propuso así una verdadera solución al problema
social afirmando que esta multiplicación progresiva de las rela­
ciones
de convivencia" (n. 59} •.. "es al mismo tiempo reflejo
y causa de una creciente intervención de los poderes públicos"
{n. 60). y "también fruto y expresión de una tendencia
natural casi incontenible
de los seres humanos, la tendencia a
ASOCIARSJi" (n. fiO). ; Cómo difieren estas sabias y santas pala­
bras del aspecto actual
de la tecnocracia, voluntad globalmente
planificadota, que programa todas las actividades sociales del
país en una misma visión materialista, en evolución perpetua ! La voracidad de ésta no se detiene ni ante ciertos valores que,
como la cultura, deberían
eseapársele definitivamente. En efecto,
de aquí a 1985, 50.000 "animadores culturales" se proponen ayu­
dar
de alguna manera a los franceses a elegir sus diversiones en función de equipos colecth-os existentes. En Pkmification de la Cult,;,-e et des Loisirs, M. C. Gousseau muestra los peligros de
tal
concepción, qne implica, por una parte, un dirigismo del pen­samiento' y un encuadramiento de los ocios, y, por otra parte,
una
trartsformadón de nuestras opcíones intelectuales : La "nueva
cultura'' se transforma en "cultura0diálogo y vuelta a poner en
cuestión" y "trata de emprender un combate decisivo contra la
cultura-sabiduría hecha -patrimonio
y, por vía de consecuencia,
contra toda forma de
lo absoluto J' contra Dios mismo". Así,
pues, resulta asombroso ver cómo asociaciones cristianas obran
en este sentido. Sin embargo, es éste el caso· del movimiento de
educación popular
Peufrle et Culture, que pretende, "por una polí­
tica global
y planificadora del desarrollo cultural, mediante la formación de animadores profesionales", desembocar en una pro­moción social colectiva, cuyo contenido no ha sido precisado. En el. mes de agosto de 1967, Peuple et CuJtwe puso en el progra­
ma de
su universidad de verano el estudio de la Ordenación del
Territorio, considerándola especialmente como
la puesta sobre el tapete de "ciertos modos de vida y cierta manera de· pen-
4~
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EL NEOD/RTGTSMO TECSOCRATTCO
sar", logrado gracias a una ¡¡animación global" de las ciuda­
des
y a una ¡¡educación permanente" de los hombres. Esta
{1ltima preocupación ha sido siempre la de la francmasonería,
cuyos dirigentes estiman necesario crear células en los grupos
de acción cultural; crear,
"en cada municipio, en cada barrio
de las grandes ciudades, un círculo popular que englobe todas
las obras postescolares y una cooperativa escolar".
Esta Casa
de los Jóvenes y de
la Cultura, antes que la letra, favorecerá la
constitución de sociedades musicales, de compañías teatrales " ... a
fin de atraer a jóvenes y adultos y asegurar la perennidad del
espíritu laico en la dirección de las obras postescolares". (Con­
vento
G. · . O.· . 1928.)
Estas convergencias conturban los corazones e incitan a una
reflexión profunda sobre los maleficios de_ un mundo cada vez
más sometido a las leyes de la Organización. En su carta al
General
X, ¿ no evocaba ya Saint-Exupéry ese "rebaño dulce,
educado y tranquilo bajo nn totalitarismo universal"?
Ciudadanos conscientes de sus responsabilidades se inquietan
hoy.
Lo que obliga a los tecnócratas a presentar alegatos en su
defensa, enunciando p,i"oposiciones que, no dudamos, serán cada
vez más discutidas y rechazadas por todos aquellos que se niegan
a ser arrastrados por la pendiente
peligrosa del 'dirigismo in­
tegral.
3.0 El alegato de los tecnócratas.
En el Bttlletin, de l'Adinin,stration Centra/e des Finan~es, el
funclonarip Jean Mialet niega, en un artículo muy conformista,
todo riesgo de tecnocracia, al _menos en la alta administra­
c10n (ll). Según él. los técnicos públicos no acaparan el poder;
pues no pueden
ni quieren ...
(11) "Propos sur la technocrace et l'exercice du pouvoir", por Jean
1.fialet, en el Boulletin de r Administration C entrale des Finances, pu­
blicado
en el núm. 71, de enero 1965, de la Revue des ConJribu.tions In­
dircctes (1 Cité Bergire, París-9).
491
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LOUJS DAUJARQUES
¿ Quieren el poder?
Decir que no lo quieren es una afirmación atrevida, que in­
dica en todo caso una gran ignorancia de las teorías socioló­
gicas del poder, especialmente las del americano J. L. Moreno:
en nuestra época, en que la carrera de la técnica y medios mo­
dernos
de info:r-:.1ción audiovisual viene a chocar con las rea­
lidades juríd' en que la civilizacíón de la imagen da naci-
miento a un ...;er cada vez más personalizado, nadie sabe exac-
tamente si . : ,e poder debe ser calificado de instítucional o de
" d:, : .,_.!izado. Pero esta inestabilidad no puede síno favore­
cer
a las personalidades más atractivas a los ojos del públíco,
que proyectan entonces sobre ellos sus propios deseos : y los
tecnócratas son los designados para jugar este papel, puesto
que, según Fraru;ois Mauriac, hacen saborear al público el
placer del éxito fundado en la competencia. Pues esos técnicos,
a quienes los diputados
no impiden trabajar, bien que podáis
llamarlos tecnócratas, gustan,
la televisión los sirve, los lleva
y los llevará sabe Dios hasta dónde" (12). Razón de más para
ponerse en guardia, aun a pesar de que, según
J. Mialet, "es­
tán al abrigo de la tentación del poder por su formación inte­
lectual y moral" (13) y respetan la legalidad y a los titulares
constitucionales del poder, "pues ellos se consideran demócra­
tas" (14). Esos argumentos son poco convincentes.
La forma­
ción de los altos funcionarios les inculcan más bien la idea de
que el gobierno de los hombres es asunto de especíalistas que,
mañana, deberán dirigir el país : y que no hay ·ninguna necesi­
dad de dar un golpe de estado ní de ponerse fuera de la ley
para alcanzar este objetivo. Así se salvarán las apariencias, y
"la legalidad democrática" será respetada sín que quede des-
(12) Fr~is Mauriac, en Le Figaro Littcraire del 21 de septiembre
de 1963.
(13) Mfalet, op. cit., stlPra nota 11.
(14) Mialet, ibid.
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1lL NEODIRIGISMO TECNOCRATICO
cariado en nada el peligro de que los tecnócratas imperen corn<>
dueños. M. Mialet rechaza por adelantado tal eventualidad, pues,
aun
si lo quisieran, dicen, no podrían tomar el poder.
¿Pueden tomar el poder?
Aunque "su campo de actividad se extienda continuamente"
y aunque reconoce que "su mentalidad impregne cada vez más
todos los sectores de la
vida nacional", estima que no pueden
tomarlo, puesto que "su interv_encióu encuentra_ límites de ca­
rácter político" y "el poder es y será siempre ostentado por
hombres de una naturaleza diferente a
la de los tecnócratas" (15).
¿ Qué simplificación tan apresurada del problema constituye
este reparto tan teórico de las tareas entre
téaiicos y políticos?
Quienes, en efecto, preparan los
informes y efectúan las verda­
deras decisiones ejercen, pues,
el poder, si .no tas Direcciones de
los Ministerios, en los que su intervención, (:a.da -vez más cre­
ciente, desarrolla la potencia tecnocrática: Las recientes orde­
nanzas sobre la Seguridad Social,
el Empleo y la Participación
de los asalariados nos ofrecen buenos ejemplos de ello.
¿ Qué
pensar además de la ocupación -cada vez más frecuente--de
una cartera ministerial por
un_ alto funcionario.? Este último
podrá, sin duda, poseer calidades políticas y su nombramiento
ministerial constituir entonces un freno notable a la tecnocracia
de las Direcciones, en la medida en que
sea capaz de discutir
el mismo con competencía los informes más complejos. Desgra­
cíadamente, por regla general,
estos funcionario_s conservan su
visión de especialistas y
se conducen más bien corno "téaiicos
en el poder" que como "técnicos del .poder" : éste fue el. caso
del Sr. Pisani durante su paso por Agricultura y después por
el Ministerio de !' Equi¡,eme11t; actualmente es el caso de los
señores Ortoli, Guichard, Guéna
y Chirac, para no citar . otros.
Lo que es nocivo no es tanto el ejercicio del poder de de-
(15) Mialet. ibid.
493
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LOUIS DAUJARQUSS
recho por los técnicos -el verdadero problema no está ahí-,
sino '.PO& TÉCNICOS QUI! NO A<::rÚAN MÁS QUE COIIO TÉCNICOS.,•
O fódavía l"'Or, la existencia, más allá del poder de derecho,
dé UN PODJIJ< DE HECHO, PAl Además, corremos 1111 gran riesgo de que el espíritu tecno­
crático se extienda no · solamente entre los funcionarios · públi­
cos administrativos, sino támbién entre otras minorías deseosas
.de desarrolli> y . expansión : tecnócratás · públicos, científicos,· cua­
dros directivos
de las grandes empresas, así como también en
los
sindicatos patronales, obreros y campesinos.
Ideología y !Klciedad de pensamiento.
Puesto que el mal hunde· s.us raíces en la sociedad, una men-
. talidad común se desarrolla y se extiende a todas las actividades,
hasta las más libres. J. Billy ha analizado muy bien este camino
en los0Estados Unidos (16), y P. de Calan, a su vez, se ha
pregunpido si no babia en Francia una verdadera puesta en con­
dición Ae la opinión pública, que parece a veces resignarse a la
colecti~ón.
''Sü,mpre ha habido -di"-en 'nuestro país grupos de pen­
samiento socialistas y, en tanto eran minoritarios, se podia pen­
sar que jugaban en una economía libre un papel de aguijón,
a
veces saludable. Pero he aqní que otros medios c...que por su
formación, su cultura, su ideal, deberían estar al abrigo de las
seducciones
del estatism0c- parecen ser ahora sensibles a ello :
medios universitarios, científicos, adMinistrativos, confesionales,
a veces hasta patronales" (17). .
No insistiremos mucho sobre este mecanismo sociológico
consistente en hacer, en. Primer Íugar, LA llltVOLUCIÓN DI! LAS
(16) Billy, oP, clt, supra nota 5,
(1') P. de Calan, loe. cit. supra nota 3.
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EL NBODIRIGISMO TECNOCRATICO
CONCIENCIAS y sola,mente después J¡N EL EsTADO (18). Las ideas
nuevas son diiundidas por una especie de redes
ideológicas cu­
yas correas de transmisión, muy diversas, están inspiradas por
un mismo núcleo dirigente. Estas sociedades de pensamiento
impregnan
. progresivamente con su filosofía los medios influ­
yentes ayudados
por obras muy diiundidas. Así, Le S ocialisme et
t' E,wope es la obra del Club J ean Moulín, cuya contribución
ha sido particularmente útil a
M. Bloch-Lainé para la redacción
de su obra (19). Este último
ha sido, a su vez, lanzado con
una campaña publicitaria en la cual la revista
Entreprise ha to­
mado una parte notable (véanse los núms. 347
y 351). Pues
bien,
el redactor en jefe de esta publicación no es otro que
Michel Drancourt, periodista de
la Radio Televisióa Francesa
y coautor con Mr. Louis Armand del Pleidoyer pour /'Avenir ...
Coincidencias turbadoras, sobre todo sí se reflexiona en la filo­
sofía común de estas obras (20).
"Le socialisme et Europe".
· El estudio de este libro ha permitido a M. de Penientenyo
separar más allá de la pretendida puesta al día que la obra pre­
coniza las
CONSTANTl\S DEL SOCIALISMO (21):
(18) Jean ,Madiran: "Structures et techniques des sociétés de pensée"
en ltinéraires. Cfr. también Louis Marie Ferrez Yves de Penguer, "la
tecnocracia y las libertades", 2." cuaderno [de este último estu4io SPEIRO
ha publicado traducción castellana].
_ (19) Claude Brouclain:
"Le Socialisme et tEurope" (Le Seuil,
Collection J ean Moulin, i%5).
(20) Para la crítica de la reforma de la empresa aconsejamos por
su utilidad el trabajo del Club Jean Louis Richard: "La tecnQcracia ;t·
las libertades", 1er. cuaderno [del que también Sn:rno ha pubfü·;:--¡d,-, la
tradu~ión al castellanq]-.
(21) Michel de Penfentenyo: 11&ocialisme, debacle ou replatrage"·
[de -este trabajo aparecerá su traducción al castellano en el próximo
VERBO, núm. 67].
405
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LOUIS DAUJARQUES
-total falta de referencia verdad alguna superior a las
fuerzas materiales ...
-inclinación al estado de espíritu del materialismo histó­
rico ...
-hostilidad a cuanto signifique arraigo del hombre, lo
personalice y le proteja ...
- mito
de la igualdad marxista ...
- expresión de la felicidad
del hombre en términos de pro-
ducción material. ..
-impotencia para dar al "idea socialista" otra finalidad
que no sea la económica ...
-objetivos muy definidos en el plano político: la unifica­
ción del mundo ...
¿Cómo este "ateísmo sociológico", que quiere ser un so­
cialismo renovado, se une a la corriente tecnocrática? Por el
canal de:
"Plaidoyer pour !'avenir".
Un excelente articulo de J. Boislevant ha sabido sacar de
éste la "sustancial medula" (22). Las tendencias
del Club Jean
Moulin se repiten en
el texto de Armand y Dracourt: sólo cam­
bia el punto de partida; es técnico. La técnica, al ser tomada
como valor absoluto y teniendo como carácter propio el de
evolucionar, da lugar a que la evolución llegue a ser, a su vez,
lo esencial: 1'1aterialismo dialéctico de nuevo, puesto que e1
progreso es asirr,ilado al movimiento y el porvenir a una mu­
tación inevitable, de la cual la lucha de clases será el motor. No
se trata más que de '1imperativos de mundo moderno", "vá­
lidos para todos" e ªinexorables". Toda referencia histórica
pierde su justificación y las lecciones del pasado son barridas
por los deberes que les impone
el torbellino de la técnica. El que
no se sometiera al marco de este vértigo o debería dimitir y
(22) "L'ordre fran,c;ais'" número de julio-agosto de 1963.
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EL 1'iEODIRIGISMO TECNOCRATICO
ceder el paso a "la vang~rdia de· nuestro siglo" que, en su
evolución perpetua, se caracterizará justamente por ... su ausen­
cia de carácter.
Esta revisión permanente de los conceptos que se propone
importará desde luego muy poco, puesto que -y esto es un nuevo punto común con Le Socialisme et l'Ewrape-la feli­cidad del hombre estará sólo en función del ritmo acelerado de
la producción. Y
si este último es, por casualidad, fuente de
perturbaciones e inquietudes, esta inadecuaci<;>n entre el espí­ritu y la materia evolutiva, "este desequilibrio de nuestra ci­vilización proviene del... retraso de 1a organización sobre el
equipo" ... Todas cosas normales en el pensamiento de ·Armand y Drancourt, para quienes uTÉCNICA + ÜRGANIZACIÓN ·= CUL­TURA'' ...
La reducción implícita del hombre a un simple útil de pro­
ducción
y de consumo supone, como subraya J. Boislevant (23), la ausencia de toda preocupación, de "procurar al hombre el
medio de realizar su fin verdadero: la noción de finalidad del
hombre, de respeto de una· ley Divina ha desaparecido total­
mente".
X o nos extrañemos, pues, que los _autores de este "Alegato". partiendo de principios tan aberrantes, lleguen a conclusiones
tan absurdas y condenables como puede serlo la definición de
la 1\"ación. Esta sería, según eilos, "una forma y una densidad
de relaciones colectivas de un
tipo dado, especialmente las re­
sultantes del reparto de
cargas y gastos colectivos, según las mismas leyes y los reglamentos fiscales y sociales"... Ello nos
lleva a la conclusión de que ¡ pronto la nacionalidad será reem­
plazada por
el platillo del impuesto, y la declaración fiscal ocupa­rá ei lugar del pasaporte! Pero esto ·sería olvidar el carácter retrógrado de la noción de frontera: Armand y Drancourt ce­lebraron! en efecto, el bautismo de la unificación del mundo sohre el altar de la ciencia y de Ji técnica, "cuyas poSibilidades lle-
(23) Loe. cit.
497 ,,
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LOUIS DAUJARQUES
varán FATALMENTE a una aproximación de los hombres y a. gran­
des posibilidades de homogeneidad del
mundo".
No observamos ninguna diferencia entre este texto y el de
Brouclain cuando afirma
(24): que "el socialismo quiere pro­
mover progresivamente
la unificación del niundo; el Estado no
es para él más que una instancia temporal intrínsecamente des­
provista de virtudes propias". Nuevas convergencias, nueYas con­
vivencias; pero es que Burnham ¿ no preveía Ja el acontecimiento
de una sociedad tecnocrática mundial?
Esta, verdadera cla­
se de directores económetras, aparece como una oligarquía con
ramificaciones internacionales: el período de esta perspectiva nos
incita a explorar otros caminos.
5.0 Sofismas y Terapéutica.
1.a· complejidad de las relaciones sociales hace pensar que ·
1a armonía política de la ciu~ad pudiera encontrarse en una
sabia determinación del interés general. Pero habiendo sido
precisado el objetivo, los caminos de acceso no dejan de ser
múltiples, con tal de que nos abstengamos de intentar seguir
aqué11os que, según se han mostrado, carecían de salida -libe­
ralismo y socialismo--, nuestra elección queda concretada en
sólo dos direcciones.
Los Sofismas.
Consisten en declarar, bajo formas diversas, que los medios
de determinación del interés general deberán estar en manos de
los tecnócratas, y de ellos solos. Estos así podrían, en efecto,
sobrepasar las perspectivas demasiado estrechas de las orga­
nizaciones profesionales y sindicales·, y además cos capaces de realizar los arbitrajes necesarios. Este nuevo
(24) Op_ cil supra nota 19.
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E.L NE.ODIRIGlSMO TJ¡CNOCRATICO
despotismo iluminado es el fruto de un razonamiento erróneo,
puesto que implican :
-un antagonismo entre el poder de arbitraje y los cuerpos
intermedios
y una. perpetua lucha de influencia entre ellos, ge­
neradores de una tensión social insoportable ;
~ la legitimación de la tecnocracia para há.cer una sínte­
sis de los intereses privados fundada· solamente en
· que ella
"se pone deliberadamente al servicio de la expansión y, siste­
máticamente, promueve las posibilidades
del progreso técnico
y los principios de la organización racional de la produc­
ción" (25).
¡ Cómo sí esto bastara para definir el interés general!
Como
si esto lograra disimular que esta definición es la
de un "grupo relativamente cerrado ... -los tecnócratas-, lo
mismo
que hubiera podido impregnar en otros sistemas de las
preocupaciones
del capital o del trabajo... ·,.
La imparcialidad tecnocrática no. es más que un cebo en la
medida
en que: "Los representantes del capitalismo en pequeñas
unidades. (pequeñas
y medianas empresas, pequeño comercio), los
agricultores independientes,
los trabajadores no calificados son
otros
tantos adversarios del Poder tecnoMático que es patrimo­
nio de los técnicos
y de las unidades económicas (26) más gran­
des
y refuerza la potencia de estas gracia,; a la racionalidad de
las opciones que
les impone" (Zl).
Esta concepción no hace más que sustituir la importancia
de una clase por la importancia de otra, a pesar de lo particu­
larizada
y de lo incapaz de gobernar, por sí sola, que pueda ser.
La solución no puede hallarse, en efecto, con la atribución.
a una oligarquía del _monópolio de ··1a organizadóri e~onómica,
sino en_ una verdadera· economía concertada.
(25) Billy, op. cit. svfwa nota 5.
(26) Permanentes, núm. 34, ha publicado extractos de un estudio SEDEIS s_obre las tareas del gigantismo :industrial [VEDO los ~ repro~ ducido en castellano en el núm. 52, págs. 167 y sigs.] •.
(Z7) Bill,y, ibitl.
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LOVISDAU!ARQUES
La ter'!péntica.
Siertdo nuestro fin sol;¡mente indicar los temas de reflexión,
no
desarrollaremos: aquí los méritos y métodos de la economía
. ··concertada (28), Este es el sistema que asegura un concierto
· \;~rmanente entre el Estado administrativo y los cuerpos inter­
'c) irtedios ( es decir, las profesiones que agrupan patronos y obre-
··. ros) con vistas a la org;mización económica nacional. La eco­
nomía concertada no debe contemplarse como el remedio umco
y milagroso, sino como un medio para perfeccionar y hacer
florecer los hombres
en. una ciudad más armoniosa.
Medio expuesto de modo luminoso en
Mater et Magislra:
º Creemos, además, necesario que los organismos interme­
dios y las múltiples iniciativas sociales en las cuales tiende ante
todo a
expresarse y realizarse el incremento de las relaciones
sociales,
gocen de una efectiva autonomía respecto a los pode­
i-es públicos y vayan tras ·sus intereses específicos con relaéión
de leal colaboración mutua y subordinación a las exigencias del
bien cori1ún. Y no es menos necesario. _que dichos organismos
presenten el aspecto y el carácter de verdaderas comunidades, que
los miembros siempre sean tratados
corno personas y sean es­
timulados a tomar parte activa
en su vida societaria" (28).
* • *
Poder reforzado por el desarrollo gigantesco del Estado
administrativo
•..
Individuos

aislados por
el adormecimiento provocado de los
cuerpos intermedios naturales ...
... Situación totalitaria
y revolucionaria por excelencia, que
(28) -µase sobre este asunto : "Economie concertée et corps intermé­
diares", con prefacio de André Malterre, Jean· Mérlgot y Gilbert Toumier
[en el núm 7 de VJt1tBO se publicó esta primera versión de este trabajo,.
luego . retocado por el C. L. C.].
500
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,'
__ ....,__

EL NEODIRIGISMO TECNOCRATICO
se presenta no como un sistema dogmático de arquitectura fija,
sino como una
EVOLUCIÓN siempre presta a eiectuar retiradas
,; . d 1 tachcas precursoras e nuevos asa tos.
Aspecto PRÁCTICO de la REVOLUCIÓN que se desarrolla ante
nuestros ojos.
Las relaciones entre los tecnócratas y .la Nación se trans­
forman radicalmente
(y ésta es la actitud revolucionaria) ; pero
1a penetración del Es~do en las actividades privadas se reali­
zará en adelante con una táctica ágil e insidiosa y ya no bajo
la forma de un enfrentamiento brutal (y ésta es la actitud prác­
tica).
El que ignore los mecanisn10s nuevos de esta "-mano de
hierro" corre
el peligrÜ de no saber ver, en la evolución re­
ciente, en la que todo son
"guantes de seda", y-descuidar, o
hasta aceptar, reformas que sin embargo son esenciales
y que
constituyen ]as armas modernas
· de la subversión.
501
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