Volver
  • Índice

El marxismo en la universidad

por
JW<-MAllllt Sce111TZ.
A los ojos de algunos, no a)?"rece claro que la inspiración de
la insurrección estudiantil sea marxista_ La bandera roja, la
· Internacional, los retratos de Trotsky, Ole Guevara, Mao y
las banderas
del Vi~ong qqe decoran la Sorbona, las declara­
ciones repetidas
de los dirigentes del movimiento ("Nosotros no
queremos una reforma, sino una revolución"): todo
esto no les
·)?"rece suficiente.
Es, pues, importante. desmontar
la táctica marxista empleada
en
el desencadenamiento y la explotación de esta huelga.
Para
el marxismo, la LUCHA es la raíz de todo movimiento
y de toda la vida; la dialéctica, que es "el estudio de la contra0
dicción en la esencia misma de las cOsa'S" (Lenin), es, coíno escñbia
Stalin,-"el fundamento-del .marx.i_smo-leninismo'
A partir de ella, el marxismo intenta exacerbar los. conflictos
sociales, raciales, nacionales... o suscitarlos cuando no existen,
a fin
de desencadenar las fuerzas antagónicas suceptibles,. por su
enfrentamiento,
de hacer progresar d movimiento y, por lo tanto,
la Revolución,
·
Esta aptitud mental es esencial al. marxismo; Mao-Tse-Tung
ve en ella la condición )?"fa la vida del propio Partido : "Sí no
existieran contradicciories
. en el Partido ni lucha para resolverlas,
sería la señal de que la
~ida del I'artido se habría detenido''.
Así, no nos hagamos ilusiones sobre las querellas, a veces
(*) Escrito difundido en Francia durante los dias de la Revolución
de maYo último' por el 11Comité Etudümt ~ les Libertés lÍniversitai~
res", C. E. L. U.
503
Fundaci\363n Speiro

JP.AN-MARIE SCHMITZ
profundas, entre marxistas de diversas obediencias : castristas,
maoistas, yugoslavos, trotskistas, P.
C. F., etc •.. Todos ellos están
de acuerdo acerca de la misma· actitud mental : dialéctica, explo­
tación de las luchas y las contradicciones.
. En el siglo xtx, ·en los países industrializados o en vía de
serlo, la fuerza revolucionaría por excelencia
estaba constituida
por el proletariado industrial porque _era una clase sin· '':raíces"
en el orden social.
Es por esto, y únicamente· por esto, que Marx se interesó
por
el _proletariado: "El Marxismo no aporta un humanismo sen­
timental y lloroso.
Marx no se inclinó hacia el proletariado porque
estuviera oprimido, para lamentar.se
de su opresión ... El marxismo
no
se interesa por el proletariado en cuanto éste es débil (lo cual
es -el caso. de las g_entes ucaritativas", · de ciertos utopistas, de
los paternalistas, sinceros o no) SINO EN TANTO CONSTI­
TUYE UNA FUERZA" (el profesor marxista, Henri Lefevre).
Sin
embargo, hoy la. Fuerza revolutjonaria no reside sólo en
la clase obrera.
El marxismo sabe utilizar otras fuerzas : el patrio­
tismo
(China), los medios agrícolas (Cuba), las poblaciones sub­
desarrolladas.
En Europa la JUVENTUD es una de estas fuerzas.
¿ Por qué? Porque es "libre" al haber renunciado a tocia herencia.
No participa
ya del mundo de los adultos; los gobiernos sucesivos
h~ -~~ruido poco a poco los valores esenciales sobre los cuales
se
;fut¡\ll t¡¡cla sociedad : los valores personales, familiares, pro­
f~sio~, racionales, rel_igiosos, para instaurar en su • lugar la
dÍ¡:1:¡\<\u~;i del. Estado_ totalitario. Eri. el ambiente de esta juventud,
los estudiantes resultan particularmente vulnerables; en efecto,
no,. ti"'1en: responsabilidad alguna, sQ,Cial o política y, frecuente­
mente, tampoco ninguna responsabilid~tfamiliar. Nada hay, pues,
que pueda
vincularl_es a ese mundp a) .que. ven marchitarse.
Sist~ticamente,. la prensa (mcluso la _católica) mantiene la
lucha entre
."el mundo <\e los Jóvenes" y "el mundo de los
adultos" bajo pretexto
de conflicto de generaciones .
. Los jóvenes
fue.ron _tratados como eternos adolescentes, como
si nunca les hubiera ·de .llegar el .día de alcanzar su responsabi­
lidad de adultos.
504
Fundaci\363n Speiro

-~
EL MARXISMO EN LA UNIVERSIDAD
Separados de los adultos en la preparación de sus tareas
proiesionales y cívicas, verdaderos desarraigados socialest. estos
jóvenes constituían la presa de los instigadores en la Revolución.
Hacia falta ballar
el punto de fricción que permitiera a .los
marxistas hacer de los estudiantes una masa revolucionaria, una
fuerza que dirigir contra la sociedad..
Ese hecho "revelador",
que debía permitir a. la masa estudiantil "tomar conciencia" de
sí misma, fue la crisis en la Universidad, de la que por lo demás
se ha tratado abundantemente.
Lo agudo del problema y la perfección del trahajo. prepara­
torio_ permitieron desencadenar la acdón revoh.,1~ionaria.
Pero lo que demasiada gente no llega a percibir es que esta
acción. revolucionaria
sobrepasa en much9 la pretendida reforma
universitaria de la que los marxistas se ríen; ¿ en qué país de los
actualmente comunistas
se ha visto . que las universidades sean
libres?
¿ De dónde les viene esta repentina obstinación por la
autonomía?
¿ Qué ,autonomía? ¿ La de las .universidades verdaderamente
LIBRES 1 ¿ O la autonomía de lo.s gruws marxistas de presión,
a .fin de poder utilizar las Jinanz~s públiciiS para la ii-istau_ración
de una Universidad Comunista, sin .. el riesgo de la. tutela gi,l¡er­
namental?
¿ Es qué ésta es, en el presente estad<;> de las cosas, una
hipótesis totalmente fantástica?
.
Para un marxista, la reforma no es nada y la acción revo­
lucionaria lo es todo ..
"La
reforma agraria es una luc}:la $Ís~mática ,Y feroz contra
la feudalidad... Su objetivo no es dar tierra a los campesinos
pobres ni atenuar su miseria, ése. es un ideal de filántropos, no
de marxistas. El reparto de las tierras y de los bienes puede
aprovechar a los campesinos, pero esto no es el fin perseguido.
El verdadero objetivo de la reforma agraria es la LIBESACION
DE LAS FUERZAS,del país'' (Liou Cliao tehi).
Ya antes, había escrito Stalin:
"Para el reformista¡ la reforma lo es. todo ... ·Para el revo­
lucionario, por
el. contrario, lo p,,inidpal es el trabajo revo/i,cio-
.505
Fundaci\363n Speiro

JE.H'-JIARIE SCHMITZ
1,ario y"" la refor111a. Para él, la ,-efor1Ha no es .sino el PRODUC­
TO ACJESORIO DE LA REVOLUCION. Es por esto que,
.,m la táctica revolucionaria, en las . condiciones de existencia
dd potJér;b,.,-gués, UNA REFORMA VIENE A SER NATU­
RALMENTE UN INSTRUMENTO DE DISGREGACION
DE ESE PODER, UN INSTRUMENTO PARA REFOR­
ZAR LA REVOLUCION, UN PUNTO DE APOYO PARA
EL DESARROYO CONTINUO DEL MOVIMIENTO RE­
VOLUCIONARIO".
La analogía es· particularmente impresionante : hace falta
cerrar los ojos para no ver.
Tanto más cuando·Cohen Bendit declaraba en "Nouvel Obser­
,-ateur" (núm. 182), a propósito de la crítica a la Universidad,
esta crítica:
"NO ES EFECTIVA si no la hacen suya los
explotados
EN LA LUCHA REVOLUCIONARIA".
Habida e11enta de todos estos datos, ¿ qué se debe hacer?
,i QUÉ HACER?
J. ¿Hace falta entrar en el movimiento para recuperarlo?
Antes de contestar a esta pregunta, conviene analizar los
métodos empleados por los actuales dirigentes del movimiento
revolucionario.
Para mantener el movimiento revolucionario, objeto esencial,
son utilizadas dos técnicas :
- la
reivindicación "ideal".
-el soviet.
l. La reivindicación ideal, utópica.
Se
trata de. proponer, entre reivindicaciones legítimas, una
o varias reivindicaciones "ideales", .es decir, concebibles en el
plano de las ideas, pero totalmente irrealizables
en el campo de
lo concreto.
Poí' examen oral,

o de un
colegio de tres profesores.
506
Fundaci\363n Speiro

EL MARXIS.l!O EN LA UNIVERSIDAD
O bien, como se ha pretendido en la escuela de odontología, se desliza, entre reivi11dicaciones razonables, la exigencia de la
autonomía de la escuela, legítima en sí misma, pero que se la convierte en ideal irrealizable en cuanto se exija que sea conce­dida inmediatamente.
O, incluso, se piden reformas completamente imprecisas, sin
el menor contenido definido: "Democratización de la Univer­.sidad''", "Nueyas estructuras", etc ...
Esta técnica permite hacer solidarias reformas saludables
con esas proposiciones desmesuradas; es decif, que de ese modo
o bien se anularán o minimizarán las reivindicaciones deseables,
o bien se
ob1igará a_ los estudiantes a participar, aun a su pesar, en la defensa de las otras.
Ahí está el trabajo del Soviet.
2. El Soviet tiene su versión estudiantil: la
comisi(m. "For­mad en todas partes comisiones"; HTrabajad en comisiones' "Incluso si no estáis con nosotros, incluso si estáis en contra
de la huelga, yenid por lo menos a' proponer vuestras ideas en fas comisiones.''
Tales proposiciones no dejamos de oírles desde hace una
semana.
La comisión resulta así el marco impuesto, con sus ritos de
voto, de mociones, de elecciones y de responsables. F_recuente­rnente .. Ios moderados, los adversarios un poco tibios son invita­
Técnica tradicional- de
la agitación marxista. Lenin, a quienes
le escribían que los
"blancosn en Ucrania se mezclaban a Jos
sm·iets y participaban en sus trabajos, queriendo desviar el curso de las ideas, les replicaba que convenía dejarles hacer. ya que
así participaban en la Revolución
y, aun a su pesar, la man­
tenían.
Es lo que hoy volvernos a ver, a un nivel más modesto, ejecu­
tado de un modo estudiado, casi escolar.
Se replica con frecuencia que "los debates son muy construc­
tivos".
las mociones muy "aprovechables". Y esto es posible: pero al marxismo poco Je importa.
507
Fundaci\363n Speiro

JEAN-MARIE SCHMITZ
Pragmatismo puro, no quiere sino acc10n y más acción. No
quiere sino hacer participar a las gentes en la acción que mani­
pula;_ sean cuales fueren los motivos de su participación.
"No os debéis presentar a la juYentud cristiana con propo­
siciones de 1ucha antirreligiosa", escribía Galperin, ·"esto sería
un gran error psicológico. Pero es fácil arrastrarla por alguna
cosa,
por la conquista del pan cotidiano, por la libertad, por la
paz, por la sociedad ideal... En la medida en que nosotros
atraigamos a los jóvenes cristianos en esa lucha por objetivos
concretos, los arrancaremos
de la Iglesia".
Por lo mismo, en las comisiones no se os pide en modo
a·lguno que adoptéis mociones revolucionarias; se os pide sim­
plemente que participéis, Y, después, cuando hayáis presentado
vuestro texto, éste estará al lado de otros menos aceptables o
incluso perfectamente inaceptables.
En nombre de la solidaridad
~e os pedirá que todos sean defendidos en bloque; luego, si ellos
son atacados, se os pedirá que defendáis a los que promovieron
la creación de dichas comisiones.
Así_. seréis llevados a defender a vuestro pesar ideas y gen­
tes que recusaríais en tiempo normal, o bien seréis denunciados
como "esquiroles" que rechazan participar
en el movimientor
Es lo que acaba de ocurrir a esos estudiantes de medicina que
no se habían percatado de esa técnica mny comprobada y muy
eficaz de las
"socíétés de penséé", estudiadas por Agustín
Cochin.
NO YAYAIS, PUES, A LAS COMISIONES, XO 05
DEJEIS E:\íBARCAR POR AGITADORES POLIT!COS
EXPERTOS EN SU TRABAJO.
Es más, observad .que estas comisiones hacen pensar de modo
e·xtraño en las mejOres técnicas de "lavado de cerebrü"''; se
habla sin cesar de todo y de nada. pero hay que hablar, man­
tener
la agitación intelectual hasta que la inteligencia no sepa
en absoluto a qué realidad debe aplicarse. Queda ensombrecida
desde
etltonces en un idealismo, tanto o más intransigente cuanto
más mutilado está de toda relación con
cua1quler dato concreto.
Las comisiones acerca de "la reforma de las estructuras' e
508
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO EN LA USIVERSIDAD
incluso aquellas concernientes a problemas tan prácticos como
e el de los exámenes, ofrecen sabrosos ejemplos.
A la vista de estos datos, ¡ qué acción debe emprenderse?
JI La acción a emprender.
l. Ya se trate de un "ensayo general" o de una Revolución,
e preciso darse cuenta de la gravedad de la situación. Conviene,
pues, contarse y ver quién está enfrente,_ estudiarlo para comba­
tirlo mejor.
2. Seguidamente,
hay que denunciar el carácter falaz y
-revolucionario de los temas utilizados con .fines políticos por
los instigadóres que tratan de
emba¡-car a quienes no se hayan
apercibidos.
Es preciso demostrar, sin tregua, que todo el trabajo pro­
puesto está trucado y que
el objetivo real es muy diferente del
íin invocadó.
3. Es necesario proponer, fuera de las estructuras revo­
lucionarias impuestas por los
comités, de huelga y mediante otros
métodos, la verdadera reforma de
la Universidad, comtemplada
no en lo absoluto, sino de conformidad a los datos existentes.
Es un problema vasto que no podrá resolverse en cu;irenta y ocho
horas. ni en tres meses, ni a golpe de .-mociones.
La Universidad totalitaria napoleónica está muerta. El pro­
blema
de las libertades pedagógicas, escolares, universitarias
-en su totalidad es el que se plantea en. toda Francia, en todos
los grados
de enseñanza, desde la elemental a la superior, de las
enseñanzas técnicas a la agrícola,: desde la cultura general a
las especializaciones profesionales.
4. Hay que movilizar, y representar en fin, a un . lado y
fuera de las organizaciones revolucionarias, a la inm~sa mayoi:-ía
de los estudiantes.
509
Fundaci\363n Speiro