Índice de contenidos

Número 133-134

Serie XIV

Volver
  • Índice

Apertura, participación política, subversión

Il.USTRACIONES CON RECORTES DE PERIODICOS
APBR'IlJRA.PARTICIPACIÓN POÚTICA-SUBVERSIÓN.
I. ¿Qué: ES APERTURA?
Rafael Gambra ha tratado de profµndizar -en _el sentido de ésta pala­
bra,
en m artículo SoCIED:AD ABIERTA o .SOCIEDAD Cl!-RRADA, J)Ubliclft}.o el 7 de
diciembre de 1974 en .EL PENSAMIENTO NAV AR.RO, de/ que recor­
tamos sus primeros párrafos:
«Ante estas dos expresiones o ante estos dos calific:&tivos apli~
cados
a
la
sociedad, nadie
dudaría
hoy _en
elegir como lo bueno,
justo y deseable la sociedad «abierta> Se tra~, ante t_oclo. de un
reflejo condicionado de carácter lingüístico. ~bid o ~ . que uno
de los medios
más eficaces para

la
«autodemolición» que
se
opera en nuestra civilización es sustituir el pensqr por conceptos
por el pensar por slogans; es decir, por térmi.n~!I con carga
emocional prefabricada.
:.Quizá de todos esos términ9s para el condicionamiento de las
mentes el más efectivo 0Sea el de la aperturn. como bien a-la
vista está. La fuerza .atractiva del término. apertura supone la
previa concepción de 188-_ instituciones,. -costumbres, , leyes, creen­
cias,
etc.,

de
la sociedad en que se vive como 1lll mnro que se
alza ante el individuo cerrándole la visión y Ja libertad, muro
que es preciso horadar o destruir.
»Al otctrgar esta

priori_dad valora! a la apertura sobre
el .muro
se olvida Que existen muros de mucha& clases: muros de BOste­
nimiento, muros de contención, muros defensivos, muros que. noa
albergan y que sería suicida horadar o deatrair. Todo el mundo
sabe q1ie un ser vivo es algo ..en si -cerrado y diferente de lo qne
no es ~ y que, si tiene accesos al exterior. es para el dea:arrollo
de su propia vida, en condiciones de asimilación - o de excreción
muy

determinadas.
Qu~ cualquier brecha no natural-es algo que
debe ser cerrado o sutur_ado -rápidamente. Sabe también que una
familia -y umi .casa-·se constituye ante todo. po.r Su intimidad
separada,
por

los muros de la
vida pñvada, Sin los Cuales n·o
Fundaci\363n Speiro

hay casa ni familia. Incluso el aire -lo más invisible y amorfo
entre los
cuerpoS--.:... ha
de
tener para
serlo
un modo de impene­
trabilidad
y consistir en algo. Sólo la nada sería pura, apertura
a todo
ser; justamente por no ser.
Sin embargo, cuando se trata de la sociedad en general o en
-abstracto, iodo
· el m~do-opina hoy ·-que deb~ ser indiscriminada­
mente
abierta, por modo tal que cualquier forma de estructura o
consistencia diferencial ha de ser vista como prejuic~o, 8rbitra­
riedad

u opresión. Abierta
¿a qué?· A todo, «venga de ·donde
viniere>,
con

la
sola excepción de lo propio, histórico o diferen­
cial, que

se rechazará por principio bajo las etiquetas de
«pre•
teritismo>, «celtiherismo>,
«espíritu nostálgico>, etc.
>~atece, sin embargo, que

cuando
grandes aberturas
hemo­
rl'ágieá& se produéen en un organismo ha de reconstruirse el te­
jido
·y su'turar la ·herida con la rapidez posihlé, y que cuando
lae aperturas

o grietas de un edificio comprometen
su estabilidad
es
preciso reforzar sus pilares

y muros maestros. Del mismo
módo, Cuando ·una so·ciedad se degrada · interiormellte o

se disuel­
Ve e& preciso apelar a ·fá:cto~es educativos· y emocionales comu­
Iie.8· ___;
i a ]a fe· religiosa -de sus cimientos- para intentar su su­
i>ervivéncia
y · révitálización.
:->No-·ohstárite,
parece ni:uy otl'a la opinión de nuestros «apertu­
ristas> ()OlídcoS, de hoY, al

igual
que la ae· fos «écuinenis-tas» re­
ligiosos ··qú.e los -respaldan:i,;
Como vemo,,, Rafael Gambra refiere aquf la paleb,a núevas estructut:as,. nuevos modos. nuevas ideas. a costumbres y conductas
nuevas.
y.· sas advertencias -·son indudablemente certeras. También nos
muest,a
que la epe,tura puede hallarse orientada, limitada. mesurada ade­
cuadamente
o bien totalmente tksarbolada, baiida por todos los viento,,
tormentas y avenidas torrenciales.
Podemos hablBI'
de apertura polítiCa y. en este sentida. referirla a u.na
mayor (Jarticipación del pueblo. En e.,e caro cabe dar diversos signlficados
a. esa :participación qu:e -se-reclama,. yá sea:
' '- Orgátiica. de cada uno en su puesto •. en el qae es competente y es
responsable: en el cuerpo natural o agrupación sedal en la que participa.
y-de cada una de estas en el conjunto más. Vasto y. al. final. en la Ol'ga­
nli:ación del Estado, eíi una interección presidida por el principio de sub­
sidiar/edad.
~ Ideológica. a todos ·1os partido. politicos, en un liberalism crátfca, en el que se> pueden filtrar, ¿o no?, también aquf los partidos dtri,.
gidos a .ahogBI' todas las· libertades. ·
536
Fundaci\363n Speiro

---Ideológica, dentro del partido único,_ a unas asociaciones que den ...
tro de sus principios, le doten de cierto pluralismo, aunq,re, tal vez, puedan
acabar diluyendo o bommdo esos plfincipios, o prepa,ando nuevas aper­
turas.
-Ideológicamente: a la igualdad. al socialismo, a la sociedad sin
clases al comunismo ...
Trataremos en estas il.ustracion.es. recorrer todas estas aperturas políticas.
ll. ¿C.,.B UNA APERTURA ORGÁNICA/
Lu/8 Emilio Calvo Sote/o, en tercera página de ABC del 21 de diciem,.
bre de 1974, poco ante. de dictarse el Estatuto" de las Asociaciones po/i­
licas, clasificaba, en su articulo t.. APERTURA Y ~us ~. las posicio­
nes tanadas respecto del proyecto de dicho Estatuto, en el iligueinte cuadro:
«El Estatuto de Aaociaciones ha aervido para la tonta de po­
sición de cuatro grandes grupos qué están en el terreno de juego:
los que defienden a ultranza el Estado del 18
de julio;

los
que de­
sean acompasarlo al discurrir del tiempo; los que se sienten mar­
ginales a él; y los ·que lo combaten.
>Los últimos 11on loa niáa nítidos, Fernández de la Mora afir­
maba en reciente comentario que la Junta DemoCl"átiea promovida
por
Santiago Carrillo -protagonista de los amaneceres en Pa­
rácuellos-es ·una versión nueva del Frente Popular.
>En la antípoda se encuentran quienes defienden el Estado del
18 de julio, radicalizando tu actitud. · No desean asociaciones, por­
que temen que desembocarán .en· partidos políticos clisicos.
»El tercer
grupo

es
el de áquellos que desean -o aceptan­
una
apertura dentro del Movimiento. Es la tesis del Estatuto.
>Por fin, está el úl_timo grupo, que quiere una apertura fuera
del Movimiento.
Hay dentro- muchos suhgrupos».
«Han

creado un
«slogan> inteligent~ parecido a

aquél de
«Franco o
comunismo», que tanto irritaba a muchos: 4::Apertura
o comunismo>. Para algunas ·camarillas de este grupo, el Estatu­
to resulta corto>.
El cuadro nos parece incompleto o por lo meno. Impreciso. El del 18 de julio» puede entenderse en sus líneas actuales y asi pensamos
de Calvo Sol.eta estima que lo" entienden quienes él coloca en el segun.do
grupo. Pero puede pensarse entendido en el. sentido de la orientación cJoc ..
trina/ del Alzamiento que era predicada por carlistas1 por monárquico., de
• 537.
Fundaci\363n Speiro

R.enovat;ión Espsñola, por aquellos sectores falangistas que . estaban más
p,óximc;,s al verdadero corporativ~o que al fascismo, y, en .fin. por el
grupo intelectual de Acción Esp,,flcla:. g, en ese caso, · cabe otra apertw,a
muy distinta, pero también muy diferente del dene radical.
Esta quinta posición ha sldD · clatamente expuesta por diversas personas
y en distintas ocasiones y lugares.
Asi,
Jullán Gil de Sa.gredo, en el texto que ga .ecorlamos de FUERZA
NUEVA de 5 enero 1973, en estas illiStraciones del núm. 128,129 de
septiembre-oc:tub,e-noviembre de 1974 (págs. 1184 g sigs.), decia. entre
otras cosas, las· que vamos a recortar de-nuevo.
)38
dJegamoS a 19_73~ _,Y_:_
»-Existe un profundo divorcio entre la sangre que fecundó
ai. ·Alzamiemo -del 18 de julio y el cuerpo social, político y econó­
mico (lue · iate bajo la eslrnctUl'aCión administrativa

de
1973».
fronteras de su competencia, absorbiendo dentro de su órbita fa­
cultades y
funciones. que
pertenecen_ a la sociedad a través de
sus cuerpos intermedi_os.

El Estado_ educador,
ase_gurador, médico1
agdcultor, industrial, comerciante, etc., _ha sustitnido el cometido
.que corresponde_ por

propia competencia y
derecho a
la familia,
a. sus delegaciones social~ y escolares, a la& clase& y cuerpos,
oficios
y profesiones, a los labradores, i{ldustriales, comercian­
tes,
etc.
>2) Porque la Administración ha centralizado de tal manera
las funciones y los servicios públicos, que han pro_ducido la
anu•
lación

de los
órgan0& regionales, provinciales y
locales, extirpando
m autonomía, su vida propia y su desarrollo._
»3) POJ"que el poder público ejerce un control absorbente
sobre casi todas las actividades de
los ciudadanos.
De ahí
esa
proliferac~ón m~nstruosa y
deforme

de disposiciones
oficiales,.
Jl tres mil por año:>.
«Esa
divergencia
política, social y económica entre las
estro.e•
turas
de hecho vigentes

y los Principios de la- Tradición se tra­
duce en la reacción natural y espontánea de la sociedad contra
los moldes artüiciale& que

la· aprisionan:
esa reacción
adoptará
diversos
nombres, se manifestará

en
divenos planos,
constitni­
l'á agrupaciones diversas:; adinitirá diferencias accidentales, pero
poseerá un
·«substra·hÍm> común: la defensa de los valores tradi­
cionales, basados

en -el Derecho Natural, que en el orden po-
Fundaci\363n Speiro

lítico s.ignifican soberani.a social. frente a soberanía polídca y por
tanto limitación del derecho
del Estado pur el _Derecho Natural
anterior

de las
soi~edades y cuerpos intermedios que integran a
la
Nación, y en el. orden económico comportan el equilibrio entre
las dos funciones de la economía, la in.di_vidual
y la social, equi­
librio
que implica

la negación tanto del capitalismo liberal como
del socialismo en
cualquiera de sus matices~.
TBmbien Raful GBmbra, en su articulo l\PERTURISMO, publicado en
EL Pl!NsAMJENTO NAVARRO del 20 mago 1974 ~u del que tBmbién en el
mismo citado número de VERBO .(págs. 1179 a 1182) reprodujimos varios
párrafos- toca
este punto en las fcáses que volvemos a repr_odudr:
«Ciertamente que el régimen es-tablecido hace treinta y ocho
años,
aun asentándose en ese doble principio confesional y or­
gánico o

corporativo,
distabá mucho de la perfección constitu­
cional dentro
d8 su

ortodoxia. Por varias
razones: porque na­
da

hay perfecto en el mundo; porque nació de
una sit'U8cióµ. de
crisis y violencia; por la infl_ne!lcia de los totalitarismos triun­
fantes a la sazón en Europa. Esto le situó · inicialmente en una
posición restrictiva en cuanto
a su sistema representativo.
>Es muy lógico, por lo tanto, que al cierto inmovili&mo de un
tiempo en aquella situación

de
emergencia sustituya· una

aper­
tura hacia el perfeccionamiento (o la auténtica realización) del
régimen orgánico y confesional>.
Valle! de Goytisolo en su articulo RAzóN Tl!ÓRICA y RAZÓN PRÁCTICA,
en tercera plana de ABC del 25 de agosto de 1974 .(véase recogida su
última columna en el mismo VERBO, núms, 128-129, págs. 1182 y slgs),
cOmenzBba asi su último párrafo:
«Es precisa, p~ esa prudente apertura en favor del autén­
tico fortalecimiento
de las personas, de las- familias, de los mu­
nicipios, de los euerpos naturales básicos, Corporaciones,

uni­
versidades, de la restauración biológica del entramado social y de la moral
énraizada de nuevo en

las costumbres ..
.>.
y Esta!nis1ao Canltero, en SU, edículo SoNDBOS DE OPINIÓN y DEMOCRA­
CIA públicado en FUERZA NUEVA del 31 de agosto de 1974, y del
que volveremos a ocupamos dice entre otras cosas ·SiJStanciosas:
«Restablecer una sociedad corporativa -a pesar de que esta pa­
labra esté "despréstigiada", sobre todo por no saber en qué
éon-
539
Fundaci\363n Speiro

siste el · verdadero corporativismo-, procurar la de8Dlllsificació~
evitar

la
desperso.nalización de
la
sociedad y otras cuestiones
similare~ nos-pai'ecé que es la

misión primordial
que, conforme
al principio de
subsidit.riedad, debe desarrollar el

poder
político
en

estos·
tiempos>.
«Cuando

se quiere ir a un
lugar determinado

y se
ha perdido
el camino,. lo racional es retroceder al punto de partida _para
empi"ender
desde · ahf el camino recto;

sobre todo cuando
este
otro can:iino,
así

como
el de vuelta paÍ'a llegar a él, están per:
fect'amente
claros.
Ciertamenté,

no
se · Ímpone una

vuelta atrás total,
renuitciando
a

los
avances . técni~os, que,

en sí
mismos,_ son neutro~ y depen­
den

del
fin a que se utlliZan. Ni siquiera se trata de retomar a
todas las
ins~ituciones políticas
y sociales
que en el pasado y
en
el transcurso .de
los· siglos demostr8ron su

bondad y su
efi­
~acia,
sino que, como ·sefiaiO" · Aparisi y Guijarro eil su tiempó,
Be trata de volver a aquellas que puedan, hoy, cumplir su eo­
metido;._

se. impone un retomo en_
lo fundamental., una vuelta a
las
institucfonC-s ·bás_lca.s -los cuérpos intermedios

con sus facul­
tades
propias-, y, sobre·· tódo,

una vuelta a los
principios que
'informaron a

la sociedad
Cristiana>.
Porque

antes, pese a quienes
no quieran
admitirlo, basados en
esos principios católicos y obrando conforme a la voluntad de
.Dios -no desmiente este aserto comprobable en los hechos-las
imperf~eiones que hµbo., ya qne éstas son inevitabÍ.e_s en toda
labor
hum~, la sociedad tenía unos .órganos realmente repre­
sentativos

de la vida y del sentir patrios. Refiriéndonos
eonere·
tamente

a
nuestro país, los fueros
y
las libertades
concretas, los
municipios y las-regiones-, las

corporaciones profesionales y las Cor­
tes eran la
manüestaeión viva de

lo que la Patria quería y
sentía. Y
fueron

precisaménte las
regiones forales
las que, por sentirlas y
VÍ·
vrlas más de cerca,-defelldieron con mayor ahínco sus libertades
concretas, en
oposición a la-marea invasora de la libertad abstracta,
y en las que perduraron
más tiempo
esas libertades plasmadas en
sus fueros,
que la céntralización ahogó o quiso aho.gar; y fue en
eilas donde ta:mhién, con
Dl8yor fuerza, el

nombre de Dios y la
relig:i.6n católica

unió a
sus habitatnes en épicae tareas comunes>.
Más recientemente, la ve,dade,a apedura hacia la pa,tlclpación ,ea/
la hemos visto en síntesis en la entrevista con Juan Rovira T Bt'l1Z011a, que
;40
Fundaci\363n Speiro

el 14 de diciembre de 1974 publicó ABC, expresada en una de lm, ,es-­
pue>tu del indicado ex,,Subsecretario de Hacienda:
«... Para que la participación sea vivida realmente es pre·
ciso un traspaso de funciones del
Eatado a la sociedad, -porque
es
más fácil y efectiva la participación en los órganos de la so­
ciedad que en los del &tado. Al m.i8Dlo tiempo es preciso crear
aquellos medios que permitan a todos .sentirse integrados, for­
mando parte y tomando parte en la acción común que les afecta.
Es una hipoCl'esía la particl,pación de unos pocos, dejando a los
demás el papel de comparsas, aunque éste. les resulte más cómo­
do.
La madurez política se alc(lllza en la medida que uno siente
la reapon~ilidad de su participación, a pesar de los riesgos e
incomodidades que de ello-puedan derivarse, y se aprecia real­
mente a un pueblo en la medida. que se fomenta esta responsabi­
lidad que· dimana de su verdadera dignidad>.
En una apertura orgánica es esencial la apertura a lo foral. De ella se
ocupa J. Ulibarrl en su articulo LA OBSESIÓN ANTIPORAL, en EL PENSA­
MIENTO NAVARRO del

15 de
enero de 1975, del que recortamos,
tatamos

- en otros
puntos el tremendo- arraigo del espfrito centra­
lista y antiforal de amplios sectores del paí&. Le vemo, concre­
tamente, estos días en la prensa de Madrid.
>Se ocupa, ~oroo viene haciéndolo ~ada -vez. con más frecuen­
cia, de la contaminación atmo-sfériea en las calles de la capital;
va

siendo
tan grande, que cualquier incre~nto pequefio e·n-cual­
quiera
de
sua· pequeños determinan.tea próximos la eleva en se­
gui4Ja a-niveles peligrosos y alarmantes.
>En .cuanto e11to .ocurre, -autoridade~ petiodista& y público en
general se lansan a analizar las-causas y buscar soluciones. Se
publican listas dtt ambas, larges y· variadas; muchas veces se
desciende a· detalles bizantinos y se riza el rizo.
>Pues ni con esas prolijidade~ ni con este pacífico btmdJar­
deo
de
gas~ asfixiantes, _ee consigue que

se
hable -de que el ~re­
cimiento de Madrid ha sido excesivo, de que hay que descentra­
lizar, y de que la única manera auténtica de hacerlo es reconocer
o

incrementar los
fueros regionales, municipales o. corporativos.
Antes morir enveilados por un aire irrespirable que hablar,_ ni
siquiera tímidamente, de una de las soluciones más lógicas, ra­
dicales y estables. que es· el fomento de la prosperidad regional
y mvnieipal con_ 'un. siiteina · fent tradicional.·,
341
Fundaci\363n Speiro

;i1Esta mi&ma ohsesióll antiforal .se -pone .-de-relieve análoga­
mente cada
vez-que· -se estudian otros prohlémaS -transportes,
abastecimientos,

orden
públic0-de
esta monstruiosa ciudad.
Nunca se· dice que ha crecido demasiado>.
«El
Conde de-Rodezno escribió en estas páginas a- raíz de
otra fricción antiforal, aquella a · car"go de don Eni.esto Giménez
Caballero, en junio de
1939, que se estaba operando la paradoja
de la construcción- de un estado centralista en una
España cubier­
ta por el yugo y las flechas,-emblema de los Reyes Católicos, que
precisamente fueron respetuosísimos con los fueros de todos los
rincones de la península>-.
«Los
mismos
respetos
forales presidieron
el reinado de
Feli­
_pe II, fundador de Madrid para nudo de comunicaciones, acari­
ciado con -el aire purísim'é, como
-nieve. de la sierra de Guada­
rrama, pero no para vampíro de la savia de las Españas».
¡Qwl,
H.'lCER7 -crmc/uge-:
«Ahora es el momento de aprovechar correctamente una sana
apertura

para·
abandonar i la conducta· y ·mentalidad defensivas se­
guidas hasta ahora en-. materia foral, y lanzarse a la: propaganda
de -los
fueros>.
Bs
de notar-que lo órgánico-se-desatrolla de abajo ·a-arriba. como las
plantas, al con/ratio que la administración pública que desde la cima se
extiende a los puntos- más ale¡ados de la periferia. Bs pu.es preciso no
confun,Jirda genuina representación del pueblo, de la sociedad; con la ad,.
ministración estatal. Esta debe se, 'fiscalizada por aquélla, exig{éndo/e cuen­
tas de su administración
y de sus extraUmlt-aciones. Por · ello

los
~
tradores no deben Integrar los órganos representativos que. han de fiscali­
zarles ni tampoco deben -suplantar los_ cuerpos sociales en la labor de ges-­
tión que puedan realizar éstos por sí mismos; participando así directamente
err el logro del bren común.
He ahl una apertura g una parlidpación cada uez más precisas.
111. LA REPRESENTACIÓN Y LA PARTICIPACIÓN ORGÁNICAS tBN QUÉ CONSISTEN?
¡QUÉ LAS CARACTERIZA?
Nos lia sugerido esta 'p formuló en ABC el 4 ele diciembre ded974, bafo el titulo LA DBMOCRACA
Fundaci\363n Speiro

ORGÁNICA y . LAS ASOCIACIONES. Leam los que plantean la cuestión.
«El ·principio VIII_ de lo,& del Movimiento dice: «El carácter
representativo del orden político
es principio básico de
nuestras
instituciones
públicas». Representar es tener u,n :título, . una justi­
ficación

para hacer presente a alguien que no lo
está y
que se
hace presente por este medio de la
«representación». En ese Prin­
cipio VIII es incuestionable· que a
qnién se quiere hacer
ptesente
en las

instituciones públicas
es· al «púeblo>. «La participación del
pueblo
en
188 ·tareas legisláti~~ y en las 'demás funciones de in­
terés
general.~.». Él citado priU:cipio instaura

un orden político
auiéndcame~te democrático.

Toda democracia en que
·1os rei>re­
sentantes
lo_ son del pueblo y no de estamentos o col'l)Oraeiones es
una·
démoeraciá ·verdadera.
»El adjetivo·,«orgániica>
con que· se califica

y
cuali~ca· la_ de­
mocracia así estatuida 'no desvirtúa -m desnaturaliza: este: conéepto
democrático.

Los procuradores en
COrtes no représentan Di a la
Familia, ni a los Municipios, ni al Siridicato. Así se establece ca­
teS:óricamente en
el párrafo II del artículo según.do d~ la Ley
Constitutiva de las
Corte8: -«Todos los

procuradores en Cortes
representan ~ puéblo eB()á~o~ deben servir ~ la nación"'y al bien
cotnún y no estar

ligados por
lllandato imperatiVo

alguno». Si
representasen
esas entidades

a que
se refiere

el
Principio VIll,
no

se
trataría de

Qna democracia
:orgánica, sinO ·

de un régimen
corporativO,
qúe ne ea democrático.
>La Familia,. el

Municipio
y el Sindicato_ son caúces «a través»
de

los cuales.
el pueblo accede a, _pariicipar representativamente,
pero

no
son sujetos de-esa participación; en vez·de votar directa­
mente a·
sus representan~ el pueblo, en la democracia _ orgánica
espafiola,. los

vota
-'Salvo en·

e] tercio
·familiar-a través de las
entidades dichas
y demás con representación orgánica. Vota en
el seno de ellas., es decir, no con voto univer~· péro en régimen
tan de pura democracia como -en ·la inoigánica., Cuando se dice
en
el Principio VIII que toda .organización política al margen del
sistema en el eatableeido SCrá -considerada ilegal, Jo· que- se quie­
re
expresar es
que
las-organizaciones· polítiCas· ·tendrán· que uti­
lizar,

para promover a
sus miembros-ac las instituciories públicas
representativas, de eSOs- -cáuce·~ .y no· podrán hacerlo·. directamen­
ie, como los partidos -en' la democracia inorgánica, Pero en ma­
'.nera
alguna -se· excluye
en
ese .párrafo. la posibilidad de la exis­
tencia ·de
asaeiaeiones -polítiéas· que-cumplan Con ese condiciona­
miento. «De jure»,

la representación orgánica es del pueblo es-
Fundaci\363n Speiro

pañol. -en su conjunto. «De .facto>,. esa clase de representación
trata

de llevar a
las instituciones públicas no 16lo -repr~tes
de

ideologías
políticas, como

en la
inorgáni~ -sino la presencia
de
loa intereses y situaciones reales de la sociedad, pero nunca
corporativament"9
-sino a títnlo individual y como representan~
tes del púeblo>.
¿E,s .exacto que., ~"' la repi:esentación orgánica., cada represe~ante re­
presente al pueblo en su con;unto? Es cietto que todo., los representantea
en su conjunto rep,e,entan al pueblo en su con;unto; pero, ¿cómo?: ¿To­
dos g ci!d4 une, a todo., g ci!d4 ww?; o bien, ¿en con/wito. a base de
~ cala uno· a un determ;nado ,ecto, orgánico, entre todos re­
presentan a todo el paeblol ¡,Bl pueblo es representado como un con;unto
de
individuos f aunque voten a través de las entidades de que fonnan pazte)
o bien es representado como un con;unto. de socledadu human.as?
Marcel de Corte, en su ponencia lnaugural dtl «JI Convegno .Romano>
de la Fundación «Gioachinp Volpe>. Os LA DISOCIEDAD A LA TERMITERA,
que hemos traducido en el número 131-132 de VERBO, explica lúcidamen­
te que no ~ exl.$tir más socie.da4 peneral de .personas que el cuerpo
mÚJ#Co de Cristo y awi pot el efecto de _ la gracia cliuina, mientras que la
soc;iedad politka, la Ciudad humana, el E!ilado, en. caml,Jo, es una sociedad
de sociedades. V ale la pena -releer por lo menos., sus fras~ más expreshta.s:
social del

hombre. La
«elaración perentoria.

de San Pablo:
«No
soia -de 1ünotros-niiamo&>, no tiene únicamente valor sobrenaturaL
. La · obligación, el hecho de estar obligaCIJJJ, ligado, átado a otro,
es esencial
a

la naturaleza del hombre.
El hombre pertenece, en
primer
lng&r .a -Dios, y ~tá.- ligado·.a Dios, ,está eon relación a
Dios en
una condición
de
pertenencia . de

la
que se derivan las
reglas de conducta y loa deberes. convenientes a· este respecto».
con relación a

nosotros, participan en esta
trascendencia divina,

a la
cual eetames ontológicamente unidos.
Son
nuestros padres, nneskos antepasados,

nuestros muertos,
nues­
tros bienhechores,
todos aquellos de quienes recibimos algo por
el s6lo hecho de que vivimos con ellos en una misma comuni­
dad

de destino.
Esta-mós- obligados para

con
ellos, les ·debemos
!a
vida, la cultura, la civilización, la pliz, el .bien com~ sin el
c-nal ningún bien privado existe, etc. ... , porque nos dan todos
estos
bi'enes, porque recit;.imos de ellos todas las posibilidades de
alcanzar
-plenamente, de ,nodo concreto, efectivo,-.tangible, nuestra
naturaleza
de .

hombre.
Fundaci\363n Speiro

La supremacia del individuo no es reconoeida sino en el Renacimiento,
que es cuando empieza a dealiga,se ck SU8 •íncul<>S socialu, especú,lmen­
te a consecuencia de la Reforma protesta,,te.
"
<¿ Cómo se llegó a este punto? Digámoslo otra vez,,.repetida­
mente:

por
la secularización del cristianismo qu~. una vez ampu­
tado de su Fin sobreDJltural último, erige infaliblemente como
fin al individuo>.
«Pero este cristianismo no es _ya aquel del que Cristo dio la
buena nueva al mundo. No se trata del cristianismo de la salva­
ción sobrenmuml, de la persona, sino a. la salvació11y .en el sen­
tido

limitado, del individuo,.
que inslituyén-dose como fin -de todos
sus actos,

ya no
puede recurrir sino únicamente a la inteligencia
técnica, fabricadora de objetos útiles».
«Nos parece imposible comprender la situaéión · actual del hom•
hre en la sociedad, o más bien lo qlle en ella ocurre, sin recu,
trir para eXplicárlo a la hipótésis, con.firmada pGr la· historia, de
un·a lentá y pro-·gresiva 'degradación, en lo temporal, de· la estruc­
tura del Reino de Dios y de la lgleshl cristiana, El 'cristianismo
desobrenatnralizado es el factor más potente de destrucción de
1~. naturale~a del hombre y de la sociedad>.
«El genio de Nietzsche lo v_i9 con mirada de :águila: «~ de­
mocr,roia. e, el, cristian:isno ~. es la proyeccién en la
naturaleza
~cial clel hombre de nn elemento de rJ_isocitción que,
la destruye y que, consecuentemente, destruye el propio cristia­
nismo. La gracia, siempre personal, al no encontrar ya naturaleza
humana
donde implantarse, cae en un pedregal, en términos de
la parábola evangéli~>-
«Lo propio del cristianismo secularizado consiste en destruir
la natural división de la sociedad en órdenes_ diferenciados por
los objetos de ~sus actividades respectivas; sU: resultado es la
atomización individualista.
La relación fundamental con Dios de:
cada Ber humano en· particular~ al quedar desprovista de m8teria
sobrenatural

cuando
la naturaleza humana apenas todavía había
sido
sobreelevada en lo verti~ ya no reviste significación algu­
na; ella , no es ya lo que no depende de nuestra libre decisión,
lo que no es obra nuestra,
lo que me es esencial ain. que yo sea
su causa; ea
.el producto-de mi libertad; es mi obr~ es el resul­
tado de mi poder creador auiónomó,-El _ser humano es el efecto
Fundaci\363n Speiro

del pensamiento: «cogi-to ero· .swn». · Sartre tiene razón al · decir
que «Descartes constató ,u propia fieticidaib; su ·carácter ficticio,
constituido,

artificial,
Y riégó, al mismo· tiempo, su carácter natnral
y lo irreductiblemente dado, lo dado por el nacimiento, que es
su natural,eza socitd. Esta potencia: creadora del ser en el hombre,
~ta «causa sui» es denominada la Razón y su primer acto no es
ya conformarse
con lo real para ser verdadero, sino destruir lo
real. para manifes-tarse su poder creador y para engendrar, por si
mi~ haciendo comparecer todas la-.s cosas ante· su tribunal y
e-jerciendo
la facultad crítica, que constituye en libre examen,
para

disipar
todas las ilusiones que el peso del pasado, el naci­
miento, la naturaleza, la tradici,óri, han hecho recaer sobre ella>.
«En
el limite, el espíritu crea el ser en su oposi.CJon al no
ser, y todll! lo reconduce n sí mismo •. Es la posición de Hegel,
p~O caiCO del dogma de la creación y del . dogma del juicio uni­
versal,, en el que to~as las cosas retornan a la realiueión de la
Id~~ hecha Dio_s. Nuestra época está' impregnada __ hasta la médu­
la de hegelianismo.
El mismo Maree-J. de Corte años atrás, en su · sensacional estudio La
ecxmomia al revés, nos había recordado que el bien común no con.,iste
en un interés . colectivo, totalitario,. creado y que regentan quienes deten-­
tBII el poder sitie> "" Ta atm01'Í8 de los bienes partlcu1ares. También con­
.,,,,.. que lo releamos, en VERBO 91-92 de enero de 1971:
_«No
hay ya illteréS _-_general porque no ·,hay ya· foter~ses par­
ticulares:> ... «y ·coino · e1'· poder anónimo es· UD!l ficción, es el
reino de las apetencias de poder di8imularlas déÍrás de las vie­
jas palabras que han perdido m significación •.. >.
La participación, a la cual se púk. apertura, ,o/o será verdadera par·
ticipaci6n en el caso de que_- re.sponck -a su veuladero concepto . .Vallet de
Goyti.,olo, en VERBO 105-106, de mago-Julio 1972, se oeupó de ana/izaTla
en 8U artículo UNIDAD. y PL~LIDAD; NI DIALé.CI1CA NI COLECTIVIZACIÓN:
«La partic:ipaCión es una interacción entre lo -'múltiple y lo
·uno .•. ».
< •. :--de ·modo :t'al que &in· romper la uilidad de· éste, tampoco
· destruye aqllella 'Ümltiplicidad -~ .. >.
Fundaci\363n Speiro

No la ,hag:
« ... silo múltiple. desaparece absorbido en.la unidad- superior,
pues, por definición, la participación requiere una multiplicidad
armonizada hacia un fin común».
«El
mayor error eonsist~ confundieD.do los términós, én que­
rer que participen todos en tudo. en lugar de participar actuando
cada cual en su vropia esfera de ·competerr,cia;>.
Por ello, se produce una falsa participación:
« ... cuando ·se crea uli órg&no colectivo, para tratar como pro·
blemas generales todos los problemas de la pluralidad reuniendo
en ese órgano una
representación de

· los
diverilos componentes
de
ella, formando ·una unidad colectiva>,
Incluso.
c:máa plena es esa. absorción. de la pluralidad por la unidad ·co,
lectiva cuando el ·mandato, conferido en cada cuerpo, se · estiina
que
no es imperativo,

por- considerar
([ue, con la elección dél
representante o procurador rea,pectivo, cada cuerpo $e circuns-­
cribe a designar un componente más de la unidad colectiva~ y qúe
éste
en ella ya no es portavoz del interés particular del elector,
.par4 lograr no -la coordinacióti ·i-eeíproca dé los interese& de todos
dentro

del
auténtico· interés general. sino aólo del interés colecti­
vo

de la unidad
superiOr. De

ese modo,
se crea otra

representa­
ción de la unidad superior, diversa de
la Jefatnra·· o ·Gobier:rio, Y,
aunque

cada
una de

ellas contemple posiblemente la unidad
des­
de

puntos de
vista contrapuestos, fo cierto es que la- plmalidad se
esftima en

la unidád colegial
tai;iio inás : cuanto · má·s · subsumida
resulte

aquélla en tal
órganQ colectiV-o

y
cuanta mayor compe4
tencia absorba y se atribuya a este. último, en detrimento de las
decisiones y actividades peculiares de los cuerpos integrantes de
la
pluralidad>.
Lo contrapuesto a la participación or-gánica del pueblo es ,te-iinimaci6n
ideológica
de una Sociedad de masas. Pío XII en su RadlómensaJe navide-­
,1o dél 24 de diciembre de 1944, BBNIGNITAS BT · HUMANITAS lo · hizo obser-­
Vat lúcidamente:
(15) ... «El Est&do no abarca den ti-o -ae si · mismo y no reúne
541
Fundaci\363n Speiro

mecánicamente, en un determinado territorio, un conglomerado
amorfo de individUOB. El Estado es, y debe ser, en realidad, la
.unidád orgánica y-orpnizadora de un verdadero pueblo>.
IV. ¿!;s CONVBNIBNI'E UNA APERTURA IDEOLÓGICA J)BN'J'RO DE. LAS MISMAS
ESl'RUCTllRAS VIGENTES?
Hemos dicho que la animación ideológica de.sde fuera -sea desde
arriba o desde un extremo exterior-es una pecullatidad de la socie­
dad de masas.
Esta es la característica del totelitarismo moderno; ya sea en régimen
de .partido único o en régimen de pluralidad de partidos que luchan elec,
torálmente para obtetler
o conservaJ' el poder.
Jean Ma lntemstionab, , f que puede
leerse
en castellano en VERBO 31), senaló que ese totaUtarismo dJmana
ele considerar como ob¡etivo supremo del hombre su imbricación en la-· so­
ciedad política en que se halla, y que esto es fruto de la mentalidad for ..
jada en el crisol de las llamadas soclelés de. peasée- también estudiadas
¡,or Agustín Cachin g de las que nos ocupamos. en estas Ilustraciones, en
el núm. 124-125 (págs. 532 y slgs); -recogidas en la separata LAs «Socrn­
TÉE DE PBNSÉE> Y LA POÚTICA 00 LOS·-PRANCMASONES--de las cuales dice
Madlrán, que sur~,
«una &oeiedad con,etruida arbitrariamente por el penumiento,
.opuesta, enemiga incluso, ·.de las sociedades naturales>,
Y a que, las propugnadas,
«son agrupaciones formadas sin ser tenidas en cuenta las re­
laciones naturales
de fan)ilia, profesión,; ami&tad, vecindad> ... fuera de lu relaeione¡ jer~eas · nonnalee>.
«He aquí los
tipos de &oeiedad radiealmente heterogéneas. Las
sociedades de pensamiento no consiguen desarrollarse mientras
laa sociedadea naturales son vigorosas. Peto cuando aquéllas se
de,arrolllUl en

medio de
éstJ11 la, dejan exangües y sin vida. Esta
et una de las daves del totaliiarismo modemo, y no solamente del
totalitarismo
comunista .. .>.
Esta diferencia ha sld-0 destacada en la revista STORIA B POUTICA.
'"
Fundaci\363n Speiro

año Xlll, fase. 4, de 1973, por Roberto de Mattei en su ~ntado .,.
ticulo AGUSTÍN CocH1N E LA STOROGRAPÍA CONrRORIVOLUZlONARIA. en el cual
comenta lo expuesto por este investigador y pe.nsador francés en su
obra MllcÁNICA DE LA REVOLUCIÓN, Recortamos del artículo de Rober­
to ·de Mattei los apartados siguientes:
«... Las sociedades reales están fundadas en una verdad, sea
de fe, de
hecho o
de razón, que precede al momento asociativo.
«En una

sociedad
de pensamiento, ocurre exactamenté lo

con·
trario: los miembros se asocian' para formar, mediante la
di11-
cu'rsión y el voto, la opinión colectiva" ... >.
« ... En una sociedad real, fUDdada en una verdad, se logra apro_·
ximarse y entender esta ·verdad en diversos grados y medidas:
con ello el cuerpO social queda enriquecido y vivificado. "La
identidad
del

objétivo pone de
manifiesto la ·diversidad de

pun­
tos de partida".
En las sociedades de peÍl88m.iento la verdad es
fruto de una · elaboración colectiva qué subordina el pensamiento
a su expresión verbal, disociándolo de la realidad ~ invirtien'do
la :función naiural del esfu'érzo intelectual. El ·análisis de este
proceso de reducción y· de· "socialización" del pensamientO en la
sociedad constituye el
núcleo central···de la

obra de
Coehin.· La
primera consecuencia de

tal
proceso que interesa subrayar aq1llt
es el de la manipulación de la verdad, elaborada de ese modo,
asociativament~
por ·Parte de una élite, en una b6.squeda interna
de los organizadores ...
>.
Las sociedades ideológicas de todo tipO, aunque sean de mentalklad muy
diversa de las ~tés · de pensée, llevan· a la ideologizsción. de las mentes
que
persiguen la construcción de modelos mentales ele sociedad, más o
menos utópicos, aunque -se trate de. realizarlos con una -práctica muy
eficaz, que arrasa las sociedades reales, pero. que no lleva sino a situa~
clones_ muy distintas .de las prometidas ...
Si
las
asociaciones políticas dé:ben significar diferentes tendencias ide~_
lógicas, aunque sea dentro de !os. principios establecidos --<¡U< siempre
(JOCÚ'án ser remoldeados desde dentro aun sin Variar su letra-, nos ha,..
llaremos ante una apertura kleológica radicalmente_ contrapuesta a la aper~
tura para la participación real que antes hemos . contemplado.
El tema de las asociaciones políticas había sido ya-planteado hacia el
final de -la Dictadura del General Primo de-Rivera como podemos ver en
el estudio del que fue profeso, de Derecho po/ítko en la Universidad de
Deusto, Padre Luis [zaga S. l. en RAZON Y FE, núm. 370, del 25 ele
julio de 1929, donde (pág. 508) de un arllcu!o del p,op/o Dictador, es­
crito para la United Press, recoge esta opinión:
l49
Fundaci\363n Speiro

«Repetidas veces al hablar de la Unión Patriótica,. _ asegura
que, siendo apolítica, caben dentto de ella núcleos y fuerzas de
distin~ proeede.neia política, que actúen conforme a BU -concien­
cia;
y, como recoge el ABC (27 de febrero),. a la misma Unión
Patriótica
se la supone matriz; vivero,

en la cual la
«Matización>
puede

dar un plantel de
flora, los

tonos y el
perfume que se
qniera>.
Lo_ cierto es que, sea con diversidad de partidos o con partido único,
ya
se halle éste integrado o no pqr diversas asociaciones políticas, si
aquéllos, éste y éstas tienden a orientar_ la inspiración ideológica del go­
bierno del paia y á realizar la animación ideológica de los súbditos, elec·
tores
o_ no, ~vitablemente inciden en el carácter de entes ideológicos ten­
dentes a estructurar la socied~ en nuevos moldes, que se tratará de fa­
bricar desde el ~ en cuanto logre imponerse la «idea> p,econizeda por
aquel de ellos que alcance el ~-
El quid en contra de esa ~a ideológica, está en que_ el orden na­
tural de la sociedad, g su consecuente principio de subsidioriedad. no debe
quedar al arbitrio de la ideo/ogu, que domine en el partido que ostente o
respalde el poder, por más que cuente con los sufragios mayoritarios o
~ la mayoría at,soluta del órgano legislativo.
En el antes citado Radiomensaje de Navidad de 1944, Pío XII expuso
claremente esta contraposición, que en el ámbito ele loo súbditO jada por la distinción entre cpueb/0> g _,
550
(16) « ... El pueblo vive y se mueve por BU vida propia; la
· masa es de

por
sí inerte y sólo puede ser movida desde fuera.
El
pueblo vive
de la

plenitud de vida de los
hombres que
lo
componen, cada uno de los
cuales -en su

propio puesto y
según
su

manera
pl'opia---ea una persona consciente de su propia res­
pónsabilidad y de sns propias convicciones. La masa, por el enn­
trario,

espera el impulso del
exterior, fácil juguete en manos

de
cualquiera que explote sus instinto·, o 8118 impresiones dispuesto
a seguir sucesivamente hoy esta bandera, mañana otra distinta.
De la
exuberancia de vida propia de un verdadero pueblo se
difunde

la vida, abundante,
rica. por
el
Estado y por todos loa
organismos
de éste, infundiéndole&, con un vigor

renovado
"Sin
cesar, la conciencia de su propia responsabilidad, el sentido ver­
dadero del bien común
•. El Estado, por el contrario,
puede
servir­
se

también de la fuerza· elemental de la
masa, manejada
y apro­
Vechada con habilidad:

en las
manos ambicio·sas
de uno solo o
de
mucho~ reagrupados artificialmente

por tendencias egoístas,
el
Estado mismo puede,

-con el apoyo de la masa, reducida a
Fundaci\363n Speiro

simple máquina, imponer su capricho a la parte mejor del ver­
dadero pueblo; el
interés común
queda así gravemente lesiona­
do por largo tiempo_
...>.
(29) «El absolutismo de Estado (que no debe ser confundido,
en

cuanto
tal, con la monarquía aJ>so-luta, de la cual . no se trata
aquí)
consiste de
hecho en el erróneo principio de que la autori­
dad
del Estado ee ilimitada
y_ -de
que frente a ésta -incluso
cuando da-
libre curso a-8118: intenciones despóticas, J!obrepasando
los límites: del

bien y del
mal-no se admite apelación alguna a
una ley superior moralmente obligatorio.
V. ¿Es CONVENIENI'E AL BIEN COMÚN LA APERTURA A UN RÉGIMEN PARLA­
MENTARIO CON PLURALIDAD DE PARTIDOS?
Replicando al articulo de tercera plana de ABC del 11 de enero c/e
1975 de Joaquín Gamgues Walker, lael Gambra. en EL PENSAMIENTO NAVARRO c/e/ 17 del mismo
mes. en su articulo Los ASPIRANTES A LA. POÚTICA y LA GRAMÁTICA CASTELLA­
~ puguntaba al ciucladano zado>:
. c... ¿ Desea usted reahnente que vuelvan a gobernar loa «po·
líticos» y los partidos? ¿Que tengamos un partido de centro-iz­
quierda, otros demócratas-sociales, aocial-popular, de

acción
de­
mocrática,

de unión popular,
etc., etc.? Que se
alternen en
el po­
der,

que se empleen en mítines y elecciones-monstruo, que
se
pongan m11tnas zancadillas, que pacte~ entre sí, se 'repartan el
poder, que organicen interminables crisis, que amparen huelgas,
que
encismen
y maleen el
paí~ mientras a w;ted no le queda
otra «participación> que la de votar a uno o varios nombres de
calÍdidatos más

o menos
«socialeo o «populares:> •.
,
> Yo estoy convencido de que ese ciudadano medio desea la
«apertura» hacia

un gobierno con eficacia, justiciero y
enérgico,
hacia

un régimen de
que evite monstruosos
.:affaires»
que se traman

en la sombra, hacia una· participación
efectiva en lo que
constituye el ámbito y los intereses de cada
uno ... Pero todo
esto ¿ ha de realizarse precisamente mediante los
partidos

políticos y la demoeracia
inorgánica, como
una
propa­
ganda

masiva nos hace hoy
creer?
Allá

hacia el año 1923
el gobierno de «los políticos» había
llevado a
un

grado de ineficacia
y de ,anarquía que la gente res­
piró con alivio cuando
la llamada dictadura ~el_ general Primo
551
Fundaci\363n Speiro

de .Rivera anuló el deporte «democrático>. El alivio duró aiete
años,
al cabo de los cuales (1930) el tetorno de loa politicos y
sus · partidos llen6 a todas laa mentes. sensataa de 1~ más som·
bríos augurios. El presagio se cumplió -generosamente. Pocos afios
después-los «-político&> se convertían en «militante&> y, caai en
seguida, en milicianos.
>Yo ·no· niego .que los males póliticoa puedan venir también
de otros orígenes que ·no sean -la democr&cia inoigánicá y el go­
bierno de «políticos>. Pero pienso --cc)n base en una innegable
experiencia-que llamar u los incendiarios no es el mejor modo
de apagar un incendio>.
El tema no se plantea hoy por primera ni poc segunda vez.
En 1844, laime Balmes repasando las primeras expe.riencias españolas
del mismo concluía:
« .... Los minls-terios han sido expres1on de· combinaciones de
prohombres .de partido, sin. sujeci9n a una regla, sin 8]111Uaióo a
una voluntad. El partido convertido en
gohierno de

esta manera
tan deplorable,

no
ha_ podido. gohernar ~no con;io -tal: -para eatQ
ha necesitado atender mue:ho a los hombre& y poco o nada a las
cosas; no

ha podido satisfacer
todas las ambiciones y exigencia~
y~
por

lo
misino, ha

dado
lugar a

numerosas
deserciones. Lo
que
91 subir al gobienio era mi · partido, ha degenerado en pandilla,
qUe., aislada y 'desconfiada de alis antiguos amigos, los ha ido tro­
cando en
adversario~ ·y de

ahí
1a profunda debilidad, el exclusi­
vismo, la eóleni
de la iritoletanci&, el delirio de un inoribundo.
Esta
escena se ha repetido en Espafia varias ·vece&, y se repetirá
_otras
muchas>.
"Bn 1929 el plantesmiento, hecho debate público en la prensa,. era ,rwy
parecido al de ahora. ABC. EL DEBATE g LA EPOCA, clemaban en
sus editorit!Jes por 'la formación de-un partido de otden. Sin embargo,. en
su antes citado estudio en RAZON Y FE, Luis !zaga, advertía ( pági­
nas 510 g sigs~.
552
«Ley es del sistema parlamelltario el que obliga al partido que
está
en
los ·

bancos de la
óposición a

fiscalizar al
Gobierno, exi­
giéndole

cuenta
estrecha de sús actos; y esa ley le asegura al
mismo tiempo la herencia de la
posesión del
poder, desde el
momento en que,
coll su labor

fiscalizadora, logra un voto
más
en

la Cámara o
una a su favor la
mll.yoría~. Ese es

el
sistema.
Fundaci\363n Speiro

»Y:.eaa foy, deposita en el seno del partido el germen de las
ambicione~
el

germen de la corrupción pública
-cjue consiste en anteponer sus intereses propios: :......los in ter-eses del partido cifra­
dos en el .disfrute del pader-a lo.s intereses nacionales. Pensar
lo
con,~io es desc~ocer la D,llturaleza hqmamt y cerrar los

ojos
a. la _realidad.
EH.ley es la-qu~ lleva a las Cámaras .aqueUas eue•
tiones

que
se discuten

larga y apasionadamente
sin que se hayan
suscitado en

el
seno de ·la nación, puesto qu!} nacen en el cerebro
. del

político que, o impaciente tasca
el freiio en la oposición, o.
enemigo del régimen, aprovecha tod(as. las ocasiones· para turbar
la pa~ crear conflictos p~licos, ·amenazar,

amedrentar ... Esa ley
es el

resorte
oculto de obstrucciones que
.a
sµ tbm:apo nacen y a au tiempo se desvaneeen; que retrasa indefinidam,ente. la vota­
ción de leyes reconocidas como de
~~cia inapla1able; de la actitud de la oposición gubernamental interesada en que la ma­
yoría no
gobierne demasiado bien,

para .no ver .retrasarse en
un porveni~ ·mdefütldo Sus esperanza~; 'Y dé la oposiciOn antiguber­
namental,
.
interesada 'en el fracaso rotundo

y eontiñuo
de los
gÓbernante&. Ef¡ qÚe la n;iác;1úina, la pieza está deséentr&da y no
htncioÍta ni

puede funcionar
. con no~alidad.
» Y pesa ya demásiado la expe-ri~cia pásada para ~e nos for­
jemos ,U~ione;s.
Y añadía. después (pág. 513),
-4:;Ley es también del sistema padamentario que .. el .G,obierno,
para
mantenerse en el. poder, :,ha. de: apoy~n·se ~ una ·mayoría
parlamentaria~ y -~ ~y()tia 4.entro do lo~ :eánQn~· cláa_icos del sistema, sólo, ee -la pu~en -:dar-las.eleceiQnes, populares. Por lo tanto,. las elecciones pasan, a s~. cuestión -de, vida o muerte ~ara
el

Gobierno que
aspira al-pode;r. ¿Dtjará- eae .partido de utilizar
todos los
medios que au s_itu.aclón p(!ivilegiada le

ofrece para
salir con

bien del
empefio de

formarse una mityoría?
1 No es fácil

extinguir en las.
entr~as de un ser vivo el in.stinto de propia
conservación!
Pero si-gamos con-Jo,5 rectti?nlos. N0s·l~ ha evocado la pluma de Gon­
zalo Fernández de Mora en ABC del H de diciembre de . 1974. con el titulo APR~CES DB BRUJO, del que recorl~os: .

c ... · Azorin proclamó: _«La ·R-el)ñhfica la han hecho posible los intelectuales»,: Por eso 'SC la llamó _ la República de loe profesores .
553
Fundaci\363n Speiro

.¿Cuáles fuerOn los-lU'gume.nto.s .·con que Ortega y sus compañeros
mentaljzaron :a,la, opU,.ión?
V' Desahucio. del,régimeil ...
>2~!! Madurez pá.ra'-la deliioCnicia. Espafia, según «Crisol>, ya
disponía -de· ·(bastante· éapacidad para regirse· por medio de ins­
tituciones liberales>~
:t3,0 Deinoliheralismo. «El Sol» súpone que la Dictadura era
opresora 'Y que-«la 'libertad ·necesitar ser re1tablecida»: ·La Agru­
pación al Servicio ~ la República prdpugna un «Estado qD.ey
por la amplitud·· de· · su -·hase jtÍñdica y administrativa, permita a
todos los ·ciudadanos solidarizarse con 'él 'y participar en su alta
gestión>.
»4-.9 1--ModerBci6Jl ... ·
-:,.5.0 Llamaini~~i(,- ·a la derecha aperturi8ta. La" invitación, un
tanto amenáz~iior~: de 'Azo~ ~8 típica: «Elementos Conservadores,
,8pGya·d ~odos ~ la _Uépúb'lica, y· Do j_u_guéis con, fuego». «Hace
fálta, según . «Cr_isol»~ ú_n pa'rtido de derechas , fuer_te.» Ortega
declara.
que· '~Jia'y' ·que c~ntar .cO~ los ei.pitalistas»'.. Y Para «El
Sob, «1a·· creación del é~ntro Co-.uititllci~nal trae a1 campo de
las derechas

lo que les faltaba: una
deréeha U~iel.igente>.
»6. !! La izquierda europea. Ha~f! que desmontar el recu~rdo
de

la Semana Trágica de
BarceloltB. «Háy 4e escribe en '«El
Sob-una España avanzada, hermana de las grandes izquierdas
,·eúropéós, que, ·hoy c·bmo';&yer,·m.lbi á1ÍD..hoy que ·ayer, tiene fe
inquebrantaiile eii lall Sólucibnes ('lenaménte democráticas de 109
problema& plall-teados·en la vida·naeiónal> ..
'»7~º ·,S:emólÓgación ··Con 'EmOpa; :«El ·Sol> exigía que se bi.
eiera to·do· lo·· pos-ible (para· qtie' España no vuelva· a - ser una
excelte"ión· en 'la -Europa

libre
y eulta>.
· >8. 11i El. Ejéteito ne-lltrél •• ~
«Con tales eósalinos~ los aprendices de bnJ.jó convocaron a
los espíritus y no supieron dominarlos. Rec0rdeDlo8 · QUe pronto
se produjo

el incendio de
iglesias, el asalto a
la Prensa monár­
quica
y la proclamación -del 'Estado catalán. Poco después ··se "des­
montai-on Dlillarea
de

ayuntamientos para
sustituirI.os arbitraria­
mente

por comisiones
gestoras, generalmente marxistas. Así · se
prepararon las elecciones que dieron a los socialistas la cuarta
parte
de;Ja Cámara. i..a:-Léy de Defensa de la-República dejó fue­
ra del
juego· a

una
parte-·de
la oposición.
Conflicto&· sociales en
Fundaci\363n Speiro

ttopel. EJ.. Gobierno -'-8.go&to de 1932---suspendió 'll4 diarios. Al
triunfo
dé '.la.CEDA ·se·:reepoildfó cori ·1a'. huelga ·genéral r'evolucio­
naria

y la subversión de octubre de
1934: cuatro mil

víctimas,
voladura
'de una· parle de Oviedo ·-y .asedio del autotitulado Go­
bierno de la &pública· Catal~ -que se entregó tras un balance
sarigrientO. Finalmente, el Bilesinato del -jefe de

la oposición,
Calvo&telo, aínenazado en ·las COrteil por el púisidente del
Gobierno.
En la edad contemporánea no. habíamos: llegado nunca
tan·
bajo.·
,Los ideólogos trataron dé· rectifcar. «Si sé qué triunfa la
Repúhlica.--iio voto>, confe86 &rgamlll. · -Ázoríri, sorpr-endido, de­
nunció·
el «seélacismo· y· la - polítiéa · de -0dios». Ortega-· protestó
cólittti· «-esa República carhoilaria,' peluda-y-gestlculánte que

quie­
. rei1 bacern~s>, y··en septiembre d6 1931 lariZó ·su fanwso «no es
esto, no

es
esto>.
Por: otra parle, como ha dicho AllgUSto Aio!a;; en su carta el Director
de LA VANGUARDIABSPAAOLA, publiceda en este diario ba,celonés
el H de enero de 1975:
. «Hay partidos patriotas Y partidoif ttne ·quieren: aeStruir la pa­
tria; partidos ~que· quieren distribuir' la -prÓ'J}ieclad y pé.rtido,s que
quieren co118ettarla;-·hay' ·partidós :tJ"adicionalietaS· y·-partidos re­
, ·vólucioriarfoll:.- Él
-«nazi> >era:, UD-partido~ se llamaha -'·«National­
Sozialistische · Pártei' Detttsehland8»;
Partido· -Nac'i:o'nal-Soeialista de
Alemania.·El 'connm.iet& ·es -'-ttD:-pártido,: es -un::parfido el ·conserva­
dor'
ingl'és, ·él· S(reWista dé M.· Mitterrand ·es· un·· p&rtid()· y es un
Dartido'·el crisiialld•demócrata -·de 0:Adenauer. ·No· Pfflce, pues,
q'De · tengb mlleh<, -s·i6ntido, atribui'rlé- a· tOdt>s · Joe partidoe1 ·11na mis•
· ma ideütidad>.
Los votos son la regla del ¡uego democrático. Su mayor número decide.
La /eg·,·adtni.ivs del abo,to votada pa, el Congreso y -el Senedo en
F,ancia ha hecho reflexiona, a algunos. BLPENSAMIENTO NAVARRO
del 1 de diciembre de 1974, en el arlícalo firmado.pe,, Guillermo Al'""'°
del Real, ABORTO.SOBRE EL TAPETE: •• .YERDE'i-écoge' algunas observaéioties:
« Ya lo han vilito ustedes, La Asamblea francesa ha echado
su
partidita democrática, · jugándoSC · unos cuantos millones de
vidas.
humanas-·-al
juegueeito' ese 0de·los,'votos. La a·gencia que
nos
da la -noticia-· hace· unas itllDtualizBcionéS, ta'n-cú.riosas como
estúpidas,- 11obr-e números-. de -votos; 'J)artidOs, personajillo~ para
quieftes'·estó ·es una,:.semivicforia
o una··semide'rrota, · et-e. En fin,
Fundaci\363n Speiro

-c:,o_nsider.aci_qne¡; de baja politiquilla de -grupos y grupito&t bai-­
lando _sobn, __

la
matanza de ino~n~ ,legaliz•c:la>.
«No
sé _si es.os padam~tarios del .~drama_ de conciencia> ha­
brían, consentido juga_rse _{a-loa dados o a.los-votos) a sus moje,.
res o sus hij_as con· los otros_ miembros de la Asamblea. Me
inclino
a creer que
bastantes-de ellos sí. Y, ademáa, sin problema
de
concienda. La

voluntad popular, la
fuerza del aufragio que les
llevó

a
la sala de juego, parece que les releva de_ toda aujeeión
a.
la ley ·moral y lea autoriza para hacer de su democrática capa
un no menos dei;eocrá~o: sayo·. La conciencia y todos_ sus posi­
bles
dramas
y.·problemas fueron: en

su día canjeados contra
un
montón de papeletas eleetqrales, .igual que _ a _la e.-.trada de un
ca&ino o garito-se canjea el dinero de curso. _legal-por_ ~s fichas
correspondientes>.
«Si ~ualcptler ~lía de estos o dé los venideroa, _usted, amigo
leet()r,
·o yo, o todos nósqttos, somos convocados dei;ñoerátieamente
para

decidir alguna de
eses cuestiones
con
n,uestro voto ,(como_
ocurrió en Italia con lo del divorcio) o para elegir REPRESEN­
TANTES entre myas fa~tadea pueda e&ta-r la.-de ckcir

SI o NO
.aJa. Ley-de:-Dios, ¿a~eptar:emos-la partida?. ¿Nos senta,remoa en
~rno al tap~te verde? Si nceptamo~ si· ~mo_a .4 jugar a eso, un
mínimo
de decencia nos
ehligará ;a guardar .. escrupulosamente las
reglas del. juego,- :es decir a_;aceptar lo ,que salga de la timba de
los votos, ,-unque lo que-sal-ca seaJa no,-existencia de Dios (enes­
.
tión sobre la

qne
YB-Sé ha,votado,alguna ve111).oc la conveniencia
· de imponer .graválllenes a h.s .comunidades de, -clausura, para in4
delliniiar y:__socoqoer,,a las_~asas-.de lenocin_io con expediente de
crisis. Las cosas son así; o -se juega y se· cumple o vale más
romper la baraja>.
No olvidemos que -el sistema se :basa en una ficci6n,. c:orwertida en
una creencia de ·tipo pseudo -religim.o.
El propio Antonio Gamgues lo reconocía en la tercera página d,, ABC
del 12 d,, febrero d,, 1974, bajo el titulo TEORÍA DE LA REvoLUOÓN,
«Las r.evolueiónes, y más -cuanto más radicales, s0n siempre de
tipo religioso. No quieren: reformar .o ·mejorar· er orden estable-­
cid.o del que -reniegan -y_ al. que condenan radicalmert~ quieren
cambiarlo. Marx decía: «No· venimos

_a Comprender la
sociedad,
sino
a cambiarla.> Ofrecen una· nnev'a tierra promCt.ida -que ma­
nará «leche y miel>. Está tierra sólo puede ser pisada7
Fundaci\363n Speiro

alcanzada por uit hombre 'también «nuevó». La finalidad pro·
fuitcla de

toda revolución,
COmo de

toda
religió~ es, aunque de
distinta manera,
renovar al hombre. El fermento del hombre
nuevo lo representan los
«creyentes» en
la
«Revolución>, lo&
que

tienen
«fe> en ella. Esa fe, que como toda fe es una espe·
ronza·
de

lo
que nó se ve, de lo que no se alcanza r~cionalmente,
la

predican
y la· expanden los «eréyenteo revolucioD.ario& por
todos

los medios de difusión cuan·do no
estáii en
el
poder, sino
f'tD la lucha por el poder>.
«El
Contrato Social> nace
de la ficción de que en
]a· sociedad
humana, todos
y cada Uilo ponen en común sús personas y 8118
capacidades, constituyéndose Como partes indivisibles de un todo,
colllO miembros·

de
un cuerpo del qlie mana la «voluntad ge.
nerab, que es ·como la cabeza de ese· cúeri,o. Se trata· como de
una
transcripción' laiCB del Cuérpo Místico de San Pablo, donde
el lugar
ele -Cristo

lo
viene a

ocupar la general». Esta
voluntad
general no ti"ene nada

que ver con
· la

democracia. Al
contrario.
Es el fundamento -del despotismo moderno én virtud
de esta
«escalación>: el

hombre
del contráto social es, un

hom•
bre libre, liberado de
todá otra

soberania que no
sea la propia.
La razón· «riatnral» -de eate hombre riuevo que ·ha reencontrado
su propia nattiraleZa -no · puede dirigirse más que al «bien>. La
voluntad general lo que
hlll"á ea
convertir
y consagrai-, integrán­
dolas,
estas razones
individuales benéficas en

una
«razón uni•
verital> que es la expresión o maniféstación del Bien común.
E.te Bien~ con mayúscula~ es el nuevo Dios>.
«El
dios
de la
R~oluci'ón es también Omnipotente. Al re­
belde corregihté· 1o somete a la voluntad general, lo fuerza a ser
«libre>,
lo reeduca. Al incorregible, lo destruye. «Rousseau había
escrito:
«Nada de esta tierra

merece ser comprádo al precio de
la sangre humana>. Nada de esta tierra,
péro ·de la

vieja, no de
la nueva. En la nueva
la pena

de
muerte se justifica

así:
«Es
para

no
ser víctima

de un
asesinO, por
lo que se acepta la muer•
te si uno llega a serlo:i,, (es decir, si uno llega a ser asesino en
virtud de
su rebeldía
a la voluntad general)>.
La «voluntad general», ¿realmente existe?, ¿cómo se formal. ¿Corres­
ponde a una opi.nión-fundada, o e:s fruto de una «mentalizaci6,r, desde
fuera del cuerpo electoral?
&talDislao Cantero, en su antes citado arti~c, SoNDEOS DE OPINIÓN y
DBMOCRAOA, ahonda en el examen de un elemento inherente a la deme,.,
557
Fundaci\363n Speiro

erada moderna> la llamada «opinión pública. Sólo la verdad de esta opi-­
nió;,, podría fundl;!lnentar la de 81:lU;f!l régimen conforme sus propios prlnci-­
pios. Pero. leemos algunos recortes de ese erticulo, par_a ver cómo hoy se
intenta. conocerla:
458 __
«Par_a,_
conocer e&a opm1_on generalme~te _se toma una parte
de la
pobl8.~ióU: _ má~ o menos amplia y

más_. o menos_ represen­
tativa
(~epende de _quien lo realiza)~ a . la ~e, mediante una
serie de preguntas, se averigua, al _meµos eso dicen, cuál es el sen­
tir

de
la población (o de un &eei:or · de dla) sobre el tema en
· cuestión>,
«Pero

esto
ti~e _ graves inconve~ien~Cs. Así.. ias respuestas

pue­
den
estar, i~plicitas y

casi
determinada& en

las
preguntas -y
de ~echo esto ocurre harto ,frecuent_e~ente----, con l_o qu~ mediante
el sondeo de.
op¡'nión e:11 lugar de ave~guar . un sen_tir, lo que
se hace es
~ormar desde «t1 .exterior una_ opinión totalme~te ajena
a
_ la qÚe teóricamente_ d~biera tener
la
persona, sea · aquella

la
que fuere. El
mal· que·

esto puede causar
es evidente.
Basta
para
ello

que_
,quien -dirija los_

sondeos ca_rezca de escrúpulos. Quizá
sea
éste un

mal y un
rles~o n~cesario ~-c~~re_r dentro de la socie­
dad de
~~; cfaro que, -e~ ese caso, l_o mejor seria e;li.ininar la
cau!la que __ lo

genera,
cual _

es
esa mjsma sociedad -de

masas. Pero,
de -cualquier-
modo, _ esta ~~ipula~ión '1e la masa, pU,es no se
trata de. otra
cesa, ayuda1;fa" eficazmeÓ.te ~or la -prensa~ la televi­
si_ón, etc. -que ~on-~n s~ _dar~e cuenta

a
,su propia_
perdición-,
de~iera llalll8rBe . «mentalización» de._

la
opini!)n, y no_. sondeos
de
ella. Aunque, ,
pfo~lemente, el-mi~_mo término opinjón. debiera
desecharse," Puesto que

para que pueda
signiffoar algo,
para que
pueda; tener algún valor, ti-!'~,e , que ir-unidÓ a -la-reflexión, al
conocimiento, _a
, l~ ,respon_sal>ilidad ..

_Y
estas características de

la
inteligencia human~_ cada. rez las .4esconoce más el

hombre ma­
sificado. Por otra parte,
.Y a ello nOs referimos principah:llente, los son­
deos de

opinión expresan_ la falta _de
_,conocimiento _existente
en
to;~o al· ~ntir de

la
·poblaCión, pues
-
de-lo -~e se trata con
tales sondeos,
al me~os. _cara ~ exterior (puede . ser. tan sólo un
medio
democráti~o de a~allar voces o de llamar a-· la 4::participa­
ción»

), es precisamente
de averiguar ese sentir.
Políticamente
in­
dican

que los cauces
democráticos arbitrado_.s no· sirven
para ma,
nifestar. el
verd~ero· sentir

de- la
_naci(,n, pues
en
ca~o contrario
bastaría

con acudir a quienes,
según la der:,nocracia, son l_os porta­
voces del deseo .na,cional. (Claro que también podría .oc11rr-ir .que
ese deseo; -_ese
sen_tir, .fuese
totalmente
inex:iste1_1te, pero
en
Fundaci\363n Speiro

Cse caso ;.._gi · no alcan1111d0,1 muy ·cefcano en la sociedad de ma-
988-'--, ¿qué· queda de la democracia? ¿A '(lué se reduce ésta?
La conclusión d6 su iiieXistencia o· del engañ.o a que se ha llevado
a los hombres no es, 'ciertamente, aventurada.) Tenemos, pues,
una ilustración
de' la
ineptitud fundamental
l)Or parte
de la
orga•
nización

política democrática para
ser_ realmente expresión del
vivo
&entir de un pueblo; podrá ser, si se quier~ «expresión de la
:v:'?lunta_d general», _pero por Ja •·bstracción de. tal entelequia, no
será, realment~-más que la voluntad, al mi~mo-tiempo totalitaria
y clfmlBgógica., _de los g~h-;iemos . parla:mentar,os>.
« Y -no podía ~er de otrQ. modo, puesto que, la democracia mo-
,
derna,

_producto. de la
Revoluciól)._ francesa,
que
-c:OIQ.O señaló
Tocqueville-:-acahó con

_los
Qrgaµismos_ naturales de la

sociedad,
fruto
· de la c~n,vive_nci11 · diaria 'Y _ del _mu~o ~onoci_miento, así
como
de
la tradición de l~i,.pueblo_~- sig\liendo-s_u~ mismos pasos,
ha querido establecer la repr~ntación política basánd~ee en el
total
desconoc:imiento entre electo~e8 y -~,~idatos · y ~tre unos
y oµ:os entre s:í>.
«Es-posible ~ue_ en una ~oci~d ,eomo en -la que vivimos,
cada vez
más ma.sjffoad~ los· sondeos ~ _ opinión sean el único
sistema de ~veriPar ese· sentir del Pi~hlo; , pero, _ip.cluso en el
difícil s-q.puesto de qq~ se consiguiera _averiguar, no puede olvi­
darse
que tal manüestació~ por
provenir de
bombees masifica­
dos,
desarraigadOs, será

inevitablemente
voluble y caprichosa».
Estamos en· el terreno de la denominada' 'CiÍusión política>, según la
denominó Jecques Ellül, en' la 'cual is '1megen sugeriila suplanta al propio
razonamientó y los stDgam o-tráses"!iethtis.'sustitu.y'eti'á lotiprindpíos obte~
nidos por el conocimiento peofundo de 18 realidad ·de · 1as COS8S. En una
entrevista que Michéle P-edericÓ ;Sci:at.c:a. Concedió a José· Luis Carrasco­
sa,
y que LA A'c)TUALIDAD ESPA§XJLA, publicó el 5 de diciembre de
1974 en su sec:ció~ Opinión Púb1icai, /Utestro amigo y mlreStro subrayó la
superficialidad y eÍ sinípÍismo que desde tos · medios de cCfflunicBCión do­
minan en nuesh-a soc'ieclad sdu·al..-Recorltirf!mOS algunas preguntas del
periodista u ~º esencial de · zas -~~estas cft!.e S~a dio a ell&:
«·..:...¿ Cuál es· él juiéio de: un -filóaófo e'obre las grandes corrien­
tes de'·apinión
(flle· ae' origin-an en la'·pi-ensá?
--»--Antes de·'nada, ·debo ·decirle que nO tengo iiada-en contra
de· lds· :Í)eriodistils ~~= hecho, leo: la preiu1a· con frecuencia-;
pero creo ·deteetar toda una ·invitsión·de ·superficialidad' al tratar
muchos
telllas fUDdaméntales para la Humanidad. En Italia por
559
Fundaci\363n Speiro

~60
ejemplo -para hablar de mi paí&-, lo he podido comprobar
durante
la batalla sobre el divorcio. El planteamiento de los par­
tidarios· era: «Si usted quiere el divorcio, es -«progresista>; si se
opone a él. es .... Desde luego, debemos estar muy
pobres
de ideas cuando
con e~. argumentaCión han logrado con­
vencer a
una mayoría>.
«-En résumeÍl,. ¿la prensa contribuye a· ci'ear estereotipos, jue­
gos

de
etiquetas, etc. -?
>-No sOlo la prensa; esas Simplificaciones 11e originari casi siem­
pre
én -nna soéiednd superficial y decadente. Fíjese que, en la
Corte de NeróD¡ Séneca,
·e1 estoico, era calificado· también de
cr~accionario:»: a

mi
in.e parece que reaCcionaba, en efecto, pero
contra él vicio y la córrupeión corieaaliá.
>Cnitndo
se

·empiezan· a utilizar
esaa etiqueta~ nadie sabe, en
el

fondo, qué
significan. Preste
atención,
por ejemplo
a ese mito
'tan difu.ridido del-«inundó moderno>. Yo no conozco a ese «hom­
bre
modemo:i-, nadie
me lo
ha presentado; en cambio, le conozco
a usted, me conozco· a
mi y a las personas que

nos rodean.
¿ Cree
que existe una gran diferencia entre las aspiraciones fundamen­
tales de

un griego
clás,co --tj:ue huscbba a

Dios, el
·bien, la
feli­
cidad-y

las nuestras?
Si algllien responde que sí, demuestra
una ignorancia
trémenda. Basta
leer los
-diálogos del
Platón ..
.>.
«-Sólo rige el criterio personal ...
......jEn este subjetivismo, cada uno «justifica» lo que quiere:
no _hay verdad, sino
«verdades>. Np
hay que
tomar partido
por
nada: los
ideales, la fidelidad, el compromiso ~or mucho que
se hable de ·ello&---o están de mú.
>A
nadie se· le
oculta que
·debajo de.
todo
esto .está
el vacío,
el aburrimiento y
el asco ... En el fondo de muchos movimientos
de
contra

el
«sistema>, -contra las
hay

una protesta
inconsciente contra
el hombre
miamo, que ha
llegado, al prescindir de Dios,· a una sihtación de hastío interior
insoportable,
a un humanismo inhumano>.
«-6in embargo, algunos de los representantes de este estado
de ánimo
-Sartre, Camus, etc.-~ han sido · muy leidos _
>----Esa
ola ir-á'"lfflHpareeiendo. Han debido su éxito a una cul­
tura de corununo, porque SO-n autorés fechados. caducos, efíme­
ros .... ;

cuando
pasen los años, nadie les reeordará, porque

sólo
han llegado a la ·negación, nunca -éonstmyen, a la destrucción de
valores· que _no
sUStituyen por nada. No
-han
sido filó.Bofos porque
Fundaci\363n Speiro

no han buscado la verdad, sino «su> verdad circunstancial (y loa
marxistas, que
a.da vez convencen menos.;. no

se limitan a esto,
aino que. imponen
dogmáticamente esa verdad eil los rcgímenea
que logran conquistar). La consecuencia ea que el hombre se ve
encerrado.
en el sinsentido de un
absurdo-que
no
trasciende la realidad terrena para abrirse a Dios.
>Todos estos
autores

irán a
JD.Qrir en
la
Historia ".""""'Cementerio
de las culturas caduca&-, en la que, sólo sobreviven los--clásicos •. .>.
VI. -LA APERTURA A LA DEMOCRACIA LID-ES.AL
Con el título'-CoNTAMINACIÓN y DEMOCRACIA. José Afmda Guillem en ABC del 29 de Junio de 1974, fo<,nuló algunas ci,se,vedones acerca de apertura hacia el .sistema ·de Zm llamadas dembcrscias. occidentales.
••
«-Ahora se habla mucho en España de aperturism.o. Me pa­
rece muy_-bien si eso significa el abrir la puerta a la hidalguía,
a la _generosidad. El abrir un
n;iejor porvenir al pobre, un hofi..
zonte

de
esperanza al que suhe. En fin: la apertura a todo lo
que
sea bueno,

noble
_y elevado.
»Perp la

apertura tal como la entienden. muchos
es mezquina,
tan
limitada que no

va
_más allá
de lo
que llaman
democracia en
el resto_ de Europa y en los Estados Unidos de Norteamérica. La
democracia para
ellos es el suf~agio universal, y después todo
permitido
mientras no.
se atente
al
progreso técnico
y material;
de
lo moral, nada: todo libre y a merced de cada cual.
> Y yo preguntaría a todos esos que se encandilan con las
id~as
que
nos vienen de
'fuera y que, por otra parte, 1101;1 'hijas de
un
liheralil!lmo transnoehaeho con más de un siglo de existencia:
¿qué
democracia? ¿La de las salvajes matanzas pepetradas por
los
, la

de los
magni(:i,aios que
quedaron
impunes, la
de

la
discriminaCión raeiatl, la

de las
~olaciones-a las mujeres
que se atreven

a
salir de casa al anochecer, 18 de los. avisos en los

hoteles de
que hay que cerrar la puerta con dohle vuelta de
llave
., .. -echar el

dispositivo de
seguridad cuando se

entra en la
habitación?
>¿Qué
democracia? ¿La de esas supertécnicas y progresistas
:Q.aciones
que

fabrican, con
la tolerancia
de
sus Gobiernos, tone­
ladas

de
p01;nografía para exportarla al mundo entero?
¿ Qn.é democracia? ¿La de esos Estados titubeantes respecto al deber de autoridad que han abierto el camino, por falta de ener­
gía

y de ejemplaridad en
el castigo~· para que el secuestro, que
561
Fundaci\363n Speiro

·comenzó · siendo un hecho . espOrádieo, haya -tomado carta de na
tur.aleza y

hoy
sea-el más-gran··negocio· de

los
delincrielitee al
por
mayor? Y
es que

todos
los riegocios proliferan

cuando las
cosas
van

bien para-
el negociante.
Los
asesinos· se
frotan las manos:
si todo-~ale bien, millones-a porrillo,

y en· el
caso-d.e·:·que algo
falle

y tengan que cargarse a uno
.'o varios
inocentes
les espera
una
cárcel ñuoianitaria donde,

mientras
comen gratis a ·expensas de

los
honrados
: coníribuyentes, suefian con la

liberación, que siempre
llega de un modo o de otro.
»¿Qué democracia?

¿La de
ese Gobierno
que ampara
y ha
dado estado legal al aborto
y· permite que los médicos·- de ese
país

envíen cartas a sus
colegas de
otras partes· del mundo invi­
tándóles a. que

-manden a
las mujeres
a
sus clínicas p&ra librarlas
del
,embarazo? No

sé lo que
hahrán-·respondido los compafíero& de
otros Países, .pero los espafioles han reaeeioDado enérgicamente,
denunciando
el
hecho_ inclu~ por la vía diplomática. Y es que
en
esi:as-·Iatitudés nO-pDdemóS ·colllPrender a esa democracia

hi­
póérita··qlle· por un' lado recl:ia~a la Í,ena··de muerte. para

los
crimm·aies convictos

y
·confesós y· Í;tor ~l ·c;Jo autoriza el·_ sacrificio
de··sel'es -humanos in~certté:s, que· s_~ ~djudican· el título de defen­
sores de
los derechos

del
·homhi-f: -en eSCiito·s y dei::laraciones, pero
"en la·"práCtica suprimen el_ der_echo más sagrado:

el de
nacer.
»Tengó
·en

la-
mano. 1~. e&tadí8tiéa de la-Organiz~ción Mundial
de· la.

Salud y
~n -.ella veo Que eii los paísfls- más ricos y técnica­
. nierite. avanzad.os
de

Europa el -
Índice· de suicid!os: por
cien mil
habitantes es ·cuairo veces ··in:ayor que el

de
Espafia. · Creo

que
es-tó· 8e eixpliea Por el cOni:r_tl~~tido que existe· entr"e los alardes
teóriCos de ésas democracifls · Y lo . qu:e sÓh en realidad. Quizá los
que
f!e _suici'.dan ··sean hombres que nO" hayán podido· ~esistir el
ftaca&O ·dé esá felicidad· ·y de ··esa libertad que se 'les prometió.
» Yo,

que me
sien~ · ·()oi-lo menOs- · tan ~ivilizado ·cómo cual·
qri.ier··ci~dadiinó diStirigui'dO.de_ eSe ~pode:
países

que se creen
la
«élite Dlllndia'l», Pienso que la democraCia y,

sobre todo, que
la libertad es alio más hondo? inás traséendenla_l, que va mucho
más allá de las
U!nas y de 'las _papeletas_

de
votaci&n».
Sin embargo, no falta ya hoy en el mundo democrático· de los paises
·más·-_ &sárrollados, y cóhcretamente en Suiza, , quien · piensa que, en ellos,
la· Veleta de la moda está· girando. Así lo ha ~crito CLaiude Monnier, con
el titulo LE TEMPS DE 1A RÉACTION, en JOURNAL DE GBN!J:VB del 8 de
énero de 1975, de ·cbnde tradu:cimris "!Os párrafos que siguen: . . ' ..
«... nos parece clarO que, en la hOra actual, la inoda ideoló-
562
Fundaci\363n Speiro

gica está otra vez en trance de cambio de dirección, 'y que el
tiempo
de
la "reacción", está en trance de instalar&e eiltre n:os­
otros».

la escuela "democrática" era bµena; hoy
c~a cual aspir_a _por una escu,el.a diseiplinada. ~yer _la religión
dd:tía ser social, hoy deh~ vol~er: a _ser ~pirituaL Ay~ : la suerte
del
.ter.c~r ~U.lldo. parecía con_ -~vid~ncia· cQ~ _algo dé nuestra
_ res~onsahilidad~· _-h,~y vi~ne _p;e~tá~u;lose cómo' 'se pudo mante­
ner

_
una. idea

tan
'antinaÍural._ · .A.Yer pret~~(Uamos s_; abiertos al
mundo~_ acogedores,

liberales:
, hoy
henos ahí
na,eionaÍistas, en­
diahladamente
prudentes, conducid~s "a la introspec_~i!)n, y

así
sucesivamente,
en todos

los órdenes de la.
'?,da».
-Una vr.sion panoranuca de las e.xperlenciats h~tóricas, nos percata de
que -las democracias sólo han podido fructificar en muy escasos momentos,
que -han-sido previamente. áureos; ,en· los cual.es-E:t"an.·'sbundantes las vir·
tu.des
cívicas,

la
cultur~-.la riqueza y -el bienestar; generál O-fácilmente
difundible
.a todas las capas.sociales. Pero, en-.tod.os estos períodos más o
menos largos en esas democracias fuerdn desarrollándose unos gérmeries
patógenos _que finalmente. destruyeron aquellas virtudes, Vulgarizaron la
cultura, prostituyéndola, y malgastaron · la riqu.Ua, · acabando con el bie-­
nestar.
Estos gérmenes .protógenos -hipe.rlrofiim . las aspiraciones ele lf.,.,
bertad y de igualdad, deformándolas con la ayuda de los·demagogos, que
-siempre' proliferan cuando las 'sociedades , se m,asificsn. ;r ccmdw:en la
organización -política -hacia la anarquía; que -siempre-ha terminado ya sea
-en la destrucción, o con la conqu~ta por el extr~¡ero, ·o bien en una
tirat?ia.. ritás' o-menos demagógica según fu~an -más· o · menos fuertes las
células de poder itidepmdientes del poder -supremo que éste quisiera des,..
truir para imperar él ~qolo. ·
La demOCt"ac:ia conteinporánelt,, lleva ·ya estos gérmenes éh su propia
ratz rousseauriia.na. no sólo inoculados sino ihcluso -institucionalizados. El
liberalismo y el social.ismo, con todas sus recipt'ocas· contradicciones, les
son inherentes. A veces se desat'l'olla el primero en forma -de una enfer-­
medad
que amenaza eón destruir toda la sodedad,, disolviéndola, y otr&
veces es el segundo el que ·produce una · fiebre que amenaza- Con acabar
m&ificando con Una manipulación
totalitaria actuada mediante la combi·
nación pseudocientífica
que llamamos .tecnocracia.
Veamos; en primer lugar, -cómo ·las consecuencias de la apertura. cada
vez más insewmta,· .al primero de esos virus, es decir,-al liberalismo ideológi ..
,co·son denunciadas-desde Francia., en·el articulo de Jac Smcms DES LIBBRAUX. publicado en L'ORDR.B FRANCAJS, núm. 185, de
563
Fundaci\363n Speiro

noviembre de 1974, del que t'ttorlamos y traducimos seguidamente al.­
gunos párrafo,;,
Reitulta reiterativo enumerar los hechos que atestiguan la com­
plicidad de
fos liberales
-
y los
revolucionarios.
Esta complicidad,
consciente· o

inconsciente,
está paten~ tiene

lugar cotidianamente
y eri todo·S los ámbitos.. ·y a Ílo asombra a nadie y deja indiferentes
a los
~oder&dos Como a

enfermos
habituados a
su
cáncer.
El

gobierno
suhvencioiia a
los
· diarios de

opinión. A
ese tí­
~o
L'Humanité recibe p_G·r lo menos dos Diillones de francos. De
ese modo ¡ cada contribuyente concurre, así por fuerza, a la puesta
a

punto
de la máquina de guerra que debe destruir nuestra so­
ciedad!'
Un

buen
liberal no_
se indigna, ¿acaso no deben ser
res­
petadas

todas las opiniones? ..
.».
«El gobierno transfiere cada año dos mil millones por lo me­
nos, a

la C.
G. T.,. y otró tanto a la C. F. G. T.-Ambos sindicatos
revolucionarios
no tienen otro objeto -sin
que por su parte,
tt:ngaÍl dificultad ·en reconocerlo-que la destrucción de la so­
ciedad liberal llamada "capitalista". Su acción cuesta cada año
al Estado, y
por lo tanto a los contribuyente~ surruis giganteacaa,
en

horas de trabajo
perdida& por culpa

de las
huelgaa, sin contar
los
efectos más graves. aún del desorden que paraliza el país.
Pero
el principio liberal quiere que el Estado no haga distincio­
nes
entre sus amigos

y
sus enemigos. La e:xperiencia demuestra
que,
ante todo, ayuda a
sus enemigos.
>El ejemplo del gobierno es seguido con largueza por el mundo
de
la industria y del comercio, A la fiesta de L'Humanité, en· la
Courneuv~ bahía numerosos· stanth como el de la B. N. P., de
Ricard, de
Triganó, y

bastantes otros
más.. ¡ Qué no haría el jefe
de. empresa

liberal para atraer a la clientela! Así las manifesta­
ciones revolucionarias adoptan, cada
vez más, la apariencia tran­
quilizadora de las festividades
oficiales, de

estas festividades a las
cualest los moderados

prestan una acogida llena de simpatía. El
Partido comunista atrae suficiente número de curiosos y de adep­ tos para que haya
ocasión de

ganar dinero; el .
mnndo de
los
negocios y las_ finanzas está pronto a ayudarle si puede conseguir
algunos beneficios.

Afilemos
el cuchillo

del degollador
qm; antes
de -degollamos, nos dará una gratificación por haberle aguantado
su útil

sobre la piedra
-de afilar.
_ »Cada vez. más las empresas, grandes o chicas., confían en pu­
blicidad a

agentes
que colocan sus anuncios
donde quieren, sin
ningún-control.· Los hallamos

también
en las
revistas . de Comités
de
Empl'esas én las: cuales se

explican tranquilamente las
fases de
Fundaci\363n Speiro

la lucha contra el patrono, lo que nada tendría de particular si
el
propio patrono
no publicara su·

publicidad- ·en la misma ·
re­
vista. Entiendase bien, toda la operación · es financiada por la
publicidad y los revolucionarios pueden frotarse las manos; paga
el articulo
el mismo patrono que es arrastrado por el lodo. Apa­
leados, cornudos y contentos: los Sganarelle: no -faltan en el mundo
industrial
>Otro
ejemplo

reciente me parece abrumador para los
griµi­
des patronos liberales. El Centro de Estudios y de -lnvestig.-cio­
u~ que se titula Hwnanisme et Entreprise, publica-un boletín
en
el cual .se reproducen las conferencias pronunciadae ·por· "es­
pecialistas"

de la economía
y de las cuestiones sociales. Bajo la
cobertura de
"investigaciones' el esquema liberal es normalmen­
te
criticado .en
f~vor de

la
opció11 socialista.
.
.>.
Resulta.que en ese bol.etín. cottesppndiente al me:s·de septiembre último.
~ ese ~nt(O patronal de tendenci8.$ liberales ...
<~ _análisis es comp~tam~nte marxista. · :Loa objetivos asigna­
dos: puesta en cu.estiQn, de .la, jerarquía, desarrollo dé. la "oon­
t«stación", lr:ansf~ren~a de _la acción .al _plano.p1)lítico, p_uesta en
marcha de la. au4tgestióq, son e,q>uestaa clal;Rrnente con:-.o eviden­
cias.
He -~hí_ las en~n~•s .que ecm,· la :ga~tía.,~rap.quilizadora de
los
g11andes patrot;to~ se proi;l¡gan._ a los aliµnnqs del .Conserva­
torio de Artea y Oficios.· -H~ _ ahí los organismos. qu~ -cqnsciente o
incons~ente_niente, f@tUJeian.-l_oa. _jefes -d~.-emprc;~s:tt.
»Catobleplás, ese l;Ulimal mítico .y·,,_eatúpi~o que· ru,,. __ -devoraba
a sí mismo, ~in duda sería un liberal>.
Parece que aqu.l ocurré algo parecido. Lo c;{fmo es que, como 4:ice Au--­
gu,lo Assla en su referida carta al Director de LA V ANGUAI!.DIA BS-
PANOLA, -
«Una de las cosás más enigmáticas y desooncertantes, sefíor
director,.

es
que habiendo· sido én ·este páís los empresarios,

la
gente de
negocios, los. iridustriales, los téci:iicos, quienes han

he­
cho el milagr-0, si hay . milagro, de-tranJformar España de un
país
rural en un país ind1111trial, bi · verdad es que· nadie parece
habérselo ".agradecido' y

todos
los · grupos, cuya organización ha
sido
permitida a:hOra, lo mismo los nacionalistas que. los otros,
si- se
disputan algo lo que se·.disputan .es-a ver cuál desacredita y
·ataca más décididaniente la iniciativa priV8.da, el rieego-empresa~
rial, la aventura mercail:tib.
565
Fundaci\363n Speiro

VII., LA AJ)ERTURA,,AL-SOCIALISMO POR LA-REAIJZACIÓN ,DE SUS _CONDICIONES
, . , :;ocro-ECONÓMICAS.
¿Ei 'pc)sible ·. cqnseguir la .. inst~ación .. cJel_ soci.alismo -en Un régimen de
libertad? ¿Cabe .. llegar a él sin necesidad-.de .una revolución violenta? Aun
en este último caso, para que ésta sea eficaz, ¿es preciso' esperar, a que se
hayan -producidos las condiciones soci~económiéa;s necesarias para que
pueda lmmfer 11 afianzarse?
Este último, criterio fue sostenido pw .Marx. El librito de la colección
Bordas Pochl', de Roger Mucd,;.,lli, LA,SUBVERSIÓN (Paris-Montreal, 1972)
nos.-lo narra. (págs. 19 y-sigs):
de Chenu
Les conspi,ratúms, afirmó sin vacilar su desacuerdo con
quienés ·tie:neri unil · écince])cióri. Voluntari·sta de

la
révolucióD, de
qui-enes

creen en la·
posibilidad 'de -aceler'ar Por la con$piraéión
y

el golpe de Estado la
marcha: de la

Historia hacia la liberación
de ·la-'humanidad:-- "'EstoS·•·alqtlimisttfs de ·lá tÍwolueión -escri­
bi6-·il'een eh eI;mil&gro" y· ·no··se ·dan C'ueritá de qttel "existen
,, condicl.ónes
en

las
·cuáles''es im.i,osible eUalQuier revol1ie'i-ón pues­
to qne·'le·faltal'ían sus ·basés'•. ·:En--Ia reUD.ión de 'la:Liga comu­
. ·ttiátá-cler 1850, · Karl · Márx declaró: -eón firmeza:·_ una; véz· más que
,·11et.
motor' de·' la rev'olu'éión···no eS' sólo 'la Voluntad -de· Íos revo­
·l'o:cionarios;' · siltb · 'las condihlones sóilió.ecOnóÍDieas: réales", opo­
niendo
asi·:s:u có:Ótepció-n 'iíuíteiwl'ista: y ·critica a la concepción
idealista· y'liÍi,gr,idtka ·de: sus :ád~él'SariOo.,
Seg(in ~-propio Mucdi_i~ se,_ ha comprobado el definitivo fracaso de!! la
concepciór, m¡,r.xista (pág. 31), .
«Más de medio siglo después de octubre de 1917, ha podido
-comprobarae. qu_e ]a, predicción de Karl Marx-era un error. El
capitalismo lejos de

ir
de crisis en crisis hacia una ·contradicción
· desgarradora· Y· ·mortal, se.,ha adáptado victoriosamente,.. ajustado9
tram1ormado.- .-perfeccionadot · tortificBdo. La teoría, marxista tam­
bién ha:. sido desmentida _por los hechos tanto -como la profecía de
Augusto Com~e ·o

.las pre.dicciones
delirantes de Fourier; De
ello
-resulta ·.que dejando
ha'cer a

la
Histo~ los fanáticos. de la

revo­
lución tienen

pocas. posibilidades· de
ver llegar. las· ~óndiciones
"objetivas" . So.ci0-econ6micas de

la
revólución. El ·aforismo de
Marx "el

tiempo de las
revohieiones._por golpes .. de masas in-
Fundaci\363n Speiro

consciep.tes há e_oneluido puede . .colocarse tm' .el museo de las
verdades .muertas>.
Sin embargo, las condiciones socio--e-conómicas no *jan _de set. teni,tjl.a8
muy en cuenta pot los marxistas, g creemos que no es inútil conocer sus
juicios. al respecto. El libro, DEMAIN L'EsPAGNE. -que contiene las conver-­
saciones de Santia¡¡o Camilo con Régis Deb Seuil, París 1974)( nos lo muestra al explicar -lo que, en· ese contexto, el
dirigente. comunista español · Considera. favorable a la instauración del sc,...
cialismo -por la-formación · de. nuevas fuerzas motrices de. lá revolución
en España.
a) En los estratos intelectuales:
« •.• vivimos una _gran_revolutión cientí_fica._ y__técnica que -sitúa
una

ancha franja de los
intelectuales en

los estratos asalaria­
. doe .-> .(pág. 180).
« •.• existe· una diferencia con el pasado cu.ando· los intelectua·
les
:en su gran 1118.yoi"ía-•foruiaball parté· "de ·lall -profés.ionés libera­
, les- burguesasi EJ¡ ·ese-, mom.énto,-solaménte -individtlalidades aisla­
das aportaron la ideología revolucionaria al inovimfentQ obrero.
Hoy, una
masa de intelectuales se hallan en situación de a&ala·
.riados. .Es cierto que ganan, en general. mlÍ8 que -los obreros.
Pero deben acudir

al mercado
del trabajo para vender su fuerza
de trabajo como obreros, y -a veces -no encuentran empleo. En
el proceso de· producción son peones. Juegan
un papel de subofi­
ciales
que encuadr,an, -pero de. hecho- se-,hallan· én una situación
social. parecida

:a· la
.de· -loa;·obreros> (pág. 181).
b) En la clase obrera:
-«--la clase obrera ha. ·crecido mucho. Se-cuentan· actualmente
·cuatro


cinco mill-o~a de obl'eros én la: industria y cuatro mi•
·· nones de "trabajadores en

los
·-servicios...> (pág. 184).
e) En el campesinado:
· -«... el émpohrecimie_nto relativo de· l'os · campesinos parale­
lo
al enriquecimiento de los_
grandes propietarios.
Estos
campesi­
nos
poblaban -los qüe durante

la
República llamábamos. los "bur­
gos podridoá"
(situados-bajo la-influencia de la reacción). Hoy
0han venido a- ser muy »obres, viven-en condiciones peores que
los-
obreros. Con-diéz -vacas,- ,hoy, se gana' meno.s .que .un obrero
. de la industria.
Hay. descapitalización. ·del-

·campo en. beneficio de
)(,7
Fundaci\363n Speiro

la industria.· Desde, 'ahora esta -gran masa de-campéiinos- ae con­
vierte objetivamente en u.na fuerza de-oposición> (pág. 184).
d) En la burguesía:
« ... En el pasado el Estado burgués era el de toda la hurgue­
!!~ defendía sus intereses y su propiedad. Hoy sobre todo es el
.Estado de un estrato monopolista de la burguesía, que para desa­
rrollar
el capitalismo moderno considera necesario no -solamente
explotar a la clase obrera sino también aniquilar una parte de la
burguesía. Esto crea contradicciones en el seno de la
claae do­
minante> (pág. 187).
e) En las estructuras económicas .(pág. 172).
« ... bajo el régimen franquista, ha habido . una trarudormación
·capitalista en Espafia, es decir que -en lo esenciál los residuos de
. feudalismo

han sido , liquidados por la vía
más.-
penosa que
Lenin
dellomin&bá-la "vía prusiana".,·y -que España es hoy un país ca­
pitalista:.~ .
. ,,Sobre estos presupuestos,-.a,i vistos por Camllo, indica las etapas que
estima'. precisas· paea la instauración del-socialismo:,
1.
0 ) illianza ·con los intelectuales:
«Lenin;,. en ·6ctuhre, había reali,zado la· alianza de loa obreros
con la
masa :éanipesina;·diciéndOles: "La tierra pan el que la
trabaja". Este fue el
slogan décisivo que permitió a los bolche­
viques

la toma del poder ..
.».
Sabemm. qu.e,.esto fue cierto, como lo. lue-·que las 'promesas no sólo no
.se cumplieron -sino que los Kulak:,-futton aniquilados. ,(Véase· en VERBO
130
en
la reseña dcl.libro de SoljenitZin Pero Carrillo, punto y seguido, prosigue imperturbable,
,6s
«Hoy en los países desarrollados de Europa occidental desde
el punto de vis-ta de las masas-, las fuenas-de la cultura son aun
más importantes que los campeeinos y se convierten en un aliado
esencial,· por su número - y su . contribución. Ya Do_ es el genio
solitario el hombre aislado. que abandona la clase dominant~ como
lo.hiceron··Marx y Engels, sino··que esto ya-se ha ·convertido en
un fenómeno de. masa. A. estos hombres no les vamos a ofrecer
tieri-a; sino


intentar-ligar el trazo de unión 'entre elloa y la
Fundaci\363n Speiro

clase obrera, y este trazo de uni-óll es la líbertad· de la cultura,
que par& mí constituye un punto esencial. No hay aliánza posi­
ble sin ella>.
( A los efectos que a ellos les importa, igual da que esa «culturD sea
para
nosotros una pse~cultura, y que esa no sea · sino una
colonización de la sociedad de masas. Lo que le~ imporla. es que sirva a
sus fines~ aunque también para ello les aprovechan los errores que los go-,
bem811tes · occidentales cometen en su politica educativa y dé medios de
comunicación de masas)~
2.o~ Toma de·/as fortalezas
del gran capital,
«Des,pués de esto, en nuestr"a · conoepcióti de: la marcha haeia
el 11ocialismo, nos es necesario, antes de nacionalizarlo todo, inten­
tar la· toma de las fortal~ del graÍl capi~ es decir los gran­
des monOpolioS)..
Pata dar este pa:30, hemos visto atites que tés resu.itan favorables:
De una parte, el · incremento· de esos estratos capitalistas monopolistas:
cuanto
mayor sea, más y más fácilmente se socializará, g más rtumerosos
serán
ex-empresarios e intelectuales que se incluk-án en tos estratos asa­
lariados.
Y, de bt'ra paffe, la creación de -antagoniamo -entee ·el gr en capitalismo
y sus ·aliados en' el gobierno~ por un lado, !7, de otro, las medianas y pe­
queñas em:pt'(!Sru presionadas por la alta tributación ·y privadas del cré­
dito que les es preciso,, que es acaparado por las grandes.
3.0
Ji Et"Pa de la democracia polilico-social en el poder,
«Pensamos qué la democracia pOlítico-social es una

etapa
his­
tórica

durante la
éuaI,, en un largo período, las pequeiia.s y me­
dianas

empresas, en manos de
sus propietarios priVados continua·
rán jugando respecto de las ·grandes ·empresas _.hoy "monopolis­
tas, pero en esa etapa de· propiedad social-el mismo papel
complementario

que juegan en el sistema económico
actual Pero
habrá
esta difereftcia-favorable a las pequefias y mediana! empre­
sas:
gracias a la nacionalización
del crédito, este será distribuido
conforme el interés social general y ya no segú11: el interés parti­
cular de algunos grandes monopolios> (pág. 186).
Pero,, no olviderrios que la nieta -final es socializarlo todo. · El ere ..
cimiento de· las empresas socializadas y la desBrpBl'ición, a medida que sea
de heclw pos'ible, de-las empresas privadas entrará en los ob¡etivos -del
empleo del crédito nacionalizaoo ...
• 569
Fundaci\363n Speiro

dgualmente ·es pr~ieo prever que gran parte de los servi­
cios permaneCeJ'.án. largo ti~po aún entre las _manos de propie­
tarios

particulares> (pág. 186).
Cree ·Carrillo necesario e,q:,licar la necesidad de esta . etapa intermedia

los afiliados al Partido:.
. .
«Cuando hayamos_ abatido el poder de los monop~lios (y para
~t.os es necesaria la

más_ amplia
aliaiiza), es indi9Pensable mante­
ner
tod~ una

serie de fuerzas productivas _que no
deben pasar
inmediatamente

de
l11s manos
de los propietarios a las
de la
sociedad
so pena

de
que se destruyan Oa experiencia

de ciertos
países _socialistas- lq muestra) •. Es,

pues, preciso prever un
trán­
sito _al soc,Hdismo en un período más. largo. Es necesario, aunque
no
sea nuis que para la ~lasificación -ideológica, -mostrar que el
socialismo no es algo que se
hag& hrnscamente. EJJ ·las condi­
ciones de nuestro país, será preciso este largo
·periodo democrá­
tico, aµ.tilatifundista, en

el
curso del cual obreros, campesinos,
intelectuales
y ·una parte de la-burguesía estarán representados en
un-gobierno colocado bajo .la hegemonia de las fuerzas socialis­
tas> (págs. 186 y aigs.).
« .•. es preciso tener el valor de explicar a la clase obrera que
más vale

pagar una
plusv~lía a

este sector
burgués. qne producir
_una

situación en
1, que se_ corra el riesgo de que a~ revuelva en
c~ntra de ella> (pág. 187);
1.•) La últinia etapa será pu,:, la imp/anta,;ión total del socialismo,
Esta no llegará sino después de consumada la fase anterior y de ,na,
durada suficientemente la mentalidad faoorable a la completa abolición
de
la p,opw:J,,d prioada de los medios de producción.
Ahora l,ien, estos periodos conlkvan una praxis. dialéctica centra lo
establecido y una «concientlzacfón»- socialista de. la masa en todos sus
niveles,

a la vez que
requieren la colaboración de muchos elementos a¡e ..
nos al comunismo.
,El modo como é:;te -¡,rete~ realizarlo merece especial examen.
VLII. LA APERTIJRA AL SOCIALISMO A TRAVÉS DEL C:PACTO CON -1µ. DIABLO>.
Digamos previamente .que el comunismo _es irrealizable. Como no se e~
sa
de repetirlo Marce) de Corte: no existe ni podrá existir nunca, puesto
que
es contrario' a la naturaleza. Existe nominalmente,· donde por la fuer~a
ha sido impuesto y po-r-la fuerza es ma.ntenido., ·tx>' lo cual-no puede haber
570
Fundaci\363n Speiro

comunidad ni igualdad entre quienes_ lo imponen y aquellos a quienes es
ilnpl1esdo. Una noticia, publicada en ABC del 2 · de abrü de 1974, con el
titulo: EL COMlINISMQ· DE MARX HA .FRACASADO. EN RUSIA" NI $IQWERA HAY
SOCIALISMO, DICE-UN DIRIGENTE SOCIALISTA, ESPAGO~ así lo afirma..
«Méjico 3-1. El comunismo, como fue concebido por Marx, «ha
fracasado>,
confesó

hoy Femando Claudín, que- fue
seeretario del
partido

comunista español
has.ta 1964,.
»El-
que impera actualmente -·en Rusia y en el bloque · de .
países

socialistas
es un sistema alinean.te
y
«bárbaro>, que destrn·
ye

la
libertad del hombre. y -que necesita una revolución a fon­
do>, ·acusó. P~ Claudin, cel movimiento comunista está en

crisis.
Rusia no
ha lo-grado crear uria sociedad socialista, que -es su ob­
jetivo
final. En Rusia ni siquiera hay socialismo».
>En la Unión Soviética, según el colllunista español, existen
clases sociales en laa que se .

dan
explotadores y explotados, do­
minadores
y dominados. Es la clase dominante la que tiene en
sus manos el control del Estado y de los medios de producción».
Las declaraciones de Claudin, que. se encuentra actualmente en
Méjico, las

publicó hoy
el diario· cExcelsior>, de
esta·
capital>.
Pero, para llegBt' a ese resultado real, aunque distinto del que se predi­
ca JI se utiliza. como un espeji8mo c.allenanto. se emplean métodos tiguro,.,
sos para destruir el sistema económic.o patdico 'y social establecido-y para
colocar en el poder a los dirigentes del movimiento socialista. Un edito­
rial
de ABC del 2 de dicemb,e de 1973 señala las líneas principales dis,.
cutidas para su más eficaz dirección.
muehoe afios a

un doble dilema de
difícil solución. En · primer
lugar~ o

ésta era consecuencia directa del
desarrollo' de

sus fa,
mosas «condiciones objetivas>, o

el triunfo sólo podría ser
alcan­
zado,

fuera de
aquéllas, mediante

-la acción decidida de un .pe­
queño
grupo, el partido que la llevara a cabo con un criterio
profesional
>El segundo
dilema enfrentaba la

dirección revolucionaria
con el
problema del número o

la
selecciób. -O

las
masas, prota­
gonistas de

una acción
-espontánea, hebítm de asumirla, o

el par­
tido,
pequefio y

disciplinado (profesionalizado,
decía Lenin),
se
erigía en el principal artífice. de su consecución,
al ejercer una
dirección consciente y constante de· aquéllas.
»IDstóricamente, de Marx a Plejanov y Lenin, podrían seña­
larse los

puntos fundamentales del
problel'Q.8 teórico.
Sin
emhar-
571
Fundaci\363n Speiro

go¡ el examen de la D.etitud revolucionaria en nuestros díu nos
llevaría a descubrir 1llla póstora extr~te ecléctica; .a saltar
por· encima· de la polémica -a una. síntesis de' las teais y. antítetis
del-
dilema, que llevará .·a Ulla, acción en tres. frentes simultáneos:
Al

crecimiento de
las «condiciones objetivas>, a la preparación y
organización -del partido. couto herramienta y a la movilización de
las masas>.
«Un proceso di~do · desde fuera. provocado para alcanzar
unas metas
'que nada
tienen que ver con los
interesas del grupo
humano - que ha de utilizarse. Mejor dicho~ es utilizar ~sos inte­
reses
·como medio para llegar a 'metas que ese mismo' gru~ si
se
le presentasen sOlás y descarnadas, repudiaría>.
Esta dirección -desck fuera de la masa proletaria no es cosa nueva en
e/. marxismo. Sarniago Camilo lo recuerda ( pág, 180).
« ... Me han dicho otras veces: "¿·Fidel Castro? Pero es un
pequeño· burgalés y Raúl Casiro también" ¿ Y Lenín, pues, y Marx
y

Engels?
Entonces, ¿ a qué viene esta -momerga? Sobre todo en
esta época ... ».
ABC en ,u editorial del 30 de octubre de J973 toca ese lema de la
dirección por burgiieses·de la.-revolución 1118rxist&
«Es curioso que' sean los Siudieatos·_norteamerieanos y sQa afi­
liados quienes defiendan con mayor vigor
el orden capitalista,
mientras los estudiantes de Berkeley, o los de Boston, o Filadel·
fi~ los más ~r-gieos · de un orden social del que
son
sue ·más gratuitos' beneficiarios: Como en--la Francia dél cá•
lido mayo de 1968, la dirección ·revolucionaria la asumen los
afortunados
de la sociedad
frente al f-aetor estabilizador del mun-
0.o del trabajo, que se mantuvo a parlado dé la incierta · aventura>.
«Ciertamente,
el
problema
·es viejo.
Ni Marx, ni
Lenin, ni el
"compañero
presidente" ·pertenecieron al mundo del proletariado,
cuya revolución pi-etendí-an . dirigir, Se produ~ entonces, un fe­
nómeno entre el mito y la estafa. eD.tre el mantenimiento de la
tesis Justificativa -la revolución· dirigida por las clases sociales
más desheredadas-y la realidad de una acción deaarrollada des­
de fuera de -ellas mismas, .donde el juego de las· id-eas y de las
ambiciones · personales ·se entremezclan en el absurdo lógico y la
vialidad
realista.
Fundaci\363n Speiro

. :i,.Se -diría que esa burgu~sía r.evolucion,ria es cons'ciente de
la contradicción entre su erigen.y su-3ctituti. No cabe revolución
que se decida a pregonar sn .clara- coildieión }mrguesa; por eso
capitaliza, dirige la -otra..-la. proletlll:UJ;- aunqíle,. de h,ec:ho, supon­
ga la suhorrdinación d!3 loa fines de la ú4ima a la8 ideas que de
ella: tenga la prhnera.
Si fueaen _consecuentes con ·sus propias ideas,. ,los .burgueses
inmersos
en los movimientos revolucionarios deberían dejar a
los
dirigentes proletario~ a

los
auténticos miembros del mundo
del

trabajo, la tarea
de definir sus propias m.eta.s, 4,.clnso la de
elegir los proeedimientos .más apropiados para -alcanzarlas. Lo
otro, la usurpación· de la .dirección, es .la de.mostraci!iil .real_ de la
falsedad que se esconde
en SO postura>.
<6 Cómo entender la dirección proletaria de una revolución
cuyos dirigentes son
burgueses? ¿No demuestran con su actitud
lo contrario de lo que pregonan?
»EI próhle!D.a, tremendám:ente -conÍplic&do; ·es ·qu"e sobre unos
y otros
incide' el Propósito de hacer' la revolueiOll colllo' · sea, aun­
que después haya· qDe juÍtifiéarla tambiéDi como BW.
«De ahí se deriva la ·perseg11Ma soldadura entre 'dirigentes
burgueses y 'riéceearios segtiidores. La necesidad· de arrastrar, de
romper
el propósito reformista de una! · ·clases · !o-ci'ales Cada vez
más
integradas, y de la~z&rbs a: la azafo~a áVentnra de una re­
volución ··ro:rzada. Mientras 108 burglles~s, e itsitrpadore8· de 1a di­
reccción reVolUCioDaria, se frotan láti ~~os ante · .W, · clientela in•
genua».
De ahí viene también la constante necesidad de dar explicaciones a -los
afüiados~ acerca de que la meta no cambia, aunque sean. dados aparentes
rodeos al. tomar un camino menos r:ápúl,o pero má$ seguro. Gonza:lo Fer~
náDdez de la Mora -qae fr,e quien tl0'1 ~scubrió Domado J:lls¡,agne-, en
su artículo PACTO co~ ~ DIAll,LO, ,publicadQ en tefct:ra página de ,A8C el 23
de
noviembre de 1974, recoge el pl.anteamú::nto de Santiago Camllo.
Nace, según dicho· libÍ-0, de _ia disyl!,tltiVa de Focedimtenio pt°es;ntsda al
Pat-tido comunista después de la guerra · · ·,numlitil pat-a su· penefJración
i:.n Espaila.
tre la violenéiá o la· penetraci6il-paeífie'a. La guerrilla· se ensayó
entre 1945 y :1949; -pen) 'fue· vencida. Entonces, el proPio Stalin
recomendó a los dirigentes espafioles la infiltrlléión· incruenta.
PerO,
¿de qué modo: en solitario o asociándose a otros grupos?
573
Fundaci\363n Speiro

Este último camino· encerraba peligros de contaminación y dee­
viacionismo, pero ante el· ·dilema "o conservar la virgiD.idad re­
Volucioilária-
y no hacer nada, o aliarse con el diablo", se optó por
la··polítÍca de-pacteS. Lee ·compafíeros de viaje -servirían como
·equipos··
de
-refllerzo, cabezas
de puente
y "colchón social protec­
tor". Eran absolutamente necesarios para· salir de la
derrota y de
la
impoteriCl.a. Sin ellos, las catacumbas o el Aventino>.
Bl mismo Fern:ández de 1a Mora, enumera los sectores en los cuales
interesaba· al: comunismo esta polífi.ca de alisnz-a: en la Universidad, la
Iglesia. el capital g la burguesia liberal. Olvida ,,.,,,,.,,,,.,. otro, al que tam­
bien · alttde Sarulago Cairrillo: · et aparato del Estado. Pero veamos lo que
va diciendo el dirigente comunista español:
a) Con los universitarios (pág. 185):
al régimen facista. Hallamos en este movimiento los estudiantes
con los que habíamos trabajado en los. afios. 1956-1957, lo que
muestra que su actitud ~e entonces no era una ~imple "fiebre de
estudiante", como entonces, se deeia. Se han hecho adultos y la
cosa no ha :variado.
»Hoy, _vendeJnOS.
2_.~ ejemplares-del MuNPo Oeeno en la
Universidad de
¡\ladrid,.1 frecuentemente.

porque no_ tene_mos
más
ejmnplares.
La infl_ueq.cia _de

la
izquierda en

la Universidad
es
-capital».
b) Con la Iglesia,
'74
<... hoy· te~CDlos la Iglesia tal vez más evolucionada-· dé En­
ropa desde el punto de Vis.ta .Politico y social, y es sin duda un
'éléll'léntti muy 1m()o_rtanté··pará el porvénfr- __ ,. (Pág. 1~) •
. «.:. Cada v~_mlµ_ liem~s d~arrollado una-política muy á~daz
respecto de los' católicos, partiendo --'desde el punio !le. villia
táctico- del hecho -de
qne eran

las únicas organizaciones
·legales
·fuera .de las faae~; y --desde-
el -punt~ de _vista estratégico-de
nu~stra,,eonvicción de. qu:e·.para avanzar: hacia la victoria de la
.
dem~cracia y. del : so gina Mn.
Fundaci\363n Speiro

Aparte de la Iglesia institucional, en España;
«hay una Iglesia nueva que se :aproxima · al sociálismo, que
va
hacia
él» (pág. 189).
«Acerca de la colaboración con· los
Católicos, caniaradas -a
mi parecer sectarios-nos han preguntado si no afectaría al con­
tenido de
nuestra ideología. Yo les he' contestado ·con una pregun­
ta que -parece un poco simplista: "DeS~e que-hacemos esta
política -¿cuántos camaradas

se
han heelio

creyentes·? Y, por el
contrario,
¿cuán'tos católicos se han hecho comunistas?"» (pá­
gina 191).
e) Con el capitalismo _(pág. 171),:
«Lo que es verdad es que

para un desarrollo del capitalismo
moderno- en
España "las estructuras· ficist8.s son ya un

obstáculo;
hacen falta

libertades.
Esto produce
una
éonV8l'gencia objetiva
entre

las
fuerzas revolucionarias y· éste sector

del
capitalismo
español.·

Necesitan
ciertas libertades
para desarrollar
·su sistema,
para

entrar en Europa y nosotros para desarrollar la democracia
en E&paña, Se trata pues de una convergene_ia momentánea,. pero
es claro que
pasado este

estadio, vamos a diverger. Pero, por el
momento,
es~QS prestos a. :realizar· esta· cenver.g~cia».
«Evi,dentemente, _la burguesía
española,

las
fuerzu capitalistas,
tienen cada vez -mayor_ confianZa en. la posibilidad_ de
uiantenerse
en

caso de un
cambio político en. · España. ·

En
primer lugar Es­
paña .está situad& en el área, geográfica_ occidente}.._ Este cambio
político va a
efectuarse ain destruir :el aparato del ,Estado. Piensan
que·
su suert_e irá .li-gada a .la d.el capitalismo -europeo> -:"• «Pero el
verdadero.
problema se_ plantea
así hoy, hay

una integración de
. fuerzas; el
.régimen, franquis:ta integra.

a todo
el mundo en el
,
sistema, por

fuerza.
Mafian_a, ciertamente ~stirá el riesgo de
que

continúe por otros medios; pero, en todo
caso,,· tendremos
mayores
1)0:sihilidades de

ganar
las masas laboriosas al socialis­
mo, en democracia q~e bajo el facismo~.
d) Con. la burguesía liberal ( págs. 21 y sig,):
' . '
«Finalmente hemos aprendido a fuerza :de recibir tiOlpes. Cuan­
do hemos formulado la política del Pacto de la Libertad, de esa
amplia-Conver,gencia contra
la dictadtira faseista,··ha habido·a Véees
Fundaci\363n Speiro

r-eticencias y escepticismo, incluso entre algunos de nuestros ca­
maradas. . .>.
«Debo decir que los acontecimientos de Portugal nos han ayu­
. dado enormemente a

favorecer la
comprensió~ de
esta
línea-».
«Hoy
la

gran cuestión es la de romper
esa jntegr~ción forzada
qu~ significa el _fascismo. Por eso, es preciso un gobierno de
&Ua,t;azti que restablezca las libertades. ~ana se planteará el pro·
blema . de

una
mar~ hacia el socialismo. Es evidente que con­
,

ducirá,
ep, un cierto momento, a nna .ruptura con el sistema
e41pitalista. Esta es una
co~a. evidente. Pero es

precisa
una estra­
tegia que neutralice todo lo posible. Ju 1uerzas de re1istencia
q·w,
sin_ duda hará falta combatir seguidamente, Así, , yo pienso
que
nuestro proyecto de marcha hacia un
social~t:Qo· debe in­
dicar muy claramente que no vamos a socializarlo todo de un
día para otro, a hacer el .so_cialismo de la_
noche a
la
mafíana,
sino
que

vamos a realizar ante todo una democracia antimonopo­
lista y.antilatifundista •. No

quere.mos llamar a
esto:_socialismo> ...
«Es mejor

pagar una
plusvalía a este sector capitalista Y, avanzar
más
_
len_tamente hacia .. la sociedad socialisia,_ no solamente en el
.sentido de
las. transformaciones económicas, aino ~ién en la
formación
del. hombre nuevo de
espíritu
colectivista>.
En c°"""do ( págs. 183 g sigs.), añade,
«Nuestra·polítiea-, hoy, es la de 'acabar con el'ré¡iineit fascista,
instaurar

las
lihertádés, y ·para eónsegti.irlo· noS es

preciso llegar
a una
convergencia incluso, 'éon los capitalistas dinámicos> -· < Una
vez instaurado ·el régimen· democrático, habi'á en España una
geO'grafíá
política

próxima a
la de Francia· (con' dife~encias, sin
d-0:da), es decir, un& izquierda de ·téndeDCia socialista9 una dere­
cha éap1tali8ta
y nueátra CBtrategiir tiende

a
organizar esta
iz­
·quierda ·como una -formaci6n' ·
política nueva, superando el estadio
de un
acuerdo coyuntural; se trata

de- crear una
nueva formación
con

el
propósito' de iniciar la tnareha hacia el ·socialismo en Es~
palia>.
«... En Un moníento dado~ no sé aún cuándo,· debe produ­
cirse
la ruptura con el sistema ·¿Cómo? Todo lo qtte puedo decir
es que si la izquierda tiene la mayoría lo
haremos todo
para no
dejarnos- derrotar por la fuerza. Es decir que la utilizaremos
tam­
bién si hace falta>.
Y más ádelante (pág. 187), refiriéndose al frac .. o chHeno, .advierte,
Fundaci\363n Speiro

«Es esencial para el proletariado premanecer aliado a los ea­
tratos

medios,
y no aislarse>~
Precisan.do ( págs. 196 y sigs) que en Europa. con una economía mug
desa,rrollada, con tradiciones de libertades, de cultura ... :
"
«Hoy la lucha por ~-.socialism.9 debe orientarse muy. particu­
larmente
a profundizqr -. C:D las . liberladee y_ en la demQe_racia, es
decir que .. -no se trata'F. :en nuestro país,. de que un_ parti~o deter­
minado. to:r;ne el pod~r y 1~ dirija, todo ~ sofo. La revolución, en
nuestro
paÍ'il,; consiste ap.te todo· ep la-· Iueha por. desarrollar la d~
mocracia

por
doquier, en las fábricas,. en , las empr~s. en el
aparato e.staia].
¿ Se po«Jría incluso hablar de, democratizar la
propiedad?-¿porq.ué·no? ¿No_:es.•caso una de,n,o~n de la
· propiedad,
hacer q~e. ,Ja.s;.,empresas monopo;listaa, y el crédito
devengan en .~QPiedad social, en lugar de ser .. propied8t4. privada?
Se trata,
pues, de

hacer intervenir cada día más el poder de las
masas, a todos. _los nivele.-en. el desEITTollo de · la Sociedad. Esto
requiere la t_oma del pode,, por)as ma,¡:as, a to,dos _los ,niveles en
el desarrollo de,Ja. ~~iedad. Esto requiere la Wma ~el-.poder, no
del partido
comunista.. ai-no por ~l conjunto

de las fuerzas
que
tj,enen un proyecto común_ de avqnce hacia la s_o.ciedad socialista.
Y esta to~ de poder debe ser. democrática, es decir, que debe
ralizarse .C!)D, el, apoyo, de la .Dl8Yo,;ía del pueblo,, lo. mayor po­
sible~ En el curso 4el proceso,. v:a a llegar un momento en el
cual la democracia
f(n;mal va a-Bel' auperada.:por, Ias .. necesidades
de profWidización de la democracia -en el sentido del socialismo.
«El momento de ht ruptura ,pµede llegar . c~o las fuerzas
más agresivas
del campo contrario traten de in~e~pir el 'Pl'«t"
ceso revolucionario por medio de la violencia, O bien, cuando
la acumulación de loe cambios cuantitativos en
las estructuras y
en la superestrn.ctu.ra ,hahrá. er~o . ,eµ los países de Europa una
situación sin retomo.posible,al capitaliBmQ,..>.
«No_.puede excluirae·que.én un momento dado se.produzca
un choque entre las fueii¡r;as reaccion~tias y las fuerzas. democrá­
. ticas socialistas> ••• «Si debe __ llegar u, ttwµiento de ,l'llptura vio­
lenta
t:on las viejas eatruC~as,. es preeiao esperar- q1Je 9:CW"ra que
entonces laa fuerzas, de izquierda -estén ell' el-gobierno d~ país>.
«Se trata, en priBeipio, de una sucesión de rupturas que van
a culminar en ·mi.' cambi9 cualitativo, en el mome:nto.en i,l cual el
aparato _ del Estado . se id~ntifieará con el sociali11m~.> •.
'77
Fundaci\363n Speiro

e) Con elementos del aparato del Estado:-,,
También -cuenta:
«Si tú me hahl&11 del Estado, estoy .de acuerdo en que hace
fá1ta ttan8forDlar ese apa~to. -pero siri Mvid8r qU:e· hay cambios­
en el Estado· modétno qtte llosotrOs !Os-revolucionarios debemos
reconocéi-. 'El'Estado· hoy-es también todo el aparato ·económico y
él'·aparaio 'de propaganda-. Utiliza unli masa· enorme de intelec­
tuales que no está ·del totlo aislada del puehlo;·-y. en esa¡¡ condi­
ciones,· las·· faer_zas-·

avanzadas
de la sociédad pueden encontrar
alia-d08 que no podrían haber ·encontrado en otras circunstancias
históricas, ·en· tiempos de Ma~x;. de 'Eng8ls o

de
-:Lenin. El Estado~
se ha corivertido casi· en' un· ·aparato de masa, con empleados que
son iritelectuales,-hombres de ·ciencia, publicistas....> ·(pág. 189).
«Yo digo que el Estado continúa- sieildo ;el aparato de domi­
riación cla·sista, pero pienso·: que· hoy · los 'revolucionarios pueden
hallar en el iD:terior de ese; aparato· aliados que van a contribuir
á ·c'amhiarfo desde dentro> (pág. 190).;:
:it:Én'ló C[Ue
concieme,·al· apárato· del Estado, comenzaremos
por ha~er ·todós los ·e&fuel"Zos posibléS'JHIÍ"& halllll' 'la mayor

can­
tidad de
apoyos posihl'éS·-hásta en· ese aparato·~ •. >.
aliado, posibles> (págs; 19'1 y sigs;).
Es de temer que ese último intento no resulte demasiado dificil si no
es sók1 mel'a
·~a· 'el fenómeno ·que Luis Mmia Ans6n denunció en
ABC 'del 11' de octubte 'dé 1974; 'al prindplo' de su i PAI.:sA·; IZQUlERDA:
·«Durante la décadacde lós ·sesenta, la·tteenoeracia·triunfante y
triunfalista
estimuló
enire --18.· clase política ·española un oportunis­
mo a nltranzfl. Las ideas y los:principios quedaron arrumbados en
· los desV'aDes del

sistema y -
se ·articuló toda

una_ filosofía de la
indecencia";, consistente -en jmtlfcar la eolabor&ción con

el poder
, Bun ·il· costa· de traicionar a quien se juré fideHdad o ·de negar
lo ,que ·--ie. proclamaba·· la ví81)erá con ·'.veh~merlcia. 'Hubo excep­
ciones,-y

no pocos tecnóeratas fueron y son
.ejemplo de
lealtad
'ª idear y l'Crsonas;-·pero~ eh gene~- durante-aquellos afi.os se
consolidó- ese··ultraoporiunismo que

distingue
eo:ri su cínico res­
plandor a una pa-rte-eoh·sidérable -de· nUe8tra clase. política. El
Fundaci\363n Speiro

· cambio ideológico, cuando se·· hace sinceramente, puede demos­
trar

madurez
y sabiduría~ PeDo .a· diferencia de la-conversión re­
ligiosa,

muchas veces
súbita, '-requiere un

largo período
de· evolu­
ción
y autentificación. Los ultraopoJ:tunistas, .por el contrario,
carecen de pudor
para encuerarse públicamente y ofrecer in , pu­
rilius el

triste
eBl)eetác.u.lo de una VertiginoBQ -transformación ·

ideo­
lógica, apuntándose de la noche a la
mañana a aquello que les
conviene. No son pocos los
que han. trastrocado el valor moral
que tuvo la victoria- de
1939,en una especie :de -botín, de guerra
del

que no quieren sacar·
las. -manos codiciosas,, pase lo que pase.
Se· compl'ende la· ira con que rechazan a los pancista quienes
hicieron
la guerra derrochando
idealisme, generosidad· y sangre.
»Escribo

todo esto porque la
Espaiia socialista
que para mu­
chos se dibuja en el horizonte ha provocado una carrera en pelo
de ultraoportunismo nacional hacia la
'izquierda. Parece

como
si
·ante
el

portal izquierdista
alguien hubiera
gritado la vieja
frase
colegial: <¡el último,

marica!»,
y se
precipitaran todos· a cruzar
al otro
lado>.
IX. ¿PuEDEN· SER 1.05 PARTIDOS O LAS ASOCIACIONES POLÍTICAS NUESTRA DE­
FENSA CONI'RA EL

PARTIDO
COMUNISTA?
Lo olmos repetir a menudo, dándose como tazón .que el partido co­
munista es el linlco que está organizado enda llegalidsd
PreguntBmos, ¿nD sería más eficaz qué: ·se petmitiera desBl't'ollar la pro­
pia vitalidad a las instituciones natw--ales, que de···por si serian una eficaz
defensa contra el comunismo. porque a su· mismo ser les es contradictorio?
Y a cuerpos intermedios tales como las Cámara, de Is Propiedad, de la
Industria,
de Comercio: a.si como de la median.a ·y· peque/fa empresa y a
sus -asociaciones patrOtlales. al campesinado . '..
¿NO sería más eficaz· permitir el désartollo as"«:iativo,. en todo lo
vital, incluso en meterla de la propia seguridad social., · en lugar de colec­
tiviiar
y edattficar cada vez más?
¿No seria más eficaz permitir el dese'n.volvi'miento · de las wtoridades
sociales naturales, en
lugar de• bui-ocratizat' · toda lfi· ·autoridad· g de home,,,,
geneizar en el ámbito social?
¿No seria más eficai no estimular ni•'facifítac··la m&Íficación de la
universidad y la 'proletarizadón de '·las ·clases' irtteledtt.ales? '
La táctica del Partido coo,unista, que Santiago Camilo descubre f que
no es toda..· como luego intuiremos), part! '.dominar -los países del occidente
europeo, paede observarse que se orienta no--sólo·M dómintb. ideológico.
sino también de ·/as eSff'U.ctur& socio-económioes.·; Mie.ntra.s este dominio
Fundaci\363n Speiro

no esté maduro,. su,, estrate(Jia. pol.itfca .rerá la alf!mza que· denomina la
«de,nocracia
sOdal;», du ceSo~ Por cónsiguiente. todo lo que~ ya sea por razones demagógicas o por
cual.quiera otra. signi.fique fa~orecet las · estructuras socializadoeas y de­
bilitar .las.natural.es, es.tanto.como-hacerle-el .¡uego al P. C.
La •e.,q,erienc/a del .fracaso allendista nos muestra que en Chile la infra,
estructura social.
fue lo sulidentemente consistente no sólo para .resistir sino
irreluso pata desgastBt -la superestructura ¡,ol.itka. En EsrAMPAS DE CHILE.
lo /umtos v.lsto · confitmado. en los estudios que analizan este fenómeno.
y llatait,;olao Cantero, en la reseña que de este libro ha publicado en EL
PlJ,NSAMIENTO NAV ARR0 el 2 de enero de: 1975, aubraua éste
asp,,cto del.drama c/aaen,,., ..
Así. -qomentando el estudio de-Gonzalo lbáff.ez &:mtamaria, resume:
,ao
:cS~ ~u.da,_ lo más int~resante es que la oposición a Allende
m_ás. ÍU!;!!rte· .y la única que le molestó y a la larga. provocó la
inte"ención 4e . .las fuerzas armadas, fue, no la de los partidos
po1íticos, sino la del
pueblo: en
especial, la.
tealizada a
través
de los gremios, poniendo así, una vez más de reliev~ que la
auténtica
representación del
pueblo se

encuentra en los cuerpos
intermedios y que
sólo éstos

pueden, con cierta
eficaci~ oponerse
a

las extralimitaciones
del poder del Estado.
»Allende cayó· porque el ·pueblo
chileno, en
su
inmell88. ma­
yoría,. se . ._le opuso 'COA tenacidad y porque la vida orgánica y
natural
.. de los cuerpo11_ in~edios despertó con ·pujanza .al· sen­
tir en su ca-l'ne: la realidad de la política marxista. Las fuer.zas.
armadas

no intervinieron sino en el
límite, interpretando
los
deiieos del pueblo ehileno y fiell'l8 al bien común, . evitando por
pocos -días 1a realiiación del ~plan Z:t>:,. destinado

a horrar por
la
fueria .. y_ cruentamente· los jefes -y oficiales de las fuerzas- arma­
das no
«leales:» y

-las
figo.ras nuit .representativas de

la
oposición.
>Gonz.alo Ibáñez seiíala fos fracasos
de

la democracia, así
co,no
,
que

la
única preocupación

del partido de la Democracia
Cris­
tiana era procurar

alcanzar el poder.
La labor de fos partidos
fue
en
general-débil,.,aalvo·la actuación

del Partido Nacional
que
·a partir de D18:rzo de 1973 se volcó con los gremios.
»La reacción social fue general: ·1a marcha de las cacerolas
vacías del 1

de -
diciembre de 1971, coincidiendo
con la visita de
· Fidel Castro; en· 1912:. los estudiante~ pero sobre todo · los gre­
mios, que· llegaron· -a. ~zar
al

país durante
·más de tres se­
milnu._;
la huelgo. de la .mina «El Teniente>, una de.-las má8
impo-rtante_s .de
cobre, que tradicionalmente se hallaba controla•
da

por un
sindicato que

controlaba la izquierda, etc.
Fundaci\363n Speiro

»La reacción social fue-·general. comprendiendo el pueblo ehi.
leno

que
al solidarizarse con los otros, en defensa de las li­
. hertades de éstos, al mismo tiempo · sé defendían las propias li­
bertades>.
También lo confirma con la lectuea del estudio de luan Antonio Widow:
«Juan Antonio Widow, director de la revista chilena «Tizona>,
con

«significado de
un despe_rtar» pom~ de relieve cómo el hecho
de que
en 19-70 Allende asumiera la Presidencia se debió a que
la resistencia
al. marxismo se eo-ccmtraha aletargada, por un em­
botamiento colectivo,
causa y

a la vez efecto del relativismo
de­
mocrático.
»Se debió a que se perdió <18 salud moral de un pueblo, y es­
pecialmente. de sn clase
dirigente, en,_ virtud de la cual i,,e con­
serva vivo y consciente el aprecio por· lo que
es el verdadero
bien común».
Pero

pone también
de relieve que cuando das fuer­
zas

y organismos naturales de la
sócied&d se encuentran sólo ale­
targados y no muertos, estimula natoralmente todas las formas
sociales del instinto de conservación».
B, igualmente, el Apéndice doc,¡ment,µ ordenado. y comentado por
A. R. G. le hace ratificar:
« ... sin duda, la mayor lección que puede extraerse es que
fue la oposición de las asociaciones natorales; de· los cuetpOs in­
termedios, la q1ie supuso el mayor y más eficaz valladar frente
al marxismo. Si Chile pudo salir ·de su situación, fue por la in­
te"ención de unas fuerzas armadas, que · conscientes de su deber
de

defensores en última instancia del bien
común,, supieron int-er­
pretár el sentir -de: un pueblo, que agrup&dos en torno a las aso­
ciaciones naturales, los
gremios, reclamó con

insistencia
sú in­
tervención>.
P «... «Estampas de Chile> no es sólo un libro básico para
comprender
la realidad ·chilena;
ea eso, pero es mucho más que
eso. Es una página de la historia de la cual podemos extraer
algunas

lecciones
magistrales.
5&l
Fundaci\363n Speiro

En especial y dada .la situación española actual, se me oeu.
rren
las_ siguientes:
»Que
un pueblo

decae a
inedida que avanza el Uheralismo y
la democracia moderna, renunciando al bien común verdadero
que
ha de descubrir en el orden natural creado por Dios.
>Que los

partidos políticos a la larga, no sirven de nada frente
al marxismo; por el contrario·, son el fermento que lo desarrolla.
»Que
solamente

una auténtica
vida social, es decir, a través
de los
-cuerpos·

intermedios, puede oponerse con eficacia a la
actividad marxista, demostrándose una vez
más, que frente a los
partidos políticos, es en ·esas sociedades

naturales en donde
se
encnéntra
·

la
verdadera representación de un pueblo».
EL HERALDO de México del 17 de noviemb,e de 1974 ha publicado
el articulo de· Juan Vallet de Goyti:Solo, LA DEMOCRACIA Y LA POÚTICA DE
PARTIDOS, ¿PUEDEN· CONSTl1UIR UNA DEFENSA CONTRA lA TBCNOCRATIZACIÓN?,
-que. concluye con este pát-rsfo:
«La historia del último medio siglo nos muestra el fracaso de
la
democracia rousseauniána como defensa

contra la concentra­
ción del

poder
en el Estado. Meuner lo destaca: "El baluarte mo­
ral

que, en las democracias liberales de occidente debiera consti­
tuir
la responsabildad MORAL de los ciudadanos para con sus
derechos de libertad, ha probado su falta de fiabilidad en la de­
mocracia de masas">.
X. LA -APERTURA A lA SUBVERSIÓN,
¿Ha remurclado eJ· Parlfdo comunista -a la subversión? ¿Quiénes la
promueven hoy? ¿Qué nexos ocultos existen· entre éstos g aquél?, ¿a qué
nlvet?
Desde luego el Partido comunista no ha renunciado a utilizar la fuerza
en el momento que lo considere o-portuno.
Bl democrBPsmo
-en el sentido que es usual entre nosotros--no puede
ser sino ocasional para un comunista. Oigamos otra ve.z a Santiago Carri­
llo (págs. 192 y sigs.):
582
«Nosotros no tenemos tradi-ción parlamentaria. Yo, nunca he
votado> ••. «El cretinismo parlamentario del que hablaba Lenin
no
es nuestra
enfermedad. Tal vez tengamos otras, pero no
ésta.
Además,
nuestra

formación es la lucha armada y la
lucha clandes­
tina

en las condiciones
más difíciles
.
..>.
Fundaci\363n Speiro

« ... Un partidQ revolucionario en la acción es como un ejér­
cito: en el
curso de

la batalla,. no·
se pone -a
discutir la
orien­
tación .. >.
Su criterio es, pues, el de esperar caute.losamente el momento opor­
tuno (págs. 198):
«Hallándome yo seguro de que estamos preparados para ha­
tirilos si hieera
falta,

¿por
qué-correr el riesgo de -conducir eaa
política?
Haber liufrido el fascismo durante más de treinta áfios
para quitarle el poder y ser batidos de nuevo dos o tres años
máa tarde, ·no :valchia la pena. Una-vez resb\blecida la democra­
cia en &paña, podríamos ef~ctivamente tener un "ChiJe", es decir
una tentatj_va de golpe de _ Estad9, pero esta yez el de~ce no
sería
de
pingún mo_dQ. el mismo que en 1939, yo puedo asegu­
rarlo>.
Respecto de . la ET A, explica su política con ella ( pág,. 200 y sigs.):
«En . principio una solidaridad ante la represión de que era
víctima. Por ejemplo,: en el. mp-mento. d_el proceso. de Burgos,
hemos

lanzado todas
nuestras fuerzaa en la batalla para salvar
a. los jóvenes de la ETA. _Hemos hecho manifestaciones ilegales por
todas partes en España y en ElU"opa>.
Pero, au,u¡ue ...
«gran número de militantes ETA se hayan afiliado al Partido •
. despuéo...>.
la actuación de la ET A ha dado lugar a que,
«ETA ha perdido en él País Vasco parte de su pópularidad
y de su influencia> •
.No obstante,
«ante la acción de ETA hemos dicho: «No emplearemos és­
tos métodos, pero respetaremos a quiénes los emplean porque
creen que pueden ser útiles">.
¿Utlles. a quién? ¿a quienes los emplean o a quienes se beneficien de
la
subversión'!; .¿a quienes tratan de -real~ar, en la dirección preconizada
583
Fundaci\363n Speiro

por. ellos· mismos, las sucesivas sintesis · que --vayan preparando las dialéc~
tic-as también· exacerbadas, por sus propias a~ntes?
Es una evidencia -que de por sí tal vez no resrdte-clar~ porque nos
deslumbra su
imospechada fuerzB-la fulgurante expansión de la violencia
subversiva
del uno .-al otro ,confín de_ la· tiena. ¿Obedece ésta a una cir­
cunstancia histórica, expontát?li!:a?, o ¿está prov0cada, dirigida y Ot'ientada
a una finalidad cortcretal. El General Carlos Ma,tiDez Cam¡,os, habia
dádo en ABC del 28 de julio ® 1973 una experta respuesta, _en su articu-­
lo de tercera plana. UNA. NUEVA CIENCIA, del que recortamos dos párrafos
~. como todo el artícu/.o, mantienen viva su actualidad:
584
si:El hecho ·está latent'e. Todo· EsiadO occiden'tál -U occidenta­
lisiá-se ·halla-ahora-amenazado por·dos .nUcleos muy·diversos:
tropas

o
e:tploSíonés eneniigaÍI, y· subversión interna. Y ocurre que
estos núcl:eós pueden',luiJlaise tóor-dina:dos de ·un modo previo o
simplemente llegar a estarlo a
consecuencia de la iniciación de
uno
cualquiera. El
enemigo externo

puede intensificar la
pre­
paración

de su
futura··gne"rra clásica-o

moderna,
y, al propio tiem­
po,
realizar una labor de tipo revolucionario en la nación con­
traria;
'y lo 'peor ·del éruio efÍ -·qile ·esta 'BCcióil ;Se -está llevando a
Cabo coll elenlentos J)rópio~ de Ia-·:háción. amenazada. Una labor
desalTolladá eón la hábllidád ·gae ·ii~nen las organizaciones co­
~uhistas," Y (Jue résulta, poco· meÍ1os que· insensible para el ad­
versario, La
·apertur• -de·.'lá.s frollteras 2-JeStinadas a

fines comer­
ciales y
turísticos-facilita la entrada de los agentes que han de
utilizar
el descontento de orden político y social, y: aun JO@rár la
int~nsificación de

semejante
d~contento y

el
comienzo de los
desórdenes, o, 6i ·a man~ viene~ un ·'JzámÍento_ contra el Estado.
En tales

condiciones, la erosión preludia,
NO en
vano, el tan
renombrado ministro Andrei
Gromiko, al dirigirs~ al Sóviet Su­
premo, en 1968,
dijo, bien claramente, que

«toda situación de
erisis, por lejos que ~ara, :debía c_ausar una, reacción soviética>.
Rusia,

en la materia, es gran
maestra. Nos lq demuestran

las ex­
pulsiones efectuadas en
países varios

del mundo sajón y ameri­
cano. Fueron indispensables. Las naciones occidentales se prote­
gen ahora com pueden contra manifestaciones
que están basadas
en los
postulados de

un
' derecho internacional.

.soviético, que
sólo el imperialismo ruso - jmtifiea. El terrorismo- y la violencia
so~ las

expresiones principales.
de-ese modo de-pensar y actuar.
La acción no tiene límites. Del código de Rusia no está excluido
el logro
de· una

guerra civil
extraña ái ésta tiene un

carácter
re­
volucionariO. El ·Kremliri Se considel'a SUpre.mo
jefe

o dirigente
Fundaci\363n Speiro

de toda niasa, encaiizada a un &Ocialismo de orden marxista. Lo
dice ·Ciaude Debnás, en «Monde Modeme:>. El Supremo Sóvie~
que desciende de

lván IV (el_ de la Santa Rusia) y de Pedro el
Grande. (el

de
«todas las RU8ia"S» )·, se halla atento a lo que ocurre
en cada sitio, en -función de eonexiones que solicitan los parti.
dos comunistas exteriores. Todo núcleo deseoso de derribar al
régimen que lo domina acude a RU&ia en--petición de ayuda; y,
de resulta~ el Ejército soviético prescinde en absoluto de las
ideas de Clausewitz y está a
la espera de qUe baste sacudir el
árbol
europeo para que lti" -fruta, ya madura, caiga por su solo
pesó>.
Pero, para acabar
ele ilustrarnos, conviene que· volvamos a abrir el li~
brito de Rogu Mucoh!elli, LA· SUBVERSIÓN, Después de · explicar este auto,
cómo la guerra subversiva y la guerra ·psi.cotógicai que ·elrgloba a aquélla.
fueron empleadas a partir de Clauseiutt~ en la guerra entre naciones, y de
incllc..-
Q'ue desptlés Se ha-empleado al servicio de la revolúción, y una
vez expuesta
la concepción econ6rrii~lticá de la reváludón sostenida
por Marx en su disputa en Bakunin JI otros anarq,iistai -de la que antes
hemos recogido al{!Una · referencia-, subraya· qúe':
«esta definición de la revolución es hoy negada por un fu~rte
retomo al voluntarismo revolucionario».
Como muestra, recuerda un fragmento del discurso de Flfl~ Castro en
la
dauswa de la I Conferencia de -la. Qrganización Latino-Americana de
So!úJarklad, en La Habana el. 10 ck a~p ck .1967,"
las masas que el socialismo llegará al Poder sin lucha,. que llega­
rá al poder pacíficamente. Esto ~ tµia mentira; quien~s afirman
que van a alcanzar. pacíficamente al poder. tratan de engañar a
las masas>.
En contra de la tesis de M erx, se aduce que las condiciones, socio--eco-­
nómicas de la revolución, e incluso las politicas, no

bastan
para mover las
revoluciones, sino que es imprescindible algo más. No -hay revolución ~
sib/i, ( págs. 34 y sigs;J,

« ... si no · hay una mentalidad ret,-olucionária, una voluntad de
locha.
Es en :ese "e8ta:do mental"· como se hace· la revolución.
De
lo contrario, hay-reiignaeiOn porque· hay -miedo O· respeto •
Fundaci\363n Speiro

Se puede y debe, pues, "trabajar~' a niv-el psicológico, romper el
miedo o
el respeto; crear agresividad· en los unos y la complici­
dad en los otros. • .».
«Por consigui~te, eso.s_ sentimientos, estas. actitudes y esttU
conductas. pueden ser inducidos a fabricados e'n rodas sus piezas.
No se trata sino de aplicar las leyes psicológicas y psicosociale1
correspondientes>.
«Lo

importante no es la realidad de la vida,
sino lo que las
gentes cr~n .• ,>.
«Mas aún, el análisis histórico de _las revoluciones muestra
que
éstas sOR obra de una pequeña minoría activa •. .>.
«Finalmente es necesario comprobar que las motivaciones que
movilizan las mentes
y los corazones nada tienen que ver con
las relaciones
·objetivas; son los mitos los que hacen levantarse
y ma~char a los hombres, expo~erse y hacerse matar, o, por el
contrario,
que se detengan _y se escondan. Los mitos son imá­
genes-fuerza, son imaginaciones colec~i,;--.s, capace~ de fascinar las
conciencia.e
-de un grupo o de una masa p_orque en ellas encuen­
tran satisfacciones o revalorizaciones-p,rofundas» ... _«H~ esas
palabras que arr9:stren, es . más importante que anal~ar los datos
objetivos>.
Sigue Mucclúelll f págs. i9 y sigs.),
«... la subversión se distingue de la revolución en tres as­
pecto&:
-

•.•
»La subversión --puede ser

organizada sin que exista con­
dición objetiva pará la revuelta popular.
-
·-»tiene

por objetivo la
destrucción pura •.. :..
- •.• :t>La-subversión, si bien· ciertamente explotará actos lí-
mites de violeO:cia Y·de terrorismo y utilizará también y, aún IWÍ8i,
la violencia -verbal ... sin embargo, es más "fría" y más calculada,
,lesarrollándose durante

muchos
años si es preciso y de una ma­
nera insidiosa, al abrigo del "tiempo de paz":t>.
Se distinguen en ella:
586
«dos fases, de las cuales la primera (fase de subversión) es
muy larga y la segunda (fase de toma del poder) muy corta> :-­
«En
el curso de la fase de subversión, las acciones viÓlentas de
pequefios grupos (sean espo_ntáneos 8118Citados
y

animados por
, _agentes-euhversivos) forman, parte .efe la subversión en cuanto le
•umúmtran los incidemes explotables.
Fundaci\363n Speiro

Sus objetivos son triples (pág. 51):
«-Desmoralizar la nación tomada eomo objetivo y desinte­
grar los grupos que

la componen.
»-Desacreditar la autoridad, sus defensores y sua funciona­
rios notables.
»-Neutralizar las masas para evitar toda intervención es­
pontánea gene'ral en favor del orden. establecido en el momento
escogido para, lá toma del poder no violenta por una pequeña
minoría.
»E•OS objetivos solamente son alcaru;,ables con la utilización
de los «mas media • ..».
» ... la mayoría fflenciosa ea una creación de /,a .mbversión ... ».
El agente subvei-.sivo ·es una pieza fundamental~ que ... f pág. 57 J:
«está en una posición confortable . por el simple hecho de
que no ~ ve por quién «trabaja». Es otra cosa que el político
profesional» ... por Lenin,
pues ·no
tiene relación alguna con. el·
propagandista ... ».
«Es una e&pecie de agitador en estado puro, que remueve la
opinión
pública de

un modo aparentemente
-desinteresado, pues
no derarrolla ninguna idea positiva.
>Por esa circunstancia, el agente suhversiv--o no puede ser sos­
pechoso. Tiene todas las apariencas de· la buena fe y -se cobre
en su dignidad ultrajada cuando, por azar, se. le acusa de ser un
agente
subversivo. No
se le puede de8enmascarar fácilmente. Usa
de su derecho de crítir,,a contra lo que estima injuatieias o por­
querías (¡existen tantas!) y quien denunciase su maniobra se
colocarla automáticamente del lado de la injusticia y de la por,
queria,,,
Ciertamente ( pág. 58):
«Estamos habituados a qu~ de11de hace siglo y medio, se der
nuneie "la explotación
del hombr-e--por el hombre" como la tara
original
del capitalismo ->.
«No -obltante, existe otra explotación del hombre por el hom­
bre más sutil -y despreciable: la explotación d~ los ideales y de
los valo~s hlUIUIDos .universales, como puro ol>jetivo-_ de la ma­
nipulación de .personas.
587
Fundaci\363n Speiro

»Los más contagiosos acentos de la indignación permanente
son

hallados
por los agentes s~ersivoa :para denunciar, desen­
mascarar
y desacreditar, presentándoae como defensores de la
jµtic~ de.

la
paz, de la libertad y de los derechos sagrados de
la
persona
humana •. .>.
Sin embargo _( págs. 60 y sigs.):,
« ... la: astucia consistirá en pasar en silencio ( ... ) los dramas,
injusticias y vejaciones ,de las que resultan culpables los aliados
político~ y en e~lotar a fondo los mínimos hechos de toda clase
que

pueden servir para
alcanzar los objetivos reales de la sub­
versión>.
Esos hechos se explican en todos los tonos, desde el trágico hasta el
sarcástico, .incluytndooe el humor negro. Mar)o Sona. con el titulo RE­
VISTAS HUMOIÚSTICAS, en ABC del 28 de diciembre de 1974, hizo estas
observaciones qu·e no debieran caer· en saco_ roto:
~88
«Saca prevfilentemente la -inspiración dél rumor, del dmme,
de

la noticia de
rebotica," de ciertas .oficinas -0ciosas: y murmura­
. doras, ·de la aatiafacción -de algunos politico"9 del desencanto y
la.-ira
de-
otros;·.pJll'ece ,no tener más fin que -hacer _reír a unos
cuantos miles de
burlones-· que· encuentran en
estas
páginas el
objeto de 8tt8 ·preocupaciones. como tefiejado en espejos cóncavOl!I
o convexo&l-.
«..-. con bastante audacia critican los apuros ·de los obreros y
las·
·estrecheces de
la
burguesía asalariada, y

con algo
menos de
.claridad la

situación
política; asimismo son frecuentes los pin·
chazos
a

la
hurocracia en génerai a·

los
~tos históricos,, a

los
acontecimientos considerados comúnmente
glorioso~ a

los
ídolos
deportivos, ele,
»Uno se pregunta

por
qué nunca aparecen bromas acerca de
los
países comunistas. Por ventura, ¿no es ridículo Mao con
sus
hazañas notatorias y su-librito sáhelotodo ·y cúralotodo? ¿Por

qué,
cuando
de eh'ancearse de

los
combatiente& del
Vietnam.
se trata,
siempre

son los estadounidenses
quienes pagan
los platos rotos,
nunca
-fos guerrilleros -marxistas? Fidel Castro,- gárrulo, bien ata·
do'··a ·Rus-ia, jactancioso
y cruel ¿no menos
·de- una ironía, de .úna cárieatura, de algunas de esas ob­
servaciones

corrosivas que se
prodigan con los· reaccionarios

o
Fundaci\363n Speiro

meramente conservadores? _Y. en cuanto a la Unión Soviética,
¿nada hay
en ella que agudice. los. donaires de nuestros guasones?
¿Ni las

cejas salváticas de Breznev,
ni las patochadas de Krushev,
ni la persecución de los. escritores, por no mencionar enormida­
des que

todos conocen?
¿Cómo esa
sutileza, a la
que ·riada cen-
8Ul'able se
le escapa de

ciertos estadistas
y naciones, no encuen•
tra materia de sátira en el Viétnam del
Norte., ni en la Corea
septentrionai ni

en
Siria, ni en Hungría, ni en Checoslovaquia,
ni en Ira~ ni- en la Alemania de l.Ilbricht y de Honnecker, ni
siquiera -para no irnos demasiado lejos--en el Perú de V e­
lasco Alvarado o en el Portugal del clavel rojo?
»Nosotros no

pensamos torcidamente: sólo nos
asombramos de
ver

siempre la balanza cargada
del mismo lado.
> Tal vez con esa extraña inclinación concuerde un sentimiento
muy desagradable que a
veces se barrunta más bien en los di­
bujos que en- las palabras.
~ incontrovertible que no pueden las
zumbas-· ser de total inoéencia; precisamente lo que les da sabor
es su malicia; pero
cierto's humoristas parecen más gano sos

de
inquietar que de divertir;
más pro_peh8os a la maldad que a la
malicia, y conciben monstruos enigmáticos de los que nada en
limpio se sa~ salvo el encono y el resentimiento del autor, qn~
falto de medio de expresión mtis transparente, bosqueja amena­
zas desdé los recovecos de su · cor8.Zón. Si con los sarcasmos y las
chanzas es posible reír, o

sonreír, encogerse de hombros o
indignar.
se, en el caso de los engendr~s de marras se sobrecoge uno; no
hay en ellos nada del llamado humor negro, es decir, de la sin­
teBis
d~ lo cómico y lo horribl~ como esa fotografía que acom­
paña

a la
tragedia «Soldados>, de Hochhuth, fotografía· de una
mujer quemada viva
cuando el
bombardeo de Dresde
y que, se­
miconsumida,
sonrfe maeabramente>.
Pero volvamos a leer el /JJ,rlto de Roger Mucchielh ( págs. 64 y sigsJ:
· maniqneismo consiste en dividir el mundo, las gentes y
las tesis, en dos campos, en dos clases: el bien y el mal, los
buenos y 101 malos ,..>.
>Uno de los principales.--.objetivos de la acción subversiva es
el de

utilizar
ese maniqueismo simplificador

para
atribuir el
poder
CQnstituido y

a
sus eventuales
defensores
los valores
negati­
vos> ... «antítesis de la lista de los derechos y valores universales.
Representarán, pues, exclusivamente>:
-•. .
589
Fundaci\363n Speiro

- •.• da miseria, el miedo, la angustia, los sufrimientos, la
aniquilación,
la matanza _.,,_
-

..• «la opresión,
la tiranía, la arbitrariedad>.
-•..

«el desprecio,
a los derechos sagrados, la explotaciólÍ del
hombre·
por
el hombre, los abusos de poder, el. abuso de con­
fianza,

el secreto privado de los
inte,;eses personales, el

fraude,
la desigualdad .. .>.
- ... das torturas, el : egoismo,_ el sadisnio, el desprecio por
el hombre, la indiferencia para los vafores humanos .. .>.
Con esta poslci.ón se logran otrw; tres ventajas complementarias (pá~
ginas
61 y sigs.),:
«La ·auiojwtificación de las violencia.& (subv~sivaa) aczuales
o eventuales>:.
«La d.wnorali:ación y ;i pánico del adversario>.
«La
adh_eslém de l,as almas cándülas> ... «de quien~& por bri­
llantes que

sean
sw intelig~ncias .y renombre> ... «son inocentes
perdidos

en una: guerra que no
entienden>.
Asi se producen el contagio y las -reacciones en_ cadena, en las cuales
al grito de cAllon& c'est la Révolution», se hacen presentes {págs, 64 g
:siguientes}::
590
-«... aquellos en quienes los · psicoanalistas descubren el
complejo de Edipo> . «... quienE:s sientén exacerbados los deieos
s_exuaies
en propor"ción a lBB ruinas de l_os tabúes>.
- »
...

también los
amargados, los malhadados, !Os humillados
y

los con complejo de
inferioridad con
ansias
revanchistas, los
perseguidores-perseguidos

y otros
paranoic~ y la masa de psi­
cópatas en estado de agresividad crónica contra alguien».
- «--los adolescentes en período de crisis de oposició~ go­
zosos
en gritar su odio a todos los valores "gerontocráticos", en­
tusiasmados por la llamada al desencadenamiento de su "espon­
taneidad"

sin freno ...
Y acompafiándoles
tantos
"adolescentes
prolongados" que nunca han aceptado entrar -en la vida».
,Todos los

violentos
trabajan por.

su cuenta
".se enardecen
y
se multiplican"; todos los resentimientos
per.so~es contra -.n
maestro, un ingeniero, un jefe de ofi_cina, un vigilante, un pro­
fesor, un administrador,
-un
oficial,
eté,. fecundados
por el ejem­
plo de la irrespetuosidad
subversiva, se desencadenan,

en
pro­
porción

directa de la inhibición que
paraliza a
quienes deberían
Fundaci\363n Speiro

frenarles. Los grupúsculos proliferan, cada uno con su pequeño
"leader" que
se cree un Bahenf.
»Los auténticos

agentes subversivos, los verdaderos, los inicia­
dores, soldados del

enemigo
en el territorio naéional, obervan
con

la delectación chocarrera que les
es habitual,
las reacciones
en cadena que
su ciencia ha provocado.> •.• «pues todas las ideolo­
gías son admitidas con
tal de que, ante todo, exijan la destrucción
total
»Los.· objetivos

son mantetiidos:· el poder
se corrompe,, la au­
toridad se debili~ la opinión pública queda estupefacta, la anar­
quía
aumenta, los

clamores crecen,
y ellos, los auténticos arte­
sanos de la subversión,.. se -unen y funden con gozo en una agita­
ción que, por lo demás, se desarrolla por sí .sola>:.
Este conjunto ~igai-rado,
<-, aunque alcanzara en Francia la cifra de 200.000, no re­
presentaria
sino

tan sólo
una ·J.os(:_ientas cincuentava parte de la
población total, el uno por ciento de
la población activa, pero
hallándose la "mayoria
silencio88" encerrada en el silencio de su
vida privada,
de su inhibición y de su pánico múdo, basta la dé­
cima parte de ese nUDlero para cumplir la misión militar funda­
mental: abatir el poder "enemigo" éstahlecido en el país, desor-­
ganiZar toda eventual re.sistencia de los grupos constituidos o
del Estado,
neutralizar la opinión pública>.
El maniqueismo, que justifica ·que se tengan dos pesas y dos medidas, asi
como las violencias de uno u otro· tipo, ·c1e· una pmte, y_ la desmoraliza..
ción y el desarme total, de la otra, los vemos patentizados en escritos y
discursos orales, por doquier entre nosoh-os, empÍeándose cqmo plat~,.,
mas desde el libro hasta algún que otro púlpito, Por e¡.,:,,Plo, vemos cómo
se emplea ese doble jueiJo de -pesas y medidas cuando se habla de las
huelgas. El comentario que, en ABC del 9 de enero de enero de 1975,
dedica )osé Moria Ruiz G.,Ila, puesta
-por Enrique Tierno Gad.ván en el libro LA HUELGA (CARA Y CRUZ),
resulta una muestra interesante. Por ello, recortamos, haciendo un parén,.,
tesis, algunos párrafos de aquel c0mentario en los cuales se observa que
Tierno GaJ.ván
«.-afirma que "la seguridad, como mitificación del orden,
es · uno de los grandes recursos de la
clase dominante para

que
las cosas sigan como están-y para que sus intereses queden a
~91
Fundaci\363n Speiro

,92
cubierto de cualquier- posible ataque,_ que supondría el desor·
den". Siendo esto
así, resul1-:_ que

la huelga puede amenazar la
seguridad y, poi' ello, aunque esta amenaza -junto a las de
tradición y
-sumisión y

obediencia que permiten la eontinuidad­
"produzca
un profundo temor, es necesario vencerle, tanto en los
patronos como
en loa obreros, si se quiere que la huelga tenga
consecuencias constructivas
y contribuya al proceso de extin­
ción de la lucha de clases en cuanto a fenómeno capitalista.". En
otras palabras, la seguridad, lo mismo que la tradición -a quien
expresamente ae refiere-

son
instrumentos de

opresión capita­
lista que hay que
desterrar>.
c... la huelga significa niás que la introducción de un desor­
den, la de
un orden circunstancial que permite la reorganización
del antiguo orden
de acuerdo con los deseos e intereses de los
trabajadores>. El lector puede, pues, ~nquilizarse. Se trata -a
través de la huelga- de sustituir un orden por otro. No de
instituir o mitificar el
_desorden. Pero, lo que ocurre es que ese
nuevo

orden -el
establecido de

acuerdo con los deseos
y los
intereses
~ los trahajadore&-:-, ese. no debe ya admitir la posibi~
lidad de la huelga. Y así, páginas más adelante, nos afirma, en
la práctica de.
uri caso concreto,. lo siguiente: "He de referirme,
por últinio, a la sinrazón revolucionaña de las huelgas que se
producen
en-los casos en qu~ -la_s instituciones democráticas ne­
c~sitan
de

la ayuda del
proletatjado. Vn ejemplo

actual muy
VB·
lioso es el portugués. Portugal necesita_ c_onfigurar Y asentar las
instituciones democrátic88 y es una conducta antirrevolucionaria
entorpecer gravemente
este proceso
con continuas
huelgas reivin­
dicativa& o

falsamente revolucionarias
que Jas más de las veces
están promovidas por intereses revo~ucionarios". O sea,, lector,
que al
profesor' Tierno Galván,

la huelga le parecía
muy bien
en
e:l Portugal

de
Salazar y

muy
nial en el Portugal de Costa
· Gomes. Curiosa mane1"8 de discriminar ésta. Lo qlle ocurre, la ver­
dad
subyacente, · es que, presentada de una o de otra manera, la
huelga política -y subrayo la expresión-sólo la admite Tier~
no para luchar contra sus enemigos ideológicos Oéase capitalismo
o

neo capitalismo), pero no para que el
proletaríado --o el pue­
blo-,. exija
lo

que
cree debe

corresponderle en
un régimen
no
capitalista. ¿Por
({Ué?· Tiern~ no lo explica, Y nos deja ayunos
con

esas
tremeridas contradicciones insalvables.
»Desengafiémonos. Todo

lo que sea predicar
«pacíficamente>
la

revolución viene siempre castrado porque,
una vez
en el Po­
der, los -hoy revolucionarios no dejarán que nadie ni se levante
Fundaci\363n Speiro

ni proteste ni tan siquiera pro-mueva una huelga contra ellos. Por
eso el
profesor Tierno se cuida muy y mucho ·en decirnos que la
huelga es lícita y moralmente inexcusable, pero sólo "mientras
hay un
meJ,'eado regido
por los principios
capitali!Jtas". Luego,
no. Luego, cuando

como
en Rusia sea el &lado y su aparato
económico marxista el que regule las relaciones de producción,
¡ah!, entonces· la huelga es ilícita, moralmente inadmisible y po­
lítica y socialmente intolerable. Admirable:..
En
la tarea de ta subversión los ma.ss media juegan un papel indispen­
sable. En la eolumna MARXISMO A LA VISTA; del mismo ABG del 9 de
enero de 1975, ha escrito también, José Maria Ruiz Gallardón:
«Cualquier lector que espigo.e las publicaciones españolas del
momento
y que sepa qné ea y en qué consiste ser márxi.1ta puede
percatarse
de la existencia de una poderosa corriente de opinión
claramente inscribible en esa ideología. Y me refiero a las publi­
caciones
periódicas. Tanto

a libros como a
revistas. Estas líneas
no

son
· una denunci~ sino una

constatación>.
«Lo que resulta más

sorprendente
es la ·gran cantidad de es­
critores
que

resultan
marxistas o marxistizantes sin saberlo.

Y
ese
heclio,
que

es el que: pretendo constatar, me
parece de
enorme
gravedad.
Se trata de que al amparo de una pretendida postora crítica.
gentes hay, y
aun

de buena
fe, que aportan su es-fuerzo y cola­
boración al
marxi&mo español>.
Mucchielli, en su libro; e:xplka el imprescindible papel de los mass me-­
dia para la subversión .( págs. 66 g sigs.);
,.
«Solo los mas media son capaces-de fabricar una opinión pú­
blica, de

crear
una psieosis colectiva sin. neees-ida.d de que se
reúna

una muchedumbre.
·He ahí una _de las específicas caracte­
rísticas de nuestros modernos m.edios de difusión de informa­
ciones. Aetuan
sobre cada individuo, en particular y ai&ladamente1
a la vez que crean el fenómeno colectivo>.
«Los mass· media {radio, televisión, películas, diarios de gran
tirada) son
clasificados en

dos tendencias: los
que son
soportes,
oficiales o
secretos~ de las acciones sabver11iVas, y los que no lo
son directamente .. .>.
Fundaci\363n Speiro

Nótese que (67 g sigs.):
«: .. las diversas acciones direcu&s y violentas no eonstituyen la
punta · de lanza de un movimiento, que· de desarrollarse y gene­
ralizarse, constituirían verdaderamente un · movimiento i'evolucio­
nario popular. Este punto de vista arcaico está superado. Las
acciones directas no· sirven rino para alimentar la verdadera ope­
ración ''revolucionaria' que está enterament.e basada en la subveJ'­
sión. Esta subversión de Ul$ mams, para separarlas completamente
del poder establecido, ya desacreditado, para convertirlas en pa­
sivas e inhibidas (aterrorizadas o vagamente consentidoras, o am­
bas cosas a la vez) se realizará a través de los mass media,
porque los man media son el imtrumento i:n,oderno ideal de
manipulación de la opinión
pública».
«Por eso
_mismo, es absurdo

_creer que
las guerrillas en Amé­
rica :del Sur son el principio de un levantamiento general Las
guerrillas existen para crear el clima que explotan los mass
~ Ese fenómeno, en estado puro, fue desarrollado con éxito
en Argelia>.
Veamos cómo son utilizados los ma.ss media, .según su prevía cl83i-­
/icación ( págs. 72 y siga.):
«l.9 Lm cliarios publica4c,s por los gru:pos ele acción di.recta,
tienen

tres objetivos:
-»Mantener el e.spíritu de los propios grupos ...
-»Servir de· medios de Propaganda en ca8o de necesidad de
los grupos que se trata de "recuperar", es- decir, de atraer>.
-«Suministrar a los órganos de prensa que sean influyentes
en la opinión pública, "informaciones"· para difundirlas ..• >.
«2.11 Los diarivs y revistas de gran Ji.fusión que participan di­
rectanielite e intencionalmente en la aaión --subversiva> ... «Su
papel es· capital para la subversión, ya que presentan todas las
apariencias de

buena fe
y de objetivida~ a fin de conservar y
extender su audiéncia y así inoldear Wl sector suficiente de la
opinión pública . ..>.
«Sus méti>dos, en los artículos y comunicaciones de intención
subversiva, se caracterizan por el empleo de la que es llamada
"informaeióri-tendenciosa".
,Del mismo orden son las emisiones de radio o ·televisadas
Fundaci\363n Speiro

oficiales confiadas a realizadores que estén al servicio de la
subversión>.
<"Informaciones cuidadosamente escogidas,
y presentadas des­
pués de aderezadas, constituyen el, arma de propaganda subversiva
más
poderosa", dice Sel ton Delmer que conoce bien el temo.
3.11 «Los diario!, revistas y emisiones de gran difusión que
son neutros» ... «Al presentar con una ostentosa imparcialidad las
informaciop.es
de
todas
las_ fuentes, _no dejan
de colocar en el
mismo plano,

por ejemplo, la entrevista con un ministro respon­
sable o con diputado y la entrevista con un jefecillo de banda
que explica

sus ideales
h~anitarios universales
que dan un sig­
nificado a su
acción salvaje,

o,
incluso, el texto de la sentencia
de un tribunal y el de una octavilla distribuida a la salida
del juicio.
>La "igual

parte", consagrada a las
diversas tendencias
de
la
opinión, oculta discretamente el hecho de que tal tendencia re­
presente
el l
% y que tal otra el 95 % de los ciudadanos».
4.9 «Los diarios, revistas y emisiones de grqn difusi.ón c;on..
tra,ias a las empresas revolucío~as .. .>.
« ... para demostrar la- gravedad de l•s diversas_ acciones sub­
versivas

o
terroristas, estos diarios _les dedican

una gran exten­
sión, indicándolas
todas, cc;,mentándolas con

horror o indignación,
·Y protestando enérgicamente contra .la .falta de

autoridad, la debi­
lidad e,
inclueo, la

complicidad de quienes debieran reprimirlas.
»Pero, haciendo esto, provocan en sus lectores un efecto im­
previsto, a saber, la doble certe:Za de que, por una parte los gru­
pos de guerrilla o de acción directa tienen una potencia temible, que no retroceden ante nada, y de otra parte que
las "fuerzas
del
orden" y

las autoridades son débiles e impotentes ...
>.
Las técnicas de acción· parlen de tres puntos básicos ·(págs. ·90 y sigs.}1
V! < ... no se trata en modo alguno de ''movilizar las masas
populares" sino, por el contrario, de inmovilizarlas ...
».
2.11 «La. acción· de disociación de grupos constituye una ope­
ración

indispensable, pues es sabido,
por las investigaciones de
la

psicología
social, que cuanto más los individuos. estén adheridos
a grupos éoherentes, menos permeables son a la propaganda y a
fu subversión .•. >.
3.11 «Existen, en cambio, grupos claves del sistema, grupos so-
595
Fundaci\363n Speiro

ciales, económicos, culturales, políticos, etc~ que por el contrario
es
necesario ->.
Para actuar sobre los grupos a los que se trata de disociar es uti­
lizada la «dinámica de grupos>, Con introducción previa en ellos del agente
subversivo aun siendo .variable la técnica que se emplee (págs, 93 Y sigs.Vt
Así:
«Será diferente la disociación de grupos más vastos tales como
la Iglesia católica, ya
que habrán de crearse foyers de conteJU.rtion
(núcleos de irradiación "contestatarios") y sostenerlos ideológica­
mente,
J' difer6Dte también la manipulación de los grupos locales
que
tratan de defender intereses
locales>.
A) La LABOR DISOCIADORA suele realizarse con el empleo, fundamen,.,
talmente, de los siguientes métodos:
PRIMER MÉTODO:
«Utilizaci6n., en favor de la acción revolucionaria, de ciertos
valmel oficialf!I · del grupo sellalado como objetivo.
>Más exactamente, se trata de ereilr, en el interior de los gru­
pos ideológfoos exis~tes, unos peqneiios grupos que, apoyándose
en ciertos ·valores del
·grupo tOtal, deduzcan principios

de acción
susceptibles de

incidir, a nivel práctico, con los principios de
la
mbvorsl6n>.
Como ejemplos, tomados de Francia, indica el autor, entre otros, los
·sigtiientes:
596
cAsí, la Acción Católica Uni.venitaria declaraba en el comu­
nicado de Síntesis del encuentro nacional de Dijón
05-18 abril
1!>71): "Penamos hoy que la 'universidad y la sociedad no son
reformables: cualquier
lucha y todo intento que no se inserten
en un proceso global contra el
tiistema capitalista
reforzarán la
lógica de

este
sistema fundamentalmente alienante". La conclu­
sión
es, pues, una

incitación a sus- miembros para alistarse en la
acción
directa.
>En el reciente libro titulado Théologie de la révo!uzion
(publicado por las "Editions universitaires") el .Padre Joseph
Comblín expone, en el mismo sentido, que
"el cristianismo
es
revolucionario por
naturaleza" y el autor concluye prometiendo
Fundaci\363n Speiro

una segunda obra cerca de· las tres fases de la accion revolucio­
naria: la preparación -de
la-revolución, la conquista del poder y
la

instauración de una sociedad
nueva> (*).
Santiago Carrillo, e·n el libro al que antes hemos estado remitiéndonos,
explica
en sus respuestas ese mismo fenómeno observado también en
Espalia y que no es 'puramente causal y espontáneo. Conviene que ~
leamos (págs. 166 y sigs.):
« ... en la Iglesia se ha-creado .un complejo de· culpabilidad_.>
<... La Iglesia ha sentido que su culpabilidad· histórica le
alejaba del

pueblo» ...
«Esto ha conducido a los nuevos Cura.a, los
nuevos católicos, a una
reflexión profundizada acerCcR del papel
de

la
Iglesia en la· sociedad ·de hoy.

Cada vez
más hemos llevado
una política

muy audaz respecto. de los católicos .•
.>.
Volvamos al .libro-de Mucchlelli:
«Corrupción moral.-de to1 grupos que se. trata de disociar>.
«Tres objetivos sobredeterminan ·esta empresa: - de una parte,
corromper ciertos medios.; de
otra, disociar. -eatos medios
inyec­
tando en ellos la discordia
y el conflicto con ocasión de la corrup­
ci6n de

una fracción más o menos importane (allí son los
grupos
familiares

los objetivos principales),
y, finalmente, mostrar con esa
ocasión las normas .de estos -medios, como
o.presi,vos y
represivos
en la
misma medida en

que
e-fectivam~te constituyen-
barreras y
prohibiciones para la disolución de costumbre, de sus miembros>.
La combinación como ingredientes de la dialéctica marxista con Is.
subltma,ción del lib;do (:reudiana
ha sido la receta de Mi>r<;use pa,a la labor
dlsociadora y c_ort'Jlptora. De ello se -ha ocupado J~ ,Vallet de _qoytlso!o.
en ABC dominical del 8 _de cliciembte de 19(4-, en sus _CoNSIDERAOONES
ACERCA DB LAS RBSPUBST~ DE _MARc:us.E. Recortamos!
(º) Cfr. en VERBO 104, abril 1912 (págs. 419 y sigs.), 'UDa referencia
erítica·al indicJdo libro del -P. Joseph' Coinblin, efeetuada:·por·Louú Sa­
lleron en· su artículo· «La Teología de la Revolución: Cristianismo y
Revolución>.
Fundaci\363n Speiro

598
«Apoyado en estas dos rudimentarias explicaciones de la vida
y del desarrollo social, de una parte, y del hombre, de otra,
monta Marcuse todo su utópico edificio del futuro ·y aún muestra
el camino para alcanzarlo con esa pretendida liberación, al final
de
la-.cu.al: «el cuerpo

debe llegar
a ser un instrumento de placer
en vez
de instrumento

de trabajo alienado>. Esa meta debe
al­
canzarse,. según su·
tesis, eón la construcción del socialismo, y la
liberación
es una fuerza para realizar -esta construcción., Una vi­
sión ingenua de esta perspectiva no permite percibir bien dónde
se halla
el medio y donde el fin realmente querido con más fuer­
za. Así la duda queda flotando si tomamos, por ejemplo, esta­
frase:

"Si el cuerpo de
la mujer se ha convertidó así en un factor
de .plusvalía,
la emancipación de la mujer aparece como una fuer­
.za
decisiva

en
la construcción del socialismo y de una vida cua­
litativamente diferente".
¿Se desea eSa liberación como fin, o bien
como un medio
más de destrucción de la sociedad. actual a fin
de construir luego el socialismo?
>No es

extraño que
así, en
lugar de alcanzar una liberación,
se caiga en
una esclavitud. Primero, a nuestros propios deseos
cada

vez
más exacerbados. Y luego al mecanismo soci84 que es
construido para liberarnos de todas las necesidades y hacernos
·a todos iguales. .Aunque precisamente no .acabemos de compren­
der cómo quienes imponen la igualdad pueden ser iguales
a los
que son
igualados. Ni

tampoco' cómo, en la
perspectiva ·dinámica
que se pregona,

pueda ser
equivalente Sufrir la

igualación y bene­
ficiarse de ella».
-c:M·areuee mentalmente eleva a ser "todo" al hombre y la
Mujer 111:liherados". No "d-e" sm sentidos --como pretendieron
nlgnnos angeliam~ igualmente ·erróneo&--, sino "en" 8118 sen­
tidos>.
«No
importa

que
la liberación proletaria de la opresión bur­
gllesa,
preconizada

por
Marx, no
haya terminado en
los· países
marxistizados
con la sint-esis de la . sociedad homogénea, sino por
la
alienación de
los ·supervivientes
de una y otra
clase y
de
sus
hijos al Estado totalitario, ¡es decir, a su nueva clase dirigente! .•.
Según él,

a pesar de todo,
¡ hay que liberar a la Humanidad de
toda opresión, inc:luso· de

los
tabús sexuales!-, aunque

así nos
convirtamos en

una ingenté
masa de· suidos domésticos que una
burocracia o
tecnol;mrocracia, como

una nueva Circe, maneje en
piara una vez alienados todos a
ella>.
Fundaci\363n Speiro

Mucohielli sigue sus consideraciones acei-ca de ese método disociador
por la comtpción:
«... en las revistas. en las emisiones, en las películas de pro­
paganda política (maoaista, trostkista o castrista), se halla nor·
malmente una propaganda-publicidad

corruptora de lo que se llama
Ia· moralidad.

Asociación
qú.e" resulta d~masiado sisteniáti~ para ser
fortuita.

Y como,
Por otra

parte, esa
misma propaganda de di,
solución

de costumbres está prohibda en China Popular, en Cuba
o en
Alb~a, se

dedueé que
se trata
de un aspecto de la
subver­
sión

para
uSo en

los países llamadoá
"Occideniáles".
«Sin llegar
hasta

la hipótesis de una
·doblé· operación combi­
nada,

puede pensarse
qué esta animación

de todas
las formas de
rebelión
co·ntra cuanto

obstaculice la total reálización
de todos
los
deseos y necesidades
egocéntricas· (lifu!ll''ación ásiinil~da a

la
es­
pontaneidad

a- la creatividad y a la libertad)
va dir~gida a

la
disociación de

los grupos
Y a reforzar la imagell dé lá · sociedad
como
opresiva o represiva>.
TERCER Mé.TOOO:
«Desarrollo de la inter-so-Specha en los grupcis _organisados, ca-
pacés de op B) LA ACCIÓN SOBRE LOS GRUPOS CLAVES, es también cuidadosamente
anal_izada
por Roger Mucchielli, que las clasifica en cuatro_ clases de té~nicas:
-«Intensificación y ex,plotación de los sentimientos coleo­
rivos de reivindicadones legí,ti,mas, de las necesidades o de la ideo­
logía de los grupos consider-adm ... propaganda de agitaci6n .. .>.
-«AccüSn directa y violenta de"" sub¡¡rupo, que forma par del, grupo puesto como objerivo, :r que &e presenta COmt) cam,.
peón de los intereses del ¡¡rupo .• .>.
-«Movilizaci6n vehemente del grupo con ocasión de un
trtaque directo dirigido conlra él o c llamadas a la venganza y a la solidaridad son igualmente ren­
tables ... > •
...
«Esta técnica se combina
con la precedente
y se sistematiza,
de modo muy puro, en la siguiente:
~99
Fundaci\363n Speiro

-«Técnica de provocación. -represión-llamada. a la unidad
contra ia· -represión .. .».
La CONCLUSIÓN del referido libro «LA SUBVERSIÓN», es que ésta con•
idste en:
C.~. el conjunto de medios psicológicos que tieiten por objeto
el descrédito y la caída del poder establecido,
del régimen o

del
sistema 80cial, en

los territorios_política
O militarmente
deseados ...
»
«Estos medios consisten en configurar inetódicamente la opi­
nión
pública. Las
acciones
&ediciosas (guerrillas,
comandos ur­
banos, trihumil.es
populares, secuestros) no

son sino alimentos
pai-a la

acción
subversiva, que · exclusívamente se

realiza por el
ap1u;ato amplificador

de los
mass media. Se conforma, así, una
"mayoría
sil:eD.cioaa", considerada, unas veces, como

entristecida
y _otras veces_ comQ apáti~ que refugiada en la indiferencia,
ha(tla el Estado o las autoridades ·inmediatas,· Y estrangulada por
el pánico mudo, asistirá sin reacionar, cuando esté _ya "madura",
a la caída d8-l sistemá enteró. Ese sistema se hundirá el solo,
como

un
fruto podrido. Su ejército, con consciencia de cnlpa,
tirará las armas, su
polic~ enferma
por
el menosprecio, no se
atreverá

a
mostrarse, y

el pueblo, ese
gran manipulado, se hallará
pasivamente

inmerso en la propaganda de
integracióÍi, qu~ se
hará también en su
nombre.
»Ante esta empresa aCtual de subversión general, se hallan po­
cos, entre los grupos o las Personas, simplemente conscientes y
resuelto&>.
Conio el autor subraya, ES, pues, INDISPENSABLE UNA CLARIFICACIÓN. A
NIVEL TANI'O

NACIONAL
~O INTERNACIONAL.
600
Fundaci\363n Speiro