Índice de contenidos
Número 279-280
Serie XXVIII
- Textos Pontificios
-
Actas
-
Crónica de la XXVIII Reunión de amigos de la Ciudad Católica: 589-1789
-
589 - 1789. Presentación de dos centenarios
-
Palabras del padre Victorino Rodríguez, O.P. en el acto litúrgico final de la XXVIII Reunión de amigos de la Ciudad Católica
-
Significado y frutos del III Concilio de Toledo
-
La unidad religiosa, encrucijada de la teología y la política
-
La confesionalidad del estado y la unidad católica en las leyes fundamentales de España
-
La Dignitatis humanae y la unidad católica
-
La unidad católica y la España del mañana
-
- Miscelanea
-
Información bibliográfica
-
Louis de Wohl: El hilo de oro. Vida y época de San Ignacio de Loyola
-
Araceli Martínez-Peñuela Virseda: Antecedentes y primeros pasos del nacionalismo vasco en Navarra, 1878-1918
-
Jesús López Medel: Enseñanza de la religión en una sociedad democrática
-
Maria Adelaide Raschini: Le cerebroteche
-
Eusebio Ferrer: Exigir para educar
-
Federico Prieto Cali (Director responsable): Catecismo de doctrina social
-
- In memoriam
- Noticias
- Verbo

Autores
1989
Palabras del padre Victorino Rodríguez, O.P. en el acto litúrgico final de la XXVIII Reunión de amigos de la Ciudad Católica
Palabras del padre Victorino Rodríguez, O. P. en el Acto
litúrgico final de la XXV1II REUNION DE AMIGOS
DE LA CIUDAD CATOLICA
Señor, la reflexión durante estos tres días sobre aconteci
mientos tan distintos y distantes como el
III Concilio de Tole
do (589) y
ld Revolución francesa (1789), tensó nuestras espe
ranzas y preocupaciones, nuestra acción de gracids e impetracio
nes
ante el Santísimo Sacramento y la Virgen Inmaculada.
Gracias, una vez más, por la conversión de Recaredo y del
pueblo visigodo a
la Fe Católica, y por la sabiduria y fortaleza
que diste a San Leandro para hacer de la Iglesia y del Estado
de los siglos venideros un pueblo unido y fiel,
hase de una Euro
pa cristiana y de la enorme irradiación misionera y humanizadora
transoceánica.
Nos duele y nos preocupa, Señor, no que el pueblo español
haya cambiado de
Fe, sino que muchos la hayan perdido o dete
riorado, y
que los responsables de la Iglesia no estén a la altura
de los padres del
III Concilio de Toledo, ni 'siquiera para con
memorarlo
adecuadamente.
Gracias por los óptimos y prolongados frutos que produio
para España y para toda la Iglesia la Unidad Católica y confesio
nalidad del Estado durante catorce siglos, y
que si ahora se aban
donó no fue por imperativos teológicos, ni siquiera del Concilio
Vaticano
II, sino por motivaciones extrañas, aun dentro de la
misma Iglesia.
Te pedimos, pues, Señor, a Ti que tienes el dominio de los
corazones, y por intercesión de la Inmaculada y de Santiago, que
cesen estas motivaciones extrañas de aconfesionalidad y que el
Reinado de Cristo vuelva a ser integral
en nuestras Leyes, en
nuestros Gobiernos y Tribunales, en nuestras costumbres públi
cas y privadas.
Nos duele que el
espíritu de la Revolución francesa, antropo
céntrico y visceralmente laicista y antirreligioso, absolutista y des
personalizador, como la ideología de Rousseau que lo inspiró,
haya cundido en la Europa liberal y pseudodemocrática, con in
filtraciones en el pseudocatolicismo constitucional de entonces y
en el pseudocatolicismo marxista y liberacionista de ahora, en
Centroeuropa, en España y en Hispanoamérica.
1219
Fundaci\363n Speiro
Nos gozamos en la verdad que se está haciendo pública so
bre la gran mentira de los móviles humanitarios de la Revolución
francesa y de sus fraudulentos lemas de libertad ( para mentir,
robar y guillotinar), de igualdad (igualando lo naturalmente de
sigual o desigualando lo que debe ser igual) y de fraternidad
(sin Padre común), y de la gratuidad voluntarista de los derechos
del ciudadano ( no del hombre)
que, por lo demás, se desentien
den de
los correlativos deberes.
Te damos
gracias, finalmente, Señor, por habernos brindado
oportunamente
la ocasión de compartir el pensar y sentir de los
ponentes e
interlocutores de esta XXVIII Reunión de amigos
de la Ciudad Católica, sobrenaturalmente confortados con la
oración, la comunión eucar!stica, la amistosa convivencia y la
mirada bondadosa de Nuestra Señora del Rosario.
VICTORINO RODRÍGUEZ, Ü. P.
1220
Fundaci\363n Speiro
litúrgico final de la XXV1II REUNION DE AMIGOS
DE LA CIUDAD CATOLICA
Señor, la reflexión durante estos tres días sobre aconteci
mientos tan distintos y distantes como el
III Concilio de Tole
do (589) y
ld Revolución francesa (1789), tensó nuestras espe
ranzas y preocupaciones, nuestra acción de gracids e impetracio
nes
ante el Santísimo Sacramento y la Virgen Inmaculada.
Gracias, una vez más, por la conversión de Recaredo y del
pueblo visigodo a
la Fe Católica, y por la sabiduria y fortaleza
que diste a San Leandro para hacer de la Iglesia y del Estado
de los siglos venideros un pueblo unido y fiel,
hase de una Euro
pa cristiana y de la enorme irradiación misionera y humanizadora
transoceánica.
Nos duele y nos preocupa, Señor, no que el pueblo español
haya cambiado de
Fe, sino que muchos la hayan perdido o dete
riorado, y
que los responsables de la Iglesia no estén a la altura
de los padres del
III Concilio de Toledo, ni 'siquiera para con
memorarlo
adecuadamente.
Gracias por los óptimos y prolongados frutos que produio
para España y para toda la Iglesia la Unidad Católica y confesio
nalidad del Estado durante catorce siglos, y
que si ahora se aban
donó no fue por imperativos teológicos, ni siquiera del Concilio
Vaticano
II, sino por motivaciones extrañas, aun dentro de la
misma Iglesia.
Te pedimos, pues, Señor, a Ti que tienes el dominio de los
corazones, y por intercesión de la Inmaculada y de Santiago, que
cesen estas motivaciones extrañas de aconfesionalidad y que el
Reinado de Cristo vuelva a ser integral
en nuestras Leyes, en
nuestros Gobiernos y Tribunales, en nuestras costumbres públi
cas y privadas.
Nos duele que el
espíritu de la Revolución francesa, antropo
céntrico y visceralmente laicista y antirreligioso, absolutista y des
personalizador, como la ideología de Rousseau que lo inspiró,
haya cundido en la Europa liberal y pseudodemocrática, con in
filtraciones en el pseudocatolicismo constitucional de entonces y
en el pseudocatolicismo marxista y liberacionista de ahora, en
Centroeuropa, en España y en Hispanoamérica.
1219
Fundaci\363n Speiro
Nos gozamos en la verdad que se está haciendo pública so
bre la gran mentira de los móviles humanitarios de la Revolución
francesa y de sus fraudulentos lemas de libertad ( para mentir,
robar y guillotinar), de igualdad (igualando lo naturalmente de
sigual o desigualando lo que debe ser igual) y de fraternidad
(sin Padre común), y de la gratuidad voluntarista de los derechos
del ciudadano ( no del hombre)
que, por lo demás, se desentien
den de
los correlativos deberes.
Te damos
gracias, finalmente, Señor, por habernos brindado
oportunamente
la ocasión de compartir el pensar y sentir de los
ponentes e
interlocutores de esta XXVIII Reunión de amigos
de la Ciudad Católica, sobrenaturalmente confortados con la
oración, la comunión eucar!stica, la amistosa convivencia y la
mirada bondadosa de Nuestra Señora del Rosario.
VICTORINO RODRÍGUEZ, Ü. P.
1220
Fundaci\363n Speiro