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Número 575-576

Serie LVII

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Hoon J. Lee, The Biblical accommodation debate in Germany. Interpretation and Enlightenment, Cham, Palgrave MacMillan, 2017, 249 págs.

Hoon J. Lee es Ph.D. en Teología histórica por el Trinity Evangelical Divinity School de Chicago. Ha sido pastor asistente en la iglesia presbiteriana de Canaan, en Glenview, Illinois, y enseña en el área de Chicago pero no sabemos en qué institución. Ha publicado varios trabajos históricos en revistas dedicadas principalmente a la teología protestante.

El propósito del libro es claro: exponer de qué modo, en la Ilustración germana, entre 1761 y 1835, se desarrolló un profundo debate acerca del acomodamiento divino de las Escrituras. Esto exige, como el autor hace, explicar a qué se refiere con tal acomodamiento divino, pues puede ser entendido de dos modos diferentes entre los protestantes. Para Calvino –que decía seguir a San Agustín– Dios acomodaba la revelación en el modo, la manera o la forma de expresión adecuada a la capacidad racional humana; según los socinianos, en cambio, se trataba de un acomodamiento de la verdad misma, de la materia revelada, de las verdades divinas de la Biblia en su contenido. Esta última tesis estaba ya en Fausto Socino (1539-1604), pero fue desarrollada más extensamente por otros protestantes, como Francisco Turretino (1623-1687) y especialmente Johann Salomo Semler (1725-1791).

Lo que está en juego no son simples doctrinas: es lo que desde los humanistas se fue imponiendo como crítica histórica de la Biblia, que partiendo del análisis filológico pone en cuestión su exactitud, o mejor dicho, su inerrancia. Pues si Dios acomoda incluso la verdad a la mente humana, puede –conforme a los socinianos– enseñar cosas que solamente son adecuadas a la mentalidad de los hombres de su tiempo y que para los venideros pueden carecer de sentido o ser erróneas. Luego, todo en las Escrituras se vuelve dudoso: la autoridad divina, la vida misma de Jesucristo –su encarnación hasta la resurrección–, la creación del mundo, todo está sujeto a ese relativismo epistemológico-lingüístico de la Revelación. La doctrina del acomodamiento se convierte entonces en un capítulo central de la escuela histórica de la crítica bíblica.

La obra se divide en siete capítulos. Luego de la introducción, Lee presenta el problema del acomodamiento en la república holandesa durante el siglo XVII, en donde el socinianismo (llamado arminianismo) se hizo fuerte, recreando la disputa entre los teólogos Voetius y Cocceius e insertando la posición del herético Spinoza. Después (capítulos 3 a 6) penetra en los debates en tierras germanas, pasando revista al acogimiento de la doctrina de la acomodación por los pietistas, Hamman, Oetinger, Semler, Krug, Kant, Johan Schmid, Bauer, y muchos otros, hasta Johan Jhan. Cierra el libro con unas conclusiones en las que expone con claridad la historia del problema y su significación para la teología bíblica.

Aunque el autor está interesado en el debate que se dio en Alemania en el siglo XVIII –y, por ello, su libro es básicamente histórico–, el tema que plantea tiene una trascendencia que llega a nuestros días, según él mismo expone. No se trata con el acomodamiento de un problema pasado sino de una posición muy actual, que ya no aqueja solamente a los protestantes en sus variadas cepas, pues ha hecho nido también entre los católicos. Lo prueba, entre otros, el siguiente simple dato: en La Enciclopedia Católica, que editara Charles G. Herbermann entre 1905 y 1912, A. J. Maas escribió la entrada «Exégesis» en la que defendía el acomodamiento modal que habían advertido ya los primeros Padres, y denunciaba el acomodamiento material que atribuía con justicia al racionalismo de Semler; en cambio, en la Nueva Enciclopedia Católica, bajo la edición ejecutiva del P. Berard L. Marthaler, publicada con el aval de la Universidad Católica de América (primera edición en 1967, segunda edición en 2003), en el artículo «Exégesis bíblica», a cargo de L. F. Hartman y otros, la posición ha cambiado y no se da cuenta de la distinción.

Estamos ante una obra de notable interés, escrita con una pluma accesible y con una fina comprensión de lo que está en disputa. Pues aunque Lee sea protestante y su indagación se limite a las divergencias escolares entre ellos, no deja de ser inquietante para los católicos desde que explicaría cómo y por qué de Alemania nos ha llegado en el siglo XX esa ecuménica convivencia-connivencia entre hermanos cristianos que ha dado el fruto podrido del desmantelamiento intelectual de la teología católica tradicional.

JUAN FERNANDO SEGOVIA