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Dos notas sobre la organización económica de la actualidad francesa. II. Los cuerpos intermedios y el progreso económico

Y EL GIGANTISMO INDUSTRIAL
tablecimiento, conocer individuahnente y tratar como a una per­
sona autónoma a cada uno de los trabajadores que dirige, cuando
la unidad a sus órdenes supera las 20C) ó 3(X) personas.
"Algunas empresas_ consideran que hay una
dimensión socio­
tógi;:a det estableci,,niienta máxima: más allá de un cierto efectivo
de trabajadores
(3(X) según la Telemecánica eléctrica), le sería
imposible al director del establecimiento conocer a cada uno de
sus subordinados, y crear un clima sati~factorio de relaciones hu­
manas" (2).
II. LOS CUERPOS INTERMEDIOS Y EL PROGRESO
ECONOMICO
LAS TEORIAS DE KEYNES Y LAS DE LA PLANIFICACION ESTATAL EMPIEZAN A RESULTAR
ANTICUADAS
LA OPINION DE ANDRÉ MALTERRE
El tota,litarismo de Estado nos es a menudo j>resentado como solución1 de'l futuro. A veces, se le califiiea de "inevitable"; "fa­taJ." •..
Se presenta como una "idea nuevci'.
Nos se>ntimos fe/ice. al encontra,-, escrita po,-el presrdente de la C. G. T., André Malterre, en la ed;torial det "Creusef' (16
de junio, de 1966), una crítiw pertinente de' estas "ideas nuev,l'S" que: en mia.teria económica, ¡no podrán ser la solución del futuro!
Escribe:
"El papel de una organización sindical como la nuestra con­siste en que, al mismo tiempo que facilite el prngreso, disminuya al
máximo los inconvenientes y los sufrimientos que produce a tal
o cual
de nosotros.
"Tal acción, para ser eficaz, supone un análisis de las ra­
zones que explican la evolución de nuestra sociedad, no sólo en
el marco estrictamente nacional, sino en un marco europeo,
hasta también occidental. No podemos, pues, seguir ignorando
las doctrinas económicas nuevas que inspiran el comportamiento
económico de grandes naciones industriales como los Estados
Unidos y Alemania occidental.
"Desgraciadamente, a causa de retrasos considerables en ma-
(2) Los pasajes en letra gruesa han sido subrayados por nosotros.
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ll. LOS CUERPOS INTERMEDIOS
teria de enseñanza económica, demasiadas personas continúan
aún, incluso si· se trata de jóvenes, con las teorías de Keynes y
con las de una planificación estatal que debería hacer la felicidad
de todos.
No es preciso censurarlos, pues hace falta mucha ex­
periencia e independencia de espíritu para volver a poner en dis­
cusión lo que se nos
ha enseñado como verdad absoluta.
"De hecho, es preciso, en el marco europeo en que Francia
evoluciona actualmente y también --después del "Kennedy
Round" - en el marco atlántico, orientarse hacia una más am­
plia descentralización de las decisiones económicas, mientras que
hace 25 años se pensaba en el', momento en que el centro casi úni­
co de las decisiones sería el Estado.
''En efecto, en un sistema de economía descentralizada, los
que toman las decisiones, se trate de jefes de empresa o dirigen­
tes de organizaciones sindicales, están tanto más cerca de las
realidades y de los cambios de lo que pueda estarlo un orga­
nismo estatal, cualquiera que sea el valor de
la administración.
"Esto no quiere decir que sea necesario abandonar toda no­
ción de
plan; que es natural ayudar a los responsables de la eco­
nomía a conocer mejor los mecanismos económicos
y a darse
cuenta mejor de donde reside
el interés general que, evidente­
mente, cada uno
de. nosotros debe tener en cuenta.
"Creo, pues, que, en un porvenir próximo, si --como esta­
mos obligados
por añadidura por el tratado de Roma-admi­
timos
esta evolución, muchos más franceses tendrán que dar
prueba de iniciativa y de responsabilidad. Esto puede ser un
gran progreso
en el plano moral y en el plano intelectual, prin­
cipalmente
para los cuadros, agentes de dirección y V. R. P. Es
preciso, sin embargo ~y es una de nuestras funciones de orga­
nización
sindical----, recordar que la mayoría de asalariados no
desean estas responsabilidades
y aspiran, al _contrario, a la segu­
ridad, principalmente a
la del empleo. Hace falta, pues, conti­
nuar haciendo caso
a esta preocupación propia de la gran masa,
evitando que las
mutaciones frusten los deseos de un cierto nú­
mero
de nuestros compatriotas. Es necesa_rio buscar soluciones
a los problemas planteados
por las fusiones y las concentraciones
de empresas, no multiplicando las intervenciones del Estado, lo
que estaría conforme con las ideas dadas corno nuevas, sino al
contrario, buscando resolver estos problemas en un marco más
flexible hecho
por acuerdos entre organizaciones sindicales y em­
presas,
"Esto supone que revisemos, los unos y los otros, un cierto
número de conceptos antiguos: los jefes de empresa comprenden
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Y EL PROGRESO ECONOMICO
que la contribución de la autoridad es la responsabilidad y que
ésta no es sim,plemente financiera, sino que es también humana.
"Es preciso que, por nuestra parte, los dirigentes de orga­nizaciones sindicales no cuenten únicamente con un Estado­
providencia cuyos límites se conocen ahora -----el ejemplo de la seguridad social es significativo en este aspecto-, sino con acuerdos en el escalón de los interesados. El ejemplo de las
A. S. S.
E. D. I. C., que ha permitido poner a punto un sistema
de seguro-paro apoyándose en un convenio colectivo, es exce­
lente. Es en este camino que hace falta orientarse, pues corres­
ponde a las ideas que se pueden tener del futuro en esta segunda
mitad del siglo
xx en el que la concertación no debe realizarse
únicamente a nivel de los poderes públicos y de las fuerzas vivas
del país, sino entre las fuerzas vivas
y las organizadas por ellas mismas."
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