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Número 130

Serie XIII

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Tomismo y marxismo

TOMISMO Y MARXISMO
POR EL
Rev. RICARDO FUENTES CA.sTBLLANOS.
Aunque eL auge-de las pseudo "teologías" post-conciliares, como
la llamada "Teología Política", "Teología de la Revolución", "Teo-
' logía de la violencia", "Teología de la muerte de Dios", etc., por
un lado, y luego por el otró las tentativas de ciertos intelectuales mar­
xistas como Garaudy y Althuser de querer datles mayor aspecto fi­
losófico
al marxismo, se hace necesario impugnar ru.nbas posiciones.
Como
tanto las pseudo "teologías"
pC>St-conciliares copio las

in­
terpretaciones filosóficas
de Garaudy parten

de una base diametral­
mente opuesta a la doctrina de Santo Tomás, por ese concepto sus
conclusiones lógicamente tienen que ser erróneas.
Primero, por lo. que a las pseudo ~'tealogías post-conciliares" se
refiere, tenemos que decir que no
pueden ser
consideradas como
TEOLOGIA esrrictamente hablando, en cuanto que la verdadera teo­
logía, la que consideramos "tradicional", siguiendo las enseñanzas
de Santo Tomás y el magist_erio de la Iglesia, es la que partiendo del
dato revelado en
las Sagradas Escrimras y mediante la aplicación de
principios filosóficos, saca conclusiones
explicativas del
Dogma
y la
Moral Desarrollado este cuerpo de doctrina principalmente a partir
de San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino, el Magisterio de la Iglesia a través de las
declaraciones solemnes

de los Romanos
Pon·
tífices

desde el siglo
Xlli hasta nuesrros días ininterrumpidamente
ha
proclamado su apoyo a la docrrina de Santo Tomás.
Las novísimas "teologías" se apartan fundamentalmente de la
doctrina de Santo Tomás, desvían el objeto formal de ella que es
DIOS considerado en_ sí mismo
y sus relaciones con los hombres y
concentran la atención sobre los problemas puramente humanos. Así
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RICARDO PUENTES CASTELLANOS
resulta el contrasentido de una pseudo-teología antropocéntrica y
una religión horizontal.
El post-Concilio Vaticano 11-nos ha traído, como fruto amargo y
pernicioso, la RELIGION DEL HOMBRE como centro y medida de
todas las cosas en vez de ser considerado como criatura por parti­
cipación, l\IBDIDO y no medida.
Rechazado DIOS como centro
y objeto formal de la teología,
principio y fin de todas las cosas, para los novísimos pseudo-teólogos
post-conciliares, la Iglesia, la cristiandad y la sociedad civil dejan de
ser un reflejo de la divinidad
y se constituyen en "ens a se" (seres
por sí mismos), de donde se sigue que el hombre es endiosado. En­
diosado el hombre y la sociedad es. lógico que se rechace todo con­
cepto de autoridad superior, Jerarquía, Tradición, Autoridad fami­
liar y docente, resultando de ahí que la democracia y el socialismo
se convierten en panaceas universales arrastrando en su torbellino
destructor a pueblos y naciones_ que en otrora fueron paladines de
civilización y cultura.
Un caso muy significativo de esta "Locura de Europa" --como
don Diego de Saavedra y Fajardo denominó a la infame "Paz .de
Westfalia", que puso_ fin a la guerra de los treinta años entre ca­
tólicos y protestantes con el aniquilamiento de la influencia de los
Hasburgos de Austria y España en beneficio de la racionalista Fran­
cia
y la protestante Inglaterra-ha sido el de Portugal.
Como consecuencia de un golpe militar "democrático", maqui­
nado
y financiado desde el exterior, principalmente por los ingleses
que desde tiempo inmemorial siempre han tenido mucha injerencia
en ese pafs para mantener debilitada y dividida a la Península Ibé­
rica -siempre la "pérfida Albión"-,
Portug~l deja
de ser la avan­
zada de 1a civilización cristiana en Africa y pasa al "status" de co­
lonia de los anglosajones y europeos.
En efecto, según informaciones de prensa procedentes de Lisboa,
ahorá resulta que los países africanos,
"Tercer Mundistas",
socialis­
tas
y europeos occidentales van a sacar a Portugal ·de-su "a~" y
convertirle en próspera "Democracia" al estilo anglosajón.
Otro tanto ha sucedido en Grecia, donde como resultado de una
mal discurrida intervención en Chipre para derrocar a Makarios, hom-
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TOMISMO Y MARXISMO
bre "paja" de la mafia izquierdista, la Junta Militar anti-comunis­
ta tiene que ceder ante la presión "democrática" permitiendo el re­
tomo de los comunistas.
Si el torbellino o LOCURA democrática-socialista se ha apode­
rado del mundo, ello se _ debe, como decíamos antes, a que se ha
abandonado la filosofía realista de Santo Tomás y se ha desviado
en consecuencia el centro de Dios al HOMBRE.
Respecto del movimiento revolucionario tiene su origen no en
el deseo de fundar una sociedad ordenada segun leyes razonables,
sino en el sueño d~ cambiar al mundo, dice el autor "tradicionaÍista"
italiano, Piero Vasallo, en un artículo o estudio publicado en la re­
vista lt Conciliatore.
El profesor Piero Vasallo, de Génova, es uno de los más cons­
picuos autores "tradidon;Iistas" italianos vinculado con la ASO­
CIACION DE LOS NATURALISTAS HISPANICOS "FELIPE II",
que
dirige el
profesor de la Universidad de Sevilla, Francisco Elías
de Tejada, presidente ~bién del Instituto de Estudios Históricos y
Políticos "Zwnalacárregui", de tendencia "Carlista".
Efectivamente, dice Vasallo, la dimensión revolucionaria no es
la ciencia política sino el mito cosmogónico,, la fantasmagoría que
espera a la generación de la generación de la "segunda realidad".
Trotsky ha revelado, mediante el uso de términos inequívocos, la
prospectiva fantacósmica de la acción revolucionaria, o sea·
la ten·
sión

fundamental
"hacia la

comprensión,
la tr~sformación y el per·
feccionamiento

del
uníverso".
Este designio apocalíptico eclipsa y sustituye el problema del
Estado justo
y pone por consiguiente al hombre en segundo plano
con respecto
al cosmos, a la totalidad impersonal. Es lo que Marx
había afirmado explícitamente: el problema del Estado es instru­
mental con
respecto al

problema de purificar la totalidad.
)
Entre el tomismo o filosofía aristotélica-tomista y el marxismo
existen profundas diferencias, y
Por lo 01al hay
un abismo insalva­
ble entre éste
y la pretensión de los teólogos modernistas de querer
establecer cierta clase de "teología" como la llamada "Teología Po­
lítica", de "liberación" de la "Revolución", de la ~'.Mu.erre de Dios",
etcétera,
c¡ue en

una u otra forma se_ aproximan al
· marxismo.
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RICARDO FUENTES CASTELLANOS
El marxismo por su_ parte, más que una doctrina o posición eco­
nómico-social es ante todo una "co1'cepción de vida", una WEL­
TANSCHAUNG.
Por este motivo
la división que se da· hoy día, en esta era post­
conciliar -que un autor católico norteamericano; Brenr Bozell, di­
rector de la revista Triumph, de Washingron D. C. dice que más
bien ·debiera llamaJ:se "era post-cristiana"- entre católicos "Tra­
dicionalistas" y
"Progr~istas" obedece
más que todo a las distintas
posiciones con respecto a las ideas modernas á.nti-crisrianas.
Para

nosotros, los "Tradicionalistas", no puede darse una "coexis­
tencia" o aproximación entre Cristo
y Belial, entre .la luz y las tinie­
blas, entre la concepción cristiana de la vida
y la sociedad y las con­
cepciones "modernas" de la Democracia, el liberalismo y el marxismo
en todas sus variantes
y aspectos, lláman_se "Socialistas", "Social De­
mócratas" o "Comunistas".
Mientras que el tradicionalismo RECHAZA LA CONCEPCION
del mundo moderno, el "Progresismo" rechaza la TRADICION
y
acepta el MODERNISMO en todos sus aspectos.
Respecto a la concepción marxista, Marx --dice el profesor Piero
Vasallo- afirma en efecto. que la imagen divina, causa del error
humano y de toda su desarmonía cósmica, debe y puede sér destrui­
da
mediante la revolución comunista.
D~ ahí que la revolución no
sea para el comunismo sino la destrucción de
la fe religiosa mediante
el comunismo.
Ahora bien, estando identificada la fe religiosa con el mal, la re­
volución comunista equivale al fuego destructor de que hablan los apocalipsis de la
herejía.
Marx
escribe:

"todas las formas
y productos de la conciencia
pueden ser eliminados no mediante la. crítica intelectual, resolvién­
dola en
la autoconciencia o ttan_sformándola ·en espíritu-fantasma o
espectro, sino
sóló mediante la destrucción práctica de las relaciones
sociales, de las cuales estas fantasías ideales se derivan.
Por lo tanto, ·no es la crítica sino la revolución la fuerza motriz del
mundo (Carlos Marx, La úleologia alemana, pág. 34) .
. La revo_luciótt es, pues, la tentativa de realizar el apocalipsis como
la
muerte de Dios. No es el deseo de un modo humano conforme a la
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justicia y la racionalidad, sino el deseo de un mundo perfecto, divina­
mente fundido en la piedta de la unidad eterna inconsciente.
Un mundo en el
cual, destruido el mal, que es la fe en Dios y la
conciencia personal, triunfará la beatirud de la materia triunfaO.te.
Un

mundo en
que el

alumbramiento e
ínaibo de. la indefinido
sería todo en todo y en todas las cosas.
En esta tensión hacia el apocalipsis oscuro consiste la contrariedad
y la impotencia del pensamiento revolucionario.
Proyecta una segunda realidad: negando a Dios creador (afirmando
así que
el mundo nuevo es generado por el ateísmo como negación de
la negación) significa, en efecto, el mundo tiene en sí la causa de su
propio ser y, juntamente con esa causa, la causa de la propia caída en
el mal
y de la propia redención. Significa cerrar y maldecir pensamiento
del círculo

de la genealogía infinita de que habla San Pablo.
El
concepto de generación circular usado por Marx en el tercer ma~
nuscrito

de 1844 resuelve el problema que se refiere
.a la necesidad de
la causa inacusada. Afirma, necesariamente, la eternidad del mal, pero
no puede evadir la imposibilidad del mundo nuevo eterno. El pensamiento revolucionario, dicho de otra manera, puede negar
la existencia de Dios,
pero acepta afirmar la etemidad del mal: si no
existe un principio eterno el mal no
pllede ser considerado como una
negación; debe ser considerado como una realidad incausada.
Negado Dios es negada la redención. Es lo que Sartre
ha compren­
dido con gran claridad en
"etre et la neant": la pasión de un huma­
nismo ateo es una pasión inútil.
Ahora bien, la conciencia sartreana de la inutilidad no
es Otra cosa
que
la premisa para la llegada del pensamiento al nivel del mito de los
grandes años cósmicos.
Fl apocalipsis

ateo no es la
téntativa de
racionalizar (o desmitificar
el
mis~e#o cristiano),

sino
exactamente lo
contrario:
la vía para trans·
formar ~l misterio en visión angustiante.
Es la ilusión
atroz que
Nietzsche
había anunciado como música del
futuro: "esta
vida, esta

misma que
tú vives y has vis tú, debes vivirla to.J
da vía una vez y un número· infinito de veces y no será nada nuevo~ no
sucede

nada más que en la naturaleza y todo
dolor; plater y toda cosa
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RJCARDO FUENTES CASTELLANOS
indecíblemente pequeña o grande te volverá y le seguirá todo lo del
mismo orden".
El término "libre pensamiento" tan caro a los profetas de toda re­
volución,

revela su propio significado de pensamiento en libertad, acti­
vidad mental sin ley es, sin embargo, contraria al orden de las cosas
que son.
Nietzsche, que conocía a fondo el lado inhumano de la fantasía re­
volucionaria, la ha juzgado mejo.r que nirigún otro: si estos pensa1!1ien­
tos se apoderan de ti, te harán otro y destruirán lo que eres".
Esta es la finalidad revolucionaria: alterar la humanidad y estruc­
tnrarla bajo el peso de los aforismos
y las fábulas.
Marx ha impuesto como divisa revolucionaria la consigna paralizan­
te e inhumana: "no preguntar, no interrogar", con lo que rechaza o :nie­
ga toda relación entre el pensamiento y la realidad y la envuelve en los
lazos

de la fantasía.
El pensamiento revolucionario quiere la puesta en paréntesis del
realismo para instaurar el reino abyecto -del sofista. Es la historia de
toda revolución: el-saqueo
y el sometimiento· del pueblo a la deses­
peración masiva sobre el que se alza, atroz
y vano, al delirio del
poder.
Porque el marxismo más que una doctrina económico-social es,
ante todo y sobre todo, un concepto de vida, una WELTANSCHA­
UNG; por eso mismo, para que la oposición a él sea eficaz, ésta tiene
que
plantearse también en
el plano superior del concepto cristiano
de vida con todas sus impliaiciones filosóficas
y teológicas.
Establecida la lucha irreconciliable entre el concepto de vida mar­
xista y el cristiano, es obvio que sólo el enfoque económico-social
no basta para combatir al marxismo
y por eso es que hasta el pre­
sente el marxismo continúa progresando en occidente.
Contrariamente a
la posición "liberal" y "democrática" que se
oponen débilmente
al marxismo solamente en el aspecto económico­
social, en cuanto a la supresión de la propiedad privada y de las li­
bertades políticas, la posición "tradicionalista" o "contrarrevolucio­
naria" va más allá y plantea la lucha en el terreno filosófico y teoló­
gico. Puesto que la revolución en su desarrollo histórico a partir de
la Reforma Luterana, Descartes y Rousseau -léase la obra de J. Ma-
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ritain, Tres reformadores y AntimodNne-, se ha caracterizado más
que todo por la desttucción del orden intelectual como lo había es­
tablecido
la filosofía escolástica-tomista, el problema crucial de la
contrarrevolución, dice el profesor Piero Vasallo,
consiSre en reCU­
perar la racionabilidad, el intelecto fiel al real.
Como la consigna de la trampa ~evolucionaría "no preguntar,
no interrogar", es el gérmen de la tiranía, por su parte, el axioma del
humilde realismo aristotélico: "considera que, no porque nosotros
te consideremos blanco,
tú tienes que ser blanco, sino ¡x>r el con­
trario, por que
tú eres blanco pensamos que es verdadero que nos­
otros te digamos blanco", contiene enteramente el pensamiento con­
trarrevolucionario, o sea la respuesta
al furor fantástico.
Encontrar el realismo quiere decir, efectivamente, encóntrar el
primado de la verdad sobre la fantasía y de la ley sobre el arbitrio
humano: o sea superar
la religión revolucionaria que es (como -lo
recuerda Garaudy) la afirmación del no ser.
Por lo demás, superada toda la filosofía a partir de Kant,
la cul­
tura de vanguardia hoy día es aquella que redescubre la PHILOSO­
PHIA PERENNIS,
Aristóteles y

Santo Tomás "in primis". Tanto que
últimamente tm autor

como
Armando Plebe

ha tenido que afirmar
la irrelevancia de los problemas planteados en
la introducción de la
crítica de
la razón pura con respecto a los problemas planteados por
la definición del silogismo.
He aquí pues los términos verdaderos del conflicto
acrual: de
un

lado la disolución del pensamiento y de la persona humana
que;
pretende la imaginación (y la arrogancia) en el poder; por el otro
lado, la contrarrevolución, que reprime el impulso imaginario exhi­
biendo
· o

manifestando las irrefutabies razones de
la realidad.
Establecido el realismo de la filosofía del conocimiento según
la
docttina de Aristóteles .y Satuo Tomás, de ahí el realismo político.
Por "realismo político" no se. debe entender
el oportunismo o la
aceptación de un modo social corrompido al estilo del cip.ismo de
un Maquiavelo,
uh· Spinoza
o
·un Hobbes y demás autores "moder-:
nos" que llevan ya sea a la Utopfa, caso de Rousseau, el "padre de
la democracia", a la tiranía.
Ahora bien, el realismo político es el conocimiento y la acepta-
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ción de la realidad, y también el deseo de adherirse en cuanto sea
posible a la realidad de su propio ser: no al sueño sino a aquello que es pensable
y realizable de lo que el mundo humano pueda inventar.
La racionalidad que niegue a la realidad el poder de ser mejor
(no la perfección
absoluta; realidad

mejor) es una
razón mutilada
por
el cinismo o por la· falsa religión. O de las dos cosas.
El realismo ha refutado el sueño pseudo apocalíptico y la utopía.
No es una vocación a
la inmovilidad mencionada sino una visión de
la mutabilidad de la creación (es Santo Tomás quien, siguiendo a
Aristóteles, define la naturaleza como principio de cambio) de donde
la posibilidad de cambiar al mundo para mejor.
La esperanza ( el mundo mejor de la filosofía realística, según la
enseñanza magistral de Pío XIII) es la vía sutil
y difícil de la contra­
rrevolución: la vía de la libertad de los
mitos, de

la desesperación que
fueron generados por el prejuicio irrealizante de la filosofía
c;autiva.
A los siete siglos de la muerte de Tomás de Aquino ésta no es la
parte menor ni menos actual de su grande herencia,
es sµ gran res­
puesta a1: eterno desafío de la tontería.
San Salvador, 6 de agosto de 1974,
LA GLORIA MUNDI
En este texto a la palabra "gloria" le corresponde en
griego

la palabra
aox~, que significa "opinión" y más exacta­
tamente "la opinión qúe los otros se forman de nosotros",
según lo que se dice
y según las apariencias. Siendo esto así,
aquellos hombres que venden hasta el alma y su dignidad hu­
mana por la
gloria mundi la venden por una cosa falsa y ca­
duca. No basta.
La opinión que los otros se forman de nosotros
está formada, sobre todo hoy, por la
propaganda Jl la publi­
cidad. Ahora bien, la propaganda o la publicidad es, por defi­
nición, la única cosa
cuya Verdad es la fa/,sedad, porque una
propaganda que dijera la verdad sería una falsa propaganda.
Al contrario, cuanto más
falsa es

ésta más verdadera
eS corilo
propaganda.

Por esta
falsedad muchos hombres venden su alma
, y se venden ellos mis.qios a Satanás.
MICHELE FEDERICO Sc!ACCA ..
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