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Número 130

Serie XIII

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Consideraciones lógicas del pensamiento iusnaturalista de Santo Tomás

CONSIDERACIONES LOGICAS DEL PENSAMIENTO
IUSNATURALISTA
DE
SANTO TOMAS
POR
L. M. ROLDÁN.
Planteamiento general del problema lógico.
En estas páginas pretendemos señalar uno de los problemas fun­
damentales de toda ciencia, cuyo objeto principal no sea el simple
conocimiento "fáctico" y "ontológico" de la realidad, ni los juicios
que recogen esta necesariedad, a la vez que enuncian las propieda­
des ónticas de la misma (leyes narurales); sino más bien de aquellas
ciencias que podríamos · denominar "normativo-culturales" o "nor­
mativo-espirituales", cuyo objeto no es
el enunciado
necesario del
"ser", sino el enunciado de aquello que pudiendo ser de varias for­
mas (por ser producto de una realidad libre), sin embargo "debe ser"
solamente de una determinada manera.
El buscar el fundamento de este "deber ser" así como el proble­
matizar
la cuestión de si del "ser", o mejor, de premisas con la có­
pula "ser", se pueden deducir
lógicamente juicios
de "deber ser"
(todo ello centrado en el pensamiento de Santo Tomás) será el ob­
jeto principal de nuestro trabajo.
El problema, que ha venido ocupando
gran campo
de la doctrina
iusfilosófica, fue planteado por primera vez por David Hume
y
desarrollado hasta sus últimas y extremas consecuencias trece años
más
tarde por Kant, quien contribuyó de forma esencial a tender
un puente infranqueable
(lógkamente) entre
el mundo del "ser"
y
el mundo del "debet ser"; o lo que es lo mismo, entre los juicios
formulados por la
''razón pura" y los juicios formulados por la "ra­
. zón práctica".
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L. M. ROLDAN
Hume (1), de forma clara, nos plantea el problema en los si­
guientes términos: "En todos los sistemas_ de moral con los que me
he encontrado hasta ahora, he advertido siempre que el autor dis­
curre durante algún tiempo por el camino ordinario del razonamien­
to
y establece la_ existencia de Dios o hace observaciones referidas a
asuntos humanos; cuando, de repente, me sorprendo al encontrar que
en lugar de la cópula us~al de las proposiciones "es" y "no es", me
tropiezo con una proposición que está conectada con un "debe" o un "no debe". Este cambio es imperceptible; pero es, sin embargo,
de consecuencias extremas. Pues como
este "debe" o

"no debe"
ex­
presa alguna nueva · relación o afirmación, es necesario que fuera
observado, y explicado y, al mismo tiempo, debería darse razón, ya
que parece bastante inconcebible de cómo esta nueva relación puede
ser una deducción de otras enteramente diferentes. Pero como los
autores no toman, comúnmente, esta precaución me atrevería a re­
comendárselo a
loS lectores;
estoy convencido de que esta pequeña
atención podría subvenir todos los sistemas
· vulgares de moral".
Esto es, precisamente, lo que ha llevado a Kant a distinguir en
la
naturaleza humana un aspecto fenoménico y empírico, regido por
leyes naturales,
y en concreto por -la ley de la causalidad; y otro as­
pecto totalmente independiente que sería el. mundo de la libertad
y del "deber ser" (2). Podemos advertir de forma clara en el pensamiento de esto_s
autores la tajante separación lógica entre el mundo del
"ser" y él
mundo

del "deber ser", que Hume, como ha_ podido
verse en

el
texto citado,
liga principalmente al campo de la morai; aunque nos~
otros

lo vamos a ampliar de forma indiferente, eh
principi?, a
los
(1) David Hume: PhiloJOphical WorkI, edited by Green· and Grose en
Scíentia Verlag Aalen, 1964. En el vol. II
(~A Treatise
of Human Natu­
,e-), págs. 245 y 246.
( 2) «La unión de 1a causalidad como libertad con ella como mecanismo
natural, la primera mediante la
ley moral y la segunda mediante la ley na­
tural
--y precisamente en un mismo sujeto: .el hombre- es imposible sin
tepresentar éste en relación con la primera como ente en sí
y en la segunda
como fenómeno, lo primero en la conciencia pura, lo último en
la empíri­
ca ...
», Kant: Crítica de la razón práctica, 2.i& ed., Losada, Buenos Aires; 1961,
pág. 10 (en la nota).
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LA LOGICA l!N EL PENSAMIENTO DE SANTO TOMAS
dOs sistemas normativos· o éticos principales (3), es decir, a la moral
y al derecho.
Esta
cuestión lógica es lo único que queremos llevar al 'pensa­
miento· tomista,. pero con una casi absoluta abstracción de problemas
de tipo conceptual, lo cual nos llevaría a explicaciones largas y muy
diferentes en cada uno de estos autores.
Formulación del· silogismo iusnaturalista.
Aparte del contexto general, fácil~ente decjucible de roda la ~bra
de Santo Tomás, existe en ella un pasaje fundamental. en orden a
la formulación del pensamiento lógico insnaturalista del autor.
Nos dice en la Suma: ·· •.. ita bonum est primum quod cadit in
apprehensione practicae. rationis, quae ordinatu-r ad opus: Omne
enim agens agit propter .finem, qui habet rationem boni. Et ideo
primum principium in racione practica est quod fundatur supra ra­
tionem
boni, quat

est
"Banum est quod omnia appetunt". Hoc est
ergo primum praeceptum legis, quod bonum est faciendum et pro-
1equendum et malum vitandum" (4).
En este texto está recogido no solamente el p~oblema lógico que
nos estamos cuestionando, sino también su solución (como tendre­
mos ocasión de ir viendo)
al hacer alusión a la función de la "ra­
. zón práctica".
Esta (bonum est faciendum et prosequendum et malum vitandum)
va a ser la premisa más universal -premisa mayor- del silogismo
práctico aristotélico-tomista, que es
el que · nos interesa de forma
principal, por jugar siempre con
la cópula "debe ser". En ella va a
subsumir o, si queremos, de ella va a extraer juicios o premisas más
particulares, en orden a formular una conclusión derivada de esa sub­
sunción; pero sin que ésta contenga absolutamente nada que no esté
(3) Vid. Del Vecchio;· G.: Filo.rofíá del derecho, 7,! ed., Bosch, Barce­
lona, 1960, págs.-294 y sígs.
(4) Sa~to Tomás: Suma 'Íe0lógica, 1/1-2, Q,94, a.L, 3.ª ed., B. A. C.,
vol. VI, Madri,d, 1964, pág. 129.
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L. M. ROUJAN
recogido ya con anterioridad en· las premisas, e inclusive siguiendo
la parte más peyorativa de las mismas, según fas reglas más elemen­
tales de la lógica (5).
Según
esw, la
formulación general del silogismo wmista sería
la siguiente:
l.º Se debe hacer el bien y evitar el mal.
2.º Esto es bueno o -esto es malo--.
3.º Luego esto debe se, hecho o -esto debe ser evitado-.
Lo cual, para facilitamos el trabajo, podsíamos esquematizar (se­
parando claramente el silogismo afirmativo del negativo) de
la si­
guiente manera
(6):
Forma afirmativa:
(l).~(A, a, b, c) -----"Debe ser" H.
A.
H.
(11).-ª· "es"
.(III).-a. "Debe ser"
Forma negatWa:
(l. n.).-(N. A, d, f, g) ---"Debe ser" ----N. H.
(11. n.).-d. "es" N. A.
(III. n.).-d. "Debe ser" N. H.
Dejando a un lado la forma negativa, por plantear en todo mo­
mento los mismos problemas que la afirmativa,
y centrándonos en
concreto en esta última, vemos que hay dos cuestiones fundamenta­
les con respecto a una posible derivación ilógica del "deber ser"
del "ser":
CS) Ioannis a Sancto Thoma O. P.: Cursus philowpbi(!II thomisticus,
Il reimpressio, Tomus primus, Marietti, Roma, 1948, págs. 75 y sígs.
(

6) El
valor asignado a las letras es el siguiente: A = Lo bueno;
Aa, b,
e =· Conjunto de cosas buenas; H = Hacer; N. A. = Lo malo;
N.

A, d,
f, g =: Conjunto de cosas malas; N. H. = Evitar.
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LA LOGICA EN EL PENSAMIENTO DE SANTO TOMAS
- En primer lugar, el "deber ser" de la premisa mayor (I) o
(l.º), y
- En segundo lugar, en cuanto al "deber ser" de la conclu­
sión

(III) o (3.º).
Veamos, pues, la primera cuesitón en el pensamiento de
Santo
Tomás.
Consideración lógica de la premisa mayor.
Hay que advertir que aquí nos vamos a cuestionar acerca de la
primera premisa deontológica para ver de dónde es deducida, pero
sin recurrir a un silogismo precedente, el
cu.al nos
llevar_ía, a su vez,
a tener que buscar
la fundamentación de su premisa mayor.
En el
texto antes

transcrito de Santo Tomás veíamos que el re­
sultado principal del mismo era
el siguiente: Bonum est quod omnia
apperunt ... ergo
bonum est faciendum et prosequendum et malum
vitandum". De aquí parece desprenderse, a juicio de algunos, que se da un
paso ilógico entre el "es" y el "debe ser",, de lo que nosotros venimos
tomando como premisa mayor; ya que partiendo de que esto "es"
bueno, concluye que esto "debe ser" hecho; y ello principalmente en
atención al tipo de cópula (óntica o de6ntica) empleada en cada caso.
Sin embargo, debemos advertir que aquí no hay un auténtico silo­
gismo, y
por lo

tanto esta premisa con "debe" tampoco es una autén­
tica conclusión o deducción extraída de un "es" anterior;
y ello por
dos razones claras:
l.ª Porque

hemos quedado que aquí nos cuestionáb::i.mos acerca
de la primera (primerísima) premisa mayor deomológica, y
2." En

segundo lugar, porque si fuese conclusión lógica debería
de serlo de dos premisas
~nteriores, y no simplemente de una como
aquí se pretende, es decir, de "e5to es lo bueno".
¿Cuál
es,_ pues, la explicación de esta premisa mayq.r? Creemos
que
la
explic; y fundamental
. está
en la distinción
que
Santo

Tomás
hace entre
razón teórica o especulativa por una parte
y
razón práctica por otra.
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La razón · humana puede persegt.iir el conocimiento dé ciertas
. verdades simplemente para la constatación y contemplación de la
verdad en sí, proponiéndose simplemente como objeto el "saber
pOr el saber"; o puede, por el contrario, tener una finalidad ·distin­
ta, es decir, una finalidad práctica, predominando no "el saber por el
saber", sino sobre todo, el "saber para el obrar" (7). La primera sería
la razón especulativa: con sus primeros principios evidentes como
son el principio de identidad, contradicción, etc., y la segunda, la
razón práctica, en la cual se dan dos - aspectos:
l. Uno de conocimiento, y
2. Otro de acción,-mediante la presentación adecu~a dé esos
conocimientos·_ a '"la poténcia humana eminentemente práctica que es
la voluntad.
A
estos dos aspectos de la razón· práctica podríamos denominar­
los: razón teóriéo-práctica en cuanto al primer aspecto de ·''conoci­
miento", y razón práctico-práctica, -en cuanto al ·segundo·aspecto de
"acción".
Por otra parte, estos dos aspectos de la razón_ práctica trabajan
con juicios distintos, es decir, en el primer caso con juicios de "ser"
y en el segundo con juicios de "deber ser". La razón teórico-práctica
conoée lo que ya "es"
y no puede conocer como realidad algo que
no es de ·ninguna forma, aunque pueda ser de muchas, y como conoce
lo que
"es" lo

enuncia
lógicamente o
mejor lingüísticamente, con
la
expresión "esto es así" o "esto no es así". Sin embargo, como luego
veremos, estas expresiones no valen para expresar el objeto· de la
razón práctico-práctica, la rual tiene como finalidad la acción o me-
(7) Vid., Octavio Nicolás Derisi: «Los fundamentos metafísicos del
orden moral, 3.ª ed., C. S. I. C., Madrid,. 1969, págs. 56 y sigs., y Santo
Tomás: Suma teológica, primera parte, Q. 79 _a. 12 y 13.
Bañez,

comentando en esto a Santo Tomás en este punto, nos' dice lo
si­
guiente:

«Etenim speculativum prout inferioribus ihvenitur, habet hanc im­
perfectionem
anne::s,:all) ut

non sit regula directiya actionum nostrorum. Prac­
ticum
etiam habet

.annexam imperfectionem, quod perfectio
i:Uius consisiit in
¡0tltemÍ,lari, sed i~ eo "quod dirigat actiones nosh'aS ad finem» en su Comen­
tarios inéditos a

la
1-2 de Santo T amás, t. I, Biblioteca de· Teólogos Españo­
les, Salamanca, 1942, pág. 112.
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LA WGICA EN EL PENSAMIENTO DE SANTO ·TOMAS
jor "para la acción", con lo que se encueritra que en su camino to­
davía no hay nada que "sea" y que por lo tanto pueda expresar con
la cópula
"es".
Pero por otra parte, este "es" y este ~·debe" · Se encuentran en
cierta forma mezclados, a la manera como estos dos aspectos de la
razón se mezclan formando un todo, es decir,
la razón práctica.
Esto quiere decir, simplemente, que los valores en general (que
nosotros podemos resumir en el concepto amplio de ""bondad"), en­
cierran en sí nn "a:lgo de conocimiento" y "un algo de acción, de
debido", lo cual va íntima y evidentemente conexionado con la
es_encia del valor, recibiendo del mismo su absoluied, su fuerza o,
por el contrarió, su relatividad. Incluso quienes toman los · 'válores
como totalmente independientes del "ser" (8), su preocupación fun­
damental consiste en decirrios qué son los -valores, sin esforzarse
de~
masiado en buscar qué es "lo debido", por ser algo, como acabamos
de decir, íntima e implícitamente conexionado.
En Santo Tomás los dos aspectos de la razón práctica discutri­
rían lógicamente de la siguiente manera (9):
l.° Aspecto teórico. 2.º Aspecto práctico.
Conocimiento: Acción:
(l-1)
E, 1, 2, 3 ... "es" ... F (IV-1) E, 1, 2, 3 .. es , . ... G ...
(ll-1) 1 " es , . ... E (V-1) 1 ,. es" ... E ...
...
(Ill-1) 1 " es" ... -F (Vl-1) 1 . .. "es" .. ..-G ...
Como vemos, en el segundo aspecto .la razón práctica-práctica
lo único que hace es traducir a· su lenguaje los términos normalmen­
te empleados por la razón teórico-práctica, por ser imposible expre­
sar su modo de ser de otra forma. Precisamerite los hemos puesto pa­
rangonados para que esta conexión se
viese más clara.
(8) Vid. Max Scheler: Le fOrmalisme en éthique' et l'éthique materia/e
des valeur.s; traduit de l'allemand par -Maurice de Gandillac, 7.ª ed., Galli­
mard, París,
195S.
(9) Asignándole a las letras o números los siguientes valores: E = Esto;
1, 2, 3 = Cosas particulares· que en su totalidad formarían -el E.; ·p ::'::::::: Bue­
no; G = Debido.
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No olvidemos, sin embargo, que esos dos modos de expresión que
corresponden con el modo de ser de cada uno de estos dos aspectos
de
la razón están integrados en una única razón, es decir; "La razón
práctica", la cual englobando a los dos se expresarla de la siguiente forma:
(Vl-1)
E. 1, 2, 3 ..................... "es" (F. G.).
(V-1) l. ..................... "es" E.
(Vl-1) l. ..................... "es" (F. G.).
En el paso del (l-1) al (IV) no hay ningún paso ilógico del "ser"
al "deber ser", primero por no tratarse· de ninguna deducción, y se­
gundo, porque ambos usan cópulas de "ser". Lo único·que en un caso
el predicado se enuncia como
conocimiento y en otro como dirigido
a la acción, ya que este es el· modo de acruar de la razón práctica en
este segundo aspecto, es decir, en el práctico. Esto lo hace al modo
como la· razón especulativa enuncia ~ primeros principios eviden­
tes (10).
Lo que sucede es que Santo Tomás no desarrolla expresamente
estos dos aspectos de la razón práctica; por eso nos dice "esto es
bueno", luego "esto debe hacerse".
Además, como
actóa con la cópula "deber ser" y no con el ad­
jetivo sustantivado "debido", parece o da
la impresión que este
'"debe" es

conclusión del anterior "es"
y no el mismo juicio formu­
lado en un caso por el primer aspecto de la razón prácrica, y en otro,
por el segundo aspecro de la misma; siendo en este caso no lo "bue­
no simplemente", sino "lo bueno en relación con
la acción", lo
cual lingüísticamente llamarnos debido. Esto nos
lleva a

identificar las expresiones "esto es bueno"
y
"esto es debido", aunque haciendo notar, claro está, el matiz valo­
rativo-cognoscitivo predominante en el primero
y el matiz valora­
tivo-obligatorio o de "acción" existente en
el segundo, en ruanto
juicio

de la
razón prácrica.

Y advirtiendo que se trata de bondad
(10) Vid. Santo Tomás: Obra citada e~ la página 4 de este trabajo,
véase sobre todo
la pág. 12·8.
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moral y no de bondad instrumental al estilo del imperativo hipo­
tético kantiano. Esta identificación entre
juicios valorativo_s-cognoscitivos y va­
lorativos-deontológicos puede verse en Javier Muguerza (11) al unir
con la conjunción disyuntiva
"o" las
expresiones "X es
hqeno" y
"debe hacerse X"; llevando así el problema a la fundamentación o
· explicación de la proposición "esto es bueno", que es donde nosotros
creemos que se encuentra realmente, ya que en ella va implítj.to ese
carácter deontológico.
Apuntando también en su trabajo la actual tendencia a poner
en tela de juicio (cuestión que creemos muy acertada),
el que la dis­
tinción entre lo "fáctico"
y lo "normativo" sea tan tajante como han
pretendido algunos estudiosos de la "lógica pura". Y lo creemos
acertado porque creemos que ésta, aunque parezca paradójico, puede
alcanzar niveles y resultados absolutamente irracionales.
Una concepción teleológica, hilemórfica y por supuesto metafísi­
ca de la naturaleza humana, al estilo de Santo Tomás (lo cual no po­
demos· exponer detalladamente) nos llevaría a una fundamentación racional de
la premisa valorativa "esto es bueno" por medio de la
"analogía del ser", llegando a comprender las exigencias de éste como
auténticamente obligatorias en cuanto son reflejo de lo racionalmen­
te querido por Dios.
Consideración lógica de la conclusión. Asignándole un contenido concreto al primer silogismo enuncia-
do en la página 5, quedaría de la siguiente forma:
(S) Se debe hacer el bien.
(Z)
La conservación de la vida es un bien (12).
(Y) La conservación de la vida debe hacerse (proseguirse).
(11) Javier Muguerza: «Es» y «debe- en torno a la falacia naturalista
en el libro <(teoría y sociedad», Homenaje al profesor Aranguren, Ariel, Bar­
celona,
19170, págs. 142 y' sigs.
(12) Santo Tomás en su obra citada, página 130 de la 1-2 y página 430
de la 2-2, argumenta de esta forma en contra del suicidio.
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Nos cuestionamos ahora acerca del "debe" de la-conclusión, sobre
todo si es lógicamente correcta su formulación, o si por el contrario
ha sido inferido de pre.misas fácticas o de "ser", como han creído
algunos autores (13), dada la presencia de la premisa menor (Z), cuya cópula es una cópula de "ser" y no de "deber ser", dándose
de
esta

forma en Santo Tomás ese salto ilógico apuntado por Hume
y
Kant y que ha constituido el ·objeto de nuestro estudio.
Esquematizado el silogismo podríamos decir
(14):
(S, 1).-A ............ "debe ser" ············ H.
(Z, 1)---<: " es" A . ............ . ...........
(Y, 1)---<: ............ "debe ser" . ........... H.
Lo único que hace la premisa inenor es subsumir o mejor extraer
de "lo bueno" (A) como concepto universal, tina parte del mismo,
es decir (c), para luego referir el resto de la premisa mayor (S,

no ya a (A) en general, sino a (c) en con1=teto.
Lo que sucede es que la premisa
(Z, 1) está formulada de. forma
incompleta, ya que contiene (aunque sea de forma más explícita)
simplemente el sujeto, faltándole la cópula y el predicado. Cumplien­
do toda la premisa
(Z, 1) el mismo papel que desempeña en la pre­
misa mayor (S, 1), solamente (A).
La formulación completa del silogismo sería:
(D).-A .. .. .. .. .. . . .. .. . .. .. .. .. .. "debe ser" H.
(D').-(c que "es" A) ......... "debe ser" H.
(D").---<: ........................... "debe ser" H.
No existiendo de esta forma ningún tipo de paso ilógico del
''ser" al "deber ser". Lo que sucede es que en la práctica, para sim­
plificar la deducción lógica, prescindimos de formular de forma com­
pleta
y explícita la premisa menor (D'), reduciéndola simplemen­
te a (Z, 1).
-(13) Vid. José S.-P. Hierro: Problemas del análisis del Jenguaie moral,
Tecnos, Madrid, 1970.
(14) Asignando el siguiente valor: A
= Lo bueno; a, b, c = Conjun­
to de cosas buenas; c
= conservación de la vida; H = Hacer.
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