Volver
  • Índice

Líneas de defensa de la familia (Los caminos de la subversión antifamiliar en España)

LINEAS DE DEPENSA DE LA FAMIIJA
(Los CAMINOS DE 1A. SU_BVERSIÓN ANTIFAMILIAR EN EsPAÑA)
POR
JAVJER URCELAY ALONSO
La reciente legalización del aborto en los países latinos y la
presencia
•en el

parlamento inglés de nn proyecto de regulación de
la eutanasia,
marcan el· final de lo último que la modernidad, hija
de la Revolución, conservaba de su her:encia cristiana: el respeto a
la vida hnmana.
Para
llegar
a la situación
actual, ya antes las dos instituciones
básicas de la cristiandad, la Iglesia y la familia, habían visto, en
medio de mayor o menor resistencia, cómo sus derechos disminuían
progresivamente hasta llegar a abolirse casi por completo.
En
España, la Providencia divina ha permitido que este proceso
d.: subversión integral de la civilización haya encontrado, hasta aho­
ra, mayores dificultades para llevarse a cabo, gracias, en buena parte,
a
la enemistad que
precisamente en los católicos españoles y en nues­
tra familia tradicional encontró siempre la Revolución. Nada
tiene,
pues, de particular que sea en estos días de crisis interna de la
Iglesia y de entreguismo
sulicida a todoo loo niveles,

cuando
los ene­
migo, de

la cristiandad hayan
visto la ocasión para intensificar y
llevar
a cabo, hasta el final, su ofensiva contra la familia, es decir, el
otro pilar de la
sociedad que
en su unidad y moralidad
constituía un
dique eficaásimo contra la marea revolucionaria. En medio de esta
lucha, en la que tenemos obligación grave de presentar batalla, se­
gún palabras del SS. Pío XII, nos encontramos snmidoo: «Juz­
gamos,
por tanto, obligación
nuestra, impuesta
por la conciencia del
deber exigido por

nuestro grave ministerio apostólico, defender re
0
1099
Fundaci\363n Speiro

JAVIER. URCELAY ALONSO
ligiooa y llhi,,rtamente loo derechos de la familia; porque nadie, sin
duda,
padece tan amargamente como la familia las angustias de
nuestro tiempo, tanto
materiaks como ,espirituales,

y
loo múltiples
errores

con sus
dolorooas consecuencias» (1).
La rerdadera meta: destruir ,]a familia
Que los supuestos cambios hoy propugnacloo y que habrían de
llevar a

una
«actualización>> del concepto de familia, no son sino
acciones convergentes
hacia ~ destino final de la destnu:oión de la
familia, tal y como ha sido detenninada por la natural~a hnmana
y confümada por la Revelación, no es una suposición infundada,
sino
la declaración _expresa de los promoton:s de esos mismoo cam­
bi05 que hoy pugnan por introducirse. Así por ejemplo, en lo re­
ferente a
la llamada ,JJberación femenina, leemos en el programa
de
la Unión para la Liberación de la Mujer:
'«El capitalismo no está
interesado en la incorporación total de
la mujer a las tareas
productivas, ya

que para este sistema es im­
prenscindtble sostener

a
la familia tradicional que permita la trans­
misión de
la ideología dominante y el consumo individualizado ...
Con la II
República, a la mujer Je fueron dadas una serie de,
mejoras, tales como
el derecho a un puesto de trabajo, igualdad
ani~ la ley, aborto, divorcio, coeducación ... , que abrieron el camino
para

su liberación. Pero
el problema, en profundidad, no fue cam­
biado. La corta vida de la República impidió llegar al asentamiento
de estas reivindicaciones y al planteamiento de otras nuevas. El con­
cepto de la
institución familiar no

fue puesto en cuestión
y, por
tanto,
fa. situación real de la mujer no varió».
Y
más adelante: «Nuestra

lucha irá encaminada a un
cambio en
profundidad

en
todas las estructuras, no sólo sociales, sino

en todas
las
faretas de

la vida
social, política y ct:onómica, ya que, hasta en
los
palses en

que
la mujer se encuentra· en la legislación en igualdad
con
el hombre, ésta no ha conseguido su _total liberación, porque no
(1) Encíclica Summi Poniificatus, núm. 50.
1100
Fundaci\363n Speiro

LINEAS DE DEFENSA DE LA FAMILIA
ha habido un cambio en la superestructura ideológica que aban:a
la

sociedad». El
programa finaliza

situando entre !ns objetivos del grupo la
«transformación paulatina de

la
configurad6n de la famili~ tradi­
cional,
que sirve de
sostén y transmisión de toda la discriminación
de

la mujer, reservándola a un papel de segunda categoría».
Estas mis-mas ideas se encuentran en otras· organizaciones femi­
nistas, como ten el manifiiesto de la Asociación Democrática de la
Mujer, cuando dice:
«Entendemos que la lucha feminista es,

en sí
misma, una
lucha
política, dado que las raíces de la opresión de la mujer están en unas estructuras sociales,
pollticas y económicas muy concretas. Estructu­
ras que generan una .ideología contra la que debe luchar
. la mu­
jer· como

sector oprimido ...
Desde nuestro
punto
d~ v:ista, la

lucha
verdaderamente
feminista es la

que incide con
fue,rza en todo el
ámbito

social y
también en las estructuras dominantes, obligando
a modificar actitudes,
hábitos, leyes, etc.».
Y de manera aún más eiq,llcita, si cahe, en la declaración del
Colectivo
Feminista de Barcelona:
«La explotación y la opresión de la mujer terminará con un
cambio
de estructuras. Pero este cambio no es suficiente. Porque
la

estructura que mantiene la opresión
y la explotación es la familia.
Y la familia aún no
ha muerto>>.
Y lo mismo podría
decme de tant nados y aparentemente inconexos -<Íivorcio, aborto, anticoncepti­
vos
...

-, que forman parte,
como veremos más adelante, del miomo
objetivo de destruir la familia como presupuesto para la revolución
social
y la construcción de ese otro orden, fundado sobre la vo­
luntad
del hombre en lugar de
sobre la voluntad de Dios, que eso
es,
en definitiva,

la
qu!intáesencia de
la Revolución, según las lú­
cidas
y ya clásicas palabras de Albert de Mun. De tal forma, que
como escribió hace

ya
muchoo años
el
gran León XIII, «es indudable
que
sus últimos objetivos consisten en
arrancar de raíz y por com­
pleto todo el orden religioso y político del mundo al que ha dado
vida· la cristiandad, para reemplazarlo por otro que esté en armonía
. con

su manera de pensar.
F.sto quiere decir que
el fundamento
y la
llOi
Fundaci\363n Speiro

/AVIER URCELAY ALONSO
ley de la nueva estructura de la sociedad debe estar anegada de puro
materialismo>> (2).
Este
carácter antkristiano

de la
actual subversión contra

la
fa­
milia, no sólo se manifiesta en el permanente quebranto de los Man­
damientos de

la
Ley de Dfos y del Magisterio de la Iglesia en lo
concerniente a . la Moral, sino

incluso en el
juicio insultante
y
des­
preciativo

que la Iglesia,
«reaccionaria.» y «patemalista», merece de
los revolucionarios. Planteamiento anticristiano que no es, sin em­
bargo, obstáculo para que el ataque a la familia cuente con el apoyo
incondicional
del progresismo
religioso al que incumbe, una
vez
más, el triste pa,pel de confundir a las conciencias -abi están esa
pléyade da falsos

teólogos
y sacerdotes usando su «autoridad morab>
para legitimar
las maiyores barbaridades----y

de cobijar, bajo
el irres­
tricto pluralismo de

sus organizaciones, las ideas del naturalismo o
a los
·mismos ~tes de

la subversión
antifamiliar (3).
La acción del naturalismo organizado
La «nueva imagen» de la familia, resultado de la «actualización»
de

ciertos
conceptos, no

es, sin
embargo, el resultado espontáneo de
la
evolución de

las leyes
y las costnrnbres familiares como mncbas
personas buenas llegan a creer. Es cierto, como explica Penfentenyo,
que
el mal engendra el mal y que el desorden el desorden y que la
familia refleja, con· eno sociedad actual (4).

Pero no obstante,
es preciso reconocer que de
ninguna
manera se hubiera llegado al actual estado

de cosas sin la
acción permanente e
incansable de unas minorías bieu organizadas y
preparadas, tanto ideológka como tácticamente, para trasladar el
naturalismo al campo social, actuando como auténticos grupos de
presión.
(2) Encíclica H11man11m genus.
( 3) En

este sentido, son conocidas las afirmaciones
de Santiago Carrillo
en su libro Demttin IlEspagne, · -
(4) M, de Penfentenyo: «El proceso legal contra la familia» (Verbo
núm. '89).
1102
Fundaci\363n Speiro

LINEAS DE DEFENSA DE LA FAMILIA
El proceso de subversión antifamiliar tiene en España, más que
en cualquier otro lugar, un
carácter claramente

artificial. Lejos de
ser algo
natural, resultado de un lento desarrollo, no es sino el fruto
del trabajo incansable de un

pequeño número de
grupos y personas
que, sin
ocupar formalmente los puestos de responsabilidad, rigen,
de
hecho, el

orden social a través de su
artiatladón en los grandes
medios de comunkación. Su dominio es hoy tal que los mejores
llegan

a
creer en una fatalidad, atribuyendo la disolución de la fa.
milia a una simple consecuencia del cambio de loo ,tiempos.
Recordemos

a este
resp«:to la cita dd manifiesto de la Asocia­
ción Democrática de la Mujer, ya anteriormente traída a colación:
« ... la lucha
verd•deramente feminista es la que incide con fuerza
en

todo el
ámbito social y en las estructums dominantes, obligando
a
modificar actitudes, hábitos, leyes, etc.»
O esta otra, entresacada de los estatutos de la A. P. E. C., según
la cual,
la llamada Asocioción para )a Promoción y Evolución Cultural,
«actúa en

forma de movimiento
cindadano que presiona al poder»,
proponiéndose «actuar en

el plano sociocultural,
conformador de
mentalidades», «creando la conciencia de que varones y mujeres ...
etc». O el reconocimiento hecho por la vicepresidenta de la Asocia­
ción de Mujeres
Separadas de «ta denodtkla /Jpcha que la Asocia­
ción
]],,.,a por

conseguir la
instauración del divorcio en este país».
¿Evolución espontáneai? ¿No estamos, más bien, ante u.na autén­
tica subversión organizada y minuciosamente estudiada? Si así es,
está claro que no basta ya con refutar el error en el terreno doctrinal.
Har también que combam su máquina de guerra, y para esto es pre­
ciso conocer
sus métodos de acción.
No pueden, tampoco, pasarnos desapercibidas las conexiones y es­
trechas
relociones internacionales
de
esta activa red del naturalismo
organizado,
sin

las que no
tendría explicoción la extraña sim.il;tud
de prnpósitos y tácticas empleadas en loo más distintos lugores.
Sin

duda, uno de
los frntos más sazonados de esta estrecha cone­
xión, de
gran transcendencia para España, fue el pasado «Año In­
ternacional de la Mujer», promovido por esa
gran central mundial
del naturalismo que

es la O. N. U., que fue la ocasión, servida en
bandeja,
para el formJecimiento definitivo

de las
actividades e
ini-
1103
Fundaci\363n Speiro

JAVIER URCELAY ALONSO
ciativas opue,tas a la familia. Veamos el balance que de tal «Año
Internacional» y

de
sus efectos en nuestra patria hace Magda Ora­
nich, famosa
militante feminista barcelonesa, en su libro «¿Qué es
el femin.iMno?»: «Para
criticarlo
o para apoyarlo, lo cierto
es que las mujeres
empezaron a tomar posturas, a hablar, a reunirse y organiza:rse. Las
reuniones que hasta este momento eran reducidas empezaron a am­
pliarse, se redactaron documentos, se firma.ron escrituras, se organi­
zaron asambleas, y se crearon o se potenciaron asociaciones o grupos
legales o ilegales. En suma, en nuestro país el ai\o 1975 sirvió de
aglutinante. Lo cierto es que a partir de esta fecha el movimiento fe.
minista hará oir su voz» ( 5).
¿Casualidad? ¿Oportunismo? ¿Y si se comprobara que los efec­
tos del Año Internacional de
la Mujer fueron muy similares en las
demás naciones?
Fácilmente podemos caer en la . tentación· de deslumbrarnos por
lo que el actual acoso a la institución familiar tiene de espectacular y
masivo: campañas de prensa y propaganda, manifestaciones, con­
gresos
y asambleas ... Y sin
embargo, cualquiera que haya estudiado
historia sabe que la Revolución
Francesa fue movida por un número
restringido de
motores ideológicos bien

organizados. Todo indica
que en
medio de

tanta
luminotecnia, la

subversión
antifamiliar obe­
dece hoy a la misma estrategia revolucionaria. Ciertamente es posible
que esta
conclusión escape a una mirada superficial, aunque no a
una observación atenta; no en vano sus autores tienen buen interés
en no aparecer nunca como lo ·qlle .son ; una simple minoría organi­
zada y activista ¡d6nde iría a parar, de lo contrario, el mito de la
evolución

de los tiempos y
el desarrollo espontáneo de las leyes!
El
estudió de los
nrecanismos empleados por los revolucionarios
y su mejor comprensión es la mejor manera de poner en evidencia
esa pretendida marcha imparable de la historia hacia la desaparición
de

la
familia, al

tiempo
que de mostrar las posibilidades auténticas
de
una acción contrarrevolucionaria de fos católicos.
(5) Magda Ora!lich: ¿Qué e.r 'el feminismo? Ed. La Gaya Ciencia, 1976
pág. 71. . ,
1104
Fundaci\363n Speiro

UNEAS DE DEFENSA DE LA PAMIUA
El mecanismo subversivo
El proceso subversivo que en la actu.alida en

España, no difiere esencialmente del que con alguna antelación
tuvo lugar en Francia, Italia o Gan
Bretaña. Resulta, pues, de enor­
me interés, en ocasiones, conocer con cierto detalle cómo se han de­
sarrollado las cosas en otras naciones, lo que nos permitirá antici­
parnos a algunos mo"inúentos del adversario. Trabajoo como el de
Michel de Penfentenyo ( 6) y el aparecido en la revista «Approo­
ches» (7) sobre la subversión antifamiliar en Francia e Inglaterra
tienen un

valor
inapreciable para

nosotros.
Penfentenyo distingue
dos etapas bien

diferenciadas en el pro­
ceso subversivo:
«En primer lugar, viene un período de familiarización con las
ideas y las palabras que las vinculan. Ideas y palabras
que hasta
ahora

pertenecían al ámbito de lo
sagrado; ideaa y palabras que no
se discutían: eran guardiaues de lo sagra Por múltipl,s procedimientos (artículos,. resolucion,s de

congre­
sos y asambleas, intervenciones en radio y televisi6n ... ) se da la
sensación de que una serie de cosas que pretenden introducirse for­
trun ya parte habitual de la realidad, que son un hecho aceptado
y asimilado, que están ahí, como ahora se dice, y que, por tanto, ·no
puede soslayarse su existencia..
La segunda fase es la parlamentaria: < ley
cuidadosamente preparados;
la identidad de los
argumentos y
palabras-clave

producen la ilusión de una voluntad popular ya
ad­
quirida

y de
unas costumbres ya

establecidas.
Las volunta pliegau. El ahocamiento a

la legislación
parece fatal, y, por otra par­
te,
si,mpre se encuentran algunos

clérigos u otras
"autoridades mo­
rales" que suministran los argumentos que hagan ceder a las con­
ciencias que aún resisten :
el laicismo de las leyes, el pluralismo ... »
En definitiva, se trata de eso tan repetido últimamente de reco­
ger en la legalidad Jo que antes ha
roconocido ya
la
realidad .
• ( 6) M. de Penfentenyo: Op. cit.
(7) Separata publicada en español por la revista Róca Viva,
1105
Fundaci\363n Speiro

JAVIER URCELAY ALONSO
Una vez que noo han familiarizado mediante acciones bien pla­
neadas, y mejor propaladas, con las
manifestaci= de adúlteras, con
el

«derecho a disponer del propio cuerpo», con la
homosexualidad,
con loo anticonceptiV05
y

con el supuesto enorme
número de parejas
que estarían
esperando

el divorcio (8), ya sólo queda
adecuar las
leyes

a esa
presunta realidad y sancionar

con la ley lo que el pueblo
ya
habría aceptado

con los
he:hoo.
Jean
de Saint Chamas, en un articulo publicado en «Verbo» (9),
completa
el mecanismo de actuación habitualmente empleado por la
subversión. En primer lugar, una minoría ejercitada se encargará de
montar pequeñas operaciones que bloqueen el funcionamiento nor­
mal de la sociedad y de
las leyes:
un encierro
de homosexuales en
una
iglesia, una manifestación al grito de
«¡ Yo

también soy adúl­
tera!», una venta pública de anticonceptivos ... Estas acciones, propa­
gadas después a bombo y platillo en loo medios de comunicación,
tienen como objeto
crear desconfianza en

la vigencia de leyes e
instituciones,
dudas sobre las propias convicciones

y un
temor la­
tente, es decir,
todos aquellos ingredientes

que
desembocan en

la in­
lúblción, la

no intervención, el silencio de la mayoría,
el bloquea­
miento de los verdoderos cuadros sociales.
A
continuación, una intensa campaña
propagandística tenderá a
acreditar

las
apariencias de
una
nueva moralidad y, con ello, de una
nueva
legitimidad, al tiempo que

se
denosta con toda clase de epítetos
la moralidad vigente: «denunciamos el trato discriminatorio y trau­
matizan.te que recibe la niña a . nivel de educación, enseñanza, jue­
gos, etc.»
Con este mecanismo, explica. Jaui de Saint Chamas, se trata de
romper la
reflexión y

la conciencia
pemonal en beneficio de la con­
ciencia colectiva. La nueva moral será base de una nueva legitimidad
que después
será, a su vez, base. de nuevos poderes: se penalizará,
( 8) A propósito de la falsedad de muchas de las estadísticas habituales
concernientes a· estos -temas, coosúltese ·él magnífico libro del prof García
Cantero: El Divorcio, publicado el!. la colección popular de la B. A. C.
(9)
J. de Saint Chamas: «Para una acción eficaz frente a la subver­
sión» (Verbo, n6ms. 155-156).
1106
Fundaci\363n Speiro

UNEAS DE DEFENSA DE LA FAMIUA
por ejemplo, a partir de entonces, a 105 médicos que se nieguen a
colaborar con el derecho que toda mujer tiene a abortar ...
Esta última etapa de la subversión será, así, la afirmación ha­
bitual de las jerarquías paralelas que han desplazado y neutralizado
progresivamente

a
los legltim05 ,esponsables (10). Lo que no eran,
ayer, sino
infracciones de la ley, hoy son derechos adquiridos, que
serán, a su vez, platafonnas para nuevas operaciones que bloqueen
otras instituciones, reanudándose el ciclo.
Se entiende, así, que los avances logrados en el camino hacia
la
destrua:ión de

la familia, no
sean sólo

productos de la actividad
de las minorías revolucionarias,

sino también de
la defectuosa resis­
tencia
de las naciones
católkas que,

por causa de su ignorancia
del
mecanismo subversivo,
no han sabido, hasta ahora, contrarrestar con
otra
táctica la

táctica
demoJ!edora del

naturalismo. Conociendo la
estrategia general seguida
por el adversario, obteniendo lecciones de
su
actuación y

deduciendo un
planteamiento contrarrevolucionario
adecuado, sería

fácil a
105 católicos, ricos en medi05 sobrenaturales,
volver

a levantar las torres
majestuosas del
gran edificio de la Cris­
tiandad.
La lucha contra la familia en España
El año foternaciooal de la Mujer de 1975, de cuy05 efectos en
España ya hem05 h,blado, y el nuevo rumbo que tomó la situación
política a partir del ltnismo aiño de 1975, marcaron el comienzo de
una notable intensificación de

la
acción contra la familia en nues­
~ patria.
Independientemente de
la incidencia del
programa de
los par-
( 10) El acceso a la instrumentación del poder estatal por parte de los
grupos feministas sigue en España
tres fases bieri delimitadas:
-Establecimiento de conversaciones formales con el Poder Público me·
diante una comisión.
- Creación de

una
subsecretaría de
la condición femenina.
-Control y utilización por parte de los grupos feministas del patri-
monio de la antigua
sección femenina.
1107
Fundaci\363n Speiro

/AVIER. UR.CELAY ALONSO
ti dos políticos en este terreno de la familia ( 11), cuyo estudio
cae
fuera ,de

los márgenes de este
trabajo, empezarán a surgir por
toda la nación organizaciones de 1111ujeres y diversos cuerpos inter­
medios que, desde entonces, van a suponer el

principal foco subver­
sivo
a:ntifamiliar. Sus activ;clades se

suceden
interminablemente has­
ta
la actualidad : reparto de folletos y programas, manífes.taciones
de

toda índole,
acción proselitista
en la
Universidad y en los ba­
rrios, elaboración de proyectos de ley sobre divorcio y aborto, «Pri­
meras Jornadas Nacionales por la Liberación de la Mujer» en di­
ciembre de 1975, y las tristemente
famosas «Jordanas
Catalanas de
la Dona», en las que cerca
de 4.000 mujeres, que llenaban el Paraninfo
de

la Universidad Central de Barcelona, aplaudieron
unas cooclu­
siones

que son trágico exponente de la degradación
intelectual y
moral

a
la que ,rueden llegar los espíritus cuando se dejan rodar por
la pendiente de

la
Revolución.
Las asociaciones exístentes en España, relacionadas mayor o me­
normente con el tema de la mnjer y, a través de ella, coo el de la
familia,
son de
tres
tipos fundamentales:
Las primeras
son

aquellas
que representan
la rama femenina de
los grupos pol!ticos y las que, detrás de una pretendida indepen­
dencia, no son sino satélites de los mismos.
Entre estas últimas destaca, por su importancia, el. Movimiento
Democrático de

Mujeres-Movimiento de
Liberación de la Mujer.
Creado en 1965, destaca por estar cootrolado por el Partido Comu­
nista a través de las dirigentes
más destacadas de la Asociación. Su
labor, en buena parte,
se rea.liza a

través
de Asociaciones de Amas
de Casa, utilizando reivindicaciones en principio sin significación
ideológica

(petición de semáforos,
zonas verdes,
guarderías ... ),
para
ir

después ganando
adeptos a
través de su
inserción en
la praxis
revolucionaria. Editan la revista < table calidad tipográfica. En junio de 1972,
el Movimiento Dernocratico de Mujeres creó
( 11) Exponente de la penetración del programa feminista en los grupos
políti?>5 ·es la puesta en marcha · de- una campaña de «planificación familiar»
por parte de los dos partidos actualmente mayoritarios.
1108
Fundaci\363n Speiro

UNEAS DE DEFENSA DE LA PAMIUA
la «Asociación Castellana de Amas de Casa>>, entre cuyos objetivos,
a corto plazo, figw:a una campaña en pro de la liw> para que la Seguridad Social asuma la distribución libre y gra­
tuita de anticooceptivos.
Para su acción en la Universidad, el Movimiento creó, igual­
mente, en 1975, la A. U. P. E. P.M. (Asociación Universitaria para el
Estudio de

los Problemas de
la Mujer), celebrándose, el 29 de oc­
tubre del
pasado año, en la Universidad., el Primer Día de la Mu­
jer, instalaodo
diversos < vendiéndose
abundante propaganda feminista.
Además, la A. U. P.­
E. P. M. ha organizado desde su fundación distintos ciclos de con­
ferencias en
las Facultades universitarias sobre ternas de sexualidad,
aborto y anticonceptivos, normalmente a cargo de médicos y psicó­
logos pertenecientes al Partido Comunista, los
mismos empleados
como conferenciantes en ialgunas asociaciones de vecinos y amas
de casa.
Otras asociaciones
de

este mismo tipo
ron la «Unión

Popular
de
Mujeres»,

perteneciente al F. R. A. P., la Asociación Catalana de la
Dona, del Partido del
Trabajo v

sobre todo la Asociación Demo­
crática
de la Mujer, uno de los grupoo de mayor actividad. Estre­
chamente vinculada a
conocidas dirigentes
de la O. R. T. , con la
participación
de ótros partidos de la izquierda comunista, fue crea­
da, en marzo de
1976, contando con organizaciones filiales en dis­
tintas provincias ( Asociación Democrática de Mujeres Aragonesas,
Asociación

Democrática de
la Mujer Castellaoo-Leonesa y Asocia­
ción Gallega da Muller,
así como
otros grupos en Asturias,
País
V

asco
y Logroño).
Han organizado
diversos ciclos
de conferencias
sobre feminis­
mo, habiendo editado sendos folletos sobre «La mujer y los de­
rechos conyugales», «La mujer y el derecho a controlar su propio
cuerpo» y «La mujer y la Constitución», así como unas bases para
un proyecto de ley de divorcio profusamente repartido en fechas re­
cientes.
El segundo tipo de asociaciones está formado por las llamadas
sexistas

o de
feminismo integral,
no admitiéndose en ellas la mili­
tancia
simultánea en

un partido
político. Entre
ellas, las
más im-
1109
Fundaci\363n Speiro

JAVIER URCELAY ALONSO
portantes con Ios llamados Colectivos Feministas y su desgajado Semi­
nario Colectivo Feminista, con funcionamiento en Madrid y Barce~
lona. De esta asociación ocndió una delegación a Bruselas al llamado
Tribunal de Crímenes contra la Mujer. En sus filas cuentan con
co­
nocidas
dirigentes feministas, como Cristina Alberdi y Lidia Falcón,
editora,

esta
última., ·de diversas publicaciones feministas, entre ellas
la
revista «Vindicación Feminista», que a finales de 1976 llegó a los
35.000
El Colectivo
Feminista fue

uno de
los grupos
organizadores de
las «Jornadas Caticlanas

de la Dona».
R forma

de mujeres, frente común formado en Madrid por las princi­
pales organizaciones feministas, han
propuesto una

compaña nacional
en favor del
aborto y .Jos anticonceptivos.
El

tercer
tipo de asociaciones está formado por grupos no es­
pecíficamente
feministas, al

menos en su fundación,
si bien algu­
nos de ellos juegan un papel importante en
la organización de ac­
tividades

que
afectan a la famllia:
Asociación de
Mujeres Juristas:
fundada en 1971
por María
Telo
Núñez para

estudiar y reformar las leyes que discriminan a
la
mujer. Cuatro de sus integrantes forman parte desde hace años de
la Comisión de Codificación. En diversas ocasiones María Telo se
ha mostrado partidaria de la legalización del divorcio, aborto y an­
ticonceptivos.
Asociación Nacional de Mujeres Universitarias: constituida en
1953 y afiliada a la Federación Internacional de Mujeres Universi­
tarias. Originariamente no feminista, deriva
marcadamente hacia di­
cha

línea en los últimos años. De su seno han salido las compo­
nentes de otros grupos. formados más recientemente. En dos ocasio­
nes ha recibido ayuda de la Fundación Juan Match. Se mueve en la
órbita de lo que fue la Institución Libre de Enseñanza, a
la que han
dedicado
algunas de sus actividades.
Asociación para la Evolució.n y Promoción Cultural: constituida
en mayo de 1974
y oficialarente reconocida en febrero, de 1975.
Entre sus fundadores se enruentra Pilar Yzaguirre, primera mujer
que ocupó el nuevo cargo de Subdirectora General de la Condición
Femenina, de
reciente creación dentro del

Ministerio de Cultura, al
1110
Fundaci\363n Speiro

LINEAS DE DEFENSA DE LA FAMILIA
que llevó como colaboradores varios miembros de A. P. E. C. Su
marido, Alvaro García
Mmeguer, es igualmente miembro

de
la Jun­
ta fundadora de la asociacíóu. Sin poseer
,d respecto pnrebas terminantes, puede, sJn embargo,
detectarse

en la
Asociacióu para

la Evolución y Promocióu Cultural
una fuerte influencia de
la ideología masónica. Según el trabajo
aparecído

en
el diario «Informaciones» del 25 de febrero de

1977,
los
rasgos distintivos

de la ideología de
esta asociación serían los
siguientes: «Sus objetivos están vinculados a conseguir la revolución
del inconsciente. Creen que las discriminacíones existentes se supri­
mirán cuando se instaure la
democracia universal. Apoyan las
cam­
pañas por el divorcio, control de la
natalidad, etc.».
Por otra parte, en el articulo 2, apartado e) de los Estatutos de
A. P. E. C. se especifica como fin de la
asociacíón «Fomentar
den­
tro del
marco socio-cultural,

y de
=erdo con los principios y leyes
vigentes, un espíritu de apertura y tolerancia en sus asociados, pre­
serwmdo a la asociación de cualquier dogmatismo, sea religioso,
político o de cualquier otra naturaleza».
Resultaría,

sin duda, de
enorme interés
para
el cooocimiento
de
la subversión antifamiliar -¡y no sólo
antifamilia.-!- en España,
poseer más información sobre las actividades de esta extraña asocia­
ción

y sus buenas relaciones con el Ministerio de Cultura.
El "programa femini8ta" en la suhrversión antifamiliar
Todas las organizaciones citadas y las otras similares hoy exis­
tentes
plantean buena

parte de su estrategia en tomo
a la idea de
la emandpacióu de la mujer. Una emancipación mentirosa, que se
apop en

ocasiones en
las evidentes injusticias que nos rodean para
proponer,

a cambio,
remedios peores e ilícitos.
No se trata, eu realidad, de dignificar a la mujer sino que, en
nombre de nuevos dioses, se la pretende incorporar ai1 carro mismo
de la revolución y utilizarla como punta de lanza para la destruc­
ción de
la familia y la moral social.
Las metas y objetivos comunes a la mayor parte de los grupos
1111
Fundaci\363n Speiro

JAVIER URCELAY AWNSO
feministas son una prueba más de sus interrelaciones y dependen­
cias,
probablemente mayores

de Jo que somos
capaces de
suponer.
Bajo cuatro aspectos se mueven
los objetivos revolucionarios:
-Aspecto jurídico: a través de .la SUIJ>ffl'ión del delito de adul­
terio, del
aborto -que «dcl>erá ser libre, gratuito y a cargo de la
Seguridad Social»-, de las
conductas consideradas

como
delictiv,s
en ,razón del sexo (prostitución, homosexualidad, exhibicionismo,
etx:.), y del reconocimiento del divorcio, del uso de anticonceptivos
con cargo
también, a
la Seguridad Social y de
las madres solteras, la
ley

pierde todo su fundamento ético
y su carácter de ordenación ra­
cional
al bien común para convertirse en gravísimo
obsw:ulo para
la consecución del

fin eterno
-<: incluso temporal- para el que el
hombre ha sido creado.
Es bien sabido, por otra parte, la confusión
que se produce en muchos
espíritus poco ilustrados entre
lo legal
y
lo moralmente licito, con lo cual, a la larga, lo conseguido no se­
ría el simple reconocimiento de .divorcio, aborto, etc.,-sino su promo­
ción sicológica a ci,,rgo del propio Estado.
-Aspecto ,:ación

diferencial y de
fa· doble moral que marcan unas pautas de
comportamiento distintas para

el
hombre y
la
mujer desde
su na­
cimiento>> (12), mediante la
co la educación sexual, son los principales estribillos de la acción sub­
versiva en el terreno educacional, tanto en España como en las
demás naciones.
El ya citado documento de «Approaches» señala cómo «la educa­
ción
sexual obligatoria ha sido siempre el tema favorito de la fa­
milia masónica francesa». 13. razón de ello es clara: los revolucio­
narios sal>en que la ley natural y los «prejuicios» cristianos tieneu
todavía fuerza suficiente

en las naciones de tradición católica como
para que no baste simplemente con legalizar el uso de la «píldora».
As!, pues,

el propósito esencial de
la educación sexual en los col<>­
gios

es
popularizi,,r y favorecer el uso de anticonceptivos, sirvién,dose
para:
ello

de algunos mitos
como el
del
«temor a
la
población» (13).
(12) Manifiesto de la Asociación Democrática de la Mujer.
(13) Este_ es el nuevo punto de enlace dentro de la estrategia global
de la subversión antifamiliar con los movimientos «ecologistas», que
refuer~
1112
Fundaci\363n Speiro

UNEAS DE DEFENSA DE LA FAMIUA
La relación entre la educación sexual y la anticoncepción es
puesta
de manifiesto con absoluta
franqueza en todos los
progra­
mas feministas

que han llegado a nuestras manos; así,
por ejemplo,
en el

de
la Unión para la Liberación de la Mujer leemos; «reivin­
dicamos el derecho de

toda mujer a disponer libremente de su pro­
pio cnerpo
y a decirdir libremente su maternidad, para lo cual es
necesario una información sarual completa».
- Este mismo objetivo, dentro ya del aspecto sociocultnral, es el
perseguido por la llamada «planificación familiar», campaña mun­
dial
auspiciada
por la O. N.U., ~poyándose en el mito de la explo­
sión

demográfica
y condenwa en la encíclica Humana,, vitae en
su
interpretación naturalista.

La relación inmediata de la «planifi­
cación
familiar» con

los
anticonceptivos es

señalwa en las
decla­
raciones

de
la Asociación Castellana de Amas de Casa, «entre cuyos
objetivos a

corto plazo figura iniciar la
campaña de planificación
familiar
para que la Seguridad Social asuma la distribución libre y
gratuita de anticonceptivos» (14); o en ..tas otras de la Federa­
ción de

Organizaciones Feministas del Estado Español,
Guando pi­
de «el reconocimiento del derecho que tiene la mujer a controlar su
maternidw, con medidas
de planificación familiar

garantizwas
y
establecidas por el Estado en cnanto . a asesoramiento, información
y control médico de anticonceptivos» (15).
El
énfasis que

la subversión antifamiliar pone en todo lo que
puede conducir a una utilización generalizwa de anticonceptivos,
tiene dos razones de
ser claras

con independencia ahora de la degra­
dación
moral que ello supone, evidentemente siempre bien saluda­
da por la _revolución :
- En primer lugar, la anticonce¡x:ión, que libera al. acto sexual
t"en sin escrúpulo el concepto de superpoblación para ponerlo al servicio de
un condicionamiento de las mentes. Para desmitificar el problema del creci­
miento de población,
léase el trabajo de J. L. Hubner: El mito de la explo-
1ión demográfica, Atenoo (Madrid), 1967.
(14)
Informaáones, del 25 de febrero de 1977.
(15) Los Derechos de la M11ier en una Constitución DemDN"álka, fo­
Ileto de la F. O. F. E. E. -editado por la asociación Democrática de la mujer.
1113
Fundaci\363n Speiro

JAVIER URCELAY ALONSO
de sus «consecuencias», hace posible la revolución sexual, que se­
gún el pensámiento tan difundido de Wilhem Reich es un medio
eficaclsimo para la

revolución familiar,
· auténtico talón de
Aquiles
de
la sociedad en opinión del teórico neomarxista.
-

En segundo lugar, esta misma
«liberación de las consecuen­
cias», permite «la

superación progresiva de
la dependencia de la
mujer a su biología, limitando el período de maternidad a eta­
pas cada vez más cortas de la vida... Con todo ello se hace cada
vez más insostenible el ugumento tradicional

con el que
se pre­
tende
justifiai.r el

papel
secundario de la mujer y su confinamien­
to
exclusivo ai hogar ... , que es lá única concepción capaz de ga·
rantizar que la idrología y el poder político dominante en cada
momento histórico
puedan afianzarse y asegurar su continuidad» ( 16).
¡No hay que
decír que

esa «ideología
dominante>> es el

catolicismo!
Liberada de sus responsábllidades en

el hogar, gracias al control
de la
maternidad por los anticonceptivos y el aborto, y merced a
una
serie de

guarderías, lavanderías
y comedores colectivos (casual­
mente
otra de las reivindicaciones habituales del feminismo), la
mujer puede lanzarse definitivamente y ya sin traba alguna al tra­
bajo, y
por él entrar de lleno en el ámbito de lo económico, condi­
ción que el pensamiento marxista . clásico estima suficiente para la
destrucción de
la familiá: ·
«La emancipación
de

la mujer
sólo será
posible cuando
la mu­
jer pueda tomar
parte en la producción en una escala social amplia
y el trabajo doméstico no represente otra cosa más que una pequeña
cuantía de su tiempo» (Engels en «El origen de
la familia»).
<<... la primera condición para la liberación de la mnjer es llevar
a
todo el sexo femenino a· la industria pública y esto, a su vez,
exige la abolición de la fami'lia monogámica como unidad econó­
mica de la
sociedad» (Idem).
-

Aspecto
laboral: este cuarto y último aspecto del programa
feminista tiende precisamente a llevar a cabo una serie de
refonnas
legales

que consagren esta
situación por la

que la mujer sería sepa-
(16) Programa ded Movimiento Democrático de Mujeres.
lt14
Fundaci\363n Speiro

UNEAS DE DEFENSA DE LA FAMIUA
rada del hog,i:r y del papel de alma de ,]a familia que en él le co-
rresponde (17). ·
Todo este proceso por el cwd se pasa de los anticonceptivoo a
la emancipación laboral de la muj,er y de ésta a la revolución social,
estaría
mantenido
y perpetuado por un mecanismo de retroalimen­
tación, mediante la creación de una economía familiar viciosa:
«Una
vez que se establece como
norma. que
ingresen
dos sueldos
en la familia, la tentación de practicar la anticoncepción se hace
casi irresistible en la mayoría de
los casos, porque el sueldo de la
madre se considera como

la llave
de la prooperidad familiar ... Don­
de la mujer es capaz de aportar un ingreso sustancioso, la gestación
de la futura madre puede verdaderamente parecer una catástrofe
financiera mayor, si cabe, que fa muerte-del padre, porque contra
ésta puede haber un seguro, pero aquélla no puede remediarse de
manera similar. De aquí la tentación a recurrir a los anticoncep­
tivos» (18).
El conjunto de reivindicaciones, agrupadas en tomo a lo que
hoy
se llama feminismo (19), están provistas de una innegable
coherencia lógica,

ordenadas
y jerarquizadas para fraccionar las di­
ficultades
(20) y conseguir esa «transformación paulatina en h
configuración de la familia tradicional» que habría de concluir
(17) Estas son algunas de las reformas más pedidas:
-
«Control
estatal de las
empresas, que
garantice la contratación de
la
mujer en igualdad con el hombre».
-«Derogación

de todas las leyes
proteocionistas».
-
-«Formación

profesional
acelerada sin especialidades en función del
sexo para impulsar la incorporaciQn de la mujer al trabajo».
-:-- .«Desaparición
real de las funciones que habitualmente se asignan a
la mujer», etc.
(18) «Approaches»: Loe, cit.
(19) Estas reivindicaciones son muchas veces asumidas con mayor o
menor consciencia de su significado por
entidades no específicamente fe.
ministas, como revistas, partidos políticos ...
(20) «No es de un solo golpe como se
pueden subvertir las leyes, las
instituciones, lasi jerarquías, los poderes, la moral de un país, sino que es
por una sucesión de pequefías infracciones como resulta posible sisnpre . su
logro a _ una pequ:efia minoría ejercitada e inteligentemente conducida» (J
de Saint Chamas: Op. dt.).
1115
Fundaci\363n Speiro

JAVIER URCELAY ALONSO
con su misma. desaparición. Seria. entonces el momento en que se
cumplirían 105 designios de los fundadores del comunismo:
«El cuidado privado

del
hogru: se transforma. en
una indnstria
social. El
cuidado y la educación de 105 hijos pasa a ser un asunto
público; la sociedad se ocupa tanto

si
son legítimos

como si no
lo son» (Eogels en «El origen de
la familia»).
Y todo ello junto con una legión inocente de seres humanos
asesinados
por
sns mismos padres antes

de llega:r a nacer, junto a
una sociedad

pervertida por el
pansexualisrno, a
un sinfín
de ho­
gares rotos por el divorcio y a un clamor hedonista y corrompido
que subiendo
de la tierra al Cielo acabará algún

día con la miseri­
cordiosa
paciencia de Dios.
Líneas para la defema
Y a pesar de todo, podemos impedir con nuestra acción el triun­
fo de la revolución. R,epitamos una vez más con Saint-Chamas: no
estarnos en presencia de

una
fatalidad, sino

de una táctica que
puede
ser contrarrestada. por

otra táctica. Cuando se sabe que
se trata de
un plan concertado, pacientemente
elaborodo en

el
seno de pequeños
grupos

de acción,
nada hay

por lo que debamos atribuir sns efectos
al
cw:so imparable

de las
cosas. ¡ Cuántas horas, de estudio y acción
se ahorrarían los revolucionarios si así fuera!
Pero ya
diji:m.os que, aunque necesario, no era suficiente con re­
futar los actuales errores en el terreno doctrinal.
Para hacer frente a la subversión antifamiliar, lo primero es
conocer su mocanismo concreto de funcionamiento y dárselo a co­
nocer al mayor número de gente posible, especialmente a los que
por ser padres de familia, educadores, etc.,
poseen responsabilidades
concretas o participan de
las jerarqulas naturales.
Los trabajos publicados en «Verl>o» y otras revistas sobre este
terna son

fáciles de conseguir, inclnso en grandes cantidades. Pue­
den
ser un i119JPreciable instrumento de trabajo para esta empresa,
junto
con
otras cosas que

en
el futuro
se vayan publicando. Hay
1n6
Fundaci\363n Speiro

LINEAS DE DEFENSA DE LA FAMILIA
que hacer difusión de ellos ; que se estudien en reuniones de ma­
trimonios

y padres, en las
parroquias y
en
los colegios, que sirvan
para orientar una acción
más eficaz.
Es preciso, además, contar con una visión de conjunto de la
lucha hoy planteada. Nada conseguiremos queriendo combatir a.is-­
lada esta o aquella proposición revolucionaria sin hacer frente ta:m­
bién a esas otras que le ai>ren paso. Sin que ello sea incompatible con la
necesidad de
formar hombres

sobre realidades
sociales concretas
y
ligadas a

la
situación y posibilidades particulares de cada uno.
Hay que
trabajar en
los cuerpos
sociales existentes
( Asociacio­
nes de padres, de antiguos
alumnos, Congregaciones de

matrimonios,
corporaciones de todo tipo ... ), no
para manipularlos a

la manera
como
operan los revolucionarios,

sino
para que cumplan más

perfec­
tamente su función, aquella
para la

que fueron
creados. Y
crear y
potenciar nuevas entidades all1 donde no
las haya para cubrir los
diversos frentes
en los que

se desarrolla el combate contra la
fa­
milia. El registro oficial está repleto de asociaciones variadas al
servicio de la subversión antifamiliar, muchas de
ellas ayer lángui­
das y
ai>andonadas por

la pereza de
los católicos y

hoy boyantes de
actividad subversiva.
Finalmente, la defensa de la familia se hará, mejor,
apoyándose
en una sucesión de pequeños logros que demostrarán que la acci6n
constructiva es posible y evitarán el descorazonamiento ineV!itai>le de
los que quisieran arreglar todo a la vez.
Con este fin,. sería de gran
utilidad una red de relaciones, consultas,
inten:ambios de
infor­
mación
y documentos, etc., que sirviera para capita'.lizar todos esos
triunfos
que

se vayan obteniendo y
multiplicar así
sus efectos.
Y nada más. Que la Sagrada Familia nos obtenga de
Dios el
coraje

y la generosidad
necesarios para

que la
reconquista de
las
familias para El
sea preludio

y anticipo del
establecimiento de
su
Reinado Social en el mµndo entero.
1117
Fundaci\363n Speiro