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Alfredo Garland: Como lobos rapaces. Perú, ¿Una iglesia infiltrada?

lNPOl!/l{ACION BIBUOGRAPICA
tegradora de los diversos elementos oonfluyentes y, en tal sentido,
a
una explicación plural de lo que en sí
es heterogéneo, los

prejui­
cios de una idea empirista de
1a historia condicionan en última. ins­
tancia la

validez
y el alcance final de las hipótesis.
El siglo
XVIII europeo constituye para el jurista y para el político
una suprema lección. Una
lección sugestivamente

explicada
por el
profesor George Rudé
y de la que cabe obtener valiosísimas con­
clusiones. He aquí, a modo de conclusión,. la que juzgamos más im­
portante, a saber: que erramos
al concebir la sociedad como un con­
junto mecánico de elementos susceptibles de ser alterado arbitraria­
mente por sus
miembro;. La sociedad es un organismo cuyas partes
están,

lo queramos o no, profundamente configuradas
y dispuestas
en orden a su vida común. La sociedad es un organismo viviente que
tiene un pasado, un presente y un futuro. Por eso, la propensión a
destruir de un modo desaprensivo la fábrica social o hacer experi­
mentos temerarios con la misma, debilita sensiblemente ]a vida social
en su conjunto: impide que se formen hábitos, que se alimenten
esperanzas y se confíe en el inexorable devenir. De todo esto, a tra­
vés de un momento estelar de la vida europea, se nos habla con
ejemplar autoridad académica en

las
páginas de
este interesante es­
tudio monográfico.
José
María Nin de Cardona
Alfredo C-loml: COMO WBOS RAPAOE6. PERÚ, ¿UNA
IGLESIA INFILTRAJ>A? (*)
Tal como señala el prólogo, Como lobos ,r,¡,aces viene a se, un
intento de relatar y entender -si
acaso es

posible- la poco
namral
asociación entre cristianismo y inarxismo. Aunque se ocupa funda­
mentalmente del drama peruano, se ve la necesidad de fijarse en
hechos que se dan en un concierto internaciona:l, porque el fenó­
meno del progresismo es un mal que sufre toda la Iglesia.
Ante

el
fracaso del

ataque frontal, las fuerzas
anticristianas cam­
biaron
sus métodos.

Escogieron un camino más sencillo
y efectivo:
crear
confo.si6n, división,

discordia
en las filas cristianas.
El

primer asalto
frustrado, el

modernismo
oondenado por los
pontífices, aconsejó esperar a

tiempos más propicios que llegarían
con
ocasión del

Concilio Vaticano
TI. Con

la
carg¡,. acumulada por
tanto tiempo de silencio, se lanzaron 11 arrasar con todo. Bajo e) n~
(*) Lima, Ed. SAPEI, 1978, 240 págs.
900
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INFORMACION BIBLIOGMFICA
bre de "progr;esismo" se va desarrollando una -corriente poderosísima,
sobre todo por los ingentes recursos económicos y publicitarios de
que dispone. Trasladado a Hispalloamérica, es en este continente
donde va a alcanzar su mayor extensión .. América Latina se convierte
en el medio propicio donde mejor se perfila el progresismo, asu­
miendo al marxismo y al modernismo, tomando el nombre de "li­beracionismo". En este progresismo
hay un

matiz singular:
la ob­
sesión por reducir la teología a sociología
y economía. Es por eso
que se vincula con la corriente ideológica de moda en esas mate­
terias: el marxismo.
El primero de octubre de 1962 el anciano Juan XXIII inauguraba
el Concilio Ecuménico Vaticano II. Para
muchos suponía el ansiado
"cambio". Para. otros era una nueva reedidón del modernismo.
Pocos, muy pocos, lo comprendieron.
Hoy
han pasado trece años desde que acabó el Concilio. No se
sabe dónde, se comenzó a difundir una nueva terminología en el
lenguaje. Pronto la prensa se encargó de h conciliares" y "·posturas postconciliares". Estos términos. vinieron
así a e~resar no una mera diferenciación cronológica, -sino una di­
ferenciación de actitudes y de perspectivas ·básicas. La prensa se en­
cargó de

dotar con
carta de

ciudadanía
.postconciliar aun
a
-los extre­
mistas conocidos como "contestatarios" y "progresistas", emp_eñados
en aplicar, valiéndose de la ocasión del cambio, reformas inspiradas
o no en el
Vaticano II,

pero que se ajustaban a
sus particulares pun­
tos

de vista. En la Iglesia, como una caricatura del «Mayo
francés»,
los

grupos contestatarios comenzaron a salir a la palestra después
del Concilio. Son grupos más o menos radicales que no desean sa­
lirse de la Iglesia; quieren criticar y
transformar la

Institución desde
su interior. Algunos de estos grupos se limitan _a _criticar las_ estruc­
turas eclesiales con el objeto de lograr su reforma, de acuerdo con
suS gustos o puntos de vista. Otros, más radicales, persiguen un cam­
bio

de
estructuras sociales a partir de un compromiso político con­
creto, pretendiendo convertir la Iglesi• en un movimiento político,
la cruz en ariete
subversivo, según
el
titulo del
conocido libro de
_Federico Munggenburg.
La primera de estas actitudes supone el es·
tallido del subjetivismo como
postura fundamental,

debidamente ma­
tizado por
las diversas problemáticas personales

no resueltas
(rei­
vindicaciones como
désaparici6n del celibato

sacerdotal, acceso de
la
muj-er al sacerdocio, desaparici6.ti de la cen~a a los teólogós, tole­
rancia de la homosexualidad, etc.). La segunda línea, la de un a:,m,.
promiso radical de significado •_político, acorde a la estrategia fo.n­
damental de crear un magisterio paralelo, dá vida a toda una serie
de revistas
y publicaciones de cariz contestatario: en Franda, la re-
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lNFORMACION Bl/3UOGRAFlCA
vista Lettre; en Colombia, Frente Unido, fundada y ditigida origi­
nalmente_ por Camilo Torres; en Buenos Aires, Cristiani,.smo y Re­
volud6n, y ,en Chile, la revista Mensaje, editada por el Centro Be­
larmino, de los jesuitas de la .. nueva compañía·•, que se convertiría
en tribuna de la élite progtesista de todo ibetoamérica. Dentro de
esta línea se sitúa también el boletín ICI (lnformations Cat:holiques
Tu.1temationales), así como las editoriales 1-DOC Internacional en
Roma, 1-DOC France, las Ediciones L'Epi de París, ere.
La actual situación del progresismo en Hispanoamérica parece
haber sido el final de un largo camino recorrido por un sector del
moderno "catolicismo social", aparentemente iniciado en el conti­
nente con las experiencias en la Argentina del redentorista alemán
Federico Grotte, uno de los promotores de aquellos círculos católi­
cos de obreros, surgidos como estela de la
endclica R= No111WtM1Z
de León XIII, y que pronto se extendieron por todo América.
Años
después fue
la Acción Católica,
iniciada bajo
el Pontificado
de
León XIH, y que tuvo en San Pío X a su principal impulsor, la
que concentraría el entusiasmo de los laicos, empeñados en la idea
de introducir la verdad cristiana en aquellos lugares donde era ig­
norada.
Al principio sin clara ideología, con un compromiso eminente­
mente religioso, pronto la Acci6n Católica suifrió ,el influjo de aquella
distinción mariteniana de ·•.tactuar como, cristiano." y "'actuar en
cuanto a. cristiano". Maritain fue así, como señaló Salieron y re~
cuerda nuestro autor, el portador del germen. El germen que llevaba
no
alteró su salud personal, pero lo

transmitió a ambientes que con
él produjeron una epidemia.
Al
final de la II Guerra Mundial, la doctrina política de M.aritain
se hace cada vez más patente entre 1~ movimtentos seglares. Se
comienza a imponer la idea de una cristiandad profana, a la vez que
la
autonomla completa
de lo temporal La
Acción Católica se dedicará
a

partit de ese momento, a divulgar
la Doctrina Sociac de J.a Iglesia,
leída bajo la óptica distorsionante de la filosofía de la
histc¡ria de
Maritain
y del divulgador de la eiopresión "personalista" y "comuni­
tari:a", Enmanuel Mounier. Con este último queda tendido el puente
comunicativo entre marxistas y cristianos.
De toda
esta nueva

orientación
seglar nacerá,
posteriormente,
la
Dernocr.acia Cristiana, momento que coincidirá con la celebración de
las pdmeras Semanas Sociales. La ,primera de ellas en el Perú tuvo
lugar en 1959
y a ella asistieron, como invitados, principalmente los
exponentes de

las ideas
democristianas con las que un sector de la
jeratt¡uía comenzaba a sentirse identificado. Las exposiciones se ba-
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
saban en las ideas desarrollistas y neokeynesiaoos que suscitaban un
nuevo
entusiasmo
..
Este interés
creciente por el desarrollo Mbia sido llevado al pri­
mer plano por los gobiernos populistas que se extendieron en His­
panoamérica alrededor de la
década de
los cincuenta
y primera mitad
de
loo sesenta:

Odria
y Belaúnde en el Perú, Paz Estensoro en Bo­
livia, Velasco en el Ecuador, incluso Perón en la Argentina ...
El desarrollismo encuentra su mayor auge ron la Aliruiza para
el Progreso, org;mismo creado en 1961 por d presidente católiro
estadounidense

John F.
Kennedy dmante la

reunión
de Punt>a del
Este, ron el fin

de
impulsar una

determinada
estrategia pata

el des­
arrollo en Latinoamérica.
La Iglesia, por su parte, se siente rontagiada por el esfuerzo des­
arrollista. Pronto se multiplicarán, promovidos por clérigos, los cen­
tros de estudios sociales
para promover
la
justicia_ social y el d~ro­
llo en el rontinente, como el "Centro para el Desarrollo Social de
Amérioa Latina"

(DESAL),
fundado en

Chile por
el jesuita Roge<
Vekemans, personalidad contradictoria y mariteniáno convicto y con­
feso al parecen. A su vez, durante los años cincuenta, Vekemans fundó
el
ya mencionado Centro Belarmino de Santiago de Chile, poste­
riormente convertido en el semillero de los "Cristi'anos por el So­
cialismo", y cuya r:evista Mensaje pronto llegó a ser rectora de todo
el
movimiento
socialista y contestatario .en el seno de la Iglesia en la.
América Latina .. Actualmente Vekemans, instalado en Bogotá, dirige
uu instituto similar, el CEDIAL, donde se
publica el boletín Nueva
Tierra! que, en lo que parece ser el trágico sino del maritenismo, al
tiempo que ataca frontalmente el maµ:ismo, contribuye con sus. re­
flexiones a su difusión.
El brusco final del desarrollismo vendrá como conclusión de las
funestas consecuencias que en los países subdesarrollados tta'jp con­
sigo una precipitada industrialización de las ciudades más impor­
r-antes, que vieron crecer junto a· ellas enormes cinturones de miseria
y de injusticia. los economistas y sociólogos marxistas culparon a la
estrategia del desarrollo de esta situación, comeru,ando a primar entre
algunos clérigos
que d análisis económico y sooial del mar:x;ismo
estaba más en la verdad que }a teoría desarrollista, especialmente
entre
las élites izquierdistas del clero iberoamericano formadas en
la Uni~sidad "católica" de lovaina, en Bélgica, en la que la "Nueva
Teología" dominaba a pesar de las condenas de Pío XII.
A diferencia ah01:'a de la época de la Acción Católica y la Demo­
cracia
Cristiana, que estuvo dominada por el es&rerzo de los seglares,
serán

los
clérigos los

que tratan de llevar adelante. los esfuerzos
so-
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INFORMACION BIBUOGRAFICA.
dales de la época postdesarrollista... Será una época dominada por
los
movimientos sacerdotales
y por la "Teología de la Liberación".
Este
vuelco a

la izquierda de los
clérigos autotitulados
"progre­
sistas", ,tendrá en el pensamiento del rulemán Karl Rahner, máximo
expositor
de

la "Nueva Teología",
el sustrato doctrinal necesario.
Ocurrió
con
Maritain y hoy ocurre con Rahner.
En 1968 Gustavo
Gutiérrez, amigo
personal de Camilo Torres
desde sus

años en la Universidad de
Lovaina en
la que coincidieron,
relacionado con
el Centro Belarmino y

con
la Agencia Pax

-funda­
da por
el conde Piasecki, secretamente dependiente de la Oficina de
Cultos
del Partido
Comunista polaco,
condenada por la
Santa Sede
en 1963 y trasladada entonces a París, desde donde auspició la pu­
blicación del boletín
ICI-, participa en uno de los iunumerables
encuentros
sacerdotales

celebrados
en vísperas de la II ~aro, en
la localidad de Cieneguilla,
en unión de otros. sacerdotes, cuya im­
portancia
iría en

aumento a partir de aquellos días, como Jorge
Alvarez Calderón,
Mejandro Cussiano\'ich y el actual obispo auxiliar
de

Lima, Monseñor Germán
Schruit. Todos ellos, junto a los orga­
nizad.ores del encuentro, se conviierren en fundadores del movimient sacerdotal ONIS (Oficina Nacional de Información Social), grupo
sacerdotal
organizado
cuyo
pensamiento y acción habrían de sellar
con
su impronta

los hechos
de un sector de
las jerarquías de la
Iglesia,
frente a

quienes
aprenderlan a

manejar la táctica, ya de la
sutil presión, ya de
la más burda adulación apelando a la vanidad,
que es el punto f,Jaco de los que ejercen algún tipo de poder.
El naciente movimiento ONIS
hizo suya
con prontirnd
la pos­
tura socio-teológk:a que empezaba a plantearse, rompiendo la distin­
ción entre lo temporal
y lo espiritual, aportada por el maritenismo,
pero en favor del vaciamiento de lo espiritual
y su absorción por lo
temporal.
Aná:logamente al ONIS peruano, ~n otras naciones otros movi­
mieotos, como "Sacerdotes para el Tercer Mundo", en la Argentina,
el grupo "Golconda", en Colombia, o los "Sacerdotes para el Pueblo",
en México, junto con iní:ciativas como el "Instituto de Pastoral La­
tinoamericano" (IPLA), cofundado por el obispo de Riobamba, Mon­
señor Leónidas Proafio, y el "Centro Intercultntal de Documentación'"
(CJDOC),
fundado

por
el misterioso ex-monseñor austríaco Iván
Ilich en

la ciudad
mexicana de
Cuernavaca, sede del heterodoxo
y
procastcista Monseñor Sergio Méndez Arceo, fueron configurando la
llamada "Iglesia Joven".
Junto al
mencionado
Hich, con una enig­
mácioa e

interesante
biografía esbozada

por
el autor, condenado por
la Santa Sede en 1968, tornaron gran importancia el brasileño Paolo
Freire, el

confuso
moralista hispano-colombiano
Cecilio de Lora,
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Hugo Assma.n en Brasil, Juan Luis Segundo en el Uruguay, etc.,
junto oon
el propio Gustavo Gutiérrez, personaje clave que en 1971
culminará su
"maduración" filomancista, desde sus iniciaks posi­
ciones
desarrollistas, con

la publicación del libro "Teología de la
Liberación.
Perspoctivas", impugnado

al poco
tiempo por el padre
Poradowski
desde Chile.
Otro de los personajes, oonvertido en todo un símbolo contesta­
tario por

los medios
periodísticos, es Helder Cámara Pessoa, arzo­
bispo

de Olinda y
&ecife. Ordenado sacetdote a los veintidós años,
el joven clérigo profesó hondas simpatías por el movimiento neo­
fascista de Plinio
Salgado, emulador

brasileño de Hitler. Desde en­
tonces, el

futuro
arzobispo mostró

una natural
inclinación por las
actimdes radicales que no
ahandonaría nunca.

Trasladado a Río,
trabajó con entusiasmo ,en la Acción Católica,
participando igual­
mente del ideal desarrollista tras su nombramiento como obispo au­
xiliar de Rfo.
Al ser
destinado
a la Archidiócesis de Olinda y Recife
se vuelve

a encontrar con
la miseria del nordeste del país, fundando
el llamado "Movimiento Educativo Base", penetrado luego de ideo­
logía
marxista, aportada por

los consejeros de los que Helder Camara
se va rodeando.
Es entonces cuando la prensa comienza a centrar su
atención en
este arzobispo

progresista, esgrimiéndose su
figura como
•ímbolo de la "Iglesia Latinoamericana". Pero en este tiempo Cámara
comienza
a unir a su mensaje la
costante denuncia
del
régimen mi4
litar brasileño.
Junto a_monseñor Helder Cámara, varios obis,¡x>s más mostraron
su adhesión a la llamada "Iglesia Joven". Entre todos ellos destac,
el inefable Méndez Arcea, obispo

de
Cuerno.vaca, quien admitió en
su

diócesis al CIDOC de Ilich a pesar de la condena de la Santa
Sede,
hasta _su
cierre

definitivo por falta de fondos
en 1976.

Ya con an­
terioridad, el grotesco Méndez
Arcea había tenido

un papel similar
con motivo del
escandaloso caso

del benedictino Lemercier, forma­
dor en Cuernavaca con otros ex-monjes del llamado "Centro Emaús",
-dedicado a eJOperimentos freudiános de siroterapía,.
O

el
dbispo brasileño Adriano

Hipólito, quien descaradamente
colocó en su escudo
episcopal un diseño con la hoz y el martillo.
Otra figura

de relieve
entre los obispros partidarios

de la llamada
"'Iglesia Joven"

es monseñor
Leónidas Proaño Villailva, obispo de
Riobamba, considerado

como el
p.relsdo más
progresista del Ecuador,
famoso a
"raíz de la tutbia reunión financiada por la Omferencia Ep,is­
copal
Norteamericana y que se celebró en dicha ciudad andina con
la
asistencia de Méndez An:eo, Joseph Comblin y Jorge A:lvarez
Calderón,

entre otras personalidades progresistas,
y que costó la ex•
pulsión del país de dos arwbispos, 13 obispos, una veintena de sa •
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INFORMACION BIBUOGRAFICA
cerdotes y dos religiosas qu,e '.habían mostrado su abierta fascinación
por el régimen castrist.a, diseñando ·en la reunión una estrategia para
la revolución en el continente.
Monseñor Proaño fue, además, impulsor del IPLA, al que desde
su origen se dio una clara orientación liberacionisra, -centro de con­
vocatoria de los sacerdotes más radicalizados, como el belga Comblin
y Julio Gitardi, el teórico de los "Cristianos por el Socialismo".
El clericalismo, ~buso del

estado
de ciéJ,igo y cerrazón sobre el
mismo, .será el patrón rastreable en todos estos mov-imientos y perso­
najes del entramado progresista. Movimientos y personajes que cons­
tiru.yen un auténtioo ejército del progresismo, una verdadera inter­
nacional, cuyo expreso momento fundacional ·puede situarse en la
reunión de Lima de 1973 con la creación de la "Federación de Mo­
vimientos Sacerdotales Latinoamerica'llOS", coordinada por una espe­
cie de club de poder eclesial que en los Estados Unidos se han bau­
tizado -con el nombre de Establishment, y cuya "Inteligencia" está
C0!l'Stituida por una serie de centros de estudio y documentación, en­
caminados a difundir el pensamiento progresista, dominando el frente
intelectual. Una auténtica internacional . progriesista cuya financia­
ción costosísima
proviene, en
parte, de
Agenciras Católicas Inrerna­
cionales,
como .la. ailemana Miserear, o de órdenes religiosas, como la
Sociedad Marylmoll, que apoyan a determinadas empresas contesta­
tarias, pero

la mayor
parte de
la cual
no puede rastrearse

ni expli­
canse tan fácilmente. El hecho es

que los
progresistas disponen
de
muchísimo
dinero y fácilmente traen a la memoria el dicho popular:
.. Sacristán que-vende cera,_ que no es de la cerería, ¿de dónde pee­
cata mea, sino de' h sacristía.?".
Tras la interesante y documentada narración que hemos resumido
a. propósito de la génesis y desarrollo del progresismo y en la que
obvia.mente hemos tenido que .prescindir de muchos detalles no
menos signifioativos, la segunda parte del libro se dedica en particu­
lar al 01so peruano. A lo largo de algo más de cien páginas se re­
latan los

pasos seguidos en
e'! Perú por fa, sub"ersión cristiano­
progresista, íntimamente ligada allí

al desarrollo del grupo ONIS
y otras siglas que muchas veces opera.ron como simple fadhada para
la
consecución de

objetivos
espoclficos.
El

proceso
subversivo, en el que la implicación más o menos cons­
ciente de figuras como las de monseñor Bambarem, monseñor Schmit
o el propio monseñor
Landázwri, cardenal de Lima y principál fi­
gura

de la
jerarquía peruana,
resulta incontestable, culmina
con las
recientes maniobras orientadas a in-fluir en l1a reunión de Puebla,
_para
1a que se contó con experiencias similares, puestas en práctica
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
con ocasión de la ooterior reunión de la CELAM, cek,brada en Me­
dellín
en 1968.
-~ finad de la aventura progresista en cl Perú corresponde al
grupo
CALAMA, expresión de la coherencia final coo las premisas
que el catolicismo llbetal ihabía sentado casi uo siglo atrás. El Equipo
CALAMA, inregrado por sacerdotes radicalizados hasta posiciones
maoístas -auoque ello

no
sea obstáCll!!o para que Karl Rahner ejerza
sdbre el

grupo uoa
especie de
directorio
espiritual-simboliza, sin embaxgo, al tiempo, la profunda crisis del marxismo en nuestros días,
el callejón sin salida en el que ha entrado el socialisJmO en la acrua­
lidad.
füenre a esta situación de elata decadencia del marxismo en el
plano teórico, que paradójicamenre coincide coo sus mayores éxitos
políticos y mfiltares, frente a la ramplona estredhez de su dogma­
tismo inoperante o al oponunismo ideológico de· su rev-isionismo,
el autor señala la importancia de la e"petiencia de CALAMA, que
en
modo alguno

debe
pasar desapercibida. Sigamos

en este punto
crucial las propias '!"'iabras de Alfredo Garland: "Así como la .«Teo­
logía de la Liberación», versión seudo-cristiana del mancismo, está
muriendo,
t:ambién desfallece

el mismo
mancismo. En sus orígenes la
falaz ideologla cobró ,fuerza de dos hechos: el mesianismo judío de
su fundador ·y la situación de injusticia reinante en el pasado si­
glo XIX. Luego, gracias a la revolución ruSa de Lenin, que le otorgó
una sale retrirorial y una base eron.ómica de impulso, el marxismo­
leninismo

empezó a
ronso!idarse y e,cpanderse. A partir de la II Gue­
rra
Muodia,l, y gracias al oscuro apoyo de Roosevelt y Truman, se
inició
su
gran expansión. Montada sobre una base de entusiasmo casi
religioso que foe perdiendo ante el avance de la comodidad buro­
crática, el marxismo de los años cincuenta sólo ofrecía el mito de
nna sociedad jusl'a. Transcullridos los aiios has Clfrecer. El marxismo ha fracasado, y

eso lo saben todos aquellos
que honestamente

se
enfrent\l.ll con la verdad. Nada parecía poder haoerse con la inevitable crisis teórica, cuyo eco práctico se dejaba ver. No
por nada habría escrito Looin: .. Sin teoría revolucionaria no puede
hmber tamipoco movimiento revolucionario". Y, justamente, la teo­
ría marxista estal,a en la más absoluta crisis, mostrando la más tre­
menda ínsustancia:Jidad. Es allí donde entra el grupo de clérigos que
dan origen a
"CALAMA". Pmfundamenre imbuk!os de UIJJa orien­
taci6n espirituall, y quizás guiados por una sincera esperani'A, caen
,en la tentación de lo que se llama la .. mística. terrestre", intr:amun­
da.na..
No desaparece, sin embargo, su orienttción, viven unflJ expe­
riencia seudoteligiosa, en la que el vacío de la fe gnoseonal, paso
previo

de la
fo plena, deja lugar a la convicción marxista. Es un
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INFORMACION BIBUOGRAfllCA
caso tipico de energía evangélica desviada. Un cr1st1anismo hueco
que se
llena de marxismo, confundiéndooe <;l. uno y el otro en uo
sin()Ietismo incomprensible.

Los militantes
de CALAMA han per·
,dido

la
mnfiaru,a en

la religión de
Crist.o t3il cual es transmitida por
,la Iglesia, y se han confea;ionado una propia "religión" con ele­
.mentas "behavioristas" y marxistas, ordeooda a la "revolución mun­
dial". En rodo su quehacer pa,-ecen haber estado conscientes de una
frase
de Hegel: "Revolucionando
el mundo
de
las ideas, la realidad
ya no puede resistir".
Dentro de las mntradiociones del movimiento socialista resulta /
paradójico que así como debió su impulso inicial con Marx a una --~-.. ,...-/
desviación del profetismo y de la escatología judía, hoy que aparece
como extinguiéndose ·teóricamente a pesar de su enorme -expansión
territorial, una desviación desnaturalizante del cristianismo Je ofrece
la posibilidad de una
triste y ,funesta vitalidad. De ocurrir esto, . el
.marxismo ratificaría su naturaleza de movimiento religioso sin Dios,
más aoo, de revue1ta contra Dios; tesis ésta bastante difundida. Y
aun cuando ello no ocurra, su misma posibilidad es reveladora de
la
naturaleza irraciooal del miro marxista

que apela a los impulsos
más oscuroo del alma, que no es otra cooa la desviación herética de
la que amenaza nutrirse".
El libro de Alfredo Garland, en la misma línea del ya citado de
Federico Muggenburg,
los publicados por la TFP y la obra de Te­
resa
Donoso sobre la historia de loo Cristianos por el Socialismo en
Chile, constlmye, sin duda, una obra clarificadora y enormemente
útil para el mnocimient.o detallado, cada día más indispensable, del
despliegue
progresista y sus principales artífices en un escenario de
tanta
transcendencia pata nosotroo y pata la Iglesia entera como es
esa
América hispánica

que
por su enorme potencial humano ha sido
llamado por loo papas "el continente de la esperanza".
Esperanaa
a

la que se
,efiere el auror en el epílogo de este libro
escriro todo

él c-0n
la amenidad de una novela y esa claridad en la
verdad, hoy desgraciadarnente poco frecuente en estas obras de de­
nun~ia, pero
que

será siempre el
mejor distintivo

de los
verdaderos
cristianos.
Javier Urcelay Alonso
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