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La Religión, la Tradición y la Patria

LA RELIGION, LA TRADICION Y LA PATRIA
EL proceso histórico de la conciencia y laa decisiones del
hombre -ser racional y libre-está íntimamente unido
a la tradición viva de
la propia nación, de las costumbres nacidas
de la fe cristiana que lioitamente no se deben re­chazar.
«El hombre e,, en efecto, un ,.,. racional y Ubre, e, un sujeto
"oomciente
y re,pomable. El puede y debe, CQ1I el esfuerzo pe,,onal "del pemMnienlt>, lleglll' a la 11erdutl. Puede y debe elegi.-y decidú-. "El bautismo, reobido en los albores de la historia de Polonia, no,
"ha hecho aún má, ct>mciente, de k, autbmc,, grandeza del hombre, "la iomersióo en el ngua e, signo de la /~ a pa,ticiplll' en la "1lida de la Santmma T rinid«d, y e,, al mirmo tiempo, ,ma compro,ba.
"&i6n imu,tituible de la digniáad de todo hombre. Ya la 1114,ma lla­"mada te,timoma en ,u jilVor: el hombre debe tener una dig,,id,,á "extraordinaria, ,¡ ha ,ido llamad,, a tal pa,tkipa&i6n, a la parti­
"cipaci6n de
Dio, mirmo.
»A,imí,mo,
todo

el
pro.ceso histórico de la conciencia y de la.t "decisiones del hombre e,tá httimamente unido a la viva tradicióo "de la propia nación en la que, a m,,,é, de tt>das la, genera&ione.r re­
,, menan con. eco 11Í1/o las palabras de Cri,to, el te!timonio del Evan­
"ge/io, la cultura crirtiana, la, costumbre, nacidas de la fe, de la e,.
"peranza y de la ca,id,,d. El hombre elige re,pomablemente, con U. "bertad interior. Aqtd la e,,ad;d6n no e, limitaci6n: e, tesoro, e, ri­,, queza espiritual, es u,n gran bien común que .re confii,rma con cada "elec&i6n, con c«da acto noble, con toda vida auténticametNe vivida
,, como cristiano.
»¿Se puede recha2iar todo esto? ¿Se puede de&ir "no"? ¿Se puede "rechazlll' a Cristo y todo lo que El ha t,r,údo a la hiitoria del hombre?
»Ciertamente ,e · puede.
El

hombre
e, libre. El hombre puede
"de&ir a Dio,: no. El hombre puede de&ir a Cristo: no. Perr, perma­
"nece la pregunta fundrwnenútl: ¿E, lícito hacerlo? ¿Y en nombre
"de qué e, U&ito? ¿Qué argumento racional, qué vtior de la voluntad "y del corazón puede, tú p<>ner de/ame de ti mismo, del prójhno, de "lo, conntt&ionate, y de la na&i6n, para rechazar, para decir «no» a
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"aquello de lo que todo, hemos vwido durante mil ,,ñ,os? ¿Se f!Uede
"decw «m» a todo lo que ha creado y ha wmtit,,;do siempre la,
"base, de nuestra identidad?».
JUAN PABLO II: Hornilla durante la Misa
de Clausura del jubileo de San Estanislao, el
domingo
10 de junio
de 1979, en el gran pra­
do de Cracovia (Polonia). L'Osservatore Ro­
mano, edición setnana1 en lengua española.
Año XI, núm. 25 (547). Domingo 24 de junio
de 1979.
El signifi-Oado de San Estanislao en la penetración del orden
moral en
las estructuras y estratos de la existencia de la
nación polaca.
«San Estanislao es lk,mado patrono del orden moral en Polonia.
"Qmzá P,eoh<»nente en
,u figura ,e ve de manera darisim,, cuán
"p,ofund<»nente penetra
el orden moral -tan f,,,,,J,,mental para el
"hombre,
para el hwnanum-en las estNICtura, y en lo, estratos de
"la exirtenoia de la f'M&i6n como Estado, en las ertmcturas y en los er­
" trato,
de la exntenoia política. N ,mea 1'f/.llMl "cómo, aquel Santo obi,po
de la d.Jnaflla de lo, Piast, fue luego bien
"acogido, especialmente en el siglo XIII, por los sucesores de aquella
"misma dinastla y, a
comin,,,,,;i6n ~espués de la c,,nomzaoión en
"1253-, fue venerado como Patro110 de la unidad de /a patria que,
"con motivo de las divisiones dinásticas,
se vio dwidida. Cierlamen­
"te esta insólita tradioió"
de culto de San Ertan,slao lanza una luz
"espec,a!, sobre
los aconteoimiemos de 1079, durame los cuales el
"obispo de Krnleów sufrió la muerte, miemras el Rey Boles/ao el
"Audaz perdió la corona y fue o,b/igado a aband&nar Polonia. Y
"aunque Gall-Anonim, escribiendo su crónica algunas decenas de
"años después, use la e,q,,esión "traditor", hablando del obispo Esta­
"nislao, éstas
o semejantes expresiones las ent'U?ltJ'llmOS aplicadas en
"aquel tiempo a otros obispos distinguidos
( por ejemplo, Samo Tomás
"Becket en Inglaterra)
e mcluso a Papas (por ejemplo, San Grego­
" rio VII, que han merecido la aMeola de Samos. Bvidememente, el
"ministerio episcopal ha eflado a -veces expuerto
al, peligro de perder
"la vida para pagm así el precio del anur,¡;;,,. de la verdda y de ley
"d~
»El hecho de que San Estanislao al, que la historia P,o·cl<»na
""Patrono
de los polaco¡", hay" sido reco110cido por el Episcopado
"polaco
sobre todo como Patrono del orden moral,, encuemra su mo-
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"twaci6n en la elocurente ética de 511 vida y de su muerte y tambMn
"en toda la tradid6n, que ,e ha exp,wad" a travé, de
lar glf1'Qf'acio­
" ne,. de la P"iom,, de
lo, Pwl, de lo, Jage/Jone, y del"' Reye, ele­"gitk,,,. llegando ba,ta nue,lr()i día,.
»Dado que el
oden moral e,tJ en la ba,e de ·k>tl,, C#Útlra h,,,,,,,_
"na, ju,klmente la 1radid6n ~ en-a el pue,to de San
"&tani,lao pred,amente en
las beses de la cultura poláca. Ht Epi,­,, copadf> polaco, fiiantJ<> la mirad,, en el gran Praúlgom,ta de la hi,­
"tori,, de la patria, no ,ólo puede, ""º que mdu,o e!tá obligado a
",entiue
guardián de e.ria ctdtma. Debe afí.adi,, a ,,, miJMn y mi­"ni,terw m;tual una ,ol;i;;tutl p,,rtie,,lar por todo el fmtrimonio cut­,, tmal polaco, que cuma bien sabemo,, e,tá impregnado en gran me­
" dul,, de la luz del c1•i,tiam,mq,
Es ,abitlo ademá, que predJamente
"la cultma e, la p,uebr, primera
y Ju"""1nental de la identidad de la ''nad6n. La mfri6n del Epi.rcopadf> polaco, en C#a1IIQ cont~
"de la de San Eshmi,/ao, e,tá marcada en derlo
modo ,por ,,, caris­
''ma hi,t6rico, y por ello permanece en este campo evidente e in­"S#Stituible,"f>
JUAN PABLO D: Alocución a la Conferencia
Episcopal Polaca con motivo de celebrarse su 1~9 asamblea plenaria el martes 5 de junio en el Santuario de Jasna Góra.. L'Osservatore
Romano, edicióD semanal en lengua española. Año XI, núm. 24 (546). Domingo 17 de ju­
nio de 1979:
La herencia espiritual de la Iglesia Católica "demento de
nnión
y de seguridad de la identidad y de la nnidad de la nación en los períodos particularmente difíciles" en
Polonia.
«Generalmente ,e aji,r,n.a que la p,,rticipaci6n del pueblo po­
"laco en la herenci,, e,piritu,,1 de
la lgle,ú,, que brota de ,,, unidad
"unwer,al ha llegado a ,er elemento de unión y de seguridad de lá "identidad y de la unidad de la nación en lo, periodo, particular­
,, mente tlifkile,. E,w, periodo, e,taban también e,peck,/,mente su­
,, br,r¡adf>, por la irradiaci6n
del e,pmtu cristiano. Lo cor,jirma el ",iglo XIX y para nowlroJ lo crmfimzan I<>, tíltimo, decenio, tlsl
",iglo m;t#al, De,p,,é, del perlctip de owpad6n que, com,o ,e ,r,be,
"fue una amenaz,, temble
y mortal par" la ,~a de Polonü,, "lleg6 un periodo de grande, trtm,/ormat)N)neJ que encontraron ,u
"exp,esi6n exterior,
por ejemplo, en el 1razadf> completamente nuevo
"de
la, frontera, del EJtatlo.>
"
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«El ord"""1niento jerárquico de la Iglesia · h" Uegaáo " ser no
"sólo

el
¡;entro de su misión pt "dente par" toda la vida y la sociedad, para la nación consciente de
,, sus derechos de exisU-r que, co11'JIO 1Md6n en s1i 11UYJDr ·,parte cat6Jica,
"busca t,.,,,l,ién este apoyo en las estruatwas jerárquicas de la Iglesia.>
JuAN PABLO II: Alocución a la Conferencia
Episcopal Polaca con motivo, de celebrarse
su 169 asamblea plenaria el martes 5 de ju·
nio

en el Santuario de
Jasna Góra. L'Osserva,.
tore Rómano, edición semanal en lengua es·
paliola ..
Año XI, núm. 24 (546). Domingo 17
de junio de 1979.
El arraigo de la eatolicidad: su significado en la cultura y
_en la tradición nacional p_olaca,
· «Sabemos bien que este mrMzarse de la Iglesia en Polonia en su
"catolicidad -desde
el momento del bautfrmo y de la reunión en
"Gniezno, a Prilllés de
todt, la historia-tiene un significado singu­
"lar paxa la vida espiritual de la nación. Y tiene t;Jfnbién tm signi­
"ficado para su culttwa, que está marcada no
sólo po,-la tradieión de
"vlnculos visibles con Roma, sino
que posee Pamlnén las cart " #cas de
la universaliát,d propias del catoUeismo y de la aperttw" fuda
"tod-0 lo que en el imer0"1nbio universal de los !,;enes se hace por­
" ción de cada uno de lo,s que toman parte.>
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JUAN PABLO II:
Alocución a la Conferencia
Episcopal Polaca con motivo de celebrarse
su 169 asamblea plenaria el martes 5 de junio
en el Santuario de Jasna Góra.
L'OsservaJore
Romano, edición semanal en lengua española.
Afio XI, núm. 24 (546). Domingo 17 de ju­
nio
de 1979.
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