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Número 193-194

Serie XX

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Michael Voslensky: La nomenklatura. Les privilégiés en URSS

INFORMACJON BIBUOGRAFJCA
Michael Voslen&ky: LA NOMENKLATURA. LEs PRIVILÉGIÉs
EN u. R. s. s. (*).
La edición francesa de este libro, publicado en octub,¡I, de 1980
es una traducción del original
alemán, realizada
por
ChrÍsttián Nu­
gue,

revisada por
el autor, y editada por Verlag Fritz Molden en
Viena,
Munic'h, Zutic'h e

Innsbrnck. Con
terminología al
uso, puede
decime que

este
libro en

la Europa de hoy constituye lo que se ha
dado en llamar con
servil espíritu

imitativo un "best-seller", y que
mucho más apropiadamente calificaríamo:s de éxito editorial. Exito
en países o en públicos con inquietud por el incremento de su acervo
cultural, pero no en la
España actual, en la que sólo parecen tener
éxito las obras pornográficas, mediocres, o de mera rotillería publi­
cadas por autores avispados
y oportunistas, atentos a satisfacer la
voracidad de las masas en el momerito, pero que pasado ese momento
pierden su posible interés al no aportar nada que trascienda ese afán
morboso de satisfacción de :la cotillería momentánea, aunque, eso
sí, enriquezcan al autor o a
fa editorial.
Ante la Nomenklatura estamos, muy problamente, frente ,a la
obra más decisiva de análisis del fenómeno comunista, desde que
Milovan Djilas publ!ioase, hace casi un cuarto de siglo "La nueva
clase".
Este

libro que aporta un estudio fundamental para la compren­
sión del univeroo soviético,

va precedido de un lúcido prólogo de
Jean Ellenstein, en
el que

a pesar de traslucir de forma demasiado
dlara cierto subjetivismo racial del
prdloguista, sirve

para
penetrar
con

una adecuada preparación eo
'la materia del libro. Una idea fun.
damental para la compresi6n de [a obra. está expuesta acertadamente
por Ellenstein, y es cómo la Nomenklarura desarrolla en el mundo
una ideofogía contraria· ,a la de sus propios intereses ·en 1a URRS .
. Los. comunistas de tantas naciones que luchan por implantar un
proceso revolucionario, que dé al ttaste con la estructura clasista de
sus respectivas -sociedades, y por acabar con las injusticias que en
f') "Editado por Pierre Belíond. Parls. 1980, 463 págs"
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INPORMACION BIBLIOGRAPICA
ellas obserwn, ignoran cómo son juguetes de una estrucrura mucho
más fuerte,
jerarquizada y butocratizada que aquéllas, con las que
quieren
acabar.
La obra de Voslensky e.s una verdadera enciclopedia
sintetfaada
de

las diferentes
facetas que constituyen las clases privi­
legiadas en la sociedad soviética.

No es
un análisis de las diferent,es
esrructuras
de

poder,
sino una complem síntesis de las mismas; y
cuando una gran parte de la humanidad está sujeta al férreo control
d" esas estructuras,
se deduce de forma inequívoca la importancia
del estudio

de
'las mismas. A diferencia de otros estudios

históricos
y sociológicos
,sobre grandes

problemas de
1a humanidad,
pero que
pueden contemplarse con cierto aBepticismo al estudiar si,tuacione.s
que en poco o en nada afectarán a nuestra vida cotidiana, el estudio
de
1a Nomenklattira resul,ta apasiqnante _en una faceta, y en otra
preocupante en grado sumo, ya que no estudiamos fa estructura so­
ciológica de la civilización maya, o el poder jerárquico en la cultura
ooiria, sino realidades vivas, tremendamente actualles, que pueden
influir en

nuestras vidas de
una forma total, con ese concepto abso­
luto

de la
existrencia que
el
marxismo,leninismo impone
a las so­
ciedades donde
se asienta.
Ocho

grandes
partes son las subdivisiones
del libro, del estudio
pormenorizado
de las mismas, como parte de

un
todo, de 1as que se
extraen las
bases pata

la comprensión de la
estructura de poder que
es
la Nomenldatura. Una

clase escogida, y el nacimiento de la
nueva
clase
dominante

son
las dos primeras partes de la obra que permiten
comprender mejor la tercera:
su papel

como
clase dirigente
de la
sociedad soviética, analizada en una
ruatta fa:se a la

que con justa
dureza titula clase de explotadores. !,as otras partes de libro son las
relativas a la Nomenklatura como clase de privilegiados, la dicta­
dura de
la misma,
sus aspiraciones
a la hegemonía mundial y el pa­
rasitimo de la élite
detentadora del

poder.
El origen de la Nomenklatura pertenece en
sus antecedentes pri­
mitivos

a la
profesionalización de

los
dirigentes del partido

comunis­
ta
-todavía conoci,do hasta
1917, .como partido obrero socialdemó­
crata-, lo que diferencia profundamente al partido de otros grupos
políticos revolucionarios. Los dirigentes del partido, imbuidos pro­
fundamente de la idea de Lenin consideraban que
el proletariado no
era consciente ni e'staba capacitado para conseguir imponer su fuerza
como clase dominante en 1a. nueva sociedad. Los intelectua!les harían
conocer al proletariado cual era su papel en la. lucha revoludoruo-ia,
para
lo cual se requería

una
clase dirigente que sortease los obstacu­
los,
supetase las dificu!ltades e impulsase esa masa, de

por sí incapa­
citada pata oponerse a los enormes peligros que le acechaban. l.enin,
a diferenciia de Marx, consideró sienipre que lo importante eran
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INFORMACION BlBUOGRAFlCA
los resultadoSc "se puede decir. que esta., palabras son ¡., llave del pa­
pel de Lenin y del leninismo en la historia de Rusia" (pág. 46).
El
proletariado no era consciente, según las ideas mesiánicas

de
Lenin, de cuailes eran

sus propios intereses, sino que los
intelectualles
debían tomar sobre
sí la acción de enseñarle en que consistian e.sos
propios intereses de clase. Aquí empieza, ya en los orígenes del Je.­
ninismo, a vislumbrarse y
a tomar forma el embrión

de
esa clase
nueva,

por Jo que
/a aparición
de
la misma, no es un fenómeno ca­
sual; es algo que va indisolublemente ligado a
la esencia misma del
leninismo. ·
El comunismo lleva en sí la desigualdad, y hombres, bien dota­
dos como el ruso blanco Chulguín a
comienzos de [os años
20 com­
prende el fenómeno de
la formación en Rusia de una nueva clase
,ocia!
"Se ha formado una nueva clase social ..• Y con ella ha veni­
do una esperanza:
la esperanm de cada· uno de elevarse en la socie­
dad

. .. El poder es un profesión como cualquier
otra .

. . El comunis­
mo es un simple episodio .•. pronto se
,encontrará en

el
Museo de
la
Revolución
y la vida vdlverá a su· antiguo curso. Los amos habrán
cambfudo, eso es todo" ''punto de vista interesante donde se encuen­
tra ya la idea premonitoria de las· clases dominantes en la Unión
Soviética" (págs.
74 y
75).
Pero si Lenin
fue el que creó Ja organización de los revollucio­
narios profesionales, es Stalin quien inventó
la Nomenklatura; el
que consagra como clase dirigente o1 "aparatchik" --palabra no bien
vista en la
U. R. S. S. hoy-, La Nomenklatura suele ser una pala­
bra sobre la

que cae el silencio en la
sociedad soviética, y sólo en el
lenguaje burocrático al uso se Je dá el significado de relación de
altos puestos, y de
personas que
ocupan los
mismos. Pero
esta
nueva
clase sufrió una metarmorfosis hasta ser lo que hoy en realidad ve­
mos.

El proceso de adaptación de la vieja guardia bolchevique a
la
Nomenk:latura aCtUal no fue realb:ado sin dolor; · al contrario fue
una
metarmorfosis trágica
y sangriera, y la odaptación de la primi­
tiva larva al

ser adulto fue posible sólo cuando
la vieja guardia bol­
chevique, aquellos primitivos revolucionarios profesionales --Zino­
viev, Kamenev, Rikov Orjonikidze, Buj1arín, etc.-son eliminados
por
la Nomenklatura staliniaoa. "'Los comunistas convencidds fueron
reemplazados por gentes que se autorrotulaban comunistas a la cabeza
de la sociedad" (pág. 93). El triunfo y el asen11amiento firme de la
nueva
clase, sólo es posible con la ascensión de un anti-inteleCtUal
como Sta1in, que triunfo gracias a la bucocracia,-y que se consolida
después de las grandes purg,s de 1936-38.
Para tratar

de ser consecuente con sus principios, en un
Estado
pretendidamente

sin clases, la
Nomenklatura llega a

sofismos verda-
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INFORMACION BIBUOGMFICA
deramente notables, como .es el de negar su propia exi~tencia, el in­
tentar hacerse pasar como

un
1>patato administrativo semejante

al
existente en otras nacion_es y sistema~, pero 'SU existencia ,es un hecho
cierto y evidente. En 106 paises comunistas se tmta siempre de dar
una erplicadón racional -y
que en 1\umetOSaS discusiones manteni­
das
con teóricos
marxistas-!eninistas se esgrime de forma indefectible,
tal como a veces me ha ocurrido a mi mismo en diferentes ocasio­
nes-y es el hecho de que en un pals socia;Iis consciente de que
el ocupar un puesto no es un derecho, sino una
especie de

gracia que hace el
,aparato del
partido
y que puede ser
facilmente
retirada si se
incurre en algón error. "lls ilia tesis

de Stalin,
entre nosotros nadie es es
inrremplazable". Voslensky

explica como
muy
rammente cae la. desgracia

sobre personas que ocupan puestos
dirigentes. Puede cambiarse de

puesto
directivo, pero la perrenencia
a

esra clase se perpetua
a través de

los diferentes lugares que le co­
rresponda ejercer entre
las gentes dirigentes de la sociedad soviétiai.
La persona que ocupa un puesto en la Nomenklatura no lo pierde
nunca, a no
set que sea -por causa gravisima, es como antes decía,
simpleruente
ttasladl>da a otros puestos

inferiores o
trasladados de
lugar;

a tal ejeruplo es curioso
d caso
de un hombre que ocupó un
puesto importante

en el
departamento inrernacional del G>mité Cen­
tral, Kaloimipsev encargl>do precisamente

de la vigilancia
del par­
tido

comunisra español. Koloimipsev fue sorprendido. en la calle en
el curso de una borrachera monstruosa, con enorme escándalo ,pú­
blico, y a diferencia de cómo se trata a ios borrachos en la Unión
Soviética,
por suerre pata

él, sirnpleruente fue, a
pesar de
dicho es­
cándalo público, trasladado ·a prro puesto.
La Nomenklatura

es
inaµenable de
modo "parecido como
el ca­
piai es inalienable en

la sociedad
burguesa". "Marx decía el capi­
talista no es capitalista por que sea director
de una industria, está en
la dirección de una industria por que es
opistalisra, esramos
en
pre­
sencia del mismo fenómeno" (pág. 114).
A diferencia de lo que se piensa muchas veces del Occidente
sobre el omnímodo poder del
K. G. B. (comité para la seguridad del
Estado),
el K. G. B. no es más que un instrumento de la Nomenlcla­
tura -instrumento treruendamente

eficaz eso sí-,
pero al fin y al
cabo ia. su servicio. la situación anterior a fa muerte de- Stalin en .. la
que el aparato policíaco tenia el control total del partido, incluso
del Comité Central, ha cambiado. "El misterioso
monstruo ante
el
cnal todos temblaban . . . es hoy día una policía
polític, secreta

estre­
chamente ligada -y subordinada- al aparato del partido"
(pági­
n,
116). La vigilancia del K. G. B. está confiada a un sector del de­
partamento de los órganos administrativos dci Comité Central del
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INFORMACION BIBUOGRAFICA
PCUS. Es el único sector donde el nombre del jefe no figura en el
anuario
relefóniro del Comité Central.", "no es natwalmenre a este
misterioso
personaje a quien incumbre la responsabilidad real de
este

incidente órgano: el control de la actividad
del :K. G. B. está confiado al jefe del departamento administrativo mismo" (pági• na 116).
Nunca mejor que en la Sociedad Soviética acrual puede rontemª piarse

en la historia,
cómo una clase dominante dispone para su
provecho exclusivo, y en su totalidad, del
poder, del

poder mons·
truoso de un Estado
Moderno. Numerosos comunistas, a veces ex­poniendo

sus propias
vidas, luchan
en otros países contra
esas clases dirigentes
que
dicen-controlan

la nación: vemos el ejemplo diario,
tan comentado
por la

prensa
progresiata de

izquierdas,
las referencias
a
lis familias

que ocupaban el poder en Nicaragua, en la Cuba
pre­
castrisra,

hoy
día en el &ilvador ere. pero resuj.ta verdaderamente
espeluznante el

hecho de que en un país de 260 millones de habi­
tantes como es hoy día
la Unión Soviética,, la Nomenklarura juntando
sus
diferentes grupos puede
estor compuesto en la aetaulidad (reu­
niendo

los
diferentes cargos administrativos

que ocupan unas 750
mil personas), y que el conjunto de sus
familias alcamaría la

cifra de
3 millones de personas. Este es
el hecho cierto y real, 3 millones de
personas que

representan menos del 1,5
% de la población del· país, se autoproclaman "la

fuerza dirigente, la vida
del país",
"la inteli­
gencia, el honor y la conciencia de nuestra
época", "el organizador
e instigador de todas
las victorias

del pueblo Soviético",
,se 1,5 % que sin modestia se declara el portavoz de un pueblo de 260 millo­ nes, y asimismo de toda
la humanidad progresista.
El
aferrarse de

forma increiblé a los procedimientos burocráticos,
representa la tendencia de control en
las burocracias de todo el mun­
do,

con ejemplos que todos podíamos
dar de los intentos que hace
el
burócra,a que

alcanza
determinado estatus para sobrevivir y así
no advertirse su mediocridad
y continuar disfru,ando de!l favor de
sus
superiores. En

las
cuestiones burocráticas la ,pesadez soviética

es
increible y esto ya no es de ahora, sino que a finales de los aiios 20
el
excsecretario del poliburó

luego
pasado a Occidente,

Bajanov, co­
mentaba como el orden del día de
las sesiones

del poliburó solía
te­ner

80, 100
y a veces 150 puntos que tramr {pág. 135).
Otro
gran "Bluff" de
la propaganda Soviética consiste en el tema
del salario

mínimo de los
trabajadores en la U. R.

S. S., que en 1980
era de 167 rublos mensuales,
lo· que

de acuerdo con la cotización
oficial de rublo corresponde
aproxinmdornente a

unas 17 .000
pese­
tas,

pero en
la vida real esos 167

rublos no
constituyen un salario
medio,

sino un
buen sa:Iatio ya que uh salario medio verdadero és
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INP/JRMACION BIBUOGRAFICA
sensiblemente inferior y no paoa de la cifra de 167 rublos -es impo­
sible
dar
di>tos exactos sobre

esto,
ya que las estadísticas sou consi­
deradas como secretas---. Los ,guías de

"Intourist", que
siempre acom­
pañan
a

los
visitantes que

recorren la Unión
Soviética, hablan de
esos .167 rublos, pero resulta que en esa cifra van incluidos los suel­
dos de los altos jerarcas, lo cual, repartido, da ese salario medio. Asi­
mismo orra faceta muy curiosa de la Sociedad Soviética es la imagen
que quiere darse ante los medios progresistas de que toda la
familia
trabaja,

partiendo
entonces desde

el punto de vista de que el
tra­
bajo de la mujer se presenta como una conquista sochlista y sin em­
bargo utllizarulo al mismo Marx comenta Voslensky como no se
trata más que de

un método de exploración
suplementaria, así como
el

trabajo de los
niñoa disfrazado de escuela de

aprendices.
Las ven­
tajas atribuidas a
las familias numerosas en tiempos de Stalin, así
como

los
títulos de "madre heroica", "medalla del
honor mater­
nal",
ere., nunca reciben resultados estim roaas hoy en día son muy raras.
Volviendo al tema de los salarios en la U. R. S. S., puede resultar
ficticia esa cifra de los 167 rublos
-'Yª que, en efecto, en cualquier
Nación puede

decirse
que repartidos

los beneficios de
'los millonarios
el

salario
aloanzaría cifras mucho más considerables- pero la

No­
menklarum dispone además de una cifra de dinero en especie suma­
mente considerable,. ya que a ¡:wtir de la categoría de ¡efe de sector
(equivalente
a un

director general en
&.paña, y

en
rugunos casos a
un
subdfoector general),

dispone de unos
famosos bonos

conocidos
como
"Kremliovka'', "orgullo de todo nomenklarurista",

ya que el
disponer de bonos le permiten comprar alimentos de
primera calidad
que

normalmente son imposibles
de procurarse en

Moscú, mucho
más en pronvici~-La descripción resulta particularmente interesante
al
pormenorizar casos como un jefe de
sector incluida
una
paga ex­
traordinaria
al año, dispone de un sueldo de 5 31 rublos, cantidad a
la que si se ·añade los beneficios en especies dados por los Krem:lio­
movkas, puede alca= a cifra de 750 rublos meusnales, o sea, unas
7,5
veces más

que el salario real de un trabajador o
el empleado me­
dio.
Result> también ,particulamente interesante el hecho de que el
impuesto máximo

en la
U. R. S. S. es del 13 %, ya sea que el sa!lario
alcance

o sobrepase los 200 rublos,
fo que

quiere decir que a
partir
de un salario

mensual de 200
rublos no

se aplica en
h U. R. S. S.
el principio de impuesto progresivo; es el triunfo de la desigualdad.
Asimismo la compra de cargos, sobre todo en las repúblicas autóno
mas, es un hecho cierto, y que tolera 1a misma Nomenklatura ya que
en las Repúblicas del Azerbaizjan, se cotim entre 10.000 y 30.000
rublos
el puesro de director de teatro, el de director de un Instituto
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INFOR.MACION BIBLIOGII.AFICA
de la Información 40.000 rublos y el titttlo de miembro de la Aca­
demia de
Ciencias de dicha República

llega
a costar

50.000 rublos,
cotización que alcanza su

cénit, en el de
rector de

Universidad o Uni­
versidad Politécnica

donde se
llega a pagar ¡ 200.000 rublos! Mucho
se extiende el. autor sobre detalles y particularidades que demuestran
su conocimiento de
la Nomenldatura, al haber sido un miembro de
ella, como es el de los privilegios -enormemente superiores a lo
de sus colegas en otros países--con las datchas, los l y la red de teléfonos privados para uso de la Nomen.klatura.
Es sabido que en Moscú y en otras oapitales soviétioas no existen
las guías telefónioas tal como las conocemos en Occidente. El posee­
dor de un aparato de la red oficial llamada "vertouchka", puede estar
satisfocho de poseer un símbolo que denota su pertenencia a :la No­
men.klatura. La influencia regiooolista, como factor dispensador de
favores
es un hecho cier·to, y con humor anafü.a el oaso concreto de
Dniepropetrovsk
en
particu1ar. "Más precisamente de la ciudad de
Dnieprod:zerjinsk" de

donde
es natural Bremev. De esta ciudad, han
sa:lido nada menos que Breznev, Kirilenko, Chtcherbitski, Chernenko,
el General de Ejército Tsvigoun primer vioepresidente del K. G. B.
y cuñado de Breznev, Tracezniokov, · Phtchelokov, con lo cual pareoe
deducirse

que el genio
esta siempre concentrado

en los lugares de
origen
del grupo

de
Breznev (pág.

295). El culto a
la personalidad
ele! Sea:ietario General, hace que el seno de la Nomenkl.atura se de­
satrolle
una lucha permanente

para poder ejercer dicho puesto,
para
lo cual el Secretario General, contra la opinión típioa occidental cuan­
do hal,la de tla. lucha por el poder en .el Kremlin, ha podido llegar a
este puesto grac~ no a su_ eJ.oqre.ncia parlamenta.ria. ni a sus dotes
en diferentes aspectos, sino que a diferencia de .la época de Stalín en
que el mismo era
la fuen:a de doru!e emanaba el poder, a de consul­
tar con sus iguales del secoetariado y del politburó para hacer ver
que todas 1a_s decisiones son tomadas de forma colectiva. los med.ios
occidentales, y de ahí viene el fracaso de tantos kremlimnólogos,
·
romprender el ascenso al poder como una !ucha basada en prooedi­
mientos similares a los de otros sistemas, cuando e'l Secretario Gene­
ml ha procurado hoy día llegar a esos puestos gracias a una labor de
años en la que trata de presentarse como elemento no dictatorial, ó
interesado en ,el poder, sino como persona gtis que nunca puede
suponer una
omenaza a
los otros
iguales.
Esto no quita que el Secretario General en ejercicio, sea siempre
presentado como un ser irremplazable, llamado prácticamenre desde
su nacimiento a ocupar la función suprema.
El funcionamiento del politburó y de su órgano complementario,
el secretariado es un elemento clave a la hora de poder juzgar con
49'.I
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INFOR}.IACION BIBUOGRAFICA
w, mínimo de realidad cualesquiera posibilidades en lucba por el
poder soviético. El politbwó es
más conocido,
pero, sin embargo, no
dispone de un aparato dependiente del
mismo, como tiene

el
secre­
tariado. En los conflictos existentes entre el politbwó y el secreta­
riado del Comité Central,
ganó el secttariado en la época de Stalin
frente a Trotsky y los otros políticos. En la segunda ocasión, después
de la muerte de
Stalin, cuando Malenkov fracasó en su tentativa de
conquistar el
puesto de Secretario Geaerai, Jrusohov gracias a la
fuerza del secretariado triunfó también sobre Malenkov,
y en el
tercer conflicto importante
entre el

,polltbwó y
el secretariado en­
frentando
a
Jruchov con el Presidium, éste

consiguió con
la ayuda
de
los importantísimos

miembros del
secretariado triunfar de

nuevo.
Esto no

quiere decir que el
secretariado ejerza

el poder sobte el
po­
litburó, .sino que · en -las horas graves ambos deben complementarse
efectuando trabajos paralelos y conjuntos, en la cúspide de'! sistema.
Se piensan equivocadamente como

el
aparato dirigente soviético, los
miembros

del politbwó
y del secretariado, pueden encontrar tiempo
no
solaiJilellte pata

dormir, sino
wnbién de asistir a los banquetes y
y recepciones, viajar al extranjero, recorrer la Unión Soviética, en
todos los sentidos, pasar semanas en sus Datchas, con sus compañías
"iegítimas o no", ir de =, disfrutar placeres, etc. ¿Por qué? ¿acaso
son
genios? ¿son
seres dotados

de una
capacidad de
trabajo sobrehu­
mano? Nada de eso, sino que la
Nomenklarura dispone de un gigan­
tesco
aparato que piensa y trabaja pata los miembros del politbwó y
del secretariado, contra la concepción errónea existente en Occi­
dente de que los dirigentes de la
Nomenlclarwa están

en
todo; no,
solamente

intervienen en un largo
y complicado proceso en el cual
decklen cuando

este
proceso llega

a su
última liase (pág. 315).
El movimiento comunista internacional se ha convertido en un
instrumento de la Nomenklarwa (pág. 387). Los partidos comunistas
extranjeros juegan

también un papel importante, ya que facilitan a
la Nomenldarura las informaciones y los consejos necesarios para la
definición de su política extranjera. Sus dirigentes están didtosos de
hacer sentir hasta qué punto son irreemplazables
y cómo es nece­
sario apottatles, a

la
vez, un

sostén financiero y de
todo tipo. Contra
las tácticas empleadas anteriormente, " partir de 1980 el Comité
Central del Partido

Comunista de la Unión Soviética
autoriz6 a
los
Servicios Secretos Soviéticos a
reclutar de

nuevo agentes
entre los
militantes

de partidos
comunisras; son

propicios
los dirigentes ro­
munístas -ai principio a utilizar a personalidades útiles, y una v.e.z que
se roma el poder estas personalidades ·· son apartadas. En Espafia
pudimos ver ·un caso clarísimo con motivo de la junta demócrática.
Esto sigue siénddk útil para las consideraciones de la política extran-
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INFORMACION BIBLIOGMFICA
jera, ral como vemos hoy día en Nicaragua. Los dirigentes comunis­
tas-, instalados en el Gobierno, crean un frente nacional o una organi­
zación insignia similar en la cual ciertos miembros liberados a este
efecto declaran

con énfasis a los huéspedes
extranjeros, que
indepen­
dientemenre de su apoyo activo a la linea del partido comunista en
todos sus
puntos, ellos no son en absoluto oomunistas y la valoración
de sus programas es acepral,Je para todos los demócratas (pág. 392).
Resulta también particularmente interesante la referencia que hace
a la financiación de los partidos comunistas extranjeros, cada vez
-creciente, y de forma más activa a través de un ·sistema bancario .por
la crecienre expansión de los bancos soviéticos en los países occiden­
tales.
El libro resulta verdaderamente profético en a1gunos aspectos,
ya que (pág. 399) dice textualmente; "cada uno de los partidos
eurocomunistas será
conducido

a
efectuar un choque entre las dos
hipótesis (eurocomunistas y

ortodoxos)
en un fututo muy próximo";
esto
ha resultado verdadenunente profético
y
el conflicto originado
en los primeros
días de

enero de 1981, en
Catalulia, el
PSUC da
una prueba fehaciente de ello. El onálisis de la política de la No­
menklatuta, preparándose para
una guerra mundial, se analiza tam­
bién,
de
una forma sencilla y clara, contra la opinión de tantos in­
genuos occidentales

que piensan que el
Gobierno soviético
no puede
querer nunca un caso semejanre: ¡,. Nomenklat«,ra no de,ea la
guerra m11111Üat, Sffl realidad trágica, y el que no lo quiera ver cae en un infantilismo
absoluto o es una simple
marioneta del
juego del
imperialismo so­
viético.
El
humor también está presente en el libro en varias ocasiones,
ya que al ·hablar de un imaginario secretario del Comité Central, in­
formando sobre la
•ecompensa a
un científico también hipotético,
diseña una orden
ficticia en

la que
dice: "recomendar
al Presidium
del Comité Supremo de la U. R. R. S. la concesión de
la orden de la
Bandera Roj,a al académico Ignorantov Servilig Narcisovich por
Sus méritos -en el desarrollo de la ciencia soviética con ocasión de su
60 aniversario". También, al tratar el tema del stajanovismo minero
de la cuenca del Don, que
ha dado nombre al trabajo acelerado en
todos los países, ya que llegó no sdlameme a cumplir las normas de
su tiempo

de trabajo
sino a sobrepasar en 14 veces la extracción 'de
carbón

que le
había sido

ordenada.
F., curioso que ,Jas técnicas de
Stajanov
fueran puestas en duda como
r,elata Voslensky, ya que si
alguna vez llegaron a existir, parece ser que fue su físico fotogénico
lv que

le dio a Stajanov la ocasión de
parecer un héroe.

Con ese hu­
mor comenta cómo en la
histeria de

los récords
en ·las
minas de
carbón se

llegó a
extremos francamente risibles, como
el de anun-.
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INFORMAClON lHBUOGRAFICA
ciax que un minero llamado Sopoz había extraído en el curso de una
jornada

de trabajo "240 toneladas de carbón" ¡33 veces
las normas
prescritas!
El extremo fue tan ridículo que la Nomenklatura con­
vino en que-los ¡eco,rds serían siempre más aoordes con iJa rea1idad,
tomándose el acuetdo de que las marcas stajanovistas nunca supe,
rasen la norma del m;J por ciento.
También
comenta uno
de los numerosos
chiistes que
circulan
sobre Breznev muy revelador, y es cómo al recibir
Breznev unos
discursos regaña a su ayudante

diciéndole: "le
había pedido
un dis­
curso de

diez minutos, me
han hecho falta veinte para leerlo". A
Jo
que su asistente
responde con una voz
tímida: "Leonnid
Ilich le
había
puesto juntos el original. y la copia en su mesa". Caro que
esto
no sólo sería aplicable a Breznev, sino que todos podríamos
cirar casos parecidos

con
j~ de Estado más cercanos.
Por encima de 1las anécdotas, de los detalles sobre el K. G. B., de
la
forma de

vida de
la Nomenkilarura, y concretándonos en la filo­
sofía de la existencia de. esa nueva cl,¡se, Lenin y Stalin dieron vi­
da a la Nomenklatura,
'la cual surgió como base de organización de
revolucionarios profesionales. Voslensky
la califica
acertadamente
de clase de explotadores
y de privilegios. Es el poder el que permi'
te acceder a la riqueza y no la riqueza la que permite acceder al
poder.
La política de la Nomroklatura consiste en asegurar su po­
der dictatorial sobre el ¡Jlano interior y extenderlo al mundo en­
tero. Esta nueva: aristocracia roja representa un sisrema de domina­
ción tal como jamás ha existido; las comparaciones históricas que
se han tratado de hacer numerosas veces con fos despotismos asiáti­
cos

no son válidas,
ya que esos antiguos sátrapas y déspotias no dis­
ponían de los poderosos medios del Estado Moderno, que llacen ase,
mejarse mucho más su dominación a la visión profétio, de un Orwell,
en "1984",
y es que "carecen de la originalidad y la modernidad del
sisrema soviético".
Parece seguro que muchos medios de la izquierda progresista
occidental,
no comunista, elogiarán,

sin embargo,
esta obra· de la
Nomenklatura

tratando de
convencer de que la realidad soviética, la
triste realidad actud no representa la ideología, pero pueden caet
en
un

error
parecido ,1!1 que tuvo uno de los marxistas soviéticos
más · lúcidos, Bujarin, quien decía que los regímenes de tipo
sta:linista · estaban condenados al fradaso por una paradoja de, la
historia,
ya q\Ie se cimentaban en mnf ideología de odio a las ma­
sas, ·que -·para ellos iaB masas son · "-untermensdien", o sea, sub­
hombres inferiores, pero fas masa,; han entrado ya en una arerur
histórica y no hay "manera de teducirlas· por -completo a la dondes­
, tinidad.
"Por

eso tales
regímenes tenfuln que crear una ilusión,

de
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
la participación de 1as masas en el poder, y sólo llllil miopía extrema
no permite = los límites históricos de ese engaño realiza realidad de las purgas de 1938, y la muerte del propio Bujarin, así
como el afianzamiento de la Nomenldatura, hacen que estas utopías
sostenidas

por
tantos izquierdistas
de
hoy, no sean más que unas con­
sideraciones especulativas, ya que en la Unión Soviética no se ha pro­
ducido ni se producirá la base del socialismo, ni 1a gente adquirirá
la madurez política, etonómica y cu'lturall. Por lo que el futuro de
las
sociedades comunistas hace que esa nueva élite,. la Nomenldatura,
sea
una realidad inaHenable, y que el defecto del sistema sea parte
intrínseca
del

mismo
y no atribuible a las difetenres personas o gru­
pos de intereses que se suceden en el ejercicio del poder.
ANGEL MAESTRO.
P. José Francisro de Isk,: ANA.TOMIA DEiL INFORME
DE CAMPOMANE.5(*)
Al qibo de más de dostientos años se imprime el manuscrito del
padre
Isla,

en que refuta al informe del
Fiscal del
Consejo Extra­
ordinario de Castilla,
don Pedro Rodríguez Campomanes,

sobre
la
resp=t• al Breve del Papa en protesta contra la expulsión de los
jesuitas de
España.
El

valor histórico, jurídico y literario de este documento,
.redar­
tado por el autor del Fray Gerundio de Campazas, salta a la vista
con sólo
leerlo.
El

siglo
XVIII, «el más perverso y amotinado contra Dia& que hay
en la história» ( 1)
según Menéndez

Pela yo ( aún no había nacido
el
monstrUoso odio

comunista a Dios, trajo la
ex,pulsión de

la Com­
pañía de Jesús de Portugal (1759), Francia (1764), España (1767),
Nápoles (1767) y Parma (1768), como pasos
preparatorios de

la
extinción de la Compañía (1773), el mayot
crimen. de

la humanidad
después del deicidio, en frase del mismo. polígrafo.
.
De

la expulsión de
España, en conexión

con las otras expulsio­
nes, y de sus antecedentes más o menos próximos, trata
el libro que
reseñamos,
tanto en

el
texto · del

padre Isla como en la introducción
(*) Prólogo y notas del P. Conrado Pére>, S. J. Edición, Institución
«Fray Bemardino de Sahagún» de

la
Excma. Diputación

Provincial (C.S.I.C.),
Lron, 1979,

XXXVII,
236 págs.
(1) Historia de los Heterodoxos Bspaioles. Lib. 6.fl. Disrurso prelimi­
nar. BAC, vol. 151, pág. 378.
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