Índice de contenidos

Número 523-524

Serie LII

Volver
  • Índice

La tradición como responsabilidad

Los pasados días 22 y 23 de marzo ha tenido lugar en el último baluarte del reino napolitano frente a la unidad de Italia el XLIV Encuentro Tradicionalista de Civitella del Tronto. Inspirado en las romerías de Montejurra de la década de mil novecientos sesenta del siglo pasado (a alguna de las cuales asistió tras haber conocido al profesor Francisco Elías de Tejada) Paolo Caucci –con un pequeño grupo de amigos– comenzó a partir de 1970 a acudir a la en otro tiempo plaza fuerte fronteriza entre el Reino de Nápoles y los Estados Pontificios, en el fin de semana más cercano al 20 de marzo, fecha de la caída de la fortaleza tras prolongado asedio en 1861.

En esta ocasión el tema elegido ha sido el de «La tradición como responsabilidad». En ausencia de Paolo Caucci, que no pudo llegar sino al final de la parte intelectual del encuentro, el profesor Miguel Ayuso presidió el congreso, que combinó ponencias doctrinales con otras históricas. Entre las segundas, cuatro: la del magistrado Edoardo Vitale sobre el Príncipe de Canosa, verdadero tradicionalista en el ambiente hostil del absolutismo del Reino borbónico; la de Cristina Siccardi sobre el marqués piamontés Tancredi di Barolo y su mujer de origen vandeano Juliette Colbert, matrimonio ejemplar que representa el papel social de la nobleza tradicional frente a la burguesía plutocrática; la del profesor siciliano Tommaso Romano sobre el marqués tradicionalista Vincenzo Mortillaro; y la de Maurizio Di Giovine sobre la prensa tradicionalista católica de fines del siglo XIX. Las doctrinales fueron, por su parte, tres: la de monseñor Barreiro, leída por don Francesco Giordano al no haber podido desplazarse nuestro querido amigo por razones de salud, que explicó la relación deber-derecho y el primado de aquél; la de Giovanni Turco sobre la tradición entre modernidad y posmodernidad; y la conclusiva de Miguel Ayuso, quien a partir de sendos textos de Elías de Tejada y Álvaro d'Ors, destacó –de un lado– la doble selección (sociológica y metafísica) que implica la tradición y –de otro– el papel activo que en ésta representa quien recibe frente a quien entrega.

Durante la cena, Maurizio Di Giovine recibió de parte de Giuseppe Cattenacci y Giovanni Salemi, en nombre de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Militar de la Nunziatella, de Nápoles, el sable de un oficial napolitano anterior a 1861, y el profesor Miguel Ayuso fue objeto de un simpático homenaje en desagravio por los ataques sufridos durante el último año y las consecuencias que han tenido en su carrera. Paolo Caucci concluyó con unas palabras sobre el significado de herencia, lealtad y fidelidad y con un brindis por los príncipes que representan la legitimidad.

El domingo, bajo una intensa lluvia, se depositó primeramente la habitual ofrenda floral ante el monumento de Matteo Wade, héroe de una resistencia anterior, en esta ocasión frente a Napoleón, y –tras subir la fortaleza– los participantes asistieron a la Santa Misa, celebrada según el rito romano tradicional, en los restos de lo que iglesia de Santiago, por don Francesco Giordano. Un almuerzo final y la despedida hasta el año que viene, si Dios quiere.