Índice de contenidos

1985

La verdadera liberación

Volver
  • Índice

Desinformación y pacifismo

DESINl'ORMACION Y PACIFISMO
POR
ANG;EL MAESTRO MARTÍNEZ
Constituye un sentimiento absolutamente natural del ser hu­
mano
la búsqueda de la paz como situación antitética a la angus­
tia derivada
no sólo de la guerra, sino del peligro de existencia
de la misma. Esto
es un hecho consustancial a la naturaleza hu­
mana, y solamente el desequilibrado desea la guerra,. o
el crear
las condiciones que lleven a .]a misma, con su secuela de trage­
dias, de la que ninguna pluma, por brillante que sea, puede tan
siquiera
procurar una aproximación a la realidad.
Si esto ha sido así siempre, la angustia creciente frente a un
nuevo concepto de guerra total de perspectivas espantosas, como
es el nuevo factor representado por la guerra nuclear, ha hecho
que
el crecimiento de esa angustia se dispare casi hacia el in­
finito. Son tan aterradoras las perspectivas de
-una guerra nuclear,
que la simple exposición de las consecuencias producidas por la
explosión
de los dos únicos ingenios hasta ahora utilizados con­
tra seres humanos, desbordan la imaginación de los autores de
ficción que describían situaciones horrísonas de un futuro
con­
llicto, antes de que se experimentasen las armas nucleares. Y si
tenemos en cuenta que aquellos artefactos utilizados en agosto
de 1945 probaron, hasta el horror más indecible .sus fines des­
tructivos, es lógico preguntarse angustiadamente, y con el mié·
do más terrible, cuáles serían fas consecuencias de un conllicto nu­
clear
h<:>y, cuando las potencias de los ingenios actuales han h¡,­
cho que aquéllos hayan quedado desfasados.
Téngase en cuenta que una salva
de «misiles» Tridente, de
un submarino nuclear de la clase «Ohio» -por el momento el
más avanzado de la Marina de Guerra de los Estados Unidos­
equivale, esa so.la salva de sus cohetes, a 2.000 veces lá potencia
de la bomba arrojada· sobre Hiroshima.
Todos
los medios informativos hablan, escriben, sobre la tra­
gedia de un holocausto nuclear y
de sus horrísonas consecuen-
1047
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO MARTINEZ
cías. Y hablan, ya menos, por ser menos sensacionalista el tema,
sobre otra clase de tragedia, que hace que las terribles visiones
del Apocalipsis queden cortas ante los efectos
de las armas mo­
dernas. Son las armas químicas, desarrolladas a. extremos increí­
bles hace unos años, de consecuencias letales
y sobre las que,
naturalmente, no vamos a extendernos,- sino nada más que men­
cionarlas, pero que unidas a las nucleares, y también, aunque en
menor escala, a las convencionales clásicas, presentan una pers­
pectiva aterradora.
Esos medios informativos se extienden en numerosos detalles
sobre las consecuencias de una futura guerra. Y, naturalmente, el
ansia pacifista =e y se multiplica. La angustia aumenta en pro­
. gresi6n continua, y afecta a una masa no cultivada, y con la reac­
ción lógica de histetismo. Así, podemos ver, en cualquier desas­
tre, como en la evacuación de una· casa en llamas, al escapar de
un accidente en el ferrocarril metropolitano, etc., donde la reac0
ción normal de la masa es huir como sea del lugar de la trage­
dia, aunque, a veces, las muertes
se produzcan por la falta de
serenidad
y· por el predominio del instinto animal sobre el ra­
cional.
Naturalmente que no
se va a pedir · a la generalidad de los
que huyen del desastre que piensen cuáles han sido las causas
que lo produjeron, y · si pudieron haber sido evitadas. Sería iló­
gico. Y si esto es así en pequefios accidentes que afectan a un
muy limitado número de personas, mucho más
se produce esa
sensación de horror
y de rechazo ante las perspectivas de un con­
fficto generalizado, y respecto al cual habrá escasísimas 'posibili-
dades de escape.
·
Ahora bien, nos encontramos en una situación única en la
historia. No porque la forma de actuar de los contendientes sea
inédita. No, pues las ideas
de la naturaleza humana son limita­
das,
y muy poca o ninguna son originales.
El conflicto planteado sí es inédito, porque alcanza por pri­
mera
vez en la historia dimensiones planetarias. Por tanto, dadas
esas dimensiones, el ansia de pacifismo alcanza a todos los pue.
blos, por lejanos que
estén,__y por poco que su conocimiento al-
cance a comprender. ·
Antes, en la segunda guerra mundial incluso, las naciones ale­
jadas geográficamente de los espacios dond~ se decidía la contien­
da, podían permanecer tranquilas. Al menos en lo relativo a las
consecuencias trágicas sobre su propio suelo del conflicto. Este
podía
influir sobre ellas en la disminución de los bienes de con-
1048
Fundaci\363n Speiro

DBSINFORMACION Y PACIFISMO
sumo, en la pérdida de calidad del nivel de vida, etc., pero no
en la tragedia de la guerra misma sobre su territorio.
Ahora
ya no. Dados !os inmensos crecimientos experimenta­
dos en el lanzamiento
de armas, no sólo por los cohetes intercon­
tinentales con base en tierra, sino desde submarinos nucleares,
prácticamente indetectables; ninguna nación puede tener la
se­
guridad total y absoluta de que su espacio geográfico será res-
petado. ·
Dadas todas las circunstancias antes expuestas, resulta total­
mente lógico el crecimiento de un sentido pacifista, acelerado
aún más si cabe
. por desarrollarse en unos modelos de sociedad
donde
.el último objeto no es espiritual, sino materialista a ul­
tranza. La persona con creencias religiosas sabe que esta vida
es transitoria, y no una situación definitiva, pero el hombre. y
y la mujer de nuestra época suelen ser esclavos de la existencia
temporal. No creen en
la espiritualidad ni en la trascendencia de
una existencia superior.
T antó en la sociedad· capitalista como en la comunista
-'en
esta ya por dogma-, se hace de la existencia en la vida terrena
la única justificación.
El disfrutar
al precio que sea de todas clases de placeres, sean
o no nocivos para el mismo organismo. Pero no __ nocivos espi­
ritualmente como el sexo y la bebida, con consecuencias físicas
también dañinas. No, destructivos total
y absolutamente, como
la droga. No importa, todo se subordina al i,íán de placer y de
disfrute de
los bienes temporales. Al precio que sea.
Por tanto, ¿cómo no
va a ser el pacifismo la necesidad ma­
yor para justificar dichas posibilidades de placer al máximo?
Cualquier alteración del orden existente lo destruiría, y mucho
más un conflicto nuclear, del que tan difícil sería escapar.
El ser humano, con un sentido de supervaloración de sí mis­
mo, generalmente con grandes dosis de utopía, piensa que él
sólo él,
está· capacitado para salir de cualquier situación· por di­
fícil que ésta fuera. Y así, ante la posibilidad de una destru~ción
total de esa sociedad hedonista, resulta natural que diga aquello
dé, «antes rojo que muerto».
El sistema marxista-leninista es uno de los dos oponentes en
esta lucha. Pero, a diferencia del otro, presenta un frente cohe­
rente. Tiene unas actitudes
definidas y consecuentes, que por lo
demás no
se recata en ocultar. El dominio de la sociedad toda
y el triunfo
de su sistema impuesto a escala universal. Frente a
los campos divididos. en que actúa su oponente, frente a la di­
visión de intereses, tantas· veces contrapuestos, $US objetivos ·son
1049
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO .MARTINEZ
claros y definidos, constituyendo el expansionismo una caracte­
rística básica del sistema; consustancial al mismo, no pudiendo
por tanto objetarle como a otros imperialismos
el encontrar un
freno a su expansión. El marxismo-leninismo necesita, por estar
intrínsecamente unido a su esencia, a su ser, ese expansionismo
que resulta absolutamente vital.
Toda
amia es útil para conseguir su último objetivo y, na­
.. turalmente, ha de aprovechar --como lo viene haciendo desde
1917-todas las debilidades del contrario para aprovecharlas en
su favor.
No le basta
para conseguir sus fines el disponer de las más
poderosas fuerzas armadas del mundo, sino que ha de procurar,
en la medida de lo posible,
la conquista sin tener que arriesga,:­
se a una guerra total. Guerra para la que se haya preparado,
como lo demuestra la aplicación de las teorías en las Fuerzas
Ar­
madas Soviéticas ante una guerra nuclear.
Y,
c6mo, según sus expertos, esa guerra nuclear puede aca­
bar con un vencedor, y no con la teoría imperante en Occidente
de que sería
UN CONFLICTO SIN VENCEDORES NI VEN­
CIDOS. No, puede haber un vencedor, y
se estudia, se aplica
para lo que sea el marxismo-leninismo.
Pero
. hay métodos de conseguir esa victoria sin el colosal
desgaste y destrucción que supondría una guerra nuclear. El
de­
sarrollo de un pacifismo unidireccional puede suponer la derrota
anticipada del enemigo.
La aplicación y la toma de conciencia en esa sociedad hedo­
nista, atea, del famoso t6pico «antes rojos que muertos», es
bien significativa. ·
El pacifismo siempre en un sentido unidireccional hace que
tantos sectores
de. las sociedades democráticas trabajen, a ve­
ces insconscientemente, en contra de sí mismas y de su propia
existencia
.. Los sectores pacifistas poseen .condiciones objetivas
idóneas para que ese utopismo -que es. el cáncer de nuestra
época como incansablemente vengo insistiendo en
Verbo, unien­
do mi esfuerzo a tantos pensadores, en denunciar el gran
mal
de nuestro tiempo----sea aprovechado por los marxistas-leni­
nistas.
Características del p~cifismo.
Según Daniel Pollard, de la Universidad franoesa de Besan­
~on, el movimiento pacifista es una verdadera nebulosa, ya que
presenta una
gr"11 diversidad, unida a una. gran complejidad,. y a
1050
Fundaci\363n Speiro

DESINFORMACiON Y PACIFISMO
una gran heterogeneidad. Los múltiples movimientos pacifistas
se caracteriz_an por ciertas características comunes: se trata de
un movimiento reciente pero no nuevo;
se trata· de un fenóme­
no de masas pero no mayoritario; se trata de un fenómeno po­
lémico y tradicional; se trata de un fenómeno todavía poco
es­
tructurado pero en vías de organización. Se trata de un fenó­
meno de izquierdas, pero no exclusivamente; que desarrolla su
juego fuera .de
los partidos políticos. Se trata, en fin, de un fe­
nómeno difícil de imedit cuantitativa y cualitativamente.
Existen varias tipologías posibles para clasificar el movimien­
to de
los_ pacifistas. Un procedimiento; la clasificación elabora­
da por
Max Scheler, en 1927; la tipología de las ideologías pa­
cifistas de Marce! Merle, en 1966;
la tipología de Jean. Fran­
~oise Revel, de 1983; las tipologías Jieopolíticas y estratégicas;
la tipología usada sobre
el análisis. de los discursos pacifistas; la
clasificación de los pacifistas
y la clasificación de los movimien­
tos de
paz.
Se han llegado a clasificar, incluso -tal es la abundancia de
información sobre el tema-,-, por un experto, el coronel Cha­
vant, de la Secretaría General de Defensa Nacional Francesa, en
un cuadrante con
gráficos en el que se va, desde 1os utopistas, al
derecho nacionalista. Según
el e:,operto Philip Forgat, hay seis
familias:
a) · El pacifismo de tendencia espiritualista de origen cris­
tiano.
b) El pacifismo de tendencia «oriental». Gandhi es el mo­
delo número uno y Lutero King el modelo número dos. Se tra­
ta de
lá no violencia activa que lucha contra la pasividad de las
gentes.
e) El pacifismo racionalista que desciende del «siglo de las
luces». · . · ·
d) El pacifismo socialista basado en el pacifiomo de Jaures,
la neutralidad armada.
e) El pacifismo comunista, que es una forma de combate y
una táctica entre las otras. . ·
f) El pacifismo ecologista, que es un movimiento utopista.
· La forma en que la Unión Soviética aprovecha los movimien­
tos pacifistas, bien sean los manejados por ello, o bien sean
su­
ministrando información y teleguiando al movimiento. utópico,
resulta significativa. Así,
el movimiento verde en Alemania llega
a decir que: la instalación de los
«misiles» no está justificada
porque
es fácil decir que la Unión Soviética tiene una superio-
1051
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO MARTINEZ
'ridad ·militar sobre la OTAN; precisamente lo contrario. Curio­
samente, el general soviético Cberkov
dice, en diciembre de
1982: «Este despliegue rompe el equilibrio entre las dos super­
potencias».
Si hablamos de las zonas desnuclearizadas, dice el dirigente
soviético Víctor Katine: los países del Tratado de Varsovia se
declaran favorables a las proposiciones . de crear zonas desnu­
clearizadas en el norte de Europa, y el Consejo Ecuménico de
las
Iglesias dice: «Hace falta adquirir y establecer zonas para el
armamento nuclear».
Si nos referimos al despliegue de los nuevos proyectiles di­
rigidos Pershing 2, otro de los hombres claves de la política so­
viética, Arbatov, dice: «La Unión Soviética debe instalar misiles
suplementarios
· no sólo en Europa sino en la proximidad de las
fronteras americanas»
y, así, la Comisión de Justicia y, Paz, dice
en seguida que el equilibrio de fuerzas no puede ser reestable­
cido
si la Unión Soviética no puede disponer de lugares de im­
plantación de .sus cohetes más próximos a los Estados Unidos.
Por otra
parte, un hombre clave del . Comité Central del
PCUS, Boris Ponomarev; del que
ya he hablado tantas veces, ha
insistido en que la idea de poner de pie una coalición pacifista
· universal, tiene más actualidad que nunca y que entonces la ba­
talla por la paz puede ser ganada.
El pacifismo es una consecuencia lógica de la disolución de
la sociedad y de las ideas tradicionales del procedimiento. Cuan­
do, después de los añós 50, las. imágenes familiares y de respeto
a la autoridad no han cesado de disminuir, hasta el punto que
hoy
en día vemos a padres que por un mimetismo inconsciente
encuentran
en sus hijos un modelo de identificación. Es un pro­
ducto de la sociedad toda, pues
como hemos visto, son nume­
rosas las tendencias
. y las variantes desde un pacifismo radical
que resume, pura y simplemente, un
desatme unilateral sin que
haya reciprocidad, hasta un
pacifismo moderado que preconiza
un desarme bilateral. El pacifista radical
es de los del lema «me­
jor rojo que muerto», y el pacifista moderado dice «nada de
Pershing y
nada de SS 20».
Como dice el experto . francés. M. Boisot, no se puede meter
en un
mismo saco a un obispo católico de California, un obrero
comunista,
un universitario de Cambridge, un verde alemán, un
· almirante antimilitarista y un diputado holandés. Los modelos
son sumamente variados. ·
El pacifismo utópico, de inspiración cristiana, habla de la
inmoralidad de toda guerra
y de que la defensa como excusa de
1052
Fundaci\363n Speiro

DESINFORMACION Y PACIFISMO
la guerra es una forma de agresión, Ignoran la amenaza del ex­
terior y se nutren de metas tales como el imperialismo agre­
sivo de occidente, el temor de la Unión Soviética de verse ata­
cada por
los países capitalistas y que las industrias de armamen­
to influyan sobre los gobiernos a fin de acrecentar sus benefi­
cios, con algunas concesiones incluso .. económicas, como el _he­
cho de que toda política de defensa es económicamente valiosa.
Pero todo llega a
la calma y a la ignorancia más absoluta sobre
la realidad soviética,
es decir, que si occidente da ejemplo del
desatme, los países .comunistas harán lo mismo.
El pacifista es maniqueo porque juzga a los hombres a tra­
vés de la dicotomía «buenos
y malos». Los pacifistas son los
buenos.
Especial relieve adquiere, por el provecho que puede aportar
a los
fines de la Unión Soviética, la postura de los movimientos
religiosos y la paz y las declaraciones de los obispos de los Es­
tados Unidos.
Las iglesias cristianas. no católicas, tanto del Este como del
Oeste,
y del Tercer Mundo, se reunieron en Upsala (Suecia) du­
rante los días 20 al 24 de abril de 1983 para debatir los pro­
blemas ocasionados por la carrera de armamento y los riesgos
nucleares. Este encuentro,
organizado por la Iglesia sueca, fue
objeto de una preparación minuciosa y el objetivo era elaborar
un texto susceptible
.de llegar a los cristianos sobre la inmorali­
dad de la desttucción nuclear
y luchar frente a la amenaza que
las armas de desttucción masiva hacen pesar sobre la humani­
dad. En la sesión inaugural el entonces Primer Ministro Olof
Palme, alentó a buscar una solución, pero
se guardó de proponer
dicha solución para
poner remedio a esta situación. Inmediata­
mente, aprovechando las circunstancias, el metropolitano Filaret,
de Minsk
y de Bielorusia, se anuncia a favor de la congelación
de las armas nucleares
y de la propuesta en contra del desplie­
gue europeo de los llamados euromisiles,
Más peligroso resulta por su utopía el caso de los obispos
de los Estados Unidos, dándose el caso de que algunos, como
el
obispo Matthiesen, de Amarillo (Tejas), que llega a preconizar
la desobedie'ncia cívica para todos aquellos · que intervengan en
la fabricación o en la puesta a punto de las armas nucleares y,
sin llegar a estos extremos, la Conferencia Episcopal de los Es­
tados Unidos, por mayoría, creen. en condenar, aunque sea' uni­
lateralmente, el ejemplo de armas nucleares aunque fuese en
caso de peligro.
Algunas veces, autoridades como
el obispo de Nueva Orleans,
1053
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO MARTINEZ
han dicho que esta postura supone regalar una considerable ven­
taja a la Uniólll Soviétíca. Los obispos corren el riesgo de con­
fundir a la gente y de disminuir la credibilidad dé su mensaje.
El Consejo Eclll!llénico de las Iglesias no para de apelar a las
iglesias a
luchar contra el militarismo, a luchar por el desarme
y a condenar sistemas como el de Africa del Sur, con total si­
lencio hacia la represión soviética. Las tácticas comunistas ha­
bilmente manipulan sin dificultad a la Iglesia.
En los años 60
fue fundada
)a Conferencia Cristiana para la Paz: · su presidente
es húngaro, el presidente de su Comité Permanente es un meta­
físico finlandés 'y, como acertadamente dioe el profesor Dreyfus,
de la Universidad de Estrasburgo, los nueve vioepresidentes per­
teneoen a las siguientes nacionalidades: Madagascar, Cuba, Re­
pública Democrática Alemana, Estados Unidos, India, Checoslo­
vaquia, Rumanía, Borneo y Sry Lanka.
El secretario general es
checo
y sus adjuntos son de Sry Lanka y soviéticos. Creo que
resulta absurdo hablar sobre su neutralidad.
Y,
es que una vez más, la desinformación es posible, no sólo
por los éxitos de los soviéticos encargados
de dirigir la maqui­
naria, sino gracias a esos mismos occidentales.
El aspecto del pacifismo unidireccional, el renunciar unilate­
ralmente a la posesión de armamento, el afán de entreguismo,
esperando utópicamente que así
se desarmará a un adversario
que de esta manera no aumentará sus gastos militares ni impul­
sará sus afanes de conquista. Un enemigo que abandonará la
guerra
al ver que sú hipotético adversario renuncia a la misma.
Así
se piensa frente a un enemigo como el marxismo-leninismo,
que
no se recata nunca de ocultar su fin último: la conquista de
toda la sociedad para 'imponer su sistema.
De esta forma el pacifismo
y su puesta en práctica, cons0
ciente o inconscientemente, constituyen una de las más efica­
ces formas de aplicación de la desinformación.
El pacifismo de tantos periodistas, de tantos llamados inte­
lectuales, de científicos que preconizan el desarme unilateral y
también de tantos clérigos; no siempre influidos por los servicios
propagandísticos soviéticos, influidos sí
por una visión simplis­
ta,
y desde luego tendenciosa, y en la que tanto han influido las
desviaciones del espíritu del Concilio Vaticano
II, en el caso de:
la Iglesia católica. , '
Clérigos que sólo ven el mal en la defensa de unos valores
tradicionales, y que por ese afán de justicia utópica tratan con
comprensión
la tesis de la izquierda. No me refiero. sólo a esos
ya tan vistos y oídos de que Jesucristo era el primer comunista
1054
Fundaci\363n Speiro

-DESINFORMACION Y PACIFISMO
y demás majaderías propias no sólo de malvados, sino muchas
veces
de ignorantes .., incultos. No sólo la teología de la libera­
ción y sus connotaciones evidentemente marxistoides.
Existen otros casos de verdadero utopismo, y de falso co­
raje, como el decir ¡basta ya!, rompamos de una vez con una
situación sin salida. Demos nosotros el primer paso. Tal
es el
ejemplo
de la jerarquía católica, o de la gran mayoría, al menos,
de la Iglesia católica de
los Estados Unidos, quienes son los más
eficaces propagandistas en contra de lo que suponga reforzamien­
to de sus sistemas de defensa y, a la vez, objetivamente los
me­
jores aliados del expansionismo marxista-leninista.
El Consejo Mundial de las Iglesias, cuyas tesis en porcentaje
elevadísimo coinciden con las expuestas por los dirigentes
sovié­
ticos, y aquí no es sólo ya la utopía, sino que la in.filtración de­
sempeña un puesto importantísimo. Al igual que tantas organi­
zaciones de fachada abiertamente
ya subvencionadas por los apa­
ratos propagandísticos soviéticos, como, por ejemplo: Alianza
Mundial de Jóvenes Cristianos, Conferencia Cristiana para la Paz,
Consejo Europeo de la Juventud Ecuménica, Juventud Obrera
Cristiana que, con ocasión del
XII Festival Mundial de la Ju­
ventud, celebrado en Moscú del 27 de julio al
3 de agosto, elo­
gió en L'Humanité, «las facilidades dadas a los creyentes para
practicar». Mientras que obispos católicos como Sigitas
Tamke­
vicius, Alfonso Sucrinkas, o el padre deo 1\'lakovaire · se pu­
dren en el
«Gulag».
El Consejo Mundial

de la Paz, dirigido por el comunista
hindú. Romesh Chandra, quien recibe órdenes directas bien
del
Departamento Internacional del Comité Central o del KGB. A
-su vez, las Naciones Unidas ceden sus locales y su ayuda a las
diferentes actividades
de este Congreso Mundial de la Paz. La
ONU procura que se acreciente el prestigio de esta organización,
y la misma ONU reconoce oficialmente
«su papel esencial en el
movimiento internacional por la paz». Claro que a
sus reuniones
asisten también tontos útiles, los utópicos de costumbre,
como
el diputado laborista británico James Lemond. ·
Dentro del pacifismo, cada organización tiene una misión
impuesta
por sus dirigentes marxistas-leninistas que les toca de­
sarrollar. En este caso, el Consejo Mundial de la Paz debe reali­
zar la ofensiva pacifista
contra_ la mal llamada «guerra de las es­
trellas», SDI, y que España·, ¡ay!, una vez más, la ignorancia se
multiplica y el periodista más ignorante aún que sus colegas oc­
cidentales, denomina con el título de una famosa película, «gue­
rra de las galaxias».
1055
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO MARTINEZ
El término guerra de las estrellas ha sido hecho suyo por el
Presidum del Consejo Mundial de
la Paz, y ha hecho una lla­
mada a los pueblos del mundo en previsión de la campafia pa-
cifista que en tal · sentido se. está desarrollando. .
Otras organizaciones, como la Federación Mundial de los
Estudiantes Democráticos,
la de los trabajadores, etc., constitu­
yen diversas puntas de lanza
_del pacifismo, cada una con una
misión determinada, en distintos campos, pero dentro de una
política general, de un todo encaminado a un mismo fin.
La resonancia de estas máquinas es· enorme y así tanto in~
genuo, tanto desinformado, sienten cierta preocupación cuando
ven que organismos'pan tallas u organizaciones de fachada como
las antes expuestas, muestran su condena de todo aquello que
pueda suponer ir en contra de la política expansionista marxis­
ta-leninista.
Asimismo, las organizaciones internacionales, como la UNES­
CO, preconizadora de un nuevo orden informativo internacio­
nal, que es acogido favorablemente por quienes, con razón, des­
confían de esa -influencia extraña · ejercida por los monopoliza­
dores de
los medios infotrnativos occidentales. Las grandes agen:
cías, como Reuter, AP, UPI, C_BS o los diarios New Times,
Werbig for Post, Financia! Times, en efecto, monopolizan la in­
formación en setido cierto. Pero que el secretario general de la
UNESCO, Amador M'Bow, procura sean sustituidos por un to­
talitarismo de otro signo, de influencia abiertamente marxista­
leninista.
También podríamos hablar de la OIT, de la que en cuanto
no
se ha prestado a elitninar las críticas a la falta de libertad
sindical en · los denominados países socialistas, ha sido descalifi­
cado su secretario general, y filtradas informaciones de estar
al
servicio de intereses imperialistas y de traicionar el verdadero
espíritu de
la asociación.
El término desinformación se puso de moda en el mundo
entero hacia
el comienzo de los años 80. Antes solamente aque­
llos que
se dedicaban al estudio . de los temas soviéticos lo cono­
cían. Pero en el diccionario soviético el término-es conocido
desde los años 40. Dicho diccionario lo define como «acción de
inducir a error por medio
de informaciones falsas por la pren­
sa, radio, etc.».
Se da como tjemplo la desinformación de la
opinión pública en los países capitalistas.
Pero la desinformación no es un fenómeno recien_te, sino
qué hace no menos de 65 años Lenin explicó las bases de como
1056
Fundaci\363n Speiro

DBSINFORMACION Y PACIFISMO
fonciona la desinformación en el servicio a los fines del expan­
sionísmo soviético.
El pacifismo unilateral no es más que una acción técnica de
la desinformación, es sólo de una de las existentes. Se habla
acerca de las acciones de los servicias secretos, del KGB, pero
este no
es más que una parte de la desinformación soviética.
Es todo el aparato del partido, del Estado soviético, quien
en cumplimiento de su misión ensaya cada uno
en· su esfera la
lucha por la desinformación, ni tan siquiera sólo el poderoso
departamento internacional del Comité Central, de cuyos
nú­
meros 1 y 2, Ponomarev y Zagladine ( *) he hablado en tantas
ocasiones, sino que éste
se ayuda del KGB, y de los órganos
científicos, como las Academías de Ciencias de la URSS. En va­
rias de las Academias de las diferentes repúblicas que componen
la
URSS, existen los consejos científicos encargados de estudiar
las corrientes ideologías extranjeras,
los sectores de crítica de las
ideologías burguesas, los Institutos dedicados especialmente a los
Estados Unidos. También el papel desempeñado por otro hom­
bre clave, Zamiatin, con su
especi¡wzación en la desinformación.
El pacifismo unidireccional· pero motivado no
sólo por el
agente activo de la Unión Soviética, sino lo que es más impor­
tante, el aprovechamiento de lo utópico por la desinformáción.
Este tipo de personajes, movidos tanto por su idealismo, como
por su ignorancia representan una
duálidad formidable, y cons­
tituyen un arma más
-'-Y de que eficacia~ en el cumplimiento
de
las formas de conquista de la humanidad por el marxismo-
leninismo.
·
(*) Ponómarev, después de escritas estas líneas, ha pasado a retiro,
no por ninguna «purga», sino por su avanzada edad --84 afíós-. Zemi­
ckíg ha sido designado embajador en Gran Bretaña, peru en el sistema
soviético los. }iombres son importantes, sí, pero no funda.tnenileles. El sis­
tema tiene unos objetivos -constantes, . con independencia de que el diri­.gente sea· Ch_ernenko, Gorbachov u otro cualquiera.
1057
Fundaci\363n Speiro