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1905: el ensayo general revolucionario

1905: .ElL ENSAYO GEMilRAL RIEVOLUCIONAIIMO
POR
ANGEL MA:Hsno
1905 : el Ensayo General. Así fue calificado por el mismo Lenin,
el movimjento revolucionario de ese año, verdadero prolegómeno
de los hechos de 1917, que acabarían primero con .el zari•mo, y, pos­
teriormente, implantarían
la tiranía de mayores y más trágicas con­
secuencias de la historia, marcando, de una forma trágica, no .sólo a
Rusia, sino, a generaciones sucesivas y a pueblos distintos, abriendo
un nuevo período en la historia de la humanidad. 1905 fue el ensayo
de 1917, dándose en el mismo características similares, que en e$t<:
caso hicieron tambalearse a las estructuras del poder, pero sin llega¡
aún a ocasionar su caída.
A pesar de la colosal propaganda comunista sobre lo decisivo de
la actividad bolchevique en los hechos revolucionarios, hay que tener
en cuenta W1 suceso considerado objetivamente, y desde luego des~
mitificador de 106 pseudohistoriadores sistemáticamente falsificadores.
de la historia, y del papel, del verdadero papel, del partido bolchevique
en la revolución, tanto en la
de 1905 como en la de 1917. Y es que hay
un hecho
fundamental que

posteriormente analizaremos dentro de
las consecuencias que
llevru:on, aunque

sólo fuese durante
al¡¡ún tiem­
po,

a vislumbrar el posible triunfo
de la revolución. Este hecho fue,
al
igual que en 1917, la derrota de Rusia en una guerra internacional.
En 1905 frente al Japón, y
en. 1917 .frente a

Alemania. Observaremos
objetivamente
el importante papel bolchevique en el conrexto de ac­
tividades revolucionarias y su contribución
. a la desintegración

de la
estructura de poder de la sociedad zarista; pero es un hecho cier­
to, considerado dentro de unas perspectivas objetivas, que sin
la
causa definitiva producida por la derrota en ambas guerras, y a pesar
de cuantas contradicciones internas en la estructura feudal burguesa
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ANGEL MAESTRO
rusa quieran mostramos los historiadores comunistas, a pesar de cuan­
tas condiciones subjetivas fuesen aportadas poc el partido; es un hecho
irrebatible, guste o no guste, que sin las derrotas militares no hu­
biesen fructificado las circunstancias revolucionarias.
l. Antecedentes
Remontándonos

solamente hasta el año 1900,
podemoo observar
cómo estamos ante una sociedad inmersa en un, proceso de cambio
y ante una agitación revolucionaria en grah ebullición. Su aspecto
más visible,
el terrorismo, alcanza grados muy altos. En 1901 es
asesinado el ministro
de Instrua:i6n Pública, Bogole¡íov. En 1902 cae
el ministro del Interior, Sipioa.ghii1, en 1904 su sucesor, Pléhwe,
hombre considerado como reaccionario· por todos 1~ progresistas li­
berales de la época, y quien parece había desempeñado un papel im­
portante impulsando
a Nicolás II a la guerra contra el Jap6n. Esto
sería una Constante histórica 'post~ior cómú.!i a 1os sistemas- auto­
crátic06 : v~lcar hacia el exterior las situaciones difíciICS Y conflk,tivas
en el interior, y é¡ue a "."ecés pr~uce hrienos resul~ados -véase el
ejemplo de Hassan II en la· famosa Marcha Verde-, pero que otras
veces ocasiona
la destrucción total dei sistema. En 1905 es asesinado
el Gran Duque Sergio Alexandrovlch.
Sin
ernbatgo, no eran los bolcheviques la fuerza revolucionaria
más
proclive al terrorismo violento.
Más bien. podríamos

calificarles
como adeptos a un terrorismo ·selectivo, a utjlizado sólo cuando la
ocasión
10 justificase, pero opuestos a ese t~rrorism.o cofltinuo, más
propio de organizaciones exasperadas y fanáticas, pero desprovistas
de un programa de 'acción más o menos lógico y aplicable a un medio
y
a un largo plazo, no necesitando de una virulencia inmediata.
Además de socialdemócratas, recientemente escindidos entre bol­
cheviques
y mencheviques (1), dos fuerzas pol!ticas destacadas se
(1) Recordemos cátno el nombre del partido era P.O.S.D.R. (Partido
Obrero Socialdemócrata Ruso), y cómo hasta 1917 no se llamaría Partido
Comunista.
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190), EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONARIO
observan en la escena rusa a principio del siglo xx. lln 1901 los so­
cialistas revolucionarios, y en 1903 el Partido Liberal. Los socialistas
revolucionarios poseiaó. en su doctrina y en su· acción un impulso
mucho más destacado hacia la acción anti:mrista, que hacia la cons­
trucción de un modelo de sociedad, v'aJiéhdose del terrprismo a ciegas,
como «instrumento de

propaganda
y agitación, un.a. especie de lucha
abierta sostenida ante la mirada de

todo el pueblo, que irá
mimindo
el

prestigio del
gobierno» (2), ]l.,a actitrul eta considerada como pri­
mitiva.
y ausente de carácter cient!fico por los bolcheviques, además
de

su falta
de toma
de conciencia
'de la. misión del proletariado, pues
en Sus' : ~~liéacion-es, bastante nuinerOSás por derto, sólo menos 1 de
un dos por ciento de las mismas 'trataba. 'el tema obrero. Estaba.o
dirigidos

por la conocida Katherina Bresjovskí, quien había perma­
necido en
el destierro en $iberia durante veinte afios; por el jefe de los
Grupos dé Acción y dirigente de·Ios ejecutores inatenales de'los ase.
sinatos,
Grigori Guershuni, y antiguos comba.tientes del grupo "La vo­
luntad

del
pueblo» y de los «Natodniks», como Viktor Chernov y• el
millonario Gotz. ·
Los socialdemócratas se dirigían, principalmente,

al proletariado,
como· ·~lemento' ~eciSiVo para la revoiución, mientras que los social:
revohicioriatiós, conservaban sli fe en el elemento campesino, ya qlie
eran procedentes, en' parte, de los antiguos Narodniks (populistas) y
estaban inspirados en el espíritu comun.itario de los primitivos MIR. La
mayor parte de los arentados anteriormente expuestos, fueron come­
tidos

por los
socialrevolucionarios. Esta postura cie defensa, a ultranza
del·
¡,apel · del

campesino frente al obrero,
forzosamente tenía
que
entrar en

colisión con la
sosrenida por los socialdemócratas, y respectu
a "dio es significativa la frase de Plejanov, el viejo pontífice del
marxismo

en Rusia, quien en
fecha tan
temprana como
el 1889, dijo:
«La rev'Olucióri rusa triúnfará como :ievofo.ción proletaria, o no triun­
faiá».
Otro

grupo, los liberales,
estaba.o compuestos por tres sectores di­
feteAciados,
«los

terratenientes de tipo medio, los especialistas
téc-
(2) Comentario sobre W1a publicación. --de la época .r:.ecogida por Lionel
Kochan, R.Ptia en revolución.·
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ANGEL MAESTRO
nicos, como médicos, maestros, veterinarios, y el tercero por miem-.
bros de profesiones liberales: académicos, abogadoo e ingenieros» (3).
Al
unirse intereses
tan diferentes
y con objetivos tan poco con­
ciliables,
la tendencia común se resumía en un frente amplio de opo­
sición, entre cuyos fines destacaba una ampliación de las libertades,
y 4 .través de sucesivos pasos, llegar a la creación de un parlamento.
Todo ello, al
igual qne ocurría con los bolcheviques, estructurado en
torno a un medio informativo, el periódico fundado en Alemania,
concretamente en Stuttgart, titulado OsvrJboz¡benie («Liberación»)
----siempre la importancia de contar con un medio informativo que
aglutine a los
partidarios de
cualquier sistema, como el
«Islcra» de
los · entonces socialdemócratas-y que era dirigido por el conocido
Piotr Struve ( 4), antiguo compañero de Lenin,
y autor del considerado,
siempre con dudas entre

los historiadores de la época, primer con­
greso del

P.O,S.D.R. Siguiendo esa constante de íntima relación
medio informativo,movimiento político, en torno a Osvobozjbenie,
surge la Liga de Liberación, defensora de ese programa de libertades
antes mencionado.
En 1903 se constituye la «Unión para la Libera­
ción», dirigida e
impulsada principalmente
por el profesor Pavel
Miliukov, miembros de
la aristocracia como los príncipes Dolgoru­
kov, otros miembros de la sociedad profesional, intelectuales, libef1µes
como Fedor Kokosjin, el abogado muy destacado de la época, Vla­
dimir
Nabokov e Iván Ptrunkevich.
La aparición con fue.-.a cada vez más creciente de una burguesía
en las grandes ciudades, aún con las naturales limitaciones comparado
con

Occidente, en la disminnción de la población del medio rural
y
la creciente industrialización, con la aparición en forma aseen.dente
del proletariado, son factores de considerable importancia que en­
frentarán a la sociedad .rusa; po.r un lado, a la tradicional autocracia
aristocrática, y, por otra parte, estas nuevas faenas sociales qne iban
apareciendo ( 5).
Las características de la sociedad rusa, hacían ver a
. (3) Obra citada.
( 4) «190·3, un año decisivo en la Historia del Comunismo». Angel Maes.
tro. Publicado en Verbo, núm. 171-172.
(
5) Resulta

curioso un
sistema sobre
el
qué se· ha

hablado muy poco
en Occidente, como era el del
ascenso a

la nobleza en
la sociedad rusa de
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1905.-EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONA'RIO
la misma dentro de una perspectiva histórica, tan querida por' los bol­
cheviques

como la de la Revoluáón Francesa, de que cuando se
pro­
dujese una revolución, sería esencialmente de característica burguesa,
pasando solamente después de un proceso posterior, a una revolución
impulsada
y dirigida por el proletariado, que, a su vez, iría hasta el
campesino como liberador de clase.
II. Los holchevilques
Después de 1903, año docisivo en la historia del comunismo, con
su II Congreso, en
el que se produce la escisión entre bolcheviques
y mencheviques ( 6), los primeros, dirigidos por Lenin, se dedican
con su ardor y fanatismo característico, a poner en práctica el pro·
grama del partido aprobado en el referido Congreso. Es cierto que
los bolcheviques
intentaron en numerosas ocasiones
poner fin a la
escisión producida en el
partido, tratando Lenin de llegar a un acuerdo
con sus opositores,
y por iniciativa del mismo Comité ú:ntral del
Partido

Obrero
Socialdemócrata Ruso,
preparó, en octubre de 1903,
el «Comunicado sobre el II Congreso Ordinario del P,O.S.D.R.»,
que
contó con la oposición de los mencheviques y, muy particularmente,
con la decisiva de Plejanov, pero no apareció en Jskra hasta el 25
de diáembre de 1903, siendo luego editado por los bolcheviques
dentro de Rusia en un folleto.
Deseoso Lenin

de manifestar su
fuerza
la época, pues aparte de la nobleia tradicional, existían ciertos grados en una
escala
qae iba

desde
el 1 hasta el 14, en la que los funcionarios que desem·
peñaban eficazmente su 1,abor, y a los que se les recompensaba por hechos.
más o menos sobresalientes en el ejercicio de su carrera, eran ascendidos a
esas categorías nobles, que conferían la nobleza
mientras viví~ el titular,
siendo sóJo
hereditario a partir de cierto grado. Curiosamente, la familia de
Lenin tiene
una evidente procedencia aristocrática, pero no procedente de la
nobleza de la sangre al concepto tradicional, sino de estos altos funcionarios
q'Qe eran

ennoblecidos.
El padre de Lenin llegó a ocupar un grado número 4
superior al de otro destacadísimo bolchevique posterior, como. fue Bujarin,
~yo padre se movía en los alrededores del grado 7.
( 6) Obra citada.
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ANGEL MAESTRO
dentro del pa,:tido, se entrega a una· frenética actividad, y del entonces
recién
terminado Segundo Congreso, datan algunas de sus obras, mu"
chas de · ellas escritas con carácter justificativo, en lo que siguiendo
sería · después. una: . tradición - habitual, atacará a sus oponentes con
pretensiones más o menos. científicas. De entonces .datan los trabajos
titulados «La
Composición del
Congreso»,
«Las contradicciones y los
zigzags de Martov», y «Relato acerca del Segundo Congreso del
P.O.S.D.R.» y
hace que, en una caracterlstica muy

suya, no se
preocu­
pe

sólo del aspecto teórico y justificativo, sino del práctico, ya que
al saber la próxima llegada a Rusia de
unos agentes mericheviques,
escriba

textualmente:
«Prepararse para

una
lucha larguisima,
pero
desespera&'. Hay que orupar obligatonamerlte puestos con nuestros
hombte.f
di todos 1& coínités, sin excepción»: Presta una atención
significativa t aquellos núcleos de centros índustriales importantes,
pero que
·se eru:ontrnban. controlados por mencheviques tales como los
de Jarkov, Ekaterinoslav, · los del Don

y
Icis del Caúcaso, donde un
hombre
joven, José Visiaronovich Djugashvili, aún

no conocido como
Stalin, sino con el apodo re'Volucionario de «Koba.», es uno de los
dirigentes caucasianos, aunque no desempeña níngún papel de im"
portancia trascendental.
FI'entC a "!.en.in, sus· oponentes, entre ellos Trotsky, Martov, se
perdían· en un már de contradicciones y· discusiones iá.temas, comW1es
a todo ·movimiento clándestino, dividiéndose a su vez en facciones,
que se subdividían' en otras facciones, todas acusándose de desviacio­
ó.ismO y ·de· auserida d~ marxismo en sus· conclusiones ·--característica
muy común en las oposiciones clandestinas, es ésta de llamarse unos
a otros traidores y acusarse de desviación del pensamieuto original-.
A
pesar de formar parte del grupo directivo de I1kra, junto
con
.el viejo

pontífice y
teórico Plejanov,

se produce un
distancia:
miento

.entre éste
y Lenin, quien se retira de Iskra para fundar un
nuevo periódico en Gínebra, el titulado Vperiod («Adelante>>). Mien­
tras

tanto,
y desde su primera estancia en Munich, a finales de sep·
tiembre de 1904, Trotsky rompe con los mencheviques en la titulada
«Carta abierta a los camaradas», publicada por
!Jkra, produciéndose
unos ataques mutuos, feroces
y llenos de los calificativos habituales
entre Trotsky y Markov, que terminan con una confereocia celebrada
70!)
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1905, EL ENSAYO GENERAL REVOLUCWNARJO
en Ginebra, en la' cual se discutió la carta de Trotsky en presencia de
éste (7).
Trotsky, en

una calma aparente,
vuelve a
escribir para
Iskra, la

primera vez que lo
hace desde
su anterior discusión con
Plejanov, pero esta reconciliación sería solo aparente, y siguiendo a
Dentscher, podemos saber cómo la próxima revolución ahondaría las diferencias de
Trotsky con los mencheviques hasta hacerlas mucho
más grandes que
anteriormente.
Por

,encima
de los pretextos ideológicos, las luchas entre los hom­
bres, los celos personales
por ser figuras, son los que ahondan las
diferencias,
y aunque esto moleste terriblemente a los epígonos del
sistema soviético, como vienen siéndolo 10& habituales escritores de la
Editorial Progreso, de Moscú, empeñados en hacernos ver que las dis­
cusiones
se debían solamente a la falta de carácter científico de los opo­
nentes de Lenin, esto
es un
hecho cierto,
Los ataques entre ellos au­
mentan
de nivel desde los anteriores del Segundo Congreso y Trotsky,
para explicar el viraje de Plejanov hacia los bolcheviques, Je acusa de que es un juguete en manos de Lenin.
Los procedimientos sucios son
norma común también en ellos; Lenin escribe y manda una carta ti~
tulada «¿Por qué he salido de la redacción de Iskre,?», pero los men­
cheviques se niegan a pnblicarla, viéndose obligado a realizar un fo­
lleto a las
expensas de

su grupo para
demostrar cuáles
habían sido
sus intenciones (8).
Anteriormente, la

figura
venerable por
los mar­
xistas del viejo Plejanov, había tenido una discusión fuerte con Lenin,
ya que
estaba sometido

a la presión que
sobre él ejercían sus antiguos
compañeros, y sus intenciones de armonizar la política m-enchevique
y la bolchevique, para que los antiguos miembros de lskra volvieran
al
Consejo de Redacción, fue aceptada por Lenin, que, como antes
hemos manifestado, dimitió de su
puesto, motivando

una feroz reac­
ción menchevique, y definiendo, a su vez, Plej anov a
Lenin como

un
autócrata, averiguando, o por lo menos
descubriendo, algo

de Jo que
serían características decisivas en
la concepción que Lenin tenía del
(7) Acertadamente recoge Isaac Deutscher, el mejor biógrafo de Trotsky,
«como de costumbre, los resentimientos personales, las simulaciones y las
motivaciones políticas, estaban tan ligadas que resulta casi imposible desen­
rollarlos».
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Partido, insistiendo Plejanov cómo las intenciones leninistas eran
«transfo¡:mar a los miembros del partido en ruedas de engranaje tuer­
tas».
Resulta bastante exacta esta calificación sobre Lenin, y es que, a
diferencia. de los otros
teóricos que se perdían en un mar de espe­
culaciones, él siempre consideró cómo,
para que
el
partido triunfase,
sns

militantes debian tener una dependencia total del mismo,
y así
imaginaba
el partido como algo superior a los miembros que figu­
raban en sns filas -un cuerpo orgánico con existencia independiente
d~ la de sus miembr0$-, con nna ley en $Í mismo, superior a cualquier
otra autoridad. «El partido era
para los

bolcheviques el centro de su
vida, que les guiaba
y protegia, conferia dignidad dentro de él y daba
un sentido a su existencia, Creía que lo mismo podría hacer por toda
la humanidad, por lo que vio en él una fuerza invencible,
destinada
a

alcanzar en nombre de las masas lo que
éstas eran

incapaces de
lograr>> (9). La causa de que Lenin dimitiese en el Comité Central,
fue
la de que los mencheviques fuesen admitidos en el mismo, por
lo menos algunos de ellos. Parece que el triunfo bolchevique en el anterior Congreso no
había servido de
nada, pero

es que nos encontramos con un
proceso
clásico

de todas las oposiciones, cuando se dividen en
el frente in-
(8) En-octubre de 1904 el partido acordó que las publicaciones del
P.O.S.D~R. se ha.rían sólo· cuando fuesen recomendadas «por las organizaciones
del partido». Un hombre favorable a-Len.in, V. Vorovski, en su folleto El
tonseio del partido canlra el pttrtido, destaca la labor antipartido de los men­
cheviques, que se negaban de hecho a editar las publicaciones bolcheviques
en la imprenta del P.O.S.D.R. Pero esto, que
tanto indigna a los comenta­
ristas soviéticos sobre la maldad de · los mencheviques, seria aplicado cuantas
veces fuera necesario, siempre que los
bolcheviques disfrutasen

de los medios
para poder hacerlo., Así, ocultando el mismo Lenin en el Congreso del partido
celebrado
en Estocolmo, como una ve.z que fracasa la revolución, habla clara­
mente a
Lunacharski que
le
pregunta que
qué
harían respecto
a determinadas
resoluciones si estuviesen en minoría, a
lo· que

Lenin contesta: «no vamos a
permitir que el
principio de

la unidad
se nos
convierta en
unS: soga alrededor
del cuetlo»,
y es que Lenin consideraba tan enemigos a tos mencheviques como
si fuesen los liberales o el mismo
.zarismo, y cuando las circunstancias eran
favorables
a él. hacía sentir su peso sobre los discrepantes.
(9) Enciclopedia

de la URSS. Me
dosky & Turner.
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190J: EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONARIO
terior y en el frenre exteriot en el que ambas coinciden pan derribar
al régimen contra el que se lucha,
pero prutiendo de

una
base y
de
realidades distintas.
Los comités internos de Rusia apoyabon a Lenin
y compartían sus principios, genéricamente conocidos como bolche­
viques,
pero el Comité Central estaba en el exterior y éste estaba to­
talmente preocupado por perder a hombres de tanta categoría como
Martov
y Plejanov, por lo· que destituyó a Lenin de sus cargos de
Hirector de

asuntos del
exterior «prohibiéndole

publicar nada sin su
consentimiento, poniéndole así en una situaci6ff en que resultaba im­
posible exponer sus ideas y comunicarse con Rusia» (10). Es fácil
comprender,

dado el
papel protag¡mista del

líder de Lenin, y su visión
profética del
prutido, y

del futuro, su indignación al quedar
redu­
cido

a un silencio total
en el aspecto exterior.

Pero al dimitir, sólo
queda con veintidós seguidores, y no solamente se le discute en el
aspecto meramente

bolchevique o menchevique, sino que el
descré­
dito

contra él, se extiende en el campo socialista
internacional, y
asl,
resulta significativo que el, sin duda,
primer teórico del marxismo,
Karl

Kautsky tome partido contra él, debiendo venir de entonces
ese resentimiento de

Lenin contra Kautsky,
pan que, so pretextos
negativos, le atacase
durísimamente en

su obra
El renegado Kdtltsky,
en la cual se le califica de traidor al movimiento marxista. Pero no
es
solo Kautsky,
sino que otra destacada figura como la
alemana Rosa
Luxemburgo, que

había apoyado a Lenin
contra los
reformistas, toma
postura a favor de los mencheviques.
Los mencheviques disponían de una organización controlada por
ellos, como era la
Liga de la Socialdemocracia Revolucionaria Rusa
en
el extranjero, aprovechándose de esta organización, pan atacar
a las resoluciones que les fueran adversas del Segundo Congreso.
La
mayor parte de la Liga estaba formada por intelectuales, desconec­
tados

de la labor
y de las dificultades del partido en Rusia -otra
vez

las diferencias entre el frente interior y
el exterioc-, aprovechán­
dose

de que los
estatutos del

Segundo Congreso del partido
recono­
cieron

a la Liga los mismos derechos que a los comités del Partido
en Rusia, utilizaron a . la misma para atacar la influencia leninista.
( 10) Hacia la estación de Finlandia, Edmund Wilson.
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ANGEL MAESTRO
La Liga celebró un congreso del .13 al 18 de o.ctubre de 1903 en Gi­
nd,ra (11). Estaba compuesto de 42 miembros, de los cuales 22 eran
menclieviques,
18 bolcheviques y 2 neutrales. En las discusiones pues­
t~ \le
relieve

durante
la celebración del congreso, podemos apreciar
las tácticas que
tanto resultado darian posteriormente ¡tl comunismo
frente
a enemigos exteriores : el aprovechar la letra de la ley cuando
era necesario para su triunfo, y el espíritu de .la misma cuando servía
a sus fines. Sólo que esta vez, las di=iones eran entre ellos, o por
lo menos entre diferentes tendencias. Trotsky, simpre hábil estratega
y de enorme actividad, rechaza la proposición bolchevique, dirigida
por Lenin, de elegir .una presidencia de congreso en la que tuvieran
representación las distintas facciones, propon.iendo que se eligiese una
p,;esidencia, de

tres
personas sin
distinción de
partido, por fo que,
,ontando con

la mayoría de delegados,
sabia que

saldrían elegidos
sus
hombres. Trotsky,

manifestó que en el congreso no se
hablan re­
unido

una mayor!a
y una minoría, sino simplemente militantes de
la ,Liga.

«No
debemos dividir por anticipado y artificialmente nuestro
congreso» (12).
, . Los resultados del congreso de la Liga fueron totalmente favo­
rables a los
mencheviques. Trotsky,
aprovechando su
mayoría, jugó
más hábilmente, o con más posibilidades, que Lenin, consigniendo el
(11)_ Los bolcheviques intentaron, a través de Plejanov, con discusiones
y
contactos~ evitar

la
·escÍsiÓn del

partido,
y así, Lenin, el 6 de octubre de
1903,
se dirigió por escrito a MartoV y a· los' exredactores ele frkra, incluido
Trotsky,. 'que a· -su Vez lllandó una copia dé la carta" .a Axelrod, acusándoles
de querer manejar el" partido como si fuera una sod:edad secreta, cosa_ que
indigna a los comentaristas apologéticos
de !&nin, que, a_ su v~, ignoran
intencionadamente
que Lenin exig:ia siempre un elitismo para pertenecer al
partido, y cómo cuando Lenin, después de su regreso a San Petersburgo en
!Os primeros días de

noviembre, se eritera de que el hombre _fuerte del soviet
de· San Petersburgo es Trotsky,
dice· a

Lunacharsky: «bueno, Trotsky se
ha
gariado eso con su trabajo excelente e infatigabl€». Todo esto, de forma sis­
temática, se· ignora siempre por los libros
escrito~ en la Uni6n Soviética, re­
lativos a la historia del partido bolchevique, llegándose a situaciones tan gro­
tescas

como la de que_ el pretendidaroente máximo teórico del comunismo
á.ctual
y hombre clave' de ·1a Unión Soviética, Mijail Suslov, acuse a Trotsky de
«¡desviacionista pequeño-burgués!».
(12) l. Lalayants·: Los orígenes del bolchevismo.
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1905: EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONARIO
triunfo de sus tesis, lo que suscitó el enojo y el enfado de Lenin,
que,

como podemos ver
en sus ObMS Completas, calificó

al Congreso
de la Liga como
«apogeo de

las actividades de la
oposicióo contra
los organismos centrales».
Al ser Lenin privado del derecho de escribir en Iskra y de pu­
blicar nada sin el cooseotimiento del Comité Central, trabajó infati­
gablemente para
maotener el
contacto con
la,¡ organizaciones
del Par­
tido
por medio de escritos periódicos, que hoy día se conocen como,
cartas
y que en ocasiones llegaron a alcanzar la enorme cifra de ¡ 300
al mes! Al llegar a aquella
época, la influencia menchev:ique en el
Comité Central fue creciendo, y un
antiguo hombre de Lenin, Noskov,
sostuvo conversaciones.con los mencheviques, haciendo que el Comité
Central tomase unas posturas parecidas a la. de ellos. Lenin, exaspe­
rado, el 10 de diciembre de 1903, envía una carta a los
miembros
del Comité Central

en la que urge a convocar el Congreso, el
III
C.Ongreso,. como única salvación del partido frente a la situación de
divisióo en la que se encontraba. Pero el Comité Central, y antes el
Consejo del Partido, con predominio menchevique, rechaza en enero
de 1904
la convocatoria. del Congreso, viéndose obligado Lenin,. ante
la animadversión del Consejo, a -conc~trar todos sus esfuerzos en
convencer al Comité Central. Data de entonces su libro Un paso
adelame,
dos P"'º' alrás, escrito en mayo de 1904, dirigido funda­
menta-lmente, más que como base teórica, a dar la réplica a los men­
cheviques. La mencionada obra, está llena de argumentaciones -que
podrían ser cootrarrestadas con terminologia parecida por Trotsky­
de

que el menchevismo era una corriente oportunista.
Los 22 segui­
dores bolcheviques de Lenin,
.como hemos· visto anteriormente, cele­
bran en Ginebra una
cooferencia, en

realidad sólo cuenta con
ei;tos,
22

miembros,
y que adopta como misión principal el conseguir ur­
gentemente la convocatoria del
· III Cong,:eso,
Lenin

publica un llamamiento titulado «Al
Partidm>, en el

que
urge la necesidad inmediata de
conv~ar el III. Congreso. En a¡¡osto
de

1904, se funda la editorial titulada «Bonch-Bruevich y
Lenin» de
publicaciones

del partido
socialdemócrata, editorial

fundada primor­
dialmente para
la difusi6n de los ataque¡¡ de. los. bolcheviques contra
los mencheviques y la labor considerada
por ~llos como escisionista.
705
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
En diciembre de 1904, surge el periódico al que antes nos hemos re­
ferido, titulado
Vperiod («Adelante»),
de cuyo
Consejo de
redac­
ción, inspirado
por Lenin, formaban parte Vorovski, Olmeinski y Lu­
nacharsky, como

bolcheviques más destacados y proclives a la labor
publicista,
encargándose de

la Secretaría de Redacción
la mujer de
Lenin, Nadezhda Krupskaya, tomando Lenin un
impulso decidido
en

pro del ataque con menoscabo de la defensa. Sin embargo, hay
que oeconocer que Trotsky, con
visión de

futuro, anticipándose a
Lenin,
y contra la teoría leninista de que la revolución seria burguesa
en su aspecto externo, y considerando como reaccionaria la idea de
saltar el periodo capitalista para pasar directamente al período pro­
letario, Trotsky afirmó: «La revolución rusa creará condiciones tales
que el poder pueda pasar a manos del proletariado antes de que los
políticos del liberalismo burgués puedan demostrar su genio como
estadistas. La burguesía rusa entregará todas las posiciones
revofocio­
narias

del proletariado. Tendrán también que entregar
la hegemonía
revolucionaria

sobre
el campesino. El proletariado en el poder irá al
campesino como liberador de clase. Por
ello, la

revolución, que co­
menzará como levantamiento burgués, pasará necesariamente a la
dictadura del proletariado, colocando las tareas socialistas en el orden
del día» (13).
Aquí
aparece por

primera
vez la
teoría de Trotsky sobre la revo­
lución permanente, ya que, según él, u.na revolución en Rusia sería
el paso definitivo para una revolución a escala mundial. Si ésto pos­
teriormente quedó demostrado como utópico, es cierto que su visión
de la revolución rusa es más acertada y acorde con lo que sería el
futuro que la del mismo Leoin, ya que la revolución rusa saltaría la
etapa de revolución liberal burguesa para pasar a la revolución pro­
letaria, y no nos engañemos con sofismas tales como tratan de hacer­
nos ver determinados autores, pues Lenin, en
1905, dijo:
«La idea
de buscar
la salvación de la clase trabajadora evitando el posterior des­
arrollo del capitalismo, es reaccionaria» (14). La inteligencia de Lenin
( 13) León Trotsky: Stalin. La revolución permaf'lentc.
(14) L-enin: Dos tácticas Je la socialdemocracia en ia revolución demo­
crática..
706
Fundaci\363n Speiro

190:;: BL ENSAYO GENBP.AL RJJVOWCIONARJO
sabia que no había que aferrarse a una idea, aunque ésta procediese
del
mismo Marx, sino que la adaptaba para su aplicación, y si vemos
los

escritos de 1917,
una vez triunfante ya la revolución bolchevique,
observarnos cómo trata de justificar el salto de la etapa revolucionaria
a la dictadura del proletariado sin pasar por la transición liberal­
burguesa. Por

tanto,
es lógico que Trotsky, una vez aprovechada para
sus fines la fuerza menchevique, se separase de ellos, ya que estaban
muy

identificados con la teoría marxista tradicional de cómo
en
Rusia, dado su escaso desarrollo industrial, y la euorme población
campesina,
sería difícil el triunfo de una revolución proletaria. Los
meucheviques recelaban de la tom1 rápida del poder por el prole­
tariado, ya
que consideraban que no teudrían fuerzas suficientes para
mantener esta
situación de
privilegio, y que debían
apoyar la revo­
lución

burguesa
eu tanto no tuviesen una mayoría firme.
En una ortodoxia marxista, su postura era aoertada y fiel con las
teorías de
Marx, pues sería el ver cómo las revoluciones socialistas
se realizarían siempre en loo países más avanzados. inicialmente, tal
como erróneamente, según vemos por los resultados posteriores, pro­
fetizó Marx. De seguir a Marx al pie de la letra, los ortodoxos se­
guidores
del
marxismo habrían

quedado reducidos posteriormente al
fracaso, por seguir
fielmente las teorías de quienes les inspiraban,
mientras que

Trotsky,
y después Lenin, triunfaron gracias a olvidar
lo que los marxistas debían a
Marx en seguir fielmeute su doctrina,
en proceder a
una más sutil interpretación de la misma acoplándolas
a las teorías de cada momento, a considerar el marxismo como lo que
es, como una guía o una doctrina para la acción, pero no como una
verdad revelada que debía seguirse fielmente en cada momento. En
nuestra opinión, este fue el éxito de la visión de Trotsky, y después
de Leiún.
Tal como hemos

visto,
el papel de los bolcheviques perdidos en
discusiones
r en luchas teóricas, no era precisamente el más apropiado
para establecer

una influencia
decisiva. en la revolución que se ave­
cinaba,
revolución en
la que desempeñaría un papel importante por
el ingenio de sus agentes, pero nunca "por la fuerza ni por la estruc­
tura del partido; podemos situar su fuerza a un nivel igual e incluso
inferior al de los liberales
y al de los socialrevolucionarios. ¿Cuál era
707
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
en esas fechas la situación de los líderes?: Kamenev,. en el verano de
1904, considerado entonces como el lugarteniente de Lenin, había
sido liberado de una cárcel moscovita, encontrándose en Tiflis, en el
Caúcaso. Stalin, aún conocido como Koba, ya hemos visto cómo des­
empeñaba un papel en la organización del partido en el Caúcaso,
papel significativo a nivel provincial,
pero de poco relieve todavía
a nivel bolchevique en
geoeral, Otros dirigentes, de importancia su­
perior, como
d menchevique Martov, desempeñaban un papel de
ideólogos,
pero no
de hombres de
acción.
Len.in vivía en Ginebra con su mujer, la Krnpskaia, sujeto a gran­
des dificultades económicas, al igual que la mayoría de los revolu­
cionarios en el exilio. El panorama era bastante
oocuro para
los bol­
cheviques perdidos en esa intrincada red de discusiones internas, que
cuando no se tiene el poder no sirve absolutamente de nada, y que
vemos hoy en día trasladadas a nuestra época en algunas organiza­
ciones comW1istas existentes en nuestra patria, escindidas en sectas,
organizaciones, fracciones, etc,, pretendiendo defender todas el pu­
rismo ortodoxo e intransigente, aplicado a las circunstancias,
y acu­
sando de traición, desviacionismo y oportunismo a todos los que no
piensen como el grupúsculo que escribe en ese momento. En resumen,
poco, muy
poco para hacer frente a la autocracia zarista que, aunque
debilitada por cuestiones internas, por
las luchas e intrigas de las di­
ferentes camarillas,

podía tener aún la suficiente fuerza para contra­
rrestar W1 movimiento revolucionario~
III. La represión
Brevemente tocaremos el tema de la defensa de la sociedad o de
la clase dominante ligada al zarismo, frente a
los intentos
revolucio­
narios. Más
peligrosos que éstos para la defensa del zarismo, eran
las
crecientes ambiciones

de
liberalizaci6n polltica y la. fuerza suco,
siva

que iban
exhibiendo la burguesía y .la alta burguesía, así como
las profesiones liberales con
sus deseos de. nna
mayor apertura frente
al concepto tradicional del zarismo
ruso, Pero,

los mecanismos de
defensa
del sistema imper.ial, que estaban muy bien .. concebidos, no
708
Fundaci\363n Speiro

190J: EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONARIO
eran tan práctitos· ni tan absolutos ni tan dominantes como se nos ha
querido hacer ver después; desde luego, comparados con los ejercidos
por la política soviética, resultan prácticamente infantiles en la repre­
sión de
los mismos. La defensa

del sistema presenta unas particula­
ridades
y características que la hacen particularmente notable, no sólo
en el as-pecto represivo, sino eri una ídea mucho más ingeniosa que la
de la simple represi6n, y que sería comparable a lo que, en el con~
cepto de fines del siglo xx, se conoce como guerra psicológica.
En 1901, el jefe de la policía
de Moscú, Zubatov, desarrolló lo
que serla un prolegómeno de la lucha antirrevolucionaria con con­
ceptos originales
y que superaban el de la mera represión. Zubatov
quería crear un movimiento obrero dentro de las características del
sistema, separando la actividad meramente reivindicativa y justa de
las condiciones de vida de
loo trabajadores,

de las actividades revo­
lucionarias, ya que éstas encontraban en las lógicas legítimas aspira­
ciones de los trabajadores, en sus condiciones de vida
diflciles, un
fermento
y un caldo de cultivo idóneos para el desarrollo de la re­
volución. Zubatov, de esta forma, desarrolló una idea imbuida de temas
sociales, de la que le fue difícil su aceptación por las estructuras
clá­
sicas del poder, tan reacias siempre a buscar innovaciones, tal como
vemos siempre en
el desarrollo de la lucha antirrevolucionaria, y es
que a la revolución se
la debe combatir siempre con imaginación, pero
confiar únicamente en
la represión, por muy fuerte y bien organizada
que

esté, conducirá inevitablemente a su
fracaso.
Las

ideas de Zubatov eran bien claras: si
se lograban
las legí­
timas
y justas aspiraciones de loo trabajadores, separándoles del con­
texto revolucionario, la revolución vendría a ahogarse y a convertirse
en minarla cada vez más exigua. En la interesante obra de Lionel Ko­
chanan,
Rnsia en revolución (15), y a pesar de su inequívoca parcia-
(15) Del escritor inglés Lionel Kocban, aún adoleciendo de una evidente
parcialidad
izquierdista, puesta
de
manifiesto en
cuanto adopta juicios
perso­
nales,

sin embargo,
merece ·repulsa de fos historiadores

soviéticos como V.
Griñko, que se desesperan en cuanto trata de reconocerse cómo la teoría trots­
kista de la revolución
permanente anticipar.la la táctica de Lenin en 1917. Muy
especialmente el que considerase
Trotsk}' que
en Rusia podía saltarse del
709
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
lidad en pro de los revolucionarios, se señalan datos de interés, como
el de que, ya en 1884, un inteligente capitán de la policía fue el
pre­
cursor
de estas ideas de Zubatov, El referido capitán, según se relata
en
la obra de A. Ealkraeova titulada El 111Q1/fflliento de los traba¡a­
dores
en R,,sia, 1875-1885, fue el que por primera vez quiso impul­
sar a sus superiores a
distribuir entre el movimiento trabajador, libros
preparados
y sometidos convenientemente a una .orientación, pero
que explicaseo
«de forma
coocisa
y popular las bases de la ecooomía
pol)'tica», así como emplear a la Iglesia para la enseñaoza de la
moral cristiana. El escritor soviético l. Tatarov, en obra citada por
el mismo Kochao, pone en boca del jefe de la policía de fin del
siglo
XIX y principios del actoal, el general Trepov, la siguiente ex­
plicación:
«Si las menores necesidades y peticiones de los obreros
son explotadas
por los revolucionarios con fines profundamente anti­
gubemameotales, ¿por qué no va
el gobierno a arrebatar a los re-
Estado autocrático y feudal al de la revolución socialista, hemos visto. cómo sin
pasar primero por la revolución burguesa, ya que
el mismo Lenin dijo en 1905,
en su obra titulada Dos tácticas de la soda/Jemacracia en la revolución demo­
crática: «La idea de buscar la salvación de la clase trabajadora evitando el pos­
terior desarrollo del capitalismo es reaccionaria». Esto está escrito, guste o no gus­
te a los historiadores como Griñko. También calificó de absurda
y de tendencias
anarquizantes la teoría de Parvus.
y de Trotsky de que la ~oluci6n burguesa
sería
transformada en Rusia directamente en dictadura del proletariado. Y en
la misma obra vuelve a decir
tell.in: «cualquiera que

desee llegar al socia­
lismo por

una
vía diferente

de la· democracia política, llegará inevitable.mente
a conclusiones absurdas
y reaccionarias; tanto en sentido político como en el
económico». Lenin, no obstante, cuando· vio la
extensión adquirida·

por el
movimiento revolucionario,
y la influencia del soviet, diría,_ en septiembre de
1905: «estamos a favor de una revolución ininterrumpida, no nos detendremos
a mitad de camino». En cuanto a la acusación de otros historiadores soviéticos,
como Shaumian, que, procuran en cuantas ocasiones pueden, acusar a Trotsky
de unido a los mencheviques, concretamente durante la primera revolución de
1905, silencian que la desconfianza de los bolcheviques hacia
él era

enorme,.
como se ve
en la carta escrita por Martov a Axelrod, desconfiando de las ideas
de

Trotsky en
1905 y

su posición revolucionaria.
Por otra
parte, no

ha sido Kochanan el primero en sostener cómo
Lenin
adoptaría

después de este cambio en sus primitivas ideas, ya que
antes de
Kochanan

lo ha
sm,tenido Deutscher,

y otros autores como Me. Klosky
y Tur­
ner,
y Shapiro.
710
Fundaci\363n Speiro

1905: EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONARIO
volucionarios este arma que tan buenos resultados les proporciona ...
y asegurar el cumplimiento de la tarea? ... La policía tiene que estar
interesada en las mismas cosas que los revolucionarios».
Las ideas de aquel capitán de la policía, del general Trepov y
del coronel Zubatov representan, creo que por primera vez en la
historia moderna, una nueva forma de la lucha antirrevolucionaria
suma.mente distinta de la meramente represiva, como viene siendo el
error de muchos sistemas políticos teóricamente anticomunistas en la
actualidad, que lo confían todo a la represión, sin estudiar verdade­
ramente
la lucha imaginativa, que es la única que puede vencer y
desbordar a la revolución, y dejarla reducida a nna expresión pe­
queña, pero nunca de dimensiones suficientes para asegurar su triun­fo.
Las ideas del coronel Zubatov desataron en los revolucionarios
un verdadero pavor,
y siguiendo con la misma obra de Rusia en re-
110'/ución, que a su vez recoge W10S-textos del escritor Zaslavski : < batov
y Marya Vilbushevich»,

que pone
en boca
de Zubatov la si­
guiente frase:

«Semejante política deja al estado mayor revolucionario
sin ejército, y la
lucha contra

el
gobierno se
hace prácticamente im­
posible» y «si
~e adoptaba

el programa por él previsto, los beneficios
serían enormes sin concesión política alguna de principio, y la revo­
lución sufriría nn revés mucho mayor que el que pudiera ocasionarle
la
más violenta represión». Lamentablemente, se carece hoy día de una
labor investigadora de estos temas en
profwididad, y
de lo que
podía
haber supuesto si las ideas de Zubatov hubiesen tenido comprensión en la
lucha antirepresiva. ·
Todo

el imperio, particularmente sus provincias occidentales, fue­
ron trabajadas por la acción de Zubatov,
y muy curiosamente en una
actuadón

policíaca contra la Unión
General Socialdemócrata,
asocia­
ción
democrática de trabajadores

judíos (BUND) (16), logró cap­
tar para los objetivos policíacos un equipo de propagandistas judíos,
que cuando volvieron a sus respectivos centros de trabajo, fueron con­
vencidos
y esfon:ados defensores de abandonar los fines revoluciona­
rios, y explicar c6mo los obreros deberían concentrarse en sus fines
( 16) 1903, 11n año decisivo en la hfr.toria del comunismo, por Angel
Maestro.
711
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
meramente reivindicativos~ a .fin dé no se.r manejados por nadie. A
su
vez, junto

con una
organización de
clases nocturnas, empezó a
causar grandes daños a los
movimientes revolucionarios. ·
Zubatov
siguió

con
sus actividades en Moscú, y no solamente allí,
sino en
centros industriales
como Kiev,
Minsk, Jarkov,
Odesa, Rostof
y Nijni-Novgorod. Tocaba numerosos centros de trab hornos, fábricas de
tab importantes
depósitos ferroviarios
(17).
Las ideas
de· Zubatov

fueron creciendo, adquiriendo una amplia di­
fusión en todos ·esos importantísimos centros fabriles, pero, como ocu­
rre tantísimas veces, la miope visión de políticos y, en este caso, -.:le
los

industriales, hicieron desbaratar los planes de Zuzatov, quien, a
su
vez, había llegado a causar alarma en los inversionistas extranjeros.
El primer ministro liberal
Witte, llevado
de las clásicas ideas de la
libre contratación entre capital
y trabajo, y de las ideas que hoy día
tanto se nos repiten de una sociedad de mercado, con
ceguera abso­
luta,

al igual que los liberales. políticos de la época -parece que es­
tuviésemos viendo

situaciones parecidas a la
España actual-consi­
derando que el mercado regularía
por· sí mismo esas relaciones, su­
primió la obra de Zubatov, destruyendo de
esta forma el experi­
mento más ingenioso, no sólo desde la perspectiva de mejora de los
trab
sí mismos
y su perfeccionamiento fuera de las acti­
vidades revolucionarias, sino la más eficaz forma de lucha antirrevo­
lucionaria, superando enormemente a esa mera represión a . que antes
nos hemos referido, y royos· efectos vienen .siendo siempre negativos.
Refiriéndose a la defensa clásica del Estado, y a la represión sin
más ni
más, y siguiendo la interesante obra de A. P. Wassiliev Ojrana,
podemos afirmar que la. policía política rusa, la Ojrana había llegado
a un alto grado de perfeccionamiento en la lucha antisubversiva. A
grandes rasgos, el servicio policíaco
estab
en dos grandes
departamentos: el primero, la Agencia Exterior, consistente en la vi-
( 17) Los ferrocarriles rusos constituían la principal industria de la na­
ción, pues su -colosal expansión desde el último tercio del siglo
XIX, había
hecho disponer de
un' gran parque de 11.800 locomotoras, o 12.000, según
otros autores,
y un enorme número de coches de viajeros y vagones de mer­
cancías,

que mantenían una
industria en· torno

a sí
misma., dando
ocupación
a unos 400.000 obreros ferroviarios.
712
Fundaci\363n Speiro

190:!: EL ENSAYO GENERAL R.EVOLUCIONARIO
gilancia de los sospechosos por los distintos confidentes, más bien
colaboradores, que se
-titulaban «agentes del

Servicio Exterior»,
los
cuales seguían a todas las personas sospechosas en todas partes, in­
duso en sus desplazamientos, obteniéndose así una gran amplitud ,de
datos

de las relaciones que desarrollaban estos individuos.
Seg6n
Wasiliev, estos agentes exteriores actuaban disfrazados de porteros,
oficiales, empleados de ferrocarriles, vendedores, etc., adquiriendo
una gran habilidad en
la vigilancia de todos los sospechosos. Mucho
más importante todavía era la llamada Agencia Interior, a través de
la cual la Ojrana sabia, por su infiltración en todas las organizaciones
y movimientos revolucionarios, los conflictos interiores, las conspira­
ciones,
y estaban al corriente de casi toda la actividad subversiva~ ;Al
confrontar los datos de la Agencia Exterior con los facilitados por
la Agencia Interior,
fas autoridades policíacas disponían de una in­
formación
excepcional para
corroborar las
sospechas o
encaminar
sus
pasos

en las
direa:iones adecuadas.
Resulta

sumamente curioso
el que la infiltración dentro de los
revolucionarios llegase
al partido bolchevique. Durante los años 1902

a 1905 la
Ojrana llegó a editar una verdadera revista de pu­
blicación quincenal, la
cual, en ejemplares cuidadosamente numerados,
se
enviaba a todos

los
jefes locales
de la policía, con un
resumen de
los

informes de las agencias Interior
y Exterior, siempre, naturalmente,
gnardando en

absoluto secreto el nombre de los
colaboradores. A
su vez, y por curiosidad, citaremos una publicación de la que se hacía
un solo ejemplar, en la cual la Ojrana presentaba al Zar quincenal­
mente un informe superreservado, con las noticias de máximo interés,
y Nicolás 11, solía de su puño y letra anotar al margen las observa­
vaciones más pertinentes. Esto demuestra el alto grado de preparación
de la
Ojrana, pues parece, salvando las debidas distancias en el tiempo,
el informe que el Servicio de .Inteligencia de los Estados Unidos, eo­
trega a diario al presidente de la nación. Pero la
Ojr"1Za, y especialmente en la época del primer ministro
Witte, con su característica -visión liberal .y utópica, que, sin embargo,
le hizo ser tan odiado por los revolucionarios como el «reaccionario>>
Stolpyn, se vio sujeta a una serie de trabas,
pretendidamente defen­
soras

de la libertad de los ciudadanos, que la ataban
y encadenaban
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
totalmente, pues los ataques de la prensa liberal eran grandes contra
ella
-esto demuestra cómo la
sociedad rusa de aquellos años no
estaba sujeta, ni mucho menos, a un régimen tan riguroso que impi­
diese
'e! uso de la crítica públicamente--, cuando la propaganda nos
presenta

la sociedad rusa de esa época con el
«sumun» de
la tiranía,
y esto ha sido acogido así en los países occidentales, por ignorancia
y desconocimiento del sistema. Cuántas veces la o¡rana no se atrevía
a tomar actividades verdaderamente decididas,
por miedo
al impacto
en la opinión pública. Y es que, como bien dice
el mencionado W as­
siliev: «en un delito criminal, como un asesinato o un robo, las auto­
ridades, por regla general, no entran en acción hasta después de ha­
berse
perpetrado aquél. La policía, basándose en las huellas encon­
tradas, declaración de testigos
y en todos los demás medios de la
técnica criminalista, tiene
por misión
descubrir al delincuente, dete­
nerle y entregarle a
los tribunales para su

enjuiciamiento.
Las cosas
son

muy distintas cuando se trata de delitos políticos, preparados
por grupos, conspiradores, Aquí no debe limitarse la autoridad del
Estado a castigar a los culpables después de
perpetrado el hecho, sino
más bien procurar interponerse a tiempo en su peligrosa obra, aotes
de

que puedan realizar sus
criminales proyectos»
(18).
Como hemos podido ver, el régimen zarista, a pesar de su
auto­
cracia,

carecía de un objetivo bien claro
,hacia el
cual debería haber
estado dispuesto a sacrificar cuanto fuese necesario, a diferencia de
regímenes como el bolchevique o el nazi, ya que, por un lado, estaba
dispuesto a aplastar a los insurrectos, pero,
por otra

parte, carecía
de una firme
y decidida voluntad de defensa que le hiciese ignorar
formalismos
en. la
lucha antisubversiva, pues
la misma Ofrana, se veía
tan sumamente limitada en su actuación, que se dificultaba enorme­
mente su labor anticonspiratoria, y también hemos podido ver cómo
la idea ingeniosa y práctica de Zubatov fue arrinconada para quedar
solamente en la represión externa.
De todas formas,
y a pesar de las ataduras legales, en general, la
o¡rana tenía sumamente controladas a las organizaciones revolucio­
narias, limitando el
número de atentados a lo que lógicamente se es-
(18) A. T. Wassiliev: Ojrana.
714
Fundaci\363n Speiro

1905: EL ENSAYO GENERAL REVOLUC:IONARIO
capaba de sus mallas,. pero, a ,pesar de los grandes atentados como
los del
primer ministro Stolpyn, posteriormente, y anteriormente el
Gran Duque Alexandrovich, oos afirmarnos en la opinión, tantas veces
expuesta, de que nunca los movimientos revolucionarios habían tenido
la
fuerza suficiente
para conseguir la caída
del sistema sin el decidido
apoyo de circunstancias
exteriores, como

fueron las grandes guerras,
primero con los japoneses y luego con los alemanes.
IV. La explosión
El cúmulo de circunstancias internas, descontento social, huelgas,
crecientes atentados, habían llevado al
país a
una cierta conmoción,
muy particularmente en los centros ciudadanos, y hadan que algu­
nas personas, como el después asesinado
ministro del

Interior Plehwe,
se dirigiesen al ministro de la guerra, el general Koropatkin, con la
siguiente frase:
«usted desconoce

la situación interna de Rusia para
frenar la revolución, necesitamos una pequeña victoria militar». Así
Plehwne era, en un principio, uoo de los más destacados impulsores
de la
gu=a con

el Japón, como soludonadora de los conflictos in­
ternos, creyendo ver en esa guerra exterior la solución a las dificnl­ tades internas
rusas, pensando

que el patriotismo fiel y resistente del
buen pueblo ruso,
se. verla unido

frente a la amenaza exterior de esa
nueva potencia que
en. el

curso ele la revolución
Meiji, había pasado
desde
la visita de la escuadra del comodoro Perry a Tokio a media­
dos del siglo
XIX, de una población y_ de un país meramente agrícola
y primario a una verdadera potencia industrial.
La marina y el ejército japonés crecían formidablemente y buscaban
para su imperio la expansión en los inmensos territorios de Asia
Oriental que Rusia tenía prácticamente abandonados en extensiones muy considerables. El mismo Plehwe, junto con el ministro Kuropat­
kin, así como el ministro de justicia Muraeiew, habían cambiado
su posición anterior, ya que consideraban que lo que podría ser
interesante como escaramw:as que di,esen algunas victorias sona·
das

a las fuerzas rusas, llevaba camino de
convertir~e en
una guerra
sangrienta con su terrible exigencia en vidas y en materiales, por lo
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
que, Conscientes de -esto, cambiaron-su postura -y eran opuestos a 1a
guerra, en contra de la pootura sostenida con entusiasmo meses antes,
si se hubiese tratado

de un conflicto !imitado a algunas zonas. Por otra
parte, la guerra con el Japón era un eoorme problema: estaban a seis
mil
·kilómetros del frente los

principales
centros de
aprovisionamiento,
mientras que el Japón
tenía cerca todos esos Centros. Puso de relieve
la mala situación de Rusia para nna guerra de
grandes dimensiones,
la

lentitud
y el d=rden que frustraban la valentía de los soldados y
la habilidad de sus almirantes y generales. Los buques soviéticos no al­
canzaban la velocidad contratada cuando se construyeron, ya que ni
siquiera en las pruebas desarrollaban esa velocidad. Sus calderas fun­
cionaban mal
y defectuosamente, el cai-bón era escaso y de mala
calidad, los
cascos de

los buques no estaban sometidos a las limpiezas
de carenas que hubieran sido necesarias -algo que recuerda, por su
desastre
y por su imprevisi6n, frente a los sacrificios humanos, el
98 español-. Por otra parte, la
dirección de la guerra estaba encomendada de
forma
muy poco precisa a tres organismos celosos de poder entre
ellos,
y que, con sus interferencias, obstruían y dificultaban la marcha
de la guerra: el Ministerio de Marina, el Ministerio de
la Guerra
y el Virreinato del Pacífico, ejercido por el Almirante Alexeieff (19).
La derrota del Yalú (el 18 de abril de 1904), la muerte a conse­
cuencias accidentales de nna mina, que
provocó el hundimiento del
barco insignia donde
viajaba el almirante Makaroff,
quien habla
le­
vantado la moral de las tropas rusas, y la calda de Puerto Arturo ( el
·, de

dicembre de 1904), el desastre terrestre de Mukden _(febrero
de 1905)
y, por último y definitivamente, el desastre naval de Tsu­
hima, eo
la que

la escuadra del Báltico, al . maodo del almirante
Ro­
jetvenski, en una horrible y penosísima navegación desde San Peters­
burgo a las
, costas

orieotales asiáticas, con
.las tripulaciones agotadas
y exhaustas y los barcos en un estado sumamente deficiente después
. ( 19) Sobre los sacrificios y el heroísmo de los marinos y soldados rusos
y sus penalidades, y esa
compaµción inevitable con

los desastres de Cuba y
de Cavite, fesulta intéresantísima la obr.i del

teniente de navío Semenov,
ti·
tulada Lti agonía de Puerto Arturo.
716
Fundaci\363n Speiro

1905: EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONARIO
de tan largo viaje, resultó aplastada por las unidades llenas de
alta moral de victoria,
y cerca de sus bases, del almirante Togo, fueron
un golpe definitivo.
Si tuviésemos que
fijar una

fecha
p«ra el comienzo de la revolu­
ci6n, al igual
que la

caída de Constantinopla o la toma de la Bas­
tilla, ésta
fue la

de la joma.da del 9 de enero de 1905,
el 22 de enero
si siguiésemos el actual calendario -pues es sabido que el desfase
del calendario
rnso con el occidental era en aquella época de 13
días-, la revolución de octubre puede
oboervarse c6mo hoy en día
se celebra en noviembre, debido a ese retraso del calendario. Pues
bien, el
9 de enero de

1905, según el calendari0
ruso; o el 22, según
el calendario occidental, es la fecha señalada en la historia como el
«Domingo sangriento». Ese día San Petersburgo vio pasar por sus
calles la mayor manifestación, hasta entonces, de- su historia, con ci­
fras que oscilan entre cien mil y doscientos mil manifestantes, según
las

distintas fueutes,
y que se encaminó hacia el Pala,:io de Invierno.
Dirigía
la manifestaci6n el sacerdote Giorgei Capone, misterioso per­
sonaje sobre el que se han escrito gran cantidad· de obras, y sujeto a
las
más diversas interpretaciones.
Gapone contaba, a la ·sazón, con treinta y cinco años, hijo de una
familia campesina de la provincia de Poltava. Por sus. aficiones revo­
lucionarias, desde joven había sido impedido su acceso a la univer­
sidad, ingresando en su lugar en
el centro de estudios de teología de
San Petersburgo, simultaneando
los ttllbajos eclesiásticos

con labores
de misionero entre los pobres
y como capellán en un centro de depor­
tados de
San Petersburgo. Gapone era un hombre con enorme in­
fluencia en los drculos de trabajadores, dotado de una presencia
atractiva, y con un sentido de la oratoria que influía enormemente
en los medios trabajadores, ya que hasta el mismo Lenin, que con­
denaba en él sus aspectos religiosos, se sentía
atraído por
la
forma
en

que
,el pope Gapone movía las masas y las influenciaba.
De Gapone
¡,«rece casi

cierto que
· había
sido manipulado
. por
la
Ojrana, que vio en él una especie de continuador del coronel
Zubatov, procurando
que los
trabajadores estuviesen atentos a sus
reivindicaciones, a sus justas reivindicaáones e<;onómicas _y sociales,
pero apartadas del fermento revolucionario. ,.eo,, aqtorización _ de la
717
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
o¡r,,na forma, en febrero de 1904, la «Sociedad rusa de Obreros de
Fábricas y Empresas», que llega a adquirir una enorme difusión y
fuerza en San. Petersburgo, con una organizaci6n estructural de once
secciones, con representantes en la mayor parte de las grandes em­
presas, incluso

en los ferrocarriles
y en los famosos talleres Putilov,
calculándose, según las diferentes fuentes, una cifra de afiliados entre
dos mil
y ocho mil, según los diferentes autores, lo que da idea de
su verdadera fuerza, al contar con tal número de afiliados, pues los
comités locales menchevique y bolchevique de San Petersburgo, en
aquella
época, contaban en

total con unos quinientos miembros. Todo
esto hizo que el -
pope fuera un hombre solicitadisimo por las tres
grandes fuen:as a

las
que nos hemos

referido: los socialrrevoluciona·
rios, los
socialdemócratas y los liberales. Su colaboración se había
convertido en imprescindible para cualquier rnovimieoto de masas.
No está claro, sin embargo, cómo
Gapone, si era hombre

depeodiente
de la
o¡rana, pudo tener una actuación COÍilO la que le llevó a eo­
cabezar la manifestación del «Domingo sangriento». A veces, a la
o;,ma le ocurrían casos totalmente incontrolados, que se volvían en
contra de las primitivas intenciones,
tales como el

famoso caso
Asew (20).
El pope Gapone consideró que la situación estaba madura, con
(20) El caso Asew ha sido uno de los más famosos en la historia de
los revolucionarios. Asew fue un hombre que surgió. por primera ve2: en ,Rusia
en 1900, después de haber vivido con anterioridad en el extranjero, donde
había entrado en relaciones con Ratschkowski, jefe ·qC1 servicio exterior de
la policía, quien desconfió y rompió el trato co.i:t B. Pero en Rusia entró en
contacto con el director de la o;rana de Moscú, a la vez que adquiría
una gran importancia. .en el aparato directivo del partido socialrevolucionario,
del que llegó a ser elegido miembro del Comité Central, por lo que fue un
elemento clave para proporcionar a la policía datos sobre las actividades y
actos terroristas so'ciaJrevOlucionaríos. Pero seguía un doble juego, pues a la
vez que recibía dinero de la polida, organizaba, por otra parte, atentados sin
comunicarlos a las autoridades policiales, habiendo aquí una negligencia por
parte de la dirección de la O;rana de la época,· ya que 1legó al punto de in­
tervenir ~ctivamente ~ el asesinato del ministro del interior Plewhe y en el
del. Gran Duque Sergio Alexandrovich, originando que, a pesar de ser muy
amigo del primer ministro Stolpyn, fuese destituido y condenado a Siberia
el
director de la policía, A, Lopu.chin.
718
Fundaci\363n Speiro

190,: EL ENSAYO GENERAL REVOLUC/ONARJO
motivo del despido in justificado de Qiatro obreros de los talleres
Putilov,
procurando llegar
a una solución
pacífica de
las mismas,
de estos despidos, ante el
inspector de

las
fábricas y ante el gober­
nador general de
San Petersburgo, y al fracasar sns mediaciones, logró
realizar una

huelga en los talleres Putilov, con gran
6rito, pues
con­
siguió una huelga total en
dichos talleres.

Como tantas
veces ocurre,
lo

que al principio era una simple huelga, se convirtió en
la petición
de una
convocatoria inmediata de una asamblea

constituyente,
así
como

el fin de la guerra con el Japón
y una amnistía total. Con
enorme rapidez se extendió
por todo San Petersburgo, y el 5 de enero
habían dejado de
trabajar casi

30.000
ob,eroo, llegando
el día 8 a
unos 112.000. El gobernador de
San Petersburgo, Trepov, alarmado
ante
la situación, hizo traer tropas de diferentes unidades repartidas
por el imperio, entre ellas varios regimientos de la guardia (21).
Gapone consideró
que para salvar la enorme burocracia de la socie­
dad rusa no había
más remedio que dirigirse directamente al poder050
soberano, por lo cual redactó una petición al Zar, utópica, irreali­
zable y llena de contradicciones, en la que, jWlto a peticiones justas,
denuncimdo el deficiente estado de la clase trabajadora, se hacían
alegorías
religiosas, consideraciones
políticas que hacían que resul­
tase un bexto de gran incongruencia y, desde luego, un cúmnlo de
peticiones totalmente
irrealizables.
Gapone,

con un
grm sentido

de
la propaganda, loo días ante­
riores arengó a los
huelguistas,· e,cponiéndoles la necesidad de la pe­
tición al Zar como única persona que podría resolver sus problemas,
pero, cuando los
más sensatoo y consecuentes le p,eguntaban que qué
pasaría si

el Zar no
hacia caso, Gapone respondió que para elloo en­
tonces, en ese caso, el Zar dejaría de existir. Gapone informó de la
(21)_ Los regimientos de la Guardia corresponden a una nomenclatura
que se observa en cualquier estudio, no sólo de la revolución rusa de 1905
y de la de 1917, sino que esta nomenclatura fue conservada y es en la actua­
lidad mantenida por· los soviéticos.-Son unidades que no sign.ifican por su
propio nombre que pertenezcan a una guardia especial, sino que basándose _en
una antigua tradición rusa, son unidades seleccionadas del ejército; por ejem­
plo,
a u.na división se le puede denominar la División 211 de la Guardia, lo
cual significa que está incluida dentro de esa categoría de tropas especiales.
719
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
convocatoria de la manifestación al ministro del Interior y al mismo
Zar, haciendo hincapié en su carácter pacífico y desprovisto de vio0
lencia, sin recibir petición ninguna. El subsecretario del Interior or­
denó

su detención. Pero,
la personalidad
del pope Gapone se pone
una, vez-más de manifiesto, recuerda a estas personas tan corrientes
en
la vida actual que, bajo pretextos de la no violencia, llevan implí­
citas en sí una forma especial de violencia, bastante más peligrosa
que
la habitual, pues, disfrazados de ese pacifismo, provocao situa­
ciones ta.les que muchas veces resulta imposible evitar el empleo de la fuerza contra ellos. Una multitud llevando iconos y retratos de
Nicolás II avanzó hacia
el Palacio de Invierno, donde no se encon­
traba el Emperador, ya que habla acudido a su residencia habitual de
Tsarskoie Selo. El
. grueso
de la manifestación estaba dividido en dos
grupos: uno de ellos con Gapone al frente,
y el otro bajo la direc­
ción de
Rutemberg, socialista

revolucionario. La masa de manifes­
tantes, al
acercarse a la puerta de Narva, se encontró enfrente a unas
unidades de infantería, preced_idas
de unos
escuadrones de
caballería~
Sin previo aViso, según parece, las unidades de caballería, en su mayor
parte pertenecientes a escogidos escuadrones cosacos, cargaron. contra
la multitud. Después, la infaotería
disparó descarga tras

descarga, ocasionando
numerosos muertos y heridos. Parece ser que la orden de abrir fuego
partió del príncipe Vasilchijov,
comandante .en jefe

de una de las
divisiones de
la Guardia. fü embajador británico relata, por encon­
trarse muy

cerca del puente Teroitzk,
cómo se
produjo la carga
de
la caballería
y

las subsignientesdescargas de infantería (22). Las
(22) Aparte de la descripci6n del embajador inglés, existen también otras
descripciones

de
otros observadoi-es ingleses éomó H.

Williams; siempre que
se produce un acontecimiento, curiosamente aparecen observadores ingleses,
resultando ya extraño el

notar su
presencia en
cualquier suceso de
fa Vida
tusa.
Cuando

el 4
de· febrero

el
Gran Duque Set"gio Alex:androvích; tío

del
ethperador y gobernador general de M~scú, es asesinado, da la casualidad de
que
el-corresponsal
del
Timeti· que se·dirigía a Ja ·estación de Vaisóvia a -es.
pérar
a uil conocido

suyo que
llegaba a Rusia, presencia perfectamente· el
aseS'in.atO''del Gran·Duque por una bomba: arrojada· por un soci-a:lrevoludOnario'.
Puede set' casualidad,

pero ·
sieinpre que ·se pri:>dlicen .acontecimientos hay algún
observador inglés.
Más· tarde· podrenios Ver· lo· mismo, en 1917 hay· oósei:-va.
720
Fundaci\363n Speiro

1905: EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONARIO
descargas de la infantería, y la carga de la caballería contra la mul­
titud, fueron las
sefiales que

desataron el comienzo de
la revolución.
En todo el territorio ruso estalló un enorme número de huelgas, ma­
nifestaciones, disturbios, y en
San Petersburgo se levantaron nume­
rosas barricadas,

asaltándose, además, numerosas armerías
para hacer
frente a
las tropas. La violencia se extendió especialmente a las 2onas
fronterizas,

como Polonia,
las provincias
bálticas y Finlandia. El
ejército
y la marina se vieron afectados, produciéndose en numerosas
partes sublevaciones, en las
que soldados o

marineros atacaban a los
oficiales.
En la

ciudad de
Lod2, se
produjo nn levantamiento armado,
y los sucesos revolucionarios tuvieron especial incidencia en Varsovia
y en Odesa, puerto donde se produjo la sublevación de la tripulación
del crucero-acorazado «Potemkiro>, quien se unió a la rebelión, con­
v.¡rtiéndose así

en lo sucesivo
el au.cero «Potemkin». en wi símbolo
de la revolución rusa, sobre el que se escribirían numerosas obras y
se rodaría una famosa peUcula de clásico corte propagandístico so­
viético.
No obstante, la huelga de San Petersbutgo fue cediendo, y el 18
de enero, siempre según el antiguo calendario ortodoxo, el movimiento
revolucionario estaba ya en franca regresión. El
Zar, en

lo sucesivo,
perdería bastante confianza en encontrarse con las
masas populares,
y, por temor a atentados, la policía le aconsejó que nunca acudiese
a las ceremonias que hubieran sido
fijadas de
antemano, y, asimismo,
frecuentó
más la utili2ación del yate imperial (23). Una ve2 que
las huelgas ciudadanas habían descendido, se
ptodujeroil revueltas

cam­
pesinas en
gran parte del territorio ruso, asaltando los campesinos pa-
dores ingleses que relatan los hechos, destacando el de R. Bruce Lockhart. Es
indudable, y sobre ello existe abundante documentación, cómo el servicio
secreto británico trabaja activamente en ios difer~ntes 1$rganos de la oposición
en Rusia, para así,
de esta
forma,
averiguar en caso de la caída de los zares
quién sería
la fuerza que estaría destinada a ejercer el control del país.
(23) El yate imperial, el «Livadia», curiosamente era un barco de ex·
trañas

características,
pues tenía una manga desproporcionada para. su eslora,
a fin de evitar en lo posible el mareo de los miembros de la familia imperial.
Era considerado un barco muy poco marinero, pero de una particularidad en
su construcción tan
extraña que

ha sido comentado en varios tratados
de in­
genierla
naval

de
la época.
721
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
lacios y casas de campo· de ·los terratenientes; y; ¡,osteriótmente, in­
cendiándolas.
Ant,e la perspectiva revolucionaria; ·el· Zar recibió en su residencia
de Tsarskoie Selo a una: cbmisión de 34 hombres, elegidos al azar
entre los
clifierentes representantes
de
San Petersburgo. El Zar dijo
que las justas,
petici~ dé fos obreros •serian atendidas.

Y el ministro
de Hacienda,. Kokovtsev; hizo una encuesta de urgencia sobre la le­
gislación laboral
europeá, recomendando que el régimen ruso dejara
de considerar a
las huelgas•·como motivos poHticos, y le diese una
clasificación
exclusivamente laboral; Siempre según

el calendario or­
todoxo, el
18 de

febrero, al nuevo ministro
dd Interior,
Buligúil, le
dio
instrucciones para·

la
·elección, de

un nuevo parlamento, conocido
como Duma,
que· convocaría a los representantes

populaces para la
elaboración de nuevas leyes. A todo esto, se hablan producido la de­
rrota
terrestre· de Mukdeh y el desastre naval de Tsuhima, sobre el
que
yá hémo6 comentado

anteriormente, produciéndose
un estado
de
pesimismo
y desespetación. El 24 de mayo de 1905, un consejo im­
perial decidió

que
·era más urgente que· se prestara atención ·al orden ,
interno · que · a la· guerra. ·m · desllStre. de. Tsushima hizo dar nuevos
bríos
:al movimiento revolúciooario, partlcn!annente en Polonia, pro­
duciendo gigantescas

alteraciones del orden público y manifestaciones,
asi como levantamientos armados dirigidos por el que posteriormente
sería
el jefe del Estado 'polácri, 'el 'mariscal Pilsudski, quien estuvo
en contacto él>n lós servicios secretos jiponeses, a fin de que el Estado
Mayor
del Japóo proporciOOllSe ayuda· a los revolucionarios polacrnl,
no' conéret4ndose está intervención
en la práctica posteriormente.
Mientra,s
tanto,

el ministro liberal, el conde Witte, a través de
la mediación c:oii los Éstittfus Unid~,. pudo conseguir el 23 de agosto
la
paz con.el.Japón, fundamental' para
poder asegurar el orden interno
ante. la
amen""ada, situación

subversiva del Imperio.
V, . La, segqnda fase de la rey¡,Jución
;El 6 de agosto, el Zar anuncia la cre,ición de un parlamento ,;.
D;,,,,a
consultiva,

pero
i,sto ya. no -satisfacía a grandes. sectores de la
oposición, que lo que querían era un parlamento al. estilo del de los
722
Fundaci\363n Speiro

190J: EL ENSAYO GENERAL RBVOWCIONARJO
países occidentales, ,cootdbuyendo.,a, aumenta,, la agi\ación del im­
peri~ Esta vez es,
en· Moocú, ·y · no en San Petersburgo,. donde el mo­
vimiento
revolucionario.,e:mpiez~ a toma, .una actividad más creciente.
El papel, tanto de los bolcheviques .como de los mencheviques, hay
que
reconocer .que
no. fue d«isivo en . el golpe contra el zarismo,
y siguiendo
lo que sería. una forma .de ver los su~os, posteriormente
repetido

en tantos
paises, del mundo,. los bolcheviques no apoya,ían
el .alzamiento de 1905 hasta que éste se encuentra en una posición
fuerte, siendo cierto que los bolcheviques no iniciaron la fqrmación
de

los
soviets.ni los

apoyaron
al principio.

Lenin
pensaba que fa so­
cialdemocracia d~iá unirse

al
go)>iei:no surgido

de la burguesía y
colaborar con
.los demás partidos, para podet tomar

así el
cc!ntrol de
al

lucha
revolucionaria,. , pero nunq ~ubordinando los bolcheviques
a

otro
¡,nrtido, sino. ·que quedwa claro. desde el principio q'\e éstos
eran colaboradores

en
.el objetivo priorita,io de derrotar la autocracia,
pero no

en el logro de
una. solución

.definitiva, que no fuese acorde
con sus
. ideas·

e intereses.
Por esto

los bolcheviques
oponían desde
un principio resistencia ·al establedrn,ientp de-los soviets, mientras que
los mencheviqnes ,est,41 tot'llmente .dispuestos ·a colaborar con estos
consejos· de

obreros
y soldados .denominados soviets, suministrando
a gran
¡,nrte de

sus. dirigentes,
,no. colaborando, Jo¡¡ bolcheviques en los
mismos hasta que éstos dejan de surgir .tnás-o menos espontán~ente,
y Se convierten en organizaciones con fu~ y erapuje.
Por

otra
parte, .el enfrentamiento entre los diferentes grupos re­
volucionarios.; CQnstituye .un~ _enorme . yen~ija p:µ-a el zarismo, pues
Trotsky, a los pocos· días del diatriba contra el dirigep.te liberal y , antiguo socialdemócrata Piotr
Strnve,
del que

ya
h~os hablado ,an~ormente. Trotsky

desarrolla
una en.orme· imaginación en ,el proceso revplucionario, adelantan lo que serla después l.a ,revolución de 1917; y que en tan gran parte
,e
debería· á él .. <¡:Qnsideraba. que, los insurrectos .si ten!an, posibilida-.
des
de
triunfo a pesar de su carencia ,de armamento, pues

aún admi­
tiendo que

los
obreros p<>t .si ,J;olos, a v~cer
en un levantamiento, la propag¡mda ejercida

por
la revolución.
si podría

atraer a los soldados
y marineros, · y que todo lo que se
necesitaba
para ponerse a, la altw;a d,t momento eran < 723
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
cualidades muy senállas: el a.barulono de la l"Utina organizativa y de
las
miserias tradiáonales del movimiento clandestino,

una
concepáón
amplia, iniáativa valer05a, habilidad
para valorar las situaáones, una
vez
más una iniáativa
valer05a» (24).
Vemos c6mo frente a la l"Utina destaca lo

contrario, siempre su
dinamismo, el deseo de superar las histéricas discusiones de Dlovimien­
t05 revoluáonarios en el exilio, carentes de practiásmo, para operar
activamente y siempre con iniáativa. Trotsky sigue relatando, con la
pormenorización que

caracteriza al estudio de su personaje Deutscher,
en febrero de 1905 regresa a
Rusia, deteniénd05e antes

en Viena,
donde, en
casa del

famoso
socialista Víctor
Adler, se afeita el bigote
y la barba, a fin de dificultar en lo posible a la policía · el reconoci­
miento fotográfico del
mismo, y en febrero llega también Trotsky
a
Kiev, pues siendo importantísimo centro, no obstante,
la o¡rana no
tenía
los medios

de que disponía en
Moscú y en San Petersburgo.
:Allí
conocería al ingeniero industrial Leonid Krasin, miembro del
Comité Central
y jefe de la organización clandestina interior, quien
resultaba ser

un hombre lleno de intenáones
armonizadoras dentro
del
partido, deseoso

de
superar las
diferencias entre bolcheviques
y
mencheviques, que solo conducían al desgaste y a la división, supe­
ditando
gran parte de sus convicciones al deseo de esa conciliaáón,
lo que le hacía estar en oposición con Len in, in.flexible en sus posi ~
ciones, llevándole el mismo Krasin a Trotsky en el roes de abril a
San Petersburgo.
Del

enorme número de obras escritas en la Unión Soviética, con
el fin
de minimizar y desprestigiar el papel de Trotsky en la revo­
lución

de 1905, no obstante,
y con un estudio desapasionado de la
misma, resulta innegable el papel directo ejercido por él, por una
explicación snmamente sencilla:
y es que el tener esa habilidad de
llegar inmediatamente

a Rusia, al
poco de comenzar los sucesos re­
voluáonarios, le
hace estar en una situaáón mucho más ventajosa
que otros bolcheviques
y mencheviques de mucha más categoría y
tradición que él en las actividades del partido, pero que se encontra­
ban en aquella
época en
Ginebra
y en Londres, y precisamente por
(24) Isaac Deutscher: Trotrky, el profeta armado.
724
Fundaci\363n Speiro

1905: EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONARJO
esa diferencia de encontrffle en el centro de los sucesos revolucio­
narios, como esas gentes se encuentran en
Euro!"', hacen
que ese
P"Pel sea

mucho
más destacado que el de los dirigentes más antiguos.
'frotsky estaba

todavía en una situación de indecisión, de horror a
perpetuar el cisma entre mencheviques y bolcheviques, ya que lo con­
sideraba sólo una situación provisional, radicando ahí su diferencia
con Lenin, inflexible en la !""tura de los boloheviques, o como otros
grandes
santones, como
Axelrod y Martov, representantes menche­
viques,

todos inconmovibles en
sus !""iciones. Trotsky

consideraba
que un
P"rtido unido -dría más fuerza y más difusión que esa
escisión bastante artificial. Cuando regresa Trotsky a Rusia, la primera
etapa de la revolución se ha agotado, las huelgas han ido decayendo
y la fuerte represión ha intimidado a los
revolucionarios, apro.,echán­
dose
de

esto
las clases liberales P"t" plantear unas reformas menos
absolutas que las solicitadas por los socialdem6cratas
y socialrrevolu­
cionarios, y
más acorde

con lo que el Zar
podría conceder. Los re­
volucionarios califican de
pseudo!"'tlamento la

Duma, que es convo­
cada por el Zar en ese manifiesto publkado el 6 de agosto. La Duma
habría de ser un Consejo legislante consultivo, no un órgano legis­
lativo, cada estrato social votaría separadamente, recordando· así a
los estados generales que
precedieron a la Revolución francesa.
Sin embargo, esta concesión liberal de una Duma en la que el
Zar se reservaba el derecho de prorrogarla o de disolverla, supuso un impacto en
la O!""ición; el historiador Miliukov, futuro jefe del li­
beralismo, acogió favorablemente el comunicado del Zar, consideran­ do que
era lo único P"'ible de

que
se podía
disponer
en aquella
época.
Trotsky, que

se
quejaba de que la Duma dejaba a las clases
trabajadoras privadas de su derecho al voto, promueve un boicot a la
Duma, escribiendo entonces una famosa carta al profesor Miliukov,
en la que se Je acusa de teórico y de desvinculado con la realidad. Su
carta abierta a Miliukov es un modelo favorito
y característico de
Trotsky como forma de expresión, en
el que denota su erudición.
A su regreso a Rusia escribe proclamas campesinas que publica con
firma del Comité Central. Trotsky, que había tomado
el disfraz de
un oficial
~o del

ejército, denominado
Armu2ov, se entregó a
una
febril actividad revolucionaria,
encontrando cómplices
que le
725
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
protegían de las gestiones de la Ojrana, asL como de .. un co dico destinado en la Escuela de Artillería, donde Trotsky y Krosin
aprovecharon la dificultad
de que el lugar fuese investigado por la po­
licía, para celebrar reuniones del movimiento revolucionario. Trotsky
y su primera-mujer, Na.taHa Sed.ova, se hacían pasar por el matri­
monio, Vikentiev, pero la o¡r,,na logró arrestar a la Sedova durante
una: incursión

que
hizo-'la 'caballería ·en

una reunión del primero de
mayo celebrada en los alrededores de
San Petersburgo,

y a continua­
ción
Trotsky, para

huir de la persecución de la policía, que ya le
había
localizado y empezaba a rastrearle efitazmfllte,. hubo

de huir
a Finlandia. Por otra parte,
en•septiembre 'de 1905,' al reúnirse en Moscú cua­
renta

miembros de la
Unión de Liberación· y veinte de
los
«Zemst­
vos» (25) trazan el' programa fijo· del ·Pa'rtido Liberal

de Rusia, y
un mes más· tardé u.ria nueva asociación, más nutrida y con mayOr
fuerza, por agrupar· á claseS-sOCiales. más diversas, funda en: Moscú
el que sería hasta después de la revoluciórt de 1917 uno de los
partidos políticos
más conocidos, el Partido Constitucionai Democrá­
tico, que es cortocido en todas las Óbras sobte la revólución como
Partido Cadete, nombre que viene de sus iniciales K. D. en el idioma
ruso.
'Mientras tanto, Lenin, el que describió la revolución coila el
ensayo general, ...,;,,¡,rosarnerite, permanece apárlado · del escenario
pÓÜtico a· .tll·Hes de' kilóinetrJs,"º1eh Giri:cl>fi; LenÍn se éntefa ·-de la ma­
tanza del «Domingo ~angriento» en Ginebra; y piensa que los su­
cesos de RuSia són, segfui· su· biógiafé>. David ShuP, «una inSurrección
armada y la COllsiguient.; iíripliiritilión °de una dictadura de obreros
y campesinos», «que había pasado a ser objetivo de realización
inmediata.>>. Estudió cuanto habían
escrito Marx y Engels sobre las
técni~
de

la
insurr6cci6n y las tácticas de

combate en
las barricadas
(25) Los «Zemsh'."os» '?'ran asambleas provinciales autónomas, creadas por
las reformas de Alejandro II, que reunían a grandes propietarios _y campesinos
conjuntamente. Eran coiaboradores' con ~'¡ slstema, perc)' de marcado carácter
liberal, ·como lo prueba Cl likho· de; -qtie a los «Zemstvo~& se ·debiera la crea~
dón de tribuhales_- -con jurado. ·
726
Fundaci\363n Speiro

1905: EL ENSAYO GENERAL RJjVOLUClONARIO
descritas en las memorias . del. general Clusert, • que· había reprimido
el levanta1l)iento parisino de 1848 ..
Siempre la obsesión, como _en, circunstantjas históricas -anteriores, de
las acusaciones de girondinos, bonapartis.tlls, etc.; de la Revolución
Francesa y épocas posteriores, .tales cruno los suoesoo de 1848, y la Co­
muna

de París, que tanto
salen a. relucir-

en las obras bolcheviques
de
la época,

las acusaciones de
«blanquismo», seguidores

de Blanqui,
etcétera. El pope Gapoue había pasado,.
mientras tanto,

de su papel
pacifista a
ultranza aJ -aprendizaje. de ]J!S armas de fuego y ·a. montar
a

caballo,
y a pesar de las sospechas. qm, sobre él existían, y
parece que fundadamente, de haber pertenecido a la Ojrana, .Lenin
consideraba que el cura
ruso podría

ser
un.

elemento
importante para
la

revolución, y del que con frase
textual dijo

que ,estaría «esforzán­
dose por adquirir la claridad _ de Ja visión
J"evolucionaria que

todo
líder político
necesita)>. Lenin

consiguió armas
para los revoluciona­
ri06,
pero,

lamentablemente
para .. ellos, el buque que las transportaba,
encalló iootilizánd= toda

la carga. Seguia insistiendo
,mientras tanto
Lenin

con
enorme actividad,

tratando de investigar todo lo que existía
sobre situaciones revolucionarias, -partirularmente urbanas, en_ la .Bi­
blioteca de Ginebra.
Al
pensar Lenin que

la sublevación
general ya era

un hecho,
quiso
esforzarse

en
tomar todo
el control
del partido a

favor
de• 106 bolche­
viques,
arrebatánd=lo a los mencheviques, convocando, a
sus segui­
dores
para un

congreso que se celebrada en
Londres del

25 de abril
aJ 10 de mayo de 1905, y aJ que a.Jgo p Tercer
Congreso del

Partido
Social greso
que

sería atacado por
los mencbeviques, aJ acusarle dé que so­
lamente

la facción leninista era la
que se

encontraba presente, con
figuras tan
destacadas.como KatneJ:1<;V, Rikov, Krasirt, Litvinov, Lu­
nacharski, Mijailov (Peostolovsky),

Bogdanov,
Sj!ovsky, producién,.
dose
también

entre
los bolcheviques

ciertas
tensionés internas,
no en
lo relativo
aJ papel de Lenin, que enseguida fue aceptado por todos
co!Ill) su

jefe
y concediéndosele amplios poderes, 'acordándose lo. qi,e
despnés

sería habitual en
tod06 los congresos JI'. orgaoizacines cotim­
nistas

de
todos 106 paíse

del mundo: atacar duramente a las
facciones
disidentes, expulsando
a, los que estaban. ,en. <;ont~, y particulannente
727
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
a los mencheviques, Estos, a su vez, jamás reconocieron autoridad al­
guna al titulado Tercer Congreso del Partido Socialdemócrata ruso,
sino que
para ellos siempre seria la primera reunión o primer con­
greso del partido bolchevique.
En este Tercer Congreso del Partido Socialdemócrata, o primero
del partido bolchevique, según sus adversarios, se produjo el
hecho
de

que los delegados del interior eran opuestos a ser dirigidos desde
el
rnerior -ese conflicto

que antes
hemas señalado
y que siempre
termina produciéndose en todo movimiento revolucionario---, ya que
los delegados del interior consideraban que los que vivían en el exi­
lio habían perdido el contacto y
la realidad de los acontecimientos, y,
por otra parte, el hombre clásico del Comité, el «Komitetchk», era
una persona de actitudes generalmente dictatoriales, no reconociendo
ningún tipo

de democracia interna, ya que solían decir: «este demo­
cratismo s6lo nos llevará a caer en manos de las autoridades», ata­
cando virulentamente a los miembros del partido dirigentes en el
extranjero, que siempre
se limitaban a vivir bien y a organi:z:ar intri­
gas
; estos Komitetchiks son los que crearon mayores dificultades en
este tercer congreso del partido, diciendo que todos estos delegados del exilio deberían ser enviados de inmediato a Rusia para que su­
piesen lo que era luchar en la oposición. Dijeron también que
el Tercer Congreso no tenía entre sus delegados ningún represen­
tante del proletariado, pues
un obrero que se presentaría corno tal,
el conocido revolucionario
Babusjil, no era el obrero de tal nombre,
sino

que
era un alias utilizado por el revolucionario Sjlovski. Lenin,
sin embargo, no
se tomó demasiada preocupación por el asunto, ya
que
estaba convencido
de
que el desarrollo creciente de la revolución
haría que
el poder

de
la dirección e,ctranjera fuese disminuyendo, y
él mismo consideraba que su
situación de
exiliado iba ya a durar
poco. Lenin defendió
la idea de incluir a representantes de los tra­
bajadores en los diferentes comités, con el fin de evitar que el partido
cayese en una
desviación intelectual que

le haría alejarse de las rea­
lidades concretas, llegando a decir que le gustaría que hubiese
en
todos los tomités por lo menos ocho obreros por cada dos intelec­
tuales. Según
"relata la esposa

de Lenin, la Kmpskaia, otro punto que
728
Fundaci\363n Speiro

190,.-BL BNSAYO GBNERAL REVOWCIONARJO
adquirió una enorme importancia en el tercer congreso del partido
fue el de la propaganda y agitación, poniéndose de relieve cómo
este tema

tan amplio iría adquiriendo tal importancia que escapaba
de los límites de
la vieja organización clandestina, que se movía con
medios mucho
más exiguos. A su vez, se pensó en la necesidad de
publicar en Rusia un periódico ilegal que serla el órgano central del
partido, a través del cual el Comité Central informase a todos
los
comités

locales de actividades, puntos de vista, medidas a tomar, etc.
Este periodo iba a ser titulado
Proletarii. Lenin, deseoso de que que­
dase clara su diferencia con los mencheviques, al terminar este tercer
congreso, o primero
según los
diferentes puntos de vista, quiso ex­
presar todo el contenido del mismo en una obra bastante conocida,
que explicase la diferencia de procedimientos
y de resoluciones entre
el congreso bolchevique y la conferencia menchevique, la obra fue
la titulada: «Las dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución
democrática».
Al regresar a Ginebra, junto con su mujer, Lenin, preocupado
por las visitas de los revolucionarios que acudían a verle para inci­
tarle a la acción, entre ellas la de un joven menchevique de la ciudad
de
Kazán, se entregó con ardor apasionado a lo que él consideraba
era y debía ser el objetivo número uno, el levantamiento armado in~
mediato. Len.in consideraba que la victoria sería muy difícil, casi
imposible, pero que lo importante era la sublevación. Cuando, con
el retraso natural de fechas, se entera de que el 14 de julio, a bordo
del crucero «Potemkin», se habla izado la bandera roja y cómo su
tripulación se había sublevado (26), envía
urgentemente a

un miem­
bro del partido a Odessa, con
instrucciones, un

poco utópicas, de
procurar el levantamiento
general de toda la flota. Esta es la am­
bición máxima de Lenin, el conseguir que fuese un hecho ya la
sul,levación de la marina
y del ejército, tomando consecuencias de la
misma: «El ejército revolucionario es necesario, porqué las grandes
mudanzas histñricas sólo se c.onsiguen por la fuerza, y en la guerra
(26) La sublevación del «Potemkin», crucero que tomaba su nombre del
político ruso y favorito de Catalina 11, se originó por el pésimo estado de la
comida de la dotación.
729
Fundaci\363n Speiro

dNGIJL MAESTRO
m.oderna, decir,fuerza organizada es decir organización militar», (27).
A su regreso a Ginebra, la
Krupskaiao es elegida

para la comisión que
debe editar
los informes di:! congreso, junto con

otros bolcheviques
destacados, que después :tuvieron que ausentarse o dedicarse· a otros
trabajos, como Knsky y Orlovsky.
La
pobreza, de

los bolcheviques en
el aspecto organizativo, más
bien buroc;rático,. era tal, _que al no existir mecanógrafas ni secretarias,
y después de un complicado sistema. manual de traslado de las actas,
éstas se
completaban en
un
café do Ginebra,

considerando, además,
todos los delegados, que
lo que decian esas actas no era lo que ellos
creían haber dicho. El
t~ del periódico revolucionario
ilegal en
Rusia, era
tema. principal,

entregándose activamente a la fundación
d~l_ .mismo, eJ).tr~dq. ~: f'Ontacto con. numerosos e4itores, _pero con.­
siderando

que era
más conveniente. eJ disponer de maquinaria propia.
Vuelven a producirse los choques con ,el gran teórico Plejanov,
insistiendo Lenin,
en el
mes de octubre, en que debía dejarse de
pensar en Plejanov, y nombrar a
, uo

propio delegado bolchevique
para su

colaboración
en el
citado
periódicQ,. pero
también antes había
dicho que

debía desconfiarse uoa
vez más ,le Plejanov. Sin embargo,
cuando las

posibilidades del periódico fuesen un hecho,. el prestigio
de Plejanov era todavía .un importante factor a considerar, y Lenin
~~Jjcitó de él una entrevista, con el fin de olvidar el pasado y contar
CC?'Cl sus valiosas· colabora.don~ para el futuro. Pero, ~a. enonne de­
cepción de Lenin era la sublevación armada, su desesperación era
~reciente, por ver_ c6mo: ~1 movimient~ revolucionado en el imperio
rus_o era
obediente a fuerzas espo~táneas ,

e. inconexas-
~tre si,
muchas
veces con-
inte~tes comunes, pe~o movidas

por
int~eses distintos
que les }:iacíao. enfrent~e-_con_ una enOt'm~ falta

de
~oordinación.
Por eso él atacaba a esa espontaneidad, . considerando que el partido
debería
sieQlpre tomar la dirección, y lwchar contra esa espontaneidad
que podría ser
nef"asta para la revolució,:,. , . , ,
Pero

Lenin se equivocó, pues
consid\'fba que 1Q5 pfazos que

él
mentalmente tendría
fijados son

los que corresponderían al desarro­
llo, de
,fa revolu¡:ión, Y, si hubiese querid9 ejercer el papel pred9ffii-
(27) D, Shup, comentando las obras de Lenin, vol. .II.
730
Fundaci\363n Speiro

1905, EL ENSAYO GENERAL REVOLUCfPNARIO
nante que tenía. en mente; .deb<:tía .haber aband1>nad<0 mucho ,antes
el exilio suizo para presentarse .\'11 ·Rusia.'. Cuando Lenin llegó a Rusia,
el 20 de noviembre, era muy
tarde, para que

pudiese jugar un
papé!
importante en la revolución. No sólo Lenin, sino los grandes jerifal­
tes

bolcheviques y mencbeviques,
eomo Plejanov, Axelrod, Martov,
etcétera,
ninguno se encontraba en. Rusia en 1905, por eso destaca
más el papel de Trotsky, que hizo que su figura tomase un conside­
rabilísimo, matiz. revolucio(1:ario, por encontrarse en el centro de los
sucesos e intervenir activamente en los: mismos. El mismo Lenin había
dicho varias veces que hábla que estar presente, pues los ausentes no
serviríao

para
nada. Lenin dejó perder la ocasión, .mientras que Trot­
sky

era ya
el primer dirigente de la revolución. La orgaoización leni­
nista

tuvo un
grave defecto
que repercutiría de forma
transcendental,
y era el que cuando no estaba Lenin,; sus hombres no tuvieron altura
suficiente
ni iniciativa,

y, por otra
¡,arte, el que 'frotsky, corl su idea­
lismo,

no
estuviera al

lado de'
Lénrn; sino
enfrente, en
aquellas jor­
nadas

de 1905.
Como hemos podidó ver,
después de las' jornadas vióléntas del
invierno
y de la primavera de 1905, la revolución había sufrido wi
reflujo,

siendo la sublevación del
«Potemkin» el último estallido del
movimiento revolucionario, ,

por lo
-que pared a que lá, misma habla
entrado
ya en una fase de
repliegue; pero en Moscú (28) :-Moscú
(28) El primer soviet parete set que fue el creado en lvanovo-Vozne­
s~sk, cerca de Moscú, el 13 de .mayo ,de 190'-~ I~ovo-Vo~~ •. era el
centrÓ más· importante de la industria. textil r~a. Eotr~ mayo_ y octubre se
constituyeron
soviet'5, ad~ás de, Ivagovo, S~n Petersbur:go y Mosc6~ en las
siguientes pobladories: Novo!"odik, R.o~tO~, ~arit Kiev', 'éhitá, Irkubk, ·Kras­
noyarsk, KoStroiná, 'Sar~tov, Mikischí, Tvei-, OriéjbVo-Z-6.ye'v~, Viatka, Ekate­
rinenburg, Nadéjdinó, Vodkino, ·odessa, NikoláieV', Kremeachuk; Ekaterirtos­
lov, Yúsovka, Mariúpol, Taganrog, Bakú, Bielostok, Smoliensk, Libeu y Rével.
Andrés Nin: L(J.! .! Los soviets nacieron como comité de huelga,. pero .lo: superaron pronto, a/
extenderse más allá de lo ·que .J;epresentaba 1.1'.0;¡¡l··.sola fábri~ y enseguida, abar­
caron todas las. instalado.n~ fabriles· de las ciudades, El soviet es una carac­
terística
clásica de la revolución. de. 1905, y supone algo:_ nuevo y _desconocido.,
Característica de Rusia, hasta
el p~nto 4e :que la1;palabrJ1 soviet .ha dado. su
nombre· .a· la r~~ucióJ1, . ·.,.
731
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
fue la ciudad que dio el impulso decidido a la revolución, más que
San Petersburgo- la
agitación mixta estudiantil-obrera (29) crece
enormemente, produciéndose entre los días 2 al 18 de octubre una
huelga de tipógrafos, que hace que no se publiquen los periódicos de
la capital, siendo esta huelga de tipógrafos el motor de arranque del
posterior movimiento revolucionario. Los tipógrafos son los primeros
en formar un soviet (consejo) de los diputados obreros. A su vez,
el
7 de octubre se proclama una huelga general de ferrocarriles, que
aunque no tuvo plenos resultados, sin embargo consiguió interrumpir
las comunicaciones entre Moscú y San Petersburgo. También se
producen huelgas que afectan a los servicios telegráficos y telefónicos.
La huelga se extiende de forma inusitada, el movimiento revolucio­
nario obrero, da forma a algo que sería decisivo y fundamental, y
característico de la revolución rusa, el soviet, pero el soviet no fue
origioalidad bolchevique, sino que este ¡:onsejo de obreros estuvo
visto con enorme recelo por los bolcheviques, al considerarlo un
peligro para las instituciones del partido, y de ello es prueba cómo
los dirigentes de
la organización eo San Petersburgo, Bohdanov y
Knuniants-Raidn se opusieron a ello.
Los soviets eran los dirigentes del movimiento en reclamar me­
joras

en las condiciones
laborales, mejoras
para los
campesinos, la
necesidad

de un gobierno
más tolerante, así como la constituci6n ur­
gente

de una asamblea constituyente acertadamente comentado por
algunos autores, tales como Me.
Closky. y

Tumer.
Las peticiones
de

los
soviets eran

mucho más burguesas que
socialistas, ya
que el
alzamiento nunca se planteó en aquel principio como una revolución
socialista, sino como una revolución democrática dirigida en gran
parte por las clases medias y representantes de la burguesía, no para
conseguir un gobierno de la dictadura del proletariado (30).
( 29) En la agitación estudiantil de Moscú, se destacó ya un joven es­
tti.diante, qUe sería
después uno de los mayores teóricos del comunismo, y
uesinado posteriormente por Stalin: Nicolás Bujarin.
(30)
Es un hecho cierto el que los bolcheviques, al principio, considera­
ron
de forma inequívoca
al soviet como un rival del partido, mientras que los
apologistas soviéticos actuales, ante
el erroc cometido por Lenin, tratan de
demostrar cómo la posición bolchevique
estaba totalmente a favor del soviet
732
Fundaci\363n Speiro

1905: EL ENSAYO GENERAL RJWOWClONARJO
El curso de la revolución seguía creciente, pues aparte del paro
ferroviario,

los campesinos incendiaron una
enorme cantidad
de fin­
cas
-se calcula que unas dos mil- y tom6 forma una rudimentaria
reunión de campesinos
que celebró
su congreso en
Moscú. Asimismo,
en
Sebastopol, en Crirnea, sede

de la flota del
Mar Negro, un ma­
rinero asesina a
dos oficiales que le impedían la salida del cuartel,
dada
la prohibición de que la marinería asistiese a las jornadas re­
volucionarias, produciéndose una enorme efervescencia, que da como
resultado que gran parte de la guarnición del ejército de tierra en
Sebastopol se

subleve, en apoyo de
la flota del Mar Negro, que ma­
yoritariamente se
había sublevado

contra el gobierno imperial (31 ).
de diputados obreros de San Petersburgo, procurando, en cambio, que Trotsky
quede

empequeñecido en
esta lucha,
y presentándole como oponente. Cuando
Lenin,
y ésto hay que reconocerlo, siempre hábil y táctico y acoplándose a las
circunstancias, ve en los primeros días de noviembre --según el calendario
antiguo-
qu~ el soviet

había
Uegado a

constituir
una organiiación fuerte

y
con dinamismo, es cuando ve
la posibilidad de que la actitud del soviet sea
aprovechada por el partido, pero nwica antes. Es un hecho histórico cierto,
que los mencheviques ·y los socialrevolucionarios decidieron enviar represen­
tantes
y colaborar con el soviet al principio de las jornadas revolucionarias,
mientras

que los bolcheviques
exigieron que

el soviet,
para colaborar
con él,
se
_sometiera de

inmediato a la dirección del partido. Trotsky fue quien tomó
la decisión de
acelerar la cooperación del partido bolchévique con el soviet,
considerando que ningún partido debería

tomar sobre
sí el
liderazgo exclusivo
de -la revolución, revelando de esta
forma un procedimiento· táctico

hábil y
alejado del dogmatismo, que hubiera_ hecho
quedar al partido bolchevique
aislado de

la creciente
fuerza movida

por el soviet. Pero los lideres bolche­
viques, temerosos de que la fusión con
otras fuerzas

dentro del soviet tuviera
consecuencias nefastas
para el partido, y revelando su falta de audacia, no
tomando ninguna decisión abierta en nombre_ del partido, hasta que vuelva
Len.in, por

lo que hasta que Lenin no regresa, en noviembre, no se produce
la incorporación del partido oficialmente
al soviet. Pienso que queda suficien­
temente claro cómo los
bolcheviques no

fueron, desde luego, pioneros en la
incorporación al

movimiento de los soviets.
(31) Esta sublevación de la flota del Mar
·Negro pone de

·relieve
có~o
Lenin

tácticamente estaba acertado en
explotar a
su
favor -la
-sublevación. del
crucero
«Potemkin», avance

de lo que
'Sería después la rebelión de gran parte
de la flota, pero que por esa indecisión o tardanza de permanecer en Ginebra,
no pudo aprovechar debidamente como fue su deseo. Ya hemos·comentado an-
733
Fundaci\363n Speiro

ANGEI; MAESTRO , '.
A su vez, en otros pueblos corninsias independentistas Como Lítuania,
Letonia, 'Finlandia f Poloriia, y · la misma Georgia. dentro· del territorio
ruso, sori · testigos de enormes· t-colosales· ·tevueltas en -·el imperio, to­
mando en algunos casos una especial virulencia antirrusa, como en
Polonia
y Finlandia'. Ef Ca'úcáso ei objeto también 'de una febril ac­
tividad revolucionaria,
en· la

que desempeña un
·papel activo
Koba,
el futuro··Sta.Iin, quien'adivá.niente-dirige 1a áéga·nh:3.Cfon prov~ncial,
incluso con la creación de un secreto laboratorio dedicado a la con­
fección de 'explosivos, construido' gracias
a la: idea del joven inge­
niero bolchevique Krassin,
· que

tan
destacado papi,1 tendría:

en los
sucesos revolucionarios
(32), ·
Si

ésto ocurría en toda Rusia, la situación en
San Petersburgo era
caótica, la fuerza del soviet ,era ~eciente y, como si -fuese un ·gobierno
paralelo, decreta el · fin de la censura y el principio de la libertad
de prensa .. El soviet funciona efectivamente como un gobierno. «Gen­
tes de
todas las partes de
Rusia,
acudían al soviet para que diera
satisfacción a
~us quejas,

que
in~juían desde la opresión. de provincias
enteras hasta ·las' ret:lamaciones de antiguos veteranos de guerra que
no
tenían de
qué vivir, y de viejos cosacos que habían sido licencia­
dos de
los puesio. que hábían ocilpado toda la ','idai Por

último, el
soviet promulgó
.un manifiesto:financiero, dando instru~ciones al

pue­
blo, para que no abonara, los i,µpuestos y exigiera los pagos .. de las
instituciones estatales, en oro- o plata de
buena ley, , y . advirtiendo a
los
capitalistas del

extranjero que si el gobierno revoludoriario salía
victorioso
'no reconócería las deúdas del

Zar»
(33). El 13 de octubre
es
)a fec)!a en.,que se forma en el I~stifuto Tecnológico de_ San Pe:
teri'Ormente el rd:rasO de su e'llvia.do - desde Giriebra a Cri:!Ilea, pala' tt'atat · ·de
intet'esar
en

su
favor' la sublevacl6n de fa marinería. ·
(32)
En esta:'époci{Ias 'ideas de

Koba eran
de ~cend~~ férvor lellinista,
pues ·viendá sus-escrÍtoS d~ entonces, estii totaimellte identificado COn Lenin
frente

a Trotsky,
en considerar que 'fa. ·revoluci6ri seria· e!leni:fali:nerlte 'bürgue8a;
y nO proletaria,· así como eri la ·Qecéi:i urbana con el· caJllpesirilldo: En· TifUs, Koba, iinpu.1s6 'acti'várilente'" fa·· Pubticti.:.
dóii 'de un :d.iatió bokl:Í.evlque, · titulado El },eriódico de, los ob,-efos cauta;
siimos, de muy corta vidá.
(33)
Htida -lá -éstaci6n tlt Pinlandia,··-por E; WiísOP. -,
Fundaci\363n Speiro

1905: EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONARIO
tersburgo el soviet o consejo 'de obreros, qllé erilpieza sólo con cua'
renta miembros, pero que llega. a álcanzar • tina enorme representa­
ción,

constituyéndose en
modelo para los soviets' urbanos de dimen­
siones más pequeliás.
Trotsky, que estaba en' Finlandia; ál ·conocer la situación de San
Petersburgo,
se

desplaza allí urgentemente,
y según su biógrafo Deut­
scher, entre el 14
y el 15 se encuentra ya de regreso en la capitál
rusa,

presentándose
enseguida,.· el día 15, en la rennión del Instituto
Politécnico, donde
el nuevo centro de poder tenla una actividad fe­
bril,
algo que parece anticipar las jornadas de 1917 en el Instituto
Smolny.
Ante la
enorme extensíón dce la situación revolucionaria, el

Zar
Nicolás 11,
álarmado, solicita

su opinión
al político
liberal Witte,
quien acaba
de regresar de los Estados Unidos, firmando con el Japón
la paz de Portsmouth, bastante hábilmente,. pues las
conclusiones de
dicho

tratado o
pacto, no fueron tan desfavorables para el pueblo
ruso, como era de
suponer después

de
la colosál derrota militar (34).
El 16 de octubre,
representa la jornada en la que el Zar publica su
manifiesto, en el que concedía la constitución, nuevas libertades
y
elecciones mediante sufragio universal, todo redactado y dirigido por
el conde Witte, cansando fa impresión de que acababa la era anto­
critica; para entrar en una. nueva era liberál. La sensación de triunfo
de los revolucionarios es
t burgo; centro conspiratorio·
y subversivo, y · ante. una gran· multitud,
Trotsky
considera qne esta cesión de 1á autocracia no es más . que
una
prueba de
debilidad de la misma, diciendo textualmente la si-
(34) . A la opinión internacional habían llegado noticias preocupantes de
lo_s sucesos rev'!luciona.rios,_ y_ el. primo del Zar _Nicolás ~I, _ el Kaiser Guillermo,
en correspondetlcia confidencial, le pidió, acon~ejánd9Ier _que aceptase una
constituci6n, aunque fuese moderada, a
1a vez que le prometía. ayuda si era
neces'arÍo~ ·pata-iep~imir 10S··moVimie:ntÓs t"evofudona:ríos, y,· a tal efecto, una
flota. de 1a marina d'e gueria- alemana fondeó en PetérhOf, · en pleno golfo de
Finlandia. Ello. provocó una·
división interna

en
la corte rusa, pues -los con­
siderados más derechistas y reaccionarios pensaron en que
el Zar podía aco­
gerse_
muy bien al
, asilo

ofrecido
Por el. emp_f:rador _Guillermo, mientras_ que
triunfó ia ~piniÓn de los Hberál~ como Witté, que decían que esto _supondrfa
la

caída irremisible de
la inonarquía en Rusia.
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
guiente frase: «Ciudadanos, ahora que hemos puesto nuestro pie
sobre el cuello de la
camarilla gobernante, ésta

nos promete libertad»,
atacando violentamente al
Zar y al sistema de gobierno, y conside­
rando que eran muy pocas las concesiones de
este sistema, para lo
que necesitaba el
movimiento revolucionario.
VI. La derrota de la revolución y sus consoouencias
Hemos visto la influencia y la enorme extensión que llega a al­
canzar como nueva organización el soviet, a tal punto que una publi­
cación muy derechista de la época,· N (}Voy e V remía, ( «Tiempo Nuevo»)
dijo: «coexisten dos gobiernos en Rusia: el del primer ministro
Witte y el de Jrustalov (dirigente del soviet de
San Petersburgo).
La cuestión ahora es cuál de los dos conseguirá encarcelar al otro» (35).
El

soviet pidió la retirada de las
tropas del
ejército
y de la po­
licía de
la ciudad, y una amnistía política total, la suspensión del
estado de guerra, la convocatoria de la asamblea constituyente y la
introducción de la jornada de ocho horas.
Según el historidor Kochan,
aqu! radicaba el

talón de Aquiles del soviet y el
fracaso de los mis­
mos, ya

que
tropezó esta

implantación de
la jornada de ocho horas
con

el

los empresarios, por lo que miles y miles de
trabajadores se encontraron sin empleo, debilitándose de esta forma el
aidor combativo y, sobre todo, la unidad de los soviets. Entre sus
factores
de fracaso destaca el hecho de que las clases medias se sentían
ya gravemente preocupadas por el
matiz abiertamente

popular, por
esa anarquía que impregnaba ya la sociedad rusa, y por un desmedido
crecimiento plebeyo, con
el temor de que. se iba a pasos agigantados
camino de
superar la

revolución
liberal y burguesa, para caer en un
extremismo y dictadura
terrorista.
Los liberales, enfrente ya de los socialistas, quieren hacerles ver
el peligro de que
dada la
degeneración creciente de la situación
y la
violencia

activa, se
cottia el riesgo de suscitar una represión tal que
(35) Nosar, abogado de San Petersburgo, .conocido bajo el pseodónimo
de J rustalov.
736
Fundaci\363n Speiro

1905: EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONARIO
destruyese hasta las·· pequeñas libertades 'que habia:ri sido concedidas.
El soviet organiza una huelga
general ·que

se quiere sea masiva; con
motivo de coodenar la
extensión de

Polonia, provincia :del imperio
entonces, del estado de guerra;
sufriendo aquí el

soviet un fuerte
revés, ya que
la huelga

general
fue un fracaso, El 11 de noviembre;
se produce un
motín entre la marinería de Kronstadt, pero es sofo­
cado por
fuerzas · 1ea1es, condenándose

a
. muerte

a los
cabecillas, En
aquel

caos,
eHiberal primer

ministró
Witte, quiere seguir un hábi!
y· cínico juégó, halagando a la izqhierda, ·pero, a' Su vez, amenazán-'
dola también con la intervención de: la dérecha, pues amenaza al lide•
del

soviet de
San Petersburgo; Jrustalov, con la amenaza del coósi,
derado
como reaccionario gobernador·
de
San Petersburgo, el general
Trepov, y, a su ve>:, al general Trepov le amenaza con 105 soviets, de
Jrustalov.
Se prodnce una nueva huelga C()(ltra la pena de muerte impuesta
a
los cabecillas de Kronstadt;
y el conde Witte, en un proceso . Iarga­
ménte
repetido

por
los pseudoconcíliadores a

través
de la historia,
v·emos c6mo·. halaga
de5afot9:danient~· ·a lOS movhnientos: · 'revoluciori'a~
ri05, con un leogu~je demagógico, llatnándoles hermano$ trabajadores,
iµstándolos a abandonar . su actitud, . pensando ~en . las. consecuencias
que

tendría para sus
pobres familias»; «y asl, hermanos

trabajadores¡
escuchad el
consejei de un hombre que está animado de buenos cleseoo
para·· todos·· vósotroo». Siguiendo una' caractérística de éstos hombre;;,
de

estos políticos
m,.,raJes, puesta ,de !"anifiesto después posterior:
mente

en tantas ocasiones en
tantas po,rtes. del mundo, amenaza a .la
derecha

con la izquierda, y a
la izquierda con la derecha, como ya
hemos dicho; al líder

del soviet de
San Petersburgo, al abogado Jrusº
taiov Nosar, ·¡e· amenazaba con la intervención del gobernador gene­
ral, el general Trepoy, y, a ~~ vez,_ ~ Trepov: le _am'enazaba cori ·1a
intervención de Jrustalov. Como es, babituol también e!) tales casos,.
sin convencer a unos ni a otros, pues a su democrático ]Jamado. a .los
huelguistas, Trotsky le respondió con la siguiente frase textual: dos
proletarios

no
son parientes del conde Witte». Párece ser

que
Witte
sufrió

un ataque de nervios
cuan.do conocí~ la resp~esta de Troisky,
por

consiguiente
deLsoviet. Mientras tanto, ,a finales de octnbre, L.,:
nin se disponía para regresar a Rusia desde Ginebra, y. en respuest¡t
73-7
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO ··.::·.¡,_º 'i..",,;·,
a úna pregw:ita de pata cuándi:, esbiha programada 1a insurrecaon,
respondería con

una frase
"'11Y· de ,u. est¡lo: «Yo la. retrasaría hasta
lacprimavera. Pero,·

de
todos'ínodos, nadie nos Jo

va a
consultar».
Lenin,
debido a, no

haber
podidá arreglar ciertos

contactos necesarios
para
atravesar la

frontera,
permaneció en
Estocojmo
unas dos se¡nanas,
llegando a: Rusm a primeros de noviembre. Al llegar, Lenin a Rusia
los bolcheviques . hablan

conseguido
ya . Ja autorización, apro,,eqiando
esa
época

de, libertades, o
más bien de concesiones arrancadas algo­
bierno, la
-publicación

de·un periódico diario que
aparecia legalmente:
éste

era
el.Novoye fiza («Vida Nueva»), editado por la esposa de
Máximo Gorki, contando

con
colaboradores muy destacados, como
el
mismo
Gopd,' And¡,eyev, Boganov, · Goldenberg, Orlovski y' Ka0
menev (36).
(36) Adeffiás dd periódico del sovieftitulado Izvestia' («NotÍdas»)/que
se .publicaba·' itregularmente; '·según lcf, permitlan las necesidades; ya .. qlle se
~raba en los talleres _:de un .pqri'6di¡;O -~onsiderado como,, de ~ma derecha,
que ~ía_.:ij~o.:,~al~o con~~ objeto porr0µn,grupo di~. acción gel soviet,
que_muy probablemente fuera el ele NO:Voye Vremia_ («Tiempo Nuevo»). D_es­
pllés d~l diario bokheviq~, a{·~~có'.'tiem~ ·se publica t~mbién un diárÍo
men'·éhevique
titulado N"acháló1 '("«Arran'qüe»')/ dirigldo e imp lsado ~r Trots­
ky :y. ,por' Parvus, que firmaba: con el pseudónimo de Doctor .A. Heli,,hand; . .si
Narh.alo ~era el' cliario· meQGlev:ique te4~~. ~ la ¡,t~ica era el periQ~
dio:,_:de
Trotsky, ya que ,exi~($, .. ~. su_ cp-!.,borac:;ión el q~~,se _defendiese la
id~,.· t¡m c~~ para él, . de :~ª, 'revoluá6~ lerman~te, teni_é_~4qlo que aceptar'
10:S mencheviques_:, a. ~ár ,·de sus reti_<:en~ias; · c_omo_ s~ ,desprende de un~
éartá ehtre' dos destacadoS mlenibios·; · ·ae _; MariOV a' .Axell'ód, '·El' "'Na.chalo
contaba: con: 1~ ffo~ de fa ··inteieftu'alidac:l" 1sotialista '-mundial, 'Con figuras tan
destacadS.s
como Kauts-lcy;-'Rosa/Luxémbúrge; Víctor Adlei Y, Augllsto Babel;
y así,, 'J;'rots-ky, como rela~_ ¿lempre con la SÍf:Dpatía. qµe . le caracterizaba.
hacia el ~naje, Deutsc);l.~-:-,-':·«pudo go~ar la dul~e: .. v~ganza de abrir ·las
columnas de Nach<40 a PiéjanOv, ql.J.e un afio antes· había co11;5iderado moral­
mente repugnante colaborar j~to tOn .. Tiotsky en hfra: Ásittlismo, Nachaio,
Junto
con otro periódico tju'e Había 'sido controlado también por Trotsky, el
peiiódiC() liberal Rossleaya Gazeta («La Ga.Ceta Rusa»), tu'Vo·.mu·cho más éxito
que ··el periódico bolchevique; debidó a tener menos dogmatismo-y .más agili­
dad en
la exposición_ de los t~, _ y mayor energía en la presentación de los
mismos, pero, a pesar de todo, los
¡,etiódicos bolchevique y menchevique' no
rivalizaron entre sí y
apoyaban al ·soviet, Lénin, en 1917, reconoció la mag­
nífica
labor periodístíca realizada por Trotsky efl La Gaceta Rusa, en 1905.
738
Fundaci\363n Speiro

190:;: EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONARIO
Cuando Lenin vuelve a Rusia comprende que el poder del soviet
era ya enorme, dándose cnenta de
su errónea
política seguida cuando
la composición del
mismo, cambiando

enseguida
sus ideas
iniciales
para hacer del soviet el instrumento de donde surgiría el futuro go­
bierno provisional, y, con un gran sentido de la realidad, urge a re­
fonar la

influencia del partido en los soviets. El
gobierno empezaba
a

tener, no obstante,
el control

de la situación, pues las unidades de
la flota que se hablan sublevado en Sebastopol fueron bombardeadas
por los buques leales, así como desde los fuertes que defendían la
ciudad, y la marinería rebelde, ausente de coordinación y fragmentada
en numerosos comités, no supo hacer frente a la situación, huyendo
muchos al extranjero, mientras que otros se ahogaron o fueron eje­
cutados por las unidades leales.
Las unidades del ejército, especial­
mente los regimientos
de la guardia, se mostraban fieles al gobierno,
por

lo que pudo· ir aplastando la sublevación campesina, no sola­
mente la urbana. El ministro del Interior, Dumovo, da
un· golpe

de
audacia que tuvo éxito,
afrontando decididamente

la actividad revo­
lucionaria, para lo cual consideró que lo mejor era atacar directamente
a la cabeza del soviet, y el 27 de noviembre detiene al presidente
del mismo, el abogado
Jrustalov-Nosar.
El soviet, ante este golpe de audacia, no supo cómo resistir, en­
frentándose en su seno diversas tendencias, pues los socialrevolucio­
narios -siempre partidarios del terrorismo- propusieron asesinar
a los miembros del gobierno, mientras los socialdemócratas, tanto bol­
cheviques como mencheviques,-eran opuestos a las acciones terroristas,
y, con buen sentido, consideraron que una nueva huelga general sería
muy dificil, dado el agotamiento de la sublevación y la dureza de la
represalia, por lo que llevaría a una actitud suicida que no conduciría
a nada (37). Al ser detenido Jrustalov-Nosar, el soviet acuerda pro-
(3,7) Los autores estalinianos, y posteriores, incluso de la Unión Soviética
de hoy, como Shaumian, A. Kasulnikov, Suborov
y otros, han atacado siempre
la actitud de Trotsky, al .dirigir el soviet de San Petersburgo respecto a la
insurrección armada. Pero ellos mismos han de reconocer cómo
ésta era im­
posible, ya que el anterior presidente del soviet, Jrustalov-Nosar, repartió
armas a

las milicias del soviet, pero resulta que sólo tocaban a ocho revólveres
por barriada y· a cien ·cartuchos por revólver, lo cual da idea de que esta
739
Fundaci\363n Speiro

visiona:lm.eQ.te. up.a-. moción} _eq. ;la_ que ~l-tanto' se _vote un nuevo: ,Pre­
sidente, se, elegiría w¡ «presidium>> de , tres ,miembros; qu" estaría
compuesto ,l'Pr :Irotsky (que ~ aún con el pseud;ánimo,falsp
de

Yalovsky), Sverchjov y
Klydniov, El soviet, comp recurso de ur,
gencia, ordenó la promulgación,del.Jlamajo < pidiendo aj pueblo que no ~nase los , impue,!tQl! de ningún. tipo;
algo comp si t\)dp, el mundo, se convirtiese ,en objetores de conciencia
fiscales,
y ,que: el ,F3-go, de :todas las, ,instituciones· se exigiese' en
oro r plata, advirtiei¡do ,a: los capitalistas, del·. ~tranjero que ,i
triunfase

el gobierno revolucionario
éste no ·admitiría las
deudas, del
gobierno
· del Zar,, Jo que, ocurriría en 1917, . y anteicedente del actual
tema J!)llleini.
La idea hay que reconocer que era ingeni05a, pu~s si se consi,
guíese·
que

toda una
pobla¡¡ié>J;! se d~larara ,, objetota de, conciencia
fiscal,

el desastre,
, es evidente,: ,y, parece que, no hay foerza ,suficiente
para

oponerse
· a ello, pero el gobierno, decidió a<;tuar de inmediato
ante esta grave ..µnena.za- q4e. se· le venía encima,, .El «Manifiesto Eco-:
nómico», que debe su re:dacción a Parvus, viene a ~er un anteced.ent~.
en

parte,
, de

lo que
el gobierno soviético, cumpliría en el futurq, el
no
reconocimiento de las
deu insurrecci6n sería utópica, y aunque trati,.n .de apoyar}e en_ las dis¡:usione~, q
más

bien en
las sugerencias bochas po; los bolcheviques Knuniants y Krasikov;
para comenzar una r~vuelti · política,

eiuden
· el tero,. de cómo los barrios obre.:
!Os estaban hartos y ag0tacfos, en gran parte, ·por tas· difíCÍies · cbridiciones err
que se iban desempeñan.do tas· jornadas revolució-narias. y cómo ·el gobierno
iba aplastando militarmente las sublevaciones, t,or 1o que había muy ·pocas
probabilidades de
~to._ Adem~. el tratar de pres~tar. a Trotsky como .se,
guidor

de las notas
mencheviques, refÍeja UQ?-verdadera falsificación de_. Ja
historia, pues,
tal como ·hemos _enumerado, al fundar el periódico Nach'aio;
hemos ·visto' la enoi.-foe desconfi~:i:a· dé-1 Axelrod y M1.rtov haCia Trot~ky,' acep­
tándolo

sólo por su energía periodística y revolucionaria.
Trotsky estaba
to­
talmente en lo
,cier~ cuando afirmaba _que la hu.elga general .-,-por otra -parte
casi imposible

.de conseguir. ya, por las
cir01nstancias _anteriormente
explica.­
das----¡--no

lograría
.. el derro~iento. del
zarismo, sino sólo cuando
dese!llbo~
case en una insurrección armada. pero

esta insurrección armada era
_iroposibJ~
en

aquella épo.ca,
ya que las-.cirCW1$tanc¡as de la

derrota
,militar, habían pai;ado;
y ~L_gpbierno, como·S~ verfa::en-los primeros meses_.de-1906;. pudo. traer tropas.
del-
lejano

Oriente
_4ue #'iaqµ.rfan. más la situaci6,n en su, favor.
740
Fundaci\363n Speiro

19()J: EL ENSAYO GENERAL REVOWCIONARJO
Dumovo, parece ser: que por mandato personal del,, Z.ar, . y sin que
estuviese al corriente de ello.
el' primer ministro Witte, protedió · el
dla 3 de diciembre. a la detención de los 230' miembros del Comité
Ejecutivo.

Antes, todos los periódicos que
habían pnblicado el,

«Ma­
nifiesto
Econón¡ico», entre los

que
se: hallaban' los bolcheviques y
mencheviques, habían sido clausurados (38). Cuando en el lugar
donde
celebraban las : reuniones lt>s soviets

se
encontraban esta vez
totalmente

de acuerdo tanto
bolchevique• como
menclieviques, en la
necesidad de
ptocJamar la huelga general, llegó, por noticias de in­
filtrados,

el que la policía de
San Petersburgo; por orden personal
del ministró del Interior,
se disponía a ocupar
el
soviet. Aquí
una vez más vemos ei ·sentido netamente .conspirador. de"· lós ·comu~
nistas y su adaptación a las circunstancias, pues mientras Trotsky da
la orden de
permanecer reunidos en sesión permanente, ' pero

sin
oponer Í'esistencia: por· la fuerza de las armas;' sa.lerf ya· unos cuántos
miembros
del

comité ejecutivo que habrán de
encargarse de
la
repre­
sentación· del' mismo, si

los miembros del
soviet son

encarcelados,
Siempre, en estas actividades, los comunistas poseen una imaginación
de que desgraciadamente carecen sus oponentes, Después de una cu­
riosa escena, que con
ironía: relata.,-Detitschet,'cuando'el oficial

de ia
pólicía
entra 'pata, detener· al comité ejecutivo, Trotsky le interrumpe
didendo

que
, tuviése por

lo
· menos , ¡la buena educación de tallarse
hasta

que le diesen
el uso de la palabra!, y no interrumpiese al ora­
dor, y ¡ después verla: si se le concedía o no! BÚtláhdosi: más del ofi­
cial de policía, Trotsky
dice· que se le concede

el uso de
la palabra
a título informativo,
y el oiicial de policía,' asombrado ante tal reci­
bimiento,
se va, mii:ntri,, lós,miembrtis del éootlté ejecutivo destruyen
sus
documentos, y acuerdan no revelitr sús nombres, ·
Otra

vez
el mismo oficfal de policía, a la é:abe>a de un , grupo de
soldados, vuelve • entrar _'en el comité. ejecutivo,' se' le dice qne el
(38) Sorprendentemente, aunque esto no lo comentan los historiadores
soviéticos actuales, la idea del -«boicot» ·no fue del' soviet, sino de la .Asocia­
ci6n de Campesinos de toda RUsia, r con' la· Que, sin-"embargo, mantenía el
soviet unas relaciones muy estrechas; el Manifiesto Ecorióniico frie realizado
en
colaboración, por
é-1 soviet, dicha:·asocia:ción de ·campesinos, de
quien
par­
tió. la idea, los mencheviques, los bolcheviq\1.es·.y:los · soéialrevólucionatios.
741
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
Zar está violando la promesa de su manifiesto, por lo que el oficial,
antes de que los
soldadoo oigan
estas
palabras, manda salir y cerrar
las puertas, y, por último, hasta que no llega un fuerte destacamento
con nuevos oficiales, no

se detiene
al comité
ejecutivo. El soviet de
San
Petersburgo había

durado cincuenta días. El primer ministro
Witte, en una típica actitud
liberal, al enterarse de la acción del
ministro del Interior
contra el

soviet, reacciona asustado, diciendo
a sus colegas del consejo de ministros:
«lo hemos perdido todo».
Entretanto, el soviet de Moscú considera que él tiene
pooibilidades
de.
ganar

y de implantar la revolución que no había conseguido el
de
San Petersburgo. Declara la huelga general con la intención, que
antes ya
hemoo visto,

de convertir la
huelga en

la insurrección armada.
Se producen de nuevo pequeñas sublevaciones y motines de marine­
ros y soldados, aislados y sin coordinación, que son · rápidamente so-­
f

ocados.
Los bolcheviques reunidos en Finlandia, en la localidad de
Tammenfors, convocan
una conferencia del· partído, aprendiendo,
como

relata la mujer
de Lenin, Krupskaia, a disparar entre sesión
y

sesión. De los más
señalados oradores,

destacan Lozovsky, Baransky
y
Yaroslavsky. «En la conferencia de Tammenfors, a la que sólo asis­
tieron
OOlcheviques, se acordó-la · resolución
de
que era necesaria la
inmediata
preparación y organización de la solución armada» (39).
La
huelga general convocada el 30 de diciembre por el soviet
de San Petersburgo fue un fracaso, pero no ocurrió así en
Moocú,
donde

la huelga se· transformó en una insurrección. armada, tal
·como
había

sido la idea leninista. Mientras tanto, los bolaheviques, que
como hemos visto, antes aprendían_ no sólo discusiones te6ricas, sino
a
disparar, en la conferencia celebrada en Finlandia,
tenían algunas
armas

obtenidas del extranjero,
y con el dinero de que disponían,
organizaron
unidades de ·combate integradas
por veintícinco hombres
cada una

( 40).
Los sucesos de Moscú adquirieron una enorme vi-
( 39) Nadi~na Krupskaia: -Mi vida con Len in.
( 40) El dinero de que disponían los bolcheviques para hater frente a
su actividad revolucionaria, vino,· en gran
parte, a
través· del ingeniero Kras­
sin, quien pertenecía
al comité ·central desde el segundo congreso . celebrado
en
Londres,
sufragando en ·Bakú. una imptentil. clandestina, y quien a través
742
Fundaci\363n Speiro

1905: EL ENSAYO GENERAL IW.VOLUCIONARIQ
rulencia, que obligó al gobierno a actuar con una dureza extrema:
El mismo liberal Witte, tan propicio a la conciliación, al enoonttarse
con la súblevación de Moscú, decidió actuar 'sin contemplaciones; Pa­
rece
ser que
el mismo Nicolás 11, al referirse a· Witte después de la
sublevación de Moscú, dijo
textualmente: .«Ahora quiete fusilar y
colgar a todo el · mundo>,, Witte, se había convertido ·én otra. persona
distinta;
La insnrrección de Moscú. fue al principio un éxito, ya que esas
unidades del
partido, cuando· era necesario, se subdividirían, a sw vez,
en grupos de

tres o
cuátro hotnl,téS/ que, utilizando ya en '1quella
época

unas
tácticas primitivas de:'

guerrilla
'nrbana, atacabati y. desa­
parecían con rapid~. lo que, hatía stiliiarni!nte difícil su localiiación
y

captura. Esta
forma de lucha· de guerrilla urbana, parecía ser que
podría alargarse
durante ut{ tlenipo indefÍriido, ya que las unidades
militares

de guarnición en Moscú, no eran suficientes
párá ejercer
una

labor
eficaz contra

ellas. Pero, ante las peticiones urgentes del
gobernador general de Moscú, Dubasov, el gobierno se decidió a
enviar desde
San Petersburgo una de las mejores unidades militares
del ejército: el
regimiento. Sernionovsk/, acompañado de

considerables
fuerz_as de "'alt¡).i~ría.. I.a·-,iQt¿rJ~d~n ·a~i' ·regiin.íento'"Semióri.ovskl fue
decisiva, pues el día 29 em~ó; ¡ dierribar todas las ,barricadas, dis­
parando ·no S~lo .. contra 1~ 'a'ii~~~ ~_Íno contra __ todo,·tipo 'de· vivien~
das desde las que se ejercies~ cualq~Íer resistenci~: inceildiando gtán
de Máximo· Gork:í hafía un ·provechoso con~o en 1903" con el industrial
textil, millonario' inoscovita; Mórozov,·

que, a·
sU vez,

se suicidaría
e_n 1905.
Este, según declaiaciónf!s del' mismci· Gorki, empezaría facilitan viques 'unós _ 12.000' rublos anuales, ~cilntidad considerable· para:. 1aquella época.
Morózov, había sido
un -hombre-quéi·ya en época· tan lejana· como _el 1883
había' hUD1illadri á:l· Zar, cuiffdO en ocltsión de .que el Gran Du.que.;.después
asesinado, Sergio · Alexa.ndiovich, v1Sit6 el palacio que en Moscú .. tenía.

Mo­
rozov,
· fue .. recibido.'ptir el.:mayotdomo.·.I la cuestión-.econó.iniéa del partido bolcheviqlie, ,y otganizó un .viaje _de. Gorki
por
los Está.dos Unidós, dólldé logró considerables

sumas para
·e::1 pa.rtido,.-que,
como el mismo Gbrkí reconbcei-ía, · venía en su inmensa mayor{a· -de los ·.dine¡os
de

la burguesía.
Mozorcw hizo poSifüe la. PU:hlicación totalmente -deficita¡fa
de Jskra.
743
Fundaci\363n Speiro

,!NGEL MAESTRO
parte del. barrio obreto y procediendo a una represión sin contem,
pladones.
El día 31 COfÓ el último reducto, dentro del battio obrero de
Presnia,
que fue

objeto de un bombardeo sin contemplaciones por
las tropas de los coroneles Rilan
y Nin ( que, posteriormente, siendo
ya general, serla asesinado
por los. terroristas) .. El

comité central del
partido bolchevique, hizo llamamientos deseperados a los revolucio­
narios de
.San Petersburgo para que apoyasen la sublevación de Moscú,
con

el fin de
dispersar a las fuetzas .imperiales y crear un abierto es­
tado de revolución, con
numerosos focos, pero no pudieron lograr
una
acción conjunta, ya que .el agolámiento \fe ~ Petersburgo era
total
y la capacidad revolucionari¡ de los trabajádores .se encontraba,
como es. lógico,

muy disminuida. Co11 el aplastamiento de la suble­
vación de
Moscú, pue\ie decirse que fü,aJiza la revolución de 1905-
1906

(41).
.
VII. Conclusiones
El fra.aso d~ la sublevación de Moscú. y su aplastamiento, sor­
prendieron a Lenin en
Finlandia, donde había estado desde el día 24
de diciembre, · hasta que el barrio ·de Presnia cae en las manos gu'.
bemamentales, Como .. es inevitable,_ cuándo se producen fracasos. se
(41) Después del aplastamiento de la sublevación de Moscú, -·siguieron
actividades 'revolucioriarias en :pt"ovincias, .y :a f.iruúes del afio · seis, los ferro•
viarios y los reservistas de algunos ·centros-del -Esté se sublevaron contra el
gobierrio,
e
- incluso en lugares· tan· alejados como
Kurlandia y Livonia, se
produjeron
sublevado O.es, así co.nio · en Georgia y en el Caúcaso, donde, por
cierto, había sido súprimido
él perió.d.ico del

futuro Stalin,
«El periódico
de los obreros caucasianos». Coñtra 'todo esto, Witte y el ministro de Interior
Durnovo,
organizaron acciones

de
repre8ión enérgicas, en las que se distin­
guieron
·el ·príncipe Orlov y los generales· Sollogun, Rennenka.m,nf (famoso
después por Su inte!Vellción en la ·primera Guerra Mundial)1 -y el almirante
DubasoV. Lo que tanto se temía:, el aniversario del Domingo sangriento, en el
que

ienin
tenía grandes cofifian:z:as,- frilcas6, 'desde el púnto de vista de la
revoluci60 inmediata,

pero el .
germen d'el . descontento y . de la revolución sí
había

quedado
sembrado.
744
Fundaci\363n Speiro

l90J: BL ENSAYO GENERAL REJIOLUCIONARIO
quiefen ."·-bUSGat' -cons~cills; e irtntediata.mente '·.surgen··· entré los
boJcheviqÚes !OS iatá<¡Ue8 CQfitra. Lenin;'-al <¡Ue por primera Vf'¿ Se Je
acusa de ·dirección inadecuada
del -partidoc ,Concretap>ente, se le llega
a :acúsar<
do,

ser
un nuevo N'eohayev, ( 42}; y de cae< ¡;r, tácticas aven­
tureras -que llevaban •a fracasos sangrientos. Lenin coosideta, no obsc
talite, qúe la revolución' de'l9Ó5 ha sÍd() .. sumamente importante ·para
los movimientos revolucionraios, y ésta sería, más. ·adel8.11te, el ensayo
general on cómo los liberales sé opusio,ron a las· últimas conseéuencias revolu­
cionaria
desatadas por•bolcheviques, mencheviques• y

por
socialr cionario; Gomiderando que
avanzál: · mlis safa peligros<> para el desa­
rrollo
de. las' Jibettitdes

conseguidas,:
ya•·que0ellos •no deseaban una re­
volución, sino, transformar el· zarismo, en una· -monarqufa constitu.,
dona!:
· El mismo antiguo marxista y autor del primer congreso del par­
tido wcialdemócrata roso; Piotr Sti:uvé, pedía •a· los militares zaristaS
que defendí.bsen el manifl~to de'octubre; dadó'porNicolás 11; frente
al

ataque de
las organizaciones revolucionarias y

de
los revoluciona­
rioo izquierdistas.

Por otra parte, el
fracaso de.

los
sucesos de .1905-
1906

revela cómo
ruando la

situación llegó a
·un punto

crítico,
· el
gobierno

pudo controlar
·a sus fuer:ias armadas, furuliunenta.lmente ae,
bido al origen campesino de los, soldados eli el ejército, pues no ,en
vano tantos años_ de identificación político-religiosa, con la autoric!ad
suprema
del Zar, tenia que ha('.er . que aqu~llos no reaccionasen, de.
momento,

a los estímulos revolucionarios.
· En la

marina de guerta,
creció más

que
én el ejército el fermento de 'revolución entre la ma­
rinería, atribuible, en ¡,arte, a que el
hecho de
la
n1ayor formaclóri
técnica

del marinero que la del
solda4o, le
hacía
más permeable a las
influencias revolucionarias,
pero, con todo, el también origen cam­
pesino de la mayor parte de
la marinería, pesó decisivamente en que
la sublevación de la
flota no fuese un hecho total, Por otra parte,
las unidades escogidas,
las de

la Guardia,
ffi su inmensa · mayoría
permanecieron
fieles al gobierno.
(42)· Nechayev, anarquista tuso, Seguidor de Bakunin. y especialmente
fanatizado en la acción violentá.
745
Fundaci\363n Speiro

ANGEL Ml!.ESTRO,
Además de, todas estas. causas, el hecho .de que la burguesía y las
clases liberales se sintiesen satisfechas con eLl!lallifiesto de ocrubre
del Zar, contribuyó fundamentalmente, a diviclir los esfuerzos. contra
la autocracia, separando a 1~ liberales de los revolucionai:ios. Bo,tre
tanto, el .particlo Owete aclquiriria una gran fuerza y es¡,eraba la
expectativa de la convocatoria de la próxima Duma,· ¡,unto de particla
de una nueva Rusia.
También la policía, la o¡rt111a, en su lucha contra los enemigos
del
· zarismo · (

43), había aprendido mucho
, durante
el curso de
las
actividades revolucionarias, no limitándose s6lo a la represión, sino
organizando mani{estaciones de-adictos a

las ideas
· contrarrevolucio­
narias, especialmente .entre clases popuJares bajas, que habían perdido
bastante con · la revolución, fomentando grupos patrióticos y defen­
sores del
zarismo. Otras organizaciones derechistas,

algunas
d.e las
cuales
tuvieron

una vida muy corta, fueron
las tjtuladas «Por el Zar
y el Orden», «Unión de los grandes propietarios monárquicos»,
«Unión

de Portaestandartes
religiosos/>, «Autocracia
e Iglesia», «Liga
· ( 43) Entte · 10s enemigos del ·zkismo, hay que r~rdar también que las
sectas religiosas en Rwia · habían proliferado enormemente, particularmente
aquellos.
. fanáticos
que en un grado tal
de purismo
hacían
objetivamente el
j.uego

a Ios
_revolucio~arios, com() ocurre

tantas veces
y podemos. ver hoy en
día en tantos aspectos_ políticos, donde-_ tantos PUfis~ extremos sostienen
actividadés _ totalmente contraproducentes y en· contra de· la idea que teórica.
mente

dicen defender.
En'tre" estos fa.n:átic--ciS teligiósos qU:e ·hacían el juego
a
la
revolución, de forma

inconsciente;
tenemos sectas
tomo las de los viejos
creyentes,. ya

activos desde los tiempos. de las. reformas de Pedro el Grande, que
consideraban como fa.Isa la religión oficial por _tener sacerdotes, creyendo
que
el
pueblo

debería libremente
desenvo_l~r~e · ~in 1~ pr~encia de
ellos. Tam.
bién

los llamados Ho:ristas, que sentían odio especial hacia las ceremonias,
tan solemnes, de
·1a iglesia· ortodó:Ka,· Y, en··particulat; Wla secta derivada; a su
vez -de ella, los
Neohoristas, ca}"eron en un anarquismo, · ya que decía que
solamente el poder
de-Dios

es
el que. debería reinar
en el mundo,
conside-­
rando qlle la

autoridad
era. una

.
inyendón poco
menos que diabólica. También
los
KI}'tsas, los StrannikfStas, los Meoloknistas, que

ejercieron una gran
in·
fluencia

en las
idea~ de

Leon Tolstoi,
po;· · Su hostilidad

hada el zarismo,
hacia el Estado
y hacia la autoridad,. a la que consideraban, en general, todas
estas
sectas,

como atentatorias -contra·
la volunt¡ul divina, así como la propie·
dad,

la familia y las ideas tradicionales.
746
Fundaci\363n Speiro

1905: EL ENSAYO GENERAL REVOLUGIONARJO
de lucha contra la sedicióru>. Varios de estos grupos se unieron en
uno
más fuerte,

titulado «Unión del
pueblo ruso». Es

cierto que estas
organizaciones, o al menos
algunas. de

_ellas, favorecieron los «Po­
groms» antijudíos en
varias ciudades,

muy especialmente en Kiev y
en Odessa, donde se cometieron verdaderas atrociclades, pagando,
además, muchos judíos de origen humilde, mientras que los dirigentes
revolucionarios nunca caían en tales
«Pogroms» (
44).
Estas organizaciones
derechistas desempeñaron

también un papel
(44) El sentimiento antisemita estaba muy arraigado en las clases popu­
lares
rusas, especialmente

entre los campesinos, ya que los judíos se
c.ledicaban
principalmente

al comercio y a
numerosa'i profesiones
liberales,
así como
sen­
tían gran desprecio
por la

agricultura
__:_con las
naturales
excepciones, pues
la

familia de Trotsky era
una familia judía campesina-. Pero

generalmente
los intentos que se hicieron
de que

los judíos se convirtieran en agricultores,
no dieron resultado, ya que siempre se arreglaban para conseguir una dedi­
cación
al comercio y al alejamiento de los trabajos físicos, así como su con­
tinua resistencia al servido
militar obligatorio,
en · el que llegaban a hacer
verdaderos alardes de
~ngenio para

rehuir el
mismo, como,
antes de los exá­
menes médicos, llevar algunos días gafas de graduación ·exageradas que alte­
rasen la visión posteriormente, siendo causas corrientes de que fuesen odiados
por la población, ·particularmente por las clases más bajas, que eran fácil­
mente excitables para los «Progrorns»
y_ demás excesos sangrientos ·contra los
judíos. Asimismo, el Consejo
del Jueblo
Judío,
organización _sionista
interna­
cional, inició posteriormente una campaña internacional
anti:z:arista, y es po­
sible
qÚe en él Congreso Sio:riísta de 1904 se dijese la frase: «el Zar debería
pagar con su sangre los «progroms»
instigadOs pot ·él»; ·sin embargo,

hay
que reconocer cómo los bolcheviques y mencheviques, a pesar de contar con
numerosos judíos en sus
filas, no

estaban
inmersos en esas ideas
sentimen­
tales judías de creación de un Estado propio, cayendo
más bien en ello or­
gani:z:aciones que,

aunque revolucionarias, como el Bund, chocarían con las
ideas internacionalistas. de
bok4eviques y, menc.heviques, pues consideraban
que_ las_

cuestiones prejuzgadas por el Bund,
hi,.bían sido superadas por
el
socialismo, que debería
elim~ las

barreras de razas, nacionalidades y _ re­
ligiones;
y el mismo destacado menchevique judío Axelrod, en sus ataques
contra el
~und, ·dijo que

no se podían hacer excepciones
con los
particulares
intereses de la comunidad
judía. Posterior~ente, en

épocas
esfalinianas, se
acentuaría

el resentimiento antisionista,
cayendo. en purgas de . dirigentes
ju­
díos, en un
esl:Ílo qu~. dest;le luego,

era
J,~~te superad_or del

antisionismo
:zarista, y

hoy en día, la
hostilidad a!)tijuciía es

una
ca,rad:erís1:ica. del
régimen
de Breznev,
y .esto ~o_ saben bie.Q. los judi~s qu~ habita,n _

en la URSS.
747
Fundaci\363n Speiro

;JNGEL MAESTRO
importánte, al ser innegable que contaban con un apoyo de los ar­
tesanos

de las ciudades
y de la pequeñá burguesía urbana y · campe­
sina; que

se
· encontraban sumamente resentidos, no sólo sentimental,
sino económicamente, por los sucesos huelguísticos y ·revolucionarios,
puesto que la huelga g=al de otoño de 1905 salía fuera de los
planes que habl,n sido previstos por Lenin, y «no encajaba con las
consignas de
su periódico, ni con las resoluciones del congreso bol­
chevique» ( 45 ).
Pero
fue

tal
la extensión y la magnitud de la huelga, que aquí
encontramos una de las particularidades de Lenin, que le hace des­
hechar ef marxismo ortodoxo cuando éste

no se ajusta a
sus fines,
y . en lo cual estarla después su triunfo, . el utilizar el marxismo como
una
guía
para la aa:i.6n, pero no seguirlo ciegamente. Si Lenin hu­
biese
seguido ciegamente

sus
eiquemas previstos,
habría estado apar­
tado
de· la realidad, y, sin embargo, · rompe con sus esquemas cuando
es necesario,
para adaptarlos a los acontecimientos. La inicial hosti­
folad contra

el soviet se trueca después en actividad favorable,
cuando
ve las enormes posibilidades que el mismo .puede generar en el mo­
vimiento revolucionario.
Cuando es aplastada la sublevación de Moscú, las aguas poco a
poco vuelven
a sü cauce, y las ideas rev.olucionarias · experimentan un
considerable retroceso. Mis taide se celebraría en Estocolmo el con­
greso del
:partido .socialdemócrata, con

.sus inevitables,
otra :veo, lu­
chas entre menoheviques y bolcheviques, y el 27 de abril de 1906 se
constituirían
el Parlamento

' o Duma imperial.
Los bolcheviques y
menoheviques seguían . mn sus ' discusiones en Estocolmo ' ( 46). Las
· .( 4s) Lenin. David ~houp. .
( 46). .De ~t_as reÚn.i'ones . de· l,olcb~iques __ Y_ mencheviqU:es, ~Í · _como de
todas_ la~ adividades, d_epuratojiaS, la policía" secreta e$taba tari ai _corriente,
que llegó
. a

infiltrar_
hoinbr~s suy~S en los D'li5 alto¡; puestoS _directivos. y,
p·or .eso, , rio f~istimoS Ja tentaciÓ_n d_e _'citar, auOque sea mµy · brevemente, et
cas·o de Roriuiii .M~li~ovski, arÍtigw>' secrefatiaQ ·seneral de· 1a inllr, poderosa
Í1nión de Obrerl)S Metalúrgicos de" San __ Petersburgo. Maun·ovski,. uno de los
agentes más qecisi':os· de la r;:,;ra;;f:J, · fue' antes_ mCflcheviqlle _ y poSterioffllente
bolchevique·;' ocaStO?arid~· coil s~· a<;lividad 1~_--,deteridón·, de, Buj~,-y de des­
tacados Q0khe'Vique5. A· pesar de 'h1. ·sospecha_ , existente · ~ el partido_. pues
siempre
qú.e ·había · operaciones secretas

en las que
intervenía MaliOOvslci, in-
748
Fundaci\363n Speiro

1905: EL ENSAYO GENERAL REVOLUCIONARIO
luchas _entr1> bolcheviques y ¡:¡¡"1\Cheviques, y también _con los social.
revolucionarios,
.estribarían en apoyar o

no.a
la-Duma, síntoma pre­
cursor de lo que ocuniría después con la influenda comwústa. en
tantas
partes
el.el mun40, adaptarse a las instituciones más o menos
democráticas, para
aprovecharse de

ellas, y dentro poder hacer una
labor más eficaz, a la
vez que

el partido desarrolla una labor sub­
terránea, dividlendo así la acción en dos frentes, el interior
y el
exterior, con la actitud más infantil de los ultraizquierdistas de re­
chazar,
en
nn exceso

de purismo, las instituciones democráticas, lo
que les privaba de, por un lado, la representatividad, y, por otro lado, la garantla, al ser
miembros de
los parlamentos.
Con todo lo anteriormente expuesto, vemos que las palabras de
Lenin, cuando calificó a los
sucesos de

1905 de «Ensayo general para
la revolución de 1917», fueron acertadas, y cómo el imperio ruso
se

conmovió hasta un punto casi crítico, pero, a diferencia de los
apologistas bolcheviques, hemos de ver sinceramente
cómo, si

no se
hubiese producido el desastre militar en la guerra con el Japón, nunca
habrían podido los revolucionarios,
en sus
distintos
grupos, conmover
el imperio hasta el extremo que lo conmovieron en 1905. También
en 1917, sin la decisiva ayuda que supone una derrota militar ex­
terna, nunca los revolucionarios
podrían haber conseguido

sus
fines.
Hemos

visto que, a pesar de algunas deserciones
en, la
marina y en
el ejército, en general las fuerzas armadas permanecen fiel.es
al Zar,
y la policía puede con sus recursos controlar la situación. Sólo la inter-
defectiblemente los revolucionarios eran detenidos por la policía, Leni.n se
resistía a creer en la complicidad del mismo, reaccionando incluso airadatg.ente
contra
los que se lo -comentaban. Malinovsky llegó a ser
miembro del Comité
Central del Partido, y ¡ líder de los bolcheviques! en la Duma o Parlam~to,
no

descubriéndose su actividad hasta después
del triunfo
de
la revolución .
.Otro agente de la Ojrana fue el doctor Chitomivski, jefe de la sección ex­
tranjera del partido bolchevique,
y amigo de Lenin, que desde 1902 trabajaba
para la policía. A tal extremo llegó la infiltración, que cuando se decidió
lanzar el periódico Pravda, fue Malinovski el encargado de editarlo. Todo
esto viene a confirmar que sin la decisiva ayuda de las dos guerras exteriores,
los revolucionarios por sus solas fuerzas, nunca habrían derrocado al régimen
zarista.
Fundaci\363n Speiro

ANGBL MAESTRO
vención externa, ·acelerando la descomposición de estos cuerpos, es la
que pudo hacer
posible la
crisis de
1905, controlada, y la de 1917,
que llevó aJ establecimiento del régimen . soviético en Rusia, de cuyas
consecuencias nadie

puede sentirse no afectado
y, lo que es más
importante, nadie sabe lo que le afectará en el futuro.
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