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Número 285-286

Serie XXIX

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Laureano López Rodó: Memorias

INFORMACJON BIBLIOGRAFICA
¡¡u obra sea la maxuna realización de la Philosophia perennis,
tal como se revela en sí misma y tal como lo entiende y pro­
pone el Magisterio de la Iglesia, antes, en y después del Va­
ticano II. También gozan de perennidad las posiciones de otros
pensadores cristianos más o menos críticos, más o menos inde­
pendientes del tomismo, v. gr., Suárez, Balmes, Amor Ruibal,
sin que por eso los tomistas se sientan rebajados o duden
· de
posiciones fundamentales del tomismo, como la
real distinción
de esencia y existencia, valor demostrativo de las cinco vías,
por el hecho de que Suárez o Amor Ruibal no comprendiesen
su consistencia.
Esta leve discrepancia sobre el contenido y sentido de la
filosofía perenne no conlleva reservas sobre el valor orientador
de esta obra
del inteligente y cordial canónigo brasileño. Creo
que logró su propósito: «Demostrar la radical insuficiencia de
las filosofías de ahora para ordenar una vida humana, y la
efi­
cacia de la philowphia perennis para la reconstrucción del mun­
do sobre sólidas bases»
(p,íg. 217).
VrcToRrNo
RonRÍGDEZ, O. P.
López Rodó, Laureano: MEMORIAS
Laureano L6pez Rodó, barcelonés de 1920, miembro del Opus
Dei
y cabeza de los tecnócratas en el régimen de Franco fue un
político de gran importancia en la última mitad de aquel sistema
que nació el 18 de julio de 1936 y acabó con la muerte del Ge­
nerrlisimo.
Alejado, por un modo de ser, de todo populismo, se le atri­
buyó
un primerísimo papel como mentor o eminencia gris de una
política desideologizadora
· y · desarrollista que alcanzó indudables
logros ---espectaculares
podríamos decir-, en uno y otro sentido
y especialmente en el último. Ahora, desde el balcón de sus se­
tenta años, perdidas, supongo, las esperanzas de una vuelta a la
política activa, mira hacia atrás sin ira y nos narra diez años de
la vida política española en la que tanta intervención tuvo. El
libro es voluminoso (599
p,íginas de memorias y 123 de anejos)
y en
él se encuentran mil episodios ocurridos entre 1956 y 1965.
Las memorias de los hombres públicos, género hasta estos úl­
timos años bastante descuidado en España, son de gran interés
para la historia, aunque no debemos olvidar que no son la his­
toria. Es imposible prescindir
.del carácter subjetivo y justifica­
tivo que encierran. Aunque el subjetivismo está presente tam-
(*) Plaza y Janés, Esplugues de Llobregat, 1990, 789 págs., más In­
dice general.
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Fundaci\363n Speiro

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
bién en la inmensa mayoría de los historiadores. Esto sentado,
debemos
añadir que la autobiografía de López Rodó es digna y
muy interesante.
De familia burguesa y católica, pasó
fa guerra en Barcelona
y de los· años previos a 1965
lo que marcó más decisivamente su
vida fue
el encuentro con monseñor Escrivá a comienzos de 1941
que motivó su vocación al
Opus Dei. También de esos años es
su amistad con Marcello Ca etano, nacida, a mi entender, por no­
tables atfinidades de carácter.
Las memorias se inician con 1os incidentes estudiantiles de
1956 de los que
no quedan bien parados, en la versión de López
Rodó, Ruiz Giménez y Fernández Miranda. También de ese año
es su primer contacto
«oficia'!» con Carrero. La evocación que
hace del político asesinado,
de quien sería íntimo colaborador,
es sumamente respetuosa y
digna. Es también de notable inte­
rés el análisis que hace de la política y la persona de Arrese y
de las oposiciones que encontró. Sus ideas eran inviables y su
continuidad al frente de
la Secretaría General del Movimiento
imposible. Ello llevó a la crisis de 1957 de fa que hay en el libro
un importante análisis con indudables simpaóas
hacia algunos
ministros entrantes.
López Rodó rechaza el calificativo de tecnócratas que, aunque na­
tura'lmenre matizable, yo encuentro correcto. Y, encargado de la Se­
cretaría General Técnica de la Presidencia del Gobierno nos da la
·lista de las personas que incorporó a ella. Leída después de muchos
años, y vistas las
carreras de los llamados, no nos parece un acierto.
Parte sustancial de las
memorias, aunque con muchos datos
ya conocidos, son las relaciones del régimen con la monarquía
de
la que López Rodó fue decidido adalid. Son importantes tam­
bién las referencias a cuestiones religiosas, tanto de ámbito
ins­
titucion~l como en el más personal de su vinculación al Opus
Dei, con ,rlusión a las reticencias que la fundación de monseñor
&crivá levantaba en determinados sectores.
La reunión
de Munich, la crisis de 1962 con la entrada de
Fraga
en el Gobierno, los Planes de Desarrollo, las constantes
referencias
al Jefe del Estado son, entre otros muchos temas que
también podríamos mencionar, cuestiones tratadas
por el autor
con especial detenimiento.
El libro concluye prácticamente con
la llegada de López Rodó al Gobierno. Seguro estoy que habrá
lectores que discreparán
de algunas intevpretaciones del antor.
Pero aun en el caso de
que tengan razón -yo mismo he apun­
tado reservas que podría
ampliar-, nos hallamos ante un libro
importate e interesante.
FRANCISCO JosÉ FERNÁNDEZ DE LA GIGOÑA.
900
Fundaci\363n Speiro