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Reconocimiento pontificio para la Unión Internacional de Juristas Católicos

CRÓNICAS: RECONOCIMIENTO PONTIFICIO PARA
LA
UNIÓN INTERNACIONAL DE JURISTAS CATÓLICOS
Ha terudo lugar en la Ciudad del Vaticano, el pasado 28 de
Octubre de 2002, la solemne ceremonia de reconocimiento canó­
ruco de la Unión Internacional de Juristas Católicos (en adelante
UIJC). El acto se celebró en el Palacio de San Calisto, en el Tras­
tevere, y fue presidido
por Su Eminencia el Cardenal James
Francis Stafford, Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos.
El domingo anterior, después de una Misa solemne oficiada
por Su Eminencia el Cardenal Mario Francesco Pompedda, que
ha sido nombrado Consejero Eclesiástico de la UI]C, y un almuer­
zo
con el mismo, se celebró Asamblea Extraordinaria de los
Delegados de la
UIJC que representaban las distintas Asocia­
ciones
de Juristas Católicos de Europa e Hispanoamérica. En la
reunión se informó sobre la situación de cada asociación en su
país y del panorama nacional en el campo de la Justicia y del
Derecho, así como de los planes de actuación
en el futuro.
Se debatió, con la presencia, como ha quedado dicho, del
Cardenal Pompedda, y del presidente de la
UIJC, profesor Joel­
Benóit d'Onorio, buen amigo de esta casa, sobre la preparación de
una próxima
reuruón, un Coloquio Europeo, que versará sobre "la
herencia religiosa en el derecho europeo" y que tendrá como moti­
vo de fondo la influencia
que se pueda conseguir sobre el texto en
preparación de Constitución de la Uruón Europea para que en el
mismo se reconozcan las raíces cristianas de Europa, y la aporta­
ción del derecho público cristiano a la formación de las institucio­
nes europeas.
Su Santidad el Papa Juan Pablo II ha expresado
recientemente su grave preocupación
en este sentido, y los espa­
iioles recordamos muy especialmente su discurso de despedida de
una de sus visitas a nuestra
patria desde Santiago de Compostela.
Verbo, núm. 409-410 (2002), 817-821.
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CRÓNICAS
Por España asistieron los profesores Miguel Ayuso Torres y
Fernando Claro Casado, miembros de la Asociación de Juristas
Católicos Nuestra Señora de la Almudena,
que es una de las aso­
ciaciones que componen la Confederación Española de Juristas
Católicos San Raimundo de Peñafort que, a su vez,
es la organi­
zación española reconocida
por la UIJC, y de la que los menta­
dos
son directivos.
Por lo que respecta al reconocimiento canónico de la
UIJC, y
a la aprobación de sus Estatutos, ha de decirse
que después de
quince años de existencia y
de reconocimiento de hecho, la Santa
Sede a tenido a bien reconocerla de derecho.
El Decreto de reco­
nocimiento de la
UIJC, dictado al amparo del canon 299 del
vigente Código de Derecho Canónico,
que reconoce a los fieles
la libertad y el derecho de asociación para perseguir ciertos fines
encaminados a favorecer una mayor perfección de vida, a pro­
mover
la doctrina cristiana, a ejercer acciones de apostolado, a
promover el culto público a Dios, a desarrollar actividades de
evangelización, obras de piedad y de caridad, y a favorecer
en el
orden temporal el espíritu cristiano, declara a la
UIJC asociación
privada internacional de fieles católicos
que se constituye en el
seno de la Iglesia para la consecución, entre otros, de esos fines.
El principal objetivo de la UIJC es precisamente, según sus
Estatutos, la influencia
en el orden temporal del espíritu cristiano
en el campo jurídico. Recuérdese que el reconocimiento de la
personalidad canónica de
una asociación se produce por decre­
to de la autoridad eclesiástica competente
pero que a diferencia
de las asociaciones de derecho público esta aprobación, o reco­
nocimiento canónico
no cambia la naturaleza privada de la aso­
ciación aunque le reconoce la personalidad
jurídica que le con­
fiere los derechos y deberes dentro de la Iglesia.
La autoridad eclesiástica ejerce una función de vigilancia den­
tro de la comunidad eclesial.
La Santa Sede y los Obispos tienen
el deber
de velar por la preservación de la fe y el buen hacer en
el seno de estas asociaciones de fieles y evitar las desviaciones
doctrinales; tienen también la potestad de retirar el calificativo
de católica a cualquier asociación que se aparte de la correcta
doctrina.
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CRÓNICAS
Para obtener el reconocimiento canónico la UIJC ha someti­
do sus Estatutos a la aprobación de la autoridad competente, en
este caso el Consejo Pontificio para los Laicos, que actúa en nom­
bre de la Santa Sede, y verifica
que los mismos son conformes a
Derecho y
no contienen nada en contra de la doctrina y la dis­
ciplina de
la Iglesia.
Finalmente,
ha de reseñarse que el Cardenal Stafford recordó
en su discurso a los· delegados de la UIJC que en el Nuevo
Testamento, Jesús afirma
que la justicia consiste en cumplir la ley
del amor
que Dios ha inscrito en el corazón de cada persona; esta
ley del amor,
en efecto, viene del Espíritu, del mismo Espiritu
Santo.
Las experiencias dramáticas del siglo xx nos han enseñado
que cuando el Derecho y la ley se separan de la Justicia y del
bien común devienen
en simples normas al servicio del poder. La
persona, con sus derechos inalienables, basados en la ley natu­
ral,
ha de obtener el respeto a su dignidad.
MARíA p AZ LóPEZ
MARITORNES, UNA NUEVA REVISTA
PARA UNA "NUEVA HISPANIDAD"
c•i
Las Ediciones Nueva Hispanidad, de Buenos Aires, estableci­
das también
en la Montaña de Santander, que dirige Félix della
Costa,
han irrumpido en el panorama editorial de lengua caste­
llana
con un amplio catálogo de titulos aparecidos en un corto
periodo de tiempo y
que prometen renovar -como exhiben
desde
la rúbrica-más que el hispanismo la hispanidad. Desde
la reedición de los libros clásicos y eruditos del historiador argen-
(*) En números anteriore. de Verbo hemos reseñado distintas obras edita­
das por Nueva Hispanidad, así como dimos cuenta de la presentación en Madrid
de la revista Maritornes. Reproducimos ahora la nota que nuestro secretario de
redacción, Miguel Ayuso, ha publicado en la revista Razón Española (N. de la R.).
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