Religión y libertad

En el importante santuario mariano friulano de Nuestra Señora del Camino, organizado por la revista Instaurare omnia in Christo en colaboración con el Comité de Encuentros Filosóficos de Údine, se ha celebrado el pasado 26 de agosto el XLIII Congreso de los amigos de Instaurare. Como de costumbre comenzó con la celebración de la Santa Misa según el rito romano tradicional, tras la cual se entonó el himno Veni Creator.

A continuación el profesor Danilo Castellano saludó a los asistentes ilustrando la importancia del tema escogido para este año: «Religión y libertad». Señaló cómo resulta imposible abordar todas las caras del problema, de manera que la reunión se iba a centrar en sólo algunos de los más relevantes, en particular los conectados con la llamada libertad de religión, es decir, la libertad moderna, frente a la clásica libertad de la religión (católica). El profesor John Rao, de la Universidad San Juan de Nueva York, se ocupó de trazar su historia, particularmente a través de sus antecedentes lamennaisianos y su posteridad «americanista». El pluralismo (americano) junto con el personalismo se hallarían en su base. Se valió como hilo conductor de la narración de la obra del Padre Taparelli d’Azeglio, de la Compañía de Jesús, y los redactores de La Civiltà Cattolica de mediados del siglo XIX. Tras el almuerzo siguió la segunda ponencia, del profesor Miguel Ayuso, presidente del Consejo de Estududios Hispánicos Felipe II y de la Unión Internacional de Juristas Católicos, que prolongó la anterior explicando el callejón sin salida de la libertad religiosa en nuestros días. Pues, sea cuando se pretende «hacer una causa común de las religiones», como cuando se «busca refugio tras la muralla de la laicidad», se trata de una estrategia perdedora para la Iglesia. En el primer caso, pues se aprovechan las sectas y en particular, en nuestros días, la mahometana. En el segundo, pues no se pone coto al avance de la secularización. La doctrina católica tradicional de la res publica christiana permanece mientras tanto abandonada cuando constituye la única solución. El canto del Credo, tras el animado coloquio y la conclusión del profesor Castellano, cerró esta reunión anual de los Amigos de Instaurare.