Índice de contenidos

Número 569-570

Serie LVI

Volver
  • Índice

Presentación número 569-570

Como anunciamos en la presentación del número anterior, la extensión de las actas de la última reunión de amigos de la Ciudad Católica nos ha obligado a dividir en dos números su contenido. En el anterior figura la introducción, escueta, que no nos parece necesario ampliar ahora.

Antes de los textos de Dumont (sobre Francia, traducido por Juan Manuel Rozas), Castellano (sobre Italia), Turco (sobre el mundo germánico, traducido por el profesor Joaquín Almoguera), Bartyzel (sobre Polonia) y la conclusión del director de Verbo, en la sección de Estudios y notas, tres breves textos. Los dos primeros sobre Augustin Cochin, el gran historiador y sociólogo francés de la Revolución, proceden de una iniciativa del quincenal francés L’Homme Nouveau y nos beneficiamos de la amistad con su director, Philippe Maxence, que nos ha autorizado a publicarlos en castellano. El tercero es un guión, riguroso y rico, como todo lo salido de su pluma, de Guido Soaje, de quien se cumplen cien años de su nacimiento. En la sección de crónicas puede verse alguna información adicional. Y en el próximo número ofreceremos una noticia de la edición madrileña de su texto sobre El grupo social, hace poco estampado por la colección Prudentia iuris de Marcial Pons. Es un honor sumarnos al homenaje del gran maestro argentino, que fue colaborador de las iniciativas de la Ciudad Católica y del Consejo Felipe II, como amigo de Juan Vallet de Goytisolo y Francisco Elías de Tejada.

Entre las crónicas, además de la apuntada, han de destacarse las relativas al VI Congreso Mundial de Juristas Católicos, sobre el transhumanismo, del que publicaremos algunas ponencias seleccionadas en el número de marzo-abril, con la elección de nuestro amigo y colaborador Ricardo Marques Dip como nuevo presidente de la Unión Internacional de Juristas Católicos, así como las nuevas Conversaciones del Felipe II en Tlaxcala y el Coloquio de Fuego y Raya sobre el cuadragésimo aniversario de la Constitución española. Verbo, que ha sido una de las pocas sedes que no ha dejado de denunciar que en aquélla reside una de las fuentes de destrucción de la sociedad española, a partir de la llamada «laicidad» que acogió, no podía dejar pasar la ocasión sin el oportuno recordatorio (doloroso) de cómo se han comprobado sus razones en los hechos.

En cuanto a la información bibliográfica, vuelve a ser densa y rica. El trabajo riguroso del profesor Juan Fernando Segovia destaca particularmente. Y, al tiempo, encontramos otras notas confeccionadas por nuestro cuerpo de redactores, particularmente Manuel Anaut y Vicente Berrocal.