Crónica del III Congreso del «Office International» en Lausanne

RESE~A DEL CONGRESO DE LAUSANNE III,
CELEBRADO EL 31 DE MARZO, 1 Y 2 DE ABRIL DE .1967
Un Congreso de acción.
Esta reunión de tres días congregó en el Palais de Beaulieu,
desde la misa inaugural hasta la última comunicación, alrededor
de dos mil doscientos congresistas llegados de más de quince na­
ciones. En el Congreso se armonizaron:
-:--los oficios litúrgicos (excelentes sermones sobre la Fe,
capilla abarrotada, recogimiento unániITie, comuniones muy nu­
merosas, cantos en común),
-las ponencias magistrales ( de las que hablaremos),
-los trabajos de los "for1,:t,mf' (o reuniones para coµcertar los
esfuerzos
para la acción doctrinal en los medios más variados),
-
_las discusiones prácticas en los "points de rencontre".
El éxito de estos últimos fue una de las características del
Lausanne
III. Apenas salida de una conferencia, la muchedum­
bre se distribuia en las pequeñas mesas de reunión: scouts, habitat,
padres y enseñanza, patronos y cuadros, problemas económicos,
sindicatos diversos, acción familiar, estudiantes, infancia inadap­
tada, etc.
* * *
Los organizadores del Congreso quisieron exponer por sí mis­
mos los métodos de acción preconizados, presentado cada uno bajo
el ángulo de una preocupación de nuestro tiempo. J ean Ousset
mostró cómo la boga de la "cultura" ofrecía campo a la acción
cívica.
Fran,c;oise Gousseau se dirigió a los "laics dans la cité",
firmes en sus derechos y libertades, pero_ convencidos de_ la nece­
sidad de lo sobreuatural en la vida pública. Jean Fran~ois du
Merac trató de la obligación cívica como uno de nuestros deberes
de estado si queremos servir a Cristo Rey. Michel de Penfentenyo
mostró
el papel creciente de los clubs ideolÓg:icos en la vida de
las naciones y los nuevos métodos de acción política que se im­
ponen. J ean Beaucoudray se dirigió a los jóvenes, les indicó sus
posibilidades de traba jo ante las invitaciones políticas de las que
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MICHEL CREUZET
la Juventud (con J mayúscula) es objeto. Henri Boissonet habló de
las relaciones entre la ley natural y la acción cívica. Michel Creuzet
se afirmó en las ventajas de nuestros métodos de acción para
"vencer al comunismo". ¿ No van ellas en contra de los manejos
subversivos que
'~ialectizan", rompen los vínculos

sociales ma­
sificando los cíudadanos ?
Hubo un elemento común, en estas exposiciones: determinar
los servicios que puede rendir l'Office International suministrador
de ideas y de documentacíón, creador y educador de cuadros en
los diversos medios sociales, profesionales, familiares, políticos,
locales, etc ...
* * *
Respondiendo a la exhortación de Su Santidad en su Encíclica
sobre
el décimonono centenario del martirio de San Pedro y
San Pablo, la muchedumbre de los congresistas, de pie, cantó
el
Credo en el mismo salón de actos, ante la invitacíón que J ean
Ousset, Presidente de
l'Office International, hizo al concluir la
exposición de su ponencia de clausura. Sin Cristo Rey, piedra an­
gular, los ·"constructores" de la ciudad tem¡x:>ral no son siquiera
capaces de hecho de observar la ley natural.
* * *
J ean Madiran expuso las definiciones en su ponencia de in­
troducción. Situó
el tema del Congreso en la línea de los prece­
dentes. Luego abordó las tres vías a través de las cuales podemos
conocer la ley natural : fe, connaturalidad, razón, y los distintos
modos como fue enseñada la ley natural a los hombres.
* * *
En nuestros días, es cíerto, se pretende que la Iglesia deja
libres a los hombres en sus opciones políticas, especialmente en
cuanto a la elección de un régimen, y estaría dispuesta a aceptar
no importa qué clase
de gobierno. Geoffrey Lawman, a la luz de
la
Ditvini Reáemptoris y de la Mit Brennenáer Sorge, mostró que
ni la Iglesia
ni la razón pueden admitir organizaciones sociales y
políticas antinaturales que socaven las familias, las patrias, los
cuerpos intermedios.
* * *
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LAUSANNE III
La alteración de la realidad social conduce a dos consecuencias,
que
el Profesor Marce! de Corte y Gustave Thibon pusieron de
relieve.
l. La realidad política cede su lugar a una continuada uto­
pía en
la cual los mass-m~dia mantienen el conglomerado humano
mutilado de todo ejercicio
de sus libertades.
2. El cambio del destino eterno de los ciudadanos es un mito
del Progreso, indiscutido y sin cesar diferido· para
el mañana, del
que habló Gustave Thibon.
Lo eterno se transforma en el "futurismo" inmanente de la
política. Este "futurismo ", representado por los diversos progre­
sismos, encuentra todavía su expresión en el teilhardismo y en los
mitos de la salvación global de la humanidad.
* * *
"Progreso ciego para mañana mientras que las ruinas se acu­
mulan hoy". Paso a paso, el Profesor Riviere habló de "el niño
aceptado", el "niño exigido", el "niño rechazado", y concluyó la
necesidad de respetar las leyes de la vida, sin lo cual los vicios más
repugnantes y
el crimen hipócritamente encubierto en preocupa­
ciones "eugenésicas" conducirían al hombre por debajo de
la bes­
tia. (Ya se trate de la hetera-inseminación o del crimen contra el
feto en el momento de su concepción o en el curso de la vida
uterina.)
* * *
Desde hace dos mil años, la civilización cristiana ha constituido
una protección para
el hombre, de la cual J ean de Fabregues nos
traza
el cuadro.
Si es justo, en cierto sentido, hablar de civilización hindú,
árabe, extremo oriental, no es menos verdad, para estas civiliza­
ciones, la imperiosa necesidad de reposar sobre tres ideas ( en
tomo a las cuales
el Occidente se ha desarrollado) : "El valor de
la inteligencia, incluso en el orden religioso; ·et sentido del amor~
como clave de la vida personal, y el respeto de todo hombre, como
igualmente llamado a un destino trascendente".
* ·* *
"Estamos en el paredón", debió concluir el Almirante Auphan
a propósito de la guerra. O bien nuestras respectivas patrias
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MICHEL CREUZET
contrarán,,,de nuevo el sentido de un orden natural ( que fue el
fundamentp; de los acuerdos de La Haya observados durante la
guerra de 1914-18), o bien volveremos a caer en la "barbarie"
anterior a. la. sociedad cristiana; a estas .destrucciones metódicas
de .las ciudades. vencidas a la que conduce la guerra atómica y la
guerra ideológica revolucionaria a escala del mundo contempo­
ráneo.
* * *
Deduciendo las conclusiones del Congreso, Jean Ousset trató
de los abatares de un orden social que desconozca la ley natural.
"Proyecto de matrimonio entre
el liberalismo y la Iglesia",
entre el
'1comunismo y la iglesia" ... "el teilhardismo y la Iglesia".
Cada vez se propone a la gracia una subnaturaleza. Pero ella no
encuentra terreno favorable a su eclosión.
* * *
La lista de los Presidentes de las sesiones indica la extensión
del ,Office ln_ter'ltdcional en el mundo. Citamos por orden cro­
nológico:
-Gil Mor,eno. de Mora, Presidente de la Cámara Agrícola
de Tarragona (España).
-Thomas Molnar, de la revista "Triumph" (U. S. A.)
-Profesor J. Pedro Galvao de Sou~a, de la Universidad
Católica de Sao Paulo (Brasil).
____. Francesco Leoni, Director de la revista "Relazioni" (Italia.).
-R. Berrurier, Vicepresidente de la "Association deS Maires
de Francia".
No habiendo podido asistir por razones de salud,
fu~ reemplaza<\o por :
-Señorita Schwyzer, colaboradora de la revista "The W an­
derer" (U. S. A.).
-Amédée d' Andigné, Presidente de los "Amis de la Cité
Catholique" (Francia).
-J ean de Stebenthal, Profesor de la Escuela Politécnica de
la Universidad
de Lausanne (Suiza). En su presentación de Jean
Ousset recordó, en delicados términos, las peregrinaciones lasane­
sas en honor de Nuestra Señora.
,. * *
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LAUSANNE III
CONCLUSION
'.'Christus vincit, Christus regnat, Christus_ imperat."
Con los viriles acentos de las antiguas letanías carolingias,
canto de triunfo dirigido a Cristo Rey, terminó el Congreso.
Congreso sobre la ley natural en política.
Congreso del
"año de la Fe", sólidamente enseñada en los tres
sermones. De las confesiones sin cesar. De una misa concelebrada
por sacerdotes "de todas las lenguas" ; no faltó el sostén espiritual
a nuestra tarea de seglares inmersos en
un mundo de confusión.
Si hiciese falta,
para concluir, diríamos la impresión de FUER­
ZA que nos deja el Lausanne III.
Fuerza de convicciones y de voluntades.
"Si no partís con resoluciones firmes --dijo Jean Ousset-,
4 ..• estas jornadas son vallas."
La proporción de jóvenes ha aumentado aún con respecto a
la del año anterior.
Los métodos del
Office Internatiomal ¿ no son acaso el porvenir
ante las "construcciones crugientes" de las modernas ideologías
inhumanas?
''Ya las espigas empiezan a dorar'' ... Esperamos los obreros
de hoy.
Que Nuestra Señora .de Fátima, patrona de este Congreso,
nos obtenga la gracia de numerosas respuestas a la llamada de
Lausanne.
MrcmtL CRllUZET.
LAS TRES CONDICIONES DE "L'OFFICE
INTERNATIONAL"
1.ª Respeto al Papa y a la J era,rquía, Referencia, al menos
vm,plícita,
a la doctr"i,n,a social de la Iglesia. .
2.ª Hostilidad suficientemente actima cc,ntra el Totalitansmo
moderno
y la Revo,/ución.
3.ª Sentido de una efica-cia lograda a través de la diversi­
dad, la subsidiariedad, la com,p,lem,entaridad de organismos; con
exclusión de todas las tendencias unitarias, burdamente coligantes.
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