Índice de contenidos

Número 55

Serie VI

Volver
  • Índice

Una encíclica llena de luz

UNA ENCICLICA LLENA DE LUZ
por
Loms SALLERoN.
Volviendo a leer la encíclica Dimini Redem,ptwis lo que más
me admira es su luminosa simplicidad.
Va derecha a lo esencial, despreciando los detalles y sutilezas.
Para Pío XI, hombre luchador, se trata de un combate. El ad­
versario es llamado
por su nombre: es "el comrunism.v balchevi,que
y ateo, que tiende a derrumbar el orden social y a socavar los fun­
damentos mismos
de la civilización cristiana" (n. 3). El Papa in­
tenta exponer los principios y directrces del comunismo para opo­
nerles la
clara doctrina de la Iglesia (n. 7).
Es pcr esto que la encíclica vale en. 1967 lo que valía en 1937.
Algunos sin duda dirán: sin embargo, el comunismo ha evolu­
cionado desde 1937. Sí y no. Ha evolucionado .en el sentido de que
todo evoluciona con el tiempc. No ha evolucionado en el sentido
de que.sus principios no han cambiado. Esto se ve muy claramen­
te considerando esta evolución bajo el aspecto fuerza y debilidad.
El comunismo es más débil en 1967 que en 1937 en ciertos
aspectos:
1.° Como· sistema de dominación mundial la querella
chino-soviética es
un ·verdadero debilitamiento.. No solamente se
odian los dos imperios, sino que su querella repercute en todas
sus zonas
de influencia. 2.0 ·Desde el asunto de Cuba, la ·amenaza
de guerra que la U. R. S. S. hacía pesar sobre Europa y el mundo
ha disminuido. 3.0 Los países satélites de la U. R. S. S. ya no
le están sometidos incondicionalmente como_ antes. 4.0 La ola co­
munista,
tanto china como rusa, que se había desparramado en
Africa y Asia, ha refluido en buena parte. 5.0 En Occidente, la
cabeza rectora del comunismo no goza ya de estricta obediencia;
está dividida en múltiples querellas. 6.0 Hasta en .la misma
U. R. S. S., una reivindicación general de bienestar y libertad,
sin ·sacudir realmente al régimen,
pone al menos_ en evidencia el
fracaso económico del
marxismo y la imposibilidad de una dicta­
dura total permanente.
Estos rasgos de debilidad -de debilitamiento--no deben ser
subestimados, aunque marquen más un retraso respecto a 1947
que a 1937.
Sin embargo, el comunismo actual es más fuerte ( o más ame­
nazador)
que nunca: 1.0 , porque no está limitado solamente a
la U. R. S. S., sino que hoy extiende su dominio político directo
en una buena parte del planeta; 2.0
, porque la rivalidad chino­
soviética no se sabe cómo
acabará y, frenando la guerra de in-
339
Fundaci\363n Speiro

LOUIS SALLERON
mediato, puede ser causa de guerra a corto o medio plazo ; 3. 0
,
porque si, hablando en general, el comunismo ha podido dividirse
y diluirse en su extensión universal, sigue siendo la referencia de
1a que ningún extremista quiere separarse; 4.°, porque el comu­
nismo ha penetrado profundamente en el cristianismo en general
y en el catolicismo en particular.
Este último punto es el más importante.
Es también, a primera vista, el más sorprendente. ¿No se trata
de dos doctrinas lo más opuestas posible? ¡ Eh!, sí, pero es por eso
justamente -permítasenos decirlo así-, porque son radical y
totalmente opuestas, por lo que aquella de las dos que concediera
algo a la otra podría resultar sustancialmente afectada.
El comu­
nismo no concede nada. En el catolicismo, muchos clérigos y
laicos conceden un poco o mucho, ¿ por. qué?
Aquí es donde estalla la luz de la Dwini Redemp,toris. Y esto
es lo que le da una actualidad permanente.
Debemos decir que,
hasta por el hecho de la infiltración co­
munista
en el catolicismo, la Encíclica es mucho más actual hoy
que en 193,7. Y, como no trata más que de lo esencial, ha ha en­
vejecido en
una sola palabra.
¿ Qué dice Pío XI después de haber anunciado su destino?
Dice: "El comunismo de hoy, de modo más acentuado que
otros movimientos similares del pasado, contiene en sí una idea de
falsa redención."
Es la primera frase del capítulo en que se expone la doctrina
comunista. No se puede ser más claro ni poner el dedo más exac­
tamente en el punto que caracteriza el comunismo y hace com­
prender los destrozos aue ha hecho en 1os medios católicos. "Des­
confiad de las falsificaciones !',. dicen 'los industriales de los produc­
tos que quieren proteger. Es lo mismo que dice el Papa. El
cristianismo es la
relig-ión de la redención de los humildes. El
comunismo es su falsificación. De buena o mala fe, los católicos,
en gran número, se han precipitado hacia la falsificación. ¿ Cómo
no enternecerse ante una doctrina que habla sólo de los pobres, de
los trabajadores, de la paz? ¿No es esa la doctrina del Evangelio?
No ven a los lobos bajo la
piel de cordero.
Pío XI no se extiende demasiado sobre la doctrina comunista
misma.
Ha preferido señalar el "motor" Q_ue es su signo distin­
tivo.
En lo que tiene empeño es en recordar lo que es el cristia­
nismo como
doctrina y como vida. Señala de paso en qué el comu­
nismo es su
contrapunto o su falsificación. El vigor de sus
fórmulas
no deja lugar a equívocos. Jamás repetiremos dema­
siado la más célebre de todas: "El comunismo es intrínsecamen-
340
Fundaci\363n Speiro

UNA ENCICLICA LLENA DE LUZ
te perverso; y no se puede admitir que colaboren con él, en ningún
terreno, quienes deseen salvar la civilización cristiana" (n. 58).
Por lo demás, no quiero detenerme en el análisis de un texto
que se analiza más rápidamente por si solo leyéndolo directa­
mente.
Quiero solamente destacar algunas frases relativas a la doc­
trina social de la Iglesia y a la doctrina contraria del comunismo,
que en el conjunto de la Encíclica no ocupan más que un lugar
secundario. Sólo son más llamativas en su resumen.
"Pero no se pisotea impunemente la Ley natural, ni al Autor
de ella: el comunismo no ha podido ni podrá realizar su ideal,
ni siquiera en el campo puramente económico" (n. 23,) .
. . . y jwm,á,s lleg(]}Yá;n a ello. Con periecta seguridad Pío XI lo
declaraba
en 1937. Treinta años de e¡cperiencia· han confirmado
esta predicción.
En el párrafo 31 recuerda que ha insistido en la Quadragesimo
Anno en la doctrina secular de la Iglesia reierente al carácter
individual
y carácter social de la propiedad privada ... Dice bien:
doctrina secular.
En el párrafo 32: "Demostramos cómo debe restaurarse 1a
verdadera prosperidad según los principios de un sano corporati­
vismo, que
respete la debida jerarquía social, y cómo todas las cor­
¡.oraciones deben unirse en unidad armónica, inspiradas en el
principio del bien común de la sociedad." Esto es lo -que nadie
quiere oír. Los católicos prefieren correr tras el vocabulario de
los demás. Señalemos que si estamos lejos de un "sano corpora­
tivismo", el fenómeno corporativo se ha desarrollado mucho de
hecho. Con alabeos y desviaciones p€nosas se le .busca a través del
pleno empleo, la planificación ágil
y la reforma de la empresa.
Quizá es más "aceptable" el párrafo 54: "Si se considera, pues,
el
conjunto de la vida económica, ( ... ) no se conseguirá que en la
relaciones económico sociales
reine la mutua colaboración de la
justicia
y la caridad sino por medio de un conjunto de institu­
ciones
profesionales e interprojesionales que, fundadas sobre ba­
ses sólidamente cristianas y unidas entre sí, tonstituyan bajo di­
versas formas adaptadas a lugares y circunstancias lo que se lla­
maba la Corporación."
Pío XI recuerda aún que "es sumamente necesario que en to­
das las clases de la sociedad se promueva una más intensa forma­
ción social, correspondiente al diverso
grado de cultura intelectual,
y se procure con toda solicitud y por todos medios la más amplia
difusión de las enseñanzas de la Iglesia,
aun entre la clase obrera".
Nos queda mucho por hacer.
341
Fundaci\363n Speiro