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Número 191-192

Serie XX

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El marxismo-comunismo. Su incompatibilidad con el humanismo cristiano y con la civilización occidental

EL MARXISMO-COMUNISMO(*)
SU INCOMPATIBILIDAD CON EL HUMANISMO CRISTIANO Y CON LA CIVILIZACION OCCIDENTAL
POR
RAMÓN MACIÁ MANSO
Catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Oviedo.
ComnniSDJn y humani:smo cristiano
El comunismo es una realización particular de la doctrina rnar­
xista-engelista. Resulta de la aplicación particular de
la teoría mar­
xista-engelista

como elemento básico común,
más otra parte doctrinal
complementaria
y diferencial -la doctrina leninista, estalinista,· mao­
ísta,

etc.- según las
especiales características
del lugar y tiempo en
que
se aplica.

La fundamentación y teoría del comunismo es básica­
mente
la doctrina marxista-engelista; la

realidad del
comunismo se
logra

de forma acabada en los
países donde están instaladas las

lla­
madas por Marx «dictaduras

del
proletariado», las
que desde siempre
son, efectivamente,

Estados totalitarios de
férrea dictadura,
pero nunca
han llegado a ser del proletarido, sino de una élite del Partido Co­
munista, y, a pesar de la realidad, se suelen autodenomi!lJl1" «Repú­
blicas democráticas" o populares. A esta realidad histórica de los paí­
ses comunistas actl!ales hay
que sumar la
.de los partidos comunistas
con sede en países donde no
están implantados

todavía
los Estados
totalitarios

comunistas. La actividad de las dictaduras y de
los pa,r­
tidos

comunistas
se proyecta

en una dobl.e vertiente: por un lado va
encaminada a autodefenderse

de cualquier ataque de
dentro o
de
fuera,
pa,ra
perpetuar las dictaduras. Poi; otro, colaboran en la lucha revo­
lucionaria para ir derrocando a todos los Estados no comnnistas a su
(*) Este estudio es parte de un trabajo más extenso, inédito, del autor.
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Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
alcance, con el fin de lograr la completa dominación del mnndo, Esta
es la meta final irrenunciable del comunismo, y hasta ahora la va
realizando mediante sucesivas anexiones de países. Es preciso aclarar que no todo comunismo es marxista, ni una
rea·
!idad histórica, y ¡,or·estó sé dis!inguen del cq~ tt~tamos. Así, Platón,
Campanella, Tomás Moro, entre otros, ya propusieron doctrinalmente
formás--SOCiales comWlistas que-no se realizaron. ·Además,-es ·ae::·ob­
servar que la realidad global dcl comnnismo, formad¡ por el con­
junto de los Estados
y partidos comunistas, al estar constituidos por
aplicaciones particulares d~ 1~ _ do!,;t:ri,na, .1P:31"xista-engelista, toda tiene
algc, <;le común p ciai a -e~ de· 1~ dOCtdnas éompleffietitarias anexionadas a· fa común
de Marx-Engels y por las características peculiares de los pueblos ~
los que se ha ~plicado. En otra:'ditécdón; ci preciso Ó~á.t c¡ó[si'
se

acepta la
dpcttina ~:,cist¡t bajo cuale)qui"fa. de

sus
variao\"' com­
plementarias

existentes. o
formulables eo. e! fÚtq.ro y .se f plica éñ su
integridad,_,necesariameote conduce a a!gnna forma
de realidad CO:
m,~ista, y. si. aquellas doctrinas no se· aplican,eo su integridad, o no
si)e<:orre todo el aítn.ino que

propugnan,
por lo. menos se prepara
el.te.treno par" el

asalto. final
d poder de_ 10'! _Estados que. sin dud_a
jj,tentiÍrán. !95
partidos com~istas .. • Advirtam,m,

de
~ •. el. peligró
qw; entr¡tña todo socialismo de . cuñ.o . marxista,

y
. es .,r dé. C<}!aborar
~00 ,los co01unistas para el advenimiento del com~mo. y el ri~go
CJ.i,.e :contra~ ·ª:~tr_,vez, -i~e- .. s~alisp1~, __ pues c{?Plllfl~s_tás_y ~~a~iSt!15:.
n¡ancffita;
podrán recorrer juotos una parte del camino, pero, al find,
i de éxpulsar a los socfa.)istas ,para ~pode!llfse
té,talmá,t~ dt;:1
poder. . .. · · ..
·_· __ El ___ mapé_i~~o-co~unista q cp~~nismO, ~st~, es _i.i~paf:íbl~-
cOQ. !ÓS valores del. humanismo cristi~o, pues rechaza. fos valm-es de
!~ pe;sooa humana cousiderada

en
si misma ypor si

misma
y los
tr~ssendentes d hpmbr", y se .qued~ sólo CO!', un proyecto utópicq fle
sqcfdtJIJ. que. no _ha realizado ni pued_e realwi.r, pc,rqué es de impo:
·M~ .. re,ÍJización,. y coola rea!;4á,/ de ·,m Estado IÓtaliÍario q_uecons­
~tei,iente
viola

los
dep:<::hos . fundainental~ de · la persona . h'!mana,
los de las comunidades internas al marco

estatal
y los_. ciones
y llstados. Es, ~di~al1nent, ., iniposible ~01_1s~r . sobre_ la ·. rea-
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EL MARXISM0;COMUN!SMO
lidaátéórico-práctica· del comunioniO ··tíh mundo regido ']5(11: los;válo­
·res ·•del
humanismo cristiano, porque. éstos están expresatnenre nega­
dos jx>r
los principiÓS y el desarrollo de la doctrina man¡ista, por 1~
realidad·

histórica
dél comunismo '-los partidos y los Estados totali­
tarios
oomunistai'-, · y por la forma· de act\Jar de los mismos, ·. qne es
el as¡,.,:to dinámico de la realidad. Para que fuetá_ pé · sobré:: el comunismo según los · valores del hU111anístnif. cristiano; · el
COrilúnisino · tciidría que ·renunciar y cambiar-sus. fundain.entos, su doc­
trina/su realidad y sus modos de operar, es·da:ir, tendr!a que dest<>­
·-'inuriiZá.rse. primero, lo que, ·si no··:es·- ímposible; ·:no· es. previsible . .-que
bairia. Sí, en cambio, es imposible; y es uh etrot creer otra cosa, (¡lle
·e1-comúnismo altere su realidad y inodos· de: operar sin hitber renun­
. ciado· de hecho; y no só!O de palabra, a la doctrina marxista ¡i :sin
sustituirla
por Otra no· marxista:
· · · .. El c0111unismo · es ábsoluta.mente incompatible con los valores·

que
propugna el humahisniO cristiano: a) por la teoría o doctrina mar­
xista; b) por la realidad de los Estados totalitarios comunistas, .y r)
·¡,or · ¡ós procedimientos que ·utiliza. Por la teoría, porque la doctrina
rriarxista es atea, no admite a Dios ni religión alguna. No sóló niega
a· Dios-·en teoría, sino que, por Íiécesidad,-1ó combate"en la práctica,
·pu-e$··. constituye rina alienación;· Ja alienación religiosa :que es -nece~
'sário eliminar pata poder pasar a la ludia révolucioni!J:ia. Según Marx
las
'creencias religiosas lleváh al liombre a tta•poner ]l)& problemas
d·e esta: vida a un -Diós o· diOSes' inexistéi:ites, que -jamás' los podrán
solucionar; por esta ,m:isma fe el "hOmbre es capaz de sóportiU: sin dé­
feiiderse todas Ías injusticias de esté 111W:ido, confiado en: que Dios
hará ·justicia··
en ün mundo venidero; u'ltraierreno, · que Marx juzga
igualmente
imaginario. Así, · la religi6n es el opio del pueblo, un
mal

que· es
preciso erradicar;· porque· impide 'en este· mundo mediante la revolución del pt&letáriado y la imj,fari­
ficióri ·del ·comunismo. ·
"Pára··el ll1arxísmo, 13. persona humana-por y ffl·--sf misá:ta no tiene
ningún válor, rii digjtidad, ni merece respeto alguno. Alnegar que
· la peisruia füunana tenga un fin en sí m:ismll y posea: \ma autonomía
'espiriiiml, cÓnsecfientemente desaparece sú valor propio;
su dignidad
'f sif inviolabiÍidad; Y a no és el hombre cómo persona; sea el qui,
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RAMON MACIA MANSO
fuere, el que merece respeto en todo tiempo y lugar, . e independien­
temente de su modo de pensar y su condición. social, y sin que nunca
persona alguna pueda llegar a ser mero objeto de la voluntad de otra
persona, o simple instrumento de una colectividad. Por de pronto,
para
el marxismo, sólo los individuos en tanto miembros de una clase
social son los que, aun careciendo de valor . por sí mismo,_ merecen
protección mientras pertenezcan a la clase del proletariado y (o) se
sometan

a la ideología
marxista. Los que no son miembros de esta
clase o no aceptan el credo marxista con todas sus cons·ecuencias, son
enemigos que merecen la muerte, y es preciso eliminarlos porque son
fuerzas contrarrevolucionarias y no caben en la sociedad de las dic­
taduras totalitarias de los
con)l.mistas. No
es la persona, sino la so­
ciedad,
y no toda sociedad, sino sólo la comunista, la que es preciso
defender e instaurar. El marxismo es
un tipo
especial de socialismo
en
el que la persona caréce de valor y se puede utilizar como mero
instrumento al servicio de una colectividad entretanto no se alcance
la utópica sociedad comunista.
Además, por la doctrina
marxista resulta
que
ninguna persona
tiene derecho a desarrollarse en su integridad, a consecuencia también
de no considerarla un fin en sí misma ni admitir su ser espiritual
autónomo. El marxismo ni acepta que la persona tenga valor por si
misma, ni que sea portadora de valores personales intangibles, ni que sea capaz
de actos espirituales propiamente libres, ni que pueda as­
pirar a realizar valores desligados de la materia.
En particular, recha­
za que existan valores morales, tampoco admite que existan _normas
morales, ni que éstas vinculen idealmente la libertad -inexistente-­
de la persona; rechaza, igualmente, la existencia de la conciencia mo-­
ral propia de la persona y, finalmente, niega que ésta pueda tener
actuaciones morales, es decir, n.iega enteramente toda ética y la posi­
bilidad de 11na vida ética de la persona. ¿ Dónde está la posibilidad
del desarrollo integral de la persona, si a ésta no
se le
reconoce su
aspecto
más importante, la autonomía espiritual, racional y libre, y
se la considera un simple instrumento al servicio de una colectividad? ¿En
qué queda
una persona a la que se
sustraiga su
ser más espe­
cífico, de
tal modo que por sí misma no tiene. libertad ni finalidad
propias, sino que está determinada por una clase social
-y por las
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EL MARXISMO-COMUNISMO
condiciones materiales que determinan a ésta, como veremos-y es
W1 instrumento al servicio de una clase?
El marxismo no sólo niega a la persona humana corno fin en si
misma y valor en sí misma, y a los derechos humanos en tanto pro­
tegen valores de la persona en las relaciones sociales, y a los valores
morales corno
fundamento de normas que

buscan
el bien integral del
hombre
y la ampliación del marco de su libertad personal, sino cual­
quier tipo de valor
---'!, por tanto, también cualquier tipo de norma
y fin valiosos---,-, ya sean políticos, jurídicos, sociales, etc., y así no
cree, porque no puede creer desde su doctrina, en el valor de la de­
mocracia, ni

en
el de la justicia, ni en el del bien común de una co­
munidad, ni en los de las declaraciones, constitucionalizaciones ni
institucionalizaciones de los derechos humanos, como tampoco en el
de
nonna jurídica alguna.
Ninguno

de estos• valores tiene posibilidad
teórica alguna
ni de
fundamentarse ni de ser acogido en la doctrina marxista, a causa
de su materialismo histórico básico, pues desde éste todas las cosas
resultan ser, en último t.iér.mino, de naturaleza material, o se derivan
directa o indirectamente de la materia mediante el trabajo del hombre
y están determinadas por sus condiciones materiales de producción.
Según el marxismo, nada existe que posea por si
mismo ni un mí­
nimo ámbito de autonomla e independencia, ni siquiera el pensa­
miento, la conciencia o las ideas; todo depende, de una u otra forma,
de la materia, y está determinado, en último término, por las condi­
ciones materiales de la vida humana y por las relaciones económicas.
Consecuentemente, ni el Estado, ni el Derecho, ni la sociedad plura­
lista tienen sustantividad propia, ni puede realizar valor alguno; según
la doctrina marxista se reducen a ser superestructuras que están en
función de la estruc!Ura económica de la sociedad y en realidad son
fueros instrumentos de fuerza que utiliza una clase social para man­
tener el dominio y explotación de_ la clase sometida y explotada.
En lo único que cree
la doctrina

marxista
a, en primer lugar, en
la sociedad comunista que
proyecta realizar

al final,
que según Marx
será una sociedad atea -sin Dios ni religión-, pero, asimismo, sin
Estado -sin dictadura del proletariado-:--, sin Derecho y sin clases
sociales ---sociedad uniforme, igualitaria
y libre-en .la que, por fin,
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.RAMDN-MACIA' MANSO
:el ·prod;u,;tnr. estará.wüdO' a:! p,oductO''dc,,su ttirbajo,:quedaildo así
clausurada la escisión fundamental. interina: al :propio ,hombre, :y por
ella> todi\s fas demás--alienaciones a que daba lugar, Proyecto-utópico
de
imposible realización, a ·menos que _ se. destruya la natura;leza hu­
tñlUla; de la que Marx ha hablado poco, a pesar de 'que· aquél 'COJlS·
'tífuye el verdadeto objetivo del marxismo, -
-

En
segundo:1ugar, la doctrina· marxista cree y propugt¡a :que el
mii-dir, para lograr la sociedad comunista indicada es la lticlía· del pró­
·l,¡tariado y' la· implaotación '¡,h~visional, transitoria, de· la -dictadura
del

proletariado
·o Estad6 totalitario corriunistai' Y taVdicl:íidura real­
mente existé en tOd~ los países comunistas, de medio para Togr¡,r
:i~ '~Oded~d ___ cOmuhista_· se_ 'ha :c~;nverti~o .. _en '.fjn,_-_ ·Y . de traDsifuria:_ én
peimarieiite -y patee¿ sér que -deflriitivá, y algíinos :ie6rkos defien­
_den ya la necesidad permanente del Estado-.:é t, d~de:luego, -no ha
:d~o pa~ó _ a_ la ;:s~iedad cOmurtist~ _. que· hasta. _ei ".in()~~to"--c~_nti_m)a
,siendc:iuti proye<:to 'lúe rio se h¡ reajizado y n9 tiene ninguna es~-
,tativa _ de ·realización. · · -· · ·--· --· · ·
_____ . L~ realidad de la dictadura que, junto con los partid~ cómunJs­
ta,i,
es
la
única, realidad que existe -y no la soci~aci idear nia;­
xista~, por su form,, de ser totalita~ia y_ dÍctátorial y por ,~,-modo)
'de actuar dentro y fuera de los paísescomunistas es -l¡icompatible con
~-.valores del humánÚ~.9 cri~Úano. No ·só_l<:> l_á :_.teotfa _ñiar~is-ta,;.;Slllo
también_ 1~ realicl,u:I del comunismo, • es, pµes, incom¡,atíble _corí iu¡íit,I
humanismo,
Y, -como veremos -en . los -Estad¿~ tot,tlit~iÓs- C(»DUllÍ~t~,
_al
llevar a la práctica la teoría._ marxista, t,;,,t;, para instalar la 'clic­
t,Wµra w¡nc>: para -mantenerla, ni se ,espetan los --derochos -Íillllla.Í¡Íos
,ii-se respeta ninguna norma moral ni derecho a/gario: tódó. ió.
medjos, procedimientos y tácticas son empleados por inh\llDanos, j¡¡­
,mora\es, antijurídicos y antisociales que sean, si son eficac~ para los
fines·
l,uscados. J.>or esto, también.Jos ,procedinüentos ,qu,; ·µsa el .s<Í·
m~ismo -están - en. abierta contr.adicción. con -él h~$in0_ cri~tiáoo.
•:---A guisa _de balance gen_eraLresulta, por un lado, que_ el ·comunis-. -. .. ·,,
tilo e~ incom¡,atil>le con las_ --va:lores -del __ humanismo · cristiano,. ~tp
.en la téoria.cómo en la realidad comunista ysus procedimientos;.es
décit,.-.sobre eJ· mwido :~OJn~Qjst~_es_-_.impo~ib_le_: tta1:'.a_;_:de _r~ali~_r_,11.1:~s
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EL MARXISMO-COMUNISMO
valores qu:e teótica y prácticamente rechaza y ataca. irreconciliable­
mente. Por
otro lado, la realidad que es
¡x,.ible reestructurar de

acuerdo
con los valores del
humanismo cristiano

es la del
mundo occidental,
porque ·contiene una civilización que asume y realiza, hasta cierto
punto,
algunos de los valores del humanismo cristiano. Mucho
tiene
que cambiar para. r&!izar de verdad aquellos valores, pero es pooible
la remodela:ción, puesto que no exis-te·-in~qqipatibiHdad·teórica. Para
ello
es. necesario

rectificar,
complementar, _sustituir y crear institucio­
nes,
formas de vida, costumbres, etc.
Sin embargo, esta civilización de la que se puede
partir está

en
peligro de destrucción, no sólo por la corrupción que contiene
y ela­
bora por sí
mim1a, sino también, y fundamentalmente, porque el
comunismo la combate
Y-

se propone
@iquilarla. La realidad del co­
munismo marxista

representa hoy día la más seria
.amenaza que
existe
para la supervivencia de la civilización
occidental La meta irrenun­
ciable del
comunismo es

llegar
a dominar el mundo, y el obstáculo
mayor es esta civ.ílizac_ión, que tiene unos modos de ser, de pensar
y
de actuar, incompatibles con loo del comunismo. Es natural que así
sea, pues si el humanismo cristiano es incompatible con el comunis­
mo y aquél ha sido en alguna medida realizado, por la civilización
occidental, ésta resulta ser también· incompatible
con el

comunismo.
Geográficamente una gran parte del mundo es ya comunista,
y
un país tras otro van cayendo sucesiVamente o dentro del comunismo
o dentro
del ámbito de

su influencia. Su objetivo de
doruinar a
Oc­
cidente y de integrarlo en su mundo comunista, tal vez no lo pueda
conseguir frontalmente mediante una guerra abierta -generaría· la
tercera mundial-,

precisamente a causa del
armamento nuclear. Pero
existen otras

formas solapadas de guerra que practica;
el· comunismo,
y con ellas Occidente puede sucumbir sin guerra. El campo de batalla
se ha desplazado

a otros
ámbitoo.
La

ceguera occidental respecto de la naturaleza del comunismo
y
la creencia de que puede .. cambiar sin haber_ rechazado -previamente
los principios y la doctrina marxista, de hecho, y no sólo de palabra,
ofrece el flanco·

de
mayor· vulnerabilidad. Mientras el cortumismo tra­
ba-j-a inexorablerneóte-eo· su línea sin sálirse un -ápice; adoptando en
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RAMON MACIA MANSO
cada momento. la táctica que más le conviene, Occidente vive con­
fia La relación general del comunismo con la civilización occidental
es de incompatibilidad, por su modo de ser, y de agresividad por su
modo de actuar. A co,ntinuación voy a tratar estas dos cuestiones:
cómo es y cómo actúa el comunismo, pues aunque constituido por
varias organizaciones con características accidentales peculiares; to:das
tienen algo de común en su modo de ser y de actuar. Más concreta­
meote, voy a exponer:
a) cómo es la realidad del comunismo según sus
características externas; b) cómo actúa en la práctica, y aquí me limita,.
ré fundamentalmente a considerar algunos usos tópicos del lenguaje por
los que se constituye en arma poderosa de defensa y ataque,
emplea prolijameote

contra la
civilización occidental.
El
comunismo no ha planteado la

batalla a Occidente con
guerra
abierta, y es muy probable que no pueda hacerlo. Tampoco la puede ·
plantear

en
el plano de las ideas, en las que lleva todas las de perder
si se verifica a nivel de expertos y en plan crítico racional. La ha
planteado en el campo del lenguaje, en la que puede ganar la partida
a Occidente, a nivel popular, si no. se reacciona oportunamente y se
desenmascara este su modo de proceder.
Antes de pasar a desarrollar las cuestiones indicadas conviene que
me detenga en hacer unas consideraciones globales
sobre Marx

y su
obra, el marxismo-engelismo que le es inseparable. No
vcy, en

cam­
bio, a tratar de sistematizar, ni de analizar, ni de sintetizar la doc­
trina del materilismo histórico -doctrina preferentemente de Marx­
y la del materialismo dialéctico -doctrina preferentemente de En­ gels-, aparte lo que queda ya dicho
y de otras refe cesitaré hacer. La exposición y crítica completas del materialismo his­
tórico
y dialéctico, sus complementaciones y la dete,:minación de sus
autores me llevaría muy lejos y no la considero aquí
, necesaria.
Razón de Marx y sinrazón del marxismo
A mi juicio, Marx se hizo,acreedor de un gran mérito y, al mismo
tiempo, contrajo una gran deuda con la humanidad. El mérito está
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EL MARXISMO-COMUNISMO
en haber impugnado una· situación histórica injusta hasta lo inhu­
mano,
y la deuda está en haber propugnado una solución al problema
que
és todavía más injusta y más inhwnana. Atacó al capitalismo de
su tiempo,
y en esto tenía toda la razón, pero proporcionó las bases
teóricas
a la

realidad del comunismo,
y · por esto le toca una gran
corresponsabilidad en la -existencia del ·mismo.
El marxismo ha contribuido a producir de forma indirecta un
beneficio a
la civilización occidental, pues ha proporcionado la oca­
sión para
hacer cambiar al

capitalismo, ha actuado de revulsivo para
que
éste se

transformara y dejara de ser lo que fue
en loo inicios

de
la revolución industrial,
y se hiciera más humano. Marx quiso redi­
mir

a
loo más débiles, a

los
· oprimidos,
a
loo explocadoo, según

su
lenguaje,
y en este sentido abogó -por una causa justa y loable. Pero
la s_olución que propuso para remediar una calamidad tiende a pro­
ducir inevitablemente,
y ha producido efectivamente, ulia calamidad
peor;
se
ha equivocado en la forma de solucionar el problema his­
tórico
del capitalismo.
Es un hecho incontrovertible que el capitalismo inicial se ha trans­
forma.do; pero no en la línea prevista por Marx, esto es, radicali­
zándose y ·extremando sus defectos, sino haciéndose inás humano. -Es
de advertir que esto no ha ocurrido por su propio impulso, pero
tampoco - ha sido directamente impulsado por la doctrina marxista,
pues ésta de ninguna manera propugna
la evolución del capitalismo,
sino su desaparición y sustitución por el. comunismo. El marxismo
sirvió de acicate para galvanizar a movimientoo obreros en el último
tercio del siglo
XIX que actuaron en un sentido no propugna.do, ni
previsto, ni querido por Marx, y provocaron las transformaciones del
capitalismo.
Los trabajadores tomaron conciencia de la necesidad de unirse para
poder
hacer frente al capitalismo y

poder salir de la miserable con­
dición en que se hallaban. Producto del movimiento asociativo obrero
fueron dos instituciones claves: los sindicatos y las cooperativas, que
luego han teni.do
muy dispar

fortuna en. su desenvolvimiento, pues
mientras los primeros han alcanzado cada vez mayor importanc-ia,
las segurtdas nunca han llegado a explotar sus grandes pooibilidades.
En ambos
casos

se trata de organizaciones de autodefensa y de.
pro-
147
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
tección. de los trabajadores, directamente encaminadas a defender y
salvaguardar, promover y favorecer sus intereses.
Los sindicatos se mostraron .comó instrumentos aptos para hacer
frente al c•pitalisrno, pues permiten que se hagan y que sean aten,
dic4s
de

alguna
manera las reclamaciones .laborales de cualquier tipo,
referidas a condiciones de
trabajo, seguridad
laboral, jornada de
tra,
bajo,

salarios,
etc., y por medio de los incrementos salariales logrados
consiguieron
elevar paulatinamente el nivel de vida del trabajador.
Los sindicatos, sin renunciar al uso· de la. fuerza; se ··móstraron dis­
puestos al diálogo; a la negociarión, al pacto y a la transacción, pues
desde el principio fueron organizaciones de tipo laboral, no políticas,
y desde luego no marxistas. Marx recusó y se opuso al' naciente sin,
dicalismo y cooperativismo, pues son fenómenos distorsionador~-de
su doctrina, ya que directamente pretendían, y además podían lograr,
el
alivio en
la indigencia de los trabajadores y el entendimiento entre
clases; y, por
el contrario, él defendia a ultranza un irreductible y
necesario enfrentamiento de clases; no una mediación compatibiliza~
dora entre· ellas, sino la revolución como medio de abolición de la
clase. capitalista. De ninguna manera podía admitir Marx que se fa•
cilitara el entendimiento, la conciliación, la transacción entre las. clases;
sino que, por el contrario, convenía promover la exasperación, el en­
cono para provocar. la lucha de clases.
Advirtamos de paso que .el. fenómeno del sindicalismo, por su
génesis
y naturaleza, es esencialmente no comunista, y los llamados
sindicatos comunistas con sede en los Estados occidentales, aparte de
qne aparecieron tardíamente y de que todavía hoy se encuentran en
pocos países. -...:..Francia, Italia, España-::-, s·on .necesariamente pseud~
sindicatos ; el comunismo loi.s utiliza para sus fines, quitándoles su
finalidad própia, pues con ellos de ninguna manera pretende defen,
der

los
· intereses dé 106 trabajadores,

ni buscar la
corilpatibilización
de intereses entre obreros y empresarios, sino· directamente el huri~
dimiento de las empresas privadas ~para el comunismo equivale a
empresas
capitalistas-y la economía capitalista y eJ.érnpobrecimiento
dé los trabajadores, para érear así las condiciones--que favorecen la
lucha de clases. Este empobrecimiento conscientemente buscado y pro'
movidé, por el éomun.isino, ·pór -otra parte, según-Marx, tenía que
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EL MARXISMO-COMUNISMO
ocurrir necesariamente -ley del empobrecimiento progresivo--, por·
que la clase explotadora tiende a hacerse cada vez más explotadora.
Al mismo tiempo apareció otro fenómeno que contrariaba, de
hecho, la doctrina de Marx. Desde- 1880 -hace ya un
siglo-los
Estados

iniciaron una política social,
y así empezó a formarse la se­
guridad

social, mediante la creación de seguros de enfermedad, de
accidente de trabajo,
etc., que se ha desarrollado progresivamente
hasta la actualidad.
Según Marx el Estado es un instrumento nece,
sario de protección de la clase dominante, en este caso la capitalista,
y, por tanto, de ninguna manera intervendría para proteger en al,.,
soluto a la clase trabajadora. Posteriormente ha ocurrido, incluso, que
partidos políticos de tipo laboral concurren con otros y cuando les
toca desempeñan el gobierno de la nación. Tampoco esto lo podía
prever ni querer Marx.
En resumen, los sindicatos, los partidos po­
líticos de tipo laboral y la política social de los Estados occidentales
han contribuido a realizar W1a profunda transformación de la situa~
ción que tnvieron los trabajadores en el período histórico que con
razón atacó Marx,

en todos los planos: primero económico,
y luego
social
y cultnral.
Principalmente por las causas indicadas,
el capitalismo ha ido
adoptando formas
más humanas, de modo que entre la forma de ser
del capitalismo que Marx describió y el neocapitalismo
actnal en
la
sociedad industrial de occidente va
un abismo.

En la época que
cri­
tica

Marx el trabajador trabajaba hasta 14 horas diarias; el despido
tra libre y sin compensaciones; se reclutaban a mujeres y niños para
realizar trabajos

de hombres a más bajo salario; se
despedía al en·
fermo, abocado a la miseria y a Ja muerte; no existía protección al;.
guna contra accidentes de trabajo; regía la ley de hierro de los sa­
larios,

es decir, se pagaba el mínimo vital indispensable para la
sub-­
sistencia

del obrero, etc. Hay que leer las
páginas dramáticas de El
Cápital,
en que Marx describe la sitnación de entonces, para advertir
hasta qué punto llegaba la explotación. Hoy día esto no es así, el
nivel de vida del trabajador
alcanza cotas mucho

más
altas ·que
las
allí descritas, desde entonces
se ha

ido
elevando progresivamente,
sin
que esto quiera decir que se haya alcanzado el justo nivel. Por otro
lado, se tiende a proteger el infortunio y el desamparo. La institu·
149
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
ción de la Seguridad Social en los países occidentales atiende, en
mayor o
menor medida, los

riesgos
más importantes de la vida me­
diante el seguro de enfermedad, el de invalidez, los
sub6idios de
paro,
de
vejez, de

viudedad, etc. También las condiciones laborales han
cambiado,
en orden

a la seguridad, la reducción de la jornada de
trabajo, vacaciones remuneradas, regulación de las causas de despido,
institución de los convenios colectivos, . etc. En suma, hoy día existe
un Derecho laboral en todos !ns países occidentales por el que el
trabajador
no
qued~ desprotegido · y
al arbitrio
de· las
empresas en
que trabaja.
El

poder de los sindicatos de trabajadores en la soriedad occiden­
tal ha. ido aumentando de tal
forma que hoy día

puede
perfectamen­
te codearse no sólo con el de los sindicatos de empresarios; sino
también con el mismo poder del Estado. Los sindiáltos de traba.­
jádores
poseen
una fuerza equivalente,
más o menos, a la que tienen
!ns de empresarios y a
·Ja del Estado, como lo demuestra el hecho de
que unas veces son las empresas las
que siguen
explotando en
alguna
medida

al
trabajador, a

pesar de los sindicatos,
y otras veces son los
trabajadores los que mediante aquéllos explotan a las empresas, des­
c:ipitalizándolas hasta · llevarlas a

la
quiebra; y

en muchas ocasiones
lós sindicatos

son capaces de hacer tambalearse el poder polltico de
los Estados; y, desde luego, forzar cambios de
gobierno.
Por

otro
lado; ocurre

también el hecho de
que algunos sindicatos
ptépoténtes
de

un determinado
sector laboral

abusan de su
poder sin
preocuparse de

que sus exigencias desmesuradas repercuten en detri­
mento de· otros sindicatos. menos fuertes o de obreros no sindicados,
de modo que Són corresponsables de fuertes desequilibrios económicos
detitro de la misma clase obrera. Tal ocurre no sólo entre sectores
industriales; sino· con más intensidad entre los trabajadores de Ja
industria·
y los del campo, entre !ns trabajadores activos y los jubi­
lados o pensionistas, etc.
Son hechos que puede comprobar cualquier
óbservador imparcial.
· ,-· En:·resumeri, en la--época que .critica Marx, y aun en la anterior,
la situación del obrero industriál era deplorable por la miseria que
le acooaba ea todos los planoo: económico, sorial, cultural, etc., y,
desde luego; .existía.: una injusta e inhumana explotad6n; pero la
1'50
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO-COMUNISMO
miseria no era tampoco un producto creado exclusivamente por el
capitalismo industrial, allí donde no había industria existían condi­
ciones parecidas, o todavía más graves. No
cabe ninguna
duda que
el capitalismo ha creado riqueza que al final ha beneficiado a todos,
pero al principio no remedió en absoluto la pobreza,
y no existía
una mínima justicia ·en la distribución de la riqueza creada con el
esfuerzo de
todos-, también el de los empresarios. Con todo, la razón
estaba, pues, de parte de Marx y de los obreros: Afortunadamente
éstos se sindicaron .formando asocia_ciones -de naturaleza profesional
y presionaron, exigieron y-transigieron en la línea de reivindicaciones
justas. Los sindicatos y la política social de los Estados han demos­
trado ser instrumentos idóneos para solucionar el problema del capi­ talismo en los pafses occidentales. Y todavía quedan las diversas fór­
mulas del

cooperativismo
y otras medidas no explotadas o adoptadas
para poder mejorar el panorama, aparte del Derecho fiscal, que
taro­
bién

se ha eosayado con éxito para
la redistribución
de la riqueza.
PQr el

contrario, la doctrina
y acci&:t radicales propuestas por Marx
para solucionar el mismo problema, en definitiva, no es solución,
como ha demostrado ser el régimen de las dictaduras totalitarias co­
munistas
y la lucha de clases. En ellas se dan situaciones mucho más
· injustas e inhumanas que
las que
tratan de combatir en nombre del
humanismo. El odio,
la intransigeocia,

la violeocia
y la lucha de
clases no es un principio humáno adecuado para solucionar problemas
humanos; por esto,· el marxismo, aunque pretenda ser un humanismo,
ao puede serlo por este y otros principioa que adopta.
Hoy dfa la doctrina de Marx-Engels está anticuada; como doctrina
nadie la puede :mantener tal como la formularon sus autores, a no ser
la

ortodoxia
-·comunista, porque
no resiste
la crítica científica y la
filosófica. Una gran parte de la doctrina es discutible, otra parte es
inexacta, otra es indudablemente errónea, ·por contradictoria, y Otra,
· por fin, contiene grandes verdades,
Son

muy discutibles dos de los principios fundamentales
que illc­
forman el
sistema doctrinal marxista:

el del materialismo
y el del
·. historicismo,

según
lós confignr6

Marx eo su doctrina del materia­
lísmo histórico. El materialismo supone que la materia
es el

principio
fundamental de toda
lac realidad existente, de

tal modo que todo ser
151
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
o bien es una realidad material o; en último té_rmino, se puede re­
ducir básicmente a la materia, o bien no existe, pues no son posib!es
seres

de índole inmaterial,
supra.materiales o
espirituales. El materia­
lismo marxista es un materialismo_ hlstórico,
esto es,

-dinámico,
mo­
vido por fuerzas opuestas y, por tanto, el progreso y evolución his­
tórica se produce siempre por medio de las contradicciones y la lucha
de
los contrarios.

Más concretamente entiende
que toda

la realidad
existente, incluida la del hombre, además de ser o reducirse a ma­
terial, se da en un proceso histórico evolutivo provocado por las fuer­
zas de producción y realizado por la inevitable lucha de clases; su-.
pone que todas las cosas pr filosofía y hasta el modo de pensar y la misma conciencia- depen­
den del modo de producción material, esto es, de
la estructnra eco­
nómica

de la sociedad.
Hoy d!a resultaría muy difícil mantener que la materia sea el
principio
último de
todas las estructnras del mundo
_y que todos los
seres dependan de
las condiciones

materiales del modo de produc­
ción
económica. Más

difícil todavía es defender la que
parece ser,
en

definitiva, la tesis de Marx
expuesta en el famoso Prefacio a su
Critica de la econ=ía ¡,olítiet>, según la cual todos los procesos so­
ciales, jurídicos, políticos, culturales
y espirituales son superestruc­
tutas que están no ya condicionados, sino determinados, en general,
por la estructnra económica de la sociedad.
El monismo materialista como principio de todo · es incapaz de
explicar la multiplicidad, la esencial diversidad y la complejidad de
algunos seres, por mucho determinismo
y dialéctica que se interpon­
ga. No basta para que no existan negar las categorías de seres que
no encajan en
el sistema -todos los tipos de seres inmateriales- o
redudrlos a la materia, o derivarlos de ella, ¡x,·r más evoluciones. ope­
radas o .funciones naturales que se admitan. Ontológicamente, un plu­
ralismo categorial

no se puede derivar de un
monismo categorial.
Además,

hay categorías de seres espirituales, superiores a los
materiales en una escala ontológica, que, o no dependen en su inte­
gridad, o no dependen, de ninguna manera, de condiciones de orden
material
y, desde luego, no están determinados por la materia ni son
un simple

producto o función de ella.
Es imposible explicar comple-_
152
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO-COMUNISMO
tamente los tipos de seres superiores sólo, por y desde los. inferiores.
Ni la conciencia, ni ·el pensar, ni la libertad del hombre se pueden
reducir a algo material, ni son seres derivados que dependan en su
totalidad de condiciones materiales de producción, ni mucho menos
están determinados por-ellas, ni .wn una mera función de un· órgano.
material, esto es, un producto simple del cerebro. El espíritu humaoo
y su funcionamiento no puede explicarse adecuadamente sin un «plus»
ultrarnaterial no afectado por las leyes de la materia, es decir, sin
admitir un cierto ámbito peculiar . de autonomía de este ser espiritual
que está en -el hombre, tan condicionado como se quiera por elemen­
tos materiales, . incluido su organismo biológico, pero con un ámbito
propio

de espontaneidad del pensamiento, de autonomía de la liber­
tad
y de. independencia de la conciencia personales, no vinculados por
la materia. Los reduccionismos disuelven, pero no resuelven, sim­
plifican, pero no explicao los problemas de las estructuras comple­
jas. Por otra
f'"J"le, todo el contenido de las matemáticas, el de la geo­
metría y el de la lógica formal -incluida toda la -lógica matemática-,
los múltiples sistemas que contienen, las relaciones exactas e inva­
riables que se. dan dentro de cada sistema y entre los. diferentes sis­
temas, tampoco

puede admitirse
que dependan y. varíen de acuerdo
con el cambio de las condiciones materiales de producción social, sino
que, por el contrario, no cabe duda que son
totalmente independien­
tes de las -mismas. Fo1rman una región del ser espiritual que no es,
en modo alguno, un epi.fenómeno de las estructuras económico-ma­
teriales.
El materialismo_ histórico contiene, además, errores teóricos indu­
dables: no es compaginable el determinismo con la libertad, no pue­
den coexistir simultáneamente respecto de los mismos actos en un
mismo ámbito: el uno excluye al otro; donde hay determinismo no
c•be libertad, y donde se da auténtica libertad no cabe determinismo
ni.necesidad propiamente dicha. La doctrina. marxista-engelista con la
de_ sus continuadores comunistas -la leninista, por ejemplo- pre­
tenden-coordinarlos.

Tesis central común a todos es- que existe una
ley histórica inexorable que predetermina la necesaria desaparición
del sistema capitalista, pues
éste, irremediablemente,
crea
las-condi-
153
Fundaci\363n Speiro

IMMON MACIA· MANSO
ciones de su destrucción. Y, sin embargo, Marx- cree que es necesario
despertar la conciencia de clase y exigir la acción adecuada del pro­
letariado para

derrocar al
capitali&mo. El marxismo predica el deter­
·minismo en. teoría, en -forma de leyes históricas, y en la.-práctica exige
el uso de la libertad. Es contradictorio negar la libertad -y negación
es reducirla a la ronC'-iencia -de la necesidad, o bien a la voluntad de
realizar lo inevitable-.-y pedir la elección de las tácticas más ade­
cuadas en cada momento para. obtener
un fin.

El marxismo
plantea
el

problema de la compatibilización entre la libertad y el determi­
nismo,
y· esto es · posible sólo en pa.rte respecto de procesos -naturales
externos al

hombre o referidos al aspecto biológico ·del mismo,. pero
no respecto de
procesos en

los que está envuelto
el mismo espíritu
del
hombre, esto es, respecto de
los procesos

propiamente
históricos
y · no meramente naturales:
·Un

proceso verdaderamente determinista se
desarrolla,por sí mis­
mo al margen de la libertad humana, y si ésta se admite, puede inter­
venir sin contradicción alguna -valiéndose de las -misma leyes natu­
rales-·para provocar, acelerar, modificar,· e incluso interrumpir -sin
dejar concluir el curso de procesos naturales. En cambio, en uri pro­
ceso histórico determinista en el que está incluido el mismo );lombre
'en
su

totalidad, sólo puede admitirse sin -·contradicción la
interven­
ción de la voluntad humana no" libre -determinada- pa.ra acelerar
el proceso, si su determinación coincide en actuar en el mismo ·sen­
tido de la dirección del curso del proceso, y pa.ra retrasarlo si estli
determinada

y se proyecta en sentido cootrario. Lo que .de ninguna
manera podrá hacer la
vohmltkl sin libertad, y sin contradecir el ·de­
terminismo histórico --de Marx, -es, en primer lugar; cambiar el sen­
tido en que cada voluntad personal se halla determinada por la: clase
social a que
pertenece la
persona, lo que se produce con
indepen­
dencia

de la
misma voluntad. Aquí. se
dan
casos que. c-radicen la
teor!a, pero

no interesa ahora este aspecto de la falsación de la teoría
por pruebas en· contra,. sino ·mostrar la incoherencia de la misma:" En
segundo lugar, y esto es lo que ahora interesa Jestacar, es imposible
e
incoherente con la misma teoría determinista que voluntad· humana
alguna
pueda realizar ningún

acto de
elegir, o Je preferir, o de ·es­
cuger. entre actos exptesamente pensados y. busrtklos entre lus posibles,
" 154
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO-COMUNISMO
por considerar que son los medios más adecW o
más rápidamente, o para facilitar el desenvolvimiento del curso
del proceso histórico, o el alcanzar la
meta del
mismo.
En definitiva, la voluntad humana no puede intervenir libremente
en un proceso
histórico por el

que ella misma queda determinada.
Por tanto, pedir el
concurso real

de la libertad mediante
actos de
elección

de la voluntad es contradictorio, al
negar teóricamente
la
·existencia de la misma; pero, además, es incompatible e incoherente
eón el sistema introducir subrepticiamente el concurs~ de la. vol1111tlld
libre dentro del proceso histórico en el que la vo,luntad de cada per­
sona queda determinada de · un modo definido, independientemente
de la misma volWltad, por su situación social·y, en ·último término,
por el modo de producción social,
No sólo son las contradicciones teóricas las -que se dan en la doc­
trina marxista, también existen· entre la teoría y la realidad, esto es,
contradicciones fácticas de tesis. marxistas. Así, por ejemplo, la teoría
del empobrecimiento progresivo del proletariado, la teoría de la con­
centración de las empresas,
la teoría de la concentración de la pro­
piedad privada en unos pocos,
etc., no sólo no se han producido
-'--Según la teoría de Marx, tenía. que ocutrír necesariamente- sino
que ha sucedido lo contrario, y, por tanto, la teoría queda falseada.
¿O
bastará con

afirmar que en
vez de
mejorar de nivel de vida el
trabajador se
ha ido, empobreciendo cada vez más? Los hechos con­
. tradicen teorlas y afirmaciones contrafácticas.
Los conceptos que formuló Marx en el campo económico, tales
como el de --valor de uso, valor de cambio, plusvalía,· etc., que son el
instrumento' conceptual para explicar -la explotación del proletariado
y su correlato, la formación del capitalismo y la clase capitalista, aun,
que

no son
erróneos no

son del todo
exactós ;

difícilmente un econo­
mista puede hof mantenerlos tal como los formuló Marx, sin intro­
ducir correcciones relativas-a factores que pasaron inadvertidos.-a
Marx. Sin embargo; Marx. dice también grandes. verdades, .como es
la de
la tesis que destaca la importancia de las· ideas o de la teoría
para
la práctica;-la tesis de
la necesidad
de tomar partido, en filo­
sofía, en política, etc., si es que éstas se ponen en función 4,e un fin..
:·-No es cuestión de .oontinuar, _basta una .muestra.-Pero, aunque se
155
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
supusiera que la doctrina del materialismo histórico es verdadera,
cosa que no se
podrá demostrar, pues es fácil demostrar el error,
pero no siempre es posible demostrar rigurosamente la verdad, no
sólo en filosofía, sino también en las ciencias y hasta en la misma lógica, qneda inconcuso e
inamovible que la realidad a la que ha
dado lugar, y que es una resultancia inevitable, el comwiismo, es
inadmisible para toda persona racional y libre, y que quiera continuar
siéndolo. Lo comprobaremos seguidamente por los caracteres externos
del -comunismo y por la consideración posterior de sus formas de
actuar.-
Cara-cteres
externos

del
comunismo
La realidad del comunismo, no de la doctrina· marxista, tiene una
serie
de. caracteres
que son los que
ha· adquirido como realidad his­
tórica
y que Je pertenecen porque ha llegado a ser de esta manera, si
bien ha sido
así desde la aparición de esta realidad respecto a algunos
aspertos de
la misma, Son caracteres externos ·al comunismo fácil­
mente observables, entre otros, el desfasamiento y discordancia, el
dogmatismo, el imperialismo, etc. Voy a ocuparme de alguno de ellos.
Desfas<>miento.-En la actualidad el comunismo está desfasado,
opera en la época
actual bajo los moldes de otra época ya pasada.
La doctrina marxista-engelista es el fundamento teórico común de
todos los partidos comunistas actualmente
existentes, por
más que
tengan otro complemento docrtinal que lo complete e independien­
temente de que los
partidos comunistas

tengan o no impuesta
la
dictadura totalitaria del partido, o del proletariado, según la expre­
sión de Marx. El marxismo nació como reacción al capitalismo de · la
sociedad occidental de mediados · del siglo XIX, y la sociedad occiden­
tal de hoy no es la de aquella época, sino
que ha cambiado mucho
en

todos los aspertos, y el marxismo
doctrinal también ha evolticic,.,
nado

desde su creación
por obra

de pensadores marxistas, de modo
que hoy se pneden distinguir tendencias
y hasta escuelas marxistas
diferentes. Sin embargo, los
partidos colil
si nada
156
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO-COMUNISMO
hubiera cambia.do, ni doctrina ni realidad, siguen actuando al amparo
de la doctrina marxista inicial, y siguen atacando a
la sociedad
oc­
cidental del presente como si fuera la. decimonónica.
Seguir hablando de la misma manera como si na.da hubiera cam­
biado, empleando siempre los
mismos tópicos, que

perdieron su valor
de argumentos, apoya.dos sobre una doctrina mantenida intacta e in­
moviliza.da desde
hace ya

más de un siglo
--'-Oesde. Kant
no recuecdó
el --caso de doctrina ni teoría alguna, científica o filosófica, que no
se haya modifica.do en un período de cien años-y seguir atacando
con
ella a
·una realidad -la del

capitalismo de entonces-'- que fue,
peco que ya no
es, supone la adopción de una rígida postura dog,
mática y una falta de respeto a la realidad y verdad históricas.
·
Tal

inmovilismo de
proseguir invocando los mismos tópicos am­
para.dos· en razones 4"" hoy día ni

la ciencia ni la filosofía pueden
mantener, y continuar atacando anacrónicamente .una situación que
ya no· existe, no se explica más que por · el pragmatismo de utilizar
un· recurso lingüístico que todaivía surte efa:to en las masas desinfor­
madas. Con lenguaje falaz, a base de verborrea y soflama, el comu­
nismo· continúa fomentando la conciencia y el odio de clase ·e inci­
tando -a la lucha entre clases sociales con · el objetivo de forzar así
el cumplimiento de la pretendida ley inexorable de la desaparición
de la
Sóciedad capitalista
en
un, momento
histórico en que ésta dejó
de ser lo que era, y en
el que está más que comprobado que la lucha
de clases

no es inevitable y que es posible sustituirla con ventajas
por
la negociación y el pacto entre los sindicatos de trabajadores y
de ·empresarios; esto es, :mediante ef aru.erdo que tenga en cuenta los
intereses de todas las partes implicadas en el proceso de producción
y por
el que se hace posible la cooperaciónf el progreso.
Nadie
puede
negar, sin faltar a la verdad, que el capitalismo de­
cimonónico ·se ha tr.ansformado profundamente, debido sobre todo a
la acción de los sindicatos de trahajadores, pero también a la política
social· de los Estados
y, asimismo, por el desempeño del gobierno de
las naciones por
partidos políticos
de
base obrera '-pártidó,; laboris­
tas, -s·ocialdemócratas, etc.- que advienen y se · relevan en el poder
y orientación. Así es como desde ha.ce mucho tiempo se ha- lógrado
por . el juego democrático, , igual c:¡ue otros partidos de distinta- base
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA. MANSO
una seguridad· social, todavía en desarrollo, un derecho. laboral que
le ocurre lo mismo, y un
derecho·fiscal con
función de justicia social.
Si
se quiere ser objetivo hay que reconocer que en el área de la
civilización
occidental donde se encuentran
los· países más industria­
lizados, todavía.se puede lograr mayor justicia social, porque existen
·
grandes

desequilibrios
y desproporciones en la participación de los
bienes creados, materiales y culturales; pero, igualmente, es preciso
reconocer que se ha avanzado en este terreno, no sólo por medio del
Derecho laboral, que exige una distribución más equitativa en el pro­
ducto del

trabajo entre las fuerzas productoras, sino también mediante
la
.. presión

del Derecho fiscal o tributario que permite una redistri­
bución de la riqueza. Por descontado que queda camino que ·recorrer,
pero no se puede igualar la situación del trabajador actual, en todos
los terrenos,

con
la que tenían los de la época en que vivió Marx.
La
injusticia

social, grave, inhumana e intolerable
para la razón
y la dignidad humana, se da ho¡,,en otra escala, y se produce princi-·
palmente a nivel internacional, entre países. Frente a pueblos ricos,
industrializados y superdesarrollados, se encuentran pueblos pobres,
no industrializados
y subdesarrollados. En los países que constituyen
el denominado «tercer mundo», ·millones, de personas .viven -en ron ..
diciones infrahumanas, porque no pueden cubrir las necesidades·más'
fundamentales de aliri:Jentación, vivienda, sanidad, cultura, etc., -y se
produce la espeluznante realidad · de que millones de ellas mueren
anualmente, a causa de la desnutrición, la ·.enfermedad,
la insanidad,
con la -SeCUela de epidemias, etc., esto es, por la miseria irremediada.
La injusticia social más escandalosa e inhumana se ·comete en este
plano, pero frente a ella no se
ru::omete ninguna
acción adecuada, ·se
produce la insolidaridad mundial, y no se promueven instituciones
internacionales adecuadas para llegar a la solución de este grave pro­
blema. Tanto los países de occidente como los del área comunista,
están gastando sumas cingentes de dinero y empleando bienes de los
que disponen en una loca
carrera de armamentos, que
no benefician
al nivel de vida del país de origen, sino que, al contrario,
lo perju­
dican,

ni se
<1.provechan para

remediar
a los países urgentemente

ne­
cesitados. fatos. pueblos
plantean

un
gran reto a la civilización. occidental;,
158
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO-COMUNISMO
pu~ es preciso ayudarlos, o por razones de justicia y humanidad,. o
(y) por motivos de supervivencia de la cultura occidental. Sumidos
en la
desesperación; sin

posibilidad de salir por sí mismos de la
po­
breza, · son presa fácil del comunismo, que se presenta ante ellos con
su, faz redentora y escondiendo su imperialismo y garra .totalitaria;
ignoran que los
podrá liberar

del hambre,
pero les

someterá a
la es--
clavitud, La expansión del comunismo en el tercer mundo hace tiem­
po que

ha
empezado, y en la actualidad .continúa en auge. La infil­
tración
propagandista, el
asentamiento de
c~ulas y de partidos co­
munistas y el sometimiento a este régimen de países no comunistas
del tercer mundo, sólo puede explicarse por el imperialismo universal
inseparable del comunismo, por su afáu irrenunciable de
incorpo­
rarse y dominar el mundo entero .
. Puede que el tercer mundo no sea el terreno acl,,p,ado para la.
aplicación de la teoría marxista por su motivación etonómica, pero
esto
.no supone- inconveniente alguno, como se verá
iilmediatamente,
pues el comunismo nunca se ha realiza.do allí donde le correspondía, .
a

no
'Ser excepcionalmente.
Aquellos pueblos no tienen la situación
apropiada por su estructura económica, pero sí son, en cambio, te·
rreno

propicio
para ir
realizando en
ell06 sus· objetivos

imperialistas.
El comunismo busca, va preparando y no ha desaprovechado ni una
sola ocasión de hacer sucumbir cualquier régimen político para colo­
carlo ·en su órbita. Con estas anexiones va estrechando el -cerco a .oc­
cidente. El problema que tiene la civilización occidental respécto a.
estos palses del

tercer mundo, es el
de si
tiene voluntad
y suficiente
po!encial económico para rescatar a estos
pueblos de

la
miseria, y si
éstos soo capaces de asimilar rápidamente la

técnica
y la cultura en
grado suficiente para poder desarrollarse por sí misrilós y poder vivir
libremente, sin caer en totalitarismos de dentro o de fuera.
DisrordandtJ.-El. comunismo se ha caracterizado siempre por
la discordancia o desacoplamiento--entre su realización efectiva y -el
lugar donde le correspondía hacerlo. Es una realida.d que el comu­
nismo
se ha instalado

plena.mente allí donde no Je correspondía estar,
y no se ha instaurado plenamente como dictadura totalitaria --allf"
donde le correspondía. Según sus bases teóricas -1a doctrina mar-
ll9
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
x:ista-el comunismo tiene su plena razón -de ser ·et1 los paíSes in­
dustrializados con régimen de propiedad privada en los medios de
prodocci.ón, pues en

estas situaciones y lugares es donde indefecti­
blemente -según Marx, luego la realidad ha resultado ser distinta­
se produce una progresiva explotación del proletariado por la clase
capitalista, de modo que aquél se va haciendo cada vez más pobre
y
ésta, por acumulación de capital, se va haciendo _más rica. El má.rxi:smo
que Surgió ·como reacción al sistema capitalista y con el objetivo de
combatir y desplazar al mismo, en· contraste con esta motivación eco­
nómica funda.mental, se ha id-e a establecer en los países -no indus­
trializados, sin explotación capitalista, y, en cambio,· no se ha esta­
blecido, salvo contadas excepciones, en los países industnalizados,
con régimen de propiedad privada de los medios de producción,
donde, teóricamente, tenía que

ir en
aumento-el
grado de
explotación
capitalista. ·
Este

hecho de que el
marxismo no
se
haya realizado
allí donde
le concernía, es-to es, el hecho de que el comunismo no se haya esta­
blecido en los países donde le correspondía estar, adviértase de paso,
no

es Simplemente una mera
cuestión de hecho totalmenté indife­
rente á. la doctrina marxista, sino qué viene a demostrar el error de
ésta,
porque la realidad ha venido a contradecir a la teoría, y así,
ésta ha quedado falseada, no ya simplemente no vetifkada.
Efectiva.mente, én estos países industrializados con· régimen de
propiedad privada en los medios de prodocción, una de dos, o tenia
que haberse

realizado
ya la revolución del proletariado' para liberar­
Se éste dé la · miseria · y poder sobrevivir -revolución que nó se ha
producido-, o bien en ellos ya tenía que · haberse extinguido por
hambre e inanición la mayor parte del ·proletariado -'Caso· que tam­
poco se ha prodúcido-,
pues de acuerdo con la ley del progresivo
empobrecimiento del proletariado, la pobreza de éste tenía que
haber
descendido por debajo de las cotas en que estaba á mediados del
siglo x1x, cuando sólo dispon!a del mínimo absolutamente indis¡,en,
sable

para
poder sobrevivir, como

era
él caso de la situación del pro­
letariadó de la
época de Marx en Inglaterra, tal como él lo describió.
Este
éxteiminio hábríá" alcanzado

a
la mayor "parte del proletariado,
porque
tamb1én; según·

Marx, existe
una ley
de industrializaciórr
pró-
160
Fundaci\363n Speiro

EL M4RXISMO-CQMUNISMO
gresiva por la que la clase. explotadora cada vez pi:<:cisa de menos
obreros
para hacer i¡¡ual o más trabajo;. cada nueva máquina que se
introduce

en
una fábrica

o el
perfoccioo,amiento de
las
antigua.¡, per­
mite

sustituir con
ventajas, y

por ello prescindir, de un determinado
número de ellos
y reducir plantillas.
En estos países no se ha producido ni la revolución del proleta­
riado, que tenía
que· ocurrir,

ni
la muerte por inanición de la mayor
parte del proletariado que, en su defecto,. tenía que sobrevenir. Real­
mente
ha sucedido
que el
trabajad~r · ha dejado

de vivir en las con­
diciones de miseria en que vivían sus
. antepasados

del iglo
XI)( y
todos ellos han aumentado progresivamente el nivel de vida. Esto
demuestra que ni es necesaria
la revoluci~ el¡,! proletariado para que
· éste

mejore de vida, ni es
verdadera · la ley del progresivt1 empobre-
cimiento del

proletariado.
.
Volviendo

al desarrollo del carácter de la disco«lancia, en fase
probatoria, hay que
decir que

es fácil de comprobar que en los paí­
ses
más industrializados y con régimen , de P\"opiedad. privada en los
medios de producción -Europa
occidenll\l, América
del Norte, etc.-,
en general, el comunismo no se ha instaurado
plenamente como

dic­
tadura totalitaria
del· partido

del proletariado -hay que exceptuar a
Alemania Oriental-
ll'µentras que,

por el .contrario, se ha ido
a im·
poner allí donde, en principio, no tenía razón de ser -no existía el
motivo de
explotación económica capitalista, pero

si el del imperia­
lismo que es, en definitiva, el verdadero motor de
la implantación
y expansión del comunismo- porque eran sociedades que vivían
fundamentalmente de una economía
ganadera,
agraria, artesanal,
con
poca o ninguna industrialización,
y en donde casi toda la población
era más o menos
pobre, y

donde, en todo caso, las diferencias de
la
distribución de la riqueza y de la propiedad privada no provenían
del proceso de producción : Rusia,
Chlna, Cuba, Corea,

Vietnam,
etc.
Y esta es la constante que parece seguir el comunismo desde su crea­
ción

en la Rusia zarista hasta el
presente eo. la reinstauración del ce>­
munismo prosov:iético de

Afganistán, tiende a implantarse en
áreas
deprimidas,

que lo están precisamente por falta
de industrialización.
No

cabe duda que
la Revolución Rusa de 1917 se realizó bajo la
cobertura teórica de Marx-Engels-Lenin -doctrina marxista-engelista-
161
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
leninista~, pero la recría de los dos primeros penetró en Rusia desde
el último tercio del siglo
XIX pot afinidad · de la doctrina marxista
con la mentalidad ateísta, re"Volucionaria y mesiánica de nna parte
de la intelectualidad rusa de entonces. No es el caso de que se in­
portara una doctrina apropiada
-la marxista-para reaccionar con­
tra la realidad de la explotación capitalista, sino que ocurrió al revés,
por otros motivos penetró una doctrina que Lenin tuvo que acoplar
para hacer
la revolución en un tipo de sociedad para la que no se
había pensado,
y la dictadura del proletariado se implantó allí donde
fue posible,
y no donde lo requería la doctrina. El comunismo en la
actualidad, mediante sus células y partidos, ~ trabajando en todos
los

palses del
mundo .en busci. de la domínación. total, y sigue siOO:do
en los palses . de economías má:s rudimentarias. y de pobreza general
-los países
tercermundistas-donde

tiene
n,ás posibilidades de éxito
· a corto plazo. · · ·
Dogm<>tiJmo.-Es otro· rasgo externo del comunismo, de todo
comunismo
marxista existente
en la actualidad
.. El
comunismo,
desd~
sus comíen>:os hasta

la actualidad, se
ha hecho y es rígidamente dog­
mático.
Marx y Engels razooaron sus princi¡,ios y tesis, que pueden
ser falsas,
verdaderas o

discutibles,
pero por lo menos fueron razo­
nadas.
Los regímenes comunista,;, por medio del PiÍrtido Comunista,
han dogmatizado

esta doctrina desde
Lenin·. Las teorías de M~ y
Engels, junto con las de Lenin, forman en Rusia el corpus de los
textos de

los
clásicos, indiscutibles, inmutables, y no se adrtúte la
más mínima posibilidad de crítica, ni mucho ~os de rechazo de
ninguná. de ~us tesis ni fundaID.entos. Y lo iµismo ocurre en los
demás paíSC{ cori. sus variante maoístas, castrÍstas, etc.
Ya Lenin estableció la divisa fundamental: "El materialismo dia­
léctico e

histórico
~onsti~¡e el fomlamento teóric;, d~I pastido mar­
xista
...
y su aceptación .es un deber para todo fuc:J,ado(activo de nues-
tro
partido». · ' . · · . · . · · .
·La
critica y autocrítica que adrtúten 1os comunistas no es. pa:r;.
discutir. alg,ín texto de los clásicos, sino precisamente para velar. por
SU pureza,
para CO!l'.lpr®/l" si

la doctrina de cualquier. autor
CO!llU·
nista, sea ele lá índole

que fuere,
científica ;, filosófi~a, es fiel ~ in'.
162
Fundaci\363n Speiro

BL MARXISMO-COMUNISMO
f1el, compatible o incompatible con los textos dogmatizados .de los
clásicos.
W. Gurian, Berdjaev y otros encuentran un paralelismo riguroso
entre
la doctrina marxista de los clásicos y los dogmas de la Iglesia
católica; entre el
tribÍlÍla! de

Inquisición que fnncionó en su tiem­
po en el seno de la
Iglesia y una de las funciones del partido comu­
nista.
Testimonio irrebatible es el XX Congreso del Partido Comu­
nista de la Unión
Soviética, celebrado en mano de

1956, en el que
se adoptó el siguiente
acuerdo: «El Congreso del Partido encarga al
Comité Central vele también en el fnturo poi la pureza de la doc­
trina
marxista-leninista como la niña de sus ojos».
Los escritos de los clásicos -Marx'Engels-Lenin y también por
un
tiempo los

de Stalin- constituyen dogmas inmutables.
Los es'
critos y teorías de cualquier otro autor, sea en la interpretación de
los textos, o

en
·otras · ruestiones · ciéntíficas o filosóficas, son «ortcr
doiros»
o

«heterodoxos»,
según concuerden

o no: El
Coruité · Central
del

Partido
Comwiista encargado

de
velar por la doctrina marxista­
leninista

dada en aquellos
textos, ejerce la función de un tribunal de
inquisición~ j1.12!ga· á las interpretaciones, -doctrinas y teorías, condena
a los heterodoxos, a los revisionistas; a los qué sean autores de doc­
trinas científicas incompatibles con
· el marximo y prohíbé, incluso,
·estas teorías.
Es una realidád histórica. Citaré sólo algunos· casos entre los in­
finitos que se han producido. El Comité Central del Partido Comu­
nista de
la Unión Soviética condenó en 1947 la obra de Alecksan­
drov. Peto lo mismo ocurrió luego con Zdánov, Vavilov, A. Debo­
rin,
P. M. Zukcwskij; B. M. Kedrov, etc.; y no sólo tuvieron que
retractarse de las doctrinas expnestas,

sino que a algnnos
se les im­
pnsiéron
penas:

expulsión del Partido a
Zdanov, trabajos
forzados
a Vavilov, etc.
Las retracciones a que han tenido que someterse cien­
tíficos
y filósofos condenandó sus propios «errores», acusándose · de
ignorancia

de los
principíos del marxismo-letímismo; prometiendo fi.
delidad en adelante y agradeciendo las indicationes y labor tutelar· del
Comité
Central del Partido
·comunistá, constitnyen autodenigraoones
que

ultrajan
la dignidad de la persona, no sólo la labor intelectual
responsable.
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO .. ,,
Un editorial del Kommunist, de julio de 1955, reafi,:ma con toda
claridad
y tajantemente la postura del partido: «No se puede permi,
tir

a los
particulares la libertad de disamión y
de crítica en la revisión
de los principios fundamentales»,
y, en otro momento, afirma: «todas
las teorías en
contradicción con

el marxismo
deben ser
anatematizadas
y no
pueden ser

hechas objeto de
discusión» (
citas de
L M .. Bo,
chenski).
Oaro está que este

dogmatismo inquisitorial
y radicalmente into­
lerante
incide negativamente no sólo en la .filosofía, sino también en
la ciencia. No se puede admitir ninguna verdad científica que pugne
con algún dogma o principio
marxista y, si se da el caso, es preciso
condenarla

por
«errónea». En genética es famoso el rechazo .de las
leyes
mendelianas, porque defender la inmutabilidad de los genes es
incompatible con el principio
de la dialéctica ----OlSo Lyssenko----y
la prohibición, en su momento, de la Lógiru formal y la condena de
los
lógicos
-V. F. Asmns, p. e.-,-por «apolítica». Es una triste
pero
necesaria
consecuencia de

someter las verdades científicas a las
ideologías políticas intransigentes.
En filosofía hay varias partes que son contenido tradicional y que
no se
admiten por
el
comunismo· -poi ejemplo, toda la ética-, y
la. Historia de la Filosofía occidental se expone parcial y unilateral­
mente.
La Academia de Ciencias de la URSS, en una reciente Historia
de la Filosofía,
publicada en siete tomos y un total de 3731 páginas
en
la versión

castellana,
despacha a Kant, Fichte, &helling y Hegel,
es decir,

el conjunto del criticismo e idealismo alemán, exactamente
en 71 páginas, y, en cambio, para
tratar el periodo comprendido desde
la Revolución
Francesa de 1789 a la Revolución Rusa de 1917, em­
plea cinco tomos y un total de 2732 páginas.
Asi expuesta
la historia
de la filosofia occidental, ha quedado prácticamente transformada en
la historia de los
precursores y

advenimiento del
marxismo. y
no se
reduce a ser, por otra parte, historia de las
ideas filosóficas.
Por

este carácter,
el comunismo y la civilización ocsidental son
radicalmente opuestos.

En
ésta el pluralismo. filosófico e ideológico y
la libertad de investigación y de la ciencia y la filosofia es un hecho
indiscutible,
y la critica es-un medio necesario constantemente utili­
zado en todos los ámbitos. El comunismo, mediante el
podér político,
164
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO-COMUNISMO
impone la doctrina marxista, prohíbe la crítica, la libertad de inves­
tigación y hasta las mismas doctrinas científicas o fi105óficas que sean
incompatibles

con el
marxismo. Es muy· dificil ser intelectual en J05
países comunistas, en

realidad es
imp05ible serlo,
pues no
hay más
libertad que
la de

estar de acuerdo con
la doctrina marxista.
Modo

de
operar del comunismo
El

comunismo
tiene un
objetivo
inmediato como fin: la implan­
tación del

sistema polltico, jurídico, social
y económico del comunis­
mo en todo el
mw,.do, esto

es, la
implantación de la dictadura tota­
litaria comunista en
tod05 los

países. El medio
general preconizado
por
Marx es la denominada revolución del proletariado, pero la forma
de
realiza.ria puede ser cualquiera, la que sea más apropiada en cada
momento según el
decurso de J05 acontecimient05 históricos de

cada
país. El comunismo puede
utilizar y utiliza cualquier

medio, método,
táctica, estrategia o forma de operar, con tal de que sea eficaz para
el objetivo
general que

pretende, u
otro particular

como paso previo.
No existe
ningún método o práctica, por inmoral, injusto o inhú.0
mano que sea, que· deba rechazarse por razones de moralidad, de
justicia, de humanidad o
de otro
tipo. El
marxismo se sitúa total­
mente al margen de la ética, no hace falta ·justificar ninguna acción,
ni siquiera
cabe plantear el · problema de si el fin justifica o no jus­
tifica, los medios. El fin que persigue el comunismo, según la teoría
marxista que le
sirve de base, ha de realizarse, de todos modos, sin
que

lo pueda evitar voluntad humana alguna, está determinado por
una ley histórica inexorable; el comunista tiene que cooperar y luchar
activamente
para facilitarlo.
Teóricamente es · posible

utilizar
cualquier medio,
prácticamente
hay que elegir el que sea más
adecua,do en

cada momento
y circuns­
tanda histórica. De ah! que los a,d:05 y medios no tengan valor por
si

mismos ni eticidad objetiva alguna,
pues esta
vertiente
cae al
margen
de su consideración; lo único que interesa considerar es la congruen­
cia y efectividad del medio elegible en relación al fin. Los medios
puéden ser adecuados o inadeaiadOS,' eficaces o

ineficaces, etc., en
16)
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
relación al fin, al momento y circunstancias históricas. Una misma
cosa o
_acción puede

convenir en un
momento y en otro no, o ~er
adecuada
en

un
lugar e inadecuada en

otro, oportuno para unas
oca­
siones

e inoportuno
para otras, admisi!,le para unos, inadmisible para
otros, etc.
Así, por ejemplo, es admisible la agresión y el imperialis,
mo

ruso, pero no lo es el yanqui; es
reprobable la

violencia contra
personas e instituciones comunistas, pero no lo es contra
personas e
instituciones
burguesas; es aconsejable pactar y transigir en unos mo­
mentos y circunstancias, no en otros; según los comunistas es to­
lerable para los occidentales la instalación de misiles de largo al­
cance dotados de
cal,e-,as atómicas

apuntando a las principales ciu­
dades
europeas, y es intolerable que las fuerzas de la OTAN traten
de-hacer lo mismo respecto· del territorio comunista, etc.
Existen mnchas tkticas, procedimientos o medios que emplea el
comunismo. Aquí
sólo voy
a ocuparme de algunos modos de actuar,
procedimientos o más bien
mafias, en alguna. de

sus
formas típicas.
En

concreto,
analiza.re algunas formas

de utilizar el lenguaje como
arma de defensa
y de ataque.
Desde una perspectiv-a más amplia ocurre que el comunismo no
sólo realiza
actividades encaminadas
a un fin, sujetas a los procedi­
mientos
más adecuados, sino que también subordina y ordena. cosas
y personas para lograr ese mismo fin. Esto no son formas de actuar,
sino formas de

instrwnentalizar;
el comunismo utiliza todas las cosas
e instituciones como

medios al servicio de su objetivo, operando en
ellas las mutaciones que sean necesarias para servir
de medios y de­
jándolas inservibles para los fines a los que
estaban ordenadas.

Ins­
trwnentaliza todo lo que puede:
la filosofía, la ciencia, el arte, la
literatura y, de modo especial, las instituciones, el Estado, el Derecho,
la Universidad,
la Ensefianza en general, los Sindicatos, el Ejército,
la Iglesia, etc. Las cosas e instituciones son medios objetivos, las ac­
tividades y actuaciones son medios subjetiv05 para determinad05 fines.
Claro
está que
la instrumentación de las cosas e instituciones al final
se
. realiza por medio de las personas, y éstas operan por medio de
]05 act05.
El

comunismo transforma
y utiliza las cosas, las instituciones, las
personas y sus acciones en medios de lucha para lograr su fin. Así,
166
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO-COMUNISMO
por ej., prescindiendo del fin de la Universida.d, transforma a la
institución en un medio de
ludia, y ésta queda inservible para ob­
tener el saber, su fin propio; de la misma manera utiliza la filosofía
como un medio intelectual de lucha,
y así le impide que cumpla con
la finalidad que le corresponde; como sabemos, se ha llegado hasta
el límite de
pretender que

la 16gica
formal que,
por naturaleza, queda
al margen de todo contenido
y no considera más que relaciones de
signos gráficos prescindiendo de su significado, desempeña una fun­
ción de tipo político e ideológico;
asimismo, tampoco

reconoce la
finalidad propia de la
persona humana, y considera y utiliza a ésta .
como un simple
medio al servicio de

un tipo de sociedad
y de la
revolución ; se planifican las
actividades de las personas y se exige
su ejecución como si se dispusiera de cosas.
Mención especial merece el lenguaje. Consiste en un sistema cul­
tural e histórico
que puede
desempeñar múltiples funciones, porque
sirve
para diversas finalidades. El lenguaje puede constituirse tam­
bién en instrumento de lucha,
y en este caso puede desempeñar las
funciones de defensa y de ataque. El comunismo utiliza también al
lenguaje como instrumento de lucha,
para defenderse a sí mismo y
atacar al enemigo. Precisamente quiero hablar ahora de las distintas
maneras que el
comunismo ha utilizado y sigue usando el lenguaje
como peligrosa arma de defensa
y de ataque al servicio de sus ob­
jetivos. A continuación trataré de tipificar
y de analizar algunas de
estas formas. Las principales, fácilmente recognoscibles, son las seis
siguientes:
Primera.-Una forma típica es la utilización del lenguaje no
para describir, comprobar, razonar, argumentar, criticar, persuadir o
convencer, sino para insultar, despreciar, ~aherir, ofender, injuriar,
ridiculizar y mofarse. Es una forma constantemente utilizada por el
comunismo, es decir, por los comunistas.
El leoguaj e racional se utiliza en la ciencia y en la filosofía para
la descripción
y representación, para la fundamentación, las demos­
traciones y el discurso, y, asimismo, para la crítica de teorías y sis­
temas. En pocas palabras: para obtener y exponer la verdad, inde­
pendientemente de

los
sentimient06, creencias subjetivas e intereses
167
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
personales o de grupo. El lenguaje emocional,' retórico y sofístico,
puede apelar a los sentimientos,
utilillarlos y manejarlos, puede ser­
virse de tópicos, metáforas y otros· recursos lingü.isticos y, finalmente,
puede utilizar también pseudoargumentos, sofismas, falacias, paralo­
gismos, etc., con el fin de llegar a convencer a las personas indepen­ dientemente de la verdad. Desde antiguo se utiliza eu el foro
y en los
debates
democráticos el lenguaje retórico
y el emocional y hasta el
sofístico en ocasiones, no para el · esclarecimiento de la verdad, sino
para convencer al auditorio. El lenguaje compulsivo se utiliza en la lucha verbal, se vale del insulto, la injuria, las palabras despectivas
y virulentas, la denigración, ridiculizción y mofa, con objeto de coac­
cionar, amedrantar
y vencer a las personas por medio de la violencia
espiritual, sin consideración a las verdades objetivas . ni a las convic­
ciones personales. El lenguaje compulsivo es un lenguaje coactivo, es
una forma de ejercer
la violencia -la violencia espiritual mediante
la palabra- implica una falta
-de respeto
a las personas
y a las ideas
y se concreta en el desprecio. irraponal de unas y otras.
El

que emplea
este recurso hace

imposible el
diálogo o
la
contro­
versia ra.cional,· incita o al·combate verbal escrito o hablado, o al aban­
dono por silencio del que, impedido de razonar, no está dispuesto a
utilizar el,
Jenguaje irracional nis la violencia de ningón tipo. Este es
el fin del que utiliza tste lenguaje: teducir al silencio o entablar una
lucha ittacional y, en ,todo caso, hacer imposible o interrumpir el
diálogo.
En el

lenguaje compulsivo o coactivo las palabras se
lanzan
como

venablos, con cargas de desprecio, odio, ridiculización o mofa,
etcétera, · y, ·natúralniente, suelen conseguir, al menos, el efecto· de
mortificar al que las recibe y promover la lucha o el abandono; en
todo
caso, no se puede , tratar de
razonar ni

de dialogar con el que
insulta sih atender y sin aportar razones.
El lenguaje compulsivo suele dirigirse preferentemente contra las
personas
más que contra las ideas, pero también éstas pueden ser ob­
jeto dé tal lenguaje, no para analizarlas y 'criticarlas racionalmente,
sino para descalificarlas por
el desprecio. El lenguaje racional no
atica a ·1as persónas ni; desprecia 'lits i1deas,-las 'cosas -o instituciones,
sino 'que ana:liza, comprueba, argumenta, critica,' opone unas 'ideas a
1'68
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO-COMUNISMO
otras ideas, busca pros y contras, fundamentos, justificaciones y, en
fin, =ona mediante conceptos.
El comunismo se ha hecho maestro en el uso del lenguaje com­
pulsivo. Creo que ya fue Lenin quien
aconsejó a sus camaradas que
cuando no supieran qué
conllestar al contrincante, le insultaran. El
lenguaje compulsivo que
utilizan los

comunistas tiene una larga tra­
dición, y siguen usando un repertorio de
palabras y expresiones este­
reotipadas,

con connotaciones despectivas e insultantes que suelen cau­
sar el efecto de amedrantar
al que las recibe, a no ser que se dé
cuenta

del
ardid y

decida ignorarlas. Tales son, entre una gran reta­
híla, las siguientes: facha, carca, fascista, retrógrado, reaccionatio, teó­
rico decadente, cochino burgués, pequeño burgués, cerdo capitalista,
etcétera.
Esta

lucha verbal la llevan
a todos

los niveles, desde el popular
a las creaciones científicas, artísticas, etc., y la
jl!ili%Íln de forma ha­
blada
o escrita; desde los
inicios dél comunismo a. los

filósofos oc­
cidentales se les afrenta tildándolos de charlatanes, miserables sofistas,
filisteos, bufones, mercenarios del imperialismo, payasos, panfleta­ rios, etc., y
a sus teorías se

las descalifica
simplemente colgáruloles
el

sambenito
de habladurías sin sentido; miserables sofismas, galima­
tías absurdos; etc. Por supuesto que en-tales casos jamás se entra a
analizar y a disentir racionalmente las teorías que se desechan, sim­
plemente se las desprecia; o se insulta
a sus autores, o las dos cosas
a la
vez. daro

está que
pueden referirse

y se· refieren a cnalesquiera
cosas
que· quieran despreciar, y ' así habhri del arte decadente, arte
reaccionario,
literatura burguesa

o
decadente -los comunistas tienen
una

especial predilección
por esta palabra-, literatura
alienada,
etc.
Ya Marx, en sus escritos, habla usado y ahusado del lenguaje retó0
rico, muchas veces utiliza la metáfora de que el capitalismo está en­
gendrando a

sus
propios enterrdátitW, o habla de los sepultureros del
capitalismo;
afirma que

éste se está cavando su propia
tumb", etc.
Hay términos que están al borde del ingréso en el lenguaje com­
pulsivo. Se está cargando de connotaciones positivas el término «iz­
quierdas» y de negativas
el de «derechas», referidas al ámbito polí­
tico, de
trianera que por

una
labor de autopropagarida de las i>quierc
das éstas se están apropiándo de too.os los valores y méritos históricos
169
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO .
y las derechas van quedando reducidas al colectivo que suman. todas
las injusticias y disvalores que se han
realizado en
la historia.
Natu­
ralmente quienes se. sitúan en esta posición privilegiada y colocan a
otros
eiila contraria, eluden. hacer cualquier análisis y crítica histórica
y
no aportan datos para hacer Wl balance real de lo que han logrado
de positivo
y negativo cada una de ellas. Estas etiquetas quedan .des­
conectadas de su valor referencial
y se rellenan sólo de connotaciones
ideológicas y emocionales, sin tener. en cuenta para nada la realidad,
y·· sin haber realizado previamente Wla crítica racional. Elaborado así
el t.iérmino, no es .extraño que se empiece a utilizar como frase afren­
tosa y descalificadora «ser de derechas», y como juicio de valores po­
sitivos su contraria «ser de izquierdas». Y el valor despectivo empieza
a causar sus efectos.
Mientras los occidentales no pierdan el miedo a estas u otras eti­
quetas
y dejen de importarles estas calificaciones o descalificaciones,
el comunismo seguirá obteniendo buenos resultados mediante esta
arma
lingüística.
Seg11nda.-FJ comunismo utiliza también el ·lenguaje· para pro­
clamarse defensor de los valores y de las mismas instituciones que
combate; valores e instituciones que
están en la sociedad contra la
que lucha para aniquilarla y que no están y se aplastan en la sociedad
comunista.
El comunismo, de acuerdo con la táctica que le conviene utilizar
en el marco de las sociedades occidentales, se proclama defensor a
ultranza de la democracia
y de los derechos humanos, institución y
derechos que están establecidos y protegidos realmente hasta deter­
minadoo limites

en
los países ottidentales, pero
que no se encuentran
en
la Unión Soviética, por ejemplo, ni en ningún país comunista
donde el más leve intento de introducirlos, más aún, la mera defensa
te6rica,· se corta de raíz sin contemplaciones.
Limitados a la Unión Soviética -en los demás países comunistas
ocurre
lo mismo, y además se snelen definir como Repúblicas demo­
cráfícas
o

populares- se puede
observar que
aunque
la Constitución
del
Estado formalmente

diga lo contrario, no
se da

un Estado de­
mocrático y de Derecho, sino un· Estado totalitario y dictatorial, ni
170
Fundaci\363n Speiro

EL MARXlSMO-COMUNISMO
tampoco existe garantía alguna de los derechos hwnanos formalmente
declarados en la
Consitución. El derecho a
la vida no tiene
ningún
valor

ni se respeta en
abwluto durante
el proceso revolucionario para
implantar la dictadura totalitaria; una vez
instalada ésta, el derecho
a la

vida queda protegido entre personas
que no participan en .el
poder,

pero no frente al Estado
que lo

conculca sistemáticamente
para
continuar su labor depuradora.
El
comunismo ha asesinado masivamente siempre
y en todos los
países en
el momento del asalto final al poder para constituir y con­
solidar las
dictaduras. Viola
monstruosamente este derecho como me­
dida
depuradora de la clase burguesa y de todos los que defienden
este
modelo de sociedad, hasta dejar
sólo a los que defienden o to­
leran pasivamente el modelo de
socidad comunista.
Previamente
exis­
ten ya listas interminables de los que conviene eliminar nada más
llegado el momento, confeccionadas por los partidos y células co­
munistas.
Sólo en la Unión Soviética ~Unión de Repúblicas Socialistas So­
viéticas, o UR:SS en siglas-el comnnismo, al implantarse, asesinó
a millares de personas --se calcula que por orden de Leitin, y sólo
en las checas, se asesinaron
a más de

1.200.000
personas-, pero
esto

mismo ha
ocurrido luego en

China, en Corea, en Cuba, en Viet­
nam, etc., y está ocurriendo todavía en Camboya, y se ha iniciado
recientemente en Afganistán.
En Camboya se calcula que han desapa­
recido ya más de 3.000.000 de personas, incluidas mujeres y niños.
Esta terrible aniquilación forma parte de
su sistema,.

no se da
sólo al principio
para imponer por la fuerza el nuevo sistema, sino
que se continúa después. en todo momento, con más o menos inten­
sidad según los períodos. Se calcula que las famosas «purgas» de
Stalin aniquilaron

a
más de 5.000.000 de personas. Hoy continúan
su diabólica misión
los tristemente famosos campos

de trabajos for­
zadós, de

los que
los del

Archipiélago Gulag son
sóilo parte,
están
institucionalizadas las clínicas siquiátricas, continúan las torturas en
las checas y campos de trabajos forzados, etc.
El periódico ABC del jueves· 15 de noviembre de 1979 difundía
datos
aterradores,

globales y parciales, señalando
la fuente de proce­
dencia. Según el Foreing Affairs Rese,;,ch Institllle de Londres, se
171
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
calcula en unos 70.000.000 (setenta millones) las victimas inmoladas por el comunismo en todos los países hasta el presente. Stewart-Smith, eleva el
cálculo probable

a 83.000.000,
que no
difiere mucho del
efectuado por

un Comité americano, qne cifra
el total de víctimas
en 85.000.000 de personas. Soljenitsin estima que exceden de
110.000.000, pero Jean-Pierre Dujardin calcula que
son muchos

más,
alrededor de 140.000.000 de personas el aterrador balance de vic­
timas producido.
En todo caso, se trata de deceoas de millones de
seres humanos qne han perecido de
múltiples maneras:
por el hambte,
por las metralletas, por las
torturas, etc.,

como
obra del comunismo.
Sólo el fanatismo exacerbado es
capaz de

producir tamañas aberra­
ciones.
La violación del derecho a la vida es una constante, pero lo mismo
ocurre con todas las libertades individuales, El que
se atreva
a
ex­
poner

de palabra o
por escrito -ideas no ajustadas a la ortodoxia, o
el que firme simplemente un documeoto reclamando un poco de li­
bertad en cualquier
ámbito, es más, aquél del que se sospeche que
no está de acuerdo con el
régimen, o
que
ba hecho
la más leve crí­
tica del
mismo -basta una denuncia

con falso testimonio, calum­
nia, etc., hecha pot cualqnier persona-,
irá irremisiblemente a los
campos
de

concentración
después de

soportar torturas para firmar la
aceptación de los cargos; o bien lo internarán en las clínicas siquiá­
tricas, o simplemeote irá al pelotón de ejecución, según se decida.
Soljenitsin, en su
obra Arcbi¡>iélago G11l"g, revela éon datos y por
experiencias personales propias y ajenas, hasta dónde
ba llegado
la
degradación de la tortura del hombre
por el hombre en la URSS. Este
libro debería leerlo todo occidental para
saber cuál es el verdadero
«humanismo» del comunismo. No quiero agotar el
terna de las libertades personales ni entrar
eo
otros derechos fundamentales

de
la persona humana violados por
el comunismo. No existe ni la libertad de elegir domicilio, ni siquiera
la

posibilidad de trasladarse transitoriamente de una ciudad a otra
sin haber obtenido
previamente una

autorización. Tampoco existe
la
libertad' de emigracióh ni de salir del contorno de las fronteras de
los pal
ses comunistas.
· El
muro de
Berlin no
es sólo una vergonzosa
realidad a fináles del siglo
xx, sino qúe es todo un símbolo del lla-
172
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO-COMUNISMO
mado telón de acero, que -a,lli lo es hasta . de hormigón, alambradas y
metralletas.
Todo

esto
,onstituye una execrable realidad, inhumana hasta lí,
mites iomncebibll'S, mntta la

que
inexplkablemente los
países
ooci­
dentales,

en
general, no
dirigen
sus protestas, ni censuras, ni repro­
baáopes, m!-s que

esporádkamente
y de

forma iodividual,
· mmo si
tamaños nímenes no

se
produjeran o

no
fueran detestables ruando
los mmete el romunismo, y mmo si las, personas que son vilmente
asesioadas y

torturadas no
fueran humanas, ni merecieran respeto

y
ayuda
por estar dentro del paraíso del te~r. No sólo no se les
presta ayuda
internacional alguna, ni se protestan y condenan estas
acciones, _sino qµe ni siquiera_ se manifiestan públicamente para que
esté ioformada la sociedad QCcidental, pues la mayoría de las personas
de
estas sociedades ignoran la realidad o

no llegan a creer en ella.
Hay
romo un

pturito deliberado de silencio e
inhibición. Estos
fe­
nómenos de
desinformación, inacción, etc.,

por
y en la sociedad oc­
cidental,
habrá que estudiarlos algón día, es algo incomprensible,
pues el

simple temor
de que algón día quedemos envueltos en tales
regímenes,
y la manipulación orquestada de la opinión por los co­
munistas, las
negaciones de
la verdad
y las protestas de iofundios
con que contraataca el
romunismo, no puede ser la cansa completa
de
aquellas ioactividades, no me
parecen explicación suficiente.
Por
supuesto, los comunistas
niegan sistemáticamente
esta brutal
realidad, con improperios contra
el que se atreve a desvelarla. No
se olvide que
el comunismo . utiliza la mentira -d lenguaje falso-­
como arma de defensa -este es uu caso-y también de ataque, como
veremos; niega cínicamente lo que le podría perjudicar, aunque exista,
y afirma lo que le puede beneficiar, aunque no exista. Las distintas
formas
de
utilizar el
lenguaje los comunistas para
convertirlo en
arma
de defensa y ataque, en su mayor
parte se basan en la mentira, bajo
alguna de sus diversas modalidades,
y con diversas funciones según
el fin que se persiga con la misma. Cuando se niega la realidad es
la
mentira en

función de ocultamiento
y para evitar algún perjuicio,
ya sea el descrédito, o lo que fuere.
T ercert1.-EI comunismo· utiliza también el· lenguaje para atacar
173
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
el régimen y condenar loo procedimiento, de otros países que son de
igual naturaleza que los suyos. Impugnan
loo regímenes totalitarios
no

comunistas
-los que
denominan
fascistas--y
la violación de los
derechos
humanos en

tales
países ..-esinatos, torturas, etc.-, siendo
así que todos los países comunistas, sin excepción, tienen
establecido
un E.stado totalitario

avasallador de implacable dictadura,
y por ella
sé producen loo más atroces atropellos de los derechos hwnanos sin
sentido humanitario alguno. Se puede interpretar como una forma
de desviar la atención a otros lugares,
y, desde luego, constituye un
alarde
de
cinismo sin parangón en la historia de. la humanidad. Al
hurgar en la historia se encuentran episodios tristemente célebres, pero
un maquiavelismo tan hipócrita no creo que se púeda hallar antes de
que
aparecierá el fenómeno del comunismo.
A tales condenas provocadas de
vez en
cuando
por los comunistás
se

unen, con razón, los
países occidentales.
Sin embargo,
es difícil
explicár

por
qué estos
países
proceden cori evidente

discriminación
y, en general, sólo censuran
desde loo Parlamentos y entidades ofi­
ciales públicas los atroj,ellos cometidos en países no comunistas, y
no condenan igualmente, por la misma
razón, los mismos atropellos
cometidos
en el área de los páísés comunistas. Está claro que las vio­
laciones
de los derechos humanos son condenables dondequiera que
se
produzcan, e
independientemente del tipo de
régimen y de E.stado
que

los produzcan,
y desde luego no tiene relevancia alguna que sea
una

dictadura de derechas o de· izquierdas,
o incluso 1lll Estado de
derecho si se".diera el caso.
Los países occidentales sólo en contadas ocasiones protestan ofi­
cialmente
por los átropellos 'de los derechos humanos efectuados por
los E.stados comunistas, generalmente sólo cuando se produce · una
agresión a otro
E.stado --caso
de Hungría,
Checoeslovaquia y
ahora
Afganistán-, siendo así
que los países comunistas están atropellándo
cónstantemente

los derechos
humanos, eÍ>--inmensos .

contingentes de
personas, ya en los campos de trabájos forzados, ya en las clínicas
siquiátricas,

ya en las checas.
¿Pot" qué
no-
se· prótesta oficialmente de
vez en

cuando de estas atrocidades
no desconocidas? "El priócipio de
no injerencia en los asnntos internos de otros Estados no implica una
renuncia a la criticá y a la defensa del hombre despojado de su dig-
174
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMo:coMUNISMO
ni casos,
y por· esto se puede hablar de discriminación en las condenas.
C11arta.-Bl comunismo utiliza también el lenguaje pata justificar
verbalmente hechos injustificables. Consiste en la técnica bien cono­
cida de ocultar la motivación real
cable-
y sustituirla por · 1a alegación · de motivos presentables. En
definitiva, se enmascaran los hechos al disfrazarlos con buenas ra­
zones .. De esta manera los motivos que realmente provocan una ac­
ción

no coinciden. con los
que alevosamente se manifiestan pública­
mente para justificarla. Las peores canalladas, las más viles fecho­
rías,
las
más grandes traiciones y hasta las más abyectas atrocidades,
se
pueden tratar de justificar de alguna manera hacia el exterior, con
los Olejores motivos,

con las
· más puras intenciones,· con las mejores
razooes. Se pueden realizar conductas vituperables y justificarlas en
nombre del
deber, o en el de la democracia, o en él del pueblo, o en el de los derechos humanos.
Es la expresión de la suma doblez, el engañó desfigurado, la vileza
disfrazada de virtud.
Una acción o
conducta se

puede
pretender justificar

en hombre

mismo que se viola.
Un asesinato,: por ejemplo, se puede
tratar

de justificar
por' diversas razones, ·pero· también en nómbré ilel
mismo derecho a la vida: De esta forma; en· nombre del derecho a
la vidll, se viola el derecho á. fa vida. La· libertad· se puede atropellár
en
nombre
.de la

justicia o
por otra razón; pero puede

hacerse
también ·
en

nombre de la misma libertad. En nombre
der honor se

pueden
co­
meter las peores infamias, y así, sucesivamente con· Ja democracia, la
independencia
nacional, etc. Este
:modo de proceder utiliza la mentira
en

función de justificación. Tal procedimiento
lo utiliza
normalmente
el comunismo cuando se ve
precisado a

dar
una explicación
de
deter­
minados hechos que

realiza. V
e.unos algunos casos ilustrativos : ·
En nombre de

la libertad
y en defensa de la libertad, la Unión
Soviética violó la libertad del
pueblo húngaro
invadiendo su
territo­
rio

en 195 6.
De la misma manera, en nombre defensa de la libertad e independencia del
pueblo checoeslovaco,-
en
la primavera· de
1968 · los tanques rusos aplastaron en Praga el re-
175
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO.
surgimiento de un brote de liberalliación de la dictadura y la depen­
dencia avasalladora de
M06CÚ. En las postrimerías del aiio 1979,
nuevamente
se repitieron los
mismos hechos en

otro pueblo:
la in­
vasión militar
rusa _de Afganistán,

jnstificada con
semejantes pretextos,
en

nombre de la
defensa de

la integridad territorial y de la indepen­
dencia de Afganistán.
Sistemáticamente todos los atropellos de la libertad real.izados en
la Unión Soviética contra escritores, reformistas, disidentes, -etc., esto
es, respecto de personalidades conocidas acerca de las que conveoía
más jnstificar la acción que negarla, se han realizado condenando a
las víctimas
por traidores del pueblo, o alegando cualquier otro noble
motivo.
La misma táctica utilizan los partidos comunistas fuera de los
Estados
comunistas. En nombre y defensa de la democracia partici­
pan en las -instituciones democráticas de -los países que las tienen
establecidas, con el objetivo de hacerse con
el podet y en tal momen­
to eliminar la democracia e instalar la dictadura. Todos los partidos
comunistas se han vuelto muy
demócratas fuera de

su pals.
Gramsci
ofrece
la

explicación de este fenómeno, lo mismo que la del euro­
comunismo. ·
De igual manera, en nombre del derecho a la vida, alegando la
calidad de la vida de la madre
y la facultad de Iibte nso de su cuer­
po, se
reclama el

derecho de aniquilación de
la vida y la facultad de
disposición del cuerpo del hijo concebido
(aborto). Los partidos co­
munistas de y en todos los países occideotales abogan, sin excepción,
por
la legalización · detl aborto;
Advirtamos
de
pasada
que los
Estados occidentales incurren en
palmaria contradicción

cuando institucionalizan el derecho a la vida
y en la legislaci6n ordinaria
legalizan el

aborto, aunque pase por la
vía del referendum
democrático. Tal

legalización es anticonstitucio­
nal ; serla conveniente vertebrar la democracia de tal manera que
esta· y . otras

incoherencias
-no
pudieran producirse. Ya indiqué que
los países occidentales ni realizan todos los valores esenciales del
humanismo cristiano, ni respetan íntegramente los que expresamente
asumen.
Sin embargo, para los comunistas no existe contradicci6n alguna
176
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO-COMUNISMO
en propugnar verbalmente -por palabra oral o escrita- el derecho
a la vida
y, a la vez, defender el derecho al aborto en los países oc­
cidentales
y asesinar masivamente dentro de los Estados comunistas,
pues en el primer caso se fomenta el aborto
para -debilitar
el matri­
monio
y la familia; es decir, la sociedad, · donde interesa aniquilarla;
y, en el segundo, sirve para instaurar o mantener la dictadura totali­
taria, y, en todo caso, lo que importa lograr son los fines, con los
medios que fneren.
Qllinta.---Otro procedimiento similar del comunismo consiste en
utilizar el lenguaje para presentar comn
disvalores a
aquellos valores
e instituciones que se quieren
·destruí~ o -debilitar

en los países
occi­
dentales. Es otra forma de justificar una acción que sería injustifi­
cable.
Son dos modos parecidos de justificar acciones: o bien se
alega un buen motivo para realizar una acción por sí misma injusti­
ficable, o bien se descalifica
y -condena _como -disvalor o contravalor
aquello que
no lo es, porque así se crea el motivo loable de atacarlo
por su

propia
maldad.
El comunismo suele calificar de fuerzas represivas a las fuerzas
del

orden público de los países occidentales,
y lo mismo al ,ejército,
y también al derecho; así se provee del motivo· justificado para, clamar
por
su
disoludón.
Aquí solamente quiero observar que -es necesario distinguir y no
confundir entre la
violencia bruta,

arbitraria, irracional,
y p<>r tanto
injustificable
que ejercen,
por ejemplo, los terroristas, o los mismos
Estados totalitarios en abuso del
pooer fáctico que

poseen
y b fnerza
que ejerce el
Derech<> en

su dimensión de coacción
-'--qUe e, fnerza
para eliminar la violencia y restaurar la libertad-<> l<>S protectores
del
orden público,
y; en definitiva, el
poder del
Estado justificado
en

el ejercicio
de sus funciones-para 'la realización de los valores y
fines necesarios a tod<>S, esto es, para asegurar la vida, la libertad, etc.
La coacción en
el Derecho,

igual que las actuaciones de las fner­
zas del orden público o del ejército en uso de sus
funcionces' y sin
extralimitarse en las mismas, no Son irracionales,· ni -arbi~rarias, · ni
injustificables. La coacción en el Derecho es realmente fuer.ea, apli­
cada tasadamente con el fin de eliminar o reducir· la violencia que
177 _
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
ejerce todo el que viola un derecho de otro y para restaurar el de·
recho,

las libertades protegidas
que éste concede. Y
las
fuerzas del
orden

público
y del ejército están · justificadas por su fin de proteger
el
Derecho y el orden interno de la comunidad y la propia vida e
integridad de la nación. Denominar fuerzas de represión a las que son fuerzas de protección de las personas y de la nación frente
a los
agresore,¡
que

no respetan
derecb06 · individuales, ni de la comunidad
ni del Estado, es tratar de desvalorizar
lo que tiene valor -- valor de
proteger la

seguridad, libertad e integridad de las personas
y pu desfavorable y hostil contra estas instituciones fundamentales, con
el fin de debilitarlas o destruirlas si llega el momento propicio. Oaro está
que desde

la concepción marxista del Derecho, la
ca·
lificación de éste como fuerza represiva es materialmente- coherente
con su pensamiento, por lo menos no tiene necesidad de falsear para
desvalorizarlo, pues entiende que cualquier · derecho -también el de
la dictadura del proletariado--, en su integridad, no es más que
i=
trurnento

de opresión al servicio de una clase -la capitalista o la del
proletariado--, para
perpetuar las relaciones económicas básicas de
cada
sistema de producción. Pero para ,llegar a esta conclusión
hay
que aceptar dogmáticamente todo el sistema marxista desde el pen·
samiento de las estructuras materiales determinantes al de las super·
estructuras ideológicas determinadas
y la consecuente negación de
todos los valores del espíritu
y de la comunidad y las exigencias de·
rivadas

de la misma naturaleza del hombre considerado en su
inte·
gridad.

Nuevamente
topamos con el reduccionismo dogmático muy
difícil de mantener.
Sexta.-Bl comunismo utiliza el lenguaje para divulgar teorías,
fomentar

sentimientos, aprovechar
y explotar pasiones, elogiar hechos
y conductas acaecidos, etc., que sean incompatibles o contradictorios
de los valores e instituciones vigentes
en la sociedad que pretende
destruir. Es el lenguaje en función de propaganda de todo lo que
conviene
promocionar, qne naturalmente es

todo lo que puede ayudar
• debilitar

a la
sociedad··'i'JC el comunismo combate. Goebels, minis:
tro de propaganda del totalitarismo nacista, se dio cuenta de la enor·
178
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO-COMUNISMO
me importancia de la manipulación de la noticia y de una propaganda
adecuada en la lucha
contra el enemigo y explotó ampliamente este
filón. Paralelamente
el comunismo es consciente de este poder y lo
utiliza como arma, aprovechando los eficaces medios de comunica­
ción social actuales.
No voy a analizar
105 elementos concretos de que se vale en cada
caso, porque me alargaría
demasiado, me
limitaré a indicar los
olr
jetivos principales que persigue y contra lo que lucha en cada uno.
Existe una propaganda bien dirigida por
el comunismo que aprovecha
toda ocasión para fomentar el ateísmo contra
la religiosidad; el te­
rrorismo

contra la
paz social; las independencias regionalistas contra
la unidad de las naciones; las huelgas salvajes contra la economía;
la pornografía, el amor libre, las relaciones prematrimoniales,
la ho­
mosexualidad, el aborto, etc., contra el matrimonio y la familia; la
droga contra la misma personalidad moral del individuo; el odio
clasista irreconciliable frente a la. tolerancia y la convivencia pacifica;
la lucha revolucionaria frente a la evolución pacífica, etc.
El que desee comprobar la verdad de estas afirmaciones no tiene
más que observar qué postura toma y defiende el Partido comunista
de cua.Iquler nación occidental frente a estas cuestiones, y cómo trata
de influir en la opinión pública cuan.do se debaten estos temas, a
través de todos ·1os medios de c;omunicación social a su alcance, in­
clnidas las movilizaciones de masas en demanda de peticiones en favor
de la droga, el aborto, la
libertad homosexual, etc., papeletas con
«slogans» de

,reclamaciones con siglas de
diferentes movimientos co­
munistas, etc. Basta con rememorar las peticiones patrocinadas por
los partidos comunistas y comprobar en qué dirección apuntan en
cada caso.
Séptim,,.-EI comunismo no sólo utiliza el lenguaje como arma
al servicio de
su causa,
emplea otros
muchos medios
de
los que
ahora
no voy a ocuparme,
pues mi intención ha sido destacar una forma
de

lucha que pasa desapercibida
y está subestimada, siendo así que
con tanto éxito la emplea
el comunismo en la batalla contra Occidente.
Para contrastar con la serie anterior analizada Voy a referirme, para
finalizar, solamente
a un
medio
real, pero extralingüístico, que u.ti-
179
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO
liza el comunismo en su tenaz lucha para derrocar el sistema esta­
blerido. Es el de la infiltración de cuadros comunistas dentro de las
ínstituciones básicas que son soportes del Es~, de la cultura o de
la sociedad. De esta forma se busca destruir desde dentro los resortes
en que se apoya la
civilización occidental.
Entre éstos son fundamen­
tales la
enseñanza, la

Iglesia, el ejército, las fuerzas de orden público
y la judicatura.
Es wia realidad que nadie puede ignorar, ya que, a nivel europeo
-y España no · es una excepción-y desde hace tiempo, se está pro­
duciendo una constante penetración de comunistas en la enseñanza,
ocupando plazas de profesores de todas clases, primero en las Uni­
versidades,

después en la enseñanza media y en
la primaria. No cabe
duda que el profesor tiene un gran poder en sus manos para encauzar
a
los alumnos .que le están encomendados. Desgraciadamente los abu­
sos
y
manipulaciones están a
la orden del día; deberían los padres
tomarse la molestia de averiguar qué profesores no se limitan a
ex­
plicar

la disciplina y los que en casos
extremos la
sustituyen por
con­
tenidos

ideológicos
y qué ideologías predican.
También a nivel internacional se ha producido el asalto a la
Iglesia. Aquí no voy a plantear el problema teórico y objetivo de si puede
existir el

cura comunista, pues aunque objetivamente por sus
doctrinas el catolicismo y el
marxismo-comunismo son

incompatibles,
subjetivamente, por ignorancia, tal vez sea posible; pero, en todo
cas_o, sí es posible que comunistas convencidos se metan a curas, pues
para ello no hay inconveniente alguno. Y la realidad es que ya se
trate de cu.ras -comunistas -que han devenido comunistas--,, o bien
de comunistas curas, o incluso,
más sencillamente, como es. el caso
de aquellos cnras que actúan como si fueran comwiistas, es innegable
que hoy
día en
todas
partes existen curas que predican a Marx y no
a Cristo, el marxismo y no la buena nueva del Evangelio; otros se
hacen guerrilleros · al

servicio
del comunismo;
otros
reromiendan las
relaciones

prematrimoniales,
y en las parroquias los hay que tratan
de disuadir a los futuros contrayentes del matrimonio, aconsejándoles
que simplemente se junten. Aquí, en Asturias, para no ir más lejos~
se conocen ejemplos de todo lo anterior. El movimiento político reli'
180
Fundaci\363n Speiro

EL MARXISMO-COMUNISMO
ligic,so de. compatil:>ilización . entre cristi.anismo y comwúsmo hasta
se
ha organizado

bajo
la consigna de «cristianos para el socialismo».
Otra
baza importante para el comwúsmo es la judicatura, pues
tampoco cabe duda que es uno de los
pilares fundamentales
del Estado
y es de primordial importancia que se realice una correcta aplicación
del Derecho vigente en cada
país. Mientras
no
se pueda sustituir el
Derecho
burgués por

el comunista, el comunismo defiende, en
la
teoría y en la práctica, un < que yo sepa, todavía no se da este fenómeno, pero probablemente no
tardará en

aparecer. Supongo que en el ejército se habrá producido
. también la .penetración de comwústas en los

mandos del mismo,
pues
se trata de uno de los puntales máximos en la garantía de la integridad
física
y jurídica del Estado, pero para esto no dispongo de datos
fiables.
A la vista de lo expuesto quiero hacer aclaraciones
y valoraciones
finales. He procurado ceñirme a hechos y, a lo sumo, a relacionarlos
y clasificarlos. Algunos datos consignados pueden contener errores
cuantitativos, pero no puede
dudarse de
su existencia.
Es difícil.
por

no
decir imposible, determinar cuántos millones de seres hwna­
nos

constituyen
el aterrador balance de las víctimas inmoladas por
el marxismcH:omunismo hasta el presente, tanto globales como par~
dales por nacionalidades; probablemente no hay manera de probarlo
sin error, pero no cabe duda de que el total asciende a millones.
Los métodos, técnicas y táctica que utiliza el comunismo como
medios para lograr sus fines, en su mayoría, son por sí mismos in.
morales, inhumanos, verdaderas averraciones, a las que no alcanza
justificación racional posible. El asesinato, la tortura, la mentira, el
insulto, la violencia,
el fomento del odio, la explotación de vicios y
pasiones, entrañan perversidad moral por sí mismos.
Más aún si los
asesinatos son masivos -verdaderos genocidios--; si la mentira se
utiliza sistemáticamente para engañar; si por principio se promueve
el odio entre
las clases sociales, etc.
Mi crítica y condena va dirigida contra estos medios y acciones
que he indicado
y a los fundamentos y a buena parte de la doctrina
marxista, que no he explicado en
su conjunto, pero de la que estos
modos de
actuar son consecuencia directa. No se dirige a las personas,
181
Fundaci\363n Speiro

RAMON MACIA MANSO .
a los comunistas que las ejecutan. Estoy convencido que muchos de
éstos, sobre todo de los que viven cómodamente en las
sociedades
occidentales,

son
esnobistas que,
aparte de cuatro
«slogans», ignoran
casi todo del comunismo, pues no conocen ni sus fundamentos ni su
doctrina, y hasta desconocen sus resultados. Otros, aun conociendo
todo o
parte de la doctrina y (o) de la realidad, pueden sec víctimas
de fuerza mayor, o
simplemente de

miedo, sobre todo si viven en los
países
comunistas. Y

entre los que no
participan en la ejecución
de
aquellas monstruosidades
y las desconocen, pueden hallarse personas
que
hasta sorprendan por su honradez y que viven engañadas por los
elementos ut6picos del marxismo, y esto no es mera posibilidad, me
consta.
Aquí sólo
he pretendido aportar juicios objetivos, es decir,
sobre cosas, acciones, doctrinas, pues ni quiero ni puedo· enjuiciar a
persona alguna, ni a sus acciones, sean cuales fueren.
Fundaci\363n Speiro