Índice de contenidos

Número 191-192

Serie XX

Volver
  • Índice

El antagonismo entre los comunismos ruso y chino. Algunas consideraciones

EL ANTAGONIBMO EN'ffiE LOS COMUNISMOS
RUSO Y CHINO. ALGUNAS. GONSlDERiACIONES
POR
ANGEL MAHSTB.O
CA.PhvLo I
La polémica chino-soviética ha adquirido tal trascendencia en la
política internacional que rebasa ampliamente su
circunscripción a
las

consideraciones de los
politólogos, u
otros
estudiosos de
estos fe­
nómenos pa.ra adquirir una plena dimensión mundial, ya que, por la
importancia de sus efectos, alcanza a la suerte y futuro de la humanidad
toda. El planteamiento de la
locha entre

ambos colosos
marxistas-le­
ninistas ha adquirido, precisamente por el volumen y potencia de
los contendientes, dimensiones planetarias~ cuyas consecuencias, a di­
ferencia de los conflictos planteados en épocas pretéritas, afectan a
pueblos y sistemas
sumamente alejados
de los contendientes, no leja­
nos en un concepto geográfico, sino con ideologías contrapuestas en
su totalidad. Por
primera vez en muchos años de creciente expansión comunista
en
el mundo, de
colonización no sólo física, sino

ideológica, se
ob­
serva,

o
más bien puede atisbarse, una nueva y eficaz forma. de com­
batir al
teóricamente monolítico sistema marxista-leninista, producién­
dose

enfrentamientos entre los dos ideológicamente defensores de la
pureza dogmática
del pensamiento leninista.
Vemos
cómo las

contradicciones no
sólo afectan al

sistema. occi­
dental, ya que se produce el enfrentamiento
entte'dos sistemas, ambos
con una base común y que aspiran a una misma. forma de destino
final de la humanidad.
Los sustentadores de una teoría destinada a
explicar con un pensamiento totalmente materialista
la forma última
de evolución de la sociedad, se enfrentan.
183
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
Asistimos, así, a una polémica que puede resultar dialécticamente
apasionaute
para los estudiosos de los temas de ese particular univer­
so, pero que precisamente por engendrar esas contradicciones, no
afecta sólo al intelectual interesado en la misma, sino a la humanidad
consciente de saber aprovechar esas graves
distensiones y que puede
haber: encontrado un arma• de

suma
importaucia en el combate contra
esa amenaza totalitaria,

de dimensiones desconocidas en la historia.
En la lucha
mautenida hasta ahora por los comunistas contra cual­
quier enemigo, se daba como una premisa fundamental la unidad, al
menos teórica, del internacionalismo nia.rxista--1eninista contra el opo­
sitor de ese sistema, o mejor, pór el gíobalismo de su existencia, con­
cepción total de la vida.
Al enfrentarse con otras
fuerzas políticas,

los comunistas
podían
apoyar
su

aportación teórica
al combate

de la ideología leninista al
atacar-a un enemigo, basándose. en los esquemas clásicos· para un co­
munista, de lo que ya está mil veces definido como un contrarrevolu­
cionario. Al
enfrentarse la Unión

Soviética en sus primeros
tiempos
a

la agresividad exterior, muy atenuada, desde luego, podría
no sólo
hacer frente a la amenaza,. sino exportar la-revolución utilizando
frases ,como «Nuestra República Socialista de los Soviets se mauten­
drá firmemente como antorchá del Socialismo Internacional y ejemplo
para todas las másas trabajadoras» (1).
Al luchar posteriormente contra el
nazismo germano
o el milita­
rismo japooés eo
la Segunda Guerra Mundial, combatíao contra un
eoemigo al que le auimaba
-'no como
al Occidente actual-
una vo­
luntad

firme
y decidida de liquidar el sistema marxista-leninista, y,
por consiguiente, podían· aplicar frases como la de que «su desapari­
ción significaba el sustaocial debilitamiento del sistema mundial del
capitalismo» ( 2).
Frente a un ~enemigo· contrarrevolucionario, los comunistas dispo­
nen de enormes y casi inagotables arseoales de: justificaciones de la
superioridad doctrinal
é ideológica de la dirección de la lucha por
el
partido. Desde su perspectiva pueden hablar de esa superioridad
(1) Len.in: 06Yas escogidas, Ed#oríal Progreso, Moscú.
(2)
La lucha a muerte Con el fáscismo, · Editorial Novosti, Moscú.
184
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE WS COMUNISMOS RUSO Y CHINO
desde un punto de vista· bosado en lo cientifico de la economia so­
cialista, de la perfección de su régimen social, y hasta del triunfo
inexorable, basado en la teoria y en la praxis del · sistema o:iarxista­
leninista.
Frente

a los sistemas opuestos,
se habla, para explicar loo éxitos
,---=mo
frente
a Alemania-, por voces tan autorizadas como la del
Secretario
General del Partido Comunista de la Unión Soviética,
y
verdadero lider mundial del comunismo de obediencia rusa, L. I.
Brezhnev, con frases como la de que fue pooible la victoria gracias a
que el partido comunista «era el que organizaba y cohesionaba a las
decenas de millones de hombres, dirigiendo su energía, su voluntad
y sus acciones hacia un objetivo: la victoria. La guerra confitmó una
y otra
vez <¡ue el pueblo es un todo único, que no hay fuerza capaz
de socavar esa
vohmtad indestructible» (3).
Asi podriamos seguir indefinidamente, pues es sabido, por cual­
quiera que tenga alguna preocupación intelectual por el terna, que la
fraseología comunista

constituye
nna parte importantísima dentro de
la estrategia revolucionaria, y que
su· insistencia
sobre cualquier terna
destinado a

combatir al
enemigo y

a justificar su superioridad «cien­
tífica» es, como antes decia, prácticamente inagotable .
. C&Pí= II
La teoría maoista de los tres mundos
Pero

a principios de los
años setenta· surge

una idea expresada por
Mao
Tse-tung, que estarla destinada

a causar un impacto de enor­
mes dimensiones. en el universo comunista, y a golpear
el monolitismo
de ese mundo con
efectos sumamente sensibles, y a originar una reac­
ción ante su exposición, comparable a la. formulación de
nna herejía
en el pensamiento marxista-leninista.
A comienzos de 1974, en el curso de una entrevista con el diri­
gente de Zambia, Keneth Kaunda, y en la que se
pasaba revista

a los
(3) Op. cit. anteriormente.
185
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MABS/TR.O
acontecimientos mundiales, Mao le comenro cómo la . humanidad, se­
gún

su opinión, estaba
forma.da por tres mundos: los Estados Uni­
dos y la Unión Soviética formaban el primer mundo. Europa Occi­
deutal, Japón y el Canadá ( 4) constitufau el segundo mundo. «Uste­ des y
nosotros --China Roja-somos el tercer mundo».
Mao Tse-tung seguiría haciendo observar a sn interlocutor cómo
la población más numerosa de la tierra correspondía a las naciones
engl,madas bajo

un
concepto de los tres
mundos,
ya· que
toda Asia,
a
=pción del

Japón
(5), estaba claramente inmersa en su concepto.
«Tc,da Africa

es del tercer mundo», siguió comentaudo, y al igual
que la inmensa mayoría de
Iberoamérica, por lo que, sumaudo sus
poblaciones, éstas

erau
abrumadoramente superiores
en número.
Kaunda quedó asombrado de que
se incluyese

a la
República Po­
pular

China en el tercer
mundo, lo

que
Mao jnstificó argumentaudo
que
ni

en
lo político ni en lo económico su nación podía oponerse en
igual plauo con
los paises ricos

y
poderosos; sólo podia compararse
con
los países

pobres.
Por primera vez en la historia, los marxistas-leninistas -rusos se en­
frentaban a un euemigo que no les atacaba en nombre de teorías
opuestas a su
concepción filosófica del

hombre y de la
historia, sino
en
base al mismo marxismo-leninismo, mauejado con los habitnales
sofismas
y retorcimientos
dialécticos de
argumentaciones, apoyándose
en textos leninistas
para jnstificar cómo la Unión Soviética, o mejor
su
clase dirigente, había caído en un desviacionismo de las tesis ori­
ginales. A este desviacionismo, o nueva forma de revisionismo, -se le
denominó social-imperialismo. Sin duda para distinguirlo del im­
perialismo «ortodoxo»
practicado por las

sociedades occidentales.
Para jnstificar los
cambios de

orientación ideológica de
los regí­
menes comunistas, resulta preciso, si se quiere realizar los mismos
c.on un mínimo rigor intelectual, oboervar, o mejor estudiar, detalla-
( 4) Esto no_ quiere decir que «el segundo mundo» sea totalmente exclu­
yerite, sino sólo aproximado, pues Australia._ ~ Unión Sudafricana, etc.,
constituyen tambibl parte. ·
(5)

A excepción
también de la Cluna nacional

(Taiwan) y
Corea del
Sur, afia.dimos nosotros.
186
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTR.E LOS COMUNISMOS R.USO Y CHINO
unidireccionalidad

o
pluridireccionalidad de
sus objetivos, señalados
siempre de
manera inequívoca

como la aplicación del pensamiento le­
ninista a las interpretaciones del líder de
turno. Pues bien, si en 1963
la propaganda oficial china señalaba que «los antagonismos entre la
clase obrera y el capital monopolista, entre los palses imperialistas,
entre
los pueblos

de los
pa!ses coloniales y semicoloniales, y el impe­
rialismo entre los países socialistas e imperialistas, constituyen los antagonismos principales de la época», en 1969 cambia de forma
radical la filosofía de estos antagonismos. Entonces
se sitúa en plano anilogo al antagonismo entre naciones
oprimidas e imperialismo, al social-imperialismo, con clara referen­ cia al
sistema soviético. Más aún, no·

se contempla el
problema desde
fuera,

sino que
se traslada al interior de la Unión Soviética el con­
flícto,
al exponer cómo
el conflicto se plantea en~ «proletariado y
burguesía
en los
palses capitalistas

y
revisionistas». Por
primera
vez
se plentea la existencia de una nueva burguesía en la URSS, desde
un
punto de vista que representa la opinión de un partido en el
poder,
y no como opinión de individuos aislados, tal como el caso
anterior en la
época de Milovan Djilas. Un partido en el poder, y
nada menos que de la importancfa del chino, con todas las conse­
cuencias que ello supone, plantea oficialmente la existencia en la Unión
Soviética de una política
revisionista, desviacionista

de las tesis leni­
nistas,
y atacada por ser ejecutada por una nueva clase la burguesía
dirigente, que aunque
actúa en nombre del proletariado, lo sojuzga
bajo

una capa de argumentaciones teóricamente marxistas-leninistas, por
lo que no duda en clasificar el sistema, para distinguirlo del impe­
rialismo clásico, corno de
social-imperialismo.
Calificación, si cabe, más dura, pues supone UJl retorcimiento
inadmisible de las teorías originales que dieron vida al primer Estado
socialista del mundo,
«y hasta entonces ejemplo coll'Stante a imitar
por todos los movimientos revolucionarios mundiales». «Faro y lm:
de

la humanidad en su lucha por el progreso», etc. En 1973
se destacó, por parte china, cómo el principal antago­
nismo

lo constituía
el existente entre «las superpotencias» y el resto
del mundo, así corno
el que existía propiamente entre los Estados
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
Unidos y la Unión Soviética, pero en 1977 se consideró qne d an­
tagonismo principal era
el .que existía entre el social-imperialismo
soviético y el «resto
del. mundo,
incluyendo los Estados
Unidos»,
Los teorizantes chinos

plantean en los términos
. más virulentos su
oposición al nuevo revisionismo soviético, ya que consideran que_ en
vez de haber acelerado la unión del. proletariado mundial contra el
enemigo común que es
d liberalismo occidental, o las fnerzas tra­
dicionales -dicho revisionismo ha debilitado
la lucha
internacional
en favor del triunfo comunista-, pues éste es y sigue siendo, no se
engañen una vez más tantos necios liberales progresistas occidenta­
les, el fin último del sistema chino,
al. igual
que el del
soviético.
Se piensa que la solidaridad internacional de los comunistas, ba­
sada en el internacionalismo proletario, ha sufrido una paralización
tempo,al con el

desviacionismo soviético. Igual piensan los
rusos de
los

chinos, y
éstos arguyen que las palabras de Lenin «el antagonis­
mo entre el capital internacionalmente unido
y el movimiento obre;
ro internacional», han sido traicionadas en el mismo Estado SOvié­
tiéo al aparecer una nueva clase privilegiada que vnelve la espal­
da a principios «sagrados» como el de
la unidad de los comunistas
y la solidaridad internacional di' los trabajadores de todo el mundo. Considerando la situación mundial de
· ]os años

setenta con las
ideas de Lenin respecto a la táctica,
y también las de Stalin (6), es
evidente que Mao Tse-tung trató de identificarse con úna realiza­
ción práctica de las mismas, valorando por
encima los
resultados prác­
ticos sobre
las consideraciones teóricas. Mao consideró que la evolu­
ción de los
acontecimientos mundiales exigía nuevas

tácticas,
y que
la camarilla dirigente de la Unión Soviética se había desviado de su
camino original y ya no servía
para comprender la flexibilidad que
requería el cambio.
Las teorías de 0M110 Tse-tung sobre la composición de la sociedad,
inmediatamente adoptadas en su tiempo como
dogma indiscutible
por
el partido comunista chino,
tienen unas

particularidades propias, que
(6) Angel· Maestro: «¿Socialismo en un solo país o revolución perma­
nente? La polémica Stalin-Trotsky». Verbo, núm: 161-162, enero-febrero 1977,
págs. 277 y sigs.
188
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE WS COMUNISMOS RUSO 'Y CHINO
difieren sensiblemente de las mantenidas por los comunistas sovié­
ticos. Es evidente que las de Mao responden a situaciones socio!ó'.
gicas de la situación china, al igual que las rusas eran las correspon­
dientes a
Ja· sociedad rusa de la época; por tanto, a pesar de ese in­
ternacionalismo de
que siempre

hacen gala
· Jos escritores

comunistas
para tratar globalmente los problemas,
éstos responden

a
los plan­
teaniientos de las situaciones originales ·de las naciones respectivas.
A diferencia de la clasificación analítica sostenida por Stalin de
dividir a los componentes

del proletariado en tres grupos (7), Mao,
y por consiguiente eI · partido comunista chino, consideraba cuatro
clases
revolucionarias diferentes
en China, que eran:· el proletariado
propiamente dicho, la pequeña burguesía, el campesinado
y la bur­
guesía nacional. Consideran también la
existencia de

otras dos clases
clasificadas como «reaccionarias»: los terratenientes
y la burguesía
burocrática, extendiendo
esta última, para comprenderlo con una men­
talidad española, a los altos funcionarios de
la administración que
puedan constituir posibles castas
dotadas de espíritu de cuerpo, como
podían

ser en
España los abogados del Estad;,, Inspectores tributa­
rios, hace· años ·1os Ingenieros de Caminos, o· profe5iones que sin ser
funcionarios de la Adl11inistración constituyen cuerpos notoriamente
elitistas, y a los qué muchas veces se ataca en Sentido puramerite deri:ta.
gógico, como los Notarios, Registradores, etc. O bien en Francia los
Ingenieros

de Minas,
los Politécnicos, los

Inspectores de
Finanzas, etc.
Con arreglo a. unos planteamientos pretendidamente ortódoxos · del
pensamiento leninista de considerar al marxismo ho como un dogma:
inmutable; síno una te<>ria para la acción, y ante la realidad de :la
pérdida del papel, segón los teóricos chinos, de la cabeza · de la re-
(7) Según la clasificación analítica de Stalin, los prol.etarios del primer
grupo son proletarios o$)doxos, los del segundo son heterodoxos, quienes
proceden de los rangos de campesinos y del pueblo e intelectuales de ciudades
pequeñas,
y los del tercer grupo son los estratos · más eiev~dos de los traba~
jadores. «Los proletarios del primer grupo son los más revolucionarios. Los
del segundo
grupo son considerados badlantes e inestables. Los del tercer
grupo no· son fidedignos· y guárdan la esperanza de ~rreklarse con los bur­
gueses». Wang
Chuey-Yaf': Tecwla y táclicas de la lucha Je dasés. ·
189
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
volución mundial, Mao consideró que la realidad estaba expresada
implacablemente

en su
teoría de

los tres mundos.
Los ideólogos chinos comunistas piensan que los ideales revolu­
cionarios de las
clases obreras en occidente han ido debilitándose, y
cómo, al aburguesarse éstas, están claramente «desproletarizándose»,
por lo que hay que sustituir su curso revolucionario por unas clases
no contaminadas, como son
las masas de las ruiciones y los pueblos
del tercer mundo, que
han asumido hoy «el papel de fuerza rectora
en la lucha contra
el imperialismo y el hegemonismo».
Se consideran verdaderos intérpretes de Lenin, y de su adapta­
bilidad y flexibilidad, la que originaría su triunfo en situaciones
cuyas soluciones fueran clasificadas de heterodoxas
por los marxis­
tas clásicos de la
época (8).
Arguyen que las rígidas interpretaciones ya no sirven
y que hay
que adaptarlas
a las realidades inexorables

de un mundo cambiante,
y
que la pretendida

hasta
ahora misión

histórica del proletariado
está debilitada, mientras qw, los pueblos del «tercer mundo» son her
día
«la fuerza principal en la lucha antiimperialista revolucionaria
mundial», entendiendo
por· imperialismo a los de ambos siguos.
Según la ortodoxia marxista-leninista, la burguesía nacional sería
indefectiblemente considerada como reaccionaria. Pero en un alarde
táctico, y

que
persooalmente considero
de la
más pura Jlnea leninista,
de
acoplarse a las situaciones de cada momento; dicha burguesía na­
ciooal es

defendida
por Mao, considerando que de momento es apro­
vechable, por

unir muchos de sus elementos
características temporal­
mente

revolucionarias, aunque en el futuro habrá
que eliminarla, una
vez aprovechada.

¡Qué terrible sinceridad
la de los marxistas-leni­
nistas
cuando anuncian claramente sus planes! ¡ Y qué necedad e idio­
tez, casi

siempre, en
las filas de la burgues\a progresista cuando vez
tras vez y

país tras
pa!s van cayendo sus miembros .indefectiblemente!
El último y más reciente caso que podríamos citar, Nicaragua, asevera
esta afirmación indefectiblemente.
(8) Angel Maestro: ·«1903, un año decisivo en la· historia del comu­
nismo».
Verbo,. níµn.. 171-172, enero-febrero 1979; págs.,. 181 y sigs.
190
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE LOS COMUNISMOS RUSO Y CHINO
c.u,frnl,oIH
La refutación soviética de la teoría maoísta
La reacción que produjo eo la Unión Soviética el concepto maoísta
de la teoría de

los
tres mundos fue tremeoda; de estupor incalifi­
cable

podemos calificarla,
pues alteraba

de forma sustancial el esque­
ma ideológico, inamovible
para los marxistas-leninistas, de fa divi­
sión del mundo entre
fuerzas «progresistas

y reaccionarias».
En un
modelo

comparativo,
y conociendo los rígidos esquemas · dogmáticos
de
las fuerzas
comunistas, las ideas sobre los tres mundos sonaron a
herejía, o a cisma eo el concepto
más clásico, y tal como la jerarquia
católica

del siglo
XVI pudo contemplar con estupor· la concreción de
la eoergía
luterana, hasta
eotonces ya insinuada de forma
clara, pero
proclamada con todas sus
consecuencias en la exposición póblica de
su separación de la Iglesia Católica con su quema en Witenberg, el
10 de diciembre de 1520, de
la bula pontificia.
Por primera
ve-, la

Unión Soviética, o
más bien su equipo diri­
geote, se enfrentaría dialécticamente no
ai amenázador nazismo ger­
mano, o a las decadentes democracias occidentales, ni a unas fuer­
zas teóricamente opuestas, sino que se Je planteaba la lucha contra
unos oponeotes
'l_ue procedían
del
mismo campo. No había argumen­
tos que esgrimir contra «fuenas reaccionarias», «sociedades feudales»,
«fuerzas
oscurantistas»,
etc.
· El enemigo era ahora. uno nuevo; uno que acusaba· a fos sovié­
ticos

no de lo que tantas veces se ha esgrimido
rontra ellos en nom­
bre

de la
defensa del cristianismo, de la civilización o de los ideales
patrióticos,

sino que se les
acnsaba de

¡desviacionistas! repecto a
los
principios «sagrados» del internacional~smo proletario, de inaurir en
la contradicción con el «cientificismo marxista-leninista», o
de haber
caldo en el oportunismo pequeño burgués, etc.
El: impacto

fue sumamente considerable sobre los circulas de po­
der soviéticos, pues
la teoría de los tres mundos preseotó a fa URRS
como
«foco. de

guerra mundial
más peligrosa que los Estados Unidos»,
19[
Fundaci\363n Speiro

ANGEL AfABS(fRO
y se buscó la formación de un «frente único» contra los rusos, y todo
ello
¡ en nombre del marxismo leninismo L (9).
Dejaremos aparte la lucha más o menos abierta entre ambas na­
ciones,
a veces por enfrentamientos directos como . los incidentes del
río Ussuri, las reivindicaciones chinas sobre miles de kilómetros cua­
drados .actualmente en poder de los rusos, la competencia en los paí­
ses izquierdistas africanos, etc., que, aunque de importanc~a -trascen­
dente, se apartan de nuestras consideraciones doctrinales. ·
Los teorizantes soviéticos, bajo la inspiración del máximo ideólogo
Suslov,
iniciaron enseguida lo que es una característica fija del siste­
ma comunista: la
acción, pero

siempre
acompañada de
la intensa
campaña ideológica;

la teoría destinada a
razonar y servir de base
a 1a actuación.
Los soviéticos acusaron el golpe y marcaron el principio de sus
razonamientos: acusar al maoísmo de contrarrevolucionario. y · desvia­
cionismo-nacionalista, por lo qne señalaron a sus «intelectuales» la
necesidad de

inspirar la
unión de las fuerzas por ellos calificadas de
progresistas contra la
alianza entre

«Pekín y la reacción imperialista».
Los ideólogos rusos acusan a la doctrina de los tres mundos de
no contener nada· de
teoría marxista,
por lo cual piensan que
están
condenados
de

antemano a
fracasar, ya
que el que va en contra del
marxismo-leninismo va en

contra
del progreso y del futuro histórico.
Así
alinean la
suerte de

la China Roja con la de los
decadentes países
occidentales.
Por

otra parte, niegan originalidad a la teoría
maoista, y, apoyán­
dose en Len.in --es tan fácil retorcer sus argrimentos en un sentido
o en otro-, fa supone con:io:opu.esta a la concepción leninista, consi­
derando que omiten la siguificación dru;ica del imperialismo. Llevan
su· habilidad dialéctica al

punto de comparar a
Pekín con los segui-
(9) El frente unido es la expresión abreviada en español del término
chillo. Tung~han. «Según la definición de los comunistas, _el frente u.nido
es una alianza que comprende diferentes organizaciones y bloques-sobre la has~
de iri.tereses comunes y que sigllen nórmas establecidas de IÚ.cha política contra
el eneinigo común». Wu · ll-cllun: "Frente unido y contrttfrente unido.
192
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE WS COMUNISMOS RUSO Y CHINO
dores ·de Kautsky, lo cua:I significa la. condenación inmediata de los
mismos

(10).
Otro ataque de los rusos es la
acusación de pequeñurguesa a
la

teoría de los tres mundos,
y considerando cómo las mismas dan
lugar a especulaciones

«que sólo en la
terminología tienen relación

con
el
marxis,00:leninismo» (11).
Les obsesiona a los soviéticos el que los chinos utilicen· en apoy6
a

sus
argumentaciones la
obra leninista,
é6n citas
completas de Lenin
cuando la

ocasión lo requiere,
y esto '" cemprende que para el estu­
dioso del comunismo resulte apasionante.
Es contemplar a dos ene­
migos
que, . .: diferencia de

la lucha entre comunistas
y fuerzas demo­
cráticas -tan tlmidás y tan poco definidas, tanto en la teoría como
en
la acción

frente al enemigo,
siempre eo
desventaja-, es
ver a
dos oponeotes dispuestos
· a utilli:ar todos

los procedimientos necesa­
rios y habitwtles en· la táctica marxista'leninista.
· Los dirigentes soviéticos acusan a los chinos de minar el sistema
socialista mundial haciendod
juego a

las
fuerzás imperialistas y reac­
cionarias mundiales, aunque, eso
s!, en

un
prodigio de

habilidad
y de
(10) La r(f1/o/11dón proletaria y el renegado. Kautsky~ sin duda una de
las obras
más importantes

de Lenin, en la
. que at'a.ca ferozmente a este . desta­
cado

marxista.
Lenin considera de forma.

totalmente fundamental
el problema
de la lucha de clases, en contra de las teorías d.el evolucionismo economidsta
sostenidas por-Kautsky. A sti vez, es-muy conoddO el· -hecho de qü.e KitÚtsky
sostuviese ·contra -otro destacadísirilo--marx.ista alemán, Bemstein, una: de- las
polémicas más

famosas en
-la . historia' del pensamiento socialista.
Esta
po-lé-­
mica., sostenida dwante los años 1897-1~99, tuvo como base la acusación a.
Bernstein de haber abandonado paulatinamente el materialismo histórico,
aÍ,Oyándose Bernstein en

los
fScritbs p6Stumos de Etlgels y de Marx; y con­
siderando cómo éstos
coincidían con su

punto
·de vista favorable al ·determi­
nismo·,
-en

deterioro
·del materialismo-histórico. -Sobre este tema ·existe abun­
dantísima
bihHografía. La

polémica
poster~or Lenin-Kautsky tiene
aportacio­
nes muy interesantes
_;;pat'a. la justific;ración de tomas de 4ecisiones en el leni­
nismo,
y, a su vez, retorcidas en 111?,0 u Qtro ~Ud~_ para las apoya.turas ar­
gumentales de los dirigentes po_st-leri.inistas.
(11) «Qué-hay detrás ·de la teoría maoista ·de los ·tres mundos». Artículo
editorial
d~-la

revista·
filosófica y de pensañi-ierito Kómmunist. Traducida a1
español por la agent:i:i Novosti. ·
Fundaci\363n Speiro

ANGEL·MAESTR.O
confianza en su triunfo consideran que indudablemente el esfuerzo
éhino está

condenado
al fracaso.
Es bien sabido que en la aplicación de las teorías marxistas,leninis­
tas, el motor de la revolnción .mundial y_ que conseguirá en el futuro
la implantación a
escala universal del sociallsmo, lo constituye la
doctrina de la lucha de clases;
por lo que · en · la situación existente
entre el marxismo y el capitalismo se producen problemas, que sólo
mediante la correcta aplicación de la· lucha de clases podrán conseguir­
se las ventajas objetivas
y subjetivas en el enfrentamiento entre am­
bos-sistemas.
En consecuencia, utilizan también esta argumentación contra la
teoría de los tres mundos, ya que al arguir los maoístas que los pro­
blemas del mundo moderno presentan distintos aspectos y con trata­
mientoo diferentes,

caen en
una interpretación
de
la historia y del
mundo basada en argumentaciones de las
«teorías geopolíticas

de los
ideólogos burgueses», y, por tanto, el esquema maoista rechaza ine­
quívocamente
la· teoría y la táctica !le. la lucha de clases.
Muchos más datos podríamos seguir ofreciendo en este sentido
de_
las

argumentaciones rusas,
pero resulta ineludible citar la postura so­
viética antichina al tratar el papel que le corresponde al proletariado
-internacional en el
proceso de

la historia y en
el futuro fundamental
del marxismo-leninismo: el desconocer
la misión
histórica del prole­
tariado mundial «como constructor de la nueva sociedad».
Les repugna profundamente y lo consideran «acientífico» el que
la revolución tecnológica y la adaptación del ·capitalismo haya, segón
los chinos, desproletarizando al trabajador, desviándole de su misión
histórica,
y de .que éste haya perdido su conciencia de motor de la
revolución,
por lo que los países del · tercer mundo deben tomar el·
relevo del proletariado como vanguardia revolucionaria. En
consecuencia, desde

el
punto de
vista
soviético, esta «here­
jía»

demuestra
la traición
china a unos principios básicos del
marxis­
mo-leninismo.

«Los dirigentes
·chinos huyen como

del fuego de
la
doctrina marxista sobre la misión histórica mundial del proletariado,
porque
esa. esencia es ajena a su ideología pequeño-burguesa, porque
contradice sus planes y esperanzas jingoístas, porque, en
úl\ima ins­
tancia,

no puede dejar de comprender que sn política no podrá contar
194
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE WS COMUNISMOS RUSO Y' CHINO
con el apoyo, más o menos extenso,· ·de la clase obrera que, a escala
mundial, opta cada
vez más
debidamente
por el socialismo científi'
CO)) (12).
Sin embargo, dentro del extenso párrafo anterior, y analizándolo
en

profundidad, resulta
evidente un
dato
que el avezado al
estudio
del
marx.ismo-leninismo puede, descubrir, y

es el de
que como
se
reconoce al exponer
el· significado

de
, la clase obrera mundial en

la
teoría soviética, el que se hable de
«más o

menos extenso». Esto es
muy importante, ya que significa la preocupación evidente por lo que
pueda tener

de
razón, en el fondo, la idea de pérdida del papel revo­
lucionario del proletariado en el occidente
actwl.l, o impulsándolo
cada
vez más

deteminados sectores de la
burguesía liberal, y menos
dicho proletariado. Esto es más cierto y
comprobllble que las especu­
laciones maolstas sobre las masas del tercer mundo como herederos
de la misión de vanguardia,
y; es un tema sobre el que trataremos en
un
trabajo
futuro.
Por último, los tratadistas soviéticos advierten sobre la ambigüe­
dad
maoista
al hablar
genéricamente de los países tercermundistas
como

«fuerza principal en la lucha
antiimperialista mundiab>. Con­
sidera que ésta reviste características diversas según los sistemas y
Estados, al
considerar, a
Estados colonizados·.
por el nuevo imperia­
lismo

económico, lo que
exige planteamientos diferentes.
Acusan a los

chinos-de colaborar,
basándose .en palabras

de Fidel
Castro, de

la
cooperación de sus servicios de

inteligencia con los
de los palses occidentales,
concretamente se

cita
el caso de Alema­
nia y de los Estados Unidos. Esto, a pesar de la nula
validez de
quien
lo dice,

el tirano Castro, es posible
· que sea cierto;

sin embargo, ba­
sándose su
certeza. en

el estudio de un sinfín de detalles
que nos tras­
luce de
la visita continua a Europa de dirigentes chinos comunistas.
Naturalmente, dada la
eficacia del KGB, y
en cuanto
.se haya
detec­
tado la posible
existencia de•,sos contactos,

es un suceso que tiene
que
haber exasperado a

los
soviéticos.
Y

los
país,s occidentales,
como
favor pagado a los
chinos, han
deiado filtrar

que
existé también -una
colaboración hipotética entre
(12) Op, dt.
19,
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
los rusos y los eficaces servicios secretos de la República de China
(Taiwan).
También es

posible que en algunas circunstancias hayan existi­
do
esos contactos, pero si hay un país modélico en el mundo, que
tenga la conciencia
y la visión más clar,a de lo que debe ser la lucha
anticomunista, ese es Taiwan.
Allí, la preparación no sólo militar
~ontra el enemigo comunista es sumamente eficaz, sino que lo im­
presionante es la preparación doctrinal, y la acentuación psicológica
sobre
el pueblo frente al marxismo-leninismo, no en un estilo pobre
e
.ineficaz, sólo fachada,

como en la España del régimen anterior
--,tal
como la historia reciente ha demostrado---, sino llevada a un grado
de
perfección y

eficacia dificilmente
superable.
Por

último, la
exasperación soviética

en
el terreno doctrinal ex­
plota ante la
suposición de

que
los chlnos se comportan como aliados
del capitalismo
mund.ial, en. una postura que ellos juzgan inequ!voca­
mente
anticomunista.
Comparan su
actitud incluso con la de
¡ la
Alemania de

Hitler!, diciendo que
la actitud amistosa de las na­
dones occidentales· con -el régimen chino recuerda la de esas mismas
naciones con ocasión del pacto de Munich.
La teoría soviética
expone c6mo la postura occidental trata de
explotar la «agresividad del
social-chovin.ismo contra la URSS», por
lo que
caen en una posición anticientífica desde la perspectiva mar­
xista~Ieninista convJ.rtiéndose -así al maoísmo y a sus sucesores en una
ideologla pequeño-burguesa y -reaccionaria, además de contrarrevolu­
cionaria
(13).
Cu>íTm.o IV
Los argumentos chinos
Dos

obras en
China se
han convertido
en clásicas sobre estostemas,
y son, en la década de los años sesenta, la · «Propuesta de la línea
(13) Estas acusaciones son características de las discrepancias interiores
comunistas,
desde los
tiempos
.de. las
luchas
.entre Lenin y. Plejanov,
a prin­
cipios de siglo,
pasando por las

purgas stalinianas,._
etc., hasta ahora.. Recuerda
a
las acusaciones características entre
la! foen:as derechistas espafiolas, de iá
que es típica la de ;traidores!, siempre que se producen puntos de vis~ ·en·
contrados.
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE LOS COMUNISMOS RUSO Y CHINO
general en el movimiento comun.ist_a internacional» y el fam050 edi­
torial
del órgano
ofidal del

partido, titulado «La teoría del Presi,
dente Mao Tse-tung sobre la división de los tres mundos, inmenso
aparte al marxismo-leninismo». Sobre ella y como
base programática,
los
teorizantes chinos

y sus
partidos afines en

todo el
mwido han
desarrollado
gran parte

de su labor ideológica.
Mao Tse-twig argnyó varias veces . cuando desató «la revolución
cultural», que para la

consolidación de
w, sistema marxista-leninista,
después

que éste haya
tomado el
poder, es
necesario, proceder
a
w,as
revisiones profwidas de

todo
el aparato del partido, a fin de depu­
rarlo de los desviacionismos inevitables que surgen, consecuencia del
aburguesamiento de los cuadros dirigentes y que conducen a una
protitución, lenta pero continuada,_ de los objetivos revolucionarios .
. Mao fue demasiado lejos con la revolución cultural, y además no
sólo la instigó, basado en motivos ideológicos, sino claramente
apo­
yado

en la ambición personal,
y de apartar a los dirigentes que pu­
dieran hacerle sombra, como fue el caso del más destacado de todos
ellos:
el de Liu Shao-chi. La exacerbación de los sentimientos aoti­
burgueses

llevó a extremos ridículos, si no fuese
por los
trágicos, lle­
gando a casos, como el de las turbas enfurecidas, a fracturar las mu­
ñecas, para que nunca pudiese
-volver a tocar, a un

joven
pianista,
porque se había permitido interpretar obras «decadentes» de auto­
res CQ!nO Mozart.
Excitó al paroxismo, instigado en parte por sn mujer Chiang Ching,
para·

que con el pretexto de la revolución
cultural, en
la que puede
ser que sí creyese,
acabar con.

sus
oponentes en
el
partido de
una
forma
rotwida. Así,

el duodécimo pleno
del VIII Comité Central,
fue manejado por Mao de la forma que quiso, ya que cuando se
produce
dicho inicio

de la revoluci6n cultural no
existía todavía
como

grupo «la
pandilla de

los
cuatro». Adquiere wi papel prepon­
derante dentro
de lo que podríamos llamar un ultraizquierdismo en
el superizquierdismo maoista, Lin P.iao, que lleva a la nación a un
caós similar al que sufriría Rusia después de la primera guerra mwi'
dial·y

de la
guerra civil, y que hizo establecer en Rusia la Nep (14),
(14) Angel -Maestro~ «La táctica en la teoría y en la-pmxis marxista_,
leninista». Verbo, mlm. 175-176, mayo•junio 1979, págs. 625 y sigs_
197
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
para paliar de momento la situación desastrosa que podía dar al
traste con el sistema. Lin
Piao conspira
también contra
Mao y es
eliminado
física.mente (15).
Después

de esta
breve digresión,

pero sin la
cual no podemos
situamos en el escenario
donde se,producen los

enfrentamientos chino­
soviéticos, y volviendo al tema doctrinal, las teorías maoístas se pre­
sentan en todo momento en lo que se refiere á la disputa antisovié­
tica,
tanto por Mao como por los sucesores, como el fiel reflejo y
la exacta interpretación del marxismo-leninismo.
Aunque
en Mao influyesen poderosamente, dada su idea del papel
mesiánico que

a sí mismo se atribuía, los
ataques a: Stalin en base al
culto a la personalidad, es evidente que se juzgó a la camarilla diri­
gente de la URSS como -traidora al leninismo, por su desviacionismo
de los fines del internacional proletariado, para caer en el papel
«chov:inista» e

«imperialista de gran potencia».
Se argumenta que los soviéticos están inspirados no por la idea
de
caml>iar a
la humanidad
basándose en
una correcta interpretación
de la teoría
y la táctica de la lucha: de clases, sirio que se han des­
viado de las mismas para
caer· de
lleno en
la posición clásica de po,
tencia hegemónica. Mao Tse-tung --y en esto sí ha sido su política
seguida por sus sucesores-ha dedicado una especial atención a la
táctica con predominio de la teoría, tratando así de repetir los in­
dudables éxitos de Lenin y Stalin en la comunistización de cada vez
mayores zonas mundiales.
La identidad de- pensamiento entre Stalin y Mao es indudable, al
sostener ambos, como
dogma, que

el fin justifica los medíos. Las pur­
gas ·desatadas por ellos contra comunistas leales y sinceros, tratándolos
igual que si fueran nazis fanáticos o capitalistas feroces, eran justifi­
cadas en base a que «la rectifica¡:ión del partido no debílita la unidad
y solidaridad del mismo, por el contrario, la consolida». El partido
( 15) · · Sobre la eliminación de Lin Piao, parece ya poco probable la teoría
de que fue
abatido en

pleno
vuelo al huÜ."'"$,-la URSS, por cazas enviados por
Mao, y que en Occidente circuló como versión con cierta credjbilidad, escri­
biendo

también yo hace
años-sobre este tema, presentándola como posible.
Puede
ser ·que

su·
muerte,. al igual que la del . Emperador Claudio, fue
ocasionada al ser enven~ado en un banquete.·
t98
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE WS COMUNISMOS RUSO Y CHINO
se fortalece después de una ~tificación y lucha. «Por medio de la
Jucha incesante el partido puede incesantemente
tampién superar
las
diferencias de opiniones
y consolidar la unidad».
<:uando Lenin

se apoderó en
circunstancias nada
favorables
para
los

bolcheviques
del poder
en
Rusia en 1917, causó en Mao una
profundísima impresión, quien la interpretó de forma que
las tácticas
eran superiores a las teorías ortodoxas marxistas, y, si era necesario,
retorciendo textos . aplicaban los éxitos o los fracasos al seguimiento
correcto o no
de la teoría (16). Naturalmente, tampoco siguifica
esto un desprecio
total hacia
la teoría, ya que como Lenin y Stalin
afirmaron en muchas ocasiones, «sin doctrina revolucionaria no puede
haber acción revolucionaria eficaz».
Consideran
que la aplicación
hoy en
día del marxismo-leninismo
exige una adaptación a las . circunstancias, y que la teoría de los
«tres mundos»

hereda, defiende
y desarrolla el marxismo-leninismo
en la teoría y en la
práctica». Del

análisis de Lenin del imperialismo
como fase superior del capitalismo, los chinos derivaron su tesis
sobre la división del mundo en pueblos oprimidos que
existen en
gran

cantidad, frente a un
pequeño número de países imperialistas,
pero de gran fuerza. Los soviéticos consideran que esto es antileni­
nista en su concepción
clásica del

imperialismo.
Pero los chinos sienten también-un gran resentimiento hacia los
actuales dirigentes soviéticos, ya que consideran que solamente han
procedido a atacar cuando han advertido a la Unión Soviética sobre
su desviacionismo hacia ( gemónica, pues cuando los maoístas estaban sometidos a los sovié­
ticos, los últimos
decían que «los maoístas
ya habían entrado en el
( 16) Al comienzo de. los años ochenta, vemos una continuación eficaz
de esto en España, en el

reconocimiento por
parte del PCE de la monarquía,
como ejemplo de táctica. Los
ultra.izquierdistas tipo

PORE,
PCOE, a.cusan de
traidores
al PCE, y, sin embargo, ¿qué consiguen con su -republicanismo pro­
clamado? Nada, es mucho
más eficaz el

reconocimiento público
del PCE, su
llamada
a consulta en momentos de crisis_ por el soberano, su. aceptación de
respetabilidad democrática, concediendo o negando
a sus
oponentes _
dichos
derechos, .a
la vez que

sigue su táctica en·
~l otro
frente, el clandestino; o sea,
Ia.-teoría · del iceberg.
199
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
período·
de
construcción socialista avanzada>>. Su revolución había
&do a los movimientos de liberación popular, especialmente Asia,
Africa
y América, un nuevo y poderoso impulso y una influencia
enorme para que

otros
países satélites

afirmasen
los fundamentos
del
socialismo. · Por

lo tanto, la Unión Soviética determinó la táctica
de la estrategia de
combate, la

división de
las tareas y los objetivos.
Respecto de
la división de tareas, la Unión Soviética era, natural­
mente, el líder del sistema socialista mundial; por consiguiente tenía
a su cargo la dirección, el liderazgo total. En lo referente a la acción,
ruando Mao todavía se somt:tía a los rusos, señalaron a los. maoístas
como actores prindpales1 señalando al continente chino como base,
y las tácticas maoístas de revueltas como modelo. Fijaron dos cami­
nos diferentes de ataque: uno al sudoeste asiático por el Medio oriente
y Africa hacia Europa occidental; el otro, del Pacífico, por América
Central
y del Sur hasta llegar a las puertas de América del Norte. En
todos los rincones del mundo .se intensificaría la infiltración y la
subversión
y se ampliarían las revueltas hasta crear una fuerza demo­
ledora: Desde

Asia, Africa
y América forzarían su entrada hacia el
interior de·todos los países democráticos. La Unión Soviética penetra"
ría

hacia
la Europa occidental, y juntando ambas fuerzas en el con­
tinente europeo las dirigirían hacia el objetivo de América del Norte,
preparando una gran batalla de proporciones desconocidas, el combate
decisivo.
«En la distribución de tareas, la Unión Sov~ica encomendó casi
enteramente a los comunistas· chinos_ la agresi6n contra el murido;
por una parte, según la forma tradicional de proceder con los otros
paises comunistas sometidos á· la Uni6n. Soviética, por otro para ex.:
pandir la agresión en beneficio de la URSS sin comprometer sus pro­
pias .fuerzas, ganando ventaja sin trabajar por ellas;. tercero, el conti~
nente chino tenía abundancia de hombres y fuerzas materiales y otras
condiciones favorables,
y en cuarto lugar, pues, desde Lenin la Unión
So\'iética había con,iderado ese camino

como el más
ventaj0<0 para
la revolución mundial.» Pero últimamente Mao consideró que China daba un funda­
mental
paso adelante en la instauración del n:iamsmo-leninismo al
superar lo que podría calificarse como período primario del
comu'
200
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE LOS COMUNISMOS RUSO Y CHINO
nismo y entrar de lleno en lo que Marx calificaba de periodo superior
del comunismo, en
. el que «la situación de obediencia obligatoria
a
la división del
trabajo dejara

de existir, desaparecerá
la diferencia
entre
trabajadores intelectuales. y trabajadores manuales», «el tra~jo
no es sólo el medio_ de. ganarse la Wda, sino una ,exigencia primaria
de la vida, la productividad aumentará. simultáneamente con el des.­
arrollo de
los hombres
en
todos los
aspectos,
la riqueza
social con-.
tinúa emanando rápidamente
y surgirá entonces una sociedad de ca.da
uno según su habilidad, a cada uno según sus necesidades».
CAPíTULO V
Conclusiones
Los partidos comunistas1 desde sus orígenes, nunca se -han des­
viado. de su táctica . para utilizar la dictadura del proletariado a fin
de destruir a aquellos que se les oponen. Pero
aquí son los mismos
defensores de
.la dictadura

del proletariado, aunque con
distintos
métodos,

pero con ignal fin, los que se enfrentan. En
ambos casos
las

opiniones de los dirigentes respectivos son «principios intocables»,
pero siempre las de sus opositores son «ideas heréticas». Por eso
la lucha es
feroz. Desde

el priucipio
.de cualquier

discusión nace
la
idea de engañar .al adversario, de traicionarlo, desde el mismo mo­
mento de empezar cualquier negociación, de utilizar las debilidades
del adversario, de poner en práctica, en fin, las ideas de
la táctica
implacable del
marxismo-leninismo.
Se encuentran frente a frente dos fuerzas que han de !ochar .u.na
contra la otra con p,rocedimientos y métodos totalmente nuevos. Cuan­
do ambas fuerzas hao de atacar todo lo que responde a concepto de
pensamientos basados en
la libertad
o bien al idealismo o a los regí­
menes autoritarios, que no totalitarios, el recurso ya se sabe: la califi­
cación inmediata de fascistas para así descalificar enseguida a- .su
oponente.
Pero, como henios tenido ocasión· de ver, para nn observador sim:.
plemente neutral, no digamos ya para los que vernos en el totalitá.-
201·
Fundaci\363n Speiro

.ANGEL MAESTRP
rismo marxista-leninista la mayor-_amenaza al orden. cristiano de la
vida o la concepción tradicional de la Patria, y a un conjunto de
valores irrenunciables,
la lucha resulta apasionante, y más aún a los
que
hemos dedicado bastante tiempo a profundizar en el marxismo­
leninismo, a conocer a sus hombres, sus tácticas y sus métodos como
gula para nuestra acción, pues sin este conocimiento de las ideas y
sistemas antagónicos poco o nada podremos hacer frente al marxismo­
leninismo.

El anticomunismo primario del que dan ejemplo muchas
fuerzas de nuestra nación está basado, en bastantes ocasiones, en odios
instintivos, y, en otras, en el. mero egoismo defensor de privilegios
y situaciones.
Las fuerzas

que combaten a nivel mundial, salvo
excepciones muy
particulares, al marxismo-leninismo, no conocen del mismo ni si­
quiera 106 rudiment06 doctrinales, y no es que vayamos a pedir la
existencia de legiones de intelectuales especializad06, pues sería vano
y utópico, pero sí al men06 una base que permita la discusión y aná­
lisis.

El arrebatar
a la izquierda en general el predominio de la int~
ligencia
y de labor creadora, como ellos quieren llegar a hacer creer.
El

demostrar
cómo la lucha por la libertad no es patrimonio de la
izquier~a, sino todo lo contrario, y que si existen fuerzas reacciona­
rias, en el sentido peyorativo que se quiere aplicar a esa palabra hoy
día, esas fuerzas son precisamente las que se consideran como pro­
gresistas.
Por eso digo que
la lucha entre ambos sistemas totalitarios, de
idénticos fines los mismos, pero inspirados con condiciones tácticas
y ambiciones personales distintas, resulta apasionante la oportunidad
que se presenta al mundo occidental, única; si éste tu.viese inicia·
tiva y no se limitara a seguir siendo objeto pasivo en el devenir his­
tórico·,, sino aprendiendo de las tácticas del adversario.
Resulta dificilísimo pronosticar situaciones futuras, ya qué si en
todos los sistemas la voluntad de los
dirigentes es
decisiva, mucho más
en los países
antidemocrátic06, donde

ni siquiera se mantiene la en­
gañosa apariencia parlamentaria y partitocrática
al estilo occidental,
y ·qne si en Occidente suplanta esa voluntad popular que se dice
.servir, en
los sistemas totalitarios
fa decisión de los grupos o· cama­
rillas
dirigentes es absoluta;
y la inversión de términos del poder de
202'
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE WS COMUNISMOS RUSO Y CHINO
abajo hacia arriba es totalmente invertida por la dimanación del po­
der · de los círculos restringidos y elitistas hacia las be.ses populares,
a
las que teóricamente deben la legitimidad de su mandato.
·
Desde

el
politburó en la Unión
Soviética,
«santa· sanctorum>> · del
poder

verdadero, y del que es un
hecho que
es éste quien le dicta
al Comité Central y, a su vez, el mismo controla. al órgano supremo
teórico que es el Congreso (17), hasta China;
donde también el
politburó

controla al Comité Central: y a su vez
al Congreso
N
acio­
nal

Popular
.. la

fuente del poder dimana de arriba a abajo y, resul­
ta,
· por

tanto, imposible
aceptar del centralismo democrático su
segunda
calificación. La primera sí, sin discusión de ningón tipo.
Negar esto
sería desconocer el abe de los sistemas marxistas-leninis­
tas y no saber ni W1 ápice del mismo. En base precisamente a esa
personalización del poder, resulta arriesgadísimo emitir hipótesis sobre
el

futuro, pues los krernlinólogos y sinólogos
actua.les se equivoca­
ron
al suponer

que
la caída
de Jruschof supondría la reconciliación
con Mao, al no tener
éste un

blanco tan directo como el depuesto
dirigente para

acusarle de proclive
al aventurismo
y al revisionismo.
Cuando eo septiembre de 1976 muere Mao
Tse-tung, sin

duda
uno de
los mayores tiranos de la historia,

albergaron posibilidades
de conciliación los especialistas, al desaparecer
la figura

acusada por
los soviéticos
de reencarnar el culto a la personalidad.
Es bieo sabido que la hostilidad entre los dos regímenes totalitarios
ha ido eo aumento, y la dureza de las
diatribas ha
alcanzado grados
difícilmente .imaginables hace tan sólo pocos
afios. El

cisma se ha
ido alargando, no con toda la rapidez que hubieran deseado los chi­
nos, ya

que los partidos comunistas
más fuertes siguen fieles a
Moscú:
La desesperación de ambos contendientes - es que luchan con un
adversario que lejos de los habituales enemigos democráticos ---<¡ue
quieren

suponer cierta posibilidad
y buena fe al iniciar cualquier
(17) Un ejemplo lo vemos en España; sería .ridículo comparar la fuerza
del

PCE de Carrillo, obediente
a Ponomariov, coii la
de
la -ORT de San
Romá, prochina, hoy PTE-ORT y" a punto ·de romperse, ·si al publicarse este
estudio-~ no-es ·una-realidad dicha ruptura.
203
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
tema-, parten desde el comienzo con una firme y decidida volun­
tad
de aprovechar
los resquicios y debilidades qne ofrezca el ad­
versario, por mínimos que sean. Un enemigo que no vacila en ca­
lificarse como único portavoz de la herencia de Lenin, por lo que
inmediatamente su

oponente no es que no
tenga razón, sino que
cae en una posición. contra.rrevolu.cionaria, revisionista, oportunista,
antiliistórica y, naturalmente, despro'l'isto de todo cientificismo, al,.
j~tivamente · burgués, etc.
La reacción de la URSS, cuando China invadió con una pe·
queña parte de sus fuerzas la República de Vietnam, a su vez bajo
el
:pretexto de
defender a Poi Pot (18), ha sido de una tremenda
(18) El régimen de Camboya, hoy Kampuchea, dirigido por· Pol-Pot, y
apartado del poder · por los vietrianiitas prosoviéticos, y sostenido ·por los
chinos, constituye muy probablemente, en toda la_ historia de la humanidad,
el caso más aberrante de tiranía, crueldad y destrucción de un pueblo. Se
calcula que de los ocho millones de habitantes que tenia Camboya, solamente_
sobreviven cuatro, lo que supondrí~ el 50 % del exterminio de un pueblo
entero. Por otra parte,· los horrendos crímenes de Stalin y de Mao quedan
incluso empéqueñecidos ante la barbarie cometida por el régimen de Pol-Pot.
Ha sido un estado de primitivismo increíble -desgraciadamente muy
poco"
conocido en Occidente--al -que han llegado los asesinos de Pol-Pot. Para eco-.
nomi:zar balas se ejecutó a sectores enormes de la población, no sólo oficiales
militares, sino a
familias de los mismos, niños, y a todas aquellas! personas
consideradas como contrarrevolucionarias, entre ellos profesiones liberales: como
abogados; médicos, los profesores
y maestros, etc., de forma brutal. Hacién­
doles arrodillarse ante las tumbas, previamente abiertas por excavadoras,
ma~
tándoles

no del clásico disparo·
en la nuca, sino con golpes de palas y azadones
en -la cabeza, o

a
veces, como faltaban incluso estt>s instrumentos, con vulgares
garrotes, por
lo cual los moribundos no fallecían instantáneamente, sino queda­
ban afectados con
graves conmociones, o

privados
temporalmente del
sentido,
a pesar de lo
·horroroso de las· heridas. A continuación se les echaba en las
fosas y las excavadoras ( debía
ser lo

único moderno que quedaba. en el
país)
arr-ojaban
toneladas de tierra, enterrando vivos-a enormes sectores de la po-,
blación. Las atrocidades camboyanas llegaron a tal punto, que para poder
comer los habitantes de un poblado,
y justificar que no acaparaban comida,
era
necesario presentar sus propios excrementos, para que así se juz~e por
los organísrrios locales del , partido, si aprovechaban para ellos mismos las
exiguas cantidades de comida- que se les facilitaban. Fue tal el terror, que
al invadirles los nada refinados vietnamitas del Norte, enormes zonas de Cam-
204
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE LOS COMUNISMOS RUSO Y CHINO
histeria. Por primera vez una personalidad soviética, de quien de­
pende el control
de los partidos comunistas occidentales, Boris Po­
nomariov, la califica de «acción
criminal e infame perpetrada
por,
Pekín.
Con esa agresión pérfida y cínica pisotean todos los princi­
pios del internacionalismo. Muestran en qué redunda el naciona­ lismo,
el nacionalismo exacerbado al máximo en China. Durante
muchos años Mao Tse-tung estuvo cultivando el' aislamiento Úacio­
nal y el desprecio de gran potencia de otros pueblos y avivando el
chovinismo de los grandes khanes. F..s sintomático que ni siquiera
en el primer período después de asumir el poder los líderes maoístas
no proclamasen, ni
aun aplicasen, el principio· internacionalista de
Len.in de_ autodetermii¡ación de las naciones hasta la separación, si
bien
en
China hay

otras nacionalidades,
y no. pocas. Practicar la po­
lítica de asimilación fonada respecto a los pueblos. mongol, uibur
y otros» (19).
boya no_ hicieron resistencia ningµna,, prefiriendo- pasar a unas manos comu­
ni~tas, siempre_ crueles,' ¡,ero que no habían conseguido alcan2ar el cli­
ina de brutalidad y de ter.ror del régimeQ propio, Por eso _es muy posible
que
nw:ica en

la historia
se hayan cometído atrocidades semejantes como las
que
Se han hécho contra

el
puehlo camboyano. Esto podría llenarnos páginas
enteras -de

descripciones que
preferimos ahorrar a

los
lectores.
(19) s~ observará que. en la_ transcripción de la ortografía china cito
siempre los nombres con el sistema
~icional, y por eso digo Teng Hsiao-ping,
en vez

de Denxiaoping, como _ trata de
Introducimos el
nuevo sistema
'deno­
mina.do «pin-yió», sistema.· establecido por los maoístas y que pretende susti~
tuir
al hasta· ahora oonocido en Occidente. Este nuevo sistema, según los
expertos
en

lingüística, debido a las diferentes formas de pronunciación de
las letras
latinas en los diversos. idiomas occidentales,

hace que
~-·consiga
justo
lo contrario ele· ta uniformidad que ·se pretende; consiguiendo una babel
ininteligible. Todos los
izquierdistas españ@les,
e
incluso muchos
otros medios;
que
reciben sus ·noticias de las" grandes -agencias de prensa, inevitablemente han
eliminado
las
formas tradicionales para caer
en decir Mao Zedong o
Guaguo­
feng,
en vez de Mao Tse-tung o Hua Kuo-feng. Según un lingüista. como es
Antonio·

Segura
Mprís, resulta
precipitada· la
adopción sin .reparos de
un
sis­
tema: de transcripción que tiene el vicio original de haber sido hecho por
quien no
debe, ya que debe hacerse desde el idioma receptor de los vocablos,
y por su preteMión de universalidad, olvidando que cada idioma pronuncia
las
mismá.s. letras de ·forma· diversa.
La «z» en espáfiól tiene sonido lingllodental; como el COnjunto «th» en
20l
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
. Resulta curioso que ilWlque tenga toda, la razón J;>onomariov · al
j112gar a los comuoistas

chinos, vea
la paja del ojo ajeno y no, según
el

refrán evangélico, la viga en el suyo,
-pues

qué pueden decir los
·
sucesores

de
Lenin de

la represión de los pneblos del
Uzbekístan,
Khirghisistan, Tzakisijistan, Ucrania, Armenia, etc.
· · Como pnede verse; los calificativos son terribles, al igual, que los
de Hua Kuo-feng, Teng
Hsiao-ping, contra la invasión de Afganistán
por los soviéticos. Inmediatamente ambos caen
en lo mismo e inevi­
table; se comparan mutuamente con Jas--,invasiones naZis de Austria,
Checoslovaquiá, etc.
En la China Roja actual asistimos a uo ejemplo de luchas por
el poder que, según
mi opinión, · sólo influirá relativamente en la
postura antisoviética,

con independencia de las facciones que
triuo­
fen,

como pndo
haber ocurrido si

hubiese triuofado la
· «pandilla
de

los cuatro». En China han ocurrido recientemente cambios decisivos que han
alierado sustancialmente
la· estructura de poder, pero para llevar un
orden cronológico
es preciso ·retroceder a octubre de 1976, cuando
un mes después de
la muerte de Mao cae «la pandilla de los cuatro».
Este grupo, que tan
decididámente influyó
en el
ultraizquierdismo
del

sistema, estaba formado
por la mujer de Mao, Chiang Ohing,
como

dirigente; Yao Wen-yuan, Chang Chun-chiao, y el joven obre­
ro de Shanghai, y promesa del ultraizquierdismo, Wang Hung-wen.
· Moviéndonos

siempre en el. terreno de la hipótesis, la situación
recuerda la
lucha por

el poder ocurrida a la muerte de Stalin
-ron
inglés, por lo que no -es correcto escribir, como a.<,:ertadamente dice Segura
Morís, Mao Zedong, cuando esa «z» pretende transcribir un sonido· 'equiva­
lente
más O tnenos a las-·letras is. ·EJ sonido que en español se·representa con
la letra u, lo da en francés .el diptongo ou, y el de nuestra ch el grupo· tcg,.
ejemplo: Chu _ En-lai. -Igualmente en las p.a;IaGras rusas, y al ser- el español
un
.idioma que

se .adapta más a la_
prt;>Dunciación de

idiomas extranjeros, pongo
siempre Jruschof,

y no Khruschef,
al tener el

inglés la imposibilidad_
de· poder
transcribir

un sonido semejante al
de n'l,'lestra j y tleller que recurrir a poner
Kh. Caso que podemos también. V'er en cómo absurdamente eh muchos pe­
riódicos españoles se dice Khomeini en vez de decir Jomeini, que resulta una
palabra.

mucho más adaptable al
es_pafi.ol,. al _igual de Khada:fi por Gadafi1 etc.
206
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE LOS COMUNISMOS RUSO Y CliINO
la fracción Jruschof, Malenkov, Bulganin, Kaganovich, oponiéndose
a

ella-
y de la que a pesar de los años transcurridos será muy. di-.
fícil
que tengamos nunca una

versión verdadera, al menos en su
procedimiento. Igualmente; la situación
en. China

fue sumamente
confusa.
Expertos en la materia como Wang Shao-lan, en un documentado
informe
publicado en
H011zonte Asiálic<>, expone que al produ­
cirse la muerte
de Mao, el 9· de septiembre, Chiang Ching y su ca­
marilla -tenía-la.-intención de eliminar· a .Hua Kuo-feng, pero uri
hombre decisivo, el jefe de los Servicios de Seguridad de Mao,
W ang Tung-hsing, separado ya de la «pandilla» consideró que se
le daba una oportunidad única de defender a Hua, con la ayuda
del coman.dante de
la región militar de. Pekín, Chen Hsi-lien y con
el
alcald.e de

la capital, Wu Teh,
«y los tres resolvieron defender
a Hua, quizá con el fin egoista de defenderse» de la
purga inevi­
table

que
se avecinaba.
Con
la posible complicidad del ministro de la Defensa Nacional,
Yeh Chien-Ying, el 6 de octubre detuvieron· a
«la pandilla de los
cuatro»
-'-tecordándonos de

nuevo
la historia. en el golpe de mano
contra Beria,

por Malenkov,
Jruschof y compañía, anticipándose
por

poco espacio de tiempo al que
éste pensaba dar contra ell y enseguida procedieron a explicar la conspiración de la «pandilla»,
la cual había falseado la decisión de Mao y, en fin, de todo -lo que
acostumbra a esgrimirse. ·en - los países -comuni~tas contra la facci6n
perdedora.
Sin
embargo, la
critica contra las acciones de
la pandilla no fue
todo
lo fuerte que se esperaba, al haber andado mezclados los cons­
piradores
como Hua y W ang en tantas dec;ísiones de los mismos ---el
mismo Hua es sabido que llegó a ser Ministro de Seguridad del
Estado-'.
Es necesario esperar a 1977, en el verario de ese-año, cuando
el caso único en la historia de los palses comunistas y actual «fac­
totun»

del poder Teng
Hsiao-ping, juzgado y condenado
nada menos
que .en tres ocasiones, y vuel~Ó á reslll'gir, Controla ya en esa fecha·
una parte suficientemente fuerte del partido para poder argüir que
la represión

contra
la «pandilla
de
los: cuatro» -y sus cómplices serla
201-
Fundaci\363n Speiro

ANGEL .MAESTRO
implacable, condenando a la -pena de· muerte a quien lo merecie­
se (20).
(20) La caída de la banda de los cuatro o de la «pandilla de los cuatro»,
recuerda una caracterí-stica muy
cláska de
los sistemas comunistas, y que aun­
que sea.
brévemente citamos

de
inte;és para· questros lectores. Los comllilistas
triunfadores
acusan

-siempre a la facción
perdedora de los crímenes y

aberra­
ciOnes niás increfbles,

resultando incluso
grotescos, pues

leyendo
las acusacio­
nes

de la
teicera sesión plenaria del Once Comité

Central _ del P. C. Chino
contra
«la pandilla de

los
cuatro», vemos cosas tan monstruosas como, a_l ser
esta
facción la más ultrafa:quierdista de

todas las_
existentes en
el
w;i.iverso
comunista,

la que fµe autora
de_ 18. revoluoióii cult\.lral, la que com.etió abe­
rraciones que hemos citadO .anteriormente, se llega a acusarles de cosas que
verdaderamente resultan -grotescas: i -Charig-Chun-Chiao; se le acusa de ser
¡elemento-anticomunista de Kuomintang!, a Chiari-Ching. la mujer de Mao, de
ser· ¡un,a conspiradora burguesa!; ~l Y-a.o Wen-yuen de ser ~ enemigo .de la
clase trabajadora, y al más ultrarrevolucionario de los superultradzquierd_istas,
al joven extremista a ultranz~ Wang. Hung-wen, de ser UD ¡ elemento de la
nueva.
burglÍesí~! -Natiualmente -esto

resulta grotesco,
p~ ni Te~ ni Hua
pueden
jamás· haber

pensado que
los elementos

de
la. pandilla. ·de 105 cuatro,
feroces ci>milhistas a ultranza, .iban a· ser nunca anticomunistas, agentes del
Kouminta,ng o elementos burgueses. Esto recuerda, por lo verdaderamente in­
qeíble y grotesco~ las acusaciones de Stalin en las purgas de los años treinta
y cinco al treinta y ocho~ cuand~ a~aba a Trostky de ser, primero 2sente
alemán, y pósteriormente de ser m_ieriibro d!!l «in(elligence serv~ce». ·Los mismos
jU:eces de la GPU, y postei:iO!mente de la NKVQ, nunca creyeron, porque'
veían que era groteséo, las aé:usacfones contra · éotnunistas "destaca.dí-simos· de
primera fila,

como
Zinoviev y Kamecev, a los que se acusab_a de ser agentes
antkom~istas
pagad.os por. el capitalismo. e infil~os para destruir la Unión
Soviética. Los jueces enJB. co.osci~ntes. de estas al:>e!racic;>nes, p~o no se a~e­
vían
a_

llevar la
contnu:iá por teinoi-a ser juigá.dOS ellos, mismos. Verdugos
de~ pueblo, como Yagoda_ y _posteriormente Iejov, a los que se les halagaba
escribiendo

que eran los más
fieles discípulos
de1 stalinismo y
seguid.Ores ejem­
plare6 del
gran

Stalin, a los pocos
días pasaban

a
ser, por

alto que fuere su
ptiesto ·(nada menos ·que jefe del .KGB de

.entonces).-
a. ser ¡agentes imperia•
li5:ta.s.,.al .servicio de otras potencias.! o _¡elementos_ burgu_eses contrarrevolu_cio­
narios
! Los jueces, al arrancar .las confesiones, se preocupaban ya únicamente
d"e. ~r~inar
a

qué potencia
servían, si bien ~ra a

los
_británicos o · a
los
frallceses ··o al espionaje -polaco ( en-aquella época los Estados U.nidos aún no
estaban de moda).
Solamente cuando el interrogruk>. era mri.Y inculto o muy igno,tante_, es le
208
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE LOS COMUNISMOS R.USO Y CHINO
Sin embargo, y siempre moviéndonos en terreno de la hipótesis,
pero siguiendo al
experto antes citado, W ang Shao-lan, la lucha
por el poder entre Hua
y Teng no estaba aún decidida en sus re­
sultados el
7 de

octubre de
1979,' al
anunciar
Hria que
se procesaría
públicamente a «la
pandilla», pero

que no se les conµ,,naría a
muerte._ En esto vemos de_ forma clara un equilibrio de fueizas; una
transacción

entre
Teng,-antes hui.nilladO, ahóra fuerte ·y deseoso de
vengan:za, y Hua, preocupado para no extraer del juicio pruebas
demasiado claras· sobre' su antigua colaboración. Si este proceso se
celebrase de forma abierta, no
sólo Hua,
sino otros altísimos miem­
bros del Comité Central · quedarlah también al desrubierto, pero
Teng
está ansioso
por llegar

al juicio con todas sus consecuencias.
Muy poco

antes de
terminar este

trabajo he podido tener acceso
a
fuentes sumamente fidedignas sobre cambios experimentados en
la jerarquía política china, y sobre los que la prensa occidental -no
digamos

la española--
ha hablado muy poco .. La quinta reunión ple­
naria del XI Comité Central ha ·sido una sesión decisiVa én la que
Teng . ha. triunfado, en gran parte, imponiendo purgas de iinpor­
tan transcendental.
Bajo

el clásico aspecto de las renuncias propias, han sido pur­
gados cuatro
cargos importantísimos, y además desprovistos de todo
poder: nada menos que el antes citado jefe de Seguridad de Mao
y
descubridor de la conspiración, Wang Tun•hsing, el ex-alcald<: de
Pekín,
Wu
Teh (21), el ex-jefe de la región militar de Pekín, y
fabricaba la acusación desde la misma. judicatura para asignarle la nación a
la que estuviese sirviendo. Hombres clásicos en la historia del comunismo
co~o ZinO~iev, al preguntarle si era un agente de las potencias burguesas,
confesaban que sí. I,gualm.ente ocurrió en los interrogatorios de Rikov; Ra­
kovsky, etc. Dentro de las purgas, sin embargo, hemos citad.O el casó-'de la
pa¡:idillac de los .cuatro, ya que.-decit que.-Wang-Huag-wen era un elemento
de la nueva burguesía, y Chia.n-Ching, la esposa de Mao, era una conspira­
dora burguesa, casi casi nos atreveríamos a decir que ha puesto muy difícil
-~ los sucesores tanto _de Stalin como: de Mao ·el -inventar ·nuevas argume-nta­
dones· ta,n absurdas.
(21} Wu-Teh ha,go2ado de la implacable hostilidad de Teng, onronces
caído en desgracia,:-porque cuando.- eni ·:a.Icalde -de,. Pekín· reprimió eón dureza
209
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
decisivo en el golpe contra la pandilla; Chen Hsi-lien, y también Chi
Teng-Kwei.
Asimismo,, y esto lleva también a la -inspiración directísima de
Teng, ha sido rehabilitado con todos los honores -más aún qué en
la
URRS, donde las víctimas de Stalin nunca
han conseguido ho0
nores póstumos individualizados semejantes-la figura de Liu Shao­
chi, revocando la condenación del mismo, exprofesamente dirigida
por ¡el
mismo Mao!

Esto supone un golpe a
la obra de Mao te­
rrible, y del que todo aquel que sepa algo de las interioridades co­
munistas sabrá reconocerlo.
Al rectificar su expulsión del partido, y volver a considerarlo
«como un eminente marxista y revolucionario proletario», se· dice
textualmente que: «la revisión del caso del camarada Liu Shao-chi
pone de manifiesto que el partido comunista es un partido revolucio­
nario marxista que verifica los hechos para llegar a la verdad,
y que,
cuando hay errores, los corrige. Pone
igualmente de

manifiesto
que
la decisión del

partido de restituir la
imagen real

del pensamiento
de
Mao Tse-tung no

es un eslogan vacio, sino
· una

firme posición
de principios que informa todas las actividades del partido». Pero Teng, preocupado por la posible reacción en algunos secto­
res al
reconocer póblicrunente la no infalibilidad del pensamiento
de Mao, ha procedido enseguida a acelerar
las medidas de represión; ·
proponiendo
-y esto en un régimen comunista ya se sabe que se
ha votado ciegamente sin
oposición-suprimir
el artículo 45 de
la
Constitución de la República Popular China, concretamente los «Cua­
tro Grandes Derechos», en la parte en la que
comenta cómo los
ciudadanos

tienen derecho a «hablar libremente, exponer ampliamen­
te sus puntos de vista, realizar grandes debates
y escribir carteles
de grandes caracteres».
Esto es bien significativo, no sólo por la reacción que pudiera
tener entre todos los seguidores de Mao,
al empezar a derribar
a los elementos «liberados», que ·so pretexto de rendir homenaje a la memoria
de Chu En-lai, pedían una mayor «liberalización» del régimen en la famosa
plaza pequ.inesa
de 'rien An-men. El

1incidente de Tien An-men ha tenido
una gran
influericia en la moderna. historia de la China roja,
210
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE LOS COMUNISMOS RUSO Y CHINO
parte de su leyenda. La táctica actual de los .dirigentes es no atacar
frontalmente a Mao, sino acusar de desviacionista de su pensamiento
a. sus opositores. Pero el temor es que al atacar las ideas que du­
rante años

fueron consideradas como infalibles
y dogmáticas surja
un ansia de libertad en
el pueblo chino, de revisión de aquellos
coi¡ceptos que

eran intocables, y de cómo ese concepto de duda pue­
de hacer dudar, incluso a la juventud que no ha conocido los siste­
mas, de la eficacia. del sistema comunista. Por eso se engañan los
que piensen que Teng va a ser un liberalizador de China, tratará
de destruir
en lo posible la iruagen de Mao, pero, sin embargo, el
conceder excesivas libertades puede amenazar a la esencia misma
del sistema.
Debido a esas circunstancias, y por lo
intrincado de
todos esos
factores, la lucha por
el poder en China se presenta probleruática,
desde el. punto

de querer fijar ya el triunfo definitivo de una fac­
ción. Para poder adaptar las complejidades del sistema comunista a
la comprensión de una mentalidad occidental, observamos que el
triunfo de

Teng
sobre Hua
no ha sido completo, gracias a la pre­
sencia de una tercera fuerza
----
la cual entran
también nu­
merosos

matices-, y a la que sin
salirll06 de la tenninología ca­
r~:t~rística de esos países, _denominaremos «moderados». Esta .. facción
está dirigida por Yeh Cbien-ying, quien, a-un año de la muerte de
Mao, formó, ante la insuficiente fuerza de las facciones en lucha,
una «troika>> con Hua y Teng .
. La facción de Yeh, apoyada también en otro importante perso­
naje,
Li Hsien-nien, ha apoyado a Teng en la cuestión ideológica,
pero no le ha permitido llevar a la práctica sus deseos
de purga
total del grupo de Hua. Parece indudable
-que. en. la

quinta sesión
plenaria del
XI Comité Central, Teng ha conseguido algunos triun·
fos, como

la restauración del Secretariado Central; se ha desiguado
Secr!'l:ario General

del politburó a Hu Y
ao-pang -muy posiblemente
proclive

a Teng y hombre con posibilidades--, incluir a otro hombre
que puede reunir las condiciones del anterior como Chao Tse-yang,
como miembro
permanente del

politburó, y así haber llegado a una
situación
parecida a

lo que en
la actual politiquería española se conoce
bajo la denomin'ación de «consenso». -
211
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO
Abunda esta opinión -y de nuevo la terrible complejidad del
universo comunista chino-, el hecho de la consolidación de otros
dos grupos, no suficientemente fuertes de por sí, pero de una con;.
siderable

inflnencia cuando no hay un
lidetazgo firme
e indiscutible,
y que necesita ese equilibrio de
fuerzas, ese agrupamiento y

reagru­
pamiento continuo para. medir

las propias
fuerzas, buscar
aliados y
lanurse a

la lucha definitiva por el poder. Estos dos grupos, según
otra reconocida autoridad en temas del comunismo chino, tal como
es Yao Meng-suan,
son los de Ch.en Yun, «uno de los prestigiosos
dirigentes antiguos, caído en desgracia hace muchos años», < primer ministro y presidente del comité de finanzas y economía».
Chen Yun estuvo purgado por Mao, nada menos que durante dieci­
ocho
afios, por

lo cual su reaparición ha sido bastante extraña, y
como gozaba de

una alta consideración en el partido, según las ci­
tadas fuentes, no ha formado una facción por ser ya viejo para ello,
pero sí se ha convertido en un «expositor articulado» de la opinión
de bastantes dirigentes del Comité Central,
creciendo· considerable­
mente

su influencia. Chen,
con el
apoyo de Yeh
Chién-ying y de
Li Hsien-nien, ha podido modificar, en parte, la ejecución práctica
de las ideas de Teng.
El otro

grupo
está bajo

el mando de Peng Chen, a quien el
politburó le ha confiado la dirección de los
ternas políticos y legales.
Ha sido un hombre muy íntimamente ligado a Liu
Sháo-chi, y ha
influido poderosamente en la sorprendente rehabilitación póstuma
ae Liu. Su influencia es muy notable en los que fueron· intelectuales
del
partido en la década de los años treinta, y quienes hoy en día,
según

el experto
y ao, gozan ahora de impo,rtantes posiciones en el
partido. Peng, por cierta afinidad de intereses, se aproxima a Teng,
pero no de
una forma
decidida, ya que
dé forma
parecida a los
partidos minoritarios

en las democracias partitocráticas, posee un
grupo pequeño,

una cabeza de ratón,
pero de ruya posición puede
extraer ventajosas consecuencias. Además eriste un dato sumamente
significativo para los
observadores de
los sistemas
comunistas, y
que
n.os ayuda

no poco a
establecer los
flujos
y reflujos en las posiciones
de poder en dichos
sistemas; Es la posición. en que · se sitúa el per­
sonaje al mencionarlo los medios informativos,.
y a Peng ·se le nom-
212
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE WS COMUNISMOS RUSO Y CRINO
bra antes que a los viceptimeros_ ministros, y antes, incluso, del
nuevo secretario del politburó, Hu Yao-P""g, lo rual puede resultar
significativo.
Otro factor a tener en cuenta en la lucha entre las
fa:ciones es
la

influencia de la viuda de
Oiu En-lai,. Teng Ying-chao, quien
hoy

día disfruta de un gran prestigio. en
el partido
-de
nuevo la
inevitable similitud con 1a historia soviética, esta _ vez con la viuda,
de. Lenin, la Krupskaia, y las intrigas en el enlomo de Lenin-.
Teng Ying-chao, de forma sorprendente, se inclina
hacia la
facción
moderada de Y
eh Chien-ying y de Li Hsien-nien, y no hacia la de
Teng
Hsiao-ping, como habría sido más lógico suponer. Todo ello
introduce aún más el factor de confusionismo, pues de __ los nuevos
12 líderes que controlan el partido comunista chino, y siempre segón
las
fuentes antes citadas, de reconocida autoridad, «Hu Y
ao-]""'g,
Hu

Chiao-mu
y Wan Li pudieran ser clasificados en la facción de
Teng:>>, pero al ser amigos de O,en Yun y de Peng Chen, en caso
de lucha
de éstos

con Teng, no seguirían a éste. Por otra parte, y
dentro de
esas 12

figuras, Yu Tsiu-lí
y Fang Ni sí aparecen como
abiertamente
pro-Teng, al igual

que
Soon Jen-chun. Los restantes.
Yang Teh-chi, Wang Jen-chun, Yao I-lin, Ku Mu, y el citado Peng Chun, no pneden ser clasificados con
ex~itnd, pero

lo que
si queda
nítida es la situación verdaderamente aristocrática del partido comu·
nista

chino,
la existencia, como en el soviético, · de .-;amarillas do­
minantes, que hablan y hablat:1 en nombre del pneblo, pero actúan
de f9-rma rotunda e inequívocamente antidemocrática y constituyen
élites cerradas de poder.
Resulta
dificilísimo. vaticinar qué ocurrirá según el triunfo de
una facción u otra en la confrontación antisoviética, pero ep. lo que
sí se han equivocado los kremlinólogos y sinólogos occidentales fue
al vaticinar que al producirse en China el triunfo de los «modera­
dos», o por lo menos no ultraizquierdiStas como Teng, se alterarían
sustancialmente los términos de la polémica chino-soviética, en com~
paración con los que habría sostenido, si ·hubiese triunfado, la pan­
dilla de los cuatro
.. En

este aspecto del
conflicto, que
afecta
aJ comu­
nismo internacionalista,-y del lado chino, está-tan marcadó el ataque
antisoviético que,, ni de haber triunfado la pondilla de los cuatro,
213
Fundaci\363n Speiro

')JNGBL MAESTRO
ni de triunfar definitivamente Teng, o de que el triunfo se indine
hacia Hua ---<:osa dificilísima, ya

que
fos moderados de Yen y'Li
apoyan
algunos aspectos de

Hua, pero no a sus seguidores-
la· pos­
tura

antisoviética será
característica firme de· los

gobernntes chinos,
sea cual fuere la facción triunfadora. Por la
otra parte,

la parte soviética, resulta casi superfluo• in­
sistir
también en

que el organismo que dirige la política es el
polit­
buró,

aunque
teóricamente sólo

es
el depositario de la voluntad
del Comité
Central. De cómo evolucione dicho politbutó ( antes
Presidium) dependerán también las relaciones chino-soviéticas. Por parte rusa, el organismo gubernamental más alto,
el Presidiutn
del

Soviet Supremo, en
febrero de

1978 se dirigió al Comité
Perma­
nente
de

la
Asamblea de

Representantes
Populares de

China, con
la intención de
limar asperezas y evitar el grado creciente de tensión.
Este es simplemente uno de los puutos en que en los últimos años
los sovii,ticos han itatado de aproximarse a los chinos, desesperando
a los soviéticos, cuando para
los dirigentes
chinos esta petición de
coexistencia fue

utilizada para
lanzar una mayor virulencia
en los
comeri:tariOS sobre los oponentes rosos. Resulta, una vez· más, inelú­
dible la: desesperación que tiene que animar a ambos contendieil­
tes, cuando cualquier sondeo, cualquier

intento de
paz, es enseguida
aprovechado como de
debilidad por

el adversario, sistema al que
no
están

acostumbrados en sus relaciones con las
potencias occidentales,
que
generalmehte se pliegan-y claudican ante la voluntad de los
matxistas-leninistas, por mfnimo que

sea el
gesto:
Los comunistas nisos · no se cansan de -hacer declaraciones, in·
cluso de su máximo representante Brezhnev; de pacifismo a ultránZa,
dentro

del campo comunista, y de
cómo ya
la dirección del movi­
miento comunista
· universal

no puede
llevarse 'exclusivamente por
unas

solas manos. Brezhnev ha llegado a decir: «las condiciones
en
qne se desenvuelven los partidos hermanos son muy diversas y com­
plejas. Ahora no se trata ni puede tratarse de que el movimiento
comunista bafa de dirigirse desde un solo
centro. Cada partido de­
fine

por
sí solo y con plena independencia su línea pol!tica». Hasta
aquí,
queda claramente
dé manifiesto,
teóricamente, un deseo de
igualdad de
los partidos comunistas y de fraternidad dentro de un
214
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE LOS COMUNISMOS RUSO. Y CHINO
. internacionalismo proletario. l'ero a contilluación dice Brezhnev:
«pero esto no . sólo _no descarta, s_ino que, precisamente, hace muy
necesaria la
más activa coordinación voluntaria de las acciones en
la lucha contra el enemigo común».
El que
conozca el
lenguaje marxista-leninista,
en el
que. muchas
veces resulta tan complejo leer entre lineas, deduce inequívocamente
cómo bajo estas
. frases de coordinación voluntaria de las facciones
en _ lucha late, sin duda, el hegemonismo soviético. Esto sigue exa­
cerbando a los chinos, quienes les acusan de ser enemigos de la so­
lidaridad internacional que los
soviétiCl>S afirman
defender, y cómo
contrarrestan a
Brezhnev diciendo

que esa falta de solidaridad inter­
nacional debilita a los países comunistas en
la lucha por fortalecer
su posición, y a veces, incluso, pa.ra su propia existencia esa falta de
solidaridad . internacional constituye, siempre según los .. chinos, un
factor importantísimo que puede paralizar
y contrarrestar los esfuer­
zos de

la independencia de los pueblos, y en esto son siempre todos
coincidentes, eso sí, dirigidos. por los comunistas ..
Chinos y soviéticos defienden la ortodoxia de su postura, y cada
uno se proclama lider Indiscutible de los principios del internacio­
nalismo proletario; cada uno de
los. partidos

es inequívocamente la
cúpula internacional
y los esfuerzos de la solidaridad internacional
de la clase trabajadora para aumentar y fortalecer las posiciones del
marxismo-leninismo en ,el mundo.
Aunque más conocido que el tema chino, la lucha por el poder
en la
URSS sigue
siendo una de las grandes
incógllitas, y en la que
los reiterados fracasos
. de

los krernlinólogos occidentales son ya clá­
sicos. Algunos -kr~nólogos, . a 1a R.1uerte de Stalin, vaticinaban la
toma del poder por Malenkov; al caer Malenkov pensaban que seria
Bulganin

su sucesor
d.efinido, igllorando a

Jruschof. Igualmente, la
caída de

Jruschof, promovida mediante una
maniobra palaciega
dirigi­
da por
Brezhnev, Kosiguin y Podgorny, pilló totalmente de sorpresa
a los expertos occidentales. Una característica básica de los catorce
hombres que forman
el Politburó,

o
sea, . de

los
catorce hombres
que
dirigen la Unión Soviética, es la de la gerontocracia. En efecto, si
hay una sociedad cerrada en la que ~ haya ido sucedi~do a sí misma
su .clase dirigente, y que además .revista las .características geronto-
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTR.O
cráticas, . ésta es. la élite dirigente soviética. El mantenimiento de esta
situación puede ser
permanente, aunque mueran, naturalmente,

los
hombres en el poder. Una sociedad cerrada dirigida por ideólogos de tumo --ahora Suslov, en el futuro serán
otr0&-que extraen de
una élite a los miembros dirigentes, y sin el riesgo de
amenazas
exteriores pueden durar de. forma indefinida. Hoy día el Politburó,
según han declarado .expertos en temas rusos, es «una fuerza com­
pacta ultraconservadora» . y «el último liberal que a él perteneció
fue Kaganovich», que como se sabe fue depurado por Jruschof a
· finales de los años cincuenta.
·
Los

hombres claves del Politburó, aparte de
Brezhnev, son
An­
drei Kilirenko, de 7 4 años ; Kunaev, de 69 años; Chertbiski, de
63 años; Tijonov, de 74 años,
Constantin Chernenko,

de 68 años;
el «eterno ministro de Asuntos Exteriores», Gromiko, de 71 años,
y
el más joven del politburó, Grigori Romanov, con 57 años. Kosi­
guin tiene también 77 años, el ideólogo del
partido, Suslov,
78 años,
el dirigente del
partido en

la región moscovita, Grichln, 70 años;
Pelche, 81 años. Junto con ellos forman también en esa élite del
poder el ministro de Defensa, Ustinov,
y el poderoso jefe del KGB
-del que

últimamente
han corrido algunos rumores de fuentes bien
informadas,
pero no confirmadas, de haber caído en desgrada-,
Ynri. Andropov, en quien se
ha culminado en el reconocimiento del
poder policiaco,

pues todos sus antecesores, desde Beria:
Serov, Che­
lepin.,
Semichatsni

-quien con 38 años fue verdadero «récord»,
por
su juventnd, en todos los· servicios de seguridad del mundo--, nin­
guno llegaron
a entrar en el Politburó. Otros hombres importantes
son
Boris Ponomariov, del que hemos hablado ya en repetidas oca­
siones, aunque no pertenece
a] · Politburó, pero sí pertenece al secre­
tariado del

partido comunista; lván Kapitonov, · que ocupa el pode­
roso puesto de jefe de la
organización del

partido, y Rusakov, ad­
junto al
secretariado general. Entre estos hombres estará planteada
la sucesión de Brezhnev, que reviste caractéres dificilísimos de pre­
visión por la avaozada edad, como aotes se· ha expuesto, de todas
estas figuras, muy posiblemente, y sólo a titulo de hipótesis, puedeo
ser Chernenko y Kirilenko
las figuras que se ~an con la suce­
sión de Brezhnev a través de
pactos internos de fuerzas y de evita-
216
Fundaci\363n Speiro

EL ANTAGONISMO ENTRE LOS COMUNISMOS RUSO Y CHINO
ción de .. posibles conspiraciones. Posiblemente Tijooov sea uno de los
hombres con futuro,
si. puede
pensarse en futuro
a su edad. Andropov
también está bien situado,
pero causa cierto

miedo que el jefe
de, la
KGB
llegase a ocupar el puesto de secretario general.
Todos ellos piensan que la ruptura china,
para el comunismo
intemaciooal, ha sido un golpe, no
tan importante como creen los
chinos,
pero sí sensible, por la división que se ha producido en el
campo marxista-leninista.

Sin
embargo, es

evidente que
ha dolido al
Politburó soviético
el que a la Unión Soviética se la haya calificado
de «potencia
revisiooista», y que si la sociedad occidental estuviese
bien dirigida, fuese consciente de una
polítca con unos objetivos
mínimos,
y no llevase . en sí el cáncer inherente a las democracias
occidentales

partitocráticas de subordinar los altos intereses a los
bajos
y sucios fines partidistas, se presentaría al mundo occidental
una
oportunidad
excepcional de
saber aprovechar en su beneficio el
gran golpe que ha supuesto la excisión para el
marxismo-leninismo
internacional.
La

oportunidad que se ha presentado es única, no sólo en el
aspecto filosófico, donde se demuestra que en el sistema
marxista­
leninista,

del que
ha hecho paradigma de eficacia política, y en el
que teóricamente nunca pueden
existir contradicciooes internas

que
pongan en peligro su esencia, se ha producido en el mismo esa con­
tradicción interna, enfrentando al bloque sólido y monolítico, con el
peligro de
unas graves

fisuras. Pero no
es sólo

en el aspecto
filo­
sófico donde ha sufrido el marxismo-leninismo una refutación de sur
teorías al experimentar en su seno las contradicciones internas, sino
que es en el campo de la aplicación politica internacional donde los
países occidentales podrían haber jugado un arma decisiva. Desgra­
ciadamente, como

antes hemos dicho, el
mal inherente
que lleva en
sí el sistema parlamentario inorgánico de carecer de unos objetivos,
de una teoría del Estado y de una acción a largo plazo -incompa­
tible

siempre
con el

consenso
y con la mediocridad de objetivos a
mínimo plazo para ir superviviendo con componentes parlamenta­
rias- nos hace
temer que

desgraciadamente esta oportunidad única
no se ha aprovechado
y que por la debilidad del sistema democrático
217
Fundaci\363n Speiro

~GEL MAESTRO
se haya-podido perder el último escalón al que cabría aferrarse antes
de
_caer en

la sima profunda y
tenebrosa de un futuro marxista-leni­
nista
que

suponga el dominio
totalitario mundial.
NOTA

O
APOSTILLA
Este

estudio
fu~ ;ealizado entre los mes.;. de julio-agpsto de 1980.
Al corregir estas pruebas, primeros días de 1981, tanto en la URSS
como en China comunista,. han ocurrido sucesos ciertamente de im­
portancia: la muerte de Kosiguin -que fue precedida de su renuncia
al
puesto de jefe del gobierno-, la
dim,isión como jefe

de
gobierno
de Hua Kuo-feng, el juicio ala banda de Jos cuatro, el posible de­
bilitamiento
de la posición. dentro del partido
. de
Hua,
el ascenso
como figuras de Tijonov
y de Hu Y ao-pang, etc.
Sin embargo, puede observar el benévolo lector que hay.a prestado
·atención al artícrilo, que
ningún
cambio sustancial se ha
producido en
cuanto
a la esencia.. del. mismo; como no se ha visto afectado para
nada la_ síntesis del tema, y que incluso en lo accesorio, como son las
personalidades cambiantes, no andábamos demasiado desencaminados
en
nuestros planteamientos respecto al papel a. jugar por las mismas.
Naturalmente existen
erróres plasmados

en
suposiciones no· confir­
madas,

pero repito, sin que crea que
afecten al fondo de la

cuestión
tratada. El
antagonismó es'· entre los sistemas,

y no sólo
entre los
hombres.
218
Fundaci\363n Speiro