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Número 211-212

Serie XXII

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Francisco Canals Vidal: Cuestiones de fundamentación

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
- De la autoridad, su origen y_ limitaciones.
- De la población sobre la que. la autoridad se ejerce y
sus obligaciones respecto al poder constituido, que debe ser
aca•
tado

y obedecido, salvo que dicte normas contrarias a la ley
natural, pues

en
tal caso hay que obedecer a Dios antes que a
los hombres.
- Del modo de sociedad política y de su fin que . es el
bien común.
- Y finalmente, de las relaciones de la religión con la po­
lítica y de la Iglesia con el Estado.
En todos los capítulos se explica brevemente la doctrina
liberal y la marxista sobre la cuestión objeto de estudio y se­
guidamente la católica según la ensefianza pontificia. Las citas, espigadas de encíclicas y otro documentos papa­
les son abundantes hasta el punto
que pudiéramos

decir que el
autor se ha linútado a ordenarlas, prescindiendo a propósito de
juicios personales que, sin duda, podría haber hecho
atinadarnen­
te.
Esto

constituye, a
nú juicio,
un
mérito más
del libro que
comentaroos, que así responde con mayor exactitud a su título y contiene, por otro lado, un arsenal de doctrina en un utilísimo
vademecum.
GABR1EL ALFÉREZ CALLEJÓN
Un nuevo libro de Francisco Canals: CUESTIONES
DE FUNDAMENTACION
(*)
El nombre de Francisco Canals se incluye en la breve serie
de maestros de Filosofía que existen en la España de hoy, y
ello en
el doble sentido de su profundidad y de su influencia.
Catedrático de Metafísica en la Universidad de Barcelona, co­
noce y vive un sistema ~ aristotelismo tomista- que sin
cesar decanta y vígoriza en sus más puras raíces a través de sus
escritos y sus conferencias. Pero posee, además, la virtud ma­
gistral de trasnútir a sus discípulos, con la pasjón de quien busca
y descubre la verdad, la fruición última de las evidencias lo­ gradas.
füte compartir

docente del hallazgo intelectual revierte
en auténtico diálogo investigador, en creación de grupo o de escuela en el
más puro

sentido de los antiguos diálogos platóni­
cos o de las escuelas medievales. · Fruto de este fecundo diálogo escolar -y de aquel monó­
logo incesante y
profundizador-es

el libro que ahora nos ofrece
(*) Publicacions i Edicions Universitat de Barcelona, 1981, 228 pá­
ginas. 231
Fundaci\363n Speiro

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Canals, en bella edición realizada por la publicaciones de la
Universidad de Barcelona. Cuestiones de fundamentaci6n es su
título,
título que

responde con precisión a su contenido. En él
se recogen
trabajos publicados

a lo largo de veinte años · con
una orientación común: la de es_tablecer los hitos ya consolida" dos de esta larga
y dialogante meditación.
En su prólogo nos revela el profesor Canals algo sobre la
génesis personal de su sistema: formado filosóficamente en el
más decantado tomismo bajo el magisterio de Ramón Orlandis
y de Jaime Bofill, recibió también el influjo de Joseph Maré­chal en los planteamientos epistemológicos de su obra
Le point
de départ de la Metaphysique.
No tardó Canals, sin embargo,
en percibir
la influencia en Maréchal de un contexto neokantia­
no propio de la época, de fuerte tendencia «logicista». Fue pre­
cisamente la superación de ese formalismo trascendental por
la
misma

raíz dinámica de la operación intelectual lo que iluminó a
Canals la posibilidad de que una reflexión sobre el
ser mismo del
sujeto pensante condujera a una autofundamentadón de la
onto'
logfa, precisamente en una recta «ontología del conocimiento».
A esta fundamentación se refiere el primero y quizá princi0
pal de los trabajos contenidos en este volumen «El lumen inte­
llectus agentis en la ontología de Santo Tomás», artículo pro­
fundamente esclerecedor de la raíz del aristotelismo tomista,
exento de adherencias históricas eclécticas. Prolongación de
este estudio es otro de los escritos que este libro incluye
bajo el título Sobre el punto de partida y el fundamento de la
Metaflsica.
Siguen otros trabajos de análoga intención funda­
mentadora

como
El sentido de la revoluci6n copernicana y Ana­
logia y dialéctica, así como el muy interesante Verdad trascen­
dental
y subsistencia espiritual en Santo Tomás. Se cierra el
volumen con un trabajo inédito El I psum Esse subsistens, cuya
lectura entraña un punto de
vista privilegiado

para enlazar la
temática fundamentadora de este libro.
En el
primero·. de

los trabajos mencionados destaca Canais
la grandeza que al entendimiento humano confiere la gnoseo­
logía tomista, según_ la

cual conoce el hombre las esencias
mis­
mas

de
las cosas, y las conoce. «según lo que realmente son».
La luz del entendimiento agente_ fundamenta el carácter inme­
diato, connatural. de la captación del ser y de los primeros prin­
cipios que en el orden mismo del ser se fundan.
« Virtus inte­
lectiva
-escribe Santo

'I'omás- judicat
de veritate.
non per
aliquia
intelli¡,;ibilia extra

existentia, ser per lumen· intellectus
agentis quod facit intelligibilia».
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INFORMACION BIBLJOGRAFICA
Se deslinda así la epistemología tomista de todo empitismo
que se ciña al fenómeno o
.a los
sensibles, y también de cual­
quiet intuicionismo o iluminismo de tipo platónico que reciba
información de algo extrínesco a la capacidad misma
del espíritu
Y se afitma el caráctet intrínseco de la opetación intelectual. En frase de Cayetano, «ipse intellectus agens est lumen quo splendet objective pbantasma secundum quidditatem in eo
exis­
tentem».
¿Cómo se concilia, sin embargo, el que la mente misma sea
inteligible en acto
con la
doctrina siempre recordada de que el
alma del hombre no esa más que pura potencialidad en el orden
inteligible? Si se considera el aspecto potencial de
alma intelec­
tiva -responde Canals- «vemos continúamente afirmado que esta potencialidad se contiene en la línea de la
especificaci6n
del entender;
el alma recibe de las cosas matetiales y de las
imágenes las determinaciones formales o contenidos que la cons­
tituyen en la semejanza actual con la naturaleza del objeto sen·
sible. Pero el
ser en acto de la species inteligible, el principio
de
actuaci6n del entendimiento, se atribuye, en cambio, al en­
tendimiento agente, o, por mejor decir,
consiste en aquella luz
connatural al alma que es
el acto de los inteligibles». Es decir,
que «la presencia intrínseca y connatural de ese acto se funda
en que
la mente es intelectual e inteligible en acto».
Por otra parte, la teoría del entendimiento ,agente puede
presentarse también, no como gnoseología aristotélica, sino como
una metafísica descendente de carácter ejemplarista y agustinia­
no. Así se
concebiría al

entendimiento agente como una partici­
pación en la mente humana de una luz que es efecto y reflejo
de
la Luz subsistente, del Sol inteligible, fuente de todo set y
de toda inteligibilidad. · ·
El

profesor Canals destaca una frase lúcida y llena de énfa­
sis de

Domingo
Báñez: «Et
hoc est quod saepissime
Diirus
Thomas

clamat,
ei thotnisi:ae nolunt

audire: quod
esse est ac­
tualitas

omnis formae vel naturae». Porque
esto que Santo To­
más

clama
y que a Báñez parecia en su tiempo que no querían
entender sus discípulos, es el vetdadero núcleo de su síntesis
metafísica,
y lo que otorga sentido, por ejemplo, a la célebre
distinción real entre esencia y existencia. Esta dificultad no
ex'is­
tfrfa, según nueStro autor, si se considerase que, si el acto dé
entender es accidente en 1a sustancia · del hombre, lo és porque
de otro modo

el inteligente se
idéntificaría en

su infinitud coh
el
· Acto puro y subsistente de ser. Porque él entendet, conside­
rado según su razón
·propia,' es absolutamenté infinito (S·. Th.,
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
l.", 54, 2, c). Es decir, que el conocer en cuanto tal no consiste
en una forma de inherencia. sino en
la identificación entre el
cognoscente
y lo wnocido. O dicho de otro modo: conocer y
ser se identifican porque conocer es una forma de ser: ser otros
a la vez que uno mismo. Por este camino. se alcanza la síntesis
última. de
la gnoseología, la metafísica y la teología tomistas: «el
entendimiento juzga· de la verdad,
no por
algunos inteligibles
que existan fuera de él mismo, sino por la luz del entendimiento
agente que hace los inteligibles». Y esto no significa la primacía
del entendimiento
subietivo, sino

la primacía de Dios, «Esse
subsistens», «Luz inteligible». que no existe fuera de ninguna
criatura, sino que está íntimamente presente en todo ente se­
cundum modum quo esse babet.
No menor interés reviste el capítulo titulado
« Verdad

tras­
cendental
y subsistencia espiritual en Santo Tomás», publicado
como artículo en la misma revista
Convivium, en
1975. Afronta
aquí nuestro autor la aparente aporía del pensamiento tomista
-y aristotélico- que supone la doble afirmación de que lo
universal es directamente inteligible
y que lo individual, por
inefable, es inadecuado para ser expresado en sentido propia­
mente inteligible. Sin embargo, lo realmente existente es la sus­
tancia primera, de la que se predica el universal. ¿Se trata en­ tonces de una escisión entre «verdad»
y «realidad»? ¿De una
inadecuación entre las cosas
y el entendimiento?
Moviéndose en lo más genuino de la concepción aristotélica,
Santo Tomás reafirma la composición hilemórfica como explica­
ción de la no inteligibilidad de lo concreto sensible. Lo que verdaderamente es no son las ideas ni los universales inteligibles,
sino los supuestos concretos. Pero cuando se
afirma la

inteligi­
bilidad en potencia de las cosas sensibles
y de las imágenes que
las representan (la conversio ad pbantasma) no se afirma que
la imagen sensible pase en su misma singularidad a concepto,
ni que el supuesto sensible sea en
sí capaz

de acceder a la ac­
tual inteligibilidad, ni siquiera «especie inteligible»; aunque sí
se diga que la luz del entendimiento agente hace brillar en las
imágenes la

«verdad» inteligible que existe en lo sensible.
Según Canals, la resolución de estas aporías
y la definitiva
aclaración de la epistemología tomista s6lo pueden realizarse des­
de una nueva lectura de los textos del Aquinate. No desde
planteamientos contemporáneos, sino desde preocupaciones
y es­
tímulos de
hoy «para descubrir en ellos mismos perspectivas
oriéntadoras que tal vez
han quedado
ocultas por la posterior
cristalización escolar de la tradición tomista, a pesar del len-
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INFORMACION BIBUOGRAFICA
guaje explícito con que habla en muchos de ellos el propio San­
to Tomás». Por ejemplo en estas frases: «Algo es entendido en acto en cuanto es inmaterial,
y no en razón de que sea nni­
versal; antes bien, lo universal posee su ser inteligible en cuanto
es abstraído de principios materiales individuantes». «Lo uni­
versal en tanto es inteligible, en cuanto
es separado de la ma­
teria». «El entendimiento es de lo universal,
y no de lo singular
porque la materia es principio de individuación». «Al ser indi­
vidual no repugna el ser entendido en acto». «No repugna que
lo singular sea entendido por ser singular, sino por ser ma­ terial. Y si algo es singular e inmaterial, como es el propio en­
tendimiento, no repugna que sea entendido».
Pero si la universalidad no constituye la inteligibilidad, tam­
poco se constituye éstá por la «objetividad».
La perfecci611 del
espíritu
consciente de su misma actualidad es más plena y ver­
dadera que la que recibe de su apertura intencional a los obje­
tos «fuera del alma». Es luminosa la conclusión de este ensayo: «Sería impensable
como vida humana personal una vida teorética a cuya perfec­
ción fuese ajena toda experiencia y recuetdo, toda compresión
y diálogo inteligible referente a lo personal humano». «Si la
ciencia y
la sabiduría en cuanto tales dejeran fuera de sí mismas
como no especulativamente perfectivo el ·cotidiano conocimiento
de los hombres y la viviente tradición de las familias y los pue­
blos habría que concluir --como ocurre en muchos casos- que
la ciencia y la sabiduría tienen
poco que ver con la perfección
y la felicidad del hombre». Termina el libro, como hemos indicado, con una meditación
sobre el
I psum Esse subsistens como esencia metafísica de Dios,
ensayo que se ofrece como coronación o clave de todo el edi­
ficio metafísico y epistemológico tomista que propugna y pro­
fundiza el profesor Canals.
Cuestiones de fundamentaci6n es una obra de alta especia­
lización, de lectura no fácil para el profano,
pero de una nota­
ble coherencia intelectual capaz de entregarnos un conjunto de
hitos luminosamente establecidos para un avanzar fecundo en
la tarea metafísica, tan dada siempre al comenzar de nuevo y
a la mutua ininteligencia entre sus cultivadores. Libro de rigor
y· honestidad intelectuales que se interna y compromete en un
camino o tradición muy concreto e invita a avanzar pot él a
quienes, como el propio autor, aman la verdad y la inteligencia.
RAFAEL GAMBRA
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