Índice de contenidos
Número 211-212
Serie XXII
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
El Estado de derecho en el pensamiento germánico y en la tradición de las Españas
-
Educar para la verdad y en la verdad: Condición primera de una educación personalizada
-
La terminología de la Laborem exercens
-
De nuevo el modernismo
-
¿Qué es el hombre cristiano? La irrupción del cristianismo en la historia
-
La ultraizquierda española en la II República y en la guerra 1936-1939
-
La socialdemocracia
-
La verdadera monarquía (II)
-
La carta de la princesa de Beira entre las fuentes para el conocimiento de la teoría tradicional de la legitimidad del poder en España
-
La acción universitaria
-
- Información bibliográfica
- Ilustraciones con recortes de periódicos

Autores
1983
I. Socialismo; II. Aborto; III. Desinfección y falta de información; IV. Autodefensa
ILUSTRACIONES CON RECORTES DE PERIODICOS
En· general, desde hace tiempo, . herrios expuesto con recortes de
periódicos, a través de
estas ilustraciones, temas monográficos
perma
nentes, en sú reflejo
actual. En esta
ocasión trataremos
de observar un
retablo de actualidad, principalmente a través también de recortes de
de la prensa diaria. Socialismo, aborto, manipualción de la información -desinforma
ción _y falta de información-, y autodefensa ...
l SoCIALISMO.
Hemos elegido, entre los que tenemos a la vista, dos artículos para
recortar. En el primero, desde un punto de vista filosófico, repasa el
revisionismo marxista; muestra el irracionalismo nominalista del ma
terialismo_ dialéctico; su explotación neomaquiavélica; la incoherencia
de la acción de una
minarla para modelar
el mundo, según su propio
ideal, pero invocando que se
#rata de
un "movimiento vivo de
las ma
sas',,
inscrito
en la dialéctica de la historia; la pretensión de una
su
peración
dialéctica que no sea
alienadtl; ,la multtplicación de
querellas
de escuelas
pa,ra expf-icar la historia con
pretensión
científica ....
, en
una confusión
que, sin embargo, es tremendamente
eficaz para
hacer
nos per~r el
apoyo, la base
-filosófico-religiosa--de
nuestra cultura,
al extraviar nuestras mentes
y. ofuscar nuestra inteligencia
sumergidas
en un materialismo
opaco.
Su autor, nuestro amigo
Jorge Uscatescu, bajo el título REVISio~
NI~os, en ABC del 1. de agosto de /982, va desgranando en una apre
tada síntesis
IJistórica.
-
El_
surgimiento de varias tendencias ideológicas
y polémicas, des
de
la _ muerte de Marx, acerca de lo que éste verdaderamente quiso
significar.
236
cA· partir de la· muerte de Marx y durante los últimos años
en
la vida de Engels, con la aparición de la· Segunda lnternacio-
nal, surgen varias· tendencias ideológicas y polémicas que, por
una ·patte, ahondan la
especulación teórica
·en el
campo del
marxismo
y, por otra, justüican una referencia constante a los
textos fondam~ntales de
Marx. El materialismo dialéctico em-
Fundaci\363n Speiro
prende vías diversas, lo que . hace que el marxismo, eµ cuanto
filosofía,
lleve
sus últimas
consecuencias materialistas en Rusia
donde a partir
de Lenin y sobre todo a patir de .1936, con
Jhdanov y el realismo socialista, dejan sentir poderosamente la carga ideológica en perjuicio de su
propia configuración filo
só!ica. Lo
cierto es que.
la polémica no ha cesado un .solo ins•
tante en tomo a lo "que Marx ha dicho verdaderamente" y
que desde la interioridad de la propia evolución filosófica del
marxismo se hayan rechazado más de una vez su unión con
otras corrientes de
pensamiento. El
revisionsimo, denunciado
por Lenin,
sÚrge ya
en la Segunda lnternacionai por obra de
Kautsky y Bernstein. Su primera apertura la realiza acaso el
propio Marx al decirle a su yerno, el francés Paul Lafargue:
"Yo no he sido nunca
marxista". Lo
curioso es
que la· misma
cosa
podrían decirle hoy los gobernantes del este de Europa».
El profetismo y el nominalismo de un autor como Marx que
pretendió ser
historicista Y racionalis~a.
la propia
ambigüedad profética
de la filosofía de
Marx. Karl
Popper,
acaso el más inteligente analista del marxismo en la
hora
actual, afirma
en su estupendo libro
'·La sociedad
abierta
y
sus enemigos",
que Marx puede ser considerado tan raciona·
lista como
Sócrates y Kant. Y,
sin embargo, su profetismo acaba
en la destrucción, o mejor dicho, en la rebelión irracional. Corre la fe misma en la razón y ahoga su filosofía a un
his
toricismo
teñido de nominalismo escolástico de estilo medieval.
>El revisionismo
nace de la irracionalidad nominalista de
la carga "materialista" en la filosofía del comunismo, con res·
pecto a
la carga "dialéctica" e "histórica" que el propio
mar•
xismo
había demostrado y había hecho de su propia
estructura
mental
una "filosofía". Quien en realidad rompe con la dialéc·
ti.ca, es
el propio Bernstein cuando dice: "Lo
que Marx
y Engels
han hecho grande no lo
han hecho gracias a la dialéctica, sino
a pesar de ella". Los
mencheviques rusos encabezados
por Plek
hanov, Martov y Vera Zasnlich,
siguen en
la misma linea del
revisionismo. Contra el revisionismo se
lanzan Lenin
y Rosa
Lu.iembUI"g, eq.ya capacidad· de exposición doctrinal
es notable>.
-La utilización de una estructUra neomaquiavélica que Lenin fa
frica con
el marxismo, apoyándose en el aparato del
"partido" para
la
conquista
del poder.
237
Fundaci\363n Speiro
política de estructura neomqquiavélica donde el concepto de
poder y de "partido" ocupan un lugar central.
En cambio,
Rosa
Luxemburg, muchas :veces en
contradicción abierta con
Lenin, propugna
una filosofía del proletariado y del "movi
miento vivo de
las 1DBBas" inscrito
en la dialéctica de la
his
toria,
fuera del concepto del
poder y del partido y denuncia
como
ina~eptahle "el
intento desesperado de una minoría, de
modelar la fuerza del mundo
según su ideal". En la doctrina
de
Rosa Luxemhurg, Gramsci ve
una "fulguración misteriosa"
y a su vez -anticipando una -profunda vuelta del marxismo y
el comunismo- pone el acento sobre los valores culturales del
proceso
reVolucionario. Y si se considera la evolución del mar
xismo en el mundo soviético, se llega a la conclnsión de que
los detestados
mencheviques fueron mil veces más· ortodoxos
marxistas
que los bolchevique».
-
El proceso revisionista
de la
filosofia marxista,
combinándose
con
ltU tendencias
más
heterogélJeas.
238
cSe trata de un proceso dilatado, agitado y vivo. El marxis·
mo
accede a formas lo más cercanas posibles a
la filosofía es·
peculativa, después de la segunda
guerra mundial. La Escuela
de
Frankfurt, en
Alemania, con Adorno
y Horkheimer y con
un lugar aparte a través de Marcnse, la obra sociológica de
Lukacs, la reactualización de las ideas de Gramsci en Italia y
en algunos lugares de Occidente, marxistas rígidos integrados en
una sociología de la situación o una filosofía de la ciencia,
han realizado un complejo de aportaciones de varias tenden·
cias que justifican de por sí
una configuración
múltiple e ideo·
lógicamente actual de una
f~osofía de
"Io.s marxismos" con
temporáneos.
_Tod0 ello, justificando una vez más el paso de
Marx mismo
"de
una visión de la historia a otra", co,mo viene
a
decir una· de los últimos comentaristas en la materia. De esta
forma Althusser pretendía una vez más alcanzar un "antihu
manismo
teórico" o. un manismo científico complejo de ca
rácter, epistemológico;· Henry Lefebure, lanzando_ un ataque fron•
tal contra el estructuralismo,
prete~día alcanzar~ por
.vías del
marxismo dialéctico,
una nueva "modernidad" y una crítica de
la
_,,vida COtidiana" como base del concepto de alíenación,; Sar•
tre-combina
en cierto modo
existencialismo, humanismo
y
mál'
xismo
a través de una superación de la
"suhjetivid8d" y· Giiraudy
ve
nuevamente en el
marxismo:" una
filosofía critica que no
Fundaci\363n Speiro
sea idealista, una teoría de la subjetividad que no sea suhje•
tivista y
una teoría de la superación dialéctica que no sea
alienada>.
Y Las más recientes querellas escolásticas en las interpretacio
nes
del marxismo
y las críticas demoledoras a que se someten sucesiva
mente.
«Bastaría citar aquí la polémica viva que ha habido durante
estos últimos años entre
Althusser y
Lefebure
y la
propia situa·
ción actual de los socialistas
marxistas y
sus patéticas
dudas
electorales,
para tener
una idea de la amplia gama de las in
terpretaciones del marxismo. Existen auténticas querellas esco·
lásticas
en torno· a la alienación, el hllDíanismo, la totalidad, la
dialéctica. Los textos
estén ahí: "Crítica de la razón dialécti
ca", de Sartre; "Para Man.", de Althusser; "De la alienación
al goce", de
Pierre Narville; "Leer
el capital", otra vez de
Althusser.., Impresionante, casi demoledora la crítica que se hace
del intelectualismo marxista de tintes ~ejandrinos que no ex
cluyen jamás implicaciones neostalinistas, en
una ·famosa en
trevista Philippe Sollers-Jean Frantois
fü~vel en
la revista
Tel
Quel cuya vuelta, con carácter de ruptura respecto al marxismo
y
sus revisionismos y
a los '"mlli'Xi'Smos" como tales, constituye
un hecho de capital
importancia.>
- En fin, el "optimismo sistemático" de los políticos de kl Europa
Occidental, que no advlerten que el devenir de esta dialéctica no la
destruye, sino que
potencia su
fuerza de
arrastre aniquilador
de todo
pensamiento que no
se capaz de
sobrevolar el río de la
hist0ria, para
diferenciar
lo permanente de lo mudable y distinguir el ser
y el de
v~flir,·
y
lo
disolvente que
resulta
esa política impulsada por lá ilusión
del
movimiento
ineluétáble hacia · el Progreso.
«No nos hacemos -ilusioiies en cuanto al hecho de que la
práctica
sistemática
de la política europea se haga eco de estos
síntomas.
Esta indiferencia forma parte del optimismo sistema
tico
d~ · índole sofista,
en torno a
1llla situación que está
muy
lejos
-de
justificarse. Las
naciOnes optimistas
de
veraB hace
tiem
po que ~atáO:. fw:'ra de. Europa. Así vio laS cosas V aléry a prin
cipios del
siglo y
así
han segudio las co~as. En Europa, mientras
tanto,. se cie~é el Snellcio. 'sobre dramas- tiPo" "Solidaridad"
polaca
y
~u utopía· fourista de autogestión sOclal. Para confor
ma!", ~ . .;.ez ~ás, lo ·dichó aníaño por COJD.UB: "En" el" siglo xx
el Poder es triste"».
239
Fundaci\363n Speiro
El segundo artículo, que observa El socialismo en Europa,_ en ABC
del 30 de octubre de 1982, bajo el tÍtf!lo LA OTRA ~RENCIA~ está fir
mado por uno de los más pre~tigiosos analistas de l~ ·política europea,
Raymond Aron.
-Enfoca la política socialista instaurada en Francia tras el tiem
po de Mitterrand.
cEl canciller del Excheqver, durante el Congreso del Parti
do Conservador, en · Gran Bretaña, citó la experiencia del Go
bierno francés par& poner
en
guardia a
los militantes contra
un relazamiento de la economía por medio del déficit presu·
puestario:>.
«... La pregunta que los franceses se plantean,, más allá de
las dos
herencias de
V alery Giscard ·d'Estai:ng y de Frantois
Mitterrand, es acerca de las posibilidades de la segunda ex
periencia socialista».
- Emite un diagnóstico:
«El diagnó,stico no puede ser otro que reservado. Los res
ponsables no han cambiado y, a troche y
moche, se creen obli
gados
a jurar por todo lo divino que ellos no cambian· de C'ller
da.
Si son veraces, no tendrán
más éxito
la segunda vez que
el que tuvieron
en la primera, Si sacan las consecuencias de
sns errores, tienen una oportunidad, no dC dar al país lo- que
le había prometido
-ni ellos ni nadie podrían dárselo-, perb
sí de detener el derrumbe del país>,
· - Reconoce que los gobiernos socialisttu pueden adoptar .medidas
que tomadas por
gobiernos de derecha hubiesen
provocado grandes
tor
mentar, orquestadas
por los
sindicatos y la prensa comunista y socia
lista, e
imponer
sacrificos que,
ellos
mismos, rechazarían en caso de
ser
propuestos
por gobiernos
de derecha.
240
cEn el curso de las últimas semanas · han sido tomadas de
cisiones valerosas, decisiones que una mayoría
calificada de
de
rechas no habría tomado o que
se consideraría
incapaz
de to
mar: primero, y
ante todo,
la denuncia de la escala móvil, la
supresión de
la
indiciación de
los
salarlos según .los precios.
La polémica entre la mayoría y la oposición acerca del man
tenimiento o de la disminución del poder adquisitivo se deriva
de la batalla entre los partidos. Cuando existen dos millones
Fundaci\363n Speiro
de desempleados, .imponer a quienes gozan de un empleo una
baja en
~ ~calor real d8 sus renumeraci'ones no seria escandaloso.
Por lo mismo,
el timbre
sobre
el tabaco y. el alcohol y el tanto
alzado diario
_ de
la hospitalización habrfan
provocado una
tem
pestad si la derecha hubiera tomado la iniciativa aeerca de
ellas. Por una vez, e_l Gobiemo socialista confirma
una' opinión
que
hasta el
presente había sido desmentida en toda;s las ocasio
nes:
en. period.o de
crisis, la izquierda puede pedir al-país· sa·
crificios mejor que la derecha. Desgraciadamente, la conversión,
resulta.
en palabras (el rigor está
-en el
orden del día como el
aumento del
poder adquisitivo
lo _estuvo no- hace mucho) no
se manifiesta en el conjunto
de la actuación---pública. El con·
trol de los precios no puede ser suficiente para
todo>.
Pero de 1o··prometido a los resultados va mucho -trecho .... Véase el
tema del relanzamiento de la
construCci6n.
c:De buen grado decían los socialistas, cuando estaban en
la oposición. que la construcción podría
ser relanza~ sin
influir
sobre la balanza comercial. La edificación y las obras públicas
consumen relativamente pocos
productos importados.
Por efecto
combinado del impuesto sobre el capital y de la ley Quilliot,
el Gobierno
ha conseguido provocar, en el términ·o de un año,
la crisis de la vivienda. Las refecciones aparecen de nuevo. El
ministro no puede sumar todos los impuestos ni comprender que la
congelaci:ón de lQs alquileres
termina por desalentar
a
loS propietario&>.
Compruébese la destrucci6n de bienes que constituyen riqueza na
cional como
consecuencia de
lo gravoso que resulta su
conservaci6n,
dado
el
incremento de salanOS impuestos
y cargas sociales.
«De pasada, llamo la atención del presidente de la Repú
blica sobre las familias
que sostienen
a duras penas y altos
costes un castillo o una casa de campo y
que la
venderían a
cualquier precio si pudiesen encontrar
un comprador. Fraw;ois
Mitterrand
conoce seguraemente el libelo de Paul-Louis Courier
contra los beneficiarios de bienes nacionales que derriban los
castillos para despacharlos piedra a piedra».
Obsérvense los efectos de la reducci6n de la ;ornada de traha;o en
la productividad
y de
la
CQmpetitividad en
las
empresas no
monopo
lfsticas.
cCU8rido el presidente de la República declaró en el Con
sejo de Ministros que
la. reducción
de
la jornala de trabajo
241
Fundaci\363n Speiro
no significaba una amputación del salario, cometió nn error
que pesará .sobre el septenado. La idea del reparto del trabajo
está
heri~ y puede que de muerte, por quien pretendía ex
tenderla.
Aún más,
ignora,. oon Stoléru en su último
libro
(La
France a deu.; viesses, Ed. Flammarion) la distinción entre el
sectol'. SQn;ietidQ--l:J la concun_encia y los sectores protegidos por
las cirCUD8tancias o
por _
las leyes, !'Dtre el
adelante y el atrás.
Protegidos están los
funcionarios, que
gozan de. una
garantía
de empleo absoluta. Las empresas paraestatales, como. EDF, dan
garantías equivalentes. La popularidad -de las nacionalizaciones
se explica por el parentesco que se supone entre el estatuto
de la función
pública y el de los salarios en las . empresas
pública&... ' »La compañía Rhone-Poulenc no puede hacer lo que hace
EDF.
Esta última
goza de
un monopolio, mientras que. ~ gi~
gante de la industria química lucha por sobrevivir. Hace una
docena de años, discutí
en la televisión con
Fran~ois Miue
rrand, quien justificaba las nacionalizaciones por el carácter
moIÍopolístico de
gran capital. Yo le hice notar
que en
Francia
existían monopolios del Estado:
EDF, SNCF, pero que los gru
pos industriales que él quería nacionalizar eran cualquier cosa
menos
monopolios; con filiales dispersas por el mundo ente
ro, están
metidas en una
dura competencia por sobrevivir».
Y las secuencias de reclutamientq de nuevos funcionarios.
cLa proposición del (entonces) candidato Mitterrrand de re
clutar
200.000 funcionarios era probablemente popular, pero era
aberrante. Para ganar
la segUilda batalla después de haber per
dido
la primera, ei' Gobienro socialista debe cambiar de len
guaje
y de· mentalidad: No reconquistar el mercado interior
(lo
que signüica nada,
o significa el proteccionismo), sino con
quistar los
mecardos
exteriores; no crear. funcionarios
sobran
tes, sino suscitar hombres de
empresar Los
diputados
y los
militantes socialistas proceden
en su mayor parte del sector
protegido. La
pro_speridad de
los
que van
a la
zaga no
durará
si los que van en cabeza no se contienen>,
Nos permitimos advertir que, a pesar de sus incongruentes contra
diciones e
inconsecuencias, nos parece casi imposible
escapar de
los
errores y dañinas consecuencias del comunismo y de los socialismOs
si no superamos· las fuentes que los han alumbrado, es decir: EL ESPÍ
RITU·
DE LA
MODERNIDAD,
titulo que .aparece en tercera plana de ABC
242
Fundaci\363n Speiro
dei 9 de agosto de 1982, encabezando un artículo que firma Juan del
Agua y _del que recortamos sus dos primeras columnas y las primeras
líneas
de
la tercera:
«La esencia del espíritu moderno oonsist~ en últimas cuen
tas, en una afirmación tajante . y entusiasta de la razón huma
na. Dejando a un lado lo que
tal actitud
puede tener de "irracio
nal", de
creencia
en la capacidad y poder ilimitados del racio
cinio humano,
en una palabra, de exageración
injustüicable,
la
decisión de vivir justificando e intentando entender de ma•
nera racional cada uno de los actos del hombre y de las cosas
que le
rodean,, de no dejar una sola parcela del mundo que
nO esté
bañada por la luz de
la mente,_ nos parece un afán
admirahl~ magnífico, sin duda, y por encima de los resulta·
dos obtenidos, la
gloria de
la Edad Moderna. Esta herencia
debemos recogerla con sumo cuidado y atención, defenderla
y reivindicarla
sin la
menor vacilación, pues de ella depende
que el hombre conserve e
incremente su
dominio sobre las
oosas y siga poseyendo
una conciencia clara de
si y de su por
venir,
de que pueda vivir una vida limpia y creadora.
>Que la razón que llegó casi a divinizar el hombre moder
no no
fuera más que una de las formas de la razón, la razón
físico-matemática, que la aplicara a todos los órdenes de la
vida, violentando la estructura de la realidad, empobreciéndola
en alguna medida por reducirla a esquemas y
no dar, sino
parcialmente,
cuenta de la verdadera realidad existente, ·siem
pre
concreta,. única, irreductible, y por excluir aquellos planos
de la realidad que parecen a la luz .de esa razón poco
"'inte•
ligibles";
que esta actitud fuera· una de las causas ·qu.e intro
dujeran
la
discordia en la· vida occidental - a partir de 1750;
que el racionalismo moderno ·degenere oon frecuencia en una
concepción
inconsistenj:e, utópica, . plana
y
desiderativa de
la
realidad; que el hombre moderno haya ·caído más de una
vez
en
la tentación de creerse un nuevo Adán; todo esto no tie
ne por qué hacernos olvidar el inestimable tesoro que encie rra la pasión por la evidencia; la avidez por la
luz,-la
heroica
exigencia de -probar
-de intentarlo,
se entiende- lo
que se
avanza,
tesoro
que nos
legaron
Descartes, Leibniz,
Malebran
che, Locke, Kant, a los que no hay que
confodir con
los
phi,.
losophes del XVIH y demás· secuaces de los &iglos XIX y xx.
:>Precisamente, y
en parte por obra de
estos últimos,
el
mundo está perdiendo la pretensión maravillosa
de organizar
la vid14 social y personal, .a la luz
de la inteligencia. En su
243
Fundaci\363n Speiro
244 lugar, los esquemas mentales
más maniáticos
y empobrecedo
res de. la realidad
-fascismos, comunismos,
psicologicismos, po·
sitivismos y demás ism-os-, el horóscopo cotidiano de perió
dicos
y revistas, la magia de los nombres y de los productos
que
carecen de
verdadera función en la
vida, la magia del
consumismo, están anegando el mundo hasta el punto que va
siendo difícil respirar otro aire
espiritual que
el famélico ma·
niqueísmo -desinformador que nos
sirven buena
parte de los
medios de comunicación. Todo
está 'tTuqué. El terrorismo se
autodenomina
en su mayor parte "progresista", pero el "pro
greso" que
propone no es otro que el de la creación de gi
gantescos
osarios, la
su.misión más completa al totalitarismo o
la alternativa alucinante de los
boat people. Los partidos obre
ros, creados para defender los elementales derechos de los tra·
hajadores, cuando
están en
el Poder, en
vez de
aumentar el
nivel de
vida de las gentes suele, al contrario, disminuirlo,
como ocurre en
Francia hoy -por poner un ejemplo occiden•
tal-, debido a la manifiesta incompetencia de la gestión
gu
bernamental socialista y a su constante suplantación de la con
sistencia de la realidad por
·sus desiderata ideológicos. Por las
otras latitudes, las cosas no presentan
un cariz
mucho más ha
lagüeño. Y no me refiero
ni principal ni esencialmente al ám
bito de la política, que es consecuencia del estado general de
civilización en que
nos hallamos
sumidos. Así, los "conserva
dores"
· de
todas partes, vemos que no
conservan nada, sino
que
van a la
zága de los -tópicos en bOga, por olvidar que sólo
conserva
la innovación, como el adanismo "progresista" sólo
progresa realmente hacia el hombre
primigenio por
no querer
saber que la condición del
progreso consiste en la posesión
eféctiva del pasado, es decir,
en la
vivificación de
su conteni
do, que
no es repetición, sino co:r:i.tenido
enriquecedor de
la
imagi~ción ·
para
Ínventlll' nuevas
formas.
En cuanto a la liber
tad. aparentemente todos juran por su nombre (como por el de
democracia). Pero la libertad suele entenderse como sinónimo
de ilimitada arbitrariedad
y "medalaganismo", no como el ejer
cició y
la actividad
de la verdad, de la cual es su reverso, y
por
~a que
las gentes de
nuestro tiempo sienten
una escalofrían-
te aversión.
»En cÚanto ·
a las "costumbres".
tódos hablan
de "liberación",
_Y_ podría pensara_~ en efecto, que se trata del abandono de
viejos usos que
imPiden el sui-giniiento de
un nuevo lirismo
en las
i-elaciones ·
amorosas, de
:Ó.uevas, más rica~ y fecundas
formas de
- conviVencia entre hombres
y mujeres, de crear la
Fundaci\363n Speiro
posibGdad de construir sin estorbos _ eso que Ortega llamaba
"una
amistad delicadamente
cincelada",_
sino de abandonar to
dos los
usos
y formas y reducirlas a los puros mecanismos fisio
lógicos>.
El tema de ese espíritu de la modernidad, y sus efectos desrtucto
res de lo que ha sido nuestra civilización, constituye uno -de los ex
puestos con mayor penetración por nuestro maestro Sciacca (su resumen
antológico pueden hallarlo los lectores de
VERBO en el número 201-
202
de enero-febrero de 1982, en "la comum'cación expuesta por Juan
Vallet de Goytisolo en la villa Nobel, de San Remo, el 27 de diciem
bre
de
1980: Cristianismo y mundo moderno, según el profesor Sciacca.
11. ABORTO.
El tema está sobre el tapete, como porpuesta legislativa de acuerdo
con el programa electoral del Partido Socialista que_ ha
obtenido la
mayoría
absoluta en
las últimas elecciones.
¡Oh, la democracia moderna, que ha llevado a su legalización en
tantos países que se dicen civilizados y que técnicamente -están en
cabezal
Julián Marias, sin pensar en la médula de; esta exclamación, ad
vertía, el 9 de noviembre de 1982, ·bájo el 'lftillo LAS PALABRAS MÁS
ENÉRGICAS, en tercera plana de ABC.
«Pienso que la aceptación social del aborto es lo más grave
que
ha ocurrido,
sin excepción, en el siglo xx.
> Vivo angustiado hace va'rios años al saber que todos los
días se mata,
fría y metódicamente, a miles de niños aún no
nacidos, se les impide- llegar a ver la luz, se los expulsa del
seno
materno -las más íntima
_
y profunda de todas las casas
del hombre-, se los echa a morir. Me angustia todavía más
el ver a tantas personas que hace muy pocos años se hubiesen
horrorizado de esto
-mejcir dicho,
que
se hoTrori:aban -acep
tarlo
sin pestañear. ¿Por qué? Por
muy varias causas, que val
dría la pena analizar; pero ante todo por miedo. Por miedo a
no estar
al día, a ser descalificados por lo que hacen la opi~
nión
superficial, a ser llamados "reaccionarios", lo cual ha ve
nido a ser el
pecado nefando. Poco importa
que
el aceptar el
aborto sea lo
más reaccionario
que puedo
imaginar, la regresión
a formas de barbarie prehistóricas o de los albores de la His•
toria, en que la
exposición de
los niños (a
veces de
las
niñas
solamente)
era
un uso aceptado.
245
Fundaci\363n Speiro
>Para que esta actitud sea un poco más repulsiva, se aña
den diversas formas de hipocresía.
Una de ellas es llamar al
aborto "interrupción del embaraio". Los partidarios de la pena
de muerte pueden fácilmente superar las dificultades que a
ella ponga la Constitución o la
· sensibilidad
de hombres
y mu
jeres. Basta con olvidar
·e.se nombre poco correcto: el garrote
o la horca serán irreprochables, porque con ellos se trata sim
plemente de la
"interrupción de la respiración".
>Otra hipocresía,
aún
más refinada,
es
la que pone plazos.
En los primeros tres
meses, por
ejemplo·, está muy bien;
el
segundo trimestre es menos simpático; para el ultimo hay al
gunos reparos.
Ee exactamente como si se dijera que es lícito
disparar contra una persona que se acerca a nosotros, siempre
que esté a
más de
veinte metros; si está a menos de diez, hay
que pensarlo un poco
más: si ha llegado a sentarse a nuestra
mesa, es sumametnte enojoso.
¿ Qué diferencia hay en matar
a una
y otra distancia a quien se acerca al nacimiento y la
vida plena, a quien llegará si no se lo para a
tiempo?>.
Nosotros que-remos evocar el recuerdo de dos /ro.res: Una de Juan
XXIII ~muy silenciada por los progress que tanto lo z"nvocaron para
llel'ar el agua a su molz"no--en, su encfcUca PACEM IN TERRIS, donde
después de
teconocer que los hombres tienen la Ubertad de elegir las
personas inve.Yti'das
con la misión de ejtircitar la libertad, afirma, en
otro párrafo, que:
c... no puede ser aceptada como verdadera la posición doc
trinal
. de
8.quellos que
erigen la voluntad de cada hombre en
particular o de ciertas sociedades como fuente primaria y única
de
do~de brotan
derechos y
deberes y
de donde provenga tan•
to la obligatoriedad de las constituciones como la autoridad
de los poderes
públicos,.
Otra ·es de Cicerón, en su DE· LBOIBUS:
«Si los derechos se fundaran en la voluntad de los pueblos,
en las
decisiones de los príncipes y las
sentencias de
los jue
-
ces, sería jurídico el
robo, jurídica la falsificación,
jurídica la
suplantación
de testanientos, -
~pre que· tuvieran
a su favor
los
votos o
los plácemes de una masa
popular».
Julián Marías, admz"rable en muchos arpectos, no capta las raíces
del mal que denuncia en los textos que
acabamos de
reproducir. Su
246
Fundaci\363n Speiro
f!f.agnffict;, _tala,ue liberal se confunde .en él ·.con su liberalismo y sU
democratismo, Ambos, traídos por el espíritu de la modernidad, son
corruptores
de los
principios sobre los cuales fue levantada nuestra
civilización
cristiana, es decir, la fe religiosa y la búsqueda rigurosa
de
!a verdad meta/fsica por
el realismo filosófico, que ha
sido sustituido
por
un nominalismo, relativista
y escéptico.
Esto
·explica que, en
el mismo
artfculo, Julián Marias, después de
aludir los
resultados de los últimos
4escubrimientos cientificos en
ge
nética -que muestran
la unicidad rigurosa del ser humano desde su
concepción-,
comente:
cEste punto de vista tiene gran valor, PQr el rigor científico
de
quien lo
presenta y por la
vigencia social
de
que-hoy go•
zan
las ciencias
de la -naturaleza-. Péro no me parece primario
ni suf_iciente, por una razón elemental. Así como los argumen
tos
religiosos no
bastan,
porque hay quien no
tiene
religió~
los
que se fundan en la
genétiu más
avanzada no eran accesi
bles a loe hombree
de otras épocas, y sólo de manera indirecta
-credencial,, como
otra forma de
·fe--a la inmensa mayoría
de
los hombre y
mujeres, que
conocen
esa disciplino.
Su propuesta estratégica, sólo la podr!.mos aceptar a efectos apolo
géticos y de autodefensa social a corto plazo. En ella dice:
cCreo que hay que volver a lo más sencillo y elemental,
a lo que puede ser comprendido con evidencia por todos los que tengan la mera capacidad de pensar, y que a la vez
será
lo
más profundo.
>Pero, ¿no
es
esto extraño?
¿No
sorprende que
para
llegar
a
los más simple
. y
claro
haya que dar largos rodeos, sea me
nester
un esfuerzo
considerable? Para
mí, la cosa es clara:
loe
que no entienden eso no es que no lo comprendan, es que
han
sufrido una
operación consistente en despojarlos de su an
tigua evidencia y
sustituirla por
un esquema abstracto,- que se
resiste a la intelección, pero queda enquistado en
sus mentes,
bloqueando
su inteligencia, impidiendo. ·el funcionamiento es·
pontáneo de su razón.
>Por eso
me parece de enorme importnaeia que el Papa,
olvidándose por
un momento de que lo es, sin apelar a la fe
de la que es depositario, a
cuerpo limipio, haya
dicho a los
que lo
e8CU.chaba~ cristianos
o no,
creyentes·_ en Dios o
no,
algo elemental, directo, inmediato, válido
·para toda persona>.
247
Fundaci\363n Speiro
Precisamente con la referencia a esas palabras de Juan ·Pablo 11
comienza el artículo de Julián
Marias. que. recortamos:
cDe todo c~to hasta ahora ha dicho en.., España Juan Pa
blo
11, las palabras más enérgicas han_ sido pronunciadas por
él el
2 de noviembre,, 4ia de . los _difuntos, acerca del aborto.
¿Por
qué esa energía excepcional. en las ideas, en la voz, en
el gesto? Adelantaré
mi opinión de que no era tanto Jua:n Pa
blo
II quien las de~ sino Karol Wojtyla; quiero decir que
no hablaba tanto como Papa cuanto, por debajo de ello, como
hombre.
>"Hay otro
aspecto --decía- aún
más grave y fundamental,
que se refiere - al amor conyugal como fuente
de la vida: hablo
del respeto absoluto a la vida humana, que
ninguna persona
o
institución, privada
o
pública, puede ignora~ Por ello, quien
negara la defensa a la persona
humana más inocente
y débil,
a la persona
humana ya ·concebida, aunque todavía no nacida,
cometería una gl'avísima violación del orden moral. Nunca se
puede legitimar la muerte de un inocente. Se minaría el fon.
damento
mismo de
la sociedad. ¿ Qué sentido tendría hablar
de la dignidad del hombre, de
sus derechos
fundamentales,
si no se protege a un inocente· o se llega incluso a facilitar
los medios - o
servicios, privados
o públicos, para
destruir vidas
humanas
indefensas?".
>Lo que
más me interesa de estas líneas es que en ellas no
hay
· ninguna
referencia a la autoridad
de¡ Papa, ni siquiera
una mención del
cristianismo, ni aparece en ellas el nombre
de Dios.
Su validez no reside en
la condición de quien las dice,
sino en
lo dicho en ellas, sean cualesquiera sus creencias re~
ligiosa~
a
las
que para
nada
se alude, que no
se suponen
tam~
poco
en
los que las escuchan. Es un hombre que habla o otros
hombres: nada
más>.
Contrapuesta a esta "enérgica manifestación" ha sido la reciente
declaraci6n del ministro de sanidad, acorde con el
programa. electoral
del
PSOE. Entre los comentarios que ha suscitada, tenemos recortado
el que
Ricardo de la Cierva,. en la sección "La quinta columnd', de Y A~
del
6 de
enero de 1983, ha escrito con el tftulo PELIGRO DE NACIMIENTO.
248
«Quienes con toda razón, claman contra el ministro de Saª
nielad,
don Ernesto Lluch, por su ya famosa salida de pata de
barico
al anunciar para la primavera la despenalización del
aborto, ;no
deberían extrañarse tanto; porque el Partido Socia•
Fundaci\363n Speiro
lista ya lo había anunciado en_ la_ sección 8.1.4 de su. programa
electoral: "Regulación
de la. intermpción del
embarazo, en
si
tuaciones
co_n peligro_ ·para la
vida de la mujer, peligro de
nacimiento
_ con
P."&Ves-patologías físicas o psíquicas y ·violacio
nes,_ asegurando -él
respeto a la
libre .conciencia de ciada· ciuda
dB)'.lo''.
_Esta
promesa electorai.
que ~ta a la vida tanto como
a. la sin~ introduce una figura jurídica y moral realmente
espantosa: el
peligro de nacimúmto~ que pasará .sin duda. a la
historia del déspropóaito; y que .puede servir como símbolo
de esa moral socialista que algunos presentan como cifra del
cambio ético>.
La disparidad, incompatible, entre las palabras de Juan Pablo 11
y el programa del Partido Socialista en lo referente al aborto, la hace
patente en el mismo día el editorial
dél propio diario Y A.
cEl contraste era evidente. El 28 de octubre, el Partido
Socialista recibía
el
sí de millones de españoles. Tres ellas más
tarde,
millones de católicos españoles se agrupaban en tomo
al Papa. La -pregunta era obvia. ¿Cómo se compaginan estos
dos hechos?
La respuesta la ha dado el. secretario de. la Con
ferencia
Episcopal Española
en
aua recientes
declaraciones a
una agencia
de prensa.
>En la masa de votos que el socialismo ha obtenido hay,
sin duda, un cupo,
difícilmente cuantificable
pero importante,
de electores católicos ,cupo que plantea dos cuestiones -conea
xas
pero distintas: una, proyectada hacia· eil interior de la
Igle~
--
sia,
y que nos obliga a todos los
católicos.. -
Y otra, hacia la
sociedad y
el Estado,_ y
que requiere algunas puntualizaciones».
«El PSOE
es
un partido
en cuyo programa político,
edul~o
rado
a
efectos de presentación electoral, aparecen elementos
no compatibles, o por
lo menos difícilmente compatih!es, con
la
doctrina
católica,> ... «Ayer. y
hoy la conciencia católica
_
está
obligada
a favorecer aquellos programas que se acercan
más a
la defensa y
promoción de los valores
humanos y cris
tianos del Evangelio. La advertencia la
hizo León
XIII y no
ha perdido validez.
>Se ha dicho que el católico puede dar SJl voto, con buena
conciencia, a un Partido Socialista no marxista. Es el caso, por
ejemplo,
del laborismo británico. Pero si, en el desarrollo le
gislativo del programa
-electoral, los socialistas no :ii:tar:rlstás_
promulgan leyes co~o por ejemplo
la
de legalizar
el aborto,
la conciencia católica no puede_ -_dar su apoyo a- semejánte
pro•
puesta>.
249
Fundaci\363n Speiro
El único argumento que podria evitar la calificación de--homicidio
dada al
aborto
necesitaria apoyarse .. en
que. el. concebido no .fuera sino
una parte del cuerpo de la madre,.sin
vida propia, o
que no
fuese humano
antes
de -
nacer o hasta un
determinado
tz'empo .después de
su concep
ción. Pero, los_
últimos adelantos
cientificos muestran hoy, con
toda
evidencio, que
desde el primer instante
ti.ene vida propia
y
que ésta
lleva
insita .la condición humana. Asf. según
refiere
una noticia
dada
en
ABC del 16 de diciembre de 1982, lo explicó el 15 de noviembre
últúno
el
catedrático de obstetricia de la Universidada de Nueva
York,
doctor Bemard Nathanson. quien, tras haber confesado que habta te
nido una amplia
participación en
la legalización del aborto en
USA,
narró
c... cómo había llegado a la "conversión" sobre el hecho
de que el aborto
es un asesinato de
un
ser inocente
e indefenso,
a través de las investigaciones que realizó sobre fetología, en
las que. se demostraba que era tan ser humano como cualquiera de los nacidos. Subrayó que
él fue -una de las personas que
lucharon en favor de
la legalización del aborto, pero, una vez
descubierto
que el feto es un ser humano desde la ooneepción,
sus antiguos compañeros le han condenado al ostracismo y le
han dado la
espalda>.
El tema lo hemos tratado más de una vez en VERBO, especial
mente en dos
expasiciones del
catedrático en
genhfca· -fundamental de
la
Facultad
de Medicina de Parfs, doctor Jerome Lejeune.
El primero, dtulado MENSAJE DE VIDA, lo publicamos ~n VERBO
133_-134, de marzo-abril de 1975 y ,:ecoge la co111:unicaci6n por 11 di
rigida al Sínodo Episcopal en octubre de 1974. De alll traemos los
tres reveladores párrafos que
siguen:
2,0
cTodas las cualidades· de cada individuo, el color de sus·
ojos, su corte
de cara, o cualquier otro
ra~gfl -personal, se en
cuentran
ya
.inscritos·,_genéticamente en 18s largas
moléculas de
los ácidos nucleicos.
»Estos ínfimos-
filamentos,
si se desenrollaran y pusieran
una a continuación de otro,
meditían -
un metro de largo. Pero
están tan
finamente -
encadenados en -
minúseulos rollos,
en esos
cromosomas que vemos en el .microscopio ordinario, que se
ordenan en un núcleo
que podría colocarse en
la punta de
una aguja.
» Y, sin
embargo,
gracias a ellos, ese núcleo
primitivo, el
Fundaci\363n Speiro
del óvulo fecundado, contiene toda la información del hom
bre
que inicia
su desarrollo>.
cLa célula
primitiva. el huevo fecundado, provisto de 2-3
Cl'.'omosomas
llevados
por el espermatozoide del padre
. y
de los
2-3 cromosomas
aportados por - el óvulo de la madre, contiene,
.así, todo su programa. Pero la célula entera está equipada para
vivirlo, y cada célula que
sale de
sucesivas divisiones desarrolla
fielmente los diversos movimientos de
· esta
sinfonía, común a
todos los hombres y propia de cada uno de ellos, que en cada
versión, única e irremplazahle,
se llamará
más tarde Pedro,
Pablo o Magdalena,.
El segundo estudio del profesor Lejeune, que hemos publicado en
VERBO, apareció en el número 189-190, de noviembre-diciembre de
1980
y corresponde a su conferencia
Manipulaciones genéticas. Los
aprendices de brujo,
desarrollada en el Palais des Congies de París,
durante el XIII Congreso del Office Intemational, a primeros de mayo
de 1980. El denominado niño-probeta
resulta la
prueba
más evidente
de que
esa vida humana que se inicia con
la concepci6n es, desde el
principio,
una vida difefente de la vida de la madre.
c... Se puede hacer una fecundación in. vitro y UBtedes sa·
ben
que los niños de Edwads
-es el nombre
de un médico
inglés-, especialmente la pequeña Louise Braun y otro chico
cuyo nombre he olvidado, deben su nacimiento a un
proceso
qtie
no
era intramaternal. Esto tiene su
explicación; no
es una
proeza contra natura. Es la utilización
de una decisión muy
precisa de la naturaleza, a
saber, que
en el sentido topográfico
del término, la fecundaci-ón se hace siempre fuera del organie
mo
·materno. Quiero decir que en sentido topográfico,
la vagi
na, al abrirse hacia el exterior, _ es una
esPecie de tobo comu
nicante
con
el exterior, y como la cavidad uterina comunica
con la
vagina y la trompa comunica con la cavidad uterina,
resulta que, .en términos topográficos,
el· interior mismo de la
trompa
se encuentra en
lo exterior del cuerpo materno, y es
~nieamente un
repliegue para proteger
al lmévo· fecundado.
> Y, efectivamente, el huevo maduro que es atrapado por
el pabellón
de la -trompa cuando es puesto por el ovario, y
que avanza sobre
es.a especie
de correa sin fin
que, son los
pequeños cilios de la mucosa, este huevo no
eslá sostenido
por
nada;
está libre; simplement~ Oota en un poco· de líquido
que le
proporciona la pared
tnbárica. En
el momento de la
251
Fundaci\363n Speiro
252
fecundación, el nuevo ser humano está realmente, topográficamente hablando, fuera de su madre. Y, por esto,
C1J8.ndo se
reconstruye el
líquido tuhárico
en un
frasquito, se puede per
fectam.ente tomar
un óvulo de una
mujer en el momento en
que va a ponerlo, fecundarlo con esperma humano,
y ver que
esta fecundación se produce
ciertamente fuera
de una
estruo
tura
tisular materna, porque es así como se hace en
la natura
leza... Claro está que es únicamente la fecundación lo que
puede suceder
así; porque
en cuanto el ser humano ha hecho
sus primeras divisones, al cabo de seis o siete días, la pequeña
masa celular que empieza a temblar necesita absolutamente
encontrar
algo
más para
flotar que
el líquido nutricio. Pero
no sabemos en absoluto fabricar una cosa que
se pueda
pa
recer,
ni de lej_os, -o l~: ~avi;llosa mucosa . uterina madurada
por las hormonas
y a pu-oto_ para recibir al embrión que se va
a im.P!antar en ~-ª·
:>No existe el niño-probeta. Es absolutamente inimaginable,
ni
aún en los diez o aun veinte años en que somos capaces de
prever, que
_inventemos una
manera de conseguir un
hombre-
cito desarr_ollándose
en una botella.
El sueño
de Aldous Hu.xley,
es, quizá
por largo tiem:po, totalmente irrealizable.
»En cierto
modo es una
pena, porque
si el experimento
· hubi~ra tenido
éxito se
sacaría de él una consecuencia impor
tante: Si
_se viera
desarrollarse en una botetlla a un niño de
uno, o dos meses,· un
-homhrecito
del tamaño del pulgar, el
Tompouce del que les he hablado en otra
ocasió~, si
se le
viera dentro de una botella . y la botella saliera diciéndonos
que ese
niño es mío, nadie
crería a
la botella. Se sabría per
fectamente
que un
niño Pertenece a alguien.
»Lo que
sigue siendo interesante es que
la fecundación ex
trac_orpórea
es la demostración experimental en nuestra especie
de que el hombre comienza en la fecundación.
Es decir, que
el comienzo del ser humano :ya rio es una cuestión metafísica,
es una demostración experimental. Si
Edwards y
Stoptoe no
hubieran estado totalmente
seguros, en
el sentido científico del
término, de que lo que iban a reimplantar en el interior del útero de la madre no era ni un
túm.or, ni
uri animal, sino un
verdadero ser humano, jamás se hubieran atrevido a hacer esta
manipnación. A Lnisa Braun se le ha visto bajo dos aspectos:
bajo
su aspecto microscópico
en
~l que
no tenía
más que
al
gunas células,
y
··en su aspecto de
bebé, tal. como ha vuelto a
salir, oneve meses después de su reingreso en el organismo
materno>.
Fundaci\363n Speiro
Vale la pena confrontar esta comprobación cientifieti con la alega
ción pro abortista de que la mujer que voluntariamente aborta no hace
sino disponer
de su cuerpo.
Una proclamación rotunda del derecho a disponer de nuestro
prop!o
cuerpo
es afirmar demasiado. Es absolutivizar algo condicionado. En
primer _lugar, porque no somos seres absolutos por nosotros. mismos,
sino que derivamos del
Ser absoluto que nos ha insertado en el orden
que, El
mismo, ha
inscrito en su creación. Sólo
podemos disponer
den
tro del orden -moral. En segundo lugar,
nuestras relaciones
sociales nos
imponen una
serie de
deberes que nos constriñen.
La defensa de nues
tra comunidad, en últimá extremo, puede
imponernos el
sacrificio de
la
vida. Hemos visto darla generosamente
hasta la última gota de san
gre a jóvenes que la entregaron, llenos de alegria, no obstante sentir el gran sacrificio de un futuro lleno de toda clase
de promesas para ellos.
Pero,
además, en el
caso de la
embarazada que
decide abortar
hemos visto que con esa decisión no
dispone de su' cuerpo,
sino de otra
vida distinta e irrepetible aunque ella le
lleva depositada
en sus entrañas.
&ta reflexión
nos introduce al primero de los argumentos que se
aducen
para· la
legalización del aborto en ciertos casos limitados.
1.
0 ) El primero, alegado, es el peligro para la vida de la madre.
En la refen"da columna de ABC del 16 "de noviembre de 1982 [eMios:
c... refiriéndose al caso en el que peligre la vida de la
madre, el doctor
Nathanson dijo qu~ seglÍn las investigacio•
nes de
la Inmunología, la terapia se puede continuar hasta el
momento del nacimiento normal, sin peligro para la vida de
la
mlldre:..
En-Ya del 6 de enero de 1983, en la s.ec<:iún de cartás al director,
la que firma
Julio A; Gonzalo recuerda -que, hi>y1
c... es muy difícil, si no imposible, se@:ún los expertos, cer
tificar
colllo necesaiio médicamente un áhOrto para salvar la
vida de -la madre, dados loe adelantos 8.ctoales · de la medicina.
Dicho de otro modo, no
éería honrado Usai- esfts pretendidas
razories hUDlanitarias como excusas (falsaB exéueas) para
lega
lizBr, de
hecho, el
aborto>,
El propio YA, en su editoriál del dfa 9· de enero· de 1983, señala
la
fálaciá de plantear-ese
dilema
inadmisible en -la medician· de hoy.
cHemos leído y oído reitera·dámente · ]a te&i& de que entre
el
embrión: y la
mujer embarazada
hO:y que· optar
y que con-
253
Fundaci\363n Speiro
254
viene optar a favor de esta última. Así, con esta tosca simpleza
de planteamiento se intenta
solucionar una cuestión sohreme
nera
compleja. Se encierra en la frívola
tesis referida·
un
gra
vísimo
sofisma, que
si fuera esgrimido por loe profesionales
de la
medicina equivaldría
a un
insólito caso
de terotología
profesional. La medicina está hecha pura la vida, no para or ganizar
y promover positivamente la muerte. Es una profesión
sagrada,
causi sacerdotal~ definida por
el servicio a la vida y
la lucha contra la enfermedad y la muerte. Y si ese,
sofisma
de falsa elección
fuese escuchado por loe legisladores,
queda~
riamos
situados ante la posibilidad o
la probabilidad de que
la norma
jurídica. cuya
razón de ser es la defensa y el
ser
vicio
de los derechos fundamentales del hombre, se pondría
al servicio de la violación mortal legitimadá del derecho fun
damental primario del ser humano.
»Los términos
exactos de esa pretendida elección· no son
el embrión
y la mujer~ Estamos aquí una vez más ante· la es
trategia
del lenguaje engañoso. Loe
extremos· de
esa opción
no son, en realidad, dos
derechos. Son,
de un lado, la preten
sión egoísta de la mujer que se niega- a cuidar
lo que la na
to.raleza
ha depositado, en su seno de madre. Y de otro, el
derecho radical, superior, que nadie puede suprimir, del
ser
humano
concebido y no nacido. Nadie, ningún hombre, nin
gún legislador, puede con razón moral romper o permitir que
se rompa en sus primeros compases
-música esencial
desde
el primer momento- esa sinfonía personal, siempre grandiosa,
que
está encerrada
en la carga genética definida individual
mente desde el primer instante de
la concepción.
»No hay
colisión objetiva, porque hay prevalencia absoluta
del derecho del concebido. Hay, eso
sí, cho(f'Qe subjetivo
entre
un
interé~ comprensible
en ocasiones,
entre un
deseo perso
nal de la mujer gestante y una exigencia ineludible y perentoria
que todos debemos respetar: · 1a vi'da ya surgida en el seno· de
esa madre. El hombre no es
dtieño de
la vida.
Está es
algo
sagrado. Y
ninguna razón de comodidad, y mucho menos
nin·
gún
·
motivo de
placer, pueden
alzarse
eón fuerza
ética suficien
te para eliminar la contrapartida necesaria
de las
obligaciones
que a
todos impone el respeto ante
el valor supremo que la
vida encierra. El feto, desde
el primer pulso de · su vida, COns
tituye
una identidad física singular e irrepetible, epigenétiea
mente definida y prometedora. Que los juristas discutan la per
sonalidad jurídica. Médica y moralmente, el feto es ya alguien, promesa cierta ·de
uria perSOna, arranque inicial -de ]á-flor, Y,
Fundaci\363n Speiro
_ repetimos, nadi_e e.stá autorizado a suprimir esa individualidad
que nace ya en el seno maravillosamente preparado -por
·-la na
turaleza para
su total
desarrollo. Quienes propugnan la
legi
timación · del
aborto
lo que en realidad defienden es la - posibi
lidad de que
la caluros.a ,cuna materna se -convierta en fría
sepultura del ino~nte indefenso>.
2.0) Muy especialmente, e_n los casos de yiolación se_ carga el acen
to en favor
del aborto.
En
la repetida columna de
ABC. del 16 de_ noviembre de 1982 lee
mos esta respuesta.
«A la pregunta sobre si estaba a favor del aborto, tras la
violación, el
doctor Nathanson
lo consideró ilógico, pues mu
chas personas
que ahora
viven no han nacido por deseo de
s_us padres
y no se puede aplicar al ser humano la condena a
muerte>.
Y, entre las cartas al director, publicadas en YA del 6 de enero de
1983, leemos en
la firmada por Alfonso San Román Ibarrondo:
«La violación, debido a la violencia y tensión con que se
lleva a cabo, pocas veces desemboca en la formación de
una·.
nueva
vida.
Un estudio llevada a cabo en St. Paul {Minneápolis)
durante un
período de diez años, el cual cubría 3.500 casos
de _violación, reveló
céro número
de embarazos.
En otro orden
de cosas, la práctica judicial impide que el aborto sea
consi•
derado
causa de justificación,· dada la düicultad de la pmeba
y la lentitud que
co~eva cualquier próceso
de esta clase. La
sentencia de violación se
fallaxía cuando el niño ya
hubierá
nacido.
Una vez nacido, si la madre cOnsiderara al niño como
una
carga podría cederlo a uno
-de
los miles de matriminio8
españoles
que por
ser estéril
úno de loS cónyuges
o por otras
razones
desean adoptar
a
un bebé».
3.0) Los casos de malformaciones genéticas. y enfermedades here:.
ditarias, son también aducidos.
El
doctor_ Lejeune, en su citada conferencia MANIPULACIONES GBNÉ.
TICAS: Los APRENDICES DE BRUJO, abordó el tema con toda su crudeza.
c... cuando Ustedes ven Un-Jiiño gravemente enfermo y que
unas
gentes lo quieren matar porque han visto también que
está
enfermó,
es necesario
que ustedes tengan en·cuenta la to•
255
Fundaci\363n Speiro
talidad de lo que ven: es cieno que padece una enfermedad
gravé;
es espantoso,
Pero
tambiéil es verdad que es un
hom
bre. No olvido
que estoy viendo que es un hombre, y, por tanto,
no
lo mato.
:a,¡Ahí estamos! Ya no se pregunta si se va a matar a unos
niños en el vientre de
sua madres porque
padecen
una enfer
medad química o
cromosónica. De
estp todavía se habla
en los
periódicos, pero
ya no en los periódicos médicos·.
En éstos se
considera
si se debe matar o no a los
niños anormales
después
del nacimiento;· y esto
se discute
en periódicos como el
Lancet,
el periódico médico mayor del mundo.
> Y únicamente es ~id porque han perdido ese conocimiento
completo, y no tienen más · que
·.un conocimiento
truncado. Se
va a matar a vuestros hijos, si son anormales; se matará a
vuestros enfermos graves;
se matará a
vuestros padres ancia
nos.
Este es el futuro que leS proponen a ustedes; esto quizá
n~
sea
automático, pero corremos el riesgo de que
suceda>.
Ea, por lo demás, clásico el caro de los padres de Bethoven, ambos
de edad
tardía y alcohólicos, ella tuberculosa de segundo grado
y él
sifilítico, antecedentes
que hoy, según algunos, habrían condenado a
morir antes de nacer al que fue
músico genial.
Su genio irrepetible
no se habría producido, ni
tendriamos su
legado imperecedero.
Este tema de la propaganda pro abortista nos
. lleva
al de la ma
nipulación de la información y· de la desinformadón, a través del ar-:
gumento
que se esgrime, tiempo hace, del aborto clandestino y de la
desigualdad entre
aquéllas
inujeres que
pueden desplazarse a Inglaterra,
ptira abortar,
y
aquellas que
lo hacen
aquf sin garantías sanitarias.
La
falicia de las cifras
que se
dan y que ha repetido el ministro
de Sánidad,
Emest Lluch, no parece menor que en las dadas por el en
tonces ministro
de Justicia,
'Francisco Fernández Ord6nez, para ;usti
ficár
la
regulación del divorcio y que
lós hechos han
mostrado que
multiplic6 casi por treinta las cifras reales. Precisamente, la
Asociación Pro Respeto a la Vida Humana replicó
al Ministerio
de Sanidad con la siguiente nota que transcribimos del
diarlo EL Al.CAZAR del 14-de enero de 1983.
256
«Ante la insistente repetición de datos eiitadísticos falsos,
respecto
al aborto, presentados a la opinión pública en las en
trevistas celebradas en los medios de comunicación social, nos
permitimos adjuntarle los datos del Ministerio de Sanidad
es·
pañol,
para que en defensa
·de la vei-dad, sean
dados a conocer,
con
igual frecuencia
e
interés que se
dan los
falsos.
Fundaci\363n Speiro
»Mortalidad: mujeres entre los 15 y 44 años (e!Jad de pro·
erear), por todas las causas; es decir, por cáncer,. aparato cir
culatorio, enfermedades infecciosas, accidentes, etcétera, 5.671
{año 1976).
»Natalidad: en la última década en España oscila alrededor
de 600.000 nacimientos al año, con tendencia a descender.
»De estos
dos· datos, se desprende que la cifra repetida
de
.3.000 mujeres que dicen mueren eii España por aborto clan
destino, además de ser falsa es absurda, pues resultar.fa que más
.de la
mitad
de las muertes acaecidas en España se deberían
.a abortos . clandestinos, A este respecto, nos permitimos subra
yar el párrafo de la conferencia del doctor Natbanson sobre
este punto.
»Por otra parte, si la cifra de nacidos es de 600.000 y dicen
que hay de 300.000 a medio millón de
abortos clandestinos.
-resultaría que
la
mayoría de las mujeres españolas en edad
de procrear
se harían abortar. Esto, además de falso, es una
ofensa a la dignidad de la madre española y a la de cada uno
de nosotros en particular,
cuya dignidad debe ser respetada y
defendida.
>Por respeto
a la verdad y a la madre española, esperamos
que sean
desmetidas ante
bl: opinión pública estas falsedades>.
Pero esas falsificaciones de cifras cori ánimo .de mam"'pular la opi
nión no
es una novedad original española. También ocurri6 en
USA,
según
leemos
en la columna de
ABC del 16 de noviembre de 1982,
que recoge
las manifestaciones
del doctor
Nathanson, qUe, a este res
pecto,
diio que
...
c... en todos los países se abultan las cifras de los abortos
ilegal,es y de las muertes, para conseguir la legalización de esia
práctica.
»Añadió el
doctor
Nathanson que en
Norteamérica se fal
sificaron las cifras de los abortos que se producían en el
país
y si se producían al año 100.000 abortos, se decía que la cifra
era de un millón;
si habían muerto 300 mujeres a cosecuen·
cias
del
aborto; se
decía que eran
10.000>,
Compárense esas cifras con las actuales en USA, reales allf cuando
:se
implant6
el aborto.
«El _dortor-Nathanson afirmó que en EBtados Unidos, anual
mente,
se
producen uil-.millón y, medio de abortos, de los que
257
Fundaci\363n Speiro
el precio por cada caso es de 300 dólares; lo que suponen
anualmente una media de
500 millones de dólares, y, a su vez,
de esta cifra,
un_ 90 por 100 va a parar a beneficio de los mé
dicos que lo practicaron».
Por otra parte, como hace notar el catedrátiéo de derecho civil de
la Universidad de Zaragoza,
Gabriel García Cantero, en su carta al
director, aparecida en
ABC del 23 de abril de 1982:
«No es · cierto que la despenalización del aborto sea la me
jor forma de
luchar contra
el aborto
clandestino. Por
el con
trario, en países como Francia e Inglaterra se
ha podido com
probar que subsiste con cifras similares al período anterior a la despenalización.
»Ninguna ley
moderna sobre el aborto se concibe como una
defensa de la intimidad de la pareja; antes bien, el legislador
atribuye a la madre sola la facultad de decidir sobre la vida o la muerte del
ser que
lleva en sus entrañas, sin que el padre
tenga casi nunca una intervención decisiva».
Además la solución de legalizar el aborto _porque se practica ilegal
mente, suscita
esta pregunta que, en su referida carta formula el pro
fesor
Garcia Cantero:
«El legislador; ¿ debe plegarse al _ implacable imperio de los
hechos o tratar de instaurar el imperio
de la justicia?>.
Y tras de ella los comentarios como el siguiente que hace el midico
1'-fánuel Macho San Millán, en · su carta al director de ABC aparecida
el
23 de
abril de 1982.
«No lo entiendo. Pero si esto es lo correcto y eficaz, de
bemos pensar que si el Gobierno no
es capaz
de evitar los
trescientos mil atracos a
mano armada (desde
el terrorista im
puesto revolucionario y los no menos terrorista de escopeta
recortada, hasta
llegar a loS jóvenes
navajeros), no le cabrá
Qtra salida
al Gobierno que la de despenalizar el robo a mano
añruulo.
Y además, áe querer salvaguardar la igualdad de oportunidades,
c;4/,ría proveer,
con ·cargo a la_
segUridad social;. de
un material de ar-
25~
Fundaci\363n Speiro
mamento más sofisticado a los atracadores,- menos bien dotados, y, a
cargo del Ministerio de
Educaci6n, de
la instrucCión adecuada a
los
atracadores novatos o meramente aficionados para· elevarlos al mismo
nivel
de
los· profesionales
expertos.
El
fin de todo esto lo expone Miguel Rivilla San Martín en su
carta al director aparecida en
YA del 6 de enero de 1983:
cMe da la impresión que se está de nuevo organizando en
nuestra España la llamada ceremonia de la confusión en torno
al tema del aborto como anteriomente pasó sobre el tema di·
vorcista.
»A juzgar por la insistencia y persistencia _co:r;t _que_ algunos
medios
de comunicación social vienen prestando solapada
y
hasta descaradamente argumentos "pseudocientíficos" en favor
del aborto me hace pensar en
una campaña hábilmente orques
tada, tendente a ir progresivamente
"comiendo el coco" a los
"retrasados" españolitos.
La finalidad que se proponen con esto
los nuevos
"pontífices
irúalihles" (la
autoridad
papal para estos
tales está
demodé} es lograr la legalización del aborto_ o, como
ahora
se dice ~on un boni~ eufemismo, la interrupción volun
taria del embarazo, del cual tantos
y tan estupendos frutos se
esper~.
Esa evidencia le suscita, entre otras, las siguientes preguntas:
e-Si la vida humana no supone un valor absoluto e intan
gible para
todos,
¿sobre qué
valores piensan
usted~s funda
mentar
la nueva ~o~iedad-española?
:.-¿ Quién es para ustedes_ que hablan tanto de derechos hu
mano~ el ser humano más indefenso e inocente?
:>-¿En qué
casos
y con qué auti;tridad se puede justüicar
la
muerte
de un inocente?
»-Si las .madres "tienen el derecho a
su propio cuerpo y
hacer con él lo que quieran", ¿acaso equiparan ustedes el ser
concebido
a una mera verruga, sabañón o forúnculo del cuerpo
de
la
madre?
>-l Me quieren explicar por qué los pro abortistas se con
sideran y
alardean
siempre de progresistas, cultos, desarrollados,
y l9s que defendemos el derecho a la vida nos tachan de re•
trógados, incultos
y poco desarrollados?
»-l Conocen lo que _afirma y ha demostrado la ciencia so
bre el inicio
y valoración
de la vida
en. el
seno materno al ser
fecundado el óvulo femenino?
259
Fundaci\363n Speiro
:>-¿Me podrían explicar por qué la mujer que aborta es
más libre que la mujer que apuesta por la vida del fruto de
811 vientre a pesar de las circuntancias adversas previstas?>.
Esta manipualci6n para preparar el colchón al proyeclo del PSOE
se hizo patente en T elevisi6n Española, la noche del jueves 13 de enero.
YA, en
su editorlal del 16 de enero de 1983, con el título "TERRIBLE
PESADILLA",
lo comenta.
260
e.Tuvo aires de funeral colectivo. Tono, colores, encuadres,
evasión de rostros, acento de voces en
susun-o, todo contribuyó
al
ambiente de pesadilla que caracterizó al programa,
dese41ll:·
librador, que la Televisión Española dedicó el pasado jueves
al aborto. Dejemos a un lado el entremés que le precedió,
con notoria sinfonía de fondo, acerca de los homosexuales.
Pertenece al esquema programado. En un espacio dedicado a
la muerte clínicamente
organizada, todo
tenía que
téner la
resonancia
fúnebre matizada por la conciencia
de que allí se
trataba
de algo
qu~ aunque legalmente se practique, choca
terriblemente con el sentido
más elemental
del respeto a la
vida humana.
>Presentó el
programa a las mujeres, casadas y solteras, que
acuden a Londres -paraíso, por lo visto, de los nuevos cam•
pos de concentración- para liberarse del embarazo. ¿Por qué
no fueron traídas
al programa otras mujeres, casadas o solte
ras, que
saben superar las dificultades y respetan
el depósito
de
la vida concebida en su seno, dando muestras unas y
otras
de
indudable y meritoria
altura moral?
Sin este contraste, el
programa resultó, por fuerza, parcial.
> Vimos el instrumental, tecnológicamente perfecto, de la
muerte del concebido, la asepsia de la sala de
operaciones, el
alicatado
colorista de las estancias, las esperas de las madres
-y de los pacientes-. ¿Por qué los directores del programa no
exhibieron los cubos de
los "desperdicios"
humanos, el
es
pectáculo horrendo de los seres -tres y cuatro meses de
ges-
tación--
arrancados
de las entrañas maternas y tirados como
trapos al suelo? Habría sido más elocuente el tratamiento del
tema. Por eso el programa resultó nuevamente desequilibrado.
»Sólo aparecieron
mujeres abortistas con sus motivaciones
subjetivas, y
no entramos ahora en otras calificaciones y ·con
sus sensaciones
anteriores y posteriores al aborto. ¿ Por
qué
los
responsables del
programa no
trajeron ante las
pantallas
el
testimonio del remordimiento, las huellas terribles que la
Fundaci\363n Speiro
cicatriz moral del aborto ha dejado en no pocas abortistas?
Habrían aportado esos dirigentes un dato capital del problema.
También por aquí hay que concluir que
la exposición fue in
suficiente.
>En la emisión sólo se oyeron las razones -sinrazones
de quienes rechazan la sagrada carga del nuevo hijo. Les faltó
imaginación a los
rectores del programa.
¿Por qué no inten
taron captar el mensaje de esos millones
de seres que mueren
sin voz, desasititidos e indefensos?_ Sólo oímos expresiones he
rodianas. No pudimos oír
ni siquiera los lamentos de las ma•
dres cuyos· hijos inocentes mueren en estas matanzas del
egoís
mo
moderno, legalmente cubierto por
una legislación
monstruosa.
»El programa
no puede eludir la merecida
calüaciión ob
jetiva
de espacio manipulado. El propio locutor dio al final
en la diana. Habló de "terrible pesadilla". Así es. Con
la pe·
sadilla
de la demencia colectiva que organiza asesinatos en
masa terriblemente
cualüicados.
:,La
última
escena fue concluyente: niños
correteando ale
gres
bajo el sol, entre jardines, con
sus padres. ¿ Qué fue de
quienes
perecieron en
un fin de semana? ¿Por qué no corren,
juegan, sienten la caricia luminosa del sol, el aroma multicolor
de los jardines, la compañía amorosa y entregada de quienes
no quisieron acogerlos? Hacemos la pregunta porque el locu
tor, aunque pudo hacerla, no la
hizo>.
IIJ. DESINFORMACIÓN Y FALTA DE INFORMACIÓN.
lnformaci6n deformante, desinformaci6n, mentira organ"izada, destruc
ción de la memoria,
son denominaciones expresivas de /O que hoy está
ocurriendo en el dominio de los
mass media, allá y acá del tel6n de
acero.
El fenómeno
más antiguo y elemental es LA MENTIRA POLÍTICA, de
nominación que figura como título
del artículo de Gonzalo Fernández
de la Mora
aparecido en tercera plana de ABC del 5 de agosto de 1982.
«La defensa de la mentira política la asumió Maquiavelo:
"El que
mejor supo obrar como la zorra tuvo más éxito. Es
necesario disfrazarse y ser un gran -simulador y disimulador.
Los
hombres son
tan simples y están tan
sujetos a
las necesi
dades del momento que el engañador
e:ncontrará siempre
gente
que se dejará
engañai". Maquiavelo
no pensaba en las nor
mas, sino
- en los hechos y, además, no -pensaba en el bien co-
261
Fundaci\363n Speiro
m~ sino en la técnica de conquistar y conServar el Poder.
Desde entonces se
ha convertido en tópico que la política in
terior y, especialmente, la exterior son inseparables de la men
tira. Y, por desgracia,
es así.
:>Aduciré algún
ejemplo cercano.
Acerca de
nuestro síndro
me tóxico, el órgano del Partido Comunista soviético,
Pravda,
bajo el titular "La enfermedad de los legionarios", publicaba el 27 de
máyo de
1981 la siguiente noticia: "La epidemia ha
comenzado desde hace tres semanas
en...-Torrejón
de Ardoz, y
se debe
al escape de nn virus misterioso de la base militar
norteamericana ubicada en ese lugar
y en la fJ(Je se almacenan
armas biológicas". El 2 de junio, bajo el título
¿Fabricado
en los Estados Unidos?_, se transmitía el siguiente telegrama de
Madrid:
"Aquí drcula la_
versión de que la causa de esta pe·
ligrosa epidemia ha sido el escape de un
virus de la base mi
litar
norteamericana situada en Torrejón de Ardoz, que alma
cena armas bacteriológicas". Y el día
13 el
diario insistía:
"En
España está tomando
cuerpo la opinión de que la epidemia
se debe al escape de un virus de
la base miltar que almacena
armas bacteriológicas norteamericanas". Y, después, silencio; los
lectores del rotativo socialista ya estaban suficientemente in
formados),
Y advierte al autor:
262
el.a mentira política podrá ser una recta eficaz para llegar
al Poder y para mantenerse en él, y es comprensible que un
ambicioso
integral y sin ética practique si-stemáticamente el en
gaño. Basta aquí tenía razón el florentino consejero de prínci
pes. Lo escandaloso e inadmisible es que los gobernados se
resignen dócilm:ente a ser engañados por sus gobernantes.
>En todo régimen democrático, sea orgánico o inorgánico,
la gente es llamada con cierta periodicidad a votar
sobre-pro
gramas
y personas. Para pronunciarse acerca de la cuestión es
preciso
conocer sus
veraderos términos. Si los datos están tru
cados, la resolución será errónea.
Es obvio que si, por ejem
plo, nuestro pueblo
hubiese tenido
la
misma información
que
el ruso sobre el síndrome
tóxico, lo que hubiera votado no
sería la retirada de los aceites nocivos, sino el
desmantelamien
to
de las bases estadounidenses. La primera condición de la
démoéracia es
la información
exacta sobre
los hechos. Y la
segunda condición
es la veracidad en la
declaración de in-
Fundaci\363n Speiro
tenciones de los candidatos, porque cuando éstos mienten su
elección se tranforma en
un
puro fraude, y
el sistema, en sar
cástica
ficción>.
Con esta mentalidad y no admitiendo que exista verdad, sino tan
sólo
la relatividad del devenir, resulta normal que, el arma de la men
tira política sea
utilfzada para
conseguir el dominio mundial. Con el
título
¿QUÉ ES LADRAR?, Luis María Ansón, en tercera plana de ABC
dei 23 de octubre de 1982, enfoca su empleo actual por la URSS.
cUna de las batallas más sutiles que se libran desde hace
varias
décadas en
la guerra por la supremacía mundial es la
semántica. La Unión Soviética ha organizado muy bien sus
peones en este terreno y bate a los Estados. Unidos
de América
en la mayor parte del mundo.
>Los partidos
comunistas de las naciones occidentales se
presentan _ como democráticos,. se titulan progresistas y se en cuadran en
la lucha por la libertad de ex.presión. Rara vez se
les recuerda que allí donde · gobiernan no hay democracia, sino
totalitarismo. Tiene
la Unión Soviética una
admirable habilidad
para
desprenderse de los hárapos de su política y simular
liebres donde sólo hay gatos encerrados. Es evidente
que el
comunismo en el Poder extirpa hasta la raíz la libertad de ex.·
presión
e impone
la más implacable, la más intolerante dicta
dura. Pero
en Occidente los partidos soviéticos se alzan muchas
veces como definidores de la democracia
Y se
permiten otorgar
credenciaies en este sentido, sin
que sn
cinismo
séa denunciado
por
los que,
teniendo ojos, parecen no
ver».
Se llega al punto de que ...
cSer progresista, y ello no sólo en Iberoamérica sino tam
bién en Estados
Unidos, consiste,
entre otras
cosas, en
defen•
der
las posiciones
internacionales que convienen
á la Unión
Soviética.
Los periodistas
o los políticos
qile no se sometan
a
este
yugo recibirán las cocea · de la quinta pluma y serán cali
ficados
de fascistas
O reaccionarios por los estafadores de la
opinión
público.
De esa manipucilción de las noticias, en batalla semántica -tema
respecto del cual recomendamos el recientemente aperecido libro de
nuest_ro amigo·
Rafael Gambra, EL LENGUAJE Y LOS MITOS (Madrid, Speiro
1982), impresionante y revelador-, pone Ansón algunos ejemplos:
263
Fundaci\363n Speiro
264
c:La prensa, la radio y la televisión de todo el mundo ere•
pitaban
diariamente con la
presencia .norteamericana en Viet•
nam.
Nadie dedica ahora una linea o una palabra a la brutal
tiranía que
soportan los vietnamitas
y a la estrategia rusa para
despotizar el país entrañable del
''Kim van Kieu".
>En la oscura batalla semántica se ha conseguido dar la
sensación, por ejemplo, de
que El Salvador ·gime bajo una
dictadura combatida por la guerrilla . amante de la libertad,
cuando en muchos aspectos es todo lo contrario. -La realidad
del pequeño país centroamericano
se deforma
día a
día con
espacios desproporcionados en los medios de comunicación SO·
cial de Occidente. Apenas se habla, en cambio, de la encarni
zada invasión de Camboya por. las fuerzu armadas soviétieo
vietnamitas».
cTal
vez el éxito más grande de
Rll8ia en la
batalla
semán·
tica se
encuentra
en el Oriente Medio.. Los
israelíes no eon
unos
angelitos y sobre
sus espaldas
agobia la carga de
alguna&
atrocidades, per0 presentar
a los activistas de la OLP como
tiernos corderos, como víctimas
propiciatorias de
la ferocidad
judía, es una auténtica pirueta de
circo. Arafat y sus soldados
han
pisoteado
la libertad y la independencia del Líbano du~
rante
varios
años, han utilizado el terrorismo salvaje como
arma habitual y han ayudado descaradamente a otros
moví·
mientos
del
mismo signo, se llamen
Ira, Eta, Baader Meinhof.
Brigadas Rojas, corsos o
armenios,
> Un gigantesco coro perfectamente orquestado entona, en
favor
de las organizaciones subversivas y la política
soviétic~
la
música semántica que más les conviene, Y
así se
manejan
vocablos como
pacifismo, energía
nuclear o
corrupción. Y así
se
llama ejércitos de liberación a
los comandos
armados;
mi
licias populares, a
bandas de terroristas; ejecución, al asesina
to; denuncia, a la calumnia; libertad de expresión, a la impuni
dad.
Así se
calificará de ultraderechista al mercenario del
te•
rrorismo
Ali Agca, encargado de asesinar al Papa por
tina turbia
·organización
interriacional, alarmada
ante la Polonia católica
que
se alzó,
por
fin, contra
la tiranía.
>Resulta lógico que la Unión Soviética dedique sus mejores
esfuerzos a la batalla semántica. La realidad de los países
co
munistas es impresentable.
Las naciones occidentales tienen
mu·
chos
defectos, pero el comunismo quedaría fuera de
· j~ego con
el
simple cono.cimiento, por parte del ciudadano del
Oeste, de
ló que en realidad ocurre en el Este. Sólo con la deformación
Fundaci\363n Speiro
de ambas realidades se puede conseguir un cierto equilibrio.
Por eso
Rusia sabe que esta batalla
es capital
para
sus 8.spi·
raciones>.
Y el 12 de diciembre de 1982, en YA, con el título LA DESINFOR
MACIÓN, el mismo Luis María Ansón pone un ejemplo concreto . de quin
ta pluma
al servicio de la "desinformatsia".
cEn nombre de la libertad de
ex.presión, el tribunal francés
de la Seguridad
del Estado ha condenado a cinco años de cár
cel
al periodista
Pierre-Charles Pathé. Se le acusaba de desin•
formar sistemáticamente
en loa
medios de comunicación de la
nación gala
al servicio del KGB. Por vez primera, la quinta
pluma ha sido detectada, juzgada y condenada.
>La dezinformatsia consiste en conquistar por el soborno,
la amenaza o el halago a profesionales
del periodismo
y
co•
locarlos
al servicio de la
Unión Soviética en la prensa, la ra
dio,
la televisión
y las agencias de noticias. -La finalidad de
esta operación, según la seguridad francesa, ea desacreditar a
personas
particualres, instituciones
o gobiernos cuya línea per
judique a la política
soviética en
el mundo».
«Pierre-Charles Pathé., tras
unos pinitos literarios, fundó un
boletín informativo en 1961. No estaba
destip.ado a
la gran venta,
sino a servir de base noticiosa y orientativa en diarios y
emi
soras.
Un agente del KGB, Eduardo
lakov-lev, entró
en contacto
con
el periodista. El entendimiento se produjo pronto. La ceaja
negra>
del ··KGB comenzó
a suministrar regularmente, según se
ha comprobado en la sentencia
judicial, cantidades
de dinero
para mitigar
las pérdidas del boletín.
>Pierre-Charles Pathé,
ayo.dado regnlarmente por
sus com
pañeros
de la quinta pluma, haría una excelente carrera perio
dística. Con el seudónimo de "Charles Morand", sus artículos
se abren camino
en importantes semanarios y publicaciones. Se
le entrevista a menudo en televisión y
radfo. Participa
en
co·
loquios
y programas de opinión en la pequeña pantalla. Su
influencia crece.
lakovlev', su
contacto se va.
Le sustituye Yuri
Borissov~ un
sosias de
"Carlos", el
terrorista. Por primera vez,
Pathé, además de ayuda y orientaciones, recibe originales
con
cretos que debe-publicar o hacer que se publiquen.
>En sos contactos cori los
agentes del KGB,
el periodista no
sólo acepta instrocciones, sino · ·que prOporciona información
so•
bre la verdadera actitud de numerosos profesionales y políticos.
265
Fundaci\363n Speiro
En 1976 lanza un nuevo boletín confidencial: Síntesis, 41 diarios,
299
dip1,1tados, 139
senadores
y 14 embajadas constituyen todos
sus abonados.
La desinformación prosigue. La quinta pluma se
extiende.
»Pero la
investigación· sobre las actividades de lgor
Kuznet
sov,
un diplomático soviético en la UNESCO, permite a los
servicios de seguridad franceses detectar un encuentro clandes
tino
entre éste
y el periodista. La policía les detiene. El primero
se acoge
a la inmunidad. diplomática. El segundo comparece
ante loe tribunales, donde confiesa que ha estado veinte años
al servicio de la Unión Soviética, con
éxito para
influir en la
gran prensa y filtrar a través de ella las operaciones de desis
form.ación que le eran encargadas,_ También trabajó en la redac ción de
fichas biográficas
de periodistas que, por una u otra
razón, podían ser susceptibles de atracción por parte de la URSS.
>El Tribunal
de la Seguridad del Estado,
tras recordar
que
Francia ha inscrito en su
· Constitución
el principio de la libertad
de
expresión, ha dictado una sentencia que coloca entre rejas,
durante cinco años, a un periodista y que no será largamente
debatida. La quinta pluma
está ya
actuando en todo el mundo
occidental para impedir que
se· hable
de algo que, como el libro
The spike, del periodista liberal Arnaud de Borchgrave, la
desenmascara y erosiona>.
La manipulación de8informadora no se circunscribe a la informa
ción actual
y al lenguaje con que se expresa, alcanza también la narra
ción de
la historia.
Ahi la emplea uno de los sedicentes historiadores
que
'tiene el
monopolio de los libros de texto de historia del pasado y
actual siglo en centros de
enstiñanza medJ'a, Un historz'ador, que
no
puede ser tachado de tradicionalista, como
Femando Díaz Plaja, lo ha
denunciado en la tercera plana de
ABC del 21 de noviembre de 1982,
con el
título interrogante ¿Así SE ESCRIBE LA msTORIA? De este ar
tículo recortamos:
266
c... Me refiero al catedrático M. Tuñón de Lara, que dirige
(y en este caso
adem.WI colabora},
en la
Historia dé España, que
edita H1STRORIA 16 en cuadernos mensuales, Acaba de salir el
correspondiente a
Lrz caída del Rey. De la quiebra de la Res
tauración
·a la
Repúhlica:(1917-1936) y
·que me
he
8pr'"esurado a
leer
eoil ·el mismo afán qile los
diez
tomos anteriores,
afán que
se
ha coriVertido en preocupación ante el tono con que se des
criben unos
hechos muy presentes. en quienes nos hemos aso
mado profesionalmente a los Orígenes de nuestra España
actu.ab.
Fundaci\363n Speiro
Y comenta:
Es cierto que Tuñón de Lara ha afirmado varias veces pú
blicamente
que
el historiador imparcial no existe y que a,· des
de
luego, no lo es. Es evidente
que un historiador tiene el
mismo derecho
a tener unas
ideas politiras que un Ingeniero
de
Caminos. pero
la diferencia estriba en
que en la obra de
este último
sus convicciones no le llevarán nunca a desviar un
pilar a la derecha o a la izquierda sabiendo que esto compro·
metería la estabilidad de un puente, mientras que el profesor
aleja al lector de la verdad cuando emplea, según le convenga,
ejecución o asesinato, crimen o lógica
reacción,.
En esta materia, con miras de revolución cultural en aras al pre
conizado cambio
social, se
pretende llegar a
LA DESTRUCCIÓN DE LA
MEMORIA, titulo de un artículo firmado _por Juan del Agua en tercera
plan de ABC del 25 de octubre de 1982.
«Creo que una reciente publicación francesa sobre el futuro
de su
patrimonio, patrocinada
por el Ministerio de Cultura
galo,
Pour une nouvelle politique du patrimoine, debería ser
objeto
de
reflexión por
parte de la opinión pública española,
ya
(flle las concepciones que se exponen en ella podrían impor•
tal'se con mayor rapidez que buen juicio. En estas líneas voy
a ocuparme de algunos aspectos de su contenido, porque
repre-
sentan ciei.-tas proposiciones
sobre la herencia cultural que po
nen en peligro la· pervivencia de
nuestra memoria histórica
y
co:ó. ella nuestra capacidad de innOvación y de proyectarnos en
el
fúturo, j,ués, sin
ideas claras sobre
nuestras· raíces y sin saber
bien
quién -somos como pueblo, mal podemos preténder ir a al
guna parte.
- ,Para ·el aritor de Elste infórme, Mai Querrien,
el patrimo
nio cultural tiene
"que convertirse
en un
instrumeD.to de
la lucha
de
clases, es decir', digámoslo sin ambages, en nil · ad.ele de la
discordia social.
"Se trata
-dice- de movilizar el patrimonio
como agente provoéador ..
· para
que
n·os libere
de los
'falsos
prestigios
de un pasado que ha sido erigido
comO referencia
absoluta...
y acabar con la dominación de una sociedad clasista
que se ha
servido abundá.nte, aunque
a
Veces inconscientemen•
t~ del
arma enltural". La utilización del patrminio como arma
contundent~ ciertain.énte no
es nuéva: reaparece siempre a cada
nueva invasión
de los bárbaro8. Acusar
a los demás de nuestros
propios designios, para asi encubrirlos mejor, tampoco es una
llovedad. · El
cinismo y la mala fe
son· easj tan
viej·os como
el
267
Fundaci\363n Speiro
hombre. Digo casi, porque son actitudes pai'asitarias, patológicas,
que
sólo viven y
se entienden
desde la normalidad y la salud,
que son, por consiguiente, previas. En cuanto al hecho de de
clarar
falsos prestigios al conjunto de experiencias espirituales
y
artísticas, que
constituyen la
mismísima trama
de la
textura
del
hombre
-lo que denominBJUos, precisamente, la cultura-.
una
textura radicalmente
abierta a la innovación (por eso
el pa
sado humano es plural y tiene diversas trayectorias), y querer
luego utilizar
lo que es fu.ente de vida como instrumento de
guerra, es una proposición simplemente
delirant~ cuya
consis
tencia dejo a la reflexión del lector.
:>Lo grave de
una estolidez, sin embargo, son las incidencias
sociales
que puede
traer su repetición constante. La confusión
mental es muy contagiosa, pero, sobre todo,
sus consecuencias
suelen ser
gravísimas. Así, la monótona e insistente desvalori
ción del pasado, su falseamiento o suplantación constituye uno
de los más
crueles despojos
que se cometen con el hombre con
temporáneo, pues el pasado, esto es,
la historia concreta de cada
pueblo -que no es ninguna
"referencia absoluta"
- es la
sus
tancia
de la identidad de las personas, aquello de que se nutre
su memoria, condición ésta de la innovación creadora y, por
tanto, de la continuidad de
la aventura humana. Por el contra
rio, un
hombre con una
conciencia mortecina o confosa de su
identidad es un ser envilecido y degradado, un títere mal pin
tado que se puede doblegar a todos los
caprichos y con el que
se pueden saciar
todos los resentimientos. Ejemplo de esto es
esta perla del mencionado informe:
"Hay que acabar con
el
dominio del buen
gusto y
de las bellas
artes". Es
decir, no con
lo falso, lo cursi, lo
sucio~ lo roín, lo
feo, sino con el estilo, la
belleza, la personalidad, el donaire. Un
ilustre· francés,
Buffon,
escribió
hace algo
más de_· dos siglos:
"El estilo es el hombre"',
pero el autor del informe debe considerarle como a "un opresor
clasista y elitista", como
a· un enemigo ·de la Humanidad,.
El peligro de esa desmemorización y de la concurrente corrupción
del lenguaje es puesto
cltiramente en
evidencia:
268
«Este hecho de la profusión de incoherencias mentales en
nuestro tiempo me
parece uno
de los peligros más graves de
nuestros días. Su origen está, probablemente, en la corrupción del lenguaje.
Se pronuncian tantas palabras· en vano y con pro
pósitos tan dispares· que,
poco a
poco, han ido perdiendo su
significado· y hoy ya no son más qne la sombra ·de sí mismas
Fundaci\363n Speiro
errando en un mundo de alucinación. Ya no alumbran la rea
lidad
que pretenden
evocar. De ahí. el
aspecto fantasmagórico,
irreal,
absurdo, de tantos
gestos, actos
y declaraciones, la in
consistencia de tantas cosas y de
tantas vidas>,
Y termina el articulo:
c... El informe de que he hablado, en cambio, no tiene que
ver ni con la civilización ni con la cultura. Pues al propugnar
solapadamente la destrucción de la memoria histórica, fuente,
repito,
de la imaginación innovadora, condición ésta de la su•
pervivencia
del
hombre,
ataea las
condiciones mismas de la
vida, mostrando así su carácter aberrante, patológico, intole,
rable. Contra este y otros ejemplos similares,
vengan de
donde
vengan, ya que los errores de los unos no constitnyen la razón de los otros, tenemos - que oponer
la más enérgica resistencia.
Sólo la decisión de oponernos
al envilecimiento y de vivir se
gún
las
normas del juicio y de la civilidad nos dejará abierta
la puerta del pol'Venir, esto es, la posibilidad de continuar la
trayectoria histórica de nuestro pueblo, Olvidarlo sería literal•
mente suicida ...
>,
Frente a la desinformación y falta de memoria histórica, el remedio
es info,rmar blen y
refrescar esa memoria. Esto
ha hecho, e;emplarmen
te, nuestro
;oven amigo
Miguel Ayuso en la carta al director de Y A,
aparecida en este diario del 2 de enero de 1983. carta que tenemoa el
gusto de reproducir íntegramente.
«Me he sentido reconfortado de que, gracias al diario de su
digria dirección, un título tan bonito
en resonancias como
El
maquiavelismo degollado haya saltado de las bibliotecas .emditas
a
las páginas de los
periódicos.
>El
mérito,
y por ello el agradecimiento, corresponde a don
Ricardo
de la Cierva, que lo ha dado a la estampa en cabeza
de una de sus habituales columnas. No
ea frecuente,
por desgra
cia, ver referidas en la prensa obras tan viejas e
importantes
como
la que el jesuita franco-comtés, y por
lo mismo españoU
simo,. Claudio
Clemente,
es~bi0 en
latín, en 1628, y después
vertió en verbo castellano en
1~37, con
el
título largo, según
los gustos de la época, de El maquiavelismo degollado por la
christiana sabiduría de España y ele Austria.
>Libro excepcional por muchos eoneepto_s, merecedor de fi
gurar
ante el elenco de los antimaqniavelistas españoles -Riha
deneyra, Mariana, Márquez, etc.-,
pero- poco conocido . Y· menos
aún
estudiado.
169
Fundaci\363n Speiro
270
:>Quizá por eso, y durante muchos tien:ipo, ha sido descono
cido hasta su autor, creyéndose que Claudio Clemente era un
ps:eudónimo ~jo el que se escondía la personalidad del tam
bién jesuita padre Nieremberg.
Así, a
título de ejemplo, hace
Melchor Ferrer, en
el primer tomo de su. por otra parte, mag
nifica Historia del tradicionalismo español.
:>Precisamente a esta circunstancia alude el articulista de Y A..
profesor ~e la Cierva, señaland,o haber oído del descubrimiento
de la verdadera
existencia del
padre Clemente. Y esto es lo que
extraña a
quien
firma estas
lineas. Pues este hecho, del que
ha tenido noticia, al parecer auditiva, recientemente don Ricar do de
la Cierva, no reviste en absoluto caracteres de novedad.
Y me veo obligado a señalarlo en recuerdo de un querido maes
tro que duerme el sueño de la paz, pero cuyo magisterio per
manece vivo: el profesor Francisco Elíaa de Tejada, sabio en
tre los sabios
y piadoso erudito de los libros que engendró la
cristiana sabiduría
española.
> Ya en el año 39, en el primer cuaderno de una colección
de
clásicos políticos
españoles, dedicado a Gerónimo Castillo de
Bovadilla, hace mención, incidentalmente, y prometiendo poste
rior consideración, del
Maquiavalismus jugullatus. Cumplió su
promesa
el ilustre catedrático y nos dejó unas interesantes pin
celadas sobre Clemente en
su magnífico libro El Franco-Conda
do hispánico, cuya segunda edición, de 1975, está aún en cir
culación. A este último remito al distinguido profesor De la
Cierva
si quiere profundizar en el conocimiento ·de uno de los
libros
Dlás agresivos
y sañudos que en la polémica contra Ma
quiavelo
se hayan escrito.
A las razones teológicas añade las
realídades
vividas, esgrimiendo
para tal fin la poderosa existen
cia de la monarquía católica como refutación adecuada del error
enemigo.
>Nadie negará la actualidad y vigencia de una tal polémica.
Rihadeneyra,
frecuentement~ se
dirigía a
los "ministros
de Sa
tanás", a los
"políticos", y,
al decir "políticos", cargaba el acento
sobre una pluralidad
de escritores que querían hacer política
pura, sin moral y _sin religión. Mu.cho me -temo que no es un
error totalmente
ausente de
nuestros días el que
co~atieron
nuestros clásicos. El
Estado laicista, contrario a
la unidad ca
tólica de las Españas defendida por Clemente, tiene alguna parte
en lo
qne decimos.
>Es prohá.hle qo.e don Ricardo de la Cierva, historiador de
profesión,
conozca lo que sin pretensión - alguna le señalo. Es
igual, porque la
finalidad de
este joven estudiante de. Derecho
Fundaci\363n Speiro
se encam~na hacia otras direccio:qes.. Va por_ el homenaje a un
querido
maestro
contemporáneo .
al que no se ha hecho justicia
conforme con .
sus pi.ere cimientos. Homenaje que dejo en sus
manos
invocando
su generosidad ... ).
IV. LA. AUTODEFENSA,
U nas recientes palabras del empresario vasco Luis Olarra han dado
lugar
a que
los políticos y la prensa de la situaci6n se hayan rasgado
las vestiduras. Los gobernantes que no alcanzan a ·proteger a los súb
ditos,
invocan
un pretendido monopolio estatal del
empleo de la _fuerza.
El Estado
exige los impuestos, pero,
a pesar de que no protege eficaz
mente a los
contribuyentes de
atracos y secuestros ni del
cobro median
te
amenazas del
denominado
impl!.esto revolucionario:
no quiere admitir
que estos empresarios amenazados se organicen para su autodefensa. Se trata de una muestra más del constante engorde del moderno
Leviatan y de la progresiva· expansi6n de sus competencias a todas las
relaciones de
la vida,
ahongando las
libertades civiles.
En 1910, el gran jurista caialán Joan Ma.rtí i Miralles, en su es
tudio
Spoliatus ante omnia restituendus, décfa refiriéndose a la materia
posesorias:.
tros
tiempos en el criterio de poner obstáculos a la
legítima ac
tuación
de la libertad individual en la
esfera del
Derecho civil.
En
ninguna otra
legislación se ha atribuido a la autoridad po
lítica tan ancho campo de jurisdicción en esta
clasé de cOnflic
tos.
Y este culto indebido a la representación del Estado, que
tan
desmesuradamellte ha
ensanchado los línderós de su
compe
tencia
en los conflictOs
posesori~s, como se~ela o
derivación
específica que es de
_la est_at:alotria predominante en la genera
ridad de los principios políticos hoy
eµtronizados, debe
com
batirse, a
mi entender, sin descanso ni tregu~, hasta encerrar
dentro de
los linderos.
que señala la filosofía jurídica a la
ju
risdicci~n
de
la
a-utoridad pública
en términos que jamás pue
da venir a cercenar,
ni tan _siquiera a constreñir los fueros de
la privada, en
_lo tocante
a
la defensa le_gítima de los derechos
y de los bienea>.
El citado Luis Olarra ha planteado la situaci6n actual de los em
presarios
con el
Pais V asco, en
su
artíi:ulo Los SUPLANTADORES DEL
ESTADO aparecido en ABC del ·10 de diciembre de 1983.
cNormalmente, el empresario .no se ve obligado a conside•
rar otros problemas que los económicos. No se le
puede obli-
271
Fundaci\363n Speiro
gar al empres_ario a que asuma otro riesgo que el económico,
puesto
que éste es
el
que, dentro de un sistema competitivo y
abierto, aporta la cobertura moral y la justificación ética a los
beneficios obtenidos
en el ejercicio
de su actividad. A partir de
ahí, cualquier pretensión de que el empresario tome como pro
pios
y naturales de su menester riesgos düerentes es algo, cuan
do
menos, impropio y muy
posiblemente
ilegítimo.
>Los
empresarios vascos compartimos
con los
demás empre
sarios españoles los problemas y vicisitudes de la crisis, peto a
los empresarios vascos nos afecta un orden añadido
de proble
mas que nada tienen
que ver con la economía, a no ser que la
del terrorismo
sea>.
Y concluye:
El argumento, pues, de que no se debe suplantar al Es
tado en la lucha o en la resistencia al terrorismo que no nos lo
apliquen
ni dirijan a quienes estamos dispuestos a proveernos
de
las condiciones suficientes de
seguridad personal
con el re•
curso
a la legítima
defensa, proporcionada
siempre a la escala
y
a las caraéterísticas de la agresión de que, somos objeto por
la
mafia etarra •.. >.
¡Qué más decir., .1
• • •
Como resumen de estos recortes, concluiremos con el terto de un
recuadro
firmado por Juan Pablo D'Ors, aparecido en primera plana
de
EL ALCAZAR del 2; de enero de l 983.
272
cSon muchos
los que no han advertido, tras el triunfo elec
toral socialista, en
España, que '1o socialista"
tiene siempre un
sentido de totalidad, un alcance a todas las esferas del pensa miento y de la conducta. Por consiguiente, es inútil querer contestar a
'1o socialista"
con defensas parciales.
· Se
trata de
un fenómeno cultur_al general, al que
flÓlo se
puede responder
con otro fenómeno
cultural diferente;
:.Con la llegada del socialismo al poder, no es que haya
llegado
un "partido
político", sino una
"vida política".
Una
vida en la que la salvación de las. almas no cuenta>.
cHace medio siglo, Eugenio
d'Ors, mi padre, escribió: "Cuan
do,. en
la aldea, se ha pas&do la jornada entera sin oír las
campanas,·
florecen a todo lo
largo· de
la
noche, las
flores
mal~
ditas.
del
iriCesto":>.
Fundaci\363n Speiro
En· general, desde hace tiempo, . herrios expuesto con recortes de
periódicos, a través de
estas ilustraciones, temas monográficos
perma
nentes, en sú reflejo
actual. En esta
ocasión trataremos
de observar un
retablo de actualidad, principalmente a través también de recortes de
de la prensa diaria. Socialismo, aborto, manipualción de la información -desinforma
ción _y falta de información-, y autodefensa ...
l SoCIALISMO.
Hemos elegido, entre los que tenemos a la vista, dos artículos para
recortar. En el primero, desde un punto de vista filosófico, repasa el
revisionismo marxista; muestra el irracionalismo nominalista del ma
terialismo_ dialéctico; su explotación neomaquiavélica; la incoherencia
de la acción de una
minarla para modelar
el mundo, según su propio
ideal, pero invocando que se
#rata de
un "movimiento vivo de
las ma
sas',,
inscrito
en la dialéctica de la historia; la pretensión de una
su
peración
dialéctica que no sea
alienadtl; ,la multtplicación de
querellas
de escuelas
pa,ra expf-icar la historia con
pretensión
científica ....
, en
una confusión
que, sin embargo, es tremendamente
eficaz para
hacer
nos per~r el
apoyo, la base
-filosófico-religiosa--de
nuestra cultura,
al extraviar nuestras mentes
y. ofuscar nuestra inteligencia
sumergidas
en un materialismo
opaco.
Su autor, nuestro amigo
Jorge Uscatescu, bajo el título REVISio~
NI~os, en ABC del 1. de agosto de /982, va desgranando en una apre
tada síntesis
IJistórica.
-
El_
surgimiento de varias tendencias ideológicas
y polémicas, des
de
la _ muerte de Marx, acerca de lo que éste verdaderamente quiso
significar.
236
cA· partir de la· muerte de Marx y durante los últimos años
en
la vida de Engels, con la aparición de la· Segunda lnternacio-
nal, surgen varias· tendencias ideológicas y polémicas que, por
una ·patte, ahondan la
especulación teórica
·en el
campo del
marxismo
y, por otra, justüican una referencia constante a los
textos fondam~ntales de
Marx. El materialismo dialéctico em-
Fundaci\363n Speiro
prende vías diversas, lo que . hace que el marxismo, eµ cuanto
filosofía,
lleve
sus últimas
consecuencias materialistas en Rusia
donde a partir
de Lenin y sobre todo a patir de .1936, con
Jhdanov y el realismo socialista, dejan sentir poderosamente la carga ideológica en perjuicio de su
propia configuración filo
só!ica. Lo
cierto es que.
la polémica no ha cesado un .solo ins•
tante en tomo a lo "que Marx ha dicho verdaderamente" y
que desde la interioridad de la propia evolución filosófica del
marxismo se hayan rechazado más de una vez su unión con
otras corrientes de
pensamiento. El
revisionsimo, denunciado
por Lenin,
sÚrge ya
en la Segunda lnternacionai por obra de
Kautsky y Bernstein. Su primera apertura la realiza acaso el
propio Marx al decirle a su yerno, el francés Paul Lafargue:
"Yo no he sido nunca
marxista". Lo
curioso es
que la· misma
cosa
podrían decirle hoy los gobernantes del este de Europa».
El profetismo y el nominalismo de un autor como Marx que
pretendió ser
historicista Y racionalis~a.
ambigüedad profética
de la filosofía de
Marx. Karl
Popper,
acaso el más inteligente analista del marxismo en la
hora
actual, afirma
en su estupendo libro
'·La sociedad
abierta
y
sus enemigos",
que Marx puede ser considerado tan raciona·
lista como
Sócrates y Kant. Y,
sin embargo, su profetismo acaba
en la destrucción, o mejor dicho, en la rebelión irracional. Corre la fe misma en la razón y ahoga su filosofía a un
his
toricismo
teñido de nominalismo escolástico de estilo medieval.
>El revisionismo
nace de la irracionalidad nominalista de
la carga "materialista" en la filosofía del comunismo, con res·
pecto a
la carga "dialéctica" e "histórica" que el propio
mar•
xismo
había demostrado y había hecho de su propia
estructura
mental
una "filosofía". Quien en realidad rompe con la dialéc·
ti.ca, es
el propio Bernstein cuando dice: "Lo
que Marx
y Engels
han hecho grande no lo
han hecho gracias a la dialéctica, sino
a pesar de ella". Los
mencheviques rusos encabezados
por Plek
hanov, Martov y Vera Zasnlich,
siguen en
la misma linea del
revisionismo. Contra el revisionismo se
lanzan Lenin
y Rosa
Lu.iembUI"g, eq.ya capacidad· de exposición doctrinal
es notable>.
-La utilización de una estructUra neomaquiavélica que Lenin fa
frica con
el marxismo, apoyándose en el aparato del
"partido" para
la
conquista
del poder.
Fundaci\363n Speiro
política de estructura neomqquiavélica donde el concepto de
poder y de "partido" ocupan un lugar central.
En cambio,
Rosa
Luxemburg, muchas :veces en
contradicción abierta con
Lenin, propugna
una filosofía del proletariado y del "movi
miento vivo de
las 1DBBas" inscrito
en la dialéctica de la
his
toria,
fuera del concepto del
poder y del partido y denuncia
como
ina~eptahle "el
intento desesperado de una minoría, de
modelar la fuerza del mundo
según su ideal". En la doctrina
de
Rosa Luxemhurg, Gramsci ve
una "fulguración misteriosa"
y a su vez -anticipando una -profunda vuelta del marxismo y
el comunismo- pone el acento sobre los valores culturales del
proceso
reVolucionario. Y si se considera la evolución del mar
xismo en el mundo soviético, se llega a la conclnsión de que
los detestados
mencheviques fueron mil veces más· ortodoxos
marxistas
que los bolchevique».
-
El proceso revisionista
de la
filosofia marxista,
combinándose
con
ltU tendencias
más
heterogélJeas.
238
cSe trata de un proceso dilatado, agitado y vivo. El marxis·
mo
accede a formas lo más cercanas posibles a
la filosofía es·
peculativa, después de la segunda
guerra mundial. La Escuela
de
Frankfurt, en
Alemania, con Adorno
y Horkheimer y con
un lugar aparte a través de Marcnse, la obra sociológica de
Lukacs, la reactualización de las ideas de Gramsci en Italia y
en algunos lugares de Occidente, marxistas rígidos integrados en
una sociología de la situación o una filosofía de la ciencia,
han realizado un complejo de aportaciones de varias tenden·
cias que justifican de por sí
una configuración
múltiple e ideo·
lógicamente actual de una
f~osofía de
"Io.s marxismos" con
temporáneos.
_Tod0 ello, justificando una vez más el paso de
Marx mismo
"de
una visión de la historia a otra", co,mo viene
a
decir una· de los últimos comentaristas en la materia. De esta
forma Althusser pretendía una vez más alcanzar un "antihu
manismo
teórico" o. un manismo científico complejo de ca
rácter, epistemológico;· Henry Lefebure, lanzando_ un ataque fron•
tal contra el estructuralismo,
prete~día alcanzar~ por
.vías del
marxismo dialéctico,
una nueva "modernidad" y una crítica de
la
_,,vida COtidiana" como base del concepto de alíenación,; Sar•
tre-combina
en cierto modo
existencialismo, humanismo
y
mál'
xismo
a través de una superación de la
"suhjetivid8d" y· Giiraudy
ve
nuevamente en el
marxismo:" una
filosofía critica que no
Fundaci\363n Speiro
sea idealista, una teoría de la subjetividad que no sea suhje•
tivista y
una teoría de la superación dialéctica que no sea
alienada>.
Y Las más recientes querellas escolásticas en las interpretacio
nes
del marxismo
y las críticas demoledoras a que se someten sucesiva
mente.
«Bastaría citar aquí la polémica viva que ha habido durante
estos últimos años entre
Althusser y
Lefebure
y la
propia situa·
ción actual de los socialistas
marxistas y
sus patéticas
dudas
electorales,
para tener
una idea de la amplia gama de las in
terpretaciones del marxismo. Existen auténticas querellas esco·
lásticas
en torno· a la alienación, el hllDíanismo, la totalidad, la
dialéctica. Los textos
estén ahí: "Crítica de la razón dialécti
ca", de Sartre; "Para Man.", de Althusser; "De la alienación
al goce", de
Pierre Narville; "Leer
el capital", otra vez de
Althusser.., Impresionante, casi demoledora la crítica que se hace
del intelectualismo marxista de tintes ~ejandrinos que no ex
cluyen jamás implicaciones neostalinistas, en
una ·famosa en
trevista Philippe Sollers-Jean Frantois
fü~vel en
la revista
Tel
Quel cuya vuelta, con carácter de ruptura respecto al marxismo
y
sus revisionismos y
a los '"mlli'Xi'Smos" como tales, constituye
un hecho de capital
importancia.>
- En fin, el "optimismo sistemático" de los políticos de kl Europa
Occidental, que no advlerten que el devenir de esta dialéctica no la
destruye, sino que
potencia su
fuerza de
arrastre aniquilador
de todo
pensamiento que no
se capaz de
sobrevolar el río de la
hist0ria, para
diferenciar
lo permanente de lo mudable y distinguir el ser
y el de
v~flir,·
y
lo
disolvente que
resulta
esa política impulsada por lá ilusión
del
movimiento
ineluétáble hacia · el Progreso.
«No nos hacemos -ilusioiies en cuanto al hecho de que la
práctica
sistemática
de la política europea se haga eco de estos
síntomas.
Esta indiferencia forma parte del optimismo sistema
tico
d~ · índole sofista,
en torno a
1llla situación que está
muy
lejos
-de
justificarse. Las
naciOnes optimistas
de
veraB hace
tiem
po que ~atáO:. fw:'ra de. Europa. Así vio laS cosas V aléry a prin
cipios del
siglo y
así
han segudio las co~as. En Europa, mientras
tanto,. se cie~é el Snellcio. 'sobre dramas- tiPo" "Solidaridad"
polaca
y
~u utopía· fourista de autogestión sOclal. Para confor
ma!", ~ . .;.ez ~ás, lo ·dichó aníaño por COJD.UB: "En" el" siglo xx
el Poder es triste"».
239
Fundaci\363n Speiro
El segundo artículo, que observa El socialismo en Europa,_ en ABC
del 30 de octubre de 1982, bajo el tÍtf!lo LA OTRA ~RENCIA~ está fir
mado por uno de los más pre~tigiosos analistas de l~ ·política europea,
Raymond Aron.
-Enfoca la política socialista instaurada en Francia tras el tiem
po de Mitterrand.
cEl canciller del Excheqver, durante el Congreso del Parti
do Conservador, en · Gran Bretaña, citó la experiencia del Go
bierno francés par& poner
en
guardia a
los militantes contra
un relazamiento de la economía por medio del déficit presu·
puestario:>.
«... La pregunta que los franceses se plantean,, más allá de
las dos
herencias de
V alery Giscard ·d'Estai:ng y de Frantois
Mitterrand, es acerca de las posibilidades de la segunda ex
periencia socialista».
- Emite un diagnóstico:
«El diagnó,stico no puede ser otro que reservado. Los res
ponsables no han cambiado y, a troche y
moche, se creen obli
gados
a jurar por todo lo divino que ellos no cambian· de C'ller
da.
Si son veraces, no tendrán
más éxito
la segunda vez que
el que tuvieron
en la primera, Si sacan las consecuencias de
sns errores, tienen una oportunidad, no dC dar al país lo- que
le había prometido
-ni ellos ni nadie podrían dárselo-, perb
sí de detener el derrumbe del país>,
· - Reconoce que los gobiernos socialisttu pueden adoptar .medidas
que tomadas por
gobiernos de derecha hubiesen
provocado grandes
tor
mentar, orquestadas
por los
sindicatos y la prensa comunista y socia
lista, e
imponer
sacrificos que,
ellos
mismos, rechazarían en caso de
ser
propuestos
por gobiernos
de derecha.
240
cEn el curso de las últimas semanas · han sido tomadas de
cisiones valerosas, decisiones que una mayoría
calificada de
de
rechas no habría tomado o que
se consideraría
incapaz
de to
mar: primero, y
ante todo,
la denuncia de la escala móvil, la
supresión de
la
indiciación de
los
salarlos según .los precios.
La polémica entre la mayoría y la oposición acerca del man
tenimiento o de la disminución del poder adquisitivo se deriva
de la batalla entre los partidos. Cuando existen dos millones
Fundaci\363n Speiro
de desempleados, .imponer a quienes gozan de un empleo una
baja en
~ ~calor real d8 sus renumeraci'ones no seria escandaloso.
Por lo mismo,
el timbre
sobre
el tabaco y. el alcohol y el tanto
alzado diario
_ de
la hospitalización habrfan
provocado una
tem
pestad si la derecha hubiera tomado la iniciativa aeerca de
ellas. Por una vez, e_l Gobiemo socialista confirma
una' opinión
que
hasta el
presente había sido desmentida en toda;s las ocasio
nes:
en. period.o de
crisis, la izquierda puede pedir al-país· sa·
crificios mejor que la derecha. Desgraciadamente, la conversión,
resulta.
en palabras (el rigor está
-en el
orden del día como el
aumento del
poder adquisitivo
lo _estuvo no- hace mucho) no
se manifiesta en el conjunto
de la actuación---pública. El con·
trol de los precios no puede ser suficiente para
todo>.
Pero de 1o··prometido a los resultados va mucho -trecho .... Véase el
tema del relanzamiento de la
construCci6n.
c:De buen grado decían los socialistas, cuando estaban en
la oposición. que la construcción podría
ser relanza~ sin
influir
sobre la balanza comercial. La edificación y las obras públicas
consumen relativamente pocos
productos importados.
Por efecto
combinado del impuesto sobre el capital y de la ley Quilliot,
el Gobierno
ha conseguido provocar, en el términ·o de un año,
la crisis de la vivienda. Las refecciones aparecen de nuevo. El
ministro no puede sumar todos los impuestos ni comprender que la
congelaci:ón de lQs alquileres
termina por desalentar
a
loS propietario&>.
Compruébese la destrucci6n de bienes que constituyen riqueza na
cional como
consecuencia de
lo gravoso que resulta su
conservaci6n,
dado
el
incremento de salanOS impuestos
y cargas sociales.
«De pasada, llamo la atención del presidente de la Repú
blica sobre las familias
que sostienen
a duras penas y altos
costes un castillo o una casa de campo y
que la
venderían a
cualquier precio si pudiesen encontrar
un comprador. Fraw;ois
Mitterrand
conoce seguraemente el libelo de Paul-Louis Courier
contra los beneficiarios de bienes nacionales que derriban los
castillos para despacharlos piedra a piedra».
Obsérvense los efectos de la reducci6n de la ;ornada de traha;o en
la productividad
y de
la
CQmpetitividad en
las
empresas no
monopo
lfsticas.
cCU8rido el presidente de la República declaró en el Con
sejo de Ministros que
la. reducción
de
la jornala de trabajo
241
Fundaci\363n Speiro
no significaba una amputación del salario, cometió nn error
que pesará .sobre el septenado. La idea del reparto del trabajo
está
heri~ y puede que de muerte, por quien pretendía ex
tenderla.
Aún más,
ignora,. oon Stoléru en su último
libro
(La
France a deu.; viesses, Ed. Flammarion) la distinción entre el
sectol'. SQn;ietidQ--l:J la concun_encia y los sectores protegidos por
las cirCUD8tancias o
por _
las leyes, !'Dtre el
adelante y el atrás.
Protegidos están los
funcionarios, que
gozan de. una
garantía
de empleo absoluta. Las empresas paraestatales, como. EDF, dan
garantías equivalentes. La popularidad -de las nacionalizaciones
se explica por el parentesco que se supone entre el estatuto
de la función
pública y el de los salarios en las . empresas
pública&... ' »La compañía Rhone-Poulenc no puede hacer lo que hace
EDF.
Esta última
goza de
un monopolio, mientras que. ~ gi~
gante de la industria química lucha por sobrevivir. Hace una
docena de años, discutí
en la televisión con
Fran~ois Miue
rrand, quien justificaba las nacionalizaciones por el carácter
moIÍopolístico de
gran capital. Yo le hice notar
que en
Francia
existían monopolios del Estado:
EDF, SNCF, pero que los gru
pos industriales que él quería nacionalizar eran cualquier cosa
menos
monopolios; con filiales dispersas por el mundo ente
ro, están
metidas en una
dura competencia por sobrevivir».
Y las secuencias de reclutamientq de nuevos funcionarios.
cLa proposición del (entonces) candidato Mitterrrand de re
clutar
200.000 funcionarios era probablemente popular, pero era
aberrante. Para ganar
la segUilda batalla después de haber per
dido
la primera, ei' Gobienro socialista debe cambiar de len
guaje
y de· mentalidad: No reconquistar el mercado interior
(lo
que signüica nada,
o significa el proteccionismo), sino con
quistar los
mecardos
exteriores; no crear. funcionarios
sobran
tes, sino suscitar hombres de
empresar Los
diputados
y los
militantes socialistas proceden
en su mayor parte del sector
protegido. La
pro_speridad de
los
que van
a la
zaga no
durará
si los que van en cabeza no se contienen>,
Nos permitimos advertir que, a pesar de sus incongruentes contra
diciones e
inconsecuencias, nos parece casi imposible
escapar de
los
errores y dañinas consecuencias del comunismo y de los socialismOs
si no superamos· las fuentes que los han alumbrado, es decir: EL ESPÍ
RITU·
DE LA
MODERNIDAD,
titulo que .aparece en tercera plana de ABC
242
Fundaci\363n Speiro
dei 9 de agosto de 1982, encabezando un artículo que firma Juan del
Agua y _del que recortamos sus dos primeras columnas y las primeras
líneas
de
la tercera:
«La esencia del espíritu moderno oonsist~ en últimas cuen
tas, en una afirmación tajante . y entusiasta de la razón huma
na. Dejando a un lado lo que
tal actitud
puede tener de "irracio
nal", de
creencia
en la capacidad y poder ilimitados del racio
cinio humano,
en una palabra, de exageración
injustüicable,
la
decisión de vivir justificando e intentando entender de ma•
nera racional cada uno de los actos del hombre y de las cosas
que le
rodean,, de no dejar una sola parcela del mundo que
nO esté
bañada por la luz de
la mente,_ nos parece un afán
admirahl~ magnífico, sin duda, y por encima de los resulta·
dos obtenidos, la
gloria de
la Edad Moderna. Esta herencia
debemos recogerla con sumo cuidado y atención, defenderla
y reivindicarla
sin la
menor vacilación, pues de ella depende
que el hombre conserve e
incremente su
dominio sobre las
oosas y siga poseyendo
una conciencia clara de
si y de su por
venir,
de que pueda vivir una vida limpia y creadora.
>Que la razón que llegó casi a divinizar el hombre moder
no no
fuera más que una de las formas de la razón, la razón
físico-matemática, que la aplicara a todos los órdenes de la
vida, violentando la estructura de la realidad, empobreciéndola
en alguna medida por reducirla a esquemas y
no dar, sino
parcialmente,
cuenta de la verdadera realidad existente, ·siem
pre
concreta,. única, irreductible, y por excluir aquellos planos
de la realidad que parecen a la luz .de esa razón poco
"'inte•
ligibles";
que esta actitud fuera· una de las causas ·qu.e intro
dujeran
la
discordia en la· vida occidental - a partir de 1750;
que el racionalismo moderno ·degenere oon frecuencia en una
concepción
inconsistenj:e, utópica, . plana
y
desiderativa de
la
realidad; que el hombre moderno haya ·caído más de una
vez
en
la tentación de creerse un nuevo Adán; todo esto no tie
ne por qué hacernos olvidar el inestimable tesoro que encie rra la pasión por la evidencia; la avidez por la
luz,-la
heroica
exigencia de -probar
-de intentarlo,
se entiende- lo
que se
avanza,
tesoro
que nos
legaron
Descartes, Leibniz,
Malebran
che, Locke, Kant, a los que no hay que
confodir con
los
phi,.
losophes del XVIH y demás· secuaces de los &iglos XIX y xx.
:>Precisamente, y
en parte por obra de
estos últimos,
el
mundo está perdiendo la pretensión maravillosa
de organizar
la vid14 social y personal, .a la luz
de la inteligencia. En su
243
Fundaci\363n Speiro
244 lugar, los esquemas mentales
más maniáticos
y empobrecedo
res de. la realidad
-fascismos, comunismos,
psicologicismos, po·
sitivismos y demás ism-os-, el horóscopo cotidiano de perió
dicos
y revistas, la magia de los nombres y de los productos
que
carecen de
verdadera función en la
vida, la magia del
consumismo, están anegando el mundo hasta el punto que va
siendo difícil respirar otro aire
espiritual que
el famélico ma·
niqueísmo -desinformador que nos
sirven buena
parte de los
medios de comunicación. Todo
está 'tTuqué. El terrorismo se
autodenomina
en su mayor parte "progresista", pero el "pro
greso" que
propone no es otro que el de la creación de gi
gantescos
osarios, la
su.misión más completa al totalitarismo o
la alternativa alucinante de los
boat people. Los partidos obre
ros, creados para defender los elementales derechos de los tra·
hajadores, cuando
están en
el Poder, en
vez de
aumentar el
nivel de
vida de las gentes suele, al contrario, disminuirlo,
como ocurre en
Francia hoy -por poner un ejemplo occiden•
tal-, debido a la manifiesta incompetencia de la gestión
gu
bernamental socialista y a su constante suplantación de la con
sistencia de la realidad por
·sus desiderata ideológicos. Por las
otras latitudes, las cosas no presentan
un cariz
mucho más ha
lagüeño. Y no me refiero
ni principal ni esencialmente al ám
bito de la política, que es consecuencia del estado general de
civilización en que
nos hallamos
sumidos. Así, los "conserva
dores"
· de
todas partes, vemos que no
conservan nada, sino
que
van a la
zága de los -tópicos en bOga, por olvidar que sólo
conserva
la innovación, como el adanismo "progresista" sólo
progresa realmente hacia el hombre
primigenio por
no querer
saber que la condición del
progreso consiste en la posesión
eféctiva del pasado, es decir,
en la
vivificación de
su conteni
do, que
no es repetición, sino co:r:i.tenido
enriquecedor de
la
imagi~ción ·
para
Ínventlll' nuevas
formas.
En cuanto a la liber
tad. aparentemente todos juran por su nombre (como por el de
democracia). Pero la libertad suele entenderse como sinónimo
de ilimitada arbitrariedad
y "medalaganismo", no como el ejer
cició y
la actividad
de la verdad, de la cual es su reverso, y
por
~a que
las gentes de
nuestro tiempo sienten
una escalofrían-
te aversión.
»En cÚanto ·
a las "costumbres".
tódos hablan
de "liberación",
_Y_ podría pensara_~ en efecto, que se trata del abandono de
viejos usos que
imPiden el sui-giniiento de
un nuevo lirismo
en las
i-elaciones ·
amorosas, de
:Ó.uevas, más rica~ y fecundas
formas de
- conviVencia entre hombres
y mujeres, de crear la
Fundaci\363n Speiro
posibGdad de construir sin estorbos _ eso que Ortega llamaba
"una
amistad delicadamente
cincelada",_
sino de abandonar to
dos los
usos
y formas y reducirlas a los puros mecanismos fisio
lógicos>.
El tema de ese espíritu de la modernidad, y sus efectos desrtucto
res de lo que ha sido nuestra civilización, constituye uno -de los ex
puestos con mayor penetración por nuestro maestro Sciacca (su resumen
antológico pueden hallarlo los lectores de
VERBO en el número 201-
202
de enero-febrero de 1982, en "la comum'cación expuesta por Juan
Vallet de Goytisolo en la villa Nobel, de San Remo, el 27 de diciem
bre
de
1980: Cristianismo y mundo moderno, según el profesor Sciacca.
11. ABORTO.
El tema está sobre el tapete, como porpuesta legislativa de acuerdo
con el programa electoral del Partido Socialista que_ ha
obtenido la
mayoría
absoluta en
las últimas elecciones.
¡Oh, la democracia moderna, que ha llevado a su legalización en
tantos países que se dicen civilizados y que técnicamente -están en
cabezal
Julián Marias, sin pensar en la médula de; esta exclamación, ad
vertía, el 9 de noviembre de 1982, ·bájo el 'lftillo LAS PALABRAS MÁS
ENÉRGICAS, en tercera plana de ABC.
«Pienso que la aceptación social del aborto es lo más grave
que
ha ocurrido,
sin excepción, en el siglo xx.
> Vivo angustiado hace va'rios años al saber que todos los
días se mata,
fría y metódicamente, a miles de niños aún no
nacidos, se les impide- llegar a ver la luz, se los expulsa del
seno
materno -las más íntima
_
y profunda de todas las casas
del hombre-, se los echa a morir. Me angustia todavía más
el ver a tantas personas que hace muy pocos años se hubiesen
horrorizado de esto
-mejcir dicho,
que
se hoTrori:aban -acep
tarlo
sin pestañear. ¿Por qué? Por
muy varias causas, que val
dría la pena analizar; pero ante todo por miedo. Por miedo a
no estar
al día, a ser descalificados por lo que hacen la opi~
nión
superficial, a ser llamados "reaccionarios", lo cual ha ve
nido a ser el
pecado nefando. Poco importa
que
el aceptar el
aborto sea lo
más reaccionario
que puedo
imaginar, la regresión
a formas de barbarie prehistóricas o de los albores de la His•
toria, en que la
exposición de
los niños (a
veces de
las
niñas
solamente)
era
un uso aceptado.
245
Fundaci\363n Speiro
>Para que esta actitud sea un poco más repulsiva, se aña
den diversas formas de hipocresía.
Una de ellas es llamar al
aborto "interrupción del embaraio". Los partidarios de la pena
de muerte pueden fácilmente superar las dificultades que a
ella ponga la Constitución o la
· sensibilidad
de hombres
y mu
jeres. Basta con olvidar
·e.se nombre poco correcto: el garrote
o la horca serán irreprochables, porque con ellos se trata sim
plemente de la
"interrupción de la respiración".
>Otra hipocresía,
aún
más refinada,
es
la que pone plazos.
En los primeros tres
meses, por
ejemplo·, está muy bien;
el
segundo trimestre es menos simpático; para el ultimo hay al
gunos reparos.
Ee exactamente como si se dijera que es lícito
disparar contra una persona que se acerca a nosotros, siempre
que esté a
más de
veinte metros; si está a menos de diez, hay
que pensarlo un poco
más: si ha llegado a sentarse a nuestra
mesa, es sumametnte enojoso.
¿ Qué diferencia hay en matar
a una
y otra distancia a quien se acerca al nacimiento y la
vida plena, a quien llegará si no se lo para a
tiempo?>.
Nosotros que-remos evocar el recuerdo de dos /ro.res: Una de Juan
XXIII ~muy silenciada por los progress que tanto lo z"nvocaron para
llel'ar el agua a su molz"no--en, su encfcUca PACEM IN TERRIS, donde
después de
teconocer que los hombres tienen la Ubertad de elegir las
personas inve.Yti'das
con la misión de ejtircitar la libertad, afirma, en
otro párrafo, que:
c... no puede ser aceptada como verdadera la posición doc
trinal
. de
8.quellos que
erigen la voluntad de cada hombre en
particular o de ciertas sociedades como fuente primaria y única
de
do~de brotan
derechos y
deberes y
de donde provenga tan•
to la obligatoriedad de las constituciones como la autoridad
de los poderes
públicos,.
Otra ·es de Cicerón, en su DE· LBOIBUS:
«Si los derechos se fundaran en la voluntad de los pueblos,
en las
decisiones de los príncipes y las
sentencias de
los jue
-
ces, sería jurídico el
robo, jurídica la falsificación,
jurídica la
suplantación
de testanientos, -
~pre que· tuvieran
a su favor
los
votos o
los plácemes de una masa
popular».
Julián Marías, admz"rable en muchos arpectos, no capta las raíces
del mal que denuncia en los textos que
acabamos de
reproducir. Su
246
Fundaci\363n Speiro
f!f.agnffict;, _tala,ue liberal se confunde .en él ·.con su liberalismo y sU
democratismo, Ambos, traídos por el espíritu de la modernidad, son
corruptores
de los
principios sobre los cuales fue levantada nuestra
civilización
cristiana, es decir, la fe religiosa y la búsqueda rigurosa
de
!a verdad meta/fsica por
el realismo filosófico, que ha
sido sustituido
por
un nominalismo, relativista
y escéptico.
Esto
·explica que, en
el mismo
artfculo, Julián Marias, después de
aludir los
resultados de los últimos
4escubrimientos cientificos en
ge
nética -que muestran
la unicidad rigurosa del ser humano desde su
concepción-,
comente:
cEste punto de vista tiene gran valor, PQr el rigor científico
de
quien lo
presenta y por la
vigencia social
de
que-hoy go•
zan
las ciencias
de la -naturaleza-. Péro no me parece primario
ni suf_iciente, por una razón elemental. Así como los argumen
tos
religiosos no
bastan,
porque hay quien no
tiene
religió~
los
que se fundan en la
genétiu más
avanzada no eran accesi
bles a loe hombree
de otras épocas, y sólo de manera indirecta
-credencial,, como
otra forma de
·fe--a la inmensa mayoría
de
los hombre y
mujeres, que
conocen
esa disciplino.
Su propuesta estratégica, sólo la podr!.mos aceptar a efectos apolo
géticos y de autodefensa social a corto plazo. En ella dice:
cCreo que hay que volver a lo más sencillo y elemental,
a lo que puede ser comprendido con evidencia por todos los que tengan la mera capacidad de pensar, y que a la vez
será
lo
más profundo.
>Pero, ¿no
es
esto extraño?
¿No
sorprende que
para
llegar
a
los más simple
. y
claro
haya que dar largos rodeos, sea me
nester
un esfuerzo
considerable? Para
mí, la cosa es clara:
loe
que no entienden eso no es que no lo comprendan, es que
han
sufrido una
operación consistente en despojarlos de su an
tigua evidencia y
sustituirla por
un esquema abstracto,- que se
resiste a la intelección, pero queda enquistado en
sus mentes,
bloqueando
su inteligencia, impidiendo. ·el funcionamiento es·
pontáneo de su razón.
>Por eso
me parece de enorme importnaeia que el Papa,
olvidándose por
un momento de que lo es, sin apelar a la fe
de la que es depositario, a
cuerpo limipio, haya
dicho a los
que lo
e8CU.chaba~ cristianos
o no,
creyentes·_ en Dios o
no,
algo elemental, directo, inmediato, válido
·para toda persona>.
247
Fundaci\363n Speiro
Precisamente con la referencia a esas palabras de Juan ·Pablo 11
comienza el artículo de Julián
Marias. que. recortamos:
cDe todo c~to hasta ahora ha dicho en.., España Juan Pa
blo
11, las palabras más enérgicas han_ sido pronunciadas por
él el
2 de noviembre,, 4ia de . los _difuntos, acerca del aborto.
¿Por
qué esa energía excepcional. en las ideas, en la voz, en
el gesto? Adelantaré
mi opinión de que no era tanto Jua:n Pa
blo
II quien las de~ sino Karol Wojtyla; quiero decir que
no hablaba tanto como Papa cuanto, por debajo de ello, como
hombre.
>"Hay otro
aspecto --decía- aún
más grave y fundamental,
que se refiere - al amor conyugal como fuente
de la vida: hablo
del respeto absoluto a la vida humana, que
ninguna persona
o
institución, privada
o
pública, puede ignora~ Por ello, quien
negara la defensa a la persona
humana más inocente
y débil,
a la persona
humana ya ·concebida, aunque todavía no nacida,
cometería una gl'avísima violación del orden moral. Nunca se
puede legitimar la muerte de un inocente. Se minaría el fon.
damento
mismo de
la sociedad. ¿ Qué sentido tendría hablar
de la dignidad del hombre, de
sus derechos
fundamentales,
si no se protege a un inocente· o se llega incluso a facilitar
los medios - o
servicios, privados
o públicos, para
destruir vidas
humanas
indefensas?".
>Lo que
más me interesa de estas líneas es que en ellas no
hay
· ninguna
referencia a la autoridad
de¡ Papa, ni siquiera
una mención del
cristianismo, ni aparece en ellas el nombre
de Dios.
Su validez no reside en
la condición de quien las dice,
sino en
lo dicho en ellas, sean cualesquiera sus creencias re~
ligiosa~
a
las
que para
nada
se alude, que no
se suponen
tam~
poco
en
los que las escuchan. Es un hombre que habla o otros
hombres: nada
más>.
Contrapuesta a esta "enérgica manifestación" ha sido la reciente
declaraci6n del ministro de sanidad, acorde con el
programa. electoral
del
PSOE. Entre los comentarios que ha suscitada, tenemos recortado
el que
Ricardo de la Cierva,. en la sección "La quinta columnd', de Y A~
del
6 de
enero de 1983, ha escrito con el tftulo PELIGRO DE NACIMIENTO.
248
«Quienes con toda razón, claman contra el ministro de Saª
nielad,
don Ernesto Lluch, por su ya famosa salida de pata de
barico
al anunciar para la primavera la despenalización del
aborto, ;no
deberían extrañarse tanto; porque el Partido Socia•
Fundaci\363n Speiro
lista ya lo había anunciado en_ la_ sección 8.1.4 de su. programa
electoral: "Regulación
de la. intermpción del
embarazo, en
si
tuaciones
co_n peligro_ ·para la
vida de la mujer, peligro de
nacimiento
_ con
P."&Ves-patologías físicas o psíquicas y ·violacio
nes,_ asegurando -él
respeto a la
libre .conciencia de ciada· ciuda
dB)'.lo''.
_Esta
promesa electorai.
que ~ta a la vida tanto como
a. la sin~ introduce una figura jurídica y moral realmente
espantosa: el
peligro de nacimúmto~ que pasará .sin duda. a la
historia del déspropóaito; y que .puede servir como símbolo
de esa moral socialista que algunos presentan como cifra del
cambio ético>.
La disparidad, incompatible, entre las palabras de Juan Pablo 11
y el programa del Partido Socialista en lo referente al aborto, la hace
patente en el mismo día el editorial
dél propio diario Y A.
cEl contraste era evidente. El 28 de octubre, el Partido
Socialista recibía
el
sí de millones de españoles. Tres ellas más
tarde,
millones de católicos españoles se agrupaban en tomo
al Papa. La -pregunta era obvia. ¿Cómo se compaginan estos
dos hechos?
La respuesta la ha dado el. secretario de. la Con
ferencia
Episcopal Española
en
aua recientes
declaraciones a
una agencia
de prensa.
>En la masa de votos que el socialismo ha obtenido hay,
sin duda, un cupo,
difícilmente cuantificable
pero importante,
de electores católicos ,cupo que plantea dos cuestiones -conea
xas
pero distintas: una, proyectada hacia· eil interior de la
Igle~
--
sia,
y que nos obliga a todos los
católicos.. -
Y otra, hacia la
sociedad y
el Estado,_ y
que requiere algunas puntualizaciones».
«El PSOE
es
un partido
en cuyo programa político,
edul~o
rado
a
efectos de presentación electoral, aparecen elementos
no compatibles, o por
lo menos difícilmente compatih!es, con
la
doctrina
católica,> ... «Ayer. y
hoy la conciencia católica
_
está
obligada
a favorecer aquellos programas que se acercan
más a
la defensa y
promoción de los valores
humanos y cris
tianos del Evangelio. La advertencia la
hizo León
XIII y no
ha perdido validez.
>Se ha dicho que el católico puede dar SJl voto, con buena
conciencia, a un Partido Socialista no marxista. Es el caso, por
ejemplo,
del laborismo británico. Pero si, en el desarrollo le
gislativo del programa
-electoral, los socialistas no :ii:tar:rlstás_
promulgan leyes co~o por ejemplo
la
de legalizar
el aborto,
la conciencia católica no puede_ -_dar su apoyo a- semejánte
pro•
puesta>.
249
Fundaci\363n Speiro
El único argumento que podria evitar la calificación de--homicidio
dada al
aborto
necesitaria apoyarse .. en
que. el. concebido no .fuera sino
una parte del cuerpo de la madre,.sin
vida propia, o
que no
fuese humano
antes
de -
nacer o hasta un
determinado
tz'empo .después de
su concep
ción. Pero, los_
últimos adelantos
cientificos muestran hoy, con
toda
evidencio, que
desde el primer instante
ti.ene vida propia
y
que ésta
lleva
insita .la condición humana. Asf. según
refiere
una noticia
dada
en
ABC del 16 de diciembre de 1982, lo explicó el 15 de noviembre
últúno
el
catedrático de obstetricia de la Universidada de Nueva
York,
doctor Bemard Nathanson. quien, tras haber confesado que habta te
nido una amplia
participación en
la legalización del aborto en
USA,
narró
c... cómo había llegado a la "conversión" sobre el hecho
de que el aborto
es un asesinato de
un
ser inocente
e indefenso,
a través de las investigaciones que realizó sobre fetología, en
las que. se demostraba que era tan ser humano como cualquiera de los nacidos. Subrayó que
él fue -una de las personas que
lucharon en favor de
la legalización del aborto, pero, una vez
descubierto
que el feto es un ser humano desde la ooneepción,
sus antiguos compañeros le han condenado al ostracismo y le
han dado la
espalda>.
El tema lo hemos tratado más de una vez en VERBO, especial
mente en dos
expasiciones del
catedrático en
genhfca· -fundamental de
la
Facultad
de Medicina de Parfs, doctor Jerome Lejeune.
El primero, dtulado MENSAJE DE VIDA, lo publicamos ~n VERBO
133_-134, de marzo-abril de 1975 y ,:ecoge la co111:unicaci6n por 11 di
rigida al Sínodo Episcopal en octubre de 1974. De alll traemos los
tres reveladores párrafos que
siguen:
2,0
cTodas las cualidades· de cada individuo, el color de sus·
ojos, su corte
de cara, o cualquier otro
ra~gfl -personal, se en
cuentran
ya
.inscritos·,_genéticamente en 18s largas
moléculas de
los ácidos nucleicos.
»Estos ínfimos-
filamentos,
si se desenrollaran y pusieran
una a continuación de otro,
meditían -
un metro de largo. Pero
están tan
finamente -
encadenados en -
minúseulos rollos,
en esos
cromosomas que vemos en el .microscopio ordinario, que se
ordenan en un núcleo
que podría colocarse en
la punta de
una aguja.
» Y, sin
embargo,
gracias a ellos, ese núcleo
primitivo, el
Fundaci\363n Speiro
del óvulo fecundado, contiene toda la información del hom
bre
que inicia
su desarrollo>.
cLa célula
primitiva. el huevo fecundado, provisto de 2-3
Cl'.'omosomas
llevados
por el espermatozoide del padre
. y
de los
2-3 cromosomas
aportados por - el óvulo de la madre, contiene,
.así, todo su programa. Pero la célula entera está equipada para
vivirlo, y cada célula que
sale de
sucesivas divisiones desarrolla
fielmente los diversos movimientos de
· esta
sinfonía, común a
todos los hombres y propia de cada uno de ellos, que en cada
versión, única e irremplazahle,
se llamará
más tarde Pedro,
Pablo o Magdalena,.
El segundo estudio del profesor Lejeune, que hemos publicado en
VERBO, apareció en el número 189-190, de noviembre-diciembre de
1980
y corresponde a su conferencia
Manipulaciones genéticas. Los
aprendices de brujo,
desarrollada en el Palais des Congies de París,
durante el XIII Congreso del Office Intemational, a primeros de mayo
de 1980. El denominado niño-probeta
resulta la
prueba
más evidente
de que
esa vida humana que se inicia con
la concepci6n es, desde el
principio,
una vida difefente de la vida de la madre.
c... Se puede hacer una fecundación in. vitro y UBtedes sa·
ben
que los niños de Edwads
-es el nombre
de un médico
inglés-, especialmente la pequeña Louise Braun y otro chico
cuyo nombre he olvidado, deben su nacimiento a un
proceso
qtie
no
era intramaternal. Esto tiene su
explicación; no
es una
proeza contra natura. Es la utilización
de una decisión muy
precisa de la naturaleza, a
saber, que
en el sentido topográfico
del término, la fecundaci-ón se hace siempre fuera del organie
mo
·materno. Quiero decir que en sentido topográfico,
la vagi
na, al abrirse hacia el exterior, _ es una
esPecie de tobo comu
nicante
con
el exterior, y como la cavidad uterina comunica
con la
vagina y la trompa comunica con la cavidad uterina,
resulta que, .en términos topográficos,
el· interior mismo de la
trompa
se encuentra en
lo exterior del cuerpo materno, y es
~nieamente un
repliegue para proteger
al lmévo· fecundado.
> Y, efectivamente, el huevo maduro que es atrapado por
el pabellón
de la -trompa cuando es puesto por el ovario, y
que avanza sobre
es.a especie
de correa sin fin
que, son los
pequeños cilios de la mucosa, este huevo no
eslá sostenido
por
nada;
está libre; simplement~ Oota en un poco· de líquido
que le
proporciona la pared
tnbárica. En
el momento de la
251
Fundaci\363n Speiro
252
fecundación, el nuevo ser humano está realmente, topográficamente hablando, fuera de su madre. Y, por esto,
C1J8.ndo se
reconstruye el
líquido tuhárico
en un
frasquito, se puede per
fectam.ente tomar
un óvulo de una
mujer en el momento en
que va a ponerlo, fecundarlo con esperma humano,
y ver que
esta fecundación se produce
ciertamente fuera
de una
estruo
tura
tisular materna, porque es así como se hace en
la natura
leza... Claro está que es únicamente la fecundación lo que
puede suceder
así; porque
en cuanto el ser humano ha hecho
sus primeras divisones, al cabo de seis o siete días, la pequeña
masa celular que empieza a temblar necesita absolutamente
encontrar
algo
más para
flotar que
el líquido nutricio. Pero
no sabemos en absoluto fabricar una cosa que
se pueda
pa
recer,
ni de lej_os, -o l~: ~avi;llosa mucosa . uterina madurada
por las hormonas
y a pu-oto_ para recibir al embrión que se va
a im.P!antar en ~-ª·
:>No existe el niño-probeta. Es absolutamente inimaginable,
ni
aún en los diez o aun veinte años en que somos capaces de
prever, que
_inventemos una
manera de conseguir un
hombre-
cito desarr_ollándose
en una botella.
El sueño
de Aldous Hu.xley,
es, quizá
por largo tiem:po, totalmente irrealizable.
»En cierto
modo es una
pena, porque
si el experimento
· hubi~ra tenido
éxito se
sacaría de él una consecuencia impor
tante: Si
_se viera
desarrollarse en una botetlla a un niño de
uno, o dos meses,· un
-homhrecito
del tamaño del pulgar, el
Tompouce del que les he hablado en otra
ocasió~, si
se le
viera dentro de una botella . y la botella saliera diciéndonos
que ese
niño es mío, nadie
crería a
la botella. Se sabría per
fectamente
que un
niño Pertenece a alguien.
»Lo que
sigue siendo interesante es que
la fecundación ex
trac_orpórea
es la demostración experimental en nuestra especie
de que el hombre comienza en la fecundación.
Es decir, que
el comienzo del ser humano :ya rio es una cuestión metafísica,
es una demostración experimental. Si
Edwards y
Stoptoe no
hubieran estado totalmente
seguros, en
el sentido científico del
término, de que lo que iban a reimplantar en el interior del útero de la madre no era ni un
túm.or, ni
uri animal, sino un
verdadero ser humano, jamás se hubieran atrevido a hacer esta
manipnación. A Lnisa Braun se le ha visto bajo dos aspectos:
bajo
su aspecto microscópico
en
~l que
no tenía
más que
al
gunas células,
y
··en su aspecto de
bebé, tal. como ha vuelto a
salir, oneve meses después de su reingreso en el organismo
materno>.
Fundaci\363n Speiro
Vale la pena confrontar esta comprobación cientifieti con la alega
ción pro abortista de que la mujer que voluntariamente aborta no hace
sino disponer
de su cuerpo.
Una proclamación rotunda del derecho a disponer de nuestro
prop!o
cuerpo
es afirmar demasiado. Es absolutivizar algo condicionado. En
primer _lugar, porque no somos seres absolutos por nosotros. mismos,
sino que derivamos del
Ser absoluto que nos ha insertado en el orden
que, El
mismo, ha
inscrito en su creación. Sólo
podemos disponer
den
tro del orden -moral. En segundo lugar,
nuestras relaciones
sociales nos
imponen una
serie de
deberes que nos constriñen.
La defensa de nues
tra comunidad, en últimá extremo, puede
imponernos el
sacrificio de
la
vida. Hemos visto darla generosamente
hasta la última gota de san
gre a jóvenes que la entregaron, llenos de alegria, no obstante sentir el gran sacrificio de un futuro lleno de toda clase
de promesas para ellos.
Pero,
además, en el
caso de la
embarazada que
decide abortar
hemos visto que con esa decisión no
dispone de su' cuerpo,
sino de otra
vida distinta e irrepetible aunque ella le
lleva depositada
en sus entrañas.
&ta reflexión
nos introduce al primero de los argumentos que se
aducen
para· la
legalización del aborto en ciertos casos limitados.
1.
0 ) El primero, alegado, es el peligro para la vida de la madre.
En la refen"da columna de ABC del 16 "de noviembre de 1982 [eMios:
c... refiriéndose al caso en el que peligre la vida de la
madre, el doctor
Nathanson dijo qu~ seglÍn las investigacio•
nes de
la Inmunología, la terapia se puede continuar hasta el
momento del nacimiento normal, sin peligro para la vida de
la
mlldre:..
En-Ya del 6 de enero de 1983, en la s.ec<:iún de cartás al director,
la que firma
Julio A; Gonzalo recuerda -que, hi>y1
c... es muy difícil, si no imposible, se@:ún los expertos, cer
tificar
colllo necesaiio médicamente un áhOrto para salvar la
vida de -la madre, dados loe adelantos 8.ctoales · de la medicina.
Dicho de otro modo, no
éería honrado Usai- esfts pretendidas
razories hUDlanitarias como excusas (falsaB exéueas) para
lega
lizBr, de
hecho, el
aborto>,
El propio YA, en su editoriál del dfa 9· de enero· de 1983, señala
la
fálaciá de plantear-ese
dilema
inadmisible en -la medician· de hoy.
cHemos leído y oído reitera·dámente · ]a te&i& de que entre
el
embrión: y la
mujer embarazada
hO:y que· optar
y que con-
253
Fundaci\363n Speiro
254
viene optar a favor de esta última. Así, con esta tosca simpleza
de planteamiento se intenta
solucionar una cuestión sohreme
nera
compleja. Se encierra en la frívola
tesis referida·
un
gra
vísimo
sofisma, que
si fuera esgrimido por loe profesionales
de la
medicina equivaldría
a un
insólito caso
de terotología
profesional. La medicina está hecha pura la vida, no para or ganizar
y promover positivamente la muerte. Es una profesión
sagrada,
causi sacerdotal~ definida por
el servicio a la vida y
la lucha contra la enfermedad y la muerte. Y si ese,
sofisma
de falsa elección
fuese escuchado por loe legisladores,
queda~
riamos
situados ante la posibilidad o
la probabilidad de que
la norma
jurídica. cuya
razón de ser es la defensa y el
ser
vicio
de los derechos fundamentales del hombre, se pondría
al servicio de la violación mortal legitimadá del derecho fun
damental primario del ser humano.
»Los términos
exactos de esa pretendida elección· no son
el embrión
y la mujer~ Estamos aquí una vez más ante· la es
trategia
del lenguaje engañoso. Loe
extremos· de
esa opción
no son, en realidad, dos
derechos. Son,
de un lado, la preten
sión egoísta de la mujer que se niega- a cuidar
lo que la na
to.raleza
ha depositado, en su seno de madre. Y de otro, el
derecho radical, superior, que nadie puede suprimir, del
ser
humano
concebido y no nacido. Nadie, ningún hombre, nin
gún legislador, puede con razón moral romper o permitir que
se rompa en sus primeros compases
-música esencial
desde
el primer momento- esa sinfonía personal, siempre grandiosa,
que
está encerrada
en la carga genética definida individual
mente desde el primer instante de
la concepción.
»No hay
colisión objetiva, porque hay prevalencia absoluta
del derecho del concebido. Hay, eso
sí, cho(f'Qe subjetivo
entre
un
interé~ comprensible
en ocasiones,
entre un
deseo perso
nal de la mujer gestante y una exigencia ineludible y perentoria
que todos debemos respetar: · 1a vi'da ya surgida en el seno· de
esa madre. El hombre no es
dtieño de
la vida.
Está es
algo
sagrado. Y
ninguna razón de comodidad, y mucho menos
nin·
gún
·
motivo de
placer, pueden
alzarse
eón fuerza
ética suficien
te para eliminar la contrapartida necesaria
de las
obligaciones
que a
todos impone el respeto ante
el valor supremo que la
vida encierra. El feto, desde
el primer pulso de · su vida, COns
tituye
una identidad física singular e irrepetible, epigenétiea
mente definida y prometedora. Que los juristas discutan la per
sonalidad jurídica. Médica y moralmente, el feto es ya alguien, promesa cierta ·de
uria perSOna, arranque inicial -de ]á-flor, Y,
Fundaci\363n Speiro
_ repetimos, nadi_e e.stá autorizado a suprimir esa individualidad
que nace ya en el seno maravillosamente preparado -por
·-la na
turaleza para
su total
desarrollo. Quienes propugnan la
legi
timación · del
aborto
lo que en realidad defienden es la - posibi
lidad de que
la caluros.a ,cuna materna se -convierta en fría
sepultura del ino~nte indefenso>.
2.0) Muy especialmente, e_n los casos de yiolación se_ carga el acen
to en favor
del aborto.
En
la repetida columna de
ABC. del 16 de_ noviembre de 1982 lee
mos esta respuesta.
«A la pregunta sobre si estaba a favor del aborto, tras la
violación, el
doctor Nathanson
lo consideró ilógico, pues mu
chas personas
que ahora
viven no han nacido por deseo de
s_us padres
y no se puede aplicar al ser humano la condena a
muerte>.
Y, entre las cartas al director, publicadas en YA del 6 de enero de
1983, leemos en
la firmada por Alfonso San Román Ibarrondo:
«La violación, debido a la violencia y tensión con que se
lleva a cabo, pocas veces desemboca en la formación de
una·.
nueva
vida.
Un estudio llevada a cabo en St. Paul {Minneápolis)
durante un
período de diez años, el cual cubría 3.500 casos
de _violación, reveló
céro número
de embarazos.
En otro orden
de cosas, la práctica judicial impide que el aborto sea
consi•
derado
causa de justificación,· dada la düicultad de la pmeba
y la lentitud que
co~eva cualquier próceso
de esta clase. La
sentencia de violación se
fallaxía cuando el niño ya
hubierá
nacido.
Una vez nacido, si la madre cOnsiderara al niño como
una
carga podría cederlo a uno
-de
los miles de matriminio8
españoles
que por
ser estéril
úno de loS cónyuges
o por otras
razones
desean adoptar
a
un bebé».
3.0) Los casos de malformaciones genéticas. y enfermedades here:.
ditarias, son también aducidos.
El
doctor_ Lejeune, en su citada conferencia MANIPULACIONES GBNÉ.
TICAS: Los APRENDICES DE BRUJO, abordó el tema con toda su crudeza.
c... cuando Ustedes ven Un-Jiiño gravemente enfermo y que
unas
gentes lo quieren matar porque han visto también que
está
enfermó,
es necesario
que ustedes tengan en·cuenta la to•
255
Fundaci\363n Speiro
talidad de lo que ven: es cieno que padece una enfermedad
gravé;
es espantoso,
Pero
tambiéil es verdad que es un
hom
bre. No olvido
que estoy viendo que es un hombre, y, por tanto,
no
lo mato.
:a,¡Ahí estamos! Ya no se pregunta si se va a matar a unos
niños en el vientre de
sua madres porque
padecen
una enfer
medad química o
cromosónica. De
estp todavía se habla
en los
periódicos, pero
ya no en los periódicos médicos·.
En éstos se
considera
si se debe matar o no a los
niños anormales
después
del nacimiento;· y esto
se discute
en periódicos como el
Lancet,
el periódico médico mayor del mundo.
> Y únicamente es ~id porque han perdido ese conocimiento
completo, y no tienen más · que
·.un conocimiento
truncado. Se
va a matar a vuestros hijos, si son anormales; se matará a
vuestros enfermos graves;
se matará a
vuestros padres ancia
nos.
Este es el futuro que leS proponen a ustedes; esto quizá
n~
sea
automático, pero corremos el riesgo de que
suceda>.
Ea, por lo demás, clásico el caro de los padres de Bethoven, ambos
de edad
tardía y alcohólicos, ella tuberculosa de segundo grado
y él
sifilítico, antecedentes
que hoy, según algunos, habrían condenado a
morir antes de nacer al que fue
músico genial.
Su genio irrepetible
no se habría producido, ni
tendriamos su
legado imperecedero.
Este tema de la propaganda pro abortista nos
. lleva
al de la ma
nipulación de la información y· de la desinformadón, a través del ar-:
gumento
que se esgrime, tiempo hace, del aborto clandestino y de la
desigualdad entre
aquéllas
inujeres que
pueden desplazarse a Inglaterra,
ptira abortar,
y
aquellas que
lo hacen
aquf sin garantías sanitarias.
La
falicia de las cifras
que se
dan y que ha repetido el ministro
de Sánidad,
Emest Lluch, no parece menor que en las dadas por el en
tonces ministro
de Justicia,
'Francisco Fernández Ord6nez, para ;usti
ficár
la
regulación del divorcio y que
lós hechos han
mostrado que
multiplic6 casi por treinta las cifras reales. Precisamente, la
Asociación Pro Respeto a la Vida Humana replicó
al Ministerio
de Sanidad con la siguiente nota que transcribimos del
diarlo EL Al.CAZAR del 14-de enero de 1983.
256
«Ante la insistente repetición de datos eiitadísticos falsos,
respecto
al aborto, presentados a la opinión pública en las en
trevistas celebradas en los medios de comunicación social, nos
permitimos adjuntarle los datos del Ministerio de Sanidad
es·
pañol,
para que en defensa
·de la vei-dad, sean
dados a conocer,
con
igual frecuencia
e
interés que se
dan los
falsos.
Fundaci\363n Speiro
»Mortalidad: mujeres entre los 15 y 44 años (e!Jad de pro·
erear), por todas las causas; es decir, por cáncer,. aparato cir
culatorio, enfermedades infecciosas, accidentes, etcétera, 5.671
{año 1976).
»Natalidad: en la última década en España oscila alrededor
de 600.000 nacimientos al año, con tendencia a descender.
»De estos
dos· datos, se desprende que la cifra repetida
de
.3.000 mujeres que dicen mueren eii España por aborto clan
destino, además de ser falsa es absurda, pues resultar.fa que más
.de la
mitad
de las muertes acaecidas en España se deberían
.a abortos . clandestinos, A este respecto, nos permitimos subra
yar el párrafo de la conferencia del doctor Natbanson sobre
este punto.
»Por otra parte, si la cifra de nacidos es de 600.000 y dicen
que hay de 300.000 a medio millón de
abortos clandestinos.
-resultaría que
la
mayoría de las mujeres españolas en edad
de procrear
se harían abortar. Esto, además de falso, es una
ofensa a la dignidad de la madre española y a la de cada uno
de nosotros en particular,
cuya dignidad debe ser respetada y
defendida.
>Por respeto
a la verdad y a la madre española, esperamos
que sean
desmetidas ante
bl: opinión pública estas falsedades>.
Pero esas falsificaciones de cifras cori ánimo .de mam"'pular la opi
nión no
es una novedad original española. También ocurri6 en
USA,
según
leemos
en la columna de
ABC del 16 de noviembre de 1982,
que recoge
las manifestaciones
del doctor
Nathanson, qUe, a este res
pecto,
diio que
...
c... en todos los países se abultan las cifras de los abortos
ilegal,es y de las muertes, para conseguir la legalización de esia
práctica.
»Añadió el
doctor
Nathanson que en
Norteamérica se fal
sificaron las cifras de los abortos que se producían en el
país
y si se producían al año 100.000 abortos, se decía que la cifra
era de un millón;
si habían muerto 300 mujeres a cosecuen·
cias
del
aborto; se
decía que eran
10.000>,
Compárense esas cifras con las actuales en USA, reales allf cuando
:se
implant6
el aborto.
«El _dortor-Nathanson afirmó que en EBtados Unidos, anual
mente,
se
producen uil-.millón y, medio de abortos, de los que
257
Fundaci\363n Speiro
el precio por cada caso es de 300 dólares; lo que suponen
anualmente una media de
500 millones de dólares, y, a su vez,
de esta cifra,
un_ 90 por 100 va a parar a beneficio de los mé
dicos que lo practicaron».
Por otra parte, como hace notar el catedrátiéo de derecho civil de
la Universidad de Zaragoza,
Gabriel García Cantero, en su carta al
director, aparecida en
ABC del 23 de abril de 1982:
«No es · cierto que la despenalización del aborto sea la me
jor forma de
luchar contra
el aborto
clandestino. Por
el con
trario, en países como Francia e Inglaterra se
ha podido com
probar que subsiste con cifras similares al período anterior a la despenalización.
»Ninguna ley
moderna sobre el aborto se concibe como una
defensa de la intimidad de la pareja; antes bien, el legislador
atribuye a la madre sola la facultad de decidir sobre la vida o la muerte del
ser que
lleva en sus entrañas, sin que el padre
tenga casi nunca una intervención decisiva».
Además la solución de legalizar el aborto _porque se practica ilegal
mente, suscita
esta pregunta que, en su referida carta formula el pro
fesor
Garcia Cantero:
«El legislador; ¿ debe plegarse al _ implacable imperio de los
hechos o tratar de instaurar el imperio
de la justicia?>.
Y tras de ella los comentarios como el siguiente que hace el midico
1'-fánuel Macho San Millán, en · su carta al director de ABC aparecida
el
23 de
abril de 1982.
«No lo entiendo. Pero si esto es lo correcto y eficaz, de
bemos pensar que si el Gobierno no
es capaz
de evitar los
trescientos mil atracos a
mano armada (desde
el terrorista im
puesto revolucionario y los no menos terrorista de escopeta
recortada, hasta
llegar a loS jóvenes
navajeros), no le cabrá
Qtra salida
al Gobierno que la de despenalizar el robo a mano
añruulo.
Y además, áe querer salvaguardar la igualdad de oportunidades,
c;4/,ría proveer,
con ·cargo a la_
segUridad social;. de
un material de ar-
25~
Fundaci\363n Speiro
mamento más sofisticado a los atracadores,- menos bien dotados, y, a
cargo del Ministerio de
Educaci6n, de
la instrucCión adecuada a
los
atracadores novatos o meramente aficionados para· elevarlos al mismo
nivel
de
los· profesionales
expertos.
El
fin de todo esto lo expone Miguel Rivilla San Martín en su
carta al director aparecida en
YA del 6 de enero de 1983:
cMe da la impresión que se está de nuevo organizando en
nuestra España la llamada ceremonia de la confusión en torno
al tema del aborto como anteriomente pasó sobre el tema di·
vorcista.
»A juzgar por la insistencia y persistencia _co:r;t _que_ algunos
medios
de comunicación social vienen prestando solapada
y
hasta descaradamente argumentos "pseudocientíficos" en favor
del aborto me hace pensar en
una campaña hábilmente orques
tada, tendente a ir progresivamente
"comiendo el coco" a los
"retrasados" españolitos.
La finalidad que se proponen con esto
los nuevos
"pontífices
irúalihles" (la
autoridad
papal para estos
tales está
demodé} es lograr la legalización del aborto_ o, como
ahora
se dice ~on un boni~ eufemismo, la interrupción volun
taria del embarazo, del cual tantos
y tan estupendos frutos se
esper~.
Esa evidencia le suscita, entre otras, las siguientes preguntas:
e-Si la vida humana no supone un valor absoluto e intan
gible para
todos,
¿sobre qué
valores piensan
usted~s funda
mentar
la nueva ~o~iedad-española?
:.-¿ Quién es para ustedes_ que hablan tanto de derechos hu
mano~ el ser humano más indefenso e inocente?
:>-¿En qué
casos
y con qué auti;tridad se puede justüicar
la
muerte
de un inocente?
»-Si las .madres "tienen el derecho a
su propio cuerpo y
hacer con él lo que quieran", ¿acaso equiparan ustedes el ser
concebido
a una mera verruga, sabañón o forúnculo del cuerpo
de
la
madre?
>-l Me quieren explicar por qué los pro abortistas se con
sideran y
alardean
siempre de progresistas, cultos, desarrollados,
y l9s que defendemos el derecho a la vida nos tachan de re•
trógados, incultos
y poco desarrollados?
»-l Conocen lo que _afirma y ha demostrado la ciencia so
bre el inicio
y valoración
de la vida
en. el
seno materno al ser
fecundado el óvulo femenino?
259
Fundaci\363n Speiro
:>-¿Me podrían explicar por qué la mujer que aborta es
más libre que la mujer que apuesta por la vida del fruto de
811 vientre a pesar de las circuntancias adversas previstas?>.
Esta manipualci6n para preparar el colchón al proyeclo del PSOE
se hizo patente en T elevisi6n Española, la noche del jueves 13 de enero.
YA, en
su editorlal del 16 de enero de 1983, con el título "TERRIBLE
PESADILLA",
lo comenta.
260
e.Tuvo aires de funeral colectivo. Tono, colores, encuadres,
evasión de rostros, acento de voces en
susun-o, todo contribuyó
al
ambiente de pesadilla que caracterizó al programa,
dese41ll:·
librador, que la Televisión Española dedicó el pasado jueves
al aborto. Dejemos a un lado el entremés que le precedió,
con notoria sinfonía de fondo, acerca de los homosexuales.
Pertenece al esquema programado. En un espacio dedicado a
la muerte clínicamente
organizada, todo
tenía que
téner la
resonancia
fúnebre matizada por la conciencia
de que allí se
trataba
de algo
qu~ aunque legalmente se practique, choca
terriblemente con el sentido
más elemental
del respeto a la
vida humana.
>Presentó el
programa a las mujeres, casadas y solteras, que
acuden a Londres -paraíso, por lo visto, de los nuevos cam•
pos de concentración- para liberarse del embarazo. ¿Por qué
no fueron traídas
al programa otras mujeres, casadas o solte
ras, que
saben superar las dificultades y respetan
el depósito
de
la vida concebida en su seno, dando muestras unas y
otras
de
indudable y meritoria
altura moral?
Sin este contraste, el
programa resultó, por fuerza, parcial.
> Vimos el instrumental, tecnológicamente perfecto, de la
muerte del concebido, la asepsia de la sala de
operaciones, el
alicatado
colorista de las estancias, las esperas de las madres
-y de los pacientes-. ¿Por qué los directores del programa no
exhibieron los cubos de
los "desperdicios"
humanos, el
es
pectáculo horrendo de los seres -tres y cuatro meses de
ges-
tación--
arrancados
de las entrañas maternas y tirados como
trapos al suelo? Habría sido más elocuente el tratamiento del
tema. Por eso el programa resultó nuevamente desequilibrado.
»Sólo aparecieron
mujeres abortistas con sus motivaciones
subjetivas, y
no entramos ahora en otras calificaciones y ·con
sus sensaciones
anteriores y posteriores al aborto. ¿ Por
qué
los
responsables del
programa no
trajeron ante las
pantallas
el
testimonio del remordimiento, las huellas terribles que la
Fundaci\363n Speiro
cicatriz moral del aborto ha dejado en no pocas abortistas?
Habrían aportado esos dirigentes un dato capital del problema.
También por aquí hay que concluir que
la exposición fue in
suficiente.
>En la emisión sólo se oyeron las razones -sinrazones
de quienes rechazan la sagrada carga del nuevo hijo. Les faltó
imaginación a los
rectores del programa.
¿Por qué no inten
taron captar el mensaje de esos millones
de seres que mueren
sin voz, desasititidos e indefensos?_ Sólo oímos expresiones he
rodianas. No pudimos oír
ni siquiera los lamentos de las ma•
dres cuyos· hijos inocentes mueren en estas matanzas del
egoís
mo
moderno, legalmente cubierto por
una legislación
monstruosa.
»El programa
no puede eludir la merecida
calüaciión ob
jetiva
de espacio manipulado. El propio locutor dio al final
en la diana. Habló de "terrible pesadilla". Así es. Con
la pe·
sadilla
de la demencia colectiva que organiza asesinatos en
masa terriblemente
cualüicados.
:,La
última
escena fue concluyente: niños
correteando ale
gres
bajo el sol, entre jardines, con
sus padres. ¿ Qué fue de
quienes
perecieron en
un fin de semana? ¿Por qué no corren,
juegan, sienten la caricia luminosa del sol, el aroma multicolor
de los jardines, la compañía amorosa y entregada de quienes
no quisieron acogerlos? Hacemos la pregunta porque el locu
tor, aunque pudo hacerla, no la
hizo>.
IIJ. DESINFORMACIÓN Y FALTA DE INFORMACIÓN.
lnformaci6n deformante, desinformaci6n, mentira organ"izada, destruc
ción de la memoria,
son denominaciones expresivas de /O que hoy está
ocurriendo en el dominio de los
mass media, allá y acá del tel6n de
acero.
El fenómeno
más antiguo y elemental es LA MENTIRA POLÍTICA, de
nominación que figura como título
del artículo de Gonzalo Fernández
de la Mora
aparecido en tercera plana de ABC del 5 de agosto de 1982.
«La defensa de la mentira política la asumió Maquiavelo:
"El que
mejor supo obrar como la zorra tuvo más éxito. Es
necesario disfrazarse y ser un gran -simulador y disimulador.
Los
hombres son
tan simples y están tan
sujetos a
las necesi
dades del momento que el engañador
e:ncontrará siempre
gente
que se dejará
engañai". Maquiavelo
no pensaba en las nor
mas, sino
- en los hechos y, además, no -pensaba en el bien co-
261
Fundaci\363n Speiro
m~ sino en la técnica de conquistar y conServar el Poder.
Desde entonces se
ha convertido en tópico que la política in
terior y, especialmente, la exterior son inseparables de la men
tira. Y, por desgracia,
es así.
:>Aduciré algún
ejemplo cercano.
Acerca de
nuestro síndro
me tóxico, el órgano del Partido Comunista soviético,
Pravda,
bajo el titular "La enfermedad de los legionarios", publicaba el 27 de
máyo de
1981 la siguiente noticia: "La epidemia ha
comenzado desde hace tres semanas
en...-Torrejón
de Ardoz, y
se debe
al escape de nn virus misterioso de la base militar
norteamericana ubicada en ese lugar
y en la fJ(Je se almacenan
armas biológicas". El 2 de junio, bajo el título
¿Fabricado
en los Estados Unidos?_, se transmitía el siguiente telegrama de
Madrid:
"Aquí drcula la_
versión de que la causa de esta pe·
ligrosa epidemia ha sido el escape de un
virus de la base mi
litar
norteamericana situada en Torrejón de Ardoz, que alma
cena armas bacteriológicas". Y el día
13 el
diario insistía:
"En
España está tomando
cuerpo la opinión de que la epidemia
se debe al escape de un virus de
la base miltar que almacena
armas bacteriológicas norteamericanas". Y, después, silencio; los
lectores del rotativo socialista ya estaban suficientemente in
formados),
Y advierte al autor:
262
el.a mentira política podrá ser una recta eficaz para llegar
al Poder y para mantenerse en él, y es comprensible que un
ambicioso
integral y sin ética practique si-stemáticamente el en
gaño. Basta aquí tenía razón el florentino consejero de prínci
pes. Lo escandaloso e inadmisible es que los gobernados se
resignen dócilm:ente a ser engañados por sus gobernantes.
>En todo régimen democrático, sea orgánico o inorgánico,
la gente es llamada con cierta periodicidad a votar
sobre-pro
gramas
y personas. Para pronunciarse acerca de la cuestión es
preciso
conocer sus
veraderos términos. Si los datos están tru
cados, la resolución será errónea.
Es obvio que si, por ejem
plo, nuestro pueblo
hubiese tenido
la
misma información
que
el ruso sobre el síndrome
tóxico, lo que hubiera votado no
sería la retirada de los aceites nocivos, sino el
desmantelamien
to
de las bases estadounidenses. La primera condición de la
démoéracia es
la información
exacta sobre
los hechos. Y la
segunda condición
es la veracidad en la
declaración de in-
Fundaci\363n Speiro
tenciones de los candidatos, porque cuando éstos mienten su
elección se tranforma en
un
puro fraude, y
el sistema, en sar
cástica
ficción>.
Con esta mentalidad y no admitiendo que exista verdad, sino tan
sólo
la relatividad del devenir, resulta normal que, el arma de la men
tira política sea
utilfzada para
conseguir el dominio mundial. Con el
título
¿QUÉ ES LADRAR?, Luis María Ansón, en tercera plana de ABC
dei 23 de octubre de 1982, enfoca su empleo actual por la URSS.
cUna de las batallas más sutiles que se libran desde hace
varias
décadas en
la guerra por la supremacía mundial es la
semántica. La Unión Soviética ha organizado muy bien sus
peones en este terreno y bate a los Estados. Unidos
de América
en la mayor parte del mundo.
>Los partidos
comunistas de las naciones occidentales se
presentan _ como democráticos,. se titulan progresistas y se en cuadran en
la lucha por la libertad de ex.presión. Rara vez se
les recuerda que allí donde · gobiernan no hay democracia, sino
totalitarismo. Tiene
la Unión Soviética una
admirable habilidad
para
desprenderse de los hárapos de su política y simular
liebres donde sólo hay gatos encerrados. Es evidente
que el
comunismo en el Poder extirpa hasta la raíz la libertad de ex.·
presión
e impone
la más implacable, la más intolerante dicta
dura. Pero
en Occidente los partidos soviéticos se alzan muchas
veces como definidores de la democracia
Y se
permiten otorgar
credenciaies en este sentido, sin
que sn
cinismo
séa denunciado
por
los que,
teniendo ojos, parecen no
ver».
Se llega al punto de que ...
cSer progresista, y ello no sólo en Iberoamérica sino tam
bién en Estados
Unidos, consiste,
entre otras
cosas, en
defen•
der
las posiciones
internacionales que convienen
á la Unión
Soviética.
Los periodistas
o los políticos
qile no se sometan
a
este
yugo recibirán las cocea · de la quinta pluma y serán cali
ficados
de fascistas
O reaccionarios por los estafadores de la
opinión
público.
De esa manipucilción de las noticias, en batalla semántica -tema
respecto del cual recomendamos el recientemente aperecido libro de
nuest_ro amigo·
Rafael Gambra, EL LENGUAJE Y LOS MITOS (Madrid, Speiro
1982), impresionante y revelador-, pone Ansón algunos ejemplos:
263
Fundaci\363n Speiro
264
c:La prensa, la radio y la televisión de todo el mundo ere•
pitaban
diariamente con la
presencia .norteamericana en Viet•
nam.
Nadie dedica ahora una linea o una palabra a la brutal
tiranía que
soportan los vietnamitas
y a la estrategia rusa para
despotizar el país entrañable del
''Kim van Kieu".
>En la oscura batalla semántica se ha conseguido dar la
sensación, por ejemplo, de
que El Salvador ·gime bajo una
dictadura combatida por la guerrilla . amante de la libertad,
cuando en muchos aspectos es todo lo contrario. -La realidad
del pequeño país centroamericano
se deforma
día a
día con
espacios desproporcionados en los medios de comunicación SO·
cial de Occidente. Apenas se habla, en cambio, de la encarni
zada invasión de Camboya por. las fuerzu armadas soviétieo
vietnamitas».
cTal
vez el éxito más grande de
Rll8ia en la
batalla
semán·
tica se
encuentra
en el Oriente Medio.. Los
israelíes no eon
unos
angelitos y sobre
sus espaldas
agobia la carga de
alguna&
atrocidades, per0 presentar
a los activistas de la OLP como
tiernos corderos, como víctimas
propiciatorias de
la ferocidad
judía, es una auténtica pirueta de
circo. Arafat y sus soldados
han
pisoteado
la libertad y la independencia del Líbano du~
rante
varios
años, han utilizado el terrorismo salvaje como
arma habitual y han ayudado descaradamente a otros
moví·
mientos
del
mismo signo, se llamen
Ira, Eta, Baader Meinhof.
Brigadas Rojas, corsos o
armenios,
> Un gigantesco coro perfectamente orquestado entona, en
favor
de las organizaciones subversivas y la política
soviétic~
la
música semántica que más les conviene, Y
así se
manejan
vocablos como
pacifismo, energía
nuclear o
corrupción. Y así
se
llama ejércitos de liberación a
los comandos
armados;
mi
licias populares, a
bandas de terroristas; ejecución, al asesina
to; denuncia, a la calumnia; libertad de expresión, a la impuni
dad.
Así se
calificará de ultraderechista al mercenario del
te•
rrorismo
Ali Agca, encargado de asesinar al Papa por
tina turbia
·organización
interriacional, alarmada
ante la Polonia católica
que
se alzó,
por
fin, contra
la tiranía.
>Resulta lógico que la Unión Soviética dedique sus mejores
esfuerzos a la batalla semántica. La realidad de los países
co
munistas es impresentable.
Las naciones occidentales tienen
mu·
chos
defectos, pero el comunismo quedaría fuera de
· j~ego con
el
simple cono.cimiento, por parte del ciudadano del
Oeste, de
ló que en realidad ocurre en el Este. Sólo con la deformación
Fundaci\363n Speiro
de ambas realidades se puede conseguir un cierto equilibrio.
Por eso
Rusia sabe que esta batalla
es capital
para
sus 8.spi·
raciones>.
Y el 12 de diciembre de 1982, en YA, con el título LA DESINFOR
MACIÓN, el mismo Luis María Ansón pone un ejemplo concreto . de quin
ta pluma
al servicio de la "desinformatsia".
cEn nombre de la libertad de
ex.presión, el tribunal francés
de la Seguridad
del Estado ha condenado a cinco años de cár
cel
al periodista
Pierre-Charles Pathé. Se le acusaba de desin•
formar sistemáticamente
en loa
medios de comunicación de la
nación gala
al servicio del KGB. Por vez primera, la quinta
pluma ha sido detectada, juzgada y condenada.
>La dezinformatsia consiste en conquistar por el soborno,
la amenaza o el halago a profesionales
del periodismo
y
co•
locarlos
al servicio de la
Unión Soviética en la prensa, la ra
dio,
la televisión
y las agencias de noticias. -La finalidad de
esta operación, según la seguridad francesa, ea desacreditar a
personas
particualres, instituciones
o gobiernos cuya línea per
judique a la política
soviética en
el mundo».
«Pierre-Charles Pathé., tras
unos pinitos literarios, fundó un
boletín informativo en 1961. No estaba
destip.ado a
la gran venta,
sino a servir de base noticiosa y orientativa en diarios y
emi
soras.
Un agente del KGB, Eduardo
lakov-lev, entró
en contacto
con
el periodista. El entendimiento se produjo pronto. La ceaja
negra>
del ··KGB comenzó
a suministrar regularmente, según se
ha comprobado en la sentencia
judicial, cantidades
de dinero
para mitigar
las pérdidas del boletín.
>Pierre-Charles Pathé,
ayo.dado regnlarmente por
sus com
pañeros
de la quinta pluma, haría una excelente carrera perio
dística. Con el seudónimo de "Charles Morand", sus artículos
se abren camino
en importantes semanarios y publicaciones. Se
le entrevista a menudo en televisión y
radfo. Participa
en
co·
loquios
y programas de opinión en la pequeña pantalla. Su
influencia crece.
lakovlev', su
contacto se va.
Le sustituye Yuri
Borissov~ un
sosias de
"Carlos", el
terrorista. Por primera vez,
Pathé, además de ayuda y orientaciones, recibe originales
con
cretos que debe-publicar o hacer que se publiquen.
>En sos contactos cori los
agentes del KGB,
el periodista no
sólo acepta instrocciones, sino · ·que prOporciona información
so•
bre la verdadera actitud de numerosos profesionales y políticos.
265
Fundaci\363n Speiro
En 1976 lanza un nuevo boletín confidencial: Síntesis, 41 diarios,
299
dip1,1tados, 139
senadores
y 14 embajadas constituyen todos
sus abonados.
La desinformación prosigue. La quinta pluma se
extiende.
»Pero la
investigación· sobre las actividades de lgor
Kuznet
sov,
un diplomático soviético en la UNESCO, permite a los
servicios de seguridad franceses detectar un encuentro clandes
tino
entre éste
y el periodista. La policía les detiene. El primero
se acoge
a la inmunidad. diplomática. El segundo comparece
ante loe tribunales, donde confiesa que ha estado veinte años
al servicio de la Unión Soviética, con
éxito para
influir en la
gran prensa y filtrar a través de ella las operaciones de desis
form.ación que le eran encargadas,_ También trabajó en la redac ción de
fichas biográficas
de periodistas que, por una u otra
razón, podían ser susceptibles de atracción por parte de la URSS.
>El Tribunal
de la Seguridad del Estado,
tras recordar
que
Francia ha inscrito en su
· Constitución
el principio de la libertad
de
expresión, ha dictado una sentencia que coloca entre rejas,
durante cinco años, a un periodista y que no será largamente
debatida. La quinta pluma
está ya
actuando en todo el mundo
occidental para impedir que
se· hable
de algo que, como el libro
The spike, del periodista liberal Arnaud de Borchgrave, la
desenmascara y erosiona>.
La manipulación de8informadora no se circunscribe a la informa
ción actual
y al lenguaje con que se expresa, alcanza también la narra
ción de
la historia.
Ahi la emplea uno de los sedicentes historiadores
que
'tiene el
monopolio de los libros de texto de historia del pasado y
actual siglo en centros de
enstiñanza medJ'a, Un historz'ador, que
no
puede ser tachado de tradicionalista, como
Femando Díaz Plaja, lo ha
denunciado en la tercera plana de
ABC del 21 de noviembre de 1982,
con el
título interrogante ¿Así SE ESCRIBE LA msTORIA? De este ar
tículo recortamos:
266
c... Me refiero al catedrático M. Tuñón de Lara, que dirige
(y en este caso
adem.WI colabora},
en la
Historia dé España, que
edita H1STRORIA 16 en cuadernos mensuales, Acaba de salir el
correspondiente a
Lrz caída del Rey. De la quiebra de la Res
tauración
·a la
Repúhlica:(1917-1936) y
·que me
he
8pr'"esurado a
leer
eoil ·el mismo afán qile los
diez
tomos anteriores,
afán que
se
ha coriVertido en preocupación ante el tono con que se des
criben unos
hechos muy presentes. en quienes nos hemos aso
mado profesionalmente a los Orígenes de nuestra España
actu.ab.
Fundaci\363n Speiro
Y comenta:
Es cierto que Tuñón de Lara ha afirmado varias veces pú
blicamente
que
el historiador imparcial no existe y que a,· des
de
luego, no lo es. Es evidente
que un historiador tiene el
mismo derecho
a tener unas
ideas politiras que un Ingeniero
de
Caminos. pero
la diferencia estriba en
que en la obra de
este último
sus convicciones no le llevarán nunca a desviar un
pilar a la derecha o a la izquierda sabiendo que esto compro·
metería la estabilidad de un puente, mientras que el profesor
aleja al lector de la verdad cuando emplea, según le convenga,
ejecución o asesinato, crimen o lógica
reacción,.
En esta materia, con miras de revolución cultural en aras al pre
conizado cambio
social, se
pretende llegar a
LA DESTRUCCIÓN DE LA
MEMORIA, titulo de un artículo firmado _por Juan del Agua en tercera
plan de ABC del 25 de octubre de 1982.
«Creo que una reciente publicación francesa sobre el futuro
de su
patrimonio, patrocinada
por el Ministerio de Cultura
galo,
Pour une nouvelle politique du patrimoine, debería ser
objeto
de
reflexión por
parte de la opinión pública española,
ya
(flle las concepciones que se exponen en ella podrían impor•
tal'se con mayor rapidez que buen juicio. En estas líneas voy
a ocuparme de algunos aspectos de su contenido, porque
repre-
sentan ciei.-tas proposiciones
sobre la herencia cultural que po
nen en peligro la· pervivencia de
nuestra memoria histórica
y
co:ó. ella nuestra capacidad de innOvación y de proyectarnos en
el
fúturo, j,ués, sin
ideas claras sobre
nuestras· raíces y sin saber
bien
quién -somos como pueblo, mal podemos preténder ir a al
guna parte.
- ,Para ·el aritor de Elste infórme, Mai Querrien,
el patrimo
nio cultural tiene
"que convertirse
en un
instrumeD.to de
la lucha
de
clases, es decir', digámoslo sin ambages, en nil · ad.ele de la
discordia social.
"Se trata
-dice- de movilizar el patrimonio
como agente provoéador ..
· para
que
n·os libere
de los
'falsos
prestigios
de un pasado que ha sido erigido
comO referencia
absoluta...
y acabar con la dominación de una sociedad clasista
que se ha
servido abundá.nte, aunque
a
Veces inconscientemen•
t~ del
arma enltural". La utilización del patrminio como arma
contundent~ ciertain.énte no
es nuéva: reaparece siempre a cada
nueva invasión
de los bárbaro8. Acusar
a los demás de nuestros
propios designios, para asi encubrirlos mejor, tampoco es una
llovedad. · El
cinismo y la mala fe
son· easj tan
viej·os como
el
267
Fundaci\363n Speiro
hombre. Digo casi, porque son actitudes pai'asitarias, patológicas,
que
sólo viven y
se entienden
desde la normalidad y la salud,
que son, por consiguiente, previas. En cuanto al hecho de de
clarar
falsos prestigios al conjunto de experiencias espirituales
y
artísticas, que
constituyen la
mismísima trama
de la
textura
del
hombre
-lo que denominBJUos, precisamente, la cultura-.
una
textura radicalmente
abierta a la innovación (por eso
el pa
sado humano es plural y tiene diversas trayectorias), y querer
luego utilizar
lo que es fu.ente de vida como instrumento de
guerra, es una proposición simplemente
delirant~ cuya
consis
tencia dejo a la reflexión del lector.
:>Lo grave de
una estolidez, sin embargo, son las incidencias
sociales
que puede
traer su repetición constante. La confusión
mental es muy contagiosa, pero, sobre todo,
sus consecuencias
suelen ser
gravísimas. Así, la monótona e insistente desvalori
ción del pasado, su falseamiento o suplantación constituye uno
de los más
crueles despojos
que se cometen con el hombre con
temporáneo, pues el pasado, esto es,
la historia concreta de cada
pueblo -que no es ninguna
"referencia absoluta"
- es la
sus
tancia
de la identidad de las personas, aquello de que se nutre
su memoria, condición ésta de la innovación creadora y, por
tanto, de la continuidad de
la aventura humana. Por el contra
rio, un
hombre con una
conciencia mortecina o confosa de su
identidad es un ser envilecido y degradado, un títere mal pin
tado que se puede doblegar a todos los
caprichos y con el que
se pueden saciar
todos los resentimientos. Ejemplo de esto es
esta perla del mencionado informe:
"Hay que acabar con
el
dominio del buen
gusto y
de las bellas
artes". Es
decir, no con
lo falso, lo cursi, lo
sucio~ lo roín, lo
feo, sino con el estilo, la
belleza, la personalidad, el donaire. Un
ilustre· francés,
Buffon,
escribió
hace algo
más de_· dos siglos:
"El estilo es el hombre"',
pero el autor del informe debe considerarle como a "un opresor
clasista y elitista", como
a· un enemigo ·de la Humanidad,.
El peligro de esa desmemorización y de la concurrente corrupción
del lenguaje es puesto
cltiramente en
evidencia:
268
«Este hecho de la profusión de incoherencias mentales en
nuestro tiempo me
parece uno
de los peligros más graves de
nuestros días. Su origen está, probablemente, en la corrupción del lenguaje.
Se pronuncian tantas palabras· en vano y con pro
pósitos tan dispares· que,
poco a
poco, han ido perdiendo su
significado· y hoy ya no son más qne la sombra ·de sí mismas
Fundaci\363n Speiro
errando en un mundo de alucinación. Ya no alumbran la rea
lidad
que pretenden
evocar. De ahí. el
aspecto fantasmagórico,
irreal,
absurdo, de tantos
gestos, actos
y declaraciones, la in
consistencia de tantas cosas y de
tantas vidas>,
Y termina el articulo:
c... El informe de que he hablado, en cambio, no tiene que
ver ni con la civilización ni con la cultura. Pues al propugnar
solapadamente la destrucción de la memoria histórica, fuente,
repito,
de la imaginación innovadora, condición ésta de la su•
pervivencia
del
hombre,
ataea las
condiciones mismas de la
vida, mostrando así su carácter aberrante, patológico, intole,
rable. Contra este y otros ejemplos similares,
vengan de
donde
vengan, ya que los errores de los unos no constitnyen la razón de los otros, tenemos - que oponer
la más enérgica resistencia.
Sólo la decisión de oponernos
al envilecimiento y de vivir se
gún
las
normas del juicio y de la civilidad nos dejará abierta
la puerta del pol'Venir, esto es, la posibilidad de continuar la
trayectoria histórica de nuestro pueblo, Olvidarlo sería literal•
mente suicida ...
>,
Frente a la desinformación y falta de memoria histórica, el remedio
es info,rmar blen y
refrescar esa memoria. Esto
ha hecho, e;emplarmen
te, nuestro
;oven amigo
Miguel Ayuso en la carta al director de Y A,
aparecida en este diario del 2 de enero de 1983. carta que tenemoa el
gusto de reproducir íntegramente.
«Me he sentido reconfortado de que, gracias al diario de su
digria dirección, un título tan bonito
en resonancias como
El
maquiavelismo degollado haya saltado de las bibliotecas .emditas
a
las páginas de los
periódicos.
>El
mérito,
y por ello el agradecimiento, corresponde a don
Ricardo
de la Cierva, que lo ha dado a la estampa en cabeza
de una de sus habituales columnas. No
ea frecuente,
por desgra
cia, ver referidas en la prensa obras tan viejas e
importantes
como
la que el jesuita franco-comtés, y por
lo mismo españoU
simo,. Claudio
Clemente,
es~bi0 en
latín, en 1628, y después
vertió en verbo castellano en
1~37, con
el
título largo, según
los gustos de la época, de El maquiavelismo degollado por la
christiana sabiduría de España y ele Austria.
>Libro excepcional por muchos eoneepto_s, merecedor de fi
gurar
ante el elenco de los antimaqniavelistas españoles -Riha
deneyra, Mariana, Márquez, etc.-,
pero- poco conocido . Y· menos
aún
estudiado.
169
Fundaci\363n Speiro
270
:>Quizá por eso, y durante muchos tien:ipo, ha sido descono
cido hasta su autor, creyéndose que Claudio Clemente era un
ps:eudónimo ~jo el que se escondía la personalidad del tam
bién jesuita padre Nieremberg.
Así, a
título de ejemplo, hace
Melchor Ferrer, en
el primer tomo de su. por otra parte, mag
nifica Historia del tradicionalismo español.
:>Precisamente a esta circunstancia alude el articulista de Y A..
profesor ~e la Cierva, señaland,o haber oído del descubrimiento
de la verdadera
existencia del
padre Clemente. Y esto es lo que
extraña a
quien
firma estas
lineas. Pues este hecho, del que
ha tenido noticia, al parecer auditiva, recientemente don Ricar do de
la Cierva, no reviste en absoluto caracteres de novedad.
Y me veo obligado a señalarlo en recuerdo de un querido maes
tro que duerme el sueño de la paz, pero cuyo magisterio per
manece vivo: el profesor Francisco Elíaa de Tejada, sabio en
tre los sabios
y piadoso erudito de los libros que engendró la
cristiana sabiduría
española.
> Ya en el año 39, en el primer cuaderno de una colección
de
clásicos políticos
españoles, dedicado a Gerónimo Castillo de
Bovadilla, hace mención, incidentalmente, y prometiendo poste
rior consideración, del
Maquiavalismus jugullatus. Cumplió su
promesa
el ilustre catedrático y nos dejó unas interesantes pin
celadas sobre Clemente en
su magnífico libro El Franco-Conda
do hispánico, cuya segunda edición, de 1975, está aún en cir
culación. A este último remito al distinguido profesor De la
Cierva
si quiere profundizar en el conocimiento ·de uno de los
libros
Dlás agresivos
y sañudos que en la polémica contra Ma
quiavelo
se hayan escrito.
A las razones teológicas añade las
realídades
vividas, esgrimiendo
para tal fin la poderosa existen
cia de la monarquía católica como refutación adecuada del error
enemigo.
>Nadie negará la actualidad y vigencia de una tal polémica.
Rihadeneyra,
frecuentement~ se
dirigía a
los "ministros
de Sa
tanás", a los
"políticos", y,
al decir "políticos", cargaba el acento
sobre una pluralidad
de escritores que querían hacer política
pura, sin moral y _sin religión. Mu.cho me -temo que no es un
error totalmente
ausente de
nuestros días el que
co~atieron
nuestros clásicos. El
Estado laicista, contrario a
la unidad ca
tólica de las Españas defendida por Clemente, tiene alguna parte
en lo
qne decimos.
>Es prohá.hle qo.e don Ricardo de la Cierva, historiador de
profesión,
conozca lo que sin pretensión - alguna le señalo. Es
igual, porque la
finalidad de
este joven estudiante de. Derecho
Fundaci\363n Speiro
se encam~na hacia otras direccio:qes.. Va por_ el homenaje a un
querido
maestro
contemporáneo .
al que no se ha hecho justicia
conforme con .
sus pi.ere cimientos. Homenaje que dejo en sus
manos
invocando
su generosidad ... ).
IV. LA. AUTODEFENSA,
U nas recientes palabras del empresario vasco Luis Olarra han dado
lugar
a que
los políticos y la prensa de la situaci6n se hayan rasgado
las vestiduras. Los gobernantes que no alcanzan a ·proteger a los súb
ditos,
invocan
un pretendido monopolio estatal del
empleo de la _fuerza.
El Estado
exige los impuestos, pero,
a pesar de que no protege eficaz
mente a los
contribuyentes de
atracos y secuestros ni del
cobro median
te
amenazas del
denominado
impl!.esto revolucionario:
no quiere admitir
que estos empresarios amenazados se organicen para su autodefensa. Se trata de una muestra más del constante engorde del moderno
Leviatan y de la progresiva· expansi6n de sus competencias a todas las
relaciones de
la vida,
ahongando las
libertades civiles.
En 1910, el gran jurista caialán Joan Ma.rtí i Miralles, en su es
tudio
Spoliatus ante omnia restituendus, décfa refiriéndose a la materia
posesorias:.
tiempos en el criterio de poner obstáculos a la
legítima ac
tuación
de la libertad individual en la
esfera del
Derecho civil.
En
ninguna otra
legislación se ha atribuido a la autoridad po
lítica tan ancho campo de jurisdicción en esta
clasé de cOnflic
tos.
Y este culto indebido a la representación del Estado, que
tan
desmesuradamellte ha
ensanchado los línderós de su
compe
tencia
en los conflictOs
posesori~s, como se~ela o
derivación
específica que es de
_la est_at:alotria predominante en la genera
ridad de los principios políticos hoy
eµtronizados, debe
com
batirse, a
mi entender, sin descanso ni tregu~, hasta encerrar
dentro de
los linderos.
que señala la filosofía jurídica a la
ju
risdicci~n
de
la
a-utoridad pública
en términos que jamás pue
da venir a cercenar,
ni tan _siquiera a constreñir los fueros de
la privada, en
_lo tocante
a
la defensa le_gítima de los derechos
y de los bienea>.
El citado Luis Olarra ha planteado la situaci6n actual de los em
presarios
con el
Pais V asco, en
su
artíi:ulo Los SUPLANTADORES DEL
ESTADO aparecido en ABC del ·10 de diciembre de 1983.
cNormalmente, el empresario .no se ve obligado a conside•
rar otros problemas que los económicos. No se le
puede obli-
271
Fundaci\363n Speiro
gar al empres_ario a que asuma otro riesgo que el económico,
puesto
que éste es
el
que, dentro de un sistema competitivo y
abierto, aporta la cobertura moral y la justificación ética a los
beneficios obtenidos
en el ejercicio
de su actividad. A partir de
ahí, cualquier pretensión de que el empresario tome como pro
pios
y naturales de su menester riesgos düerentes es algo, cuan
do
menos, impropio y muy
posiblemente
ilegítimo.
>Los
empresarios vascos compartimos
con los
demás empre
sarios españoles los problemas y vicisitudes de la crisis, peto a
los empresarios vascos nos afecta un orden añadido
de proble
mas que nada tienen
que ver con la economía, a no ser que la
del terrorismo
sea>.
Y concluye:
El argumento, pues, de que no se debe suplantar al Es
tado en la lucha o en la resistencia al terrorismo que no nos lo
apliquen
ni dirijan a quienes estamos dispuestos a proveernos
de
las condiciones suficientes de
seguridad personal
con el re•
curso
a la legítima
defensa, proporcionada
siempre a la escala
y
a las caraéterísticas de la agresión de que, somos objeto por
la
mafia etarra •.. >.
¡Qué más decir., .1
• • •
Como resumen de estos recortes, concluiremos con el terto de un
recuadro
firmado por Juan Pablo D'Ors, aparecido en primera plana
de
EL ALCAZAR del 2; de enero de l 983.
272
cSon muchos
los que no han advertido, tras el triunfo elec
toral socialista, en
España, que '1o socialista"
tiene siempre un
sentido de totalidad, un alcance a todas las esferas del pensa miento y de la conducta. Por consiguiente, es inútil querer contestar a
'1o socialista"
con defensas parciales.
· Se
trata de
un fenómeno cultur_al general, al que
flÓlo se
puede responder
con otro fenómeno
cultural diferente;
:.Con la llegada del socialismo al poder, no es que haya
llegado
un "partido
político", sino una
"vida política".
Una
vida en la que la salvación de las. almas no cuenta>.
cHace medio siglo, Eugenio
d'Ors, mi padre, escribió: "Cuan
do,. en
la aldea, se ha pas&do la jornada entera sin oír las
campanas,·
florecen a todo lo
largo· de
la
noche, las
flores
mal~
ditas.
del
iriCesto":>.
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