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Número 425-426

Serie XLII

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Europa y el cristianismo

EUROPA Y EL CRISTIANISMO
La memoria histórica es indispensable para fundar la perspectiva
cultural de Europa .
.Os habéis dado dta en Roma con ocasión del VII centenario de la
"universidad
más antigua de la dudad, "tro horizonte.se ensancha en estos días a toda Europa, para reflexi.onar
"sobre la reladón entre Universidad e Iglesia, al inido del tercer milenio.
,Esta relación
nos conduce directamente al corazón de Europa, allí
"donde su civilización ha llegado a expresarse en una de sus institucio­
'hes más emblemáticas.· Nos hallamos en los siglos XUI y XIV: la época en
'1a que toma forma el f'/Jwnanism~, como acertada síntesis entre el saber
"teológico, el f1/osóftco y las demás ciencias. Síntesis inimaginable sin el
'Cristianismo y, por tanto, sin la obra secular de evangelización realiza­
"da por la Iglesia en el encuentro con las múltiples realidades étnicas y
"culturales del continente
{cf. Discurso al V Simposio de los obispos de
'Europa, 19 de didembre de 1978, n. 3}.
,Esta memoria histórica es indispensable para fundar la perspectiva
"cultural de
la Europa de hoy y de mañana, en cuya construcción la
"Universidad está llamada a desempeñar
una fundón insustituible.
;,Como la. nueva Europa no puede proyectarse sin tomar de· sus
"rafees, Jo mismo puede decirse de la Universidad, pues es el lugar, por
"excelenda, de la búsqueda de la verdad, del análisis esmerado de los
"fenómenos en la con'stante aspiradón a síntesis cada vez más perfectas
'y fecundas. Y, como Europa no puede reducirse a un mercado, del
"mismo modo la Universidad, aun debie'ndo insertarse bien en el entra­
"mado social
y económico, no puede subordinarse a sus exigendas, so
"pena de perder su naturaleza, que sigue siendo prindpalmente culturab.
JUAN PABID 11: Discurso _a los participantes en el simposio
sobre
"Universidad e Iglesia en Europa", Castelgandolfo, 19
de julio. L 'Osservatore Romano, edición semanal en lengua
española, año XXXV, núm. 30 (1804), 25 de Julio de 2003.
Verbo, núm. 425-426 (2004), 363-368.
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Las raíces cristianas de Europ·a.
~¡Europa! No puedo por menos de constatar que el continente euro­
"peo ha atravesado este año y sigue viviendo una fase crucial de su his­
'toria, mientras ensancha sus confines a otros pueblos y naciones. Es
"importante que Europa, enriquecida a Jo lárgo de los siglos con el teso­
"ro de la fe m·stiana, confirn1e estos orígenes y reavive estas raíces. La
"contribución más importante que los cristianos están llamados a·prestar
"a la construcción de la nueva Europa es, ante todo, la de su fidelidad a
"Ciistn y al Evangelia
,Europa necesita, en primer lugar, santos y téstigos. Las ceremonias
"de beatificadón y canonización celebradas a Jo largo de este año han
"permitido señalar, como modelos ins;gnes para imitar, a algunos hijos e
"hijas de Europa. Baste recordar a
la madre Teresa de Calcuta, icono del
"buen samaritano, que se
ha convertido para todos, tanto creyentes como
"no creyentes, en mensajera de amor y _de paz:,.
JuAN PÁBw II: Discurso a los cardenales, la Familia
pontificia, la Curia romana
y el Vicariato de Roma, lunes
22 de diciell1.bre. L 'Osservatore Romano, edición semanal
en lengua española, año XXXV, núm. 52 (1826), 26 de
diciembre de 2003.
El reconocimiento de las raíces cristianas de Europa puede asegu­
rar a los ciudadanos del Continente una identidad no efímera
o meramente has_ada en intereses político-económicos sino en
valores profundos e imperecederos.
~como usted, señor embajador, ha puesto de relieve, son muy estre­
"chos los vínculos milenariOS que un_en a la Sede de Pedro y a los habi­
"tantes
de_ la península, cuyo rico patrimonió de valores cristianos cons­
"tituye
una gran fu.ente de inspiración e identidad. El mismo Acuerdo
"del 18 de febrero de 1984 afirma que la República italiana reconoce ~e1
''valor de la cultura religiosa», teniendo en cuenta el hecho_de que dos
"principios del catolicismo forman parte del patrimonio histórico del
"pueblo italiano» (cf art. 9, 2).
»Por tanto, Italia tiene ,m título especial para hacer que también
"Europa,
en los organismos competentes, reconozca· sus rafees cristianas,
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"las cuales pueden asegurar a los dudadanos del continente una iden­
"tidad no efímera o meramente basada en intereses polftico-económicos,
"sino en valores profundos
.e imperecederos. Los fundamentos éticos y los
"ideales
en que se basaron los esfuerzos rea/izados con vistas a la uni­
"dad europea son
hoy aún más necesarios si se quiere dar estabilidad al
"perfil institucional de la Unión Europea,.
JUAN PABLO 11: Discurso al nuevo embajador de Italia
ante la Santa Sede, viernes 9 de enero. L 'Osservatore Ro­
mano, edición semanal en lengua española, año XXXVI,
níim. 3 (1829), 16 de enero d~ 2004.
El C1istianismo, elemento central en la historia de Europa.
Wn los úlümos·meses se ha trabéijado intensamente en 1;1. redacción
"de la nueva Constitudón europea, cuya versión definitiva será aproba­
"da por la Conferencia intergubernativa a partir del próximo mes de
"octubre. A esta importante tarea,
que interesa a todos lós componentes
"de la sociedad europea, también la Iglesia siente el deber de dar su coil­
"tribución.
»La Iglesia recuerda, entre-otras cosas; como afirmé en la exhorta­
"ción apostólica
postsinodalEcclesia in Europa, que Wuropa ha sido im­
pregnada amplia y profundamente por el crislianisma, (n. 24). Esto
"constituye, en la compleja historia del continente, un elemento centra.}
'Y relevante, que ha ido consolidándose sobre el fundamento de la ·heren­
"cia dásica y de las diversas contribuciones dadas por las corrientes
"étnico-culturales que se
han sucedido a Jo largo de los siglos.
»Así pues, se puede decir con razón que la fe cristiana ha forjado la
"cultura de Europa, fundiéndose con su hist.oria
y, a pesar de la doloro­
'Sa división entre Oriente y Ocddente, -el cristianismo se ha convertido
"en da religión de los europeos, (lb.}. Su intluenda ha seguido siendo
"notable también en
la época moderna y contemporánea, a pesar del
"fuerte y extendido fenómeno de la secularizadón.
»La Iglesia sabe que su interés por Europa brota de su misión misma.
"En cuanto depositaria del Evangelio, ha promovido los valores por los
"que ha sido apreciada universalmente la cultura europea. Este patri­
"monio no puede dilapidarse. Por el contrario, es preciso ayudar a la
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''nueva Europa ,a construirse a si misma, revitalizando las ralees cristia­
''nas que le han dado origen> (lb. 25),.
JUAN PABLO 11: Angelu.s, Meditación mariana del Santo
Padre
en Ca.stelgandolfo, domingo 20 de julio. L 'O.s:serva­
tore Romano, edición .semanal en lengua española, año
XXXV, nú.m. 30 (1804), 25 de julio de 2003.
En el cristianismo se hallan los fundamentos de la identidad de
Europa en la que desffl)lhoca la variedad de tradiciones y cul­
turas de gran riqueza.
JJesde el punto de vista internacional, aquel encuentro fue el re­
"cuerdo del Congreso de Grúezno, que tuvo lugar en el año 1000. En
"presencia de
los presidentes de los países limítrofes, d!Je en aquella opor­
"tunidad: ,No habrá unidad en Europa hasta que no se funde en la uni­
"dad del espiritu. Este fundamento profundísimo de la unidad llegó a
"Europa y se consolidó a Jo largo de los ,siglos gradas al cristianismo con
"su Evangelio, con su comprensión del hombre y con su contribución al
"desarrollo de la historia de los pueblos y de las nadones. Esto no s/grli'
'fica que

queramos apropiarnos
.de la historia. En efecto, la historia de
"Europa es un gran río, en el que desembocan numerosos afluentes y la
"variedad de las tradiciones y culturas que la forman es su gran rique­
"za. [,os fundamentos de la identidadde Europa están construidos sobre
"el cristianismo, (Homilía, 3 de junio de 1997, n. 4: L'Osservatore Ro­
'ínario, edidón en lengua española. 20 de junio de 1997, pág. 6},
,Hoy, mientras Polonia y los demás países del ex ,bloque del Este,
"están entrando en las estructuras de la Unión europea, repito esas pala­
"bras, que no pronuncio para desanimar, sino, al contrario, para aflr­
mar que estos países tienen una gra.n misión que cumplir en el viejo con­
"tinente. Sé que son muchos los que se oponen a la integradón. Apredo
"su solicitud por el mantenimiento de la identidad cultural y religiosa de
·"nuestra nación. Comparto sus·il1quietudes.relacionadas con la planifJ­
"cadón económica de las fuerzas, en la que Polonia -después de años
"de explotación ilimitada por parte del sistema pasado-se presenta
"como un país con grandes posibilidades, pero también con escasos me­
"dios. Sin embargo, debo destacar, una vez más; ·que Polonia ha sido
"siempre una parte importante de Europa, y hoy no puede abandonar
"e_sta comunidad que, es verdad, est.á. viviendo una crisis en diferentes
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"niveles, pero que constituye una familia de naciones basadas en la tra­
"dición cristiana común. El ingreso en las estructuras de la Uriión Euro­
"pea, con derechos iguales a los de los demás países, es para nuestra
"nación y para las naciones eslavas afines expresión de unajuslicia his­
"tórica,y, por otra parte, puede constituir un enriquecimiento para Euro­
"pa. Europa tiene necesidad de Polonia. La Iglesia en Europa necesita el
"testimonio de fe de los polacos. Polonia necesita a Europa,.
JUAN PABLO II: Discurso a los peregrinos polacos que
acudieron a la canoniz.aci6n el 19 de mayo. L 'Osservatore
Romano, edición .semanal en lengua española, año XXXV,
núm. 22 (1796), 30 de mayo de 2003.
Es indispensable que la Europa de hoy salvaguarde su patrimonio
de valores y reconozca la fuerza del cristianismo para salva­
guardarlos.
d.as estructuras sociales, políticas y económicas revisten gran impor­
"tancia para la
unidad de Europa, pero no hay que descuidar en abso­
"luto los aspectos humanísticos y espirituales. Es indispensable que la
"Europa de hoy salvaguarde su patrimonio de valores, y reconozca· que
"ha sido sobre todo el cristianismo la tuerza capaz de promover/os, con­
"ciliarlos
y consolidar/os,.
JUAN PABLO II: HomU,ía durante la Santa Misa para los
universitarios romanos como preparación pata la Navidad,
11 de diciembre. L'Osservatore Romano, e:lición semanal
en lengua española, año XXXV, núm. 51 (1825), 19 de
diciembre de 2003.
La tarea activa de "una constn.Icción activa de la comunidad del
espíritu"
en la Europa centro-oriental salida del círculo del
comunismo ateo.
,Es un desaffo que se nos plantea hoy a nosotros y a todas las nado­
"nes que, a raíz de las transformadones pollticas en la región de la así
"llamada Europa centro-oriental, han salido del drcu/o de influencia
"del comunismo ateo. Sin embargo, este desafio implica una tarea para
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"los creyentes: la tarea de µna construcción activa de la comunidad del
"espíritu, basándose en los valores que han permitido sobrevivir a dece­
"nios de intentos de Jntrodudr de modo programática el ateísmo,.
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· JUAN PABLO II: Discurso a los peregrinos polacos que
acudieron a la canonizá.ción el 19 de mayo. L'Osservatore
Romana, edición .semanal en lengua española, año XXXV,
núm. 22 (1796), 30 de mayo de 2003.
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