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Número 485-486

Serie XLVIII

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Glosas Complutenses (XII)

 

12-01-2010

¡ESOS ORDENADORES! 

Vimos hace más de medio siglo cómo a un chico de diez años prohibían sus padres, pensamos que con acierto, su gran distracción de hojear libremente y con interés uno u otro tomo del Espasa. ¿Qué harían hoy esos padres si su hijo intentara distraerse sin control alguno de ellos con un ordenador? ¿Y no es eso frecuentísimo?

Así comentaba hace algunas semanas. Y creo conveniente insistir ahora.

Mil factores contribuyen a ir haciéndole crecer al adolescente, en bien o en mal. Y quien habla del Espasa y del ordenador, habla del fútbol, o de las amistades, y del puñado de horas diarias que el adolescente expone su mentalidad a “las nuevas tecnologías digitales que están provocando hondas transformaciones en los modelos de comunicación y en las relaciones humanas”... (Todas las citas entre comillas son de Juan Pablo II).

“Estos cambios resaltan más aún entre los jóvenes que han crecido en estrecho contacto con las nuevas técnicas. Pienso particularmente en quienes forman parte de la llamada generación

digital”...

“Es extraordinario el potencial de las nuevas tecnologías, cuando se usan para favorecer la comprensión y la solidaridad humana. Son un verdadero don para la humanidad”...

“Por tanto, si las nuevas tecnologías deben servir para el bien de los individuos y de la sociedad, quienes las usan deben evitar compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y excluir por tanto lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la belleza y la intimidad de la sexualidad humana, o lo que explota a los débiles e indefensos” (Juan Pablo II).

 

26-01-2010

LA FE, CONVENCIDA Y CONVINCENTE DE LA RAZÓN 

A diez años de distancia, una mirada atenta a la encíclica Fi des et ratio permite percibir con admiración su actualidad perdurable. En efecto, la encíclica se caracteriza por su gran apertura con respecto a la razón, y Juan Pablo II subraya la importancia de conjugar la fe y la razón en su relación recíproca, aunque respetando la esfera de autonomía propia de cada una.

Ha querido defender la fuerza de la razón y su capacidad de alcanzar la verdad, presentando una vez más la fe como una forma peculiar de conocimiento, gracias a la cual nos abrimos a la verdad de la Re velación (cf. Fides et ratio, 13).

En la encíclica se lee que hay que tener confianza en la capacidad de la razón humana: “La fe mueve a la razón a salir de todo aislamiento y a apostar de buen grado por lo que es bello, bueno y verdadero. Así, la fe se hace abogada convencida y convincente de la razón” (n. 56).

Por lo demás, el paso del tiempo manifiesta cuántos objetivos ha sabido alcanzar la razón, movida por la pasión por la verdad; y las diversas culturas se hacen fecundas cuando se abren a la verdad, permitiendo a cuantos participan en ellas alcanzar objetivos que hacen cada vez más humana la convivencia social. La búsqueda de la verdad da sus frutos sobre todo cuando está sostenida por el amor a la verdad.

Con todo, el deseo de conocer la naturaleza se ha transformado después en la voluntad de reproducirla. Este cambio no ha sido indoloro: la evolución de los conceptos ha menoscabado la relación entre la fides y la ratio con la consecuencia de llevar a una y a otra a seguir caminos distintos. La conquista científica y tecnológica, con que la fides es cada vez más provocada a confrontarse, ha modificado el antiguo concepto de ratio; de algún modo, ha marginado a la razón que buscaba la verdad última de las cosas para dar lugar a una razón satisfecha con descubrir la verdad contingente de las leyes de la naturaleza.

La investigación científica tiene ciertamente su valor positivo. El descubrimiento y el incremento de las ciencias matemáticas, físicas, químicas y de las aplicadas son fruto de la razón y expresan la inteligencia con que el hombre consigue penetrar en las profundidades de la creación. La fe, por su parte, no teme el progreso de la ciencia y el desarrollo al que conducen sus conquistas, cuando éstas tienen como fin al hombre, su bienestar y el progreso de toda la humanidad. Como recordaba el desconocido autor de la Carta a Diogneto: “Lo que mata no es el árbol de la ciencia, sino la desobediencia. No se tiene vida sin ciencia, ni ciencia segura sin vida verdadera” (XII, 2.4).

 

09-02-2010

A LA VERDAD TRAS LA RAZÓN Y LA FE
El Papa en el X aniversario de Fides et ratio

 “La Iglesia, con este magisterio, se ha hecho intérprete de una exigencia emergente en el contexto cultural actual. Ha querido defender la fuerza de la razón y su capacidad de alcanzar la verdad, presentando una vez más la fe como una forma peculiar de conocimiento, gracias a la cual nos abrimos a la verdad de la Revelación” (cf. Fides et ratio, 13). En la encíclica se lee que hay que tener confianza en la capacidad de la razón humana y no prefijarse metas demasiado modestas: ‘La fe mueve a la razón a salir de todo aislamiento y a apostar de buen grado por lo que es bello, bueno y verdadero. Así, la fe se hace abogada convencida y convincente de la razón’ (n. 56)”.

“El paso del tiempo manifiesta cuántos objetivos ha sabido alcanzar la razón, movida por la pasión por la verdad. ¿Quién podría negar la contribución que los grandes sistemas filosóficos han dado al desarrollo de la autoconciencia del hombre y al progreso de las diversas culturas? Estas, por otra parte, se hacen fecundas cuando se abren a la verdad, permitiendo a cuantos participan en ellas alcanzar objetivos que hacen cada vez más humana la convivencia social”.

“La investigación científica tiene ciertamente su valor positivo. El descubrimiento y el incremento de las ciencias matemáticas, físicas, químicas y de las aplicadas son fruto de la razón y expresan la inteligencia con que el hombre consigue penetrar en las profundidades de la creación. La fe, por su parte, no teme el progreso de la ciencia y el desarrollo al que conducen sus conquistas, cuando estas tienen como fin al hombre, su bienestar y el progreso de toda la humanidad. Como recordaba el desconocido autor de la Carta a Diogneto: ‘Lo que mata no es el árbol de la ciencia, sino la desobediencia. No se tiene vida sin ciencia, ni ciencia segura sin vida verdadera” (XII, 2.4).

“Sucede que no siempre los científicos dirigen sus investigaciones a estos fines. La ganancia fácil, o peor aún, la arrogancia de sustituir al Creador desempeñan, a veces, un papel determinante de la razón, que puede asumir características peligrosas para la propia humanidad”.

“La ciencia, por otra parte, no es capaz de elaborar principios éticos; puede sólo acogerlos en sí y reconocerlos como necesarios para erradicar sus eventuales patologías. En este contexto, la filosofía y la teología son ayudas indispensables con las que es preciso confrontarse para evitar que la ciencia avance sola por un sendero tortuoso, lleno de imprevistos y no privado de riesgos. Esto no significa en absoluto limitar la investigación científica o impedir a la técnica producir instrumentos de desarrollo; consiste, más bien, en mantener vigilante el sentido de responsabilidad que la razón y la fe poseen frente a la ciencia, para que permanezca en su estela de servicio al hombre”.

Y la intención aprobada por el Papa para el Apostolado de la Oración en este mes, anima a orar por que “todos los científicos y personas de la cultura, mediante la sincera búsqueda de la verdad, lleguen al conocimiento del único Dios verdadero”.

 

23-02-2010

LA ECONOMÍA EXIGE ÉTICA 

Hoy sufrimos las consecuencias de un manejo económico global irresponsable, incapaz de limitar la ambición y la avaricia de unos pocos.

Nuevamente, el precio más alto lo pagan los más débiles y los pobres, incapaces de cumplir con el pago de sus deudas, con la consecuente pérdida de millones de empleos y, en muchos casos, la pérdida de sus viviendas. Y el doble estándar del sistema vigente, que privatiza el lucro, pero socializa las pérdidas.

Unos pocos se benefician en tiempos de riqueza, pero cuando hace agua el sistema debido a sus errores y sus ambiciones desmedidas, ha debido pagarlo y seguirá pagándolo el Estado, ¡con el dinero de los ciudadanos!

Las causas reales de esta situación no son sólo defectos técnicos del sistema financiero, sino que obedecen a una valoración moral, que, subyaciendo siempre en toda actitud humana, es notablemente negativa en nuestro caso, La ambición, la codicia sin reglas, la ley del más fuerte...

En consecuencia, y como único camino real de solución, se hace hoy necesaria una renovación moral a gran escala de las sociedades y relaciones comerciales modernas.

Esa honestidad permite a algunos esperar el éxito. Mons. Celestino Migliore, observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, decía el 1 de diciembre de 2008: “A pesar de que la incertidumbre y la ansiedad parezcan prevalecer actualmente, permanecen las virtudes y los principios que han llevado a la comunidad global a salir de muchas crisis”.

Recúrrase en lo posible a “la solidaridad con nuestra comunidad global, la división justa de recursos y oportunidades, el uso prudente del medio ambiente, la moderación en la búsqueda del beneficio financiero y social a corto plazo a costa del desarrollo sostenible, y finalmente a la audacia política necesaria para construir un mundo en el que una vida humana esté en el centro de todas las actividades sociales y económicas.”

No es difícil deducir que quienes más sufrirán las consecuencias son los pobres de siempre. Se sabe, además, que son pocos los países que van a poder honrar sus compromisos financieros para alcanzar, el año 2015, la meta establecida en el primer Objetivo del Milenio que es “erradicar la pobreza extrema y el hambre”.

Eso sí, los verdaderos responsables de esta situación, los presidentes de bancos hundidos y sus protectores en las funciones públicas, se encuentran gozando de una sustanciosa jubilación.

 

02-03-2010

DISTRIBUCIÓN MUNDIAL DE LOS BIENES 

La urgencia de la equidad económica en el mundo es, con serio interés, la intención del Apostolado de la Oración durante el próximo mes de marzo.

Son del Papa los textos sobre el tema citados a continuación, de su mensaje de la Jornada Mundial de la Paz del pasado año. Sobrepasa, creemos, toda extrañeza y la más negativa valoración lo que hemos hecho los hombres en este sentido con la Creación a lo largo de tanto siglo de vida humana.

“En el campo del comercio internacional y de las transacciones financieras, se están produciendo procesos que permiten integrar positivamente las economías, contribuyendo a la mejora de las condiciones generales; pero existen también procesos en sentido opuesto, que dividen y marginan a los pueblos, creando peligrosas premisas para conflictos y guerras (…).

“En los decenios sucesivos a la Segunda Guerra Mundial, el comercio internacional de bienes y servicios ha crecido con extraordinaria rapidez, con un dinamismo sin precedentes en la historia. Sin embargo, hay otros países de renta baja que siguen estando gravemente marginados respecto a los flujos comerciales. Su crecimiento se ha resentido por la rápida disminución de los p recios de las materias primas registrada en las últimas décadas, que constituyen la casi totalidad de sus exportaciones. En estos países, la mayoría africanos, la dependencia de las exportaciones de las materias primas sigue siendo un fuerte factor de riesgo (…). “Quisiera renovar un llamamiento para que todos los países tengan las mismas posibilidades de acceso al mercado mundial, evitando exclusiones y marginaciones (…).

“De todo esto se desprende que la lucha contra la pobreza requiere una cooperación tanto en el plano económico como en el jurídico que permita a la comunidad internacional, y en particular a los países pobres, descubrir y poner en práctica soluciones coordinadas para afrontar dichos problemas. Por otro lado, es innegable que las políticas marcadamente asistencialistas están en el origen de muchos fracasos en la ayuda a los países pobres. Pa rece que, actualmente, el verdadero proyecto a medio y largo plazo sea el invertir en la formación de las personas y en desarrollar de manera integrada una cultura de la iniciativa (…).

“Y situar a los pobres en el primer puesto comporta que se les dé un espacio adecuado para una correcta lógica económica por parte de los agentes del mercado internacional, una correcta lógica política por parte de los responsables institucionales y una correcta lógica participativa capaz de valorizar la sociedad civil local e internacional (...).

“Los organismos internacionales mismos reconocen hoy la valía y la ventaja de las iniciativas económicas de la sociedad civil o de las administraciones locales para promover la emancipación y la inclusión en la sociedad de las capas de población que a menudo se encuentran por debajo del umbral de la pobreza extrema y a las que, al mismo tiempo, difícilmente pueden llegar las ayudas oficiales (…)”.

 

09-03-2010

EDUCACIÓN SEXUAL 

Vivimos en un país en el que se practican más de 100.000 abortos anuales...

A buen seguro la clase política, en este caso el PP, debe trasladar también ese compromiso ciudadano con el derecho a la vida, a la acción política.

El anuncio de que derogarán la ley cuando alcancen el Gobierno es un acto responsable y de justicia, pero, a día de hoy, es preciso además el recurso urgente ante el TC contra una norma inconstitucional...

Y en el futuro habrá que trabajar duramente por una educación sexual seria, que forme en va lores, y que aporte alternativas, ayuda y asesoría. Justo todo lo contrario a la que fomentan el Gobierno y la izquierda en estos momentos [Resumen de un editorial de La Razón digital].

 

20-04-2010

COMERCIO DE SERES HUMANOS 

“No se puede por menos de mencionar el tráfico de seres humanos, sobre todo de mujeres, que prospera donde son escasas las oportunidades de mejorar la vida y para sobrevivir.

Al traficante le resulta fácil ofrecer sus ‘servicios’ a las víctimas, que con frecuencia no albergan ni la más mínima sospecha de lo que deberán afrontar luego. En algunos casos, hay mujeres y muchachas que son destinadas a ser explotadas, en el trabajo, casi como esclavas, y a veces incluso en la industria del sexo.

Al no poder profundizar aquí el análisis de las consecuencias de esa migración, hago mía la condena que expresó Juan Pablo II contra ‘la difundida cultura hedonista y comercial que promueve la explotación sistemática de la sexualidad’ (Carta a las mujeres, 29 de junio de 1995, n. 5). Aquí se halla todo un programa de redención y liberación, del que los cristianos no pueden desentenderse (…)”.

Así se manifestaba Benedicto XVI, el 18 de octubre de 2005, en su Mensaje para la XCII Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado.

Tal es también el objeto de la intención aprobada por Su Santidad para mayo en el Apostolado de la Oración. En esa ocasión se llama tal tráfico inicuo y vergonzoso. Inicuo es esclavizar a millones de personas indefensas con tal abuso. Y vergonzosísimo, que al mismo tiempo, y con el secular progreso humano se conviva aún en docenas de siglos con semejante monstruosidad.

 

27-04-2010

TODO EL MUNDO ES DE DIOS, CON TODAS SUS CONSECUENCIAS 

Del que no es consecuente no nos fiamos. No tiene normas de conducta; o no se sabe cuáles, o no las conoce ni él; que es peor. Y lo mismo que es cristiano porque sí, no tiene otra norma de vida que su interés del momento porque sí; porque eso es ser libre. Le cae bien cierto barniz religioso, por lo estimable que le resulta la Iglesia, y por bien parecer, o por engañarse y creerse así él suficientemente religioso.

Le gusta ese modo descafeinado de catolicismo; aun hace algún estimable donativo benéfico de su desahogada fortuna...y cuando así le va bien, no necesita más Dios.

Y como no necesita más Dios, no usa más Dios. Le estorba. Un ateo práctico en suma, dueño aun de Dios, que lo emplea cuando le viene bien para sus fines personales. Es decir: que el mundo es suyo; y Dios también; subconscientemente le creen a Dios depender más o menos de los potentes grupos humanos que se imponen en la vida que se vive...

¿No es esa la religiosidad de que se tienen sinceramente por católicos, y son suficientemente admitidos como tales, cuando así actúan gravemente en contra de muy serios compromisos religiosos que son intangibles, en materias sexuales, o económicas, o políticas, o...?

“¡Católicos menos n!”, nada más.

¡Cuánto, pues, se necesita a gritos unos ejercicios, unas clases de religión, y unos grupos que luego respalden aquellos y éstas!

Porque resulta preocupante lo poco que se nota a la hora de la verdad la catolicidad de España.

 

04-05-2010

4 DE MAYO, SAN JOSÉ MARÍA 

José M.ª Rubio nació en Dalías, Almería, el 1864. Fueron doce hermanos. Estudió en los Seminarios de Almería, Granada, Madrid y Toledo, donde se graduó en Derecho Canónico.

De su vida de sacerdote diocesano en la diócesis de Madrid, dijo el Sr. Obispo D. Leopoldo Eijo y Garay: “No parece sino que quiso Dios que fuese un poco de todo, para que todos, coadjutores y párrocos, profesores y capellanes y curiales, se pudiesen mirar en él como en dechado y modelo del clero secular”.

La segunda etapa de su fecunda vida, ingresado ya en la Compañía de Jesús, comienza en 1911 con su febril apostolado como “apóstol de Madrid”. Así se le ha llamado con todo derecho. Dos eran sus cátedras: el confesonario y el púlpito. Con lenguaje sencillo e ingenuo, y doctrina muy sólida y elevadora, la gente, al salir de los sermones, no decía ¡qué maravilla!, sino ¡qué santo!

Uno de sus grandes secretos se cifró en lanzar a los seglares sobre Madrid y sus alrededores. Fue un adelantado del apostolado seglar hacia lejanos y marginados.

Iba en busca de pobres y enfermos. Iba sin miedo a los suburbios, zonas muy conflictivas, armado únicamente de su bondad. Buscaba almas necesitadas, donde estuvieran. Acogía a todos, y a las personas pudientes las integraba en su labor.

Fundó o promovió muchas obras: Damas Apostólicas del Sagrado Corazón, Marías de los Sagrarios, Guardia de Honor. Promocionó el Monumento del Cerro de los Ángeles. Años intensos en un Madrid difícil.

Sus fieles le atribuían muchos hechos extraordinarios. Como cuando le llamaron en plan de burla para que confesara a un enfermo fingido. Entró en la habitación, mientras esperaban fuera los demás. Salió el Padre y les dijo: “¿Cómo no me habéis llamado antes? Acaba de fallecer”(!).

El 2 de mayo de 1929 moría santamente a los 65 años el apóstol de Madrid. Siete años hace hoy de su canonización en Madrid.

Este escritor se confesó con el santo alguna vez en su adolescencia. Y sólo recuerda como dato personal una vez que en la sacristía frecuentada por él para ayudar alguna misa, el santo, que presenciaba eventualmente allí una charla de los monaguillos e xc esivamente animada, les prometió un premio si contenían su voz entusiasta.

 

11-05-2010

“HABIENDO RECIBIDO LOS SACRAMENTOS” 

No hay información más importante en cualquier esquela. Si es veraz.

Parece una manifestación de religiosidad, laudable por la oportunidad de confesar la fe en el último momento.

¿No será obligatoria esa reparación implícita de anteriores escándalos si el difunto fue un pinta anteriormente?

Si es mentira, pero por bien parecer, por moda, porque no avisaron a tiempo a la iglesia, porque los amigos vayan criticar..; pero él y los familiares lo hubieran deseado....nada de eso justifica el mentir; búsquense otros medios al efecto.

Omisión sobre ello. No parece en sí necesario, ni significativo, ni incorrecto, ni parece manifestar nada sobre el asunto el no publicar nada sobre sacramentos sí o no recibidos, si no se ve razón en contra. ¿No?

 

18-05-2010

AZAR E INFLUJO NUESTRO EN EL MUNDO 

Todo el mundo futuro está ya determinado, como futuro: es decir: ya es cierto que todo será entonces así, de modo totalmente fijo ya, y no de ningún otro modo.

Y este hecho de cómo irá siendo todo en el futuro así, de modo ya fijo, es un hecho cierto que ya es cognoscible, y conocido, por una inteligencia infinita.

Aun nuestras decisiones libres, que aún no hemos tomado y no sabemos aún si tomaremos, ya son cognoscibles y conocidas cuáles serán de hecho.

Es, pues, claro que también un ser que, además de ser de inteligencia infinita es de infinito poder, puede gobernar toda la historia de todo el mundo.

Y esto, aun permitiendo de siempre decisiones nuestras concretas que habrán de ser libres cuando lleguen a existir en su momento.

Todo, entonces, ha sucedido, sucede y sucederá como Dios quiere, aun actuando los hombres libremente.

¿Y puede entonces hablarse, si no es en un sentido ridículamente restringido y miope, de azar, casualidad, buena y mala suerte mía o tuya; en vez de hablar de ignorancia, imprevisión, sorpresa, incapacidad, despreocupación, y falta mayor o menor de trato nuestro con Dios, que es quien solo decide esa que llamamos buena o mala suerte nuestra, y con quien sólo hay que entenderse si pretendemos influir en los hechos de la vida y en el gobierno del mundo?

 

25-05-2010

TENEMOS UNA SUERTE DE SUEÑO 

¿Acaso hemos soñado alguna vez que éramos Dios? Pues sabemos que sí es verdad que no esperamos sólo una interminable salud, riqueza, feliz familia, éxito profesional y bienestar en todo, sino mucho más.

Es que la llamada gracia santificante nos comunica realmente la misma vida de Dios que vivimos por esa comunicación; algo así como por medio del alma se comunica al cuerpo la vida de hombre. Por la gracia somos hijos de Dios con su misma vida verdadera en cuanto podemos participar de ella verdaderamente sin ser Dios, siendo biológicamente real familia suya, y participando en su gloria viéndolo en Sí mismo, amándole y gozándole eternamente.

¡Vaya suerte! Vengan para ello las desgracias que vengan. San Pablo, que algo sabía de esto, nos dice que “entiendo que los padecimientos del tiempo presente no guardan proporción con la gloria que se ha de manifestar en orden a nosotros” (Rom 8,18).

¡DE SUEÑO! ¿No?

 

01-06-2010

NUESTRA PROFESIÓN PREVALENTE 

Actuamos más que física, vegetativa o sensitivamente, pretendiendo un fin preconcebido, y adoptando medios para ello.

Así el ser dotado de razón, actuando habitualmente como tal, aspira a lograr algo con su comportamiento.

El que viviera sin profesión alguna determinada, y sin pre ocuparse por dar un sentido a su vida para algo (ni siquiera acaso para subsistir o pasarlo bien), sería tenido con razón por lo menos hombre posible.

La profesión por otra parte es en nuestra vida humana una actuación habitual para la que tenemos más facilidad, atractivo, preparación, esperanza de éxito, con la que dignamente aportamos bienes útiles a otros en la sociedad, de quienes a su vez recibimos también ventajas.

Ahora bien: ¿y si no creemos en nuestra actuación, en su utilidad, en su atractivo, en cierto éxito...?

Peor aún: ¿Y si sabemos desacertada o descuidada nuestra elección de vida y del sentido que a ella le hemos dado, por haber excluido de ella, a pesar de su mayor e imprescindible importancia, al valor número uno a que aspirar más que a cualquier otra profesión?

La actuación debida para un católico respecto de ese sentido de su vida, es para todos ellos única, la misma, urgente, imparable e inmutable. Nos guste o no nos guste. Y no es tan adversa nuestra suerte. Pe ro es que toda otra posibilidad es censurable y negativa de ese único sentido de la propia existencia, aunque el motivo de esa auténtica deserción fuera gravísimo, familiar, patriótico, económico, político, cultural... ¡descarada deserción de ser hombre!

¡De ahí los aquí llamados “católicos menos n”, que tienen poder decisivo en España, para bien...y para mal!

Tal parece la mayor urgencia indeclinable entre nosotros ¿No?