Lucien Cerise, Gouverner par le chaos

Lucien Cerise, Gouverner par le chaos, París, Max Millo Éditions, 2014, 96 págs.

El autor de este opúsculo, cuyo nombre –por cierto– no figura en ningún lugar del mismo, procede de la extrema-izquierda y, tras un paso por el sindicalismo, pulula hoy por el millieu nacionalista un tanto indiferenciado donde se pueden encontrar católicos tradicionalistas junto con «identitarios» y neopaganos. Aparecido por vez primera en 2010, ésta que presentamos es la segunda edición, a la que se han añadido una explicación de intenciones y un prólogo nuevos en los que explica las razones de conservar un anonimato (relativo) ante los métodos de control del Gran Hermano. El subtítulo completa descriptivamente lo que el título simplemente alude: «¿Cómo convertirse en los amos del mundo? Centralizando el orden alrededor de una minoría y sembrando el desorden en el pueblo, reducido al nivel de marionetas temerosas. ¿El método? La ingeniería social: infiltración de los espíritus, aná- lisis de nuestros menores actos y gestos, control de los comportamientos a distancia, marketing de lo íntimo y otros goces que hacen de nosotros buenos consumidores».

La tesis de que las llamadas democracias occidentales de hoy no tienen nada que envidiar a los grandes totalitarismos del siglo pasado no es nueva. La línea que lleva de Tocqueville a Huxley lo ha subrayado oportunamente tanto en lo que respecta al refinamiento creciente de los nuevos métodos de control de cuerpos y espíritus, como en lo que toca al ámbito científico en el que se desenvuelven. Tampoco está ausente, sin embargo, en la otra línea que une a Donoso Cortés (por poner un ejemplo) con Orwell. Y, en realidad, en la situación presente no dejan de coexistir elementos de ambas progenies: el uso de la cibernética (que se desenvuelve en el plano científico) o lo que se ha dado en llamar ingeniería social (que tiene raíces netamente ideológicas) así lo acreditan.

Pero el texto que comentamos se contrae oportunamente a las transformaciones ocurridas en los últimos decenios. La llamada «gobernanza global», por ejemplo, implica un método más horizontal que vertical en el ejercicio del poder. Aquí hallamos observaciones bien interesantes sobre fenómenos socio-políticos radicalmente contemporáneos: estrategia de choque, storytelling (narraciones), reality-building (construcción de la realidad). El abuso de las palabras inglesas, que aparecen por doquier en el libro, constituye la constatación mejor.

Quien busque una explicación teorética de las transformaciones del mundo contemporáneo, no la encontrará de seguro en esta obra. Más aún, los escarceos que de cuando en cuando aparecen por lo general no son acertados. Pero, en cambio, hallará un buen arsenal de instrumentos sociológicos (que deben ser cribados, porque aquí todo no es de ley) que le ayudarán en la comprensión de la realidad y, siempre que al mismo tiempo esté pertrechado de buenas doctrinas, en la prosecución de un combate bueno y justo.

Manuel ANAUT