Índice de contenidos
Número 117-118
Serie XII
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
El mensaje de San Fernando. [Discurso en la festividad de San Fernando 1973]
-
Riqueza y pobreza: San Juan Crisóstomo y sus «Homilías sobre San Mateo»
-
Mare ex-nostrum
-
El pensamiento contrarrevolucionario español. Fray Atilano Dehaxo Solórzano
-
Emancipación, liberalismo y comunismo en Hispanoamérica. Alternativas actuales
-
La marxistización de la teología. De la «Teología de la Salvación» a la «Teología de la Liberación»
-
- Actas
- In memoriam
-
Información bibliográfica
-
Michele Federico Sciacca, Ontología triádica y trinitaria
-
Guilherme Braga da Cruz, Reforma do Ensino Superior
-
AA.VV., El Derecho Natural hispánico. Actas de las «Primeras Jornadas Hispánicas de Derecho Natural»
-
Paul Lessourd, El Cardenal Mindszenty, Primado de Hungría
-
Alberto Boixadós, Cartas de viaje. Acerca de la realidad Iberoamericana
-
- Noticias
- Ilustraciones con recortes de periódicos
Autores
1973
Alberto Boixadós, Cartas de viaje. Acerca de la realidad Iberoamericana
INFORMACION BIBUOGRAFICA
su deseo. Pero el gobierno húngaro, temiendo su popularidad, se
ha opuesto siempre a ello. Este ha sido
y es el calvario de un mártir de siglo xx, un hombre
de acero a quien nada
ni nadie ha podido doblegar, reflejado en
un libro que resulta imprescindible para conocer no sólo la vida
del Cardenal sino la de todo el pueblo húngaro en los últimos cincuenta
años.
JosÉ M.ª MuNDET GIFRE.
Alberto Boixadós: CARTAS DE VIAJE. ACERCA DE LA
REALIDAD IBEROAMERICANA (Ií
El
libro de
Boixadós. es
un texto para saborear y para meditar.
Por casualidad lo
Jp1 '='Il el mismo sitio en que años antes El silencio de Dios, de Rafael Gambr~1 me había llegado ta.n hondamente al alma. El olor de unas lilas increíbles, que crecen sin má.._
cuidado que el de Dios, rimaba perfectamente con el esteticismo que.
impalpable también
pero omnipresente, llenaban las páginas del libro.
Como las del de Rafael. Pero
esa luz
segoviana que daba a la tierra
un. calor y un color de vida hasta fundirse en la nieve que aún
vestía Peñalara, iluminaba en todos sus contrastes el pensamiento
austero
y recio, preñado de empresas y de batallas, como Castilla. de
Alberto Boixadós. Y de nuevo.
«En estas
soledades,
donde viven desnudas las verdades.»
reviví
«El silencio
de Dios» e igual que
entonces me
parec10, que
,ejos del ruido de
la ciudad se hacía voz y orden y promesa.
Y que nuestra actividad de
espaiíoles ante
el oscuro porvenir
que amenaza a
la civilización nada tenía que ver con J a gesta heroica
e inútil de Numancia, sino con
el aliento fértil de Isabel que hinchó
1as velas
carabelas de la Pinta, la Niña
y la Santa María hasta her-.
manar,
en la sangre
y el espíritu, a unos pueblos que han de re
conquistar el mundo.
Es el libro de Alberto Boixadós más de sugerencias que de
afirmaciones, más de siembra que de recolección. Y no podía ser de
otro modo en días de frutos secos o emponzoñados nacidos del libe ralismo
y del marxismo con que se alimentó el espíritu en un trá-
(1) Editorial Ateté. Buenos Aires, 1968.
853
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
gico intento de suicidio. Por eso, la tierra y el alma es lo que ha de
volverse a dar al pueblo. Y los ladrones de uoa u otra, o de las dos,
-¿qué otra cosa hacen marxismo. y liberalismo?- son el obstáculo
denuociado por el profesor argentino que ha fechado su libro el
día de Cristo
Rey.
Porque la realeza de Cristo ha de extenderse sobre los humanos
y no tiene tal -condición quien no se siente vinculado a una tierra
y en posesión de un espíritu.. Y las masas ciudadanas -Buenos
Aires, Nueva York, ... -han renunciado o les han arrancado la
una y el otro. Alcanzando en tiempos de muchedumbre la más des
esperante
situación humana, la soledad.
El hombre de
hoy, el
ciudadano de las grandes urbes, no
tiene
ya familia, ni amigos, ni Dios. Ha corrido a la ciudad en busca de un bienestar temporal que en la mayoría de los casos no ha logrado
y ha pagado, a cambio de ello, el precio inconmensurable de dejar de
sentirse hombre. Las secuelas del desarraigo son el suicidio, las neu
rosis
y el odio. O cuando menos, la soledad y su consecuencia más
directa, el egoísmo absoluto del hombre del siglo xx que lo hace
insolidario de
rodo y que por tanto no disfruta de nada.
Alberto Boixadós aprovecha sus imprecisiones de siete países:
España, Italia, Estados Unidos, Venezuela, Méjico, Chile y Guate
inala, para predicar esa conversión urgente del hombre hacia la tie
rra
y hacia Dios. Y al mismo tiempo narra la situación espiritual y
material de esas naciones en pinceladas maestras que por sí solas justificarían la lectura. Pero su fuerza está sobre todo en la tarea
a que convoca, en la que él está totalmente comprometido, que es
una nueva epopeya misionera para salvar al hombre de la esclavitud
y la desesperación.
FRANCISCO JOSÉ FllRNÁNDEZ DE LA CIGOÑA.
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Fundaci\363n Speiro
su deseo. Pero el gobierno húngaro, temiendo su popularidad, se
ha opuesto siempre a ello. Este ha sido
y es el calvario de un mártir de siglo xx, un hombre
de acero a quien nada
ni nadie ha podido doblegar, reflejado en
un libro que resulta imprescindible para conocer no sólo la vida
del Cardenal sino la de todo el pueblo húngaro en los últimos cincuenta
años.
JosÉ M.ª MuNDET GIFRE.
Alberto Boixadós: CARTAS DE VIAJE. ACERCA DE LA
REALIDAD IBEROAMERICANA (Ií
El
libro de
Boixadós. es
un texto para saborear y para meditar.
Por casualidad lo
Jp1 '='Il el mismo sitio en que años antes El silencio de Dios, de Rafael Gambr~1 me había llegado ta.n hondamente al alma. El olor de unas lilas increíbles, que crecen sin má.._
cuidado que el de Dios, rimaba perfectamente con el esteticismo que.
impalpable también
pero omnipresente, llenaban las páginas del libro.
Como las del de Rafael. Pero
esa luz
segoviana que daba a la tierra
un. calor y un color de vida hasta fundirse en la nieve que aún
vestía Peñalara, iluminaba en todos sus contrastes el pensamiento
austero
y recio, preñado de empresas y de batallas, como Castilla. de
Alberto Boixadós. Y de nuevo.
«En estas
soledades,
donde viven desnudas las verdades.»
reviví
«El silencio
de Dios» e igual que
entonces me
parec10, que
,ejos del ruido de
la ciudad se hacía voz y orden y promesa.
Y que nuestra actividad de
espaiíoles ante
el oscuro porvenir
que amenaza a
la civilización nada tenía que ver con J a gesta heroica
e inútil de Numancia, sino con
el aliento fértil de Isabel que hinchó
1as velas
carabelas de la Pinta, la Niña
y la Santa María hasta her-.
manar,
en la sangre
y el espíritu, a unos pueblos que han de re
conquistar el mundo.
Es el libro de Alberto Boixadós más de sugerencias que de
afirmaciones, más de siembra que de recolección. Y no podía ser de
otro modo en días de frutos secos o emponzoñados nacidos del libe ralismo
y del marxismo con que se alimentó el espíritu en un trá-
(1) Editorial Ateté. Buenos Aires, 1968.
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gico intento de suicidio. Por eso, la tierra y el alma es lo que ha de
volverse a dar al pueblo. Y los ladrones de uoa u otra, o de las dos,
-¿qué otra cosa hacen marxismo. y liberalismo?- son el obstáculo
denuociado por el profesor argentino que ha fechado su libro el
día de Cristo
Rey.
Porque la realeza de Cristo ha de extenderse sobre los humanos
y no tiene tal -condición quien no se siente vinculado a una tierra
y en posesión de un espíritu.. Y las masas ciudadanas -Buenos
Aires, Nueva York, ... -han renunciado o les han arrancado la
una y el otro. Alcanzando en tiempos de muchedumbre la más des
esperante
situación humana, la soledad.
El hombre de
hoy, el
ciudadano de las grandes urbes, no
tiene
ya familia, ni amigos, ni Dios. Ha corrido a la ciudad en busca de un bienestar temporal que en la mayoría de los casos no ha logrado
y ha pagado, a cambio de ello, el precio inconmensurable de dejar de
sentirse hombre. Las secuelas del desarraigo son el suicidio, las neu
rosis
y el odio. O cuando menos, la soledad y su consecuencia más
directa, el egoísmo absoluto del hombre del siglo xx que lo hace
insolidario de
rodo y que por tanto no disfruta de nada.
Alberto Boixadós aprovecha sus imprecisiones de siete países:
España, Italia, Estados Unidos, Venezuela, Méjico, Chile y Guate
inala, para predicar esa conversión urgente del hombre hacia la tie
rra
y hacia Dios. Y al mismo tiempo narra la situación espiritual y
material de esas naciones en pinceladas maestras que por sí solas justificarían la lectura. Pero su fuerza está sobre todo en la tarea
a que convoca, en la que él está totalmente comprometido, que es
una nueva epopeya misionera para salvar al hombre de la esclavitud
y la desesperación.
FRANCISCO JOSÉ FllRNÁNDEZ DE LA CIGOÑA.
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Fundaci\363n Speiro