Índice de contenidos
Número 137-138
Serie XIV
- Textos Pontificios
- Estudios
- Monográficos
- Actas
- Aniversarios
- Ilustraciones con recortes de periódicos
- Información bibliográfica
Autores
1975
El marxismo en la teología de las misiones
EL MARXISMO EN LA TEOLOG-IA DE MISIONES
POR
MIGUEL PORADOWSKI
En los últimos afíos leemos muy a menudo en los diarios las no
ticias sobre un hecho insólito, a saber, que los gobiernos
antimarxistas
expulsan de sus países a los misioneros (1), lo que a veces lleva a
setios conflictos
entre la Iglesia
y el Estado correspondiente. Casi
siempre se trata de los gobiernos anticomunistas
y los expulsados mi
sioneros son
extranjeros, acusados
de desarrollar actividades subversi
vas, como la promoción de
huelgas, disturbios,
ocupación de terrenos y
de
fábricas, tomar parte en los asaltos a los bancos y secuestros de
personas,
el transporre y almacenamiento clandestino de armas, con
tactos con
guerrillas,
etc. A veces ocurre también que estos misione
ros
son miembros activos de distintos partidos marxistas, incluso del
partido comunista.
Por otra parte no hay duda que se trata de auténticos misioneros,
es decir, de las personas que llégan a un país enviadas por las respecti
vas instituciones misioneras, desarrollando sus actividades de aposto
lado bajo la dirección, control
y responsabilidad de las autoridades
eclesiásticas. Generalmente,
estos misioneros son miembros de con
gregaciones religiosas, aunque no todos de ellos son sacerdotes, pues
( 1) En el día de escribir estas líneas leo en los diar~OS la noticia que el
Gobierno anticomunista de Bolivia expulsó a dos
misiorieros católicos, acu
sándolos de desarrollar actividades subversivas. La autoridad eclesiástica: salió
de inmediato en la defensa de los expulsados y en consecuencia existe un
conflicto entre
la Iglesia y el Estado .. Al mismo tiempo, en la revista One
World (marzo 1975), .que es. una publicación ofici,il.,del_ ~nsejo _Mundial
de I~lesias; con sede en Ginebra, encuentro las informaciones sobre el _arresto
en Corea del Sur de casi 200 misioneros protestantes, acusados de pertenecer
al
proscrito partido comunista·
y de desarrollar· actividades revoludonacias.
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MIGUEL PORADOWSKJ
también entre ellos hay diáronos, hermanos y legos (médiros, enfer
meros,
etc.).
Surge entonces la pregunta: ¿Cómo se explica que estos misione
ros en sus actividades junten estas dos actitudes inrompatibles: de
misionero
y de revolucionario? ¿Cómo se puede llegar a ser, al mis
mo tiempo, un
apóstol de
Cristo
y un agente de la revolución mat·
xista?
Algunos años atrás era dable suponer que entre los auténtiros mi
sioneros
podt!an inmiscuirse
a veces también algunas personas
sin
verdadera vocación apostólica, como por ejemplo algunos aventure
ros, ávidos de viajar a los
países exótiros y de buscat fuertes emo
ciones
y vivencias. Sin embargo, últimamente somos testigos de algo
rompletamente nuevo
e inaudito, a sabet, que a veces todos los in
tegrantes de· algunos equipos· .misioneros, de u.na manera solidaria,
toman la actitud revolucionaria, roncibiendo .la misma actividad mi
sionera
romo una actividad
política
y que prácticamente se solidari
zan ron la
revolución marxista. Más
todavía, estos
misioneros
están
profundamente
convencidos
de la rectitud de su comportamiento,
ron
síderando
que sólo
de esta mánera pueden
cumplir
ron su
deber.
De
ahí surge la pregunta: ¿a qué se debe que muchos de los actuales
misioneros son sinceros revolucionarios marxistas, que a sabiendas, y
ron pieria ronciencia de lo que hacen, aúnan la actividad misionera
ron la
revolucionaria, siendo en realidad misioneros-revolucionarios?
La rontestacíón, al menos parcial, nos la da el hecho de que en ellos
se impone la actual "te0log!a de las misiones", que se enseña en al
gunos Seminarios e Institutos, dedicados a la preparación, formación
y educaci6n de los misioneros, pues es precisamente esta "'nueva
te0logla de las misiones" la que ronstituye la base intelecrual y es
piritual de la formación de los misioneros-revolucionarios.
Es bastante abundante la cantidad de
obras publicadas
acerca de
ella, pero en realidad son muy pobres en su rontenido, pues repiten los
mismos clichés, los mismos slogam y el mismo esquema básiro. Por
esta razón, para .ronocerla, basta analizar este esquema básiro. Lo en
contrarnos en
la obra de uno de los representantes, a sabet, en el
estudio del profesor y misionero de la
principal institución
dedicada
a la formación de los misioneros protestantes en Francia; la
Mission
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EL MARXISMO EN LA TEOLOGIA DE MISIONES
PopulaH'e de France (la Misión Popular de Francia), que tiene su sede
matriz en
París. De
esta institución salen
centenares de
misioneros
revolucionarios
para trabajar
en París, en toda Francia
y en todo el
mundo,
especialmente en
el lejano Oriente, en Africa
y en América
Latina. Esta "nueva teología de las misiones", elaborada por los teó
logos
protestantes,
penetra actualmente también en la enseñanza de
los
Institutos católicos e
impacta a los· misioneros de la Iglesia ro
mana.
A
primera vista,
parece que la nueva teología de misiones tomó
como
base a la así llamada "teología de liberación", que -encon
trándose
bajo
la fuerte influencia del pensamiento marxista (2)
reduce todo el problema de la
liberación del
hombre a la
liberación
política,
económica
y social, procupada prácticamente tan sólo de la
liberación
del
régimen capitalista. Sin embargo,
la nueva teología de
misiones va mucho más lejos, si se
trata de la aceptación del marxis
mo,
pues en sus estudios se sirve exclusivamente del método
mar
xista,
es decir, del materialismo
histórico.
Los
autores de la nueva teología de misiones
consideran el mate
rialismo
histórico como el único método científico aplicable a los
estndios teológicos. Por consiguiente, tanto los profesores, como
tam•
bién
los estudiantes, de
la Facultad de Teología, en sus investiga
ciones emplean el método del materialismo histórico. Esta
situación
es actnalmente típica
tanto en las Facultades e Institutos de Teología
protestantes así como
también en
algunas de
las· católicas
( claro está,
no compartida
por todos),
según consta en los inumerables estudios
elaborados como memorias para obtención de grados académicos. La
lectura de
estos trabajos es una
verdadera tortnra para los no-mar·
xistas (3).
(2) Vea: Miguel Paradowski, Sobre "/a leología de libert«ión, Speiro 1974.
(3)
Con
razón nota
Louis Bouyer, en su
ex<:elente ensayo Religie11x et
clercs conlre DieM (París, 1975), que estos pseudote6logos escríben exclu
sivamente para el círculo cerrado de los marxistas; véase pág._ 24. Pero incluso
ellos mismos no se entienden entre si, como resultó en un «diálogo» que ce
lebraron entre ellos durante
un Symposium teológico,
en mayo de 1973, en
Ginebra, en el Centro Ecuménico del Consejo Mundial de las Iglesias. Véase la
revista
Risk, vol. 9, núm. 2, 1973, en el artículo incommunication.
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· La costllIDbt-e de servirse del método del materialismo histórico
es bastante antigua
e1l las Facultades de Teología protestante y de
ellas
pasó a las Facultades católicas, después del Concilio Vaticano II,
especialmente en Francia
(4) y en Alemania. Parece que en algunos
casos su introducción en los estudios teológicos por el profesorado en
las Facultades de Teología católica se efectuó con ocasión de la
aplicación del
método esttucturalista en
la biblística
(5). No faltan
tampoco los estudios teológicos que utilizan incluso el materialismo
dialéctico (Hromadka
y sus seguidores).
Entre los varios estudios de la nueva teología de misiones, elabo
rados con el método del materialismo histórico hemos escogido como el
más representativo para el presente análisis, el trabajo de Y ann
Redalié, por ser el más ilustrativo y sobre todo porque en él se
basa la formación teológica de los nuevos misioneros-revoluciona
rios, que salen de
la Mission Popu/(Me de Frmce, pues el autor es
profesor de esta institución y al mismo tiempo es misionero activo
en uno de los hogares (Foyer), que esta institución mantiene en
París (6).
Yann Redalié, en su estudio "Conversión o Liberación" (7), se
pregunta: ¿cuál debería ser
la tarea de los misioneros de hoy día:
convertir o liberar al hombre?
( 4) Como un ejemplo ilustrativo, muy elocuente, se puede indicar el
grueso volumen
(415· páginas
en 8.Q de gran formato) de Fernando Belo,
Lecture Materialiste de l'Evangile de ·Mare, Ed. Cerf:, París, 1974; Se trata de
un estudio, presentado por el áutor, en
el año 1968, en la Universidad Ca~
tólica de París (lnstitut .Catholique Je Paris), como memoria para optar al
grado
de
licenciado en Teología, El autor es un
sacerdote católico brasileño,
actualmente
apóstata y
en
su libro se declara
cien por cien marxista.
(S) Como un ejemplo ilustrativo pueden servir los
trabajos de R. Barthes,
lntroduction a fanalyse struct11rale des récíts, en COMMUNICATIONS, nÚ·
mero
8, 1966, Ed. Seuil,
y L'analyse str11ct11rale d11 récit, a propos d1Actes
X·XI,
en Recherches de SC. REL., 58, 1970.
(6)
«Yann Redalié, équipier a
la Mission Populaire de France, travaille
actuellement au service ele la Fratemité de Fontaine.au Roi dans le XIe arron·
dissement de Paris», dice Henry Mottu. Vea Bultetin du Centre Protestant
D'Etudes, núm. 7 (1974), pág. 3.
(7) Ibd., págs. 7 y sigs.
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No se trata de una pregunta retórica; se trata de tomar una ac
titud
práctica como
consecuencia de los resultados del análisis
es
tructural de algunos rextos del E,;angeUo y de los Hechos de los
Apóstoles.
Pues el autor -,inalizando estos textos con el método del
materialismo histórico,
es decir, a
la luz de la crítica marxista- llegá
a la conclusión de que existe una diferencia esencial entre la actitud
de
Cristo
y la actitud. de San Pedro frente al problema misionero, a
saber: Cristo
"libera", mientras que
San Pedro
y los Apóstoles "con
vierten".
¿Por qué -según Yann Redalié--la bandera de Cristo es la "li
beración"? Dice
Redalié que
esta es
la acritud de Cristo cuaodo
empieza su actividad pública, como consta del texto de San Lucas:
"Por la fuerza del Espíritu volvió Jesús a Galilea; llegó a
Nazaret, donde
se habla criado; y según tenia por costumbre,
8"trÓ .,, la sinagoga el dta de sábado y se levantó a leer. Le
entregaron el Ubro del profeta Isatas; lo abrió y encontró el
pasaje en que estaba escrito: 'El espíritu del Señor está sobre
mi, porque me ungió para anunciar el evangelio a los
pobres;
me
envió a proclamar libertad a los cautivos y recuperación
de la vista a los ciegos; a proclamar un año de gracia del
Señor. Enrolló luego el libro, lo entregó al ayudante y se sen
tó; y .,, la sinagoga todos tenian los ojos clavados en él. En
tonces comenzó a decirles: 'Hoy se
ha
cumplido este pastÍje
de la escritura escuchado por vosotros'" (8).
Y ann Redalié afirma que, según el análisis crítico marxista, es
evidente que se trata aquí de una acritud liberadora de Cristo: Cristo
se presenta a los judíos como el anunciado por Isaías, el
liberador de
Israel, un liberador político,
económico
y social, lo cual supone que
Cristo invita
y llama el pueblo judío a la rebelión contra la opresión
política de los Romanos,
contra la
explotación
y opresión económica
por el injusto régimen capitalista de la época
y contra las costumbres,
leyes e instituciones contrarias a la
libertad humana. Es
decir, que
Cristo ___._ la
1112: del análisis critico marxista de
este
teXto de San
(8) San Lucas, 4, 14-21. Texto según Nuevo Testamento, Ed. Herder,
Barcelona.
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Lucas-- se presenta como un rebelde, un revolucionario, un precur
sor de
Marx y de Lenin y, consiguientemente, Cristo es un marxista
leninista de
sus tiempos.
Su mensaje mesiánico es
reYolucionru:io, en
el sentido marxista de esta p«labta, y su actitud es una actitud libera
dora. Ahora bien,
¿cuál es la actitud del sucesor de Cristo y el primer
Papa, es decir, de Sao Pedro?
La actitud de San Pedro está descrita por el mismo Sao Lucas,
en los
Hechos de los Ap6stoles. Se trata aquí de la descripción del
evento de
Pentecostés, cuando
el Espíritu Santo desciende sobre la
Saotlsima Virgen
y los Apóstoles y cuando Sao Pedro, ya en su ca
rácter de
sucesor de Cristo, es decir, como
el primer Papa, por vez
primera, dirige
la p«labra al pueblo, testigo del milagro reali2ado por
el Espíritu Santo. En su predicación, San Pedro explica, que Jesús
de
Nazatet, crucificado y resucitado, es el prometido Mesías. Asusta
do
y afligido por haber cometido el crimen de deicidio, el pueblo
judío pregunta a San Pedro qué
debla hacer
en esta situación.
La
contestación de Sao Pedro es la siguiente:
"Convertlos, y que cada uno de vosotros se bautice en el
nombre
de
Jesucristo p,wa remisi6n de vuestros pecados, y ,e.
cibiréis el don del Espíritu Santo" (9).
¿Cómo interpreta este texto la crítica marxista?
Según
Redalié, San Lucas, siendo como era un pequeño-burgués,
cita con entusiasmo estas
p«!abras de
San Pedro, que a su vez
tam
bién era un hombre de mentalidad burguesa y, por ende, una per
sona
incapaz de
entender el mensaje liberador de Cristo, por lo cual
llamó al pueblo a
la "conversión" y a .las prácticas religiosas, como
la de
bautizarse y hacer penitencia. Es decir, que Sao Pedro, tal vez
sin
darse cuenta y con buena voluntad, falsificó el mensaje libera
dor de Cristo
y lo transformó en una religión, que como tal no libera
sino alienta -según
la fam<>sa frase de Marx-, "la religión es el
opio del pueblo". Pese así,
existiría una
oposición entre
la actitud
(9) San Lucas, Hechos de los Apóstoles, 2, 38. Ibd.
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EL MARXISMO EN LA TEOLOGIA DE MISIONES
de Cristo y la de Pedro. La primeta libera al hombre, la segunddo
esclaviza;
la
primera se
presenta como una llamada
de liberación,
de
rebelión, de
revolución, de
lucha contra el régimen
existente, mien
tras
que la
segunda se presenta como. una llamada a la conversión, a
las prácticas piadosas, a la sumisión a la autoridad, al respeto del ré
gimen existente.
La actitud burguesa de Pedro es compattida por todos los Após
toles y este mensaje de Pedro es el que la Iglesia .:....traicionando a
Cristo- llevatá a todos. los pueblos del mundo. Pedro --- dallé-en vez de llatnat al pueblo a la rebelión política contra la
autoridad, contra los invasores romanos
y a la rebelión social contra
la opresión burguesa,
llatoa a
la sumisión
y a las apaciguadoras prác
ticas
piadosas de
penitencia
y oración. En· vez de seguir a Cristo y de
rebelar al pueblo, Pedro sigue en la antigua Sinagoga, que simboliza
la religión, el culto, la alienación. De esta
maneta Cristo
es traicio
nado por sus discípulos
y su mensaje está falsificado.
Más
todavía, la
Iglesia llega hasta
Is tácita colaboración con el
Estado, el
cual -según Marx-es una institución opresora par ex
cellence. Esta nefasta y desh9nesta actitud de Is Iglesia primitiva,
encabezada
por Pedro
y por Pablo, se hace patente ya en los primeros
años de su existencia, como consta de
los Hechos de los Ap&stoles.
A lo largo de vatios capítulos de sus Hechos de los Apóstoles, San
Lucas describe
las actividades misioneras de San Pablo, que son idén
ticas a las de San Pedro, pues
San Pablo, siendo también un hombre
de mentalidad burguesa, se destaca
por su compromiso con el opresor
régimen político de la época, declarándose con
· orgullo
ciudadano
romano
y aprovechándose, gracias a esta.· condición, del amparo . de
la
ley. A San Pablo, como a San .Pedro, lo único que le interesa es
"convertir"
a la
gente, en
vez de predieat el autéMico mensaje de
Cristo, es decir el mensaje
de liberación. Obsesionado por la idea de
"convertir", San Pablo va por el mismo camino que Siµi Pedro, __ ~
hortando a la gente para que haga penitencia, rece, se bautice, es
decir, llamándola
a. las
prácticas religiosas que alienan, esclavizan
y
desorientan. Lo peor es que Sal Pablo se compromete con el régimen
político opresor,
recutriendo , •la autoridad
estatal
y amparándose en
* lOH
Fundaci\363n Speiro
MIGUEL PORADOW'SKI
las instituciones jurídicas, como ciudadano y respetando la autori
dad pública.
Por ejemplo, en el largo capítulo XVI de los
Hechos de los
Ap6s1oles, nos encontramos con el relato sobre la encarcelación de
San Pablo durante su viaje apostólico por Macedonia. En esta oca
sión, San
Pablo
y sns compañeros, milagrosamente, por un fuerte
temblor que derribó las
murallas de
la
cárcel, se
encontró de hecho
libre (pero no de derecho)
y, en vez de aprovechar esta situación y
huír con sns compañeros y con el espantado cuidador, invitó a todos
a que se quedaran y al cuidador le propuso bautizarse, demostrando
de esta manera su respeto a
las autoridades y su colaboración con la
misma institución de
Estado. Entonces, San Pablo también falsificó
el mensaje liberador de Cristo y lo transformó en un mensaje escla
vizador, alienador, porque lo transformó en una religión.
Por esta
raz6n, Y
ann Redalié, en la actitud de los Apóstoles, ve
el comienzo de la época "constantiniana" en la historia de la Iglesia.
Ya varios siglos antes del emperador Constantino, los mismos Após
toles,
todos ellos
personas de mentalidad burguesa
y servil, vincula
ron la naciente Iglesia a la institución de
Estado, al respetar la au
toridad pública
y bnscar el amparo de la institución estatal. Sola
mente por una actito.µ negativa de este Estado, frente a esta nueva
religión, que era el cristiatÍismo, no se realiz6 completamente en esta
época este compromiso, sino tres siglos después en los tiempos del
emperador Constantino. Sin embargo,
ya en la época de los Apósto
les se pusieron
las bases del "constantinismo".
Es evidente -continúa Redalié-que esta actitud de los Apósto
les es completamente contraria a la actitud de Cristo. En esta pers
pectiva, Y ann Redalié opone la Iglesia como institución a
la Iglesia
como comunidad de los files; la primera es alienante
y la segunda es
liberadora;
mientras la
primera tradiciona el mensaje de Cristo
y lo
transforma en mensaje de
Pedro, la
segunda conserva
y sigue el men
saje liberador de Cristo, siendo
fiel a la rebelión y revolución (10).
(10) En esta ocasión, Yann Reda.lié reconoce amablemente que San Lu
cas, a pesar de tener una
mentabilidad butguesa, fue capaz de hacer, en
los
Hechos de los Ap&stoles, algunas observaciones dignas de un marxista., como
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BL MARXISMO EN LA TEQLOGIA. DE MISIONES
Después de estas observaciones y aclaraciones respecto de la-di
ferencia entre el mensaje de Cristo y el mensaje de Pedro, Yann
Redalié pregunta: ¿a quién deberían seguir hoy día en su labor los
misioneros, a Cristo o a Pedro? ¿Los misioneros
de hoy día deberían
anunciar a todos los pueblos
d mensaje liberador de Cristo, es decir,
un mensaje de rebelión contra el sistem?, político opresor y contra
el régimen económico explotador, incitando a la revolución y a la
lucha, comprometiéndose con la revolución mundial marxista libe
radora,
o, por el contrario, deben seguir el ejemplo de Pedro, el
traidor a
Cristo y falsificador de su mensaje, predicando la "conver
sión" y
las alienantes prácticas religiosas?
La contestación del autor es patética: deberían seguir a Cristo y
no a sus traidores. Pero esta opción por el mensaje de Cristo -dice
Redalié-
tiene sus consecuencias
prácticas, a
saber: el misionero de
hoy día debe ser al mismo tiempo un revolucionario, un revoluciona
rio bien preparado, bien adiestrado, formado
para que pueda cumplir
sus deberes.
De esta manera la nueva teoll'.:)gía_ de las miSiones qui~re vincular
la labor misionera con la actividad subversiva; quiere formar· nuevos
misioneros que~ al mismo tiempo, sean· revolucionarios profesionales;
quiere proporcionar a la subversión una eficaz ayuda y un aprecia
ble apoyo, comprometiendo a los misioneros con la revolución mar
xista en todos los países. ¿Qué opinar de las elucubraciones de
Y= -Redalié y sus com
pañeros? ¿Quién en
realidad falsifica
el mensaje de Cristo, San
Pedro y los Apóstoles, o los agentes marxistas,
Y ann Redalié y sus
compañeros?
La contestación a esta_ pregunta nos da el mismo Cristo, en las
páginas del Evangelio de San Lucas. En efecto, el relato de San Lucas,
sobre los sucesos ocurridos después de la resurrección, contiene esta
contestación, pues en el leemos
lo siguiente:
cuando anota el papel del Esta.do y de· las autoridades, mostrando de qué ina
nera la clase· dominante se sirve · del poder público; para hacer más efectiva
la
opresión
de los domina4os. O.
c., pág. 12.
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"Aquel mismo dü,, dos de ellos iban de camino a una
aldea llamada Ematis, que di,ta
de Jerusa/,én sesenta estadios.
Iban comentando entre sí
todos
estos
sucesos. Y mientras ello,
comentaban y discutían, Jesús mismo se les acerc6 y caminaba
con ello,. Pero ,us o¡os estaban como imposibilitados para
reconocMlo,
El le, preguntó: '¿Qué cuestiones son esas que venís discu
tiendo entre vosotros PM el camino'? Ello1 se detuvieron con.
,emblante triste. Y uno de ellos, llamado -Cleofás, le re,pondi6:
¿Pero ere, tú
el único forastero en Jeruralén que no ,abe lo
,ucedido a/,U en eJto, dial? El le, conte,t6: ¿'Qué'? 'Lo
de
J e,ú, Nazareno -le re,pondieron ello,-, un hombre que fue
profeta poderoro en abras y pa/,abras ante Dio, y ante todo el
pueblo;
y cómo nue,tro, pontífice, y ¡efe, lo entregaron a la
pena de muerte y lo crucificaron. N o,otro, esperábamo, que
él iba a ,er quien libertara a lirael; pero
con todo
e,o, ya e, el
tercer día de,de
que e,to ,ucedi6. Verdad e, que a/,gunas mu
¡erer
de nue,tro grupo no, han alarmado: fueron· muy de
madrugada al, ,epulcru, y no habiendo encontrado ,u cuerpo,
volvieron diciendo
que incluso habían visto una aparición de
ángeles, los cua/,es aseguran que él está vi:vo. T ambMn fueron
al sepulcro algunos
de los nue,tros y encontraron todo exacta
mente
como habían dicho las muieres. Pero a él no lo vierofl.
Entonce, les dijo él:
'¡Oh, torpes y tardos de corazón para
creer
todo
lo
que anunciaron los profetas! ¿Acaso no era ne
cesario que el. <;:risto padeciera eras cosas
por entrar en su glo
rid? Y comenzando por Moisés, y continuando por todos lo,
profetas, les fue interpretando todos lo, pasa¡es de
la Eicritura
referentes a él".
(S. Lucas 24, 13-27).
"Nosotros esperábamos que
él iba a
ser quien
libertara a
Is
rael", dicen Lucas
y Cleofás, es decir, que esperaban una liberación
política de Israel, una liberación del dominio del Imperio Romano
y, al verla fracasada, se sentían tristes y defraudados. La pasión y
muerte de Cristo se presenta ante todo para ellos como el fracaso
político del leader, por el
cnal tomaban a Cristo. Se esfumaron sus
esperanzas
terrenas, temporales, pol!ticas, nacionales. Podernos, tam
bién, suponer
que la
actitud de
estos. dos era representativa, es decir,
compartida por" los otros· discípulos de Jesucristo. Entonces, si los
discípulos directos de Cristo, los que le
escucharon diariamente
du-
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EL MARXISMO EN LA TEOLO.GlA DE: MISIONES
rante tres añós, no eran· capaces, di> entenderle y oonfudían sudnen
saje divino y eterno con un mensaje puramente humano y temporal,
no hay por qué·extrañarse de que también haya hoy dfa.algunos .que,
diciéndose cristianos
y discípulos de Cristo, redw:can su mensaje .a 1a
pura política.
Para
que Lucas y Oeofás y otros discípulos de Cristo pudieran
captar
el
verdadero sentido del mensaje de su Maestro,
fue necesario
que
El mismo, una vez
más, se
lo
explicara. Pero,
una vez explicado
por Crisro mismo
y aclarado e! asunro, no hay ya justificación al,
guna para retroceder a la posición errónea de los camioantes a Emaús.
A ellos Cristo les llama romos y, por consiguiénte, el mismo adje'
tivo merecen todos los que, ,:amo ellos, red.ucen ·el inensaje·de-Cristo
a lo temporal. .
Lucas y ClCQfás ~~egúQ Crisro---.:-· SQtt rin~ fonros, pues no se
dan cuenta que Cristo no murió po, tan poco en faCrw:. No murl.ó
por
una liberación
política de Israel,
o
de otros
pueblos, y menos
todavía
por. una
liberación de algún
'régimen económico
o socil!I.
Todo eso, siendo humano, temporal, ~ntingent~, pasajero, podria ~eé
cumplido por algún hombre destacado y excepcional, por algún leader
político, pues nó .,;ige una extraordinaria y directa intervención di
vina, corno es precisa para la Jlberación traida por".Crisro .. Si Dios
mistn0 desciende. del Cielo, se
encar~,. tomando. ½ natuiali;za huma
na y, como Ho~br~Qios, '1ve.:_entre nosotrt;>s, _co~parte·· :fiuesttaS
inquietudes y prOhl~,,se_·ofrece coino víctiffl:8,·y vi~i~io,.para
liberarnos con su pashSn. y muerte en la Cruz,_ no. io_ hace p~r-~
poca cosa como es una_ .liber~ión política, económica y social, sir:~.o
para liberarnos del pecado original . y de SUS CAA5eC1Iencias, a saber
de la
caída bajo
la influencia y
e,;clavitud de Satanás y
de
la muerte
y corrupción del sepulcro, tal corno explicó San Pedro, en su primer
sermón, en el día
de Pentecostés.
Cristo vino
para liberarnos del poder de
Satanás y para devolver
nos la libertad de los hijos de Dios, para
abrirnos las
puertas del
Cielo
y hacernos dignos y capaces de compartir, durante la eternidad,
la gloria
y felicidad de Dios, corno lo profetizara el rey David (Sal
mo 15, 8-11). Esta es la verdadera "teología de liberación", que nos
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MIGUEL PORADOWSKI
expone el mismo Cristo, en ocasión de su amversaci6n con los ca
minantes a Emaós,
La aplicación a los estndios teológicos del mémdo, presuntamente
'·científico", del
materialismo histórico, es
sencillamente una idiotez.
Los que lo hacen se muestran mucho más tonms que Lucas y Oeo
fás en sus conversaciones al caminar hacia Emaús.
La te0logía marxista de misiones,. elaborada por Redalié y OtrOS
suedoteólogos, envenena las mentes, corrompe los corazones y rrans
forma
una juventud
entnsiasta e idealista en
fanáticos destructores de
la civilización, haciendo de ellos unos desdichados,
fracasados, acom
plejados
"revolucionarios profesionales", al servicio de la odiosa, sa
tánica, demoledora revolución
marxista.
Hay
que
esperar, que
ios verdaderos misioneros de Cristo tomen
la
palabra, que rechacen esta odiosa
y dedionda (pues huele a
Sata
nás y su infierno) "teología marxista de misiones" y que excluyan
de su ambiente a estos
falsos misioneros que, en realidad, no son sino
agentes del comunismo internacional,
disfrazados de
apóstoles de
Cristo.
Los verdaderos misioneros llevan a los pueblos la enseñant.a de
San Pedro y de los Apóstoles, pues ésta es la única auténtica inter
pretación de la doctrina de Cristo; y a los que no la enseñan hay que
aplicar las palabras de San Juan: "Si alguno viene a vosotros y no
trae esa doctrina, no lo recibáis en casa ni lo saludéis. Pues quien le
saluda, comulga en sus
malas obras" (S. Juan, 2, 10-11).
Es doloroso oonstarar, que, desgraciadamente, existen hoy día
misioneros
marxistas, es decir, misioneros dedicados a la subversión,
lo
cual explica que algunos gobiernos anticomunistas les expt$an
corno elementos indesables. Lo extraño es que la Iglesia les soporte
en su seno
y siga tolerando su satánica labor destructora.
1038
Fundaci\363n Speiro
POR
MIGUEL PORADOWSKI
En los últimos afíos leemos muy a menudo en los diarios las no
ticias sobre un hecho insólito, a saber, que los gobiernos
antimarxistas
expulsan de sus países a los misioneros (1), lo que a veces lleva a
setios conflictos
entre la Iglesia
y el Estado correspondiente. Casi
siempre se trata de los gobiernos anticomunistas
y los expulsados mi
sioneros son
extranjeros, acusados
de desarrollar actividades subversi
vas, como la promoción de
huelgas, disturbios,
ocupación de terrenos y
de
fábricas, tomar parte en los asaltos a los bancos y secuestros de
personas,
el transporre y almacenamiento clandestino de armas, con
tactos con
guerrillas,
etc. A veces ocurre también que estos misione
ros
son miembros activos de distintos partidos marxistas, incluso del
partido comunista.
Por otra parte no hay duda que se trata de auténticos misioneros,
es decir, de las personas que llégan a un país enviadas por las respecti
vas instituciones misioneras, desarrollando sus actividades de aposto
lado bajo la dirección, control
y responsabilidad de las autoridades
eclesiásticas. Generalmente,
estos misioneros son miembros de con
gregaciones religiosas, aunque no todos de ellos son sacerdotes, pues
( 1) En el día de escribir estas líneas leo en los diar~OS la noticia que el
Gobierno anticomunista de Bolivia expulsó a dos
misiorieros católicos, acu
sándolos de desarrollar actividades subversivas. La autoridad eclesiástica: salió
de inmediato en la defensa de los expulsados y en consecuencia existe un
conflicto entre
la Iglesia y el Estado .. Al mismo tiempo, en la revista One
World (marzo 1975), .que es. una publicación ofici,il.,del_ ~nsejo _Mundial
de I~lesias; con sede en Ginebra, encuentro las informaciones sobre el _arresto
en Corea del Sur de casi 200 misioneros protestantes, acusados de pertenecer
al
proscrito partido comunista·
y de desarrollar· actividades revoludonacias.
1027
Fundaci\363n Speiro
MIGUEL PORADOWSKJ
también entre ellos hay diáronos, hermanos y legos (médiros, enfer
meros,
etc.).
Surge entonces la pregunta: ¿Cómo se explica que estos misione
ros en sus actividades junten estas dos actitudes inrompatibles: de
misionero
y de revolucionario? ¿Cómo se puede llegar a ser, al mis
mo tiempo, un
apóstol de
Cristo
y un agente de la revolución mat·
xista?
Algunos años atrás era dable suponer que entre los auténtiros mi
sioneros
podt!an inmiscuirse
a veces también algunas personas
sin
verdadera vocación apostólica, como por ejemplo algunos aventure
ros, ávidos de viajar a los
países exótiros y de buscat fuertes emo
ciones
y vivencias. Sin embargo, últimamente somos testigos de algo
rompletamente nuevo
e inaudito, a sabet, que a veces todos los in
tegrantes de· algunos equipos· .misioneros, de u.na manera solidaria,
toman la actitud revolucionaria, roncibiendo .la misma actividad mi
sionera
romo una actividad
política
y que prácticamente se solidari
zan ron la
revolución marxista. Más
todavía, estos
misioneros
están
profundamente
convencidos
de la rectitud de su comportamiento,
ron
síderando
que sólo
de esta mánera pueden
cumplir
ron su
deber.
De
ahí surge la pregunta: ¿a qué se debe que muchos de los actuales
misioneros son sinceros revolucionarios marxistas, que a sabiendas, y
ron pieria ronciencia de lo que hacen, aúnan la actividad misionera
ron la
revolucionaria, siendo en realidad misioneros-revolucionarios?
La rontestacíón, al menos parcial, nos la da el hecho de que en ellos
se impone la actual "te0log!a de las misiones", que se enseña en al
gunos Seminarios e Institutos, dedicados a la preparación, formación
y educaci6n de los misioneros, pues es precisamente esta "'nueva
te0logla de las misiones" la que ronstituye la base intelecrual y es
piritual de la formación de los misioneros-revolucionarios.
Es bastante abundante la cantidad de
obras publicadas
acerca de
ella, pero en realidad son muy pobres en su rontenido, pues repiten los
mismos clichés, los mismos slogam y el mismo esquema básiro. Por
esta razón, para .ronocerla, basta analizar este esquema básiro. Lo en
contrarnos en
la obra de uno de los representantes, a sabet, en el
estudio del profesor y misionero de la
principal institución
dedicada
a la formación de los misioneros protestantes en Francia; la
Mission
1028
Fundaci\363n Speiro
EL MARXISMO EN LA TEOLOGIA DE MISIONES
PopulaH'e de France (la Misión Popular de Francia), que tiene su sede
matriz en
París. De
esta institución salen
centenares de
misioneros
revolucionarios
para trabajar
en París, en toda Francia
y en todo el
mundo,
especialmente en
el lejano Oriente, en Africa
y en América
Latina. Esta "nueva teología de las misiones", elaborada por los teó
logos
protestantes,
penetra actualmente también en la enseñanza de
los
Institutos católicos e
impacta a los· misioneros de la Iglesia ro
mana.
A
primera vista,
parece que la nueva teología de misiones tomó
como
base a la así llamada "teología de liberación", que -encon
trándose
bajo
la fuerte influencia del pensamiento marxista (2)
reduce todo el problema de la
liberación del
hombre a la
liberación
política,
económica
y social, procupada prácticamente tan sólo de la
liberación
del
régimen capitalista. Sin embargo,
la nueva teología de
misiones va mucho más lejos, si se
trata de la aceptación del marxis
mo,
pues en sus estudios se sirve exclusivamente del método
mar
xista,
es decir, del materialismo
histórico.
Los
autores de la nueva teología de misiones
consideran el mate
rialismo
histórico como el único método científico aplicable a los
estndios teológicos. Por consiguiente, tanto los profesores, como
tam•
bién
los estudiantes, de
la Facultad de Teología, en sus investiga
ciones emplean el método del materialismo histórico. Esta
situación
es actnalmente típica
tanto en las Facultades e Institutos de Teología
protestantes así como
también en
algunas de
las· católicas
( claro está,
no compartida
por todos),
según consta en los inumerables estudios
elaborados como memorias para obtención de grados académicos. La
lectura de
estos trabajos es una
verdadera tortnra para los no-mar·
xistas (3).
(2) Vea: Miguel Paradowski, Sobre "/a leología de libert«ión, Speiro 1974.
(3)
Con
razón nota
Louis Bouyer, en su
ex<:elente ensayo Religie11x et
clercs conlre DieM (París, 1975), que estos pseudote6logos escríben exclu
sivamente para el círculo cerrado de los marxistas; véase pág._ 24. Pero incluso
ellos mismos no se entienden entre si, como resultó en un «diálogo» que ce
lebraron entre ellos durante
un Symposium teológico,
en mayo de 1973, en
Ginebra, en el Centro Ecuménico del Consejo Mundial de las Iglesias. Véase la
revista
Risk, vol. 9, núm. 2, 1973, en el artículo incommunication.
1029
Fundaci\363n Speiro
MIGUEL PORADOWSKI
· La costllIDbt-e de servirse del método del materialismo histórico
es bastante antigua
e1l las Facultades de Teología protestante y de
ellas
pasó a las Facultades católicas, después del Concilio Vaticano II,
especialmente en Francia
(4) y en Alemania. Parece que en algunos
casos su introducción en los estudios teológicos por el profesorado en
las Facultades de Teología católica se efectuó con ocasión de la
aplicación del
método esttucturalista en
la biblística
(5). No faltan
tampoco los estudios teológicos que utilizan incluso el materialismo
dialéctico (Hromadka
y sus seguidores).
Entre los varios estudios de la nueva teología de misiones, elabo
rados con el método del materialismo histórico hemos escogido como el
más representativo para el presente análisis, el trabajo de Y ann
Redalié, por ser el más ilustrativo y sobre todo porque en él se
basa la formación teológica de los nuevos misioneros-revoluciona
rios, que salen de
la Mission Popu/(Me de Frmce, pues el autor es
profesor de esta institución y al mismo tiempo es misionero activo
en uno de los hogares (Foyer), que esta institución mantiene en
París (6).
Yann Redalié, en su estudio "Conversión o Liberación" (7), se
pregunta: ¿cuál debería ser
la tarea de los misioneros de hoy día:
convertir o liberar al hombre?
( 4) Como un ejemplo ilustrativo, muy elocuente, se puede indicar el
grueso volumen
(415· páginas
en 8.Q de gran formato) de Fernando Belo,
Lecture Materialiste de l'Evangile de ·Mare, Ed. Cerf:, París, 1974; Se trata de
un estudio, presentado por el áutor, en
el año 1968, en la Universidad Ca~
tólica de París (lnstitut .Catholique Je Paris), como memoria para optar al
grado
de
licenciado en Teología, El autor es un
sacerdote católico brasileño,
actualmente
apóstata y
en
su libro se declara
cien por cien marxista.
(S) Como un ejemplo ilustrativo pueden servir los
trabajos de R. Barthes,
lntroduction a fanalyse struct11rale des récíts, en COMMUNICATIONS, nÚ·
mero
8, 1966, Ed. Seuil,
y L'analyse str11ct11rale d11 récit, a propos d1Actes
X·XI,
en Recherches de SC. REL., 58, 1970.
(6)
«Yann Redalié, équipier a
la Mission Populaire de France, travaille
actuellement au service ele la Fratemité de Fontaine.au Roi dans le XIe arron·
dissement de Paris», dice Henry Mottu. Vea Bultetin du Centre Protestant
D'Etudes, núm. 7 (1974), pág. 3.
(7) Ibd., págs. 7 y sigs.
1030
Fundaci\363n Speiro
EL MARXISMO EN LA TEOLOGIA DE MISIONES
No se trata de una pregunta retórica; se trata de tomar una ac
titud
práctica como
consecuencia de los resultados del análisis
es
tructural de algunos rextos del E,;angeUo y de los Hechos de los
Apóstoles.
Pues el autor -,inalizando estos textos con el método del
materialismo histórico,
es decir, a
la luz de la crítica marxista- llegá
a la conclusión de que existe una diferencia esencial entre la actitud
de
Cristo
y la actitud. de San Pedro frente al problema misionero, a
saber: Cristo
"libera", mientras que
San Pedro
y los Apóstoles "con
vierten".
¿Por qué -según Yann Redalié--la bandera de Cristo es la "li
beración"? Dice
Redalié que
esta es
la acritud de Cristo cuaodo
empieza su actividad pública, como consta del texto de San Lucas:
"Por la fuerza del Espíritu volvió Jesús a Galilea; llegó a
Nazaret, donde
se habla criado; y según tenia por costumbre,
8"trÓ .,, la sinagoga el dta de sábado y se levantó a leer. Le
entregaron el Ubro del profeta Isatas; lo abrió y encontró el
pasaje en que estaba escrito: 'El espíritu del Señor está sobre
mi, porque me ungió para anunciar el evangelio a los
pobres;
me
envió a proclamar libertad a los cautivos y recuperación
de la vista a los ciegos; a proclamar un año de gracia del
Señor. Enrolló luego el libro, lo entregó al ayudante y se sen
tó; y .,, la sinagoga todos tenian los ojos clavados en él. En
tonces comenzó a decirles: 'Hoy se
ha
cumplido este pastÍje
de la escritura escuchado por vosotros'" (8).
Y ann Redalié afirma que, según el análisis crítico marxista, es
evidente que se trata aquí de una acritud liberadora de Cristo: Cristo
se presenta a los judíos como el anunciado por Isaías, el
liberador de
Israel, un liberador político,
económico
y social, lo cual supone que
Cristo invita
y llama el pueblo judío a la rebelión contra la opresión
política de los Romanos,
contra la
explotación
y opresión económica
por el injusto régimen capitalista de la época
y contra las costumbres,
leyes e instituciones contrarias a la
libertad humana. Es
decir, que
Cristo ___._ la
1112: del análisis critico marxista de
este
teXto de San
(8) San Lucas, 4, 14-21. Texto según Nuevo Testamento, Ed. Herder,
Barcelona.
1031
Fundaci\363n Speiro
MIGUEL PORADOWSKI
Lucas-- se presenta como un rebelde, un revolucionario, un precur
sor de
Marx y de Lenin y, consiguientemente, Cristo es un marxista
leninista de
sus tiempos.
Su mensaje mesiánico es
reYolucionru:io, en
el sentido marxista de esta p«labta, y su actitud es una actitud libera
dora. Ahora bien,
¿cuál es la actitud del sucesor de Cristo y el primer
Papa, es decir, de Sao Pedro?
La actitud de San Pedro está descrita por el mismo Sao Lucas,
en los
Hechos de los Ap6stoles. Se trata aquí de la descripción del
evento de
Pentecostés, cuando
el Espíritu Santo desciende sobre la
Saotlsima Virgen
y los Apóstoles y cuando Sao Pedro, ya en su ca
rácter de
sucesor de Cristo, es decir, como
el primer Papa, por vez
primera, dirige
la p«labra al pueblo, testigo del milagro reali2ado por
el Espíritu Santo. En su predicación, San Pedro explica, que Jesús
de
Nazatet, crucificado y resucitado, es el prometido Mesías. Asusta
do
y afligido por haber cometido el crimen de deicidio, el pueblo
judío pregunta a San Pedro qué
debla hacer
en esta situación.
La
contestación de Sao Pedro es la siguiente:
"Convertlos, y que cada uno de vosotros se bautice en el
nombre
de
Jesucristo p,wa remisi6n de vuestros pecados, y ,e.
cibiréis el don del Espíritu Santo" (9).
¿Cómo interpreta este texto la crítica marxista?
Según
Redalié, San Lucas, siendo como era un pequeño-burgués,
cita con entusiasmo estas
p«!abras de
San Pedro, que a su vez
tam
bién era un hombre de mentalidad burguesa y, por ende, una per
sona
incapaz de
entender el mensaje liberador de Cristo, por lo cual
llamó al pueblo a
la "conversión" y a .las prácticas religiosas, como
la de
bautizarse y hacer penitencia. Es decir, que Sao Pedro, tal vez
sin
darse cuenta y con buena voluntad, falsificó el mensaje libera
dor de Cristo
y lo transformó en una religión, que como tal no libera
sino alienta -según
la fam<>sa frase de Marx-, "la religión es el
opio del pueblo". Pese así,
existiría una
oposición entre
la actitud
(9) San Lucas, Hechos de los Apóstoles, 2, 38. Ibd.
1032
Fundaci\363n Speiro
EL MARXISMO EN LA TEOLOGIA DE MISIONES
de Cristo y la de Pedro. La primeta libera al hombre, la segunddo
esclaviza;
la
primera se
presenta como una llamada
de liberación,
de
rebelión, de
revolución, de
lucha contra el régimen
existente, mien
tras
que la
segunda se presenta como. una llamada a la conversión, a
las prácticas piadosas, a la sumisión a la autoridad, al respeto del ré
gimen existente.
La actitud burguesa de Pedro es compattida por todos los Após
toles y este mensaje de Pedro es el que la Iglesia .:....traicionando a
Cristo- llevatá a todos. los pueblos del mundo. Pedro --- dallé-en vez de llatnat al pueblo a la rebelión política contra la
autoridad, contra los invasores romanos
y a la rebelión social contra
la opresión burguesa,
llatoa a
la sumisión
y a las apaciguadoras prác
ticas
piadosas de
penitencia
y oración. En· vez de seguir a Cristo y de
rebelar al pueblo, Pedro sigue en la antigua Sinagoga, que simboliza
la religión, el culto, la alienación. De esta
maneta Cristo
es traicio
nado por sus discípulos
y su mensaje está falsificado.
Más
todavía, la
Iglesia llega hasta
Is tácita colaboración con el
Estado, el
cual -según Marx-es una institución opresora par ex
cellence. Esta nefasta y desh9nesta actitud de Is Iglesia primitiva,
encabezada
por Pedro
y por Pablo, se hace patente ya en los primeros
años de su existencia, como consta de
los Hechos de los Ap&stoles.
A lo largo de vatios capítulos de sus Hechos de los Apóstoles, San
Lucas describe
las actividades misioneras de San Pablo, que son idén
ticas a las de San Pedro, pues
San Pablo, siendo también un hombre
de mentalidad burguesa, se destaca
por su compromiso con el opresor
régimen político de la época, declarándose con
· orgullo
ciudadano
romano
y aprovechándose, gracias a esta.· condición, del amparo . de
la
ley. A San Pablo, como a San .Pedro, lo único que le interesa es
"convertir"
a la
gente, en
vez de predieat el autéMico mensaje de
Cristo, es decir el mensaje
de liberación. Obsesionado por la idea de
"convertir", San Pablo va por el mismo camino que Siµi Pedro, __ ~
hortando a la gente para que haga penitencia, rece, se bautice, es
decir, llamándola
a. las
prácticas religiosas que alienan, esclavizan
y
desorientan. Lo peor es que Sal Pablo se compromete con el régimen
político opresor,
recutriendo , •la autoridad
estatal
y amparándose en
* lOH
Fundaci\363n Speiro
MIGUEL PORADOW'SKI
las instituciones jurídicas, como ciudadano y respetando la autori
dad pública.
Por ejemplo, en el largo capítulo XVI de los
Hechos de los
Ap6s1oles, nos encontramos con el relato sobre la encarcelación de
San Pablo durante su viaje apostólico por Macedonia. En esta oca
sión, San
Pablo
y sns compañeros, milagrosamente, por un fuerte
temblor que derribó las
murallas de
la
cárcel, se
encontró de hecho
libre (pero no de derecho)
y, en vez de aprovechar esta situación y
huír con sns compañeros y con el espantado cuidador, invitó a todos
a que se quedaran y al cuidador le propuso bautizarse, demostrando
de esta manera su respeto a
las autoridades y su colaboración con la
misma institución de
Estado. Entonces, San Pablo también falsificó
el mensaje liberador de Cristo y lo transformó en un mensaje escla
vizador, alienador, porque lo transformó en una religión.
Por esta
raz6n, Y
ann Redalié, en la actitud de los Apóstoles, ve
el comienzo de la época "constantiniana" en la historia de la Iglesia.
Ya varios siglos antes del emperador Constantino, los mismos Após
toles,
todos ellos
personas de mentalidad burguesa
y servil, vincula
ron la naciente Iglesia a la institución de
Estado, al respetar la au
toridad pública
y bnscar el amparo de la institución estatal. Sola
mente por una actito.µ negativa de este Estado, frente a esta nueva
religión, que era el cristiatÍismo, no se realiz6 completamente en esta
época este compromiso, sino tres siglos después en los tiempos del
emperador Constantino. Sin embargo,
ya en la época de los Apósto
les se pusieron
las bases del "constantinismo".
Es evidente -continúa Redalié-que esta actitud de los Apósto
les es completamente contraria a la actitud de Cristo. En esta pers
pectiva, Y ann Redalié opone la Iglesia como institución a
la Iglesia
como comunidad de los files; la primera es alienante
y la segunda es
liberadora;
mientras la
primera tradiciona el mensaje de Cristo
y lo
transforma en mensaje de
Pedro, la
segunda conserva
y sigue el men
saje liberador de Cristo, siendo
fiel a la rebelión y revolución (10).
(10) En esta ocasión, Yann Reda.lié reconoce amablemente que San Lu
cas, a pesar de tener una
mentabilidad butguesa, fue capaz de hacer, en
los
Hechos de los Ap&stoles, algunas observaciones dignas de un marxista., como
1034
Fundaci\363n Speiro
BL MARXISMO EN LA TEQLOGIA. DE MISIONES
Después de estas observaciones y aclaraciones respecto de la-di
ferencia entre el mensaje de Cristo y el mensaje de Pedro, Yann
Redalié pregunta: ¿a quién deberían seguir hoy día en su labor los
misioneros, a Cristo o a Pedro? ¿Los misioneros
de hoy día deberían
anunciar a todos los pueblos
d mensaje liberador de Cristo, es decir,
un mensaje de rebelión contra el sistem?, político opresor y contra
el régimen económico explotador, incitando a la revolución y a la
lucha, comprometiéndose con la revolución mundial marxista libe
radora,
o, por el contrario, deben seguir el ejemplo de Pedro, el
traidor a
Cristo y falsificador de su mensaje, predicando la "conver
sión" y
las alienantes prácticas religiosas?
La contestación del autor es patética: deberían seguir a Cristo y
no a sus traidores. Pero esta opción por el mensaje de Cristo -dice
Redalié-
tiene sus consecuencias
prácticas, a
saber: el misionero de
hoy día debe ser al mismo tiempo un revolucionario, un revoluciona
rio bien preparado, bien adiestrado, formado
para que pueda cumplir
sus deberes.
De esta manera la nueva teoll'.:)gía_ de las miSiones qui~re vincular
la labor misionera con la actividad subversiva; quiere formar· nuevos
misioneros que~ al mismo tiempo, sean· revolucionarios profesionales;
quiere proporcionar a la subversión una eficaz ayuda y un aprecia
ble apoyo, comprometiendo a los misioneros con la revolución mar
xista en todos los países. ¿Qué opinar de las elucubraciones de
Y= -Redalié y sus com
pañeros? ¿Quién en
realidad falsifica
el mensaje de Cristo, San
Pedro y los Apóstoles, o los agentes marxistas,
Y ann Redalié y sus
compañeros?
La contestación a esta_ pregunta nos da el mismo Cristo, en las
páginas del Evangelio de San Lucas. En efecto, el relato de San Lucas,
sobre los sucesos ocurridos después de la resurrección, contiene esta
contestación, pues en el leemos
lo siguiente:
cuando anota el papel del Esta.do y de· las autoridades, mostrando de qué ina
nera la clase· dominante se sirve · del poder público; para hacer más efectiva
la
opresión
de los domina4os. O.
c., pág. 12.
103~
Fundaci\363n Speiro
MIGUEL PORADOWSKl
"Aquel mismo dü,, dos de ellos iban de camino a una
aldea llamada Ematis, que di,ta
de Jerusa/,én sesenta estadios.
Iban comentando entre sí
todos
estos
sucesos. Y mientras ello,
comentaban y discutían, Jesús mismo se les acerc6 y caminaba
con ello,. Pero ,us o¡os estaban como imposibilitados para
reconocMlo,
El le, preguntó: '¿Qué cuestiones son esas que venís discu
tiendo entre vosotros PM el camino'? Ello1 se detuvieron con.
,emblante triste. Y uno de ellos, llamado -Cleofás, le re,pondi6:
¿Pero ere, tú
el único forastero en Jeruralén que no ,abe lo
,ucedido a/,U en eJto, dial? El le, conte,t6: ¿'Qué'? 'Lo
de
J e,ú, Nazareno -le re,pondieron ello,-, un hombre que fue
profeta poderoro en abras y pa/,abras ante Dio, y ante todo el
pueblo;
y cómo nue,tro, pontífice, y ¡efe, lo entregaron a la
pena de muerte y lo crucificaron. N o,otro, esperábamo, que
él iba a ,er quien libertara a lirael; pero
con todo
e,o, ya e, el
tercer día de,de
que e,to ,ucedi6. Verdad e, que a/,gunas mu
¡erer
de nue,tro grupo no, han alarmado: fueron· muy de
madrugada al, ,epulcru, y no habiendo encontrado ,u cuerpo,
volvieron diciendo
que incluso habían visto una aparición de
ángeles, los cua/,es aseguran que él está vi:vo. T ambMn fueron
al sepulcro algunos
de los nue,tros y encontraron todo exacta
mente
como habían dicho las muieres. Pero a él no lo vierofl.
Entonce, les dijo él:
'¡Oh, torpes y tardos de corazón para
creer
todo
lo
que anunciaron los profetas! ¿Acaso no era ne
cesario que el. <;:risto padeciera eras cosas
por entrar en su glo
rid? Y comenzando por Moisés, y continuando por todos lo,
profetas, les fue interpretando todos lo, pasa¡es de
la Eicritura
referentes a él".
(S. Lucas 24, 13-27).
"Nosotros esperábamos que
él iba a
ser quien
libertara a
Is
rael", dicen Lucas
y Cleofás, es decir, que esperaban una liberación
política de Israel, una liberación del dominio del Imperio Romano
y, al verla fracasada, se sentían tristes y defraudados. La pasión y
muerte de Cristo se presenta ante todo para ellos como el fracaso
político del leader, por el
cnal tomaban a Cristo. Se esfumaron sus
esperanzas
terrenas, temporales, pol!ticas, nacionales. Podernos, tam
bién, suponer
que la
actitud de
estos. dos era representativa, es decir,
compartida por" los otros· discípulos de Jesucristo. Entonces, si los
discípulos directos de Cristo, los que le
escucharon diariamente
du-
1036
Fundaci\363n Speiro
EL MARXISMO EN LA TEOLO.GlA DE: MISIONES
rante tres añós, no eran· capaces, di> entenderle y oonfudían sudnen
saje divino y eterno con un mensaje puramente humano y temporal,
no hay por qué·extrañarse de que también haya hoy dfa.algunos .que,
diciéndose cristianos
y discípulos de Cristo, redw:can su mensaje .a 1a
pura política.
Para
que Lucas y Oeofás y otros discípulos de Cristo pudieran
captar
el
verdadero sentido del mensaje de su Maestro,
fue necesario
que
El mismo, una vez
más, se
lo
explicara. Pero,
una vez explicado
por Crisro mismo
y aclarado e! asunro, no hay ya justificación al,
guna para retroceder a la posición errónea de los camioantes a Emaús.
A ellos Cristo les llama romos y, por consiguiénte, el mismo adje'
tivo merecen todos los que, ,:amo ellos, red.ucen ·el inensaje·de-Cristo
a lo temporal. .
Lucas y ClCQfás ~~egúQ Crisro---.:-· SQtt rin~ fonros, pues no se
dan cuenta que Cristo no murió po, tan poco en faCrw:. No murl.ó
por
una liberación
política de Israel,
o
de otros
pueblos, y menos
todavía
por. una
liberación de algún
'régimen económico
o socil!I.
Todo eso, siendo humano, temporal, ~ntingent~, pasajero, podria ~eé
cumplido por algún hombre destacado y excepcional, por algún leader
político, pues nó .,;ige una extraordinaria y directa intervención di
vina, corno es precisa para la Jlberación traida por".Crisro .. Si Dios
mistn0 desciende. del Cielo, se
encar~,. tomando. ½ natuiali;za huma
na y, como Ho~br~Qios, '1ve.:_entre nosotrt;>s, _co~parte·· :fiuesttaS
inquietudes y prOhl~,,se_·ofrece coino víctiffl:8,·y vi~i~io,.para
liberarnos con su pashSn. y muerte en la Cruz,_ no. io_ hace p~r-~
poca cosa como es una_ .liber~ión política, económica y social, sir:~.o
para liberarnos del pecado original . y de SUS CAA5eC1Iencias, a saber
de la
caída bajo
la influencia y
e,;clavitud de Satanás y
de
la muerte
y corrupción del sepulcro, tal corno explicó San Pedro, en su primer
sermón, en el día
de Pentecostés.
Cristo vino
para liberarnos del poder de
Satanás y para devolver
nos la libertad de los hijos de Dios, para
abrirnos las
puertas del
Cielo
y hacernos dignos y capaces de compartir, durante la eternidad,
la gloria
y felicidad de Dios, corno lo profetizara el rey David (Sal
mo 15, 8-11). Esta es la verdadera "teología de liberación", que nos
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MIGUEL PORADOWSKI
expone el mismo Cristo, en ocasión de su amversaci6n con los ca
minantes a Emaós,
La aplicación a los estndios teológicos del mémdo, presuntamente
'·científico", del
materialismo histórico, es
sencillamente una idiotez.
Los que lo hacen se muestran mucho más tonms que Lucas y Oeo
fás en sus conversaciones al caminar hacia Emaús.
La te0logía marxista de misiones,. elaborada por Redalié y OtrOS
suedoteólogos, envenena las mentes, corrompe los corazones y rrans
forma
una juventud
entnsiasta e idealista en
fanáticos destructores de
la civilización, haciendo de ellos unos desdichados,
fracasados, acom
plejados
"revolucionarios profesionales", al servicio de la odiosa, sa
tánica, demoledora revolución
marxista.
Hay
que
esperar, que
ios verdaderos misioneros de Cristo tomen
la
palabra, que rechacen esta odiosa
y dedionda (pues huele a
Sata
nás y su infierno) "teología marxista de misiones" y que excluyan
de su ambiente a estos
falsos misioneros que, en realidad, no son sino
agentes del comunismo internacional,
disfrazados de
apóstoles de
Cristo.
Los verdaderos misioneros llevan a los pueblos la enseñant.a de
San Pedro y de los Apóstoles, pues ésta es la única auténtica inter
pretación de la doctrina de Cristo; y a los que no la enseñan hay que
aplicar las palabras de San Juan: "Si alguno viene a vosotros y no
trae esa doctrina, no lo recibáis en casa ni lo saludéis. Pues quien le
saluda, comulga en sus
malas obras" (S. Juan, 2, 10-11).
Es doloroso oonstarar, que, desgraciadamente, existen hoy día
misioneros
marxistas, es decir, misioneros dedicados a la subversión,
lo
cual explica que algunos gobiernos anticomunistas les expt$an
corno elementos indesables. Lo extraño es que la Iglesia les soporte
en su seno
y siga tolerando su satánica labor destructora.
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