Índice de contenidos
Número 147
Serie XV
- Textos Pontificios
- Actas
- Estudios
- Documentos
- Crónicas
- Textos
- Notas
Autores
1976
Indisolubilidad del matrimonio
INDISOLUBILIDAD DEL MATRlMONIO
La indisoluhilidad del matrimonio, obra del Creador reafir
mada por
Jesucristo.
«Jesucristo ,¡Ni.ro que fuese estable la unión y la restableció a su
"primitiva condición, fundada en
la mis11UJ diferencia sexual. "¿No
"habéis leido 'l"• el Creador, desde el principio, los hizo varón y
"mujer y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su ma
"dre y se uni,rá a su espo1ta, 'Y los dos se harán una carne? Pues bien,
"lo que Dios "nió, no lo separe el hombre".»
PAULO VI: Declaración de la Sagrada Con
gregación para la Doctrina de 1a Fe_ acerca de cier
tas cuestiones de ética sexual el 29 de diciembre
de 1974 (original italiano, «O. R.». edición se
manal en lengua española, año VIII, núm. 3
(368), domingo 18 de enero de 1976).
El bien fundamental de la prole y la indisolubilidad del ma
trimonio
aunque el
amor se haya
apagado.
«El discurso nos llwaria ahora a lla11UJr vuestra atención sobre
"algunas orientaciones que han s"'gido de alg"nas corrientes moder
"nas de pensamiento
'Y tambMn de las nuevas perspectivas abiertas
''po, el Concilio, orientaciones que, ext:1gerando a veces al, valorar los
"bienes del amor conyugal y del perfeccionamiento personal, termi
"nan
por marginar, si no incluso pasar por alto el bien fundamental
"de la prole, y por comiderm el amor como elemento incluso juri
"dicamente tan importanle que se subordma a él la validez mis11UJ
"del vinculo matrimonial, de¡ando de este
modo abierto el camino
"al divorcio sin límite alguno,
como si cesando el amor (
o más
bien
"la originaria parián amorosa) cesara también la validez del hre
"vocable
pacto
conyugal que procede de un libre y amrwoso con
,, senti,rn,iento.
"
55 865
Fundaci\363n Speiro
"Sin embargo, nos importa subrayar aq_uí una vez más, es que 1'en la concepción cristiana de la institución famílUW, como sabéis,
"de ningún moda se puede acept"1' una mterpretación del ttJn(J1'
"conyugal, que lleve a abandon"1' o " dismimM en su va/,01' y signi
"ficado
el
conocido
primipio matrimonium facit partium consensos.
"Principio éste de capital importancia en toda la wadici6n canonis
"ta
y teol6gica y frecuentemente propuesto p01' el M.agisterio de la
"lglesúi como uno de los puntos claves del derecho natura/, de la
"mstituci6n matrimonial, e,sí como también del precepto wangé/ú;o
"(
cf. Mt., 19, 5-6; Denz-Sch., 643, 755, 756, 1327, 1497, 1815, 3713,
"3701).
"Según este principio, de todos bien conocido, el matrimon-io
"comienza a existir en
el momento mismo en qw los dos cónyuges
"dan su consentimiento matrimonia/, jurldicamente válido. Dicho co,,.
sentimiento
es un acto de voluntad de c"1'ácter conswactua/, ( o "pocro
"conyugal", según la expresi6n qtJe hoy se prefiere a/, térmmo "con
"trato"), el cual produce en un instante mdivisible su efecto jurí
"dico, o sea el matrimonio in facto esse, un estado de vida, sin que
"nada pueda ya tener mflujo a/,guno en la realidad jurídica creada
"por ,él. De forma que, uw vez puesto su efecto, es decir, el vínculo
"matrimonial, dicho consentimiento es irrevocable y ya no es capaz
"de deswuir la rea/,idad
por él producida.
"De este modo h"] que exduir r,bsolutamente que, al falt"1' la
"permanencJa de cualquier elemento subjet;/,vo, como, el primero
"entre todos, el amo,r conyugal, no siga vivo el matrimwnio en cuan
"to realidad jurídica, creada p01' el consentimiento jurídicamente efi
"caz de una vez P""ª siempre. Esta realidad, en el plano jurídico, sub
"siste independientemente
del amor, y permanece aunque llegue a
"apagarse el amor. Los esposos, en efecto, dando su libre consenti
"miento no
hacen sino entrar e insertarse en· un orden ohjetWo, _en
"una "mstituci6n" que les supera y que no depende de ellos, ni en
"su ser ni en .sus
leyes. El mawimonio no es creado por la libre 110-
"luntad de los hombres, smo que ha sido instituido por Dios, el cual
"lo ha dotado de leyes propias.»
866
PAULO VI: Alocu.ci6n a la Sacra Rota Roma
na,
9 de febrero de 1976, «O. R.», edición sema
nal en lengua española, año VIII, núm. 8 (373),
domingo 22 de fe:brero de 1976.
Fundaci\363n Speiro
La indisoluhilidad del matrimonio, obra del Creador reafir
mada por
Jesucristo.
«Jesucristo ,¡Ni.ro que fuese estable la unión y la restableció a su
"primitiva condición, fundada en
la mis11UJ diferencia sexual. "¿No
"habéis leido 'l"• el Creador, desde el principio, los hizo varón y
"mujer y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su ma
"dre y se uni,rá a su espo1ta, 'Y los dos se harán una carne? Pues bien,
"lo que Dios "nió, no lo separe el hombre".»
PAULO VI: Declaración de la Sagrada Con
gregación para la Doctrina de 1a Fe_ acerca de cier
tas cuestiones de ética sexual el 29 de diciembre
de 1974 (original italiano, «O. R.». edición se
manal en lengua española, año VIII, núm. 3
(368), domingo 18 de enero de 1976).
El bien fundamental de la prole y la indisolubilidad del ma
trimonio
aunque el
amor se haya
apagado.
«El discurso nos llwaria ahora a lla11UJr vuestra atención sobre
"algunas orientaciones que han s"'gido de alg"nas corrientes moder
"nas de pensamiento
'Y tambMn de las nuevas perspectivas abiertas
''po, el Concilio, orientaciones que, ext:1gerando a veces al, valorar los
"bienes del amor conyugal y del perfeccionamiento personal, termi
"nan
por marginar, si no incluso pasar por alto el bien fundamental
"de la prole, y por comiderm el amor como elemento incluso juri
"dicamente tan importanle que se subordma a él la validez mis11UJ
"del vinculo matrimonial, de¡ando de este
modo abierto el camino
"al divorcio sin límite alguno,
como si cesando el amor (
o más
bien
"la originaria parián amorosa) cesara también la validez del hre
"vocable
pacto
conyugal que procede de un libre y amrwoso con
,, senti,rn,iento.
"
55 865
Fundaci\363n Speiro
"Sin embargo, nos importa subrayar aq_uí una vez más, es que 1'en la concepción cristiana de la institución famílUW, como sabéis,
"de ningún moda se puede acept"1' una mterpretación del ttJn(J1'
"conyugal, que lleve a abandon"1' o " dismimM en su va/,01' y signi
"ficado
el
conocido
primipio matrimonium facit partium consensos.
"Principio éste de capital importancia en toda la wadici6n canonis
"ta
y teol6gica y frecuentemente propuesto p01' el M.agisterio de la
"lglesúi como uno de los puntos claves del derecho natura/, de la
"mstituci6n matrimonial, e,sí como también del precepto wangé/ú;o
"(
cf. Mt., 19, 5-6; Denz-Sch., 643, 755, 756, 1327, 1497, 1815, 3713,
"3701).
"Según este principio, de todos bien conocido, el matrimon-io
"comienza a existir en
el momento mismo en qw los dos cónyuges
"dan su consentimiento matrimonia/, jurldicamente válido. Dicho co,,.
sentimiento
es un acto de voluntad de c"1'ácter conswactua/, ( o "pocro
"conyugal", según la expresi6n qtJe hoy se prefiere a/, térmmo "con
"trato"), el cual produce en un instante mdivisible su efecto jurí
"dico, o sea el matrimonio in facto esse, un estado de vida, sin que
"nada pueda ya tener mflujo a/,guno en la realidad jurídica creada
"por ,él. De forma que, uw vez puesto su efecto, es decir, el vínculo
"matrimonial, dicho consentimiento es irrevocable y ya no es capaz
"de deswuir la rea/,idad
por él producida.
"De este modo h"] que exduir r,bsolutamente que, al falt"1' la
"permanencJa de cualquier elemento subjet;/,vo, como, el primero
"entre todos, el amo,r conyugal, no siga vivo el matrimwnio en cuan
"to realidad jurídica, creada p01' el consentimiento jurídicamente efi
"caz de una vez P""ª siempre. Esta realidad, en el plano jurídico, sub
"siste independientemente
del amor, y permanece aunque llegue a
"apagarse el amor. Los esposos, en efecto, dando su libre consenti
"miento no
hacen sino entrar e insertarse en· un orden ohjetWo, _en
"una "mstituci6n" que les supera y que no depende de ellos, ni en
"su ser ni en .sus
leyes. El mawimonio no es creado por la libre 110-
"luntad de los hombres, smo que ha sido instituido por Dios, el cual
"lo ha dotado de leyes propias.»
866
PAULO VI: Alocu.ci6n a la Sacra Rota Roma
na,
9 de febrero de 1976, «O. R.», edición sema
nal en lengua española, año VIII, núm. 8 (373),
domingo 22 de fe:brero de 1976.
Fundaci\363n Speiro