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Número 165-166

Serie XVII

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El movimiento GRECE: Apuntes para la historia de los heterodoxos

APUNTES PARA LA HISTORIA DE LOS HETERODO:XOS
EL MOVIMIENTO GRECE
POR
M.S. C.
Muchas ideas nacidas en Europa prenden en España con no­
table retraso. Esto
es lamen_table
cuando son buenas,
y plausible
cuando son malas, Entre estas últimas hay una cosmQ!Visión anticris­
tiana que no 'hemos querido señalar hasta ahora en toda su exten­
sión (1 ), por si se agotaba sola, como el copo de nieve que no
cuaja, al llegar a nuestro suelo. Pero crece y perturba, y al deber
de todo cristiano de· denunciar los errores se suman en nuestro caso
otros deberes más específicos, porque se infiltra en medios intelec­
tuales,
y, además, en medios próximos a la derecba política.
Con las salvedades que deben acompañar a
denominar toda
una
red ideológica con el nombre de uno solo de sus nudos, llama.remos
al objeto de nuestro estudio «el mo'limiento GRECE», nombre de
la central francesa de esta nueva cosmovisión. Con menos genero­
sidad, la e,ccelente revista italiana Cristiani-ta le llama «Cocktai.l de
evolucionismo, de neopositivismo, de cientismo, de revolución sexual
y de doctrina. claramente masónica en una presentación indoeuro­
pea» (2).
Cuando en los albores del Concilio Vaticano II apareció en su
agenda la cuestión de la libertad religiosa, en España, todo el mundo,
(1) Unas primeras alusiones se encuentran en Verbo, núm 135-136,
artículo
«Aborto, Neonazismo, Nueva Moral»,
y en Verbo, núm. 151-152,
«La tesis del cristianismo veneno y las revistas Que.rtion de ... , Elément.r, etc.»,
por
L. Morteau e Y. Le Penguer.
(2) Cri.rtianita, diciembre de 1977. Dirección de esta revista: 29100,
Piaeen,:a, via

Roma, 46. Este es un trabajo fundamental sobre el
tema, que
incluye, además, una extensa bibliografía.
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Fundaci\363n Speiro

M.S. C.
incluidas no pocas personas altamente calificadas, la hizo sinónima
de libertad para los protestantes. Por la puerta que éstos abrieron
en España en el posconcilio entraron muchas otras religiones falsas
y
movimientos filosóficos cuasi religiosos: se prcxlujo el gran
«boom.>> de la Sociedad Teosófica, que no cesa de crecer. Paradójica­
mente, los más serios y puritanos protestantes se sintieron defrauda­
dos de su
actuación de .aprendices de brujo y arremetieron contra
«los invasores de la cristiandad» (3). Y cuando el bien surtido
muestrario parecía agotado y reducido a las dos grandes familias de las hetero­
doxias cristianas
y de la teosofía (dejando aparte los políticos), apa­
rece un género nuevo prometedor de
las más
insospechadas especies :
un nuevo pangermanismo racista, el movimiento GRECE.
Para describirle, expondremos
sus antecedentes,
los
aspectos vi­
sibles de su organización y sus principales elementos conceptuales :
están todos enlazados entre sí, y no sólo por ideas puente, sino tam­
bién por personas de formuión y actividades bipolares, es decir,
especialistas en más de uno de esos
elementos. Cualquiera
de ellos
podría servir de hilo conductor a través del conglomerado, por esas
relaciones de todos con todos. Los. contactos, piesencias e iniciativas
de este archipiélago de icebergs son fáciles de identificar por su
originalidad
y por sus visibles enlaces entre sí y con elementos
afines.
Para no extender demasiado este trabajo, no refutaremos. los erro­
res que vamos a exponer, y reduciremos las referencias bibliográficas
a las
fund•mentales, donde

el lector. podrá hallar otras más numerosas.
l.
Nombres, y organización
«GRECE» es una sigla formada por las iniciales de los nom­
bres «Groupernent de
Recherche et
d'Etudes pour la
Civilisation
Européenne»

; en castellano: Agrupación de Investigación y Estudio
(3) L no cristianas escrito por un pastor protestante inglés y traducido, resumido
y editado en :&paña por Samuel Vila, pastor protestante de Tarrasa.
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EL MOVIMIENTO GRECE
para la Civilizadón Europea, que denominan a un grupo aparecido
en
París
hada 1968.
Contaba inidalmente con unos dos
mil afiliados,
abundantes medios económicos, y una revista llamada Na1111elle Ecole,
con una tirada de diez mil ejemplares; gran número de sus redac­
tores procedía de otra llamada
Euro pe Actirm; posteriormente, en
1973,
Nouvelle Eco,/e dejó paso a otras dos revistas nuevas al mismo
servicio, llamadas
Eléments y Question de ...
Esta organización se definía a sí misma como una «Sociedad de
pensamiento con vocación intelectual que se propone intervenir en
la sociedad ofreciendo su propia ideología a las personas sensibles
a la crisis de la civilización». Pero «no es un círculo o sociedad
de pensamiento estrictamente académico o especulativo, sino un or­
ganismo de combate en la sociedad y en la política al servicio de
su filosofía.», que iremos describiendo a continuación.
Algunos factores que contribuyen al éxito de GRECE, que, a
su vez, les beneficia a ellos, cerrando un círculo vicioso, son : que
Nietzsche se ha puesto de moda; la decadeucia de la situación ac­
tual

y el
anhelo generalizado
de que alguien
ponga un poco de or­
den;
que condenan

la relajación generalizada de las costumbres; que,
a veces --otras no--, posru.lan una política natalista; su hostilidad
al marxismo y a la subversión de las izquierdas; concepciones co­
rrectas sobre la nación
y el ejército; sentido del Estado; la impor­
tancia de las élites, y lo que de aceptable tienen l_a raza y el arraigo.
Las huellas de su pensamiento, variado y a veces contradictorio,
se encuentran en muchos libros y revistas de todo, el mundo; tienen
el común denominador de ser opuestos y ofrecerse como alternativa
a la decadencia izquierdosa y al comunismo, pero sin. ser cristianos.
Cuenta con corresponsales en
más de doce países y con grupos en
casi todas las ciudades de Francia, donde. ya ha alcaozado un des­
arrollo que obliga a tener alguna noción de este asunto a quienes se
interesan por el juego de las ideas y de las fuerzas políticas ( 4).
(4) Ver el folleto del C. L. C., 31 rue Rennequin, 7:5017, París, titu­
lado, GRECE et Nouvelle Eco/e. Resume trabajos sobre el tema aparecidos
en Permanences, Itineraíres y en otras publicaciones católicas francesas. Ofrece,
además, abundantes citas y bibliografía. Es otro estudio fundamental.
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M.S. C
Hace proselitiomo entre las élites, sobre todo en las de los me­
dios más afectados por la crisis de la actual civilización, universi­
tarios, juristas y militares. Pretende seguir avan:zando mediante la
utilización de las ¡,&ibilidades personalas de sus miembros, a los
que, con ese fin, trata de promocionar, lo cual le asemejaría, según
un periodista francés, a
una· masonería de derechas.
Conexiones en otrO's países.-No todas las conexiones de la pe­
queña relación que sigue son formales; algunas son informales, aun­
que no por ello menos interesantes; enlaces formales e informales
coinciden o se superponen a veces, formando
círculos y redes com­
plejas.
En Valencia, a fo¡. del año 1977, la fachada de la basílica de la
Virgen

de
los Desamparados apareció embadurnada, como está de
moda en la España actual, con grandes. e.s-vásticas e inscripciones que
decían : «Honor, Raza y Justicia. PENS»; «Honor y Raza»; «Raza
y Justicia»; «PENS».

Parece ser -aunque nadie entendió nada de
aquello-, que

las siglas PENS quieren decir «Partido Español Na­
cional Socialista».
Huellas intelectuales de la cosmovis~ó11 que nos ocupa se hallan
en las revistas Rnta Soldr (1976) y Graal (1977), que han aparecido
sucesivamente, sumando pocos números entre- ambas; sus dirigentes
son los mismos,
y única su sede, un local anteriormente ocupado
por el famoso nazi don Otto Skorzeny.
Tumbién se

hallan
rasgos comunes
con CEDADE (Centro Es­
pañol de Amigos de
Europa), asociación

de alguna entidad en Bar­
celona. Con algunos medios falangistas especialmente radicalizados
hacia la izquierda. Y con los fondos editoriales de las distribuidoras de libros Aztlán, de Madrid,
y Sarmata, de Barcelona.
Todos

estos grupos tienen corresponsales diligentes en
muchas
ciudades españolas y extranjeras, y en algunas organizaciones y re­
vistas españolas que
sería equivocado

involucrar en este asunto.
En Francia, además de las ya citadas GRECE (130, rue de la
Pompe, 75116, París),
Nauvelle Eco/e (B. P. 129. 75326, París}
y Question de ... (114, Charnps Elysées, 75008,- París), hay que seña-
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EL MOVIMIENTO GRECE
lar: Heimdal (BP 332-14014 Caen-Cedex) y la Revtte' Etudes Tra­
dílüme/les (9-11, Quai Saint-Michel, París).
En
Italia,
Civilta (Via degli Scipioni, 268/ A -Roma) y Arthos
(Via Angelo Ceppi di Bairolo 3/9, H(F6, Génova) y la Fonda­
zione Julius Evola, de
Roma (Corso

Vittorio Emanuele, 197), que
tiene ya sucursales
en Francia

(28, Boulevard D'Aulnay, 93250,
Villemomble) y en Canadá (P. O. Box 195, Station Youville. Mon­
treal, Que).
En Alemania, entre otras muchas actividades, la revista Neue
Anthropq/qgie (Postfach 550470, 2 Hamburg 55).
En Méjico, Año c1>ro, apartado postal 40-140, México-11 D. F.
II. Anteoodenrea
Los antecedentes relativamente próximos del pangermanismo de
Hitler se encuentran en el siglo
XIX, en Fichte, que proyecta en­
contrar nna raza priim.itiva, germánica, superior a las actuales, «de­
cadentes», y portadora de una altísima civilización; y siguen con
Nietzsche y sus teorías futuristas del superhombre y de la raza de
señores.
El Fhurer del
III' Reich

sería para ellos el realizador político,
como
,Lenin lo fue de Marx.
Antecedentes remotos teóricos de planteamientos análogos se en­
cuentran ·en los gnósticos griegos; que creían que las religiones son
versiones pedagógicas de un saber superior, oculto que hay que des­
cubrir y transmitir, y en los valentinianos, herejes del ciistianismo
del siglo II.
La derrota del nacional-socialismo en la GM II, con el consi­
guiente descubrimiento policiaco de sus conexiones inremacionales,
y las ayudas que suscitaron desde medios insospechados los apuros
de sus dirigentes perseguidos, pusieron en evidencia lo que después,
ahora, los cerebros

del movimiento GRECE
han escrito muy clara­
mente, a saber: que el hitlerismo no fue más que una parte acciden­
tal y temporal de una corriente de pensamiento más. vasta, anterior
y posterior a él. Fue un intento insuficiente, s-in la debida asistencia
de la ciencia, poco hábil, mal dirigido, desgraciado. Hoy, las con-
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M.S. C.
diciones para exhumar y relanzar la antigua civilización perdida han
mejorado, y
se aprestan a intentarlo, corrigiendo los errores del na­
cional-oocialismo.
lll
tiempo

y la
historia han empezado ya a lavar la hipoteca hit­
leriana,
y, a medida que lo hagan, más aún, aquella., teorías inten­
tarán volver por nuevos caminos.
Desde otro lado, los debates que produjeron en Fraucia la le­
galización de

la contracepción, en 1969,
y la del aborto, en 1974,
dejaron traslucir que subyacía. a ellos un conjunto de iniciativas apa­
rentemente dispersa.,, pero encaminadas todas al lanzamiento de una
nueva moral, basada en un humanismo biológico-al servicio de un
totalitarismo cientifico. lll fondo de la cuestión es más ambicioso que
cada uno de los
argumentos aireados

en público. Asimismo, el ra­
cismo de Hitler no parece ahora que fuera más que un relampagueo,
prematuro
y brutal, de un plan más va.sto, anterior a él y que con­
tinúa en nuestros días.
III. El ,retorno a Ioo oríg.,nes indoeuropeoa
Uno de los núcleos de este asunto es la existencia de un pueblo,
de una raza, situada entre
el Elba y el Vístula y entre el Báltico y
el Mar del Norte, al comienzo del Neolítico, nada meoo,;. Era una
<>, el «pueblo indoeuropeo» formado cuatro mil años
antes de NSJC y que dos mil años después envió desde Irlanda un
ramal a la India. Los celtas, los arios, los germanos y los escandi­
navos formaban parte de ese gran pueblo.
Esto se sabe
--dicen-por
la lingüística. Frente a la lingüística
mcxlerna, esencialmente «sincrónica», Locchi intenta una revalorización
de
la lingüística romántica alemana del ochocientos-, «diacrónica», con
la pretensión de roconstru.ir una lengua madre unitaria o protolengua
indoeuropea (Urindogermánisch). La existencia histórica de esta pro­
tolengua presupone la existencia
histórica de
un
pueblo,, de
una raza,
de
una+ civilización y de una interacción con las civilizaciones vecinas.
534
Fundaci\363n Speiro

EL MOVIMIENTO GRECE
Ya es deducir (5). Además, no faltan lingüistas que dicen que este
tinglado es un artefacto de laboratorio muy precario y, desde luego, insuficiente para deducir la existencia de ese pueblo indoeuropeo.
Los nostálgicoo del neolítico y del pueblo indoenropeo han ido
descubriendo, a golpe de
lingüística y deducción tras deducción, al­
gunos rasgos
y sucesos de aquel entonces y de aquel pueblo, que cons­
tituyeron
una cosmovisión nueva:

la
weltsicht indoeuropea.
Había
en ella una contraposición entre divinidad-sujeto, superior,
y divinidad-objeto, inferior. Una dicotomía social entre una clase
sujeto, de «depredadores, y uoa clase objeto, de «productores».
La clase dominante de
los depredadores
estaba constituida
por hom­
bres que no eran religiosos, sino más bien dedicados a la magia;
hombres que no
sacrific&1 a un. Dios «distinto de sí», sino cuya
divinidad
es subjetiva.

Los miembros de la clase inferior son los
«productores», que son «religiosos», que sacrifican a un dioo «ob­
jetivo» en una religión que es
la imagen mítica de su sumisión y
dependencia. La dominación del mago sobre el hombre religioso
sería la
característ-ica fundamental
de la
weltsicht indoeuropea.
Alguoos especialistas impugnan a estos pangermanistas el
abane
dono

del esquema, muy fundado históricamente, de la sociedad tri­
dimensional ( sacerdotes, guerreros
y operarios) por el citado dimen­
sional de depredadores
y productores, .mucho más precario.
Descrito el pueblo indoeuropeo y su
weltsicht, viene después la
teoría del «conflicto esencial» entre doo razas, dos civilizaciones y
dos sistemas de pensamiento y de religión: la raza indoeuropea, sim·
bolizada

por el
caballero hitita,

habría chocado con la raza camo­
semítica,
simbolizada por

el mercader asirio. Seríamos 'descendientes
bastardos de los celtas, que han ·incorporado a su
atltura elementos
extraños;

hay que
~pulsar a

los des-conocidos que nos han
desor·
denado

la casa,
y volver a encontrar fa herencia indoeuropea; hay
que proceder a una descolonización mental. Estamos ante una
opor·
tunidad

histórica porque el Cristianismo se bate en retirada -dicen-,
(5) Nueva edición de la paradoja de que personas, generalmente jó­
venes, muy rigurosas y exigentes con
la Teología fundamental, corren luego
a aceptar a ojos cerrados castillos en el aire.
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M.S. C.
y hay que hacer una revolución tecnológica industrial; es el indoeu­
ropeo
quien la

hará, porque ya hizo
brilfantemente la revolución del
neolítico.
Lá tesis del Cristianismo veneno.-En las alusiones a las infil­
traciones y adherencias que han .deteriorado la civilización indoeu.
topea que hay que repristinar se hallan reticencias que apuntan a
hacerlas sinónimas, del Cristianismo. Los primeros cristianos erosio­
naron y socavaron los cimientos del Imperio romano y de la sabi­
dnria antigua,
haciéndoles caer,
de la misma manera que hoy los
gusanos marxistas e izquiierdosos preparan la caída de Occidente.
La tesis del
Cristianismo-veneno es

un caso particular del
más am­
plio

planteamiento de
la confrontación entre el pueblo indoeuropeo
y las influencias y adherencias que han caído sobre él y de las que
se propone desembarazarle.
Alain de Benoist, Louis

Rougier y Louis Pauwells toman estas
ideas de
Nietzsche; Renan y Sorel, y las lanzan con nueva pre­
sentaci6n.
Identificado el enemigo, se inician y sostienen inseparablemente
los
ataques contra

él.
De paso, establecen una nociva distinción entre
lo
que
llaman el

Cristianismo de los orígenes o primitivo, y
la Iglesia,
aunque luego
culpan por igual a ambos de haber arruinado a lo
que
llaman la civilización antiigna, y

de la «caída de Occidente». Por
esto no se asocian a
la larga lista de herejes que han querido dis­
tinguir entre el Cristianismo
in.ida! y la Iglesia, ni los utilizan, por­
que éstos, al menos, quieren ser fieles a la Iglesia primitiva, y los
indoeuropeizantes desprecian por igual a todas las partes que elloo
mismos

distinguen artificialmente.
Se presenta al Cristianismo como un fenómeno racial y doctri­
n.almente extraño a Europa, siendo expresión de la subversión cam.o­
semítica que invade y corrompe al antiguo indoenropeo.
Es curioso que

el reducido
grupo español
de este movimiento
haya dedicado una parte considerable de su capacidad a estudiar
y
exaltar < extrayendo de ella «un hondo mensaje político y espiritual para un
l36
Fundaci\363n Speiro

EL MOVIMIENTO GRBCE
Occidente cada vez más sumido en las oocuridades de su propia de­
cadencia».
Se repite con ello el fenómeno bien conocido de que al­
gunos intelectuales españoles
impíoo de
principio de este siglo, mo­
lestos
por la

función medular del catolicismo en la constitución
y
permanencia del ser de España, se fueran a cultivar el arabismo con
la esperanza de encontrar
ea. él un rival digno del catolicismo, y de
poder ponerle en condiciones de disputar a la Religión Verdadera
el primer puesto en nuestra tradición.
El movimiento GRECE sostiene que NSJC, con su amor a los
pobres
y desvalidos y el desprecio a los poderosos, a las riquezas, a
las artes y a las ciencias., inició una contrarultura e hizo una revo­
lución social que fue el primer germen del comunismo actual. En
las versiones de presentación más científica se a.cusa a la Iglesia de
recoger y salva:r la «escoria biológica».
Según
estas versiones, el Cristianismo coloniza al indoeuropeo en
el medioevo y el Renacimiento lo libera, junto al protestantismo y
la Revolución francesa. El libre examen, el liberalismo y la tolerancia
serían ideas típicamente indoeuropeas en oposición al Dios, exclu­
sivo e intolerante que la Iglesia habría heredado de la Sinagoga.
Pero la alternativa al Cristianismo y a la filosofía del ser sólo apa­
rece como realidad colectiva en el ochocientos alemán con Fichte y
Nietzsche.
Sería tan largo como de escasa
11tilidad para
nuestros bien for­
mados lectores refutar todas las inexactitudes históricas que enar:
bolan.

Como no
son nada
originales, a cada
afirmación suya
se puede
oponer una lista de fundadas teorías opuestas defensoras del Cris­
tianismo, no siempre de autores cristianos. Ya dijimos al empezar
que nos abstendremos
aquí y ahora de polemizar, con el fin de fa­
cilitar la exposición y denuncia de este peligro.
Peligro nada despreciable de que en
nna confrontación
de los
católicos con los marxistas la victoria de los primeros se desluciera
o hipotecara por no haberse dado cuenta a tiempo de la presencia
en su bando de esros agitadores anticristianos que a la virulencia
de sus ideas suman vastos, aunque débiles, apoyos internacionales.
Peligro, igualmente, de que el marxismo no fuera derenido sola-
~37
Fundaci\363n Speiro

M.S. C.
mente por una coalición inequívocamente católica, sino por un ter­
cer ·complot,
ni católico ni marxista, sino de un centrismo abigarrado
en
el que

no
faltaran, junto a otros elementos anticristianos, claras
infiluencias masónicas, que líneas abajo apunrtaremos.
IV. Estética
Muchas veces, antes que una lectura atenta de párrafos densos
nos descubra
las huellas de

GRECE en unas
páginas, la simple vi­
sión

de sus fotografías o ilustraciones nos pone
inmediatamente en
la pistá de la pertenencia de una revista al movimiento que nos
ocupa, o de conexiones con
el mismo. Eso que provisionalmente
estamos llamando movimiento GRECE, como cosmovisión que es,
tiene sus predilecciones estéticas
y su estilo artístico peculiares. Di­
remos algo de
ellos antes

de
seguir la e,cposición de
la madeja de
su pensamiento.
En las
ilustraciones de N ouvelle Eco/e, y de otras revistas del
género, predominan,
por una parte, ruinas druidas, escritura rúnica,
guerreros vikingos y cruces celtas, y, por otra, razas interplanetarias,
diagramas
científicos e imaginarios sabios trabajando.
Se trata de
la misma combinación simbólica entre arqueología y futurismo,
en
la

que Morse
ha situado el rasgo característico de la iconografía del
naciona!l-socialismo, el

cual, "de un lado miraba al
,pasado y de orro
al futuro ( ... ),
encontramos siempre

una combinación, de un lado la
referencia al
pasado, al

ario, al germano,
al campesino, del otro, a
la modernización ... ".
Con
llamativa insistencia se
reproducen esculturas
de Arno Brec­
ker, "artista oficial" de
1a Alemania nazi; su estética es siempre de
inspiración germánica, escandinava o celta, y los motivos están to­
rnados del antiguo paganismo en Europa y de la exaltación de la
fuetza viril de
[os guerreros vikingos.

El culto al
e,fuerw y al ero­
tismo como

factor
de salubridad,

que son partes importantes de su
sistema moral, se extienden

también al arte.
Su
representante en la,música es Wagner.
No es menos significativa una

fina lluvia de denominaciones
538
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EL MOVIMIENTO GRECE
vikingas para los más variados y modestos productos comerciales,
presentes en los strmds de sus congresos y reuniones.
Como, el planteamiento cientifico o filosófico del panteísmo
resulta árido
a sus propios
afiliados, lo
complementan
y traducen
con fiestas populares en los sdlstidos, _ en las que son casi constantes
las danzas alrededor del fuego.
V. Ideas fi!looóffoas
Una

de las transcripciones fllosóficas del odio de la Revolución
hacia Dios es la negación del
Ser y la adoración filosófica del de­
venir.
Se puede ata= la filosofía perenne basada en la primacía del
Ser de distintas maneras: una, que quiere separar al Cristianismo de
la tradición filosófica clásica, quitándole los elementos que le dan
un fundamento racionai y reduciéndole a un profetismo incierto y
sentimental; es la posición del viejo modernismo. La otra manera,
por el rontmrio, presenta y rea'lza un "tradicionalismo" anticri9tiano
que ve en la Iglesia un fermento de corru'¡leión y de descomposición
de la antigüedad grecorromana. Expulsa de la tradición grecorromana
todos los elementos susceptibles· de conducir al cristianismo, repu­
diando absurdamente a Sócrates, Platón y Aristóteles.
Hay, pues, dos errores: un
Cristianismo sin
tradición
y una tra­
dición sin Cristianismo.
Es en el ochocientos donde se juega la partida decisiva entre Jo
que los amigos de GRECE
llamao "pensamiento negativo"

y "pen­
samiento positivo",

entre la filosofía del Ser
y la filosofía del de­
venir, entre alma. semítico-cristiana y alma indoeuropea de Occi­
dente.
"En Marx la materia tiene el mismo papel que en Hegel el es­
píritu: se trata siempre de ese famoso Ser del que se necesita conocer
la esencia", y que --dicen- aboca al marxismo. La auténtica filo­
sofía del devenir estaría representada por Fiebre, S hauer y Nietzsche, que abocan al nacional-socialismo. Pero sobre
todos,
se adora

a Nietzsche.
539
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M.S. C,
No existirían verdades inmutables y objetivas, ni científicas,
ni históricas, sino que todo es subjetivo y cambia al cambiar la his­
toria. No hay ninguna verdad objetiva. La revista
Nouvel/e Ecole
combate, en el mismo ámbito del neopositivismo, a los que --como
Neurath-

han querido encontrar,
al menos en el campo de la cien­
cia, alguna
verdad univernal última, mientras

que da el
máximo
relieve al pensamiento de Bertrand Rusell, más rigurosamente re­
lativista.
Son rasgos filosóficos notables del movimiento GRECE el vo­
luntarismo en la doctrina del conocimiento, el rechazo del Derecho
natural y de la existencia de una verdad política, y el panteísmo
como

sustitutivo de la religión, que no se puede eliminar del todo
porque
el ateí:smo absoluto es muy dificii de vivir.
En

Gnoseología,
la primada de la voluntad. Para el hombre no
existiría una verdad absoluta porque su cerebro y sus órga.nos de
percepción sólo 'le muestran una perspectiva del mundo. No hay más
verdad que la verdad de la experiencia. Esto es, que lo que importa es tener
la voluntad (desigual entre los individuos) de hacer estas
experiencias.
Entre

'la lógica aristotélica y el nominalismo optan por éste,
de;
cididamente,
y proponen una nueva lógica. El conocimiento de-las
ciencias
naturales se derivaría de
la voluntad de poder del hombre,
que

"rompe su solidaridad
con la

naturaleza, la conoce y la domes­
tica".
Al no ser ni cristianos ni materialistas, los amigos de GRECE
y de Nouv,lle Eco!, se tienen que inclinar hacia un nuevo panteísmo,
que es

la
concepción de
un dios no personal que se confunde con
su -propia creación; esto lleva a divinizar las fuerzas de la namraleza
y principalmente la vida.
La moral de los señores.-Los amigos de GRECE practican el
relativismo moral. A la moral racionall de .Aristóteles y a la moral
del pecado cristiana, Alain de Benoist opone la H emmmoral de
Nietzsche, -la· < los verdaderos hombres libres, no son medidos por valores y fines
objetivos, sino que crean libremente los valores y los fines, a los
Fundaci\363n Speiro

EL MOVIMIENTO GRECE
que, después, deberá conformarse el rebaño de los dominados. Es
moral ,Jo

que acelera la
maooha de la evolución hacia el "gran me­
diodía" de los superhombres. Esto implica el
supetpoder de una
élite.
La evolución hace que el único premio del hombre sea contri­
buir

al avance del flujo evolucionista.
VI. Elvobroioni.,,mo
El

evolucionismo ya es una forma de distinguir entre el ser y
el devenir. Del

"ser" surgen
las filosofías del espíritu, a partir de
Sócrates, y del
devenir, a partir de Heráclito, las filosofías del de­
venir que este grupo abraza. La prírnacía gnoseol6gica de la volun­
tad sobre la inteligencia precede y fundamenta la primacía onto­
lógica del devenir sobre el ser.
Como se vendrá sospechando por estos conceptos, -entienden ei
evolucionismo no sólo y no tanto como hipótesis científicas refe­
rentes a las especies anima1es, sino como explicación universal del
mundo, de la naturaleza y de la historia. Y luego añaden que más
que un "hecho" científico es una "necesidad fisiol6gica"
fruto de
un
acro de

voluntad. Es un
evOilucionismo radical

enfrentado con
la
creación, y no un evolucionismo poscreacional. La única alternativa
a
la evolución es la creación, pero ésta queda descartada por la pa­
sión de un ateísmo militante. Por eso, aunque reconocen que el
evolucionismo-sigue siendo muy imperfecto, a pesar de lo mucho
que ha adelantado con la
genética, lo abrazan para
no caer en el
tan aborrecido creacionismo, o en un agnosticismo insoportable.
La evolución sirve de fundamento a toda una serie de concep­
ciones mora!les o sociopolíticas. Entre otras:
Reconocen que la evolución va dando prevalencia hist6rica al
proyecto comunista. El
proyecto de
CRECE y de
N ouvelle Eco/e
permanece como de reserva para el caso de un retroceso del comu­
nismo, o ,para una revolución posterior a su triunfo y agotamiento.
Esta evoludón radical y anticreacional llega ya diversificada a
la fase de hominización
y por eso son poligenistas, lo cual exaspera
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M.S. C.
las diferencias raciales. Los hombres no serían esencialmente igua­
les. La vida procede de la no vida (biogénesis) ; los animales supe­
riores, de los inferiores
(evolwción clásica); el hombre del no hom­
bre

(hominización),
y como no hay ninguna razón para que la
evolución
se detenga, el superhombre es posible, es decir, que pre­
vén una cuarta
-etapa de superhominización o

aristogénesis.
La evolución avanza.ría ,por diferenciación de élites, y la desigual­
dad sería la ley de la vida, de modo que, según ellos, la igualdad es
un regalo envenenado
,para los que no pueden seguir la competí­
. ción. Con tal criterio, en vez de amor al prójimo, que a veces es un
amor a lo mediocre, hay que tener amor al lejano,
al hombre mejor
que

vendrá
mañ.ana. Su mora.'1, de

inspiración nietzscheana, está en
función de la
pteparacióo de

esa venida.
La realidad esencial en fun­
ción de la cual todo debe regularse, es la vida, su evoluc;ón y su
perfeccionamiento por sus propias fuerzas. La vida lo explica todo
y exige unas tensiones y una agresividad que, lejos de ser malas,
son buenas, porque son los motores de la evolución.
Simpatizan con las ideas del libro de Monod: E/ aztW y la ne­
ce,idad, tan brillantemente refutado por G. Salet en su libro Azar
y certeza, traducido al español por nuestro amigo don Julio Ga­
rrido (6).
VII. La raza
Sus teorías acerca de la evolución y acerca de 1a antítesis entre
el pueblo indoeuropeo y sus circundantes derivan hacia una parte
común, que es el interés por el tlell1a de las razas en general, y de la
indoeuropea en particufar, hasta hacerrlo relevante en su cosmovisión,
conducta y proyectos.
La valoración de [a raza en CL1estiones ajenas a la antropología,
casi
siempre políticas, es antiquísima. Exisren gruesos tratados de
las ideas que la exaltan o denigran a través de la historia, involu-
(6) Azar y certeza, por G. Salet. Versión espafiola y prólogo de Julio
Garrido. Editorial Alhambra, Claudia Coello, 76, Madríd-1.
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EL MOVIMIENTO GRECE
crándola en constelaciones mur distantes a ella misma. El llorado
profesor
Elías de
Tejada publicó hace ya muchos años un folleto
sobre esta historia, que recomendamos vivamente (7).
Cuando lo referente a la raza se
tra•lada de

los laboratorios et­
nográficos a ottos
ámbitos, o

cuando
esos laboratorios
se
polltizan,
se produce el racismo. Una prospección para conocer, al margen de
especulaciones, la reai situación actual del racismo, advierte que
renace en Europa,
y casi diríamos que nace estos días en España,
porque nunca fue aquí tema tan acuciante corno ahora (8).
Si
las doctrinas y estudios sohre la raza sufren por su mixtura
con otras cuestiones, hasta acabar en racismo, justo es señalar tam­
bién que de ella reciben el beneficio de un interés y de una popu­
laridad que
acrecienta el impulso

que
necesitan para
seguír avan­
zando. En España, hoy,
se habla más de

la
raza en cenáCUilos políticos
y
religiosos que en las cátedras correspondientes. Nos interesa, pues,
el tema, como hilo conductor hacia más graves asuntos. En sentido
inverso,

encontramos
interés por
la
raza en
sitios
donde no
le
bus­
cábamos.
Sostiene el movimiento que estudiarnos que hay una oposición
permanente y grande entre la ram indoeuropea y la raza canl0"5e­
mítica. La etiqueta de «judaísmo» cubre no sólo ni principalmente
el judaísmo real, sino, más bien, a la concepción del mundo basada
en la primacía del ser, ya sea hehrea, griega o cristiana. Tras la fa­
chada antlhebrea, el verdadero objetivo revolucionario es el anti­
cristianismo. Hay que
distinguir entre
el
antijudaísmo católico,
que
es estrictamente religioso, es decir, antitalmu.dista y nada más, y el
antijudaísmo nacional-socialista, que es antisemita y de mucho más
amplío espectro de consecueucias y aplicaciones.
Sostieuen
que las diferencias entre raza y raza pueden ser nada
accidentales, sino esenciales. Y a vimos que un evolucionismo radical,
(7) Francisco Elías de Tejada y Spínola: El racismo. Breve hfrtoria de sus doctrinas, Editorial Pace, Madrid, s/f.
(8) En cambio, el racismo de Sabino Arana y de los separatistas vascos
de antes de la Cruzada de 1936 declina por la importante infiltración mar­
xista que padece ahora ese
separatismo; los marxistas

son
contraiios· al
ra­
cismo.
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M.S. C.
y en cierto sentido precreacional, lleva al poligenismo. Por si esta
diferencia fuera pequeña,
las razas se irían diferenciando siempre
más y
más por su propia evolución, en forma adecuada y en forma
desviada,
y las uniones futuras de '1os pertenecientes a aigonas de
ellas ya no serán fecundas; de manera
que. el conjunto de las razas
hu.manas tomará una forma piramidal cu.yo vértice estaría constituido
por una raza de dominadores superiores a la actual humanidad.
VIII. Aopecoos científiros
A) BiopoUtica
Rebosando del marco del partido político hasta formar una cos­
movisión, los neonazis se muestran frecuentemente desdeñosos de
la política y afectan que no 1es inreresa, sa:lvo en el punto de la in­
cidencia de
la ciencia sobre la evolución y 1a ram, que constituiría
así una metarpolítica que sería una Biopolítica.
Dudamos mocho de la sinceridad de este desinterés por la po­
lítica a menudo contradicho, y bien patentemente, por ellos mismos,
Precisamente esta presencia suya

en la política es uno de los as­
pectos de la cuestión
que más

nos preocupan. Pero sigamos con la
BiopolítiC?,. Una de sus partes, o versión menor~ es la Eugenesia.
La verdadera polfrica tendría por objeto acelerar la evolución
para desembocar en una especie. superhumana, en una aristocracia
biológica. Vuelven aquí sus devociones jerarquizadoras y elitistas.
Señalemos el cierre ·de un ,pequefío círrulo vicioso: el aspecto cien­
tífico les viene también por ósmosis en sus contactos con los medios
científicos buscados por su mentalidad y afán elitistas.
El racismo de Hitler era_ romántico, pero no científico, por las
Hmitaciones de 'la ciencia de entonces. Los formidables avances pos·
teriores

de la genétioa,
y de la ciencia en general, 'les abren nuevas
esperanzas.
Hay que mencionar aquí las manipulaciones genéticas,
la fecundaci6n artificial, la esterilización, el ahorro, la eutanasia y
la política demográfica. Han intentado una filosofía de los trasplan­
tes de 6rganos que les ha granjeado las simpatías
del doctor
Barnard.
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EL MOVIMIENTO GRECE
Estos peligrosos proyectos son a veces enmascarados y justifica­
dos con la expresión, puesta de moda, "calidad de vida". No sólo
por lo que le subyace a me~udo es peligrosa esta expresión, sino,
además, porque de su concepto se pasa fácilmente, y muchas veces
tácitamente,

a
los de calidad de 1a especie o de la raza, que tienen
más lejanas -consecuencias
y pueden ser más raras veces deseados
legítimamente.
B) La Gnosis de Princl!town
Del

panteísmo clásico han pasado
fácilmente a
la última
y nueva
versión del panteísmo, que es. la Gnosis de Princetown. Este nombre
es el de la Universalidad norteamericana donde trabajaba Einstein. En
1969 nació

en ella un movimiento que se extendió a Passadena
y a1
Monte Palomar, debido a los astrónomos, físicos y biólogos norte­
americanos
que
trabajan en. esoo centros.

Su tema fundamental
sería restablecer
la preeminencia del espíritu, es decir, definir una
con-ciencia de dimensiones adecuadas al cosmos. Buscan una visión
más totalizadora de éste. Esa consciencia estaría muy lejos de ias
imágenes ancestrales de un dios personal. Aunque no material, todos
formaríamos parte de esa conciencia, que sería superior a la simple
suma de todos los hallazgos de las ciencias naturales.
Este

movimiento, con el que GRECE se solidariza, lleva un
aroma sutil de enlace con la gnosis y las
religiones hindúes,

que
está más allá del panteísmo clásico.
IX. Ideas relativas a la sexualidad
Por el camino abierto en la mentalidad de nuestra sociedad a
los centros de yoga, intentan penetrar en España, aunque con escaso
éxito hasta ahora, las
"técnicas de expresión y realización corpo­
ral" (9). Es un movimiento bien provisto de libros y folletos, de
(9) Sobre esta cuestión en España puede verse- un reportaje titulado:
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M.S. C.
resultados catastróficos para ios curiosos que acceden a él, y que tiene
evidentes enlaces ided!ógicos, y suponemos que también personales,
con el movimiento de GRECE, en su sectot de ideas relativas a la
sexualidad.
Nouvelle Ecole exalta como "religión de la vida" el "nuevo
paganismo" de Henry de Montherlant. Su meta es la "religión del
cuerpo",
"el culto religioso del cuerpo, expresión pura del principio
vital de la
raza". Dice,
por ejemplo, Montherlant, que la fuerza
y
1a hermosura de cada acción deportiva afluye a un canto religioso
que puede embriagar a la juventud occidental. "Y a os lo he dicho:
el
deporte no
es una religión.
Pero lo
que hacernos aquí (los atletas
en el estadio) !o hacemos con ralanre religioso". "Vuestra religión
es la de un principio vital que hay en
vOISOtros". La

libertad sexual
como modulación y el sexo libre son presentados como conclusiones
y culminación del culto de la vida y del cue,: Otro

teórico del grupo,
el sexólogo Gerard Zwang, descubridor
de "la virtud didáctica
y ter,upéutica del cine pornográfico", ha
lanzado la teoría de que uno de los fines del movimiento que nos
ocupa es
la salud erótica, es decir, la actividad sexual notmal, pero
sin
morar!: ni

puritanismo cristiano, ni desmadre
izquierdose>. La
expresión

corporal formaría parte de este erotismo,
el cual, a su vez,
formaría parte del

culto a la vida.
Como el

erotismo es un desotden,
hablar de santé érotique es una contradicción. Y otra, mucho mayor,
pretender incorporar a
la derecha :política un movimiento que al­
berga la "salud erótica" en su programa.
Terminemos este epígrafe con una
importante afirmación
del
jesuita P. Giantulli (10): "El camino que va del panteísmo al culto
del
cuerpo y del sexo es el camino tipico de la 'religiosidad' de la
masonería".
«Talleres para el cuerpo», en Gaceta ll,,:1tr?Ula, de 9 de abril de 1978; pero
es únicamente descriptivo. Comentarios cristianos
al fondo de este asunto
se encuentra en el libro Un nouveau piege de la 1ubverJion: d'expression cor·
porelle, por Dominique Fra:rn;ois, Editions Le Catre, París, 1976.
(10) F. Giantu.lli, S.
J.: L'essenza della mauoneria italiana: i/ na/U·
ra/iJmo.
Pucci Cipriani, Fireru:e, 1973.
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EL MOVIMIENTO GRECE
X. Ideas políticas
Hemos recogido en el epígrafe "VIII. Aspectos científicos" las
manifestaciones de
los amigos de GRECE de que no les interesa la
política más que en
su aspecto de

ayuda a la
evolución del hombre
hacia

el superhombre. Pero contradicen otras suyas (ver epígrafe
"l. Nombres y organización"), que desmienten con vehemencia ser
una escuela especulativa
y reivindican un combate en la sociedad.
Están también en contradicción y, sobre todo, con su conducta e
ideas políticas, que ana1izaremos en tres subtítulos de este epígrafe
de ideas políticas.
Andmarxismo.-En la práctica son visiblemente antimarxistas.
Louis Pawells concibe la brillante metáfora de que las larvas subte­
rráneas del marxismo están minando nuestra sociedad. El taiante
de todos ellos, surgido del culto al devenir, a la fuerza y a la vo­
luntad, no está, sin embargo, tan lejos del marxista como pudiera
parecer.
En el ámbito doctrinal también son antimarxistas, pero menos;
porque el evolucionismo, pieza importante de su sistema, ios em­ parenta con
l(?s amigos de

Marx, que nos hablan
i~almente del
continuo devenir de la materia y de sus transformaciones.
Nacionalismo.-Ena.morados de la acción1 de la jerarquización
y de las élites, tienen, consecuentemente, un cierto e9p,íritu o aire
militar; se
refuerza por el trato proselitista con militares profesiona­
les, a los que buscan ( en Europa) porque están más sensibilizados
que otros a
la decadencia de Occidente. Combaten a las fuerzas an­
timilitaristas y profesan un patriotismo sirt religión nada a,pto para
cristianos. Por otra parte, en Francia resulta su versión del patrio­
tismo nueva y difícil, porque allá no pueden soportar el panger­
má:nismo. Niegan la
igualdad esencial
entre
las criaturas, que tienen la
misma naturaleza y el mismo fin, y de ello se sigue la oposición al
igualitarismo democrático y un realce y exasperación de las des-
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,
M.S. C.
igualdades entre los hombres. Postulan un Estado fuerte, indepen­
diente, y con un alto destino.
Apariencia de insta/.ación a la derecha.-¿Estamos ante un caso
particular de la reciente consigna general dada a ciertos grupos ocul­
tistas de Italia, España y alguna nación hispanoamericana, de bascular
hacia la derecha?
El antimarxismo, el nacionalismo y otros, factores han aproximado
a GRECE y su movimiento a la derecha, de tal manera que las autén­
ticas derechas francesa e italiana han puesto el grito en el cielo;
también algún español.
Algunos de esos otros factores son:
- Su afición a cualquier tradición; aunque sea anticristiana y
aunque entre en una misma gavilla con tradiciones opuestas, cual­
quier tradición, por el mero
hecho de
serlo, 1es gusta
y les sirve.
La izquierda no tiene tradición, ni la intenta, ni la ama.
-

Que se presentan como aptos
para llenar el vado o remediar
la insatisfacción espiritual que producen
el marxismo y los izquier­
dosos.
- Que se presentan como una tercera fuerza antimarx.ista y
antidernolibera!.
• • •
¿Cómo es posible encontrar prestigiosos nombres católicos mez­
clados en este asunto, alternando en las reuniones de este movi­
miento ,con masones
y ocultistas? Esta pregunta que se hacen nues­
tros amigos franceses,
y que vamos a contestar, no está de más en
España,
aunque no alcance el clamor que tiene allende los Pirineos.
Por dos razones principales: porque no se ha destacado suficien­
temente, que si es verdad que son antimarxistas y antidemocráticos,
no menos cierto es que son, a la vez, anticristianos. Que 11-enar el
vado del marxismo
y consolar de la desilusión izquierdosa son
usurpaciones de -funciones a la -religión verdadera. Que las diferencias
con ésta no son tan baladíes como les dicen. Y porque, también,
esos prestigiosos nombres católicos no tienen ideas claras de las
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EL MOVIMIENTO GRECE
alianzas y aceptan alocadamente y con demasiada facilidad que frente
al peligro común marxista haya que unirse por encima de todo con
el primer recién llegado. La doctrina correcta acerca de las alianzas
de los católicos está expuesta en los libros de Jean Ousset:
Para que
É/ reine y La acción (11).
En España, mucho más que en otras partes, podem.os y debemos
los católicos ser celosos de que una victoria sobre el marxismo cons­
truida a nuestras
expensas, con
nuestra sangre, sudor
y lágrimas, no
se nos escamotee con fórmulas de recambio iguaJmente anticristia­
nas. Que esto se pueda hacer desde nuestras propias filas, infiltradas
y saboteadas, nos obliga a vigilar.
(11) Hay una edición en castellano a la venta de Para que El reine, en
Speiro, General

Sanjurjo, 38, Madrid, al precio de 400 pesetas,
y está ago­
tada La acción.
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