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Número 165-166

Serie XVII

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La acción en la empresa frente a la subversión

LA AOCION EN LA EMPRESA FRENTE A LA
SUBV,ERSION
POR
PA'I'R.IC JOBBÉ-DuvAL
Durante años, la empresa parecía vivir en un mundo donde la
política no tenía patte
alguna.
Los problemas eran, en su casi total mayoría, de tipo técnico y
económico.
Ahora las cosas han cambiado. Nos encontramos en un momento
en que la política, y sobre todo la política de partidos, interviene
en
fa empresa.
Esta acción de los sindicaros parece orientarse, de forma más o
menos marcada, hacia una situación de
locha entre
la autoridad
natural de la dirección de la empresa y los sindicatos.
los
métodos emplerulos por fos sirulicatos, y sobre todo por los
marxistas, son métodos
subversivos que

conviene
ronocer si se pre­
tende que la empresa cumpla sus fines en relación con todos los
elementos que la integran. Pata conocerlos:
- Primero, trataremos de
analiza:r el
mecanismo habitual de
la subversión.
---.. Segundo,
a la
luz de
este
análisis, sacaremos
enseñanzas po­
sitivas que nos
permitirán finalmente estudiar

el
método que per­
mitirá obtener resultados inversos.
l. Mooanismo de la subversión
Esta táctica es la preconizada por Trotsky y que los principales
líderes de
la revolución han adoptado. Los acontecimientos que se
desarrollan

en el mundo desde hace ciocuenta años pata
el desarrollo
de fa dictadura· marxista confirman el análisis que a conrinuación
esbozamos.
Tal táctica se desarrolló en cinco puntos:
1.Q En primer lugar, se requieren pequeños equipos de hom­
bres formados
y acostumbrados a actuat.
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Fundaci\363n Speiro

PATRJC JOBBE-DUV AL
Este punto es esencial. Todos los teorizantes y prácticos de la
. acción subversiva han insistido en ello. La acción no se logra con
masas, sino cot1 pequeños equipos bien formados ideológicamente
y táoticamente.
En fa Historia del PdA"tido C-0mumst.., editada en Moscó, se puede
leer: "El Partido Comunista de
la U.R.S.S. ha nacido de círculos y
grupos marxistas que se habían unido al movimiento obrero, al cual
traían la conciencia socialista."
El Partido Comunista
siempre subrayó la importancia marxista
de las "células"; y es sabido que, en la acrualidad, para preparar el
camino a las, futuras '' secciones políticas de empresa'', ya fue dada
la consigna de hacer un esfuerzo especial para el desarrollo de las
células de empresa en número, desde luego, pero también, y más,
en calidad.
Las otras tendencias izquierdistas, si bien no tienen esta disci·
plina férrea de partido, han adoptado la misma táctica, a partir de
pequeños
grupos intensamenre formados,

en mayo de
1968. Cohen
Bendiit: escribía: "Ya no interesan 1as manifestaciones a gran escala,
debemos orientarnos hacia la constitución de grupos de trabajo y
de acción."
Este mistn0 movimiento revolucionario de mayo de 1968 nació
de
pequeños grupos de trabajo en la Facultad de Letras de Nanterre
entre los estudiantes de Sociología.
La formación de estos pequeños
grupos debe

ser ideológica y
táctica, con hombres animados
por una estrategia global y que estén
ejercitados en los métodos
de acción.
2.º La aplicación de las enseñ1DZas ideológicas y tácticas es el
segundo aspecto del funcionamiento de estos grupos, y consiste en
montar pequeñas operaciones que tienen por objeto bloquear el
funcionamiento de las instimciones.
Su objeto es demostrar prácticamente que impunemente
se puede
actuar en

contra de
las leyes y

reglamentos y, con ello, en oposición
al poder y al funcionamiento normal de la empresa.
La huelga es, evidentemente, una de las operaciones dirigidas
en este sentido, pero existen otras que permiten obtener resuitados
análogos.
Por ejemplo:
-
Repartir octavillas

de tipo polftico dentro de ía
empresa.
-Poner carteles fuera de los sitios previstos para ello.
- Sobrepasar el tiempo legal para las actividades sindicales.
- Tratar de
resolver un
problema laboral simple con
la direc-
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LA ACCION EN LA EMPRESA FRENTE A LA SUBVERSION
ción, menospreciando sistemáticamente los escalones. jerárquicos in­
termedios.
-
Crear situaciones de
ta1 tipo que las autoridades, Magistta­
tuta del
Trabajo, gobernador civil, etc., no se atrevan a imponer
la aplicación de
una decisión legal.
Todas estas actuaciones también obedecen a1 mismo tipo de ac­
ción demoledora de la autoridad o de los principios reconocidos por
todos. Por
ejemplo, la

han
a,plicado:
-

los obreros de L.I.P.,
vendiendo los relojes eo stock;
-loo agricultores a! derrumbar los límites de una finca, 'esco-
giendo,

desde luego, la finca de
otro agricultor poco simpático;
- interrumpiendo los corsos eo
!a Universidad;
- organizando un aborto público, como ocurrió días antes de
la decisión de la ley sobre el aborto, en Francia;
-secuentrando un director de empresa.
Alain Geismar ha explicado cómo se llega a secuestrar un in­
geniero
y a obligar a un director a andar a gatas, y precisaba:
"No se ttata, con ello, de una diversión o de una manera de
dar
satisfacción

a algunos. Es una violencia profundamente política."
En
efecto, preguntaba:

··
¿Qué queda de la autoridad de un director
que todos
han visto cómo se doblegaba de esta forma?"
Todas estas

acciones
deberán ser
enfiladas desde un punto de
vista ideológico, es decir, en cuanto ·ejercen una influencia sobre
los espfriru.s.
3.º E1 tercer objeto de esta acc10n subversiva consiste en que
todo lo expresado no tiene más objetivo que provocar la duda, el
miedo y el silencio en
la mayoría del persorud de la empresa.
Pru-a opetaciones del

tipo de
las que acabamos de exponer, se
dará la

msyor publicidad posible, a fin de
manifestar ampliamente
que

se ha conseguido bloquear las reglas sedales.
El resultado llega rápidamente:
- la gente honrada de la empresa empieza a dudar del valor
de las instituciones y, con ello, viene la pérdida de confianza;
- se duda de las intenciones de la dirección cuando se la ve
tratar los problemas con
los delegados de

sindicatos sin utilizar los
mandos intermedios.
Se duda del valor de las leyes Cllilndo son impune y públicamente
transgredidas
y desobedecidas.
Surgen dudas acerca del derecho de propiedad cuando se des­
tru:¡,en impunemente

los
límites de
la finca del
vecino.
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PATRJC JOBBE-DUV AL
Pero lo peor no es '1a duda, sino que, con ella, entra el miedo,
que lentamente va creciendo.
-Miedo de no ser de su tiempo.
-
Miedo
de
a,parecer como defensor de posiciones abandonadas
por todos, de defender los
"t•búes" burgueses.
-Miedo

de que cambie
el viento.
-Miedo

de no
ser escudhado, miedo de

ver
desaparecer su
autoridad.
Y este miedo, cultivado, entretenido, puede llegar a un verdadero
terror.
Un alto funcionario americano, encargado por el Senado de Es­
tados Unidos de una encuesta en
el Vietnam, escribla en 1970:
"Ya es u.:n _axioma para los ct:>munistas: sus éxitos son propor­
cionales al gra,do de inseguridad sufrido por el pueblo ...
"Es así que la herramienta. que permite a los comunistas esta­
blecer su dominación son fos programas que aterrori:z.an."
La intoxicación, intox, como dicen en Francia, puede actuar en
esre tipo de dima subversivo. Juego de norida,s que se contradicen,
muchas veces falsas, que soplan
el calor y el frío, la esperanza y la
desesperación, que gastau los nervios.
Y cuando
la duda y el miedo se apoderau de los espíritus, en­
ronces la genre buena queda reducida al silencio.
Las fuerzas vivas, la gente responsable, se sienten aislados, se
sient!en incapaces de ejercer su influencia.
Es el fenómeno de la m'o/oría silenciosa.
Mucchieli, en La Subversi6n, lo dice claramente:
"La ,estrategia fundamentaJ consiste en obrener la apatía popular,
la inhibición, la no intervención, el silencio de la gran mayoría."
Esre es el reswltado que se obtiene realizando pequeñas opera­
ciones

repetidas que hau tenido como objetivo crear la duda.
4,Q El cuarto aspecto de la acción en este tipo de subversión,
dentro de estructuras esta.Mecidas, consiste en crear las apariencias
de una nueva moralidad y, con ella, de una nueva legitimidad.
En cada operación,
sisteruáticamente, se basará la
propaganda en
el aspecto moral, denunciando .Ja falta de moralidad de las institu­
ciones y
de los hombres que ejercen en ellas una responsabilidad:
ºFrente a la política de regresión social, de autoritarismo, de
abaudono nacional ... ", se hablará de: "Derechos a las legítimas as­
piraciones., a las justas reivindicaciones, de los po·tentes movimien~
tos ampliamente mayoritarios ... "
Es notable observar el esti'lo siempre moralizador de la mayoría
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LA ACCION EN LA EMPRESA FRENTE A LA SUBVERSION
de los dorumentos ela!borados para •poyar los pequeños grupos que
se
dedican a
la
subversión.
En efecto, el objetivo es anular roda reflexión personal, toda
consciencia indiv,ídual, para favorecer un nuevo tipo de reflexión y
de conciencia, la reflexión y la conciencia colectiva.
O,ntra un

supuesro
"complot del poder",

se trata de hacer creer
que "es el pueblo
el que decide", cuando en realidad el pueblo está
manipulado.
A
partir de

esta nueva moral se elabora una
nueva legitimidad.
"Vender

relojes
robados'" ha

podido ser considerado
durante va­
rias ·semanas como un acto heroico "que se adelantaba a su tiempo". Esta nueva
moral inspirará,
cuando sea necesario,
cierto tipo de
"juicios populares". Por ejemplo: montar una expedición contra tal
o cua,J persona, prohibir a cierta categoría de estudiantes el asistir
a los cursos de la universidad.
O,n esta nueva legitimidad se persigue sentar las bases de nue­
vos poderes.
Y es el quinto punto de la acción subversiva:
5.º Suscitar nuevos poderes fuera de las rompetencias
reaJ.es y
de las responsabilidades. En este punto del desarrollo
de la
acción
subversiva la empresa
se enroentra en la situación siguiente:
-Neutralización de la gente hontada por asco, por miedo y
dudas de su propia
realidad.
-
Silencio

de todos los que
inregran la empresa ante esta es­
pecie de terrorismo moral, cuando no físico.
-Los grupos subversivos presentan sin cesar nuevas justifica­
ciones,
y refuerzan los contrapoderres que se apoy~ mutuamente.
-Las jerarquías paralelas se manifiestan cada vez más abier­
tamente.
-Lo que hasta ahora erau infroccioues de las leyes se transfor­
ma en derechos adquiridos,
y cou estos nuevos derechos será poslb1e
montar nuevas operaciones destinadas a bloquear las instituciones
normales y, por consiguiente, acrecentar el miedo, la duda, el si~
lencio de la geote honrada.
Y, finalmente, nos encontramos con que la "sección sindical",
el soviet de empresa, es el poder que domina tanto en la base coruo
en la cumbre.
La práctica
del noyautage ha trasladado todo el poder a manos
de

los grupos políticos, dejando
la responsabilidad del funcionaruien­
ro de la empresa en manos de
Ios "Comperentes". La doble jerarquía,
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PATRJC JOBBE-DUV AL
instrumento privilegiado de ,los totalitarismos, queda entonces ins­talada.
El sistema así montado es una espiral sin fin que progresa sin
trabas hacia la revolución. Este método es aplicación de la misma
consigna de Stalin: "Para el revolucionario, lo primero es el tra­
bajo revolucionario, no la reforma. Por esto, una reforma será siem­
pre, y naturalmente, un instrumento de disgregación del poder, un
instrumento
de refuerzo para la revolución, un punto de apoyo para
el desarrollo del movimiento revolucionario''.
11. Leooiones posittivas
En esta rápida exposición de la táctica empleada por los mancis­
tas para tomar el podet, podemos sacar iecciones positivas que nos
permitirán evitar nuestro

engaño
y que otros se dejen engañar por
este proceso subversivo.
Vemos, con ello, que se trata de una táctica concertada, pacien­
temente elaborada

en pequeños equipos de
acción o
células,
y vemos,
también, que no se
trata tampoco de un ineluctable proceso que se
inscribe dentro del movimiento de
la historia y el irreversible curso
de las
cosas.
Por otra parte, es interesante

observar que se trata de un proceso
que obedece
a un rigor psicológico cierto.
Primera observaci6n:
No son las teorías las que causan mayor impacto en los espíritus,
son los
hechos.
Por esta razón, una rea:lización concreta, aunque de poca im­
portancia, tiene m-ás influencia que un discurso.
Geismar escribió: "Toda gran revolución empieza por una fas·e
de revolución en los espíritus."
La consecuencia inmediata de esta revdlución de los espírirus es
la posibilidad de
acreditar mitos

e ideologías,
y ninguna demostración
por hábil que sea bastará para evitar su penetración en las mentes
y la "justificaci6n" de los nuevos poderes.
La seg11nda observación que sugiere este proceso es que no so­
lamente

se
ada,pta perfectamente
a la psicología del desatrollo de
las ideas,

sino que tiene el mérito
de fraccionar la

dificultad.
En
efecro, n.o se derrumba una

institución de un golpe, como
tampoco las leyes, las
jetru:quías, los poderes y la moral de un país;
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LA ACCION EN LA EMPRESA FRENTE A LA SUBVERSION
pero es posible que uoa minoría bien adiestrada e inteligeotemente
guiada actúe en una sucesión no interrumpida de pequeñas. infrac­
ciones.
Progresando ,por pequeñas etapas, rápidameute se coostata que
se obtienen transformaciones eo la forma de
pensar de la geote.
T """'" observad6n:
La experiencia demuestra que prácticamente es estéril luchar
contra tales _procesos subversivos sin tener un plan positivo del
conjunto.
Por ejemplo: animar un grupo de mandos intermedios cuando
éstos se dan cuenta que día tras día su autoridad desaparece, u
oponerse al desarrollo de los contrapoderes (de los sindicatos) cuando
en la opinión de muchos estos poderes son legítimos.
Con tales métodos 'la "represión" será considerada como "odiosa"
y la "caza de brujas" producirá mártires.
III. Un método adecuado
Si toda improvisación para ludhar contra la subversión lleva casi
siempre al fracaso y éste a un nuevo- éxito de 1os equipos de sub­
versión, debemos encontrar
el método adaptado a este tipo de lucha.
La experiencia enseña que se debe emplear una táctica simétrica,
pero inversa en todos sus puntos.
l.º Movilizar pequeños equipos formados y experimentados.
Todo lo que ha sido un éxito en la historia se ha hecho gracias
a la intervención decidida de algunos hombres que tenían la forma­
ción y el adiestramiento necesarios.
La diferencia con 'las organizaciones subversivas que se apoyan
en
ideólogos sin responsabiHdades es que,

en primer lugar, los
hom­
bres que se deben movfüzar para esta acción son precisamente los
que tienen responsabilidades.
Jefes de empresa, ingenieros, contramaestres,
padres de
familia,
las
fuerzas vivas

de pueblos
y ayuntamientos, etc.
En segundo lugar, estos hombres deben estar formados, no dentro
de una ideología o
en construcciones a priori, sistemas, "proyectos
de sociedad", sino en las realidades sociales.
Es decir,
fueta de
toda construcción
intelectual, dentro
del em­
pirismo cotidiano, con un conocimiento serio de la realidad para
mejorar lo que existe ya.
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PATRJC JOBBE-DUV AL
Hombres decididos a romper con las costumbres "dialécticas",
que analizan todo en función de
relaciones de
fuerzas de oposiciones,
de tendencias, de partidos,
etc.; hombres

capaces de imponerse y de
expresar alrededor suyo estos nuevos hábitos mental.es de encuentro
sobre realidades y valores comunes.
2.º Consagrarse a pequeñas reallzádones para demostrar que
"es posible".
Pero no se trata de hacerlo todo a la vez.
Porque la tarea es inmensa y el más valeroso se desanimaría
antes de empezar.
Pero sí se pueden fijar objetivos concretos, parciales, pero de
realización posible.
Por ejemplo:
-restaurar la jerarquía y ita justicia en e1 taller, en la empresa;
- restablecer el circuito normal de la información, dando pre-
ferencia

a la
jera,:quía que
tienen las responsabilidades
sobre los
representantes no jerárquicos;
-obtener, caso por caso, una restauración del respeto a los
reglamentos;
-

suprimir todo diálogo "trampa" con personas
cuyos objetivos
son
precisamente coger el poder llevando el diálogo en su terreno.
Y a son
mudhos los

ejemplos de
situaciones que han sido

ende­
rezadas en poco tiempo con operaciones limitadas, pero que marcan
un hito donde el "sentido de la historia" ha cambiado.
Por
ejemplo, en
una empresa fuertemente minada y con huelgas
serias, los elementos subversivos
han empezado a peroer terreno y
la Jerarquía a volver a su sitio el día en que, a la inversa de la cos4
rumboe, los aumentos salaria:les han sido comunicados por cada escala
de
'.la jerarquía y no por los de'legados sindicales.
Otro ejemplo, en
una región
de fuerte agitación sindical, la
caima ha vuelto el día en que en una empresa se logró restaurar el
funcionamiento de las jerarquías, y en que las demás empresas,
viendo

que la cosa era
posible, decidieron hacer lo mismo.
El resultado se
sitúa a

corto
plazo, inmediatamente,
para obtener
una mejora sensi!Me en 1as relaciones laborales; a plazo medio, ha~
ciendo la prueba de que se puede progresar, y, a largo plazo, paira
demostrar que la iniciativa y las proposiáones constructivas son po·
sibles y que no es la vía subversiva la más eficaz.
3.0 Volver a dotar a las personas de sentido común, de oo,,fúmza
en sí mismas, y en las instituciones, demostra,-la eficacia del valor
personal, restablecer las relaciones entre persa-nas.
Cuando un sector, por pequeño que sea, ha sido saneado, cuando
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LA ACCION EN LA EMPRESA FRENTE A LA SUBVERSION
la gente honrada ha podido ver que esto ,era posible, entonces este
tipo de
acción es creíble. En lugar de la duda aparece la confianza.
Renacen los
val.ores personal.es. La

gente
vuelve a
hablar.
Se restau­
ran las
mentalidades. En

vez de una acción ideológica, fruto de la
subversión, se percibe un regreso a las
realidades.
Pero, para ello,

es preciso que los
hechoo alcancen

a percibirlos
quienes los. necesitan para recobrar la confianza; es necesario que la
info~mación circule,

que existan relaciones,
encuentros, experiencias,
concertaeión entre personas responsables interesadas:
-dentro de la empresa,
- entre empresas de la misma ciudad y región,
~ incluso a nivel nacional.
Traer elementos de información, de formación y de reflexión
a los que están dispuestos a animar esta obra de 1tec:onstn1cción social
y unirlos entre sí con lazos de relaciones y de amistad.
Ya,
en Francia,

han sido conseguidos éxitos importantes con esta
táctica. Este éxito es debido, en gran parte, por el hecho de que anula
la "intoxicación" de las mentes, haciendo la demostración positiva
y concreta de resultados, utilizando dentro de su ambiente a las je­
jera,quías natnrales,

devolviéndoles su
sentido de la responsabilidad.
Puede
decirse que

dentro de
la empresa 'las cosas van de por sí,
en cuanto, claramente
y sin vacilación, se expresa fa voluntad de
un
responsable jerárquico, porque esta voluntad es ,percibida inme­
diatamente hasta en los nive1es máS modestos y la mayoría vuelve a
tomar confianza y deja de ser silenciosa.
4.0 Lograr, en consecuenc.i,.a, la confi,rmadón de la razón de ser,
del, fundamento moral y de la legiJimidad de las pode<-es persana/es.
Los hechos iha:blan po< sí solos.
Por poco
que se arooe a
la gente a
observar a
mirar, por
poco
que se les llame a utilizar su juicio personal, demostrándoles que
los hechos
eliminan los perjuicios de una "conciencia colectiva",
los hombres vuelven a enronttar:
- que las instituciones

normales tienen su
razón de
ser;
-que las autoridades responsables se confirman en el senti-
miento

de su
responsabfüdad y de su legitimidad;
__. que, para ser creíble, es prieciso creer en verdades cieirtas,
que tienen su origen en los hechos y en los resultados.
Se

han visto jefes que han recobrado su autoridad,
han logrado
desvanecer las dudas que tenían sobre su
compdrtamiento el
día
en
que

han sido obligados a creer en 'los frutos de una acción llevada
con método y con coherencia.
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PATRJC /OBBE-DUV AL
5.º Y, en fin, devolver el poder a los responsables.
Es de observar que en este mundo en que vivimos el poder no
se
otorga.
Se forma.
El poder pertenece a los que dan confianza, porque saben adon­
de van. Sería en vano
que ios ideólogos teorizaran

sobre modelos de
so­
ciedad, porque no

son los modelos
lo que conduce el mundo, sino
los hombres que
actúan-con

un método.
¿No vemos todos los días
poderes legales

que son reducidos a
la impotencia casi total, porque otros han conquistado la plaza, los
corazones y las voluntades?
Y si
los hombres

de lo real adoptan esta
táctica realista,
pueden
ellos también prOivocar un movimiento, una progresión en espiral,
cada día más potente, -más eficaz.
Porqne,

día
tras día, la confirmación de un poder responsable
permite pasar de u.na reaHzación _ positiva a una más positiva aún,
reforzando la confianza, eliminando las dudas, suprimiendo las ra­
zones de

miedo
y logrando que <:ada uno hable; en resumen, haciendo
cada
día más posible lo que alhora todavía
parece imposlble.
¿No

se
encontrarán en España y en Francia hombres vaJerosos
y que vean claro para empeza,r este proceso de renacimiento, este
parón a la subversión?
- ¡Existen!
- ¡Algunos han empezado!
- Estos se ofrecen
para colaborar, para que su ejemplo sirva a
todos los hombres de buena
y férrea voluntad.
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