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Número 175-176
Serie XVIII
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Autores
1979
La táctica en la teoría y en la praxis marxista-leninista (aplicación en España)
LA TACTICA EN LA 11EORIA Y EN LA PRAXIS
MARXISTA-DENINISTA (APLICACION EN ESPA~A)
Conferencia pronunciada en la reunión de amigos de la. Ciudad Católica
POR
ANGBL MAESTRO MAB.TÍNBZ
I. Breve distinción entre marxismo y marx:ismo-lenini8,'01o
Al hablar de la táctica en la teoría y en la praxis marxista-leni
nisc.
hay que ibacer una aclaración previa, :y que va ya inscrita en
este
mismo título,
y es el hablar de marxismo-leninismo, y no de
marxismo a solas. Considero fundamental partir de esta base, de
cara a las realidades prácticas, para poder
comprender
y combatir esa
circunstancia, que supone el
marxismo leninismo y que, a esa,la his
tórica, es uno de los
más terribles acontecimientos de la historia
de la humanidad. Digo en cuaota ocasión se presente
marxismo-le-
ninismo y no marxismo simplemente, ya que sin Len.in, Marx no
seria apenas nada hoy día. Sin el triunfo del monstruoso experi
meoro bolchevique y
su
oolosal expaosión posterior, las doettinas
morxistas
serían
sólo objeto de los estudiosos de
las Ciencias Políri
cas, y de
ello teoemos una buena
prueba en
el revisionismo de las
mismas ya a
finales del XIX y principios del =, por el teórico
Bernsrein, quien a su vez se enfrentaría con
Otro· mru:xista intelectual,
Kautsky,
en
una de
las polémicas miÍ.s famosas
de la historia
del
marxismo pre-bolahevique. El revisionismo de las mismas se pro-
duce a menos de veinte añO\S de la muerte de Marx, al comprender que
el aoilisis de la realidad discreparía, ya profundamente en esa épo
ca, de las predicciones marxistas, pero forzosamente, dada la limita
ción de
espado, hemos
de soslayar el tema,
dejando simplemente
testimonio
del mismo, pues nos
llevaría una extensión considerable.
Solamente
dejar constancia una vez
miÍ.s que sin Lenin, Marx
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ANGEL MAESTRO MARTINEZ
-y así lo he comentado en un reciente artículo en Verbo---estaría
situado popularmente al mismo nivel de conocimiento que el que
se
pueda tener
de Proudhom, Blanqui o William Godwin. Y es que
el triunfo de
Leniu, y la gigantesca expansión posterior del comu
nismo
l1an sido .posibles, por deja, a Marx de lado, por aplicar la
táctica eu
una
intensidad y movilidad nunca vista en la historia.
Cuando las ideas de Marx no son
aplicables, éstas han sido sacri
ficadas a un practicismo y un utilitarismo llevado a sus últimos fines;
se las retuerce inverosímilmente y se las interpreta de manera que
sirvan
al fin último.
II. Táctica comunista. Teoría
Si
en lenguaje figurado la táctica es el sistema que se emplea
para sutilmente conseguir uo fin, no
cabe duda alguna que eu el sis
tema conocido primeramente
por bolchevismo y después como co
munismo,
la táctica desempefia. uo papel no de primera, sino de
especia,l magnitud.
Aquí, eu
J.. aplicación pnktica del mismo, hay
que reco.nocer que Marx y Engels dejaron -clarlsimamente una pre
misa
fuodamental para la acción, contenida en su pensamieoto:
"Nuestra doctrina no es un
dogma, sino
uo
guía para la acción". Es
to fue aprendido como piedra angular de la teoría para la acción
por
Lenin, quien
comprendió que
la mera repetición de fórmulas
sólo serviría par-a trazar unas tareas generales, que cambiaban "ne
cesariamente
de acuerdo con
las condiciones econ6micas y políticas
concretas de cada fase particular del proceso histórico".
Lenin en sus cartas sobre táctica, en
la titulada "Acerca de los
compromioos", publicada el
19 de septiembre de 1917,
trata de
ha
cer llegar
a los
miembros del
partido el
error de creer que los bol
cheviques eran
un partido que
nunca se
prestaba a
compromisos
con nadie, insistiendo en que
el .
partido no dtbe
proclamar de an
temano como imposible la reouocia a cnalquier compromiso, sino
que a
través de éstos, y en la medida que son inevritables, debe pro
cuiar el cumplimiento de su misión revolucionaria, de su obra de
preparación de
la revolución y de
educación de
las masas
para el
triunfo revolucionario.
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PRAXIS MARXISTA-LENINISTA
Ya en 1920, y en los debates internos, sostenidos en respuesta
a las preguntas del comunista inglés Landsbury, se consideraba por
Lenin que un comunista puede concertar compromiros o acuerdos
con los capit.alistas; todo depende de qué acuerdo, y en qué coruli
ciones deben füma:rse fos aru,,rdos cuanklo éstos son absolutamente
necesarios, radicarulo aquí las diferencias de forma de
acción
con los
ultrai>:quierdistas, a
los que siempre han fustigado los comunistas
por utópicos, como los revolucionarios de
IR comuna
de París, que
tenían como frase "ningún compromiso",
criticado
este argumento
por estéril y vano, ya por Engels en 1873. m compromiso y el pacto
siempre son útiles
para el comunismo, cuando gracias a él pueden
robustecer, fortalecer y
desarrollat inmediatamente
su actividad re
volucionaria.
La táctica se acopla siempre a las circunstancias, no es dogmá
tica ni inflexible, no se
refugia en especulaciones de altura, sino
que
desciende al nivel de su auditorio,
y, así, en 1900 nada menos, cuan
do
los comunistas
rusos aún
se
llabaman Partido Obrero Social-De
móetata Ruso, y su llegada al poder era poco menos que iluroria,
en unas instrucciones dadas por
su órgano
informativo Iskr11 ("La
chispa"), se hace ya esta distinción entre agitación y propaganda: un
propagandista, cuando hable del paro
obrero, tiene que explicar el
01úgen capitalista
de
la crisis, tiene que demostrar por qué es inevita
ble en
la sociedad moderna, tiene que exponer la necesidad de ree
dificar la
sociedad
sobre bases socialistas, etc. En pocas palabras,
tiene que desarrollar mudias ideas, muy concatenadas y concretadas,
de modo que muchas no serán comprendidas por los oyentes de tipo
medio,
y muy pocos las entenderán en su totalidad. m agitador, en
cambio, elegirá una
sola
ifaceta, más o
menos conocida
del terna ge
neral:
por ejemplo,
,Ja muerte por inanición de un obrero parado. Su
atención se
concentrará en
este hecho, para
infundir en las masas
una idea única: la de la
absurda contradicción
entre los crecimien
tos paralelos de la riqueza y la pobreza. Tratará de avivar en ellas
la sensación de descontento y el deseo de revolverse contra tal in
justicia, dejando a los propagandistas
la explicación pormenorizada
de
aquella contradicción.
Sin embargo, en lo fundamental,
el comunismo sí· es dogmático.
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ANGEL MAESTRO MARTINEZ
Lerun, en alguno de sus escritos como en sus (lllrtaS con Valentinov,
dice
que
"el .matXismo no admit~ revisión en ningún aspectO, ni en
el campo
de la filosofía, ni en su teoría sobre la economía política,
ni en
su planteamiento del
proceso
histórico". El
comunismo
consi
dera
que esa especie de verdad revelada sí es inmutable, pero para
conseguir el
triunfo de la
misma es táctica, hasta el máximo. El
dogmatismo y la inflexibilidatl queiw lleducidos a su a>neepción de
futnro
de la sociedad, pero no a los medios necesacios para conseguir
ese
estado.
La preocupación, más bien el necviosismo y la angustia de Lenin
y
de Trotsky por conseguir plasmar en hechos, y de forma inme
diata
sus
tearías, hacen
que se
produzca un rerorcimiento de
muchos
escritos mancistas, y que en la acción se prescinda de ellos total
mente, produciéndose una
contradicción evidente
entre
la decisión
en
la acción y en el aparente respeto a los teXtOS.
Trotsky procura, en multitud de escritos, justificar la táctica
romo medio
fundamenta! para
conseguir el -triunfo de la revohi
ción, sin el cual las ideas serán meramente especulativas, y nunca
pasarán· de ser objeto de estudiosos simplemente, como antes me
refería.
En un escrito poco conocido de Trotsky, escrito en 1938, y
comentado por el norteameriQUJO Edmund Wilson, resulta, bo>jo una
original
defensa de
los
jesuitas, w,a clara apología de la acción, al
afirmar que los crímenes de Stalin, en los procesos de Moscú, eran
resultado
de una política
jesuítica seguida por el partido. Dice que
es
inexacta esa afinmción respecto a los jesuitas, que muchas veces
han
sido calumniados al
achacárseles por
sus enemigos la práctica
de
que el tin justifica
los medios,
ya que
según Trotsky los jesuitas
mantenían que unos medios
dados no son malos o buenos
por sí
tnismos, sino
por los fines a los que sirven,
y hace hincapié en que
los jesuitas representaban una organización militante, estrictamente
centralizada, agresiva y peligrosa, no sólo para sus enemigos, sino
también para sus aliados, y los ronsidera superiores a los demás
sscerdotes de su época,
porque eran más firmes, intrépidos y pers
picaces, exponiendo cómo sólo cuando se hicieron menos jesuitas,
menos soldados de la iglesia, es decir al convertirse en burócratas,
la orden
degeneró.
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PRAXIS MARXIST A,LENINISTA
En la táctica comunista sí es lícito utilimr los medios más in
dignos, contra el oponente,. y, así, Lenin admite calumniar a los diri
gentes mencheviques, exigiendo su derecho a la difamación, con ral
de que
ésra
sirva los
supremos intereses del
partido, reiterando cómo
frente
a los
disidentes no hay que procurar corregir sos errores,
sino
aniqrulallles y borrarles de la faz de la cierra, escribiendo en un
lenguaje que siembre la adversión, la
repulsa y el despr<:cio, y así
esra forma increíble de hablar, se reconoce
oficialmmte por
el
!!P
bieroo soviético al publicar las obras de Lenin.
Sralin, nada menos que en 1902, aplica métodos que hemos
po
dido ver en España hoy en día, ya que al estudiar la psicología de
las
masas
y la pobre autodefensa de un régimen autoriwio como el
zarismo ~e nuevo similitudes con los errores en :España-, expli
ca cómo las manifesraciones realizadas por un puñado de revolucio
narios exciran la curiosidad de un
público indiferente, y cómo esra
curiosidad
del
pueblo encierra
el peligro
principal para las autori
dade.s. La marufesración callejera, sigue diciendo Sralin ¡en 1902!
capturaría la mente del
espectador neutral,
que no
podría seguir
siendo
neutral mucho tiempo.
La policía dispersaría bruralmente a
los manifesrantes,
y algunos espectadores se sentirán en simpatía
con las víctimas de
la
opresión. En
su
encarnizamiento, la
policía
-sujeta a un natural acaloramiento-----no sería capaz de distinguir
entre los manifesrantes y los especradores. Las filas de la próxima
manifesración
se verán engrosadas por aquellos que sólo habían
curioseado en la primera.
Desde luego resulta de claridad ran meri
diana
que creo que casi todos
podríamos conrar
algún ejemplo
pa
recido.
111. Táctica comunista. Práctica
Cronológicamente pasaremos, también de forma lo más escueta
posible, a analizar tres ejemplos prácticos, de indudables repercnsio
nes
a escala mundial sobre la táctica
marxista leninista para alcan
zar .eJ poder en una primera fase y consolidarlo en las dos siguientes:
La primera se ha convertido, desgraciadamente, en una de las
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fechas más luctuosas de la historia de la humanidad y es la revolu
ción de
octubre de 1917, en la que vemos un ejemplo de la táctica
prura a>nseguir el triunfo en circunstancias que, desde luego, no eran
favorables.
La revolución
de octubre es un suceso sobre
el que se
han escrito miles
de páginas, y que por tanto escapa a las conside
raciones que estamos haciendo, pero que refleja, una vez más, el
triunfo de la decisión y la audacia sobre la indecisión y el mismo
Trotsky reconoce cómo simplemente
si el gobierno hubiese sido de
cidido y no pusilánime y timorato h~bría liquidado el cuartel gene
ral revolucionario sito en el Instituto Smolny.
A) La toma del poder por los bolcheviques
Cuando el gobierno Kerenslci se encuentra casi totalmente des
moralizado, pero las organizaciones de oposición de izquierdas se
pierden
en un
sinfín de
discusiones,
ll)llferencias, comunicados y
reuniones, los comunistas preparan la insurrección, en la que gol
pearán con todas sus fuerzas. Aparentemente secundan las reuniones
interminables y las
conferencias, pero preparan la revolución. Lenin
y Trotsk:y desarrollan una actividad febril revolucionaria, se infiltran
entre las tropas a los soldados
y marineros más dignos de confianza,
y a
la vez el
gobierno Kerenski, aremorizado, evacua
a
ll
por
temor a verlas contagiadas de bolchevismo. Entre los soldados
y
marineros que vuelven a su casa de permiso se crean unidades es
peciales de propaganda, que
no confiesan
abiertamente su militanch
bolclhevique,
sino la necesidad de la Asamblea Constiruyente, y co
mo
los bolcheviques aún no pueden por
sí solos
tomar todo el
poder,
se
apoyan en los
socialisras-revolucionarios del
ala
más izquierdista.
Los comunistas
se dan cuenta de su
fuerza verdadera
ante
las
elecciones y no piden el poder para ellos; de entonoes data su con
signa: ¡Todo el
poder para
los soviets! Incluso los
militantes del
partido creen ingenuamente
que la
constitución de
una república
soviética es
la voluntad de una revolución democrática. S6lo Lenin,
Trotsky
y
un círculo muy
reducido saben que
esa
frase em s6lo
una disposición cictica, y que el verdadero objetivo era la dictadura
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PMXIS MARXISTA-LENINISTA
del partido bolchevique. Si el partido bolchevique hubiese procla
mado claramente sus
afanes dictatoriales, habría
sido
aplastado, no
pot las fuerzas reaccionarias y derechitas, ya fuera de juego, sino
por las organizaciones de izquierdas
y liberales. Era necesario utili
zar el
Soviet en
un
primer paso, que aumentase y consolidase su
situación,
para proceder al siguiente:
la implantación de
la dictadura
comunista.
Así, cuando se constituye el primer gobierno soviético, éste es
totalmente bolchevique, todos
los partidos de i2Xjnierdas, eacepto el
social
-revolucionario, que
vendría
después--, son excluidos de
las
responsabilidades. El paso al podet
tntal de los bolcheviques sólo
sería cuestión de tiempo.
B) El Tratado de Brest Litovsk
La paz de Brest Litovsk constiroye otto forzoso punto de refe
rencia al hablar
de la táctica comunista y su aplicación práctica, ya
que en
pocos puntos como éste se concentta el pragmatismo leni
nista, su adaptación a las circunstancias,
y el cedet momentánea
mente, cuando no se es el mé:s fuerte, pero se prepara para serlo.
El 21 de enero de 1918 se reúne el Comité Central bolchevique
para disentir las condiciones de
paz con Alemania. La situación rusa
era tan
caótica que resulta casi
indescriptil,Ie -lamento disponer
de tan breve espacio de tiempo, pues cada uno de estoo temas podría
dar lugar no a una conferencia, sino un libro-, eJl hambre, la total
desorganización en los transportes, la desmoralización
rotal de
un
ejército, las
deserciones, etc.,
que Lenin al frente de una fracción
min01titatia urge
a la
paz como sea y al precio que sea con los ale
manes.
Trooky, aquí es más realista y visionario, considera que se
debe llegar a un ardid con los
alemanes que
impida la derrota, una
situación ni de
paz ni
de
guerra; por último, otro grupo más eatre
mista
considera que debe llegarse a una
guerra revolucionaria, peto
Lenin insiste en que no es posible la guerra, pues Rusia ya no puede
aguantar
más, suscitando
una fuette reacción bolchevique ante
las
tremendas exigencias
alemanas que
suponían una enorme desmem
bración de Rusia. Trotsky se opone a firmar bajo estas condiciones,
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pero Lenin consigue el apoyo del Comité Central y se firma el tra
tado de Brest-Litovsk.
En un regimen normal, la traición de Lenin a su patria hubiese
resultado cierta
e indiscutible,
pero tratándose del régimen bolche
vique
resulta innegable,
que ello evitó
-
tánea
desmembración rusa-el que las tropas alernaru,s hubiesen se
guido avanzando al
no tener ya
enfrente ningún
ejército ruso; por
consiguiente, se
temla la pérdida de Pettt0grado, que ca5i con Certe
za habría caído
en poder alemán,
la. de Moscú, parecía evidente,
según los mismos testimonios
~unistas, con Jo cual se habría pro
ducido un
golpe de tales proporciones al poder soviético, que éste no
habría sobrevivido, máxime con una población
desesperada, que
que
ría la paz a cualquier precio,
y si la oposición bolchevique a la gue
rra fue un
factor nada desdeñable en
la lucha
contra el
gobierno
Kerensky,
por ese sufrimiento de la población ansiosa de paz, esta
misma población habría
luchodo como
fuese contra los comunistas.
Así, a pesar de fas mutilaciones del territorio ruso, se consiguió el
respiro precioso,
para, al
trasladarse las tropas alemanas al frente occi
dental, conseguir
el afianzamiento comunista en el poder, hasta en
tonces débil,
y mal asentado, con u.na guerra interna contra los
blancos.
Era Rusia tan enorme, que aunque le quitasen territorios ex
tensos, bien podían sacrificarlos en aras de ,ta revolución. El so
cialismo
mundial,
y cnmo figura destacada Berstein, atacó a los
bol
rismo alemán,
y es que aún no había comprendido esa diabólica ha
bilidad comunista tácti~, y que tantos triunfos les daría en el futura.
Paira
un observador polltico normal, era
lógicn suponer una
mayor simpatía
bolchevique
hacia los aliados, te6ricamente demo
cráticos,
que
frente a los calificados como reaccionarios y cnnserva
dores
Imperios Centrales, peto la principal razón bolchevique era
oonservar la
revolucióo,
y para ello no vacil11ton en ayudar al Kaiser,
más que a los democráticos aliados. Su alianza con el sector más
conservador resultaba
inexplicable,
pero para los
bolcheviques, tan
odioso era un imperialismo cnmo otro, y si ayudaba a su destruc
ción
mutna,
más robusteeido quedaría el poder soviético.
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PRAXIS MARXISTA-LENINISTA
Sirva esto de aplicación para tantos nocioo útiles, compañeros
de
viaje,
etc., de nuestra época y en nuestra patria, pues el comu
nismo, .en su táctica, si es necesario golpeará cori .igual saña a sus
aliadoo de la víspera, que si de sus adversarios más fascÍS1lls se tra
tase.
Pero Jo que resulta indudable es que ia táctica de Brest-Litovsk,
salvó 'Li revolución.
C) Lo NEP
En esta breve síntesis de acontecimientos históricoo en los que
la táctica, no en la teoría sino en la praxis marxista leninista jue
ga un papel
ttascendental, hemos
de citar el caso de la NEP, o nueva
política económica. En 1912,
afiamado ya pot las atmas el ttiunfo
comunista en Rusia,
frente a loo rombatientes blancoo, la
nación,
después de la puesta en práctica del más feroz comunismo de guetra,
llega al sumo del agotamiento
y · desesperación, con tal postración
de las energías vitales, que pone en peligro la supervivencia misma
del sistema, no porque
ningiina fuerza
pudiese oponerse, sino por
que disminuye enormemente la producción industtial, porque la
producción de alimentos se raluce de forma tan drástica, que el
hambre
paraliza las
ciudades
y un largo etcétera de calamidades im
pide no ya la oposición política, sino el desarrollo de
la vida misma.
Anre
tal situación, el romunismo da un viraje totai al comunismo
de
guetra e
impone el
desarrollo de
una nueva política económica,
la NEP, que supone, frente a los más puros marxistas, un innegable
restablecimiento del capitalismo: se declata [ibre el comercio inte
rior, se desnacionaliza. a cierto tipo de empresas, y se autoriza a los
ciudadanos para vender productos agrírolas. Una liberalización que,
frente a los izquierdistas más ultras, es una traición a los principios
revolucionarios, pero que Lenin comprende que es la ruiica solución
que traerá el respiro necesario -e imprescindible para mantenerse el
régimen, advirtiendo que era no una toma de postura definitiva,
sino sólo una
respuesta estratégica a las dificultades.
La aplicación
de la NEP,
para mi opinión, supone
el
primet engo.iío de
los co
munistas a las fuerzas liberales, representantes no sólo
del capita-
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ANGEL MAESTlW MARIINEZ
lismo sino de la burguesía. Los occidentales creen de buena fe en
el
cambio del sistema y en la Jmroaoiuci,S,, del comunismo, raw
nando
que, ante las dificultades imalvables, los comunist-as aceptan
'la realidad.
Cuando la nación se ha recuperado, cuando la situación ha per·
mitido un mínimo aliento, a finales de ,Jos añoo veinte, Stalin vuel
ve
con
más fuerza y ferocidad que oonca al comunismo de guerra,
ron la cdkctiviución más brutal de la historia, el aniquilamiento
de los "kulaks" y el desencadenamiento del terror más ominoso de
,la historia. Las alternativas entre NEP ,y comunismo de guerra se
•sucederán a
lo
largo de la historia soviética, desde Lenin hasta
Brejniev; es el reflejo
más nítido de la táctica en la praxis marxista
!enioista,
el más descarado y há.bil aprovechamiento de las circuns
,su aplicación. Es el no renunciar a aplicar una doctrina por mucho
que choque
con
la realidad
y la natural= humana, sino tácticamente
,¡,legarse
para tomar nuevos bríos que permitan abordar la siguiente
fue histórica
con la
preparación y fuerza necesaria para cooseguit
su triunfo.
IV. Aplicación actual en España
La ap1icación de la táctica marxista-leninista a nivel mundial,
encuentra
en
España un campo de experiencias que está consiguiendo
resultados
óptitoos, por la magnitud de las fuer,,as aplicadas por
la
Unión Soviética y por las enormes facilidades concedidas pot
los que teóricamente deberían ser sus enemigos, y no son sino sus
cómplices no activos, pero
sí pasivos,
por el predominio que ejerce
en sus envilecidas conciencias el
oportunismo, el afán de medrar y
la ausencia de cualquier ideología y más bien de una ética.
Tenemos
un ejemplo de nuestros
días, más bien de hace sólo
un año:
la
legalización en nuestra patria del partido comunista.
Aquí tenemos un
darlsimo ,ejemplo
de
pacto y de acoplamiento
formidable del
comunismo a
la realidad. Las citcunstaocias, bien
es verdad que en este
caso son
favorecidas por la
existencia de
un
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PRAXIS MARXISTA-LENINISTA
gobernante frívolo, acomodaticio, sin ideas ni convicciones, pero el
partido comnnista aprovecha el cable que le lanza el político inmoral
y ambicioso, y cede
teóricamente en el radicalismo de sus plantea
mientos .revolucionarios a ultran~ El partido comunista, de forma
inteligente, aplioa la táctioa, no sostiene una postura de izquierdismo
infantil,
que le
haría perder ese oable, reconoce la Monarquía, re
nuncia a una toma revolucionaria del poder -
utópica-, afiaru:a su influencia en los círculos de poder y de toma
de decisiones, en una proporción enormemente mayot que
la que
se
derivaría de
sus propias
fuer,as, se proclama democrático
y hasta
la saciedad oiremos sus protestas en ese sentido. Mientras tanto, !los
grupos totalmente rndicafüados en su extremiomo, no crecen prác
ticamente, se desgañitan inútilmente en sus fervores revolucionarios,
y sn influencia es apenas considerable.
m parllido comnnista en nuestra patria ha aplicado esa táctica
con
óptimos resultados;
en el
fundo, no
cede nada de sus últimos
planteamientos, sólo los
posterga, porque sabe que
su
fuerza le
im
pediría por
insuficiente, el
haber acelerado más este proceso, mien
tras que de
la forma actual la maduración de las condiciones obje
tivas
hará que la$ subjellivas reciban un impulso decidido en su cada
vez mayor
influencia. Aceptó la
Monarquía, ¿y
qué? ¿Ha
perdido
algo
por ello? En absoluto; la
figura del
Monarca ya no es siquiera
la del Augusto Cero maurrasiáno, ya queda reducido a la del Augus'
to menos uno.
Su central sindical, inequívoca correa de
transmisión
del
partido, con la ayuda gubernamental, se
ha convertido en la pri
mera fuer21a laboral
de la
nación. Mientras tanto, los
grupos públi
camente
proclamados por
los republicanos, ¿qué tienen?: sólo
sin
dicatos modestos y de poca o nula influencia, como la virulenta
AOA,
de
inspiración albanesa.
Como magistralmente ha descrito el sovietólogo Alain Be,an
c;on en su tratado de sovieto!ogía, la polltica exterior soviética se
fundamenta en dos sistemas
a los
qne
mlifica de
A y B, cuyo desa
rrollo vemos claramente en nuestra patria, ·aunque son constantes a
nivel universal.
El
sistema
calificado como
A se
basa en las constantes revolu
cionarias comunistas y a fas' que nurica renuncia: e1 internaciona-
63)
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ANGEL MAESTRO MAR.TINEZ
lismo proletario, la lucha de clases, el anti-imperialismo etc., así
como la subversión, la
información y la propaganda en sus nume
rosas
facetas.
El sistema B es. el que correspoude a los moldes de la diploma
cia
olásica, el que corresponde a las teorías de la coexistencia, de
la soberanía nacional, de la no injerencia en los asuntos internos de
cada
nación, los intercambios
comerciales. Pues bien, estos
sistemas
están
estreohame:nte relacionados entre
ellos
y sujetos a una interac
ción continua. En las fases ofensivas, de las que es un ejemplo la
actual situación en
el
Irán, no
sólo
es el sistema A el que está en
j,leno desai,rollo y virulencia, sino que a través del sistema B, o
sea de las organizaciones legales, se utilizan al máximo sus posibi
lidades.
Los dos sistemas no se estorban nunca, sino que se complementan
actuando cada
uno en interacción que
compense las debilidades, o
más bien
las limitai:iones de cada uno de ellos actuando por separado.
Cuando se :firma un
tratado con la Unión Soviética, ejemplo la
reanudación de relaciones con
España, el tratado nunca será visto
por los comunistas como una solución equitativa, o como un pacto
en el que fas dos partes ceden. Ninguna nación actún conforme al
sistema A, sino que los occidentales sólo proceden de acuerdo con
ese sistema B; bueno, pues los comunistas eso lo consideran sólo un
medio para un fin. ¿Por qué
se van obligar ellos a un cumplimiento
de obligaciooes
con un
sistema capitalista cuyo fin último y además
confesado, es su destrucción?
Además, cuando se .firma un tmtado del tipo que sea con los
comunistas, significa que el firmante reconoce una situación, que
antes de su firma no era reconocida, convirtiéndose dicha firma en
un reconodmiento de una realidad concreta.
Un ejemplo del máximo pragmatismo ideológico lo tenemos en
uno de los remas que más toneladas de tinta
ba absorbido en nuescros
días, y es el del eurocomunismo. Se trata de hacer ver que el comu
nismo renuncia a su ·política oi.feD'Siva, a su toma revolucionaria del
poder, y acepta la transición mediante las fórmulas democráticas al
uso,
presentando las etapas anteriores como desviacionismos del
auténtieo sentimiento comunista, y aprovechando, esto siempre es
636
Fundaci\363n Speiro
PRAXIS MARXISTA-LENINISTA
obligado, paxa condenar los crímenes de Stalin, como si ésws fuesen
patrocinio de la
persona y no del sistema, como en realidad son.
El
eurocomunismo snpone una aplia,ción ail día, y aprovecha
el
gigantesco caudal
de los medios de
comunicación proclives, de
las teorías de Gramsci, cuyo ptesentimienw fue más hábil que el
de muchos contemporáneoo suyos comunistas. La toma del poder a
1iravés de
una conquista
de los sectores más in/fluyentes de la socie
dad,
por la lenta infiltración de los
mismos, y el posterior control de
ellos, es mucl:to más eficaz a largo plazo que la toma violenta que
puede
producir fracasos
con una reacción eficaz ante la caída de
catetas comunistas y el
descubrimiento de
su faz revolucionaria.
No me cabe duda
alguna de que, de habet vivido en esta época,
Lenio habría impulsado la propagación del eutocomunismo, por set
el
modelo
más representativo de la verdadera táctica leniuista, tal
como he ,tratado de comunicarles anteriormente, y, además, esto
que
lo he repetido en cuantas ocasiones se me presentan por estar
totalmente convencido de ello, he tenido la satisfacción de
verlo
comitmado
por
uno de los mayores
sovietólogos del
mundo, hoy
día,
el prdfesor Avto~janov.
Sin embargo,
es inútil engañarse sobte
esta
pretendida demo
cratización
del
comunismo, y
de
ello tenernos un
buen ejemplo en
el partido comuuista más importante de Occidente, donde uno de
los pocos comunistas existentes contemporáneo y compañero de Gram
sci, Humbetto Terracini, advierte claramente contta las utopías de
mooratizadoras
dentro del
PCJ, diciendo textualmente: "En nues1iro
partido -<0mo
por
los demás en todos los
partidos-, pero en el
adestro con más sinceridad que en ottos, la formación y continuidad
del grupo dirigente tiene lugar por cooptación y nunca por desigoación
de la
base. El voto de las asambleas plenarias ha
las
decisiones ya adoptadas
por el grupo dirigenre".
El comunismo obedece siempre a un dirigismo .marcadísimo, es
. trictwnente señalado, por lo que su acción en nuestra patria sigue
también esas direcciones inequívocas.
El Partido comunista español, en su línea dirigente actual, es cier
to
que !ba tenido la oposición en algún momento dcl Partido Comu
nista de la Unión Soviética, pero éste, pienso que no encontró
637
Fundaci\363n Speiro
ANGl!L MAESTRO MAll:IINHZ
sustitutos d~ valía. En cierto momento, ya en la época btejnevia
na, se pensó en sustituir a Carrillo, quien parece que en algu
nos ocasiones fue demasiado 1ejos en ciertas críticas, aunque sua·
ves, a la
URSS, tratándose de enfrentarle con Líster, pero Carrillo
controló bien
el aparato del partido -
de conttdlar el aparato, ya desde la ludba de Stalin, contra Trotsky,
y, posteriormente, contra Zinoviev, Kamenevv, y luego Bujaría
por
Jo que el PCUS trató de imponer
una solución pseudosa
Jomónica:
ni Carrillo ni Líster, sino otros hombres, como podían
ser Eduardo García y Agustín Gómez, pero de nuevo Carrillo actuó
con
inteligencia
y estos grupos fueron considerados fraccionalistas.
Esta solución
ya ensayada por el PCUS, con otros partidos comu
nistas
extranj,eros como
el
griego, no
dio
los resultados
apetecidos.
· Entonces, en . nuestra patria, y esto es indudable, tenemos las si
guientes líneas de actuación del comunismo no internacional, sino
claramente bajo el mando y la inspiración directa de quien plantea
y mueve la lucha a esca1a universal: el Comité Central, o más bien
el politburó
del PCUS.
1: El partido comunista oficial, el de Carrillo, legalizado y con
todas ,[as
bendiciones oficiales, y que está dando un juego de tal in
fluencia que
ha
superado todas
las previsiones, es el encargado de
poner en práctica la táctica eurocomunista.
2: La ceotral sindical del partido, Comisiones Obreras, que
pieoso no está
ya en
la línea total con el
PCE, sino
que obedece las
inspiraciones de
Aveyarnov, encargado de los sindicatos soviéticos.
Existen detalles siguificativos de que Camadho, y aún más Sarrorius,
adquieren ,una personalidad propia, con su grupo no totalmente de
peodiente del partido eo los aspectos operativos. La táctica de Cu-
misiones Obreras ha sido sutil y habilidosa, pues hasta fechas re
cientes se dudaba de que no fuese
una organización democrática,
en
la que
se unían diversas fu= para la iucha contra la dictadura,
3.' La actuación del KGB, siglas famosas que corresponden al
Komiter Gosudarnstevo Beropasnosti, Comité para la
Seguridad del
Estado, el más potente instrumento subversivo del mundo, y que
638
Fundaci\363n Speiro
PRAXIS MARXJSTA-LBNINIST ,1
escapa con mucho al concepro de los tradicionales servicios de in
formación. Su misión
oo es
sólo
información, sino muy fundamen
talmente de acción y desestabilización. En España actúa a través de
su primer
direcrorio principal, impulsando los departamentos espe
ciales
encargados de la desinformación y de la acción ejecutiva. La
actuación de los terroristas de la ETA, y en mucha menos escala el
GRAPO, MP AIAC,
parece que
es promovida por
el citado primer
directorio principal.
4.' No
,sólo es
el KGB el que
actúa en España, ya que, debido
a
la enorme extensión de marerias que roca el KGB encomienda
parte de su
tarea a
los servicios
similares de
los
países satélites,
confiando,
por áreas geográficas
y por temas a cada uno de ellos los
distintos
países. Como ejemplo ilustrativo puede citarse un caso rotal
mente
silenciado en los medios
infomiativos espafioles, y
es cómo
el
actual embajador checoslovaco en España, Zdencl< Pisk,a, fue ex
pulsado de los Estados Unidos en 1964, cuando teóricameote era
Segundo secretario de
embajada, por ser
el jefe de una red de espiona
je del STB, los servicios secretos
checoslovacos, que
intervenía todas
las comunicaciones del entonces secretario de Estado George Ball.
Además de los servicios secretos y ,en un ooncepro no sólo militar,
actúa también el servicio de información militar soviético, el GRU,
trabajando
éste más bien el .terna de las tripulaciones y las informa
ciones
de los cada
vez más frecuentes baro>s y pesqueros rusos. que
atracan o fondean en nuestros puertos.
La
coordinación general de toda esta táctica marxista-leninista
aplicada
a España parece caer bajo la supervisión directa de Boris
Ponomarev, miembro
del
secretariado del Comité Central, del PCUS,
encargado de
ias relaciones con los partidos comunistas que no
estén en
el poder, personaje clave
y de tal importru1cia que nadie
como él
podría explicamos el porqué de los acontecimientos ocu
rridos en nuestra patria.
Además del PCE, y entre la enorme jungla de grupos de izquier
da comunista, entre la cual resulta cada vez más difícil no perderse,
existen grupos que muy probablemente obedecen a una clara ins
piración de Moscú, no fácil entre
los trotskistas, como el PORE,
639
Fundaci\363n Speiro
ANGEL MAESTRO MARTINEZ
LCR (i) y el PCE. (m-1), FRAP, oo por su fuerza política más bien
escasa, y de influencia extraparwnentacia, pero sí útiles para poder
actuar en
la
faceta típiai comunista revolucionaria y con arreglo a
procedimientos clásicos
de
violencia, con
diferencia al eurocomu
wmo del PC carrillista. Esra táctica es sumamente hábil y, además,
permite
oo sólo la aplicación de dos frentes de lucha, el oficial y
el teóricamente espontáneo, y a la vez virulenro, sino que sirve como
amenaza al mismo partido carrillista, ya que en un momento dado
se puede amenazar a
su ejecutiva con un corrimiento de la
base
hacia otras posiciones más acordes con la tradición bolchevique, y
encarnadas por
el PCOE,
el partido de Líster, que representa la
ortodoxia soviética, y otros, a la vez que pueden fomentar las esci
sione. y fo:aocionalisroos en
el partido oficial.
Todas
estas líneas
de acción son
poralelas y uo mezcladas entre
sí,
sino es a,J más alto nivel Parece cierto que el mismo Cartlllo
ignora las operaciones planeadas por el KGB, que a veces pueden
incluso
obstaculizar sus
proyectos,
y así, ·suponiendo que hasta fuese
presiooado
para conrar todos los
proyectos, podría contar los más
secretos de su partido, pero muy probablemente no sabría, sino
por
indicios, las
órdenes por ejemplo del Presidente del KGB, el
poderosísimo Yuri Andropov.
La táctica comunista es ran hábil, que no descuida ningún as
pecto propagandístico, incluso el de las sutilezas lingüísticas y a mo
do
de ejemplo podemos cirar cómo
ha procedido a la reversión de
una frase profusamente
empleada
por el antiguo régimen, como la
del "oro de
Moscú". Se ha utilizado ran háMimente esta frase, some
tiéndola a un proceso ridiculizativo, que hoy
día se emplea
abun
dantemente como expresión jocosa en los
;,,edios izquierdosos, y
he
podido
observar persona,lmente cómo miembros
de
base del par
tido
comunista .Ja utilizaban festivamente entre ellos, consiguiendo
la
desvirtuación y anulamiento total de su sentido primitivo.
En
otro sentido no festivo, pero muy traocendenre, podemos
decir
lo mismo de considerar al partido como ejemplo democrático,
pues hace unos años tan s6lo, las fuerza:s de izquierda no marxistas
consideraban siempre en sus comentilrios al partido comunista como
totalitario, y ahora, hoy en dfa, ninguna fuerza izquierdista, liberal
640
Fundaci\363n Speiro
PRAXIS MARXISTA-LENINISTA
o tan siquiera ,inconsecuente u oportunista como UCD, al ioonos
aparentemente, dejan de considerar al PC como fuer2a democrática.
Creo que estos dos ejemplos de la táaica aplicada al lenguaje son
bastante significativos.
Desgraciadamente nos encontramos con una fuerza oponente de
la que en esta charla he tratado de que quede claro su enorme do
minio de la táctica
aplicada a
la teoría y a
la praxis, y de la que
nuestra patria está sujeta a sufrir sus enormes consecuencias. Bien
es cieno que a pesar de su triunfo en tantas partes del mundo, su
dominio de las conciencias no es total, ya que una característica
del comunismo, cuando alcanza el poder, es el set absolutamente an
titétioo con
la naturaleza humana, y di que nunca podrá conseguir esa
sociedad
utópica, siendo
tal vez esa insuperable resistencia de dieha
naturaleza
!humana, una prueba de la asistencia divina frente a un
enemigo que parece
invencible a la vista de los resultados, y con
el cual resulta imposible cualquier
convivencia, ya
que esa táctica,
como bien dioe
Becan\;()n, haoe
que en
el diáwgo y en la negocia
ción con ellos, apliquen siempre la máxima de que "lo nuestro es lo
nuestro y lo vuestro lo negociable". Pero tengamos siempre presea~
te que gran parte de los éxitos de esa táctica en la aplicación prác
tica
de
la misma, ha sido posible en la historia desde 1917, no sólo
por su propia fuerza, sino por
la debilidad
de
sus oponentes, debi
lidad no sólo física sino mental y de
enrregwismo a
ultranza, de afán
de contemporización a toda costa, y del que en estos momentos
estamos teniendo en nuestra
patria una
buena prueba de ello;
y es
que los malvados no sólo triunfan por su propia fuerza sino por la
debilidad de los cobardes_
641
Fundaci\363n Speiro
MARXISTA-DENINISTA (APLICACION EN ESPA~A)
Conferencia pronunciada en la reunión de amigos de la. Ciudad Católica
POR
ANGBL MAESTRO MAB.TÍNBZ
I. Breve distinción entre marxismo y marx:ismo-lenini8,'01o
Al hablar de la táctica en la teoría y en la praxis marxista-leni
nisc.
hay que ibacer una aclaración previa, :y que va ya inscrita en
este
mismo título,
y es el hablar de marxismo-leninismo, y no de
marxismo a solas. Considero fundamental partir de esta base, de
cara a las realidades prácticas, para poder
comprender
y combatir esa
circunstancia, que supone el
marxismo leninismo y que, a esa,la his
tórica, es uno de los
más terribles acontecimientos de la historia
de la humanidad. Digo en cuaota ocasión se presente
marxismo-le-
ninismo y no marxismo simplemente, ya que sin Len.in, Marx no
seria apenas nada hoy día. Sin el triunfo del monstruoso experi
meoro bolchevique y
su
oolosal expaosión posterior, las doettinas
morxistas
serían
sólo objeto de los estudiosos de
las Ciencias Políri
cas, y de
ello teoemos una buena
prueba en
el revisionismo de las
mismas ya a
finales del XIX y principios del =, por el teórico
Bernsrein, quien a su vez se enfrentaría con
Otro· mru:xista intelectual,
Kautsky,
en
una de
las polémicas miÍ.s famosas
de la historia
del
marxismo pre-bolahevique. El revisionismo de las mismas se pro-
duce a menos de veinte añO\S de la muerte de Marx, al comprender que
el aoilisis de la realidad discreparía, ya profundamente en esa épo
ca, de las predicciones marxistas, pero forzosamente, dada la limita
ción de
espado, hemos
de soslayar el tema,
dejando simplemente
testimonio
del mismo, pues nos
llevaría una extensión considerable.
Solamente
dejar constancia una vez
miÍ.s que sin Lenin, Marx
625
Fundaci\363n Speiro
ANGEL MAESTRO MARTINEZ
-y así lo he comentado en un reciente artículo en Verbo---estaría
situado popularmente al mismo nivel de conocimiento que el que
se
pueda tener
de Proudhom, Blanqui o William Godwin. Y es que
el triunfo de
Leniu, y la gigantesca expansión posterior del comu
nismo
l1an sido .posibles, por deja, a Marx de lado, por aplicar la
táctica eu
una
intensidad y movilidad nunca vista en la historia.
Cuando las ideas de Marx no son
aplicables, éstas han sido sacri
ficadas a un practicismo y un utilitarismo llevado a sus últimos fines;
se las retuerce inverosímilmente y se las interpreta de manera que
sirvan
al fin último.
II. Táctica comunista. Teoría
Si
en lenguaje figurado la táctica es el sistema que se emplea
para sutilmente conseguir uo fin, no
cabe duda alguna que eu el sis
tema conocido primeramente
por bolchevismo y después como co
munismo,
la táctica desempefia. uo papel no de primera, sino de
especia,l magnitud.
Aquí, eu
J.. aplicación pnktica del mismo, hay
que reco.nocer que Marx y Engels dejaron -clarlsimamente una pre
misa
fuodamental para la acción, contenida en su pensamieoto:
"Nuestra doctrina no es un
dogma, sino
uo
guía para la acción". Es
to fue aprendido como piedra angular de la teoría para la acción
por
Lenin, quien
comprendió que
la mera repetición de fórmulas
sólo serviría par-a trazar unas tareas generales, que cambiaban "ne
cesariamente
de acuerdo con
las condiciones econ6micas y políticas
concretas de cada fase particular del proceso histórico".
Lenin en sus cartas sobre táctica, en
la titulada "Acerca de los
compromioos", publicada el
19 de septiembre de 1917,
trata de
ha
cer llegar
a los
miembros del
partido el
error de creer que los bol
cheviques eran
un partido que
nunca se
prestaba a
compromisos
con nadie, insistiendo en que
el .
partido no dtbe
proclamar de an
temano como imposible la reouocia a cnalquier compromiso, sino
que a
través de éstos, y en la medida que son inevritables, debe pro
cuiar el cumplimiento de su misión revolucionaria, de su obra de
preparación de
la revolución y de
educación de
las masas
para el
triunfo revolucionario.
626
Fundaci\363n Speiro
PRAXIS MARXISTA-LENINISTA
Ya en 1920, y en los debates internos, sostenidos en respuesta
a las preguntas del comunista inglés Landsbury, se consideraba por
Lenin que un comunista puede concertar compromiros o acuerdos
con los capit.alistas; todo depende de qué acuerdo, y en qué coruli
ciones deben füma:rse fos aru,,rdos cuanklo éstos son absolutamente
necesarios, radicarulo aquí las diferencias de forma de
acción
con los
ultrai>:quierdistas, a
los que siempre han fustigado los comunistas
por utópicos, como los revolucionarios de
IR comuna
de París, que
tenían como frase "ningún compromiso",
criticado
este argumento
por estéril y vano, ya por Engels en 1873. m compromiso y el pacto
siempre son útiles
para el comunismo, cuando gracias a él pueden
robustecer, fortalecer y
desarrollat inmediatamente
su actividad re
volucionaria.
La táctica se acopla siempre a las circunstancias, no es dogmá
tica ni inflexible, no se
refugia en especulaciones de altura, sino
que
desciende al nivel de su auditorio,
y, así, en 1900 nada menos, cuan
do
los comunistas
rusos aún
se
llabaman Partido Obrero Social-De
móetata Ruso, y su llegada al poder era poco menos que iluroria,
en unas instrucciones dadas por
su órgano
informativo Iskr11 ("La
chispa"), se hace ya esta distinción entre agitación y propaganda: un
propagandista, cuando hable del paro
obrero, tiene que explicar el
01úgen capitalista
de
la crisis, tiene que demostrar por qué es inevita
ble en
la sociedad moderna, tiene que exponer la necesidad de ree
dificar la
sociedad
sobre bases socialistas, etc. En pocas palabras,
tiene que desarrollar mudias ideas, muy concatenadas y concretadas,
de modo que muchas no serán comprendidas por los oyentes de tipo
medio,
y muy pocos las entenderán en su totalidad. m agitador, en
cambio, elegirá una
sola
ifaceta, más o
menos conocida
del terna ge
neral:
por ejemplo,
,Ja muerte por inanición de un obrero parado. Su
atención se
concentrará en
este hecho, para
infundir en las masas
una idea única: la de la
absurda contradicción
entre los crecimien
tos paralelos de la riqueza y la pobreza. Tratará de avivar en ellas
la sensación de descontento y el deseo de revolverse contra tal in
justicia, dejando a los propagandistas
la explicación pormenorizada
de
aquella contradicción.
Sin embargo, en lo fundamental,
el comunismo sí· es dogmático.
627
Fundaci\363n Speiro
ANGEL MAESTRO MARTINEZ
Lerun, en alguno de sus escritos como en sus (lllrtaS con Valentinov,
dice
que
"el .matXismo no admit~ revisión en ningún aspectO, ni en
el campo
de la filosofía, ni en su teoría sobre la economía política,
ni en
su planteamiento del
proceso
histórico". El
comunismo
consi
dera
que esa especie de verdad revelada sí es inmutable, pero para
conseguir el
triunfo de la
misma es táctica, hasta el máximo. El
dogmatismo y la inflexibilidatl queiw lleducidos a su a>neepción de
futnro
de la sociedad, pero no a los medios necesacios para conseguir
ese
estado.
La preocupación, más bien el necviosismo y la angustia de Lenin
y
de Trotsky por conseguir plasmar en hechos, y de forma inme
diata
sus
tearías, hacen
que se
produzca un rerorcimiento de
muchos
escritos mancistas, y que en la acción se prescinda de ellos total
mente, produciéndose una
contradicción evidente
entre
la decisión
en
la acción y en el aparente respeto a los teXtOS.
Trotsky procura, en multitud de escritos, justificar la táctica
romo medio
fundamenta! para
conseguir el -triunfo de la revohi
ción, sin el cual las ideas serán meramente especulativas, y nunca
pasarán· de ser objeto de estudiosos simplemente, como antes me
refería.
En un escrito poco conocido de Trotsky, escrito en 1938, y
comentado por el norteameriQUJO Edmund Wilson, resulta, bo>jo una
original
defensa de
los
jesuitas, w,a clara apología de la acción, al
afirmar que los crímenes de Stalin, en los procesos de Moscú, eran
resultado
de una política
jesuítica seguida por el partido. Dice que
es
inexacta esa afinmción respecto a los jesuitas, que muchas veces
han
sido calumniados al
achacárseles por
sus enemigos la práctica
de
que el tin justifica
los medios,
ya que
según Trotsky los jesuitas
mantenían que unos medios
dados no son malos o buenos
por sí
tnismos, sino
por los fines a los que sirven,
y hace hincapié en que
los jesuitas representaban una organización militante, estrictamente
centralizada, agresiva y peligrosa, no sólo para sus enemigos, sino
también para sus aliados, y los ronsidera superiores a los demás
sscerdotes de su época,
porque eran más firmes, intrépidos y pers
picaces, exponiendo cómo sólo cuando se hicieron menos jesuitas,
menos soldados de la iglesia, es decir al convertirse en burócratas,
la orden
degeneró.
628
Fundaci\363n Speiro
PRAXIS MARXIST A,LENINISTA
En la táctica comunista sí es lícito utilimr los medios más in
dignos, contra el oponente,. y, así, Lenin admite calumniar a los diri
gentes mencheviques, exigiendo su derecho a la difamación, con ral
de que
ésra
sirva los
supremos intereses del
partido, reiterando cómo
frente
a los
disidentes no hay que procurar corregir sos errores,
sino
aniqrulallles y borrarles de la faz de la cierra, escribiendo en un
lenguaje que siembre la adversión, la
repulsa y el despr<:cio, y así
esra forma increíble de hablar, se reconoce
oficialmmte por
el
!!P
bieroo soviético al publicar las obras de Lenin.
Sralin, nada menos que en 1902, aplica métodos que hemos
po
dido ver en España hoy en día, ya que al estudiar la psicología de
las
masas
y la pobre autodefensa de un régimen autoriwio como el
zarismo ~e nuevo similitudes con los errores en :España-, expli
ca cómo las manifesraciones realizadas por un puñado de revolucio
narios exciran la curiosidad de un
público indiferente, y cómo esra
curiosidad
del
pueblo encierra
el peligro
principal para las autori
dade.s. La marufesración callejera, sigue diciendo Sralin ¡en 1902!
capturaría la mente del
espectador neutral,
que no
podría seguir
siendo
neutral mucho tiempo.
La policía dispersaría bruralmente a
los manifesrantes,
y algunos espectadores se sentirán en simpatía
con las víctimas de
la
opresión. En
su
encarnizamiento, la
policía
-sujeta a un natural acaloramiento-----no sería capaz de distinguir
entre los manifesrantes y los especradores. Las filas de la próxima
manifesración
se verán engrosadas por aquellos que sólo habían
curioseado en la primera.
Desde luego resulta de claridad ran meri
diana
que creo que casi todos
podríamos conrar
algún ejemplo
pa
recido.
111. Táctica comunista. Práctica
Cronológicamente pasaremos, también de forma lo más escueta
posible, a analizar tres ejemplos prácticos, de indudables repercnsio
nes
a escala mundial sobre la táctica
marxista leninista para alcan
zar .eJ poder en una primera fase y consolidarlo en las dos siguientes:
La primera se ha convertido, desgraciadamente, en una de las
629
Fundaci\363n Speiro
ANGEL MAESTRO MARTINEZ
fechas más luctuosas de la historia de la humanidad y es la revolu
ción de
octubre de 1917, en la que vemos un ejemplo de la táctica
prura a>nseguir el triunfo en circunstancias que, desde luego, no eran
favorables.
La revolución
de octubre es un suceso sobre
el que se
han escrito miles
de páginas, y que por tanto escapa a las conside
raciones que estamos haciendo, pero que refleja, una vez más, el
triunfo de la decisión y la audacia sobre la indecisión y el mismo
Trotsky reconoce cómo simplemente
si el gobierno hubiese sido de
cidido y no pusilánime y timorato h~bría liquidado el cuartel gene
ral revolucionario sito en el Instituto Smolny.
A) La toma del poder por los bolcheviques
Cuando el gobierno Kerenslci se encuentra casi totalmente des
moralizado, pero las organizaciones de oposición de izquierdas se
pierden
en un
sinfín de
discusiones,
ll)llferencias, comunicados y
reuniones, los comunistas preparan la insurrección, en la que gol
pearán con todas sus fuerzas. Aparentemente secundan las reuniones
interminables y las
conferencias, pero preparan la revolución. Lenin
y Trotsk:y desarrollan una actividad febril revolucionaria, se infiltran
entre las tropas a los soldados
y marineros más dignos de confianza,
y a
la vez el
gobierno Kerenski, aremorizado, evacua
a
ll
temor a verlas contagiadas de bolchevismo. Entre los soldados
y
marineros que vuelven a su casa de permiso se crean unidades es
peciales de propaganda, que
no confiesan
abiertamente su militanch
bolclhevique,
sino la necesidad de la Asamblea Constiruyente, y co
mo
los bolcheviques aún no pueden por
sí solos
tomar todo el
poder,
se
apoyan en los
socialisras-revolucionarios del
ala
más izquierdista.
Los comunistas
se dan cuenta de su
fuerza verdadera
ante
las
elecciones y no piden el poder para ellos; de entonoes data su con
signa: ¡Todo el
poder para
los soviets! Incluso los
militantes del
partido creen ingenuamente
que la
constitución de
una república
soviética es
la voluntad de una revolución democrática. S6lo Lenin,
Trotsky
y
un círculo muy
reducido saben que
esa
frase em s6lo
una disposición cictica, y que el verdadero objetivo era la dictadura
630
Fundaci\363n Speiro
PMXIS MARXISTA-LENINISTA
del partido bolchevique. Si el partido bolchevique hubiese procla
mado claramente sus
afanes dictatoriales, habría
sido
aplastado, no
pot las fuerzas reaccionarias y derechitas, ya fuera de juego, sino
por las organizaciones de izquierdas
y liberales. Era necesario utili
zar el
Soviet en
un
primer paso, que aumentase y consolidase su
situación,
para proceder al siguiente:
la implantación de
la dictadura
comunista.
Así, cuando se constituye el primer gobierno soviético, éste es
totalmente bolchevique, todos
los partidos de i2Xjnierdas, eacepto el
social
-revolucionario, que
vendría
después--, son excluidos de
las
responsabilidades. El paso al podet
tntal de los bolcheviques sólo
sería cuestión de tiempo.
B) El Tratado de Brest Litovsk
La paz de Brest Litovsk constiroye otto forzoso punto de refe
rencia al hablar
de la táctica comunista y su aplicación práctica, ya
que en
pocos puntos como éste se concentta el pragmatismo leni
nista, su adaptación a las circunstancias,
y el cedet momentánea
mente, cuando no se es el mé:s fuerte, pero se prepara para serlo.
El 21 de enero de 1918 se reúne el Comité Central bolchevique
para disentir las condiciones de
paz con Alemania. La situación rusa
era tan
caótica que resulta casi
indescriptil,Ie -lamento disponer
de tan breve espacio de tiempo, pues cada uno de estoo temas podría
dar lugar no a una conferencia, sino un libro-, eJl hambre, la total
desorganización en los transportes, la desmoralización
rotal de
un
ejército, las
deserciones, etc.,
que Lenin al frente de una fracción
min01titatia urge
a la
paz como sea y al precio que sea con los ale
manes.
Trooky, aquí es más realista y visionario, considera que se
debe llegar a un ardid con los
alemanes que
impida la derrota, una
situación ni de
paz ni
de
guerra; por último, otro grupo más eatre
mista
considera que debe llegarse a una
guerra revolucionaria, peto
Lenin insiste en que no es posible la guerra, pues Rusia ya no puede
aguantar
más, suscitando
una fuette reacción bolchevique ante
las
tremendas exigencias
alemanas que
suponían una enorme desmem
bración de Rusia. Trotsky se opone a firmar bajo estas condiciones,
631
Fundaci\363n Speiro
ANGEL MAESTRO MARTINEZ
pero Lenin consigue el apoyo del Comité Central y se firma el tra
tado de Brest-Litovsk.
En un regimen normal, la traición de Lenin a su patria hubiese
resultado cierta
e indiscutible,
pero tratándose del régimen bolche
vique
resulta innegable,
que ello evitó
-
desmembración rusa-el que las tropas alernaru,s hubiesen se
guido avanzando al
no tener ya
enfrente ningún
ejército ruso; por
consiguiente, se
temla la pérdida de Pettt0grado, que ca5i con Certe
za habría caído
en poder alemán,
la. de Moscú, parecía evidente,
según los mismos testimonios
~unistas, con Jo cual se habría pro
ducido un
golpe de tales proporciones al poder soviético, que éste no
habría sobrevivido, máxime con una población
desesperada, que
que
ría la paz a cualquier precio,
y si la oposición bolchevique a la gue
rra fue un
factor nada desdeñable en
la lucha
contra el
gobierno
Kerensky,
por ese sufrimiento de la población ansiosa de paz, esta
misma población habría
luchodo como
fuese contra los comunistas.
Así, a pesar de fas mutilaciones del territorio ruso, se consiguió el
respiro precioso,
para, al
trasladarse las tropas alemanas al frente occi
dental, conseguir
el afianzamiento comunista en el poder, hasta en
tonces débil,
y mal asentado, con u.na guerra interna contra los
blancos.
Era Rusia tan enorme, que aunque le quitasen territorios ex
tensos, bien podían sacrificarlos en aras de ,ta revolución. El so
cialismo
mundial,
y cnmo figura destacada Berstein, atacó a los
bol
y es que aún no había comprendido esa diabólica ha
bilidad comunista tácti~, y que tantos triunfos les daría en el futura.
Paira
un observador polltico normal, era
lógicn suponer una
mayor simpatía
bolchevique
hacia los aliados, te6ricamente demo
cráticos,
que
frente a los calificados como reaccionarios y cnnserva
dores
Imperios Centrales, peto la principal razón bolchevique era
oonservar la
revolucióo,
y para ello no vacil11ton en ayudar al Kaiser,
más que a los democráticos aliados. Su alianza con el sector más
conservador resultaba
inexplicable,
pero para los
bolcheviques, tan
odioso era un imperialismo cnmo otro, y si ayudaba a su destruc
ción
mutna,
más robusteeido quedaría el poder soviético.
632
Fundaci\363n Speiro
PRAXIS MARXISTA-LENINISTA
Sirva esto de aplicación para tantos nocioo útiles, compañeros
de
viaje,
etc., de nuestra época y en nuestra patria, pues el comu
nismo, .en su táctica, si es necesario golpeará cori .igual saña a sus
aliadoo de la víspera, que si de sus adversarios más fascÍS1lls se tra
tase.
Pero Jo que resulta indudable es que ia táctica de Brest-Litovsk,
salvó 'Li revolución.
C) Lo NEP
En esta breve síntesis de acontecimientos históricoo en los que
la táctica, no en la teoría sino en la praxis marxista leninista jue
ga un papel
ttascendental, hemos
de citar el caso de la NEP, o nueva
política económica. En 1912,
afiamado ya pot las atmas el ttiunfo
comunista en Rusia,
frente a loo rombatientes blancoo, la
nación,
después de la puesta en práctica del más feroz comunismo de guetra,
llega al sumo del agotamiento
y · desesperación, con tal postración
de las energías vitales, que pone en peligro la supervivencia misma
del sistema, no porque
ningiina fuerza
pudiese oponerse, sino por
que disminuye enormemente la producción industtial, porque la
producción de alimentos se raluce de forma tan drástica, que el
hambre
paraliza las
ciudades
y un largo etcétera de calamidades im
pide no ya la oposición política, sino el desarrollo de
la vida misma.
Anre
tal situación, el romunismo da un viraje totai al comunismo
de
guetra e
impone el
desarrollo de
una nueva política económica,
la NEP, que supone, frente a los más puros marxistas, un innegable
restablecimiento del capitalismo: se declata [ibre el comercio inte
rior, se desnacionaliza. a cierto tipo de empresas, y se autoriza a los
ciudadanos para vender productos agrírolas. Una liberalización que,
frente a los izquierdistas más ultras, es una traición a los principios
revolucionarios, pero que Lenin comprende que es la ruiica solución
que traerá el respiro necesario -e imprescindible para mantenerse el
régimen, advirtiendo que era no una toma de postura definitiva,
sino sólo una
respuesta estratégica a las dificultades.
La aplicación
de la NEP,
para mi opinión, supone
el
primet engo.iío de
los co
munistas a las fuerzas liberales, representantes no sólo
del capita-
633
Fundaci\363n Speiro
ANGEL MAESTlW MARIINEZ
lismo sino de la burguesía. Los occidentales creen de buena fe en
el
cambio del sistema y en la Jmroaoiuci,S,, del comunismo, raw
nando
que, ante las dificultades imalvables, los comunist-as aceptan
'la realidad.
Cuando la nación se ha recuperado, cuando la situación ha per·
mitido un mínimo aliento, a finales de ,Jos añoo veinte, Stalin vuel
ve
con
más fuerza y ferocidad que oonca al comunismo de guerra,
ron la cdkctiviución más brutal de la historia, el aniquilamiento
de los "kulaks" y el desencadenamiento del terror más ominoso de
,la historia. Las alternativas entre NEP ,y comunismo de guerra se
•sucederán a
lo
largo de la historia soviética, desde Lenin hasta
Brejniev; es el reflejo
más nítido de la táctica en la praxis marxista
!enioista,
el más descarado y há.bil aprovechamiento de las circuns
que choque
con
la realidad
y la natural= humana, sino tácticamente
,¡,legarse
para tomar nuevos bríos que permitan abordar la siguiente
fue histórica
con la
preparación y fuerza necesaria para cooseguit
su triunfo.
IV. Aplicación actual en España
La ap1icación de la táctica marxista-leninista a nivel mundial,
encuentra
en
España un campo de experiencias que está consiguiendo
resultados
óptitoos, por la magnitud de las fuer,,as aplicadas por
la
Unión Soviética y por las enormes facilidades concedidas pot
los que teóricamente deberían ser sus enemigos, y no son sino sus
cómplices no activos, pero
sí pasivos,
por el predominio que ejerce
en sus envilecidas conciencias el
oportunismo, el afán de medrar y
la ausencia de cualquier ideología y más bien de una ética.
Tenemos
un ejemplo de nuestros
días, más bien de hace sólo
un año:
la
legalización en nuestra patria del partido comunista.
Aquí tenemos un
darlsimo ,ejemplo
de
pacto y de acoplamiento
formidable del
comunismo a
la realidad. Las citcunstaocias, bien
es verdad que en este
caso son
favorecidas por la
existencia de
un
634
Fundaci\363n Speiro
PRAXIS MARXISTA-LENINISTA
gobernante frívolo, acomodaticio, sin ideas ni convicciones, pero el
partido comnnista aprovecha el cable que le lanza el político inmoral
y ambicioso, y cede
teóricamente en el radicalismo de sus plantea
mientos .revolucionarios a ultran~ El partido comunista, de forma
inteligente, aplioa la táctioa, no sostiene una postura de izquierdismo
infantil,
que le
haría perder ese oable, reconoce la Monarquía, re
nuncia a una toma revolucionaria del poder -
de decisiones, en una proporción enormemente mayot que
la que
se
derivaría de
sus propias
fuer,as, se proclama democrático
y hasta
la saciedad oiremos sus protestas en ese sentido. Mientras tanto, !los
grupos totalmente rndicafüados en su extremiomo, no crecen prác
ticamente, se desgañitan inútilmente en sus fervores revolucionarios,
y sn influencia es apenas considerable.
m parllido comnnista en nuestra patria ha aplicado esa táctica
con
óptimos resultados;
en el
fundo, no
cede nada de sus últimos
planteamientos, sólo los
posterga, porque sabe que
su
fuerza le
im
pediría por
insuficiente, el
haber acelerado más este proceso, mien
tras que de
la forma actual la maduración de las condiciones obje
tivas
hará que la$ subjellivas reciban un impulso decidido en su cada
vez mayor
influencia. Aceptó la
Monarquía, ¿y
qué? ¿Ha
perdido
algo
por ello? En absoluto; la
figura del
Monarca ya no es siquiera
la del Augusto Cero maurrasiáno, ya queda reducido a la del Augus'
to menos uno.
Su central sindical, inequívoca correa de
transmisión
del
partido, con la ayuda gubernamental, se
ha convertido en la pri
mera fuer21a laboral
de la
nación. Mientras tanto, los
grupos públi
camente
proclamados por
los republicanos, ¿qué tienen?: sólo
sin
dicatos modestos y de poca o nula influencia, como la virulenta
AOA,
de
inspiración albanesa.
Como magistralmente ha descrito el sovietólogo Alain Be,an
c;on en su tratado de sovieto!ogía, la polltica exterior soviética se
fundamenta en dos sistemas
a los
qne
mlifica de
A y B, cuyo desa
rrollo vemos claramente en nuestra patria, ·aunque son constantes a
nivel universal.
El
sistema
calificado como
A se
basa en las constantes revolu
cionarias comunistas y a fas' que nurica renuncia: e1 internaciona-
63)
Fundaci\363n Speiro
ANGEL MAESTRO MAR.TINEZ
lismo proletario, la lucha de clases, el anti-imperialismo etc., así
como la subversión, la
información y la propaganda en sus nume
rosas
facetas.
El sistema B es. el que correspoude a los moldes de la diploma
cia
olásica, el que corresponde a las teorías de la coexistencia, de
la soberanía nacional, de la no injerencia en los asuntos internos de
cada
nación, los intercambios
comerciales. Pues bien, estos
sistemas
están
estreohame:nte relacionados entre
ellos
y sujetos a una interac
ción continua. En las fases ofensivas, de las que es un ejemplo la
actual situación en
el
Irán, no
sólo
es el sistema A el que está en
j,leno desai,rollo y virulencia, sino que a través del sistema B, o
sea de las organizaciones legales, se utilizan al máximo sus posibi
lidades.
Los dos sistemas no se estorban nunca, sino que se complementan
actuando cada
uno en interacción que
compense las debilidades, o
más bien
las limitai:iones de cada uno de ellos actuando por separado.
Cuando se :firma un
tratado con la Unión Soviética, ejemplo la
reanudación de relaciones con
España, el tratado nunca será visto
por los comunistas como una solución equitativa, o como un pacto
en el que fas dos partes ceden. Ninguna nación actún conforme al
sistema A, sino que los occidentales sólo proceden de acuerdo con
ese sistema B; bueno, pues los comunistas eso lo consideran sólo un
medio para un fin. ¿Por qué
se van obligar ellos a un cumplimiento
de obligaciooes
con un
sistema capitalista cuyo fin último y además
confesado, es su destrucción?
Además, cuando se .firma un tmtado del tipo que sea con los
comunistas, significa que el firmante reconoce una situación, que
antes de su firma no era reconocida, convirtiéndose dicha firma en
un reconodmiento de una realidad concreta.
Un ejemplo del máximo pragmatismo ideológico lo tenemos en
uno de los remas que más toneladas de tinta
ba absorbido en nuescros
días, y es el del eurocomunismo. Se trata de hacer ver que el comu
nismo renuncia a su ·política oi.feD'Siva, a su toma revolucionaria del
poder, y acepta la transición mediante las fórmulas democráticas al
uso,
presentando las etapas anteriores como desviacionismos del
auténtieo sentimiento comunista, y aprovechando, esto siempre es
636
Fundaci\363n Speiro
PRAXIS MARXISTA-LENINISTA
obligado, paxa condenar los crímenes de Stalin, como si ésws fuesen
patrocinio de la
persona y no del sistema, como en realidad son.
El
eurocomunismo snpone una aplia,ción ail día, y aprovecha
el
gigantesco caudal
de los medios de
comunicación proclives, de
las teorías de Gramsci, cuyo ptesentimienw fue más hábil que el
de muchos contemporáneoo suyos comunistas. La toma del poder a
1iravés de
una conquista
de los sectores más in/fluyentes de la socie
dad,
por la lenta infiltración de los
mismos, y el posterior control de
ellos, es mucl:to más eficaz a largo plazo que la toma violenta que
puede
producir fracasos
con una reacción eficaz ante la caída de
catetas comunistas y el
descubrimiento de
su faz revolucionaria.
No me cabe duda
alguna de que, de habet vivido en esta época,
Lenio habría impulsado la propagación del eutocomunismo, por set
el
modelo
más representativo de la verdadera táctica leniuista, tal
como he ,tratado de comunicarles anteriormente, y, además, esto
que
lo he repetido en cuantas ocasiones se me presentan por estar
totalmente convencido de ello, he tenido la satisfacción de
verlo
comitmado
por
uno de los mayores
sovietólogos del
mundo, hoy
día,
el prdfesor Avto~janov.
Sin embargo,
es inútil engañarse sobte
esta
pretendida demo
cratización
del
comunismo, y
de
ello tenernos un
buen ejemplo en
el partido comuuista más importante de Occidente, donde uno de
los pocos comunistas existentes contemporáneo y compañero de Gram
sci, Humbetto Terracini, advierte claramente contta las utopías de
mooratizadoras
dentro del
PCJ, diciendo textualmente: "En nues1iro
partido -<0mo
por
los demás en todos los
partidos-, pero en el
adestro con más sinceridad que en ottos, la formación y continuidad
del grupo dirigente tiene lugar por cooptación y nunca por desigoación
de la
base. El voto de las asambleas plenarias ha
decisiones ya adoptadas
por el grupo dirigenre".
El comunismo obedece siempre a un dirigismo .marcadísimo, es
. trictwnente señalado, por lo que su acción en nuestra patria sigue
también esas direcciones inequívocas.
El Partido comunista español, en su línea dirigente actual, es cier
to
que !ba tenido la oposición en algún momento dcl Partido Comu
nista de la Unión Soviética, pero éste, pienso que no encontró
637
Fundaci\363n Speiro
ANGl!L MAESTRO MAll:IINHZ
sustitutos d~ valía. En cierto momento, ya en la época btejnevia
na, se pensó en sustituir a Carrillo, quien parece que en algu
nos ocasiones fue demasiado 1ejos en ciertas críticas, aunque sua·
ves, a la
URSS, tratándose de enfrentarle con Líster, pero Carrillo
controló bien
el aparato del partido -
y, posteriormente, contra Zinoviev, Kamenevv, y luego Bujaría
por
Jo que el PCUS trató de imponer
una solución pseudosa
Jomónica:
ni Carrillo ni Líster, sino otros hombres, como podían
ser Eduardo García y Agustín Gómez, pero de nuevo Carrillo actuó
con
inteligencia
y estos grupos fueron considerados fraccionalistas.
Esta solución
ya ensayada por el PCUS, con otros partidos comu
nistas
extranj,eros como
el
griego, no
dio
los resultados
apetecidos.
· Entonces, en . nuestra patria, y esto es indudable, tenemos las si
guientes líneas de actuación del comunismo no internacional, sino
claramente bajo el mando y la inspiración directa de quien plantea
y mueve la lucha a esca1a universal: el Comité Central, o más bien
el politburó
del PCUS.
1: El partido comunista oficial, el de Carrillo, legalizado y con
todas ,[as
bendiciones oficiales, y que está dando un juego de tal in
fluencia que
ha
superado todas
las previsiones, es el encargado de
poner en práctica la táctica eurocomunista.
2: La ceotral sindical del partido, Comisiones Obreras, que
pieoso no está
ya en
la línea total con el
PCE, sino
que obedece las
inspiraciones de
Aveyarnov, encargado de los sindicatos soviéticos.
Existen detalles siguificativos de que Camadho, y aún más Sarrorius,
adquieren ,una personalidad propia, con su grupo no totalmente de
peodiente del partido eo los aspectos operativos. La táctica de Cu-
misiones Obreras ha sido sutil y habilidosa, pues hasta fechas re
cientes se dudaba de que no fuese
una organización democrática,
en
la que
se unían diversas fu= para la iucha contra la dictadura,
3.' La actuación del KGB, siglas famosas que corresponden al
Komiter Gosudarnstevo Beropasnosti, Comité para la
Seguridad del
Estado, el más potente instrumento subversivo del mundo, y que
638
Fundaci\363n Speiro
PRAXIS MARXJSTA-LBNINIST ,1
escapa con mucho al concepro de los tradicionales servicios de in
formación. Su misión
oo es
sólo
información, sino muy fundamen
talmente de acción y desestabilización. En España actúa a través de
su primer
direcrorio principal, impulsando los departamentos espe
ciales
encargados de la desinformación y de la acción ejecutiva. La
actuación de los terroristas de la ETA, y en mucha menos escala el
GRAPO, MP AIAC,
parece que
es promovida por
el citado primer
directorio principal.
4.' No
,sólo es
el KGB el que
actúa en España, ya que, debido
a
la enorme extensión de marerias que roca el KGB encomienda
parte de su
tarea a
los servicios
similares de
los
países satélites,
confiando,
por áreas geográficas
y por temas a cada uno de ellos los
distintos
países. Como ejemplo ilustrativo puede citarse un caso rotal
mente
silenciado en los medios
infomiativos espafioles, y
es cómo
el
actual embajador checoslovaco en España, Zdencl< Pisk,a, fue ex
pulsado de los Estados Unidos en 1964, cuando teóricameote era
Segundo secretario de
embajada, por ser
el jefe de una red de espiona
je del STB, los servicios secretos
checoslovacos, que
intervenía todas
las comunicaciones del entonces secretario de Estado George Ball.
Además de los servicios secretos y ,en un ooncepro no sólo militar,
actúa también el servicio de información militar soviético, el GRU,
trabajando
éste más bien el .terna de las tripulaciones y las informa
ciones
de los cada
vez más frecuentes baro>s y pesqueros rusos. que
atracan o fondean en nuestros puertos.
La
coordinación general de toda esta táctica marxista-leninista
aplicada
a España parece caer bajo la supervisión directa de Boris
Ponomarev, miembro
del
secretariado del Comité Central, del PCUS,
encargado de
ias relaciones con los partidos comunistas que no
estén en
el poder, personaje clave
y de tal importru1cia que nadie
como él
podría explicamos el porqué de los acontecimientos ocu
rridos en nuestra patria.
Además del PCE, y entre la enorme jungla de grupos de izquier
da comunista, entre la cual resulta cada vez más difícil no perderse,
existen grupos que muy probablemente obedecen a una clara ins
piración de Moscú, no fácil entre
los trotskistas, como el PORE,
639
Fundaci\363n Speiro
ANGEL MAESTRO MARTINEZ
LCR (i) y el PCE. (m-1), FRAP, oo por su fuerza política más bien
escasa, y de influencia extraparwnentacia, pero sí útiles para poder
actuar en
la
faceta típiai comunista revolucionaria y con arreglo a
procedimientos clásicos
de
violencia, con
diferencia al eurocomu
wmo del PC carrillista. Esra táctica es sumamente hábil y, además,
permite
oo sólo la aplicación de dos frentes de lucha, el oficial y
el teóricamente espontáneo, y a la vez virulenro, sino que sirve como
amenaza al mismo partido carrillista, ya que en un momento dado
se puede amenazar a
su ejecutiva con un corrimiento de la
base
hacia otras posiciones más acordes con la tradición bolchevique, y
encarnadas por
el PCOE,
el partido de Líster, que representa la
ortodoxia soviética, y otros, a la vez que pueden fomentar las esci
sione. y fo:aocionalisroos en
el partido oficial.
Todas
estas líneas
de acción son
poralelas y uo mezcladas entre
sí,
sino es a,J más alto nivel Parece cierto que el mismo Cartlllo
ignora las operaciones planeadas por el KGB, que a veces pueden
incluso
obstaculizar sus
proyectos,
y así, ·suponiendo que hasta fuese
presiooado
para conrar todos los
proyectos, podría contar los más
secretos de su partido, pero muy probablemente no sabría, sino
por
indicios, las
órdenes por ejemplo del Presidente del KGB, el
poderosísimo Yuri Andropov.
La táctica comunista es ran hábil, que no descuida ningún as
pecto propagandístico, incluso el de las sutilezas lingüísticas y a mo
do
de ejemplo podemos cirar cómo
ha procedido a la reversión de
una frase profusamente
empleada
por el antiguo régimen, como la
del "oro de
Moscú". Se ha utilizado ran háMimente esta frase, some
tiéndola a un proceso ridiculizativo, que hoy
día se emplea
abun
dantemente como expresión jocosa en los
;,,edios izquierdosos, y
he
podido
observar persona,lmente cómo miembros
de
base del par
tido
comunista .Ja utilizaban festivamente entre ellos, consiguiendo
la
desvirtuación y anulamiento total de su sentido primitivo.
En
otro sentido no festivo, pero muy traocendenre, podemos
decir
lo mismo de considerar al partido como ejemplo democrático,
pues hace unos años tan s6lo, las fuerza:s de izquierda no marxistas
consideraban siempre en sus comentilrios al partido comunista como
totalitario, y ahora, hoy en dfa, ninguna fuerza izquierdista, liberal
640
Fundaci\363n Speiro
PRAXIS MARXISTA-LENINISTA
o tan siquiera ,inconsecuente u oportunista como UCD, al ioonos
aparentemente, dejan de considerar al PC como fuer2a democrática.
Creo que estos dos ejemplos de la táaica aplicada al lenguaje son
bastante significativos.
Desgraciadamente nos encontramos con una fuerza oponente de
la que en esta charla he tratado de que quede claro su enorme do
minio de la táctica
aplicada a
la teoría y a
la praxis, y de la que
nuestra patria está sujeta a sufrir sus enormes consecuencias. Bien
es cieno que a pesar de su triunfo en tantas partes del mundo, su
dominio de las conciencias no es total, ya que una característica
del comunismo, cuando alcanza el poder, es el set absolutamente an
titétioo con
la naturaleza humana, y di que nunca podrá conseguir esa
sociedad
utópica, siendo
tal vez esa insuperable resistencia de dieha
naturaleza
!humana, una prueba de la asistencia divina frente a un
enemigo que parece
invencible a la vista de los resultados, y con
el cual resulta imposible cualquier
convivencia, ya
que esa táctica,
como bien dioe
Becan\;()n, haoe
que en
el diáwgo y en la negocia
ción con ellos, apliquen siempre la máxima de que "lo nuestro es lo
nuestro y lo vuestro lo negociable". Pero tengamos siempre presea~
te que gran parte de los éxitos de esa táctica en la aplicación prác
tica
de
la misma, ha sido posible en la historia desde 1917, no sólo
por su propia fuerza, sino por
la debilidad
de
sus oponentes, debi
lidad no sólo física sino mental y de
enrregwismo a
ultranza, de afán
de contemporización a toda costa, y del que en estos momentos
estamos teniendo en nuestra
patria una
buena prueba de ello;
y es
que los malvados no sólo triunfan por su propia fuerza sino por la
debilidad de los cobardes_
641
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