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Número 175-176

Serie XVIII

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Juan Iglesias: Surcos. Artículos periodísticos

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Juan Iglesias: SURCOS. ARTICULOS PERIODISTICOS (*)
Constituye el presen11e libro un compendio de cincuenta artícu­
los
periodfstims dispet005, hasta ahora, pot entre las páginas de
ese
aliento histórico fugaz que nuestros diarios son. Abarca esta
cifra algunos de los aparecidos enrte los años 1972 a 1977, entrelaza­
dos
todos pot una semilla interior de "perras 'Y rongojas por tantas
rosas en peligro y pot tantas personas en olvido, pero también pe­
netrados por un acendrado fervor por ellas, y, lo que más importa,
de un decidido empeño en

que no ·sucumban las
prim=is y en que
se
mantengan las segundas

vivas en
el •recuerdo", en palabras de
Fernarulo Sáim: de Bujanda. Representan, por otra parte, estas cuar­
tillas 1,, prueba cierta de ese saber difícil en el qn¡e se ha combina­
do ron acierto el estilo ,ronciso, familiar y amable, con una sólida
y permanen11e preocupación por temas humanistas, coloreados siem­
pre pot ·el tinte de 1,, vivencia jurídica personal 'Y profesioru,J. La
diagramación de espacios en un rotativo no siempre deja iugar a
comentarios marginales a 1,, más pettinen11e actualidad; en es11e sen­
tido
puede decirse

que
los periódicos son avaros para la concesión
de huecos en los que entren escritos de naturaleza aoáJoga a los que
en Stlf'cos Se rerogen. ·
De esta suer11e, sin la ptisa que aos teletipos y las agencias de
noticias imprJmen a la· tarea de !la comunicación, hallaremos en la
lootura de este Hbro un sereno repaso a impresiones personales, epis­
tolarios íntimos, dedicatorias, .r-ecuerdoo, homooajes o conmemora­
ciones, imbuidas todas de un profundo sabor académiro. Así, ire­
mos topando
ron apellidos
como
De Francisci, Paoli, De Visscher,
Mommsen o Arangio-Ruiz, ron quien el autor se vinculó para siem­
pre en una
carta inconclusa: "murió -nos dice-en el momento
mismo

en
que andaba escribreru:lo una carta a mí, pobre de mí, di-
(*) Juan Iglesias: Surcos. Artícu/o,s periodíJticos, Editora Nacional, Ma­
drid, 1978, 250 págs., con una «Introducción en dos tiempos» de Fernando Sáinz de
Bujanda y el autor.
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rigida", "esa carta, publicada en revisms jurídicas (1), es mi gran
orgullo

de
romanista. Perdóneseme". Y no menos ron 1os de otros
ilustres de nuestra Uni*1Sidad: Ursicino Alvarez -su maestro--,
García y Bellido, Antón Oneca, Joaquln Gattigues, Mar.iñón, Me­
néndez Pidail, Galo Silncbez, Jordana de Pozas, Maravall, Ortega,
Eugenio D'Ors,
Y anguas Messía, Federiro de Castro, Juan Vivan­
cos, Ruiz del Castillo, Unamuno, Francisco Suárez, Vitoria, Fray
Luis de Le6n ..•
Hombres y apellidos que encarnan la aspiración de nniversali­
dad que tan escasa anda, en ocasiones, entt'e fas nuevas generacio­
nes que maduran hoy en las ramas secu'lares del viejo á!,bol univer­
sitario. Cae en · olvido unas veces, suena a lextrafío otras ien quienes
cursan estu.dios superiores ,se cálido ambiente de moderación y
respeto que hemos vista """1Dlpañar a la labor docente de cada pro,
fesor, filósofo o investigador del -Dereclio, y quie el profesor Igle­
sias ha salbido captar y describir espléndklamente al emplear vo­
.ca.blos [atinos, talJ.es como ··Humanitas", "Fides"., ''Veritas", "Vir­
tus", "Amicitia" y "Autoritas" (voluntaria sujeción a la capacidad
sancionada por la experiencia). "Valores 'y vittrules" -roncluye en
<:l mismo

capítulo, "Moderación
y Humanismo" -que tienen que
ver, de un modo o
dé otro, con el "offücium", con el deber de cui­
dar
a más de la propia estimación, el bien común y !las necesklades
dd
prójimo". He aquí, para noSOtrOs, la razón y el secreto silen-
cioso de
1,'s vocaciones. ·
V alga por último nuestro interés por reseñar dos cuestiones.
Asistimns en

el
arte literario a un progresivo

deterioro y empobre­
cimiento del lenguaje, cuando no ,a ,una degradación intencionada
y desgarradora del idioma. Llama la atención en este pnnto el! pro­
ceder lineal· seguido en ,todo instante respecto a !a confesión limi­
nar

que
el autor nos hiciera: "Son artículo,; con amor y respeto
pata la lengua que [es sirvió de CU11a 'Y expresión." Nunca hoy se
agradeoo do bastante.
Y

nunca hasta
hoy el mérito de escribir con
naru.ra!l sencillez estuvo peor ,reconocido.
Salta a la vista, finalmente, sin que sea preciso espigar dema­
siado
en
este campo fértil de la

vida cotidiana,
que él autor ba ro­
turado, con pluma segura y auténtica
-Surcos es al fin el titulo de
este libto-, la esperanza de una Europa unida. ,Jls el aleteo re­
sr,ei!ro aunque algo utópico, del "Gran Consejo del Espíriru Euro-
(1) Vicenzo A.rangio-Ruiz: Ultima pJgina, en l.ABE01 «Rassegna di Di­
ritto Romano», anno decimo, 1964, III,
settembre-dicembre, Milano._ La
carta, ar pesar de llevar fecha de 31 de enero de 1964, fue corregida y rehe­
cha en parte la noche de su muerte, 4 de febrero del mismo afio.
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peo" que don Magín, profesor y mártir, "en momentos de santa
locura", concibiera como ,el primer paso; y mirado si,n pasión así
habrá
de
ser -urudad de espíritu.-para ~ reencuentro necesario
y más urgente cada día, entre los que sólo geográfica o económi­
camente ,pueden
seguir llamándose todavía europeos.
JOSÉ CALVO GoNZÁLEZ.
SalvoJor Abasoal: LA REVOLUCION ANTIMEXICANA (1)
Alguuos de los hechos más importantes ocurridos en México
en
1os diez últimos años han servi
punto de
partida a
Salva­
dor
Abascal para una profunda reflexión sobre la acción de la Re­
volución
Mundial en esa nación y sus repercusiones a nivel reli­
gioso,
polítioo y social.
é6I. autor, ilustre pdlemista y publicista católico, es una de las
fignras más sobresalientes del catdlicismo seglar mexicano. Pert!ette­
ciente a una generación que vio 'eQ. sus años moz.os 1a derrota de los
crisrem, a manos de aa revolución -,-debido a la ignorancia y de­
bilidad de
algnoos miembros de la jerarquía vador
Aba:scal supo, junto con un

puñado
de jóvenes

profesionales
católicos,
animat ,un vasto

movimiento
popular que se enfrentó a
'.la ofensiva revolucionaria en México dutante Jos años del .. gobierno
de
Lá>aro Cárdenas

(1934-40). Recogiendo la
antorcha del
mismo
ideal catMico, los fundadores de

la "Unión
Nacional Sinarquista"
desattollaron uoa
nueva

forma de combate
dvico y popular ade­
cuada a las nuevas circunstanda's políticas tras la cristiada. El mo­
vimiento, del cua:l Salvador AJ;,ascal fue líder indiscutible, logró
despertar en fas conciencias católicas el entusiasmo y el sacrificio .
por la lucha cívica, obteniendo importantes triunfos frente a la
ofensiva
marxista .del presidente Cárdenas. Sus luchas se centraron
en 1a oposición a la colectivización agraria, a la educación sexual y
socialista, a

la comunizadóo de los
sirulicatos y a defender la liber­
tad de los católicos para pral:ticar su fe. Más de cuarenta muertos
atestiguarían

la autenticidad
y fimneza del "Sinarquismo". Los afa­
nes
cívicos de Abascal le llevaron

a fundar una colonia eo
el terri­
torio abandonado de
Baja Califorrua, despoblado y anreoazado por
un
eventual asentamiento de

colonos
extranjeros,
Algunas di•sension:es internas, producidas en gran parte por co­
rrientes ideológicas heterodoxas, temninarQn con la vitalidad del
(1) Ed. Tradición, México, 1978, XVJI ·+ 302 págs.
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