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Número 209-210

Serie XXI

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La España cristiana: su tradición religiosa y cultural

LA ESPAlllA CRISTIANA VISTA POR JUAN PABLO II.
SU TRADICION RELIGIOSA Y CULTURAL
Las raíces profundas del ser del pueblo de España, meta de
las peregrinaciones europeas a Santiago, que vivió la em­
presa de la Reconquista, que descubrió y evangelizó Amé­
rica, que iluminó la ciencia desde Alcalá y SRlamanca
y la teología en Trento, que sirvió a la Iglesia con admi­
rable fidelidad en empresas evangelizadoras.
«Vengo a encontrarme con una comunidad cristiana que se
"remonta a la época apost6lica. En una tierra objeto de los des­
"velos evangelizadores de San Pablo; que está bajo el patrocinio "de Santiago el Mayor, cuyo recuerdo perdura en el Pilar de Za­
"ragoza y

en Santiago de Compostela; que fue conquistada para
"la fe por el afán misionero de los siete varones apostólicos; que
"propició la conversi6n a la fe de los pueblos visigodos en
Tole­
JJdo; que fue la gran meta de peregrinaciones europeas a Santiago;
"que vivió la empresa de la reconquista; que descubrió y evange­
nlizó
América;

que
iluminó la ciencia desde Alcal,á y Salamanca,
"y la teología en Trento.
» Vengo atraído por una historia admirable de fidelidad a la
"Iglesia y de servicio a la misma, escrita en empresas apostólicas
"y en tantas grandes figuras que renovaron esa Iglesia, fortale­
" cieron su fe, la defendieron en momentos dificiles y le dieron
"nuevos hi¡os en enteros continentes. En efecto, graciaS" sobre todo
"a ·esa sin

par actividad evangelizadora, la porción más numerosa
"de la Iglesia de Cristo habla hoy y reza a Dios en español. Tras
"mis viajes apostólicos, sobre todo por tierras de Hispanoamé­
"rica y Filipinas, quiero decir en este momento singular: ¡Gracias,
"España; gracias, Iglesia en España por tu fidelidad al Evangelio
"y a la Esposa de Cristo!
»Esa historia1 a pesar de las lagunas y errores humanos1 es
"digna de toda admiración y aprecio. Ella debe servir de inspira­
J)ci6n y estímulo, para hallar en el momento presente las raíces
"profundas del ser de un pueblo. No para hacerle vivir en el pa-
907
Fundaci\363n Speiro

"sado, sino para ofrecerle el ejemplo a proseguir y mejorar en el
"futuro.
»No ignoro, por otra parte, 'las conocidas tensiones, a veces
"desembocadas en choques abiertos, que se han producido en el
Jlseno de vuestra sociedad y que han estudiado tantos escritores
"vuestros. »En ese contexto histórico-social, es necesario que los católicos
"españoles sepáis recobrar el vigor pleno del espíritu, la valentía
"de una fe vivida por el amor profundo
al hombre hermano. Para
"sacar de ahí fuerza renovada que os haga siempre infatigables
"creadores de diálogo y promotores de justicia, alentadores de
"cultura y

elevaci6n humana y moral del pueblo. En un clima de
"respetuosa convivencia c.on las otras legitimas opciones, mientras
"exigís el justo respeto de las vuestras.»
JuAN PABLO II: Saludo a los reyes, a las auto­
ridades, a la Iglesia y al pueblo en el aeropuer­
to de .Barajas, Madrid. L'Osservatore Romano,
edición semanal en lengua española, año XIV,
núm. 45 (723), domingo- 7 de noviembre de
1982.
La cultura del hombre en la larga tradición española que co­
mienza en San Isidoro
·de Sevilla.
»Vuestros maestros y pensadores tenían también el sentimien­
"to de servir al hombre integral, de responder a sus necesidades
"psiquicas, intelectuales, morales y espirituales. Nació asi una
"ciencia del hombre, en la que colaboraban tanto los médicos
"como los fil6sofos, teólogos, moralistas y juristas.
»Un lugar aparte corresponde a vuestros grandes maestros
es­
"pirituales. Su obra tuvo una difusi6n que desbord6 rápidamente
"vuestras fronteras para extenderse a la Iglesia entera. Pensemos "en Santa Teresa de Jesús y San Juan de la
Cruz, doctores

de la
"Iglesia, Santo Domingo, Fray Luis de Granada, San Ignacio de
"Loyola, figuras gigantes en el campo de la espiritualidad. »Ellos han prestado grandes servicios también a la cultura del
nhombre, continuando una larga tradición en la que destacan pre­
" cursores eminentes como San Isidoro de Sevilla, uno de los pri­
"meros enciclopedistas
católicos, y San Raimundo de Peñafort,
"autor de una de las primeras sintesis del derecho en vuestro
"país. Todos esos hombres y muieres son maestros en el sentido
"pleno de la palabra, que han sabido, con una inteligencia excep-
908
Fundaci\363n Speiro

"cionaJ y profética, servir aJ hombre en sus aspiraciones más altas.
"¿Quién

puede medir su influencia
y el efecto duradero de ms
"enseñanzas)
escritos y creaciones? Sotz testigos maravillosos de
"una cultura que concebía al hombre como creado a imagen
de
"Dios, capaz de

dominar el mundo,
pew llamado ,obre todo
a un
"progreso espiritual cuyo modelo perfecto es Jesucristo.»
JuAN PABLO II: Discurso a los representantes
de la Universidad, Reales Academias e investi­ gadores en
el Aula Magna de la Facultad de
Derecho de la Ciudad Universitaria,
el miér­
coles
3 de

noviembre de 1982.
L'Osservatore
Romano, edición semanal en lengua _española,
año XIV,
núm. 46 (724), domingo 14 de no­
viembre de 1982.
La sede de Toledo, en la fe y la cultura de la Iglesia en Es­
paña, centro de diálogo
y de convivencia y de gran tra­
dición cristiana desde la Edad Media.
«La sede de Toledo es lugar propicio para este encuentro, por
n estar íntimamente vinculada a momentos importantes de la fe y
"de la cultura de la Iglesia en España. No podemos olvt'dar los
"Concilios Toledanos, que supieron encontrar f6rmulas adecuadas
"para la profesi6n de la fe cristiana en sus fundamentales conteni­
n dos trinitarios y cristológicos.
» Toledo fue un centro de diálogo y de convivencia entre gen­
"tes de raza y religión distintas. Fue también encrucijada de cul­
"turas que desbordaron las fronteras de
E influir po­
" derosamente

en
· ta cultura

del Occidente europeo. Es ciudad de
ngran tradición

cristiana, reflejada en sus monumentos artísticos
"y en

la expresión pictórica de
artistas de
talla universal como el
"Greco. »Estos valores tradicionales siguen influyendo positivamente
"en la vida del pueblo toledano, que mantiene el recuerdo de sus
"grandes pastores medievales como San Eugenio
y San Ildefonso.
"Es la

memoria de una tradición que se alarga a través de muchas
"generaciones de cristianos que se han extendido por todo el país,
"y han

participado en generosds movimientos misioneros en otros
"continentes. »Al respecto, no puedo
de¡ar de

saludar
aqul, en
esta ciudad
"imperial, su ilustre comunidad mozárabe, heredera de los heroi­
" cos

cristianos de hace siglos
y cuyos feligreses mantienen vivo,
"baio
la

directa responsabilidad del señor cardenal primado, el
909
Fundaci\363n Speiro

"patrimonio espiritual de su venerable liturgia, de gran riqueza
"teológica y pastoral, sin olvidar que en la liturgia pos/conciliar
"el canto
del Padrenuestro en toda España es
precisamente el
de
"la liturgia mozárabe.
»Desde esa viva tradición que alimenta vuestra fe e impulsa
"vuestra responsabilidad de cristianas, volvemos a las fuentes de "la Palabra proclamada en esta celebración.»
JuAN PABLO 11: Homilía durante la Misa ce­
lebrada en la explanada del Polígono Industrial
de Toledo, el jueves 4 de noviembre. L'Osse,-.
vatore Romano, edición semanal en lengua es­
pafiola, afio XIV, núm. 46 (7234), domingo 14
de noviembre de 1982.
El siglo de oro español, la formidable empresa evangelizadora
de América
y el camino de la interioridad Teresiano frente
a la sustitución de la idea de Dios por la del
hm:nhre como
medida
y luz de la creación.
»La trayectoria biográfica de Teresa se inserta en uno de los
"momentos más
brillantes de
la historia eclesial y civil de España,
"que constituye su siglo de oro. Teresa de Jesús deseó participar
"activamente en la formidable empresa evangelizadora de la Amé­
"rica recién descubierta. Desde su condición de mujer, se deter­
"minó a hacer todo lo posible, "hacer aquel poquito que estaba
"en su mano". Llevada por un designio providencial, con su labor
"de _reformadora
y fundadora de monasterios, puso en primer
"p/a.no los horizontes del espíritu.
»Ante
la conmoción cultural del Renacimiento, cuya última
"raíz estaba en la sustitución de
la idea de Dios por la del hombre
"como medida y luz de la creación; cuando el nuevo ritmo del
"pensamiento amenazaba desacralizar la existencia y postergar los
"valores divinos,

Teresa de Jesús acomete el camino de la inte­
"rioridad. As/ avanza prodigiosamente por las moradas de su cas­
"tillo personal,

hasta llegar al centro donde Dios reside. Así llega
"a lo más hondo,

lo más verdadero del hombre: la presencia ac­
"tiva y amorosa de Dios en él. Desde esta perspectiva, a la vez
"humana y sagrada, Teresa justifica y defiende la libertad, esti­
"mula a la ;usticia, invita a la práctica total del amor.»
910
JuAN PABLO II: Mensaje al pueblo de España
el día de Santa Teresa de Jesús. L'Osservatore
Romano,
edición semanal en lengua española,
afio XIV, núm. 43 (721), domingo 24 de oc­
tubre de 1982.
Fundaci\363n Speiro

Importancia de España y de sus grandes santos en la renova­
ción Tridentina de la
Iglesia, fruto
de la tradición
apostó·
lica,

continuada en casi dos mil años.
»El Jubileo Teresiano tiene una elocuencia e,peclfica, no sólo
"dada la figura de la Santa, sino también indirectamente, teniendo
"presente el período
en. que

ella vivió y que es
muy importante
"para la historia de la Iglesia. Juntamente con la gran obra de
"Teresa de Jesús aparece en el horizonte del Carmelo renovado
"San Juan de la Cruz. Y por tanto, en el marco de. la misma pe­
"regrinación,he podido visitar, el 4 de noviembre, también su
"tumba en Segovia. La misión de los dos Santos Doctores de la
"Iglesia se encuadra en el período inmedia,tamente posterior a la
"Reforma y, a la vez, se coloca despuéis del Concilio Tridentino,
"que comienza una
renovaci6n de la Iglesia significativa para
"aquellos tiempos.
»En este proceso España tuvo una parte muy importante. La
"renovación que comenzó en la Península Ibérica abrazó, por
"medio de los Santos carmelitas, la esfera de la vida espiritual, el
"campo de la ascética y de la mística, y, al mismo tiempo, se ex­
" tendió al campo del apostolado y de las misiones en el sentido
"moderno de la palabra. En el curso de mi peregrinación a
E;s­
"paña

he podido visitar también los dos lugares que se vinculan
"con este radio de renovación: Layo/a y Javier. El primero, en la
"Zona Vasca, en el lugar de nacimiento de
San Ignacio, fundador
"de la Compañía de Jesús; el .segundo es el lugar de nacimiento
"de San Francisco Javier, gran pionero y patrono de las misiones.
"Los caminos misioneros del Santo, uno de los primeros compa­
"ñeros de Ignacio de Loyola, lo llei,aron ante todo hacia el Ex­
"tremo Oriente. Al mismo tiempo no hay que olvidar que en­
"tonces,

ya desde casi un siglo después del descubrimiento de
"América, los misioneros se dirigían hacia Occidente para anun­
" ciar

el Evangelio.
»As/, pues, en el centro de la visita del Papa ,e encontraban
"los grandes Santos que ha engendrado la tierra española. Los
"Santos son también el coronamiento más pleno de la h-¼toria de
"la Iglesia

en
la Península Ibérica, historia que se remonta a los 1'tiempos apostólicos. A esta Península se encaminó San Pablo en
"sus viaies misioneros. Sin embargo, ha quedado fiiado, sobre
"todo, el recuerdo y la tradición de
Santiago el Mayor en Com­
"postela en la extremidad noroeste de
España, adonde

llegaban,
"durante muchos siglos, los peregrinos de los diversos países de
"Europa.
911
Fundaci\363n Speiro

»Uniéndose a su larga fila el Papa ha querido hacer referencia
"a las tradiciones apost6licas de la Iglesia y de la nación en la
"Península Ibérica. Estas tradiciones continuaron incluso durante
"siglos, cuando gran parte de la Península se hallaba ba¡o la do­
"minación de /.os musulmanes) y se desarrollaron nuevamente
"cuando los Reyes Cat6licos, Isabel y Fernando, reunieron ba¡o
"su poder

a toda España.
»La peregrinación a ese país me ha llevado a los centros más
"antiguos de la fe y de la Iglesia en el espacio de casi dos mil
"años.
Esta fe y la Iglesia han dad,:; frutos, en medida particular,
"con los Santos y los Beatos de
todas las
épocas.
La beatificación
"de la

humilde sierva de los pobres, Beata Angela de la Cruz en
"Sevilla, ha sido el último sello de este proceso histórico.
,,
»Los grandes méritos misioneros de la Iglesia en España fue­
"ron recordados

durante el encuentro de Javier, donde 50 nuevos
"misioneros recibieron el crucifijo.»
JuAN PABLO 11: Catequesis en la audiencia
general del miércoles 17 de noviembre. L'Osser­
vatore Romano, edici6n semanal en lengua es­
pafiola, afio XIV, núm. 47 (725), domingo 21
de noviembre de 1982.
España y el amor mariano de sus pueblos.
»Los caminos marianos me traen esta tarde a Zaragoza.
»Estamos en tierras de España, con razón denominada tierra
nde María. Sé que, en muchos lugares de este país, la devoción
"mariana de los fieles halla expresión concreta en tantos y tan
,,venerados santuarios.

No podemos mencionarlos todos. ¿Pero
,,cómo no

postrarnos espiritualmente, con afecto reverente ante
"la Madre de Covadonga, de Begoña, de Aránzazu de Uiué, de
"Montserrat, de Valvanera, de la Almudena, de Guadalupe, de los
"Desamparados, del Lluch, del Rocío, del Pino?
»De estos santuarios y de todos los otros no menos venerables,
"donde os unís con frecuencia en el amor a la única Madre de
"Jesús y nuestra, es hoy un símbolo el Pilar. Un simbo/o que nos
"congrega en Aquella a quien, desde cualquier rincón de España,
"todos llamáis con el mismo nombre: Madre y Señora nuestra. ,,
>>Un aspecto característico de la evangelización en España, es
912
Fundaci\363n Speiro

"su profunda vinculación a la figura de María. Por medio de Ella,
"a través de muy diversas formas de piedad, ha llegado a muchos
"cristianos la
luz de

la fe en
Cr¡sto, Hiio
de Dios y de María, ¡Y
"cuántos cristianos viven hoy también su comunión de fe eclesial
"sostenidos por la devoción a María, hecha así columna de esa fe
"y guía segura hacia la salvación! »Recordando esa presencia de María, no puedo menos de men­
"cionar la importante obra de San Ildefonso de Toledo "Sobre la
"virginidad perpetua de Santa
Maria", en

la que expresa la fe de
"la Iglesia sobre este misterio. Con fórmula precisa indica: ttVir­
" gen antes de la venida del Hi¡o, virgen después de la generación
"del Hi¡o, virgen con el nacimiento del Hi¡o, virgen después de "nacido el Hiio" (cap. 1:
PL 96, 60).
»El hecho de que la primera gran afirmación mariana española
"haya consistido en una defensa de la virginidad de María, ha "sido decisivo para la imagen que
lo,s españoles

tienen de Ella,
a
;;quien llaman 'lla Virgen", es decir, la Virgen por antonomasia.
»El amor mariano ha sido en vuestra historia fermento de
"catolicidad. Impulsó a las gentes de España a una devoción firme
"y a la
defensa intrépida

de las grandezas de María, sobre todo
"en su Inmaculada Concepción. En ello porfiaban el pueblo, /os
"gremios, cofradías y claustros universitarios, como los de esta
"ciudad, de Barcelona, Alcalá, Salamanca, Granada, Baeza, Tole­
" do,

Santiago y otros. Y es lo que impulsó además a trasplantar
"la devoción mariana
al Nuevo Mundo descubierto por España,
"que de ella sabe haberla recibido y que tan viva la mantiene.
»Tal hecho suscita aquí, en el Pilar,_ ecos de comunión pro­
"funda ante la Patrona de la Hispanidad. Me complace recor,
"darlo

hoy,
a diez años de distancia del V ventenario del des­
" cubrimiento y evangelización de América. Una cita a la que
"la Iglesia no puede faltar.
"
»San Ildefonso de Toledo, el más antiguo testigo de esa
"forma de devoción que se llama esclavitud mariana, ;ustifica
"nuestra actitud de esclavos de
Maria por

la singular relación
"que Ella tiene con respecto a Cristo: t'Por eso soy yo tu es­
"clavoJ
porque mi Señor

es tu
hi¡o. Por

eso
tú eres mi Señora)
"porque


eres la esclava de
mi Señor.

Por eso soy yo el es­
" clavo de la esclava de mi Señor, porque tú has sido hecha la
"madre de tu Señor. Por eso he sido yo hecho esclavo, porque
"tú has

sido hecha la madre de mi Hacedor"
(De virginitate per­
"petua Sanctae Mariae,
12: PL 96, 106).
913
Fundaci\363n Speiro

»Como es 'obvio, estas relaciones reales ex4tentes entre Cris­
"to y Maria hacen que el culto mariano tenga a Cristo como
"obieto último. Con toda claridad lo vio el mismo San Ilde­
"fonso: ''Pues así se refiere al Señor lo que sirve a la esclava;
"asi redunda al Hiio lo que se entrega a la Madre; asi pasa al
"rey el honor que se rinde en servicio de la reina" (cap. 12:
"PL 96, 108). Se comprende entonces el doble destinatario del
"deseo que el mismo Santo formula, hablando con la Santisima
"Virgen: ''que me concedas entregarme a Dios y a Ti, ser es-.
"clavo de tu Hijo y tuyo, servir a tu Señor y a Ti" (cap. 12:
"PL 96, 105).
»No faltan investigadores que creen poder sostener que la
"más popular de las oraciones a Maria --después del
''Ave Ma­
"ría"-se compuso en España, y que su autor sería el obispo de
"Compostela, San Pedro de Mezonzo, a finales del siglo X; me
"refiero a la t'Salve".
>>Esta
oración
culmina en la petición:
''Muéstranos a
Jesús".
"Es lo que María realiza constantemente, como queda plasmado
"en el gesteo de tantas imágenes de la Virgen, esparcidas por las
"ciudades
y pueblos de España. Ella, con su Hijo en brazos, como
"aquí en el Pilar, nos lo muestra sin cesar como -''el camino, la
,·,verdad y la vida" (Jn 14, 6). A veces, con el Hijo muerto sobre
"sus rodillas, nos recuerda el valor infinito de la sangre del Cor­
"dero que ha sido derramada por nuestra salvaci6n (cf.
1 Pe 18,
''s.; Ef 1, 7). En otras ocasiones, su imagen, al inclinarse hacia
"los hombres,
acerca a
su
Hi¡o a
nosotros
y nos hace sentir la
"cercanía de

quien es revelación radical de la misericordia ( véase
"Dives in misericordia, 8), manifestándose así, Ella misma, como ,
"Madre de la misericordia (ib., 9).
»El Pilar de Zaragoza ha sido siempre con#derado como el
"simbo/o de la firmeza de fe de los españoles. No olvidemos que
"la fe de los sin obras está muerta (cf.
Sant 2, 26. Aspiremos a
""la fe

que actúa por la caridad" (Gál 5, 6). Que la fe de los
"los españoles, a imagen de la fe de Maria, sea fecunda
y ope­
"rante. Que se haga solicitud hacia todos, especialmente hacia
"los más necesitados, marginados, minusválidos, enfermos y los
"que sufren en el cuerpo y en el alma.
»Como Sucedor de Pedro he querido visitaros, amados hijos
"de España, para alentaros en vuestra fe e infundiros esperanza.
"Mi deber

pastoral me obliga a exhortaros a una coherencia entre
"vuestra fe y vuestras vidas. María, que en vísperas de Pente­
,, costés

intercedió para que el Espíritu Santo descendiera sobre la
914
Fundaci\363n Speiro

"Iglesia naciente (cf. Act 1, 14), interceda· también ahora. Para
"que ese mismo Espíritu produzca un profundo re;uvenecimien­
"to
cristiano
en España. Para que ésta sepa recoger los grandes
"valores de su herencia cat6lica y afrontar valientemente los retos
"del futuro. »Doy fervientes gracias a Dios por la presencia singular de
"Maria en esta tierra española donde tantos frutos ha producido.
"Y quiero

finalmente encomendarte, Virgen Santisima del Pilar,
"España entera, todos y cada uno de sus
hi¡os y

pueblos, la Igle­
,, sia en España, así como también los hi¡os de todas las naciones
"hispánicas.»
JuAN PABLO 11: Homilía en el acto mariano
nacional celebrado en Zaragoza el 6 de noviem­
bre. L'Osservatore Romano, edición semanal en
lengua espafiola, afio XIV, núm. 47 (725), do­
mingo 21 de noviembre de 1982.
Temor al riesgo de perder su identidad este país, que no
ha podido agotar su riqueza espiritual
y eclesial.
«Vuestro país, que experimenta una transición socio-cultural
"de grandes proporciones y busca nuevos caminos de progreso¡
nque desea la justicia y la paz; que teme, como los otros, ante el
"riesgo de perder su identidad ...
"
»Una Iglesia que es capaz de ofrecer al mundo una historia
"como la vuestra, y la canonización --en el mismo día- de hi­
"jos tan singulares y universales como Teresa de Jesús, Ignacio
"de Loyola y Francisco Javier (con otros tantos, antes y des­
"pués)
no ha podido agotar su riqueza espiritual y eclesial. Prue­
"ba de

continuidad es la
pr6xima beatificaci6n

de Sor Angela de
n¡a Cruz.»
JuAN PABLO II: Alocuci6n a los obispos de
España
en la nueva sede de la Conferencia, el
domingo 31 de octubre. L'Os!ervatore Romano.
edición semanal en lengua española, año XIV,
núm. 4.5 (723), domingo 7 de noviembre de
1982,
915
Fundaci\363n Speiro

Huellas de los ~telectuales, escritores, humanistas, teólogos y
juristas españoles en la cultura universal y su eminente
servicio a la Iglesia.
«Vuestros intelectuales, escritores, humanistas, teólogos y ;u­
"ristas han dejado huella en la cultura universal y han servido a
,,la Iglesia de manera eminente. "¿Cómo no evocar a este respecto
,,la influencia

excepcional de centros universitarios como
Al,calá
"y Salamanca? Pienso sobre todo en esos grupos de investigado­
"res que han contribuido admirablemente a la renovaci6n de la
"teologia y de los estudios biblicos; que han fundado sobre bases
"duraderas los principios del derecho internacional; que han sa­
"bido cultivar con tanto esplendor el humanismo, las letras, las
"lenguas antiguas; que han podido producir sumas, tratados, mo­
nnumentos
literarios,
uno de cuyos
simbolos más
prestigiosos es
"la Políglota Complutense.
»A la luz de esta noble tradici6n,. hemos de pensar en
las
"condiciones permanentes de la creatividad intelectual.
Me refe­
"riré brevemente

a la
libertad de la investigación hecha en co­
"mún, a la apertura a lo universal y al saber concebido como
"servicio al hombre integral.»
JuAN PABLO II: Discurso a los representantes
de la Universidad, Reales Academias e inves­
tigadores en el Aula Magna de la Facultad de
Derecho de la Ciudad Universitaria de Madrid,
el miércoles 3 de
noviembre. L'Osservatore Ro­
mano, edici6n semanal en lengua española, año
XIV, núm. 46 (724 ), domingo 14 de noviem­
bre de 1982.
La creatividad intelectual, en libertad de investigación, de los
investigadores, profesores
y autores en la España católica.
«En España1 como en otros países de Europa1 generaciones
,, enteras

de investigadores, profesores y autores han tenido gran
"fecundidad gracias a la libertad de investigación, que les asegu­
"raban comunidades universitarias de régimen autónomo; de ellas)
"el Rey o la Iglesia se hacian frecuentemente garantes.
>>Esos centros universitarios, reuniendo a maestros especiali~
"zados en diversas disciplinas, constituian un medio propicio para
"la creatividad, la emulación y el diálogo constante con la teolo­
n gia. La universidad apareda ante todo como un asunto de los
916
Fundaci\363n Speiro

nmismos universitarios y) en la colaboración entre maestros y dis­
" cípulos, se realizaban las condiciones favorables para el descu­
"brimiento, la enseñanza y difusión del saber.
»Los maestros s.abían que) en campo teológico, la investiga­
"ción implica fidelidad a la Palabra revelada en Jesucristo y con­
"fiada a

la Iglesia. También el diálogo entre teología y Magisterio
"se reveló

muy fecundo. Obispos y teólogos sab!an encontrarse,
"en beneficio

común de pastores y profesores.
»Si en momentos como los de la Inquisición se produjeron
"tensiones, errores y excesos -hechos que la Iglesia de hoy va­
"lora a

la
luz objetiva
de la historia- es necesario reconocer que
"el conjunto de medios intelectuales de España había sabido re­
"conciliar admirablemente

las exigencias de una plena libertad de
"investigación con un profundo

sentido de la Iglesia. Lo atesti­
" guan las innumerables creaciones de escritos clásicos que los
"maestros, sabios y autores

de España supieron aportar al tesoro
"cultural de la Iglesia.»
JUAN PABLO 11: Discurso a los representantes
de la Universidad, Reales Academias e investi­
gadores en el Aula Magna de la Facultad de
Derecho de la Ciudad Universitaria de Madrid,
el núércoles 3 de noviembre. L'Osservatore Ro­
mano, edición semanal en lengua española; año
XIV, núm. 46 (724), domingo 14 de noviem­
bre de 1982.
La apertura a lo universal, en especial hacia la América, de
la cultura católica españ.ola, que ha sido crisol en una
síntesis cultural única.
«Se nota también en la tradición intelectual de vuestra na­
n ción la apertura a lo universal, que ha dado reputación y fama
"a vuestros

maestros.
»Vuestros sabios e investigadores han tenido los ojos abiertos
"a la

historia clásica y bíblica, a los demás palses de Europa, al
"mundo antiguo y nuevo. Vuestros autores han sido pioneros ge­
"niales en la ciencia de las relaciones internacionales y del de­
"recho entre las naciones.
"
»El rápido establecimiento de universidades de alto prestigio
"calcadas en la de Salamanca, de las que llegarán a implantarse
"hasta treinta· en las nacientes Américas, es otra prueba del uni-
917
Fundaci\363n Speiro

··versalismo que durante largo tiempo ha caracterizado a vuestra
"cultura) enriquecida por tantas descubrimientos y descubridores,
"y por la influencia profunda de tantos misioneros en el mundo
"entero.
»Et papel que vuestro país ha reconocido a la Iglesia, ha dado
"a vuestra

cultura una dimensión especial.
La Iglesia ha estado
"presente en todas las etapas de la gestación y del progreso de
nla civlización española.
»Vuestra nación ha sido el crisol donde tradiciones muy ricas
"se han fundido en una síntesis cu/.tural única. Los rasgos carac­
"terísticos de las colectividades hispánicas se han enriquecido con
"aportaciones históricas del mundo árabe -vuestra armoniosa
"lengua, arte y toponimia dan prueba de ello- fusionándose
nen una civilización cristiana ampliamente abierta a lo univer­
"sal. Tanto dentro como fuera de sus fronteras, España se ha
"hecho a
si misma,

acogiendo la universalidad del Evangelio y
'.'.las grandes

corrientes culturales de Europa y del mundo.
»Estas lecciones de la historia de España merecen ser re­
" cordadas. En primer lugar para rendir un homena¡e a la con­
"tribución insigne que vuestros maestros, sabios, investigadores
"y vuestros santos aportaron a la humanidad entera, la cual no
"sería lo que es sin la herencia hispánica.
»Otra razón nos invita
hoy, en
contextos históricos muy di­
"versos, a

reflexionar sobre las
condiciones que pueden en nues­
"tros días

favorecer la promoción de la cultura y de la ciencia,
"y estimular las investigaciones sobre el hombre, de las que tan­
"ta necesidad
tiene
nuestra época.»
JuAN PABLO 11: Discurso a los representantes
de
la Universidad, Reales Academias e investi­
gadores en el Aula Magna de la Facultad de
Derecho de la Ciudad Uruversitaria de Madrid,
el miércoles 3 de noviembre. L'Osservatore Ro­
mano, edición semanal en lengua española, año
XIV, nóm. 46 (724), domingo 14 de noviem­
bre de 1982.
La Universidad de Salamanca, símbolo del periodo aureo de
la teología en España, desde la que irradió luz en el Con­ cilio de Trento.
«Para encontrarme con vosotros he escogido esta célebre y
"hermosa ciudad de Sa/,amanca1 que con su antigua universidad
918
Fundaci\363n Speiro

"fue centro y simbo/o del periodo áureo de la teologia en Es­"paña, y que desde aquí irradió su luz en el Concilio de Trento,
"contribuyendo poderosamente a la renovación de toda la teolo­
,, gía cat6lica.
»El breve tiempo de que dispongo, no me permite evocar
"todas las egregias figuras de aquella época. Pero no puedo me­
"nos de mencionar los nombres del
exégeta, teólogo

y poeta
"Fray Luis de León, del
''Doctor Navarrus"

Martin de
Azpil­
"cueta} del maestro de maestros Francisco de Vitoria, de los
"teólogos tridentinos Domingo de Soto y Bartolomé de Carran­
"za, de

Juan de Maldonado en Paris, de Francisco de Toledo y
"Francisco Suárez en Roma, de Gregario de Valencia en Ale­
"mania. ¿Y cómo olvidar a los ''doctores de la Iglesia", Juan
"de la

Cruz y Teresa de Jesús?
»En aquellos tiempos tan dificiles para la cristiandad, estos
"grandes teólogos se distingueron por su fidelidad y creatividad.
"Fidelidad a la Iglesia de Cristo y compromiso radical por su
"unidad bajo el primado del Romano Ponti/ice. Creatividad en
"el método y en la problemática».
JuAN PABLO 11: Discurso a los profesores de
teología en la Universidad Pontificia de Sala­
manca, el lunes 1 de noviembre. L'Osservatore
Romano, edici6n semanal en lengua española,
año XIV, núm. 45 (723 ), domingo 7 de no­
viembre de 1982.
Recuerdos del significado universal de la Universidad de Sa­
lamanca en la Historia de la Cultura ---4JUe proporcionó
una feliz síntesis, que tanto echamos de menos, entre la
fe cristiana y la vida y cultura humanas--y del espíritu
arriesgado de Santa Teresa.
«Conozco muy 6ien que estáis pasando tiempos dificiles. Son
Hl'tiempos recios", como diría nuestra Santa. Entre otras cosas}
"la emigración, particularmente de la juventud, ha empobrecido
"vuestras zonas rurales. Valores, criterios y pautas de conducta 11 contrarios a la fe cristiana han disminuido en algunos el vigor
"religioso y moral. En estas circunstancias los cristianos habréis
"de vivir valientemente vuestra fe~ tratando de integrar los cri-_
"terios y pautas de la civlización actual con las creencias, mo­
,, ralidad y prácticas cristianas.
"
919
Fundaci\363n Speiro

»Por otra parte, la vida de vuestra capital, Salamanca, gira
"toda ella
en torno a la Universidad Pontificia
y a la Universi­
"dad Civil,

continuadoras de la Universidad de Salamanca, de
"significaci6n universal en la hist,oria de la cultura. Y que, en
"su momento, proporcionó una feliz sintesis entre la fe cristiana
"y la vida y cultura humanas: slntesis que tanto echamos hoy
"de menos. Y que requiere un serio esfuerzo por parte de los
"fesponsables. n
»Y o os pido que ensanchéis el alma, que ''no apoquéis los
"deseos". Abrlos al

futuro. Arriesgaos como Teresa de Jesús,
"de quien no me resisto a citar estas palabras: ~'Importa muCho
"y
el todo ... una grande y muy determinada determinación de
"no parar hasta llegar {a la fuente de la vida},, venga lo que
"viniere, suceda lo que sucediere, trabaje lo que trabajare, mur­
"mure quien

murmurare, siquiera llegue allá, siquiera
muera ·en
"el camino o no 'tenga corazón para los trabajos que hay en él,
''siquiera se hunda en mundo" (Camino de Perfección, 35, 2)».
JUAN PABLO 11: Homilía durante la celebra­
ción
de la Palabra, en Alba de Tormes, el lunes
1 de noviembre. L'Osservatore Romano, edición
semanál en

lengua española, año XIV, núm. 45
(723), domingo 7 de noviembre de 1982.
Significación de Andalucía, -centro de una de las antiguas cul­
turas de Europa, en la unidad nacional española
y como
partida del descubrimiento del Nuevo Mundo y de la ex­
pedición de El Cano
y Magallanes hasta Filipinas.
«Hoy tengo la dicha de encontrarme por primera vez ba¡o
"el cielo de Andalucía: esta región hermosa, la-más extensa y
"poblada de España, centro de una de las más antiguas cultu­
"ras de

Europa. Aquí se dieron cita múltiples civilizaciones que
"configuraron las peculiares notas caracter/sticas del hombre
an­
n dtiluz.
»Vosotros disteis al Imperio romano emperadores, fil6sofos
"y poetas; ocho siglos de presencia árabe os afinaron la sensibi­
"lidad poética
y art!stica;
aqul se
forj6 la unidad nacional; de
nzas costas cercanas a este t'Guadalquivir sonoron partió la for­
"midable hazaña del descubrimiento del Nuevo Mundo y la ex­
"pedición de Magallanes y El Cano hasta Filipinas.
»Conozco el origen apostólico del cristianismo de la Bética,
920
Fundaci\363n Speiro

"fecundado por vuestros mártires y sostenido por vuestros San­
"tos: Isidoro
y Leandro, Fernando y Juan de Ribera, Juan de
"Dios
y el

beato Juan Grande, Juan de Avila
y Diego José de
''Cádiz, Francisco

Solano, Rafaela
Maria, el

venerable Miguel
"de Mañara y otra muchas figuras insignes.»
JuAN PABLO 11: Homilía durante la Misa ce­
lebrada en Sevilla el viernes 5 de noviembre.
L'Osservatore Romano, edición semanal en len­
gua española, año
XIV, núm. 46 (724), domin­
go 14 de noviembre de 1982~
La antiquísima tradición de fe cristiana de Granada, trascen­
dental en la historia de la unidad de España; su arraiga­
da religiosidad popular y sus educadores cristianos.
«Un marco estupendo para este encu.entro nos los ofrece -la
"bella ciudad de Granada, una de las joyás· artisticas de España, 1'que evoca acontecimientos trascendental.es de la historia de_ la
"nación y de su unidad.
»Conozco la antiqulsima tradición de la fe cristiana de estas
"iglesias, el testimonio admirable de vuestros mártires, la vita­
''lidad reflejada ya en el Concilio de E/vira, en los albores del
"siglo
IV. Aquella fe recibida en los priméros tiempos del cris­
"tianismo, sigue arraigada en la vida personal y familiar y en
"la religiosidad

popular de vuestras gentes, expresada sobre todo
"en la devoción a los misterios de la Pasión del Señor, de la
"Eucarist!a
y én el amor filial a la Virgen Maria.
»Para ayudar a mantener y fortificar esa fe, estas tierras
"han tenido

la fortuna de disponer de ejemplares educadores
"cristianos. Entre ellos, fray
Hernando de

Talavera el célebre
"arzobispo catequista q14e tan bien supo exponer los misterios
"cristianos a judíos
y mulsumanes. Y en tiempos recientes habéis
"dado a la educación en la fe maestros de gran talla como el
"obispo de Málaga, don Manuel
González, el
estupendo peda­
"gogo don Andrés
Man¡ón, fundador

de las escuelas y seminario
"de maestros del Ave María,
y el insigne padre Poveda, fun­
''dador de la benemérita Institución Teresiana.
»Ellos se unie~on a otros admirables educadores cristianos
"procedentes de otras partes de España; entre ellos San Antonio
"Maria C/aret y don Daniel Uorente. Figuras, todas ellas, lu­
"minosas y señeras, que se adelantaron a la renovación ca'tequé·
"tica de tiempos posteriores culminados en el último Concilio
"Ecuménico. Figurds que siguen siendo-un ejemplo elocuente
921
Fundaci\363n Speiro

"para todos los que hoy han de continuar la misión de educar
"en la fe a las nuevas geñeraciones.»
JUAN PABLO 11: Homilía durante durante la
celebración de la Palabra en el Polígono de Al­
manjayar de Granada, el viernes 5 de noviem­
bre.
L'Osservatore Romano, edición semanal en
lengua espaiíola, afio XIV, núm. 46 (724), do­
mingo 14 de noviembre de 1982.
Loyola, cuna de San Ignacio y de la evangelización a la que
tantas órdenes e institutos religiosos del mundo español
y tantos hijos del País Vasco se han entregado con toda
fidelidad.
«Siento una gran alegria de haber podido venir hasta Lo­
" yola,

en el corazón de la entarañable tierra vasca, para mani­
"f estar

el amor del Papa por todos y cada uno de los
hi¡os de
"esta

Iglesia de Cristo.
»Era una manera de rendir también homena¡e a un gran
"hiio de

esta tierra, de proyección universal por sus anhelos y
"realizaciones: San Ignacio de Loyola.
La figura que más ha
"hecho conocer este lugar en todo el mundo. La que más gloria "le ha traído. Un
hi¡o de

la Iglesia que bien puede ser mirado
"con gozo y legítimo orgullo.
»En este encuentro-homena¡e, al fundador de- la mayor Or­
" den

religiosa eclesial, están asociados los otros fundadores de
"las demás

familias religiosas nacidas en tierras españolas, y aqui
))representadas por sus respectivos superiores generales. Llegue
"a todos los miembros de las mismas el cordial saludo del Papa.
»¡Qué amplio
horizonte ·se
abre ante nosotros, más allá de
"estas hermosas montañas verdes con sus cruces y santuarios,
"al pensar en la ponarámica eclesial que nos ofrecen! No pode­
"mos hacer una lista interminable. _ Pero, ¿cómo no nombrar a
"la familia de los hiios e hi¡as de Santo Domingo, a la carmeli­
"tana de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, a la franciscana
"descalza reformada por San Pedro de Alcántara, la trinitaria,
"mercedariai ..

hospitalaria, escolapia, claretiana?
»Y a ellas hay que añadir las de las Adoratrices del Sant!­
'ºsimo
Sacramento,
de Santa Ana, Compañia de Santa Teresa,
"Esclavas del Sagrado Corazón, Hermanitas de los Ancianos,
Hi­
"ias de Jesús, Siervas de Maria, Hi¡as de María Inmaculada, y
''tantas otras Coni,regaciones no menos be'nemérltas. Todas ellas
"representan una buena parte de los alrededor de noventa y
922
Fundaci\363n Speiro

"cinco mil miembros del mundo religiosos español} a los que 1·'se unen los de diversos institutos secuelares de raíz hispana.
. . . .
»¡Cuántos hiios e hi¡as de esta cristiana. tierra vasct1, noble
iiy generosa} se cuentan entre ellos! ¡Y cuánto han aportado al
"bien de la Iglesia en tantos campos! A ellos envio mi afectuoso
"recuerdo, sobre todo a los que trabajan en países de Hispano­
"américa} unidos a nosotros mediante la televisión.
»Un fruto silencioso y de especial ejemplaridad es el admira­
"ble hermano Gárate, que esperamos ver pronto en la gloria de
"los altares, y cuya tumba está aquí en Loyola, junto con la de
"Dolores Sopeña.
»AJ hablar

de San Ignacio en Loyola, cuna y lugar de su con­
"versi6n, vienen espontáneamente a la memoria los e;ercicios es­
"pirituales, un método tan probado de eficaz acercamiento a Dios,
"y la

Compañía de Jesús, extendida por todo el mundo, y que
"tantos frutos ha cosechado y sigue haciéndolo, en la causa del
})Evangelio.
»El supo obedecer cuando, recuperándose de sus heridas, la
"voz de Dios golpeó con fuerza en su corazón. Fue sensible a las
"inspiraciones del Espíritu Santo, y por ello comprendió qué so­
"luciones requerían los males de su tiempo. Fue obediente en todo
ninstante a la Sede de Pedro, en cuyas manos quiso deiar un ins­
"trumento apto para la evangelización. Hasta tal punto que esta "obediencia la dejó como uno de los rasgos característiscos del
,, carisma de su Compañía.
»Acabamos de escuchar en San Pablo: «Sed imitadores míos,
"como yo lo soy de Cristo ... ; como procuro yo agradar a todos
"en todo} no buscando mi conveniencia, sino la de todos para que
"se salven» (1 Cor 11, 1; 10, 33).
»Estas palabras del Apóstol podemos ponerlas en boca de San
"Ignacio
hoy también, a distancia de siglos. En efecto, el carisma
"de los fundadores debe permanecer en las comunidades a
las
"que

han dado origen. Debe constituir en todo tiempo el prin­
"cipio de vida de cada familia religiosa.
" . . . . . . . . . . . .
»Loyola es una llamada a la fidelidad. No sólo para la Com­
"paiiia de

Jesús, sino indirectamente también para los otros ins­
" titutos. »
JuAN PABLO II: Homilía durante la Misa ce­
lebrada ante el santuario de Loyola el sábado
6

de noviembre.
L'Osservatore Romano, edición
semanal en lengua española, año XIV, núme­
ro 46 (724), domingo 14 de noviembre de 1982.
92J
Fundaci\363n Speiro

Los recios valores humanos y sólidas virtudes de los hijos de
Navarra
y de España, pioneros en tantos campos de pri·
mera

evangelización.
«En este encuentro popul.ar y mzszonero con vosotros, hijos
"todos de Navarra y de España, quiero rendir homena;e al patri­
n monio de recios valores humanos y sólidas virtudes cristianas de
"las gentes de esta tierra. Y expresar la profunda gratitud de la
"Santa Sede a la Iglesia de España por su magna obra de evange­
"lización; obra

a la que los hi¡os de Navarra han dado tan sobre­
"saliente contribución.
>>Pionera en tantos campos de primera evangelización -no
"sólo los abiertos por Javier, sino, sobre todo, los de Hispano­
"américa, Filipinas y Guinea Ecuatorial-, la Iglesia española con­
"tinúa dando una destacada aportación a esa evangelización con
"sus actuales 23.000 misioneros y misioneras operantes en todas
"las latitudes.
»La Iglesia española se ha hecho también acreedora de la
"gratitud de la Sede Apostólica por ser una de las que
más apoya,
"con personal y ayuda material, la estrategia de la cooperación a
"la misión

universal; y por su esfuerzo de animación misionera.»
JUAN PABLO 11: Alocución en Javier durante
el acto misional el sábado 6 de noviembre.· L~Ds­
servatore Romano, edición semanal en: lengua
española, año XIV, núm. 46 (724 ), domingo 14
de noviembre de 1982. ·
Las huellas de grandes santos en Montserrat, cantera para edi­
ficar hacia el cielo
y desde el cielo en la región catalana
y España entera.
«En consonancia con la invitación bíblica, la vzszta a Mont­
n serrat asocia en unidad muy estrecha los valores de la peregrina­
" ción religiosa con los encantos de la meta mariana en la cumbre
"del monte, donde los cielos se funden con la tierra. La subida
"al santuario, en un marco orográfico sugestivo, invita a la evo­
,, cación

de una historia varias veces secular.
»Impresiona saber que estamos en un lugar sagrado; que por
"estos mismos senderos,

abiertos desde hace· siglos,
discurrieron
"multitud de peregrinos, ilustres muchos de ellos por su cuna o
924
Fundaci\363n Speiro

"por su ciencia. Es un gozo, sobre todo, saber que seguimos las
"huellas de Juan de Mata, Pedro No/asco, Raimundo de Peñafort,
nVicente Ferrer,

Luis de Gonzaga, Francisco de Borja, José de
"Calasanz, Antonio María Ciare!
y muchos otros santos eminen­
,,tes;
sin

olvidar aquel soldado que, depuestas sus armas a los
"pies de

la Moreneta,
ba¡ó del

monte para acaudillar la Compañía
"de Jesús. ,.
»El Salmista describe la meta como una «Jerusalén que se
"edifica como ciudad». Lo cual da pie a San Agustín para mo­
,, dular

a filiación en otro registro: «Ahora se está edificando,
y
"a ella concurren en su edificación piedras vivas, d{! las que die.e
"San Pablo: 'También Vosotros, como piedras

vivas,
sois ·edifica­
ndos
en

casa espiritual'»·
(Enarr. Sal 121, 4). Ese monte serrado
''en forma curiosa, que es Montserrat, aparece como. una cantera
"incomparable. «Ahora se edifica la ciudad, ahora se cortan las
"piedras de los montes por mano de los que predican la verdad
"y se encuadran para que se acoplen en construcción eternat>
"(ib.). De aquí, de Montserrat, de la región catalana, de España
,,entera, hay
que sacar los
sillar.es señeros
de la. nueva cons­
''trucción.
»Sin olvidar que el fundamento es Cristo (cf.
1 Cor 10, 4).
,,Con las

consecuencias que ello lleva consigo
en arquitectura.
Di­
"ríase que San Agustín, al comentar el Salmo, tenía una basílica
"como la

de Montserrat ante sus ojos: «Cuando se pone el ci­
"miento en la tierra se edifican las paredes hacia arriba,
y el peso
"de ella

gravita hacia aba¡o, porque abajo está colocado el
ci­
"miento. Pero si nuestro cimiento o fundamento está en el cielo,
"edificamos hacia el cielo. Los constructores edificaron la fábrica
"de esta

basílica que veis se levanta majestuosa; mas como la
"edificaron hombres, colocaron los cimientos abajo; pero cuando
"espiritualmente somos edificados, se coloca el fundamento en
"la altura.»
JuAN PABLO II: Homilía durante la Liturgia
de la Palabra en la plaza del monasterio de
Montserrat· el domingo 7 de noviembre.
L'Os­
servatore Romano, edición semanal en lengua
española, año XIV, núm. 47 (725), domingo 21
de noviembre de 1982.
925
Fundaci\363n Speiro

La genuina religiosidad cristiana de la Cindad Condal, don­
de comparten unidas su ciudadanía gentes originarias de
otras regiones de España, y "Cap i Casal" de toda Cata­
luña.
«¡Virgen de Montserrat!, ¡Templo de la Sagrada Familia!
»Visitando hoy estos dos lugares tan queridos por vosotros,
"tengo la grata
impresión de

respirar la genuina religiosidad cris­
. "tiana -tan antigua como sus raíces y siempre fresca en sus ma­
"nifestaciones- que da robustez al esp!ritu propio de esta Ciu­
" dad

Condal y de toda Cataluña.
»1. Allá arriba en

Montserrat, Maria sigue aceptando, en el
"silencio confidente de cuantos acuden a Ella, el riesgo
providen­
,,cial de ofrecer su seno virginal, en acatamiento de la voluntad
"de Dios Padre, para que los hombres renueven sin cesar los co­
"razones a imagen de su Hi¡o, Jesús, y ba;o el aliento creador
"del Esp!ritu. Maria, Virgen y Madre -presente en tantos san­
"tuarios-,

da cuna y morada de salvación a la nueva humanidad
11restaurada en Cristo, la Iglesia, cuyos hi¡os «no nacen de lina;e
"humano,

ni por impulso de la carne ni por deseo de varón, sino
"que nacen de Dios» (cf. Jn 1, 13). También vosotros, que me
"escucháis, sois nacidos de Dios. ¡Sois hijos de María! Sí, porque
"la Iglesia es el hogar universal de la familia de Dios, es vuestro
"hogar.
»2. De esta realidad misteriosa quiere ser expresión visible
"este magnífico templo de la Sagrada Familia de Barcelona, de­
"bido a la inspiración de un alma particularmente sensible a todo
"lo eclesial como el
P. José Mañanet y Vives, y obra de arte del
"genial maestro Antonio Gaudí. Realidad misteriosa, pero ver­
" dadera, porque Barcelona. ha sabido dar vigencia a esta vocación
"familiar, mediante

la unidad de fe y la
comunión de
vida que
"animan el quehacer cotidiano de sus habitantes.
,,"Cap i Casal" de Cataluña, Barcelona es admirada en el
"mundo por el conocido dinamismo, laborioso y emprendedor
"de sus

hombres; pero no menos encomiable
y meritorio, sobre
"todo para la Iglesia, es el tradicional ánimo acogedor que a lo
"largo de la historia ha llevado a barceloneses y catalanes, a
"vosotros) a compartir ciudadanía humana y cristiana con in­
"numerables gentes, originarias de otras regiones de España.
»Entre vosotros han formado un hogar; a vuestro lado ha
n quizá recobrado sentido y respiro su propia vida; con vosotros
"han emprendido ilusionados esa andadura de dolores y gozos
926
Fundaci\363n Speiro

n que va abriendo paso día a día en la existencia) como recufrdan
"los misterios del Rosario, representados en este templo.
»Es, pues, sumamente aleccionador que todos unidos podáis
"proclamar ante la Iglesia que esta ciudad y esta región son un
"hogar amplio y abierto a la fraternidad cristiana, donde ya
''no
"hay
extran;eros

ni
advenedizos, sino
conciudadanos de los con­
"sagrados y familia de Dios, pues, edificados .... sobre el
Mesías,
"como

piedra angular" (cf.
Ef 2, 1 y sigs.).
»Este templo de la Sagrada Familia es una obra que no está
"aún terminada, pero tiene solidez desde un principio, recuerda
"y compendia otra construcción hecha con piedras vivas: la fa­
"milia cristiana, célula humana esencial, donde la fe y el amor
"nacen
y se cultivan sin cesar. Que la familia sea siempre entre
"vosotros auténtica ''Iglesia doméstica", lugar consagrado al diá­
"logo con Dios Padre, escuela de seguimiento a Cristo por los
"caminos indicados en el Evangelio, fermento de convivencia y 11de virtules sociales en estrecha comunicación con el Espíritu
"que habita en nuestras almas.»
JuAN PABLO 11: Alocución dominical en el
templo de la Sagrada Familia, en Barcelona, el
7 de noviembre. L'Osservatore Romano, edición
semanal en lengua española, año XIV, núm. 47
(725), domingo 21 de noviembre de 1982.
Las arraigadas tradiciones eucarísticas de Valencia con sus
grandes figuras sacerdotales.
«La ciudad de Valencia, de arraigadas tradiciones eucaristi­
"ticas y sacerdotales, con su belleza y colorido, su personalidad
"y rica historia romana, árabe y cristiana; sobre todo con sus
"grandes figuras sacerdotales: San Vicente Ferre,, Santo Tomás
"de Villanueva, San Juan de .Ribera .... » ·
JuAN PABLO 11: Homilía durante la Misa ce­
lebrada en Valencia para conferir la ordenación
sacerdotal a 141
diáconos, el lunes g· de no~
viembre. L'Osservatore Romano, edición serna~
na! en lengua españloa, año XIV, núm. 47 (725),
domingo 21 de noviembre _de 1982.
927
Fundaci\363n Speiro

La fe . cristiana y católica,, que constituye la identidad del
pueblo español, vista desde Santiago de Compostela, con
una ventana abierta hacia las tierras también cristianas
de más allá d «llego hoy a la última etapa de mi viaje por tierras de Es­
"paña, precisamente

en el lugar que los antiguos llamaban
"Fi­
"nis terrae" y que ahora es una ventana abierta hacia las nue­
"vas tierras, también
cristianas} que
están más allá del Atlántico.
»He pasado ya por diversas Iglesias locales, diseminadas por
'qa espUndida geograf/a

de este querido país. He visitado tam­
,, bién a/,gunos santuarios, y en este momento me encuentro cer­
. "ca. de uno de los lugares sagrados más célebres en la historia,
.':famoso en el mundo--entero: la catedral. basílica que encierra
"la tumba de Santiago, el Ap6stol que -según la tradición­
"fue el evangelizador de España.
"
»El Camino de Santiago cre6 una vigorosa corriente espzrz­
" tual y cultural de fecundo intercambio entre los pueblos de
. "Europa. Pero lo que realmente buscaban los peregrinos con su
"actitud humilde y penitente era ese testimonio de fe al que me
"he referido antes: la fe cristiana que parecen rezumar las pie­
" dras

compostelanas con que está construida la basílica del Santo.
"Esa fe cristiana
y católica que constituye la identidad del pue­
"blo español. »Al final de mi visita pastoral a España. aquí, cerca del san­
"tuario del Apóstol Santiago, os invito a reflexionar sobre nues­
"tra fe, en un esfuerzo para conectar de nuevo con los orígenes
"apostólicos de vuestra tradición cristiana. En efecto, la I glesir
"de Cristo, nacida en El, crece ·y madura hacia Cristo a través
"de la fe transmitida por los Apóstoles y sus sucesores. Y des­
"de esa fe ha de afrontar las nuevas situaciones, problemas _·v
:'objetivos de hoy. Viviendo la contemporaneidad eclesial en ar­
"titud de conversión. en servicio a la evangelización, ofreciendo
"a todos

el diálogo de la salvación, para consolidarse cada
vez
"más en la verdad y en el amor.
»La fe es un tesoro que ''llevamos en vasos de barro, para
"que la excelencia del poder sea de Dios y no parezca nuestra"
"(2 Cor 4.. 7).
"
>>Los peregrinos parecen responder: ''Creí. por eso hablé .... ,
"sabiendo que quien

resucitó al Señor
Jesús, también
con Jesús
"nos resucitá y nos hará estar con vosotros .... , para que la gra-
Fundaci\363n Speiro

/} cia difundida en muchos} -acreciente la acción de gracias paf a
"gloria de Dios" (L Cor G, 13-15).
»Así

perdura en Compostela el testimonio
apostólico y -se
"realiza
el diálogo de las generaciones a través del cual ctece
''la fe, la fe auténtica de la Iglesia, la fe en Jesucristo, Hijo de
"Dios hecho hombre, muerto
y resucitado para ofrecernos -la
1··salvación. Et rico en misericordia, es el Redentor del hombre.
»Una fe que se traduce en un estilo de vida según el Evan­
"gelio, es decir, un estilo de vida que refleje las -hienaventuran­
'1zas, que se manifieste en el amor como clave de la existerlcia
"humana

y que potencie los valores de la persona, para compro­
"meterla en la soluci6n de los problemas humanos de nuestro
}}tiempo.
»¡Es la fe de los peregrinos que venían y siguen viniendo
"aquí de toda España
y desde más allá de sus fronteras. La fe
"de las generaciones pasadas que •'ayer" vinieron a Compos~elq1
ny de la generación actual que continúa viniendo también ''hoy".
"Con
esta
fe se construye la Iglesia,
una1 santa, católica y· apos­
"tólíca.»
JuAN PABLO II: Homilía durante la Misa ce­
lebrada en el aeropuerto de Santiago de Com­
postela el martes 9. de noviembre. L'Osservatore
Romano,
edición semanal en lengua esp8ño½,,
año XIV, núm. 47 (725), domingo 21 de, ho­
viembre de 1982.
Santiago, ciudad muy vinculada a la fe de España, con sus
peregrinaciones,

atracción y convergencia para Europa y
toda la cristiandad.
«Al final de mi peregrinaci6n por tierras españolas,, me' de­
"tengo en esta espléndida catedral, tan estrechamente vincula­
" da

al Ap6stol Santiago
y a la fe de España. ,,
»Este lugar, tan querido para los gallegos y españoles todos,
"ha sido en el pasado un punto de
atracd6n y de convergencia
"para Europa
y para toda la cristiandad. Por eso he querido
"encontrar
aqul a
distinguidos representantes de Organismos
"europeos, de los obispos
y Organizaciones del contienen/e. A
"todos
diri¡o mi

deferente
y cordial saludo, y con vosotros quie­
''ro reflexionar

esta tarde sobre Europa.
»Mi mirada se extiende en estos instantes sobre el continen-
'}29
Fundaci\363n Speiro

''te europeo, sobre la inmensa red de vías de comunicación que
"unen entre si a las ciudades y naciones que lo componen, y
"vuelvo a ver

aquellos caminos que, ya desde la Edad Media,
"han conducido y conducen a Santiago de Compostela -como
'!lo demuestra
el Año Santo que se celebra este año-
innume­
"rables

masas de peregrinos, atra!das por la devoción al Apóstol.
»Desde los siglos XI y XII, ba¡o el impulso de los mon¡es
"de Cluny, los

fieles de todos los rincones de Europa acuden
"cada vez con

mayor frecuencia
hacia el
sepulcro de Santiago,
"alargando hasta el considerado ''Finis
te"ae" de

entonces aquel
"célebre
''Camino de

Santiago", por el que los españoles ya ha­
"b!an peregrinado.

Y hallando asistencia y cobi¡o en figuras eiem­
"plares de caridad, como Santo Domingo de la Calzada y San
"Juan Ortega,

o en lugares como el santuario de la Virgen del
"Camino.
»Aquí llegaban de Francia, Italia, Centroeuropa, los Pa!ses
"Nórdicos y las Naciones Eslavas; cristianos de toda condición "social, desde los reyes a los más humildes habitantes de las al­
" deas;

cristianos de todos los
niveles espfrituales, desde

santos,
"como Francisco de As!s y Brígida de Suecia (por no citar
tan·
"tos

otros españoles), a los pecadores públicos en busca de pe­
,, nitencia.
»Europa entera se ha encontrado a sí misma alrededor de
"la 1-•memoria" de Santiago, en los mismos siglos en los que ella
"se edificaba como continente homogéneo y unido espiritualmen­
"te. Por ello el mismo Goethe insinuará que la conciencia de
"Europa

ha nacido peregrinando.
"
»La peregrinación a Santiago fue uno de los fuertes elemen­
"tos que favorecieron la comprensión mutua de pueblos euro­
,,peos
tan diferentes} como
los
latinos} los
germanos, celtas, an­
" glosa;ones y eslavos. La peregrinación acercaba, relacionaba y
"unía entre sí aquellas gentes que) siglo tras siglo, convencidas
"por la predicación de los testigos de Cristo, abrazaban el Evan­
nzio y, contemporáneamente, se puede afirmar) surgian como pue­
"blos y naciones.»
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JuAN PABLO II: Discurso en el acto europeis­
ta celebrado eo la catedral de Santiago de Com­
postela el martes 9 de noviembre. L'Osservato­
re Romano, año XIV, núm. 47 (725), domingo
21 de noviembre de 1982.
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