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Número 209-210

Serie XXI

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Oración ante el Santísimo en el acto litúrgico final de la XXI Reunión de Amigos de la Ciudad Católica (14 de noviembre de 1982)

¿CRISIS EN LA DEMOCRACIA?
la Iglesia florece y fructifica. Pero cuando surge entre ellos
la discordia, no s6lo no crecen los pequeños brotes, sino
que incluso las mismas grandes instituciones perecen mise­
rablemente}».
El naturalismo racionalista que hoy invade el mundo no acep­
ta esta
uni6n amistosa
de Iglesia y Estado; quiere la total rup­
tura. Más aún, contra toda raz6n y evidencia, niega toda vincu­
laci6n de
la sociedad natural

con un
Diqs transcendente;
se
ex­
pulsa

a Dios de las cartas fundamentales de las naciones; y se
diviniza
al «pueblo»-al ¡pobre

pueblo!- haciendo de él la
fuente de todo derecho y aun de la
moral. As!

le va al mundo ...
Por desgracia, esta mentalidad naturalista inficiona a muchas
mentes cat6licas: a
publicistas, profesores

y aun te6logos. Pero
el cristiano no puede perder de vista que el único magisterio
universal auténtico es el
oficial de

la Iglesia: es decir, el del
Vicario de Cristo, el de los Concilios ecuménicos.
Y este magisterio, la doctrina que siempre ha enseñado es
la de la independencia en su propia esfera de los dos Poderes,
civil y

eclesiástico,
y la uni6n amistosa en las materias llamadas
mixtas o pertenecientes de
alguna manera
a las dos esferas de
Poder. Siempre buscando el bien total de los
~úbditos; y, en

su
caso, con prevalencia del bien mayor
-el espiritual

y eterno
sobre los bienes menores-, los
materiales y

temporales ...
Oración ante el Santísimo en el ACTO LITURGICO FINAL DE LA XXI REUNION DE AMIGOS DE LA CIUDAD CATOLICA (14 de noviembre de 1982).
POR BL
Rvdo. P. VICTORIANO RODRÍGUEZ, O. P.
1. Señor, ¡qué complicada nos resulta la vida social cuando
la programamos los humanos! ¡Con lo sencillo que es el Decá­ logo del Sina! y el Serm6n de la Montaña! Pero no; la
superbia
vit.ae se ha inoculado en la natural y legitima apetencia de co­
laboraci6n activa en la cosa pública, y la
natural democracia del
meior pensamiento

cristiano y de las
meiores realizaciones de
vida

cristiana, orgánicamente participada ( valgan como e;emplo
las Ordenes Religiosas), ha degenerado en democracia autártica,
voluntarista o libertaria} que terminó siendo autoritaria) opre-
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CRONICA XXI REUNION DE AMIGOS DE LA CIUDAD CATOLICA
siva de la libertad de los hiios de Dios, de la auténtica dignidad
humana,
y rebelde
contra la ley de Dios; otra vez la tentaci6n
del principio: ¡Seréis como
dioses!, fiiando la

linea divisoria del
bien y del mal: Bueno
lo que dictamina la voluntad popular;
malo o heterodoxo lo que no es democracia
al uso.
2. Te damos gracias,
Señor,

porque estas tres ;ornadas han
sido amplias
y profundas en

el discernimiento de la ambigua
democracia, aprendiendo o repensando lo que hay de bueno, de malo o de indiferente en los
términos, en los conceptos y en
las realizaciones de la libertad, de la igualdad, de la participa­
ci6n

pol!tica, de la responsabilidad cristiana.
3. Te damos gracias también, Señor, porque la imagen
y
la
palabra

clara, cierta
y autorizada
del Vicario de Cristo, en su
recorrido por España, han revitalizado nuestro optimismo cris­
tíano: que, como Santiago, posswnus, podemos ser buenos cris­
tianos, a pesar de todo; y que la tierra de Santa María no ha
de¡ado de

ser cat6lica, aunque las elecciones democráticas hayan
parecido dar a entender otra cosa. 4. Finalmente, a la pregunta de esta XXI Reuni6n de
ami­
gos

de la Ciudad Cat6lica,
¿Crisis en la democracia?, creemos
poder confesar, Señor, a la
luz del

Magisterio de la Iglesia, que
la Democracia
Moderna, laica,

absolutista, libertista
y vacía de valores moral~s transcendentes, ha nacido en crisis, vive en cri­
sis y terminará en muerte, porque el cielo y la tierra posarán,
como hemos o/do en el Evangelio de la Misa de hoy, pero mis
palabras no pasarán (Me. 13.32).
También sabemos, Señor, que una cosa es esta democracia
enfermiza, edificada

sobre si misma, antropocentista, autosufi­
ciente
y narcisista, y otra

cosa la «sana»
y «verdadera»
demo­
cracia, conforme
con el

ser cristiano, efecto
y manifestaci6n
del
auténtico
humanismo cristiano al que apunta Juan Pablo II, a
cuyo concepto y a cuyos términos no hemos de renunciar · por
el abuso que hayan hecho o sigan haciendo de ellos otros pen­
sadores. 5. Quiero terminar esta oraci6n con la promesa que he­
mos oído hoy en la pirmera lectura de la Misa, del Profeta Da­
niel (Dan,
12,3 ):
«Los

sabios brillarán como el fulgor del firmamento,
y los
que

enseñaron a muchos la
iusticia, como
las estrellas por toda
la eternidad».
Estos
d!as aqul se

vieron fulgores de
sabiduria. Que
Dios
nos conceda brillar en ;usticia, es dedr, en santidad, siempre y
por toda la eternidad. As/ sea.
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